UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA VICERRECTORADO ACADÉMICO DECANATO DE POSTGRADO E INVESTIGACIÓN OS D A RV E S E SR O H C E R DE LA ADMISIÓN DE LOS HECHOS Y LA CONFESIÓN FICTA EN LA ETAPA DE JUICIO Trabajo Especial de Grado presentado por: Karina Chiquinquirá Martínez Olano Especialización en Derecho del Trabajo y Seguridad Social Maracaibo, Agosto de 2008 OS D A RV E S E SR O H C E R DE LA ADMISIÓN DE LOS HECHOS Y LA CONFESIÓN FICTA EN LA ETAPA DE JUICIO Trabajo Especial de Grado para optar al título de Especialista en Derecho del Trabajo y Seguridad Social ______________________________ Karina Chiquinquirá Martínez Olano C.I. No. 9.722.808 AGRADECIMIENTO A Dios, porque he sentido su presencia y ayuda en todo momento; a mi Madre, por su ayuda, solidaridad y apoyo moral durante mi período de estudios; a la Prof. Teresita Finol, por su ayuda a lo largo de la elaboración del Trabajo de Grado y al Prof. Gerardo Ramírez, por sus conocimientos y por la fe que me OS D A RV brindó en este proyecto. E S E SR O H C E R DE ÍNDICE GENERAL Pág. TÍTULO--------------------------------------------------------------------------------------------- II DEDICATORIA----------------------------------------------------------------------------------- III ÍNDICE GENERAL ------------------------------------------------------------------------------ IV ÍNDICE DE CUADROS------------------------------------------------------------------------- V RESUMEN--------------------------------------------------------------------------------------- VI CAPÍTULO I: FUNDAMENTACIÓN Planteamiento y Formulación del Problema---------------------------------------Objetivos de la Investigación----------------------------------------------------------Objetivo General----------------------------------------------------------------------Objetivos Específicos-----------------------------------------------------------------Justificación de la Investigación-------------------------------------------------------Delimitación de la Investigación-------------------------------------------------------- 1 3 4 4 4 4 CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO Antecedentes de la Investigación----------------------------------------------------Bases Teóricas de la Investigación-------------------------------------------------Normativas o aspectos legales-------------------------------------------------------Categorías de Análisis------------------------------------------------------------------- 6 8 27 31 CAPÍTULO III: MARCO METODOLÓGICO Tipo y Nivel de la Investigación----------------------------------------------------Diseño de la Investigación-----------------------------------------------------------Técnicas de Recolección de Datos-----------------------------------------------Plan de Análisis de Datos------------------------------------------------------------ 32 33 34 35 CAPÍTULO IV: RESULTADOS Análisis y Discusión de Resultados---------------------------------------------Conclusiones--------------------------------------------------------------------------Recomendaciones------------------------------------------------------------------- 38 84 88 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS -------------------------------------------- 89 ANEXOS------------------------------------------------------------------------------------- 92 OS D A RV E S E SR O H C E R DE ÍNDICE DE CUADROS Pág. Cuadro No.1: Matriz de análisis-------------------------------------------------------- OS D A RV E S E SR O H C E R DE UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA 31 VICERRECTORADO ACADÉMICO DECANATO DE POSTGRADO E INVESTIGACIÓN ESPECIALIZACIÓN EN DERECHO DEL TRABAJO Y LA SEGURIDAD SOCIAL RESUMEN LA ADMISIÓN DE LOS HECHOS Y LA CONFESIÓN FICTA EN LA ETAPA DE JUICIO Autora: Abog. Karina Ch. Martínez O. Tutor: Abog. Esp. Gerardo Ramírez Fecha: Julio 2008 OS D A RV E S E SdeRlos hechos y la confesión ficta en la O La investigación versa sobre la admisión H C E etapa de juicio, instituciones procesales establecidas en los artículos 131, 135 y R E D 151 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. La investigación fue de tipo documental, no experimental, descriptiva. La metodología utilizada fue el análisis de documentos de distinta naturaleza, obteniendo como resultados que la Sala de Casación Social ha flexibilizado el contenido de los artículos 131 y 151 en cuanto a la confesión ficta en la Ley Procesal Laboral. Estos han sufrido variaciones, pero en cuanto a su aplicación, como lo es el caso del último párrafo del artículo 135 de la LOPT. Esto ha cambiado y la confesión de carácter absoluto, que caracterizaba dicho artículo, ahora es de carácter relativo, pues se le ha otorgado este carácter equiparándolo a los casos de rebeldía para la situación de incomparecencia del demandado a las prolongaciones a la Audiencia Preliminar, esto con la finalidad de evacuarse las pruebas que se encuentren agregadas la expediente, y así las partes puedan ejercer el control y contradicción de las pruebas; y el demandado pruebe algo que le favorezca. La confesión que contiene el artículo 151 de la referida Ley, también posee un carácter absoluto (iure et iure); sin embargo, esto también se ha sido flexibilizado, y actualmente se aplica por analogía el criterio establecido por la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia de fecha 15 de Octubre de 2004, de carácter vinculante para todos los Juzgados Laborales. Descriptores: Audiencia Preliminar, Confesión Ficta, Admisión de Hechos, Contestación a la demanda, Audiencia de Juicio. [email protected] CAPITULO I FUNDAMENTACIÓN Planteamiento y Formulación del Problema OS D A V 1999, estableció que las leyes procesales adoptaríanE unR procedimiento breve, oral S E R S y público; previendo a la vez una simplificación, uniformidad y eficacia en los HO C E ER trámites (art. 257).D Asimismo, por mandato constitucional se estableció, crear una La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela promulgada en Ley Orgánica del Trabajo, la cual debería principalmente garantizar la protección de los trabajadores y trabajadoras en los términos previstos en la Constitución y las leyes, y además garantizar el funcionamiento de una justicia laboral autónoma y especializada; cuya orientación estaría basada en los principios de gratuidad, celeridad, oralidad, inmediatez, prioridad de la realidad de los hechos, la equidad y de la rectoría del Juez o Jueza en el proceso, (Disposición Cuarta, numeral 4º). Así pues, nace la nueva Ley Orgánica Procesal del Trabajo (2002), cuya finalidad esencial es elevar la celeridad y calidad en el servicio de la administración de justicia, otorgándole de esta manera a los órganos jurisdiccionales del trabajo, la facultad para conocer exclusivamente de todos aquellos asuntos de carácter contencioso que se originen con relación al hecho social trabajo, como por ejemplo: demandas por prestaciones sociales y otros conceptos derivados del vínculo laboral, por accidente de trabajo o enfermedad 1 profesional, daño material, moral etc.; así como también de las solicitudes de calificación de despido, buscando siempre que los actos procesales sean breves, concisos, lacónicos, trámites sencillos; simplificando las formas empleadas en el debate, para garantizar junto con la especialidad, gratuidad, celeridad y concentración, que el procedimiento se introduzca, sustancie y decida en los lapsos legalmente establecidos. OS D A RV E S E R (escrito, lento y burocrático), en S anterior El nuevo sistema se diferencia del O H C E R que éste se sustancia DEcon relativa brevedad, es así como se introduce la demanda ante los Tribunales de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo, y en un lapso breve de dos (2) días hábiles siguientes a su recibo se admite. Luego se ordena la notificación del demandado, y después que el Alguacil deje constancia que efectivamente se materializó la notificación del demandado; al día siguiente a la certificación anteriormente referida, comienza a correr el lapso para la comparecencia de las partes a la Audiencia Preliminar. El artículo 128 de la LOPT, establece el cómputo para el lapso de comparecencia del accionado, el cual es de diez (10) días hábiles. De manera que, si el demandado no comparece el día y hora que fije el Tribunal, incurre en el primer caso de confesión ficta que se encuentra contemplado en el artículo 131 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. El segundo caso ocurre, cuando el demandado contesta inadecuadamente la demanda, es decir, lo realiza en términos generales, sin precisar cuáles de los hechos invocados en la demanda admite como ciertos y cuáles niega o rechaza. Asimismo, el demandado incurre en confesión ficta, cuando habiendo rechazado un supuesto de hecho contenido en la demanda, no expone los motivos de dicho rechazo (ART. 135 LOPT). En este sentido, el tercer caso en el cual el demandado incurre en confesión ficta, ocurre cuando éste no da contestación a la demanda, de acuerdo a lo previsto en el artículo 135 de la LOPT; siendo precisamente este caso, el OS D A RV punto principal bajo estudio en el presente trabajo, ya que el Tribunal Superior E S E R Sel demandado O señalar que en los casos en los H cuales no diere contestación a la C E DEdeRJuicio deberá fijar Audiencia de Juicio oral y pública para demanda, el Tribunal Primero del Circuito Judicial Laboral del Estado Zulia, sentó un nuevo criterio, al evacuar las pruebas y luego así pueda tomar la decisión. Así las cosas, el cuarto caso ocurre cuando el demando no comparece a la Audiencia de Juicio, que se le tiene por confeso con relación a los hechos planteados por la parte actora, en cuanto sea procedente en derecho la petición del demandante, (art. 151 LOPT). Finalmente, el quinto caso sucede cuando el demandado no comparece a la lectura del dispositivo del fallo y como consecuencia de ello se aplica la consecuencia jurídica establecida en el artículo 151 ejusdem. En consecuencia, la confesión ficta está presente en el proceso laboral venezolano. Ahora bien, resulta interesante preguntarse: ¿Es viable la aplicación del criterio mediante el cual, el demandado al no dar contestación a la demanda, el Tribunal de Juicio debe recibir el expediente, admitir las pruebas y fijar la Audiencia de Juicio oral y pública, para así evacuar las pruebas y que las partes puedan ejercer el derecho de contradicción y control de las pruebas? Objetivos de la Investigación Objetivo General Determinar la viabilidad de la desaplicación del artículo 135 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. OS D A RV Objetivos Específicos E S E SR O H C E R E ficta en las diferentes etapas del proceso laboral Analizar laD confesión Definir la admisión de los hechos y la confesión ficta en materia laboral. Determinar la viabilidad de la confesión ficta cuando el demandado no da contestación a la demanda, a la luz del nuevo criterio del Tribunal Superior Primero del Trabajo del Estado Zulia. Analizar el derecho a la defensa frente a la confesión ficta y la admisión de los hechos en la etapa de juicio. Justificación de la Investigación El problema bajo estudio tiene una gran importancia en el campo laboral, debido a que sería útil para la revisión o evaluación que realice la Asamblea Nacional conjuntamente con la Sala de Casación Social, acerca de una posible reforma, de acuerdo a los resultados obtenidos, del texto de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo en el lapso de 5 años contados a partir de su entrada en vigencia, así como también le sería útil a los profesionales del derecho y estudiantes que necesitan tener información actualizada en materia laboral. Delimitación de la Investigación La siguiente investigación estuvo limitada al estudio de la confesión ficta y admisión de los hechos en la etapa de juicio en el año 2006, debido a que es precisamente en ese año cuando surgió el nuevo criterio bajo estudio. Dicha investigación fue realizada específicamente en Maracaibo, en el Circuito Judicial OS D A RV Laboral del Estado Zulia; en cuanto a la confesión ficta del demandado, cuando no E S E SR O H Trabajo del E Estado C Zulia, el Tribunal de R DE da contestación a la demanda, y de acuerdo al nuevo criterio del Tribunal Superior Primero del Juicio debe recibir el expediente, admitir las pruebas y fijar la Audiencia de Juicio oral y pública para evacuar éstas, lo cual lleva a determinar la viabilidad de la desaplicación del artículo 135 de la Ley Orgánica del Trabajo. C A P I T U L O II MARCO TEORICO Antecedentes de la Investigación OS D A Tomando en cuenta la fecha de la entrada en vigencia RV de la Ley Orgánica E S Ese han realizado en relación a la R Procesal del Trabajo, las investigaciones que S HO C E ER laboral, se encuentran estudios realizados a nivel de confesión ficta enD materia post-grado, entre las cuales se destacan: Goitía Luquez (2004), en su Trabajo de Grado para optar al título de Magíster Scientiarum en Derecho Laboral y Administración del Trabajo Mención Derecho del Trabajo en la Universidad del Zulia, titulado “La Homogeneidad de la Confesión Ficta y la Multiplicidad de Causas que la Originan en el Proceso Laboral Venezolano”, aborda el tema de los cambios trascendentes que ha traído consigo la nueva Ley Orgánica Procesal del Trabajo en la búsqueda de la eficacia jurisdiccional, entre los que se cuentan, una nueva concepción de la institución procesal de la confesión ficta incorporando nuevas formas para su declaratoria. Su objetivo central consiste en analizar la homogeneidad de la confesión ficta y la multiplicidad de causas que la originan en el proceso laboral venezolano, a fin de establecer el nuevo tratamiento que la Ley Adjetiva Laboral le ha conferido a ésta institución procesal. El tipo de investigación es de tipo jurídico 6 documental. El método de recolección de datos utilizado es el análisis y revisión de textos doctrinales nacionales y extranjeros, informe precedentes y publicaciones ofrecidas por organizaciones e investigadores en el ámbito procesal. Entre los resultados determina, el reconocimiento de las diversas situaciones en que se pudiera declararse confeso al demandado, bien por incomparecencia a la OS D A RV impuestas en la habiéndola contestado no se cumplieron las cargasEprocesales S E R S Ley Orgánica Procesal del Trabajo, HeOidentificando los límites de tal declaratoria. C E DER audiencia preliminar o de juicio, o bien por no contestar la demandada, o Bracho Mora (2007), en su Trabajo de Grado para optar al título de Magíster Scientiarum en Derecho Laboral y Administración del Trabajo Mención Derecho del Trabajo en la Universidad del Zulia, titulado “La Tutela Judicial Efectiva en la Inasistencia de las Partes a la Audiencia Preliminar del Proceso Judicial Laboral Venezolano”, aborda el tema de la audiencia preliminar, la cual busca la inclusión de la mediación como finalidad de la misma, pero en un procedimiento sin la observancia de las garantías constitucionales y principalmente sin la tutela judicial adecuada, sería un proceso viciado de ilegalidad, ya que existe desigualdad en cuanto a la gravedad de las sanciones establecidas en los casos de incomparecencia a la audiencia preliminar. Su objetivo central consiste en analizar la tutela judicial efectiva en la inasistencia de las partes a la audiencia preliminar del proceso judicial laboral venezolano. El tipo de investigación es de tipo documental con diseño de tipo bibliográfico jurídico. El método de recolección de datos utilizado es la observación y análisis de la información. Entre los resultados determina, que la especialidad del Derecho del Trabajo no debe estar en contraposición con los principios que rigen el proceso ni con las garantías constitucionales< al contrario debe analizarse en conjunto para que tal y como lo contempla el artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela toda persona por igual tenga acceso a los órganos de administración de justicia. OS D A RV Sentencia dictada por el Juzgado Superior Primero del Circuito Judicial de E S E SR O H EdeCAdministradora de Servicio SF, C.A., en la cual Landys Villalobos enE contra R D la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, en fecha 13 de junio de 2006, caso queda establecido que aunque el demandado haya incomparecido a una Prolongación de la Audiencia Preliminar, éste en la Audiencia de Juicio tiene la posibilidad de desvirtuar la confesión relativa probando algo que le favorezca (pagos liberatorios), con la evacuación de las pruebas, sobre las cuales puede ejercer el control y contradicción de las mismas. Bases Teóricas de la Investigación Según el autor Cuenca (1965), el derecho procesal es la ciencia que estudia el conjunto de normas que regulan el proceso. En este sentido, se puede decir, que el derecho procesal civil ha sido la fuente de los demás derechos procesales y, su ordenamiento ha servido de modelo, para seguirlo o diferenciarlo en la realización de las demás ramas del derecho. Después de la emancipación del derecho procesal de la subordinación privatística y con el desarrollo de ciertas especialidades, cada rama del derecho formal ha exigido su método de realización. Así, se han constituido en ramas separadas del derecho procesal civil, el derecho procesal constitucional, el derecho procesal internacional, el derecho procesal penal, etc. El estudio de las normas que regulan la aplicación de los preceptos constitucionales constituye el derecho procesal constitucional. El ordenamiento sobre los actos de un Estado en territorio extraño y el de los actos sobre otro Estado en terreno propio, constituye el derecho procesal OS D A RV internacional. Las normas sobre la protección jurídica penal han dado autonomía E S E SR O H C administrativo, el procesal del trabajo, etc. E derecho procesal, comoR el contencioso DE al derecho procesal penal. Y así con cada especialidad, surgen nuevas formas de El derecho procesal civil se ha separado del derecho procesal del trabajo, pero después de esta diversificación la ciencia procesal tiende, lenta y gradualmente, a la unificación de todos los procesos, al proceso único, horizonte de la ciencia procesal, pues teórica y científicamente, el proceso debe ser uno solo. Según la naturaleza jurídica del derecho procesal civil, éste estudia relaciones jurídicas de carácter público, porque las normas que regulan el proceso son aplicadas por un órgano del Estado, y no por particulares. Si bien el derecho procesal es una rama del derecho público, está diferenciada de las otras como del derecho constitucional, penal o administrativo. Para Carnelutti (1944), la naturaleza del proceso como una relación jurídica tiene ya carácter de clásica y tuvo la virtud de desalojar las concepciones contractualistas que habían empañado su verdadera estructura y funcionamiento. Pero la teoría de la relación jurídica no ha estado exenta de persistentes críticas. Fue Goldschmidt, en Alemania quien observó que el proceso no es propiamente un vínculo jurídico productor de derechos y obligaciones para las partes y el Juez, porque éstos intervienen en cumplimiento de obligaciones estatales, más bien de carácter constitucional. En efecto se alega que el Juez dirige el proceso y pronuncia la sentencia como funcionario público y que las partes no están obligadas a atacar y a defenderse, sino que lo hacen facultativamente en vista del OS D A RV riesgo que para ellos constituye la abstención de intervenir. E S E SR O H Cuna relación jurídica, sino que crea una situación E sostiene que el proceso no es R DE La teoría de Goldschmidt, contemplada en Italia por Carnelutti (1944), jurídica especial. Goldschmidt define el proceso como un conjunto de expectativas, posibilidades, cargas y liberación de cargas de cada una de las partes, o sea, que no crea derechos y obligaciones, sino que es una situación de derechos. Para Goldschmidt la situación jurídica es el estado de una persona desde el punto de vista de la sentencia judicial. Carnelutti (1944), desarrolló la teoría de Goldschmidt acerca de la noción de carga procesal, ya que antes se decía que los derechos y deberes de las partes en el proceso se observaban, recíprocamente, en beneficio y en interés del adversario. Un deber procesal, para el actor, acarreaba, correlativamente, un derecho para el demandado. Se aplicaba al proceso la vieja concepción sustancial de la teoría de los deberes y de los derechos. Pero la idea de carga procesal, como un imperativo que se cumple en interés propio, por el riesgo de resultar derrotado en el proceso, por ser estimada o desestimada la demanda, impulsó en forma fecunda los estudios en torno a la actividad procesal. Mientras la noción sustancial del deber implica el sacrificio de un interés propio en beneficio de un interés ajeno, la noción de carga afirma, por primera vez, un comportamiento, que no es propiamente un deber, sino una actividad libre para obtener una ventaja que proporciona la ley a las partes para el caso de que adopten la conducta prevista por ella. OS D A RV Cuenca (1965), señala que el derecho procesal civil tiene como E S E SR O H Cla ley, y por eso se dice que es un derecho formal; E previamente determinadas por R DE características las siguientes: Es un derecho formal, ya que las formas están es un derecho instrumental, debido a que todas esas formas tienden, fundamentalmente, a hacer efectivo el derecho material (civil, penal, etc.). Se dice que el derecho