Artículo Mantilla 1

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Marzo 09 de 2012
Los impactos IFRS y la credibilidad de la profesión contable
¿Qué pasa cuando se intenta aplicar los IFRS desconociendo los IFRS? ¿Hay diferencias entre
impactos y riesgos? ¿Dónde queda la credibilidad de la profesión contable?
Las respuestas equivocadas a las anteriores y similares preguntas hacen que no se avance en los
procesos que, según dicen, debieran interesarnos a todos. Tales respuestas equivocadas logran
detener, momentáneamente, el proceso de incorporación de los IFRS pero deterioran
(¿irremediablemente?) la credibilidad de la profesión contable.
Con relación a los impactos, hay un afán de que se muestren „anticipadamente‟ a fin de decidir si
se acogen o no los IFRS, si son convenientes o no. Este es un argumento, también equivocado, de
quienes oponiéndose a la adopción de los IFRS no son capaces de decirlo claramente y se
amparan en solicitudes „respetuosas‟ o „en derecho‟ para distraer la atención.
¿Qué es un impacto?
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Impacto, según el DRA es :
(Del lat. tardío impactus).
1. m. Choque de un proyectil o de otro objeto contra algo.
2. m. Huella o señal que deja.
3. m. Efecto de una fuerza aplicada bruscamente.
4. m. Golpe emocional producido por una noticia desconcertante.
5. m. Efecto producido en la opinión pública por un acontecimiento, una disposición de la
autoridad, una noticia, una catástrofe, etc.
~ ambiental.
1. m. Conjunto de posibles efectos negativos sobre el medio ambiente de una modificación
del entorno natural, como consecuencia de obras u otras actividades.
En otras palabras, los impactos ocurren „después de,‟ nunca „antes de.‟ Por esa razón, los
impactos no se predicen. Cosa diferente a los „riesgos,‟ los cuales necesariamente se prevén y
administran „antes de.‟
1
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=impacto
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Esto, por ser tan elemental, fácilmente se olvida y por pretender inventar la rueda se llega a las
discusiones interminables que abundan entre nosotros y a los callejones sin salida derivados de las
amenazas, los derechos de petición y las tutelas.
Si quienes se oponen se tomaran la molestia de leer completos los IFRS, o aunque fuera
solamente el IFRS 1 completo, las respuestas que darían serían completamente diferentes.
¿Qué dicen los IFRS acerca de los impactos?
Los IFRS se refieren a información financiera histórica contenida en estados financieros de
propósito general. Por esa razón los impactos financieros a los cuales hace referencia el IFRS 1
(NIIF 1) requieren de una metodología específica que tal estándar detalla.
Metodología que, en el presente, muchos desconocen y por consiguiente no siguen. Y por eso sus
conclusiones apuntan a otras direcciones, generalmente incentivando el miedo y el desconcierto.
Hablando con rigor técnico y teniendo como referencia los IFRS debe resaltarse que
necesariamente tiene que haber una „adopción por primera vez‟ y que en esa situación el estándar
que aplica es el IFRS 1 el cual, de manera inequívoca señala que en la transición desde los PCGA
anteriores hacia los IFRS:
1. La única cuenta a través de la cual se hacen los registros es la de „utilidades retenidas‟
(por otros llamada „ganancias retenidas‟) u otra cuenta específica de patrimonio (en el caso
concreto del superávit por revalorización), En otras palabras: no hay contabilidad base
cero, no se empieza de la nada, no se endosa ningún cheque en blanco. Aplica con todo
rigor la partida doble).
2. Existen algunas exenciones y excepciones a la aplicación de los diferentes estándares,
las cuales hacen que la transición se ajuste a la situación concreta de la entidad. En otras
palabras: porque como se está pasando de la diversidad (entre nosotros 19 PUC) hacia la
unidad (un solo sistema homogéneo), es necesario ajustar mediante la técnica contable
esas diferencias. Otra razón importante es que en la adopción por primera vez nunca se
aplica directamente un IFRS en razón a las diferencias profundas que podría causar su
implementación: las exenciones (que corresponden a decisiones voluntarias del ente) y las
excepciones (prohibiciones expresas que el IFRS 1 hace ante la aplicación de un estándar)
permiten que el proceso sea más sencillo y sin traumas.
