Fasc. 2 - Núm. 43 - Octubre 2010

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VOL. 17
•
FA S C . 2
•
NÚM. 43
•
OCTUBRE 2010
REVISTA DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE ARTROSCOPIA (A.E.A.)
VOL. 17 - FASC. 2 - NÚM. 43 - OCTUBRE 2010
Fundador: Dr. Enrique Galindo Andújar
Director: Prof. Javier Vaquero Martín
Redactor Jefe: Dr. Antonio Pérez-Caballer
Secretarios de Redacción:
Dr. Alejandro Espejo, Dr. Albertino Amigo Fernández
JUNTA DIRECTIVA ACTUAL
CONSEJO DE REDACCIÓN
Presidente:
Dr. Sergi Massanet José
Dr. Luis Munuera Martínez
Dr. Joaquín Cabot Dalmau
Dr. Ramón Cugat Bertomeu
Dr. Juan José Rey Zúñiga
Dr. Enrique Galindo Andújar
Dr. Javier Vaquero Martín
Dr. José Achalandabaso Alfonso
Dr. Antonio Estévez Ruiz de Castañeda
Dr. Manuel Díaz Samada
Dr. José María Altisench Bosch
Vicepresidente:
Dr. Joan Carles Monllau García
Secretario:
Dr. Rafael Canosa Sevillano
Tesorero:
Dr. José Luis País Brito
Vocales:
Dr. Ricardo Crespo Romero
Dr. Manuel Leyes Vence
Dr. Rafael Otero Fernández
Copyright de los textos originales 2010. Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida,
transmitida en ninguna forma o medio alguno, electrónico o
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Copyright. Los editores no se declaran responsables de las opiniones
reflejadas en los artículos publicados.
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REVISTA DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE ARTROSCOPIA (A.E.A.)
VOL. 17 - FASC. 2 - NÚM. 43 - OCTUBRE 2010
SUMARIO
Editorial ...........................................................................................................................
7
Influencia del morfotipo en la incidencia de lesiones asociadas
a la rotura aguda del ligamento cruzado anterior
M. Leyes, C. Bravo, C. Flores, M.ª González ........................................................................
8
Efecto de la tenotomía de la porción larga del bíceps en la reparación
del manguito rotador. Análisis clínico-radiográfico
J.M. Silberberg, R. Sánchez Hidalgo, A. Bartolomé, J. Moya Angeler ................................... 14
Tenodesis intraósea artroscópica del tendón largo del bíceps
mediante tenosuspensión
Á. Calvo, P. Golanó, J. Sarasquete, Á.A. Martínez, A. Herrera ............................................. 21
Tratamiento artroscópico intraarticular de la epicondilitis
J.L. Ávila Lafuente, C. García Rodríguez, C. Selas González,
J.M. García Pequerul, Ó. Jacobo Edo ....................................................................................... 31
Sutura artroscópica de la lesión del complejo fibrocartílago triangular
A. Fernández Bretón, G. López Graña, J. Truchuelo Lago .................................................... 37
¿Cuánto cuesta la participación de un traumatólogo como profesor
en las actividades formativas?
R. Arriaza Loureda .............................................................................................................. 42
Noticias ............................................................................................................................ 47
Agenda ............................................................................................................................. 49
Premios ............................................................................................................................ 50
Normas para la presentación de manuscritos ............................................................... 51
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
5
REVISTA DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE ARTROSCOPIA (A.E.A.)
VOL. 17 - FASC. 2 - NO. 43 - OCTOBER 2010
CONTENTS
Editorial ...........................................................................................................................
7
Influence of morphotype in lesions associated to acute rupture
of the anterior cruciate ligament
M. Leyes, C. Bravo, C. Flores, M.ª González ........................................................................
8
Effect of the long head biceps tenotomy in the rotator cuff repairs.
Clinical and radiographic anylisis
J.M. Silberberg, R. Sánchez Hidalgo, A. Bartolomé, J. Moya Angeler ................................... 14
Suspensory fixation for arthroscopic long head of the biceps tenodesis
Á. Calvo, P. Golanó, J. Sarasquete, Á.A. Martínez, A. Herrera ............................................. 21
Intraarticular arthroscopic treatment for lateral epicondylitis
J.L. Ávila Lafuente, C. García Rodríguez, C. Selas González,
J.M. García Pequerul, Ó. Jacobo Edo ....................................................................................... 31
Arthroscopic suture of triangular fibrocartilage complex injury
A. Fernández Bretón, G. López Graña, J. Truchuelo Lago .................................................... 37
How much does it cost to be a lecturer in orthopaedic teaching activities?
R. Arriaza Loureda .............................................................................................................. 42
News �
47
Agenda ............................................................................................................................ 49
Awards ............................................................................................................................. 50
Instructions for authors ................................................................................................. 51
6
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
EDITORIAL
C
on esta nueva entrega de CUADERNOS DE ARTROSCOPIA llega hasta vosotros no sólo la
ilusión y el trabajo de todo el equipo editorial, sino también una recopilación de
trabajos de gran calidad. Afortunadamente, la revista tiene ya “solera”, y los trabajos de nuestros compañeros artroscopistas llegan de forma continuada a la editorial,
habiendo quedado atrás la época en la cual la principal preocupación de este director era
conseguir completar cada uno de los números. Muchas gracias, una vez más, a todos por
pensar en CUADERNOS DE ARTROSCOPIA para dar a conocer vuestra labor.
Como podéis ver en el “Sumario”, en este fascículo predominan los trabajos sobre las
técnicas artroscópicas a nivel del hombro. Uno de ellos, el firmado por el Dr. Silberberg y
colaboradores, fue merecedor del Premio a la Mejor Comunicación en nuestro último congreso de Granada. Hace ya algún tiempo que el estudio de la rodilla ha perdido posiciones
respecto al del hombro y, en el caso concreto de la comunidad artroscópica española, la
razón es doble, en mi opinión. En primer lugar, la introducción de la artroscopia de hombro es mucho más reciente, y la investigación en este campo está menos “trillada”. Por
otro lado, en nuestro país tenemos la suerte de contar con excelentes artroscopistas que
se han dedicado de forma preferente a esta articulación, estudiando sus resquicios anatómicos o aportando innovaciones técnicas que han alcanzado el reconocimiento dentro
y fuera de nuestras fronteras.
Finalmente quiero destacar el trabajo del Dr. Arriaza por su originalidad y su valentía. En
estos tiempos en los que la industria nos agobia con sus normas de compliance, es importante que, una vez más, los artroscopistas hayan sido los primeros en elevar la voz para
mostrar el enorme esfuerzo y sacrificio que los médicos realizamos cuando participamos
en actividades formativas, a cambio de una escasa compensación. Os recomiendo su detenida lectura, y me ofrezco a publicar vuestras reflexiones sobre este u otro artículo como
“Cartas al editor”.
Prof. Javier Vaquero Martín
Director de CUADERNOS DE ARTROSCOPIA
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
7
Influencia del morfotipo
en la incidencia de lesiones
asociadas a la rotura aguda
del ligamento cruzado anterior
Manuel Leyes, Christian Bravo, César Flores, María González
Clínica CEMTRO. Madrid
Correspondencia:
Dr. Manuel Leyes
Clínica CEMTRO.
Avda. del Ventisquero de la Condesa, 42. 28035 Madrid
Correo electrónico: [email protected]
Objetivo: Evaluar la influencia del ángulo frontal de la
articulación de la rodilla en las lesiones asociadas con la
rotura del ligamento cruzado anterior.
Material y métodos: Estudio observacional en 63 pacientes, 53 varones y 10 mujeres, con 37 años de edad
media (rango: 16-59 años).
El mecanismo de lesión se produjo en 35 casos jugando
al fútbol, 9 esquiando, 5 jugando al baloncesto y 5 por
caída de moto. Efectuamos una medición del ángulo, en
el plano frontal de la rodilla, con un goniómetro en bipedestación. Todos los pacientes fueron diagnosticados
clínicamente de rotura de LCA, lo cual se confirmó con
RM. Se describieron en cada uno de los casos los hallazgos intraoperatorios.
Resultados: De los 53 varones, 21 presentaron un varo
de rodilla, y 32 un valgo, mientras que las mujeres tenían
2 varos y 8 valgos.
De las rodillas varas, el 86% tenía lesiones meniscales,
por igual del menisco externo e interno, el 9% presentaba lesiones condrales, y un 34% presentaba edema óseo
en el compartimento externo. De las rodillas en valgo, el
72% presentó lesiones meniscales, un 30% mostraban
lesiones condrales, un 62% imagen de edema, y un 30%
lesiones del ligamento lateral interno.
Conclusión: El eje de la rodilla se relaciona con las
lesiones asociadas a la rotura del LCA.
Influence of morphotype in lesions associated to
acute rupture of the anterior cruciate ligament
Aims and purposes: To assess the influence of the
frontal angle of the knee joint in lesions associated to
the rupture of the anterior cruciate ligament.
Material and methods: Observational study in 63
patients, 53 males and 10 females, with a mean age of
37 years (range, 16-59 years). The lesional mechanisms
occurred in 35 cases while playing soccer, in 9 while skiing, in 5 while playing basketball, and in 5 in the course
of motorbike falls. The angle in the frontal plane of the
knee was measured in bipedestation with a goniometer.
All the patients had a clinical diagnosis of ACL rupture,
which was confirmed by MR imaging. The intraoperative
findings were reported and described in each case.
Results: Among the 53 males, 21 presented varus knee
and 32 valgus knee, while the females evidenced 2 varus
and 8 valgus cases. Among the varus knees, 86% had
meniscal lesions, equally distributed to the external or
internal meniscus; 9% evidenced chondral lesions, and
34% had osseous oedema in the external compartment.
Among the valgus knees, 72% evidenced meniscal lesions, 30% chondral lesions, 62% an oedema-compatible
image, and 30% lesions of the internal lateral ligament.
Conclusions: The axis of the knee joint correlates with
the lesions associated to ACL rupture.
Palabras clave: Rodilla. Ligamento cruzado anterior. Menisco. Edema óseo. Valgo. Varo.
Key words: Knee. Anterior cruciate ligament. Meniscus. Osseous oedema. Valgus. Varus.
8
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
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13
Efecto de la tenotomía
de la porción larga
del bíceps en la reparación
del manguito rotador.
Análisis clínico-radiográfico
José M. Silberberg1, Ricardo Sánchez Hidalgo1, Alicia Bartolomé2,
Joaquín Moya Angeler1
1
Unidad de Miembro Superior; 2 Departamento de Radiología. Hospital FREMAP. Majadahonda (Madrid)
Correspondencia:
Dr. J.M. Silberberg
Hospital FREMAP. Ctra. Pozuelo, 61
28220 Majadahonda (Madrid)
Correo electrónico: [email protected]
Objetivo: Evaluar los resultados clínico-radiográfico
de los pacientes intervenidos mediante reparación artroscópica de lesiones de manguito rotador asociado a
tenotomía del bíceps.
Material y métodos: estudiamos prospectivamente 41
pacientes intervenidos por lesiones de manguito rotador
con una edad media de 57 ± 10 años. En 20 de ellos, se
asoció tenotomía del bíceps. Todos los pacientes fueron
evaluados clínica –aplicando la escala de Constant– y
radiográficamente por un observador independiente tras
un seguimiento medio de 19 meses.
Resultados: 36 pacientes quedaron satisfechos con el
resultado final. Según la escala de Constant modificado,
el resultado promedio preoperatorio pasó de 38,3 a 63,5
puntos postoperatoriamente (p < 0,001). Se observó
un Constant mayor en pacientes con ausencia de degeneración grasa o atrofia de supraespinoso. La distancia
acromio-humeral disminuyó 1,1 mm en los pacientes con
re-ruptura. No hubo diferencia significativa entre ambos
grupos en relación con los resultados clínicos.
Conclusiones: La tenotomía del bíceps asociado a la
reparación de lesiones del manguito ofrece buenos resultados objetivos, con un alto índice de satisfacción por
parte de los pacientes.
Effect of the long head biceps tenotomy in the
rotator cuff repairs. Clinical and radiographic
anylisis
Objective: Evaluate the clinical and radiographic findings of the effect of biceps tenotomy in the rotator cuff
repair.
Material and methods: Prospective study of 41 patients whounderwent arthroscopic tenotomy of the long
head of the biceps with attempt at rotator cuff repair.
The mean age was 57 ± 10 years. In 20 of 41 patients,
biceps tenotomy was associated. All patients were
clinically –with the Constant score– and radiographically
evaluated at a mean follow-up of 19 months.
Results: 36 patients were satisfied. The modified
Constant score improved from 38.3 to 63.5 points
(p < 0.001).Two factors appeared to be negatively more
influential over the postoperative Constant modified
score: fatty infiltration and supraspinatus muscle atrophy. The acromio-humeral interval decreased by a mean
of 1.1 mm in the re-tear group. There was no clinical
difference between both groups.
Conclusion: Biceps tenotomy in association of rotator
cuff repair yields good objective improvement and a
high degree of patient satisfaction.
Palabras clave: Manguito rotador. Bíceps. Reparación
artroscópica. Re-rotura. Infiltración grasa.
Key words: Rotator cuff. Biceps tendon. Arthroscopic repair. Re-tear. Fatty infiltration.
Comunicación premiada en el XXVIII Congreso de la AEA de 2010
14
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
J.M. Silberberg et al.
INTRODUCCIÓN
El tratamiento de lesiones medianas y grandes
del manguito rotador no sólo sigue siendo un
desafío para los cirujanos artroscopistas sino
que es una de las causas más frecuentes de disfunción del hombro. El tratamiento conservador presenta tasas de buenos resultados en un
porcentaje situado entre el 40% y el 82% de
los casos; sin embargo, la disminución del espacio acromio-humeral ocurre en el 75% los pacientes a los 5 años(1-5).
