Número 10

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Número 10
julio — septiembre de 2014
POLIÉDRICA PALABRA / POLIÉDRICA PARAULA / HITZT POLIEDRIKOA / POLIÉDRICA PALAVRA , LA REVISTA DE ACAMFE, ISNN: 1886-1806
Edición Digital
Dirección y Coordinación
Diseño y montaje
ISSN: 1886-1806
© del diseño, Arch. Ideas y Creación.
© de la Edición, Asociación de Casas Museos y Fundaciones de Escritores
© de los textos, sus autores.
© de las imágenes, sus autores.
© Portada: Portada de “Platero y yo” Primera edición. 1914.
Todos los derechos de reproducción íntegra o parcial, en cualquier medio
físico o digital quedan totalmente reservados a ACAMFE. Esta revista es de
distribución gratuita e interna de ACAMFE. Cualquier uso distinto al actual
debe ser informado.
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A modo de Editorial: El centenario
de Platero nos conmueve.
Hace ya unos meses, tal vez más de los
que hubiésemos deseado, enviamos a la
gran familia Acamfiana un anunciopetición que simplemente decía: todos
los que lo deseen y puedan, manden a
esta Junta de Gobierno sus trabajos
sobre el Centenario de la Primera Edición de Platero y Yo, la obra más divulgada y por lo tanto más popular de
nuestro Juan Ramón Jiménez. Después
de mucho tiempo, no libre de insistencias puntuales, henos aquí con unos
pocos, pero interesantísimos trabajos
para publicar.
ni filósofa de renombre. Eso si lectora
empedernida y soñadora por demás.
Gracias a su filosofía de vida pudo acometer arduos trabajos, con poco dinero
y menos apoyos institucionales.
Nos acercamos a pasos agigantados a
octubre, mes en el que tradicionalmente
nos reuníamos en las Jornadas Acamfianas y en los Encuentros Ibéricos. Este
año, a pesar de prometernos la subvención ministerial, ésta nos ha sido denegada, así sin más. Como todos saben,
habíamos trabajado para estar en Moguer y celebrar el Centenario, pero el
Ministerio de Cultura del Gobierno de
España, o no lo ve necesario o simplemente “no lo ve”. Así las cosas, la
Asamblea General Ordinaria se celebrará en Madrid el 24 de octubre, viernes.
Entre otras cuestiones, para renovar la
Junta Directiva. Nos gustaría una participación masiva, tanto en las candidaturas como en lo presencial. Con el ánimo
de seguir en la lucha en pro de nuestros
autores, nos despedimos hasta un próximo número de Poliédrica Palabra.
Creo que hemos cumplido así con el
mandato de la Asamblea General Ordinaria de Madrid 2013, en la que se nos
pedía que Poliédrica Palabra, la revista
de Acamfe, se dedicara más a temas
monográficos. Aunque seguimos pensando que todo cabe en una publicación
de su característica, hemos esperado
siete largos meses la participación de
todos, pero solo unos pocos valientes
han obrado en consecuencia.
Conocemos de sobra las situaciones
anómalas que muchos de nosotros sufren a raíz de la consabida crisis económica, que tan radical ha sido en sus
recortes para con la cultura. Pero no es
menos cierto que el día a día de nuestras instituciones nos roba todo el tiempo disponible y, entre una cosa y la otra
nuestro ingenio creativo pudiera estar a
la baja.
Cuando la realidad te agobie ¡Viva
la fantasía! Créannos, la autora de la
frase precedente, ni fue gran escritora,
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Índice
Editorial…………………………………………………………………….. 3
Por una idea……………………..………………………………………...6
Exposición Platero y yo: De Moguer a Moya.