3. Aplica el principio de aplicación prospectiva („hacia adelante‟) y, solamente en algunos
casos, la aplicación puede ser retrospectiva („contabilizar desde el inicio‟). En otras
palabras: para evitar que se manipulen cifras que previamente se conocen.
Un entendimiento que prima
Por consiguiente, de la información financiera histórica contenida en los estados financieros no es
posible extraer otras consecuencias y mucho menos „extrapolar‟ resultados financieros sin conocer
cuáles son los movimientos contables reales del período (y sus comparativos). Aquí prima el
entendimiento de qué son los estados financieros y no tanto los sistemas de proyección que se
puedan utilizar a partir de otros datos numéricos.
En el trasfondo de esta discusión técnica está un viejo reclamo a la información contable y está
relacionado con su capacidad de predicción futura o su posibilidad de generar información
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prospectiva.
La ciencia estadística ha afirmado, desde hace muchos años, que para que la información histórica
pueda tener valor prospectivo se requiere una serie de datos (en el caso contable varios años)
preparados de manera uniforme a fin de que las fórmulas estadísticas puedan ser aplicadas de
manera objetiva (o científica).
Con base en ello, el IFRS 1 diferencia de manera clara entre el „balance de transición‟ y los
„primeros estados financieros IFRS‟. El sistema IFRS opera pleno solamente „después de‟ los
primeros estados financieros IFRS, no antes.
Otra claridad importante es que los dos años de información comparativa que corresponden a los
„primeros estados financieros IFRS‟ tienen que elaborarse con los IFRS aplicables a la fecha de los
primeros estados financieros IFRS, los cuales también se deben aplicar en el estado de posición
financiera de transición hacia los IFRS. En otras palabras: „usando las mismas políticas de
contabilidad.‟
Porque, no puede olvidarse, la implementación de los IFRS implica una decisión previa relacionada
con cuáles políticas de contabilidad (que se definen usando el juicio de la administración principal,
no del contador) aplicar.
A manera de ejemplo
Si los primeros estados financieros IFRS son a diciembre 31 de 2015:

Toda la información financiera entre el 1 de enero de 2015 y el 31 de diciembre de 2015
tiene que prepararse con base en los IFRS efectivos el 31 de diciembre de 2015.

Toda la información financiera entre el 1 de enero de 2014 y el 31 de diciembre de 2014
tiene que prepararse con base en los IFRS efectivos el 31 de diciembre de 2015.

El „estado de posición financiera de transición hacia los IFRS‟ que se prepare al 1 de
enero de 2014 (con base en el estado de posición financiera PCGA al 31 de diciembre de
2013) tiene que prepararse con base en los IFRS efectivos el 31 de diciembre de 2015.

Y el impacto, se mide a la fecha de la transición: impacto en el patrimonio y en los
ingresos comprensivos, principalmente.
Este ejemplo cae „como anillo al dedo‟ para el caso colombiano.
Si las cosas avanzan, podría pensarse que los primeros estados financieros IFRS (que sean
admitidos legalmente en el país, no como ejemplos o simulaciones o ejercicios) sean preparados al
31 de diciembre de 2015. El tiempo no alcanza para antes y posiblemente sea después (o quizás
nunca, al paso que van las tutelas).
Ello implica que en el 2015 se aplicarán unos IFRS (ya emitidos en el 2011 o que se emitirán en el
2012) que son muy diferentes a los que actualmente se están comentando y leyendo en el país.
Otra pata que le nace al cojo: los impactos deberán medirse y explicarse con base en unos IFRS
específicos (principalmente IFRS 9, IFRS 10, IFRS 11, IFRS 12, IFRS 13, y los que están en
proceso sobre ingresos ordinarios y sobre arrendamientos), diferentes a los actualmente vigentes.