El manguito rotador impide la migración superior de la cabeza humeral(6-10), lo que explica
que en lesiones importantes del manguito se incremente el traslado superior, anterior y posterior del extremo cefálico y, como consecuencia
final, la patogénesis de la artropatía por lesión
de manguito(11-13). Por otra parte, la función de
la porción larga del bíceps (PLB) en el hombre
sigue siendo controvertido. Las lesiones del bíceps se asocian frecuentemente a lesiones de
manguito rotador que provocan dolor e incapacidad funcional del hombro, por lo que la tenotomía o la tenodesis de la PLB permite mejorar
el dolor y, secundariamente, la movilidad activa
y la función articular(14,15), aunque el tendón de
la PLB tiene una función estabilizadora glenohumeral al generar fuerzas de compresión que
disminuyen el traslado gleno-humeral en todas
las direcciones(16-18).
El objetivo del presente trabajo es evaluar los
resultados clínico-radiográficos a corto plazo de
aquellos pacientes intervenidos mediante reparación de lesiones medianas y grandes de manguito rotador en relación con la lesión del bíceps y su tratamiento.
PACIENTES Y MÉTODOS
Efectuamos un estudio prospectivo clínico-radiográfico, con 41 pacientes diagnosticados de
lesión completa de manguito rotador constatado por resonancia magnética nuclear (RMN)
preoperatoriamente.
Los criterios de inclusión fueron pacientes
con síntomas y signos de lesión de manguito
rotador, sin respuesta al tratamiento conservador (antiinflamatorios no esteroideos, reposo
laboral y tratamiento rehabilitador) al menos
durante 3 meses, con evidencia, por RMN, de
lesión completa póstero-lateral de tamaño moCuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
derado a grande, según los criterios de Davidson et al.(19).
Los criterios de exclusión fueron pacientes con
cirugía previa de manguito rotador del hombro
afecto o contralateral, lesión parcial o irreparable de manguito (> 32 mm en plano coronal)
y una lesión que comprometiera el tendón del
músculo subescapular, pacientes con signos de
inestabilidad gleno-humeral, lesión labral, artrosis acromio-clavicular (AC) sintomática y signos de artropatía por lesión de manguito de rotadores o reparaciones quirúrgicas incompletas
(tipo III o IV de Yoo)(20).
La edad media fue de 54 años (47-64 años) y
el sexo masculino predominante, con un 66%
(27/14) de casos. En relación con el desempeño de actividad laboral, el 86% de los pacientes
realizaba un trabajo manual de moderado a pesado (34/41). El hombro derecho estuvo afectado en un 73% de los pacientes (30/41), y el
lado dominante en un 80% de los mismos.
Los pacientes fueron evaluados clínica y radiográficamente por un observador independiente (RSH) tras un seguimiento medio de 19
meses (14-23 meses). La valoración clínica comprendió criterios subjetivos, mediante la escala
visual analógica (EVA), y criterios objetivos, mediante la escala de Constant modificado (máximo: 75 puntos).
Los pacientes fueron divididos en dos grupos según tuvieran o no patología de la PLB
(Lafosse: grado 0: normal; I: mínima lesión; II:
lesión que compromete más del 50% de su diámetro(21). En el grupo I (21 pacientes), se realizó
la reparación del manguito de rotadores, y en el
grupo II (20 pacientes), se realizó la reparación
del manguito asociado a tenotomía articular de
la PLB. Todos los procedimientos han sido efectuados por un mismo cirujano (Dr. J.M. Silberberg) mediante la reparación estándar de manguito rotador.
Durante el procedimiento quirúrgico, se documentó la localización, la configuración, el tamaño y el grado de retracción de la lesión, incluyendo sólo las lesiones póstero-laterales de
manguito de rotadores. En relación con la configuración, las lesiones se clasificaron como en
“C”, “L”, “L” invertida, en “V” o en “U”(22).
Con respecto al tamaño de la lesión preoperatoriamente, se clasificaron según los criterios de
Davidson et al. e intraoperatoriamente, según
los criterios de Post: lesión pequeña: < 1 cm;
mediana: 1-3 cm; grande: 3-5 cm; y masiva:
15
Efecto de la tenotomía de la PLB […]
A
B
Figura 1. Método de valoración de distancia acromio-humeral según van de Sande. A: En proyección ántero-posterior
de hombro. B: En RMN corte coronal oblicuo en T2.
> 5 cm(23). La retracción fue valorada según
Patte(24): 1: no retraído; 2: retraído a cabeza humeral; 3: retraído a glena.
Para la valoración radiográfica se empleó el
método de van de Sande et al.(25) en radiografía
convencional ántero-posterior (AP) de hombro
y en imágenes coronales T2, para determinar el
espacio acromio-humeral (Figura 1). A su vez,
mediante las imágenes de RMN se evaluó el grado de degeneración grasa según los criterios de
Fuchs et al.(26) (grado 0: no infiltración grasa; grado 1: estrías grasas; grado 2: más músculo que
grasa; grado 3: misma cantidad de grasa que
músculo, y grado 4: menos músculo que grasa).
El grado de atrofia del tendón del músculo
supraespinoso fue evaluado en las imágenes
sagitales (imagen en “Y”) trazando una línea
desde la coracoides a la espina de la escápula y
según los criterios descritos por Warner et al.(27)
como la incidencia de re-rotura del manguito
reparado.
PROTOCOLO POSTOPERATORIO
Colocamos un cabestrillo, en rotación interna,
durante 6 semanas, comenzando con los ejercicios pendulares al día siguiente de la cirugía.
Los pacientes comenzaron con ejercicios pasivos y activos asistidos a la semana y a la sex16
ta semana poscirugía, respectivamente. Dependiendo de la recuperación individual y del tipo
de trabajo que desarrollasen los pacientes, se
les permitió integrarse a su actividad entre 5 y
6 meses después de la intervención.
RESULTADOS
Hubo 23 lesiones de tamaño moderado (56%)
y 18 de tamaño grande (44%), con un tamaño
medio de 28,3 ± 11,1 mm, en el plano coronal,
y 25,0 ± 12,5 mm, en el plano sagital oblicuo.
La distribución, en relación con el tipo de lesión y con la posibilidad de reparación por grupo, fue semejante en ambos grupos. En todos
los casos se consiguió una reparación completa,
Yoo I en 26 casos y Yoo II en 15 pacientes.
Tras un seguimiento medio de 19 meses (1423 meses) se evidenció una mejoría significativa subjetiva y funcional. En relación con el dolor, de un EVA preoperatorio de 5,7 ± 2,2 se
pasó a un EVA de 1,22 ± 1,49, no existiendo diferencias significativas entre ambos grupos (p > 0,05). La escala de Constant modificada, sobre un máximo de 75 puntos, mejoró de
38,3 ± 8,9 en el preoperatorio a 62,9 ± 1,46 en
el postoperatorio (p < 0,001).
Durante el seguimiento, y respecto a la distancia media acromio-humeral, ni en la radioCuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
J.M. Silberberg et al.
grafía simple AP de hombro ni en el corte coronal T2 obtuvimos diferencias significativas entre
la distancia preoperatoria ni entre los grupos
(Tabla 1).
Los resultados de la degeneración grasa tendinosa se muestran en la Tabla 2, y el signo de
la tangente fue positivo en 12 casos (grupo I:
1 paciente; grupo II: 11 pacientes).
La RMN evidenció una reparación completa
del manguito, después de la cirugía, en 28 casos (83%) y una re-rotura en 7 casos (17%), todos los cuales correspondieron al grupo II. En
5 casos fue por una lesión aislada del tendón
del supraespinoso, y en los 2 casos restantes se
extendieron al infraespinoso. Sin embargo, el
tamaño de la re-rotura de estos 7 pacientes fue
menor que la preoperatoria inicial (Tabla 3).
La distancia acromio-humeral, en la radiografía convencional, en el grupo de re-rotura, disminuyó de un preoperatorio medio de 6,7 mm
a 5,5 mm (p < 0,001).
DISCUSIÓN
Los resultados de la reparación artroscópica de
las lesiones grandes y masivas del manguito rotador son buenos, suponen un alivio del dolor
y permiten el desarrollo de las actividades de la
vida diaria. A pesar de ello, sigue existiendo una
alta incidencia de re-roturas (entre el 25% y el
94% de los casos)(28-30). Aunque la presencia de
los defectos es muy alta en este tipo de lesiones, los resultados clínicos no se correlacionan
con los resultados anatómicos(28,31,32), mientras
que la integridad del manguito tiene una relación directa con los resultados funcionales(33-35).
Sin embargo, la integridad de la reparación está influenciada por diferentes variables
preoperatorias como la edad, la duración de
los síntomas, el tamaño de la lesión y la calidad tendinosa(28,34,36,37). Siguiendo los criterios
de Yoo et al.(38), tanto en la valoración de las
imágenes preoperatorias de RMN del manguito rotador como en la evaluación de la degeneración grasa en los cortes sagitales oblicuos,
solamente se podría prever una reparación incompleta de las lesiones en los casos de una retracción tendinosa mayor de 32 mm con una
degeneración grasa de grado III (Figura 2).
El manguito rotador es fundamental en la cinemática gleno-humeral, por la propiedad de
concavidad-compresión(39) o como fulcro(40),
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
Tabla 1
DISTANCIA ACROMIO-HUMERAL
SEGÚN CRITERIOS DE VAN DE SANDE
Grupo I
Rx AP
Manguito
íntegro
6,6
Grupo II
RMN Rx AP RMN
6,4
6,7
Re-rotura
6,4
5,5
Tabla 2
DISTRIBUCIÓN DE LA DEGENERACIÓN
GRASA TENDINOSA
Grupo I
Grupo II
Goutallier I-II
18 ptes.
4 ptes.
Goutallier III-IV
3 ptes.
16 ptes.
ptes.: pacientes
Tabla 3
TAMAÑO DE LA LESIÓN EN LAS RE-ROTURAS
Plano coronal
Plano sagital
Tamaño
28,3 ± 11,1 mm 25,0 ± 12,5 mm
preoperatorio
Tamaño
23,5 ± 8,9 mm 20,7 ± 11,7 mm
postoperatorio
para evitar la migración proximal de la cabeza
humeral, mientras que la PLB disminuye significativamente los traslados AP y superior de la
misma(40).
Walch(41) y Nové-Josserand(42), en sus series, a
medio plazo, han demostrado que, en la rotura
espontánea o la tenotomía de la PLB en las lesiones masivas de manguito irreparables, la cabeza humeral no migra hacia arriba ni afecta
al espacio acromio-humeral. En estudios in vitro, coincidiendo con nuestros resultados, aunque la tenotomía o tenodesis de la PLB proveen
un alivio sintomático en hombros con lesión de
manguito rotador, pueden alterar la biomecáni17
Efecto de la tenotomía de la PLB […]
A
B
Figura 2. Criterios de reparabilidad preoperatorios en RMN (Yoo). A: Retracciones mayores de 32 mm en plano sagital
con degeneración grasa superior a Goutallier II no nos permitirán una reparación completa. B: La tenotomía de PLB
provocaría cambios mecánicos a nivel gleno-humeral que afectarían a la reparación del manguito, especialmente en
grados avanzados de degeneración grasa.
ca gleno-humeral, sobre todo en lesiones con
infiltración grasa mayor de un Goutallier II.
La tenotomía del músculo bíceps braquial, en
lesiones que comprometen más del 50% de su
diámetro, asociadas a la reparación de lesiones medianas y grandes del manguito rotador,
ofrece resultados clínicos y funcionales favorables que no han evidenciado una migración
humeral superior. Al igual que en algunos estudios biomecánicos, nuestros resultados evidencian que la tenotomía de la PLB tiene una
repercusión biomecánica en la articulación
gleno-humeral, especialmente en lesiones de
manguito con degeneración grasa superiores
a Goutallier II.
CONCLUSIONES
La tenotomía de la PLB en lesiones que comprometen más del 50% de du diámetro asociadas
a reparaciones de lesiones medianas y grandes
de manguito rotador provee un alivio sintomático en hombros con lesión de manguito rotador,
aunque no deja de ser un gesto quirúrgico que
puede alterar la biomecánica gleno-humeral.
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Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
Tenodesis intraósea
artroscópica del tendón
largo del bíceps mediante
tenosuspensión
Ángel Calvo1, Pau Golanó2, Juan Sarasquete3, Ángel A. Martínez1,
Antonio Herrera4
Unidad de Hombro y Codo. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología.
Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza
2
Profesor de Anatomía. Departamento de Ciencias Morfológicas. Universidad de Barcelona
3
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona
4
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza
1
Correspondencia:
Dr. Ángel Calvo
Unidad de Hombro y Codo. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología.
Hospital Universitario Miguel Servet.
Po. Isabel La Católica, 1-3. 50009 Zaragoza
Correo electrónico: [email protected]
Nuestro objetivo ha sido desarrollar una nueva técnica
artroscópica para la tenodesis de la porción larga del
bíceps. Para ello, nos hemos basado en las técnicas de
tenosuspensión ampliamente usadas en la reconstrucción de los ligamentos cruzados de la rodilla. El implante
utilizado que proporciona esta fijación se denomina
ToggleLocTM (Biomet, Warsaw, IN), diseñado para fijarse
en la cortical ósea una vez que ha atravesado el túnel
óseo, proporcionando una fijación rígida. Este sistema
incorpora suturas de alta resistencia y la tecnología
ZipLoopTM, que permite acortar los bucles del dispositivo
tirando de uno de ellos, lo que produce la entrada del
tendón en el túnel y su autobloqueo.
