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UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA
VICERRECTORADO ACADÉMICO
DECANATO DE POSTGRADO E INVESTIGACIÓN
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DE
LA ADMISIÓN DE LOS HECHOS Y LA CONFESIÓN FICTA
EN LA ETAPA DE JUICIO
Trabajo Especial de Grado presentado por:
Karina Chiquinquirá Martínez Olano
Especialización en Derecho del Trabajo y Seguridad Social
Maracaibo, Agosto de 2008
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DE
LA ADMISIÓN DE LOS HECHOS Y LA CONFESIÓN FICTA
EN LA ETAPA DE JUICIO
Trabajo Especial de Grado para optar
al título de Especialista en Derecho
del Trabajo y Seguridad Social
______________________________
Karina Chiquinquirá Martínez Olano
C.I. No. 9.722.808
AGRADECIMIENTO
A Dios, porque he sentido su presencia y ayuda en todo momento; a mi
Madre, por su ayuda, solidaridad y apoyo moral durante mi período de estudios; a
la Prof. Teresita Finol, por su ayuda a lo largo de la elaboración del Trabajo de
Grado y al Prof. Gerardo Ramírez, por sus conocimientos y por la fe que me
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brindó en este proyecto.
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DE
ÍNDICE GENERAL
Pág.
TÍTULO--------------------------------------------------------------------------------------------- II
DEDICATORIA----------------------------------------------------------------------------------- III
ÍNDICE GENERAL ------------------------------------------------------------------------------ IV
ÍNDICE DE CUADROS------------------------------------------------------------------------- V
RESUMEN--------------------------------------------------------------------------------------- VI
CAPÍTULO I: FUNDAMENTACIÓN
Planteamiento y Formulación del Problema---------------------------------------Objetivos de la Investigación----------------------------------------------------------Objetivo General----------------------------------------------------------------------Objetivos Específicos-----------------------------------------------------------------Justificación de la Investigación-------------------------------------------------------Delimitación de la Investigación--------------------------------------------------------
1
3
4
4
4
4
CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO
Antecedentes de la Investigación----------------------------------------------------Bases Teóricas de la Investigación-------------------------------------------------Normativas o aspectos legales-------------------------------------------------------Categorías de Análisis-------------------------------------------------------------------
6
8
27
31
CAPÍTULO III: MARCO METODOLÓGICO
Tipo y Nivel de la Investigación----------------------------------------------------Diseño de la Investigación-----------------------------------------------------------Técnicas de Recolección de Datos-----------------------------------------------Plan de Análisis de Datos------------------------------------------------------------
32
33
34
35
CAPÍTULO IV: RESULTADOS
Análisis y Discusión de Resultados---------------------------------------------Conclusiones--------------------------------------------------------------------------Recomendaciones-------------------------------------------------------------------
38
84
88
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS --------------------------------------------
89
ANEXOS-------------------------------------------------------------------------------------
92
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DE
ÍNDICE DE CUADROS
Pág.
Cuadro No.1: Matriz de análisis--------------------------------------------------------
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UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA
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VICERRECTORADO ACADÉMICO
DECANATO DE POSTGRADO E INVESTIGACIÓN
ESPECIALIZACIÓN EN DERECHO DEL TRABAJO Y LA SEGURIDAD SOCIAL
RESUMEN
LA ADMISIÓN DE LOS HECHOS Y LA CONFESIÓN FICTA
EN LA ETAPA DE JUICIO
Autora: Abog. Karina Ch. Martínez O.
Tutor: Abog. Esp. Gerardo Ramírez
Fecha: Julio 2008
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SdeRlos hechos y la confesión ficta en la
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La investigación versa sobre la admisión
H
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etapa de juicio, instituciones
procesales
establecidas en los artículos 131, 135 y
R
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151 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo. La investigación fue de tipo
documental, no experimental, descriptiva. La metodología utilizada fue el análisis
de documentos de distinta naturaleza, obteniendo como resultados que la Sala de
Casación Social ha flexibilizado el contenido de los artículos 131 y 151 en cuanto a
la confesión ficta en la Ley Procesal Laboral. Estos han sufrido variaciones, pero
en cuanto a su aplicación, como lo es el caso del último párrafo del artículo 135 de
la LOPT. Esto ha cambiado y la confesión de carácter absoluto, que caracterizaba
dicho artículo, ahora es de carácter relativo, pues se le ha otorgado este carácter
equiparándolo a los casos de rebeldía para la situación de incomparecencia del
demandado a las prolongaciones a la Audiencia Preliminar, esto con la finalidad de
evacuarse las pruebas que se encuentren agregadas la expediente, y así las
partes puedan ejercer el control y contradicción de las pruebas; y el demandado
pruebe algo que le favorezca. La confesión que contiene el artículo 151 de la
referida Ley, también posee un carácter absoluto (iure et iure); sin embargo, esto
también se ha sido flexibilizado, y actualmente se aplica por analogía el criterio
establecido por la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, en
sentencia de fecha 15 de Octubre de 2004, de carácter vinculante para todos los
Juzgados Laborales.
Descriptores: Audiencia Preliminar, Confesión Ficta, Admisión de Hechos,
Contestación a la demanda, Audiencia de Juicio.
[email protected]
CAPITULO I
FUNDAMENTACIÓN
Planteamiento y Formulación del Problema
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1999, estableció que las leyes procesales adoptaríanE
unR
procedimiento breve, oral
S
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y público; previendo a la vez una
simplificación, uniformidad y eficacia en los
HO
C
E
ER
trámites (art. 257).D
Asimismo, por mandato constitucional se estableció, crear una
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela promulgada en
Ley Orgánica del Trabajo, la cual debería principalmente garantizar la protección
de los trabajadores y trabajadoras en los términos previstos en la Constitución y
las leyes, y además garantizar el funcionamiento de una justicia laboral autónoma
y especializada; cuya orientación estaría basada en los principios de gratuidad,
celeridad, oralidad, inmediatez, prioridad de la realidad de los hechos, la equidad y
de la rectoría del Juez o Jueza en el proceso, (Disposición Cuarta, numeral 4º).
Así pues, nace la nueva Ley Orgánica Procesal del Trabajo (2002), cuya
finalidad esencial es elevar la celeridad y calidad en el servicio de la
administración de justicia, otorgándole de esta manera a los órganos
jurisdiccionales del trabajo, la facultad para conocer exclusivamente de todos
aquellos asuntos de carácter contencioso que se originen con relación al hecho
social trabajo, como por ejemplo: demandas por prestaciones sociales y otros
conceptos derivados del vínculo laboral, por accidente de trabajo o enfermedad
1
profesional, daño material, moral etc.; así como también de las solicitudes de
calificación de despido, buscando siempre que los actos procesales sean breves,
concisos, lacónicos, trámites sencillos; simplificando las formas empleadas en el
debate, para garantizar junto con la especialidad, gratuidad, celeridad y
concentración, que el procedimiento se introduzca, sustancie y decida en los
lapsos legalmente establecidos.
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R (escrito, lento y burocrático), en
S anterior
El nuevo sistema se diferencia
del
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H
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que éste se sustancia
DEcon relativa brevedad, es así como se introduce la demanda
ante los Tribunales de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo, y en un
lapso breve de dos (2) días hábiles siguientes a su recibo se admite. Luego se
ordena la notificación del demandado, y después que el Alguacil deje constancia
que efectivamente se materializó la notificación del demandado; al día siguiente a
la certificación anteriormente referida, comienza a correr el lapso para la
comparecencia de las partes a la Audiencia Preliminar. El artículo 128 de la LOPT,
establece el cómputo para el lapso de comparecencia del accionado, el cual es de
diez (10) días hábiles. De manera que, si el demandado no comparece el día y
hora que fije el Tribunal, incurre en el primer caso de confesión ficta que se
encuentra contemplado en el artículo 131 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.
El segundo caso ocurre, cuando el demandado contesta inadecuadamente
la demanda, es decir, lo realiza en términos generales, sin precisar cuáles de los
hechos invocados en la demanda admite como ciertos y cuáles niega o rechaza.
Asimismo, el demandado incurre en confesión ficta, cuando habiendo rechazado
un supuesto de hecho contenido en la demanda, no expone los motivos de dicho
rechazo (ART. 135 LOPT).
En este sentido, el tercer caso en el cual el demandado incurre en
confesión ficta, ocurre cuando éste no da contestación a la demanda, de acuerdo
a lo previsto en el artículo 135 de la LOPT; siendo precisamente este caso, el
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punto principal bajo estudio en el presente trabajo, ya que el Tribunal Superior
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Sel demandado
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señalar que en los casos en los H
cuales
no diere contestación a la
C
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DEdeRJuicio deberá fijar Audiencia de Juicio oral y pública para
demanda, el Tribunal
Primero del Circuito Judicial Laboral del Estado Zulia, sentó un nuevo criterio, al
evacuar las pruebas y luego así pueda tomar la decisión.
Así las cosas, el cuarto caso ocurre cuando el demando no comparece a la
Audiencia de Juicio, que se le tiene por confeso con relación a los hechos
planteados por la parte actora, en cuanto sea procedente en derecho la petición
del demandante, (art. 151 LOPT). Finalmente, el quinto caso sucede cuando el
demandado no comparece a la lectura del dispositivo del fallo y como
consecuencia de ello se aplica la consecuencia jurídica establecida en el artículo
151 ejusdem.
En consecuencia, la confesión ficta está presente en el proceso laboral
venezolano. Ahora bien, resulta interesante preguntarse: ¿Es viable la aplicación
del criterio mediante el cual, el demandado al no dar contestación a la demanda, el
Tribunal de Juicio debe recibir el expediente, admitir las pruebas y fijar la
Audiencia de Juicio oral y pública, para así evacuar las pruebas y que las partes
puedan ejercer el derecho de contradicción y control de las pruebas?
Objetivos de la Investigación
Objetivo General
Determinar la viabilidad de la desaplicación del artículo 135 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo.
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Objetivos Específicos
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E ficta en las diferentes etapas del proceso laboral
Analizar laD
confesión
Definir la admisión de los hechos y la confesión ficta en materia laboral.
Determinar la viabilidad de la confesión ficta cuando el demandado no da
contestación a la demanda, a la luz del nuevo criterio del Tribunal Superior
Primero del Trabajo del Estado Zulia.
Analizar el derecho a la defensa frente a la confesión ficta y la admisión de
los hechos en la etapa de juicio.
Justificación de la Investigación
El problema bajo estudio tiene una gran importancia en el campo laboral,
debido a que sería útil para la revisión o evaluación que realice la Asamblea
Nacional conjuntamente con la Sala de Casación Social, acerca de una posible
reforma, de acuerdo a los resultados obtenidos, del texto de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo en el lapso de 5 años contados a partir de su entrada en
vigencia, así como también le sería útil a los profesionales del derecho y
estudiantes que necesitan tener información actualizada en materia laboral.
Delimitación de la Investigación
La siguiente investigación estuvo limitada al estudio de la confesión ficta y
admisión de los hechos en la etapa de juicio en el año 2006, debido a que es
precisamente en ese año cuando surgió el nuevo criterio bajo estudio. Dicha
investigación fue realizada específicamente en Maracaibo, en el Circuito Judicial
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Laboral del Estado Zulia; en cuanto a la confesión ficta del demandado, cuando no
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Trabajo del E
Estado
C Zulia, el Tribunal de
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da contestación a la demanda, y de acuerdo al nuevo criterio del Tribunal Superior
Primero del
Juicio debe recibir el
expediente, admitir las pruebas y fijar la Audiencia de Juicio oral y pública para
evacuar éstas, lo cual lleva a determinar la viabilidad de la desaplicación del
artículo 135 de la Ley Orgánica del Trabajo.
C A P I T U L O II
MARCO TEORICO
Antecedentes de la Investigación
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Tomando en cuenta la fecha de la entrada en vigencia
RV de la Ley Orgánica
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Ese han realizado en relación a la
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Procesal del Trabajo, las investigaciones
que
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ER laboral, se encuentran estudios realizados a nivel de
confesión ficta enD
materia
post-grado, entre las cuales se destacan:
Goitía Luquez (2004), en su Trabajo de Grado para optar al título de
Magíster Scientiarum en Derecho Laboral y Administración del Trabajo Mención
Derecho del Trabajo en la Universidad del Zulia, titulado “La Homogeneidad de la
Confesión Ficta y la Multiplicidad de Causas que la Originan en el Proceso Laboral
Venezolano”, aborda el tema de los cambios trascendentes que ha traído consigo
la nueva Ley Orgánica Procesal del Trabajo en la búsqueda de la eficacia
jurisdiccional, entre los que se cuentan, una nueva concepción de la institución
procesal de la confesión ficta incorporando nuevas formas para su declaratoria.
Su objetivo central consiste en analizar la homogeneidad de la confesión
ficta y la multiplicidad de causas que la originan en el proceso laboral venezolano,
a fin de establecer el
nuevo tratamiento que la Ley Adjetiva Laboral le ha
conferido a ésta institución procesal. El tipo de investigación es de tipo jurídico
6
documental. El método de recolección de datos utilizado es el análisis y revisión
de
textos
doctrinales
nacionales
y
extranjeros,
informe
precedentes
y
publicaciones ofrecidas por organizaciones e investigadores en el ámbito procesal.
Entre los resultados determina, el reconocimiento de las diversas situaciones en
que se pudiera declararse confeso al demandado, bien por incomparecencia a la
OS
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RV impuestas en la
habiéndola contestado no se cumplieron las cargasEprocesales
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Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
HeOidentificando los límites de tal declaratoria.
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audiencia preliminar o de juicio, o bien por no contestar la demandada, o
Bracho Mora (2007), en su Trabajo de Grado para optar al título de
Magíster Scientiarum en Derecho Laboral y Administración del Trabajo Mención
Derecho del Trabajo en la Universidad del Zulia, titulado “La Tutela Judicial
Efectiva en la Inasistencia de las Partes a la Audiencia Preliminar del Proceso
Judicial Laboral Venezolano”, aborda el tema de la audiencia preliminar, la cual
busca la inclusión de la mediación como finalidad de la misma, pero en un
procedimiento
sin
la
observancia
de
las
garantías
constitucionales
y
principalmente sin la tutela judicial adecuada, sería un proceso viciado de
ilegalidad, ya que existe desigualdad en cuanto a la gravedad de las sanciones
establecidas en los casos de incomparecencia a la audiencia preliminar.
Su objetivo central consiste en analizar la tutela judicial efectiva en la
inasistencia de las partes a la audiencia preliminar del proceso judicial laboral
venezolano. El tipo de investigación es de tipo documental con diseño de tipo
bibliográfico jurídico.
