1 Universidad de la República. Facultad de Psicología. Área Salud. Curso “Aspectos Psicológicos de la Atención Sanitaria” Seminario: “DISCAPACIDAD”. Prof. Adjunto Mag. Ps. José Eduardo Sívori. Montevideo julio 2009. DEFICIENCIA FISICA Las personas con deficiencia física representan el colectivo más numeroso de las personas con discapacidad. Por otro lado, presentan tal grado de diversidad que el estudio es complejo cuando se trata de caracterizar los aspectos psicológicos e incluso una clasificación de las mismas. En este sentido, existen múltiples formas de agruparlas según etiología, localización u órgano afectado, temporalidad de la etiología, etc. Tomando la clasificación que propone Aguado y Alcedo 1 las podríamos agrupar de la siguiente manera: 1. Discapacidades Físicas Motrices: discapacidades motrices sin afectación cerebral: Secuelas de poliomielitis: enfermedad infecciosa vírica y aguda que puede llevar a la parálisis infantil; se puede dar en adultos pero es no es tan frecuente. lesión medular amputación espina bifida miopatia: Término genérico para definir las enfermedades musculares. escoliosis: Desviación lateral y permanente de la columna vertebral, puede ser congénita o adquirida. Malformaciones congénitas: Alteración o deformidad de nacimiento en alguna parte del organismo. otras discapacidades motrices discapacidades motrices con alteración cerebral: Parálisis Cerebral o EMOC (Enfermedad Motora de Origen Central) Accidente cerebro-vascular 2. Discapacidades Físicas por Enfermedad: asma infantil epilepsia dolor crónico enfermedad renal otras discapacidades físicas por enfermedad crónica 3. Discapacidades Físicas Mixtas: Plurideficiencias. Secuelas de hospitalización e inmovilización. 1 Aguado, A. Alcedo M. “Las personas con discapacidad física”. En “Personas con discapacidad”. Verdugo , M. (Director). Ed. S.XXI. España. 1998. 2 SISTEMA NERVIOSO.2 Como nos vamos a referir en gran parte a las deficiencias físicas consecuencia de una alteración del Sistema Nervioso (Parálisis Cerebral o EMOC, Espina Bífida y Lesión Medular), es necesario repasar brevemente algunos conceptos sobre ese Sistema. El Sistema Nervioso se define como un conjunto de células especializadas en la producción y transmisión de impulsos nerviosos. No solo contiene neuronas, células nerviosas y sus prolongaciones, sino también células sensoriales (bastoncillos y conos de la retina, células auditivas, etc.). Existen varias formas de clasificación que va desde el punto de vista topográfico, anatómico y funcional. Topográficamente se clasifica en dos áreas: Sistema Nervioso Central (SNC): Encéfalo contenido en el cráneo, y Médula Espinal contenida en la columna vertebral. Sistema Nervioso Periférico: nervios, ganglios nerviosos y células sensoriales que no forman parte del SNC pero están en conexión con él. Anatómicamente se divide en: Sistema Nervioso Cerebroespinal (Sistema Nervioso de la vida animal). Sistema Nervioso Autónomo o Vegetativo Funcionalmente en: Sistema Nervioso cerebroespinal, responsable de la motilidad voluntaria y de la relación con el medio ambiente. Sistema Nervioso Vegetativo o Autónomo, responsable de regular las funciones de los órganos independientes en gran parte de la voluntad; está compuesto por el Sistema Nervioso Simpático y Parasimpático. En este apartado vamos a desarrollar algunas de las principales deficiencias físicas motoras con y sin compromiso cerebral. Nos referirá a: Lesión Medular, Espina Bífida, Amputaciones y Parálisis Cerebral. LESION MEDULAR (LM). Se trata de una deficiencia sin afectación cerebral de baja incidencia pero de alto costo en cuanto impone para la persona grandes cambios en el estilo de vida, que incluso puede ser una amenaza para la vida, un ataque a la integridad corporal, una alteración de la identidad, a la posición social, la movilidad, el trabajo, las relaciones sociales, produce estrés y exige considerables esfuerzos de adaptación. Se define como una “Conmoción, compresión, laceración o sección de la médula que produce una pérdida de la función neurológica por debajo de la lesión. El daño puede implicar ausencia del control motor voluntario de los músculos, pérdida de la sensación y pérdida de la función autonómica. El alcance de tales pérdidas depende del nivel de la lesión y de la cantidad de daño neural residual” (Brucker. 