Rosario Henríquez Santana
ACAMFE en actividad………...……………………………….……….10
Centenario de Platero y yo en el 2014
Marisa Díaz-Pinés Fdz-Prieto
Desde el taller………..……….……..………………………..………...12
Platero y yo
Maria Eva Ocampo Vigo
De paso por ACAMFE………….…………………………..…………...15
Tan lejos pero tan cerca
Pilar Bravo Lledó
ACAMFE en actividad……….……..………………………...………...17
Paseando con Platero por la ciudad de Telde
Antonio Mª González Padrón
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ACAMFE en actividad: Exposición Platero y yo
De Moguer a Moya
Rosario Henríquez Santana
Con motivo del Día Internacional del
Libro y para celebrar el centenario de la
publicación de la obra de Juan Ramón
Jiménez, Platero y yo, la Casa-Museo
Tomás Morales, dependiente de la Consejería de Presidencia, Cultura y Nuevas
Tecnologías del Cabildo de Gran Canaria, organizó la exposición bibliográfica y
documental Centenario de Platero y yo,
de Juan Ramón Jiménez (1914-2014):
de Moguer a Moya. “Platero es pequeño,
peludo, suave; tan blando por fuera,
que se diría todo de algodón, que no
lleva huesos”, así comienza una de las
obras más universales del nobel de literatura Juan Ramón Jiménez (Moguer,
Huelva, 1881 – San Juan, Puerto Rico,
1958), uno de los mejores conjuntos de
poemas en prosa de la literatura española. Lectura de niños y adultos en to-
dos los países de lengua hispana. Obra
traducida a las más importantes lenguas
de la cultura –es la tercera obra más
traducida después de La Biblia y El Quijote- y obra clave de la literatura contemporánea. Una muestra bibliográfica,
documental y fotográfica que aglutinó,
en un primer apartado, algunas de las
más de 250 ediciones que se han publicado en España desde 1914 hasta la
actualidad de Platero y yo, comenzando
por la edición que se publicó por primera vez en 1914 en la llamada “edición
menor” de La Lectura con ilustraciones
del valenciano Fernando Marco (18861965), y continuando con la primera
edición completa, la de la Biblioteca
Calleja publicada en enero de 1917 en
Madrid hasta llegar a las ediciones más
actuales.
En un segundo apartado, a través de
algunos de los extractos de los diferentes capítulos en los que está dividido
Platero y yo conocimos a los principales
personajes y temas de la obra. Entre los
principales personajes se encuentran
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lores que transmite Platero y yo, valores
que han convertido al libro en todo un
referente entre las escuelas de todo
mundo.
En un tercer apartado, nos acercamos a
Moguer, el pueblo natal de Juan Ramón
Jiménez a través de fotografías y textos
nos adentramos en Fuentepiña, la casa
de campo situada a escasos kilómetros
de la localidad de Moguer (Huelva, España), en el paraje del mismo nombre y en
la “Finca Santa Cruz de Vista Alegre”.
Esta casa era la casa de descanso de
Juan Ramón Jiménez donde vivió durante 1906-1910. Esta finca la evoca Juan
Ramón Jiménez continuamente en obras
suyas y gran parte de Platero y yo fue
pensado y escrito allí. Juan Ramón Jiménez decidió enterrar a su amado Platero
junto a esta casa y bajo un pino centenario. Y también conocimos, en este
apartado referencias a la onomástica de
los burros en Andalucía: de dónde viene
el nombre de Platero, mohíno, cano…
Juan Ramón Jiménez que es el poeta
que narra la historia de su relación con
su burrillo; Platero, el burro del poeta;
Victoria, Lola, Blanca y Pepe, los sobrinos del poeta; y Darbón, el médico de
Platero. Entre los principales temas se
encuentran la complicidad, la bondad, el
rechazo, la alegría y la tristeza, la soledad y la esperanza. Personajes y temas
que nos dan a conocer los distintos va-
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el resultado final es un libro de singular
encanto y donde la armonía entre el
texto y las ilustraciones es absoluta. La
repetida presencia de un tierno borriquito desde diferentes perspectiva en muchas de sus páginas, hasta mariposas,
niños, cipreses, rosas, lirios, cabras,
patos y un sin fin de motivos más se
pudo observar en la muestra a través de
reproducciones fotográficas de las páginas de los distintos capítulos en los que
se divide el libro. También tuvimos la
oportunidad de observar el emblema
que utilizaba Juan Ramón Jiménez a
partir de 1916 en todas su publicaciones, diseñado también por su amigo
Fernando Marco, el conocido y sencillo
dibujo de una ramita de perejil junto al
lema escrito en griego «πετροσ ελινον»,
perejil silvestre.
