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por Diego Nermoa
e Isabel Moreno
EL INDICE DE PRECIOS
“RETOKADO”
¿POR QUÉ EL GOBIERNO MANIPULA LOS ÍNDICES DEL INDEC?
¿CÓMO SE PUEDE COMBATIR REALMENTE LA INFLACIÓN?
El dato de inflación (IPC, índice de precios al consumidor)
no estaba hasta hoy mal construido. Era, sí, una estadística fabricada por un organismo estatal, siendo que de esto se desprende la implicancia más obvia para los que entendemos que
el Estado es un aparato clasista: Era una estadística construida a la medida de las clases poseedoras. Esto hacía que resultara parcialmente inútil para quienes deseaban utilizarla para
intervenir en política, o hacer análisis económicos, sociales,
históricos o los que sea desde un punto de vista de las mayorías. Sin embargo, si bien la cifra cruda, el porcentaje de aumento mensual que cada mes aparece en la tapa de los diarios poco
decía, los informes del INDEC que acompañaban el dato tení-
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Política y Teoría
an un detalle lo suficiente como para que se no promedio. Estos son, por supuesto, principalpudieran realizar estimaciones más pertinen- mente alimentos y demás enseres y vestimenta
básicos. Si el año pasado hubo un 9,8% de inflates a este respecto.
ción, es algo que la tiene sin cuidado.
Ahora, ese 9,8% es el que la prensa considera
¿QUE MIDE EL IPC?
el dato principal, pero los informes de INDEC dicen mucho más. Explican rubro a rubro cuanto
Aclarando. El IPC mide la evolución de los han subido los precios y, en algunos casos, proprecios de una cantidad muy grande de bienes y ducto a producto: Por ejemplo, la lechuga subió
servicios que se amalgaman formando lo que se en un determinado año un 18%, la manteca un
denomina una “canasta”. De esta canasta parti- 10% en tal mes, etc. Quienquiera, puede ignorar
cipan todos los bienes, pero cada uno de ellos tie- la cifra central y calcular su propia canasta.
ne una importancia relativa diferente. Esto es:
Por eso es que resultaba útil, para medir
No puede ser que la suba de un 10% en los espe- que es lo que pasa con un ente medio fantasjos de mano se considere equivalente a un incre- magórico que podríamos denominar “la somento de la misma magnitud en el asado de tira, ciedad como un todo” y su “argentino mepuesto que este último es un bien mucho más de- dio”, y como base para realizar cálculos
mandado y consumido por la población. Lo que alternativos específicos.
se hace es ponderar: Se toman los bienes según
la participación que tenga cada uno de ellos en lo
que podríamos decir sería un “argentino prome- ¿QUE HIZO EL GOBIERNO?
dio”. Para ello se realiza cada 10 años una enPero la serie ha sido rota, el gobierno logró su
cuesta nacional de gasto de los hogares, se interroga a miles de personas a qué destinan sus propósito de falsear el dato de la inflación a paringresos, y en base a esa fuente gigantesca de da- tir de enero de 2007. Trataremos de explicar en
tos se estipula cuánto deben “pesar” cada uno de qué se está basando la alteración del número.
En principio existen tres fuentes de dislos bienes y servicios. Así se confirma esta intuición de que el costo del asado es percibido como torsión: El tratamiento de las prepagas de
mucho más duro que el de los espejos de mano, y salud, el turismo y los que llamaremos “precios oficiales”.
se calcula exactamente cuánto más.