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Explicación de la transición hacia los IFRS
En el lenguaje IFRS, el término genérico es la „transición desde los PCGA anteriores hacia los
IFRS‟ y el término específico es la „explicación de la transición,‟ la cual muestra la „afectación‟
(positiva, negativa o neutra) en la posición financiera, en el desempeño financiero y en los flujos de
efectivo.
La clave para entender esto se encuentra en los parágrafos 23-33 del IFRS 1 estando,
ciertamente, el centro de atención en el parágrafo 23:
“La entidad tiene que explicar cómo la transición desde los PCGA anteriores hacia los IFRS
afectó su posición financiera, su desempeño financiero y sus flujos de efectivo, reportados.”
La expresión en inglés que usa el parágrafo 23 del IFRS 1 es “affected”, afectado, influido. Nótese
que está en pasado, no en futuro. Usa la expresión „afectó,‟ no dice „afectará.‟
El parágrafo 24 detalla los requerimientos del parágrafo 23:
“Para cumplir con el parágrafo 23, los primeros estados financieros IFRS de la entidad
tienen que incluir:
(a) conciliaciones de su patrimonio reportado de acuerdo con los PCGA anteriores con su
patrimonio de acuerdo con los IFRS para ambas de las fechas siguientes:
(i)
la fecha de la transición hacia los IFRS; y
(ii)
el final del último período presentado en los estados financieros anuales más
recientes de la entidad de acuerdo con los PCGA anteriores.
(b) una conciliación de su total de ingresos comprensivos de acuerdo con los IFRS para el
último período contenido en los estados financieros anuales más recientes de la
entidad. El punto de partida para esa conciliación tiene que ser el total de ingresos
comprensivos de acuerdo con los PCGA anteriores para el mismo período o, si la
entidad no reportó tal total, la utilidad o pérdida según los PCGA anteriores.
(c) si la entidad reconoció o reversó cualesquiera pérdidas por deterioro por primera vez
en la preparación de su estado de posición financiera IFRS de apertura, las
revelaciones que el IAS 36 Deterioro del valor de los activos habría requerido si la
entidad hubiera reconocido esas pérdidas por deterioro o reversas en el período que
comienza con la fecha de transición hacia los IFRS.”
Pero el asunto es todavía más específico, dadas las circunstancias particulares, y a ellas se
refieren los parágrafos 25 a 33:






conciliaciones adicionales (pars. 25-28);
designación de activos financieros o pasivos financieros (pars. 29-29A);
uso del valor razonable como costo estimado (par. 30);
uso del costo estimado para las inversiones en subsidiarias, entidades controladas
conjuntamente y asociadas (par. 31);
uso del costo estimado para activos de petróleo y gas (par. 31A);
uso del costo estimado para operaciones sujetas a regulación tarifaria (par. 31B);
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

uso del costo estimado después de hiperinflación severa (par. 31C);
reportes financieros intermedios (pars. 32-33).
Cuando se olvidan estos detalles, se hace „macheteo contable‟ y no se llega a donde se tiene que
llegar. Ciertamente, hay „olvidos‟ que ganan contratos. Pero también acierta el periodista cuando
2
en lugar de referirse a impactos usa la expresión „daño colateral‟ . Algunos prefieren hacer
predicciones prospectivas sin fundamento (porque se olvidan de la medición y administración del
riesgo) que les permiten „agitar‟ el mercado y ganar algún rédito, claro está, sacrificando la
credibilidad de la profesión contable.
El caso de la propiedad, planta y equipo
Quienes gustan de asustar con los impactos generalmente usan las diferencias que existen entre
los PCGA colombianos y los IFRS en relación con la propiedad, planta y equipo (PPE).
De salida se refieren al IAS 16 (IFRS Plenos) y desconocen la Sección 17 (IFRS para PYMES).
En los IFRS Plenos la PPE se puede llevar ya sea al costo o al valor revaluado, depreciándose en
ambas circunstancias, teniéndose valor residual (que puede ser cero) y aplicándose el deterioro del
valor en ambas circunstancias.
