Rº.402/11 mba TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE

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Rº.402/11 mba
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE ANDALUCIA
SALA DE LO SOCIAL DE SEVILLA
Iltmo. Señores:
DÑA. ELENA DIAZ ALONSO: Presidenta
DÑA. Mª GRACIA MARTÍNEZ CAMARASA
D. JOSÉ JOAQUIN PEREZ BENEYTO ABAD
En Sevilla, a cuatro de octubre de dos mil once.
La Sala de lo Social de Sevilla del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, compuesta por los Iltmos.
Sres. citados al margen,
EN NOMBRE DEL REY
ha dictado la siguiente
SENTENCIA núm. 2593/11
En el Recurso de Suplicación interpuesto por XXXXX contra la sentencia del Juzgado de lo Social número
UNO de los de CADIZ, Autos num. 271/10; ha sido Ponente la Iltma. Sra. Dª Mª GRACIA MARTÍNEZ
CAMARASA, Magistrada.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Según consta en autos se presentó demanda por XXXX contra MERCADONA S.A. se celebró
el Juicio y se dictó sentencia el 23/06/10 por el Juzgado de referencia en la que se desestimó la demanda.
SEGUNDO.- En la citada sentencia y como hechos probados constan los siguientes:
PRIMERO.- El demandante, XXXXX, mayor de edad, con D.N.I. num. NUM000, afiliado al Régimen General
de la Seguridad Social con n° NUM001 ha venido prestando servicios profesionales para la empresa
demandada, MERCADONA S.A.., siéndole reconocida una antigüedad desde el 19/06/2003 percibiendo un
salario a efectos de despido de 61,69 Eur./diarios y con una categoría profesional de gerente (nivel A) +3
años de antigüedad.
La relación laboral era de naturaleza indefinida.
SEGUNDO.- Es de aplicación el Convenio Colectivo de MERCADONA S.A. (BOE 10/03/2010).
El centro de trabajo se encontraba en Chiclana de la Frontera (Cádiz), carretera de Fuente Amarga.
TERCERO.- El trabajador causó baja por incapacidad temporal el 28/01/2010 por enfermedad común,
diagnosticándose "estado de ansiedad no especificado". Finalizaría por alta el 7/04/2010.
CUARTO.- El actor no ostenta ni ha ostentado durante el año anterior al despido cargo de delegado de
personal ni representación sindical alguna.
QUINTO.- En fecha 3/03/2010, vía burofax se comunica al demandante por la empresa carta de despido
disciplinario con efectos desde ese mismo día cuyos hechos se concretan en los siguientes términos:
`Por la presente venimos a poner en su conocimiento la decisión de la Dirección de la Empresa de proceder
a su DESPIDO, con efectos desde el día de hoy 03/03/2010, en base a los hechos y circunstancias que más
delante se describen, todos ellos valorados con la más estricta objetividad y graduación.
Todo lo anterior se basa en los siguientes: Hechos
Primero. -Que Vd. actualmente está de baja laboral por Incapacidad Temporal desde el día 28/01/2010 por
enfermedad común.
Segundo.- Que el Servicio Médico de empresa considera que la enfermedad por la cual está de baja ha
superado los tiempos orientativos de recuperación marcados por el Instituto Nacional de la Seguridad Social
(INSS), hecho si cabe a tener en cuenta.
Tercero. - Que tras ser valorado por el servicio médico de la empresa, se le ha ofrecido -conforme a criterio
médico- la reubicación dentro de a empresa en sus funciones y puesto de trabajo a fin de que pudiese
incorporarse a la empresa, de forma que pudiera hacer menos funciones de las que realizaba antes de la
baja, o menos horas, o unas funciones distintas. En definitiva una adaptación de supuesto de trabajo con la
finalidad de compatibilizar su trabajo sin perjudicar su recuperación.
Sin embargo todas las propuestas realizadas han sido rechazadas por Vd.
Cuarto. - Que si bien la empresa no discute la veracidad de la enfermedad que usted padece, lo que no
cabe duda es que al no aceptar usted la adaptación del puesto que se le ha ofrecido, máxime cuando el
plato de recuperación del INSS está superado, unidos estos dos criterios, tiene como consecuencia una
repercusión directa en los intereses de la empresa, dado que la empresa no obtiene la contraprestación
esperada del trabajador, que no es otra que el trabajo efectivo, por mucho que dicha situación esté
justificada por los partes médicos de baja y justificantes médicos.
