Número 10 julio — septiembre de 2014 POLIÉDRICA PALABRA / POLIÉDRICA PARAULA / HITZT POLIEDRIKOA / POLIÉDRICA PALAVRA , LA REVISTA DE ACAMFE, ISNN: 1886-1806 Edición Digital Dirección y Coordinación Diseño y montaje ISSN: 1886-1806 © del diseño, Arch. Ideas y Creación. © de la Edición, Asociación de Casas Museos y Fundaciones de Escritores © de los textos, sus autores. © de las imágenes, sus autores. © Portada: Portada de “Platero y yo” Primera edición. 1914. Todos los derechos de reproducción íntegra o parcial, en cualquier medio físico o digital quedan totalmente reservados a ACAMFE. Esta revista es de distribución gratuita e interna de ACAMFE. Cualquier uso distinto al actual debe ser informado. 2 A modo de Editorial: El centenario de Platero nos conmueve. Hace ya unos meses, tal vez más de los que hubiésemos deseado, enviamos a la gran familia Acamfiana un anunciopetición que simplemente decía: todos los que lo deseen y puedan, manden a esta Junta de Gobierno sus trabajos sobre el Centenario de la Primera Edición de Platero y Yo, la obra más divulgada y por lo tanto más popular de nuestro Juan Ramón Jiménez. Después de mucho tiempo, no libre de insistencias puntuales, henos aquí con unos pocos, pero interesantísimos trabajos para publicar. ni filósofa de renombre. Eso si lectora empedernida y soñadora por demás. Gracias a su filosofía de vida pudo acometer arduos trabajos, con poco dinero y menos apoyos institucionales. Nos acercamos a pasos agigantados a octubre, mes en el que tradicionalmente nos reuníamos en las Jornadas Acamfianas y en los Encuentros Ibéricos. Este año, a pesar de prometernos la subvención ministerial, ésta nos ha sido denegada, así sin más. Como todos saben, habíamos trabajado para estar en Moguer y celebrar el Centenario, pero el Ministerio de Cultura del Gobierno de España, o no lo ve necesario o simplemente “no lo ve”. Así las cosas, la Asamblea General Ordinaria se celebrará en Madrid el 24 de octubre, viernes. Entre otras cuestiones, para renovar la Junta Directiva. Nos gustaría una participación masiva, tanto en las candidaturas como en lo presencial. Con el ánimo de seguir en la lucha en pro de nuestros autores, nos despedimos hasta un próximo número de Poliédrica Palabra. Creo que hemos cumplido así con el mandato de la Asamblea General Ordinaria de Madrid 2013, en la que se nos pedía que Poliédrica Palabra, la revista de Acamfe, se dedicara más a temas monográficos. Aunque seguimos pensando que todo cabe en una publicación de su característica, hemos esperado siete largos meses la participación de todos, pero solo unos pocos valientes han obrado en consecuencia. Conocemos de sobra las situaciones anómalas que muchos de nosotros sufren a raíz de la consabida crisis económica, que tan radical ha sido en sus recortes para con la cultura. Pero no es menos cierto que el día a día de nuestras instituciones nos roba todo el tiempo disponible y, entre una cosa y la otra nuestro ingenio creativo pudiera estar a la baja. Cuando la realidad te agobie ¡Viva la fantasía! Créannos, la autora de la frase precedente, ni fue gran escritora, 3 Índice Editorial…………………………………………………………………….. 3 Por una idea……………………..………………………………………...6 Exposición Platero y yo: De Moguer a Moya. Rosario Henríquez Santana ACAMFE en actividad………...……………………………….……….10 Centenario de Platero y yo en el 2014 Marisa Díaz-Pinés Fdz-Prieto Desde el taller………..……….……..………………………..………...12 Platero y yo Maria Eva Ocampo Vigo De paso por ACAMFE………….…………………………..…………...15 Tan lejos pero tan cerca Pilar Bravo Lledó ACAMFE en actividad……….……..………………………...