1983). Médula Espinal Normal. La M.E tiene muchas fibras nerviosas que transportan mensajes entre el cerebro y diferentes partes del cuerpo. Estos mensajes pueden ser los relacionados con el movimiento, y otros que llevan mensajes de sensaciones desde el cuerpo al cerebro (calor, frío, dolor); esto es la función del Sistema Nervioso Cerebroespinal, pero también está el Sistema Nervioso 2 Friedrich Dorsch. “Diccionario de Psicología”. Ed. Herder. Barcelona. 1994. 3 Autónomo que puede estar afectado, con lo cual las actividades involuntarias se pueden ver alteradas (presión sanguínea, temperatura corporal y el sudor). Estas fibras nerviosas constituyen el sistema de comunicación del cuerpo y la ME es el camino que los mensajes usan para viajar entre el cerebro y las diferentes partes del cuerpo. Anatómicamente, la ME está protegida por las vértebras (columna vertebral) que son los huesos colocados unos encima de otros y forman el soporte principal del cuerpo. La ME pasa por los agujeros vertebrales. La ME se extiende desde la base del cerebro hasta la cintura y contiene un haz de fibras nerviosas; por su parte la columna vertebral se divide en 4 secciones: 1. Área cervical (7 vértebras). 2. Área dorsal o toráxica (12 vértebras). 3. Área lumbar (5 vértebras). 4. Área sacra (5 vértebras). Tipologías de la LM. La literatura al respecto nos muestra varias tipologías empleadas. En forma genérica y recopilando las diferentes clasificaciones las podríamos agrupar según cuatro criterios: etiología, extensión, naturaleza del tejido afectado y por ciertos síntomas. Por la etiología tenemos dos tipos: Médicas: producto de enfermedades médicas (poliomielitis, tumores, etc.) o por causas congénitas (mielomeningocele, etc.). Traumáticas: fracturas, luxaciones vertebrales, contusiones y accidentes traumáticos de diverso tipo. Extensión: Completas: Tetraplejias o Paraplejias, cuando la médula espinal está totalmente dañada. Incompletas: Tetraparesia o Paraparesia, cuando el daño es incompleto o parcial. Naturaleza del tejido afectado: Médula: son por lo general lesiones irreversibles. Raíces nerviosas: son lentas por lo general y suelen regenerarse. Vasos sanguíneos: pueden dar lugar a daños medulares en zonas irrigadas. Por los Síntomas: Espásticas: es cuando se producen movimientos involuntarios desordenados y dificultades de movilización pasiva. Flácidas: presentan una musculatura blanda, no presentan dificultades de movilización pasiva ni movimientos reflejos, pero a largo plazo producen atrofia muscular. Etiología. Como se señalo anteriormente las causas pueden ser congénitas o hereditarias, por enfermedades o por traumatismos. Las lesiones traumáticas son las de mayor incidencia (aproximadamente un 75% de las LM) entre las que se cuentan accidentes de tránsito, caídas, laborales, deportivas, heridas y otras. En general se trata de accidentes involuntarios, pero algunas investigaciones psicológicas hablan de accidentes relacionados con conducta imprudente y antecedentes psicológicos o conductuales de riesgo (“factores conductuales de riesgo”). Se trata de sujetos que mostraron características psicológicas de impulsividad y que luego adquirieron una LM. Por otra parte se observa una prevalencia de las LM secuela de accidentes. 