El método de recolección de datos utilizado es la
observación y análisis de la información. Entre los resultados determina, que la
especialidad del Derecho del Trabajo no debe estar en contraposición con los
principios que rigen el proceso ni con las garantías constitucionales< al contrario
debe analizarse en conjunto para que tal y como lo contempla el artículo 26 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela toda persona por igual
tenga acceso a los órganos de administración de justicia.
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Sentencia dictada por el Juzgado Superior Primero del Circuito Judicial de
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EdeCAdministradora de Servicio SF, C.A., en la cual
Landys Villalobos enE
contra
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la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, en fecha 13 de junio de 2006, caso
queda establecido que aunque el demandado haya incomparecido a una
Prolongación de la Audiencia Preliminar, éste en la Audiencia de Juicio tiene la
posibilidad de desvirtuar la confesión relativa probando algo que le favorezca
(pagos liberatorios), con la evacuación de las pruebas, sobre las cuales puede
ejercer el control y contradicción de las mismas.
Bases Teóricas de la Investigación
Según el autor Cuenca (1965), el derecho procesal es la ciencia que
estudia el conjunto de normas que regulan el proceso. En este sentido, se puede
decir, que el derecho procesal civil ha sido la fuente de los demás derechos
procesales y, su ordenamiento ha servido de modelo, para seguirlo o diferenciarlo
en la realización de las demás ramas del derecho. Después de la emancipación
del derecho procesal de la subordinación privatística y con el desarrollo de ciertas
especialidades, cada rama del derecho formal ha exigido su método de
realización. Así, se han constituido en ramas separadas del derecho procesal civil,
el derecho procesal constitucional, el derecho procesal internacional, el derecho
procesal penal, etc. El estudio de las normas que regulan la aplicación de los
preceptos constitucionales constituye el derecho procesal constitucional.
El ordenamiento sobre los actos de un Estado en territorio extraño y el de
los actos sobre otro Estado en terreno propio, constituye el derecho procesal
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internacional. Las normas sobre la protección jurídica penal han dado autonomía
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C administrativo, el procesal del trabajo, etc.
E
derecho procesal, comoR
el contencioso
DE
al derecho procesal penal. Y así con cada especialidad, surgen nuevas formas de
El derecho procesal civil se ha separado del derecho procesal del trabajo,
pero después de esta diversificación la ciencia procesal tiende, lenta y
gradualmente, a la unificación de todos los procesos, al proceso único, horizonte
de la ciencia procesal, pues teórica y científicamente, el proceso debe ser uno
solo. Según la naturaleza jurídica del derecho procesal civil, éste estudia
relaciones jurídicas de carácter público, porque las normas que regulan el proceso
son aplicadas por un órgano del Estado, y no por particulares. Si bien el derecho
procesal es una rama del derecho público, está diferenciada de las otras como del
derecho constitucional, penal o administrativo.
Para Carnelutti (1944), la naturaleza del proceso como una relación
jurídica tiene ya carácter de clásica y tuvo la virtud de desalojar las concepciones
contractualistas que habían empañado su verdadera estructura y funcionamiento.
Pero la teoría de la relación jurídica no ha estado exenta de persistentes críticas.
Fue Goldschmidt, en Alemania quien observó que el proceso no es propiamente
un vínculo jurídico productor de derechos y obligaciones para las partes y el Juez,
porque éstos intervienen en cumplimiento de obligaciones estatales, más bien de
carácter constitucional. En efecto se alega que el Juez dirige el proceso y
pronuncia la sentencia como funcionario público y que las partes no están
obligadas a atacar y a defenderse, sino que lo hacen facultativamente en vista del
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riesgo que para ellos constituye la abstención de intervenir.
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Cuna relación jurídica, sino que crea una situación
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sostiene que el proceso
no
es
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DE
La teoría de Goldschmidt, contemplada en Italia por Carnelutti (1944),
jurídica especial. Goldschmidt define el proceso como un conjunto de expectativas,
posibilidades, cargas y liberación de cargas de cada una de las partes, o sea, que
no crea derechos y obligaciones, sino que es una situación de derechos. Para
Goldschmidt la situación jurídica es el estado de una persona desde el punto de
vista de la sentencia judicial.
Carnelutti (1944), desarrolló la teoría de Goldschmidt acerca de la noción de
carga procesal, ya que antes se decía que los derechos y deberes de las partes en
el proceso se observaban, recíprocamente, en beneficio y en interés del
adversario. Un deber procesal, para el actor, acarreaba, correlativamente, un
derecho para el demandado. Se aplicaba al proceso la vieja concepción sustancial
de la teoría de los deberes y de los derechos.
Pero la idea de carga procesal, como un imperativo que se cumple en
interés propio, por el riesgo de resultar derrotado en el proceso, por ser estimada
o desestimada la demanda, impulsó en forma fecunda los estudios en torno a la
actividad procesal. Mientras la noción sustancial del deber implica el sacrificio de
un interés propio en beneficio de un interés ajeno, la noción de carga afirma, por
primera vez, un comportamiento, que no es propiamente un deber, sino una
actividad libre para obtener una ventaja que proporciona la ley a las partes para el
caso de que adopten la conducta prevista por ella.
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Cuenca (1965), señala que el derecho procesal civil tiene como
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Cla ley, y por eso se dice que es un derecho formal;
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previamente determinadas
por
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DE
características las siguientes: Es un derecho formal, ya que las formas están
es un derecho instrumental, debido a que todas esas formas tienden,
fundamentalmente, a hacer efectivo el derecho material (civil, penal, etc.).
Se dice que el derecho procesal no es un fin en sí, sino un instrumento para
realizar la justicia, y es por eso que se le denomina derecho instrumental; es una
ciencia autónoma, porque es un derecho con sus propias normas formales y
materiales, no subordinado ni accesorio, sino que tiene sus principios,
presupuestos e instituciones, no compartidos con otras ramas del derecho, se
deduce que es una ciencia autónoma. Tiene sus propios principios como los de
bilateralidad, verdad procesal, dispositivo e inquisitivo, etc.,sus presupuestos de
existencia y validez y sus instituciones peculiares como la demanda, la
contestación, la prueba, la sentencia, los recursos, la cosa juzgada y la ejecución,
que le son privativas, extrañas al objeto de otras ciencias. Tiene un objeto que le
es exclusivo: El estudio del proceso, tiene esencialmente una finalidad que lo
caracteriza, hacer efectivo el derecho.
Continua el autor Cuenca (1965) indicando, que esta autonomía científica
revela su propia suficiencia, pues desde hace un siglo se emancipó de la
subordinación al derecho material, sin embargo, ello sólo significa, que contiene en
sí mismo todos los requisitos y exigencias del campo científico, pero siempre
estará integrado a las demás ramas del derecho para obtener el fin supremo de
éste, la justicia.
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C ir adelante, ponerse en movimiento, avanzar,
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processus (de procedere),
significa
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DE
La terminología del derecho procesal viene del latín culto a la voz
progresar. Como equivalente a proceso, en el sentido moderno, se usa a partir de
la Edad Media, pues los romanos utilizaban la expresión iudicium, que tiene varios
significados, pero que estrictamente se refería a proceso en general y de la cual se
deriva juicio, como semejante a controversia. De la voz proceso, se deriva derecho
procesal, que estudia la ciencia del proceso y procedimiento, que se refiere a los
modos de realizar los actos en el proceso. Ideológicamente, el proceso se refiere a
una serie organizada de actos para obtener una finalidad. Los romanos, utilizaron
la palabra litis (litis contestatio, contestación de la demanda, en el sistema de la
legis actiones), para designar la querella, la controversia, de donde se deriva
litigio, equivalente a proceso y litigantes, a las partes que intervienen en él.
El método del derecho procesal, es un método de investigación para el
conocimiento científico del orden jurídico procesal, pero realmente el método para
la investigación el derecho procesal es el método dialéctico. Cuenca (1965),
señala que las fuentes del derecho procesal son obligatorias o subsidiarias, según
tengan o no poder obligante; las primeras, tienen imperio de ley y algunas de ellas,
como los principios constitucionales y los tratados internacionales, son de
preferente aplicación respecto de las normas procesales del Código de
Procedimiento Civil. Los principios generales del derecho suplen o integran los
vacíos de la ley en casos de falta de analogía o semejanza. Las segundas, como
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doctrina y jurisprudencia y el derecho comparado, no tiene fuerza vinculante, pero
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SR
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DE
explican el contenido de la ley, recogen experiencia y ayudan a su exacta
aplicación.
Las únicas fuentes que tiene carácter imperativo, son las legislativas; por
cuanto, el derecho procesal está constituido, no sólo por las normas de carácter
formal, sino también sustancial, es lógico que sus fuentes legislativas tengan
carácter formal y sustancial. En este sentido, la ley es la fuente primordial, porque
ella es toda norma que implique un poder de obediencia. Las fuentes legislativas,
con fuerza vinculante, son la Constitución Nacional, los tratados y convenios
internacionales, el Código de Procedimiento Civil y las normas procesales que se
encuentran dispersas en los diversos Códigos, como por ejemplo el Código de
Comercio, el Código Civil, etc. Los principios generales del derecho procesal,
tienen un carácter supletorio para integrar la ley, en caso de laguna o de
imprevención.
Las fuentes no vinculantes, es decir, que carecen de fuerza obligatoria,
son la jurisprudencia, que entre nosotros constituye un precedente de carácter
moral, la doctrina, tanto nacional como extranjera, y el derecho comparado, que
proporciona una valiosa experiencia jurídica en la aplicación de leyes extranjeras.
En lo referente a los principios generales del derecho procesal, la doctrina más
generalizada reconoce como tales a los principios derivados de la legislación
positiva, que si bien no constan en texto legal expreso, están implícitos en ella
porque la nutren y vivifican con su autoridad tradicional. No existe norma procesal
OS
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V las únicas
Rque
imprevisiones de la ley y en este orden pareciera
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legislativas del derecho procesal H
sonO
las leyes vigentes.
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que autorice la aplicación supletoria de dichos principios para llenar lagunas y las
fuentes
En lo relativo a la doctrina, y donde se destaca Cuenca (1965), la opinión
científica de los autores, comentaristas y tratadistas de derecho procesal,
constituye una fuente mediata del derecho procesal, de acuerdo con su autoridad
y coincidencia general. De allí que los manuales, cursos, tratados, monografías,
etc., integran propiamente la ciencia del derecho procesal. La doctrina procesal
tiene dos períodos claramente definidos, el exegético y el sistemático.
Dicha distinción se refiere, a la aplicación del método exegético o al
sistemático para la exposición de la literatura procesal. El método exegético
consiste en desentrañar el significado de la ley mediante procedimientos
gramaticales y lógicos, artículo por artículo, en forma de comentarios, apostillas,
apuntaciones, en torno de cada norma, aisladamente. Es una interpretación que
se caracteriza por el culto al texto de la ley y a su razón histórica. Mientras el
exegético es un orden de artículos, el sistemático es un orden de ideas y de
instituciones.
Otra de las fuentes más importantes del derecho procesal, es el derecho
comparado. El derecho comparado, es una ciencia autónoma con principios,
conceptos y métodos propios cuyo objeto es la interpretación organizada y
coherente de una pluralidad de sistemas jurídicos. Este proporciona al derecho
procesal el conocimiento de las principales doctrinas y legislaciones extranjeras.
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diferencias entre sí en la manera o forma de realizar el proceso.
RV
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HO
Cuenca (1965), opinaC
que
la demanda, la contestación, la prueba, la
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DE
Los procesos de origen latino, procedentes del sistema romano, tienen pocas
sentencia, los recursos y la ejecución son instituciones universales, con diferencias
de formas, pero tiene una misma finalidad: Averiguar la verdad y hacer justicia. De
allí la influencia cultural de los derechos español, francés e italiano y luego, como
fuentes más remotas, el alemán y el anglosajón. El procesalista utiliza las fuentes
legislativas, doctrinarias y jurisprudenciales extranjeras para perfeccionar las leyes
nacionales, su propia opinión y para universalizar el contenido de las sentencias,
pues la justicia es una sola para todos los hombres.
En síntesis, esta fuente del derecho procesal aporta la experiencia
recogida en la aplicación de leyes extranjeras, proporciona la interpretación
valorativa y conceptual extraída del estudio de diversos ordenamientos jurídicos,
influye poderosamente en la idea de la unificación jurídica y acerca a los pueblos
vinculados por una legislación procesal semejante, elevando al plano universal el
principio de que todos los hombres deben ser juzgados por una misma leyes.
El proceso es un conjunto de actividades, ordenadas por la ley, para el
desenvolvimiento de la función jurisdiccional. Es una relación jurídica porque
vincula a los sujetos que intervienen en él, es un método dialéctico porque
investiga la verdad jurídica en un conflicto de intereses de derecho y es una
institución porque está regulado según leyes de una misma naturaleza.
Toda la normativa que regula el proceso tiende a reparar un derecho
lesionado, a declarar una situación jurídica justa o la restitución o resarcimiento de
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lo que es debido. Por ello, derivado del carácter instrumental de la ciencia que lo
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C también el de otras
Ecomo
proceso E
civil,
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estudia, el proceso no es un fin en sí mismo sino el instrumento para realizar la
justicia. El
ciencias, tales como,
constitucional, laboral, administrativa, etc., tiene dos aspectos, estático uno, que
estudia la estructura de los órganos jurisdiccionales encargados por el Estado para
administrar justicia; y otro, dinámico, que estudia el proceso en pleno desarrollo.
Se puede decir, que el primero estudia la anatomía, y el segundo la fisiología del
proceso.
El proceso tiene además, dos fines, uno inmediato, que es la sentencia, es
decir, el reconocimiento de un derecho; y otro mediato, posterior, que es la
satisfacción de ese derecho, mediante la expropiación forzosa u otros medios de
ejecución de la sentencia. En el léxico forense suelen confundirse las expresiones
“proceso” y “procedimiento”; sin embargo, sus diferencias son profundas y sus
contenidos distintos. Si el proceso es el método establecido por la ley para definir
la justicia, el procedimiento, es el conjunto de actos realizados por el juez, las
partes, los terceros, el fiscal del Ministerio Público y los auxiliares de justicia, en
determinado tiempo y lugar, conforme a un orden establecido por la ley.
