Crónica Judicial

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Estimado Lector:
Con este número comenzamos una nueva era en Crónica Judicial.
Crónica Judicial modifica su imagen pero principalmente sus contenidos y su intención de acercar una publicación de
calidad con un toque eminentemente académico en donde todas las opiniones se respetan y se incluyen así como un
informe de las actividades del Pleno y del Consejo de la Judicatura.
El Poder Judicial del Estado de Querétaro refrenda su compromiso con todos los queretanos y trabaja día con día no
sólo en la trascendental tarea de impartir justicia sino en un ejercicio de renovación en todas sus áreas para responder
mejor a los retos que enfrenta nuestro estado que se ha convertido en un interesante polo de desarrollo en todos los
ámbitos.
Agradecemos el tiempo dedicado a la lectura de Crónica Judicial y estaremos muy atentos a los comentarios y
sugerencias de nuestros lectores, al tiempo de hacer una invitación a todos aquellos interesados en participar con algún
artículo.
1
TEMARIO
La Nueva Justicia Constitucional en el Estado de Querétaro Mtro. Luis Octavio Vado Grajales
3
Situación Legal del Aborto en Querétaro Lic. J. Jesús Castellanos Malo
10
Justicia, Derecho y Acción de Clase Dr. José Carlos Rojano Esquivel
14
Derecho Agrario Lic. Martha Ofelia García Sánchez
22
La Ética Pública del Juzgador Mtro. Eugenio Castellanos Malo
31
Actividades en Crónica Judicial
39
CONSEJO EDITORIAL
M. en D. Jorge Herrera Solorio, Magistrado
LCC. Sergio Bailleres Flores, Coordinador de Comunicación Social
M. en F. Arturo Flores Velázquez, Director del Instituto de Especialización Judicial
ISC. José Villalón Charre, Director de Informática
LDCG. Gabriela Martínez Reyes, Diseño Gráfico
“Crónica Judicial”, órgano de difusión del Poder Judicial del Estado de Querétaro, de distribución gratuita, los materiales que aquí se publican son
responsabilidad de los autores. Comentarios, sugerencias y colaboraciones, favor de dirigirlas a nuestras oficinas en www.tribunalqro.gob.mx,
Pasteur Sur núm. 4, Col. Centro, C.P. 76000, Querétaro, Qro. Revista del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Querétaro, publicación
trimestral, ISSN 1665-7802, Número de Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor:
04-2009-061818130600-102, Número de Certificado de Licitud de Título: 13569, Número de Certificado de Licitud de Contenido: 11142, . Época III ,
Año 4, Núm. 14, 2009.
PODER JUDICIAL DEL ESTADO DE QUERÉTARO
M. en D. Jorge Herrera Solorio Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia
PRIMERA SALA CIVIL
JUZGADOS PENALES SAN JUAN DEL RÍO
JUZGADOS MUNICIPALES
M. en D. Elvia Julieta Paredón Niño
Titular Juzgado Primero Titular
M. en D. Ma. Antonieta Rebolledo Gloria
Titular Juzgado Primero
Lic. Gabriel G. Perusquía González
Titular Amealco de Bonfil
M .en D. Celia Maya García
Magistrada
Lic. Carlos Manuel Septién Olivares
Titular Juzgado Segundo
M. en D. Enrique Ramírez Martínez
Titular Juzgado Segundo
Lic. Ma. Francisca Escamilla Zárate
Titular Arroyo Seco
Lic. María Elisa Rentería Moreno
Magistrada
Lic. Juan Jorge Velázquez Martínez
Titular Juzgado Tercero
JUZGADOS CIVILES SAN JUAN DEL RÍO
Lic. María del Rocío Cruz Morales
Titular Cadereyta de Montes
M. en D. Jesús Castellanos Malo
Magistrado Presidente de Sala
SEGUNDA SALA CIVIL
Lic. Jesús Garduño Salazar
Magistrado Presidente de Sala
Lic. Juan Manuel Zepeda Garrido
Magistrado
Dr. Salvador García Alcocer
Magistrado
JUZGADOS CIVILES QUERÉTARO
Lic. María Laura Vega Ávila
Titular Juzgado Cuarto
Lic. Ilda María Delgado Muñiz
Titular Juzgado Quinto
Lic. Ma. Victoria Vega Malagón
Titular Juzgado Sexto
Lic. Carlos Maya García.
Titular Juzgado Segundo
Lic. Eugenio Enrique Tovar Esparza
Titular Juzgado Tercero
Lic. Sergio Herrera Martínez
Titular Juzgado Octavo
Lic. Leticia de Lourdes Obregón B.
Titular Amealco de Bonfil
M. en D. Armando Licona Verduzco
Titular Cadereyta de Montes
JUZGADOS FAMILIARES QUERÉTARO
Lic. Gonzalo Aguirre Fuentes
Magistrado
M. en D. Arturo González de Cosío Frías
Magistrado
Lic. María Eugenia Ortega Gómez
Titular Juzgado Primero
M. en D. Marisela Sandoval López
Titular Juzgado Segundo
SALA ELECTORAL
M. en D. Javier David Garfias Sitges
Magistrado Presidente de Sala
M. en D. Basilisa Balderas Sánchez
Magistrada
2
Lic. Sergio Herrera Trejo
Magistrado
Lic. Sandra Perea Rayas
Titular Colón
Lic. Elías Hernández Castañón
Titular Corregidora
Lic. Ma. de la Luz Lucas Reséndiz
Titular El Marqués
JUZGADOS MIXTOS
M. en D. Rodolfo Juárez Medina
Titular Juzgado Séptimo
SALA PENAL
Lic. Araceli Aguayo Hernández
Magistrada Presidente de Sala
Lic. Aida Irasema Corona Martínez
Titular Juzgado Primero
Lic. Carlos Rafael Escalante Munguia
Titular Juzgado Tercero
M. en D. Everardo Pérez Pedraza
Titular Juzgado Cuarto
Lic. Leticia Martínez Mejorada
Titular Juzgado Quinto
Lic. Arturo Ugalde Rojas
Titular Jalpan de Serra
Lic. Alejandro Chávez Arias
Titular Tequisquiapan
Lic. José Antonio Ángels Montes
Titular Tolimán
JUZGADO ESPECIALIZADO EN
JUSTICIA PARA MENORES
M. en D. Mariela Ponce Villa
Juez especializado en justicia
para menores
Lic. José Romualdo Elías Barrientos
Titular Juzgado Sexto
SALA ESPECIALIZADA
EN JUSTICIA PARA MENORES
JUZGADOS PENALES QUERÉTARO
Lic. Sergio Herrera Trejo
Magistrado
M. en D. Araceli Vega Ávila
Titular Juzgado Primero
Lic. Delfina Ordaz Olvera
Titular Juzgado Tercero
Lic. Maricela Martínez Colín
Secretario de Acuerdos del TSJ
Lic. Ma. del Carmen Bárcenas M.
Titular Juzgado Cuarto
Lic. Ivette Ortiz Smeke
Secretaria de Acuerdos del TSJ
M. en D. María Elisa Linares T.
Titular Juzgado Quinto
Lic. José Andrés Corbella Cano
Titular Huimilpan
Lic. Carlos Murillo Cárdenas
Titular Jalpan de Serra
Lic. Luisa Amelia Rivera Rodríguez
Titular Landa de Matamoros
Lic. Ma. Pueblito Aguilar Jurado
Titular Pedro Escobedo
Lic. Alejandro Morado Sánchez
Titular Peñamiller
Lic. María Guadalupe Ramírez Plaza
Titular Pinal de Amoles
Lic. Luis Alberto Contreras Fernández
Titular Querétaro, Civil Qro.
Lic. Samuel Andrade Zamudio
Titular Querétaro, Civil Qro.
Lic. Óscar Martínez Mancilla
Titular Querétaro, Primero Penal
Lic. Rebeca Arlett Schmitter Tello
Titular Querétaro, Segundo Penal
M. en D. Alejandro León Guerrero
Titular Juzgado Segundo
Lic. Jorge Iván Almada Ugalde
Secretario del Pleno, del Consejo de
la Judicatura y del Presidente del TSJ
Lic. Mónica Beatriz Chimal Acevedo
Titular Ezequiel Montes
Lic. Rosa Laura Salazar Rodríguez
Titular San Joaquín
Lic. Alicia Trejo Mancilla
Titular San Juan del Río, Primero
Lic. Felipe Hernández Filomeno
Titular San Juan del Río, Segundo
Lic. Elena López Villeda
Titular Tequisquiapan
Dra. Consuelo Rosillo Garfias
Titular Juzgado Sexto
Lic. Víctor Hugo Rentería Camacho
Titular Tolimán
M. en D. María de Lourdes Portillo
Coronado
Titular Juzgado Séptimo
Lic. José Antonio Ortega Cerbón
Titular Juzgado Octavo
ÁREAS JURÍDICAS Y ÁREAS ADMINISTRATIVAS
Lic.Gabriela Guadalupe Sánchez Sánchez
Secretaria Particular del Magistrado
Presidente
C.P. Sara Septién Olivares
Directora de Contabilidad
y Finanzas
Lic. Arturo Flores Velázquez
Director del Instituto de
Especialización Judicial
Lic. Víctor Mora Atilano
Director de Atención a la Ciudadanía
Lic. Claudia Elizabeth Álvarez García
Secretaria Adjunta de Presidencia
C.P. Edgar Pérez Pedraza
Jefe de la Unidad de Información
Pública
L.I. Virginia Fernández Candelas
Jefa de Área de Biblioteca
Lic. Javier Beltrán Álvarez
Coordinador General de
Actuarios y Peritos
M. en H. Rosa Martínez Pérez
Encargada del Archivo Histórico
Lic. Libia Solorio Lozada
Coordinadora del Centro de Mediación
Lic. Norma Vega Sánchez
Jefa de Oficialía de Partes
Psic. María Lucía Trejo Herrera
Directora de la Unidad de
Psicología
LCC. Sergio Bailleres Flores
Coordinador de Comunicación Social
LAE Gustavo Efraín Mendoza Navarrete
Oficial Mayor
Lic. Javier Gil Mendoza Saldaña
Contralor Interno
Lic. Griselda Ramírez Camacho
Directora Jurídica
Lic. María del Pilar Muñiz Padilla
Visitadora General
ISC. José Villalón Charre
Director de Informática
Lic. Dolores Beatriz Muñiz Moreno
Jefa Oficina Central de Consignación
Lic. Francisco Alberto Becerra Cano
Jefe de Regularización de Predios
LA NUEVA JUSTICIA SOCIAL EN EL ESTADO DE QUERÉTARO
Una Constitución a la que le falta la garantía de la anulabilidad de los actos
inconstitucionales no es plenamente obligatoria en su sentido técnico.
Hans Kelsen1
Mtro. Luis Octavio Vado Grajales*
En las entidades federativas, a últimas fechas, se ha legislado sobre el tema
de la justicia constitucional local, y el Estado de Querétaro, merced a la
reforma de marzo de 2008 a su Constitución local, así como con la reciente
aprobación de su Ley de Justicia Constitucional, se ha integrado a esta
tendencia.