Se comprende por qué el dato pasa a ser relativo cuando, por ejemplo, se quiere pelear por
un incremento en el monto de los planes de de- LAS PREPAGAS DE SALUD
sempleo. Una familia desocupada que sobrevive
con un plan de $160 por mes y pocos ingresos
Lo que se hizo es vergonzoso. El gobierno ceadicionales por changas, es evidente que no dió ante la presión de las empresas de este seccomprará lo que se entiende consume el ficticio tor fuertemente monopolizado dando luz verde
e imposible “argentino promedio”. Aunque los a incrementos en la cuota. Aumentos que fueespejos de mano sean poco consumidos por el ar- ron entre el 18% y el 22%. Este es un rubro basgentino promedio, en el cálculo de la familia de- tante sensible para la inflación, puesto que resocupada no pesan para nada (o pesan muchísi- presenta una fuerte erogación para amplios
mo menos, capaz que algún desocupado se sectores de la clase media. Se dice que están aficompra un espejo, tampoco es que lo tenga liados a las prestadoras más de 3 millones de
prohibido). Si esta familia tiene que pedir un in- personas. La ponderación no era menor, y un
cremento en el valor del plan (y, bueno, supon- aumento del 20% en el rubro implicaba por sí
gamos que quisiera hacerlo siguiendo la infla- mismo alrededor de medio punto de inflación.
ción y no directamente pidiendo llevar el plan a El acuerdo con el gobierno fue el siguiente: se
una cifra razonable), deberá hacerlo midiendo aumentaba en lo antedicho la cuota, pero a
su propia inflación, la de los bienes que ella en cambio las empresas se comprometían a conceparticular consume, que no son los del argenti- der algunas ínfimas compensaciones: El pago
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de un servicio de sepelio en caso de fallecimiento del socio (cosa que sorprende no estuviera
antes comprendida, hasta la obra social sindical
más vaciada todavía presta este beneficio), y algún descuento en la utilización de gimnasios. A
este plan de salud, que era el “seguro contra todo riesgo” antes vigente, más esos nuevos “servicios”, se lo pasa a denominar “plan de bienestar integral”. Por otra parte, aparece otro tipo
de plan, el que se denomina “plan con copagos”.
Este plan ya no cubre nada, es como la cuota de
un club deportivo que sólo otorga la membresía, y el asociado debe pagar además por cada
acceso a la pileta, por hacer ciertos deportes,
etc. Aquí, el abonado está “cubierto”, pero deberá abonar además de la cuota, cada visita que
haga al médico, por cada día internado, por cada estudio de laboratorio, etc. Este plan pasó a
tener el mismo costo que el viejo plan general
antes del aumento.(1)
El resultado de esto, dado el cuadro tarifario para cada una de estas prestaciones que
también se acordó, y que se puede consultar
en el diario Clarín del 28-12-2006, es que si
una persona se asocia y va una vez a un médico en un mes, ya con eso le cuesta tanto como
pagar el plan “bienestar integral”. Y si le ocurre que el médico en esa visita le encuentra algo... ¡Qué se arregle! El pago de una intervención quirúrgica, algunos días de internación y
los análisis que correspondan hacen que los
costos sean carísimos para el paciente.
El INDEC dijo: Eso no importa. Vamos
a considerar que el plan de copagos es el
que reemplaza al plan viejo, que cubría
contra todo riesgo, y que por lo tanto los
precios no aumentaron.
Esto es absurdo:
1) Pese a que de los dos planes existentes
hoy, el de “bienestar integral” es infinitamente más parecido al viejo (es el mismo sólo que
con aquellos dos agregados insignificantes), se
decidió tomar el de copagos, que es evidentemente un bien inferior.
2) Pese a que el plan de copagos está asociado a muchos gastos conexos, pues el afiliado
debe pagar por todo, sólo se considera el valor
de la cuota.
Como escuchamos hace poco decir a alguien por televisión, la situación fue algo así
como esta: “El gobierno ve que la manteca está
subiendo mucho de precio, entonces, la sacamos y en lugar de ella ponemos el valor de la
margarina. Por lo tanto, no hay aumento de
precios, pero pasa que antes contabas el precio
de la manteca y ahora el de la margarina. No
sé si soy claro...”
Se podrá hacer una última argumentación,
y se ha hecho desde el gobierno. Decir que si
no se toma el plan de copagos se mide falsamente la inflación porque ese será el plan que
elegirán la mayoría de los usuarios. Esto es, se
podría pasar a considerar el de “bienestar integral”, pero ¿Por qué hacerlo? El argentino
promedio no lo utiliza. Pero no.