Un proceso puede contener varios procedimientos; de hecho difieren
fundamentalmente los procedimientos de primera instancia, de apelación y de
casación, pero todos ellos constituyen un solo y mismo proceso. De manera que,
es cierto que el procedimiento es una fase del proceso. El proceso tiende a tutelar
no sólo los derechos de los particulares sino que sus instituciones tienen la
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finalidad de garantizar adecuadamente los derechos de la colectividad, de allí su
E
S
E
SR
O
H
EC procesal corresponde un procedimiento propio y
A cada rama E
delR
derecho
D
carácter público.
ocurre, como en el derecho civil, fiscal, penal, etc., que dentro de una misma
existen distintos procedimientos. En conclusión, la diferencia entre “proceso” y
“procedimiento” parece aludir más bien a dos aspectos de la relación jurídica; el
procedimiento, es el aspecto externo del proceso; y el otro alude más bien a su
propio contenido.
Otra característica del nuevo proceso a opinión de Cuenca (1965), en
contraste con su concepción de ayer, es que el proceso contemporáneo tiende a
ser eminentemente popular. Si las leyes deben aplicarse a todos los ciudadanos y
si imperativamente rige el principio de la legalidad, según el cual el ciudadano está
obligado a regular su conducta conforme a las leyes y éstas se presumen
conocidas por todos (ficción jurídica), es lo cierto que las normas deben ser
accesibles a todos los ciudadanos, deben ser redactadas en lenguaje popular,
depuradas de términos exclusivamente técnicos, de expresiones herméticas y de
locuciones latinas, heredadas del derecho romano y del derecho común.
Los códigos deben ser discutidos no sólo por los juristas, sino por todas las
agrupaciones profesionales, sindicales, políticas, etc., para que sean la expresión
de la voluntad del pueblo y no de una minoría que tiende a fortalecer y garantizar
sus privilegios e intereses de clase mediante las leyes. En consecuencia, de este
carácter popular del proceso, deben desterrarse los galimatías jurídicos y
OS
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RenVlos que las fórmulas
oculta, revestida de misterio, recargada de latinazgos,
E
S
E
R
S
O distanciaban profundamente al pueblo
jurídicas, para uso exclusivo de los
Heruditos,
C
E
DERsencillo y claro, al alcance de todos, tiene la virtud de
del tribunal. El lenguaje
arcaísmos sacramentales, que en otra época hicieron del proceso una ciencia
estimular la confianza de los ciudadanos en la justicia, que debe ser popular en
razón del sistema democrático establecido en la Constitución Nacional.
En cuanto a la estructura del proceso, según Cuenca (1965), este es una
continuidad de actos que comienza con la demanda y culmina con la ejecución de
la sentencia. Estos actos tienen un contenido que expresa la voluntad del juez, de
las partes o de los terceros, según el sujeto al cual corresponda realizarlos. El
proceso tiene primordialmente la función de satisfacer un interés público y
accesoriamente resolver el conflicto de intereses entre particulares.
El proceso ha tenido su origen en las más remotas ceremonias litúrgicas,
mezcladas con la danza y el canto. En los pueblos orientales, donde la filosofía fue
siempre más poderosa por la fe que por la razón, el proceso tuvo un carácter
predominantemente religioso. Entre los hebreos, un tribunal supremo, denominado
“Sanedrín”, compuesto de setenta y un ancianos, decidía las controversias
conforme a la experiencia y a las leyes mosaicas. Entre los egipcios el proceso fue
escrito; y oral entre los griegos.
En el proceso romano influyeron las instituciones orientales y muy
especialmente las de los griegos. Según una tradición, una comisión de
OS
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RV
jurisconsultos romanos estudió en Atenas las leyes griegas y sobre sus bases se
E
S
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R de su historia parte del derecho
remotos del proceso son orientales, elS
estudio
O
H
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R
romano. Con las profundas
diferencias
que imponen las distintas circunstancias
DE
redactaron las Doce Tablas. Es por ello, que aún y cuando los orígenes más
históricas, las instituciones procesales como la demanda, la contestación, la
prueba, la sentencia, los recursos, la cosa juzgada, etc., tiene un evidente origen
romano.
Durante su evolución histórica, indica Cuenca (1965), que el proceso
romano tuvo tres procedimientos sucesivos como modos históricos distintos para
realizar la justicia: a) El sistema de las acciones de la ley (legis actiones); b) El
procedimiento formulario (per formulam) y c) El procedimiento extraordinario
(extraordinaria cognitio), que es el que mayor semejanza guarda con el proceso
moderno y estuvo en vigencia durante los anteriores, pero en forma absoluta en la
época del imperio bizantino. El primero de estos sistemas, predominó desde los
tiempos primitivos hasta la promulgación de la ley Aebutia, fue el derecho privativo
de los “quirites”, tenía carácter sacerdotal y solemne.
El segundo sistema llamado formulario, prevaleció desde la ley Aebutia
hasta la época del emperador Diocleciano. Bajo este sistema, el proceso se hace
más flexible y menos sacramental, es la fuente del derecho pretoriano; éste fue el
procedimiento clásico por excelencia. En el procedimiento extraordinario, las
funciones del pretor y del juez se confunden y un solo magistrado resuelve las
cuestiones de derecho de hecho.
Cuenca (1965), indica que el proceso germánico, la Edad Media fue el
OS
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RV
campo de combate jurídico más espectacular entre los derechos locales de los
E
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SR
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H
EC adquirió gran importancia
procesoEgermánico
R
D
distintos pueblos que antes estuvieron sojuzgados al Imperio Romano y el derecho
romano. El
y logró incorporar
algunas formas y nuevas instituciones al proceso moderno. Las principales
características que aporta el proceso germánico son la oralidad, pues el debate se
desarrolla a viva voz , sin actas escritas; publicidad, ya que la controversia se
desenvuelve ante la asamblea, constituida por personas notables; tenía un
carácter pactista, pues la sentencia no podía ejecutarse si antes las partes no
asumían el compromiso de respetar la decisión de la asamblea; y las pruebas
deben presentarse en forma pública, de manera que quedaba excluido el carácter
sumarial y secreto a que tan proclive fue el derecho eclesiástico.
El proceso común o romano-canónico, indica Cuenca (1965), es la obra
paciente y sistemática de los postglosadores, quienes utilizando como fondo el
derecho romano, impusieron a éste las vestiduras del proceso canónico, pero esta
mezcla de fondo romano con forma canónica tampoco se conserva pura y el
proceso romano-canónico sufre, desde luego, el poderoso influjo de las
legislaciones comunales, peculiares a cada región, en las cuales priva el proceso
germánico. Se formó así un proceso llamado común, porque se aplicaba a vastas
regiones, antes denominadas exclusivamente por el derecho romano, pero con la
mezcla impuesta por las diversas legislaciones locales, que se conocen con el
nombre de estatutos.
S
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derecho, sino después de su conquista por los romanos;V
R el derecho romano es
E
S
Ey se crea una especie de derecho
R
mezclado con los usos locales de las provincias
S
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romano vulgar, cuya
ER legislativa es el Código de Tolosa. De los siglos V a
Dexpresión
El derecho histórico español, no entra a formar parte de la órbita latina del
VIII la invasión de los pueblos germánicos termina con el dominio romano y se
impone en España el de los visigodos; entonces, prevalece el derecho germánico,
pero sin llegar a desaparecer las leyes romanas ni el derecho consuetudinario.
El proceso colonial; la necesidad de reglamentar las situaciones y
conflictos jurídicos surgidos en las colonias hizo elaborar la famosa Recopilación
de Indias, que no fue sino un intento de sistematización de todas las cédulas,
pragmáticas y demás disposiciones reales que en forma casuística, a partir de los
Reyes Católicos, habían sido promulgadas para regular, primero, la vida de los
indios y, más tarde, la de los colonos. Este proceso ejerció potente influjo en todos
los ordenamientos procesales hispanoamericanos y de él se derivan ciertas líneas
fundamentales que son su característica, como la forma escrita, el predomino del
principio dispositivo sobre el inquisitivo, la simultaneidad en la verificación de la
justicia. La legislación de Indias tuvo carácter tanto adjetivo como sustantivo,
destinado especialmente para América.
Cuenca (1965), señala que el proceso contemporáneo, en relación a este
punto, se puede decir, que durante la edad Media, el mundo jurídico se dividió en
dos grandes porciones geográficas. En las regiones nórdicas predominó el
derecho germano y en el Sur el derecho romano. La influencia del derecho romano
no sólo fue profunda en las regiones conquistadas por Roma, sino que llegó a
OS
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RV en el derecho
mundo romano, surge la división del derecho contemporáneo
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Oy del derecho latino, sistema romano.
anglosajón, sistema del “commonH
law”
C
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DER
penetrar hasta donde no habían llegado sus legiones. Así el mundo germánico y
El proceso venezolano: Mientras la mayoría de las legislaciones
procesales latinoamericanas han seguido la Ley de Enjuiciamiento Civil de España
de 1881, especialmente Cuba, México, Argentina, Chile, etc., en Venezuela, por
influjo del Código Arandino, de origen romano-canónico, con profunda influencia
de las legislaciones francesa y española, el proceso tiene algunos aspectos
diferenciales, entre estas peculiaridades podemos señalar la citación como acto
único e inicial capaz de constituir las partes a derecho, tres tipos de excepciones
(dilatorias de admisibilidad y perentorias), la constitución del tribunal con jueces
asociados, un recurso de casación intermedio entre la casación pura y la de
instancia, etc.
Igual que de los demás procesos hispanoamericanos, participa, de los
mismos vicios y deficiencias con predominio casi absoluto del principio dispositivo
y de la forma escrita, de manera que sólo en casación existe un acto puramente
oral (conclusiones), proliferación de incidencias y largos tiempos muertos,
especialmente durante la vista o relación de la causa, que demoran
innecesariamente el pronunciamiento de la sentencia.
Respecto a la naturaleza jurídica del proceso, el autor Cuenca (1965),
señala que durante siglos ha predominado la concepción romana de considerar al
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proceso como un contrato o más bien un cuasi contrato; sin embargo, nunca fue
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suscitaron la problemática en tornoSa R
la naturaleza pública del proceso,
O
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EC de los ligámenes que él engendra, primero,
concretamente, sobreE
laR
identificación
D
considerado como contrato. Los alemanes a mediados del siglo pasado los que
como una relación jurídica y después como una situación jurídica, teorías
predominantes en la actualidad. Se puede decir, que el proceso es un conjunto de
actos regulados por la ley y ejecutados por una pluridad de personas.
El proceso está constituido por el desarrollo encadenado y sucesivo de
una serie de actos. Los modos de realización de los actos del proceso constituyen
las formas procesales. Toda forma procesal se compone de dos elementos,
subjetivo el uno, que expresa una voluntad de actuar (de demandar, probar,
apelar, etc.), y otro, de carácter objetivo, que es la expresión del acto (demanda,
prueba, apelación, etc). En el derecho sustantivo, algunas formas se exigen para
la existencia misma del acto, otras sólo para su prueba y finalmente, otros actos
no requieren forma alguna. En el derecho formal, la validez del acto procesal
depende de que se hayan cumplido requisitos esenciales a su existencia, pero la
violación o falta de elementos accesorios o accidentales no es capaz de acarrear
su nulidad, salvo que la ley lo disponga expresamente.
Según el autor Eduardo B. (1977), el proceso es indispensable, pues ha
impreso peculiaridades o características singulares a la legislación actual. El
proceso actual civil, es la resultante de varias corrientes de civilización que, en el
transcurso de los siglos, se ha entrelazado y en esa evolución las unas, o han
absorbido a las otras o se han superpuesto ejerciendo la hegemonía. Es evidente
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proceso, aunque otros admitan el decisivo predominio del
RV proceso germánico.
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La legislación hispánica señala un retorno
hacia las instituciones romanas del
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derecho procesal, ésta
DERsirvió de antecedente a nuestra legislación colonial y
la influencia del proceso romano primitivo y el canónico medieval en el actual
muchos de sus preceptos constituyen principios que aparecen consagrados en las
Leyes Indias y en las instrucciones y reales cédulas dictadas para las colonias del
Río de la Plata.
Para Toselli, (2006), el derecho procesal representa el modo en que los
ordenamientos jurídicos, dentro de un contexto de resolución civilizada de los
conflictos, han encarado el esquema para dirimir los mismos. El autor antes
mencionado, señala que el derecho procesal laboral inquisitivo, porque las partes
no tienen libre disposición. Es el Juez el que lleva adelante el proceso y le pone
fin, instándolo, aún a veces en contra de la voluntad de las partes que pueden
haber perdido interés en su resultado. Ello es así en función del interés superior
protegido, que hace al a dignidad de la persona del trabajador y su regulación
heterónoma en función del principio de irrenunciabilidad.
Para Toselli (2006), el proceso laboral tiene como característica, que éste
es público, porque surge del Estado. Es indisponible por las partes del proceso, en
función de los principios del orden público laboral y de irrenunciabilidad.
Es instrumental, porque es el medio por el cual se realiza el derecho positivo de
fondo, el derecho sustancial del trabajo.
Es secundario, porque dependerá para su aplicación del derecho positivo
de fondo. Para que exista acción habilitada debe existir una norma sustancial que
OS
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contemple o comprenda el derecho denunciado como infringido o violado. Con
E
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SR
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Cespecificas para asegurar la vigencia del derecho
laboral, con características
muy
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DE
respecto ala carácter secundario, de be destacarse la vital importancia del proceso
sustantivo. De nada valdrían los objetivos de justicia social que informan a éste
último, si se entorpecieran los trámites para la declaración del derecho con
formulismos procesales inadecuados.
Es autónomo, porque sus normas tiene valor por si mismas. No están
supeditadas a la preexistencia de otros derechos adjetivos para su operatividad.
Se trata de una regulación que tiene vida propia, más allá de cierta supletoriedad,
que por vías d e remisiones directas o indirectas que pueda realizar a otros
ordenamientos procésales afines. En cuanto a los principios del derecho procesal
del trabajo Toselli (2006) señala, que estos son presupuestos que determinan la
existencia funcional de un ordenamiento procesal determinado, vinculando cada
institución procesal a la realidad en la cual actúan o deben actuar, ampliando o
restringiendo la esfera o criterio de su interpretación. La existencia de tales
principios son los que además van a otorgarle la autonomía a un determinado
cuerpo procesal, que lo hace distintivo y le otorga vida propia a dicho cuerpo
adjetivo.
Entre los principios que menciona Toselli (2006), tenemos: El impulso
procesal de oficio, el cual significa que el Tribunal tiene la obligación de activar el
proceso, aún en contra de la decisión o de los intereses de las partes, implica que
una vez incoada la acción ésta se desprende del titular de la misma, quien a partir
de dicho momento pasa a carecer de facultad dispositiva. La oralidad: El proceso
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Rescritas.
realicen en un mismo acto o que no existan constancias
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En cuanto a la
R Chiovenda (1949) señala que es una relación
DEoralidad
laboral es eminentemente oral, lo que no quiere decir que todas las actuaciones se
inmediata entre los Jueces y las personas, cuyas declaraciones los mismos están
llamados a apreciar; significa también una racional contemporización de lo escrito
y de la palabra como medios diversos de manifestación del pensamiento. El
principio de concentración, el cual implica que se debe tender a que los actos
procesales se agoten en su mayor extensión, tratando de esa manera de lograr
que el proceso laboral, que en función de los intereses en juego es de naturaleza
alimentaria y asistencial, sea lo más breve posible.
