Capítulo VIII Protección Ambiental

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PROTECCIÓN AMBIENTAL
El primer interrogante que debemos formularnos, es
¿Por qué es imprescindible la Protección Ambiental?
La respuesta surge de nuestro entorno, solo basta mirar alrededor para percibir el estado del medio ambiente
en el cual vivimos y nos sustenta.
En este sentido es necesario comprender algunos
conceptos sobre las actividades que se pueden desarrollar en el mar y que están relacionados con los recursos
que él posee.
Es interés de la Nación, evitar las consecuencias negativas de la actividad del ser humano en el ambiente
marino. Por ello, tanto en la Constitución Nacional como
en la legislación vigente, se fijan las responsabilidades
y garantías generales sobre el debido cuidado ambiental y se manifiesta el concepto del desarrollo sustentable, que permite el crecimiento y la adecuada calidad de
vida, en armonía con el ambiente del cual somos parte
integrante.
En lo que hace a este Capítulo, nos interesa el ambiente en general mientras que el medio acuático y el marino serán analizados en particular.
El concepto del desarrollo sustentable se basa en poder hacer un uso de bienes y servicios, de forma tal que
dicha actividad, se pueda ejecutar en forma durable y
continua a lo largo del tiempo.
Sin embargo, por diversas razones, algunas de origen
natural y otras por la propia actividad humana, es necesario interrumpir alguna tarea u operación, con el objeto
que el ambiente o entorno pueda recuperar sus características.
Es así que tenemos que el uso del mar es cada vez
más intensivo (pesca, comercio por vía marítima, puertos, etc). La presencia de conglomerados urbanos en extensas zonas costeras (más del 60 % de la población
mundial vive en proximidades de la costa), impactan a
veces con efectos perjudiciales sobre el ambiente, lo que
nos obliga a actuar con decisión, para poder continuar de
una manera racional con dichas actividades en el futuro.
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Por estas razones, es que en las últimas décadas del
siglo pasado, los Estados tomaron conciencia de la necesidad de proteger el medio marino y han comprendido
que el Planeta presenta una determinada capacidad de
soporte.
En este sentido, tanto la navegación como la explotación de los recursos marinos deben realizarse con la menor afectación posible al medio y a sus ecosistemas asociados, acción que se conoce como Desarrollo Sustentable.
El hecho de vivir, implica ya una carga hacia el ambiente, puesto que de él requerimos recursos que nos
permiten lograr nuestro desarrollo. Cuando dicha carga
está en debida relación con el entorno, el comportamiento es el correcto, ya que no generamos una exigencia de
orden superior a las posibilidades del ambiente. Por el
contrario, cuando nos excedemos, el medio no puede tolerar la carga que recibe, lo que se traduce en una pérdida de la capacidad del mismo para depurarse y recuperarse.
En estos casos, decimos que estamos produciendo
una modificación de la situación, en la cual alteramos
significativamente su condición, y decimos que estamos contaminando. Esto puede traducirse en generación de problemas, al producir un daño en el ambiente,
cuyas consecuencias, deberán ser soportadas, tanto
por los actuales habitantes como por futuras generaciones de seres humanos y de las demás especies afectadas.
El hombre, para enfrentar el problema, ha creado una
compleja red de normas y ha definido cómo va a utilizar
el medio y sus recursos, elaborando los siguientes tres
niveles de manejo:
CONSERVAR
"Es la protección y administración de los recursos
naturales (suelo, agua, vida silvestre, etc.) en forma
continua, con el fin de asegurar la obtención de óptimos
beneficios sociales, económicos, culturales y desarrollo
futuro".
PRESERVAR
"Es el mantenimiento del ambiente sin uso extractivo
ni consuntivo o con utilización recreativa y científica restringida".
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PROTEGER
"Es el amparo de un ambiente de cualquier interferencia humana, con la excepción de valores ambientales de
interés antrópico".
Del GIUDICE, Fernando. Glosario de la Guía Ambiental de la República Argentina. 1996.