En el IFRS para PYMES no se admite el valor revaluado y la PPE tiene que llevarse al costo
menos depreciación menos deterioro.
Así que cuando se trata de una entidad colombiana, lo primero que hay que revisar es si a tal
empresa le aplican los IFRS Plenos (porque tiene accountability pública y además publica estados
financieros de propósito general) o le aplica el IFRS para PYMES (porque no tiene accountability
pública y además publica estados financieros de propósito general).
El Decreto 2649/93, que es la norma contable colombiana básica, dice en el artículo 64:
“Las propiedades, planta y equipo, representan los activos tangibles adquiridos,
construidos, o en proceso de construcción, con la intención de emplearlos en forma
permanente, para la producción o suministro de otros bienes y servicios, para arrendarlos,
o para usarlos en la administración del ente económico, que no están destinados para la
venta en el curso normal de los negocios y cuya vida útil excede de un año...”
Si bien tal artículo genera varias alternativas y pudieran derivarse muchas otras diferencias con
relación a los IFRS, la expresión que mejor la resume es que la PPE se lleva a valor histórico
ajustado menos depreciación menos el valor residual más las revalorizaciones, pero éstas no se
deprecian. Técnicamente se expresa como: costo ajustado y valor revalorizado.
3
Un ejemplo bien simplificado permite entender esto :
2
http://www.dinero.com/edicion-impresa/pais/articulo/dano-colateral/145642.
3
Téngase bien claro que este ejemplo es ilustrativo y en algunos casos puede no estar
suficientemente completo.
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2649
IFRS Plenos
PPE
Costo
(Depreciación)
(Deterioro)
(Valor residual)
Valor libros PPE
Valorización PPE
(Superávit
revalorización PPE)
200
(50)
(0)
(30)
120
IFRS para PYMES
PPE
Costo
(Depreciación)
(Deterioro)
(Valor residual)
Valor libros PPE
200
(50)
(0)
(30)
120
PPE
Valor revaluado
(Depreciación)
(Valor residual)
Valor libros PPE
300
(75)
(30)
195
PPE
Costo
(Depreciación)
(Deterioro)
(Valor residual)
Valor libros PPE
200
(50)
(0)
(30)
120
ó
100
(100)
¿Cómo sería la transición desde los PCGA hacia los IFRS para este ejemplo concreto?
En el caso de los IFRS plenos, hay una decisión de política de contabilidad: costo o valor
revaluado.

Si la decisión de política de contabilidad es llevar esos activos de PPE al costo los
valores que están al costo se trasladan exactamente iguales, esto es, se mantienen tal y como
venían siendo contabilizados, a menos que haya revisiones de depreciación, deterioro o valor
residual. Queda el problema de la valorización y del superávit por revalorización.
Aquí surgen dos alternativas:
(1) La valorización era ficticia y por consiguiente se cancela. Los asientos de contabilidad
serían:
Utilidades retenidas
Valorización PPE
100
Superávit revalorización PPE
Utilidades retenidas
100
100
100
Recuérdese que en IFRS la compensación solamente se admite en ciertas circunstancias y
no se puede hacer el asiento de superávit revalorización contra revalorización. Tiene que
llevarse a través de „utilidades retenidas‟. En este caso no hay afectación de las utilidades
retenidas (la afectación es neutra) y por consiguiente no hay variación en el patrimonio.
(2) La valorización era real y por consiguiente ese es el costo de la PPE en la transición. La
exención en la adopción por primera vez permite que la entidad considere el valor
revaluado como el costo en la transición. Por consiguiente, en la transición el costo no son
200 sino 300 (el costo de 200 más los 100 de la valorización, suponiendo que la
valorización ha sido calculada correctamente). Los asientos de contabilidad serían:
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Costo
Utilidades retenidas
100
Utilidades retenidas
Valorización PPE
100
100
100
Este asiento se realiza para aumentar el costo del activo a su nuevo costo (el antiguo valor
revaluado) reconocido en la adopción por primera vez como costo estimado.