procesal no es un fin en sí, sino un instrumento para realizar la justicia, y es por eso que se le denomina derecho instrumental; es una ciencia autónoma, porque es un derecho con sus propias normas formales y materiales, no subordinado ni accesorio, sino que tiene sus principios, presupuestos e instituciones, no compartidos con otras ramas del derecho, se deduce que es una ciencia autónoma. Tiene sus propios principios como los de bilateralidad, verdad procesal, dispositivo e inquisitivo, etc.,sus presupuestos de existencia y validez y sus instituciones peculiares como la demanda, la contestación, la prueba, la sentencia, los recursos, la cosa juzgada y la ejecución, que le son privativas, extrañas al objeto de otras ciencias. Tiene un objeto que le es exclusivo: El estudio del proceso, tiene esencialmente una finalidad que lo caracteriza, hacer efectivo el derecho. Continua el autor Cuenca (1965) indicando, que esta autonomía científica revela su propia suficiencia, pues desde hace un siglo se emancipó de la subordinación al derecho material, sin embargo, ello sólo significa, que contiene en sí mismo todos los requisitos y exigencias del campo científico, pero siempre estará integrado a las demás ramas del derecho para obtener el fin supremo de éste, la justicia. OS D A RV E S E SR O H C ir adelante, ponerse en movimiento, avanzar, E processus (de procedere), significa R DE La terminología del derecho procesal viene del latín culto a la voz progresar. Como equivalente a proceso, en el sentido moderno, se usa a partir de la Edad Media, pues los romanos utilizaban la expresión iudicium, que tiene varios significados, pero que estrictamente se refería a proceso en general y de la cual se deriva juicio, como semejante a controversia. De la voz proceso, se deriva derecho procesal, que estudia la ciencia del proceso y procedimiento, que se refiere a los modos de realizar los actos en el proceso. Ideológicamente, el proceso se refiere a una serie organizada de actos para obtener una finalidad. Los romanos, utilizaron la palabra litis (litis contestatio, contestación de la demanda, en el sistema de la legis actiones), para designar la querella, la controversia, de donde se deriva litigio, equivalente a proceso y litigantes, a las partes que intervienen en él. El método del derecho procesal, es un método de investigación para el conocimiento científico del orden jurídico procesal, pero realmente el método para la investigación el derecho procesal es el método dialéctico. Cuenca (1965), señala que las fuentes del derecho procesal son obligatorias o subsidiarias, según tengan o no poder obligante; las primeras, tienen imperio de ley y algunas de ellas, como los principios constitucionales y los tratados internacionales, son de preferente aplicación respecto de las normas procesales del Código de Procedimiento Civil. Los principios generales del derecho suplen o integran los vacíos de la ley en casos de falta de analogía o semejanza. Las segundas, como OS D A RV doctrina y jurisprudencia y el derecho comparado, no tiene fuerza vinculante, pero E S E SR O H C E R DE explican el contenido de la ley, recogen experiencia y ayudan a su exacta aplicación. Las únicas fuentes que tiene carácter imperativo, son las legislativas; por cuanto, el derecho procesal está constituido, no sólo por las normas de carácter formal, sino también sustancial, es lógico que sus fuentes legislativas tengan carácter formal y sustancial. En este sentido, la ley es la fuente primordial, porque ella es toda norma que implique un poder de obediencia. Las fuentes legislativas, con fuerza vinculante, son la Constitución Nacional, los tratados y convenios internacionales, el Código de Procedimiento Civil y las normas procesales que se encuentran dispersas en los diversos Códigos, como por ejemplo el Código de Comercio, el Código Civil, etc. Los principios generales del derecho procesal, tienen un carácter supletorio para integrar la ley, en caso de laguna o de imprevención. Las fuentes no vinculantes, es decir, que carecen de fuerza obligatoria, son la jurisprudencia, que entre nosotros constituye un precedente de carácter moral, la doctrina, tanto nacional como extranjera, y el derecho comparado, que proporciona una valiosa experiencia jurídica en la aplicación de leyes extranjeras. En lo referente a los principios generales del derecho procesal, la doctrina más generalizada reconoce como tales a los principios derivados de la legislación positiva, que si bien no constan en texto legal expreso, están implícitos en ella porque la nutren y vivifican con su autoridad tradicional. No existe norma procesal OS D A V las únicas Rque imprevisiones de la ley y en este orden pareciera E S E R S legislativas del derecho procesal H sonO las leyes vigentes. C E DER que autorice la aplicación supletoria de dichos principios para llenar lagunas y las fuentes En lo relativo a la doctrina, y donde se destaca Cuenca (1965), la opinión científica de los autores, comentaristas y tratadistas de derecho procesal, constituye una fuente mediata del derecho procesal, de acuerdo con su autoridad y coincidencia general. De allí que los manuales, cursos, tratados, monografías, etc., integran propiamente la ciencia del derecho procesal. La doctrina procesal tiene dos períodos claramente definidos, el exegético y el sistemático. Dicha distinción se refiere, a la aplicación del método exegético o al sistemático para la exposición de la literatura procesal. El método exegético consiste en desentrañar el significado de la ley mediante procedimientos gramaticales y lógicos, artículo por artículo, en forma de comentarios, apostillas, apuntaciones, en torno de cada norma, aisladamente. Es una interpretación que se caracteriza por el culto al texto de la ley y a su razón histórica. Mientras el exegético es un orden de artículos, el sistemático es un orden de ideas y de instituciones. Otra de las fuentes más importantes del derecho procesal, es el derecho comparado. El derecho comparado, es una ciencia autónoma con principios, conceptos y métodos propios cuyo objeto es la interpretación organizada y coherente de una pluralidad de sistemas jurídicos. Este proporciona al derecho procesal el conocimiento de las principales doctrinas y legislaciones extranjeras. S O D A diferencias entre sí en la manera o forma de realizar el proceso. RV E S E R S HO Cuenca (1965), opinaC que la demanda, la contestación, la prueba, la E R DE Los procesos de origen latino, procedentes del sistema romano, tienen pocas sentencia, los recursos y la ejecución son instituciones universales, con diferencias de formas, pero tiene una misma finalidad: Averiguar la verdad y hacer justicia. De allí la influencia cultural de los derechos español, francés e italiano y luego, como fuentes más remotas, el alemán y el anglosajón. El procesalista utiliza las fuentes legislativas, doctrinarias y jurisprudenciales extranjeras para perfeccionar las leyes nacionales, su propia opinión y para universalizar el contenido de las sentencias, pues la justicia es una sola para todos los hombres. En síntesis, esta fuente del derecho procesal aporta la experiencia recogida en la aplicación de leyes extranjeras, proporciona la interpretación valorativa y conceptual extraída del estudio de diversos ordenamientos jurídicos, influye poderosamente en la idea de la unificación jurídica y acerca a los pueblos vinculados por una legislación procesal semejante, elevando al plano universal el principio de que todos los hombres deben ser juzgados por una misma leyes. El proceso es un conjunto de actividades, ordenadas por la ley, para el desenvolvimiento de la función jurisdiccional. Es una relación jurídica porque vincula a los sujetos que intervienen en él, es un método dialéctico porque investiga la verdad jurídica en un conflicto de intereses de derecho y es una institución porque está regulado según leyes de una misma naturaleza. Toda la normativa que regula el proceso tiende a reparar un derecho lesionado, a declarar una situación jurídica justa o la restitución o resarcimiento de OS D A RV lo que es debido. Por ello, derivado del carácter instrumental de la ciencia que lo E S E SR O H C también el de otras Ecomo proceso E civil, R D estudia, el proceso no es un fin en sí mismo sino el instrumento para realizar la justicia. El ciencias, tales como, constitucional, laboral, administrativa, etc., tiene dos aspectos, estático uno, que estudia la estructura de los órganos jurisdiccionales encargados por el Estado para administrar justicia; y otro, dinámico, que estudia el proceso en pleno desarrollo. Se puede decir, que el primero estudia la anatomía, y el segundo la fisiología del proceso. El proceso tiene además, dos fines, uno inmediato, que es la sentencia, es decir, el reconocimiento de un derecho; y otro mediato, posterior, que es la satisfacción de ese derecho, mediante la expropiación forzosa u otros medios de ejecución de la sentencia. En el léxico forense suelen confundirse las expresiones “proceso” y “procedimiento”; sin embargo, sus diferencias son profundas y sus contenidos distintos. Si el proceso es el método establecido por la ley para definir la justicia, el procedimiento, es el conjunto de actos realizados por el juez, las partes, los terceros, el fiscal del Ministerio Público y los auxiliares de justicia, en determinado tiempo y lugar, conforme a un orden establecido por la ley. Un proceso puede contener varios procedimientos; de hecho difieren fundamentalmente los procedimientos de primera instancia, de apelación y de casación, pero todos ellos constituyen un solo y mismo proceso. De manera que, es cierto que el procedimiento es una fase del proceso. El proceso tiende a tutelar no sólo los derechos de los particulares sino que sus instituciones tienen la OS D A RV finalidad de garantizar adecuadamente los derechos de la colectividad, de allí su E S E SR O H EC procesal corresponde un procedimiento propio y A cada rama E delR derecho D carácter público. ocurre, como en el derecho civil, fiscal, penal, etc., que dentro de una misma existen distintos procedimientos. En conclusión, la diferencia entre “proceso” y “procedimiento” parece aludir más bien a dos aspectos de la relación jurídica; el procedimiento, es el aspecto externo del proceso; y el otro alude más bien a su propio contenido. Otra característica del nuevo proceso a opinión de Cuenca (1965), en contraste con su concepción de ayer, es que el proceso contemporáneo tiende a ser eminentemente popular. Si las leyes deben aplicarse a todos los ciudadanos y si imperativamente rige el principio de la legalidad, según el cual el ciudadano está obligado a regular su conducta conforme a las leyes y éstas se presumen conocidas por todos (ficción jurídica), es lo cierto que las normas deben ser accesibles a todos los ciudadanos, deben ser redactadas en lenguaje popular, depuradas de términos exclusivamente técnicos, de expresiones herméticas y de locuciones latinas, heredadas del derecho romano y del derecho común. Los códigos deben ser discutidos no sólo por los juristas, sino por todas las agrupaciones profesionales, sindicales, políticas, etc., para que sean la expresión de la voluntad del pueblo y no de una minoría que tiende a fortalecer y garantizar sus privilegios e intereses de clase mediante las leyes. En consecuencia, de este carácter popular del proceso, deben desterrarse los galimatías jurídicos y OS D A RenVlos que las fórmulas oculta, revestida de misterio, recargada de latinazgos, E S E R S O distanciaban profundamente al pueblo jurídicas, para uso exclusivo de los Heruditos, C E DERsencillo y claro, al alcance de todos, tiene la virtud de del tribunal. El lenguaje arcaísmos sacramentales, que en otra época hicieron del proceso una ciencia estimular la confianza de los ciudadanos en la justicia, que debe ser popular en razón del sistema democrático establecido en la Constitución Nacional. En cuanto a la estructura del proceso, según Cuenca (1965), este es una continuidad de actos que comienza con la demanda y culmina con la ejecución de la sentencia. Estos actos tienen un contenido que expresa la voluntad del juez, de las partes o de los terceros, según el sujeto al cual corresponda realizarlos. El proceso tiene primordialmente la función de satisfacer un interés público y accesoriamente resolver el conflicto de intereses entre particulares. El proceso ha tenido su origen en las más remotas ceremonias litúrgicas, mezcladas con la danza y el canto. En los pueblos orientales, donde la filosofía fue siempre más poderosa por la fe que por la razón, el proceso tuvo un carácter predominantemente religioso. Entre los hebreos, un tribunal supremo, denominado “Sanedrín”, compuesto de setenta y un ancianos, decidía las controversias conforme a la experiencia y a las leyes mosaicas. Entre los egipcios el proceso fue escrito; y oral entre los griegos. En el proceso romano influyeron las instituciones orientales y muy especialmente las de los griegos. Según una tradición, una comisión de OS D A RV jurisconsultos romanos estudió en Atenas las leyes griegas y sobre sus bases se E S E R de su historia parte del derecho remotos del proceso son orientales, elS estudio O H C E R romano. Con las profundas diferencias que imponen las distintas circunstancias DE redactaron las Doce Tablas. Es por ello, que aún y cuando los orígenes más históricas, las instituciones procesales como la demanda, la contestación, la prueba, la sentencia, los recursos, la cosa juzgada, etc., tiene un evidente origen romano. Durante su evolución histórica, indica Cuenca (1965), que el proceso romano tuvo tres procedimientos sucesivos como modos históricos distintos para realizar la justicia: a) El sistema de las acciones de la ley (legis actiones); b) El procedimiento formulario (per formulam) y c) El procedimiento extraordinario (extraordinaria cognitio), que es el que mayor semejanza guarda con el proceso moderno y estuvo en vigencia durante los anteriores, pero en forma absoluta en la época del imperio bizantino. El primero de estos sistemas, predominó desde los tiempos primitivos hasta la promulgación de la ley Aebutia, fue el derecho privativo de los “quirites”, tenía carácter sacerdotal y solemne. El segundo sistema llamado formulario, prevaleció desde la ley Aebutia hasta la época del emperador Diocleciano. Bajo este sistema, el proceso se hace más flexible y menos sacramental, es la fuente del derecho pretoriano; éste fue el procedimiento clásico por excelencia. En el procedimiento extraordinario, las funciones del pretor y del juez se confunden y un solo magistrado resuelve las cuestiones de derecho de hecho. Cuenca (1965), indica que el proceso germánico, la Edad Media fue el OS D A RV campo de combate jurídico más espectacular entre los derechos locales de los E S E SR O H EC adquirió gran importancia procesoEgermánico R D distintos pueblos que antes estuvieron sojuzgados al Imperio Romano y el derecho romano. El y logró incorporar algunas formas y nuevas instituciones al proceso moderno. Las principales características que aporta el proceso germánico son la oralidad, pues el debate se desarrolla a viva voz , sin actas escritas; publicidad, ya que la controversia se desenvuelve ante la asamblea, constituida por personas notables; tenía un carácter pactista, pues la sentencia no podía ejecutarse si antes las partes no asumían el compromiso de respetar la decisión de la asamblea; y las pruebas deben presentarse en forma pública, de manera que quedaba excluido el carácter sumarial y secreto a que tan proclive fue el derecho eclesiástico. El proceso común o romano-canónico, indica Cuenca (1965), es la obra paciente y sistemática de los postglosadores, quienes utilizando como fondo el derecho romano, impusieron a éste las vestiduras del proceso canónico, pero esta mezcla de fondo romano con forma canónica tampoco se conserva pura y el proceso romano-canónico sufre, desde luego, el poderoso influjo de las legislaciones comunales, peculiares a cada región, en las cuales priva el proceso germánico. Se formó así un proceso llamado común, porque se aplicaba a vastas regiones, antes denominadas exclusivamente por el derecho romano, pero con la mezcla impuesta por las diversas legislaciones locales, que se conocen con el nombre de estatutos. S O D A derecho, sino después de su conquista por los romanos;V R el derecho romano es E S Ey se crea una especie de derecho R mezclado con los usos locales de las provincias S HO C E romano vulgar, cuya ER legislativa es el Código de Tolosa. De los siglos V a Dexpresión El derecho histórico español, no entra a formar parte de la órbita latina del VIII la invasión de los pueblos germánicos termina con el dominio romano y se impone en España el de los visigodos; entonces, prevalece el derecho germánico, pero sin llegar a desaparecer las leyes romanas ni el derecho consuetudinario. El proceso colonial; la necesidad de reglamentar las situaciones y conflictos jurídicos surgidos en las colonias hizo elaborar la famosa Recopilación de Indias, que no fue sino un intento de sistematización de todas las cédulas, pragmáticas y demás disposiciones reales que en forma casuística, a partir de los Reyes Católicos, habían sido promulgadas para regular, primero, la vida de los indios y, más tarde, la de los colonos. Este proceso ejerció potente influjo en todos los ordenamientos procesales hispanoamericanos y de él se derivan ciertas líneas fundamentales que son su característica, como la forma escrita, el predomino del principio dispositivo sobre el inquisitivo, la simultaneidad en la verificación de la justicia. La legislación de Indias tuvo carácter tanto adjetivo como sustantivo, destinado especialmente para América. Cuenca (1965), señala que el proceso contemporáneo, en relación a este punto, se puede decir, que durante la edad Media, el mundo jurídico se dividió en dos grandes porciones geográficas. En las regiones nórdicas predominó el derecho germano y en el Sur el derecho romano. La influencia del derecho romano no sólo fue profunda en las regiones conquistadas por Roma, sino que llegó a OS D A RV en el derecho mundo romano, surge la división del derecho contemporáneo E S E R S Oy del derecho latino, sistema romano. anglosajón, sistema del “commonH law” C E DER penetrar hasta donde no habían llegado sus legiones. Así el mundo germánico y El proceso venezolano: Mientras la mayoría de las legislaciones procesales latinoamericanas han seguido la Ley de Enjuiciamiento Civil de España de 1881, especialmente Cuba, México, Argentina, Chile, etc., en Venezuela, por influjo del Código Arandino, de origen romano-canónico, con profunda influencia de las legislaciones francesa y española, el proceso tiene algunos aspectos diferenciales, entre estas peculiaridades podemos señalar la citación como acto único e inicial capaz de constituir las partes a derecho, tres tipos de excepciones (dilatorias de admisibilidad y perentorias), la constitución del tribunal con jueces asociados, un recurso de casación intermedio entre la casación pura y la de instancia, etc. Igual que de los demás procesos hispanoamericanos, participa, de los mismos vicios y deficiencias con predominio casi absoluto del principio dispositivo y de la forma escrita, de manera que sólo en casación existe un acto puramente oral (conclusiones), proliferación de incidencias y largos tiempos muertos, especialmente durante la vista o relación de la causa, que demoran innecesariamente el pronunciamiento de la sentencia. Respecto a la naturaleza jurídica del proceso, el autor Cuenca (1965), señala que durante siglos ha predominado la concepción romana de considerar al OS D A RV proceso como un contrato o más bien un cuasi contrato; sin embargo, nunca fue E S E suscitaron la problemática en tornoSa R la naturaleza pública del proceso, O H EC de los ligámenes que él engendra, primero, concretamente, sobreE laR identificación D considerado como contrato. Los alemanes a mediados del siglo pasado los que como una relación jurídica y después como una situación jurídica, teorías predominantes en la actualidad. Se puede decir, que el proceso es un conjunto de actos regulados por la ley y ejecutados por una pluridad de personas. El proceso está constituido por el desarrollo encadenado y sucesivo de una serie de actos. Los modos de realización de los actos del proceso constituyen las formas procesales. Toda forma procesal se compone de dos elementos, subjetivo el uno, que expresa una voluntad de actuar (de demandar, probar, apelar, etc.), y otro, de carácter objetivo, que es la expresión del acto (demanda, prueba, apelación, etc). En el derecho sustantivo, algunas formas se exigen para la existencia misma del acto, otras sólo para su prueba y finalmente, otros actos no requieren forma alguna. En el derecho formal, la validez del acto procesal depende de que se hayan cumplido requisitos esenciales a su existencia, pero la violación o falta de elementos accesorios o accidentales no es capaz de acarrear su nulidad, salvo que la ley lo disponga expresamente. Según el autor Eduardo B. (1977), el proceso es indispensable, pues ha impreso peculiaridades o características singulares a la legislación actual. El proceso actual civil, es la resultante de varias corrientes de civilización que, en el transcurso de los siglos, se ha entrelazado y en esa evolución las unas, o han absorbido a las otras o se han superpuesto ejerciendo la hegemonía. Es evidente S O D A