………...17 Paseando con Platero por la ciudad de Telde Antonio Mª González Padrón 4 ACAMFE en actividad: Exposición Platero y yo De Moguer a Moya Rosario Henríquez Santana Con motivo del Día Internacional del Libro y para celebrar el centenario de la publicación de la obra de Juan Ramón Jiménez, Platero y yo, la Casa-Museo Tomás Morales, dependiente de la Consejería de Presidencia, Cultura y Nuevas Tecnologías del Cabildo de Gran Canaria, organizó la exposición bibliográfica y documental Centenario de Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez (1914-2014): de Moguer a Moya. “Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos”, así comienza una de las obras más universales del nobel de literatura Juan Ramón Jiménez (Moguer, Huelva, 1881 – San Juan, Puerto Rico, 1958), uno de los mejores conjuntos de poemas en prosa de la literatura española. Lectura de niños y adultos en to- dos los países de lengua hispana. Obra traducida a las más importantes lenguas de la cultura –es la tercera obra más traducida después de La Biblia y El Quijote- y obra clave de la literatura contemporánea. Una muestra bibliográfica, documental y fotográfica que aglutinó, en un primer apartado, algunas de las más de 250 ediciones que se han publicado en España desde 1914 hasta la actualidad de Platero y yo, comenzando por la edición que se publicó por primera vez en 1914 en la llamada “edición menor” de La Lectura con ilustraciones del valenciano Fernando Marco (18861965), y continuando con la primera edición completa, la de la Biblioteca Calleja publicada en enero de 1917 en Madrid hasta llegar a las ediciones más actuales. En un segundo apartado, a través de algunos de los extractos de los diferentes capítulos en los que está dividido Platero y yo conocimos a los principales personajes y temas de la obra. Entre los principales personajes se encuentran 5 lores que transmite Platero y yo, valores que han convertido al libro en todo un referente entre las escuelas de todo mundo. En un tercer apartado, nos acercamos a Moguer, el pueblo natal de Juan Ramón Jiménez a través de fotografías y textos nos adentramos en Fuentepiña, la casa de campo situada a escasos kilómetros de la localidad de Moguer (Huelva, España), en el paraje del mismo nombre y en la “Finca Santa Cruz de Vista Alegre”. Esta casa era la casa de descanso de Juan Ramón Jiménez donde vivió durante 1906-1910. Esta finca la evoca Juan Ramón Jiménez continuamente en obras suyas y gran parte de Platero y yo fue pensado y escrito allí. Juan Ramón Jiménez decidió enterrar a su amado Platero junto a esta casa y bajo un pino centenario. Y también conocimos, en este apartado referencias a la onomástica de los burros en Andalucía: de dónde viene el nombre de Platero, mohíno, cano… Juan Ramón Jiménez que es el poeta que narra la historia de su relación con su burrillo; Platero, el burro del poeta; Victoria, Lola, Blanca y Pepe, los sobrinos del poeta; y Darbón, el médico de Platero. Entre los principales temas se encuentran la complicidad, la bondad, el rechazo, la alegría y la tristeza, la soledad y la esperanza. Personajes y temas que nos dan a conocer los distintos va- 6 el resultado final es un libro de singular encanto y donde la armonía entre el texto y las ilustraciones es absoluta. La repetida presencia de un tierno borriquito desde diferentes perspectiva en muchas de sus páginas, hasta mariposas, niños, cipreses, rosas, lirios, cabras, patos y un sin fin de motivos más se pudo observar en la muestra a través de reproducciones fotográficas de las páginas de los distintos capítulos en los que se divide el libro. También tuvimos la oportunidad de observar el emblema que utilizaba Juan Ramón Jiménez a partir de 1916 en todas su publicaciones, diseñado también por su amigo Fernando Marco, el conocido y sencillo dibujo de una ramita de perejil junto al lema escrito en griego «πετροσ ελινον», perejil silvestre. En un cuarto apartado, dimos especial protagonismo a la ilustración gráfica de la obra. Platero y yo es un libro que se presta a ser ilustrado, como se ha comprobado a lo largo de las distintas ediciones que se han realizado a lo largo de la historia. Destacamos sobre todo la edición ilustrada de 1914 de la colección “Biblioteca de la Juventud” de la editorial La Lectura. Sus editores cuidaron su presentación encargando al dibujante Fernando Marco (Valencia, 1886-1965) la realización de las ilustraciones donde Mención especial mereció el quinto apartado de la exposición ya que se trataba del eslabón que une al titular de esta casa-museo, Tomás Morales (18841921) con