las migraciones internacionales como motor de

LAS MIGRACIONES INTERNACIONALES COMO MOTOR DE
DESARROLLO EN EL PERU
Giovanni Bonfiglio
Artículo aparecido en “Discover Nikkey”, el 1 de junio 2008:
http://www.discovernikkei.org/en/journal/2008/7/1/migraciones-internacionales/
Desde el punto de vista de las migraciones internacionales, el Perú republicano se divide en
dos etapas bastante marcadas. La primera, que va de 1821 hasta aproximadamente 1970, en
la que ha predominado la inmigración. La segunda, desde 1970 hasta hoy, en la que prima la
emigración. Hasta aproximadamente 1970 eran más los extranjeros que ingresaban que los
peruanos que salían. Desde ese año el Perú se convirtió en un país expulsor de emigrantes al
mismo tiempo que se produjo una caída grande en el número de inmigrantes. Este hecho ha
estado relacionado con el rápido crecimiento demográfico que desde la década de 1940
ocurrió en el país.
¿Cuántos inmigrantes ingresaron al Perú?
No existen estadísticas precisas que nos permitan determinar con exactitud el número
de inmigrantes que ingresaron al país entre 1821 y 1970. Sin embargo, es posible hacer un
estimado “a ojo de buen cubero”: considerando a los provenientes del continente asiático,
tenemos que en el siglo XIX ingresaron aproximadamente 100 mil chinos (la mayoría de los
cuales eran coolíes, es decir mano de obra semi - libre). En el siglo XX ingresaron otros 100 mil
(entre chinos y japoneses) y hasta 1970 el ingreso de asiáticos sumó unos 200 mil. En cuanto a
los europeos - el segundo componente inmigratorio más importante - podemos afirmar que
entre el siglo XIX y el XX ingresó una cifra que podríamos estimar en no más de 150 mil
personas. Los inmigrantes provenientes de otros países del continente americano pueden ser
estimados en no más de 100 mil. Tenemos entonces que en el período republicano, hasta hoy,
ingresaron al país alrededor de 450 mil inmigrantes.
De los aproximadamente 450 mil inmigrantes, no sabemos cuántos se afincaron
permanentemente en el país. Podemos asumir, dadas las pautas de inserción que indican los
estudios realizados, que la mayoría de estos inmigrantes se quedaron aquí y formaron familias
que dejaron descendientes. Considerando una tasa de retorno moderada, podemos presumir
que los que se afincaron definitivamente en Perú han sido alrededor de 400 mil. La gran
mayoría de las familias formadas por estos inmigrantes fueron familias peruanas; es decir, de
composición mixta o que por lo menos se convirtieron en familias peruanas en el giro de una
generación. No existe un estimado estadístico oficial, pero se presume que actualmente no
menos de 3 millones de peruanos son descendientes de inmigrantes que llegaron en el
período republicano. Es una cifra considerable, aún si consideramos que el flujo inmigratorio
que llegó al país no fue masivo, pero sí constante (a pesar de los altibajos) y sobre precoz; es
decir, comenzó a mediados del siglo XIX, hace más de 150 años. Por eso, la mayoría de los
peruanos descendientes de inmigrantes lo son desde hace más de 4 generaciones. En otras
palabras, aquí no llegaron muchos inmigrantes, pero llegaron desde el inicio de la república.