3) Pese a que se informó que contrariamente a esta tesis, el 97% de los usuarios se anotó
en el plan de bienestar integral, rechazando
los copagos, se consideró como representativo
del argentino promedio el plan de copagos!
EL CASO DEL TURISMO
Aún más vergonzoso. Esto es así porque
aquí ya directamente se han tomado datos
provenientes de las oficinas de Guillermo
Moreno (Secretario de Comercio Interior
nombrado por Kichner para parar la inflación), que según dicen vienen de la Secretaría
de Turismo, completamente inverosímiles.
Estos datos dan cuenta que el precio de los
servicios turísticos creció en enero de 2007
un 3,7%. Ridículo!!. La gran prensa a nuestro
entender ha tomado el tema de forma errónea: Recalcan el hecho de que el dato es improbable ya que este verano salir de vacaciones fue más caro que otros años. Eso es
cierto, pero no es lo fundamental. Lo fundamental es que la inflación se mide mes a mes,
y en el mes de enero el turismo siempre sube
muchísimo, por un tema estacional, con respecto a diciembre. Empieza la temporada alta. El cuadro siguiente ilustra el punto y podría hacerse para diez años atrás y siempre
ronda los mismos incrementos
1- Estaba dicho que iba a ser incluso un 6% más caro que el plan viejo, pero al final se dio marcha atrás con eso y tiene el mismo precio.
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Política y Teoría
¿Se entiende? Siempre en enero es más caro veranear que en diciembre. El dato de Moreno no sólo afirma que salieron más baratas
estas vacaciones respecto de otros años, cosa
falsa ya de por sí, sino que además los paquetes turísticos, las habitaciones de hotel y las
excursiones apenas si son más caras en Enero
que en Diciembre. Obviamente eso no es así y
esos datos son cualquier cosa.
Los precios oficiales
No sólo es todavía más vergonzoso sino que
además es ruin y cínico. El INDEC pasa a considerar solamente, para ciertos artículos, los
precios “oficiales”, para los que el Estado ha hecho “acuerdos”. La metodología viene a ser esta: Ya no importa cuál es el precio en los comercios encuestados, sino que se debe suplantar
por el que dan aquéllos que tienen en vigor el
acuerdo. Si la lechuga pasa a costar cerca de
seis pesos, pero aún queda algún supermercado
que acepta el trato de Moreno y la vende a dos
(por supuesto toda marchita), entonces se toma
que el precio es de dos pesos, que no ha variado
desde el mes pasado, y que por lo tanto la inflación no existe. El consumidor debiera hacerle
caso a Lita de Lazzari y “caminar y caminar y
caminar….”, y no comprar en locales que vendan más caro. El precio que se paga, claro, es
que ya no tenemos un índice de precios al consumidor (IPC), sino más bien un índice de precios al consumidor que compra en los 3 ó 4 supermercados que respetan la política de precios
acordada (que podríamos denominar IPCqCel34SqRlPdPA). Ya no se miden los precios re-
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ales de la economía, sino los que el gobierno
quisiera que sean. Para eso, por supuesto, no
hace falta un Instituto de Estadística.
El plan continúa en este tema de los “precios oficiales”. Se preparan nuevos zarpazos:
No sólo continuar con los alimentos, sino
además hacer lo mismo para una canasta de
útiles escolares en marzo, o la ropa en invierno. Vaya como ejemplo que los colegios privados por orden de la DIGEP (Ministerio de
Educación) desde el año pasado deben tener
congelado el monto de la cuota, los aumentos
los cobran con un rubro denominado “recupero de mayores costos” que sí puede incrementarse y que se refiere a otros gastos, principalmente aumentos a los maestros, pero
que deben contabilizar en forma separada para que el valor de la cuota que considera el
IPC no se modifique.