En un cuarto apartado, dimos especial
protagonismo a la ilustración gráfica de
la obra. Platero y yo es un libro que se
presta a ser ilustrado, como se ha comprobado a lo largo de las distintas ediciones que se han realizado a lo largo
de la historia. Destacamos sobre todo la
edición ilustrada de 1914 de la colección
“Biblioteca de la Juventud” de la editorial La Lectura. Sus editores cuidaron su
presentación encargando al dibujante
Fernando Marco (Valencia, 1886-1965)
la realización de las ilustraciones donde
Mención especial mereció el quinto apartado de la exposición ya que se trataba
del eslabón que une al titular de esta
casa-museo, Tomás Morales (18841921) con el poeta moguereño, Juan
Ramón Jiménez (1881-1958), dos figuras claves del modernismo hispánico; así
como el eslabón que nos permitió unir el
pueblo de Moguer con el pueblo de Moya, subtítulo de la exposición –de Moguer a Moya. En 1908, con tan solo 23
años de edad, Tomás Morales publica en
Madrid su primer libro, Poemas de la
Gloria, del Amor y del Mar, lo que significó la consagración de un joven poeta
que por entonces empezaba a darse a
conocer. El libro se dividía en tres secciones: “Rimas sentimentales”, “Poemas
de la Gloria” y “Poemas del mar”. Y Tomás Morales dedica la sección de “Rimas
sentimentales” a Juan Ramón Jiménez.
Otro eslabón más que nos permitió unir
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a estos dos poetas
es que Juan Ramón
Jiménez salió
de
España exiliado en
1936 a varios países
y en 1951 se instala
definitivamente
en
Puerto
Rico.
En
1953, Juan Ramón
imparte durante dos
semestres un seminario de doctorado
que tratará sobre el Modernismo en la
Universidad de San Juan, en Puerto
Rico. El miércoles 21 de enero de 1953,
Juan Ramón Jiménez iniciaba su primer
curso sobre el Modernismo en el Recinto
de Río Piedras de dicha Universidad. En
sus apuntes de las clases del primer
curso del 10 de abril de 1953 podemos
leer lo siguiente: “Tomás Morales, canario, sigue muy de cerca a Rubén Darío.
Poemas del Atlántico”.
En un sexto y último apartado, la exposición finalizó con un recorrido didáctico
en el que se mostraron dos visiones
sobre Zenobia Camprubí, la esposa de
Juan Ramón Jiménez, un personaje deslumbrante; también en este último
apartados mostramos dos anécdotas
sobre Platero y yo; la primera, de 1928
donde mostramos una carta que dirigen
Luis Buñuel y Salvador Dalí a Juan Ramón Jiménez, de la que extraemos las
siguientes palabras: ¡¡MERDE!! para su
Platero y yo, para su fácil y malintencionado Platero y yo, el burro menos burro, el burro más odioso con que nos
hemos tropezado. Y la segunda, de
2011, donde mostramos un twitter publicado en un medio nacional con un
resumen de Platero y yo en sólo treinta
y un caracteres. Y para finalizar, en este
apartado también mostramos diferentes
críticas a la obra de Juan Ramón Jiménez.
La exposición se complementó con un
taller didáctico sobre Platero y yo dirigido a alumnos desde infantil hasta bachillerato que se llevó a cabo desde el 23
de abril hasta el 20 de junio; así como la
proyección del documental Platero y yo
de Juan Ramón Jiménez con guión de
Miguel Marías y realización de Enrique
Nicanor Parra que se estrenó en 1976
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de Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez, la Consejería de Presidencia, Cultura y Nuevas Tecnologías del Cabildo de
Gran Canaria, a través de la Casa-Museo
Tomás Morales, quiso sumarse, con el
objetivo de fomentar, aún más si cabe,
la lectura de esta obra inmortal, a los
distintos actos programados por la Junta
de Andalucía para conmemorar el Año
Platero (2014).
para la serie de TVE Los libros (19741977) y que se proyectó con dos pases
especiales el sábado 26 y el domingo
27de abril ya que el documental estuvo
continuamente proyectándose en las
salas de exposiciones durante el tiempo
que permanezca abierta la muestra.
Con estas actividades dedicadas al conmemorar el Centenario de la publicación
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Por una idea: Centenario de Platero y yo
En el 2014
Marisa Díaz-Pinés Fdz-Prieto
También podría llamarse “Año de la sencillez” porque Juan Ramón quiso elevar a
la categoría suprema lo sencillo y cotidiano a través de las palabras de “Platero
y yo”.
debía usted escribir siempre”. Luego
añadió: “Pero no se envanezca”.
Juan Ramón, un poco antes de morir, en
1958, dijo a Ricardo Gullón: “Entre las
obras más características de mi prosa
considero a Platero la más representativa
de la 1ª época”. En ese mismo año, su
sobrino, Francisco Hernández Pinzón
Jiménez escribió: “Juan Ramón y Platero
son dos figuras inseparables, y vivirán
para siempre asociadas en la imaginación universal”.