Este dispositivo evita las mediciones, ya que el mismo
dispositivo se adapta a cualquier tipo de paciente, lo
que facilita el almacenamiento y referenciado en los
hospitales.
Creemos que la tenosuspensión artroscópica del bíceps
es una técnica fácil y reproducible que proporciona una
excelente fijación intraósea y evita los inconvenientes de
los tornillos interferenciales como la lesión o rotura del
tendón durante su introducción.
Suspensory fixation for arthroscopic long head of
the biceps tenodesis
Our objective has been to develop a new arthroscopic
technique for long head of the biceps tenodesis. We
have used a suspensory fixation system frequently used
in the knee to reconstruct cruciate ligaments. We have
used the ToggleLocTM implant (Biomet, Warsaw, IN), designed to capture the cortical bone once pulled through
the tunnel, providing an excellent fixation. This system
incorporates high strength sutures and the ZipLoopTM
technology that allows pulling from the sutures, shortening the loop that transports the tendon and pulling the
tendon into the tunnel.
This device can be accommodated to a wide range of patients because the length of the device can be adjusted
to the individual size of each patient. Hospitals need to
stock only one device, eliminating inventory issues with
multiple sizes of implants.
We think that the suspensory fixation of the biceps is
an easy and reproducible technique and it avoids the
damage of the biceps tendon that can happen with the
interference screw.
Palabras clave: Bíceps. Tenodesis. Tenotomía. Hombro.
Artroscopia.
Key words: Biceps. Tenodesis. Tenotomy. Shoulder.
Arthroscopy.
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
21
Tenodesis intraósea artroscópica del tendón largo del bíceps […]
INTRODUCCIÓN
Tradicionalmente se atribuye a la porción larga
del bíceps (LHB) un papel importante en la etiología del dolor anterior del hombro, tanto de forma
aislada como asociada a las roturas del manguito rotador. También con frecuencia, se responsabiliza a la LHB del dolor postoperatorio tras la reparación de roturas del manguito rotador. Es por
ello por lo que cada vez con más frecuencia se
realizan gestos quirúrgicos a nivel de la LHB.
No obstante, también existen numerosas controversias al respecto que todavía no han sido
aclaradas: desde las peculiaridades y variantes
anatómicas que pueden observarse en esta zona
y que pueden estar relacionadas con la patología
de la LHB(1) hasta la elección del mejor tratamiento, pasando por concretar cuál es la función primordial de la LHB. Recientemente, Dierickx et al.(2)
han propuesto una nueva clasificación de 12 tipos
de variaciones congénitas de la porción intraarticular del bíceps, con el objetivo de poder conocer si éstas tienen una relación con la patología.
Respecto a la función, a la LHB se le otorga un
papel estabilizador de la cabeza humeral, una acción supinadora y, más recientemente, una importante función en la propiocepción del hombro(1).
El tratamiento de las lesiones de la LHB mediante tenotomía ha sido el más ampliamente empleado. La tenotomía reduce el dolor, y su
tiempo de recuperación es breve. La deformidad
de Popeye se produce en relativamente pocos casos(3), y se han descrito técnicas sencillas para evitarla, si bien parece estar relacionada con la existencia y resistencia de vincula tendinis(4) y con el
estado biológico de la LHB. Ahmad(5) ha demostrado en estudios cadavéricos que los tendones
enfermos, hipertrofiados y aplanados tienen menor tendencia a la migración.
Las técnicas de tenodesis han obtenido gran
auge en los últimos años, quizá motivado por el
desarrollo de técnicas artroscópicas. La teórica disminución de la repercusión estética de la tenotomía y el mantenimiento de la fuerza de supinación
en atletas y trabajadores manuales han sido los
principales motivos que han hecho que muchos cirujanos prefieran la tenodesis a la tenotomía.
Todas las técnicas de tenodesis de la LHB tratan de obtener una sólida fijación primaria del
tendón, a la vez que buscan su sencillez, reproducibilidad y la posibilidad de realizarla mediante artroscopia. Las más empleadas en la actualidad son la tenodesis con anclajes óseos(6), la
22
tenodesis intraósea transfixiva con tornillo interferencial(7), la técnica percutánea transtendinosa (PITT)(8), la técnica en cerradura (keyhole),
la transferencia de la LHB al tendón conjunto(9)
y técnicas intraóseas no transfixivas con túnel
ciego y tornillo interferencial(10) o sistemas mixtos de anclaje y tornillo(11).
Nuestro objetivo en el desarrollo de esta técnica ha sido conseguir una tenodesis artroscópica de la LHB fácil, reproducible y que proporcione una fijación máxima intraósea, evitando el
posible daño del tornillo sobre el tendón. Para
ello nos hemos basado en los sistemas de tenosuspensión usados frecuentemente en la rodilla
para la reparación de los ligamentos cruzados.
TÉCNICA QUIRÚRGICA
Implante
Las técnicas de tenosuspensión se han utilizado
ampliamente para la fijación intraósea de tendones a nivel de diversas articulaciones. Su empleo más frecuente ha sido para la sustitución
de los ligamentos cruzados de la rodilla. También se ha descrito para la fijación intraósea en
roturas del bíceps distal.
De entre todos los disponibles, nosotros hemos seleccionado el implante ToggleLoc™ (Biomet, Warsaw, IN), diseñado para capturar la
cortical ósea una vez que ha atravesado el túnel
creado, proporcionando una fijación excelente.
Este implante lleva incorporada la sutura de alta
resistencia MaxBraid™ PE (Biomet, Warsaw, IN)
y su gran innovación es la tecnología ZipLoop™
(Biomet, Warsaw, IN), que permite, tirando de
una de las suturas, acortar el bucle que transporta los tendones adaptándose a la longitud
del túnel, dando la tensión adecuada al tendón,
maximizando el contacto entre el tendón y el
hueso y autobloqueándose cuando se ha conseguido la longitud adecuada. De esta forma,
se evitan las mediciones innecesarias y disponer
de diferentes tamaños del implantes.
Posición del paciente
Si bien puede ser realizada en decúbito lateral,
preferimos la posición en silla de playa, ya que
facilita el acceso confortable a la parte anterior y
posterior del hombro; además, permite efectuar
la rotación externa al brazo, lo que nos puede facilitar la exposición de la corredera bicipital en algunos momentos de la intervención.
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
Á. Calvo et al.
línea recta hacia el portal posterior. Desde este
portal se realiza el túnel óseo y la introducción
del implante. Éste es el único portal en el que
emplazamos una cánula de 8 mm.
4. Portal antero-anterolateral (AAL) o anterior
accesorio: en el punto medio entre el portal anterior y el portal anterolateral. Su función principal va a ser exteriorizar el bíceps, aunque en algunos momentos también es portal de visión, ya
que proporciona una excelente vista del túnel.
Figura 1. La aguja espinal penetra a través del intervalo
rotador fijando temporalmente el tendón del bíceps
siguiendo su dirección, lo que es importante para poder
mostrar luego el lugar donde encontrar la corredera
bicipital.
Figura 2. Con el artroscopio en el portal anterolateral
procedemos a la apertura de la corredera bicipital desde
el portal anterior accesorio.
Portales
Para la realización de la técnica empleamos
cuatro portales:
1. Portal posterior estándar, que se realiza en
el soft spot, entre los músculos infraespinoso y
redondo menor. Es el portal inicial de visión.
2. Portal anterolateral (AL): en línea con el borde anterior del acromion. Desde aquí se realiza la
acromioplastia y se introduce el artroscopio para
exponer la zona de la corredera bicipital.
3. Portal anterior: en la zona anterior del
hombro. Debe permitirnos poder trazar una
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
Técnica quirúrgica
Con el artroscopio introducido por el portal
posterior realizamos una exploración articular
completa y evaluamos las lesiones de la LHB.
Introducimos percutáneamente una aguja espinal por el intervalo rotador y preferentemente por la corredera bicipital atravesando la LHB
con la aguja cerca de su inserción (Figura 1).
Esta aguja es necesaria para prevenir la retracción de la LHB tras seccionarla y es importante
para poder encontrarla con facilidad en el espacio subacromial. Algunos cirujanos prefieren
pasar una sutura a través de la aguja. Nosotros
preferimos realizarlo con una aguja espinal, ya
que luego es más fácil encontrarla en el espacio subacromial y sufre menos daño que la sutura durante la disección. Es importante que la
aguja penetre por el intervalo rotador para evitar lesionar los tendones durante la localización
y liberación de la LHB.
Una vez la LHB está marcada y fijada, procedemos a su sección mediante un electrodo de
radiofrecuencia cerca de su inserción en el tubérculo supraglenoideo superior.
Manteniendo el artroscopio en el portal posterior accedemos al espacio subacromial. Desde
un portal anterolateral realizamos la bursectomía y la acromioplastia si es necesario. Es importante obtener un ambiente limpio en esta
zona anterior del hombro.
Establecemos un portal anterior, tal como se ha
descrito previamente, colocando en él una cánula
de 8 mm. También establecemos el portal AAL.
El siguiente paso es localizar la corredera bicipital. Para ello exponemos la aguja que marca la
LHB. También resulta fácil localizar la inserción
del tendón subescapular y del tendón supraespinoso. Entre estas dos inserciones se encuentra
la corredera bicipital. Cuidadosamente abrimos
la corredera y el intervalo rotador con el bisturí o con un electrodo de radiofrecuencia desde
el portal AAL (Figura 2). Es necesario completar
23
Tenodesis intraósea artroscópica del tendón largo del bíceps […]
Figura 3. Realización del túnel óseo en la corredera
bicipital con broca de 7 mm de diámetro consiguiendo
una longitud de túnel de 30-35 mm. El artroscopio
se encuentra en el portal anterolateral o en el portal
anterior accesorio, mientras que la instrumentación se
realiza desde el portal anterior.
la sección del ligamento transverso para poder
exteriorizar la LHB por el portal AAL. Para estas
maniobras una ligera rotación externa del brazo
puede resultar de gran ayuda.
Una vez hemos exteriorizado la LHB, procedemos a realizar una sutura de tracción de tipo
Krackow en el extremo libre con un hilo de
alta resistencia n.º 2. Comenzamos la sutura a
30 mm del extremo libre de la LHB, con lo cual
tendremos una marca perfecta de la longitud de
bíceps que se encuentra dentro del túnel óseo.
Pasamos el artroscopio al portal AAL (el mismo por el que sale la LHB). Desde aquí se nos
ofrece una visión inmejorable de la parte anterior del espacio subacromial y de la corredera
bicipital. Desde aquí seleccionamos el punto de
inicio del túnel en la cabeza humeral en la parte alta de la corredera, al menos a 1 cm del cartílago articular. Desde este punto, a través del
portal anterior, pasamos una aguja guía con
ojal que atravesará desde lo anterior a lo pos24
Figura 4. Perforación de la cortical posterior de la cabeza humeral con la broca de 4,5 mm.
terior la cabeza humeral buscando su salida en
el portal posterior por el que inicialmente se introdujo el artroscopio. Si este portal es seguro
para entrar, también lo es para salir. No utilizamos ninguna guía para este paso, pero puede
ser útil emplear la misma guía que en la técnica
descrita por Boileau(7).
Figura 5. Visión del interior del túnel desde el portal anterior accesorio, comprobando la integridad de las paredes.
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
Á. Calvo et al.
Figura 6. El implante ToggleLocTM penetra en el túnel
mediante la tracción suave de la sutura guía desde la
parte posterior del hombro.
Una vez la aguja está colocada, desde el portal
anterior realizamos un túnel de 30 mm de longitud con una broca de 7 mm (Figura 3) y perforamos el fondo del túnel y la cortical posterior con la broca de 4,5 mm (Figura 4). Desde
el portal AAL podemos comprobar la correcta
posición y la integridad de las paredes del túnel.
Recomendamos alisar el borde más inferior de la
entrada del túnel con el shaver, ya que en esta
zona puede producirse fricción entre el tendón y
el hueso (efecto parabrisas) (Figura 5).
Enhebramos la sutura de tracción del ToggleLoc™ en la aguja guía y tiramos de ella hasta
hacer salir la sutura por la parte posterior del
hombro (Figura 6).
La sutura de tracción del tendón y la LHB se
encuentra en el portal AAL, y debemos pasar
dicha sutura al portal anterior para anudarla al
bucle doble del ToggleLoc™, dejando libre el
tercer bucle.
Continúamos tirando de la sutura de tracción
del ToggleLoc™, vemos introducirse en el túnel el implante metálico y podemos notar perfectamente cómo el implante atraviesa la cortiCuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
Figura 7. La tracción alternativa de ambos cabos del
tercer bucle del sistema ZipLoopTM acorta los otros dos
bucles, lo que produce la introducción del tendón en
el túnel.
cal posterior. En este momento, con una suave
tracción del tendón o de la sutura, el implante gira y se bloquea en la cortical posterior del
cuello quirúrgico del húmero.
Finalmente, sólo es necesario ir tirando suavemente de la sutura ZipLoop™ del tercer bucle, lo que produce el acortamiento de los otros
dos bucles, y ver cómo el tendón se introduce
en el túnel, y podemos ajustar la tensión deseada (Figura 7).
Con el gancho de exploración comprobamos
la adecuada estabilidad y tensión de la LHB y
cortamos la sutura del sistema ZipLoop™.