En este artículo se explican los fundamentos de la justicia constitucional local
en Querétaro a partir de la reforma constitucional en cita y de la ley
reglamentaria. Se profundiza en los temas relativos a la orientación de la
reforma, los criterios de interpretación y los procesos constitucionales que se
crean, así como el tema de la jurisprudencia constitucional local.
Se hace especial hincapié en describir los supuestos legitimados y
características de cada uno de los nuevos juicios constitucionales,
profundizando en los casos de los juicios para la protección de derechos
fundamentales y de derechos colectivos y difusos, exponiendo sus rasgos
distintivos y definitorios en contraposición al amparo.
Introducción
El texto constitucional cambia por reforma del constituyente permanente; pero
la norma constitucional, entendida como el resultado del propio texto en
conjunto con el caso fáctico al que se aplica2, es producto último de la actividad
judicial, al resolver los litigios de que se ocupa.
De esta forma, la aplicación del texto constitucional, concretamente de las
constituciones locales, por parte de los órganos ejecutivos y legislativos, e
incluso por los particulares3, queda como un ejercicio incompleto, pues le falta
la definitividad que sólo le otorga un juicio, al contrastar la norma suprema con
el producto de su aplicación, ya sea acto o disposición general.
No propongo que todas las actividades ejecutivas y legislativas de las
autoridades locales, municipales y todos los actos de los particulares deban
ser contrastadas con la Constitución local; pero considero que dicha carta es
una norma de normas; en términos de Hans Kelsen, una norma que regula la
producción de las normas inferiores, y que por tanto, si bien las regulaciones
subordinadas tienen una presunción de constitucionalidad, esta presunción
sólo se convertirá en certeza formal hasta su declaración en un proceso.
* Maestro en Derecho Constitucional y Amparo, candidato a Doctor en Derecho. Profesor de la
Universidad Autónoma de Querétaro, de la que es Presidente de la Academia de Derecho
Constitucional, así como de la Universidad Contemporánea, y del Instituto de Especialización
Judicial del Poder Judicial de Querétaro. Autor de diversos ensayos publicados en editoriales
como Porrúa e Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, así como en la revista
Cuestiones Constitucionales de dicha institución.Correo electrónico:
[email protected]
1
KELSEN, Hans, La garantía jurisdiccional de la Constitución, México, Instituto de Investigaciones
Jurídicas de la UNAM, 2001, (traducción de Rolando Tamayo y Salmorán) p. 95
2
“… la norma no es solamente el texto normativo en ella transformado, ya que la norma también es
el resultado de la unión entre el texto y los hechos (la realidad)” GRAU, Eros, Interpretación y
aplicación del derecho, Madrid, Dykinson, S/F, p.45 (las palabras en itálica y los paréntesis son del
autor)
3
Para la idea de la sociedad abierta de intérpretes constitucionales, vid. HÄBERLE, Peter, El
estado constitucional, México, Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, 2003,
(traducción de Héctor Fix Fierro) p.p. 149-162.
3
Me explico: la Constitución local, en tanto función,
establece una distribución de competencias entre
autoridades locales 4 , así como contenidos y
prohibiciones obligatorias para los textos normativos
inferiores. Es una norma de distribución de
competencias5. Así, cabe desde luego que las
disposiciones de la carta local no sean respetadas en la
labor ejecutiva, legislativa o por los particulares, y por
tanto se hace necesario un mecanismo correctivo de
naturaleza judicial, encargado a un órgano autónomo o
a la cabeza del Poder Judicial Local.
4
1.
2.
3.
Ley superior deroga ley inferior
Ley posterior deroga ley anterior
Ley especial deroga ley general7
La justicia constitucional local en la reforma
Pero podemos leer en nuestra constitución reformada,
en los considerándos, que se busca una interpretación
axiológica de la constitución, una judicialización de la
constitución, que incorpora valores y principios que
pueden hacerse valer contra el Estado y la sociedad
misma. Y más claramente aún, que se trata de una
constitución que debe ser interpretada con base en los
principios pro homine, de progresividad y de
irreversibilidad8.
Como antecedente necesario, debo mencionar que la
Constitución Política del Estado de Querétaro sufrió una
profunda reforma el año pasado, misma que concluyó
con la publicación del nuevo texto el 31 de marzo de
2008.
Desde luego, esto marca una visión garantista de la
constitución local, y obliga a romper con los esquemas
tradicionales de interpretación de la Constitución.
Implica reconocer que una constitución no se interpreta
igual que la ley penal o la mercantil.
La carta local otorga al Pleno del Tribunal Superior de
Justicia la resolución de conflictos entre poderes,
municipios y órganos constitucionales autónomos,
dentro del artículo veintinueve. Desde luego, esta
facultad sólo se refiere a litigios que se relacionen con
competencias otorgadas por el ordenamiento local,
señalado por la propia Constitución local.
Estos nuevos métodos de interpretación que incorpora
nuestra constitución local se refuerzan en el artículo
segundo, que en el último párrafo impone la obligación
de interpretar los derechos fundamentales en beneficio
del gobernado.
Esta facultad de control constitucional ya existía en la
versión anterior a la reformada, en particular, el artículo
setenta otorgaba facultades al Pleno del Tribunal
Superior para resolver conflictos entre poderes
legislativo y ejecutivo, entre estos y municipios, o
solamente entre estos, cuando no fueran materia de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación6.
Pero la reforma constitucional reciente incide en dos
ámbitos de la mayor importancia. Primero, en los
métodos de interpretación; segundo, en la ampliación
de la competencia del Tribunal Superior como juez
constitucional. Me ocuparé primero de los métodos de
interpretación.
Tradicionalmente se considera que la resolución de un
conflicto entre normas o entre normas y actos se
resuelve siguiendo los métodos tradicionales de lo que,
en líneas muy gruesas e inexactas, podemos llamar
subsunción. Estos métodos creados para resolver
antinomias son muy conocidos en la siguiente
formulación:
Así, trataré de explicar sucintamente en qué consisten
los nuevos criterios de interpretación:
1. Principio pro homine9: Implica que cualquier
disposición debe ser interpretada en el sentido más
amplio posible respecto de un derecho fundamental,
esto es, que dentro del amplio campo de decisiones
posibles que el texto normativo deja al juez debe
preferirse aquella que permita una mayor expansión
del derecho fundamental. Si se me permite un símil,
significa que, ante la duda, hay que resolver a favor
del derecho fundamental y no de su restricción.
También significa que cualquier restricción a un
derecho fundamental debe ser interpretada de
forma restringida, y que debe, antes que aceptarse,
cuestionar su constitucionalidad y verificar si hay
una proporción adecuada entre la limitación del
derecho y el bien jurídico a tutelar mediante la
restricción; y sólo una vez que se haya confirmado lo
anterior, aplicarla. Un excelente ejemplo de este
criterio interpretativo lo tenemos en el famoso caso
del poeta de la bandera, en el que la mayoría de los
ministros hizo una interpretación restrictiva de la
libertad de expresión, mientras que los Ministros
4
Consultar la idea de la “constitución como función” en TAMAYO y Salmorán, Rolando, Introducción al estudio de la constitución, México, Fontamara,
primera edición corregida, 1998, p.p. 247-267. En cierto sentido, esta noción es parecida a considerar a la constitución como una “regla de cambio” en
términos de Hart. HART, H.L.A., El concepto de derecho, Buenos Aires, Abeledo-Perrot, reimpresión de la segunda edición, 2004, (traducción de
Genaro R. Carrió) p. 119.
5
GONZÁLEZ Oropeza, Manuel, “Desarrollo del control constitucional en las entidades federativas”, en GONZALEZ Oropeza, Manuel y Eduardo
FERRER Mac Gregor, La justicia constitucional en las entidades federativas, México, Porrúa, 2006, p. 386.
6
VADO Grajales, Luis Octavio, “Las atribuciones constitucionales del Pleno del Tribunal Superior de Justicia de Querétaro”, Lex, difusión y análisis,
número 79, tercera época, año VI, enero de 2002, p.p.39-45
7
Puede verse un claro desarrollo de los criterios, sus conflictos y deficiencias, en BOBBIO, Norberto, Teoría general del derecho, Bogotá, Temis,
segunda edición, 2002, (traducción de Jorge Guerrero R.). p.p. 191-205
8
Las itálicas son transcripciones literales de la exposición de motivos de la reforma constitucional.
9
Vid. CARPIO Marcos, Edgar, “La interpretación de los derechos fundamentales”, en Interpretación constitucional, FERRER Mac Gregor, Eduardo
(coordinador), México, Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y Porrúa, 2005, p. 328-335.
AHPJQ
José Ramón Cossío Díaz y Juan N. Silva Meza, hicieron una interpretación
pro homine.
Archivo Histórico del Poder Judicial
del Estado de Querétaro
Lic. Manuel Septién y Septién
[email protected], 5 de mayo y Pasteur norte, Centro Histórico, Querétaro, Qro
Me permito citar una parte del voto particular, en el que se puede observar la
interpretación pro homine: “Toda actuación legislativa que efectúe una
limitación a los derechos de libre expresión e imprenta, con la pretensión de
concretar los límites constitucionales previstos debe, por tanto, respetar
escrupulosamente el requisitos de que tal concreción sea necesaria,
proporcional y por supuesto compatible con los principios, valores y derechos
constitucionales10”.
2. Progresividad e irreversibilidad: Estos principios significan que los
derechos fundamentales deben considerarse en un sentido temporal. Los
derechos que hoy se tienen son mejores y más amplios que los que se
tenían hace cincuenta años, pero los que gozaremos en diez o en veinte
deben ser mejores aún. Esto implica también reconocer que los derechos
se van logrando conforme la capacidad del Estado para brindarlos, sobre
todo los de contenido social.
Estos principios ya no funcionan en el sistema de la subsunción, sino en el de
la ponderación, en el ejercicio de comparar derechos y posibilidades, y no
asumir que uno sea de mayor entidad que el otro.
Cabe incluso pensar que estos principios o cánones interpretativos ponen en
crisis la idea común de que la literal debe ser la primera interpretación que se
intente. De hecho, pareciera que es relegada en beneficio de una comprensión
más amplia11.
Evidentemente, aquí se presenta un gran reto a la academia, a la judicatura y
al foro queretano. Nos obliga a superar los métodos tradicionales de la
interpretación; particularmente esto será álgido en el caso de los jueces
locales, que no están acostumbrados a la interpretación constitucional.
He de reconocer que, hasta la fecha, conocer la carta local y sus métodos de
interpretación, no han sido temas relevantes ni en la judicatura ni en el foro.
El segundo tema ya esbozado es el de la nueva definición de las competencias
del Tribunal Superior como juez constitucional. Éstas competencia queda
dentro del mencionado artículo veintinueve de la Constitución local, de la
forma siguiente:
§
§
§
§
§
Resolver sobre la constitucionalidad de leyes locales.
Garantizar la supremacía de la Constitución local.
Formación de jurisprudencia constitucional.
Conocer de la omisión legislativa.
Conocer los conflictos entre poderes, municipios y organismos
autónomos que no sean competencia de la Suprema Corte de Justicia o
del Senado.