El principio de la gratuidad es otro de los principios del derecho procesal del
trabajo, ello significa que la Ley no va establecer obstáculos de índole económico,
tanto a nivel administrativo (cuando para el acceso a la instancia judicial se
requiere una actuación administrativa previa) como a nivel jurisdiccional para que
el trabajador pueda incoar su acción pretendiendo hacer valer su derecho.
Concluye Toselli (2006), que el Derecho Procesal Laboral nace como
respuesta de la jurisdicción para poder enfrentar los conflictos que afectaban al
trabajo humano en su relación con el capital y que no podían ser comprendidos
cabalmente por los ordenamientos procesal que hasta ese momento habían regido
a los mismos, como eran el derecho procesal civil y el derecho procesal comercial.
En este sentido, para el autor Bello Tabares (2006), el proceso se considera
como un conjunto concatenado y coordinado de actos procesales realizados por
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los órganos jurisdiccionales, quienes encarnan el Estado, tendientes a resolver los
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SR
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Ctres fases o etapas perfectamente delineadas o
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coactiva, el cual atraviesa
por
R
DE
conflictos de la colectividad, mediante la aplicación de la Ley en forma pacifica y
delineables, tales como lo son la alegatoria, probatoria y decisoria, donde una
incide en la, siendo imposible desligarlas.
Normativas o aspectos legales
Como sustento legal se tiene el artículo 49.5 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, los artículos 131, 135 y 151 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo y los artículos 362, 412 y 424 del Código de
Procedimiento Civil
Artículo 49. El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones
judiciales y administrativas; en consecuencia: ...” 5)... Ninguna
persona podrá ser obligada a confesarse culpable o declarar contra
sí misma, su cónyuge, concubino o concubina, o pariente dentro del
cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad.
La confesión solamente será válida si fuese hecha sin coacción de
ninguna naturaleza.
Artículo 131. Si el demandado no compareciere a la audiencia
preliminar, se presumirá la admisión de los hechos alegados por el
demandante y el tribunal sentenciará en forma oral conforme a dicha
confesión, en cuanto no sea contraria a derecho la petición del
demandante, reduciendo la sentencia a un acta que elaborará el
mismo día, contra la cual, el demandado podrá apelar a dos efectos
dentro de un lapso de cinco (5) días hábiles a partir de la publicación
del fallo.
El Tribunal Superior del Trabajo competente decidirá oral e
inmediatamente y previa audiencia de parte, dentro de los cinco (5)
días hábiles siguientes contados a partir del día de recibo del
expediente, pudiendo confirmar la sentencia de Primera Instancia o
revocarla, cuando considerare que existieren justificados y fundados
motivos para la incomparecencia del demandado por caso fortuito o
fuerza mayor plenamente comprobables, a criterio del tribunal.
La decisión se reducirá a forma escrita y contra la misma será
admisible el recurso de casación, si alcanzare la cuantía a la que se
refiere el artículo 167 de esta Ley, dentro de los cinco (5) días hábiles
siguientes a dicha decisión.
En todo caso, si el apelante no compareciere a la audiencia fijada
para decidir la apelación, se considerará desistido el recurso
intentado.
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SR
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DE
Artículo 135. Concluida la audiencia preliminar sin que haya sido
posible la conciliación ni el arbitraje, el demandado deberá, dentro de
los cinco (5) días hábiles siguientes, consignar por escrito la
contestación de la demanda, determinando con claridad cuáles de
los hechos invocados en la demanda admite como ciertos y cuales
niega o rechaza, y expresar asimismo, los hechos o fundamentos de
su defensa que creyere conveniente alegar. Se tendrán por admitidos
aquellos hechos indicados en la demanda respectiva, de los cuales,
al contestar la demanda, no se hubiere hecho la requerida
determinación, expuestos los motivos del rechazo, ni aparecieren
desvirtuados por ninguno de los elementos del proceso.
Si el demandado no diera la contestación de la demanda dentro del
lapso indicado en este artículo, se le tendrá por confeso, en cuanto
no sea contraria a derecho la petición del demandante. En este caso,
el tribunal remitirá de inmediato el expediente al Tribunal de Juicio,
quien procederá a sentenciar la causa, sin más dilación, dentro de
los tres (3) días hábiles siguientes, al recibo del expediente,
ateniéndose a la confesión del demandado.
Artículo 151. En el día y la hora fijados para la realización de la
audiencia de juicio, deberán concurrir las partes o sus apoderados,
quienes expondrán oralmente los alegatos contenidos en la demanda
y en su contestación, y no podrá ya admitirse la alegación de nuevos
hechos. Si no compareciere la parte demandante se entenderá que
desiste de la acción; en este caso, el juez de juicio dictará un auto en
forma oral, reduciéndolo a un acta que se agregará al expediente.
Contra esta decisión podrá el demandante apelar en ambos efectos
por ante el Tribunal Superior del Trabajo competente, dentro de los
cinco (5) días hábiles siguientes.
Si fuere el demandado quien no compareciere a la audiencia de
juicio, se tendrá por confeso con relación a los hechos planteados
por la parte demandante, en cuanto sea procedente en derecho la
petición del demandante, sentenciando la causa en forma oral con
base a dicha confesión; sentencia que será reducida en forma
escrita, en la misma audiencia de juicio. El demandado podrá apelar
la decisión en ambos efectos, dentro del lapso de cinco (5) días
hábiles, contados a partir de la publicación del fallo.
En las situaciones anteriormente referidas serán consideradas como
causas justificativas de la incomparecencia de las partes el caso
fortuito o fuerzas mayores, comprobables a criterio del tribunal.
En los casos de apelación, el Tribunal Superior del Trabajo
respectivo decidirá sobre la misma, en forma oral e inmediata, previa
audiencia de parte, en un lapso no mayor de cinco (5) días hábiles
siguientes a partir del recibo del expediente. Siempre será admisible
recurso de casación contra dichas decisiones, si la cuantía excediere
del monto establecido en el artículo 167 de esta Ley.
Si ninguna de las partes compareciere a la audiencia, el proceso se
extinguirá y así lo hará constar el juez, en acta que inmediatamente
levantará al efecto.
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Artículo 362. Si el demandado no diere contestación a la demanda
dentro de los plazos indicados en este Código se le tendrá por
confeso en cuanto no sea contraria a derecho la petición del
demandante, si nada probare que le favorezca. En este caso,
vencido el lapso de promoción de pruebas sin que el demandado
hubiere promovido alguna, el Tribunal procederá a sentenciar la
causa, sin más dilación, dentro de los ocho días siguientes al
vencimiento de aquel lapso, ateniéndose a la confesión del
demandado. En todo caso, a los fines de la apelación se dejará
transcurrir íntegramente el mencionado lapso de ocho días si la
sentencia fuere pronunciada antes de su vencimiento.
Artículo 412. Se tendrá por confesa en las posiciones que la parte
contraria haga legalmente en presencia del Tribunal; a la que negare
a contestarlas, a menos que el absolvente, por su propia
determinación, se niegue a contestar la posición por considerarla
impertinente, y así resulte declarado por el Tribunal en sentencia
definitiva; a la que citada para absolverlas no comparezca sin motivo
legítimo, o a la que se perjure al contestarlas, respecto de los hechos
a que se refiere el perjurio. Si la parte llamada a absolver las
posiciones no concurre al acto, se dejarán transcurrir sesenta
minutos a partir de la hora fijada para la comparecencia, ya se refiera
ésta al primer acto de posiciones o a la continuación del mismo
después de alguna suspensión de aquél o de haberse acordado
proseguirlo ante un Juez comisionado al efecto. Pasado este tiempo
sin que hubiese comparecido el absolvente, se le tendrá por confeso
en todas las posiciones que le estampe la contraparte, sin excederse
de las veinte indicadas en el artículo 411.
Artículo 424. Si la parte citada no se presentare en el día y hora
fijados, se entenderá que rehúsa prestar el juramento, salvo que
justifique impedimento legítimo caso en el cual se aplazará el acto
para cuando haya cesado el impedimento, fijando siempre el Juez
otro día y hora, sin necesidad de nueva citación.
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Cuadro No. 1
Matriz de Análisis (Finol, 2002)
Objetivo General: Determinar la viabilidad de la desaplicación del artículo 135
de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.
OBJETIVOS
ESPECIFICOS
1)
Definir
la
admisión
de
hechos
y
la
confesión ficta en
materia laboral
CATEGORÍAS
• La admisión de
hechos
• La
ficta
SUB CATEGORIAS
UNIDAD DE ANALISIS
• Definición
OS
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A
RV
• Efectos
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H
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DE
Confesión
2) Analizar la
confesión ficta en
las
diferentes
etapas
del
proceso laboral
• La
Confesión
ficta
en
el
proceso laboral
3) Determinar la
viabilidad de la
confesión
ficta
cuando
el
demandado no
da contestación a
la demanda, a la
luz del nuevo
criterio
del
Tribunal Superior
Primero
del
Trabajo
del
Estado Zulia
4)
Analizar el
derecho a la
defensa frente a
la confesión ficta
y la admisión de
hechos en la
etapa de juicio
• Viabilidad
del
nuevo criterio de
la
Confesión
Ficta
• El derecho a la
defensa
• Confesión Ficta
• Admisión
de
Hechos
Fuente: Martínez (2008)
• Diferencias
• Código
de
Procedimiento Civil
• Ley Orgánica Procesal
del Trabajo
• Jurisprudencia de la
Sala
de
Casación
Social del Tribunal
Supremo de Justicia
• Doctrina
• Ley Orgánica Procesal
del Trabajo
• Jurisprudencia de la Sala
de Casación Civil y Sala
de Casación Social del
Tribunal Supremo de
Justicia
• Doctrina
• Efectos de la no comparecencia
del demandado a la Audiencia
Preliminar
• Efectos de la no comparecencia
del demandado a una de las
prolongaciones
• Efectos de no contestar la
demanda
• Efectos
de
no
contestar
adecuadamente la demanda
• Efectos de la no comparecencia a
la Audiencia de Juicio.
• Efectos de la no comparecencia a
la lectura del dispositivo del fallo.
• Sentencia del Tribunal
Superior Primero del
Trabajo del Estado Zulia,
en
fecha
13/06/06.
Asunto: VP01-R-2006-
•
•
•
Definición
Finalidad
Efectos
• Constitución Nacional
• Ley Orgánica Procesal
del Trabajo
• Jurisprudencia de la Sala
de Casación Civil y Sala
de Casación Social del
Tribunal Supremo de
Justicia
C A P I T U L O III
MARCO METODOLÓGICO
Tipo y Nivel de Investigación
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RV
El tipo de investigación del presente trabajo
es documental-jurídico
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dogmática, ya que el problemaH
bajo
estudio se ha originado en una Ley, su
C
E
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DE legitimidad o inconstitucionalidad, hacia una concepción
aplicación, interpretación,
dogmática del derecho. Las fuentes a consultar son en su mayoría documentos,
tales como: La legislación, contenida en constituciones nacionales, leyes
orgánicas, leyes especiales, decretos, códigos, reglamentos, resoluciones,
ordenanzas y cualquier otro documento emanado de organismos legislativos y
administrativos; la doctrina, representada en libros, tratados, monografías,
artículos científicos, síntesis, resúmenes, recopilaciones, antologías jurídicas,
repertorios.
La
costumbre,
cuando
se
ha
transformado
en
norma
jurídica
consuetudinaria; informes de investigación jurídica; artículos científicos publicados
en revistas científicas arbitradas en el campo del derecho; jurisprudencia,
resoluciones jurídicas, autos, sentencias; cualquier soporte de información
registrada, etc.
La investigación jurídica dogmática, es aquella que concibe el problema
jurídico desde una perspectiva estrictamente formalista, descontando todo
32
elemento fáctico o real que se relacione con la institución, norma jurídica o
estructura legal en cuestión. El objeto del derecho está, por lo tanto, constituido
por las fuentes formales que lo integran. Todo el derecho debe necesariamente
emanar de la ley, la costumbre, sus principios generales, el negocio jurídico y la
jurisprudencia.
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En conclusión, para Nava de Villalobos (2004), la dogmática jurídica, en
E
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SR
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H
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ciencia o técnica formal R
y por
consiguiente, como una variable independiente de la
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general, se inscribe en el ámbito de pensamiento que ubica al derecho como una
sociedad, dotada de autosuficiencia metodológica y técnica. La finalidad de este
tipo de investigación, será evaluar las estructuras del derecho, y su materialización
que se aúna con los llamados métodos o técnicas de interpretación de las normas
jurídicas, en donde destacan lo exegético, lo sistemático, lo histórico, lo
sociológico e incluso hasta lo gramatical.
La investigación documental, implica la localización de la información y su
fichaje textual o de contenido, que sirve para fundamentar argumentativamente las
partes subjetivas o conjeturas propias de las hipótesis de trabajo respectivas.
El nivel de la presente investigación, es descriptivo, ya que precisamente se
describe una situación surgida de un criterio emanado de un órgano jurisdiccional
y que contrasta con lo establecido en la Ley.
Diseño de la Investigación
El diseño es el método para confrontar las hipótesis con los hechos. En el
campo jurídico es la metodología que utiliza el jurista para confrontar los hechos
jurídicos con la ley y con la ratio iuris. Los diseños jurídicos, son las formas, las
técnicas que permiten comprobar o descartar unas determinadas hipótesis en la
interpretación de la norma; pues posibilitan observar el comportamiento y variación
de la hipótesis considerada. En la base de todos los diseños de interpretación
jurídica está la ratio iuris, y la mayor cantidad de ésta le permite al jurista escoger
entre uno u otro resultado, entre una y otra alternativa.
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diferentes
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O
H a doctrina jurídica aportada por diferentes
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bibliotecas, en las cuales
investigó
DER
Para lograr cada objetivo específico, la autora se trasladó
autores, en internet investigó a jurisprudencia emanada del Tribunal Supremo de
Justicia, Sala de Casación Social y en libros que contienen sentencias dictadas
por Tribunales Superiores Laborales; luego recopilé esta información y desarrolle
cada objetivo especifico; y con toda ésta información formé mi propio criterio para
redactar los resultados y conclusiones; y aportar elementos útiles para la toma de
decisiones a nivel institucional.