Por ello, es evidente que su contratación y mantenimiento en la empresa es perjudicial para los intereses de
ésta, en los términos del art° 5e) del Estatuto de los Trabajadores , esto es, no puede cumplir con la
obligación de todo trabajador de contribuir a la m jora de la productividad, asumiendo la empresa los efectos
propios de éste tipo de despidos, reconociendo la improcedencia del despido y consignando la
indemnización legal establecida, siendo éste el motivo exclusivo y la única ratón del despido, y todo ello
conforme a la unánime doctrina del Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional en esta materia.
Por ello, y haciendo uso de la facultad que otorga el art.56.2 del Estatuto de los Trabajadores , se reconoce
en éste acto la IMPROCEDENCIA del despido, por lo que en el plato previsto de 48 horas desde la fecha de
efectos del mismo se consignará en el a cuenta de depósitos y consignaciones de los Jugados de lo Social
la cantidad correspondiente a su indemnización, la cual asciende a 16.128,39Eur. estando la misma a su
disposición en el Jugado Social correspondiente de los de Cádiz, encontrándose la dirección de dicho
jugado en la Avda. Juan Carlos I s/n, Edif. Carranza de la ciudad de Cádiz información que le será facilitada
llamando al teléfono del jurado n° 956013066 donde le dirán de la distribución del juzgado concreto y le
informarán del momento oportuno para recoger la cantidad. Domicilio en dónde usted podrá proceder a su
retirada. Todo lo cual se le comunica a los efectos legales oportunos.
Al estar Vd. en situación de baja por IT derivada de Contingencias comunes, deberá seguir llevando los
partes de confirmación o en su caso la resolución de prórroga del INSS al médico de la empresa, por ser
Mercadona colaboradora en el abono de las prestaciones económicas de IT derivadas de dichas
contingencias, percibiendo la prestación por IT en la cuantía que corresponda al desempleo y hasta que se
extinga dicha situación, pasando a partir de ese momento, si le corresponde, a percibir la prestación por
desempleo con el descuento del tiempo que haya percibido la prestación por I.T "
Reconocimiento improcedencia:
`Estimado señor
Se le pone en conocimiento que la empresa Mercadona SA ha procedido a reconocer la improcedencia del
despido a usted con fecha 03/03/2010, poniendo a su disposición la indemnización establecida legalmente,
de 45 días de salario por año trabajado.
La indemnización a la que se ha hecho referencia es de 16.128,39Eur., la cual esta a su disposición en el
juzgado Social Uno de Cádiz donde le informarán del momento oportuno para recoger la cantidad;
encontrándose la dirección de dicho juzgado en y la cual esta a su disposición en el mismo juzgado social
n° uno situado en la Avda. Juan Carlos I s/n, Edif. Carranza de la Ciudad de Cádiz información que le será
facilitada llamando al teléfono del juzgado n° 936203703y que se sigue bajo los autos de consignación
n°538/10 en dicho juzgado.
Dónde usted podrá proceder a su retirada. Todo lo cual se le comunica a los efectos legales oportunos.
Por otro lado, indicarle que las cantidades correspondientes a su finiquito se le han ingresado en la cuenta
corriente donde se hacía efectivo el ingreso de su nómina. Así mismo se le indica que al estar usted de baja
IT deberá seguir remitiendo los partes de confirmación y posterior alta a su centro de trabajo y hacérselo
llegar al Servicio Médico de Empresa o algún responsable.
Por último se le informa que podrá recoger el recibo del finiquito y el certificado de empresa en el centro de
trabajo ".
Causa baja en la empresa el 24 de abril de 2010.
SEXTO.- En fecha 25/03/2010, en virtud de papeleta de conciliación presentada el 09/03/2010, se celebró
acto de conciliación ante el CMAC con un resultado de "celebrado sin avenencia". En este acto la empresa
reconoce la improcedencia del despido y manifiesta que consignará la cantidad de 2.492,73 Eur., más las
consignadas 16.128,39 Eur..