DISCUSIÓN
Aún existe controversia sobre si es preferible la
tenotomía o la tenodesis en el tratamiento de
la patología de la LHB. A la tenotomía se le atribuye una recuperación más rápida, pero también mayor probabilidad de defectos estéticos y
de pérdida de fuerza de supinación. Los estudios
25
Tenodesis intraósea artroscópica del tendón largo del bíceps […]
Figura 8. Vista anterior de la tenodesis intraósea del bíceps mediante tenosuspensión en cadáver y en modelo
de plástico. La posición del túnel es correcta y podemos
observar cómo respeta el manguito rotador.
biomecánicos al respecto no son concluyentes.
Algunos de ellos no han encontrado diferencias
significativas en la fuerza de flexión y supinación
entre ambas técnicas. A pesar de ello, sigue existiendo tendencia a elegir la tenodesis en pacientes jóvenes, atletas o que requieran mantener
completamente la fuerza de supinación. Wolf
et al.(12) han estudiado en cadáveres la migración
distal del bíceps tras tenotomía o tenodesis. Han
observado mayor riesgo de migración distal en
los casos de tenotomía aplicando menor fuerza
y con ciclos repetidos de flexoextensión del codo
sin cargas, por lo que sugieren que la tenodesis
debe ser considerada en los pacientes en que el
perjuicio estético o funcional resultante de la migración distal del bíceps resulte importante.
La elección de la técnica de tenodesis también es otro punto de desacuerdo. La búsqueda de una fijación primaria estable y la sencillez
del procedimiento son los objetivos que debe
cumplir cualquier técnica. Se han realizado al
respecto algunos estudios biomecánicos. Ozalay et al.(13) realizaron un estudio comparativo en
ovejas usando cuatro técnicas diferentes (bone
tunnel, interference screw, suture anchor y ke26
Figura 9. Vista posterior de la tenodesis intraósea del
bíceps mediante tenosuspensión en cadáver y en modelo de plástico. Se muestra la posición del implante en el
área desnuda de la cabeza humeral, un lugar seguro y
suficientemente alejado del nervio axilar.
yhole technique). Sus resultados sugieren que la
técnica de túnel óseo con tornillo interferencial
obtiene propiedades biomecánicas superiores,
lo cual puede mejorar los resultados clínicos. Richards et al.(14) también han realizado un estudio
comparativo en cadáveres entre las dos técnicas
más populares: fijación con tornillo interferencial
y fijación con anclaje de doble sutura. El modo
de fallo en los bíceps fijados con tornillo interferencial ha sido variable, mientras que el grupo de
fijación con anclaje óseo fallaba en el anclaje o
en el ojal. La resistencia a la tracción en el grupo
de tornillo interferencial resultó superior. Basados en estos resultados, concluyen que la tenodesis de la LHB usando un tornillo interferencial
proporciona mayor fijación que las que usan el
anclaje de doble sutura.
Nuestra preferencia hasta ahora ha sido realizar una tenodesis intraósea con fijación con tornillo interferencial, tal como ha sido descrita por
Boileau(7), en pacientes jóvenes, en atletas y en
trabajadores de altos requerimientos físicos con
sus brazos. Si bien es una técnica reproducible,
no deja de ser altamente demandante desde el
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
Á. Calvo et al.
praescapular se encuentran suficientemente alejados de este
portal. La fijación en la cortical posterior del cuello quirúrgico del húmero es muy sólida.
Las pruebas de tracción sobre el
bíceps no consiguieron hundir
la parte posterior de la cabeza
ni romper la sutura. La tracción
máxima ejercida sólo hizo que la
sutura de Krackow comprimiera
en tendón, con lo que aumentó
la longitud de la sutura y, por lo
Figura 10. Imagen radiológica convencional que muestra la posición postope- tanto, se observó la salida de un
ratoria del implante.
parte del tendón del túnel óseo
(Figuras 8 y 9).
La comprobación radiológipunto de vista técnico. Los principales problemas
ca postoperatoria ha mostralos hemos encontrado a la hora de introducir el
do una correcta posición del implante en una
tornillo interferencial, ya que éste puede lesionar
zona segura de la parte posterior de la cabeel tendón de la LHB y provocar su ruptura.
za humeral (Figura 10), y las RM postoperatoTratando de cumplir con los objetivos de facirias muestran una correcta orientación del túnel
lidad, reproducibilidad y fijación estable, pensaóseo y su ocupación por un tendón del bíceps
mos en utilizar la fijación suspensoria tal y como
que mantiene su integridad durante el proceso
se ha venido utilizando en la rodilla. La cortical
de rehabilitación (Figura 11).
posterior del cuello humeral proporciona una
Sin embargo, son necesarios estudios biomeexcelente resistencia a la tracción.
cánicos más completos que confirmen la imLa técnica descrita se ha realizado en cadávepresión de que posiblemente se trate de la fijares que posteriormente han sido disecados por el
ción más sólida y menos lesiva para la tenodesis
Prof. Pau Golanó en el Departamento de Ciende la LHB.
cias Morfológicas de la Universidad de Barcelona, concluyendo que la transfixión de la cabeza humeral por la aguja guía es segura cuando
CONCLUSIONES
la salida de la aguja se realiza por el portal posterior estándar de visión. Los nervios axilar y suLa fijación suspensoria proximal del bíceps proporciona una fijación sólida y
segura. La técnica artroscópica
desarrollada es fácil y reproducible, evitando las lesiones en el
tendón que pueden producirse
por los tornillos interferenciales
y por el paso de suturas múltiples a través del tendón.
RELEVANCIA CLÍNICA
Figura 11. Imagen RM postoperatoria que muestra la dirección del túnel óseo
y la integridad del tendón del bíceps dentro del túnel óseo.
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
Creemos que la suspensión de
la LHB puede ser la técnica de
elección para la tenodesis del bíceps cuando se requiera un alto
grado de fijación, pues favorece
la rehabilitación precoz.
27
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Meniscal Cinch
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Cerrando el espacio en la fijación del LCA
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Revolucionario sistema ajustable de fijación
cortical que permite mayor contacto entre
el injerto y las paredes del túnel
• No es necesario realizar mediciones. Un
tamaño de implante que se ajusta a todos
los pacientes
• Permite rellenar totalmente el túnel femoral
Ideal para túneles femorales más cortos
• Fuerte mecanismo de
bloqueo de cuatro puntos.
No requiere nudos
Ventajas del Meniscal Cinch:
Mecanismo de
bloqueo de
cuatro puntos
Páselo,
Ajústelo,
Córtelo . . .
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1
2
3
Pase el botón del ACL TightRope
Tire de los cabos distales de las
suturas para avanzar y ajustar el
injerto
Corte las suturas, y la fijación femoral ya
está completa
Para mayor información diríjase a:
http://tightrope.arthrex.com
© 2010, Arthrex Inc. All rights reserved.
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http://meniscalcinch.arthrex.com
©Copyright de Arthrex Inc, 2009. Todos los derechos reservados.
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www.arthrex.com
…tecnología al día a
sólo un clic de distancia
Tenodesis intraósea artroscópica del tendón largo del bíceps […]
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Tratamiento artroscópico
intraarticular de la epicondilitis
José Luis Ávila Lafuente1, Carmen García Rodríguez2, Carlos Selas González1,
José Manuel García Pequerul1, Óscar Jacobo Edo1
1
2
Unidad de Cirugía de Hombro y Codo. Servicio de Traumatología. Hospital MAZ. Zaragoza
Servicio de Traumatología. Hospital Xeral-Cíes. Vigo (Pontevedra)
Correspondencia:
Dr. José Luis Ávila Lafuente
Unidad de Hombro y Codo. Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica. Hospital MAZ.
Avda. de la Academia General Militar, 74.
50015 Zaragoza
Correo electrónico: [email protected]
Para el tratamiento de las epicondilitis se han descrito
varias técnicas, una de ellas mediante abordaje artroscópico intraarticular. Como ventajas, presenta la posibilidad de diagnóstico de otras lesiones intraarticulares
asociadas, la no agresión de la fascia extensora ni del
complejo ligamentario lateral del codo, el que es una
técnica menos invasiva y que obtiene buenos resultados
con bajo índice de complicaciones. Se presenta nuestra
experiencia en el ámbito laboral y se describen minuciosamente los detalles técnicos.
Intraarticular arthroscopic treatment for lateral
epicondylitis
Many procedures have been described for treating lateral
epicondylitis. One of them is the intraarticular arthroscopic
approach. The advantadges of this technique are to
address intraarticular pathology, not violating the extensor
aponeurosis or the lateral ligamentous complex, being a less
invasive technique obtaining good results with a low rate of
complications. It’s reported the experience in our hospital for
workers and there are described some technical aspects.
Palabras clave: Artroscopia. Epicondilitis. Codo.
Key words: Arthroscopy. Lateral epicondylitis. Elbow.
INTRODUCCIÓN
tendinitis, como frecuentemente se consideraba(1-3). El tratamiento conservador (medicación,
medidas físicas, fisioterapia e infiltraciones) es
efectivo en más del 90% de los pacientes(4). Sin
embargo, en los casos rebeldes, es necesaria
la cirugía. Se han descrito y comparado varios
procedimientos terapéuticos con buenos resultados(5). La artroscopia, como método mini-invasivo e intraarticular, tiene sus ventajas en manos experimentadas.
Se conoce como epicondilitis la patología caracterizada por el dolor en la zona de inserción en el epicóndilo del aparato tendinoso extensor de muñeca y mano, que genera pérdida
de fuerza e impotencia funcional de la extremidad. Aparece fundamentalmente en el medio laboral (enfermedad profesional) como consecuencia de movimientos de repetición, en el
ámbito deportivo, como la práctica del tenis, y
de forma traumática en ocasiones. El tendón
más implicado es el del músculo extensor carpi radialis brevis (ECRB). Histopatológicamente se corresponde con un fenómeno de tendinosis (hiperplasia angiofibroblástica) y no de
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó un estudio prospectivo, consistente en la valoración de los resultados clínicos
Póster premiado en el XXVIII Congreso de la AEA de 2010
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
31
Tratamiento artroscópico intraarticular de la epicondilitis
y en cuanto a cifras de baja laboral obtenido
con esta técnica artroscópica intraarticular en
epicondiltis. Se recogen 20 pacientes operados entre el 1 de octubre 2008 y el 31 de julio de 2009. Se les practicó por vía artroscópica
una sinovectomía anterior, capsulectomía lateral parcial y exéresis de la inserción del ECRB. En
14 casos se asoció también una epicondiloplastia con fresa motorizada, y en 5 pacientes resección y/o apertura de plica sinovial condilo-radial. En 1 cirugía se practicó una condroplastia
de una lesión osteocondral del capitellum. En
2 pacientes se infiltró corticoide intraarticular al
final de la artroscopia por presentar una sinovitis muy llamativa.
Todos los pacientes provenían del medio laboral (enfermedad profesional o accidente de
trabajo) y eran trabajadores manuales. El diagnóstico se llevó a cabo mediante anamnesis, exploración, radiología simple y resonancia magnética (RM) del codo. La indicación quirúrgica se
estableció tras al menos 3 meses de tratamiento
conservador (medicación, medidas físicas, rehabilitación, infiltraciones cortico-anestésicas y ondas de choque) sin éxito. El seguimiento en consulta se prolongó 6 meses tras la cirugía.
Se cuantificó el tiempo transcurrido, en semanas, desde la cirugía hasta el alta laboral.
Para la valoración subjetiva del dolor, la escala analógica visual (EAV) –puntuando entre 0
(sin ningún dolor) y 10 (máximo dolor)– se tuvo
en cuenta inmediatamente antes de la cirugía
y 6 meses después de ésta. La escala clínica de
medición de resultados utilizada fue la de An-
Figura 1. Colocación del paciente en decúbito lateral
con codo en prono.
32
drews-Carson(6). Ésta tiene en cuenta la valoración subjetiva entre 20 y 100 puntos (dolor, inflamación, presencia de bloqueos o resaltes y la
limitación en la actividad), la valoración objetiva
entre 10 y 100 puntos (déficit de extensión de
codo, arco de movimiento en flexoextensión de
la articulación y balance en prono-supinación) y
la valoración total, suma de las anteriores, entre
30 y 200 puntos. Considera los resultados de la
siguiente forma: < 120: malo; 120-159: regular; 160-179: bueno, y 180-200: excelente.
TÉCNICA QUIRÚRGICA
ARTROSCÓPICA
Se trata de una técnica artroscópica convencional de codo. Los pacientes se colocaron en
decúbito lateral o decúbito prono con el codo
siempre en prono (Figura 1). Se usa el torniquete durante la cirugía y una óptica convencional de 4,5 mm y 30º. Habitualmente sólo se
trabaja en el compartimiento anterior del codo.
El portal de visión es el medial proximal, y el
portal de trabajo, el antero-lateral (Figura 2).
Se usa un sinoviotomo agresivo pequeño, una
fresa motorizada redonda pequeña y un vaporizador bipolar con un terminal a 50 o 90º. Igualmente, es necesaria una bomba de infusión a
presión continua de suero a 40 mm de mercurio. No suele ser necesario el uso de cánulas
ni otros instrumentos adicionales. Se establece
profilaxis antibiótica con ceftriaxona 2 g endovenosos monodosis justo antes de la colocación
Figura 2. Detalle de las referencias anatómicas dibujadas en el codo, el portal medial proximal con el artroscopio en su interior y el portal anterolateral de trabajo
con el sinoviotomo introducido.
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
J.L. Ávila et al.
Figura 5. Imagen de una plica sinovial condilo-radial y su
apertura/resección.
Figura 3. Distensión articular con suero a través del portal lateral directo.
Figura 6. Al realizar la capsulectomía lateral, se pone de
manifiesto la lesión tendinosa subyacente.