En este mismo sentido, también se han elaborado definiciones referidas al concepto de contaminación, el
cual debe entenderse que está circunscripto exclusiva mente a las actividades realizadas por el hombre, en
las cuales se generan residuos, los que son desechados
o descargados al ambiente.
Queda claro entonces, que como concepto ambiental,
la contaminación es solamente obra de la actividad del
hombre, ya que el concepto de contaminación natural,
producto de fenómenos homónimos, como por ejemplo la
erupción de un volcán, que disemina en el aire cantidades importantes de productos químicos y sólidos, no es
contemplada en tal definición y por lo tanto no requiere de
aclaración conceptual.
En el ambiente todo se recicla, incluyéndonos a nosotros mismos. No todos los tiempos son iguales para cada
elemento, pero tarde o temprano los ciclos de materia se
cumplen. Estos ciclos tienen una estrecha relación con el
agua -por ejemplo el ciclo hidrológico-, y el mar es la
fuente más grande de agua existente.
Todos nuestros desechos una vez generados tienen
posibilidades de caer en esa inmensa fuente.
Más del 80% de la contaminación del mar proviene de
actividades en tierra. No debe interpretarse que existe un
conflicto entre la tierra y el mar, sino que es la lógica
consecuencia del hecho que el mar funciona como un re servorio de aquellas cosas contaminantes que emitimos al
medio. El mar es un reciclador por su inmensa capacidad
de autodepuración y funciona como el “pulmón” de la
tierra, por su capacidad de generar oxígeno (más del
80%).
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Intereses Marítimos Nacionales
Por eso su cuidado es esencial para el so porte de la vida humana.
Es por esta razón que la Protección Ambiental es la
herramienta por excelencia para asegurarnos que en el
futuro, el ser humano pueda disfrutar de una adecuada
calidad de vida.
Con esta noción cerramos el interrogante que nos habíamos planteado al principio de este Capítulo, ¿por qué
es imprescindible la protección ambiental?
Queda aún por formularnos un segundo interrogante:
¿cómo contribuye el ser humano a la contaminación?
LA CONTAMINACIÓN MARINA
Cualquier actividad humana genera un impacto y éste
afectará al medio en mayor o menor medida. Dependiendo de las circunstancias (entre ellas el tipo de actividad,
la intensidad, la duración, la capacidad del medio, etc.),
dicha actividad podrá ser considerada beneficiosa o nociva para los seres o el medio.
A lo largo de los años, sectores de la población humana comprendieron que era imprescindible cambiar su actitud hacia el planeta, es decir nuestra casa. Con el tiempo esta postura se ha generalizado y podemos decir que
la gran mayoría de los habitantes comprende el problema. El tema es hoy una constante en diversos foros locales e internacionales, y podríamos afirmar que el hombre
ha comprendido que debe respetar el ambiente y buscar
soluciones para poder continuar habitando el planeta.
Se debe entender que la Tierra es, en sí, una gran máquina recicladora. Este reciclaje o cambio de condición,
es un fenómeno natural. Para poder realizarlo, el planeta
se vale de energía; la mayoría de esa energía proviene
del espacio exterior y su efecto se hace sentir en la atmósfera, la corteza terrestre y en el océano. Otra parte
de la energía, proviene de la caldera interior, que también
produce efectos en esos ambientes.
Anteriormente se mencionaron algunas definiciones y
se esbozó la correspondiente a “contaminación”. Procuremos ahora precisar su significado aplicado al medio
marino. Para ello transcribiremos dos definiciones ofi-
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ciales que provienen de fuentes internacionales y que
son parte de nuestra legislación.
La primera fue dada por la Convención Internacional
sobre Vertimientos que tuvo lugar en Londres en el año
1972, la segunda fue aportada por la Convención de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, realizada en
Jamaica en 1982.