4 Signos y Síntomas. “Cuando ocurre una lesión en la médula espinal, todos los nervios por encima de la lesión funcionan perfectamente, pero por debajo, los nervios de la médula espinal no pueden enviar mensajes entre el cerebro y las diferentes partes del cuerpo. Dependiendo del lugar y grado de severidad de la lesión, los signos y los síntomas serán diferentes” 3. La lesión puede ser Parcial o Total; en este último caso no llega ningún mensaje pues se corto el envío entre el cerebro y el resto del cuerpo. En el caso de una lesión parcial, algunos mensajes llegan o otros no Clínicamente se observa que el nivel de la lesión es el punto más bajo por debajo de la médula espinal donde existe una disminución o ausencia de sensación (nivel sensitivo) o movimiento (nivel motor) y cuanto más alta sea la lesión mayor es la pérdida de la función. Se diagnostica como Paraplejia cuando la lesión implica la pérdida de la sensibilidad y por tanto no mueve la parte inferior del cuerpo. Es una lesión del área dorsal, lumbar o sacra. Tetraplejia, es cuando se perdió sensación y movimiento tanto en la parte superior como inferior del cuerpo; es una lesión en el área cervical que además puede presentar movimientos involuntarios (temblores) que se denominan “espasmos”. En ambos casos la afectación es total. Cuando la lesión es parcial, es decir que hay conservación de algunas sensaciones o movimientos, se denomina Cuadriparesia y Paraparesia respectivamente. Pronóstico. El número de accidentes que causan lesión en la médula espinal va en aumento. Sin embargo, la eficacia en los primeros auxilios, la mejora en la rapidez y calidad del transporte a centros asistenciales y del tratamiento, ha permitido mayor supervivencia. La esperanza de vida promedio en un parapléjico se encuentra en el 90% de la esperada en el resto de la población y en el 85% en el caso de tetrapléjicos. La causa más común de muerte es por enfermedades del aparato respiratorio, la mayoría de las ocasiones por pulmonía y la segunda causa es por ataques del corazón de origen desconocido, a menudo entre personas jóvenes sin ningún antecedente de enfermedad cardiaca subyacente Las vías nerviosas degeneradas no pueden recuperarse, por lo que la alteración funcional secundaria suele ser permanente (hoy en día). Sin embargo, algunas líneas de investigación en animales de experimentación sugieren que puede ser posible una regeneración de los nervios lesionados por contusión o sección medular transversa. El tejido nervioso comprimido puede recuperar su función en algunas ocasiones. Si hay recuperación de movimiento o de la sensibilidad durante la primera semana tras la lesión medular, puede ser indicativo de una recuperación favorable. Si la disfunción se mantiene después de seis meses, es probable que sea permanente. Hay un optimismo creciente entre los investigadores con la idea de poder solucionar los problemas de lesión de la médula espinal. Rehabilitación. Considerando la (re)habilitación funcional, social, profesional y educativa, la misma depende de diversos factores como la gravedad de la lesión, características, actitud de la persona con LM (aspectos psicológicos), la familia y la sociedad en su conjunto (actitudes, políticas sociales, accesibilidad, etc.). En cuanto a la rehabilitación laboral, diferentes estudios reflejan el dato que para el parapléjico o tetrapléjico le es muy dificultoso reintegrarse a su trabajo anterior. En esto inciden variables como la edad, el nivel y origen de la lesión (que le dará mayor o menor autonomía), la tolerancia a la frustración, 3 (Fuente: www.discapnet.es) 5 los antecedentes culturales y profesionales, la situación económica, las barreras arquitectónicas, etc. incide también la actitud de la familia (sobreprotección, rechazo o estimulación adecuada), las políticas laborales de protección a la persona discapacitada, la actitud de las empresas para facilitar o no ese ingreso. La integración social va a estar condicionada por las actitudes del lesionado medular, pero además por la actitud de la familia, las barreras arquitectónicas y la actitud de la comunidad si logra sobreponerse a estereotipos sociales y a la marginación como conducta frente al lesionado. Los aspectos psicológicos son los mas estudiados, pero no