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Impacto de la inmigración
La presencia de esos inmigrantes, en su conjunto, ha significado un considerable
impulso al progreso económico del Perú. Esto porque la mayoría de ellos han estado
relacionados con el desarrollo de actividades modernas (empresas). Todos los estudios
realizados sobre la inmigración al Perú lo indican. Por supuesto, han habido excepciones, como
el caso de los chinos que fueron traídos para trabajar como peones en haciendas o para el
trabajo de las islas guaneras. Sin embargo, apenas pudieron, esos trabajadores se
independizaron y migraron a las ciudades, en donde se dedicaron al pequeño comercio y
paulatinamente a otras actividades urbanas, casi siempre como independientes, pues no ha
habido nunca capacidad para asalariar masivamente a estos inmigrantes. Tenemos entonces
que la ausencia de un mercado de trabajo ha condicionado el hecho de que los inmigrantes
sólo pudieran progresar a través de la creación de su propia empresa que, por lo general,
comenzó siendo pequeña. Esto ha sucedido no sólo con los chinos, sino también con los
japoneses que inicialmente trabajaron en el campo, pero que apenas tuvieron oportunidad
migraron a las ciudades. Con los europeos esto fue más claro aún: ningún proyecto de
colonización en base a campesinos europeos tuvo éxito, con la única excepción de los
alemanes en Pozuzo que permanecieron en esa zona de la selva alta porque se encontraban
aislados. Fue el aislamiento forzoso en el que se encontraban lo que explica que se
mantuvieran como colonia agrícola. La casi totalidad de europeos llegó en calidad de
trabajadores independientes y en pequeña proporción en calidad de artesanos o
profesionales.
El que la gran mayoría de inmigrantes en Perú se haya dedicado a sus propias
empresas no se debe solamente a la imposibilidad de encontrar empleo como trabajadores
dependientes, sino también al hecho de que la expansión económica y la modernización del
país demandaba una capa de pequeños y medianos empresarios. Todos los historiadores de la
economía peruana indican que un alto porcentaje de las empresas creadas en el país fueron
creadas por extranjeros, hasta la década de 1930 por lo menos. Por ello, los principales grupos
empresariales peruanos actuales están compuestos en buena proporción por descendientes
de inmigrantes, por lo menos en una proporción mayor que la relación numérica entre
inmigrantes y el conjunto de la población peruana.
En mi opinión ese fenómeno ha condicionado el hecho que, para muchos intelectuales
peruanos, lo empresarial y lo “capitalista” estaba asociado a extranjero. Quizás por eso el
nacionalismo político peruano ha tenido un fuerte contenido anti - empresarial. Ahora que ya
contamos con suficientes capas empresariales nativas, sobre todo luego del boom o aparición
masiva del empresariado popular, podemos afirmar que en el Perú se ha superado la
identificación de lo empresarial con lo extranjero.
Efectos de la inevitabilidad del autoempleo
La inevitabilidad del autoempleo entre los inmigrantes explica que, luego de varias
décadas de presencia en el país, todos los grupos inmigrantes -algunos más rápidamente que
otros - experimentaran un importante ascenso en la pirámide económica peruana. Esta
situación estructural generó una suerte de “efecto tijera” entre la dimensión numérica de los
inmigrantes (baja) frente a su peso específico en la esfera económica (alto).
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Ese efecto tijera condicionó una serie de actitudes sociales y mentales frente a los
inmigrantes desde las primeras décadas del siglo XX. Tales actitudes dieron lugar a la aparición
del nativismo y luego del nacionalismoi en lo ideológico, como reacción frente al predominio
que los inmigrantes tenían en la economía y en la sociedad nacional.
Luego del ascenso económico de los inmigrantes vino el social. Definitivamente, los
descendientes de los inmigrantes han contribuido poderosamente a renovar los sectores
medios y parte de las elites nacionales, no sólo desde una perspectiva económica, sino
también social y cultural. No se puede desligar la presencia de los inmigrantes y de sus
descendientes de todos los procesos de modernización en el país.
El asentamiento definitivo de los inmigrantes cambió la fisonomía del país,
contribuyendo al pluralismo étnico que distingue a la sociedad peruana. Los 400 mil
inmigrantes ingresaron de a pocos al país, nunca realmente masiva ni abruptamente. Ello sin
duda contribuyó a su integración, pues es sabido que en los procesos sociales de inmigración
cuenta el tiempo: un contingente masivo de inmigrantes si llega en un corto lapso genera
problemas de inserción económica y de integración cultural. En cambio, si ingresa
paulatinamente, las posibilidades de integración son mayores. Por supuesto, no han faltado
dificultades y desencuentros, como suele ocurrir en todo proceso de integración de
poblaciones inmigrantes, la historia de la inmigración da cuenta de estos procesos. Se pueden
hacer varias consideraciones a este respecto, pues los inmigrantes se integraron
selectivamente al sector moderno y criollo de la sociedad peruana, contribuyendo a segmentar
la estructura social del país.