Figura 4. Detalle de la dirección de introducción de la
vaina del artroscopio a través del portal medial proximal
al inicio del procedimiento.
del torniquete al comienzo de la cirugía. La alternativa para alérgicos es vancomicina 1 g.
Una vez preparado el campo operatorio y dibujadas las referencias anatómicas más importantes
(epicóndilo medial, septo fibromuscular medial,
nervio cubital, tendón del tríceps, olécranon, epicóndilo lateral y borde lateral supracondíleo del
húmero, cabeza del radio y capitellum) así como
los portales medial proximal, anterolateral y lateral
directo (en el triángulo blando posterolateral del
codo), a través de este último se introduce suero
fisiológico (entre 20 y 40 cm3) para distender la articulación y favorecer el acceso (Figura 3).
La introducción de la vaina del artroscopio a
través del portal medial proximal se debe reaCuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
lizar con la precaución de atravesar anterior y
muy próximo al septo fibro-muscular medial y
en dirección a la articulación, posterior y distalmente para evitar lesionar, respectivamente, el
nervio cubital y el paquete vasculo-nervioso anterior del codo (nervio mediano y arteria y vena
humerales) durante el abordaje (Figura 4).
Se explorará completamente el compartimiento anterior del codo en busca de lesiones
condrales, sinoviales, cuerpos libres, osteofitos, plicas sinoviales o cualquier otra y se tratarán mediante condroplastia, sinovectomía, resección y exéresis o apertura, respectivamente
(Figura 5). Con una aguja espinal de fuera a
dentro decidiremos el punto exacto para colocar el portal anterolateral de trabajo. Desde él,
el primer gesto será la capsulectomía parcial lateral con el motor y/o el vaporizador hasta obtener una visión satisfactoria del ECRB (Figuras 6 y 7). Posteriormente, y con la ayuda de
33
Tratamiento artroscópico intraarticular de la epicondilitis
Figura 7. Tras la capsulectomía, se localiza el tendón del
ECRB que tenemos que resecar.
ambos instrumentos, se practicará una resección y desbridamiento de la inserción del ECRB
en el epicóndilo y de todo el tejido degenerativo tendinoso reconocible hasta comprobar que
no quedan restos patológicos (Figura 8). No se
debe temer por la integridad del complejo ligamentoso lateral, puesto que desde el portal de
visión medial proximal y con la óptica de 30º no
llega a visualizarse éste(7).
Es recomendable finalizar la cirugía con la
práctica de una decorticación o cruentación del
área ósea epicondílea (epicondiloplastia), que
se llevará a cabo con una fresa motorizada redonda pequeña, con el objeto de extirpar el periostio y las partes blandas y de exponer el hueso esponjoso (Figura 9).
La técnica artroscópica finaliza con el cierre cuidadoso de los portales y el vendaje algodonado y
compresivo, sin que sea necesario el uso de drenaje. Se colocará un inmovilizador simple de forma discontinua durante 10 días hasta retirar las
suturas. Se permite la flexoextensión activa suave sin dolor de forma inmediata. La rehabilitación
comienza a las 3 semanas (fisioterapia pasiva, activa asistida y activa no resistida), demorando la
actividad contra-resistencia y la potenciación hasta la séptima semana postoperatoria.
Es una técnica quirúrgica no compleja que se
realiza en un tiempo medio de unos 40 minutos,
con bajo índice de complicaciones y sin precisar
un sofisticado aparataje. Es una técnica de nivel 3 de experiencia en artroscopia de codo(8).
RESULTADOS
Figura 8. Aspecto del área epicondílea tras la completa
capsulectomía lateral y exéresis del ECRB lesionado.
Figura 9. Imagen de la epicondiloplastia con fresa motorizada y el aspecto final del epicóndilo tras su realización
(flecha).
34
Se revisaron 20 casos de epicondilitis tratados
por artroscopia, 15 hombres (75%) y 5 mujeres (25%), con una edad media de 43 años (3058). El lado afectado fue el dominante en 13
casos (65%). Se hallaron lesiones intraarticulares asociadas en todos los casos (20; 100%):
sinovitis profusa anterior en los 20 pacientes
(100%), plica sinovial condilo-radial en 5 casos
(25%), lesiones osteocondrales en 3 pacientes
(15%), las 3 localizadas en el capitellum.
No aparecieron complicaciones derivadas de
la técnica artroscópica: 0 casos (0%).
El alta laboral tras esta técnica fue posible en 17
casos (85%), a las 12,83 semanas de media (622). Tres pacientes (15%) precisaron una reintervención por falta de mejoría en cuanto a dolor y
pérdida de fuerza, que no permitían la vuelta a su
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
J.L. Ávila et al.
trabajo habitual. En los 3 casos, se realizó posteriormente cirugía abierta (técnica clásica de Boyd
y revisión del túnel radial), con mejoría en todos
ellos. En 1 caso (5%) apareció una recidiva clínica, consistente en sensación subjetiva igual o parecida a la previa a la cirugía tras 6 meses desde la
misma y tras el alta laboral. Este caso no precisó
nueva cirugía ni ningún tratamiento específico.
Los resultados subjetivos obtenidos en cuanto a dolor según la EAV fueron: el valor medio antes de la cirugía: 7,79 (5-10); a los 6 meses de la artroscopia: 3,29 (0-7); constatándose
una mejoría media en los valores de la EAV de
4,50 puntos.
La medición de resultados clínicos (escala de
medición de Andrews-Carson) en el momento
del alta laboral (17 casos) o de la decisión de reintervención (3 casos) puso de manifiesto para
la valoración subjetiva 83,50 puntos (60-95),
que suponen el 75% (15/20) de resultados buenos o excelentes. La valoración objetiva fue de
98,25 puntos (85-100), el 100% de buenos o
excelentes, y la valoración total, suma de las dos
anteriores, 181,75 puntos (150-195), lo que significa que en el 90% de los casos (18/20) los resultados fueron buenos o excelentes.
DISCUSIÓN
Aunque la epicondilitis es una patología habitualmente bien controlada con tratamiento
conservador convencional(4), en ocasiones no se
soluciona siquiera con otras terapias más sofisticadas como la radiofrecuencia, el láser, las ondas de choque, la inyección de sangre autóloga o de factores de crecimiento, neurotoxina
botulínica, técnicas percutáneas u otras(9-12). En
esos casos rebeldes, la cirugía es la solución. Se
han descrito numerosas técnicas abiertas con
las que se obtienen buenos resultados(3), si bien
la mínima invasividad, la no agresión a la fascia
extensora y la posibilidad de objetivar lesiones
intraarticulares asociadas hacen de la artroscopia un arma ventajosa(13). Las técnicas endoscópicas para el tratamiento de la epicondilitis
fueron descritas hace tiempo, tanto extraarticulares(14) –que minimizan la agresividad local
pero sin controlar las lesiones articulares– como
las intraarticulares(13,15). Estas últimas se han demostrado efectivas, reproducibles y seguras(16).
En el 100% de los casos revisados, aparecieron
otras lesiones intraarticulares asociadas. Si no
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
tuviéramos en cuenta la sinovitis del compartimiento anterior del codo, las lesiones osteocondrales (3 casos) y la plica sinovial (5 casos), son
lesiones importantes, que precisan tratamiento
para la mejora de los síntomas, que se ven beneficiadas de la técnica artroscópica intraarticular
y no se pueden controlar de forma correcta con
las técnicas abiertas convencionales(17).
En esta serie revisada no han aparecido
complicaciones derivadas de la técnica (neuroapraxia, infección articular, infección de herida, fístula sinovial, inestabilidad ligamentaria,
etc.). En la bibliografía se recogen igualmente
tasas mínimas de complicaciones(5,7,16).
Volvieron a su actividad laboral previa 17 de
los 20 pacientes tras esta técnica. En los 3 que
no lo hicieron el motivo se atribuyó a que se trataba de cuadros de epicondilalgia mixta (epicondilitis y síndrome del túnel radial), que son los
más rebeldes al tratamiento en cualquiera de
sus aproximaciones(18). El tiempo medio hasta la
reincorporación al trabajo es algo superior al de
las series publicadas, dado que en la bibliografía
apenas se han estudiado series en trabajadores
manuales de esfuerzo(7). En cambio, estos datos
son semejantes o mejores que los de los casos
tratados con cirugía abierta convencional(5,19).
Los resultados clínicos globales (alta) y cualitativos (escalas de medición) fueron favorables.
Los resultados de la valoración subjetiva de la
epicondilitis, es decir, el dolor y la sensación de
pérdida de fuerza, en el medio laboral, siempre
son peores que en otros medios como el deportivo, debido a la compensación económica y a
las ventajas que pueden obtener los trabajadores, como un cambio o modificación de puesto de trabajo. Si analizamos las cifras obtenidas
con la escala de medición de Andrews-Carson,
llama la atención cuál es la moda (los datos más
frecuentemente obtenidos): 9/20 casos (45%)
con resultados subjetivos de 90 puntos, objetivos de 100 y totales de 190. Ello traduce unos
resultados muy satisfactorios de la técnica, con
exploración objetiva perfecta e impresión subjetiva de mínimas molestias, que generan una
leve o muy leve pérdida de fuerza.
El tratamiento artroscópico intraarticular de la
epicondilitis rebelde incluye la exéresis del tejido
afectado mediante resección del ECRB sin posterior reparación de éste y sin alterar el complejo ligamentoso lateral, decorticación del epicóndilo,
y diagnóstico y tratamiento de otras lesiones articulares asociadas, de forma mínimamente in35
Tratamiento artroscópico intraarticular de la epicondilitis
vasiva. Se observa que es una técnica que obtiene buenos resultados, con un índice muy bajo de
complicaciones, de manejo preferente en este
tipo de pacientes, habitualmente hallados en el
medio laboral, donde fundamentalmente aparece este tipo de patología.
AGRADECIMIENTOS
Al personal de Enfermería de Quirófano del Hospital
MAZ por su constante implicación en el desarrollo de
nuevas técnicas y por la ilusión, la colaboración y el constante interés en la preparación de nuevos proyectos.
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Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
Sutura artroscópica
de la lesión del complejo
fibrocartílago triangular
A. Fernández Bretón1, G. López Graña2, J. Truchuelo Lago3
Departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Clínica Incoma. Madrid.
Departamento de Traumatología y Ortopedia. IBERMUTUAMUR. Madrid
2
Departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología. IBERMUTUAMUR. Madrid
3
Jefe de Departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología. IBERMUTUAMUR. Madrid
1
Correspondencia: Dr. Arturo Fernández Bretón
Departamento de Traumatología y Ortopedia. IBERMUTUAMUR
c/ Ramírez de Arellano, 27. 28043 Madrid
Correo electrónico: [email protected]
El CFCT es una estructura cartilaginosa y ligamentosa
de la muñeca que desempeña un papel importante en
su biomecánica. Se lesiona con frecuencia en traumatismos en hiperextensión de la muñeca y con movimientos de pronosupinación repetidos y/o con peso. La
artroscopia de muñeca permite ver la anatomía intraarticular sin alterar la cápsula sinovial ni los ligamentos.
Se presenta una serie de 10 casos, resueltos mediante
sutura (todo dentro) por vía artroscópica. Los puntos
principales son: un buen diagnóstico de la lesión y
una buena elección de los portales artroscópicos. Esta
técnica es poco invasiva y reproducible, y aporta resultados satisfactorios.
Arthroscopic suture of triangular fibrocartilage
complex injury
The TFCC is a ligament-cartilage structure that plays and
important role in wrist biomechanics. Frequently injured in
hyperextension traumatisms and pronosupination axially
loaded wrists, or by a distraction force to the ulnar aspect of
the forearm or wrist. Arthroscopy provides the capability of
treat and examine intraarticular abnormalities directly.
Arthroscopy enables detection and simultaneous treatment of writs injuries. We present a series of 10 cases artroscopically solved with an all-inside suture (procedure).
This is a minimally invasive and reproductible technique
with satisfactory results.
Palabras clave: Fibrocartílago triangular. Muñeca. Sutura
artroscópica. Diagnóstico. Portales.
Key words: Triangular fibrocartilage. Wrist. Arthroscopic
suture. Diagnosis. Portals.
INTRODUCCIÓN
El complejo fibrocartílago triangular (CFCT) es
una estructura fibrosa que tiene su origen en la
escotadura sigmoide del radio y se inserta en la
base del 5.º metacarpiano. Discurre horizontalmente con conexiones en la fóvea cubital, estiloides cubital, semilunar, piramidal y ganchoso.
La parte central, horizontal, el fibrocartílago propiamente dicho, se une, mediante los ligamentos ulnoulnar y ulnotriquetral, a la periferia, a los
ligamentos radio-cubital dorsal y palmar y a la
vaina del extensor carpi ulnaris (Figura 1).
El CFCT es una compilación de ligamentos,
menisco y vainas tendinosas, que sirven para
la estabilización de la articulación radio-cubital
distal y de la carpo-cubital.
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
Figura 1. Anatomía.
37
Sutura artroscópica de la lesión del CFCT
Tabla 1
CLASIFICACIÓN DE PALMER
Tipo I:
lesiones
traumáticas
Tipo II
lesiones
degenerativas
A
Perforación central
B
Avulsión del borde cubital con/sin fractura de estiloides cubital
C
Avulsión distal
D
Avulsión del borde radial, con/sin fractura
A
Desgarro del CFCT
B
Desgarro del CFCT y condromalacia del semilunar o cabeza cubital (o ambas)
C
Perforación del CFCT, condromalacia del semilunar o cabeza cubital (o ambas)
D
Igual que C más perforación del ligamento lunotriquetal
E
Igual que D, más artrosis cubitocarpiana
Los autores se guían por la clasificación de
Palmer(1,2) (Tabla 1).