el poeta moguereño, Juan Ramón Jiménez (1881-1958), dos figuras claves del modernismo hispánico; así como el eslabón que nos permitió unir el pueblo de Moguer con el pueblo de Moya, subtítulo de la exposición –de Moguer a Moya. En 1908, con tan solo 23 años de edad, Tomás Morales publica en Madrid su primer libro, Poemas de la Gloria, del Amor y del Mar, lo que significó la consagración de un joven poeta que por entonces empezaba a darse a conocer. El libro se dividía en tres secciones: “Rimas sentimentales”, “Poemas de la Gloria” y “Poemas del mar”. Y Tomás Morales dedica la sección de “Rimas sentimentales” a Juan Ramón Jiménez. Otro eslabón más que nos permitió unir 7 a estos dos poetas es que Juan Ramón Jiménez salió de España exiliado en 1936 a varios países y en 1951 se instala definitivamente en Puerto Rico. En 1953, Juan Ramón imparte durante dos semestres un seminario de doctorado que tratará sobre el Modernismo en la Universidad de San Juan, en Puerto Rico. El miércoles 21 de enero de 1953, Juan Ramón Jiménez iniciaba su primer curso sobre el Modernismo en el Recinto de Río Piedras de dicha Universidad. En sus apuntes de las clases del primer curso del 10 de abril de 1953 podemos leer lo siguiente: “Tomás Morales, canario, sigue muy de cerca a Rubén Darío. Poemas del Atlántico”. En un sexto y último apartado, la exposición finalizó con un recorrido didáctico en el que se mostraron dos visiones sobre Zenobia Camprubí, la esposa de Juan Ramón Jiménez, un personaje deslumbrante; también en este último apartados mostramos dos anécdotas sobre Platero y yo; la primera, de 1928 donde mostramos una carta que dirigen Luis Buñuel y Salvador Dalí a Juan Ramón Jiménez, de la que extraemos las siguientes palabras: ¡¡MERDE!! para su Platero y yo, para su fácil y malintencionado Platero y yo, el burro menos burro, el burro más odioso con que nos hemos tropezado. Y la segunda, de 2011, donde mostramos un twitter publicado en un medio nacional con un resumen de Platero y yo en sólo treinta y un caracteres. Y para finalizar, en este apartado también mostramos diferentes críticas a la obra de Juan Ramón Jiménez. La exposición se complementó con un taller didáctico sobre Platero y yo dirigido a alumnos desde infantil hasta bachillerato que se llevó a cabo desde el 23 de abril hasta el 20 de junio; así como la proyección del documental Platero y yo de Juan Ramón Jiménez con guión de Miguel Marías y realización de Enrique Nicanor Parra que se estrenó en 1976 8 de Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez, la Consejería de Presidencia, Cultura y Nuevas Tecnologías del Cabildo de Gran Canaria, a través de la Casa-Museo Tomás Morales, quiso sumarse, con el objetivo de fomentar, aún más si cabe, la lectura de esta obra inmortal, a los distintos actos programados por la Junta de Andalucía para conmemorar el Año Platero (2014). para la serie de TVE Los libros (19741977) y que se proyectó con dos pases especiales el sábado 26 y el domingo 27de abril ya que el documental estuvo continuamente proyectándose en las salas de exposiciones durante el tiempo que permanezca abierta la muestra. Con estas actividades dedicadas al conmemorar el Centenario de la publicación 9 Por una idea: Centenario de Platero y yo En el 2014 Marisa Díaz-Pinés Fdz-Prieto También podría llamarse “Año de la sencillez” porque Juan Ramón quiso elevar a la categoría suprema lo sencillo y cotidiano a través de las palabras de “Platero y yo”. debía usted escribir siempre”. Luego añadió: “Pero no se envanezca”. Juan Ramón, un poco antes de morir, en 1958, dijo a Ricardo Gullón: “Entre las obras más características de mi prosa considero a Platero la más representativa de la 1ª época”. En ese mismo año, su sobrino, Francisco Hernández Pinzón Jiménez escribió: “Juan Ramón y Platero son dos figuras inseparables, y vivirán para siempre asociadas en la imaginación universal”. Es difícil hacer un recuento de las ediciones de Platero; el mismo J R J lo decía al hacer un prólogo a la edición de 1952, de la Editorial Losada de Buenos Aires, de 35.000 ejemplares. La 