Queda pendiente el „superávit por revalorización‟, el cual se cancelaría de la siguiente
manera:
Superávit revalorización PPE
Utilidades retenidas
100
100
En este caso hay una afectación en las „utilidades retenidas‟: el patrimonio disminuye en
100 porque se elimina el superávit por revalorización.
Sin embargo, este tipo de contabilización no siempre es necesario dado que los IFRS
admiten que el „superávit por revalorización‟ sea la alternativa para llevar la revalorización,
lo cual haría que no fuera necesario pasarlo por „utilidades retenidas‟. En este caso, el
superávit por revalorización estaría incluido como parte de „otros ingresos comprensivos‟
(„otro resultado integral‟) y no hay ninguna afectación del patrimonio, solamente una
reclasificación. Sin embargo, la afectación importante aquí es que tal superávit no es
reciclable a utilidad o pérdida en un período posterior y en consecuencia debe aparecer en
otros ingresos comprensivos hasta cuando se dispone (o da de baja) la PPE
correspondiente.
Ciertamente, un asunto que requiere bastante análisis y una buena dosis de juicio.
Lo anterior, en un contexto IFRS, supone que se mantiene la „unidad de cuenta‟, esto es, a
cada activo de PPE se le ha asignado su depreciación, su deterioro, su valor de
realización, su revalorización. Si ello no se ha realizado así y se han llevado esos valores
en cuentas comunes (lo cual estaría permitido) entonces ahí sí se complica el proceso de
transición dado que requiere obtención de información detallada. Pero no habría afectación
en el patrimonio.

Si la decisión de política de contabilidad es llevar esos activos de PPE a valor revaluado
los asientos de contabilidad serían:
Valorización
Utilidades retenidas
(Para ajustar el valor revaluado al nuevo valor
revaluado)
200
Utilidades retenidas
Costo
(Para cancelar el costo anterior)
200
Utilidades retenidas
Depreciación
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200
200
25
25
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(Para ajustar el valor de la depreciación de la
revalorización, el cual en PCGA no se había
realizado)
Esta es una alternativa. La otra alternativa sería ajustar solamente 150 (200 de costo
menos 50 de depreciación) y volver a iniciar la depreciación por la vida útil restante. La
decisión depende de la política de depreciación que se haya adoptado. Aquí, por efecto de
simplificación, se toma esta alternativa.
En este caso, no hay afectación patrimonial por el efecto de ajustar el valor revaluado pero
sí por el nuevo cargo por depreciación que no se había realizado: el ajuste de la
depreciación hace que disminuyan en 25 las utilidades retenidas.
Aquí vale el análisis anterior realizado en la forma como queda pendiente el „superávit por
revalorización.‟
En el caso del IFRS para PYMES, la Sección 17 no admite el valor revaluado. Por consiguiente, la
situación es la misma cuando la política de contabilidad es llevar la PPE al costo y los efectos son
los mismos arriba mencionados para tal alternativa.
¿Hay afectación?
Como podrá observar el lector, el asunto no es tan plano como uno quisiera, existen diversas
alternativas y, con base en un conjunto de empresas no es posible para ese conjunto extrapolar los
datos sin previamente conocer las definiciones sobre políticas de contabilidad.
En consecuencia, ¿hay afectación? La habría en los casos en que fuera necesario corregir valores
anteriores de PPE (depreciación, deterioro, valor razonable, valorizaciones) porque la medición
contenida en ellos no era correcta. En esta situación, lo que se incorpore nuevo se resta de
utilidades retenidas y lo que se retire se agrega a utilidades retenidas.
Otra afectación podría surgir cuando es necesario reconocer PPE que estaba fuera de contabilidad
(y ahora se incorpora) o se retira ese elemento de línea como es el caso de activos de
arrendamiento, propiedades de inversión, activos no-corrientes tenidos para la venta, los cuales
tienen un tratamiento contable diferente dado que aplican otros IFRS (en concreto, IAS 17, IAS 40,
4
e IFRS 5, respectivamente).