Técnicas de Recolección de Datos
La técnica es la manera de llevar a cabo la actividad de forma sistemática,
ordenada y racional, ella constituye un hacer. El objetivo de la técnica del proceso
investigativo es la de un medio que permite aprehender la información útil para
llevar a cabo la comprobación de la hipótesis o el desarrollo del esquema.
La técnica de recolección de datos a utilizar en el presente trabajo, es el sistema
fólder, ya que se puede registrar la información a través de la computadora y
almacenarla sistemáticamente. A través de esta técnica se encuentra el contenido
del esquema o los elementos que constituyen el marco teórico de la investigación.
La descripción debe ser lo más objetiva posible, en el análisis de dicho contenido,
el cual debe aprehender en forma sistemática y controlada a través del esquema
propuesto.
Asimismo, se pueden registrar las ideas, definiciones, características,
OS
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A
RV
proposiciones, teorías, y cualquier otro dato que se encuentre en los documentos
E
S
E
SR
O
H
Clógica y metodológica, las opiniones y propuestas
crítica doctrinaria, semiológica,
E
R
DE
analizados. En este sentido, se tiene la oportunidad, de aportar a través de la
de los autores consultados.
Plan de Análisis de Datos
La hermenéutica, significa explicación: Se trata de explicar unos enunciados
analizándolos mediante otros enunciados. La hermenéutica permite, comprender
una obra mejor que su autor. Asimismo, es la ciencia que interpreta los textos
escritos y fija su verdadero sentido, aunque inicialmente fue referida a la exégesis
bíblica, se relaciona con más frecuencia a la interpretación jurídica. Igualmente, es
el arte y la ciencia de interpretar los textos legales.
Luego de haber recopilado toda la información, se procede al análisis de
los datos, la contrastación de la hipótesis, el desarrollo del esquema y, por último,
las respectivas conclusiones, para así encuadrar el contenido del esquema de
trabajo, dentro del derecho, representado en leyes, reglamentos, doctrina,
jurisprudencia, resoluciones, etc.
El plan de análisis es el siguiente: Para el objetivos No. 1, definir la admisión de
los hechos y la confesión ficta en materia laboral; se utilizará la analogía, a través
de la cual y de la interpretación de la norma, fundamentándose en el espíritu de un
ordenamiento positivo o en los principios generales del derecho, se obtendrán
dichas definiciones.
OS
D
A
RV
Para los objetivos Nos. 2, 3, 4 y 5, analizar la confesión ficta en las
E
S
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SR
O
H
C
E
cuando el demandado
no
da
contestación
a la demanda, a la luz del nuevo criterio
R
DE
diferentes etapas del proceso laboral; determinar la viabilidad de la confesión ficta
del Tribunal Superior Primero del Trabajo del Estado Zulia; analizar el derecho a la
defensa frente a la confesión ficta y la admisión de los hechos en la etapa de juicio
y analizar la posición jurisprudencial venezolana en materia de confesión ficta en
el área laboral, respectivamente, se utilizará el método exegético, a través del
cual se interpreta la norma, sustentándose ésta en el sentido de las palabras
reflejadas en el derecho positivo.
Asimismo,
por medio
de las palabras y proposiciones se traduce un
pensamiento o voluntad, el cual no puede ser otro sino que el del legislador, es
decir, el de los autores de la ley. Igualmente, por este método se averigua lo que el
legislador quiso al elaborar el texto, los fines que persiguió, las necesidades que
pretendió satisfacer. Savigny fue el principal propugnador de este método (llamado
lógico).
La interpretación debe consistir en "la reconstrucción del pensamiento
contenido en la ley" dicha reconstrucción se refiere al pensamiento del legislador
que dictó la ley; en consecuencia, el interprete debe "colocarse en el punto de
vista del legislador reproducir artificialmente sus operaciones y reconstruir la ley en
su inteligencia.
Su principal fundamento es que los preceptos legales deben ser
transformados por el intérprete dentro de ciertos límites, para ponerlos en armonía
OS
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A
RV
con las circunstancias imperantes en el medio social. Interpretar es adaptar, pero
E
S
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SR
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H
en la norma una parte rígida
yC
otra mudable. Iniciada la vigencia de la ley, ella se
E
R
DE
sin que ello implique derogar, argumentaban sus defensores. Esta teoría supone
incorpora al medio social, comienza su vida propia, autónoma. Al modificarse las
condiciones sociales, el intérprete debe aplicarla consultando la realidad social
entonces existente, dándole el sentido que más se ajuste a la solución de los
problemas que el legislador pudo prever cuando se promulgo. Es que la ley, como
se ha venido sosteniendo, es un producto del medio social vigente para la época
en que se dictó, y como ella se dicta no sólo para el presente sino para el futuro,
deben consultarse, al momento de aplicarla, las circunstancias imperantes.
En este sentido, interpretar no consiste en buscar la intención del
legislador, sino en indagar la finalidad práctica. Toda norma tiene un fin práctico; el
intérprete debe consultar ese fin. Sin embargo, debe decirse que la norma no tiene
un solo fin, sino una serie sucesiva de fines. Si el caso o la relación jurídica no
están regulados por la ley, deben solucionarse con la norma que se encuentre
más adecuada. Esta se deducirá de las necesidades de la observancia objetiva y
positiva de los hechos, de la ponderación de las exigencias reales y de las
utilidades prácticas. Por último, el análisis anteriormente descrito queda
comprendido en el cuadro de la Matriz de Análisis. (Véase p. 31. Capítulo II).
C A P I T U L O IV
RESULTADOS
Análisis y Discusión de Resultados
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RenVmateria laboral
Definir la admisión de los hechos y la confesión ficta
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Antes de definir
la admisión de hechos y la confesión ficta en materia
DER
laboral, hay que remontarse a la definición de la admisión de hechos y la confesión
ficta en el procedimiento civil, pues es a partir del derecho procesal civil de donde
devienen estas instituciones. Admisión: Acción y efecto de admitir. En el derecho
procesal, se dice admisión de las pruebas presentadas y de los recursos
interpuestos por las partes. (Cabanellas de Torres –1979).
Hechos: En el enjuiciamiento civil, los hechos comprenden todos los actos de las
partes, anteriores al litigio, que pueden tener importancia en las causa. Hechos
probados, son aquellos que en la sentencia se consideran de una manera expresa
como habiendo ocurrido. (Cabanellas de Torres –1979). Hecho: como caso que
es objeto de una causa o litigio. (Cabanellas de Torres –1979).
Confesión: Declaración que, sobre lo sabido o hecho por él, hace alguien
voluntariamente o preguntando por otro. En derecho, es el reconocimiento que una
persona hace contra si misma de la verdad de un hecho. (Cabanellas de Torres –
1979). Para el maestro Eduardo Couture, la confesión “Es un acto jurídico
38
consistente en admitir como cierto, expresa o tácitamente, dentro o fuera del juicio,
un hecho cuyas consecuencias de derecho son perjudiciales para aquel que
formula la declaración.
Para Devis Echandía (1990), la confesión (como prueba) es definida como
un medio de prueba judicial, que consiste en una declaración de ciencia de
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conocimiento, expresa, terminante y seria, hecha conscientemente, sin coacciones
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C o sobre el reconocimiento de otros hechos,
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o es aducida, sobre hechos
personales
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DE
que destruyan la voluntad del acto, por quién es parte en el proceso en que ocurre
perjudiciales a quién lo hace o a su representado, según el caso o simplemente
favorable a su contraparte en ese proceso
Confeso: El reo que ha declarado su delito. (Cabanellas de Torres –1979).
Contumaz: En Derecho Procesal, rebelde; el demandado que no se apersona en
autos o no contesta la demanda; el acusado que no comparece para contestar
cargos. (Cabanellas de Torres –1979). Contumacia: Resistencia pasiva, rebeldía y
desobediencia al llamamiento hecho al actor o reo para que comparezca o
responda dentro del término de la citación; hoy se emplea más comúnmente la
palabra rebeldía. (Cabanellas de Torres –1979).
La confesión ficta: es una institución procesal que está establecida en la
generalidad de los sistemas procesales, como una sanción al demandado
contumaz, es decir, cuando no atiende la orden de comparecencia emitida por el
Tribunal, conducta que es sancionada mediante el establecimiento de una
presunción, cual es la de que los hechos afirmados en la demanda son ciertos. De
forma general, la confesión ficta es el reconocimiento que una persona hace
contra si misma de la verdad de un hecho. Igualmente, está definida como una
sanción al demandado negligente. (Diccionario Enciclopédico Salvat Universal)
La doctrina acogida por nuestro Máximo Tribunal de la República, en varios
fallos como el de fecha 09 de Agosto de 1994, define la confesión ficta, señala
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que la naturaleza de la confesión como prueba es distinta a la de la confesión ficta;
E
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SR
O
H
Cde la ley, artículo 362 del Código de Procedimiento
E
presunción, que se desprende
R
DE
e igualmente indica, que la naturaleza de la confesión ficta, es la de una
Civil, y que se produce cuando se reúnen las circunstancias que ella establece;
impulsando al Juez a resolver el asunto debatido en base a una confesión, que no
existe en el proceso como una prueba, sino que es producto de una ficción jurídica
que el legislador elabora, en base a una contumacia del demandado al no
contestar ni probar nada que le favorezca, siempre que la petición del actor no sea
contraria a derecho.
Por ello el efecto de la rebeldía del demandado, al no contestar la demanda,
no constituye persé una confesión, sino para que sea apreciada como tal requiere
además, de la ausencia de cualquier otra actividad probatoria por parte del
contumaz, y de que la pretensión no sea contraria a derecho, es sólo cuando se
cumple con todas esas circunstancias cuando se puede hablar de confesión.
Confesión ésta que no se produce como una declaración desfavorable de parte,
sino como una consecuencia jurídica que el legislador asigna a una determinada
conducta de las partes, lo que constituye una presunción legal.
La contestación a la demanda es “el acto procesal del demandado,
mediante el cual este ejercita el derecho de defensa y da su respuesta a la
pretensión contenida en la demanda”. (Couture, 1960). A criterio de Rengel
Romberg (1992), de la definición de contestación se destaca: a) Es un acto
procesal, en el sentido que tiene trascendencia jurídica en el proceso por la
OS
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A
RVcarga; c) Mediante la
demandado y su realización es la liberación de E
esta
S
E
R
S
contestación a la demanda ejercita
HsuOderecho a la defensa. En este sentido, bajo
C
E
DERdicho derecho es inviolable en todo estado y grado del
el orden constitucional,
modificación que produce; b) La carga de realizarlo, pesa solamente sobre el
proceso. (Art. 27 CRBV); y 4) En la contestación el demandado da su respuesta a
la pretensión contenida en la demanda.
La falta de contestación de la demanda, da lugar a la confesión ficta, esto
es, la presunción de confesión que recae sobre los hechos narrados en la
demanda, pero no sobre el derecho o las consecuencias jurídicas que conforme a
la ley deben aplicarse a los hechos establecidos. Ella admite prueba en contrario
y se caracteriza, por tanto, como una presunción “juris tantum” El Código de
Procedimiento Civil se refiere a la confesión ficta en dos artículos:
El Articulo 347 que atribuye a la falta de comparecencia del demandado al
emplazamiento es la confesión; y el articulo 362 al cual remite aquel, según el
cual: “Si el demandado no diere contestación a la demanda dentro de los plazos
indicados en este código, se le tendrá por confeso en cuanto no sea contraria a
derecho la petición del demandante, si nada probare que le favorezca (…).
De esta última disposición
y a opinión de Rengel Romberg (1999), se
requieren dos (2) condiciones para que la confesión ficta sea declarada y tenga
eficacia legal: a) que la petición del demandante no sea contraria a derecho y; b)
que en el termino probatorio no pruebe el demandado algo que le favorezca; y
consecuencialmente, los problemas que plantea la institución en la practica, son
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alcance de la locución: si nada probare que le favorezca.
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E
En el primer caso,
DERel Tribunal no podrá declarar con lugar la demanda, ni
dos (2): establecer lo que debe entenderse por petición contraria a derecho y el
acordar lo pedido por la parte actora, si esa petición resulta contraria a derecho, en
el sentido de que los hechos admitidos, no producen la consecuencia jurídica
pedida; que puede suceder porque la acción propuesta esta prohibida por la ley;
no esta tutelada o amparada por ella (cuestión de derecho) y consecuencialmente,
aunque el demandado no haya comparecido a la contestación, la cuestión de los
hechos alegados por el demandante en el libelo, pierde trascendencia porque la
cuestión de derecho se presenta como prioritaria, y resuelta en sentido negativo,
no tiene objeto entrar al examen de la veracidad o falsedad de los hechos o
trascendencias de los mismos.
Por otra parte, la desestimación de la demanda, por ser improcedente o
infundada en derecho, supone que aun siendo verdaderos los hechos y
debidamente probados, ya en el periodo de pruebas por el actor, o bien
presuntamente por la confesión ficta del demandado, la demanda debe rechazarse
si la ley no atribuye a los hechos comprobados o presuntamente admitidos, la
consecuencia jurídica (petición) solicitada en la demanda.
Para Cabrera Romero (2000), el artículo 362 del CPC exige tres (3)
requisitos para que pueda tenerse por confeso a un demandado. Se trata de tres
(3) requisitos acumulativos que deben cumplirse en su totalidad, y su verificación
conduce a que sea en la sentencia definitivamente y no antes, cuando se declare
que el demandado ha quedado confeso. Para ello, es necesario que se den los
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tres (3) requisitos: a) Que el demandado no conteste la demanda, b) Que en el
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SR
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H
C
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sea contraria a derecho.
R
DE
término probatorio nada probare que lo favorezca, c) Que la petición del actor no
Solamente después que transcurren y se constatan estos tres (3) requisitos,
es que el Tribunal puede declarar la confesión ficta de inmediato. En materia
laboral, la confesión ficta no es más que el reconocimiento de los hechos alegados
por el actor en el escrito libelar, lo cual ocurre cuando el demandado no asiste a la
Audiencia Preliminar o a una de sus prolongaciones; cuando no da contestación a
la demanda; o a pesar de haberla contestado, la realiza en forma
vaga e
imprecisa; y, cuando no asiste a la Audiencia de Juicio.
Por el contrario, la admisión de los hechos es admitir los hechos narrados
por el actor en la demanda, como consecuencia de la no asistencia del
demandado a la Audiencia Preliminar, a la Audiencia de Juicio, o de no contestar
oportunamente la demanda, o lo hace de manera vaga e imprecisa, tal y como fue
referido anteriormente. La admisión de los hechos viene a ser la consecuencia
impuesta por el legislador.