proceso, aunque otros admitan el decisivo predominio del RV proceso germánico. E S E R La legislación hispánica señala un retorno hacia las instituciones romanas del S HO C E derecho procesal, ésta DERsirvió de antecedente a nuestra legislación colonial y la influencia del proceso romano primitivo y el canónico medieval en el actual muchos de sus preceptos constituyen principios que aparecen consagrados en las Leyes Indias y en las instrucciones y reales cédulas dictadas para las colonias del Río de la Plata. Para Toselli, (2006), el derecho procesal representa el modo en que los ordenamientos jurídicos, dentro de un contexto de resolución civilizada de los conflictos, han encarado el esquema para dirimir los mismos. El autor antes mencionado, señala que el derecho procesal laboral inquisitivo, porque las partes no tienen libre disposición. Es el Juez el que lleva adelante el proceso y le pone fin, instándolo, aún a veces en contra de la voluntad de las partes que pueden haber perdido interés en su resultado. Ello es así en función del interés superior protegido, que hace al a dignidad de la persona del trabajador y su regulación heterónoma en función del principio de irrenunciabilidad. Para Toselli (2006), el proceso laboral tiene como característica, que éste es público, porque surge del Estado. Es indisponible por las partes del proceso, en función de los principios del orden público laboral y de irrenunciabilidad. Es instrumental, porque es el medio por el cual se realiza el derecho positivo de fondo, el derecho sustancial del trabajo. Es secundario, porque dependerá para su aplicación del derecho positivo de fondo. Para que exista acción habilitada debe existir una norma sustancial que OS D A RV contemple o comprenda el derecho denunciado como infringido o violado. Con E S E SR O H Cespecificas para asegurar la vigencia del derecho laboral, con características muy E R DE respecto ala carácter secundario, de be destacarse la vital importancia del proceso sustantivo. De nada valdrían los objetivos de justicia social que informan a éste último, si se entorpecieran los trámites para la declaración del derecho con formulismos procesales inadecuados. Es autónomo, porque sus normas tiene valor por si mismas. No están supeditadas a la preexistencia de otros derechos adjetivos para su operatividad. Se trata de una regulación que tiene vida propia, más allá de cierta supletoriedad, que por vías d e remisiones directas o indirectas que pueda realizar a otros ordenamientos procésales afines. En cuanto a los principios del derecho procesal del trabajo Toselli (2006) señala, que estos son presupuestos que determinan la existencia funcional de un ordenamiento procesal determinado, vinculando cada institución procesal a la realidad en la cual actúan o deben actuar, ampliando o restringiendo la esfera o criterio de su interpretación. La existencia de tales principios son los que además van a otorgarle la autonomía a un determinado cuerpo procesal, que lo hace distintivo y le otorga vida propia a dicho cuerpo adjetivo. Entre los principios que menciona Toselli (2006), tenemos: El impulso procesal de oficio, el cual significa que el Tribunal tiene la obligación de activar el proceso, aún en contra de la decisión o de los intereses de las partes, implica que una vez incoada la acción ésta se desprende del titular de la misma, quien a partir de dicho momento pasa a carecer de facultad dispositiva. La oralidad: El proceso OS D A V Rescritas. realicen en un mismo acto o que no existan constancias E S E R S O H C E En cuanto a la R Chiovenda (1949) señala que es una relación DEoralidad laboral es eminentemente oral, lo que no quiere decir que todas las actuaciones se inmediata entre los Jueces y las personas, cuyas declaraciones los mismos están llamados a apreciar; significa también una racional contemporización de lo escrito y de la palabra como medios diversos de manifestación del pensamiento. El principio de concentración, el cual implica que se debe tender a que los actos procesales se agoten en su mayor extensión, tratando de esa manera de lograr que el proceso laboral, que en función de los intereses en juego es de naturaleza alimentaria y asistencial, sea lo más breve posible. El principio de la gratuidad es otro de los principios del derecho procesal del trabajo, ello significa que la Ley no va establecer obstáculos de índole económico, tanto a nivel administrativo (cuando para el acceso a la instancia judicial se requiere una actuación administrativa previa) como a nivel jurisdiccional para que el trabajador pueda incoar su acción pretendiendo hacer valer su derecho. Concluye Toselli (2006), que el Derecho Procesal Laboral nace como respuesta de la jurisdicción para poder enfrentar los conflictos que afectaban al trabajo humano en su relación con el capital y que no podían ser comprendidos cabalmente por los ordenamientos procesal que hasta ese momento habían regido a los mismos, como eran el derecho procesal civil y el derecho procesal comercial. En este sentido, para el autor Bello Tabares (2006), el proceso se considera como un conjunto concatenado y coordinado de actos procesales realizados por OS D A RV los órganos jurisdiccionales, quienes encarnan el Estado, tendientes a resolver los E S E SR O H Ctres fases o etapas perfectamente delineadas o E coactiva, el cual atraviesa por R DE conflictos de la colectividad, mediante la aplicación de la Ley en forma pacifica y delineables, tales como lo son la alegatoria, probatoria y decisoria, donde una incide en la, siendo imposible desligarlas. Normativas o aspectos legales Como sustento legal se tiene el artículo 49.5 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, los artículos 131, 135 y 151 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo y los artículos 362, 412 y 424 del Código de Procedimiento Civil Artículo 49. El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y administrativas; en consecuencia: ...” 5)... Ninguna persona podrá ser obligada a confesarse culpable o declarar contra sí misma, su cónyuge, concubino o concubina, o pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad. La confesión solamente será válida si fuese hecha sin coacción de ninguna naturaleza. Artículo 131. Si el demandado no compareciere a la audiencia preliminar, se presumirá la admisión de los hechos alegados por el demandante y el tribunal sentenciará en forma oral conforme a dicha confesión, en cuanto no sea contraria a derecho la petición del demandante, reduciendo la sentencia a un acta que elaborará el mismo día, contra la cual, el demandado podrá apelar a dos efectos dentro de un lapso de cinco (5) días hábiles a partir de la publicación del fallo. El Tribunal Superior del Trabajo competente decidirá oral e inmediatamente y previa audiencia de parte, dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes contados a partir del día de recibo del expediente, pudiendo confirmar la sentencia de Primera Instancia o revocarla, cuando considerare que existieren justificados y fundados motivos para la incomparecencia del demandado por caso fortuito o fuerza mayor plenamente comprobables, a criterio del tribunal. La decisión se reducirá a forma escrita y contra la misma será admisible el recurso de casación, si alcanzare la cuantía a la que se refiere el artículo 167 de esta Ley, dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes a dicha decisión. En todo caso, si el apelante no compareciere a la audiencia fijada para decidir la apelación, se considerará desistido el recurso intentado. OS D A RV E S E SR O H C E R DE Artículo 135. Concluida la audiencia preliminar sin que haya sido posible la conciliación ni el arbitraje, el demandado deberá, dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes, consignar por escrito la contestación de la demanda, determinando con claridad cuáles de los hechos invocados en la demanda admite como ciertos y cuales niega o rechaza, y expresar asimismo, los hechos o fundamentos de su defensa que creyere conveniente alegar. Se tendrán por admitidos aquellos hechos indicados en la demanda respectiva, de los cuales, al contestar la demanda, no se hubiere hecho la requerida determinación, expuestos los motivos del rechazo, ni aparecieren desvirtuados por ninguno de los elementos del proceso. Si el demandado no diera la contestación de la demanda dentro del lapso indicado en este artículo, se le tendrá por confeso, en cuanto no sea contraria a derecho la petición del demandante. En este caso, el tribunal remitirá de inmediato el expediente al Tribunal de Juicio, quien procederá a sentenciar la causa, sin más dilación, dentro de los tres (3) días hábiles siguientes, al recibo del expediente, ateniéndose a la confesión del demandado. Artículo 151. En el día y la hora fijados para la realización de la audiencia de juicio, deberán concurrir las partes o sus apoderados, quienes expondrán oralmente los alegatos contenidos en la demanda y en su contestación, y no podrá ya admitirse la alegación de nuevos hechos. Si no compareciere la parte demandante se entenderá que desiste de la acción; en este caso, el juez de juicio dictará un auto en forma oral, reduciéndolo a un acta que se agregará al expediente. Contra esta decisión podrá el demandante apelar en ambos efectos por ante el Tribunal Superior del Trabajo competente, dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes. Si fuere el demandado quien no compareciere a la audiencia de juicio, se tendrá por confeso con relación a los hechos planteados por la parte demandante, en cuanto sea procedente en derecho la petición del demandante, sentenciando la causa en forma oral con base a dicha confesión; sentencia que será reducida en forma escrita, en la misma audiencia de juicio. El demandado podrá apelar la decisión en ambos efectos, dentro del lapso de cinco (5) días hábiles, contados a partir de la publicación del fallo. En las situaciones anteriormente referidas serán consideradas como causas justificativas de la incomparecencia de las partes el caso fortuito o fuerzas mayores, comprobables a criterio del tribunal. En los casos de apelación, el Tribunal Superior del Trabajo respectivo decidirá sobre la misma, en forma oral e inmediata, previa audiencia de parte, en un lapso no mayor de cinco (5) días hábiles siguientes a partir del recibo del expediente. Siempre será admisible recurso de casación contra dichas decisiones, si la cuantía excediere del monto establecido en el artículo 167 de esta Ley. Si ninguna de las partes compareciere a la audiencia, el proceso se extinguirá y así lo hará constar el juez, en acta que inmediatamente levantará al efecto. OS D A RV E S E SR O H C E R DE Artículo 362. Si el demandado no diere contestación a la demanda dentro de los plazos indicados en este Código se le tendrá por confeso en cuanto no sea contraria a derecho la petición del demandante, si nada probare que le favorezca. En este caso, vencido el lapso de promoción de pruebas sin que el demandado hubiere promovido alguna, el Tribunal procederá a sentenciar la causa, sin más dilación, dentro de los ocho días siguientes al vencimiento de aquel lapso, ateniéndose a la confesión del demandado. En todo caso, a los fines de la apelación se dejará transcurrir íntegramente el mencionado lapso de ocho días si la sentencia fuere pronunciada antes de su vencimiento. Artículo 412. Se tendrá por confesa en las posiciones que la parte contraria haga legalmente en presencia del Tribunal; a la que negare a contestarlas, a menos que el absolvente, por su propia determinación, se niegue a contestar la posición por considerarla impertinente, y así resulte declarado por el Tribunal en sentencia definitiva; a la que citada para absolverlas no comparezca sin motivo legítimo, o a la que se perjure al contestarlas, respecto de los hechos a que se refiere el perjurio. Si la parte llamada a absolver las posiciones no concurre al acto, se dejarán transcurrir sesenta minutos a partir de la hora fijada para la comparecencia, ya se refiera ésta al primer acto de posiciones o a la continuación del mismo después de alguna suspensión de aquél o de haberse acordado proseguirlo ante un Juez comisionado al efecto. Pasado este tiempo sin que hubiese comparecido el absolvente, se le tendrá por confeso en todas las posiciones que le estampe la contraparte, sin excederse de las veinte indicadas en el artículo 411. Artículo 424. Si la parte citada no se presentare en el día y hora fijados, se entenderá que rehúsa prestar el juramento, salvo que justifique impedimento legítimo caso en el cual se aplazará el acto para cuando haya cesado el impedimento, fijando siempre el Juez otro día y hora, sin necesidad de nueva citación. E S E SR O H C E R DE OS D A RV Cuadro No. 1 Matriz de Análisis (Finol, 2002) Objetivo General: Determinar la viabilidad de la desaplicación del artículo 135 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. OBJETIVOS ESPECIFICOS 1) Definir la admisión de hechos y la confesión ficta en materia laboral CATEGORÍAS • La admisión de hechos • La ficta SUB CATEGORIAS UNIDAD DE ANALISIS • Definición OS D A RV • Efectos E S E SR O H C E R DE Confesión 2) Analizar la confesión ficta en las diferentes etapas del proceso laboral • La Confesión ficta en el proceso laboral 3) Determinar la viabilidad de la confesión ficta cuando el demandado no da contestación a la demanda, a la luz del nuevo criterio del Tribunal Superior Primero del Trabajo del Estado Zulia 4) Analizar el derecho a la defensa frente a la confesión ficta y la admisión de hechos en la etapa de juicio • Viabilidad del nuevo criterio de la Confesión Ficta • El derecho a la defensa • Confesión Ficta • Admisión de Hechos Fuente: Martínez (2008) • Diferencias • Código de Procedimiento Civil • Ley Orgánica Procesal del Trabajo • Jurisprudencia de la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia • Doctrina • Ley Orgánica Procesal del Trabajo • Jurisprudencia de la Sala de Casación Civil y Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia • Doctrina • Efectos de la no comparecencia del demandado a la Audiencia Preliminar • Efectos de la no comparecencia del demandado a una de las prolongaciones • Efectos de no contestar la demanda • Efectos de no contestar adecuadamente la demanda • Efectos de la no comparecencia a la Audiencia de Juicio. • Efectos de la no comparecencia a la lectura del dispositivo del fallo. • Sentencia del Tribunal Superior Primero del Trabajo del Estado Zulia, en fecha 13/06/06. Asunto: VP01-R-2006- • • • Definición Finalidad Efectos • Constitución Nacional • Ley Orgánica Procesal del Trabajo • Jurisprudencia de la Sala de Casación Civil y Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia C A P I T U L O III MARCO METODOLÓGICO Tipo y Nivel de Investigación OS D A RV El tipo de investigación del presente trabajo es documental-jurídico E S E R S O dogmática, ya que el problemaH bajo estudio se ha originado en una Ley, su C E R DE legitimidad o inconstitucionalidad, hacia una concepción aplicación, interpretación, dogmática del derecho. Las fuentes a consultar son en su mayoría documentos, tales como: La legislación, contenida en constituciones nacionales, leyes orgánicas, leyes especiales, decretos, códigos, reglamentos, resoluciones, ordenanzas y cualquier otro documento emanado de organismos legislativos y administrativos; la doctrina, representada en libros, tratados, monografías, artículos científicos, síntesis, resúmenes, recopilaciones, antologías jurídicas, repertorios. La costumbre, cuando se ha transformado en norma jurídica consuetudinaria; informes de investigación jurídica; artículos científicos publicados en revistas científicas arbitradas en el campo del derecho; jurisprudencia, resoluciones jurídicas, autos, sentencias; cualquier soporte de información registrada, etc. La investigación jurídica dogmática, es aquella que concibe el problema jurídico desde una perspectiva estrictamente formalista, descontando todo 32 elemento fáctico o real que se relacione con la institución, norma jurídica o estructura legal en cuestión. El objeto del derecho está, por lo tanto, constituido por las fuentes formales que lo integran. Todo el derecho debe necesariamente emanar de la ley, la costumbre, sus principios generales, el negocio jurídico y la jurisprudencia. OS D A RV En conclusión, para Nava de Villalobos (2004), la dogmática jurídica, en E S E SR O H C ciencia o técnica formal R y por consiguiente, como una variable independiente de la E E D general, se inscribe en el ámbito de pensamiento que ubica al derecho como una sociedad, dotada de autosuficiencia metodológica y técnica. La finalidad de este tipo de investigación, será evaluar las estructuras del derecho, y su materialización que se aúna con los llamados métodos o técnicas de interpretación de las normas jurídicas, en donde destacan lo exegético, lo sistemático, lo histórico, lo sociológico e incluso hasta lo gramatical. La investigación documental, implica la localización de la información y su fichaje textual o de contenido, que sirve para fundamentar argumentativamente las partes subjetivas o conjeturas propias de las hipótesis de trabajo respectivas. El nivel de la presente investigación, es descriptivo, ya que precisamente se describe una situación surgida de un criterio emanado de un órgano jurisdiccional y que contrasta con lo establecido en la Ley. Diseño de la Investigación El diseño es el método para confrontar las hipótesis con los hechos. En el campo jurídico es la metodología que utiliza el jurista para confrontar los hechos jurídicos con la ley y con la ratio iuris. Los diseños jurídicos, son las formas, las técnicas que permiten comprobar o descartar unas determinadas hipótesis en la interpretación de la norma; pues posibilitan observar el comportamiento y variación de la hipótesis considerada. En la base de todos los diseños de interpretación jurídica está la ratio iuris, y la mayor cantidad de ésta le permite al jurista escoger entre uno u otro resultado, entre una y otra alternativa. OS D A RV E S E diferentes R S O H a doctrina jurídica aportada por diferentes C E bibliotecas, en las cuales investigó DER Para lograr cada objetivo específico, la autora se trasladó autores, en internet investigó a jurisprudencia emanada del Tribunal Supremo de Justicia, Sala de Casación Social y en libros que contienen sentencias dictadas por Tribunales Superiores Laborales; luego recopilé esta información y desarrolle cada objetivo especifico; y con toda ésta información formé mi propio criterio para redactar los resultados y conclusiones; y aportar elementos útiles para la toma de decisiones a nivel institucional. Técnicas de Recolección de Datos La técnica es la manera de llevar a cabo la actividad de forma sistemática, ordenada y racional, ella constituye un hacer. El objetivo de la técnica del proceso investigativo es la de un medio que permite aprehender la información útil para llevar a cabo la comprobación de la hipótesis o el desarrollo del esquema. La técnica de recolección de datos a utilizar en el presente trabajo, es el sistema fólder, ya que se puede registrar la información a través de la computadora y almacenarla sistemáticamente. A través de esta técnica se encuentra el contenido del esquema o los elementos que constituyen el marco teórico de la investigación. La descripción debe ser lo más objetiva posible, en el análisis de dicho contenido, el cual debe aprehender en forma sistemática y controlada a través del esquema propuesto. Asimismo, se pueden registrar las ideas, definiciones, características, OS D A RV proposiciones, teorías, y cualquier otro dato que se encuentre en los documentos E S E SR O H Clógica y metodológica, las opiniones y propuestas crítica doctrinaria, semiológica, E R DE analizados. En este sentido, se tiene la oportunidad, de aportar a través de la de los autores consultados. Plan de Análisis de Datos La hermenéutica, significa explicación: Se trata de explicar unos enunciados analizándolos mediante otros enunciados. La hermenéutica permite, comprender una obra mejor que su autor. Asimismo, es la ciencia que interpreta los textos escritos y fija su verdadero sentido, aunque inicialmente fue referida a la exégesis bíblica, se relaciona con más frecuencia a la interpretación jurídica. Igualmente, es el arte y la ciencia de interpretar los textos legales. Luego de haber recopilado toda la información, se procede al análisis de los datos, la contrastación de la hipótesis, el desarrollo del esquema y, por último, las respectivas conclusiones, para así encuadrar el contenido del esquema de trabajo, dentro del derecho, representado en leyes, reglamentos, doctrina, jurisprudencia, resoluciones, etc. El plan de análisis es el siguiente: Para el objetivos No. 1, definir la admisión de los hechos y la confesión ficta en materia laboral; se utilizará la analogía, a través de la cual y de la interpretación de la norma, fundamentándose en el espíritu de un ordenamiento positivo o en los principios generales del derecho, se obtendrán dichas definiciones. OS D A RV Para los objetivos Nos. 2, 3, 4 y 5, analizar la confesión ficta en las E S E SR O H C E cuando el demandado no da contestación a la demanda, a la luz del nuevo criterio R DE diferentes etapas del proceso laboral; determinar la viabilidad de la confesión ficta del Tribunal Superior Primero del Trabajo del Estado Zulia; analizar el derecho a la defensa frente a la confesión ficta y la admisión