Estas facultades merecen un análisis más detallado:
§
Constitucionalidad de leyes: desde luego, este control está sujeto a la
constitucionalidad local. Ahora bien, nuestra carta queretana no nos habla
ni de los efectos ni de los legitimados para su promoción, y podemos
considerar aquí tanto a las acciones abstractas de inconstitucionalidad,
10
Voto de minoría que formulan el Ministro José Ramón Cossío Díaz y el Ministro Juan N. Silva
Meza en el A.R. 2676/2003, compilado en Libertad de expresión. Análisis de casos judiciales,
VÁZQUEZ Camacho, Santiago (compilador), México, Porrúa, 2007, p.96
11
Sobre la idea de la interpretación restrictiva y correctora, vid. GUASTINI, Ricardo, Estudios
sobre la interpretación jurídica, quinta edición, México, Instituto de Investigaciones Jurídicas de
la UNAM. y Porrúa, capítulo segundo (traducción de Marina Gascón), 2003, p.p. 25-56.
5
que puedan ser promovidas por una minoría
legislativa. Pero también podrían ser promovidas
por los ciudadanos en lo individual, en tanto una ley
afecte los derechos que la constitución local
otorgue.
§
6
Supremacía constitucional local: la supremacía es
un efecto de la naturaleza propia de la constitución
local, así sea que la aceptemos como constitución
tan sólo en un sentido convencional, y sujetando
desde luego esta supremacía al ámbito de las
normas y actos inferiores a la misma. Esto implica
un control general de la constitucionalidad, tanto de
leyes como de reglamentos y otro tipo de
disposiciones generales, por ejemplo, las
municipales. Pero también la extensión a los actos
propios de los particulares, pues desde luego, la
constitución no sólo puede ser violada o
desconocida por autoridades, y el artículo segundo
de la carta local establece la protección general de
los derechos fundamentales de los queretanos, no
sólo frente a los actos de autoridad. Desde luego, en
este espacio cabe tanto las figuras de la justicia
constitucional orgánica como de la dogmática,
dando lugar a un posible juicio de protección
individual local.
Debo señalar que la Constitución reformada prohíbe, en
el último párrafo del artículo veintinueve, el
cuestionamiento mediante la justicia constitucional local
de las leyes en materia hacendaria, fiscal y
presupuestaria. Esto parece una franca invitación al
legislador local para que viole la carta local en estos
asuntos. Derivado de esto, afirmo que la Constitución
local no tiene supremacía respecto de las leyes fiscales,
generándose desde luego una irregularidad que no está
justificada, a mi parecer, por ninguna razón política o
económica.
§ Jurisprudencia:
la creación y sistematización de la
jurisprudencia desde luego será necesaria para
efectos de que la jurisdicción constitucional permee
sobre los demás jueces. Pero cabe la posibilidad de
que, al revés de lo que sucede con la jurisprudencia
federal, la local pueda ser obligatoria no sólo para
jueces, sino también para las autoridades locales y
municipales, e incluso para los propios particulares.
Esto casaría perfectamente con el sentido
garantista de la constitución reformada. Ahora bien,
esta no es una facultad extraña al Poder Judicial,
pues en la actualidad ya genera y sistematiza
criterios obligatorios en materia electoral.
§ Omisión legislativa: esta opera cuando el legislador
no crea las leyes que la constitución le obliga. Esto,
en una visión garantista, implica que el legislador
desconoce un derecho y trata de hacerlo nugatorio
mediante la inactividad al no expedir la ley
necesaria. Pongamos un ejemplo con la propia
constitución reformada: en el último párrafo del
artículo catorce, establece el derecho humano
consistente en que el Estado resarza el daño
causado por, entre otras causas, error judicial o
privación ilegal de la libertad; pero condiciona el
ejercicio de tal derecho a las bases, límites y
procedimientos que establezcan las leyes, así, en
caso de que no se expida en el tiempo fijado la ley
reglamentaria de este artículo, estaríamos en
presencia de una omisión legislativa. Esta puede
ser reclamada por cualquier afectado
jurídicamente, pudiendo ser lo mismo un
Ayuntamiento que un organismo autónomo, que el
propio Poder Ejecutivo o un particular.
§ Conflictos
entre poderes, órganos autónomos y
municipios: esta facultad, como hemos expresado,
ya la tenía. Implica, considero, una manifestación
de la justicia constitucional orgánica, en tanto se
trata de defender los ámbitos de atribuciones
otorgados a cada poder en la constitución local. En
este punto, es particularmente importante recordar
que la Suprema Corte de Justicia no tiene
competencia para resolver conflictos entre
municipios pertenecientes a una misma entidad.
Los procesos en la Ley de Justicia Constitucional.
Ahora bien, las competencias anteriores deben ser
ejercidas en términos de ley, de una ley de justicia
constitucional que al momento ha sido aprobada por el
Pleno de la Legislatura del Estado de Querétaro, con
base en dos iniciativas en la materia, presentadas por
los diputados Marco Antonio León Hernández e Isaac
Jiménez Herrera12.
Se subsana así la falta de una ley que reglamente la
justicia constitucional local, ausencia que a pesar de
que existía el órgano dotado de competencia para
conocer de la misma duró muchos años.
Aquí me ocuparé de hablar del contenido del dictamen,
en cuya elaboración tuve la fortuna de participar.
Describiré así cómo se encauzan las competencias de
juez constitucional que tiene el Tribunal Superior de
Justicia:
§ Acción de inconstitucionalidad;
§ Acción por omisión constitucional;
§ Controversia constitucional de competencia;
§ Juicio de protección de derechos fundamentales;
§ Juicio de protección de derechos colectivos
o
difusos.
Todos, salvo el caso de la controversia constitucional de
competencia, son competencia de la Sala
Constitucional, Sala nueva que se crea a efecto de
encargarse de este tipo peculiar de asuntos. Salas
constitucionales dentro de los tribunales superiores ya
12
La iniciativa del Diputado Jiménez Herrera puede ser consultada en
CIENFUEGOS Salgado, David, Estudios de Derecho Procesal
Constitucional local, México, Universidad Autónoma de CoahuilaComisión de Fiscalización Electoral de Chiapas-Editorial Laguna,
2008, p.p. 415-432
existen en el Estado de México, Quintana Roo y
Veracruz13.
¿Por qué no se creó un Tribunal Constitucional con las
características de órgano autónomo, tal como sucede
en la justicia constitucional local alemana?, esta
pregunta sólo puede ser respondida por los
legisladores. Pero si podemos apuntar que la tendencia
en las demás entidades que tienen mecanismos de
control constitucional judiciales es no crear una Sala
Constitucional, sino, como ya se dijo, otorgar dicha
competencia al Pleno de sus tribunales supremos o
superiores.
Trataré de explicar cada uno de los procesos
constitucionales, tomando en cuenta que en todos
siempre será el criterio de control la Constitución Política
del Estado:
1. Acción de inconstitucionalidad: tiene por finalidad
cuestionar la constitucionalidad de leyes en la
entidad. Puede ser promovida por el Gobernador; la
tercera parte de los integrantes de la Legislatura del
Estado, los Ayuntamientos; los organismos
autónomos respecto de leyes que tengan que ver
con asuntos de su competencia; los partidos
políticos y cualquier persona cuando se trate de la
protección de sus derechos fundamentales
2. Acción por omisión constitucional: su fin es
conseguir la declaración de que la Legislatura Local
no ha emitido una ley a la que la Constitución obliga,
y cuya falta afecta la competencia del actor, al
impedirle ejercerla en plenitud. Los legitimados son
el Gobernador; los ayuntamientos, los organismos
autónomos y los partidos políticos. Aquí vale la pena
resaltar los efectos de la sentencia, que en primer
lugar obliga a la Legislatura a expedir la ley faltante
en un plazo prudente, sin opinar o dar instrucción
alguna en cuanto al contenido de la ley; y en
segundo lugar, si la Legislatura, pasado el plazo
otorgado en sentencia, persiste en su actitud omisa,
el Pleno del Tribunal procederá a dictar las bases a
las que se sujetará el ejercicio de la facultad
afectada en tanto no se expida la ley faltante.
3. Controversia Constitucional de Competencia: sirve
para controvertir actos, reglamentos y disposiciones
generales que no sean leyes emitidas por un poder
de la entidad, un ayuntamiento o un organismo
constitucional autónomo cuando afecten las
atribuciones concedidas en la Constitución Política
del Estado Libre y Soberano de Querétaro a otro
poder, ayuntamiento u organismo constitucional
autónomo. Este medio de control, a diferencia de los
anteriores, es el único que es competencia directa
del Pleno y no de la Sala Constitucional
4. Juicio de Protección de Derechos Fundamentales:
tiene como finalidad proteger los derechos
fundamentales establecidos en la Constitución
Política del Estado Libre y Soberano de Querétaro,
así como en los tratados internacionales que formen
parte del derecho nacional. Podrán accionarlo tanto
personas físicas como morales que se consideren
afectadas en sus derechos, y procederá siempre
que no exista algún otro medio de defensa judicial.
5. Juicio de Protección de Derechos Colectivos o
Difusos: el juicio de protección de derechos
colectivos o difusos tiene como finalidad proteger
los derechos de tal naturaleza establecidos en la
Constitución Política del Estado Libre y Soberano
de Querétaro, así como en los tratados
internacionales que formen parte del derecho
nacional, contra actos de los particulares o las
autoridades locales o municipales que los vulneren.
En el caso de derechos colectivos, tienen
legitimación procesal activa los integrantes
individuales o plurales del grupo social reconocidos
como titulares o destinatarios de dicho derecho,
también las personas jurídicas que tengan por
objeto la defensa de dichos derechos. En el caso de
derechos difusos, las personas individuales que
acrediten un interés simple, y las personas jurídicas
cuyo objeto legal sea defender dichos derechos.
Este juicio podrá intentarse siempre que no exista
otra vía judicial.
Vale la pena destacar algunas particularidades tanto del
juicio de protección de derechos fundamentales como
del de derechos colectivos o difusos. En primer lugar, se
trata un poco del amparo local. Sin embargo, tiene una
extensión protectora mayor, en los siguientes puntos:
§
Al contrario que en el amparo, en el que la ley obliga
al juez a considerar de entrada las posibles
improcedencias, aquí se deberá interpretar siempre
de la forma más favorable a la procedencia del
juicio.
§
Estos juicios proceden incluso en contra de
particulares, pues desde luego se acepta que
también éllos pueden violar la Constitución. Esto no
es tan extraño como parece, pues ya se acepta en
países que copiaron nuestro juicio de amparo, como
España y Argentina, además de Alemania14.
§
La demanda puede presentarse por escrito, en
comparecencia, por fax o por correo electrónico, e
incluso en comparecencia ante el juez más próximo.
§
Como regla general, debe concederse la
suspensión, de oficio, salvo que existan causas
sumamente claras de improcedencia.
Los sentidos de la sentencia podrán ser: Conceder
§
13
GONZÁLEZ Oropeza, Manuel, “La regulación de los mecanismos de control constitucional en las entidades federativas (esbozo comparativo),
en GONZÁLEZ Oropeza, Manuel y Eduardo FERRER Mac. Gregor, Ob. cit., p. 1058.
14
Sobre el tema, vid. MIJANGOS y González, Javier, Los derechos fundamentales en las relaciones entre particulares, México, Instituto
Mexicano de Derecho Procesal Constitucional-Porrúa, 2007.
