Declaración de Principios sobre la Tolerancia UNESCO

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Declaración de Principios sobre la Tolerancia
UNESCO
Los Estados Miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura, congregados en París con motivo de la 28
reunión de la Conferencia General, del 25 de octubre al 16 de noviembre de 1995.
Preámbulo
Teniendo presente que la Carta de las Naciones Unidas declara "Nosotros los
pueblos de las Naciones Unidas, resueltos a preservar a las generaciones
venideras del flagelo de la guerra, [...] a reafirmar la fe en los derechos
fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, [...] y
con tales finalidades a practicar la tolerancia y a convivir en paz como buenos
vecinos",
Recordando que en el Preámbulo de la Constitución de la UNESCO, aprobada el
16 de noviembre de 1945, se afirma que la "paz debe basarse en la solidaridad
intelectual y moral de la humanidad",
Recordando asimismo que en la Declaración Universal de Derechos Humanos se
afirma que "toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de
conciencia y de religión" (Artículo 18), "de opinión y de expresión) (Artículo 19) y
que la educación "favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas
las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos" (Artículo 26),
Tomando nota de los siguientes instrumentos internacionales pertinentes:
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El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial.
La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.
La Convención sobre los Derechos del Niño.
La Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados. Su Protocolo
de 1967 y sus instrumentos regionales.
La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
Contra la Mujer.
La Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles,
Inhumanos o Degradantes.
La Declaración sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y de
discriminación fundadas en la religión o en las creencias.
La Declaración sobre los derechos de las personas pertenecientes a
minorías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas.
La Declaración sobre las medidas para eliminar el terrorismo internacional.
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La Declaración y Programa de Acción de Viena de la Conferencia Mundial
de Derechos Humanos.
La Declaración de Copenhague sobre el Desarrollo Social y el Programa de
Acción de la Cumbre Mundial para el Desarrollo Social.
La Declaración sobre la Raza y los Prejuicios Raciales (de la UNESCO).
La Convención y la Recomendación relativas a la Lucha contra las
Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza (de la UNESCO).
Teniendo presentes los objetivos del Tercer Decenio de la Lucha contra el
Racismo y la Discriminación Racial, el Decenio de las Naciones Unidas para la
Educación en la Esfera de los Derechos Humanos y el Decenio Internacional de
las Poblaciones Indígenas del Mundo.
Teniendo en cuenta las recomendaciones de las conferencias regionales
organizadas en el marco del Año de las Naciones Unidas para la Tolerancia de
conformidad con la Resolución 27 C/5.14 de la Conferencia General de la
UNESCO, así como las conclusiones y recomendaciones de otras conferencias y
reuniones organizadas por los Estados Miembros en el marco del programa del
Año de las Naciones Unidas para la Tolerancia.
Alarmada por la intensificación actual de los actos de intolerancia, violencia,
terrorismo, xenofobia, nacionalismo agresivo, racismo, antisemitismo, exclusión,
marginación y discriminación perpetrados contra minorías nacionales, étnicas,
religiosas y lingüísticas, refugiados, trabajadores emigrantes, inmigrantes y grupos
vulnerables de la sociedad, así como por los actos de violencia e intimidación
contra personas que ejercen su derecho de libre opinión y expresión-todos los
cuales constituyen amenazas para la consolidación de la paz y de la democracia
en el plano nacional e internacional y obstáculos para el desarrollo.
Poniendo de relieve que corresponde a los Estados Miembros desarrollar y
fomentar el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales de
todos, sin distinciones por raza, género, lengua, origen nacional, religión o
discapacidad, así como en el combate contra la intolerancia,
Adoptan y proclaman solemnemente la siguiente
Declaración de Principios sobre la Tolerancia
Resueltos a adoptar todas las medidas positivas necesarias para fomentar la
tolerancia en nuestras sociedades, por ser ésta no sólo un preciado principio, sino
además una necesidad para la paz y el progreso económico y social de todos los
pueblos.