El mecanismo de producción, sin incluir las
fracturas de radio distal, suele consistir en una
compresión axial del carpo en extensión y pronación. Otro mecanismo de producción, menos frecuente, resulta de la aplicación de una
fuerza extrínseca con una carga sobre la zona
cubital.
El diagnóstico de dolor de muñeca en compartimento cubital requiere: historia y mecanismo de lesión, investigando si el dolor es insidioso al inicio o de naturaleza no traumática,
su relación con otras articulaciones o con enfermedades metabólicas, o bien de naturaleza traumática por cargas axiales o caída en
extensión. La exploración objetiva incluye maniobras de provocación, para precipitar síntomas, signos y el rango de movilidad, tanto
pasiva como activa. Finalmente, se practican
pruebas complementarias como la radiología
convencional y la resonancia magnética (RM),
artrografía o artrorresonancia, como otros autores sugieren.
Los autores se han basado únicamente en las imágenes obtenidas por RM simple. Diversos estudios han puesto de manifiesto que la RM tiene una sensibilidad de
un 90% para lesiones radiales y centrales
y disminuye la precisión en la desinserción
periférica (3,4).
El propósito de este artículo es mostrar detalladamente la técnica quirúrgica empleada
para la reparación del CFCT.
38
TÉCNICA QUIRÚRGICA
Una vez efectuado el diagnóstico, se indica el
tratamiento quirúrgico. Actualmente está generalmente aceptado practicar un desbridamiento en las lesiones traumáticas (tipo I), lesiones IA y IC, y sutura artroscópica en las lesiones
IB y IC(5).
Bajo anestesia locorregional o general, con isquemia preventiva sobre el miembro a intervenir, en decúbito supino, se realiza el procedimiento artroscópico.
Se utiliza la torre de tracción de Whipple, con
contratracción de 5 kg (Figura 2).
Figura 2. Torre
de tracción.
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
A. Fernández Bretón, G. López Graña, J. Truchuelo
Figura 3. Se visualiza la rotura desde el portal 3-4 con la
aguja desde 6R, señalando la lesión.
Figuras 4 y 5. A través del portal 6R, se introduce un palpador, para determinar la lesión, localización y tipo.
Se dibujan las estructuras anatómicas dorsales, con lápiz de tinta indeleble, radio, cúbito,
tubérculo de Lister, primer y segundo radial externo, extensor largo del pulgar, extensor coCuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
Figura 6. Regularización con terminal específico de sistema motorizado.
mún de los dedos, extensor propio del 2.º dedo,
extensor del 5.º dedo, y cubital posterior.
Se inicia el procedimiento mediante la irrigación con suero salino en la articulación a través de los portales 6R y 3-4 con agujas de cono
verde, asegurándose de su ubicación intraarticular mediante el reflujo por una de las agujas. Se aborda a través del portal 3-4, para
inicio del procedimiento artroscópico y diagnóstico. En la Figura 3, se visualiza la rotura
desde el portal 3-4 con la aguja desde 6R, señalando la lesión.
A través del portal 6R, se introduce un palpador, para definir la lesión, su tipo y localización.
(Figuras 4 y 5).
Una vez establecido el diagnóstico y el tipo de
lesión, se introduce a través del portal de trabajo creado un terminal específico de sistema motorizado, alternando con otro de radiofrecuencia, con intención de preparar la zona lesionada
para su reparación (Figura 6).
A continuación se usa una aguja espinal, para
localizar el lugar óptimo de abordaje de la reparación, y se crea un nuevo portal de trabajo, que suele ser el 4-5, siguiendo los mismos
pasos anteriores, incisión con bisturí y disección roma de tejidos blandos, hasta la cápsula. Se atraviesa la cápsula y el CFCT con un instrumental específico precargado con un lazo de
sutura (Figuras 7 y 8).
Se caza el lazo de sutura a través del otro
portal de trabajo con una pinza de tipo grasper (Figura 9).
Se extrae el lazo de sutura para introducir el
hilo que se pasará a través del fibrocartílago
mediante control artroscópico (Figura 10).
39
Sutura artroscópica de la lesión del CFCT
Se extrae todo el terminal utilizado con la sutura, para proceder a pasar nuevamente el terminal con el lazo de sutura a una nueva ubicación (Figura 11).
Se caza el otro extremo del hilo, se evalúa la colocación y tensión de los cabos fuera de la cápsula, y se procede a su anudado
(Figura 12).
Figura 10. Paso del hilo a través del fibrocartílago mediante control artroscópico.
Figuras 7 y 8. Se atraviesa la cápsula y el FCT con un instrumental específico precargado con un lazo de sutura.
Figura 9. Se caza el lazo de sutura con una pinza de tipo
grasper.
40
Figura 11. Se pasa nuevamente el terminal con el lazo
de sutura a una nueva ubicación.
Figura 12. Visión artroscópica, una vez anudada la
sutura.
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
A. Fernández Bretón, G. López Graña, J. Truchuelo
Si se demuestra que el montaje es insuficiente
y susceptible de ser mejorado, se coloca una sutura adicional y se repite el procedimiento.
La intervención termina con sutura de la piel,
inmovilización del miembro superior operada con férula antebraquial y colocación de un
cabestrillo.
POSTOPERATORIO
Se mantiene inmovilizado el miembro operado, durante 2 o 3 semanas, vigilando la evolución del mismo en consulta una vez por semana, y se pasa posteriormente al departamento
de rehabilitación.
RESULTADOS
En la serie estudiada, se han intervenido 8 varones y 3 mujeres, el 100% de los casos sobre
el miembro dominante. En 8 casos se localizó
en el lado derecho y en 3 casos en el izquierdo.
La edad media fue de 36 años (rango: 27-48).
En 2 casos (peluqueros) la lesión fue por movimientos repetidos con peso; el resto fue por
traumatismo laboral, caída con apoyo directo,
torsión con carga de la muñeca o fuerza con rotación. Sólo en 1 caso la rotura fue degenerativa, y se realizó una sinovectomía parcial y regularización del fibrocartílago.
El tiempo medio desde el inicio de la baja laboral hasta el momento de la cirugía fue de
2,75 meses (rango: 0-5), y el tiempo medio
desde la intervención hasta el alta laboral fue
de 3,5 meses (rango: 6-2), con una media total en baja laboral de 6,25 meses (rango: 9-3).
Sólo en 1 caso aparecieron, como complicación, disestesias de la rama sensitiva cubital. Se
han reincorporado, sin secuelas, todos los pacientes a su vida laboral, y tan sólo en 1 caso
ha existido un dolor residual en la extensión de
la muñeca.
DISCUSIÓN
Las roturas del fibrocartílago articular son susceptibles de reparación, específicamente las periféricas traumáticas. Esto es debido a la capacidad de cicatrización que existe en esta zona.
Con la reparación artroscópica, se requieren
periodos más cortos de inmovilización y se obtiene mayor rango de movilidad y fuerza en la
articulación de la muñeca(6,7).
CONCLUSIÓN
La lesión del CFCT es de indicación quirúrgica.
La técnica artroscópica y la instrumentación actual permiten la sutura de la lesión, con menor
riesgo de fibrosis, menos dolor postoperatorio
y mayor rapidez de recuperación funcional, con
retorno a una actividad laboral exigente. Todo
ello convierte este procedimiento quirúrgico en
una buena alternativa terapéutica.
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41
¿Cuánto cuesta la participación de
un traumatólogo como profesor
en las actividades formativas?
Rafael Arriaza Loureda
Vicepresidente de la Asociación Española de Cirujanos Ortopédicos
Correspondencia: Dr. Rafael Arriaza Loureda
Rúa Barreira, 12. 15172 Perillo (La Coruña)
Correo electrónico: [email protected]
Objetivo: Conocer el valor de mercado justo a asignar
al tiempo y el lucro cesante de los profesionales que
participan en las actividades docentes fuera de su centro
de trabajo (cursos, congresos, etc.).
Material y método: Se realizó un estudio prospectivo, a lo largo del año 2008, entre 14 traumatólogos,
para recabar los días perdidos de trabajo, el número
de pacientes no atendidos en esos días, y las horas de
preparación que dedicaron a las actividades docentes a
lo largo del año. Se valoraron dichas horas de acuerdo
con una estimación media sobre las tarifas existentes
en España.
Resultados: Se pudieron utilizar los datos de 11 de los
14 traumatólogos encuestados. El número de actividades en que participaron fue de 106, con una media de
9,6 (rango: 3-16), lo que supuso ausentarse de su trabajo
un total de 187 días (37,4 semanas laborables). Para la
preparación de las actividades, se requirieron un total
de 1.091 horas, lo que supone 155,8 jornadas laborales
de 7 horas (31,2 semanas). Sumando los dos apartados,
se obtiene un total de 342,8 jornadas de trabajo. El
valor total asignado a las consultas no realizadas fue
de 91.182 €, y el de las cirugías no realizadas fue de
112.000 €, lo que alcanza un total de 203.182 €.
Conclusiones: El “valor de mercado justo” con el que
se debería remunerar la participación de los docentes
en las diferentes actividades sería de aproximadamente
1.876 € por actividad.
How much does it cost to be a lecturer in orthopaedic
teaching activities?
Purpose: To find the fair market value and the income
losses of the proffessors who participate in teaching activities in the field of orthopaedic surgery outsider their
working centres (in courses, seminars, congresses, etc.).
Material and methods: A prospective study was made,
along the year 2008, among 14 orthopaedic surgeons, to
find the number of days lost from work, the number of patients who were not attended during those days, and the
number of hours spent in the preparation of the courses
and activities. Those hours were evaluated following an
estimation according to the surgeon’s fees in Spain.
Results: Data from 11 out o
f the 14 surgeons could be analized. The number of activities
in which they participated was 106, with an average of 9.6
(range: 3-16), with a total number of days lost from work
of 187 (or 37.4 working weeks). For the preparation of the
different activities, 1,091 hours were required, representing
another 155.8 working days (7-hours working days, for a
total of 35 hours a week), or 31.2 weeks. Adding preparation
and displacement times, a total of 342.8 workind days are
obtained. Total value of the lost outpatient consultations was
91,182 €, and total value of the lost surgeries was 112,000 €,
for a total amount of 203,182 €.
Conclusions: The “fair market value” to compensate
proffessors and lecturers in orthopaedic activities should
be approximately 1,876 € per activity.
Palabras clave: Docencia posgraduada en Cirugía Ortopédica. Valor de mercado. Tiempo perdido de trabajo.
Key words: Postgraduate teaching in Orthopaedics. Market value. Time loss from work.
INTRODUCCIÓN
ro de técnicas quirúrgicas y de materiales e instrumentaciones específicas que el traumatólogo tiene que dominar se ha multiplicado, la formación
de los especialistas –fuera del periodo de residencia– ha sido tradicionalmente abandonada por las
Aunque la Cirugía Ortopédica es una de las especialidades médicas que han sufrido un avance
más evidente en los últimos 30 años, y el núme42
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
R. Arriaza
administraciones sanitarias(1). Existen evidencias
de que el nivel de formación de los especialistas es
uno de los factores que influyen en el coste de la
asistencia a los pacientes, a través de los tiempos
de cirugía y complicaciones secundarias(2), pero
no hay datos publicados sobre el coste que supone dicha mejora de la formación, ni para los profesionales docentes, ni para los discentes. Las sociedades científicas, por una parte, y la industria,
por otra, son actualmente los motores de esta formación. Al patrocinar los cursos, las diferentes casas que fabrican los implantes o instrumentos a
utilizar compiten para que los cirujanos prueben
los materiales en modelos plásticos o en especímenes anatómicos y puedan conocer las técnicas
de la mano de los “líderes de opinión” e incluso
discutan sus características, ventajas (muchas), inconvenientes (pocos, o casi ninguno) y resultados
(excelentes) con ellos en reuniones monográficas,
congresos o cursos más o menos dirigidos, lo que
origina una pléyade de actividades que resultan
generalmente muy atractivas.
Por otra parte, en los últimos años se ha producido un movimiento que aboga por una relación transparente entre los profesionales de la
Medicina y la industria, uno de cuyos puntos de
conflicto o zonas grises es el de la docencia: la
sociedad demanda cada día más una ética de
comportamiento a los actores del sector sanitario, que debería incluir a los pacientes, y no sólo
a los profesionales, la industria farmacéutica y
la administración sanitaria(3).
La proliferación de cursos y congresos ha resultado en una sobrecarga de actividad para organizadores, profesores y ponentes, sobrecarga cuya
repercusión es difícil de calcular, pero que debemos conocer para racionalizar los recursos. El Código Ético de Interacción con los Profesionales
Sanitarios de las compañías farmacéuticas(4) establece que cualquier compensación o reembolso
hecho a un profesional de la medicina debido a
un acuerdo de consultoría o como presentador/
profesor debe ser razonable y basado en el valor
de mercado justo. Aquí aparece otro problema:
¿cómo calculamos el “valor de mercado”?
MATERIAL Y MÉTODO
Para intentar responder a esta pregunta, se realizó
un estudio prospectivo, a lo largo del año 2008,
entre 14 miembros de la Asociación Española de
Artroscopia que actúan habitualmente como proCuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
fesores en los cursos que organiza dicha asociación y en otras actividades generales. En ese estudio se recogieron el coste de tiempo (tanto en
preparación, revisión de vídeos, etc., como de días
perdidos de trabajo), el número de pacientes no
atendidos durante las jornadas de ausencia, tanto en consulta como en quirófano, y las compensaciones (monetarias y en forma de regalos) que
su participación en eventos de formación les supusieron. Se consideraron aquellos eventos en los
que la participación de los profesores o docentes se realizó por invitación, excluyendo aquellas
(como la redacción de artículos científicos, presentación de comunicaciones, etc.) que se realizaron por voluntad propia. Se pudieron utilizar para
el estudio los datos de 11 de los cirujanos, por no
cumplirse el protocolo completo de recogida de
información en los 3 casos restantes.