7
la protección solicitada; negarla o establecer la
interpretación que la disposición general o acto
deba de entenderse para que no se violen derechos.
Por último, en el caso del juicio de protección de
derechos colectivos o difusos, la Sala Constitucional, al
dictar su resolución, deberá tomar en cuenta el principio
de consecución gradual de los mismos. Esto significa
estimar lo que realmente es posible proteger en el
sentido de progresividad ya descrito.
Como puede observarse, la regulación en materia de
protección de derechos fundamentales es más
favorable al individuo que la propia legislación de
amparo, y justamente se diseñó así, de forma que
resulte un incentivo tanto para los abogados como para
los propios particulares.
También se incluyen dentro de la ley criterios de
interpretación para el trámite y sentencia de los
procesos anteriores. Dichos principios son los
siguientes:
8
1. Interpretación conforme a la Constitución: todas las
normas que deban interpretarse para la resolución
del litigio, ya sea de fondo o adjetivas, deberán
interpretarse de forma que su sentido sea acorde con
las normas de grado superior, especialmente en el
caso de la Constitución del Estado. En el caso de
sentenciar, sólo podrá determinarse una ley,
reglamento, disposición general o acto como
inconstitucional cuando no sea posible encontrar una
interpretación de la misma acorde con la
Constitución.
2. Maximización de los derechos fundamentales: en los
casos a decidir, se deberá buscar siempre la máxima
amplitud jurídica de los derechos fundamentales. Se
considerarán y protegerán en todo caso los derechos
fundamentales reconocidos en los instrumentos
internacionales de los que México forme parte.
3. Criterio de interpretación material: se interpretarán
las disposiciones constitucionales y legales
conforme con la noción de Estado Social de
Derecho.
4. Criterio de interpretación procesal: se deberá
considerar siempre que el objeto de los procesos
constitucionales es obtener la observancia y
cumplimiento de la Constitución Política del Estado
Libre y Soberano de Querétaro;
5. Respeto a los ámbitos competenciales: el juzgador
deberá respetar el ámbito de competencias otorgado
por el orden jurídico a las autoridades.
6. Impulso procesal: los plazos procesales precluyen
por su simple cumplimiento. Es responsabilidad del
juzgador el conducir el proceso a lo largo de cada una
de sus etapas.
Desde luego resulta poco recomendable incluir criterios
interpretativos en una ley. Pero en este caso se
consideró necesario en virtud de que se trata de pautas
a las que los jueces y los abogados locales no están
acostumbrados, y deben enunciarse a efecto de evitar
que caigan en la tradicional subsunción de la que ya
hemos hablado.
Conclusiones
Regresando así al punto de partida, puedo afirmar que
el Poder Judicial local ha estado ausente del desarrollo
constitucional de Querétaro, por lo menos en los últimos
años, de esta forma, la fijación definitiva de las normas
constitucionales locales, cuando se ha realizado, ha
sido por los tribunales federales al resolver asuntos de
amparo, controversias constitucionales o acciones de
inconstitucionalidad. Estamos así muy lejos, por
ejemplo, del llamado nuevo federalismo judicial que en
Estados Unidos de América ha significado la
participación activa de la judicatura local en el desarrollo
del constitucionalismo particular de sus entidades,
especialmente en el tema de derechos fundamentales.
Considero como algunos de los temas iniciales que
deben ser abordados para poder contar con una
auténtica justicia constitucional local, y por tanto, para
que participe el Poder Judicial en el desarrollo del
constitucionalismo queretano, son los siguientes:
§
Decisión de los órganos públicos y los particulares
de ejercitar el derecho de acción en materia
constitucional en lugar de resolver sus conflictos
constitucionales mediante otras fórmulas, como la
negociación política por fuera del derecho.
§
Utilización en las sentencias de la Constitución
particular como parte de la fundamentación.
§
Formación constitucional de los magistrados,
especialmente en los mecanismos y cánones de la
interpretación constitucional.
§
Creación de una Dogmática de la Constitución
loca15, que, tomando en cuenta las sentencias que
en materia constitucional dicte nuestro Poder
Judicial local, desarrolle temas tales como la
jerarquía de las constituciones locales, sus límites,
su contenido y los métodos adecuados de
interpretación y argumentación.
15
En otro trabajo me he referido a la falta de una Teoría de la
Constitución local, que se relacione con cuestiones específicas de la
norma que así se denomina, sin referencia a alguna en particular.
VADO GRAJALES, Luis Octavio, “Preguntas para una teoría de la
Constitución local”, en CIENFUEGOS Salgado, David (coordinador)
constitucionalismo local, México, Porrúa, 2005, p.p. 513-526. Cuando
me refiero en este trabajo a Dogmática de la Constitución local, hablo
específicamente de la Constitución Política del Estado Libre y
Soberano de Querétaro y su entendimiento por los operadores
jurídicos.
Ahora bien, ni la más perfecta ley servirá si nosotros, los
abogados, no acudimos a los juicios constitucionales
locales. Si seguimos desconfiando de la justicia local y
usando el amparo como mecanismos primero y no
último de defensa de derechos. La experiencia nos
indica que, si los abogados no usamos los procesos
constitucionales locales, nada cambiará en la realidad.
Aquí sin duda es un problema de cultura jurídica.
Por último, he de reconocer que estas reflexiones tienen
por objeto plantar el tema a discutir, dibujar un esbozo
del estado del arte y plantear algunos temas para
debatir, máxime ahora que se ha reformado nuestra
Constitución particular y que empezaremos a ver cómo
funciona nuestra nueva ley de justicia constitucional.
Bibliografía
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Bogotá, Temis, segunda edición, (traducción de Jorge
Guerrero R.), 2002.
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CIENFUEGOS Salgado, David, “Estudios de Derecho
Procesal Constitucional local”, México, Universidad
Autónoma de Coahuila-Comisión de Fiscalización
Electoral de Chiapas, Editorial Laguna, 2008.
GONZÁLEZ Oropeza, Manuel, “Desarrollo del control
constitucional en las entidades federativas”,
en
GONZALEZ Oropeza, Manuel y Eduardo FERRER Mac
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federativas, México, Porrúa, 2006.
GONZÁLEZ Oropeza, Manuel, “La regulación de los
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federativas (esbozo comparativo), en GONZÁLEZ
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México, Porrúa, 2006.
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KELSEN, Hans, “La garantía jurisdiccional de la
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MIJANGOS y González, Javier, “Los derechos
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TAMAYO y Salmorán, Rolando, “Introducción al estudio
de la constitución”, México, Fontamara, primera edición
corregida, 1998.
VADO Grajales, Luis Octavio, “Las atribuciones
constitucionales del Pleno del Tribunal Superior de
Justicia de Querétaro”, Lex, difusión y análisis, número
79, tercera época, año VI, enero de 2002.
VADO GRAJALES, Luis Octavio, “Preguntas para una
teoría de la Constitución local”, en CIENFUEGOS
Salgado, David (coordinador) constitucionalismo local,
México, Porrúa, 2005.
Voto de minoría que formulan el Ministro José Ramón
Cossío Díaz y el Ministro Juan N. Silva Meza en el A.R.
2676/2003, compilado en Libertad de expresión.
Análisis de casos judiciales, VÁZQUEZ Camacho,
Santiago (compilador), México, Porrúa, 2007.
9
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SITUACIÓN LEGAL DEL ABORTO EN QUERÉTARO
Proteger la Vida
Lic. J. Jesús Castellanos Malo*
Hay que hacer varias precisiones a efecto de ubicar los órdenes de la realidad:
a).- El divino; b).- El humano (mundo creado); c).- Que el hombre se encuentra
limitado dentro del tiempo y espacio. Distinguir entre: 1.- Ley divina; 2.- Derecho
natural; 3.- Leyes humanas. Existe el cosmos (universo) material, y la dimensión
Espiritual.
I. El Estado puede legislar para regular nuestras relaciones (vínculos) humanos,
pero dentro de su espacio de competencia para satisfacer necesidades de orden
colectivo en el marco material para cumplir su finalidad para la cual debe su propia
existencia, como lo es preocuparse por el bien común, entendido como: conjunto
organizado de las condiciones sociales gracias a las cuales la persona humana
puede cumplir su destino natural y espiritual (Recasens Riches) por eso debe
existir respeto a la autonomía de lo temporal y lo material, pero apertura a lo
trascendental.
Debe existir un respeto absoluto al principio de lo trascendente que rige al ser
humano para lo cual fue creado, y que responde a la sed espiritual de siempre
ante los interrogantes: de dónde viene (proviene) y hacia dónde va.
10
Por eso el Estado, como sociedad organizada que es, jamás podrá apoderarse
del árbol de la vida y de la muerte, no le toca decidir quiénes deben o pueden vivir,
y a quiénes les toca morir, eso es ESTATOLATRÍA cuya experiencia histórica ha
provocado hecatombe, desastres, sufrimiento, situaciones caóticas (es la postura
cainista), que parecía habían sido superadas en las épocas pasadas de
absolutismo, estados totalitaristas, tales como el nazismo, fascismo, marxismo,
racismo, etc.
De ahí concluimos que al Estado le corresponde proteger, garantizar, amparar,
asegurar, regular, pero nunca, jamás, imponerlo. Tenemos que reflexionar entre lo
que es la civilización de la muerte y la cultura del amor. Que la vida humana
aparece desde la concepción, hasta su muerte biológica en este mundo terrenal,
o sea, respetar la dignidad humana desde su concepción hasta su muerte natural,
protegiendo a los más débiles, y evitando la pérdida de un ser humano a quien no
se le permitió nacer o se le anticipó su muerte. Se debe hablar por los que no
tienen voz.
Estos son parámetros o lineamientos de la Ley humana que tiene que respetar el
Estado legislador.
Nuestro sistema legal es el de una FEDERACIÓN, integrada por 31 Estados, una
entidad federativa, y más de 2,400 municipios. En donde cada Estado es libre y
soberano en su régimen interior (fuero local o común), cada uno legisla de manera
autónoma, sin someter a los demás.
En la época actual se presentan diversas maneras, formas, de privar o atentar en
contra de la vida humana con fórmulas o expresiones sotisficadas, tales como:
ley de convivencias, interrupción de embarazo, voluntad anticipada, etc., que van
en contra de la comunidad de amor, de unión, de vida, cuya célula es la FAMILIA,
comunidad natural de génesis, Iglesia doméstica, educadora de la fe, formadora
de valores, fuente de la vida; y su origen está en el matrimonio. Una sociedad es
sana, fuerte, vigorosa, en la manera que proteja a las familias.
Sin embargo, como consecuencia de una colectividad permisiva, relativista,
pragmática, se ha ido introduciendo situaciones que han socavado a dicha
*Magistrado de la Primera Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Querétaro.
Institución Social de origen natural. Y lo que hasta hace
poco se consideraba como valor absoluto o
fundamental, como es el valor VIDA, que es el sostén o
piedra angular de todos los demás derechos, que son su
consecuente; ahora se discute y se ve en la necesidad
de incluir su protección en el sistema legal del derecho
vigente positivo, como ya ha sucedido en algunos
Estados de la República.
Cabe reflexionar lo siguiente: 1.- No por que una Ley
deje de penalizar alguna conducta se puede considerar
a esta como lícita. 2.- No por que una Ley penalice una
conducta esta se pueda considerar como ilícita.