1ª edición menor fue en la serie Juventud, de La Lectura de Madrid, en la Navidad de 1914. La 1ª edición completa fue de la Casa Calleja, de 1916, después la de Espasa-Calpe, luego la de la Residencia de Estudiantes y en 1936, la de la editorial Signo. En 1937, Espasa-Calpe reimprimió las dos ediciones, la completa y la menor. La Editorial Losada dio luego tres ediciones simultáneas. Gustavo Gili, de Barcelona, hizo una edición para bibliófilos, ilustrada por José Mompou. Hay que destacar que fue Don Francisco Giner de los Ríos quién impulsó la edición primera. Juan Ramón contaba emocionado que una mañana de frío le llamó Manuel Bartolomé Cossío, el crítico de El Greco, que era un hijo para Don Francisco, para que fuera a darle y recibir el último adiós. J R describe con una sensibilidad exquisita la entrada al sencillo dormitorio de Don Francisco cuando vio que tenía sobre su cómoda un montón de ejemplares de Platero: era el regalo de Navidad y Año Nuevo que había hecho a sus amigos. Al verle entrar se sonrió con esa cara azul de cianosis, se cogieron las manos y el enfermo abrió el libro por el capítulo de la muerte de Platero y mirando a J R le dijo: “Es perfecto” y continuó: “Con esta sencillez Me gusta leer las distintas ediciones de Platero, hoy tomo la de Ricardo Gullón, de Taurus, en su XV edición, de 1982. Escribe que la 1ª edición de 1914, selección preparada a petición de los editores, dio lugar a que el librito se encasillara en “Literatura infantil”. Ya en 1916, la edi- “Es perfecto” y continuó: “Con esta sencillez debía usted escribir siempre”. Luego añadió: “Pero no se envanezca”. 10 ción completa era lectura adulta, algunos capítulos apuntan a la crítica social. Gullón escribe: “Un lector moderno puede ver a Platero como símbolo de la naturaleza con quien el autor dialoga e incluso pensarlo como reflejo de la conciencia del poeta.” la Universidad de Rio Piedras, en Puerto Rico. Francisco Garfias recoge y prologa en “Por el cristal amarillo” una miscelánea de J R que podría ser esa 2ª parte deseada de “Platero y yo”. Garfias recopila más textos de J R en “La colina de los chopos” y “Cuadernos de Juan Ramón.” La obra tiene 138 capítulos aunque alguna vez pensó J R que tuviera 190. Este dato lo descubrió Ricardo Gullón en 11 Desde el taller: Platero y yo Maria Eva Ocampo Vigo En las clases de literatura de bachillerato se pide a los alumnos que aprendan a resumir y comentar un texto de cualquier tipo con el fin de que, aprobados los dos cursos de este nivel, sean capaces de superar la prueba de Selectividad en el ejercicio de Comentario de Texto. En este examen suelen presentarse textos literarios o periodísticos. Para ejercitarse en la modalidad de texto literario solemos usar algunos relatos de este excelente libro de J.R. Jiménez, Platero y yo. alegría, marcha hacia el colegio con todas las cosas y su propio cuerpo (las manos) marcadas con el sello. Presentación del tema: su compañero tenía un sello que le gustaba mucho al joven Juan Ramón. Desarrollo del tema: el narrador quedó prendado del objeto y quiso hacer algo semejante utilizando una imprentilla que encontró en un escritorio viejo de su casa, pero no imprimía bien. Un día llegó a su casa un viajante de escritorio de Sevilla y el niño sacó un duro de su hucha y encargó un sello que debía llevar su nombre y el de su pueblo. Entre otras, una de las narraciones elegidas para hacer estos ejercicios es la titulada “El sello”, cuyo comentario, más minucioso del que se les pide a los alumnos, vamos a presentar a continuación. Esperó con ansiedad a que se lo enviaran y al fin, después de unos días que se le hicieron interminables por la espera, llegó el deseado sello. Aunque el objeto parecía complicado por tener muchas más prestaciones de las que interesaban, la estampilla aparecía flamante. Seguimos la edición de Michael P. Predmore, 6ª edic. en Cátedra, Madrid:1982, pp. 156-157. Siguiendo la opinión académica actual, nos referiremos a relato –corto, por supuesto- y/o cuento indistintamente, para referirnos al texto comentado. Desenlace: con suma