de los hechos en la etapa de juicio y analizar la posición jurisprudencial venezolana en materia de confesión ficta en el área laboral, respectivamente, se utilizará el método exegético, a través del cual se interpreta la norma, sustentándose ésta en el sentido de las palabras reflejadas en el derecho positivo. Asimismo, por medio de las palabras y proposiciones se traduce un pensamiento o voluntad, el cual no puede ser otro sino que el del legislador, es decir, el de los autores de la ley. Igualmente, por este método se averigua lo que el legislador quiso al elaborar el texto, los fines que persiguió, las necesidades que pretendió satisfacer. Savigny fue el principal propugnador de este método (llamado lógico). La interpretación debe consistir en "la reconstrucción del pensamiento contenido en la ley" dicha reconstrucción se refiere al pensamiento del legislador que dictó la ley; en consecuencia, el interprete debe "colocarse en el punto de vista del legislador reproducir artificialmente sus operaciones y reconstruir la ley en su inteligencia. Su principal fundamento es que los preceptos legales deben ser transformados por el intérprete dentro de ciertos límites, para ponerlos en armonía OS D A RV con las circunstancias imperantes en el medio social. Interpretar es adaptar, pero E S E SR O H en la norma una parte rígida yC otra mudable. Iniciada la vigencia de la ley, ella se E R DE sin que ello implique derogar, argumentaban sus defensores. Esta teoría supone incorpora al medio social, comienza su vida propia, autónoma. Al modificarse las condiciones sociales, el intérprete debe aplicarla consultando la realidad social entonces existente, dándole el sentido que más se ajuste a la solución de los problemas que el legislador pudo prever cuando se promulgo. Es que la ley, como se ha venido sosteniendo, es un producto del medio social vigente para la época en que se dictó, y como ella se dicta no sólo para el presente sino para el futuro, deben consultarse, al momento de aplicarla, las circunstancias imperantes. En este sentido, interpretar no consiste en buscar la intención del legislador, sino en indagar la finalidad práctica. Toda norma tiene un fin práctico; el intérprete debe consultar ese fin. Sin embargo, debe decirse que la norma no tiene un solo fin, sino una serie sucesiva de fines. Si el caso o la relación jurídica no están regulados por la ley, deben solucionarse con la norma que se encuentre más adecuada. Esta se deducirá de las necesidades de la observancia objetiva y positiva de los hechos, de la ponderación de las exigencias reales y de las utilidades prácticas. Por último, el análisis anteriormente descrito queda comprendido en el cuadro de la Matriz de Análisis. (Véase p. 31. Capítulo II). C A P I T U L O IV RESULTADOS Análisis y Discusión de Resultados OS D A RenVmateria laboral Definir la admisión de los hechos y la confesión ficta E S E R S O H C E Antes de definir la admisión de hechos y la confesión ficta en materia DER laboral, hay que remontarse a la definición de la admisión de hechos y la confesión ficta en el procedimiento civil, pues es a partir del derecho procesal civil de donde devienen estas instituciones. Admisión: Acción y efecto de admitir. En el derecho procesal, se dice admisión de las pruebas presentadas y de los recursos interpuestos por las partes. (Cabanellas de Torres –1979). Hechos: En el enjuiciamiento civil, los hechos comprenden todos los actos de las partes, anteriores al litigio, que pueden tener importancia en las causa. Hechos probados, son aquellos que en la sentencia se consideran de una manera expresa como habiendo ocurrido. (Cabanellas de Torres –1979). Hecho: como caso que es objeto de una causa o litigio. (Cabanellas de Torres –1979). Confesión: Declaración que, sobre lo sabido o hecho por él, hace alguien voluntariamente o preguntando por otro. En derecho, es el reconocimiento que una persona hace contra si misma de la verdad de un hecho. (Cabanellas de Torres – 1979). Para el maestro Eduardo Couture, la confesión “Es un acto jurídico 38 consistente en admitir como cierto, expresa o tácitamente, dentro o fuera del juicio, un hecho cuyas consecuencias de derecho son perjudiciales para aquel que formula la declaración. Para Devis Echandía (1990), la confesión (como prueba) es definida como un medio de prueba judicial, que consiste en una declaración de ciencia de OS D A RV conocimiento, expresa, terminante y seria, hecha conscientemente, sin coacciones E S E SR O H C o sobre el reconocimiento de otros hechos, E o es aducida, sobre hechos personales R DE que destruyan la voluntad del acto, por quién es parte en el proceso en que ocurre perjudiciales a quién lo hace o a su representado, según el caso o simplemente favorable a su contraparte en ese proceso Confeso: El reo que ha declarado su delito. (Cabanellas de Torres –1979). Contumaz: En Derecho Procesal, rebelde; el demandado que no se apersona en autos o no contesta la demanda; el acusado que no comparece para contestar cargos. (Cabanellas de Torres –1979). Contumacia: Resistencia pasiva, rebeldía y desobediencia al llamamiento hecho al actor o reo para que comparezca o responda dentro del término de la citación; hoy se emplea más comúnmente la palabra rebeldía. (Cabanellas de Torres –1979). La confesión ficta: es una institución procesal que está establecida en la generalidad de los sistemas procesales, como una sanción al demandado contumaz, es decir, cuando no atiende la orden de comparecencia emitida por el Tribunal, conducta que es sancionada mediante el establecimiento de una presunción, cual es la de que los hechos afirmados en la demanda son ciertos. De forma general, la confesión ficta es el reconocimiento que una persona hace contra si misma de la verdad de un hecho. Igualmente, está definida como una sanción al demandado negligente. (Diccionario Enciclopédico Salvat Universal) La doctrina acogida por nuestro Máximo Tribunal de la República, en varios fallos como el de fecha 09 de Agosto de 1994, define la confesión ficta, señala OS D A RV que la naturaleza de la confesión como prueba es distinta a la de la confesión ficta; E S E SR O H Cde la ley, artículo 362 del Código de Procedimiento E presunción, que se desprende R DE e igualmente indica, que la naturaleza de la confesión ficta, es la de una Civil, y que se produce cuando se reúnen las circunstancias que ella establece; impulsando al Juez a resolver el asunto debatido en base a una confesión, que no existe en el proceso como una prueba, sino que es producto de una ficción jurídica que el legislador elabora, en base a una contumacia del demandado al no contestar ni probar nada que le favorezca, siempre que la petición del actor no sea contraria a derecho. Por ello el efecto de la rebeldía del demandado, al no contestar la demanda, no constituye persé una confesión, sino para que sea apreciada como tal requiere además, de la ausencia de cualquier otra actividad probatoria por parte del contumaz, y de que la pretensión no sea contraria a derecho, es sólo cuando se cumple con todas esas circunstancias cuando se puede hablar de confesión. Confesión ésta que no se produce como una declaración desfavorable de parte, sino como una consecuencia jurídica que el legislador asigna a una determinada conducta de las partes, lo que constituye una presunción legal. La contestación a la demanda es “el acto procesal del demandado, mediante el cual este ejercita el derecho de defensa y da su respuesta a la pretensión contenida en la demanda”. (Couture, 1960). A criterio de Rengel Romberg (1992), de la definición de contestación se destaca: a) Es un acto procesal, en el sentido que tiene trascendencia jurídica en el proceso por la OS D A RVcarga; c) Mediante la demandado y su realización es la liberación de E esta S E R S contestación a la demanda ejercita HsuOderecho a la defensa. En este sentido, bajo C E DERdicho derecho es inviolable en todo estado y grado del el orden constitucional, modificación que produce; b) La carga de realizarlo, pesa solamente sobre el proceso. (Art. 27 CRBV); y 4) En la contestación el demandado da su respuesta a la pretensión contenida en la demanda. La falta de contestación de la demanda, da lugar a la confesión ficta, esto es, la presunción de confesión que recae sobre los hechos narrados en la demanda, pero no sobre el derecho o las consecuencias jurídicas que conforme a la ley deben aplicarse a los hechos establecidos. Ella admite prueba en contrario y se caracteriza, por tanto, como una presunción “juris tantum” El Código de Procedimiento Civil se refiere a la confesión ficta en dos artículos: El Articulo 347 que atribuye a la falta de comparecencia del demandado al emplazamiento es la confesión; y el articulo 362 al cual remite aquel, según el cual: “Si el demandado no diere contestación a la demanda dentro de los plazos indicados en este código, se le tendrá por confeso en cuanto no sea contraria a derecho la petición del demandante, si nada probare que le favorezca (…). De esta última disposición y a opinión de Rengel Romberg (1999), se requieren dos (2) condiciones para que la confesión ficta sea declarada y tenga eficacia legal: a) que la petición del demandante no sea contraria a derecho y; b) que en el termino probatorio no pruebe el demandado algo que le favorezca; y consecuencialmente, los problemas que plantea la institución en la practica, son OS D A RV alcance de la locución: si nada probare que le favorezca. E S E R S O H C E En el primer caso, DERel Tribunal no podrá declarar con lugar la demanda, ni dos (2): establecer lo que debe entenderse por petición contraria a derecho y el acordar lo pedido por la parte actora, si esa petición resulta contraria a derecho, en el sentido de que los hechos admitidos, no producen la consecuencia jurídica pedida; que puede suceder porque la acción propuesta esta prohibida por la ley; no esta tutelada o amparada por ella (cuestión de derecho) y consecuencialmente, aunque el demandado no haya comparecido a la contestación, la cuestión de los hechos alegados por el demandante en el libelo, pierde trascendencia porque la cuestión de derecho se presenta como prioritaria, y resuelta en sentido negativo, no tiene objeto entrar al examen de la veracidad o falsedad de los hechos o trascendencias de los mismos. Por otra parte, la desestimación de la demanda, por ser improcedente o infundada en derecho, supone que aun siendo verdaderos los hechos y debidamente probados, ya en el periodo de pruebas por el actor, o bien presuntamente por la confesión ficta del demandado, la demanda debe rechazarse si la ley no atribuye a los hechos comprobados o presuntamente admitidos, la consecuencia jurídica (petición) solicitada en la demanda. Para Cabrera Romero (2000), el artículo 362 del CPC exige tres (3) requisitos para que pueda tenerse por confeso a un demandado. Se trata de tres (3) requisitos acumulativos que deben cumplirse en su totalidad, y su verificación conduce a que sea en la sentencia definitivamente y no antes, cuando se declare que el demandado ha quedado confeso. Para ello, es necesario que se den los OS D A RV tres (3) requisitos: a) Que el demandado no conteste la demanda, b) Que en el E S E SR O H C E sea contraria a derecho. R DE término probatorio nada probare que lo favorezca, c) Que la petición del actor no Solamente después que transcurren y se constatan estos tres (3) requisitos, es que el Tribunal puede declarar la confesión ficta de inmediato. En materia laboral, la confesión ficta no es más que el reconocimiento de los hechos alegados por el actor en el escrito libelar, lo cual ocurre cuando el demandado no asiste a la Audiencia Preliminar o a una de sus prolongaciones; cuando no da contestación a la demanda; o a pesar de haberla contestado, la realiza en forma vaga e imprecisa; y, cuando no asiste a la Audiencia de Juicio. Por el contrario, la admisión de los hechos es admitir los hechos narrados por el actor en la demanda, como consecuencia de la no asistencia del demandado a la Audiencia Preliminar, a la Audiencia de Juicio, o de no contestar oportunamente la demanda, o lo hace de manera vaga e imprecisa, tal y como fue referido anteriormente. La admisión de los hechos viene a ser la consecuencia impuesta por el legislador. Para la autora el efecto de la admisión de los hechos, es un presupuesto procesal y deviene de la conducta procesal de la parte demandada (contumacia), es decir, que el Juez tiene por admitidos los hechos, pero verifica en derecho si son procedentes los conceptos y cantidades que reclama el actor en su escrito libelar. Y el efecto de la confesión ficta, es que la decreta el Juez, admitiendo los OS D A RV hechos esgrimidos por el actor en su escrito de demanda. E S E SR O H Cla incomparecencia del demandado a la Audiencia E ficta), que las dos ocurren por R DE Existe similitudes entre las dos figuras (admisión de los hechos y confesión Preliminar, a la Prolongación de la Audiencia Preliminar o a la Audiencia de Juicio; y que en ambas etapas procesales (Sustanciación y Mediación, y Juicio) el Juez verifica si son procedentes en derecho los conceptos y cantidades que reclama el actor en su escrito libelar. Las diferencias radican en que, la admisión de los hechos ocurre en la etapa de Sustanciación y Mediación y la misma no admite prueba en contrario, ya que en esta etapa el Juez revisa la procedencia en derecho los conceptos que reclama el actor en su escrito libelar, sin atender al material probatorio, es decir, no se evacuan las pruebas; en cambio la confesión ficta, ocurre en la etapa de Juicio, la cual en principio puede revestir carácter relativo, y luego de la evacuación de las pruebas promovidas y admitidas por el Tribunal de Juicio, en cuya Audiencia el demandado puede ser ejercer el control y contradicción de las pruebas, lo cual no puede hacer en la etapa de Sustanciación y Mediación, puede pasar a ser una confesión de carácter absoluto, a una confesión de carácter relativo, es decir, que admite prueba en contrario, como lo es el pago liberatorio de algún concepto o de todos los conceptos que reclama el actor, conforme al criterio reiterado de la Sala de Casación Social Analizar la confesión ficta en las diferentes etapas del proceso laboral OS D A RV En el nuevo proceso laboral venezolano, la confesión ficta puede suceder E S E SR O H C del demandado a la Audiencia Preliminar: Según E Por la no comparecencia R DE en las siguientes etapas: el artículo 129 de la LOPT, la audiencia preliminar –también llamada primera audiencia de trámite para no desligarla de su carácter procesal- es presidida por el Juez y las partes que deben comparecer obligatoriamente, cuyo fin primordial es evitar el litigio (mediación y conciliación), limitar su objeto, depurar el procedimiento, y recibir las pruebas. Es obligatoria la comparecencia de las partes, porque el proceso oral tiene que desarrollarse con la presencia de los interesados, sea que acudan personalmente o por medio de apoderados judiciales. Si los actos fundamentales del proceso, como son la audiencia preliminar, la audiencia de juicio y los actos de juzgamiento que realiza la alzada y la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia se realizaran sin la presencia de las partes o de una de ellas, quedarían desvirtuados en su naturaleza propia, la inmediación del Juez quien tiene por norte averiguar la verdad, inquirir a los mismos litigantes sobre los hechos alegados, la procura de avenimiento, la procura de arbitraje como medio alterno de solución del conflicto y el control de las pruebas por parte del antagonista (Henríquez, 2006). En este sentido, la primera oportunidad para que se verifique la Confesión Ficta ocurre en la etapa de la Audiencia Preliminar, a tenor de lo establecido en el articulo 131 de la LOPT, en virtud del cual: OS D A RV Si el demandado no compareciere a la audiencia preliminar, se presumirá la admisión de los hechos alegados por el demandante y el tribunal sentenciará en forma oral conforme a dicha confesión, en cuanto no sea contraria a derecho la petición del demandante, reduciendo la sentencia a un acta que elaborará el mismo día, contra la cual, el demandado podrá apelar a dos efectos dentro de un lapso de cinco (5) días hábiles a partir de la publicación del fallo. El Tribunal Superior del Trabajo competente decidirá oral e inmediatamente y previa audiencia de parte, dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes contados a partir del día de recibo del expediente, pudiendo confirmar la sentencia de Primera Instancia o revocarla, cuando considerare que existieren justificados y fundados motivos para la incomparecencia del demandado por caso fortuito o fuerza mayor plenamente comprobables, a criterio del tribunal. La decisión se reducirá a forma escrita y contra la misma será admisible el recurso de casación, si alcanzare la cuantía a la que se refiere el artículo 167 de esta Ley, dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes a dicha decisión. En todo caso, si el apelante no compareciere a la audiencia fijada para decidir la apelación, se considerará desistido el recurso intentado.” E S E SR O H C E R DE A opinión del autor Jaime Martínez, (2005), el legislador sanciona con rigor la falta de comparecencia del accionado; ya que cuando el demandado no comparece a la audiencia preliminar, el Tribunal presumirá que admite los hechos y sentenciará en forma oral conforme a la confesión, siempre que la petición del demandante no sea contraria a derecho, de todo lo cual se levantara un acta. De la decisión del Tribunal de Primera Instancia, podrá el demandado apelar dentro de los 5 días hábiles siguientes a la publicación del fallo. En consecuencia, se aparta del criterio sostenido por el CPC y de las demás normas procesales en general, de acuerdo con el cual el demandado, sin poder alegar hechos nuevos, puede presentar pruebas con el fin de desvirtuar la confesión ficta. Según lo establecido en los artículos 131 y 135 si el demandado no comparece a la audiencia preliminar o no consigna el escrito de contestación a OS D A V inmediato a sentenciar conforme a dicha confesión, E enR cuanto no sea contraria a S E R S derecho la petición del demandante. HO Si bien se concede apelación de dicha C E R a lo previsto en el artículo 131 el demandado sólo DEconforme decisión, no obstante, la demanda, el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución, procederá de podrá presentar alegatos, ante el Superior, destinados a demostrar la existencia de una causa extraña que le impidió acudir a la Audiencia Preliminar, tal como un accidente de tránsito o quebrantos de salud. Para el autor Torres (2002), se presume la admisión por parte del demandado de los hechos alegados por el demandante, cuando aquél deja de comparecer a la Audiencia Preliminar para el cual fue notificado y emplazado, y siempre que la petición del actor no fuere contraria a derecho. A su modo de ver, el legislador procesal del trabajo ha debido, en vez de presumir una admisión de los hechos invocada por el actor cuando el demandado no hubiere comparecido a la Audiencia Preliminar y la petición del demandante no fuere contraria a derecho, declarar enfáticamente dicha admisión. Considerar que en esos dos supuestos –inasistencia y petición no contraria a derecho-, el demandado queda confeso, y no presumirlo; porque tal presunción no tendría cabida si –considerándose la presunción tal como es, una presunción juris tamtum que admite prueba en contrario- la ley procesal laboral hubiera conferido al demandado la facultad de desvirtuar dicha presunción con la aprobación de hechos determinados, tal como se prevé en la codificación procesal civil. OS D A RV el demandado no diere contestación a la demanda dentro de los plazos indicados E S E SenRcuanto no sea contraria a derecho la O en este Código, se le tendrá por H confeso C E R DE si nada probare que le favorezca”. Como se observa, en petición del demandante, Señala en efecto el artículo 362 del Código de Procedimiento Civil que: “Si la legislación procesal civil, tal presunción si es procedente por la concurrencia de no sólo dos de los presupuestos anotados –falta de comparecencia del demandado y condición de que la petición del demandante no sea contraria a derecho- sino de los tres indicados en dicha codificación (la incomparecencia del demandado, la petición del actor conforme a derecho y el presupuesto según el cual el demandando no hubiera probado nada que lo favoreciera durante el curso del lapso probatorio). Según este último presupuesto, el demandado puede –en la legislación procesal civil- invocar hechos determinados que desnaturalicen o desvirtúen tal presunción de confesión. Abundante ha sido la jurisprudencia de casación en este sentido; y el autor Torres (2002), tuvo la oportunidad de sostener: (...) También está condicionada la confesión ficta del demandado al hecho de que no pruebe nada que lo favorezca. En virtud de este dispositivo, el demandado –aún en el caso de que no haya contestado la demanda en el lapso del emplazamiento-, puede promover las pruebas pertinentes durante el lapso probatorio que tiendan a desvirtuar las pretensiones del actor, pero siempre y cuando sean aquellos hechos que constituyan elementos nuevos traídos al proceso (...). Según estas apreciaciones no podría establecerse presunción alguna al no poder ser desvirtuada con hechos determinados –por no consagrarlo la norma OS D A demandado a la Audiencia Preliminar