se ha progresado mucho en ellos. En general se observa para la persona con LM efectos psicológicos dramáticos pues le exige grandes esfuerzos de afrontamiento de la realidad. Si bien no hay estudios más concretos, hay consenso en que los factores psicológicos son una variable de primer orden en todo proceso de (re)habilitación y cualquiera sea el objetivo de la misma. El tema resulta complejo, pero frecuentemente en la valoración psicológica se aborda el proceso de adaptación a la LM, los aspectos de personalidad y eventualmente la estrategia de tratamiento psicológico en sus diferentes modalidades. En los pacientes discapacitados lo que se observa es una tendencia a la depresión que compromete la motivación para recuperar la función perdida. AMPUTACIÓN. Se trata de la separación de un miembro o parte del mismo del resto del organismo mediante escisión total o parcial. Las consecuencias físicas más generales son: dolor, sensación de miembro fantasma, hormigueos, tensiones cutáneas, de vasos y terminaciones nerviosas. En cuanto a la tipología se agrupan según el miembro amputado y el nivel de la amputación. La etiología es diversa y se incluye: accidentes (laborales, tránsito, deportivos, domésticos), enfermedades (vasculares, cáncer, infecciones, diabetes, etc.), malformaciones congénitas y cirugía. Su prevalencia tiende a incrementarse, particularmente las de origen traumático (accidentes de todo tipo). Sobre las consecuencias que esta deficiencia tiene con relación a los aspectos sociales los más significativos están referidos al área laboral, en particular si el miembro faltante se utilizaba para la tarea desempeñada y no es posible compensarla con prótesis o adecuación de las condiciones de trabajo. La falta o dificultad en la movilidad, junto al prejuicio estético (tanto de la persona como de la sociedad) hace que el aislamiento social sea un fenómeno a considerar cuando se plantea la integración. Por otro lado, la pérdida funcional del miembro se hace más perturbadora si no se puede compensar adecuadamente con entrenamiento de los restantes miembros, si no hay posibilidades de prótesis Aspectos Psicológicos. Los estudios y trabajos a este respecto son variados 4, centrándose en las consecuencias de la amputación (la reacción frente a la misma), predicción de resultados, y el fenómeno de “miembro fantasma”. Sobre las consecuencias y reacciones ante la amputación por parte de la persona afectada, los comportamientos observados se caracterizan por estados depresivos, ansiedad, hostilidad, dependencia, inhibición, rechazo, compulsividad, etc. Sin duda la personalidad previa es determinante a la hora de enfrentar esta pérdida, por lo cual su valoración es de primer orden, particularmente referido a cómo ha enfrentado la persona y resuelto situaciones traumáticas a lo largo de su vida. 4 Un texto recomendable es: Corominas, R. Sanz M.J. “El minusválido físico y su entorno. Reflexiones psicoanalíticas”. D. Paidos. Barcelona 1995. 6 La visión que la persona tiene sobre su “invalidez”, cobra particular relevancia y en esta apreciación influye factores como lo que piense que podrá o no podrá hacer, la tolerancia a una prótesis, la apariencia externa, si la amputación le afecta directamente opciones vocacionales o laborales, el rechazo que socialmente pueda sentir, etc. Otro aspecto a considerar es la predicción de resultados de rehabilitación en donde convergen aspectos médicos, sociales, profesionales y psicológicos, que hará del proceso rehabilitador un éxito o un fracaso. En este sentido se describen una serie de factores de riesgo que ponen en peligro la rehabilitación de la persona afectada en los casos de ser adquirida. Entre estos factores destacan: escasa integración social previa a la amputación, características de personalidad como introversión, escasa actividad atlética previa, bajo nivel de riesgo previo, largo tiempo entre la amputación y la adaptación de prótesis, baja movilidad, etc. Se trata de un estudio complejo, multifacético y en definitiva singular a cada sujeto. En cuanto al fenómeno del “fantasma”, es el aspecto más estudiado por los investigadores y clínicos, aunque ninguna de las teorías es concluyente al respecto. La percepción de las partes corporales amputadas se atribuye a uno de tres factores (o a todos): 1. Estimulación de células nerviosas desarrolladas en la terminal de los miembros seccionados. 