alegría plasmó la estampilla en todo lo que encontraba y al día siguiente todos los objetos que llevó al colegio iban impresos con su sello, que decía: RELATO LX: EL SELLO Sinopsis: el autor cuenta a Platero cuánto le gustó el sello (de caucho) que tenía un compañero suyo, cuya estampilla impresionaba en diversos materiales su nombre y apellidos, así como la ciudad de su dueño. Cuando el niño consigue tener uno similar, henchido de Juan Ramón Jiménez Moguer 12 experimentado el autor al redactarlo”. COMENTARIO DEL RELATO Baquero Goyanes afirma que la emoción que produce un cuento es “de signo muy semejante a la poética”, por lo que Platero pertenece al género intermedio entre poesía y novela Juan Ramón Jiménez realizó sus estudios primarios en el colegio en el que D. Carlos Girona y Mexía ejercía de director. Allí tenía un compañero, Francisco Ruiz, que era el dueño del sello que tanto fascinó a nuestro autor. Aparecen, por lo tanto, en el relato muchas características propias de la poesía, como son: Entre sus recuerdos de infancia se encuentra este que nos indica el interés que todo lo relacionado con el arte de imprimir empezaba a despertar ya en el niño. *Figuras estilísticas como la comparación que aparece al principio del relato en donde al niño Juan Ramón el sello en su cajita le evoca a un pájaro en el nido: […]Aquel tenía la forma de un reloj, Platero. Se abría la cajita de plata y aparecía, apretado contra el paño de tinta morada, como un pájaro en su nido.[…] Esta anécdota infantil, narrada tan escuetamente, tiene el encanto de la sencillez que se aprecia en todo el libro de Platero y yo. El placer estético que nos produce este relato es inmediato, como corresponde a todo cuento corto. Además del contenido –la atracción infantil por un objeto-, importan mucho los elementos formales que aparecen en el texto. *Sustantivos con el sufijo diminutivo, que sugieren el afecto por los objetos a los que lo aplica: cajita (de plata), imprentilla, estampilla. En primer lugar, la estructura de este relato tiene similitud con la de un poema, en donde las estrofas estuviesen separadas con dos versos de pie quebrado; aparece dos veces el texto del sello del amigo y en un tercero, y último, la estampación del nombre de Juan Ramón, como apoteosis final, es decir, la conclusión, lo conseguido. J.R. ya tiene su propio sello y, por lo tanto, fin del relato. *Enumeraciones que aluden a lo que más apetece al niño: el sello para imprimir en cualquier material y el mundo relacionado con la imprenta. […]No era como el otro que con tal facilidad dejaba, aquí y allá, en un libro, en la pared, en la carne, su letrero. […] […]¡Qué embeleso de reglas, de compases, de tintas de colores, de sellos![…] El cuento se caracteriza precisamente por “concentrar la atención del lector en una sola impresión como consecuencia de una única intuición que es la que ha […]Al día siguiente, con qué prisa alegre llevé al colegio todo, libros, blu- 13 sa, sombrero, botas, manos, el letrero.[…] con También aparecen otras figuras retóricas como las que expresan, en forma de exclamaciones, la emoción, sentimiento y el desahogo afectivo del protagonista-autor: […]¡Qué ilusión!... ¡Qué embeleso…! ¡Qué larga semana aquella! ¡Qué latirme el corazón…! ¡Qué sudor triste…! ¡Qué sé yo…! ¿Qué no era mío?... ¡Qué angustia![…] Los campos semánticos que aparecen en este relato son varios, el de los colores, el de objetos domésticos… pero el más abundante se refiere a las palabras relacionadas con la imprenta; aparecen 23 en un texto tan corto, lo que nos da idea del gusto del escritor-protagonista por este tema. Para concluir debemos decir que este relato nos parece fascinante por la perfecta conjunción entre su significado y su estructura. En él asistimos al deseo infantil por poseer un objeto ansiado desmesuradamente. Nos identificamos completamente con el niño Juan Ramón, porque a todos nos ocurrió algo semejante en nuestra propia niñez. Además, en este caso, resulta un presagio de la vocación que el poeta sentirá por el mundo de los libros y de la impresión. 