Declaramos lo que sigue:
Artículo 1. Significado de la tolerancia
1.1 La tolerancia consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica
diversidad, de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y
medios de ser humanos. La fomentan el conocimiento, la actitud de apertura, la
comunicación y la libertad de pensamiento de conciencia y de religión. La
tolerancia consiste en la armonía en la diferencia. No sólo es un deber moral, sino
además una exigencia política y jurídica. La tolerancia, la virtud que hace posible
la paz, contribuye a sustituir la cultura de guerra por la cultura de paz.
1.2. Tolerancia no es lo mismo que concesión, condescendencia o indulgencia.
Ante todo, la tolerancia es una actitud activa de reconocimiento de los derechos
humanos universales y las libertades fundamentales de los demás, en ningún caso
puede utilizarse para justificar el quebrantamiento de estos valores fundamentales.
La tolerancia han de practicarla los individuos, los grupos y los Estados.
1.3. La tolerancia es la responsabilidad que sustenta los derechos humanos, el
pluralismo (comprendiendo el pluralismo cultural), la democracia y el Estado de
Derecho. Supone el rechazo del dogmatismo y del absolutismo y afirma las
normas establecidas por los instrumentos internacionales relativos a los derechos
humanos.
1.4. Conforme al respeto de los derechos humanos, practicar la tolerancia no
significa tolerar la injusticia social ni renunciar a las convicciones personales o
atemperarlas, 'significa que toda persona es libre de adherirse a sus propias
convicciones y acepta que los demás se adhieran a las suyas, significa aceptar el
hecho de que los seres humanos, naturalmente caracterizados por la diversidad
de su aspecto, su situación, su forma de expresarse, su comportamiento y sus
valores, tienen derecho a vivir en paz y a ser como son. También significa que uno
no ha de imponer sus opiniones a los demás.
Artículo 2. La función del Estado
2.1. En el ámbito estatal la tolerancia exige justicia e imparcialidad en la
legislación, en la aplicación de la ley y en el ejercicio de los poderes judicial y
administrativo. Exige también que toda persona pueda disfrutar de oportunidades
económicas y sociales sin ninguna discriminación. La exclusión y la marginación
pueden concluir a la frustración, la hostilidad y el fanatismo.
2.2 A fin de instaurar una sociedad más tolerante, los Estados han de ratificar las
convenciones internacionales existentes en materia de derechos humanos y,
cuando sea necesario, elaborar una nueva legislación que garantice la igualdad de
trato y oportunidades a todos los grupos e individuos de la sociedad.
2.3 Para que reine la armonía internacional, es esencial que los individuos, las
comunidades y las naciones acepten y respeten el carácter multicultural de la
familia humana. Sin tolerancia no puede haber paz, y sin paz no puede haber
desarrollo ni democracia.
2.4 La intolerancia puede revestir la forma de la marginación de grupos
vulnerables y de su exclusión de la participación social y política, así como de la
violencia y la discriminaci6n contra ellos. Como confirma el Artículo 1.2 de la
Declaración sobre la Raza y los Prejuicios Raciales, "todos los individuos y los
grupos tienen derecho a ser diferentes" (Art. 1.2).
Artículo 3. Dimensiones sociales
3.1 En el mundo moderno la tolerancia es más esencial que nunca. Nuestra época
se caracteriza por la mundialización de la economía y una aceleración de la
movilidad, la comunicación, la integración y la interdependencia; la gran amplitud
de las migraciones y del desplazamiento de poblaciones; la urbanización y la
transformación de los modelos sociales. El mundo se caracteriza por su
diversidad, la intensificación de la intolerancia y de los conflictos, lo que representa
una amenaza potencial para todas las regiones. Esta amenaza es universal y no
se circunscribe a un país en particular.