Lo relacionado con el valor revaluado merece un análisis todavía más detallado debido a que la
práctica internacional más común siempre ha considerado que la PPE generalmente se lleva al
costo y, en casos especiales, a valor revaluado.
Por eso es importante considerar la aclaración que hace el parágrafo BC-25 de las Bases para las
Conclusiones del IAS 16:
La Junta está tomando parte en actividades de investigación con organismos emisores de
estándares nacionales sobre revaluaciones de propiedad, planta y equipo. Se pretende que
esta investigación promueva la convergencia internacional de los estándares. Uno de los
4
Para los diferentes tratamientos contables en estos casos, según los IFRS, vea:
Mantilla B., Samuel. Estándares/Normas Internacionales de Información Financiera (IFRS/NIIF) –
Tercera edición. Ecoe ediciones: Bogotá, 2012 (http://www.ecoeediciones.com).
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problemas más importantes es identificar el atributo de medición preferido para las
revaluaciones. Esta investigación podría conducir a propuestas para modificar el IAS 16.
En el caso colombiano, el problema está en que la fórmula es „costo y revalorización,‟ lo cual
complica adicionalmente el análisis, además que es costo depreciado pero la revalorización no se
deprecia. La solución está en un análisis cuidadoso, por grupos homogéneos de PPE, para ver si
en la transición es conveniente usar el valor revaluado como costo estimado o quedarse con el
costo y darse la pela castigando la revalorización.
¿Causal de liquidación? Los miedos que algunos incentivan se aumentan alrededor del argumento
de una eventual entrada en causal de liquidación. Tal entrada en causal de liquidación puede
darse, pero no por la transición hacia los IFRS. En el caso extremo de castigar directamente el
superávit por revalorización contra utilidades retenidas, ello se debería a que la contabilidad
anterior era un caos completo. Y ello ni siquiera es culpa de los PCGA colombianos y tampoco de
los IFRS.
Valoración de los riesgos
De acuerdo con las mejores prácticas del presente y teniendo en cuenta que los impactos se
miden „después de‟, está claro que es un imperativo realizar una valoración de los riesgos en aras
de la ulterior administración de los mismos.
Se considera que los riesgos pueden ser tanto un problema (daño, perjuicio) como una oportunidad
(aprovechamiento), lo cual hace que la clave esté en su valoración, esto es, la medición de sus
aspectos tanto cualitativos como cuantitativos.
La medición cualitativa de los riesgos se refiere principalmente a la probabilidad de ocurrencia y a
la posible afectación, medidas en una escala que generalmente es de alta, mediana o baja.
La medición cuantitativa se refiere a qué tanto apetito por el riesgo se tiene, esto es, la disposición
de asumir la afectación: asimilar la afectación, aprovechar la oportunidad o mitigar el riesgo.
Algunos prefieren usar la expresión „capacidad de recuperación‟ (resillience) y muy pocos, en
negocios, estarían dispuestos a renunciar al riesgo („todo negocio rentable es riesgoso‟), incluso
los riesgos de alta afectación („cisnes negros‟).
¿Cuáles son los riesgos principales derivados de la adopción e incorporación de los IFRS? La lista
puede ser tan extensa como las arenas del mar. Sin embargo, los más importantes se resumen en
las siguientes tres categorías:
1. Personas: Como se está ante sistemas diferentes, pasar del sistema PCGA al sistema
IFRS requiere personas educadas y entrenadas tanto en el nuevo sistema como en la
transición. No sirve la educación PCGA para una implementación IFRS eficiente. Se
necesita, por lo tanto, estudiar. Ello aplica a juntas de directores, contadores, auditores,
supervisores, analistas, abogados, etc. Quien no estudia a fondo el nuevo sistema corre el
riesgo de equivocarse y por consiguiente es candidato fácil para „salir del mercado.‟ La
educación en el nuevo sistema tiene un costo („no cae del cielo‟) y entre más se demore
una persona en profundizar en ella mayor será tal costo. Aquí no valen los títulos
adquiridos en el pasado ni la mucha experiencia en PCGA, lo que cuenta es si se tiene o
no la experticia necesaria para la implementación de los IFRS.