Para la autora el efecto de la admisión de los hechos, es un presupuesto
procesal y deviene de la conducta procesal de la parte demandada (contumacia),
es decir, que el Juez tiene por admitidos los hechos, pero verifica en derecho si
son procedentes los conceptos y cantidades que reclama el actor en su escrito
libelar. Y el efecto de la confesión ficta, es que la decreta el Juez, admitiendo los
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hechos esgrimidos por el actor en su escrito de demanda.
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SR
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H
Cla incomparecencia del demandado a la Audiencia
E
ficta), que las dos ocurren
por
R
DE
Existe similitudes entre las dos figuras (admisión de los hechos y confesión
Preliminar, a la Prolongación de la Audiencia Preliminar o a la Audiencia de Juicio;
y que en ambas etapas procesales (Sustanciación y Mediación, y Juicio) el Juez
verifica si son procedentes en derecho los conceptos y cantidades que reclama el
actor en su escrito libelar.
Las diferencias radican en que, la admisión de los hechos ocurre en la
etapa de Sustanciación y Mediación y la misma no admite prueba en contrario, ya
que en esta etapa el Juez revisa la procedencia en derecho los conceptos que
reclama el actor en su escrito libelar, sin atender al material probatorio, es decir,
no se evacuan las pruebas; en cambio la confesión ficta, ocurre en la etapa de
Juicio, la cual en principio puede revestir carácter relativo, y luego de la
evacuación de las pruebas promovidas y admitidas por el Tribunal de Juicio, en
cuya Audiencia el demandado puede ser ejercer el control y contradicción de las
pruebas, lo cual no puede hacer en la etapa de Sustanciación y Mediación, puede
pasar a ser una confesión de carácter absoluto, a una confesión de carácter
relativo, es decir, que admite prueba en contrario, como lo es el pago liberatorio de
algún concepto o de todos los conceptos que reclama el actor, conforme al criterio
reiterado de la Sala de Casación Social
Analizar la confesión ficta en las diferentes etapas del proceso laboral
OS
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A
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En el nuevo proceso laboral venezolano, la confesión ficta puede suceder
E
S
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SR
O
H
C del demandado a la Audiencia Preliminar: Según
E
Por la no comparecencia
R
DE
en las siguientes etapas:
el artículo 129 de la LOPT, la audiencia preliminar –también llamada primera
audiencia de trámite para no desligarla de su carácter procesal- es presidida por el
Juez y las partes que deben comparecer obligatoriamente, cuyo fin primordial es
evitar el litigio (mediación y conciliación), limitar su objeto, depurar el
procedimiento, y recibir las pruebas.
Es obligatoria la comparecencia de las partes, porque el proceso oral tiene
que desarrollarse con la presencia de los interesados, sea que acudan
personalmente o por medio de apoderados judiciales. Si los actos fundamentales
del proceso, como son la audiencia preliminar, la audiencia de juicio y los actos de
juzgamiento que realiza la alzada y la Sala de Casación Social del Tribunal
Supremo de Justicia se realizaran sin la presencia de las partes o de una de ellas,
quedarían desvirtuados en su naturaleza propia, la inmediación del Juez quien
tiene por norte averiguar la verdad, inquirir a los mismos litigantes sobre los
hechos alegados, la procura de avenimiento, la procura de arbitraje como medio
alterno de solución del conflicto y el control de las pruebas por parte del
antagonista (Henríquez, 2006).
En este sentido, la primera oportunidad para que se verifique la Confesión
Ficta ocurre en la etapa de la Audiencia Preliminar, a tenor de lo establecido en el
articulo 131 de la LOPT, en virtud del cual:
OS
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RV
Si el demandado no compareciere a la audiencia preliminar, se
presumirá la admisión de los hechos alegados por el demandante y
el tribunal sentenciará en forma oral conforme a dicha confesión, en
cuanto no sea contraria a derecho la petición del demandante,
reduciendo la sentencia a un acta que elaborará el mismo día, contra
la cual, el demandado podrá apelar a dos efectos dentro de un lapso
de cinco (5) días hábiles a partir de la publicación del fallo.
El Tribunal Superior del Trabajo competente decidirá oral e
inmediatamente y previa audiencia de parte, dentro de los cinco (5)
días hábiles siguientes contados a partir del día de recibo del
expediente, pudiendo confirmar la sentencia de Primera Instancia o
revocarla, cuando considerare que existieren justificados y fundados
motivos para la incomparecencia del demandado por caso fortuito o
fuerza mayor plenamente comprobables, a criterio del tribunal.
La decisión se reducirá a forma escrita y contra la misma será
admisible el recurso de casación, si alcanzare la cuantía a la que se
refiere el artículo 167 de esta Ley, dentro de los cinco (5) días hábiles
siguientes a dicha decisión. En todo caso, si el apelante no
compareciere a la audiencia fijada para decidir la apelación, se
considerará desistido el recurso intentado.”
E
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R
DE
A opinión del autor Jaime Martínez, (2005), el legislador sanciona con rigor
la falta de comparecencia del accionado; ya que cuando el demandado no
comparece a la audiencia preliminar, el Tribunal presumirá que admite los hechos
y sentenciará en forma oral conforme a la confesión, siempre que la petición del
demandante no sea contraria a derecho, de todo lo cual se levantara un acta. De
la decisión del Tribunal de Primera Instancia, podrá el demandado apelar dentro
de los 5 días hábiles siguientes a la publicación del fallo.
En consecuencia, se aparta del criterio sostenido por el CPC y de las
demás normas procesales en general, de acuerdo con el cual el demandado, sin
poder alegar hechos nuevos, puede presentar pruebas con el fin de desvirtuar la
confesión ficta. Según lo establecido en los artículos 131 y 135 si el demandado
no comparece a la audiencia preliminar o no consigna el escrito de contestación a
OS
D
A
V
inmediato a sentenciar conforme a dicha confesión, E
enR
cuanto no sea contraria a
S
E
R
S
derecho la petición del demandante.
HO Si bien se concede apelación de dicha
C
E
R a lo previsto en el artículo 131 el demandado sólo
DEconforme
decisión, no obstante,
la demanda, el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución, procederá de
podrá presentar alegatos, ante el Superior, destinados a demostrar la existencia
de una causa extraña que le impidió acudir a la Audiencia Preliminar, tal como un
accidente de tránsito o quebrantos de salud.
Para el autor Torres (2002),
se presume la admisión por parte del
demandado de los hechos alegados por el demandante, cuando aquél deja de
comparecer a la Audiencia Preliminar para el cual fue notificado y emplazado, y
siempre que la petición del actor no fuere contraria a derecho. A su modo de ver,
el legislador procesal del trabajo ha debido, en vez de presumir una admisión de
los hechos invocada por el actor cuando el demandado no hubiere comparecido a
la Audiencia Preliminar y la petición del demandante no fuere contraria a derecho,
declarar enfáticamente dicha admisión.
Considerar que en esos dos supuestos –inasistencia y petición no contraria
a derecho-, el demandado queda confeso, y no presumirlo; porque tal presunción
no tendría cabida si –considerándose la presunción tal como es, una presunción
juris tamtum que admite prueba en contrario- la ley procesal laboral hubiera
conferido al demandado la facultad de desvirtuar dicha presunción con la
aprobación de hechos determinados, tal como se prevé en la codificación procesal
civil.
OS
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A
RV
el demandado no diere contestación a la demanda dentro
de los plazos indicados
E
S
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SenRcuanto no sea contraria a derecho la
O
en este Código, se le tendrá por H
confeso
C
E
R
DE si nada probare que le favorezca”. Como se observa, en
petición del demandante,
Señala en efecto el artículo 362 del Código de Procedimiento Civil que: “Si
la legislación procesal civil, tal presunción si es procedente por la concurrencia de
no sólo dos de los presupuestos anotados –falta de comparecencia del
demandado y condición de que la petición del demandante no sea contraria a
derecho- sino de los tres indicados en dicha codificación (la incomparecencia del
demandado, la petición del actor conforme a derecho y el presupuesto según el
cual el demandando no hubiera probado nada que lo favoreciera durante el curso
del lapso probatorio).
Según este último presupuesto, el demandado puede –en la legislación
procesal civil- invocar hechos determinados que desnaturalicen o desvirtúen tal
presunción de confesión. Abundante ha sido la jurisprudencia de casación en este
sentido; y el autor Torres (2002), tuvo la oportunidad de sostener:
(...) También está condicionada la confesión ficta del demandado al
hecho de que no pruebe nada que lo favorezca. En virtud de este
dispositivo, el demandado –aún en el caso de que no haya
contestado la demanda en el lapso del emplazamiento-, puede
promover las pruebas pertinentes durante el lapso probatorio que
tiendan a desvirtuar las pretensiones del actor, pero siempre y
cuando sean aquellos hechos que constituyan elementos nuevos
traídos al proceso (...).
Según estas apreciaciones no podría establecerse presunción alguna al
no poder ser desvirtuada con hechos determinados –por no consagrarlo la norma
OS
D
A
demandado a la Audiencia Preliminar para reputarlo R
confeso;
V dado que el otro
E
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Eno esté tutelada por la Ley. Si eso
R
presupuesto sería el de que a petición
del
actor
S
HO
C
E
ERla norma hubiera podido establecer que tal presunción
no fue lo que quiso
Ddecir,
del art. 135 LOPT-; y en razón de lo cual, bastaría con la incomparecencia del
no podría ser desvirtuada por otros hechos que la enervaran. La Sala de Casacion
Social del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia de fecha 17 de febrero del
ano 2004, Caso: Arnaldo Salazar Otamendi Vs. Publicidad Vepaco, establecio lo
siguiente:
1°) Si la incomparecencia del demandado surge en el llamado
primitivo para la audiencia preliminar, la admisión de los hechos por
efecto de dicha incomparecencia (confesión ficta), revestirá carácter
absoluto por lo tanto no desvirtuable por prueba en contrario
(presunción juris et de jure). Es decir, la potestad del contumaz no
representará la posibilidad de desvirtuar la confesión de admisión por
prueba en contrario, sino la de enervar la acción por no estar ésta
amparada por la ley o la de enervar la pretensión del actor bajo la
afirmación de que ésta es contraria a derecho. En este caso, el
sentenciador de sustanciación, mediación y ejecución decidirá la
causa conforme a lo señalado en el artículo 131 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, es decir, sentenciará inmediatamente en forma
oral conforme a dicha confesión, en cuanto no sea contraria a
derecho la petición del demandante, reduciendo la sentencia a un
acta que elaborará el mismo día, contra la cual el demandado podrá
apelar, apelación que se oirá en dos efectos, dentro de un lapso de
cinco (5) días hábiles a partir de la publicación del fallo. El tribunal
superior que conozca la apelación, sólo decidirá con respecto a los
motivos que le impidieron al demandado comparecer al llamado
primitivo para la audiencia preliminar, es decir, el caso fortuito o
fuerza mayor que originó la incomparecencia, y si ésta resultara
improcedente, proseguirá el juez entonces a decidir verificando,
obviamente, que la acción no sea ilegal o que la pretensión del actor
no sea contraria a derecho, (…)
Por la no comparecencia del demandado a una de las prolongaciones
de la Audiencia Preliminar
OS
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A
A tenor de lo establecido en el artículo 132 R
de V
la LOPT, la audiencia
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R
preliminar podrá prolongarse en el mismo
día, una vez vencidas las horas de
S
HO
C
E
despacho, hasta que E
agotare el debate, previa aprobación del Juez. Asimismo,
D seR
consagra el último aparte del artículo 136 de la LOPT que “(…). La audiencia
preliminar en ningún caso podrá exceder de cuatro (4) meses.” Según la sentencia
de fecha 6 de octubre de 2005, emanada de la Sala de Casación Social del
Tribunal Supremo de Justicia, Expediente No. 1252, se asentó lo siguiente:
(…) La Audiencia Preliminar establecida en los artículos 129 y
siguientes de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, es un acto
procesal unitario susceptible de prolongaciones sucesivas, ya que la
finalidad de la misma, consiste en fomentar la utilización de los
medios alternos de resolución de conflictos –conciliación, mediación,
etc., para que, mediante actos de auto composición procesal, se
ponga fin al procedimiento judicial iniciado con la demanda. (…)
Henríquez (2006). La prolongación en el tiempo de la audiencia preliminar
obedece al propósito que impone la ley al Juez de lograr una solución no
controvertida de la litis, a través de la mediación, que desemboca en una
conciliación como formas alternas de administración de justicia. Sin embargo,
como la audiencia preliminar es una sola procesalmente, independientemente de
las prolongaciones que se hayan celebrado, no produce los mismos efectos la
incomparecencia del demandado al acto de instalación a la audiencia preliminar
que a una de sus prolongaciones.
En efecto, la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, en
sentencia de fecha 15 de Octubre de 2004, Caso: Coca-Cola Femsa de
S
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D
A
no comparecer al acto de instalación o de inicio de laR
Audiencia
V Preliminar o en
E
S
E
R
S
una de sus prolongaciones.
HO
C
E
ER
D
Porque el demandado no conteste la demanda o porque no conteste
Venezuela, flexibilizó el criterio y diferenció las consecuencias que se producen al
adecuadamente: El tercer caso de confesión ficta, está contemplado en el artículo
135 de la LOPT:
Concluida la audiencia preliminar sin que haya sido posible la
conciliación ni el arbitraje, el demandado deberá, dentro de los cinco
(5) días hábiles siguientes, consignar por escrito la contestación de la
demanda, determinando con claridad cuáles de los hechos invocados
en la demanda admite como ciertos y cuales niega o rechaza, y
expresar asimismo, los hechos o fundamentos de su defensa que
creyere conveniente alegar. Se tendrán por admitidos aquellos
hechos indicados en la demanda respectiva, de los cuales, al
contestar la demanda, no se hubiere hecho la requerida
determinación, expuestos los motivos del rechazo, ni aparecieren
desvirtuados por ninguno de los elementos del proceso.
Si el demandado no diera la contestación de la demanda dentro del
lapso indicado en este artículo, se le tendrá por confeso, en cuanto
no sea contraria a derecho la petición del demandante. En este caso,
el tribunal remitirá de inmediato el expediente al Tribunal de Juicio,
quien procederá a sentenciar la causa, sin más dilación, dentro de
los tres (3) días hábiles siguientes, al recibo del expediente,
ateniéndose a la confesión del demandado”.