Ahora la tarea será analizar cómo se protege el valor
supremo y esencial que es la vida humana, dentro de
nuestras leyes queretanas, partiendo de su constitución
política. Pero antes es necesario precisar lo siguiente:
II. PRECISIÓN DE TÉRMINOS.- La manipulación del
lenguaje puede convertirnos en homicidas.
Dentro de la vida cotidiana empleamos palabras o
e x p r e s i o n e s e n q u e a pa r e n t e m e n t e t o d o s
presuponemos tener alguna noción de lo que estamos
hablando, sin embargo en su contenido substancial son
diferentes o distintas sus acepciones, por no ser
conceptos unívocos o de un único sentido, sino que
admiten significado distinto, lo que genera confusión. Tal
sucede con los vocablos: política, democracia, amor y
vida, que es el tema central de ese trabajo. Hay que
recordar que la corrupción de la gramática es la
destrucción de la cultura.
De alguna forma podríamos señalar que a las palabras
les puede suceder lo que a las monedas, o medallas,
que por el uso y con el tiempo se van desgastando, hasta
llegar a algún momento en que ya no sabemos si son
águila o sol, anverso o reverso.
O bien, también suele suceder que pasa como con las
cartas en que cada una tiene un valor; sin embargo, si a
alguna de ellas cada uno de nosotros le aplicamos un
contenido numérico diferente, provoca confusión, por no
saber precisamente de qué es sobre lo que se esta
hablando; por lo que es necesario recordar que: no
porque una cosa se haya hecho o dicho (pasado), o bien
se este haciendo (presente), se pueda concluir que
deba hacerse, ya que existe gran diferencia entre el
SER y el DEBER SER, o sea, no es lo mismo lo
ontológico (ser) que lo deontológico, o axiológico que es
el deber ser.
Sin embargo, lo anterior se trastoca en virtud de las
modas que se van extendiendo dentro de los contextos
sociales, en muchas ocasiones por imitaciones
extralógicas, en donde es importante precisar que las
cosas hay que repetirlas por ser verdaderas y valederas
y no por NOVEDOSAS, pues caeríamos en esnobismos
que alteran la esencia misma de los mencionados
órdenes de la realidad, en el entendido que las
opiniones divide y lo que al final une es la verdad que se
va encontrando dentro de los órdenes de la realidad.
Sobre este punto cabe recordar la expresión coloquial:
“a dónde va Vicente, a donde va la gente”, que
contradice la libertad de cada persona, que es la
facultad o capacidad de poder elegir entre varios
supuestos uno de ellos, por la decisión que se tome, y
que esto genera un compromiso del cual debemos
responder, por la autodeterminación que hagamos de la
conducta que optemos, o sea, que los ingredientes del
concepto libertad son: a).- elección; b).- decisión; c).compromiso; y , d).- responsabilidad. Por lo tanto no
existe libertad sin responsabilidad, ya que tenemos que
dar respuesta a los actos que generamos.
Otro punto importante es que en la actualidad
normalmente nos fijamos en los EFECTOS pero no
investigamos las CAUSAS. No podemos quedarnos
solamente con los resultados o consecuencias si no que
necesariamente debemos remitirnos a su origen, a lo
que lo provocó. Y en el mundo que vivimos, en el hoy por
hoy, no se puede perder de vista el manipuleo, y el
ataque frontal enderezado en contra de la FAMILIA,
como célula básica de la sociedad, así como en contra
del MATRIMONIO.
Hay que recordar que la familia es la comunidad natural,
el núcleo esencial en donde se forma la persona, en
donde se aprende a convivir, a ser generoso, en donde
se pueden descubrir los principales valores, es la
formadora y educadora substancial, hay que entender la
familia como solución a la problemática social. No cabe
la expresión de menos-precio que luego se utiliza de
manera reductiva o relativista, tal como “familia
tradicional”, en donde se minimiza su trascendental
función. Y sólo podemos hablar de familia auténtica,
verdadera o real, como piedra angular de nuestra
sociedad; recordemos que por ser comunidad natural
que deriva de los principios esenciales de la naturaleza
humana, históricamente se presenta anterior a la
configuración del propio Estado, por lo que debe ser
protegida ante la crisis que se viva en cualquier etapa o
momento histórico, como sucede en la actualidad.
También es importante puntualizar que hoy por hoy se
configura más bien una civilización de la muerte que una
cultura del amor o de la vida, producto del relativismo en
que se vive, en que las cosas se adquieren, usan y se
tiran (consumismo). Se tiende a un mundo de
IMÁGENES, y no de IDEAS, lo que trastoca los grados
elementales del conocimiento humano. Se ha llegado al
extremo al considerar como ciencia lo que se denomina
como IMAGENLOGIA.
III. QUÉ ES EL ABORTO.
Se considera que para nuestro estudio es preferible
utilizar la palabra
FETICIDIO, es darle muerte
precisamente al feto en el vientre de la madre, así como
se utilizan con el mismo significado otras palabras tales
como: parricidio; fratricidio, uxoricidio (matar al
11
cónyuge); suicidio (darse muerto así mismo).
V. LEYES DE LA CIUDAD DE MÉXICO.
Etimológicamente aborto significa: parir antes de que el
feto pueda vivir.
En el año del 2007, en la ciudad de México, D. F.
(únicamente para esa circunscripción territorial) se
expidieron diversos ordenamientos para establecer la
legalidad de la interrupción del embarazo, tales como:
Se entiende como tal la expulsión prematura provocada
voluntariamente del producto de la concepción, o bien,
su destrucción dentro del claustro materno, que provoca
su aniquilamiento, extinción o muerte.
Dentro de la doctrina se han especulado casos
justificables para no sancionarlos penalmente, tales
como: a).- el denominado terapéutico, honoriscausa, o
bien por estado de necesidad. b).- embarazos
provocados por violación. c).- por incesto. d).- por ser
enajenados, incapaces de resistencia, inconscientes,
etc.
El valor o interés jurídicamente tutelado es la vida
humana; por eso cabe la siguiente pregunta: ¿debe un
gobierno gastar los impuestos del pueblo para financiar
abortos?.
Qué provoca o cuales son las consecuencias que se
pueden presentar después del aborto: se han
mencionado, entre otras: abuso del alcohol o de las
drogas, baja autoestima, desórdenes alimenticios,
tristeza, llanto, culpa, depresión, ansiedad, coraje,
confusión, inestabilidad en las relaciones con otras
personas, violencia, experiencia traumática, síndrome
post-aborto.
12
Ahora se utiliza la mala o incorrecta expresión de:
interrumpir.
IV. NUESTRO SISTEMA LEGAL.
Como ya se mencionó, vivimos dentro de una
federación, lo que significa que existen 31 estados y un
entidad federativa que es el departamento central de la
ciudad de México conocido también como Distrito
Federal; así como más de 2400 municipios. Lo que
significa que cada uno de ellos tienen sus propias y
exclusivas legislaciones, pues cada Estado de la
república tienen autonomía para emitir o pronunciar sus
propias leyes locales o del fuero común, por eso cada
estado tiene su propia Constitución Local, su propio
Código Civil, Penal, de Procedimientos para dichas
materias; Fiscal, leyes hacendarías, orgánicas, etc. Lo
que significa que el ordenamiento jurídico que se expida
en uno de ellos no puede invadir la esfera competencial
de otro de ellos, sino que su aplicación es dentro de su
circunscripción territorial, y nada más.
Por lo que las leyes expedidas en el Distrito Federal
(ciudad de México) sobre interrupción del embarazo,
voluntad anticipada, de convivencias, o cualquier otra,
sólo rige para ese espacio o superficie territorial, si no se
presentaría una invasión de competencias.
a).- Lineamientos generales de organización y
operación de los servicios de salud relacionados con la
interrupción del embarazo hasta la décima segunda
semana de gestación, para el Distrito Federal.
Como su nombre lo indica es instrumento operativo para
poder practicarlos (los abortos o feticidios).
b).- Reforma a la Ley de acceso de las mujeres a una
vida libre de violencia para el Distrito Federal que en su
artículo 6, fracción VI, se refiere a la “violencia contra los
derechos reproductivos”.
c).- Reforma a la Ley de Salud para el Distrito Federal
que en su artículo 16 bis se refiere a la atención “de la
salud sexual y reproductiva así como a la interrupción
del embarazo después del procedimiento de aborto”
(sic). Que realmente es darle muerte al feto, como ya
quedó puntualizado.
d).- Así como la reforma a su Código Penal (local de
dicho lugar D. F.) que en su capítulo V regula la figura
(tipo) del aborto, al establecer: Artículo 144. Aborto es la
interrupción del embarazo después de la décima
segunda semana de gestación.
“Para efectos de este Código, el embarazo es la parte
del proceso de la reproducción humana que comienza
con la implantación del embrión en el endometrio.”
Artículo 145. Se impondrá de tres a seis meses de
prisión o de 100 a 300 días de trabajo a favor de la
comunidad, a la mujer que voluntariamente practique su
aborto o consienta en que otro la haga abortar, después
de las doce semanas de embarazo. En este caso, el
delito de aborto sólo se sancionará cuando se haya
consumado, que prácticamente queda sin sanción, en
cualquiera de sus modalidades.
Queda claro que no es una interrupción que después
pudiera continuar o proseguir, sino que se elimina, se
trata de un Feticidio (muerte del embrión humano). Por
otra parte, antes de la 12ª semana para esa ley, será una
simple adherencia, un cúmulo o hacinamiento de
células, un pegoste o chipote, una verruga o un tumor
que fácilmente pueda eliminarse. Definitivamente no es
una pertenencia al cuerpo de la mujer, es alguien
autónomo a quien se elimina.
VI. LEY QUERETANA
Para empezar, el Código Civil, al referirse a las personas
físicas, en su artículo 22, precisa que: desde el
momento que un individuo es concebido, queda bajo la
protección de la Ley, y se le tiene por nacido para los
efectos declarados en ese Código. Su artículo 43 al
referirse a los derechos de la personalidad regula que
son inalienables imprescriptibles, irrenunciables, que
pueden oponerse a las autoridades y a los particulares, y
en su artículo 44 norma que son ilícitos los hechos o
actos que dañen o puedan dañar la vida, lesionen la
integridad física o la libertad.
Es conveniente señalar la manera en que regula
conceptos básicos como son la familia, su función, y el
matrimonio, cuando preceptúa en su artículo 135: “La
familia es una institución social, compuesta por un
conjunto de personas unidas por el vínculo del
matrimonio, el concubinato o por el parentesco de
consanguinidad, civil o afinidad”, el artículo 136: “Son
fines de la familia garantizar la convivencia armónica, el
respeto, la protección, la superación, la ayuda mutua, la
procuración, del sustento material y afectivo, la
preservación de los valores humanos, la vinculación, el
respeto y la protección recíproca de sus miembros” y el
artículo 137: “el matrimonio es una institución en la que
se establece un vínculo jurídico por la unión de un
hombre y una mujer, que con igualdad de derechos y
obligaciones son la base del nacimiento y estabilidad de
una familia, así como la realización de una comunidad
de vida plena y responsable”.