Es difícil hacer un recuento de las ediciones de Platero; el mismo J R J lo decía al
hacer un prólogo a la edición de 1952, de
la Editorial Losada de Buenos Aires, de
35.000 ejemplares. La 1ª edición menor
fue en la serie Juventud, de La Lectura
de Madrid, en la Navidad de 1914. La 1ª
edición completa fue de la Casa Calleja,
de 1916, después la de Espasa-Calpe,
luego la de la Residencia de Estudiantes
y en 1936, la de la editorial Signo. En
1937, Espasa-Calpe reimprimió las dos
ediciones, la completa y la menor. La
Editorial Losada dio luego tres ediciones
simultáneas. Gustavo Gili, de Barcelona,
hizo una edición para bibliófilos, ilustrada
por José Mompou. Hay que destacar que
fue Don Francisco Giner de los Ríos quién
impulsó la edición primera. Juan Ramón
contaba emocionado que una mañana de
frío le llamó Manuel Bartolomé Cossío, el
crítico de El Greco, que era un hijo para
Don Francisco, para que fuera a darle y
recibir el último adiós. J R describe con
una sensibilidad exquisita la entrada al
sencillo dormitorio de Don Francisco
cuando vio que tenía sobre su cómoda
un montón de ejemplares de Platero: era
el regalo de Navidad y Año Nuevo que
había hecho a sus amigos. Al verle entrar
se sonrió con esa cara azul de cianosis,
se cogieron las manos y el enfermo abrió
el libro por el capítulo de la muerte de
Platero y mirando a J R le dijo: “Es perfecto” y continuó: “Con esta sencillez
Me gusta leer las distintas ediciones de
Platero, hoy tomo la de Ricardo Gullón,
de Taurus, en su XV edición, de 1982.
Escribe que la 1ª edición de 1914, selección preparada a petición de los editores,
dio lugar a que el librito se encasillara en
“Literatura infantil”. Ya en 1916, la edi-
“Es perfecto” y continuó:
“Con esta sencillez debía
usted escribir siempre”.
Luego añadió: “Pero no se
envanezca”.
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ción completa era lectura adulta, algunos capítulos apuntan a la crítica social.
Gullón escribe: “Un lector moderno puede ver a Platero como símbolo de la
naturaleza con quien el autor dialoga e
incluso pensarlo como reflejo de la conciencia del poeta.”
la Universidad de Rio Piedras, en Puerto
Rico.
Francisco Garfias recoge y prologa en
“Por el cristal amarillo” una miscelánea
de J R que podría ser esa 2ª parte
deseada de “Platero y yo”. Garfias recopila más textos de J R en “La colina de
los chopos” y “Cuadernos de Juan Ramón.”
La obra tiene 138 capítulos aunque alguna vez pensó J R que tuviera 190.
Este dato lo descubrió Ricardo Gullón en
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Desde el taller: Platero y yo
Maria Eva Ocampo Vigo
En las clases de literatura de bachillerato se pide a los alumnos que aprendan a
resumir y comentar un texto de cualquier tipo con el fin de que, aprobados
los dos cursos de este nivel, sean capaces de superar la prueba de Selectividad
en el ejercicio de Comentario de Texto.
En este examen suelen presentarse
textos literarios o periodísticos. Para
ejercitarse en la modalidad de texto
literario solemos usar algunos relatos de
este excelente libro de J.R. Jiménez,
Platero y yo.
alegría, marcha hacia el colegio con
todas las cosas y su propio cuerpo (las
manos) marcadas con el sello.
Presentación del tema: su compañero
tenía un sello que le gustaba mucho al
joven Juan Ramón.
Desarrollo del tema: el narrador quedó prendado del objeto y quiso hacer
algo semejante utilizando una imprentilla que encontró en un escritorio viejo
de su casa, pero no imprimía bien.
Un día llegó a su casa un viajante de
escritorio de Sevilla y el niño sacó un
duro de su hucha y encargó un sello que
debía llevar su nombre y el de su pueblo.
Entre otras, una de las narraciones elegidas para hacer estos ejercicios es la
titulada “El sello”, cuyo comentario, más
minucioso del que se les pide a los
alumnos, vamos a presentar a continuación.
Esperó con ansiedad a que se lo enviaran y al fin, después de unos días que
se le hicieron interminables por la espera, llegó el deseado sello. Aunque el
objeto parecía complicado por tener
muchas más prestaciones de las que
interesaban, la estampilla aparecía flamante.
Seguimos la edición de Michael P. Predmore, 6ª edic. en Cátedra, Madrid:1982, pp. 156-157.
Siguiendo la opinión académica actual,
nos referiremos a relato –corto, por
supuesto- y/o cuento indistintamente,
para referirnos al texto comentado.