En el presente caso, el autor Mirabal (2005) opina, que cuando el
accionado no cumple con la carga procesal de contestar la demanda de manera
oportuna, no tendrá lugar la realización de la Audiencia de Juicio, ya que por
imposición del artículo en comento, el Juez de Juicio recibirá las actas procesales
a los fines únicos de dictar la sentencia sin mayor dilación atendiendo a la
confesión del demandado, dentro de los tres (3) días hábiles siguientes al recibo
del expediente, en el entendido de que la misma no sea contraria a derecho ni
OS
D
A
RV en la sentencia.
pronunciarse sobre la admisión de las pruebas para su
valoración
E
S
E
R
S
O
H
C
E
Según el autor
La Roche (2004), la contestación de la demanda
R
DEHenríquez
manifiestamente ilegal, para cuyo efecto el Juez de Juicio previamente deberá
tiene lugar dentro de los cinco días hábiles siguientes a la conclusión de la
audiencia preliminar. Es muy importante que el demandado tenga certeza sobre
cuál es el día de conclusión del “estado” de audiencia preliminar, ya que éste
puede durar hasta cuatro meses (Art. 136 in fine), y de haber error respecto al dies
a quo del lapso pudiera resultar extemporánea la contestación.
La contestación a la demanda no es un acto del Tribunal de
Sustanciación, Mediación y Ejecución; es un acto de parte que consiste
simplemente en consignar el escrito por el cual se le da respuesta a la demanda
incoada. Si el demandado no da contestación a la demanda oportunamente, se le
tendrá por confeso, en cuanto no sea contraria a derecho la petición del
demandante. Esta expresión utilizada por la norma no es del todo exacta, pues la
confesión ficta, como toda confesión, sólo concierne a los hechos, y por ende no
puede en propiedad afirmarse que un hecho se tenga como cierto en cuanto no
sea contraria a derecho la pretensión, el petitorio del actor.
La consecuencia que se sigue de la locución usada por el legislador lleva a
entender que la pretensión es improcedente, a pesar de que haya habido
confesión simulada ex lege, si impide declararla procedente el ordenamiento
jurídico. Dentro de este mismo artículo, se encuentra el caso de la contestación
inadecuada, considerando el autor antes nombrado, que el demandado incurre en
confesión ficta:
OS
D
A
RV
E
S
E
S Radmite como ciertos y cuáles niega o
O
H
los hechos invocados en
la
demanda,
C
E
R
DE
1. Cuando contesta en términos generales la demanda y no precisa cuáles de
rechaza. Si guarda silencio sobre los hechos que admite, se reputa de
todas maneras que los admite por efecto de este primer precepto que
estamos comentando. Este precepto se remonta al artículo 48 de la Ley
Orgánica de Tribunales y Procedimiento del Trabajo (derogada)
2. También incurre en confesión ficta cuando, habiendo rechazado un
supuesto de hecho contenido en la demanda, “no hubiere expuesto los
motivos del rechazo”. Así por ej., si el demandado alega que el salario que
devengaba el actor no era el que se indica en la demanda, incurre en
confesión ficta respecto a ese señalamiento salarial contenido en el libelo,
pues es carga procesal suya señalar cuál era, entonces, el salario que
devengaba. El demandado cumple con esta carga procesal en el caso de
que se reclamen tantos días feriados u horas extras laboradas, y manifieste
en su descargo que nunca el actor trabajó fuera de su jornada ordinaria,
pues en tal supuesto estaría explicando el motivo de su rechazo.
Ahora bien, si al demandado le correspondiera la carga de la prueba del
hecho cuya negación carece de los motivos del rechazo y que también le
corresponde la carga de los hechos en los que funda su rechazo, habría
que concluir que siempre le incumbirá al demandado la carga de la prueba,
pues la misma norma, así interpretada, le llevaría inexorablemente a afirmar
un hecho distinto al que afirma el actor en su demanda. Visto así, el
S
O
D
A
también afirme hechos. El precepto legal consistiríaV
R no en otra cosa que en
E
S
E siempre la actividad probatoria
R
la formula general mimetizada de
trasladar
S
HO
C
E
al demandadoE(empleador)
en beneficio y descargo del demandante
D R
demandante estaría siempre exento de la carga probatoria, aún cuando
(empleado). Sin embargo, esta interpretación se opone a los principios
generales de la carga de la prueba que ha laborado arduamente la doctrina
procesal. Según ésta, la carga de la prueba corresponde al demandado
sólo cuando introduce a la litis hechos nuevos, es decir, aquellos que no
suponen simplemente la contraprueba de los hechos afirmados por el
demandante.
3. A la misma conclusión lleva el precepto final que expresa: “Se tendrán por
admitidos aquellos hechos (indicados en la demanda respectiva) (que no)
aparecieren desvirtuados por ninguno de los elementos del proceso”,
porque la norma en definitiva establece que la carga de la prueba
corresponde a la parte demandada y no a la parte demandante, sin que
llegue a señalar cuáles hechos controvertidos en la litis debería acreditar el
actor.
Siguiendo estas reglas de distribución de la carga probatoria, cualquier
persona puede irrogarse la impostura de trabajador de una empresa y a ésta,
llamada a juicio, le tocará correr los riesgos de la carga de comparecencia y de la
carga de la prueba de todos los supuestos de hecho contrarios a aquellos en los
que se fundamenta la pretensión. Tendrá que hacer la prueba de un hecho
negativo indefinido (prueba diabólica); que el demandante nunca le prestó
servicios y que la empresa nunca recibió esos servicios. La prestación del servicio
OS
D
A
RV
cualquier clase por cuenta ajena y bajo la dependencia
de otra persona) en el
E
S
E
SR
O
demandado, son cargas de afirmación
de la demanda, cuya prueba atañe al actor
H
C
E
R
DEdel artículo 72.
según la regla general
personal y el título jurídico de receptor del servicio (Art. 65 y 39 LOT; labor de
El precepto de este artículo 135, según el cual se tendrán por admitidos
estos hechos afirmados en la demanda si no aparecieren desvirtuados en el
proceso, es un precepto que sustrae los hechos ciertos a partir de los cuales nace
la presunción relativa del artículo 65 de la Ley Orgánica del Trabajo, a saber, el
hecho cierto de la prestación de un servicio personal y el hecho cierto de que es el
demandado quien lo recibe.
En otras palabras, la norma sustantiva presuncional se fundamenta en la
comprobación de dos legitimaciones (activa y pasiva), y de ellas deduce la ley la
dependencia y la remuneración que caracterizan la relación de trabajo. Pero si las
legitimaciones o cualidades deben presuponerse también al punto que
correspondería al demandado desvirtuar lo aseverado en la demanda, entonces
no podríamos calificar el artículo 65 de la Ley Orgánica del Trabajo como una
presunción, pues no podría ser subsumida al supuesto normativo del artículo 118
que la prevé: “razonamiento lógico que, a partir de uno o de más hechos probados
lleva, al Juez, a la certeza del hecho investigado”.
4 Es carga de la afirmación, oponer en la contestación de la demanda
las excepciones perentorias contra la pretensión del actor, lo cual
aparece expresado en la norma cuando dice: “...y expresar
OS
D
A
RV
asimismo, los hechos o fundamentos de su defensa que creyere
E
S
E
SR
O
H
C
E
perentorias
pertinentes,
como la prescripción
R
DE
conveniente alegar”; valiendo como ejemplo todas las excepciones
de la acción, la
excepción de nulidad, etc.
Con todo es posible que el Juez de Juicio (no el de alzada) extienda su
decisión a cuestiones de mérito que no constituyen el programa de debate del
proceso según la litis trabada con la demanda y su contestación. El Parágrafo
Único del artículo 6 le faculta al Juez de Juicio para “ordenar el pago de
conceptos, como prestaciones o indemnizaciones, distintos a de los requeridos,
cuando éstos hayan sido discutidos en el juicio y estén debidamente probados”.
Carece de fundamento lógico que la carga de la prueba se desplace al
demandado por haber éste afirmado en su contestación un salario menor al que el
actor señala en su demanda, ya que el que pretende el efecto de la norma jurídica
aplicable es el demandante y no su patrono. La afirmación del verdadero salario –
en versión del patrono- no es un hecho nuevo, en el sentido técnico de la palabra;
es simplemente la contradicción del hecho afirmado por el actor. En cierta forma,
no es más que una invitación a coincidir en el quantum del salario, pero la prueba
del salario sigue estando entre los elementos que constituyen los presupuestos
materiales de la sentencia favorable.
Igual cosa ocurre, por ejemplo, en el caso del demandado, en el juicio de
OS
D
A
que el semáforo estaba en luz roja para el actor, o queR
afirme
V que no es cierto lo
E
S
RE
S
dicho en la demanda de que el actorO
tenía
la luz verde de preferencia de paso. En
H
C
E
ER el demandado está introduciendo hechos nuevos que
ninguno de estos D
supuestos
tránsito, alegue que el semáforo no estaba en luz verde para el actor, o que afirme
inviertan la carga de la prueba según el adagio reus in excipiendo fit actor.
Tal
contestación
no
constituye
un
hecho
impeditivo,
sino
que
conceptualmente es parte de la contradicción de la demanda. Son simplemente,
hechos dirigidos a confirmar la contradicción que se hace a lo afirmado en el libelo
de demanda. Esto es tan cierto que si el demandante no lograse probar en un
juicio el salario que indica en su demanda, el Juez podría ordenar una experticia
complementaria para fijarlo antes de la ejecución del fallo, sin que viniese a ser
vinculante o limitante la cuantía de sueldo que informó el demandado en su escrito
de contestación. De manera que, las afirmaciones consignadas en el escrito de
contestación –siempre que no sean verdaderos hechos nuevos (excepciones
perentorias)- o la falta de aclaratoria sobre hechos que son ciertamente conocidos
por el demandado, no invierten nunca la carga de la prueba, puesto que no
constituyen verdaderas excepciones en el sentido sustancial.
Estos argumentos recogen la doctrina de la Sala de Casación Civil,
ratificada en varias oportunidades, y que tiene cumplida aplicación también el
ámbito de la jurisdicción laboral. La dificultad de la prueba para el trabajador
demandante no puede llevarse al extremo de crear una presunción de verdad a su
favor, fundada en la falta de motivación del rechazo o en la falta de la prueba del
hecho en el que se funda el rechazo.
OS
D
A
RV
E
S
E
R
El autor Torres (2002), expresa
aS
cerca del contenido del artículo 135 de la
O
H
C
E
R
LOPT, que el mismo
establece, que una vez culminada la Audiencia Preliminar sin
DE
haberse llegado a conciliar la controversia o sometida ésta a arbitraje, el
demandado “deberá”, dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes, consignar por
escrito la contestación de la demanda”.
La inflexión verbal “deberá”, utilizada por el legislador en la precitada
norma, da a entender que el demandado está obligado a contestar la demanda, en
forma escrita, dentro de los cinco días hábiles siguientes a la culminación de la
Audiencia preliminar, por ante el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución. Y
esta obligatoriedad se reafirma en el Exposición de Motivos del Proyecto del Ley
Orgánica Procesal del Trabajo con la siguiente argumentación: “Esta audiencia
preliminar, es presidida por el Juez y a ella deben comparecer las partes de
manera obligatoria, bien sea personalmente o mediante apoderados en el día y
hora que determine el Tribunal, previa notificación del demandado”.
Sostiene Torres (2002), que no niega que el nuevo sistema exige la
presencia de las partes ante el Juez con el objeto de encontrar medios alternos de
solución de conflictos; pero de allí a que el demandado quede obligado por esa
norma, no es más que forzar su voluntad, con mengua o menoscabo de su libertad
personal, considerada ésta como un estado existencial del individuo que lo hace
libre y dueño absoluto de sus propios actos.
Asimismo, señala la norma contenida en el artículo 68 de la Ley Orgánica
OS
D
A
RV
de Tribunales y de Procedimiento del Trabajo, conforme a la cual. “el demandado
E
S
E
SR
O
H
EC
claridad cuáles de losE
hechos
invocados en el libelo admite como ciertos y cuáles
R
D
o quien ejerza su representación, deberá al contestar la demanda, determinar con
niega o rechaza.”
Considera dicho autor, que el demandado no debería estar obligado a
contestar la demanda propuesta en su contra, sólo porque el Tribunal así lo
ordene, en cumplimiento de la Ley; y como ésta es coactiva por naturaleza,
coercible por sí misma, según la máxima “la ley es dura, pero es ley”, el legislador
ha debido ser más circunspecto en este sentido.
Opina Torres (2002), que la norma hubiera quedado mejor concebida con
los mismos términos utilizados por ella, pero de la siguiente forma: “Concluida la
Audiencia Preliminar sin que haya sido posible la conciliación ni el arbitraje, el
demandado deberá en su contestación de la demanda, consignarla por escrito,
dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes, determinando con claridad...” etc.
No obstante, si el demandado no da contestación a la demanda intentada
en su contra en tiempo hábil, conforme a la norma del mencionado artículo 135,
incurre en confesión ficta, respecto de los hechos invocados por el actor en su
libelo, siempre que la demanda propuesta sea conforme a derecho. En relación al
precitado artículo 135 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, indica Torres, que
la contestación de la demanda deberá ser presentada por escrito, determinándose
con claridad cuáles de los hechos invocados en el libelo el demandado admite
como ciertos y aquellos que contradice o niega.
OS
D
A
escrito no desencializa la naturaleza oral del procedimiento
RV del trabajo, pues,
E
S
E
R
S
como se puntualiza en la Exposición
HOde Motivos del Proyecto de Ley Orgánica
C
E
R este trascendental acto del proceso, la Comisión ha
Procesal del Trabajo:
DE“Para
El hecho de que la contestación de la demanda deba ser presentada por
considerado apropiado que la contestación de la demanda sea por escrito, porque
es un acto introductorio de la controversia que no se realiza frente al Juez de
Juicio, y de otra manera sería difícil que una vez remitido el expediente al Tribunal
que decidirá, pueda tener un conocimiento exacto del asunto y porque el principio
de oralidad no significa en forma alguna, ausencia de escritura, sino predominio de
un principio sobre el otro”.
Esta disposición tiene su antecedente legislativo en el artículo 68 de la Ley
Orgánica de Tribunales y de Procedimiento del Trabajo (LOTPT), con la misma
redacción en el punto a que se refiere la contestación cuando establece que el
demandado “deberá determinar con claridad cuáles de los hechos invocados en la
demanda admite como ciertos y cuáles niega o rechaza, y expresar asimismo, los
hechos o fundamentos de su defensa que creyere conveniente alegar...”.