para reputarlo R confeso; V dado que el otro E S Eno esté tutelada por la Ley. Si eso R presupuesto sería el de que a petición del actor S HO C E ERla norma hubiera podido establecer que tal presunción no fue lo que quiso Ddecir, del art. 135 LOPT-; y en razón de lo cual, bastaría con la incomparecencia del no podría ser desvirtuada por otros hechos que la enervaran. La Sala de Casacion Social del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia de fecha 17 de febrero del ano 2004, Caso: Arnaldo Salazar Otamendi Vs. Publicidad Vepaco, establecio lo siguiente: 1°) Si la incomparecencia del demandado surge en el llamado primitivo para la audiencia preliminar, la admisión de los hechos por efecto de dicha incomparecencia (confesión ficta), revestirá carácter absoluto por lo tanto no desvirtuable por prueba en contrario (presunción juris et de jure). Es decir, la potestad del contumaz no representará la posibilidad de desvirtuar la confesión de admisión por prueba en contrario, sino la de enervar la acción por no estar ésta amparada por la ley o la de enervar la pretensión del actor bajo la afirmación de que ésta es contraria a derecho. En este caso, el sentenciador de sustanciación, mediación y ejecución decidirá la causa conforme a lo señalado en el artículo 131 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, es decir, sentenciará inmediatamente en forma oral conforme a dicha confesión, en cuanto no sea contraria a derecho la petición del demandante, reduciendo la sentencia a un acta que elaborará el mismo día, contra la cual el demandado podrá apelar, apelación que se oirá en dos efectos, dentro de un lapso de cinco (5) días hábiles a partir de la publicación del fallo. El tribunal superior que conozca la apelación, sólo decidirá con respecto a los motivos que le impidieron al demandado comparecer al llamado primitivo para la audiencia preliminar, es decir, el caso fortuito o fuerza mayor que originó la incomparecencia, y si ésta resultara improcedente, proseguirá el juez entonces a decidir verificando, obviamente, que la acción no sea ilegal o que la pretensión del actor no sea contraria a derecho, (…) Por la no comparecencia del demandado a una de las prolongaciones de la Audiencia Preliminar OS D A A tenor de lo establecido en el artículo 132 R de V la LOPT, la audiencia E S E R preliminar podrá prolongarse en el mismo día, una vez vencidas las horas de S HO C E despacho, hasta que E agotare el debate, previa aprobación del Juez. Asimismo, D seR consagra el último aparte del artículo 136 de la LOPT que “(…). La audiencia preliminar en ningún caso podrá exceder de cuatro (4) meses.” Según la sentencia de fecha 6 de octubre de 2005, emanada de la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, Expediente No. 1252, se asentó lo siguiente: (…) La Audiencia Preliminar establecida en los artículos 129 y siguientes de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, es un acto procesal unitario susceptible de prolongaciones sucesivas, ya que la finalidad de la misma, consiste en fomentar la utilización de los medios alternos de resolución de conflictos –conciliación, mediación, etc., para que, mediante actos de auto composición procesal, se ponga fin al procedimiento judicial iniciado con la demanda. (…) Henríquez (2006). La prolongación en el tiempo de la audiencia preliminar obedece al propósito que impone la ley al Juez de lograr una solución no controvertida de la litis, a través de la mediación, que desemboca en una conciliación como formas alternas de administración de justicia. Sin embargo, como la audiencia preliminar es una sola procesalmente, independientemente de las prolongaciones que se hayan celebrado, no produce los mismos efectos la incomparecencia del demandado al acto de instalación a la audiencia preliminar que a una de sus prolongaciones. En efecto, la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia de fecha 15 de Octubre de 2004, Caso: Coca-Cola Femsa de S O D A no comparecer al acto de instalación o de inicio de laR Audiencia V Preliminar o en E S E R S una de sus prolongaciones. HO C E ER D Porque el demandado no conteste la demanda o porque no conteste Venezuela, flexibilizó el criterio y diferenció las consecuencias que se producen al adecuadamente: El tercer caso de confesión ficta, está contemplado en el artículo 135 de la LOPT: Concluida la audiencia preliminar sin que haya sido posible la conciliación ni el arbitraje, el demandado deberá, dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes, consignar por escrito la contestación de la demanda, determinando con claridad cuáles de los hechos invocados en la demanda admite como ciertos y cuales niega o rechaza, y expresar asimismo, los hechos o fundamentos de su defensa que creyere conveniente alegar. Se tendrán por admitidos aquellos hechos indicados en la demanda respectiva, de los cuales, al contestar la demanda, no se hubiere hecho la requerida determinación, expuestos los motivos del rechazo, ni aparecieren desvirtuados por ninguno de los elementos del proceso. Si el demandado no diera la contestación de la demanda dentro del lapso indicado en este artículo, se le tendrá por confeso, en cuanto no sea contraria a derecho la petición del demandante. En este caso, el tribunal remitirá de inmediato el expediente al Tribunal de Juicio, quien procederá a sentenciar la causa, sin más dilación, dentro de los tres (3) días hábiles siguientes, al recibo del expediente, ateniéndose a la confesión del demandado”. En el presente caso, el autor Mirabal (2005) opina, que cuando el accionado no cumple con la carga procesal de contestar la demanda de manera oportuna, no tendrá lugar la realización de la Audiencia de Juicio, ya que por imposición del artículo en comento, el Juez de Juicio recibirá las actas procesales a los fines únicos de dictar la sentencia sin mayor dilación atendiendo a la confesión del demandado, dentro de los tres (3) días hábiles siguientes al recibo del expediente, en el entendido de que la misma no sea contraria a derecho ni OS D A RV en la sentencia. pronunciarse sobre la admisión de las pruebas para su valoración E S E R S O H C E Según el autor La Roche (2004), la contestación de la demanda R DEHenríquez manifiestamente ilegal, para cuyo efecto el Juez de Juicio previamente deberá tiene lugar dentro de los cinco días hábiles siguientes a la conclusión de la audiencia preliminar. Es muy importante que el demandado tenga certeza sobre cuál es el día de conclusión del “estado” de audiencia preliminar, ya que éste puede durar hasta cuatro meses (Art. 136 in fine), y de haber error respecto al dies a quo del lapso pudiera resultar extemporánea la contestación. La contestación a la demanda no es un acto del Tribunal de Sustanciación, Mediación y Ejecución; es un acto de parte que consiste simplemente en consignar el escrito por el cual se le da respuesta a la demanda incoada. Si el demandado no da contestación a la demanda oportunamente, se le tendrá por confeso, en cuanto no sea contraria a derecho la petición del demandante. Esta expresión utilizada por la norma no es del todo exacta, pues la confesión ficta, como toda confesión, sólo concierne a los hechos, y por ende no puede en propiedad afirmarse que un hecho se tenga como cierto en cuanto no sea contraria a derecho la pretensión, el petitorio del actor. La consecuencia que se sigue de la locución usada por el legislador lleva a entender que la pretensión es improcedente, a pesar de que haya habido confesión simulada ex lege, si impide declararla procedente el ordenamiento jurídico. Dentro de este mismo artículo, se encuentra el caso de la contestación inadecuada, considerando el autor antes nombrado, que el demandado incurre en confesión ficta: OS D A RV E S E S Radmite como ciertos y cuáles niega o O H los hechos invocados en la demanda, C E R DE 1. Cuando contesta en términos generales la demanda y no precisa cuáles de rechaza. Si guarda silencio sobre los hechos que admite, se reputa de todas maneras que los admite por efecto de este primer precepto que estamos comentando. Este precepto se remonta al artículo 48 de la Ley Orgánica de Tribunales y Procedimiento del Trabajo (derogada) 2. También incurre en confesión ficta cuando, habiendo rechazado un supuesto de hecho contenido en la demanda, “no hubiere expuesto los motivos del rechazo”. Así por ej., si el demandado alega que el salario que devengaba el actor no era el que se indica en la demanda, incurre en confesión ficta respecto a ese señalamiento salarial contenido en el libelo, pues es carga procesal suya señalar cuál era, entonces, el salario que devengaba. El demandado cumple con esta carga procesal en el caso de que se reclamen tantos días feriados u horas extras laboradas, y manifieste en su descargo que nunca el actor trabajó fuera de su jornada ordinaria, pues en tal supuesto estaría explicando el motivo de su rechazo. Ahora bien, si al demandado le correspondiera la carga de la prueba del hecho cuya negación carece de los motivos del rechazo y que también le corresponde la carga de los hechos en los que funda su rechazo, habría que concluir que siempre le incumbirá al demandado la carga de la prueba, pues la misma norma, así interpretada, le llevaría inexorablemente a afirmar un hecho distinto al que afirma el actor en su demanda. Visto así, el S O D A también afirme hechos. El precepto legal consistiríaV R no en otra cosa que en E S E siempre la actividad probatoria R la formula general mimetizada de trasladar S HO C E al demandadoE(empleador) en beneficio y descargo del demandante D R demandante estaría siempre exento de la carga probatoria, aún cuando (empleado). Sin embargo, esta interpretación se opone a los principios generales de la carga de la prueba que ha laborado arduamente la doctrina procesal. Según ésta, la carga de la prueba corresponde al demandado sólo cuando introduce a la litis hechos nuevos, es decir, aquellos que no suponen simplemente la contraprueba de los hechos afirmados por el demandante. 3. A la misma conclusión lleva el precepto final que expresa: “Se tendrán por admitidos aquellos hechos (indicados en la demanda respectiva) (que no) aparecieren desvirtuados por ninguno de los elementos del proceso”, porque la norma en definitiva establece que la carga de la prueba corresponde a la parte demandada y no a la parte demandante, sin que llegue a señalar cuáles hechos controvertidos en la litis debería acreditar el actor. Siguiendo estas reglas de distribución de la carga probatoria, cualquier persona puede irrogarse la impostura de trabajador de una empresa y a ésta, llamada a juicio, le tocará correr los riesgos de la carga de comparecencia y de la carga de la prueba de todos los supuestos de hecho contrarios a aquellos en los que se fundamenta la pretensión. Tendrá que hacer la prueba de un hecho negativo indefinido (prueba diabólica); que el demandante nunca le prestó servicios y que la empresa nunca recibió esos servicios. La prestación del servicio OS D A RV cualquier clase por cuenta ajena y bajo la dependencia de otra persona) en el E S E SR O demandado, son cargas de afirmación de la demanda, cuya prueba atañe al actor H C E R DEdel artículo 72. según la regla general personal y el título jurídico de receptor del servicio (Art. 65 y 39 LOT; labor de El precepto de este artículo 135, según el cual se tendrán por admitidos estos hechos afirmados en la demanda si no aparecieren desvirtuados en el proceso, es un precepto que sustrae los hechos ciertos a partir de los cuales nace la presunción relativa del artículo 65 de la Ley Orgánica del Trabajo, a saber, el hecho cierto de la prestación de un servicio personal y el hecho cierto de que es el demandado quien lo recibe. En otras palabras, la norma sustantiva presuncional se fundamenta en la comprobación de dos legitimaciones (activa y pasiva), y de ellas deduce la ley la dependencia y la remuneración que caracterizan la relación de trabajo. Pero si las legitimaciones o cualidades deben presuponerse también al punto que correspondería al demandado desvirtuar lo aseverado en la demanda, entonces no podríamos calificar el artículo 65 de la Ley Orgánica del Trabajo como una presunción, pues no podría ser subsumida al supuesto normativo del artículo 118 que la prevé: “razonamiento lógico que, a partir de uno o de más hechos probados lleva, al Juez, a la certeza del hecho investigado”. 4 Es carga de la afirmación, oponer en la contestación de la demanda las excepciones perentorias contra la pretensión del actor, lo cual aparece expresado en la norma cuando dice: “...y expresar OS D A RV asimismo, los hechos o fundamentos de su defensa que creyere E S E SR O H C E perentorias pertinentes, como la prescripción R DE conveniente alegar”; valiendo como ejemplo todas las excepciones de la acción, la excepción de nulidad, etc. Con todo es posible que el Juez de Juicio (no el de alzada) extienda su decisión a cuestiones de mérito que no constituyen el programa de debate del proceso según la litis trabada con la demanda y su contestación. El Parágrafo Único del artículo 6 le faculta al Juez de Juicio para “ordenar el pago de conceptos, como prestaciones o indemnizaciones, distintos a de los requeridos, cuando éstos hayan sido discutidos en el juicio y estén debidamente probados”. Carece de fundamento lógico que la carga de la prueba se desplace al demandado por haber éste afirmado en su contestación un salario menor al que el actor señala en su demanda, ya que el que pretende el efecto de la norma jurídica aplicable es el demandante y no su patrono. La afirmación del verdadero salario – en versión del patrono- no es un hecho nuevo, en el sentido técnico de la palabra; es simplemente la contradicción del hecho afirmado por el actor. En cierta forma, no es más que una invitación a coincidir en el quantum del salario, pero la prueba del salario sigue estando entre los elementos que constituyen los presupuestos materiales de la sentencia favorable. Igual cosa ocurre, por ejemplo, en el caso del demandado, en el juicio de OS D A que el semáforo estaba en luz roja para el actor, o queR afirme V que no es cierto lo E S RE S dicho en la demanda de que el actorO tenía la luz verde de preferencia de paso. En H C E ER el demandado está introduciendo hechos nuevos que ninguno de estos D supuestos tránsito, alegue que el semáforo no estaba en luz verde para el actor, o que afirme inviertan la carga de la prueba según el adagio reus in excipiendo fit actor. Tal contestación no constituye un hecho impeditivo, sino que conceptualmente es parte de la contradicción de la demanda. Son simplemente, hechos dirigidos a confirmar la contradicción que se hace a lo afirmado en el libelo de demanda. Esto es tan cierto que si el demandante no lograse probar en un juicio el salario que indica en su demanda, el Juez podría ordenar una experticia complementaria para fijarlo antes de la ejecución del fallo, sin que viniese a ser vinculante o limitante la cuantía de sueldo que informó el demandado en su escrito de contestación. De manera que, las afirmaciones consignadas en el escrito de contestación –siempre que no sean verdaderos hechos nuevos (excepciones perentorias)- o la falta de aclaratoria sobre hechos que son ciertamente conocidos por el demandado, no invierten nunca la carga de la prueba, puesto que no constituyen verdaderas excepciones en el sentido sustancial. Estos argumentos recogen la doctrina de la Sala de Casación Civil, ratificada en varias oportunidades, y que tiene cumplida aplicación también el ámbito de la jurisdicción laboral. La dificultad de la prueba para el trabajador demandante no puede llevarse al extremo de crear una presunción de verdad a su favor, fundada en la falta de motivación del rechazo o en la falta de la prueba del hecho en el que se funda el rechazo. OS D A RV E S E R El autor Torres (2002), expresa aS cerca del contenido del artículo 135 de la O H C E R LOPT, que el mismo establece, que una vez culminada la Audiencia Preliminar sin DE haberse llegado a conciliar la controversia o sometida ésta a arbitraje, el demandado “deberá”, dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes, consignar por escrito la contestación de la demanda”. La inflexión verbal “deberá”, utilizada por el legislador en la precitada norma, da a entender que el demandado está obligado a contestar la demanda, en forma escrita, dentro de los cinco días hábiles siguientes a la culminación de la Audiencia preliminar, por ante el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución. Y esta obligatoriedad se reafirma en el Exposición de Motivos del Proyecto del Ley Orgánica Procesal del Trabajo con la siguiente argumentación: “Esta audiencia preliminar, es presidida por el Juez y a ella deben comparecer las partes de manera obligatoria, bien sea personalmente o mediante apoderados en el día y hora que determine el Tribunal, previa notificación del demandado”. Sostiene Torres (2002), que no niega que el nuevo sistema exige la presencia de las partes ante el Juez con el objeto de encontrar medios alternos de solución de conflictos; pero de allí a que el demandado quede obligado por esa norma, no es más que forzar su voluntad, con mengua o menoscabo de su libertad personal, considerada ésta como un estado existencial del individuo que lo hace libre y dueño absoluto de sus propios actos. Asimismo, señala la norma contenida en el artículo 68 de la Ley Orgánica OS D A RV de Tribunales y de Procedimiento del Trabajo, conforme a la cual. “el demandado E S E SR O H EC claridad cuáles de losE hechos invocados en el libelo admite como ciertos y cuáles R D o quien ejerza su representación, deberá al contestar la demanda, determinar con niega o rechaza.” Considera dicho autor, que el demandado no debería estar obligado a contestar la demanda propuesta en su contra, sólo porque el Tribunal así lo ordene, en cumplimiento de la Ley; y como ésta es coactiva por naturaleza, coercible por sí misma, según la máxima “la ley es dura, pero es ley”, el legislador ha debido ser más circunspecto en este sentido. Opina Torres (2002), que la norma hubiera quedado mejor concebida con los mismos términos utilizados por ella, pero de la siguiente forma: “Concluida la Audiencia Preliminar sin que haya sido posible la conciliación ni el arbitraje, el demandado deberá en su contestación de la demanda, consignarla por escrito, dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes, determinando con claridad...” etc. No obstante, si el demandado no da contestación a la demanda intentada en su contra en tiempo hábil, conforme a la norma del mencionado artículo 135, incurre en confesión ficta, respecto de los hechos invocados por el actor en su libelo, siempre que la demanda propuesta sea conforme a derecho. En relación al precitado artículo 135 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, indica Torres, que la contestación de la demanda deberá ser presentada por escrito, determinándose con claridad cuáles de los hechos invocados en el libelo el demandado admite como ciertos y aquellos que contradice o niega. OS D A escrito no desencializa la naturaleza oral del procedimiento RV del trabajo, pues, E S E R S como se puntualiza en la Exposición HOde Motivos del Proyecto de Ley Orgánica C E R este trascendental acto del proceso, la Comisión ha Procesal del Trabajo: DE“Para El hecho de que la contestación de la demanda deba ser presentada por considerado apropiado que la contestación de la demanda sea por escrito, porque es un acto introductorio de la controversia que no se realiza frente al Juez de Juicio, y de otra manera sería difícil que una vez remitido el expediente al Tribunal que decidirá, pueda tener un conocimiento exacto del asunto y porque el principio de oralidad no significa en forma alguna, ausencia de escritura, sino predominio de un principio sobre el otro”. Esta disposición tiene su antecedente legislativo en el artículo 68 de la Ley Orgánica de Tribunales y de Procedimiento del Trabajo (LOTPT), con la misma redacción en el punto a que se refiere la contestación cuando establece que el demandado “deberá determinar con claridad cuáles de los hechos invocados en la demanda admite como ciertos y cuáles niega o rechaza, y expresar asimismo, los hechos o fundamentos de su defensa que creyere conveniente alegar...”. En la misma presunta confesión incurre el demandado, no obstante su contestación de la demanda si ésta no es consignada por escrito, ni determina con claridad cuáles hechos invocados por el actor en su libelo admite como ciertos y cuales contradice; o si no expresa en su contestación los fundamentos en que se apoye su defensa. Por eso, la última parte del primer párrafo del mencionado artículo 135, prescribe: “Se tendrán por admitidos aquellos hechos indicados en la demanda respectiva, de los cuales, al contestar la demanda, no hubiere hecho la OS D A RV requerida determinación, expuestos los motivos del rechazo, ni aparecieren E S E SR O H C E R Este último dispositivo lo justificó la Comisión encargada de elaborar el DE desvirtuados por ninguno de los elementos del proceso”. Proyecto de Ley Orgánica Procesal del Trabajo con la siguiente argumentación: “...normalmente la parte demandada en el proceso laboral es la que tiene las pruebas de los hechos controvertidos y su negativa pura y simple enmarcada en la forma tradicional de contestar la demanda y distribuir la carga de la prueba de esos hechos, para el derecho procesal común, hace imperativo para la parte demandante la demostración de hechos cuya prueba es prácticamente imposible y en el mejor de los casos muy difícil, dentro del procedimiento laboral, lo que se traduce en una negación del acceso a la justicia o del derecho a la defensa y al debido proceso, que consagra la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y que suponen siempre la razonable posibilidad de que la parte en juicio pruebe sus alegaciones”. Si el demandado incurre en confesión ficta, no obstante haber presentado por escrito su contestación de la demanda, por no haber dado cumplimiento a los requisitos legales anteriormente indicados, con más razón habrá de presumirse tal confesión cuando no la contesta en tiempo útil, es decir, dentro de los cinco días hábiles siguientes de haber concluido, sin acuerdo, la Audiencia Preliminar. Así se establece en la primera parte del último párrafo del mencionado artículo 135, conforme al cual: “... Si el demandado no diera la contestación de la demanda dentro del lapso indicado en este artículo, se le tendrá por confeso, en cuanto no sea contraria a derecho la petición del demandante...”