Por su parte el Código Penal precisa que: “comete el
delito de aborto el que causa la muerte al producto de la
concepción hasta antes del nacimiento”.
Resulta interesante resaltar el contenido de su artículo
139 en donde se faculta al juez para que pondere de
manera equitativa la aplicación o individualización de la
pena para cada caso concreto, tomando en cuenta el
estado de salud de la madre, su instrucción, condiciones
personales, circunstancias en que se produjo la
concepción, etc. “sin llegar al escándalo de propiciar a
través de múltiples excusas absolutorias los abortos*”,
se trata de un tipo abierto que permite al Juez analizar
las circunstancias que encerraron al caso de análisis.
Es interesante señalar que la Constitución política local,
en su capítulo sobre derechos fundamentales,
establece la obligación del Estado a garantizar el
respeto a la persona, a los derechos humanos, que
promoverá su defensa, que no pueden ser limitados o
restringidos, y es de elemental lógica que el derecho
básico es el respeto a la vida humana, sostén de todos
los demás, pues de que servirían el respeto a la libertad
en todos sus aspectos, a la salud, a la justicia, a la
cultura, y aquí podríamos hacer todo un enlistado, no
tendría ningún objeto si esencialmente no se respeta el
mencionado valor supremo mencionado que es el de la
vida humana. Sin este derecho todos los demás
carecerían de sustento o fundamento.
Cabe la reflexión de que si el hombre tiende a proteger
mediante diversas leyes a especies biológicas en vías
de extinción, no lo haga con la propia, y a nadie se le
*Exposición de motivos, Periódico Oficial, “la Sombra de Arteaga”,
23 de julio de 1987. (N. de la R.)
ocurriría, por ejemplo, que los huevos de tortuga
solamente fueran protegidos después de algún tiempo
de producidos, transcurrida una hora, de un día, de una
semana, de un mes etc., pero antes de tal lapso
pudieran ser consumidos, ante la discusión de que
todavía no son tortugas. Lo cual resultaría ilógico por
absurdo. Sin embargo si se señala la posibilidad de la
interrupción de un embarazo humano, que no tiene tal
característica de ser diferido, suspendido para
reanudarse, prorrogado, o cualquier otra expresión, ya
que su efecto es su extinción o aniquilamiento, no es
una mera interrupción.
CONCLUSIÓN.
Es indiscutible que la Ley humana, como norma de
conducta o regla de comportamiento, dictada por la
recta razón para el bien común, debe siempre asegurar
la vida en cualquiera de sus manifestaciones, así como
la dignidad de la persona implícitamente antes de
cualquier derecho o garantía, pues sin este supremo
valor de nada servirían los relacionados a la libertad,
justicia, propiedad, cultura, educación, etc., como ha
quedado ya precisado, y en realidad era un punto no
cuestionado, por elemental lógica, pues sin vida no
puede alegarse ningún derecho; sin embargo
recientemente todo esto ha quedado alterado o
convulsionado, por lo que es importante precisarlo en la
Ley Constitucional, respecto a que la vida debe ser
garantizada, protegida, asegurada desde el momento
mismo de la concepción hasta la muerte natural,
biológica, del ser humano, y evitar la muerte de
inocentes.
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13
JUSTICIA, DERECHO Y ACCIÓN DE CLASE
Dr. José Carlos Rojano Esquivel*
PLANTEAMIENTO
14
Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia ante los tribunales que
al efecto la autoridad establezca conforme a la ley. En realidad no toda persona
puede acceder a la justicia en razón de carecer de un interés jurídico, lo cual se
traduce en la existencia de un derecho subjetivo. Los derechos difusos son, a
finales del siglo XX, uno de los temas de mayor interés en el derecho mexicano;
sin embargo, a mi juicio, no han encontrado su lugar, debido a lo complejo de su
naturaleza jurídica. Tales derechos han sido ubicados en los derechos de tercera
generación, es decir, los que son de naturaleza colectiva e incluso de las
generaciones presentes y futuras. Igualmente se les identifica con el nombre de
derechos transindividuales o de grupo. Se les conoce finalmente con el término
de derechos difusos, pero es poca la literatura y la jurisprudencia en el país,
aunque de conformidad con la corriente del llamado sistema de desarrollo
progresivo del derecho, pareciera insuficiente el plexo de los derechos
individuales hacia la colectivización de los mismos, suponiendo el interés grupal
antes que el particular. Sin embargo persisten obstáculos a superar tales como la
titularidad de un derecho, la cuestión de la legitimación, la relación jurídica con el
sujeto obligado, el objeto tutelado y la responsabilidad jurídica, principalmente.
Los derechos difusos se ejercen grupal o colectivamente, porque su titular es una
colectividad pero de difícil determinación, en donde cabe la posibilidad real de
una afectación en la esfera jurídica de determinadas personas en particular. De
ahí entonces, creo que no hay problema en la determinación del titular de un
derecho, si el grupo o clase de grupo es identificable y concreto, la dinamicidad
del derecho exige, por consiguiente, salvaguardar ciertos derechos para evitar
caer en situaciones estáticas. De lo contrario el acceso a la justicia en forma
tradicional, se traduce en una causa más de mera legalidad y no de lo que en
verdad es justo.
En suma, mi propuesta es la conceptualización de los derechos de clase en
sustitución de vaguedades como derechos difusos o indeterminados.
I. LOS DERECHOS DIFUSOS
Difuso equivale a lo extenso y poco preciso, lo impreciso, lo poco claro o exacto.
En lo jurídico el derecho difuso alude a la indeterminación de un derecho subjetivo
como del titular del mismo, lo cual hace que en ciertas situaciones jurídicas reales,
cuando otro sujeto sin tener una relación jurídica directa al causarle una
afectación en su esfera de intereses, genera un aparente interés legítimo para
emprender su reclamo, siempre y cuando tal derecho y acción la ley los
reconozca. Por tanto los derechos difusos existen a favor de personas
pertenecientes a ciertos grupos indeterminados, lo que genera un supuesto
derecho colectivo y de reclamo individual, a manera de acción de grupo. Al
respecto señala Brage Camazano:
“Las acciones de grupo son definidas por Gidi como las acciones propuestas por
un representante (legitimación) en la defensa de un derecho colectivamente
considerado (objeto del proceso) cuya inmutabilidad en la autoridad de la
sentencia alcanzará a un grupo de personas (cosa juzgada), siendo
representados en juicio los intereses de grupo por un representante (sin importar
que sea un miembro del grupo, una asociación o un organismo gubernamental:
class actions, public civil actions u organizational actions), y alcanzando los
*Profesor de tiempo completo categoría VII, de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de
Querétaro, catedrático de derecho internacional y docente del Instituto de Especialización Judicial.
efectos de la sentencia a los miembros titulares del
derecho de grupo, sin tomar en cuenta si las
pretensiones son de naturaleza indemnizatoria o
imponen una obligación de hacer o no hacer (class
actions for damages o injuctive class actions). A juicio de
este autor, estas acciones pueden ser tanto las "opt in"
(en las que la cosa juzgada surte efectos sólo respecto
de los miembros que expresamente accedieron a ser
incluidos en el grupo o autorizaron a la asociación a
representar sus intereses en juicio a través de un
documento firmado) como las de "opt out", y no sólo
estas últimas son acciones colectivas, como a veces se
afirma.1”
Sin embargo, no es exacto señalar que se trata de
derechos colectivos aunque parecieran ser una parte
especial de éstos. Derechos difusos son aquellos
intereses protegidos por una norma, que afectan
directamente a los individuos de una colectividad y
tienen carácter no excluyente, no conflictivo y no
distributivo. En tanto los derechos colectivos son
aquellos intereses protegidos por una norma, que
afectan directamente a los individuos de una
colectividad y tienen carácter excluyente, no conflictivo y
no distributivo. A nuestro juicio, la cuestión a determinar
es quién y cuándo pueden ser hechos valer
judicialmente, en razón de qué producen efectos
inmediatos en un individuo o grupo. Precisamente es en
el derecho comparado donde encontramos ciertas
regulaciones en la materia, sobretodo en la experiencia
norteamericana y más recientemente en la
sudamericana. En efecto, en los Estados Unidos los
derechos difusos en materia civil se hacen valer dentro
de los procesos colectivos que se identifican con el
nombre de class actions, reguladas por ejemplo a través
de normas específicas como son: Federal Rules of Civil
Procedure; reglas que permiten, bajo ciertas
condiciones, que un individuo demande en ciertos casos
y por sí mismo y por todas las otras personas que hayan
sufrido el mismo daño pero que, en lo ordinario, no
habrían podido reclamar debido a las altas costas del
juicio (falta de rentabilidad).
II. CLASS ACTION
Una acción de clase o una acción representativa es una
forma de juicio en donde un grupo de personas
presentan colectivamente una demanda a la corte. La
class action difiere de la figura del litisconsorcio activo
del sistema continental (romano), al limitar
generalmente un número máximo de litigantes por
juicio, mientras que en la primera no existe tal exigencia,
más bien es indispensable un cierto número básico o
mínimo de litigantes que acrediten y representen una
clase o grupo en concreto, lo que supone un interés
legítimo por razón de grupo.
Esta forma de litigio colectivo originada en los Estados
Unidos sigue siendo predominante y con diversas
1
BRAGE CAMAZANO, Joaquin;
http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/boletin/cont/117/bib/bib9.htm
variantes. Debo subrayar que existen acciones de clase
a nivel federal como estatal2. En varios países europeos
la ley civil ha sido reformada en estos últimos años a fin
de permitir que los consumidores presenten demandas
a nombre de dicho grupo (los consumidores).
La jurisprudencia norteamericana ha sostenido
precisamente que frente a daños grupales los afectados
ubicados en una posición débil y en caso de dejar a cada
persona a emprender una acción individual, redundará
negativamente en su pretensión de lograr la reparación
del daño causado, por lo cual, con la denominada class
action, se asegura por este derecho grupal -inclusivo y
efectivo- dicho resarcimiento patrimonial. Para
promoverla debe demostrarse ante un tribunal que la
sentencia es de beneficio general, es decir, que impacta
a la totalidad de la clase y no sólo a un individuo en
particular, aunque es necesario determinar los daños
causados a cada uno de los integrantes del grupo; es
importante de inicio el acreditar la existencia de los
elementos comunes para configurar una clase hasta
subclases, pudiendo ordenar el tribunal los actos
procesales que al efecto se requieran. A manera de
ejemplo reciente, en el 2005 la Arquidiócesis de
Portland fue demandada como parte del escándalo de
abuso sexual del sacerdote. Citaron a todos los
feligreses a fin de incluir conjuntamente sus reclamos en
clase; la acción fue de clase bilateral (bilateral class
action).
Las ventajas y desventajas de esta figura en el derecho
norteamericano pueden ser factores a considerar
acerca de su eficacia en el país vecino. Como ventajas
se anotan, en primer lugar, el agregar varias demandas
en una sola acción, lo que genera mayor eficacia
procesal y certidumbre, además de disminuir los costos
del juicio, en especial a favor de quienes carecen de
recursos para intentar una demanda individual.
Asimismo, concentra a favor del grupo los mismos
testigos, peritos, documentos y demás objetos que en
otras circunstancias se traduce en una repetición
continua de probanzas y, sobre todo, juicio tras juicio3.