2. factores neurológicos y psicológicos que provocan el “dolor fantasma”. 3. teoría psicoanalítica, en donde la negación como mecanismo de defensa, la respuesta a la castración simbólica o el duelo por la pérdida, son las explicaciones para tal fenómeno. ESPINA BÍFIDA.5 La espina bífida es el defecto congénito causante de discapacidad severa más frecuente. También es muy fácil de prevenir. Hay mayor número de afectados por este problema que por distrofia muscular, esclerosis múltiple y fibrosis quística juntos. La médula espinal no se desarrolla con normalidad, teniendo como consecuencia diferentes grados de lesión en la médula espinal y el sistema nervioso. Este daño es irreversible y permanente. En casos severos, la médula espinal sobresale por la espalda del bebé Se trata de una anomalía del desarrollo del Sistema Nervioso Central que ocurre en las primeras semanas de vida intrauterina y consiste en una falta de cierre del tubo neural, que puede ir asociado a alteraciones en el drenaje del líquido cefalorraquídeo dando hidrocefalia. La falta del cierre del tubo neural expone a la médula espinal a lesionarse desde su formación, por lo cual al nacer el niño presenta la sintomatología del lesionado medular. La causa específica de la espina bífida es desconocida, ya que existen múltiples factores involucrados en su aparición. Aparentemente, este problema es el resultado de una combinación de factores genéticos y factores ambientales. Aunque muchos factores se relacionaron con el desarrollo de espina bífida, diferentes vías de investigación han encontrado que el ácido fólico, puede ayudar a reducir el riesgo de padecer la enfermedad. Se consideran una serie de factores de riesgo adicionales: Edad maternal (la espina bífida se ve más frecuentemente en madres adolescentes). Antecedentes de aborto anterior. Orden del nacimiento (los primogénitos tienen un riesgo más alto) Estado socioeconómico (los niños nacidos en familias socioeconómicas más bajas tienen un riesgo más alto para desarrollar espina bífida). Se piensa que una dieta pobre, con carencia de las vitaminas esenciales y los minerales, puede ser un factor influyente. 5 Fuente: Pérez Acle. A. Médica Fisiatra. Clase dictada en el Seminario sobre “Discapacidad”. 2001. www.discapnet.es. 7 El diagnóstico presuntivo se hace por la presencia de un defecto cutáneo a la altura de la lesión, la comprobación de la parálisis y se confirma con tomografía computada. Debe intervenirse quirúrgicamente en los primeros días de vida para evitar la muerte por meningitis y/o hidrocefalia. Estas personas sobreviven con secuelas y son discapacitados desde el nacimiento. Presentan la parálisis por debajo de la lesión, con el agravante que al tratarse de un niño, a medida que va creciendo pueden generarse retracciones musculares y deformidades si no es tratada adecuadamente. La madre y la familia juegan un rol primordial en el tratamiento de estos niños. Las alteraciones sensitivas, al igual que en los adultos, pueden ser causa de heridas, escaras y quemaduras; el niño debe saber explorarse para su detección precoz. Las alteraciones esfinterianas exigen control en la ingesta de líquidos y, dependiendo del nivel lesional, el paciente puede ser sondado varias veces al día para vaciar la vejiga y mantenerse seco en los intervalos o usar pañales toda la vida. Si la hidrocefalia se controla precozmente, no hay déficit intelectual, esto le permitiría integrarse a escuela común facilitando su integración social y vivir las experiencias que