EL IPC Y LA POBREZA
El IPC tiene la peculiaridad de, además de
ser ya de por sí un indicador de mucha importancia, contribuye a determinar otro, también
importantísimo: La línea de pobreza, con la
cual a su vez se calcula el número de personas
y hogares pobres e indigentes en el país.
No nos detendremos aquí a exponer este
asunto, solamente explicamos lo básico. La línea de pobreza es una cantidad de dinero, una
cantidad de dinero tal que permite adquirir
ciertos bienes y servicios indispensables para
la vida. Es lo que se denomina el “enfoque
biológico”: Se valoriza una canasta mínima de
alimentos que aportarían las calorías indispensables para que una persona pueda sobrevivir un mes. La sumatoria de los precios de
esos bienes traza la línea de indigencia. La directora de la Encuesta Permanente de los Hogares del Indec se viene negando a calcular la
línea de indigencia con los precios levantados
por la interventora desde enero.
A este respecto, en el PyT Nº57 hay una nota específica ¿Cómo calculan las clases dominantes la Línea de Pobreza?, donde se ve como
resulta aún más patente la veracidad de una de
las primeras frases con las que comenzamos este escrito: La que decía que las estadísticas del
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Los graves temporales muestran nuevamente la desidia de los gobernantes, verdaderos inundadores, mientras se despliega la
solidaridad popular y la bronca de los afectados que reclaman indemnización ya..
Estado están construidas a medida de las clases
dominantes, y que el pueblo debe interpretarlas
con reparos. Varios autores han concluido que
en lugar de llamarse a esta forma de medir la
pobreza “enfoque biológico”, debería llamarse
“el enfoque zoológico” (porque literalmente se
considera que para no ser pobre uno simplemente no tiene que desfallecer de hambre).
En fin: Para valorizar los alimentos que
componen aquellas canastas, se utilizan los datos del IPC. Y una vez que se tiene cuanto valen
las canastas de indigencia y de pobreza, se cruzan esos datos con los que INDEC tiene de los
ingresos de los hogares argentinos. Resultado:
Todos los hogares que no tienen ingresos que
alcancen la línea de indigencia, son indigentes;
todos los hogares que tengan ingresos más altos, pero que no lleguen a comprar la canasta de
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pobreza, son pobres; todos los hogares que tengan ingresos superiores a los que pueden comprar la canasta de pobreza, no son pobres.
Como con el IPC se construyen estas canastas, el mentir diciendo que los precios son más
bajos de lo que son en realidad (en especial en
el caso de los alimentos) implica falsificar a su
vez el dato sobre el porcentaje de la población
que es pobre o indigente, pues como dijimos la
directora que normalmente calcula ese dato se
ha negado a hacerlo, “otros” han hecho el cálculo y lo han firmado.
¿POR QUE KIRCHNER HA HECHO ESTO?
La inflación es una de las primeros números que se ponen sobre la mesa al tratarse las
2005 y en las emisiones del 4 de Mayo, 7 de
Julio y 11 de Julio de 2005. ¿O gobernaba
Lavagna entonces?
Además Kirchner quiere mostrar en la
campaña electoral de su matrimonio datos de
inflación y pobreza menores a los “reales”.(2)
Como se ve, no eligieron un indicador al
azar para hacer esta “patoteada”.
LOS TRABAJADORES DEL INDEC
SACARON A LA LUZ EL “RETOKE”
DEL IPC
paritarias y evaluar los aumentos salariales.
Al “retokar” el dato de inflación se busca planchar las aspiraciones de subas en los salarios
del conjunto de los trabajadores. ¿pensaron
que iba a pasar inadvertido?