Convención Internacional sobre
Vertimientos, Londres 1972:
"Por contaminación se entiende la introducción de dese chos u otras materias en el mar, resultante directa o indi rectamente de actividades humanas, que tenga o puedan
tener efectos perjudiciales tales como causar daño a los
recursos vivos y a los ecosistemas marinos, entrañar pe ligros a la salud del hombre, entorpecer las actividades
marítimas, incluidas la pesca y otros usos legítimos del
mar, deteriorar la calidad del agua de mar en lo que se
refiere a su utilización y menoscabar las posibilidades de
esparcimiento".
Convención de las Naciones Unidas
sobre el Derecho del Mar, Jamaica 1982
(CONVEMAR - UNCLOS):
"Por contaminación del medio marino se entiende la in troducción por el hombre, directa o indirectamente, de
substancias o energía en el medio marino, incluidos los
estuarios, que produzca o puedan producir efectos noci vos tales como daños a los recursos vivos y a la vida ma rina, peligros para la salud humana, obstaculización de
las actividades marítimas, incluidos la pesca y otros usos
legítimos del mar, deterioro de la calidad del agua de
mar para su utilización y menoscabo de los lugares de es parcimiento".
Ambos enunciados son muy similares, sin embargo
difieren en un aspecto fundamental, la segunda incorpora como fuente de contaminación del mar a la energía y
abarca a los estuarios, la primera no la contempla, sólo
hace mención a los desechos o materias.
Estas definiciones reafirman lo indicado anteriormente sobre el concepto de contaminación, para este caso la
contaminación marina es la generada exclusivamente
por el hombre (antropogénica) y no se considera como
tal, a la introducción de materia o energía causada por
eventos naturales.
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FUENTES DE CONTAMINACIÓN
MARINA
Las fuentes de contaminación marina pueden dividirse en tres grandes grupos, según el
ámbito del que provenga: terrestre, de la atmós fera o la causada directamente al mar, como resultado de las actividades humanas. Esta clasificación es útil para facilitar la comprensión del tema, aunque no responde a una división natural,
dado que el ambiente funciona como un único
sistema (biosfera - ecosistema).
La proveniente de la actividad del hombre
en la tierra.
La proveniente de la actividad del hombre
en la atmósfera.
La proveniente de la actividad del hombre
en el mar.
PROVENIENTE DE LA ACTIVIDAD
DEL HOMBRE EN LA TIERRA
Las instalaciones basadas en tierra (industrias, actividades agrícolas, urbanizaciones, rutas,
etc.) constituyen sin duda la mayor fuente de contaminación, pues es donde mora y realiza principalmente sus actividades el hombre. La zona de
interacción, donde se juntan la tierra y el mar, es
la costa. Es precisamente en la zona costera donde se verifican los efectos más graves, debido a
la actividad y densidad poblacional humana, tal
como se mencionó anteriormente.
Los líquidos urbanos normalmente son derivados a tres tipos de colectores: cloacales, pluviales y de efluentes industriales. Pese a variados esfuerzos de todo tipo, la mayor parte de los
mismos, no son tratados antes de ser vertidos al
medio; peor aún, es una práctica común que industrias, empresas y particulares por igual, viertan a la colectora pluvial efluentes de todo tipo,
incluidos los denominados peligrosos.
Las descargas de aguas residuales tratadas
y no tratadas, son finalmente esparcidas en las
grandes masas de agua como ríos y lagos o directamente llegan al mar.
Las aguas sin tratamiento tienen un efecto negativo singular, como se observa en la zona costera del Río de la Plata, escenario de permanente
vertimiento de efluentes líquidos no tratados.
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Estudios sistemáticos emprendidos en forma
mancomunada entre el Servicio de Hidrografía
Naval, Empresas de Aguas y Obras Sanitarias
del área metropolitana y otros entes similares,
dan cuenta de ello en el proyecto denominado
"Franja Costera Sur del Río de la Plata". Un caso extremo es el Riachuelo; solo basta ver las
fotos satelitales del Gran Buenos Aires, para
apreciar una "pluma" de aguas negras en su desembocadura en el Río de la Plata.