corresponden a cada etapa evolutiva. Rehabilitación Básicamente, el tratamiento del niño con espina bífida consiste en ayudarle a alcanzar el máximo nivel de desarrollo que permita su defecto neurológico. En este proceso es fundamental la rehabilitación ortopédica, con la que se intenta conseguir ciertos objetivos de estabilidad y de movilidad, de los que depende el desarrollo mental y social del niño. Capacidad del niño para la marcha: Lo más importante para predecir las posibilidades de marcha es el nivel neurológico. Los que tienen lesiones altas (superiores a L2), con el tiempo dejarán de andar o al menos de ser una marcha útil. Sin embargo es esencial que en los primeros años de la infancia consigan estar de pie y que anden con bipedestadores y grandes aparatos para la marcha. Este tipo de aparatos consigue que el niño tenga un mejor desarrollo psicosocial, y al mismo tiempo la posición de pie evita las rigideces articulares, las úlceras en la piel, posibilita un mejor drenaje urinario, una disminución de osteoporosis, etc. Los que tienen lesiones de L4 o inferiores mantendrán sus posibilidades de marcha beneficiándose de un bitutor corto. Los pacientes con lesiones de L3 (es decir con afectación del cuadriceps) se encuentran en una posición intermedia: Con bitutores largos y control del peso pueden conseguir una marcha independiente. La obesidad es un factor muy importante a la hora del confinamiento del paciente en silla de ruedas. Otro factor importante es la falta de estimulo familiar para mantener la marcha aunque sea solamente domiciliaria. Los niños que padecen espina bífida necesitan desarrollar ciertas habilidades motoras, y generalmente con el uso de muletas, aparatos ortopédicos o sillas de ruedas pueden lograr mayor independencia. Además, con técnicas adecuadas estos niños podrán llegar a ser independientes en el manejo de su intestino y su vejiga. Incapacidades físicas como la producida por la espina bífida pueden tener efectos profundos en el desarrollo social y emocional del niño; es importante que los profesionales de la salud, maestros y padres entiendan las capacidades y limitaciones físicas del niño. Para promover el crecimiento personal, deben alentarlos a ser independientes (con los límites de seguridad y salud), a participar en actividades con sus compañeros y a que asuman la responsabilidad de su propio cuidado. Algunos niños con espina bífida e hidrocefalia tienen problemas de aprendizaje, como dificultad para concentrar la atención, expresar o entender el lenguaje, o dificultad en la comprensión de la lectura y las matemáticas. La atención profesional oportuna en niños con estos problemas puede ayudar considerablemente a prepararlos para la escuela. Para ayudar a los niños y jóvenes con problemas de aprendizaje se les debe colocar en un ambiente menos restrictivo, y su programa diario debe ser tan normal como sea posible. Algunas veces es de gran ayuda hacer una valoración psicológica, la cual definirá la inteligencia del niño, sus niveles de 8 capacidad escolar (leer, escribir, etc.) y sus habilidades básicas de aprendizaje (percepción visual, habilidades receptivas y expresivas del lenguaje). Un niño con discapacidad es primero un niño, con las mismas necesidades, deseos y pensamientos que los otros niños. Él desea ser aceptado, incluido en todas las actividades y tener amigos. No busca lástima ni ser diferente. ENFERMEDAD MOTORA DE ORIGEN CENTRAL (EMOC) (Parálisis Cerebral)6 Definición Se define como un trastorno neuromotor no progresivo debido a una lesión o una anomalía del desarrollo del cerebro inmaduro. La Parálisis Cerebral no permite o dificulta los mensajes enviados por el cerebro hacia los músculos, dificultando el movimiento de éstos. Es un concepto enormemente ambiguo ya que aunque sea un trastorno motor también lleva asociados otros de tipo sensorial, perceptivo y psicológico. La Parálisis Cerebral no es progresiva, lo que significa que no se agravará cuando el niño sea más mayor, pero algunos problemas se pueden hacer más evidentes. Topología. Existen muchos tipos. Las vamos a clasificar siguiendo cuatro criterios: Según el tipo: 1.Espasticidad (Espásticos): aumento exagerado del tono muscular (hipertonía), por lo que hay movimientos exagerados y poco coordinados. Afecta al 70-80% de los pacientes. 