Desenlace: con suma alegría plasmó la
estampilla en todo lo que encontraba y
al día siguiente todos los objetos que
llevó al colegio iban impresos con su
sello, que decía:
RELATO LX: EL SELLO
Sinopsis: el autor cuenta a Platero
cuánto le gustó el sello (de caucho) que
tenía un compañero suyo, cuya estampilla impresionaba en diversos materiales su nombre y apellidos, así como la
ciudad de su dueño. Cuando el niño
consigue tener uno similar, henchido de
Juan Ramón Jiménez
Moguer
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experimentado el autor al redactarlo”.
COMENTARIO DEL RELATO
Baquero Goyanes afirma que la emoción
que produce un cuento es “de signo muy
semejante a la poética”, por lo que Platero pertenece al género intermedio entre
poesía y novela
Juan Ramón Jiménez realizó sus estudios primarios en el colegio en el que D.
Carlos Girona y Mexía ejercía de director. Allí tenía un compañero, Francisco
Ruiz, que era el dueño del sello que
tanto fascinó a nuestro autor.
Aparecen, por lo tanto, en el relato muchas características propias de la
poesía, como son:
Entre sus recuerdos de infancia se encuentra este que nos indica el interés
que todo lo relacionado con el arte de
imprimir empezaba a despertar ya en el
niño.
*Figuras estilísticas como la comparación que aparece al principio del relato
en donde al niño Juan Ramón el sello en
su cajita le evoca a un pájaro en el nido:
[…]Aquel tenía la forma de un reloj, Platero. Se abría la
cajita de plata y
aparecía, apretado contra el paño de
tinta morada, como un pájaro en su
nido.[…]
Esta anécdota infantil, narrada tan escuetamente, tiene el encanto de la sencillez que se aprecia en todo el libro de
Platero y yo. El placer estético que nos
produce este relato es inmediato, como
corresponde a todo cuento corto.
Además del contenido –la atracción infantil por un objeto-, importan mucho
los elementos formales que aparecen en
el texto.
*Sustantivos con el sufijo diminutivo, que sugieren el afecto por los objetos a los que lo aplica: cajita (de plata), imprentilla, estampilla.
En primer lugar, la estructura de este
relato tiene similitud con la de un poema, en donde las estrofas estuviesen
separadas con dos versos de pie quebrado; aparece dos veces el texto del
sello del amigo y en un tercero, y último, la estampación del nombre de Juan
Ramón, como apoteosis final, es decir,
la conclusión, lo conseguido. J.R. ya
tiene su propio sello y, por lo tanto, fin
del relato.
*Enumeraciones que aluden a lo que
más apetece al niño: el sello para imprimir en cualquier material y el mundo
relacionado con la imprenta.
[…]No era como el otro que con tal facilidad dejaba, aquí
y allá, en un libro,
en la pared, en la carne, su letrero.
[…]
[…]¡Qué embeleso de reglas, de compases, de tintas de
colores, de
sellos![…]
El cuento se caracteriza precisamente
por “concentrar la atención del lector en
una sola impresión como consecuencia
de una única intuición que es la que ha
[…]Al día siguiente, con qué prisa alegre
llevé al
colegio todo, libros, blu-
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sa, sombrero, botas, manos,
el letrero.[…]
con
También aparecen otras figuras retóricas como las que expresan, en forma de
exclamaciones, la emoción, sentimiento y el desahogo afectivo del protagonista-autor:
[…]¡Qué ilusión!... ¡Qué embeleso…!
¡Qué larga
semana
aquella!
¡Qué latirme el corazón…! ¡Qué sudor
triste…! ¡Qué sé yo…!
¿Qué no era mío?... ¡Qué angustia![…]
Los campos semánticos que aparecen
en este relato son varios, el de los colores, el de objetos domésticos… pero el
más abundante se refiere a las palabras
relacionadas con la imprenta; aparecen
23 en un texto tan corto, lo que nos da
idea del gusto del escritor-protagonista
por este tema.
Para concluir debemos decir que este
relato nos parece fascinante por la perfecta conjunción entre su significado y
su estructura. En él asistimos al deseo
infantil por poseer un objeto ansiado
desmesuradamente. Nos identificamos
completamente con el niño Juan Ramón,
porque a todos nos ocurrió algo semejante en nuestra propia niñez. Además,
en este caso, resulta un presagio de la
vocación que el poeta sentirá por el
mundo de los libros y de la impresión.