SEPTIMO.- Se tramita expediente de consignación con n° 196/2010 ante este mismo juzgado, en el que
consta consignada la cantidad de 16.128,29 Eur. (desde el 4/03/2010) más 2.492,73 Eur. (desde el
26/03/2010).
Comunicado al trabajador, el 4/05/2010 se entregó mandamiento por importe de 18.621.12Eur..
TERCERO.- Contra dicha sentencia se interpuso recurso de suplicación por el demandante, que fue
impugnado de contrario.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- La sentencia de instancia, desestimó la demanda formulada por el actor, y declaró que su cese,
acordado por la demandada el 3 de marzo de 2010, constituía despido improcedente, debiendo entenderse
extinguido el contrato en esa fecha y condenando a la empresa a que abonase la diferencia existente entre
la indemnización consignada y la que correspondía de 117,21 euros, más los salarios de trámite desde el
despido hasta la fecha del depósito, 26/03/2010, descontando en todo caso los días de baja laboral.
Contra dicha sentencia interpone el actor recurso de suplicación --que se impugna de contrario por la
empresa empleadora demandada--, conteniendo el recurso tres motivos formulados, respectivamente, al
amparo de los apartados a), b) y c) del artículo 191 de la Ley de Procedimiento Laboral .
En el primero de los motivos del recurso, por el cauce procesal indicado del apartado a) del artículo 191 LPL
, interesa la parte recurrente la reposición de los autos al momento de haberse infringido normas o garantías
del procedimiento originadoras de indefensión, argumentado que, dado que, se despide al actor por estar en
situación de Incapacidad temporal, y, puesto que la causa de la baja era la de sufrir un cuadro ansioso
depresivo por acoso laboral, interesó en tiempo y forma la citación de tres testigos, compañeros de trabajo,
que fue admitida a trámite, según consta en la fundamentación jurídica de la sentencia, si bien no acudieron
al juicio por tener miedo, según le manifestaron al actor, por lo que, interesó la suspensión de dicho acto y
que se efectuara nuevo requerimiento a los testigos, al estimar que su ausencia le ocasionaba grave
indefensión.
Y añade que procede la nulidad de lo actuado desde aquel momento procesal "salvo estimación del recurso
por el fondo y en lo pretendido, atendiendo a economía procesal", concluyendo que se ha producido una
vulneración del principio de igualdad jurídica y efectiva de las partes que consagra el artículo 14 y 24.2 CE y
el artículo 6 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, artículo 92 LPL y 370 de la LEC.
Es criterio jurisprudencial generalizado que la nulidad es un remedio extraordinario que debe aplicarse
únicamente en los casos en que se produzca la infracción de una norma o garantía del procedimiento que
ocasione indefensión material y no meramente formal. Y también que para que pueda tener viabilidad el
motivo basado en la infracción de normas esenciales del procedimiento es necesaria la concurrencia de los
siguientes requisitos: a) que se haya infringido una norma procesal; b) que se cite por el recurrente el
precepto que establece la norma cuya infracción se denuncia; c) que el defecto no sea invocado por la parte
que lo provoca, pues sólo el perjudicado puede denunciar el defecto; d) que la infracción de la norma
procesal haya producido indefensión; e) que se haya formulado protesta en tiempo y forma, pidiendo la
subsanación de la falta, con el fin de que no pueda estimarse consentida. En igual sentido, una reiterada
doctrina del Tribunal Constitucional ha declarado que no toda irregularidad procesal genera la vulneración
del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva, sino que han de tenerse en cuenta las circunstancias
concurrentes en cada caso, la finalidad e importancia del requisito omitido o irregularmente cumplido, y la
conducta procesal observada por quien alega tal vulneración.
En el presente caso no cabe apreciar la pretendida nulidad de lo actuado, dado que, si bien es cierto que el
actor solicitó y le fue admitida la prueba testifical, sin que hubieren comparecido al juicio los testigos citados,
no lo es menos que, no consta que en el acto del juicio hubiere solicitado la suspensión del acto por dicha
causa, al objeto de que fueren citados nuevamente con los apercibimientos legales, ni tampoco que una vez
que se prosiguió su celebración y antes de finalizar el acto hubiere hecho consignar su protesta por dicha
causa, por lo que, en tales circunstancias debe desestimarse este primer motivo del recurso, sin perjuicio de
significar que, en ningún caso cabría apreciar la existencia de indefensión del actor, de acuerdo con lo que
después se razonará.