14 De paso por ACAMFE: Tan lejos pero tan cerca Pilar Bravo Lledó Mi llegada a Acamfe fue casi tan inesperada como mi marcha. Corría el año 2009 cuando, casi por sorpresa, aparecí en la Asamblea General que se celebraba en Las Palmas de Gran Canaria. Recuerdo que aquella misma tarde nos presentamos como nuevos socios la Casa Natal Cervantes, la Casa-Museo Lope de Vega y el Archivo Histórico Nacional. Todo era nuevo para mí: la gente, el ambiente, las conversaciones, el trabajo… y pensé: ¿cómo voy a abordar todo esto?, ¿qué voy hacer?. A pesar de la novedad y de la incertidumbre, en ningún momento me sentí extraña, todo lo contrario, la sensación es que de alguna manera formaba parte de aquello. Realmente todo fue muy fácil. Las experiencias se fueron sumando. Comenzamos a preparar la siguiente Asamblea, en Valladolid, y ese mismo año contactamos con nuestros amigos portugueses. Fue el comienzo de lo que hoy es una realidad, el Acamfe Ibérico. A nivel profesional y personal, esos primeros contactos con Portugal fueron francamente intensos y se crearon unas expectativas de lo más halagüeñas. Portugal y sus gentes, siempre tan lejos y tan cerca, se abrieron totalmente a nosotros, se mostraron cercanos, dispuestos, con las manos extendidas. Conocer in situ su realidad social, cultural y personal, sus paisajes, sus costumbres, sus vecinos, permitió trascender la obra de escritores de la talla de Miguel Torga, Aquilino Ribeiro, Eça de Queirós o Camilo Castelo Branco. Durante un año, y como representante de mi institución, recibía toda la información de manera puntual, enviaba todo lo que me solicitaban y poco a poco empecé a saber qué era Acamfe. Llegó el momento de la celebración de la siguiente Asamblea, en Orihuela (Alicante). El destino me tenía reservada una de las experiencias más enriquecedoras, en todos los sentidos, que he tenido. “Al principio reconozco que me entró pánico, pero poco a poco, y gracias a la generosidad de todos, encontré mi sitio, me sentí segura y, algo muy importante, siempre fui respetada y respaldada por mis compañeros.” Ese año se debía renovar la Junta Directiva y cuál fue mi sorpresa, que de repente me encontré como Secretaria. Al principio reconozco que me entró pánico, pero poco a poco, y gracias a la generosidad de todos, encontré mi sitio, me sentí segura y, algo muy importante, siempre fui respetada y respaldada por mis compañeros. 15 plejo humano-institucional. Creo que uno de sus grandes valores lo constituye la humanidad que caracteriza a cada uno de sus miembros. Ahí están no sólo los colegas de trabajo y los compañeros, sino los amigos que arropan y empujan cuando realmente hace falta. De repente había otro Portugal. De ser un país y unas gentes desconocidos. Simplemente está ahí, con nosotros. Acamfe no sólo es una asociación donde se abordan los problemas de las Casas Museo y Fundaciones de nuestros escritores y se tratan cuestiones de índole intelectual, laboral, económica o social, sino que en ella se comparten, se entienden y se acoplan las distintas realidades de las Casas-Museo. Pero hay otra parte, la parte humana. Es el Acamfe donde se reúnen los amigos, donde se comentan los problemas y donde siempre hay tiempo para una confidencia o unas risas. Ese calor no sólo se siente con las personas que representan a cada uno de sus escritores, sus Casas y sus Fundaciones, sino con los propios escritores. Aún recuerdo la emoción y cercanía con la que sentimos a Miguel Delibes el día que, de manera inesperada, tuvimos la ocasión de conocer de la mano de sus propios hijos el lugar donde vivía, donde escribía, donde se movía… la visita superó cualquier expectativa. El calor humano, algo tan importante en los tiempos que vivimos, nunca falta. Ahora que ya no formo parte de Acamfe (físicamente y de momento), sin embargo no me siento tan alejada de ella, de alguna manera sigo ligada a este com- Una sensación muy similar sentimos durante el recorrido literario que se llevó a cabo en Portugal en la primavera pasada: La Ruta literaria por el Douro. Sólo si se contempla aquel paisaje, se conoce la