PROVENIENTE DE LA ACTIVIDAD
DEL HOMBRE EN LA ATMÓSFERA
Con un concepto similar al anterior, la contaminación atmosférica, es decir la que provoca el
hombre en la atmósfera, es transportada por su
dinámica, y termina depositándose en la superficie terrestre o marina, siendo esta última un componente muy importante del total, puesto que el
mar ocupa dos tercios de la superficie del planeta. En este caso, los contaminantes no se producen exactamente en el aire (salvo los generados
por aeronaves, de importancia relativa menor),
sino que son llevados por éste. Las fuentes siguen estando, en su enorme mayoría en tierra y
eliminan sus efluentes gaseosos al medio de manera similar a lo que ocurre con los líquidos.
Son muchas las actividades industriales que
de un modo u otro contaminan la atmósfera, teniendo una influencia fundamental aquellas que
componen la industria básica (fuentes fijas). De
ellas, se pueden mencionar por su relevancia:
siderurgia, generación eléctrica por centrales
térmicas, metalurgia, cementeras, refinación de
petróleo, químicas (orgánica e inorgánica), fabricación de pasta de papel, minería (calcinación y aglomeración de minerales), incineración
de residuos (quema ilegal o no controlada en
basurales).
En la actividad agrícola ganadera, se produce la quema de determinadas áreas para incrementar la superficie a explotar generalmente con
efectos perjudiciales no solo para la tierra y el aire sino también para los hábitats y la biodiversidad. Del mismo modo, para controlar ciertas plagas, es necesario realizar fumigaciones contribuyendo directamente a la contaminación de la
atmósfera.
También resultan de importancia significativa
las fuentes móviles (locomotoras, automóviles,
camiones, maquinaria vial y agrícola, embarcaciones, etc.), que contribuyen a la contaminación de la atmósfera.
La evaporación de efluentes líquidos depositados a cielo abierto, la emisión de nítrogeno y
azufre que reaccionan con la humedad y la
radiación solar en la atmósfera, dan lugar a la
formación y precipitación de la lluvia ácida que
puede ocurrir, alejada de la fuente de contaminación.
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El aire en su dinámica puede llevar los contaminantes a grandes distancias, pudiendo dañar
a su paso bosques, ciudades, campos, lagos,
ríos, el océano, o cualquier otra superficie donde
éstos se depositen, afectando también a las especies vegetales y animales, incluyendo al hombre, ocasionándoles enfermedades.
Cuando los contaminantes atmosféricos entran en contacto con el aire, se encuentran sometidos a procesos de dispersión, difusión, y
transporte en el seno del mismo. Las características de estos procesos dependen fundamentalmente de las condiciones en que se produce la
emisión, de la capacidad dispersante del medio
atmosférico, es decir de la dinámica propia del
aire y de los parámetros físicos de éste (temperatura, humedad, presión, convección, viento)
Estos factores contribuyen a determinar la mezcla, la diseminación, la dilución o concentración
y trayectoria de los contaminantes emitidos.
En síntesis, los contaminantes atmosféricos
son generados mayormente por la actividad humana desarrollada en tierra. Su emisión hacia la
atmósfera provoca su difusión y posterior depósito, pudiendo ser transportados a grandes distancias y como ya fuera dicho antes, todo lo que
cae en la tierra tarde o temprano, llega al mar.
PROVENIENTE DE LA ACTIVIDAD
DEL HOMBRE EN EL MAR
Se ha mencionado lo que ocurre en la tierra
y en la atmósfera. Concierne ahora notar lo que
ocurre en el propio mar. En él se introducen materia y energía provenientes de la naturaleza y
de las actividades humanas.
La materia y energía proveniente de la naturaleza, tales como fugas naturales y espontáneas de petróleo y/o de gases sulfurosos de
volcanes (sumergidos o terrestres) que vuelcan sus compuestos en el mar, tormentas
que afectan la superficie terrestre erosionándola, por medios de lluvia y vientos, terremotos, maremotos, etc., no son tratados como
contaminantes, por cuanto ya hemos aclarado anteriormente que sólo se consideran así
a aquellas acciones en las cuales interviene
el hombre.