SEGUNDO.- El segundo motivo tiene por objeto, como se ha dicho, la revisión, por el cauce procesal del
apartado b) del artículo 191 de la LPL , del relato de hechos probados de la sentencia al objeto de que se
añada un nuevo hecho probado del siguiente tenor literal:
"No consta acreditado por la empresa los extremos que se concretan en la carta de despido, que se habían
sobrepasado los tiempos estándares previstos por el INSS para la patología que padece, así como que se le
había propuesto un traslado de puesto de trabajo".
El motivo debe ser rechazado, dado que, además de tener la pretendida adición un contenido negativo, y
tratarse por tanto de un "no hecho" que como tal no tiene cabida en el relato fáctico de la sentencia,
careciendo por razones obvias de prueba hábil a efectos revisorios (documental o pericial) que lo sustente,
lo cierto es que, como pone de manifiesto la recurrida impugnante del recurso, al menos la primera parte,
referida a la superación de los estándares de permanencia en baja, sí figura en los autos, habiéndolo hecho
constar la Juzgadora de instancia con valor fáctico aunque en lugar inadecuado, en el fundamento jurídico
segundo de la sentencia, en que expresa "resultando que previsto 15 días de baja estandarizados, son más
de 35 días de baja los que sufre el demandante".
TERCERO.- El tercer y último motivo, que amparado en el apartado c) del artículo 191 LPL se subdivide
formalmente en varios apartados, tiene por objeto el examen del derecho aplicado en la sentencia. Y en el
mismo, tras afirmar el actor recurrente que se encuentra en situación de baja médica por sufrir un cuadro
Ansioso Depresivo por Acoso Laboral, según resulta del parte médico de baja que obra en autos al folio 55 y
del informe médico del SAS obrante al folio 64, viene a denunciar la vulneración del artículo 15 de la
Constitución Española , alegando que el hecho de haberse puesto la empresa en contacto con el trabajador,
encontrándose él en situación de baja médica por acoso laboral, limita su derecho a la salud, por la
coacción que supone para obligarle a pedir el alta médica, existiendo, por tanto, indicios suficientes de que
la verdadera causa del despido se encuentra en la negativa del trabajador a solicitar el alta médica, a cuyo
fin se le conminó --dice--, concluyendo después, con base en ello, que procede estimar el recurso,
declarando la nulidad del despido, de conformidad con lo previsto en el artículo 55.5 del ET y con las
consecuencias previstas en el apartado 6 del mismo y resarcimiento de daños, como se interesó en la
demanda, y, subsidiariamente, la improcedencia del mismo, pero con abono de los salarios de tramitación
hasta la fecha de notificación de la sentencia.
Según doctrina constitucional reiterada, en los casos en que se ha alegado vulneración de derechos
fundamentales al actor solo le incumbe acreditar la existencia de unos indicios racionales de tal vulneración,
y, acreditada ésta de forma indiciaria, se invierte la carga de la prueba, de modo que, es a la parte
demandada a quién corresponde la carga de probar que su conducta obedece a motivos lícitos y
razonables, ajenos a todo propósito atentatorio contra tales derechos.
Ahora bien, en el presente caso, la vulneración de derechos fundamentales que se alega no precisa siquiera
la acreditación de indicios de tal vulneración, dado que, los mismos se desprenden claramente de la propia
carta de despido, en que figura como causa del mismo el hecho de haber superado el actor en la situación
de IT en que se hallaba los tiempos orientativos de recuperación marcados por el Instituto Nacional de la
Seguridad Social, y haberse negado al requerimiento efectuado por la empresa --que así lo reconoce en la
carta-- para que se reincorporase al trabajo ("de forma que pudiera hacer menos funciones de las que
realizaba antes de la baja, o menos horas, o unas funciones distintas).
Y si bien se ha venido declarando con reiteración que en el derecho español vigente el despido para que
sea declarado procedente, improcedente o nulo, ha de fundarse en alguna de las causas previstas legal o
convencionalmente, lo cierto es que también puede declararse improcedente cuando se funde en causas
legales pero ficticias o simplemente cuando, como ocurre en el presente caso, la propia empresa
empleadora acepta la improcedencia por una falta no tipificada legal o convencionalmente, puesto que, la
jurisprudencia viene aceptando la validez de estos despidos improcedentes carentes de causa legal.