Otro costado que tiene está ligado a la
deuda pública: Muchos bonos tienen su
rendimiento atado a la inflación. Dice Clarín que por cada punto de inflación los intereses suben U$S200 millones. Deja perplejos a los televidentes Kirchner cuando
comentando el asunto dice que su gobierno
no emitió deuda de este tipo, cuando es público y notorio que estas colocaciones se hicieron en el marco del último megacanje en
La maniobra trató de ser solapada, ocultada. Fueron los trabajadores de INDEC los que
pelearon y fuerte hasta el punto de desenmascarar la maniobra ante toda la sociedad, pese a
que el propio gobierno de Kichner los trataron
de mafiosos, que conformaban una corporación de defensa de los bonistas, etc. a tal punto que hoy la cifra no es creíble y ya es ignorada en las discusiones de paritarias.
La lucha de los trabajadores del INDEC,
que más allá de sus diferencias se vienen
uniendo inquebrantablemente ante la intervención y el retoke de los datos, dio a conocer
a la sociedad lo que realmente se estaba haciendo puertas adentro del Instituto y permitió y sigue permitiendo que la patoteada, incluso con guardaespaldas armados de la
nueva directora del IPC, fuera de conocimiento de todo el pueblo, incluso internacionalmente. Esto llevó a que 426 profesionales
de ciencias sociales hicieran una nota repudiando el hecho, lo mismo han hecho 147 profesionales de las estadísticas, 26 ex profesionales del Indec, directivos de la carrera de
estadística de la UNTREF y de la Sociedad
Argentina de Estadística, se sucedieron notas
de distintos economistas en los diarios y revistas, se recibió apoyo de los coordinadores
regionales y nacionales del Programa de
Comparación Internacional (PCI) de América
del Sur (Programa reconocido por el Banco
Mundial, CEPAL y BID) y no faltó por supuesto el aliento de trabajadores de distintos
1- “Reales”, entre comillas, pues a entender de los autores la pobreza está ya de por sí mal medida, atendiendo al “enfoque zoológico”
que hemos mencionado..
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organismos del Estado, trabajadores del Hospital Francés, del Subterráneo, Centros de
Estudiantes, etc.
Las Asambleas se siguen una tras otra,
donde se decide en forma democrática. Se
marchó al Ministerio de Economía, y se realizaron dos “abrazos” al Instituto, se logró una
Audiencia Pública en el Congreso de la Nación, ha renunciado el director del Instituto
luego de varias semanas de “enfermedad” y
ahora ha declarado frente al juez Garrido que
tuvo presiones para modificar el IPC. Hubo
una directora Nacional que ha pedido su desplazamiento por estar en desacuerdo con la
nueva “metodología” de cálculo, hay directores intermedios que no firman la salida de los
boletines de prensa. Los propios empleados
que confeccionan el actual IPC han escrito
una nota donde cuentan cuáles son los nuevos
métodos para recoger la información y el resto de los trabajadores junto a la Junta de Delegados del ATE los cubren de solidaridad.
Kichner ha querido en otro terreno más imponer su doble discurso, los trabajadores del Indec vienen demostrando no estar dispuestos a
tal manoseo.
¿REPRIMIR EL INDICE O REPRIMIR
LA INFLACION?
flación, siempre y cuando la oferta de bienes
se incrementase lo suficiente. El gran poder
del monopolio es el no tener que incrementar
la oferta en la misma proporción en que aumenta la demanda, sino ajustar desvergonzadamente por precio. O solamente aumentar
su producción en un porcentaje pequeño, en
lo que sus cuentas privadas le digan que está
obteniendo su máximo beneficio, ya que su
objetivo no es satisfacer las necesidades de
los demandantes sino obtener la mayor ganancia. A su vez también decide, al margen
de la situación de la población, qué hacer con
la plusvalía extraída. Plusvalía que por lo general se va del país como dividendos girados
al exterior, cuando debería ser un fondo de
capital dedicado a ampliar la inversión y con
ella la producción nacional (y a más producción, menores precios)..
A lo largo de la historia, la condición para la
reinversión de utilidades en el país parece haber sido la concesión de beneficios groseros,
como ser garantías estatales de monopolio, de
ganancias aseguradas por ley, eximición de todo impuesto, y la lista sigue.