2. Atetosis (Atetósicos): se pasa de hipertonía a hipotonía, por lo que hay movimientos incoordinados, lentos, no controlables. Estos movimientos afectan a las manos, los pies, los brazos o las piernas y en algunos casos los músculos de la cara y la lengua, lo que provoca hacer muecas o babear. Los movimientos aumentan a menudo con el estrés emocional y desaparecen mientras se duerme. Pueden tener problemas para coordinar los movimientos musculares necesarios para el habla (disartria). 3. Ataxia: sentido defectuoso de la marcha y descoordinación motora tanto fina como gruesa. Es una forma rara en la que las personas afectadas caminan inestablemente, poniendo los pies muy separados uno del otro. 4. Mixto: es lo más frecuente, manifiestan diferentes características de los anteriores tipos. La combinación más frecuente es la de espasticidad y movimientos atetoides. Según el tono: • Isotónico: tono normal. • Hipertónico: aumento del tono. • Hipotónico: tono disminuido. • Variable. Según la parte del cuerpo afectada: • Hemiplejia o Hemiparesia: se encuentra afectada uno de los dos lados del cuerpo. • Diplejía o diparesia: la mitad inferior está más afectada que la superior. • Cuadriplejía o cuadriparesia: los cuatro miembros están paralizados. • Paraplejia o Paraparesia: afectación de los miembros inferiores. • Monoplejía o monoparesia: se encuentra afectado un sólo miembro. • Triplejía o triparesia: se encuentran afectados tres miembros. 6 Fuente: www.discapnet.es 9 Según el grado de afectación: • Grave: no hay prácticamente autonomía. • Moderada: tiene autonomía o necesita alguna ayuda asistente. • Leve: tiene total autonomía. Es muy difícil que un paralítico cerebral pueda encuadrarse de forma clara en un tipo clasificatorio. Etiología. Puede ser producida por una serie de factores; la causa más importante es la falta de oxígeno en el cerebro durante la etapa fetal o de recién nacido, que puede ser la consecuencia de una separación prematura de la placenta desde la pared del útero, mala posición natal del bebé, un parto muy largo o abrupto o interferencia de la circulación en el cordón umbilical. También una incompatibilidad sanguínea entre la madre y el niño, o la infección de la madre con virus y otros microorganismos, atacan el sistema nervioso del niño. Una herida en el cráneo o falta de oxigenación por inmersión también son causas frecuentes como resultado de accidentes. Síntomas. Los primeros síntomas comienzan antes de los tres años de edad y suele manifestarse porque al niño le cuesta más trabajo voltearse, sentarse, gatear, sonreír o caminar. Los síntomas varían de una persona a otra, pueden ser tan leves que apenas se perciban o tan importantes que le imposibilite levantarse de la cama. Algunas personas pueden tener trastornos médicos asociados como convulsiones o retraso mental, pero no siempre ocasiona graves impedimentos. Los síntomas más importantes son las alteraciones del tono muscular y el movimiento, pero se pueden asociar otras manifestaciones: Problemas visuales y auditivos,dificultades en el habla y el lenguaje, alteraciones perceptivas (Agnosias: Alteración del reconocimiento de los estímulos sensoriales. Apraxias: Pérdida de la facultad de realizar movimientos coordinados para un fin determinado o pérdida de la comprensión del uso de los objetos ordinarios, lo que da lugar a comportamientos absurdos. Incapacidad para realizar movimientos útiles), distractibilidad, diskinesia (dificultad en los movimientos voluntarios). Las contracturas musculares que se asocian con la Parálisis Cerebral conlleva que sea imposible que la articulación