2. Procesos: Se está frente a procesos diferentes y muchas cosas tienen que cambiar.
Principalmente:
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a. Nueva dinámica: Reconocimiento, medición, presentación y revelación. Inicial
(„primera vez‟) y subsiguiente. La partida doble es básica pero no es suficiente, se
requieren nuevos elementos de análisis y en ellos se destaca el análisis de procesos y
la cadena de valor.
b. Consolidación: la clave está en el conjunto (estados financieros consolidados) y no
tanto en las partes (estados financieros independientes). El centro de atención está en
el control (control, control conjunto, influencia importante, inversión).
c.
Medición del valor razonable: la perspectiva central es financiera („sustancia
económica‟) y ya no tanto de carácter formal (legal). La alternativa al valor razonable
es el „costo amortizado‟ (el costo entendido como sumatoria de todos los costos
directamente atribuibles menos las partes ya asumidas de esos costos) pero ya no el
valor histórico ajustado.
3. Tecnología: el apoyo central está en las tecnologías (de la información, de las
comunicaciones, de las organizaciones). Por esta razón las normas locales incorporan los
estándares internacionales. El registro es principalmente en bases de datos relacionales (y
no tanto en columnas de la derecha y la izquierda) y la comunicación/presentación de la
información es interactiva (XBRL).
En consecuencia, el riesgo percibido como oportunidad dice que es necesario cambiar,
incorporarse, participar de, ser proactivo, aprovechar las ventajas. El riesgo percibido como
problema genera miedos, encerramientos, tutelas, derechos de petición, redacciones legales al
estilo criollo, etc.
Usted qué prefiere: ¿aferrarse a sus miedos o aprovechar las nuevas oportunidades, así tengan
que cambiarse muchas cosas y así sea necesario empezar a estudiar como si fuera la primera
vez?
Hay muchas cosas por aprender
En resumen, hay muchas cosas por aprender. Todos tenemos que aprender. A lo anotado atrás se
pueden unas consideraciones finales:
1. El Gobierno Nacional todavía no ha entendido que, a partir de la ley 1314 es la autoridad
contable en Colombia y que debe ejercer esa autoridad como parte de sus funciones de
intervención en la economía. Ello quiere decir que tiene que actuar en función del país y no
amedrentarse por los miedos y tutelas que le genera un sector de los contadores. Aquí los
estudios son importantes pero no todo estudio solicitado por quienes disparan por disparar
son necesarios. Lo único que necesita es claridad (informada, para no equivocarse) en
relación con cuáles son los estándares que aplican en las situaciones concretas.
2. El Consejo Técnico de la Contaduría Pública (CTCP) no ha entendido que es la autoridad
de normalización en lo contable y se ha dejado enredar por los miedos y, sobre todo,
porque no tiene clara cuál es su dirección estratégica. Debiera tener claros cuáles son los
estudios a realizar y cuáles son las propuestas a presentar. Porque no todo lo que le pidan
es posible. Y porque los consensos son un ideal no siempre alcanzable para avanzar.
3. Ejercer juicio no es actuar de manera subjetiva ni al vaivén de los caprichos. Es tomar
decisiones informadas, escoger entre diferentes alternativas de políticas de contabilidad,
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avanzar hacia el logro del objetivo que es la toma de decisiones económicas. Y asumir las
consecuencias de ello.
4. La profesión contable, si quiere recuperar su credibilidad, tiene que honrar su propia
técnica („la técnica contable‟) y no distraerse ya sea en los afanes de vender por vender y
hacerse grande en los mercados por el volumen de los ingresos, o ya sea en las
discusiones derivadas de los intereses políticos de un sector.
5. Los impactos ocurren „después de,‟ nunca „antes de.‟ Por esa razón, los impactos no se
predicen. Cosa diferente a los „riesgos,‟ los cuales necesariamente se prevén y administran
„antes de.‟
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