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De paso por ACAMFE: Tan lejos pero tan cerca
Pilar Bravo Lledó
Mi llegada a Acamfe fue casi tan inesperada como mi marcha. Corría el año
2009 cuando, casi por sorpresa, aparecí
en la Asamblea General que se celebraba en Las Palmas de Gran Canaria. Recuerdo que aquella misma tarde nos
presentamos como nuevos socios la
Casa Natal Cervantes, la Casa-Museo
Lope de Vega y el Archivo Histórico Nacional. Todo era nuevo para mí: la gente, el ambiente, las conversaciones, el
trabajo… y pensé: ¿cómo voy a abordar
todo esto?, ¿qué voy hacer?. A pesar de
la novedad y de la incertidumbre, en
ningún momento me sentí extraña, todo
lo contrario, la sensación es que de alguna manera formaba parte de aquello.
Realmente todo fue muy fácil.
Las experiencias se fueron sumando.
Comenzamos a preparar la siguiente
Asamblea, en Valladolid, y ese mismo
año contactamos con nuestros amigos
portugueses. Fue el comienzo de lo que
hoy es una realidad, el Acamfe Ibérico.
A nivel profesional y personal, esos primeros contactos con Portugal fueron
francamente intensos y se crearon unas
expectativas de lo más halagüeñas.
Portugal y sus gentes, siempre tan lejos
y tan cerca, se abrieron totalmente a
nosotros, se mostraron cercanos, dispuestos, con las manos extendidas.
Conocer in situ su realidad social, cultural y personal, sus paisajes, sus costumbres, sus vecinos, permitió trascender la obra de escritores de la talla de
Miguel Torga, Aquilino Ribeiro, Eça de
Queirós o Camilo Castelo Branco.
Durante un año, y como representante
de mi institución, recibía toda la información de manera puntual, enviaba
todo lo que me solicitaban y poco a poco empecé a saber qué era Acamfe.
Llegó el momento de la celebración de
la siguiente Asamblea, en Orihuela
(Alicante). El destino me tenía reservada una de las experiencias más enriquecedoras, en todos los sentidos, que he
tenido.
“Al principio reconozco que
me entró pánico, pero poco a
poco, y gracias a la
generosidad de todos,
encontré mi sitio, me sentí
segura y, algo muy
importante, siempre fui
respetada y respaldada por
mis compañeros.”
Ese año se debía renovar la Junta Directiva y cuál fue mi sorpresa, que de repente me encontré como Secretaria. Al
principio reconozco que me entró pánico, pero poco a poco, y gracias a la generosidad de todos, encontré mi sitio,
me sentí segura y, algo muy importante, siempre fui respetada y respaldada
por mis compañeros.
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plejo humano-institucional. Creo que uno
de sus grandes valores lo constituye la
humanidad que caracteriza a cada uno
de sus miembros. Ahí están no sólo los
colegas de trabajo y los compañeros,
sino los amigos que arropan y empujan
cuando realmente hace falta.
De repente había otro Portugal. De ser
un país y unas gentes desconocidos.
Simplemente está ahí, con nosotros.
Acamfe no sólo es una asociación donde
se abordan los problemas de las Casas
Museo y Fundaciones de nuestros escritores y se tratan cuestiones de índole
intelectual, laboral, económica o social,
sino que en ella se comparten, se entienden y se acoplan las distintas realidades de las Casas-Museo. Pero hay
otra parte, la parte humana. Es el
Acamfe donde se reúnen los amigos,
donde se comentan los problemas y
donde siempre hay tiempo para una
confidencia o unas risas.
Ese calor no sólo se siente con las personas que representan a cada uno de sus
escritores, sus Casas y sus Fundaciones,
sino con los propios escritores. Aún recuerdo la emoción y cercanía con la que
sentimos a Miguel Delibes el día que, de
manera inesperada, tuvimos la ocasión
de conocer de la mano de sus propios
hijos el lugar donde vivía, donde escribía, donde se movía… la visita superó
cualquier expectativa.
El calor humano, algo tan importante en
los tiempos que vivimos, nunca falta.
Ahora que ya no formo parte de Acamfe
(físicamente y de momento), sin embargo no me siento tan alejada de ella, de
alguna manera sigo ligada a este com-
Una sensación muy similar sentimos durante el recorrido literario que se llevó a
cabo en Portugal en la primavera pasada: La Ruta literaria por el Douro. Sólo si
se contempla aquel paisaje, se conoce la
realidad que envolvió a sus escritores, se
toma conciencia de la dureza y belleza
de esa tierra, se llega a entender la sensibilidad, la profundidad y el intimismo
que destilan sus escritos, escritos que
aún tienen total vigencia, y que así será
durante mucho tiempo, como sucede con
los grandes literatos conocedores profundos del alma humana.