se mueva, pero también puede ocurrir que exista una falta de tono muscular, por lo que las articulaciones pueden dislocarse ya que los músculos no las estabilizan. Con relación al nivel intelectual, la Parálisis Cerebral Infantil (PCI) no tiene porqué suponer una afectación a nivel cognitivo, como tradicionalmente se ha creído, lo que ha abierto el camino a intervenciones psicológicas que lo han potenciado. Las personas que no son capaces de controlar bien sus movimientos, o no pueden hablar, a menudo se da por supuesto que tienen una discapacidad mental. Aunque algunas personas con Parálisis Cerebral tienen problemas de aprendizaje, esto no es siempre así, incluso pueden tener un coeficiente de inteligencia más alto de lo normal. Aproximadamente un tercio de los niños tienen un retraso mental leve, un tercio tiene incapacidad moderada o grave y el otro tercio restante es intelectualmente normal. La alteración visual más frecuentes es el estrabismo (los ojos no están alineados) y puede necesitar ser corregido con lentes o, en los casos más graves, mediante una operación quirúrgica. Los problemas visuales más serios son menos frecuentes. Algunos niños pueden tener un defecto que provoca que la parte del cerebro que es responsable de la interpretación de las imágenes que el niño ve no funciona con normalidad. En pocos casos, el niño se puede quedar ciego pero en la mayoría de los casos los niños con este defecto sólo tienen dificultad para descifrar los mensajes que reciben desde sus ojos, por ejemplo, cuando aprenden a leer. En cuanto a la capacidad de comunicarse de un niño afectado por Parálisis Cerebral va a depender fundamentalmente de su desarrollo intelectual, que hay 10 que estimular desde el principio. Su capacidad de hablar también dependerá de la habilidad que adquiera para controlar los músculos de la boca, la lengua, el paladar y la cavidad bucal. Las dificultades para hablar que tienen los paralíticos cerebrales suelen ir asociadas a las de tragar y masticar. La Epilepsia afecta a uno de cada tres niños, es impredecible cuando puede ocurrir, pero puede ser controlada mediante medicación. Normalmente causan que los niños griten y seguidamente hay pérdida de la conciencia, sacudidas de las piernas y brazos, movimientos corpóreos convulsivos y pérdida del control de la vejiga. En el caso de convulsiones parciales simples hay sacudidas musculares, entumecimiento u hormigueo y en el caso de que sean complejas, la persona puede alucinar, tambalear o realizar movimientos automáticos y sin propósito, o manifestar una conciencia limitada. Pronóstico La Parálisis Cerebral es un trastorno de por vida que requerirá cuidado a largo plazo, pero no afecta la expectativa de vida. Tratamiento La Parálisis Cerebral no tiene tratamiento pero, con una atención adecuada que le permita mejorar sus movimientos, que le estimule su desarrollo intelectual y le permita alcanzar el mejor nivel de comunicación posible y que estimule su relación social, podrá llevar una vida plena y enteramente satisfactoria. Los niños con Parálisis Cerebral y sus familias o ayudantes son miembros importantes del equipo de tratamiento y deben involucrarse íntimamente en todos los pasos de la planificación, toma de decisiones y la administración de los tratamientos. Diversos estudios han demostrado que el apoyo familiar y la determinación personal son dos de los factores más importantes que predicen cuáles de los individuos con Parálisis Cerebral lograrán alcanzar las metas propuestas a largo plazo. El dominar habilidades específicas, como el caminar correctamente, es un enfoque importante del tratamiento diario, pero la meta final debería ser ayudar a las personas a evolucionar a la edad adulta de manera satisfactoria y conseguir la máxima independencia en la sociedad. Los pilares del tratamiento de la Parálisis cerebral son cuatro: Terapia física. Terapia ocupacional. Terapia del lenguaje. Escuela (o educación compensatoria).