La importancia del “capital social” aportado por los inmigrantes (la herencia intangible).
Algo común a todos los inmigrantes que llegaron al Perú es que vinieron sin capital
económico. Salvo las contadas excepciones de algunos empresarios que vinieron a invertir, los
extranjeros que ingresaron al país eran pobres en sus países o empobrecidos al momento de
partir.
Pero si no portaban capital financiero, muchos de ellos portaban consigo un
considerable capital humano y social. Es decir, recursos no tangibles, conformados por
actitudes, paradigmas mentales, valores y normas de comportamiento (laboriosidad,
capacidad de generación y gestión de empresas, capacidad de encontrar fuentes de riqueza),
que contribuyen poderosamente no sólo a la generación de riqueza sino a la convivencia
ciudadana.
Es importante señalar que el conjunto del capital “no tangible” aportado por estos
inmigrantes se quedó en Perú, se acumuló aquí y se convirtió en peruano, por ejemplo
industrias, empresas en general, cultura, instituciones educativas, capacidad de liderazgo, etc.
La “explosión de la creatividad” en la segunda generación
Un detalle poco explorado en los estudios sobre estos temas es que entre los
descendientes de inmigrantes es muy común el hecho que se dediquen a actividades artísticas.
Ello puede ser interpretado como un fenómeno plurigeneracional; es decir, la creatividad de
los padres inmigrantes (que fue sacrificada en su momento, en aras del esfuerzo productivo)
se expresa a través de sus descendientes, una vez superada la etapa de esfuerzo productivo y
de casi exclusiva dedicación al negocio familiar y al esfuerzo por resolver la sobre vivencia
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económica. Allí tenemos la pléyade de artistas peruanos hijos de inmigrantes, de todos los
orígenes étnicos y en todas las esferas artísticas. Lo importante es destacar que los artistas,
dirigentes sociales, empresarios y académicos descendientes de
inmigrantes son
definitivamente peruanos. Y constituyen el mayor patrimonio que los inmigrantes han dejado
en este país.
La etapa de predominio de la emigración
Gracias a la globalización, desde la década de 1970 la sociedad peruana ha podido
canalizar hacia el exterior un porcentaje importante de su población. El rápido crecimiento
demográfico del país desde la década de 1960, ha generado un “excedente demográfico” que
difícilmente hubiera podido ser absorbido por la economía nacional. Es así que se ha
producido un considerable flujo migratorio de peruanos hacia el exterior y hoy se estima que 3
millones los peruanos están fuera del país. Así, en poco más de 30 años ha salido del Perú más
población de la que ingresó en 185 años de vida republicana. Este solo hecho es suficiente
para tener una visión positiva del fenómeno globalizador en el cual se enmarcan las
migraciones internacionales.
En conclusión, podemos afirmar que los flujos migratorios internacionales han sido
positivos para el país, a pesar de las distorsiones temporales que han generado en la
estructura social peruana, pues todo proceso de crecimiento económico y empresarial genera
efectos de diferenciación económica, sobre todo en una primera etapa histórica. Estos flujos
han permitido el ingreso de personas deseosas de superarse en lo personal y que introdujeron
mecanismos de generación de riqueza muy considerables (empresas). Pero el aporte más
importante de estos inmigrantes no es tanto el tangible, sino el intangible, que está
constituido por actitudes mentales y culturales altamente positivas. Este es el principal “motor
de desarrollo” que los inmigrantes han aportado al país. Finalmente, la posibilidad de
emigración en las últimas décadas ha significado una considerable válvula de escape a los
efectos de la explosión demográfica peruana de la segunda mitad del siglo XX. Hoy día hay
muchos más peruanos afuera, que todos los extranjeros que entraron al Perú durante toda su
historia nacional.
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Ver mi artículo “Nativismo, nacionalismo étnico e indigenismo en el Perú durante el siglo XX”, en
esta misma web.
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