. OS D A RV E S E SR O H E disposición inscrita dentro deC la normativa pertinente a la Audiencia Preliminar R DE Sin embargo, hay que tomar en cuenta que, a pesar de encontrarse esta que, como se sabe, debe ser presidida personalmente por el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución, no es éste el Juez que va a decidir si la contestación del demandado se ajusta o no a las determinaciones exigidas por el artículo 135; pues esa función le ha sido atribuida por la ley al Juez de Juicio, como se desprende de lo dispuesto en la última parte del indicado párrafo que, a la letra reza: “... En este caso, el tribunal remitirá de inmediato el expediente al Tribunal de Juicio, quien procederá a sentenciar la causa, sin más dilación, dentro de los tres (3) días hábiles siguientes, al recibo del expediente, ateniéndose a la confesión del demandado”. Torres (2002) señala, que en la Exposición de Motivos se indicó que: “Se estableció la confesión ficta –dijo la Comisión elaboradora del Proyecto de la LOPT- ‘como medio de garantizar que la parte demandada dé contestación a la demanda en la forma establecida en la Ley, so pena de que el tribunal tenga por admitidos aquellos hechos indicados en la demanda respectiva, de los cuales, al contestar la demanda, no se hubiere hecho la requerida determinación, expuestos los motivos del rechazo, ni aparecieren desvirtuados por ninguno de los elementos del proceso y que remita el expediente al Juez de Juicio, para que ateniéndose a la confesión ficta del demandado sentencie la causa sin más dilación, si su petición no es contraria a derecho’ (Art. 136)...”, (Art. 135 LOPT). Para Villar (2004), la contestación a la demanda además de negar, rechazar OS D A RV y contradecir los alegatos, también debe realizarse de manera pormenorizada y E S E SR O H Cmanera diáfana cada uno E fundamentar de R DE sustentada, lo que se traduce en rechazar o admitir cada argumento en que se apoya, así de esos rechazos o admisiones, a menos de que se traten de hechos o peticiones que escapen al ámbito legal o contractual; en virtud de que lo contrario conllevaría a la aplicación del principio de la inversión de la carga de la prueba, precepto por el cual se obliga al demandado probar que la pretensión del trabajador ha sido satisfecha con anterioridad y, por ello la misma es procedente. En Venezuela toda la doctrina laboral ha sido elaborada sobre la interpretación de los artículos 68 y 70 de la Ley Orgánica de Tribunales y de Procedimiento del Trabajo (actualmente derogada por la Ley Orgánica Procesal del Trabajo); en este sentido, según la Sentencia de la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, de fecha 15 de marzo de 2000, con ponencia del Magistrado Omar Alfredo Mora Díaz, en el juicio de Jesús Enrique Henríquez Estrada contra Administradora Yuruary C.A., en el expediente No 98-819, sentencia No 41, se estableció que la contestación a la demanda en materia laboral debe hacerse en forma clara y determinada, estableciendo cuales de los hechos alegados por el actor se admiten y cuales se rechazan, estando obligada la parte demandada a fundamentar el motivo del rechazo o de la admisión de los hechos. Se tendrán como admitidos aquellos hechos alegados por la parte accionante en su libelo, OS D A RV que el respectivo demandado no niegue o rechace E S E rechazo, aunado al hecho de que tampoco S R haya aportado a los autos en la O H C capaz de desvirtuar dichos alegatos del actor. E R oportunidad legal, alguna prueba DE expresamente en su contestación, o cuando no haya fundamentado el motivo del En otras palabras, la demandada tendrá la carga de la prueba de desvirtuar en la fase probatoria, aquellos hechos sobre los cuales no hubiese realizado en la contestación el fundamentado rechazo, de lo contrario, el sentenciador deberá tenerlos como admitidos. Por la no comparecencia del demandado a la celebración de la Audiencia de Juicio. La Audiencia de Juicio es la segunda fase del proceso laboral en primera instancia, ya que es donde se dilucidara la controversia suscitada entre el patrono y el trabajador, quienes obligatoriamente asistirán a la celebración de la misma, bien sea porque concurran las partes o sus apoderados, para que el Juez de Juicio averigüe la verdad mediante el control de la prueba que hagan las partes, porque si se realizara sin la presencia de las partes, quedaría desvirtuado en su naturaleza propia, pues la inmediación del juez tiene por norte averiguar la verdad mediante el control de la prueba, inquirir mediante el interrogatorio a los mismos litigantes sobre los hechos alegados, presenciar la evacuación de las pruebas y sacar conclusiones de las repreguntas que formulen, establecer los hechos y aplicar las normas jurídicas que considera apropiada para la solución del caso. (Henríquez, 2006) OS D A La asistencia es obligatoria, El artículo 151 E de R la V LOPT, dispone que la S E SR O Audiencia oral constituye el actoH procesal de las partes en el que éstas hacen C E DER alegatos, tomando en cuenta que en esta etapa no valer sus correspondientes pueden alegarse hechos nuevos, ya que la fase de alegación precluye con la Audiencia Preliminar. En este sentido, la incomparecencia de la parte accionada, supone que se le tendrá por confeso, con relación a los hechos alegados por la parte demandante. Para el autor Mirabal Rendón (2005), la aplicación de esta consecuencia jurídica pudiera representar en algunos casos injusticia con clara violación del ordenamiento jurídico, porque si la parte demandada alegó y probó, los Jueces tienen que valorar lo alegado y probado en autos, es por ello que opina que las pruebas promovidas por las partes y admitidas por el Juez, deben ser valoradas en la sentencia, para que de esta manera el Juez descifre si en verdad la petición del actor es o no contraria a derecho. El autor antes nombrado, señala que a pesar que el demandado no comparezca a la Audiencia de Juicio, esto no significa que el Juez vaya a declarar con lugar la demanda, ya que pudiera resultar ésta contraria a derecho. Actualmente, se aplica el criterio establecido por la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia de fecha 15 de Octubre de 2004, de carácter vinculante para todos los Juzgados Laborales, en la cual se dispuso que cuando el demandado no comparezca a una de las prolongaciones de la Audiencia Preliminar, la confesión tendrá un carácter relativo, en consecuencia, desvirtuable por prueba en contrario (presunción iuris tantum), es OS D A RV decir, ya no se va a aplicar lo previsto en el artículo 151 (confesión de carácter E S E SR O H la Audiencia, sólo para evacuar C las pruebas, quien es el que verificará, una vez E R DE absoluto), sino que el Juez de Juicio, auque no comparezca el demandado, inicia concluido el lapso probatorio, el cumplimiento de los requisitos para que la confesión ficta sea declarada y tenga eficacia legal, es decir, verificará si la petición del demandante no es contraria a derecho y que el demandado no haya probado nada que le favorezca. La Ley le concede al demandado la posibilidad de apelar en contra de la sentencia que declaró la confesión ficta, para que el Tribunal de Alzada verifique o compruebe que el motivo o las razones de la incomparecencia del demandado a la Audiencia de Juicio se debió a un caso fortuito o fuerza mayor, esto según criterio reiterado de la Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia. (Artículo 151:”…En las situaciones anteriormente referidas serán consideradas como causas justificadas de la incomparecencia de las partes el caso fortuito o fuerza mayor, comprobables a criterio del tribunal…. En los casos de apelación, el Tribunal Superior del Trabajo respectivo decidirá sobre la misma, en forma oral e inmediata previa audiencia de parte, en un lapso no mayor de cinco (5) días hábiles…”). Por la no comparecencia del demandado a la lectura del dispositivo del fallo. En relación a este punto, es importante acotar que el artículo 159 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo establece que en casos excepcionales por la complejidad del asunto debatido, por causas ajenas a su voluntad o de fuerza S O D A la sentencia, por un lapso no mayor de cinco (5) días hábiles. RV E S E R S HO no comparece a la Prolongación de la En este sentido, si elEdemandado C DER mayor, el Juez de juicio podrá diferir, por una sola vez, la oportunidad para dictar Audiencia de Juicio Oral y Pública para dar lectura al dispositivo del fallo, se tiene igualmente por confeso con relación a los hechos planteados por la parte demandante, y dicha confesión tendrá un carácter relativo, en consecuencia, desvirtuable por prueba en contrario (presunción iuris tantum), la cual luego de analizadas las pruebas aportadas por las partes y evacuadas en dicha Audiencia de Juicio, puede confirmarse el carácter relativo o pasar a ser de carácter absoluto. Así las cosas, la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia del 28/03/2006 con ponencia del Magistrado Perdomo, se dejó por sentado, que en el caso que el demandado no comparezca a la lectura del dispositivo del fallo, se tendrá en cuenta el principio de la continuidad de la Audiencia, toda vez que esta debe considerarse como un único acto, aún y cuando haya sido objeto de algún diferimiento por cualquiera de las causas previstas en la Ley Adjetiva Laboral: “… Señala la parte recurrente que la recurrida infringió el artículo 165 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo pues consta en el acta de la audiencia para dictar el dispositivo oral de la apelación la incomparecencia de la parte actora recurrente y sin embargo, el juez declaró parcialmente con lugar la demanda en lugar de declarar desistido el recurso en conformidad con los artículos 164 y 165 eiusdem. Considera el recurrente que este error es determinante del fallo porque los artículos 164 y 165 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo establecen que si la parte apelante no comparece a la audiencia de apelación se declarará desistido el recurso y el juez no aplicó estas normas sino que declaró parcialmente con lugar la demanda. Para decidir, la Sala observa: En el Capítulo V del Título VII de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, el artículo 164 establece que: “En el día y hora señalados por el Tribunal Superior del Trabajo para la realización de la audiencia, se producirá la vista de la causa bajo la suprema y personal dirección del Tribunal. En el supuesto que no compareciere a dicha audiencia la parte apelante, se declarará desistida la apelación y el expediente será remitido al Tribunal de Sustanciación, Mediación y Ejecución correspondiente”. Asimismo, el artículo 165 eiusdem dispone, que una vez concluido el debate oral, el Juez se retirará de la audiencia, por un tiempo que no excederá de sesenta (60) minutos, y vencido éste, procederá de inmediato a dictar en forma oral la decisión, reduciéndola a escrito dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes, dejando constancia de la fecha de dicha publicación. A los efectos del ejercicio de los recursos a que hubiere lugar, se dejará transcurrir íntegramente el lapso para la publicación. Adicionalmente, dicha norma confiere al Juez la posibilidad, en casos excepcionales, ante la complejidad del asunto debatido o la materialización de circunstancias de caso fortuito o fuerza mayor, de diferir por una sola vez la oportunidad para dictar la sentencia oral, por un lapso no mayor de cinco (5) días hábiles siguientes a la conclusión del debate oral, debiendo en todo caso, determinar por auto expreso, la fecha para la cual se ha diferido el acto para sentenciar, a los fines de la comparecencia obligatoria del apelante. En la sentencia N° 672 de 2005 la Sala estableció que “de no comparecer el apelante a la audiencia, se presume su conformidad con la decisión recurrida, declarándose desistida la apelación y firme el fallo de primera instancia, sanción que debe igualmente operar para el supuesto en que se haya diferido la oportunidad para dictar el dispositivo del fallo e incomparece el recurrente, pues el artículo 165 de la Ley Orgánica del Trabajo así lo propugna, atendiendo para ello E S E SR O H C E R DE OS D A RV naturalmente, al principio de continuidad de la audiencia, toda vez que ésta debe considerarse como un único acto aun cuando haya sido objeto de diferimiento por cualesquiera de las causas antes expresadas…”. De acuerdo a lo anterior y según lo previsto en el artículo 151 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, sólo le queda al Juez declarar la Confesión de la OS D A RV parte demandada y verificar la procedencia en derecho de los conceptos E S E SR O H EC de la confesión ficta cuando el demandado no Determinar laE viabilidad R D reclamados por la parte actora en su libelo. da contestación a la demanda, a la luz del nuevo criterio del Tribunal Superior Primero del Trabajo del Estado Zulia En fecha 13 de Junio de 2006 la referida Alzada dictó sentencia en el caso Landys Villalobos contra Administradora de Servicios SF, C.A., equiparando el mismo caso de rebeldía para la situación de incomparecencia del demandado a las prolongaciones de la Audiencia Preliminar, para la situación establecida en el último párrafo del artículo 135 de la LOPT. Dicho fallo declaró con lugar el recurso de apelación interpuesto por la parte demandada recurrente contra la sentencia dictada en fecha 28 de Marzo de 2006 dictada por el Juzgado Cuarto de Primera Instancia de Juicio del Circuito Judicial Laboral de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, y reponiendo la causa al estado que el Juzgado que por distribución le corresponda, fije la oportunidad en la cual deberá realizarse la Audiencia para la evacuación las pruebas promovidas por las partes en la presente causa, ello a fin de determinar si la parte demandada logró desvirtuar la presunción iuris tantum de la admisión de los hechos; en dicho fallo se estableció lo siguiente: (…) esta Alzada debe señalar que si bien la empresa ADMINISTRADORA DE SERVICIOS SF, COMPAÑÍA ANÓNIMA no dio contestación a la demanda incoada por el ciudadano LANDYS VILLALOBOS en su contra, y que si bien el artículo 135 ejusdem señala que si el demandado no diera contestación a la demanda se le tendrá por confeso, a esa confesión no puede otorgársele un carácter absoluto, por cuanto la parte demandada promovió en sus pruebas forma tempestiva, por lo que a esa confesión se le debe otorgar un carácter relativo, permitiéndole por consiguiente al demandado desvirtuar dicha confesión, (…) mediante prueba en contrario (presunción iuris tantum). La figura de la confesión requiere ciertos requisitos de procedencia para que se produzca la confesión de la parte demandada, en el entendido que la misma opera cuando el demandado no diera contestación a la demanda y cuando nada probare que le favorezca, siempre y cuando la petición del demandante no sea contraria a derecho. (…). En consecuencia esta superioridad debe señalar que a la presunta confesión de los hechos de la empresa ADMINISTRADORA DE SERVICIOS SF, COMPAÑÍA ANÓNIMA no puede otorgársele un carácter absoluto, porque si bien es cierto que la misma no dio contestación a la demanda en forma oportuna, tampoco se puede desvirtuar el hecho que la parte demandada promovió sus pruebas en forma tempestiva, en cuyo caso es necesario verificar si la parte demandada no probó nada que lo favoreciera antes de declarar la confesión. El dilema procesal se plantea en determinar el momento en que el Juez de Juicio debe valorar las pruebas promovidas por la parte demandada para determinar si la misma no logró probar nada que le favoreciera, por cuanto el Juez de Juicio no podría valorar unas pruebas sobre las cuales la parte contraria no ha ejercido el control probatorio. También resulta interesante preguntarse sobre la factibilidad de aplicar igualmente en casos como el de marras el mismo procedimiento de rebeldía para la situación de incomparecencia de la demandada a las prolongaciones de la audiencia preliminar. La Ley Orgánica Procesal del Trabajo no señala en forma precisa el momento en el cual el Juez de Juicio debe valorar las pruebas promovidas por ambas partes a fin de determinar si la parte demandada logró desvirtuar la presunción de la admisión de los hechos, es decir, no se establece el momento en el cual el Juez debe E S E SR O H C E R DE OS D A RV determinar si la parte demandada no probó nada que le favoreciera para declarar así la confesión de la demandada. Podemos tomar como ejemplo que el demandado efectivamente contesta la demanda, pero, lo realiza sin técnica procesal adecuada, en otras palabras, no determina con claridad cuáles hechos admite y niega o rechaza como ciertos (interpretación pacifica de la Sala Social, TSJ) implica un problema de carga y valoración probatoria, pero, no obstante, sigue su curso normal a pesar de las posibles nefastas consecuencias por la conducta procesal asumida llevándose a cabo la audiencia de juicio respectivo que permite la evacuación de las pruebas debiendo el juez tomar su decisión atendiendo a la confesión del demandante siempre que no sea contrario a derecho su petición y no haya probado algo que le favorezca. Considera conveniente esta Alzada (…) a fin de lograr que ambas partes ejerzan el control probatorio sobre las pruebas que se encuentran incorporadas al proceso, el Juez de Juicio debe fijar día y hora para llevar a cabo una Audiencia para la evacuaciones de las probanzas promovidas por ambas partes y efectuar las observaciones pertinentes con relación únicamente a las evacuaciones efectuadas (articulo 155 ejusdem) una vez concluida la audiencia si del debate probatorio se logra determinar que la parte demandada no logró demostrar nada que le favoreciera, declarar la confesión de la parte demandada y condenarla de acuerdo a lo reclamado por la parte actora. Cabe advertir que las partes tienen vedada la posibilidad de efectuar en el desarrollo de la audiencia defensas propias y pertinentes de la contestación de la demanda, es decir, sin alegatos como primera actividad señalada en el articulo 152 ejusdem sino que se pasará de inmediato a la evacuación de pruebas en la forma y oportunidad en que determine el juez correspondiente.” OS D A RV E S E SR O H C E R DE Según lo establecido anteriormente, si bien es cierto, que el demandado no cumplió con la carga procesal de contestar la demanda; no es menos cierto, que el accionado promovió pruebas en la oportunidad legal correspondiente para ello, por lo que, a criterio del Tribunal Superior Primero, no puede otorgársele a esa confesión un carácter absoluto, sino un carácter relativo, el cual permite al demandado desvirtuar dicha confesión que recae sobre los hechos narrados en la demanda, tal y como se aplica en el caso de rebeldía para la situación d incomparecencia del demandado a las prolongaciones de la Audiencia Preliminar. Para que la confesión proceda, esta necesita de ciertos requisitos, como lo son, que el demandado no dé contestación a la demanda, y que no pruebe nada que le favorezca, siempre y cuando la petición del actor no sea contraria a derecho. En el caso en comento, la parte accionada promovió pruebas de forma oportuna, esto es, al inicio de la Audiencia Preliminar, por lo tanto, debe OS D A V el Juez de Juicio Rmanera, pruebas para que ejerza el control de éstas, y de esta E S E R S O pueda valorarlas y determinar si H la accionada probó algo que la favoreciera, para C E DERde la demandada. así declarar la confesión otorgársele a la Empresa demandada la oportunidad de que se evacuen las En consecuencia, el Juez de Juicio debe fijar el día y hora para llevar a cabo la Audiencia de Juicio, para que ambas partes ejerzan el control y contradicción de las pruebas promovidas por ambas que se encuentran en el expediente y efectuar las observaciones a que hubiere lugar, sólo en cuanto a las evacuaciones efectuadas, y así poder determinar de esta manera, si el demandado logró probar algo que le favoreciera, declarar la confesión de la parte accionada y condenarlo de acuerdo a lo reclamado por la parte demandante. Analizar el derecho a la defensa frente a la confesión ficta y la admisión de los hechos en la etapa de juicio. En cuanto a estos dos elementos la Ley es muy severa en cuanto a la conducta contumaz del