“Creo que uno de sus
grandes valores lo constituye
la humanidad que caracteriza
a cada uno de sus miembros.
Ahí están no sólo los colegas
de trabajo y los compañeros,
sino los amigos que arropan
y empujan cuando realmente
hace falta.”
Realmente me siento privilegiada por la
etapa que me ha tocado vivir en Acamfe.
Es como una colección de postales, que
puedo mirar cuando quiera y en las que
siempre descubro algo. Son las postales
que, a pesar del tiempo, cuando las miras siempre te trasladan al momento y al
lugar.
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ACAMFE en actividad: Paseando con Platero
a través de la ciudad de Telde
Antonio Mª González Padrón
Juan y su esposa Juani, son dos asiduos
visitantes de la Casa-Museo León y
Castillo, a la vez que participan activamente en muchas de sus propuestas
culturales. Juani, persona de extraordinaria sensibilidad acude a dos de ellas:
Café con L y Los Placeres de Montiano. Juan es un habilidoso artesano
belenista, que cada año dedica sus horas de ocio a construir paisajes rurales y
urbanos de la antigua Palestina, siguiendo en muchos casos antiguos grabados
franceses e ingleses del Siglo XIX. Un
buen día, se enteraron que nuestro
Centro de Estudios de Historia Contemporánea, versión académica de
esta institución museística, se disponía
a celebrar el I Centenario de la publicación de Platero y Yo. Y he aquí que se
pusieron manos a la obra para regalarnos un burrito de tamaño natural, para
el disfrute de todos los amantes del
pollino moguereño. Su cuerpo no es de
algodón, más bien de corcho blanquecino, y sus ojos son negros, pero no de
azabache. ¡No importa! A nosotros nos
da lo mismo, es “nuestro Platero”, aquel
que ha sabido personificar todas las
virtudes que Juan Ramón le hizo portador al suyo.
En las pasadas Fiestas Fundacionales y
Patronales de Telde, dedicadas a San
Juan Bautista, de nuevo salimos a las
calles y plazas de nuestra Ciudad, pero
esta vez acompañados por nuestro Platero, al que previamente habíamos dotado de cuatro disimuladas ruedas.
Las autoridades municipales, unidas a la
Banda Municipal de Música, escritores,
pintores, escultores, y muchos, muchos
lectores de Juan Ramón Jiménez nos
acercamos hasta el Teatro teldense, que
desde el año 2005 se denomina como el
escritor moguereño. Allí cerca de su
busto, los músicos tocaban alegres pasodobles, isas, folías y malagueñas
(estas tres últimas formas expresivas de
nuestro más puro folklore). En unos
minutos se acercó la máxima autoridad
municipal con un ramo de rosas rodeado
“Todos han leído algún
capítulo y después a solas o
en grupo han meditado sobre
las verdades juanramonianas
¡que no son pocas!”
Cientos de niños, de edades comprendidas entre los dos y los noventa y cuatro
años, lo han acariciado y también se
han llevado el recuerdo de una foto,
bien sacada por otro amigo plateresco o
una autofoto con su propio móvil. Todos
han leído algún capítulo y después a
solas o en grupo han meditado sobre las
verdades juanramonianas ¡que no son
pocas!
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de seis manojos de perejil. Lo de “las
finas hierbas” fueron añadidas por el
gusto de Juan Ramón. Unos mil metros,
casi todos ellos en línea recta, fueron
recorridos por casi un centenar de personas, mientras unos amigos de la Casa
-Museo leían diferentes capítulos de
Platero y Yo.
paroxismo volcánico”. Y en medio de las
calles: Pablo Neruda, Avenida de La
Constitución, Ramblas del Cabildo Insular, Pérez Galdós, Julián Torón y la antigua Real, hoy trocada en León y Castillo,
solo un protagonista: Platero, el de
ellos, el nuestro, el tuyo, el mío… el de
todos.
La emoción nos embargó en aquella
tarde isleña, en donde “el límpido azul
de nuestro cielo, levemente iluminado
por un Helio en retirada, aparecía tras
nuestras cumbres violáceas, hijas del
Pocas veces se han visto tantas voluntades juntas en un mismo sentir: festejar
al libro, a la obra de arte por excelencia:
Platero y Yo.