realidad que envolvió a sus escritores, se toma conciencia de la dureza y belleza de esa tierra, se llega a entender la sensibilidad, la profundidad y el intimismo que destilan sus escritos, escritos que aún tienen total vigencia, y que así será durante mucho tiempo, como sucede con los grandes literatos conocedores profundos del alma humana. “Creo que uno de sus grandes valores lo constituye la humanidad que caracteriza a cada uno de sus miembros. Ahí están no sólo los colegas de trabajo y los compañeros, sino los amigos que arropan y empujan cuando realmente hace falta.” Realmente me siento privilegiada por la etapa que me ha tocado vivir en Acamfe. Es como una colección de postales, que puedo mirar cuando quiera y en las que siempre descubro algo. Son las postales que, a pesar del tiempo, cuando las miras siempre te trasladan al momento y al lugar. 16 ACAMFE en actividad: Paseando con Platero a través de la ciudad de Telde Antonio Mª González Padrón Juan y su esposa Juani, son dos asiduos visitantes de la Casa-Museo León y Castillo, a la vez que participan activamente en muchas de sus propuestas culturales. Juani, persona de extraordinaria sensibilidad acude a dos de ellas: Café con L y Los Placeres de Montiano. Juan es un habilidoso artesano belenista, que cada año dedica sus horas de ocio a construir paisajes rurales y urbanos de la antigua Palestina, siguiendo en muchos casos antiguos grabados franceses e ingleses del Siglo XIX. Un buen día, se enteraron que nuestro Centro de Estudios de Historia Contemporánea, versión académica de esta institución museística, se disponía a celebrar el I Centenario de la publicación de Platero y Yo. Y he aquí que se pusieron manos a la obra para regalarnos un burrito de tamaño natural, para el disfrute de todos los amantes del pollino moguereño. Su cuerpo no es de algodón, más bien de corcho blanquecino, y sus ojos son negros, pero no de azabache. ¡No importa! A nosotros nos da lo mismo, es “nuestro Platero”, aquel que ha sabido personificar todas las virtudes que Juan Ramón le hizo portador al suyo. En las pasadas Fiestas Fundacionales y Patronales de Telde, dedicadas a San Juan Bautista, de nuevo salimos a las calles y plazas de nuestra Ciudad, pero esta vez acompañados por nuestro Platero, al que previamente habíamos dotado de cuatro disimuladas ruedas. Las autoridades municipales, unidas a la Banda Municipal de Música, escritores, pintores, escultores, y muchos, muchos lectores de Juan Ramón Jiménez nos acercamos hasta el Teatro teldense, que desde el año 2005 se denomina como el escritor moguereño. Allí cerca de su busto, los músicos tocaban alegres pasodobles, isas, folías y malagueñas (estas tres últimas formas expresivas de nuestro más puro folklore). En unos minutos se acercó la máxima autoridad municipal con un ramo de rosas rodeado “Todos han leído algún capítulo y después a solas o en grupo han meditado sobre las verdades juanramonianas ¡que no son pocas!” Cientos de niños, de edades comprendidas entre los dos y los noventa y cuatro años, lo han acariciado y también se han llevado el recuerdo de una foto, bien sacada por otro amigo plateresco o una autofoto con su propio móvil. Todos han leído algún capítulo y después a solas o en grupo han meditado sobre las verdades juanramonianas ¡que no son pocas! 17 de seis manojos de perejil. Lo de “las finas hierbas” fueron añadidas por el gusto de Juan Ramón. Unos mil metros, casi todos ellos en línea recta, fueron recorridos por casi un centenar de personas, mientras unos amigos de la Casa -Museo leían diferentes capítulos de Platero y Yo. paroxismo volcánico”. Y en medio de las calles: Pablo Neruda, Avenida de La Constitución, Ramblas del Cabildo Insular, Pérez Galdós, Julián Torón y la antigua Real, hoy trocada en León y Castillo, solo un protagonista: Platero, el de ellos, el nuestro, el tuyo, el mío… el de todos. La emoción nos embargó en aquella tarde isleña, en donde “el límpido azul de nuestro cielo, levemente iluminado por un Helio en retirada, aparecía tras nuestras cumbres violáceas, hijas del Pocas veces se han visto tantas voluntades juntas en un mismo sentir: festejar al libro, a la obra de arte por excelencia: Platero y Yo. Imágenes: Pertenecientes al reportaje realizado por Antonio Alí con motivo del Recorrido Literario 2014. Busto de Juan Ramón Jiménez y representación de Platero en el patio de la Casa-Museo León y Castillo. 