Para el cálculo del tiempo empleado en la preparación y presentación de las actividades y en
los viajes, se asimilaron 7 horas a una jornada laboral, y 5 jornadas laborales (o 35 horas), a una
semana laboral. Para el cálculo de los gastos (o
lucro cesante) generados por las actividades docentes, se empleó una media entre las tarifas
que utilizan las compañías de seguro libre –de
tráfico y laborales– y las que cobran los profesionales a los pacientes privados, por la imposibilidad de calcular cada caso individualmente.
RESULTADOS
La edad media de los cirujanos era de 45 años
(rango: 39-51). Dos trabajaban sólo en una práctica privada, 2 lo hacían por cuenta ajena y los
otros 7 tenían una fuente de ingresos mixta. Las
actividades en que participaron fueron en total 106, y oscilaron desde cursos de formación
o reuniones patrocinadas por la industria de manera más o menos directa (40 eventos) hasta la
redacción de capítulos de libros para los manuales de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SECOT) u otros (9 capítulos),
pasando por congresos nacionales (en 8 ocasiones) o de una sociedad científica (24 ocasiones),
etc. (Tabla 1). El número de eventos en los que
participaron osciló entre los 3 y los 16 a lo largo
del año (Figura 1).
Debido a la participación en las actividades, estos 11 traumatólogos se ausentaron de su trabajo habitual un total de 187 días, lo que equivale a
37,4 semanas laborables. Para la preparación de
43
¿Cuánto cuesta la participación de un traumatólogo como profesor […]?
Tabla 1
DESGLOSE DE LAS ACTIVIDADES REALIZADAS POR LOS 11 CIRUJANOS A LO LARGO DE 2008
Cursos de formación patrocinados por la industria
40
Reuniones y congresos de sociedades científicas
24
Congresos internacionales
12
Redacción de capítulos de libros, etc.
9
Congresos nacionales
8
Reuniones locales (patrocinadas por hospitales o entidades asistenciales)
7
Congresos regionales
6
dos o similares), y el resto, pacientes
de compañías de seguros de salud o
mutuas de baja remuneración. Para
15
los pacientes quirúrgicos, se calculó
un 10% de pacientes de alta remu10
neración, y un 90% de pacientes de
menor rentabilidad. Se asignó una
5
tarifa de 120 € por consulta privada, que probablemente sea correcta
0
en muchas ciudades, pero que pue1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
de resultar incluso baja en las granFigura 1. Número de actividades docentes realizadas por los 11 participantes a des capitales, y de 18 € por consullo largo de 2008.
tas de bajo valor. Se calculó un valor
de 2.000 € en concepto de honoralas actividades, se requirieron un total de 1.091
rios para las cirugías privadas, y de 500 € para las
horas, lo que supone 155,8 jornadas laborales
de bajo valor. El resultado total correspondiente a
de 7 horas, o bien 31,2 semanas. Sumando los
las consultas no realizadas fue de 91.182 €, y el
dos apartados, se obtiene un total de 342,8 jorde las cirugías no realizadas fue de 112.000 €, lo
nadas de trabajo dedicadas a preparar y desarroque ofrece un total de 203.182 €.
llar estas actividades docentes o, lo que es lo
A cambio de la participación en las actividades
mismo, 68,6 semanas. Así pues, los resultados indocentes realizadas, los 11 cirujanos recibieron un
dican que, entre todos, permanecieron fuera de
total de 15.154,99 € en metálico, a los que hay
su puesto de trabajo para realizar las actividades
que añadir 7 libros, 8 dispositivos auxiliares de orel equivalente a más de 9 meses. Si sumamos el
denador, 1 maletín, 4 plumas/bolígrafos y 1 reloj.
tiempo empleado en la preparación, se obtiene
más de un año laboral de un cirujano: 17 meses.
La participación activa de los profesionales en
DISCUSIÓN
las actividades científicas se concretó en 88 horas de presentaciones y moderación de mesas,
Este trabajo tiene la ventaja de tratarse de un esy 81 horas de cirugías o participación como instudio prospectivo, realizado en una muestra repretructores de cirugía.
sentativa de los traumatólogos que actúan como
El número de pacientes no asistidos (consultas)
profesores, ponentes o –en general– docentes de
por los docentes fue de 2.374, y el número de cimuchos de los cursos y congresos de nuestra esrugías que dejaron de realizar fue de 173. La especialidad. La representatividad queda confirmada
timación económica del gasto se hizo calculando
por la variedad de actividades realizadas a lo largo
que un 20% de los pacientes asistidos en consuldel año estudiado, ya que se pretendía escapar de
ta fuesen pacientes de alta remuneración (privauna muestra que seleccionara a aquellos cirujanos
20
44
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
R. Arriaza
especialmente ocupados o –por decirlo de alguna manera– “de moda” por ser los líderes de opinión de alguna técnica puntera o de la que existiese una demanda especial de formación que los
obligase a multiplicar sus compromisos. Partiendo
de la base de que se trata de un tema espinoso,
sobre el que no existe bibliografía consultable, y
de que hay multitud de variables que hacen que la
práctica de un profesional no sea igual a la de otro,
se ha realizado un esfuerzo para poder calcular el
coste de las horas invertidas tanto en la preparación como en los viajes necesarios para desarrollar
las actividades docentes. Hay que tener en cuenta
que generalmente los profesores son profesionales de prestigio, con consultas privadas saneadas,
o puestos de responsabilidad en sus centros –públicos o privados– de trabajo. El trabajo que un cirujano no hace por estar viajando para asistir a un
curso, congreso o reunión debe quedar aplazado
o –más raramente, puesto que ello significaría que
existe una hipertrofia de la plantilla– ser realizado
por otro colega, al que se sobrecargará en su actividad. Para poder tener una estimación de costes,
se consideró tan sólo una proporción del 20% de
los pacientes de alta rentabilidad en las consultas,
y del 10% en las cirugías, lo que probablemente
sea una estimación a la baja, puesto que muchos
de los cirujanos realizan cirugías de alta complejidad y de grupos altos de valor, por su estatus profesional y por tratarse muchas veces de profesionales de referencia para ciertas patologías.
Hay que considerar además que la preparación se realizó habitualmente fuera del puesto
de trabajo, por lo que el tiempo empleado es
tiempo robado al ocio o a la vida familiar y es
muy difícil de valorar monetariamente: ¿cuánto
valor le damos a ese rato que no pasamos con
nuestra familia o nuestros amigos, a esa partida que no pudimos ir a jugar por preparar una
charla? Como aproximación, se le dio el mismo
valor a todas las horas, puesto que, al fin y al
cabo, se trata de un trabajo (aunque sea agradable y se realice de buena gana), y debería ser
remunerado o, al menos, considerado y agradecido. El sumatorio (aplicando un valor similar al obtenido por el trabajo no realizado) sería
de 147.768 €, que habría que añadir al coste
directo de las jornadas de trabajo perdidas. Se
obtiene una suma total de 350.950 €.
Se podría argumentar que es una cifra de ingresos muy elevada para un profesional español, pero se debe tener en cuenta que el plazo al
que corresponde es de 17 meses de trabajo actiCuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
vo y, por lo tanto, no se tienen en cuenta los periodos no productivos del año, como las vacaciones, festivos, etc., ya que, si se considerasen, y
tomando como base el calendario laboral español, en el que como máximo se trabajan 10 meses al año, esos 17 meses de trabajo activo se
convierten en más de un año y medio de trabajo
(20 meses), y los ingresos serían de 234.000 € al
año, a los que habría que aplicar los correspondientes impuestos, seguridad social, IRPF, etc.
Desde hace unos años las actividades en las
que la industria tiene presencia se celebran predominantemente entre semana, para no aumentar las horas de trabajo de los delegados, representantes y demás profesionales de las casas
comerciales, y permitirles concitar la vida laboral
con la profesional de una manera más razonable,
por lo que el tiempo que le dedican los profesores es tiempo de trabajo que podríamos denominar “productivo”. Probablemente, cualesquiera
de los profesores que participaron en este estudio tienen algún grado de lista de espera en sus
actividades, por lo que habrían podido emplear
también el tiempo de preparación para realizar
un trabajo económicamente productivo.
Así pues, la respuesta a la pregunta sobre el
“valor de mercado justo” con el que se debería
remunerar la participación de los docentes en las
diferentes actividades sería de aproximadamente 1.876 € por día requerido por la actividad en
cuestión. Como elemento de comparación, la
cantidad declarada en el año 2009 por Merck
Sharp & Dome en EE UU como remuneración a
los ponentes en charlas y conferencias formativo-promocionales del campo musculoesquelético ronda los 3.000 $ por actividad(5).
El resultado de comparar lo que se dejó de
percibir con lo que se recibió como compensación es tremendamente desproporcionado:
203.182 € a cambio de 15.154,99 €, ya que los
7 libros, 8 dispositivos auxiliares de ordenador,
el maletín, las 4 plumas y el reloj no tienen gran
valor material, y la experiencia nos dice que, en
muchas ocasiones, no se utilizan o se regalan a
un hijo o familiar al volver a casa. Si se añade el
tiempo de preparación y su valoración, la desproporción es aún mayor. Podría argumentarse
que la presencia de los profesores en estas actividades de formación puede tener un retorno
sobre su actividad profesional, que podría ser
económico o en forma de mejora de su currículum de cara a oposiciones, plazas –que pueden
ser docentes o no–, etc., pero lo cierto es que la
45
¿Cuánto cuesta la participación de un traumatólogo como profesor […]?
seguridad, se podría lograr una reducción significativa del coste de las activi30.000
dades docentes, algo que puede resultar
25.000
imprescindible en el entorno económico
que se vive actualmente en España.
20.000
Si extendemos el cálculo a lo que su15.000
pondría
para el número total de profe10.000
sores que participan en las actividades
5.000
docentes del ámbito de la Cirugía Orto0
pédica y la Traumatología anualmente
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
en España, se hace evidente la imposibiFigura 2. Ingresos no percibidos por los 11 profesores durante la reali- lidad de sostener la situación. En conjunzación de las actividades docentes a lo largo del año 2008 (en euros). to, y aunque los datos son sólo de 11 personas, pueden dar una idea del coste que
mayor parte de estas actividades no tienen valor
supone la docencia anualmente para las personas
en las escalas empleadas hoy en día, en las que
(o las instituciones y empresas para las que trabapriman sobre todo las publicaciones en revistas
jan) a las que se invita a participar en la multitud
de impacto. Respecto a la posible repercusión
de actividades que se desarrollan en España. Es la
económica positiva de su presencia en estas actipunta de un iceberg –otro más– que nos debe havidades, la opinión de los participantes en el escer reflexionar: por una parte, como organizadores
tudio es que es nula o prácticamente nula.
de eventos, hay que tener en cuenta lo que supone
Se debe tener en cuenta que el coste reseñapara cada profesor la “invitación” que se le hace,
do en este trabajo es el precio por disponer de
y la compensación que se debería buscar por el eslos profesores tan sólo durante 169 horas activas.
fuerzo realizado y, por otra parte, como asistentes
Realizando el mismo tipo de cálculo empleado
y discentes, deberíamos sentir un profundo agrapara valorar el coste, ello supone 24,1 jornadas
decimiento por nuestros docentes, por su altruista
laborales, 4,8 semanas o 1,2 meses, lo que arroy continuada implicación (Figura 2).
ja una proporción de aproximadamente 1/14,3
entre el tiempo real de “ejecución” en las actividades científicas en directo y el tiempo de prepaCONCLUSIONES
ración, desplazamiento, etc. Desgraciadamente,
no se ha podido analizar el coste de los desplazaLa participación en actividades formativas supone
mientos, estancias y manutención durante las acuna media de 1,7 días por cada actividad, y la pretividades, pero ello supone otro gasto añadido,
paración supone aproximadamente 10 horas por
que podría llevar a la reflexión sobre la necesidad
cada actividad. El trabajo no realizado supone un
de incorporar las nuevas tecnologías a los modelucro cesante muy elevado, que sumado al tiemlos clásicos de congresos, cursos, etc., y ofrecer
po de preparación de cada actividad, hace que se
las mesas redondas, seminarios y cursos en fordebiera compensar –objetivamente– la participama on line, en los llamados “webinarios”. Con
ción de los profesionales en 1.876 € por día.
35.000
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24/7/2010
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
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Premios
COMUNICACIONES ORALES, PÓSTERS Y TRABAJOS PREMIADOS EN EL
XXVIII CONGRESO DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE ARTROSCOPIA
(GRANADA, 5-7 DE MAYO DE 2010) Y XVIII CURSO DE ENFERMERÍA
Mejor comunicación
Efecto de la tenotomía de la porción larga del bíceps en la reparación del manguito rotador.