Imágenes: Pertenecientes al reportaje realizado por Antonio Alí con motivo del Recorrido Literario 2014. Busto de
Juan Ramón Jiménez y representación de Platero en el patio de la Casa-Museo León y Castillo.
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Mª Del Rosario Henríquez Santana es técnico especialista en
Biblioteca, adscrita a a la Biblioteca Archivo de la Casa-Museo
Tomás Morales, perteneciente al Servicio de Museos de la Consejería de Gobierno de Presidencia, de Cultura y Nuevas Tecnologías del Cabildo de Gran Canaria. A su vez, es Redactora Jefa de
la Revista de Estudios Modernistas de la Casa-Museo Tomás Morales, Moralia.
Marisa Díaz-Pinés Fernández-Prieto, nacida en Manzanares
(Ciudad Real). Estudio Magisterio , después Filología inglesa y más
tarde se licenció en Geografía e Historia. Hizo el Doctorado en Creatividad y Estética en Literatura, en el Dpto de Pedagogía social. Ha
trabajado durante 39 años en dos colegios en Madrid. Actualmente se
acaba de jubilar. Se ha especializado en Zenobia y Juan Ramón Jiménez. Participó en el Congreso internacional en La Rábida sobre “Mujer
y escritura autobiógrafica”, monográfico sobre Zenobia Camprubí. Ha
publicado cuatro libros: Poemas de paz, Hablando con el Platero de
Juan Ramón (en inglés y español), Taller de cuentos (para desarrollo
de la creatividad) y Creatividad en la familia. Desde hace tres años
reside en Las Palmas de Gran Canaria.
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Eva Ocampo Vigo, natural de Ferrol (A Coruña), es Catedrática
de Lengua y literatura española en el IES Rodolfo Ucha, de Ferrol,
Doctora en Filología con la tesis Las representaciones escénicas en
Ferrol (1879-1915), Licenciada en Filología hispánica por la UNED,
Licenciada en Historia y Geografía por la U. de Santiago de Compostela, editora de la revista Bradomín (estudios sobre Ramón
Mª del Valle-Inclán).
Autora de estudios biográficos sobre Cunqueiro, López Ferreiro,
Afonso X, o Sabio, Manuel Murguía, Valle-Inclán, Torrente
Ballester, Concepción Arenal, etc. publicados por las Diputaciones de A Coruña y Pontevedra. Coautora de libros como Rubia
Barcia, un intelectual no exilio; Ilustres nas rúas de Ferrol,
publicados por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Ferrol. Autora de Unidades Didácticas y Vídeos sobre autores
literarios. Colabora en revistas culturales como SIGNA, Revista de
Semiología de la UNED y con Ferrolanálisis.. Con La Voz de
Galicia realizó 8 tomos de la Historia de la Literatura gallega
y sus autores. Dirige el Club de Narrativa en la Biblioteca Municipal de Ferrol.
Pilar Bravo Lledó es licenciada en Geografía e Historia y Licenciada con grado en Historia Medieval. Su tesina versó sobre “La Comunidad judía madrileña en la Edad Media”. trabajó en descripción y organización de archivos nobiliarios en Toledo en 1992. Posteriormente
desarrolla labores en el Archivo Histórico Nacional primero para información y orientación de usuarios desde 1997, siendo desde 2002 Jefe
de la Sección de Códices y de Diversos en el Archivo Histórico
Nacional, donde se encuentran ubicados los archivos personales y
privados
Actualmente trabaja en la organización y clasificación de los archivos de Jacinto Benavente, Luis Felipe Vivanco y Luis Rosales, de
cuya exposición con motivo de Homenaje a Luis Rosales en su
Centenario (2010) fue comisaria.
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Antonio María González Padrón, Telde, Gran Canaria, 1955; es el
actual Director- Conservador de la Casa-Museo León y Castillo de
Telde, Institución adscrita al Servicio de Museos del Cabildo de Gran
Canaria. Así mismo es Cronista Oficial de su ciudad natal, de la que
también es Hijo Predilecto. Presidente de ACAMFE desde octubre de
2010, pertenece como Académico Correspondiente a La Real Academia de La Historia (Madrid).
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SEDE SOCIAL
Asociación Casas-Museo y Fundaciones de Escritores
Associação de Casas-Museu e Fundações de Escritores
RESIDENCIA DE ESTUDIANTES
C/ Pinar nº 23
C.P. 28006 MADRID
Presidente
Antonio María González Padrón
[email protected]
Secretaría
Ibón Arbaiza Urgarte
[email protected]
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