3.2 La tolerancia es necesaria entre los individuos, así como dentro de la familia y
de la comunidad. El fomento de la tolerancia y la inculcación de actitudes de
apertura, escucha recíproca y solidaridad han de tener lugar en las escuelas y las
universidades, mediante la educación extraescolar y en el hogar y en el lugar de
trabajo. Los medios de comunicación pueden desempeñar una función
constructiva, facilitando un diálogo y un debate libres y abiertos, difundiendo los
valores de la tolerancia y poniendo de relieve el peligro que representa la
indiferencia al ascenso de grupos e ideologías intolerantes.
Como se afirma en la Declaración de la UNESCO sobre la Raza y los Prejuicios
Raciales, es preciso adoptar medidas donde hagan falta, para garantizar la
igualdad en dignidad y derechos de los individuos y grupos humanos. A este
respecto, se debe prestar especial atención a los grupos vulnerables socialmente
desfavorecidos para protegerlos con las leyes y medidas sociales en vigor,
especialmente en materia de vivienda, de empleo y de salud; respetar la
autenticidad de su cultura y sus valores y facilitar su promoción e integración
social y profesional, en particular mediante la educación.
A fin de coordinar la respuesta de la comunidad internacional a este reto universal,
se deben realizar y crear, respectivamente, estudios y redes científicos
apropiados, que comprendan el análisis, mediante las ciencias sociales, de las
causas fundamentales y de las medidas preventivas eficaces, así como la
investigación y la observación destinadas a prestar apoyo a los Estados Miembros
en materia de formulación de políticas y acción normativa.
Artículo 4. Educación
4.1 La educación es el medio más eficaz de prevenir la intolerancia. La primera
etapa de la educación para la tolerancia consiste en enseñar a las personas los
derechos y las libertades que comparten, para que puedan ser respetados y en
fomentar además la voluntad de protegerlos de los demás.
4.2 La educación para la tolerancia ha de considerarse un imperativo urgente; por
eso es necesario fomentar métodos sistemáticos y racionales de enseñanza de la
tolerancia que aborden los motivos culturales, sociales, económicos, políticos y
religiosos de la intolerancia, es decir, las raíces principales de la violencia y la
exclusión.
Las políticas y los programas educativos deben contribuir al desarrollo del
entendimiento, la solidaridad y la tolerancia entre los individuos, y entre los grupos
étnicos, sociales, culturales, religiosos y lingüísticos, así como entre las naciones.
4.3 La educación para la tolerancia ha de tener por objetivo contrarrestar las
influencias que conducen al temor y la exclusión de los demás, y ha de ayudar a
los jóvenes a desarrollar sus capacidades de juicio independiente, pensamiento
crítico y razonamiento ético.
Nos comprometemos a apoyar y ejecutar programas de investigación sobre
ciencias sociales y de educación para la tolerancia, los derechos humanos y la no
violencia.
Para ello hará falta conceder una atención especial al mejoramiento de la
formación del personal docente, los planes de estudio, el contenido de los
manuales y de los cursos y de otros materiales pedagógicos, como las nuevas
tecnologías de la educación, a fin de formar ciudadanos atentos a los demás y
responsables, abiertos a otras culturas, capaces de apreciar el valor de la libertad,
respetuosos de la dignidad y las diferencias de los seres humanos y capaces de
evitar los conflictos o de resolverlos por medios no violentos.
Artículo 5. Compromiso para la acción
Nos comprometemos a fomentar la tolerancia y la no violencia mediante
programas e instituciones en los ámbitos de la educaci6n, la ciencia, la cultura y la
comunicación.
Artículo 6. Día Internacional para la Tolerancia
A fin de hacer un llamamiento a la opinión pública, poner de relieve los peligros de
la intolerancia y reafirmar nuestro apoyo y acción en pro del fomento de la
tolerancia y de la educación en favor de ésta, proclamamos solemnemente Día
Internacional para la Tolerancia el día 16 de noviembre de cada año.
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