Así como los efluentes gaseosos provienen de fuentes fijas y móviles, en el mar también se produce contaminación que proviene
de fuentes fijas y móviles. Las fijas pueden
ser plataformas de perforación petrolera o minera, mientras que las móviles las constituyen las embarcaciones en todas sus formas.
Los tipos de efluentes que se liberan son también sólidos, líquidos y gaseosos, aunque
también cabe tener en cuenta la temperatura
y el ruido.
El petróleo es conocido como el arquetipo de
todos los contaminantes posibles. Las descargas en el mar de este hidrocarburo ocasionan
una serie de trastornos, que se hacen más dañinos al ecosistema y a la economía, cuando llega
a las costas, puesto que es en este espacio en
el que interactúan los tres medios (agua, aire y
tierra) y en donde se considera que la biodiversidad suele ser mayor.
Los derrames de hidrocarburos (o de otras
substancias) pueden ser accidentales o deliberados.
Derrames e incendios deliberados tales como la ruptura de pozos de extracción en Kuwait,
durante la Guerra del Golfo en 1991, que produjo una liberación estimada en 8 millones de barriles de crudo, causan enormes daños en toda
la zona afectada.
Particularmente dañada resulta la vida marina y aquella que, morando en tierra, está íntimamente asociada con el mar, como ciertas especies de aves que se alimentan de peces. La emisión a la atmósfera de compuestos orgánicos volátiles y material particulado (humo, hollín) asociada
con estos incendios, resultó también muy dañina al
medio.
Los casos más importantes de contaminación
por derrames accidentales de hidrocarburos están asociados a los buques tanque empleados
para su transporte, ya que sufren accidentes tales como: varaduras, incendios, explosiones, colisiones o presentan fallas estructurales.
Para tener una idea del esfuerzo y los costos que implican limpiar y revertir los efectos de
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un derrame cuando ha alcanzado las playas,
debe tenerse presente que el combate de éste
en el mar representa solo la décima parte de todas las tareas de recuperación y limpieza, que
deben realizarse cuando la contaminación llega
a la tierra.
Esto se debe a que en el mar no es necesario efectuar la remediación mientras que ésta
última se impone cuando las tareas se efectúan
en la costa.
Desde una perspectiva económica y ambiental, podría concluirse que se debe procurar circunscribir o mantener la mancha
oleosa (marea negra), exclusivamente en el
agua y evitar su llegada a la costa, donde el
daño ambiental será mucho más severo que
el que se produce en el medio marino.
Como conclusión deben tomarse todos
los recaudos y concretar todas las acciones
que eviten la contaminación en el mar. Desde el punto de vista regulatorio, la vigencia
de convenios internacionales y un exhaustivo control por parte de los Estados, ha permitido morigerar sustancialmente la contaminación producto del transporte marítimo.
En el cuadro figuran a modo ilustrativo, los
incidentes de contaminación de mayor relevancia ocurridos, pudiéndose observar cómo una
aplicación efectiva de normas y controles, ha
modificado para bien la frecuencia de estos incidentes.
INCIDENTES DE CONTAMINACION POR HIDROCARBUROS
BUQUE
AÑO
LUGAR
Atlantic Empress
1979
Tobago, Indias occidentales
280.000
ABT Summer
1991
A 100 MN Angola
260.000
Castillo de Bellver
1983
Bahía Saldana Sud África
257.000
Amoco Cadiz
1978
Próximo a Bretaña, Francia
227.000
Haven
1991
Génova, Italia
140.000
Odyssey
1988
Torrey Canyon
1967
Islas Scilly, RUGB
119.000
Urquiola
1976
La Coruña, España
108.000
Hawaiian Patriot
1977
300 MN de Honolulú
99.000
Independentia
1979
Bósforo, Turquía
93.000
Braer
1993
Islas Shetland, RUGB
85.000
Khark 5
1989
120 MN de Marruecos, en el Alántico
80.000
Prestige
2002
Proximo costas España
77.000
Metula
1974
Estrecho de Magallanes, Chile
53.000
Exxon Valdez
1989
700 MN de Nueva Escocia, Canadá
Cabo Príncipe Guillermo, Alaska, EUA
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HC DERRAMADO (t)
132.000
37.000
SITUACIÓN ACTUAL
La Organización Marítima Internacional
(OMI), agencia de Naciones Unidas especializada en la cuestión marítima y con más de 165 Estados Miembro, trabaja fundamentalmente sobre
dos temas:
• El fomento de la seguridad marítima.