En segundo lugar, una acción de clase puede superar la
problemática de obtener aisladamente pequeñas
reparaciones patrimoniales -poco incentivo para el
demandante- de tal manera que en acción de clase ante
2
Desde 1938 algunos Estados de los EUA han adoptado reglas
similares a las Federal R. C.P. Sin embargo, Estados como California
tienen códigos civiles de que no siguen análogamente el modelo
federal. En Virginia, no existe ninguna acción de clase, mientras que
otros, tales como Nueva York, limitan los tipos de demandas que se
puedan traer como acciones de clase. Por cierto no debe confundirse
la class action con la mass action. El derecho norteamericano dispone
que una acción de clase, el demandante intenta la aprobación de la
corte para litigar a nombre de un grupo de personas en situación
similar. Como alternativa procesal, los demandantes pueden procurar
firmar y pueden entonces ensamblar las demandas de todas estas
personas en una queja, una acción total supuesta esperando tener las
mismas eficacia económica como si una clase hubiera sido
certificada. La acción de masa es, como en Nueva Jersey, una acción
en donde un grupo afectado, previa votación de los demandantes,
acude a los tribunales para hacer el reclamo particular.
3
Jenkins v. Raymark Indus. Inc., 782 F.2d 468, 473 (5th Cir. 1986).
15
un daño extenso resulta más viable el monto global a
recuperar; la acción de clase asegura a cada
demandado su parte, cuando el responsable al final del
juicio deba cubrir la reparación a favor de todo el grupo4.
Finalmente, mediante una acción de clase se
centralizan todas las demandas ante un solo tribunal y
en forma equitativa se dividen los activos entre todos los
demandantes si ganan el caso y se evita, sobre todo,
diversas demandas como distintos tribunales (aún
siendo el mismo) con un alto riesgo de dictar
precedentes divergentes.
Respecto a las desventajas están tanto el abuso de
demandas y la pretensión de altos montos
indemnizatorios como la dificultad real y material de
acceder a juicio debido a los grandes honorarios de
abogados, así como también a la complejidad de
información hacia los miembros del grupo, generando
confusión entre ellos y, por consiguiente, ante la
incomprensión de cuestiones técnico-legales
se
desisten de presentar sus demandas. Ante el abuso de
la class action, la Ley de Imparcialidad de la acción de
clase en el 2005 otorga a los tribunales federales una
especie de jurisdicción ampliada para conocer de las
demandas y evitar la competencia forum shopping a
favor de los demandantes5.
III. CLASS ACTION: UN CASO RECIENTE
16
De manera reciente en una corte federal en los EUA
presentó una demanda class action en contra de la
aerolínea British Airways por pérdida, daños y
destrucción de equipaje de pasajeros, haciendo su
reclamo como excepción a lo regulado por los tratados
internacionales de aviación civil, en particular las
Convenciones de Varsovia y Montreal respecto de
daños al equipaje documentado.
A putative class action accusing British Airways of
"recklessly" losing, damaging or destroying thousands of
pieces of luggage will go forward following a federal
judge's denial of the airline's motion to dismiss. The
plaintiffs argued that British Airways knew its baggage
handling system would "probably" result in the loss or
destruction of bags, thereby qualifying the plaintiffs to
recover actual damages under an exception to the
controlling international treaty, the Montreal Convention.
The airline contended that the damage was not in fact
"probable" for each individual bag -- i.e., the damage rate
was not greater than 50 percent -- and that the exception
to the treaty therefore did not apply. Eastern District of
New York Judge Nicholas G. Garaufis rejected the
airline's reasoning and allowed the case to go forward.
"[T]he Complaint plausibly suggests that the stated
injuries were the result of recklessness on the part of
[British Airways], and that BA was subjectively aware of
an unjustifiable risk of injury to its passengers' baggage,"
4
Judge Garaufis held in Hutchinson v. British Airways, 08cv-2781. "At this stage of the litigation -- prior to any
discovery relating to Plaintiffs' claims -- the court cannot
say that application of [expanded recovery] must be
ruled out." The plaintiffs' complaint seeks relief for
Americans who traveled on British Airways between
September 2005 and September 2007 and whose
baggage was lost, damaged or delayed. It sets forth a
host of damning statistics about the airline's baggage
system, as well as numerous tales of vacations gone
awry upon the loss of a suitcase or a bicycle. British
Airways loses 23 bags per 1,000 passengers, a rate 60
percent higher than the industry average, according to
one study cited by the plaintiffs. A second study found
that in three months in 2007, the carrier lost one item for
every 36 passengers, a rate "significantly worse than
any other airline" and twice the rate of the worst U.S.
airline.
In March 2007, British Airways admitted to a backlog of
40,000 lost bags that had yet to be returned to their
owners. The next month it conceded that its system was
running 25 percent beyond capacity. The 12 named
plaintiffs also told each of their own lost-or-destroyedluggage stories. Philip Sanford flew from Seattle to
London by way of Oslo for a bicycle tour. "After a layover
at Heathrow, Mr. Sanford arrived at his destination in
Oslo -- his bicycle did not," according to the complaint.
Laura Hutchinson, a University of Washington student
studying abroad for a summer in Paris, was repeatedly
told her lost bags would be delivered. "With those
assurances, she washed the same clothing each night to
wear the next day," the complaint stated. Nearly two
years later, "Ms. Hutchinson has [still] never received
any of her baggage, and has yet to be compensated
commensurate with the damages she suffered." Under
the Montreal Convention, a treaty ratified by the United
States in 2003 amending 1929's Warsaw Convention, an
airline faces a maximum liability of roughly $1,500 per
piece of lost luggage unless the loss resulted from an act
or omission "done with intent to cause damage or
recklessly and with knowledge that damage would
probably result." In cases where the damage is reckless
or intentional, an airline may be held liable for actual
damages. In the present case, individual claims for
actual damages, which include such expenses as
repeated trips to the airport to pick up lost bags and
lengthy, non-toll free international calls to customer
service, run into the tens of thousands of dollars. The
plaintiffs allege that the airline's awareness of its
overtaxed system and its failure to rectify the problems
satisfied the "recklessly and with knowledge [of probable
damage]" requirement. "Despite knowledge of its
inability to honestly provide reasonable assurance that
its company is able to effectively handle the transport of a
given passenger's baggage to its assigned destination,
the Defendant has not given its passengers notice of its
Amchem Prods., Inc., 521 U.S. at 617 (quoting Mace, 109 F.3d at 344).
Reduce el forum-shopping ante las cortes estatales, en razón de que en los tribunales federales no hay diversidad completa sobre acciones de
clase fuera del foro al que domiciliariamente se sujetan los demandantes. Esto significa, el escoger un tribunal local aprovechando puntos de
contacto que favorezcan sus pretensiones (domicilio del deudor, lugar de bienes, lugar de activos, etcétera).
5
inadequate baggage handling system," the complaint
asserted.
In its motion to dismiss, British Airlines contended that
the term "probably" in the Montreal Convention applies
to each and every individual bag. In other words, for the
airline to have known that "damage would probably
result" requires that it knew that each bag was more
likely than not to be mishandled. Garaufis, a former chief
counsel of the Federal Aviation Administration,
discounted the airline's logic and rejected its motion.
Noting the paucity of precedent regarding the relatively
recent Montreal Convention, the judge instead turned to
a series of decisions interpreting the treaty's precursor,
the Warsaw Convention. He took "several points of
guidance" from the cases, including that the plaintiffs
must establish that the airline's conduct was "more than
merely negligent" and that it was "subjectively aware of
an unjustifiable likelihood that its conduct would result in
damage." "With these principles in mind, the court is not
persuaded by BA's argument that Plaintiffs have failed to
state a claim," Garaufis concluded. The Plaintiffs'
Complaint asserts that BA's conduct was an extreme
deviation from the norms of behavior in the airline
industry, that BA was aware of this extreme deviation -as well as the likelihood that its conduct would result in a
substantial increase in the risk of damage to its
passengers' bags -- but that BA consciously ignored the
risk in continuing its baggage handling policies."
Shayne C. Stevenson and Steve W. Berman of Hagens
Berman Sobol Shapiro in Seattle represented the
plaintiffs. Stevenson said the decision should give
travelers more confidence regarding their baggage and
their legal rights. "It makes clear that the argument that
airlines are not subject to the unlimited liability provision
of the Montreal Convention unless the airline loses [51
percent of its luggage] is ridiculous and airlines cannot
use it6".
¿Esto sería viable en el derecho mexicano?
IV. DERECHO Y ACCIÓN DE CLASE EN EL
DERECHO MEXICANO
Hoy en día la creciente burocratización del Estado o la
presencia de entes económicos poderosos generan un
clima de indefensión a ciertos grupos o clases de
personas quienes padecen de notoria debilidad
jurisdiccional ya que carecen de un interés jurídico
(derecho subjetivo personal y directo), no pueden
acceder a los tribunales a efectuar reclamo alguno dada
su indeterminación, provocando una clara denegación
de justicia dada la selectividad del acceso a la misma, lo
que para México equivale a un detrimento del artículo 17
constitucional. Lo anterior significa que solamente
pueden acceder ante los tribunales quienes tienen
garantizado un derecho y una acción subjetiva concreta
y particular, no para quienes están en condiciones de
grupo o clase.
De esta manera, quien no tiene asegurado en la ley un
derecho subjetivo carece de acción procesal para su
debido reclamo ante los tribunales, lo que supone tal
interés jurídico. Las instituciones jurisdiccionales
solamente son eficaces para los que poseen estos
derechos y no para quienes no son titulares de ningún
derecho. Autores como Ferrajoli actualmente sostienen
el acceso a la justicia de los más débiles o de las
minorías, a fin de enfrentar el dogma de igualdad
jurídica con la realidad judicial de nuestros tiempos7.
Ciertamente que en México hay ciertas permisiones
para el caso de los consumidores o de algunas acciones
populares o de simple interés para hacer valer ciertas
acciones ante organismos oficiales. Asimismo, el
derecho mexicano en forma muy limitada da entrada a
derechos y acciones difusas si se acredita un supuesto
interés legítimo; es el elemento que constituye un
requisito de admisibilidad de la acción colectiva en
donde la razón de la demanda o del amparo, es la
afectación o molestia general a la calidad de vida de
todos los habitantes del país, región o ciudad o sectores
de ésta. La situación jurídica de todos los componentes
del grupo sufren de una acto de afectación en su esfera
jurídica. Finalmente, el interés legítimo se basa en la
circunstancia denunciada. Al respecto se han dado
ciertas tesis que reconocen derechos difusos, como
consta en el siguiente criterio:
INTERESES COLECTIVOS O DIFUSOS EN
PROCESOS JURISDICCIONALES COLECTIVOS O
INDIVIDUALES. CARACTERÍSTICAS INHERENTES.