18 Mª Del Rosario Henríquez Santana es técnico especialista en Biblioteca, adscrita a a la Biblioteca Archivo de la Casa-Museo Tomás Morales, perteneciente al Servicio de Museos de la Consejería de Gobierno de Presidencia, de Cultura y Nuevas Tecnologías del Cabildo de Gran Canaria. A su vez, es Redactora Jefa de la Revista de Estudios Modernistas de la Casa-Museo Tomás Morales, Moralia. Marisa Díaz-Pinés Fernández-Prieto, nacida en Manzanares (Ciudad Real). Estudio Magisterio , después Filología inglesa y más tarde se licenció en Geografía e Historia. Hizo el Doctorado en Creatividad y Estética en Literatura, en el Dpto de Pedagogía social. Ha trabajado durante 39 años en dos colegios en Madrid. Actualmente se acaba de jubilar. Se ha especializado en Zenobia y Juan Ramón Jiménez. Participó en el Congreso internacional en La Rábida sobre “Mujer y escritura autobiógrafica”, monográfico sobre Zenobia Camprubí. Ha publicado cuatro libros: Poemas de paz, Hablando con el Platero de Juan Ramón (en inglés y español), Taller de cuentos (para desarrollo de la creatividad) y Creatividad en la familia. Desde hace tres años reside en Las Palmas de Gran Canaria. 19 Eva Ocampo Vigo, natural de Ferrol (A Coruña), es Catedrática de Lengua y literatura española en el IES Rodolfo Ucha, de Ferrol, Doctora en Filología con la tesis Las representaciones escénicas en Ferrol (1879-1915), Licenciada en Filología hispánica por la UNED, Licenciada en Historia y Geografía por la U. de Santiago de Compostela, editora de la revista Bradomín (estudios sobre Ramón Mª del Valle-Inclán). Autora de estudios biográficos sobre Cunqueiro, López Ferreiro, Afonso X, o Sabio, Manuel Murguía, Valle-Inclán, Torrente Ballester, Concepción Arenal, etc. publicados por las Diputaciones de A Coruña y Pontevedra. Coautora de libros como Rubia Barcia, un intelectual no exilio; Ilustres nas rúas de Ferrol, publicados por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Ferrol. Autora de Unidades Didácticas y Vídeos sobre autores literarios. Colabora en revistas culturales como SIGNA, Revista de Semiología de la UNED y con Ferrolanálisis.. Con La Voz de Galicia realizó 8 tomos de la Historia de la Literatura gallega y sus autores. Dirige el Club de Narrativa en la Biblioteca Municipal de Ferrol. Pilar Bravo Lledó es licenciada en Geografía e Historia y Licenciada con grado en Historia Medieval. Su tesina versó sobre “La Comunidad judía madrileña en la Edad Media”. trabajó en descripción y organización de archivos nobiliarios en Toledo en 1992. Posteriormente desarrolla labores en el Archivo Histórico Nacional primero para información y orientación de usuarios desde 1997, siendo desde 2002 Jefe de la Sección de Códices y de Diversos en el Archivo Histórico Nacional, donde se encuentran ubicados los archivos personales y privados Actualmente trabaja en la organización y clasificación de los archivos de Jacinto Benavente, Luis Felipe Vivanco y Luis Rosales, de cuya exposición con motivo de Homenaje a Luis Rosales en su Centenario (2010) fue comisaria. 20 Antonio María González Padrón, Telde, Gran Canaria, 1955; es el actual Director- Conservador de la Casa-Museo León y Castillo de Telde, Institución adscrita al Servicio de Museos del Cabildo de Gran Canaria. Así mismo es Cronista Oficial de su ciudad natal, de la que también es Hijo Predilecto. Presidente de ACAMFE desde octubre de 2010, pertenece como Académico Correspondiente a La Real Academia de La Historia (Madrid). 21 SEDE SOCIAL Asociación Casas-Museo y Fundaciones de Escritores Associação de Casas-Museu e Fundações de Escritores RESIDENCIA DE ESTUDIANTES C/ Pinar nº 23 C.P. 28006 MADRID Presidente Antonio María González Padrón [email protected] Secretaría Ibón Arbaiza Urgarte [email protected] 22