accionado, ya que simplemente el artículo 151 de la LOPT señala que, si el demandado no compareciere a la Audiencia de Juicio, se le tendrá por confeso con relación a los hechos planteados por la parte actora, en cuanto sea procedente en derecho la petición del demandante, sentenciando en forma oral con base a dicha confesión; sentencia que será reducida en forma escrita, en la misma Audiencia de Juicio. Es decir, la sanción que le impone el legislador al demandado por la no asistencia a la Audiencia de Juicio, es la de no poder ejercer el derecho a la defensa; sin embargo, el Juez debía revisar que la petición del accionante fuera procedente en derecho. OS D A RV E S E SR No. 37.504, Extraordinario del H 13O de Agosto de 2002, los abogados Víctor C E R DE Olavaria solicitaron la nulidad por razones de Sánchez y Renato Recién publicada la Ley Orgánica Procesal del Trabajo en Gaceta Oficial inconstitucionalidad de los artículos 131, 135 y 151 de la referida Ley, por considerar éstos que dichos artículos violaban el derecho a la defensa y al debido proceso. En este sentido, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, dictó sentencia sobre este particular en fecha 18 de Abril de 2006, con ponencia del Magistrado, Dr. Pedro Rafael Rondón Haaz, la cual señaló lo siguiente: El Título VII, Capítulo II, de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo reguló la audiencia preliminar como primera fase del proceso laboral, la cual, de conformidad con el artículo 129 de esa Ley, será en forma oral, privada, bajo la presidencia del Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución, con la presencia obligatoria de las partes y cuyo objetivo, tal como expresa la Exposición de Motivos de esa Ley, es el estímulo de los medios alternos de resolución de conflictos “con el fin de evitar el litigio o limitar su objeto”. Como garantía del cumplimiento de esa finalidad, también expresó el Legislador en su Exposición de Motivos que “de nada serviría que la Ley consagrara el carácter obligatorio, si al mismo tiempo no se plasman los mecanismos procesales, para persuadir a las partes a que acudan a la audiencia preliminar a resolver sus diferencias, por ello se ha considerado necesario que si el demandante no compareciere, se considerará desistido el procedimiento y si no compareciere el demandado, se presumirá la admisión de los hechos alegados y el Tribunal declarará terminado el procedimiento, en el primer caso o resolverá el mérito del asunto ateniéndose a la confesión, en el segundo caso, (…). Se piensa que este mecanismo garantiza que las partes no van a faltar a este importante acto del procedimiento. En concordancia con lo anterior, y del contexto de la Sentencia la Ley reguló, en el artículo 131 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la figura jurídica de la confesión ficta o rebeldía del demandado ante la falta de comparecencia de OS D A Vtambién fue objeto de figura distinta a la que reguló el artículo 135 eiusdem –yR que E S E R esta pretensión de nulidad- en laOque se preceptuó la confesión ficta del S H C E demandado ante la ausencia DER de oportuna contestación a la demanda. éste a estar a derecho en el proceso laboral, esto es, a constituirse como parte, Se trata, así, de dos oportunidades procesales distintas –la personación y la contestación de la demanda- que en el proceso laboral se verifican en momentos diferentes, a diferencia del proceso civil ordinario en el que ambas oportunidades coinciden en la contestación de la demanda y de allí que, a diferencia de otros ordenamientos jurídicos, el Código de Procedimiento Civil sólo reguló la confesión ficta respecto de la falta de contestación de la demanda (vid. Rengel Romberg, Arístides, Tratado de Derecho Procesal Civil, tercera edición, Editorial Arte, Caracas, 1992, pp. 131 y ss.). La consecuencia jurídica que la Ley Orgánica Procesal del Trabajo otorgó a esa incomparecencia del demandado a la audiencia preliminar es la “presunción de admisión de los hechos alegados por el demandante” y la inmediata decisión de la causa conforme a esa confesión. Tal consecuencia jurídica es, precisamente, lo que se denunció como inconstitucional en este proceso, para lo cual se alegó que la Ley otorgó a dicha presunción de confesión el carácter de presunción indesvirtuable (iure et de iure) y, si bien puede apelarse contra la sentencia que, de inmediato, se dicte cuando ocurra la confesión, el demandado solo podría alegar y probar a favor de la justificación de su inasistencia, no así en contra de los argumentos que hubieran fundamentado la demanda, lo que resulta, en su opinión, contrario al derecho a la defensa y debido proceso’ No sucede así con el artículo 131 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, el cual señala que ante la incomparecencia a la audiencia preliminar se presume la “admisión de los hechos alegados por el demandante” y, en consecuencia, “el tribunal sentenciará en forma oral conforme a dicha confesión”. Esa dicotomía de terminología –a juicio de esta Sala- no puede ser sino un error de lenguaje en la norma, porque son distintos los conceptos jurídicos de presunción de admisión de los hechos y de confesión. Tal incomparecencia, que no permite prueba en contrario que enerve sus efectos, no puede ser una confesión. A lo más cercano que se parece es a una admisión tácita, figura poco común, pero que, como toda admisión, da por ciertos los hechos de la pretensión y se hace irreversible el reconocimiento de los mismos, y quedará a criterio del juez la correcta calificación jurídica de la misma. OS D A RV E S E SR O H C E R DE En relación con la constitucionalidad del artículo 131 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, ya la Sala Constitucional, mediante sentencia no. 771 de 6 de mayo de 2005, acogió el criterio de la Sala de Casación Social (específicamente recogido en sentencia de esa Sala no. 1300, del 15 de octubre de 2004), mediante el cual se reconoce la conformidad a derecho de esa figura de la confesión ficta que estableció dicho artículo, su alcance y su justificación, no contraria al derecho a la defensa y debido proceso, como medio de eficacia del proceso laboral. Así, en dicha sentencia, la Sala de Casación Social estableció: 2°) Si la incomparecencia del demandado surge en una de las prolongaciones de la audiencia preliminar, la admisión de los hechos por efecto de dicha incomparecencia revestirá carácter relativo, por lo tanto desvirtuable por prueba en contrario (presunción juris tantum), caso en el cual, el sentenciador de sustanciación, mediación y ejecución deberá incorporar al expediente las pruebas promovidas por las partes a los fines de su admisión y evacuación ante el juez de juicio (artículo 74 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo), quien es el que verificará, una vez concluido el lapso probatorio, el cumplimiento de los requisitos para que la confesión ficta sea declarada y tenga eficacia legal, es decir, verificará si la petición del demandante no es contraria a derecho y que el demandado no haya probado nada que le favorezca. En este caso, de haberse cumplido los requisitos precedentemente expuestos, la confesión ficta será declarada y el juez decidirá la causa conforme a dicha confesión. En este caso, si la sentencia de juicio es apelada, el tribunal superior que resulte competente decidirá en capítulo previo (si así fuese alegado por el demandado en la audiencia de apelación) las circunstancias que le impidieron comparecer a la prolongación de la audiencia preliminar, es decir, el caso fortuito o fuerza mayor que originó la incomparecencia del demandado y si esto resultare improcedente, proseguirá el juez entonces a decidir la causa teniendo en consideración los requisitos impretermitibles para que pueda declararse la confesión ficta (que no sea contraria a derecho la petición del demandante o ilegal la acción propuesta y que el demandado nada haya probado). Evidentemente, en ambos casos si el juez superior competente considera que el demandado logró demostrar que la causa de la incomparecencia a la audiencia preliminar (sea a la primera o las prolongaciones) se debió a un caso fortuito o a una fuerza mayor, deberá reponer la causa al estado que se celebre la audiencia preliminar de conciliación y mediación. Así se establece.” OS D A RV E S E SR O H C E R DE De conformidad con el criterio que se transcribió, considera esta Sala que la presunción de confesión del demandado, en los términos en que lo reguló el artículo 131 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, no implica violación al derecho a la defensa y al debido proceso. Así, se trata, según se dijo, de la consecuencia jurídica que la Ley establece frente a la carga procesal de comparecencia del demandado a la audiencia preliminar en el proceso laboral, consecuencia jurídica que resulta ciertamente severa, pero que no lesiona en su esencia el derecho a la defensa, pues la limitación que se impone a la posibilidad de alegar y probar depende directamente de la conducta procesal del demandado. En efecto, lo que la norma castiga es la incomparecencia voluntaria y sin justa causa de la parte demandada, situación contra la cual sí podrá alegar y probar el contumaz en segunda instancia, a través del recurso de apelación que se oye, de conformidad con la norma que se transcribió, en ambos efectos. En tales casos, la parte confesa podrá justificar su incomparecencia en la existencia de un caso fortuito o fuerza mayor, circunstancias que conllevarían a la revocatoria del fallo y reposición de la causa al estado de celebración de nueva audiencia preliminar en la que, si comparece, ahora sí, oportunamente, tendrá plena posibilidad de defensa respecto del fondo del asunto. OS D A RV Por otra parte, considero la Sala Constitucional que a dicho criterio de la E S E Ry reitera en esta oportunidad, debe Sala de Casación Social, el cual haceS suyo O H C con el principio pro actione, el cual no colide –ni E R agregársele que, de conformidad DE puede colidir- con el principio pro operario (artículo 9 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo), los jueces laborales han de procurar, en cada caso concreto, una interpretación laxa del concepto de caso fortuito y fuerza mayor, que abarque cualquier impedimento razonable que le dificultara o impidiera al demandado su oportuna comparecencia a la audiencia preliminar, para lo que tomará muy en consideración que ésta se efectúa en una oportunidad procesal concreta y no cuenta con un lapso de comparecencia. La misma Sala de Casación Social se pronunció a favor de esta interpretación in extenso de las causas extrañas no imputables al demandado que lo eximirían de las consecuencias jurídicas negativas frente a su incomparecencia a alguno de los actos procesales a que hace referencia la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. Así, en sentencia no. 1563 de 8 de diciembre de 2004, dicha Sala expuso: Así pues, conteste con lo previsto en la (…), la Ley Adjetiva Laboral faculta al Juez Superior del Trabajo, para comprobar en aquellos fallos constitutivos de confesión con respecto de los hechos planteados por el demandante, que la incomparecencia de la parte demandada a la audiencia de juicio, bien en su apertura o en sus posteriores prolongaciones, responda a una causa extraña no imputable. Tales causas extrañas no imputables que configuran el incumplimiento involuntario del deudor, según la norma ut supra mencionada, se corresponden con el caso fortuito y la fuerza mayor, sin embargo ante tal categorización rigurosa, la Sala ha considerado en reiteradas oportunidades flexibilizar el patrón de la causa extraña no imputable, no solo a los supuestos de caso fortuito y fuerza mayor, sino a aquellas eventualidades del quehacer humano que impongan cargas complejas o irregulares que obliguen a las partes a no cumplir con sus obligaciones, siendo que esta extensión de las causas liberativas de la obligación de comparecencia a las audiencia sobrevienen como una excepción de aplicación restrictiva, a criterio de quien juzga. De allí que la valoración y categorización de una causa extraña eximente de responsabilidad, bien se trate del caso fortuito o fuerza mayor o cualesquiera otro acontecimiento del quehacer humano que releve a las partes de la obligación de comparecencia a los actos estelares del proceso, resulta de la soberana apreciación que de dichos hechos ejecuten los Jueces de Instancia”. OS D A RV E S E SR O H C E R DE En cuanto al artículo 135 in fine de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, ya la Sala determino lo siguiente: Del análisis de la norma (…), se refleja una regulación de la confesión ficta parcialmente diferente a la que regula el Código de Procedimiento Civil ante a la falta de comparecencia a la contestación de la demanda en el proceso ordinario. (…) cuando en el ámbito civil se verifica la confesión del demandado, la confesión se presume “si nada probare que lo favorezca”, caso en el cual después del transcurso “del lapso de promoción de pruebas sin que el demandado hubiese promovido alguna, el Tribunal procederá a sentenciar la causa, sin más dilación, dentro de los ocho días siguientes al vencimiento de aquel lapso, ateniéndose a la confesión del demandado” (artículo 362 del Código de Procedimiento Civil). A diferencia de ese régimen, en el ámbito laboral la presunción de confesión en la contestación de la demanda conlleva siempre a la inmediata decisión del fondo de la causa por parte del Tribunal con competencia para ello, sin que se permita al contumaz probar a su favor en el lapso probatorio, de modo que se juzgará, para lo que tendrá en cuenta la confesión ficta “en cuanto no sea contraria a derecho la petición del demandado”. (…) Lo que la presunción iure et de iure de confesión implica es que la parte contumaz no podrá ya probar nada que le favorezca ni que desvirtúe esa condición, y de allí que se pase directamente a la decisión de fondo, mas no implica que los recaudos que hasta el momento consten en autos no puedan valorarse. (…). Así, que el legislador haya optado, en materia laboral, por el establecimiento de una regulación distinta y si se quiere más estricta que la ordinaria civil, no resulta contrario al derecho a la defensa, si se tiene en cuenta que la justificación de esta regulación es la necesidad de que se dé mayor celeridad al proceso laboral e informarlo del principio de oralidad. Además, recuérdese que es principio general del régimen probatorio que la prueba versa sobre hechos controvertidos y, si no los hay como consecuencia de la situación de contumacia, pierde relevancia la realización de la etapa probatoria, por lo que puede decidirse la causa de inmediato. OS D A RV E S E SR O H C E R DE En relación a la tercera sanción procesal que preceptúa la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, frente a la negligencia del demandado, nuevamente de confesión ficta, ante la falta de comparecencia de éste a la audiencia de juicio, la Sala expuso: (…) Ahora bien, no considera la Sala que exista violación al derecho a la defensa y al debido proceso, (…), en primer lugar, no es cierto que si opera la confesión ficta del demandado en la audiencia de juicio haya que dar la razón al demandante porque habrá de decidirse la causa con base en dicha confesión. En efecto, teniendo en cuenta la confesión ficta del demandado quiere decir que no se ignore que a esa audiencia de juicio, la cual es ciertamente el “elemento central del proceso laboral” –tal como expresa la Exposición de Motivos de la Ley- y en la que se recogen oralmente los argumentos de las partes y se evacuan las pruebas a que haya lugar, no compareció la parte demandada, quien, por tanto, no evacuó prueba alguna ni se opuso a las que hubiera evacuado la contraparte. Esa ausencia de pruebas equivale, en la mayoría de los casos, a la admisión tácita de los hechos, pues recuérdese que, de conformidad con los artículos 72 y 135 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la ausencia de rechazo expreso y motivado de los argumentos de la demanda, así como la ausencia de pruebas de los hechos que se contradicen, equivalen a la admisión de los mismos. Por tanto, la decisión de la causa teniendo en cuenta la contumacia del demandado que no compareció a la audiencia de juicio implica, en definitiva, que el juez falle, sin más, conforme a lo que se alegó y probó en el proceso hasta ese momento y en consideración a las consecuencias jurídicas de la falta de pruebas en perjuicio de quien soporta la carga probatoria. A ello ha de agregarse que la propia norma (artículo 151 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo) dispone que el Tribunal de Juicio decidirá de inmediato teniendo en cuenta la confesión ficta “en cuanto sea procedente en derecho la petición del demandante”, esto es, siempre que a la pretensión objeto de la demanda la Ley efectivamente otorgue las consecuencias jurídicas que la parte actora solicita sean declaradas por el Juez y siempre que, además, los hechos alegados se hayan comprobado como verdaderos, bien mediante las pruebas que hubieran sido aportadas por la demandante, bien como consecuencia de la ausencia de pruebas de la demandada, según a quien corresponda la carga probatoria. De manera que la decisión según la procedencia en derecho de la petición de la actora impide que, ante la contumacia del demandado haya que estimar, de pleno derecho, la demanda; antes por el contrario, si dicha pretensión no es conforme a derecho, no podrá estimarse con independencia de que haya operado o no la confesión ficta. En consecuencia, mal puede interpretarse la norma en el sentido de que sentenciar teniendo en consideración la confesión ficta del demandado en la audiencia de juicio equivale a que se juzgue a favor de la parte demandante, quien en modo alguno queda relevada de su carga de adecuada alegación y prueba. En segundo lugar, tampoco es cierto que la presunción de confesión del demandado en la audiencia de juicio impida al juez que aprecie, cuando sentencie el fondo, los elementos probatorios que hasta el momento consten en autos. En efecto, lo que la norma preceptúa es que si opera la confesión ficta en la audiencia de juicio la causa se decidirá de inmediato, teniendo en cuenta que se trata de la última fase del proceso y que, además, se informa de los principios de oralidad e inmediación. No obstante, esa decisión inmediata no implica que, en su sentencia, el juez no pueda tomar en cuenta los elementos de juicio que consten en autos, que hayan sido plasmados en cada una de las etapas procesales anteriores por ambas partes; antes por el contrario, el juez deberá, sin perjuicio de la rapidez con que se debe emitir la decisión, tener en cuenta todos los argumentos y pruebas que hasta el momento consten en autos. Evidentemente, el carácter oral de esa oportunidad procesal y la necesidad de que la sentencia definitiva se pronuncie de inmediato E S E SR O H C E R DE OS D A RV en la misma audiencia, exigirá del juez de la causa el estudio exhaustivo del expediente antes del inicio de la audiencia de juicio, precisamente para que, cuando ésta se sustancie, si comparecen ambas partes, o bien cuando opere la confesión ficta por ausencia de la demandada, pueda fallar de inmediato, bajo la consideración de los elementos de juicio del expediente y las resultas de la audiencia. En todo caso, y de conformidad con el propio artículo 151 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, el demandado que no comparezca a la audiencia de juicio tendrá siempre la posibilidad de alegar y probar la verificación de alguna causa justificativa de su incomparecencia, como el caso fortuito o fuerza mayor, de interpretación in extenso y a criterio del Tribunal, tal como ya antes se expuso. OS D A RV E S E Según lo explanado anteriormente, S Rlos solicitantes demandan la nulidad O H C de los artículos 131, 135 y 151 de la LOPT; E R por razones de inconstitucionalidad DE porque los mismos violan los artículos 2 y 49, ordinal 1 de la Carta Magna. Estos aducen en el caso del artículo 131 que la figura de la confesión ficta posee la característica de iure et de iure, es decir, que no admitirá prueba en contrario y, en consecuencia, lo único que podría atacar el demandado en este caso sería la causa de su inasistencia al actor fijado a la audiencia Preliminar. En el caso de los artículos 135 y 151 alegan, que aún cuando en el supuesto de que hubieran acudido a la Audiencia Preliminar, presentado las pruebas, contestado la demanda, quede confeso en el Audiencia de Juicio, caso en el cual según su decir, el Juez aunque teniendo los elementos de juicio suficientes que le permitan concluir que las peticiones del demandante pudieran estar desvirtuadas, deberá darle la razón a dicho demandante pues la norma le ordena sentenciar, con base a dicha confesión, sin poder analizar el resto de los elementos probatorios que constan en el expediente. Asimismo señalaron en su demanda, que los artículos 135 y 151 violaron el derecho a la defensa y al debido proceso, porque impide al Juez la valoración de las pruebas aportadas por el demandado, pues la decisión por mandato legal expreso, debe ser dictada con base en la presunción de confesión que se origina en el incumplimiento de las cargas procesales por parte del demandado. En resumen, lo principal de dicha denuncia radica en la consecuencia jurídica que dan a la falta de comparecencia del accionado a