Análisis clínico-radiográfico
J.M. Silberberg, R. Sánchez Hidalgo, A. Bartolomé, J. Moya-Angeler
Hospital FREMAP. Majadahonda (Madrid)
Mejor comunicación de Enfermería
Mosaicoplastia con Trufit® más factores de crecimiento plaquetarios. Instrumentación y técnica
M.ªÁ. Castellanos Tejero, R. Pinar Lorente, R. Crespo Romero
Complejo Hospitalario La Mancha-Centro. Alcázar de San Juan (Ciudad Real)
Mejor póster I
Reposición anatómica Bankart 2 niveles (AQM)
J. Vilaró, J. Gutiérrez, M. Gabarra, J.M.ª Badia, X. López de Vega, A. Ruiz-Cotorro
Hospital de Mataró. Mataró (Barcelona)
Mejor póster II
Tratamiento artroscópico intraarticular de la epicondilitis. Resultados en el medio laboral
J.L. Ávila Lafuente1, C. García Rodríguez2, C. Selas González1,
J.M. García Pequerul1, Ó. Jacobo Edo1
1
Hospital MAZ. Zaragoza. 2 Hospital Xeral-Cíes. Vigo (Pontevedra)
Mejor póster de Enfermería
Actuación quirúrgica de enfermería en la artroscopia de muñeca
A. Pérez Caballero, E. Peñataro Pintado, M. Castilla Sierra, M.ªJ. Arch Pinto,
M.ªM. Flores González, J.E. Borràs Mondragón
Hospital de Terrassa. Terrassa (Barcelona)
Mejor trabajo original publicado
en la revista CUADERNOS DE ARTROSCOPIA
Sutura meniscal con dispositivo FasT-Fix en lesiones meniscales crónicas:
resultados a corto-medio plazo
D. Popescu1, S. Sastre Solsona1, J.W. Kim Lee2, E. García Oltra1,
L.M.ª Lozano Lizarraga1, F. Maculé Beneyto1, S. Suso Vergara1
1
Hospital Clínic. Barcelona. 2 Hospital Valentín Gómez Farias. ISSSTE. Guadalajara (México)
Beca para proyectos de investigación I
Estudio piloto de evaluación de la utilidad de internet para mejorar los autocuidados médicos
y de rehabilitación de pacientes intervenidos mediante artroscopia
C. Molano Bernardino
Beca para proyectos de investigación II
Efecto del cultivo celular normal y del enriquecido con factores de crecimiento (ITS)
en la red colágena meniscal y en la expresión de glicosaminoglicanos
P.E. Gelber Ghertner
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Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
Normas para la presentación
de manuscritos
La revista CUADERNOS DE ARTROSCOPIA es el órgano
de expresión de la Asociación Española de Artroscopia (AEA), que edita 3 números al año.
Este documento recoge los principios éticos básicos e instrucciones dirigidas a los autores en relación con la escritura, preparación
y envío de manuscritos a la revista. En sus líneas maestras, estas indicaciones se basan en
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• Todos los trabajos serán valorados por el
Consejo de Redacción. En el caso de que el artículo necesitara correcciones, éstas deberán
ser remitidas a la Redacción en un plazo máximo de un mes, transcurrido el cual se desestimará la publicación y el manuscrito será devuelto al autor.
• La revista CUADERNOS DE ARTROSCOPIA se reserva
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de los trabajos en aras de una mejor comprensión
del mismo, cambios que en ningún caso alterarán
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• La Secretaría de Redacción acusará recibo de
los trabajos recibidos e informará acerca de su
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GARANTÍA DE PUBLICACIÓN
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• La remisión del manuscrito implica que
el trabajo no ha sido publicado ni enviado simultáneamente a otras publicaciones y que,
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Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
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está protegido con copyright. La reproducción de
contenidos debe solicitarse previamente a la revista y, una vez autorizada, incluirá mención expresa a la fuente.
NORMAS PARA LA PRESENTACIÓN
DE MANUSCRITOS
• Se remitirán por correo electrónico y una copia en papel, o bien dos copias impresas por correo ordinario o mensajería.
• Los archivos digitales tendrán las siguientes características:
– Texto: preferiblemente en formato RTF, Open
Document o Microsoft Word®.
– Imágenes (ver también apartado “Figuras”):
1. Formato TIFF, EPS o JPG
2. Resolución mínima: 350 ppp
3. Tamaño: 15 cm de ancho
Toda imagen que no se ajuste a estas características se considera inadecuada para imprimir.
En determinados casos es conveniente indicar la
orientación (vertical o apaisada).
• Las copias impresas, en formato DIN-A4, deben
ir mecanografiadas a doble espacio, en el tipo de letra Times New Roman del cuerpo 11 y debidamente numeradas. Se pueden acompañar fotografías de
13 × 18 y diapositivas, y también dibujos o diagramas cuyos elementos se detallarán con claridad. Las
microfotografías de preparaciones histológicas deben llevar indicada la relación de aumento y el método de coloración. No se aceptan fotocopias.
1. Primera página
La primera página incluirá los siguientes datos
identificativos:
• 1. Título completo del artículo en castellano y
en inglés. Se sugiere redactarlo de forma concisa
y evitar las siglas.
• 2. Autoría:
– Nombre completo de cada autor.
– Centro de trabajo de cada uno de ellos. Si éste
desarrollase actividad clínica, indicar servicio,
hospital y localidad; si se ocupa sobre todo de
labores docentes de nivel universitario, precisar
departamento universitario, facultad y localidad.
• 3. Direcciones postal y electrónica del autor a
quien pueden dirigirse los lectores.
• 4. Número de tablas y figuras.
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Normas para la presentación de manuscritos
2. Resumen
La segunda página incluirá un resumen del trabajo (con una extensión máxima de 200 palabras)
y una recopilación de dos a cinco palabras clave
(a ser posible, que figuren también en los Descriptores de Ciencias Médicas, o MSH (Medical Subjet Headings), del Index Medicus, así como su versión en inglés.
3. Cuerpo del informe
• En la tercera página comenzará el artículo, que
deberá estar escrito en un estilo preciso, directo,
neutro y en conjugación verbal impersonal.
• Para abreviaciones se utilizarán criterios convencionales. La primera vez que aparezca una sigla debe estar precedida por el término completo
al que se refiere.
• Se evitará el uso de vocablos o términos extranjeros, siempre que exista en castellano una palabra equivalente.
• Las denominaciones anatómicas se harán en
castellano o en latín. Los microorganismos se designarán siempre en latín. Se usarán números para
las unidades de medida y tiempo (8 pacientes, 6 cm,
40%, 7 años y 2 meses), excepto al inicio de la frase
([…]. Cuarenta pacientes…).
• Para estructurar las comunicaciones científicas, es habitual –aunque no preceptivo– organizar las secciones según el denominado esquema
IMRD (Introducción, Materiales y métodos, Resultados y Discusión), si bien pueden añadirse epígrafes adicionales.
3.1. Introducción
Expondrá el estado actual de los conocimientos
sobre el tema tratado y el propósito del trabajo.
3.2. Material y métodos
• Se describirán claramente los sujetos sometidos a observación o a ensayo. Se identificarán
metodologías, implantes y procedimientos con
suficiente detalle para que otros investigadores
puedan reproducir los resultados. Se mencionarán otras técnicas ya desarrolladas. En cuanto a las
nuevas o modificadas sustancialmente, se justificará su utilización y se valorarán sus límites. Deben
anotarse igualmente el tipo de análisis el intervalo
de confianza estadístico escogido.
• De todos los fármacos deben citarse nombre
genérico, dosis y vía de administración. Los nombres comerciales de los medicamentos se anotarán
entre paréntesis.
• Las unidades de medida, símbolos y abreviaturas se adecuarán a los estándares internacionales.
Las medidas de longitud, altura, peso y volumen
se expresarán en unidades del sistema métrico decimal. La temperatura, en grados Celsius, y la presión arterial, en milímetros de mercurio.
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3.3. Resultados
Se recogerán de forma clara, preferiblemente en
gráficas y tablas, con referencia concisa en el texto.
3.4. Discusión
• Los resultados obtenidos se comentarán y se
compararán con los de otros autores que hayan
empleado las mismas técnicas o métodos.
• Debe definirse su importancia en la práctica
clínica y en la investigación experimental.
• La argumentación lógica debe ser rigurosa y
ajustada a los datos experimentales.
3.5. Conclusiones
Si se decide exponerlas, serán concretas, destacando los aspectos originales más trascendentes
del estudio.
3.6. Agradecimientos
Si se desean formular agradecimientos, figurarán
tras las Conclusiones.
4. Bibliografía
• Se presentará diferenciada del resto del texto y
escrita en minúscula.
• Numerar las referencias de forma consecutiva
según el orden de aparición en el texto.
• No pueden emplearse observaciones no publicadas ni comunicaciones personales ni las comunicaciones a Congresos que no hayan sido publicadas en el Libro de Resúmenes.
• Los manuscritos aceptados pero no publicados
se incluyen “en prensa”.
Formato de las citas bibliográficas
• Los campos, y el signo de puntuación final de
cada uno de ellos, para las citas bibliográficas de
artículos de revista son:
a) apellido/s e inicial/es del nombre de pila (sin
punto abreviativo) del cada autor. Si son más
de tres, se citan los tres primeros y se añade la
locución latina abreviada “et al.”. punto.
b) título completo del artículo en la lengua original. punto.
c) nombre abreviado de la revista y año de publicación. punto y coma.
d) número de volumen. dos puntos.
e) separados por guión corto, números de página inicial y final (truncando en éste los órdenes de magnitud comunes). punto.
• Si se trata de un libro, los campos autor y título se transcriben igual que en el caso anterior, y
después de éstos:
c) nombre en castellano, si existe, del lugar de
publicación. dos puntos.
d) nombre de la editorial sin referencia al tipo
de sociedad mercantil. punto y coma.
e) año de publicación. punto.
Cuadernos de Artroscopia. Vol. 17, fasc. 2, n.º 43, octubre 2010
Normas para la presentación de manuscritos
f) abreviatura “p.” y, separados por guión corto, números de página inicial y final (truncando en éste los órdenes de magnitud comunes). punto.
EJEMPLOS
• Artículo de revista:
Abudu A, Carter SR, Grimer RJ, et al. The outcome and
functional results of diaphyseal endoprotheses after
tumour excision. J Bone Joint Surg 1996; 78: 652-7.
• Capítulo de libro:
Eftekhar NS, Pawluk RJ. Role of surgical preparation in
acetabular cup fixation. En: Abudu A, Carter SR (eds.).
Manuale di otorinolaringologia. Torino: Edizioni Minerva Medica; 1980. p. 308-15.
• Libro completo:
Rossi G. Manuale di otorinolaringologia. IV edizione.
Torino: Edizioni Minerva Medica; 1987.
• Tesis doctoral:
Marín Cárdenas MA. Comparación de los métodos de
diagnóstico por imagen en la identificación del dolor
lumbar crónico de origen discal. Tesis Doctoral. Universidad de Zaragoza; 1996.
• Libro de Congresos:
Nash TP, Li K, Loutzenhiser LE. Infected shoulder arthroplasties: treatment with staged reimplatations. En: Actas del XXIV Congreso de la FAIA. Montréal: Peachnut;
1980: 308-15.
Formato de las remisiones bibliográficas
• Todas las referencias recogidas en la bibliografía deben reseñarse en el texto principal. Dichas remisiones se numerarán consecutivamente según su orden de aparición en el cuerpo del
informe.
• Los números se escribirán entre paréntesis, inmediatamente después de la última palabra y antes del signo de puntuación si lo hubiera, y en formato superíndice. Por ejemplo: Recientemente, varios
estudios clínicos han confirmado la utilidad de la navegación sin escáner(9,11,13-16). Sin embargo, aún no se dispone de
pruebas experimentales que prueben […].
TABLAS
Se entiende por tabla la recopilación de cifras, datos clínicos u otra información recogida en forma
de filas y columnas.
• Se presentarán después e independiente de la
bibliografía, una por página.
• Irán numeradas consecutivamente en números
arábigos en el mismo orden con el que son citadas
por primera vez en el texto.
• Para las alusiones desde el texto se empleará la
palabra Tabla seguida del número correspondiente.
Si la remisión se encierra entre paréntesis, son innecesarios los términos ver, véase, etc.
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• Serán presentadas con un título de cabecera,
a ser posible, conciso. Las observaciones y explicaciones adicionales, notas estadísticas y desarrollo
de siglas se anotarán al pie.
• Todas las tablas deben ser citadas en el texto.
FIGURAS
Todo material gráfico que no sea tabla (fotografías, gráficos, ilustaciones, esquemas, diagramas,
reproducciones de pruebas diagnósticas, etc.) será
recopila dentro de esta categoría y se numera correlativamente en una sola serie.
• Se adjuntará una figura por página después
de las tablas si las hubiera, e independientemente de éstas.
• Irán numeradas consecutivamente en números
arábigos en el mismo orden con el que son citadas
por primera vez en el texto.
• Para las alusiones desde el texto se empleará la
palabra Figura seguida del número correspondiente. Si la remisión se encierra entre paréntesis, son
innecesarios los términos ver, véase, etc.
• Serán presentadas con un título de cabecera,
a ser posible, conciso. Las observaciones y explicaciones adicionales, notas estadísticas y desarrollo
de siglas se anotarán al pie.
• Las leyendas interiores deben escribirse como
texto, no como parte de la imagen.
DIRECCIÓN DE ENVÍO Y
COMUNICACIÓN EDITORIAL
Los trabajos irán dirigidos se remitirán la Secretaría
de Redacción del Departamento de Publicaciones
de Grupo Acción Médica:
Archivos digitales:
[email protected]
indicando en el asunto la ref. “Revista Cuadernos
de Artroscopia”. (En caso de que su servidor de
correo imponga restricciones en la transferencia
de archivos voluminosos, pueden remitirse en soporte CD junto con la copia impresa.)
Copias impresas:
Grupo Acción Médica
Departamento de Publicaciones
Secretaria de Redacción
(a/a: Srta. Carmen González)
c/ Fernández de la Hoz, 61, entreplanta
28003 Madrid
También tienen a su disposición un número de
teléfono para cualquier consulta o petición de
información:
91 536 08 14
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