• La prevención de la contaminación del
medio marino desde buques.
Estos aspectos están íntimamente relacionados, pues lo que incide en uno afecta al otro.
La contaminación perturba en mayor o menor
grado a la seguridad y la falta de ésta, incide seriamente sobre las posibilidades de generar algún episodio de contaminación.
Es en el marco de la OMI donde se han elaborado y aprobado los instrumentos de carácter
internacional más importantes para el cuidado
del medio marino. Ejemplos de esos acuerdos
son:
• Convenio Internacional para Prevenir la
Contaminación por los Buques (MARPOL 73/78).
• Convenio Internacional sobre Cooperación,
Preparación y Lucha contra la Contaminación
por Hidrocarburos (OPRC), 1990.
• Protocolo de 1996 para la Convención Internacional sobre Vertimientos de 1972.
• Convenio Internacional sobre Revestimientos Marinos Anti-incrustantes, 2001.
• Convenio Internacional para el Control y
Manejo del Agua de Lastre y Sedimentos, 2004.
Es en base a estos principios, que debemos
aspirar a lograr un desarrollo humano sustentable que se oriente hacia la perdurabilidad de las
condiciones ambientales como soporte de todas
las formas de vida.
La preocupación por la protección ambiental y la conservación de los recursos se ha instalado en nuestra sociedad y ya ha dejado de
ser materia exclusiva de especialistas, temas
de moda o cuestión de imagen, para integrarse en nuestro saber y hacer cotidiano. Tenemos ejemplos de esta cuestión en la voluminosa red de normativa nacional e internacional,
que en determinadas circunstancias influyen
en las relaciones entre los estados, como ser
las fábricas de pasta de papel, las pesquerías,
la generación de energía (embalses, usinas
convencionales y nucleares), vertidos incontrolados, etc.
Como ejemplos de la legislación nacional podemos citar:
• Ley 24.375 que aprueba el Convenio
sobre la Diversidad Biológica, adoptado
en Río de Janeiro, Republica Federativa
del Brasil en 1992.
• Ley 25.263 que promueve los objetivos
de conservación de los recursos vivos ma rinos antárticos establecidos en la Con vención para la Conservación de los Re cursos Vivos Marinos Antárticos.
• Ley 25.675 que establece los presu puestos mínimos para el logro de una
gestión sustentable y adecuada del am -
Nuestra Constitución Nacional en el artículo 41 consagra que
“Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equi librado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades
productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer
las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo”.
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biente, la preservación y protección
de la diversidad biológica y la imple mentación del desarrollo sustentable.
La política ambiental argentina estará
sujeta al cumplimiento de los siguien tes principios: de congruencia, de
prevención, precautorio, de equidad
intergeneracional, de progresividad,
de responsabilidad, de subsidiarie dad, de sustentabilidad, de solidari dad y de cooperación.
• Ley 25.688 que fija los presupuestos mí nimos ambientales para la preservación
de las aguas, su aprovechamiento y uso
racional. Para las cuencas interjurisdic cionales se crean los comités de cuencas
hídricas.
Para concluir, el mar es fuente y soporte de
la vida tal como la concebimos hoy; alterar su
condición por actos tales como la explotación
de recursos naturales sin considerar su capacidad de recuperación, la incorporación creciente de contaminantes sin atender los daños
que conlleva y el incumplimiento de las obligaciones referidas al tratamiento de residuos,
constituyen actos irresponsables con consecuencias perjudiciales para el sano desarrollo
de la vida.
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Notas:
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