varios actos OS D A RV procesales; como lo son, la Audiencia Preliminar, la contestación de la demanda y E S E SR O H C oportuna comparecencia del demandado se entiende como una presunción que no E R E D la Audiencia de Juicio en materia laboral, oportunidades en las cuales la falta de admite prueba en contrario. La Sala indicó con respecto al artículo 131 que, lo preceptuado en dicha norma no es más que una consecuencia jurídica severa que se aplica al demandado frente a la carga procesal que tiene de comparecer a la Audiencia Preliminar en el proceso laboral, pero en ningún caso implica violación al derecho a la defensa y al debido proceso, pues la limitación que se le establece a la posibilidad de alegar y probar depende directamente de la conducta procesal del demandado, es decir, que lo que la norma castiga es la incomparecencia voluntaria y sin justa causa de la parte demandada, lo cual puede alegar y probar el accionado en segunda instancia. Esta severidad ha sido suavizada por la Sala de Casación Social a la luz de los principios constitucionales, y es por ello que actualmente la confesión ficta sólo opera por la incomparecencia al llamado inicial a la Audiencia preliminar, no así a las prolongaciones de ésta. Por lo tanto, si el demandado incomparece a una de las prolongaciones, la presunción de confesión será desvirtuable por prueba en contrario, por lo que el Juez deberá incorporar al expediente las pruebas que hubieran sido promovidas por ambas partes, para su debida admisión y evacuación ante el Juez de Juicio, el cual verificará, una vez concluido el lapso probatorio, si es procedente en derecho la petición del demandante y si el OS D A RV alegato de inconstitucionalidad del artículo 131 de laE LOPT. S E R S O H C E En cuanto al E R 135 de la referida ley, este dispone la confesión ficta D artículo demandado probó o no algo en su favor, y en consecuencia fue desestimado el del accionado ante la no contestación de la demanda o su falta extemporánea de contestación, en cuyo caso se remite el expediente al Juzgado de Juicio para que este tome la decisión de inmediato, tomando en cuenta la confesión, si la pretensión del actor no es contraria a derecho. La Sala consideró que esta norma no es violatoria del derecho a la defensa, ya que sólo el legislador quiso establecer una regulación distinta y más estricta que la ordinaria civil, y no resulta contrario al derecho a la defensa, ya que lo que se busca es que se dé más celeridad al proceso laboral e informarlo del principio de oralidad, aunado al hecho de que el principio general del régimen probatorio es que la prueba verse sobre hechos controvertidos, y al no haberlos como consecuencia de la no contestación de la demanda, pierde relevancia la realización de la etapa probatoria, por lo que puede decidirse la causa de inmediato, en consecuencia, la Sala consideró que no existe la inconstitucionalidad que se planteó contra la parte final del artículo 135 de la LOPT. En lo referente al artículo 151 la Sala desestimó la inconstitucionalidad de este artículo, ya que consideró que al igual que en los casos de los artículos antes referidos, no existe violación al derecho a la defensa y al debido proceso, debido a que si opera la confesión ficta del accionado en la Audiencia de Juicio, esto no significa que se le dé la razón al demandante en base a dicha confesión, pues el Juez debe verificar si la petición del actor no es contraria a derecho, sin embargo, OS D A RV la ausencia de pruebas equivale, en la mayoría de los casos a la admisión tácita E S E SR O H argumentos de la demanda, así Ccomo la ausencia de pruebas de los hechos que E R DE de los hechos, debido a que la ausencia de rechazo expreso y motivado de los se contradicen, equivalen a la admisión de los mismos. La Sentencia de fecha 17 de Febrero de 2004, dictada por la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, caso Arnaldo Salazar contra Publicidad Vepaco, C.A., estableció el siguiente criterio: Así las cosas, el demandado rebelde podrá impugnar el fallo dictado por orden de la confesión de admisión, soportando el objeto de dicha impugnación en la ilegalidad de la acción o en la afirmación de que la pretensión es contraria a derecho. Lógicamente, en ambos supuestos, el demandado tendrá la carga de demostrar la ilegalidad de la acción o contrariedad con el ordenamiento jurídico de la pretensión, no obstante que la obligación del Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución en verificar tales extremos emerge de pleno derecho. Ahora, tal potestad del contumaz no representa la posibilidad de desvirtuar la confesión de admisión por prueba en contrario, sino en la de enervar una acción no amparada por el estamento legal patrio, o de enervar la pretensión del actor por cuanto pese a que la acción está tutelada jurídicamente, los hechos acreditados y admitidos por consecuencia de ley no guardan relación o entidad alguna con el supuesto de hecho abstracto de la norma jurídica peticionada. De tal manera, que si ante la incomparecencia del demandado a la apertura de la audiencia preliminar, la ley tiene por admitidos los hechos alegados por el actor en su demanda y, por tanto, debe decidirse conforme con dicha presunción; el demandado tendrá la posibilidad de extinguir tales efectos procesales, si por ejemplo, certifica el pago de lo condenado; es decir, desvela la pretensión como contraria a derecho…” S O D A Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia RV del Magistrado, Dr. E S E R Pedro Rafael Rondón Hazz: En conclusión quien suscribe considera que los S O H C E R artículos 131, 135 y 151 de la DE Ley Orgánica Procesal del Trabajo no son violatorios La Sentencia de fecha 18 de Abril de 2006, dictada por la Sala del derecho a la defensa y al debido proceso, ya que el legislador quiso en cada uno de ellos colocar una sanción al demandado por su incomparecencia, para de este modo obligarlo a asistir a las Audiencias y que contestara la demanda y de esta manera cumpliera con las cargas procesales impuestas. Sin embargo, esta rigidez con la cual fueron redactados estos artículos, ha sido flexibilizada a través del tiempo, cuando en la práctica se ha visto que la severidad con la cual se trata al demandado, ya que en ocasiones se encuentran agregadas al expediente pruebas que demuestran en todo o en parte el pago liberatorio del accionado. Así pues, cuando el demandado no comparezca a la apertura de la Audiencia Preliminar, la confesión reviste un carácter absoluto, pero cuando incomparezca a una de las prolongaciones o no conteste la demanda, la confesión reviste carácter relativo, por lo que el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución deberá remitir el expediente al Juez de Juicio quien recibirá, admitirá y fijara la Audiencia de Juicio, para evacuar las pruebas y que las partes pueden ejercer el control y contradicción de la prueba, y de esta manera el Juez determinará si operó la confesión de carácter absoluto (el demandado no probó algo que le favorezca) o quedó firme la confesión de carácter relativo (el demando probó un pago parcial o total a la parte actora). OS D A RV En el caso del artículo 151, cuando el demandado incomparece a la E S E SR O H ECforma puedan ser valoradas por el Juez de Juicio y las pruebas, para queE de esta R D Audiencia de Juicio, se abre dicha Audiencia sólo a los fines de la evacuación de verificar si en el expediente se encuentra alguna prueba que demuestre en todo o en parte el pago liberatorio de las acreencias laborales reclamadas por la parte demandante. Incomparecencia de un órgano o ente perteneciente a la Administración Pública Es importante acotar, el caso de la incomparecencia de cualquier ente perteneciente a la Administración Pública, (organismos, instituciones o empresas del Estado) a la Audiencia Preliminar, cuando no contesta la demanda, cuando no asiste a la Audiencia de Juicio o a la lectura del dispositivo del fallo. En tal sentido, se entienden contradichos los hechos alegados por la actora y, por consiguiente, le corresponde a ésta la carga de la prueba. Al incomparecer empresas, organismos e instituciones del Estado ni por sí, ni por medio de apoderado judicial alguno, a la Audiencia Preliminar, al no dar contestación al fondo de la demanda, al no comparecer a la Audiencia de Juicio o al no comparecer a la lectura del dispositivo del fallo, se tiene que tomar en consideración lo establecido en el artículo 6 de la Ley Orgánica de la Hacienda Pública Nacional, al igual que lo dispuesto en el artículo 12 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, el cual indica que en aquellos procesos en los cuales se OS D A RdeVobservar los privilegios República, los funcionarios judiciales están en el deber E S E R S y prerrogativas consagrados en H lasO leyes especiales; se entienden contradichos C E DEporRla actora y, por consiguiente, le corresponde a ésta la los hechos alegados encuentren involucrados los derechos, bienes o intereses patrimoniales de la carga de la prueba, por lo que, el Juez procede a celebrar la Audiencia de Juicio para evacuar las pruebas que se encuentren agregadas al expediente, de acuerdo al criterio sentado por la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia de fecha 15 de Octubre de 2004, Caso: Coca-Cola Femsa de Venezuela, para luego dictar sentencia de mérito. Tal y como fue referido anteriormente, el Juez debe tomar en cuenta lo preceptuado en el artículo 12 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, el cual señala que los funcionarios judiciales deben observar los privilegios y prerrogativas consagrados en las leyes especiales, en aquellos procesos en los cuales se encuentren involucrados los derechos, bienes o intereses patrimoniales de la República, así como también lo establecido en el artículo 6 de la Ley Orgánica de Hacienda Pública Nacional, según el cual se entiende contradichos todos y cada uno los hechos alegados por la parte actora en su escrito libelar, por lo tanto, le corresponde al demandante la carga de la prueba. En este sentido, cabe resaltar que, la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, sentó este criterio en sentencia de fecha 25 de Marzo de 2004, caso Sindicato Nacional de Trabajadores Caballericeros, Aprendices, Capataces, Serenos de Cuadra, Similares y Conexos de Venezuela contra el Instituto Nacional de Hipódromos (INH), con ponencia del Magistrado, Dr. OS D A RV Omar Mora Díaz, señalando lo siguiente: E S E SR O H C E R DE De otra parte, y en ejercicio de la representación de la República en juicio, “Cuando el Procurador o Procuradora General de la República, o los abogados (...) no asistan a los actos de contestación de demandas intentadas contra ésta, o de las cuestiones previas que les hayan sido opuestas, las mismas se entiende como contradichas (...) sin perjuicio de la responsabilidad personal del funcionario por los daños causados a los derechos, bienes e intereses patrimoniales de la República.” (Artículo 66 del Decreto con Fuerza de Ley de la Procuraduría General de la República) (Subrayado de la Sala). Ahora bien, no obstante lo anterior, estima esta Sala que los derechos, intereses y bienes de la República no pueden concebirse afectados por la negligencia del profesional del derecho que en un momento dado ejerza su representación, en consecuencia, y en el perímetro del asunto in comento, uno de los privilegios de la República que debe honrarse es precisamente el alegado por la parte recurrente en la denuncia, a saber, el contenido en el artículo 6 de la Ley Orgánica de la Hacienda Pública Nacional, ello, por remisión expresa del artículo 4 del Decreto-Ley de formación del Instituto Nacional de Hipódromos. El comentado artículo 6 de la Ley Orgánica de la Hacienda Pública Nacional estipula: Cuando los apoderados o mandatarios de la Nación no asistan al acto de la contestación de demandas intentadas contra ella, o de excepciones que hayan sido opuestas, se tendrán unas y otras como contradichas en todas sus partes, sin perjuicio de la responsabilidad que la omisión apareja al representante del Fisco. Con una similar orientación, el citado artículo 66 del Decreto con Fuerza de Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República, indica: Cuando el Procurador o Procuradora General de la República, o los abogados que ejerzan la representación de la República, no asistan a los actos de contestación de demandas intentadas contra ésta, o de las cuestiones previas que les hayan sido opuestas, las mismas se entiende como contradichas en todas sus partes (...)” De cualquier manera, el artículo 12 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, preceptúa: En aquellos procesos en los cuales se encuentren involucrados los derechos, bienes o intereses patrimoniales de la República, los funcionarios judiciales deben observar los privilegios y prerrogativas consagrados en las leyes especiales. En ese orden de ideas, el artículo precedente conmina a los funcionarios judiciales (extensible a los Jueces) en acatar sin restricción alguna, a menos que esté tutelada legalmente, los privilegios y prerrogativas de la República siempre que ésta tenga algún interés patrimonial discutido en juicio que pudiera resultar afectado. De tal forma que, en el caso en análisis, pese a la incomparecencia de la parte demandada, el Juzgador de la recurrida ha debido observar los privilegios o prerrogativas de la República y no aplicar mecánicamente el efecto jurídico propio de la no asistencia del demandado a la audiencia preliminar, como lo es la presunción de admisión de los hechos. OS D A RV E S E SR O H C E R DE De manera que con base a lo anterior, cuando incomparece a la Audiencia de Juicio un ente de Administración Pública, de acuerdo al régimen de distribución de la carga de la prueba, tal y como se ha expresado de forma reiterada, se invierte la carga probatoria de ésta hacia la accionante, por lo tanto, le corresponde a éste probar que laboró para la demandada, para en consecuencia establecer si es procedente su reclamación. Conclusiones En cuanto a la admisión de los hechos y confesión ficta, quien suscribe considera que los diferentes casos que establece la Ley Orgánica Procesal del Trabajo al respecto, han tenido sus variaciones y ambos han sido atenuados a través de decisiones dictadas por nuestro Máximo Tribunal, ya que se ha tratado de flexibilizar la rigidez con la cual se diseñó dicha Ley OS D A RV E S E StrataRespecialmente de la admisión de los O A pesar que el presente H trabajo C E R E en la etapa de juicio, para entender más acerca de este Dficta hechos y confesión tema, es necesario detallar no sólo la confesión establecida en el artículo 151 de la LOPT, sino también lo que disponen los artículos 131 y 135 ejusdem, para lograr una mejor compresión sobre este punto. El régimen de la confesión ficta es muy estricto en el nuevo proceso laboral, ya que no sólo se trata de la imposibilidad de desvirtuar la presunción, sino que contiene una variedad de oportunidades procesales en la que puede presentarse, siempre con la misma consecuencia que ya se ha señalado, como lo es que el demandado al no contestar la demanda o al no asistir a la Audiencia Preliminar o a la Audiencia de Juicio, se le tendrá por confeso con relación a los hechos planteados por la parte actora, siempre y cuando la petición de éste no sea contraria a derecho. Sin embargo, a pesar de los cambios que se han realizado en esta materia, el artículo 131 de la LOPT, se ha mantenido intacto, es decir, no ha sufrido interpretaciones a través de fallos dictados por nuestro Máximo Tribunal. Esta norma se sigue aplicando tal y como se encuentra estipulada, esto es, que si el demandado no comparece a la Audiencia Preliminar (confesión ficta), se presume la admisión de los hechos alegados por el actor y el Tribunal sentencia conforme a dicha confesión, en cuanto no sea contraria a derecho la petición del demandante; OS D A V desvirtuable por prueba en contrario (presunción iureE et R iure). S E R S O H C E Los artículosE135 D R y 151 ya no se aplican tal y como se encuentran dicha admisión de los hechos, reviste carácter absoluto y por lo tanto no establecidos en la Ley, ya que la Sala de Casación Social ha flexibilizado dichas normas, las cuales han sufrido variaciones, pero en cuanto a su aplicación, como lo es el caso del último párrafo del artículo 135 de la LOPT. Anteriormente cuando el demandado no daba contestación a la demanda, el expediente era remitido al Juez de Juicio, para que sentenciara la causa en base a la confesión dentro de los tres (3) días siguientes al recibo del expediente. Actualmente, esto ha cambiado y la confesión de carácter absoluto que caracterizaba dicho artículo, ahora es de carácter relativo, pues se le ha otorgado este carácter equiparándolo a los casos de rebeldía para la situación de incomparecencia del demandado a las prolongaciones a la Audiencia Preliminar, esto con la finalidad de evacuarse las pruebas que se encuentren agregadas la expediente, y así las partes puedan ejercer el control y contradicción de las pruebas; y el demandado pruebe algo que le favorezca. De esta manera, el Juez de Juicio sentenciará en base a lo probado en autos, y así determinar si existe confesión una confesión absoluta o relativa. La confesión que contiene el artículo 151 de la referida Ley, también posee un carácter absoluto (iure et iure); sin embargo, esto ha sido flexibilizado, y actualmente se aplica por analogía el criterio establecido por la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia de fecha 15 de Octubre de 2004, de carácter vinculante para todos los Juzgados Laborales, en la cual se OS D A V R un carácter relativo, dispuso que cuando el demandado no comparezca a una de las prolongaciones en E S E Sen R O consecuencia, desvirtuable por prueba contrario (presunción iuris tantum), es H C E ER decir, ya no se vaD a aplicar lo previsto en el artículo 151 (confesión de carácter de la Audiencia Preliminar, la confesión tendrá absoluto), sino que el Juez de Juicio, auque no comparezca el demandado, inicia la Audiencia, sólo para evacuar las pruebas, quien es el que verificará, una vez concluido el lapso probatorio, el cumplimiento de los requisitos para que la confesión ficta sea declarada y tenga eficacia legal, es decir, verificará si la petición del demandante no es contraria a derecho y que el demandado no haya probado nada que le favorezca. Ha sido acertada la flexibilización se ha otorgado, en cuanto a la severidad o rigidez que establecían los artículos antes comentados, en relación a la confesión ficta y a la admisión de los hechos en materia laboral, ya que si bien es cierto, las sanciones previstas para el demandado contumaz es la admisión de los hechos; no es menos cierto, que a pesar que la ley ni especifica ciertas situaciones que se presentan en la práctica, esto ha sido resuelto a través de decisiones dictadas por la Sala de Casación, como lo es el caso de que para que el Juez de juicio pueda tomar en cuenta o valorar las pruebas que se encuentran agregadas al expediente y verificar si la petición del actor es procedente en derecho, deben evacuarse las pruebas, tanto para el caso contemplado en artículo 135, como para el caso del artículo 151, con lo cual de esta manera, se evidencia que se encuentra protegido el derecho a la defensa y el debido proceso, consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. E S E SR O H C E R DE OS D A RV Recomendaciones Considera quien suscribe que las flexibilizaciones que se han realizado hasta los momentos, en cuanto a la confesión ficta, deben plasmarse en la reforma de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la cual en su artículo 207, fijó un lapso de cinco años para que la Asamblea Nacional, conjuntamente con la Sala de OS D A RV Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia realice una evaluación integral E S E SR O H C que no deje lugar a dudas en su interpretación, E hacerse en forma clara y precisa, R DE de los resultados obtenidos y del texto de la Ley, pero éstas reformas deben es decir, se tienen que analizar y tomar en cuenta todas las posibles situaciones que se pudieran y se dan en la práctica en relación a la incomparencia del demandado, para que no existan lagunas, ni dudas al momento de la aplicación de la norma, lo cual va en beneficio tanto de la parte actora, como de la parte demandada. También es importante que para la reforma de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, se tomen en cuenta las innovaciones que en materia de procedimiento que se encuentran plasmadas en la vigente Ley Orgánica de Protección del Niño y del Adolescente, para su posible implementación en la Ley Adjetiva Laboral, obviamente, mutatis mutandis con respecto a las particularidades de cada uno de estos procedimientos, que si bien son de naturaleza garantista, desde el punto de vista de ontológico obedecen a circunstancias disímiles. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Bello Tabares, H. (2006). Tratado de Derecho Probatorio Tomo III de las Pruebas en los Procedimientos Orales. Buenos Aires: Editado por Livrosca, C.A. Cabanellas, G. (1976). Diccionario de Derecho Usual. Tomo I. Editorial Heliasta, S.R.L. Buenos Aires, Cabrera Romero, J. (1997). Contradicción y Control de la Prueba Legal y Libre. Caracas: Editorial Jurídica Alva, S.R.L. OS D A RV Cabrera Romero, J. (2000). La Confesión Ficta. 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