Ahora bien, en el caso que aquí se enjuicia no se trata de que el despido del actor carezca de causa legal
sino que lo que ocurre es que se funda en una causa que no solo vulnera la legalidad ordinaria sino que va
más allá, conculcando la legalidad constitucional, al haberse despedido al actor por haber superado en
situación de IT los tiempos orientativos de recuperación previstos por el INSS para la patología que padece
y no haber aceptado la propuesta de la empresa de reincorporarse al trabajo en las condiciones que se le
ofrecían, es decir haciendo menos funciones o menos horas o bien otras funciones distintas de las que
realizaba antes de la baja..
El artículo 15 CE proclama el derecho de toda persona a la vida y a la integridad física y moral. Y reflejo de
ese derecho constitucional es el que se reconoce a todo trabajador que por enfermedad o accidente precisa
tratamiento médico y se halla temporalmente impedido para el trabajo, de tener suspendido su contrato de
trabajo mientras dure tal situación (art. 45.1.c) ET ), con la consiguiente exoneración de las obligaciones
recíprocas de trabajar y remunerar el trabajo (art. 45.2 ET ). El fundamento de esa suspensión contractual
es evidente: permitir al trabajador la recuperación de la salud perdida hasta que pueda reiniciar el trabajo,
de modo que, impedir a un trabajador enfermo esa recuperación o limitársela a un tiempo concreto de forma
objetiva vulnera de modo directo y manifiesto el derecho constitucional a la integridad física y moral.
Ciertamente la situación legal de incapacidad temporal (IT) no ampara el fraude, entendido como simulación
de patologías inexistentes o como prolongación indebida de enfermedades reales ya curadas. Pero, en el
caso de autos no es esa la causa del despido sino el hecho de haber superado en situación de IT los plazos
normalizados previstos para su enfermedad por el INSS y no haber aceptado la propuesta de
reincorporación al trabajo efectuada por la empresa.
La circunstancia de que el INSS haya establecido y publicado cuales son los plazos normales o medios de
duración de una determinada patología, podrá tener virtualidad a efectos estadísticos, de previsión de
servicios médicos, etc., pero, en modo alguno puede servir para que una empresa obligue a un trabajador a
su reincorporación inmediata al puesto de trabajo una vez rebasados esos plazos, con la consecuencia de
despedirle si así no lo hiciere.
La doctrina y la jurisprudencia en relación con los procesos de incapacidad han declarado reiteradamente
que no existen enfermedades sino enfermos, poniendo de relieve que enfermedades que unas personas
superan en pocos días o semanas, precisan en otras de largos períodos para su curación o incluso resultan
incurables, siendo en todo caso los servicios médicos de la Seguridad Social los competentes para
determinar cuando un trabajador en situación de IT se encuentra restablecido y capacitado para trabajar, y
para expedir en tal caso el parte de alta médica, que, en modo alguno, puede ser sustituido por tiempos
medios o estandarizados de baja fijados por el INSS.