El ejercicio de las acciones colectivas ante los órganos
jurisdiccionales, exige al Juez adecuar el
procedimiento, para adoptar los principios del proceso
jurisdiccional social. En principio, el juzgador debe
despojarse de la idea tradicional de los límites
impuestos para la defensa de los intereses individuales
o el derecho subjetivo de cada individuo, para acudir a
una interpretación jurídica avanzada, de vanguardia, en
la cual potencialice las bases constitucionales con los
criterios necesarios para preservar los valores
protegidos y alcanzar los fines perseguidos, hacia una
sociedad más justa. Sólo así se pueden tutelar los
intereses colectivos o difusos, pues si su impacto es
mucho mayor, se requiere el máximo esfuerzo y
actividad de los tribunales y considerable flexibilidad en
la aplicación de las normas sobre formalidades
procesales, la carga de la prueba, allegamiento de
elementos convictivos, su valoración, y el análisis
mismo del caso. Asimismo, se requiere de una
simplificación del proceso y su aceleración, para no
hacer cansada o costosa la tutela de estos derechos, a
fin de que los conflictos puedan tener solución pronta,
que a su vez sirva de prevención respecto de nuevos
males que puedan perjudicar a gran parte de la
población. Estas directrices deben adoptarse, a su vez,
en los procesos individuales donde se ventile esta clase
de intereses, mutatis mutandi, porque ponen en juego
7
6
New York Law Journal, April 8, 2009.
FERRAJOLI, Luigi, Derechos fundamentales, La ley del más débil,
Trotta, España, 2000
17
los mismos valores, aunque en forma fragmentaria, mientras que las
dificultades para sus protagonistas se multiplican8.
Existía sin embargo otra tesis que señalaba:
18
Contamos con Expediente
Electrónico en los siguientes
juzgados:
Primera Instancia:
Primero a Octavo Civil de
Querétaro.
Primero a Sexto Familiar de
Querétaro.
Primero a Octavo Penal de
Primera Instancia de
Querétaro.
Primero a Tercero Civil de San
Juan del Río.
Primero y Segundo Penal de
San Juan del Río
Próximamente
Mixtos de Amealco y
Tequisquiapan: Materias Civil
y Penal.
Primero y Segundo Municipal
de Querétaro.
Este servicio permite consultar
desde cualquier computadora con
acceso a Internet:
Acuerdos
Promociones
Demanda inicial
Notificaciones
A través de:
DI
RE
CCIÓN
´
IN
Dada la diversidad con otra tesis, la Suprema Corte finalmente determinó que
las diferencias existentes entre el interés jurídico y el legítimo, se evidencia
EXPEDIENTE ELECTRÓNICO
DE
(…) que sólo podrán intervenir en el juicio las personas que tengan interés
legítimo en el mismo. Ahora bien, el interés legítimo se debe entender como
aquel interés de cualquier persona, pública o privada, reconocido y protegido
por el ordenamiento jurídico. Desde un punto de vista más estricto, como
concepto técnico y operativo, el interés legítimo es una situación jurídica activa
que permite la actuación de un tercero y que no supone, a diferencia del
derecho subjetivo, una obligación correlativa de dar, hacer o no hacer exigible
a otra persona, pero sí otorga al interesado la facultad de exigir el respeto del
ordenamiento jurídico y, en su caso, de exigir una reparación por los perjuicios
antijurídicos que de esa actuación se deriven. En otras palabras, existe interés
legítimo, en concreto en el derecho administrativo, cuando una conducta
administrativa determinada es susceptible de causar un perjuicio o generar un
beneficio en la situación fáctica del interesado, tutelada por el derecho, siendo
así que éste no tiene un derecho subjetivo a exigir una determinada conducta o
a que se imponga otra distinta, pero sí a exigir de la administración el respeto y
debido cumplimiento de la norma jurídica. En tal caso, el titular del interés está
legitimado para intervenir en el procedimiento administrativo correspondiente
y para recurrir o actuar como parte en los procesos judiciales relacionados con
el mismo, a efecto de defender esa situación de interés. El interés legítimo se
encuentra intermedio entre el interés jurídico y el interés simple, y ha tenido
primordial desenvolvimiento en el derecho administrativo; la existencia del
interés legítimo se desprende de la base de que existen normas que imponen
una conducta obligatoria de la administración, sin embargo, no requiere de la
afectación a un derecho subjetivo, aunque sí a la esfera jurídica del particular,
entendida ésta en un sentido amplio; a través del interés legítimo se logra una
protección más amplia y eficaz de los derechos que no tienen el carácter de
difusos, pero tampoco de derechos subjetivos. Así, podemos destacar las
siguientes características que nos permiten definir al interés legítimo: 1) No es
un mero interés por la legalidad de la actuación de la autoridad, requiere de la
existencia de un interés personal, individual o colectivo, que se traduce en que
de prosperar la acción se obtendría un beneficio jurídico en favor del
accionante; 2) Está garantizado por el derecho objetivo, pero no da lugar a un
derecho subjetivo, no hay potestad de uno frente a otro; 3) Un elemento que
permite identificarlo plenamente es que es necesario que exista una
afectación a la esfera jurídica en sentido amplio, ya sea de índole económica,
profesional o de cualquier otra, pues en caso contrario nos encontraríamos
ante la acción popular, la cual no requiere afectación alguna a la esfera
jurídica; 4) El titular del interés legítimo tiene un interés propio, distinto del de
cualquier otro gobernado, el cual consiste en que los poderes públicos actúen
de acuerdo con el ordenamiento, cuando con motivo de la persecución de
fines de carácter general incida en el ámbito de ese interés propio; 5) Se trata
de un interés cualificado, actual y real, no potencial o hipotético, es decir, se
trata de un interés jurídicamente relevante; y, 6) La anulación produce efectos
positivos o negativos en la esfera jurídica del gobernado9.
FO
RMÁTIC
A
Consulta directa.
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Impresión
8
Novena Época; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta XXVII, Abril de 2008; Página: 2381; Tesis: I.4o.C.136 C; Tesis Aislada
Materia(s): Civil.
9
Esta tesis contendió en la contradicción 69/2002-SS resuelta por la Segunda Sala, de la que
derivaron las tesis 2a./J. 142/2002 y 2a./J. 141/2002, que aparecen publicadas en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVI, diciembre de 2002, página 242 y
241, con los rubros: "INTERÉS LEGÍTIMO, NOCIÓN DE, PARA LA PROCEDENCIA DEL JUICIO
ANTE EL TRIBUNAL DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL DISTRITO FEDERAL." e
"INTERÉS LEGÍTIMO E INTERÉS JURÍDICO. AMBOS TÉRMINOS TIENEN DIFERENTE
CONNOTACIÓN EN EL JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO.", respectivamente. La
tesis fue superada por contradicción.
Requisitos
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p a ra a b o ga d o s y p re f e re n t e m e n t e
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Firmar las condiciones de uso del servicio.
Cubrir la cuota anual de inscripción.
Mayor información: Maribel Ibarra Pillado.
Tel. (442) 2387931
aún más en las discusiones correspondientes a los
procesos legislativos de mil novecientos ochenta y seis,
y mil novecientos noventa y cinco respecto de la ley del
Tribunal de lo Contencioso Administrativo del D.F.; uno
de los principales objetivos pretendidos fue
precisamente permitir el acceso a la justicia
administrativa a aquellos particulares afectados en su
esfera jurídica por actos administrativos (interés
legítimo), no obstante carecieran de la titularidad del
derecho subjetivo respectivo (interés jurídico), con la
finalidad clara de ampliar el número de gobernados que
pudieran acceder al procedimiento en defensa de sus
intereses. Así, el interés jurídico tiene una connotación
diversa a la del legítimo, pues mientras el primero
requiere que se acredite la afectación a un derecho
subjetivo, el segundo supone únicamente la existencia
de un interés cualificado respecto de la legalidad de los
actos impugnados, interés que proviene de la afectación
a la esfera jurídica del individuo, ya sea directa o
derivada de su situación particular respecto del orden
jurídico10. De esta forma resulta procedente el juicio que
intenten los particulares no sólo contra actos de la
autoridad administrativa que afecten sus derechos
subjetivos (interés jurídico), sino también, y de manera
más amplia, frente a violaciones que no lesionen
propiamente intereses jurídicos de la persona física, al
bastar una afectación objetiva a su esfera jurídica
derivada de su situación concreta que tienen en el orden
jurídico, y si la ley requiere un interés legítimo como
presupuesto de admisibilidad de la acción
correspondiente, también comprende por mayoría de
razón al referido interés jurídico, al resultar aquél de
mayores alcances que éste.
Siendo de poca claridad el concepto de derechos y
acciones difusas, si bien se habla de interés legítimo, a
manera de analogía puede seguirse el modelo
norteamericano para incorporar en el derecho mexicano
de manera más precisa los derechos y acciones de
clase. En efecto, se debe abandonar el criterio de grupo
o clases indeterminadas en razón de las personas que
poseen tales intereses legítimos siendo identificables
por el hecho mismo de estar dentro de una clase con un
trato común y no de estrato social, como sostiene el
derecho norteamericano (class treatment).
Ante una afectación de un acto concreto en la esfera
jurídica de un número importante de personas, que
genera un impacto igual o común entre ellos, ante la
posibilidad de reparación o restitución colectiva, para
evitar una multiplicidad de procesos individuales cuya
petitio y causa petendi es idéntica, el derecho
contemporáneo en México debe ofertar un derecho y
una acción acumulativa.
Lo anterior genera una problemática de índole procesal
como legislativa, al fin y al cabo superables, siendo
ahora la temática la cuestión a precisar para determinar
10
Tesis de jurisprudencia 141/2002. Aprobada por la Segunda Sala
de este Alto Tribunal, en sesión privada del veintidós de noviembre
de dos mil dos.
el campo de acción de un derecho y acción de clase. Si
seguimos considerando que el alto número de
demandantes y la necesidad imperiosa de acreditar un
interés jurídico afectaría el curso ordinario de los
tribunales, son varias las materias en donde, además de
los denominados derechos de los consumidores, se
puede tratar lo relativo a lo ecológico, los servicios
públicos u otros reclamos contra la administración
pública. Se trata de dignificar a esas personas en
desventaja y aprisionadas en obsoletos esquemas de
legitimación procesal, que por cierto, la Constitución en
sus artículos 103 a 107 jamás habla de tipos de
intereses (simple, jurídico y legítimo).
El derecho y acción de clase es a favor de quienes
participan de un mismo derecho, de un interés
comunitario de quienes poseen la misma pretensión
frente a quien lesionó su esfera jurídica. Son
identificables los derechohabientes de quien ofrece una
contraprestación, dejando atrás la idea de difuso o
indeterminable. Es más, en los tratados internacionales
está la obligación para México de hacer efectivo todo
derecho y libertad fundamental como se anota en la
Convención Americana de Derechos Humanos de 1969,
que dispone:
Artículo 25. Protección Judicial
1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y
rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los
jueces o tribunales competentes, que la ampare
contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la Constitución, la
ley o la presente Convención, aun cuando tal
violación sea cometida por personas que actúen
en ejercicio de sus funciones oficiales.
2. Los Estados partes se comprometen:
a. a garantizar que la autoridad competente prevista
por el sistema legal del Estado decidirá sobre los
derechos de toda persona que interponga tal
recurso;
b. a desarrollar las posibilidades de recurso judicial, y
c. a garantizar el cumplimiento, por las autoridades
competentes, de toda decisión en que se haya
estimado procedente el recurso.
En suma es una exigencia de justicia, de equidad, algo
más que la simple legalidad.
19
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