El fenómeno se ve agravado al considerar
los miles de lazos en materia de insumos, maquinaria, patentes importadas que a su vez estrujan a la economía y le imponen costos inaccesibles cada vez que el ciclo económico
empieza una fase de alza; y los recíprocos, los
de exportaciones, que obligan a los argentinos
a pagar el precio internacional del trigo, la carne, la fruta y demás alimentos, compensados
de una forma sólo parcial e insatisfactoria por
las retenciones a las exportaciones (precio internacional que marcha de forma ascendente
en dólares hasta el momento).
Domar la inflación sin barrer con esas características de la economía nacional resulta
una tarea dificilísima sino imposible.
Todo esto no es nada más que la evidencia
del fracaso de Moreno de moderar la inflación.
La gran prensa siempre ha mostrado al Secretario de Comercio Interior como un ser siniestro, que obliga a ciertos empresarios a no poder alterar sus precios con amenazas.
Sin embargo, la realidad parece ser que no
logró lo que decía, sino más bien al revés, y ha
recurrido al método realmente indigno y patoteril de alterar las mediciones. En realidad
está en el corazón de la política económica de
Kichner el no tocar la que quizá es la causa
principal de la inflación: El hecho de que la ALGUNAS MEDIDAS CONTRA LA
economía argentina está totalmente estran- INFLACION PARA TOMAR YA!
gulada por fenómenos de monopolio y de dependencia respecto a los Estados imperialisLos trabajadores de las empresas de prot a s . D e c í a H o r a c i o C i a f a r d i n i q u e e l ductos de consumo popular deberían ser quien
incremento en la cantidad de dinero circulan- controle los costos y no que las grandes emdo no tiene necesariamente que generar in- presas o Cámaras sean quienes elaboren los
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Política y Teoría
Mientras el gobierno se jacta del superávit fiscal y el récord de reservas, siguen sin resolverse las obras indispensables para evitar las
consecuencias calamitosas de las inundaciones.
costos. Desde allí resolver la necesidad del aumento de precios.
Debería recuperarse las Juntas Nacionales
de granos y carne para que desde el Estado se
maneje entonces cuánto se destina al mercado
interno y cuanto a exportaciones, y no sean los
grandes exportadores los que decidan. Perón
pudo manejar en parte el mercado interno a
través de ellas.
Una fuerte supervisión y eliminación de fenómenos de monopolio en la distribución (de
ser necesario, incluso con competencia estatal
o haciendo valer la legislación antimonopolio
existente), podría plancharse lo más esencial,
que es el precio de los alimentos.
Desarrollo de un importante y real Banco de
Desarrollo que permita en forma rápida la inversión de pequeñas y medianas empresas de
origen nacional a través de créditos blandos que
logre aumentar rápidamente la oferta de bienes. Especialmente los de la canasta familiar.
Eliminación del IVA en los 20 productos
esenciales de la canasta familiar (leche, carne,
huevos, fideos, aceite, útiles de colegio, zapatos y zapatillas, gas, luz, abrigos, artículos de
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limpieza e higiene, transporte, etc.) y una baja
importante en el resto de los productos (ropa,
otros alimentos, libros, entrada al cine y fútbol, etc.) manteniendo el 21% en los que son
de consumo no popular. Si bien esta medida
no para la inflación (aumento continuo de precios) puede descomprimir la situación inflacionaria actual. Para que no haya problemas fiscales sería necesario aumentar los impuestos a
los grandes empresarios y terratenientes.
Estatización del comercio exterior y del
mercado cambiario que permita que sólo entren al país aquellos productos que no se pueden fabricar nacionalmente, y a través de recuperar la renta petrolera y un impuesto a las
grandes extensiones de tierras subsidiar a
aquellos que puedan sustituirla, con un control estricto por parte de sus trabajadores.
Pero estas cosas, claro, no están en la
agenda de Kirchner. Lo único que parece desvelarlo a él y su grupo político, es el calendario electoral: Sin extirpar el problema quiere
que todas las cuentas den bien y ganar las
elecciones. ■
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