La circunstancia de que en la carta de despido se añada que el actor se negó a atender el requerimiento
que le fue efectuado por la empresa para que se reincorporase al trabajo con menos funciones o con
funciones distintas y más livianas de las que tenía asignadas, además de no haberse acreditado, no
desvirtúa en modo alguno lo anteriormente expuesto, sino que evidencia la existencia de una coacción o
acoso con la misma finalidad de acortar el período de restablecimiento de la salud. Y pone de manifiesto la
diferencia sustancial existente entre este supuesto y aquellos otros en los que el trabajador está de baja y
existen indicios de que la situación de IT es la verdadera causa del despido (la Sala conoce esta doctrina,
contenida entre otras en SSTS de 11/12/2007,; 18/12/2007,; 13/02/2008,; 22/09/2008, y 29/01/2009,), dado
que, en estos casos, no existe un ataque a la integridad física, puesto que, el trabajador continúa con su
derecho a estar en situación de IT y disfrutando de su derecho a la asistencia médica y farmacéutica y del
correspondiente subsidio sustitutivo del salario, mientras que, en los casos como el presente se pretende
que se reincorpore al trabajo antes de haber obtenido el alta médica, sancionando con el despido su
negativa a abandonar la protección que le ofrecía el sistema de la Seguridad Social en la situación de IT en
que se hallaba desde el 28/01/2010 y que se mantuvo, según consta hasta el 07/04/2010, durante un tiempo
de poco más de dos meses que en absoluto parece desmedido o excesivo. En este sentido se pronunció la
sentencia del TSJ de Asturias de 12/03/2010, (Rec. 188/2010) referida a un supuesto, similar al presente, de
una trabajadora de la misma empresa (MERCADONA ) a la que se conminó para que pidiese
voluntariamente el alta médica en el proceso de IT en que se hallaba con la clara advertencia de que, caso
de no hacerlo se la podría despedir, como así ocurrió al no haber aceptado la trabajadora, y más
recientemente, la Sentencia del Tribunal Supremo de fecha 31/01/2011, (Rec. 1532/2010), que vino a
confirmar dicha sentencia, desestimando el recurso de casación para la unificación de doctrina interpuesto
por la empresa demandada.
En consecuencia, debe estimarse el motivo y el recurso, declarando la nulidad del despido, de conformidad
con lo prevenido en el artículo 55.5 del ET , con las consecuencias legales establecidas en el apartado 6 del
mismo precepto.
CUARTO.- Por último, habiendo solicitado el actor en la demanda una indemnización por el daño moral
derivado de la actuación empresarial cuyo importe cifró en 12.000 euros, hay que decir que, si bien
conforme a la doctrina consolidada por la STC 247/2006, de 24 de julio, en los supuestos en que se
pretende una indemnización no basta con que se demuestre una vulneración del derecho fundamental para
que se produzca la automática condena reparadora, sino que corresponderá al demandante alegar y probar
las bases y elementos claves de la indemnización que reclama, lo cierto es que, habiendo producido la
decisión empresarial, sin lugar a dudas, además de la pérdida de su puesto de trabajo, un daño moral al
trabajador, se estima, atendida la dificultad de su cuantificación y no habiendo aportado datos que
justifiquen el importe reclamado, que al menos debe ser indemnizado en la cuantía de 2.000 euros, que, en
las circunstancias dichas, se estima ponderada y razonable para cubrir el daño ocasionado.
En consecuencia, debe estimarse parcialmente el recurso de suplicación, en los términos que resultan de lo
expuesto.
FALLO
Estimamos en parte el recurso de suplicación interpuesto por XXXX contra la sentencia de fecha 23 de junio
de 2010, dictada por el Juzgado de lo Social número 1 de Cádiz, en virtud de demanda por él presentada
contra la empresa MERCADONA , S.A. en proceso en que ha sido parte el MINISTERIO FISCAL; y,
revocamos la sentencia recurrida, declarando NULO el despido del actor verificado por la demandada con
efectos de 3/03/2010 y condenando a la referida demandada a la inmediata readmisión del trabajador en el
mismo puesto de trabajo y condiciones que regían antes de producirse el despido, y al abono de los salarios
de tramitación desde la fecha del despido y hasta la en que tenga lugar la readmisión, excluyendo el período
en que permaneció en situación de IT.
Y asimismo condenamos a la empresa demandada a que, en concepto de indemnización por daños morales
abone al actor la cantidad de 2.000 euros, desestimando la demanda en cuanto al resto y absolviendo de
ello a la empresa demandada
Notifíquese esta sentencia a las partes y al Excmo. Sr. Fiscal de este Tribunal, advirtiéndose que contra ella
cabe recurso de casación para la unificación de doctrina, que podrá ser preparado dentro de los DIEZ DÍAS
hábiles siguientes a la notificación de la misma, mediante escrito dirigido a esta Sala, así como que
transcurrido el término indicado, sin prepararse recurso, la presente sentencia será firme.
Una vez firme esta sentencia devuélvanse los autos al Juzgado de lo Social de referencia, con certificación
de esta resolución, diligencia de su firmeza y, en su caso, certificación o testimonio de la posterior resolución
que recaiga.
Únase el original de esta sentencia al libro de su razón y una certificación de la misma al presente rollo, que
se archivará en esta Sala.
Así por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
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