En la misma presunta confesión incurre el demandado, no obstante su
contestación de la demanda si ésta no es consignada por escrito, ni determina con
claridad cuáles hechos invocados por el actor en su libelo admite como ciertos y
cuales contradice; o si no expresa en su contestación los fundamentos en que se
apoye su defensa. Por eso, la última parte del primer párrafo del mencionado
artículo 135, prescribe: “Se tendrán por admitidos aquellos hechos indicados en la
demanda respectiva, de los cuales, al contestar la demanda, no hubiere hecho la
OS
D
A
RV
requerida determinación, expuestos los motivos del rechazo, ni aparecieren
E
S
E
SR
O
H
C
E
R
Este último
dispositivo lo justificó la Comisión encargada de elaborar el
DE
desvirtuados por ninguno de los elementos del proceso”.
Proyecto de Ley Orgánica Procesal del Trabajo con la siguiente argumentación:
“...normalmente la parte demandada en el proceso laboral es la que tiene las
pruebas de los hechos controvertidos y su negativa pura y simple enmarcada en la
forma tradicional de contestar la demanda y distribuir la carga de la prueba de
esos hechos, para el derecho procesal común, hace imperativo para la parte
demandante la demostración de hechos cuya prueba es prácticamente imposible y
en el mejor de los casos muy difícil, dentro del procedimiento laboral, lo que se
traduce en una negación del acceso a la justicia o del derecho a la defensa y al
debido proceso, que consagra la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela y que suponen siempre la razonable posibilidad de que la parte en
juicio pruebe sus alegaciones”.
Si el demandado incurre en confesión ficta, no obstante haber presentado
por escrito su contestación de la demanda, por no haber dado cumplimiento a los
requisitos legales anteriormente indicados, con más razón habrá de presumirse tal
confesión cuando no la contesta en tiempo útil, es decir, dentro de los cinco días
hábiles siguientes de haber concluido, sin acuerdo, la Audiencia Preliminar. Así se
establece en la primera parte del último párrafo del mencionado artículo 135,
conforme al cual: “... Si el demandado no diera la contestación de la demanda
dentro del lapso indicado en este artículo, se le tendrá por confeso, en cuanto no
sea contraria a derecho la petición del demandante...”.
OS
D
A
RV
E
S
E
SR
O
H
E
disposición inscrita dentro
deC
la normativa pertinente a la Audiencia Preliminar
R
DE
Sin embargo, hay que tomar en cuenta que, a pesar de encontrarse esta
que, como se sabe, debe ser presidida personalmente por el Juez de
Sustanciación, Mediación y Ejecución, no es éste el Juez que va a decidir si la
contestación del demandado se ajusta o no a las determinaciones exigidas por el
artículo 135; pues esa función le ha sido atribuida por la ley al Juez de Juicio,
como se desprende de lo dispuesto en la última parte del indicado párrafo que, a
la letra reza: “... En este caso, el tribunal remitirá de inmediato el expediente al
Tribunal de Juicio, quien procederá a sentenciar la causa, sin más dilación, dentro
de los tres (3) días hábiles siguientes, al recibo del expediente, ateniéndose a la
confesión del demandado”.
Torres (2002) señala, que en la Exposición de Motivos se indicó que: “Se
estableció la confesión ficta –dijo la Comisión elaboradora del Proyecto de la
LOPT- ‘como medio de garantizar que la parte demandada dé contestación a la
demanda en la forma establecida en la Ley, so pena de que el tribunal tenga por
admitidos aquellos hechos indicados en la demanda respectiva, de los cuales, al
contestar la demanda, no se hubiere hecho la requerida determinación, expuestos
los motivos del rechazo, ni aparecieren desvirtuados por ninguno de los elementos
del proceso y que remita el expediente al Juez de Juicio, para que ateniéndose a
la confesión ficta del demandado sentencie la causa sin más dilación, si su
petición no es contraria a derecho’ (Art. 136)...”, (Art. 135 LOPT).
Para Villar (2004), la contestación a la demanda además de negar, rechazar
OS
D
A
RV
y contradecir los alegatos, también debe realizarse de manera pormenorizada y
E
S
E
SR
O
H
Cmanera diáfana cada uno
E
fundamentar
de
R
DE
sustentada, lo que se traduce en rechazar o admitir cada argumento en que se
apoya, así
de esos rechazos o
admisiones, a menos de que se traten de hechos o peticiones que escapen al
ámbito legal o contractual; en virtud de que lo contrario conllevaría a la aplicación
del principio de la inversión de la carga de la prueba, precepto por el cual se obliga
al demandado probar que la pretensión del trabajador ha sido satisfecha con
anterioridad y, por ello la misma es procedente.
En Venezuela toda la doctrina laboral ha sido elaborada sobre la
interpretación de los artículos 68 y 70 de la Ley Orgánica de Tribunales y de
Procedimiento del Trabajo (actualmente derogada por la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo); en este sentido, según la Sentencia de la Sala de Casación Social
del Tribunal Supremo de Justicia, de fecha 15 de marzo de 2000, con ponencia del
Magistrado Omar Alfredo Mora Díaz, en el juicio de Jesús Enrique Henríquez
Estrada contra Administradora Yuruary C.A., en el expediente No 98-819,
sentencia No 41, se estableció que la contestación a la demanda en materia
laboral debe hacerse en forma clara y determinada, estableciendo cuales de los
hechos alegados por el actor se admiten y cuales se rechazan, estando obligada
la parte demandada a fundamentar el motivo del rechazo o de la admisión de los
hechos.
Se tendrán como admitidos aquellos hechos alegados por la parte
accionante en su libelo,
OS
D
A
RV
que el respectivo demandado no niegue o rechace
E
S
E
rechazo, aunado al hecho de que tampoco
S R haya aportado a los autos en la
O
H
C capaz de desvirtuar dichos alegatos del actor.
E
R
oportunidad legal, alguna
prueba
DE
expresamente en su contestación, o cuando no haya fundamentado el motivo del
En otras palabras, la demandada tendrá la carga de la prueba de desvirtuar en la
fase probatoria, aquellos hechos sobre los cuales no hubiese realizado en la
contestación el fundamentado rechazo, de lo contrario, el sentenciador deberá
tenerlos como admitidos.
Por la no comparecencia del demandado a la celebración de la Audiencia de
Juicio.
La Audiencia de Juicio es la segunda fase del proceso laboral en primera
instancia, ya que es donde se dilucidara la controversia suscitada entre el patrono
y el trabajador, quienes obligatoriamente asistirán a la celebración de la misma,
bien sea porque concurran las partes o sus apoderados, para que el Juez de
Juicio averigüe la verdad mediante el control de la prueba que hagan las partes,
porque si se realizara sin la presencia de las partes, quedaría desvirtuado en su
naturaleza propia, pues la inmediación del juez tiene por norte averiguar la verdad
mediante el control de la prueba, inquirir mediante el interrogatorio a los mismos
litigantes sobre los hechos alegados, presenciar la evacuación de las pruebas y
sacar conclusiones de las repreguntas que formulen, establecer los hechos y
aplicar las normas jurídicas que considera apropiada para la solución del caso.
(Henríquez, 2006)
OS
D
A
La asistencia es obligatoria, El artículo 151 E
de R
la V
LOPT, dispone que la
S
E
SR
O
Audiencia oral constituye el actoH
procesal
de las partes en el que éstas hacen
C
E
DER alegatos, tomando en cuenta que en esta etapa no
valer sus correspondientes
pueden alegarse hechos nuevos, ya que la fase de alegación precluye con la
Audiencia Preliminar.
En este sentido, la incomparecencia de la parte accionada, supone que se
le tendrá por confeso, con relación a los hechos alegados por la parte
demandante. Para
el autor Mirabal Rendón (2005), la aplicación de esta
consecuencia jurídica pudiera representar en algunos casos injusticia con clara
violación del ordenamiento jurídico, porque si la parte demandada alegó y probó,
los Jueces tienen que valorar lo alegado y probado en autos, es por ello que opina
que las pruebas promovidas por las partes y admitidas por el Juez, deben ser
valoradas en la sentencia, para que de esta manera el Juez descifre si en verdad
la petición del actor es o no contraria a derecho. El autor antes nombrado, señala
que a pesar que el demandado no comparezca a la Audiencia de Juicio, esto no
significa que el Juez vaya a declarar con lugar la demanda, ya que pudiera resultar
ésta contraria a derecho.
Actualmente, se aplica el criterio establecido por la Sala de Casación
Social del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia de fecha 15 de Octubre de
2004, de carácter vinculante para todos los Juzgados Laborales, en la cual se
dispuso que cuando el demandado no comparezca a una de las prolongaciones
de la Audiencia Preliminar, la confesión tendrá un carácter relativo, en
consecuencia, desvirtuable por prueba en contrario (presunción iuris tantum), es
OS
D
A
RV
decir, ya no se va a aplicar lo previsto en el artículo 151 (confesión de carácter
E
S
E
SR
O
H
la Audiencia, sólo para evacuar
C las pruebas, quien es el que verificará, una vez
E
R
DE
absoluto), sino que el Juez de Juicio, auque no comparezca el demandado, inicia
concluido el lapso probatorio, el cumplimiento de los requisitos para que la
confesión ficta sea declarada y tenga eficacia legal, es decir, verificará si la
petición del demandante no es contraria a derecho y que el demandado no haya
probado nada que le favorezca.
La Ley le concede al demandado la posibilidad de apelar en contra de la
sentencia que declaró la confesión ficta, para que el Tribunal de Alzada verifique o
compruebe que el motivo o las razones de la incomparecencia del demandado a la
Audiencia de Juicio se debió a un caso fortuito o fuerza mayor, esto según criterio
reiterado de la Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia. (Artículo
151:”…En las situaciones anteriormente referidas serán consideradas como
causas justificadas de la incomparecencia de las partes el caso fortuito o fuerza
mayor, comprobables a criterio del tribunal…. En los casos de apelación, el
Tribunal Superior del Trabajo respectivo decidirá sobre la misma, en forma oral e
inmediata previa audiencia de parte, en un lapso no mayor de cinco (5) días
hábiles…”).
Por la no comparecencia del demandado a la lectura del dispositivo del fallo.
En relación a este punto, es importante acotar que el artículo 159 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo establece que en casos excepcionales por la
complejidad del asunto debatido, por causas ajenas a su voluntad o de fuerza
S
O
D
A
la sentencia, por un lapso no mayor de cinco (5) días hábiles.
RV
E
S
E
R
S
HO no comparece a la Prolongación de la
En este sentido, si elEdemandado
C
DER
mayor, el Juez de juicio podrá diferir, por una sola vez, la oportunidad para dictar
Audiencia de Juicio Oral y Pública para dar lectura al dispositivo del fallo, se tiene
igualmente por confeso con relación a los hechos planteados por la parte
demandante, y dicha confesión tendrá un carácter relativo, en consecuencia,
desvirtuable por prueba en contrario (presunción iuris tantum), la cual luego de
analizadas las pruebas aportadas por las partes y evacuadas en dicha Audiencia
de Juicio, puede confirmarse el carácter relativo o pasar a ser de carácter
absoluto.
Así las cosas, la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia,
en sentencia del 28/03/2006 con ponencia del Magistrado Perdomo, se dejó por
sentado, que en el caso que el demandado no comparezca a la lectura del
dispositivo del fallo, se tendrá en cuenta el principio de la continuidad de la
Audiencia, toda vez que esta debe considerarse como un único acto, aún y cuando
haya sido objeto de algún diferimiento por cualquiera de las causas previstas en la
Ley Adjetiva Laboral:
“… Señala la parte recurrente que la recurrida infringió el artículo 165
de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo pues consta en el acta de la
audiencia para dictar el dispositivo oral de la apelación la
incomparecencia de la parte actora recurrente y sin embargo, el juez
declaró parcialmente con lugar la demanda en lugar de declarar
desistido el recurso en conformidad con los artículos 164 y 165
eiusdem.
Considera el recurrente que este error es determinante del fallo
porque los artículos 164 y 165 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo establecen que si la parte apelante no comparece a la
audiencia de apelación se declarará desistido el recurso y el juez no
aplicó estas normas sino que declaró parcialmente con lugar la
demanda.
Para decidir, la Sala observa:
En el Capítulo V del Título VII de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, el artículo 164 establece que: “En el día y hora señalados por
el Tribunal Superior del Trabajo para la realización de la audiencia, se
producirá la vista de la causa bajo la suprema y personal dirección del
Tribunal. En el supuesto que no compareciere a dicha audiencia la
parte apelante, se declarará desistida la apelación y el expediente
será remitido al Tribunal de Sustanciación, Mediación y Ejecución
correspondiente”.
Asimismo, el artículo 165 eiusdem dispone, que una vez concluido el
debate oral, el Juez se retirará de la audiencia, por un tiempo que no
excederá de sesenta (60) minutos, y vencido éste, procederá de
inmediato a dictar en forma oral la decisión, reduciéndola a escrito
dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes, dejando constancia de
la fecha de dicha publicación. A los efectos del ejercicio de los
recursos a que hubiere lugar, se dejará transcurrir íntegramente el
lapso para la publicación.
Adicionalmente, dicha norma confiere al Juez la posibilidad, en casos
excepcionales, ante la complejidad del asunto debatido o la
materialización de circunstancias de caso fortuito o fuerza mayor, de
diferir por una sola vez la oportunidad para dictar la sentencia oral,
por un lapso no mayor de cinco (5) días hábiles siguientes a la
conclusión del debate oral, debiendo en todo caso, determinar por
auto expreso, la fecha para la cual se ha diferido el acto para
sentenciar, a los fines de la comparecencia obligatoria del apelante.
En la sentencia N° 672 de 2005 la Sala estableció que “de no
comparecer el apelante a la audiencia, se presume su conformidad
con la decisión recurrida, declarándose desistida la apelación y firme
el fallo de primera instancia, sanción que debe igualmente operar
para el supuesto en que se haya diferido la oportunidad para dictar el
dispositivo del fallo e incomparece el recurrente, pues el artículo 165
de la Ley Orgánica del Trabajo así lo propugna, atendiendo para ello
E
S
E
SR
O
H
C
E
R
DE
OS
D
A
RV
naturalmente, al principio de continuidad de la audiencia, toda vez
que ésta debe considerarse como un único acto aun cuando haya
sido objeto de diferimiento por cualesquiera de las causas antes
expresadas…”.
De acuerdo a lo anterior y según lo previsto en el artículo 151 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, sólo le queda al Juez declarar la Confesión de la
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parte demandada y verificar la procedencia en derecho de los conceptos
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SR
O
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EC de la confesión ficta cuando el demandado no
Determinar laE
viabilidad
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reclamados por la parte actora en su libelo.
da contestación a la demanda, a la luz del nuevo criterio del Tribunal
Superior Primero del Trabajo del Estado Zulia
En fecha 13 de Junio de 2006 la referida Alzada dictó sentencia en el caso
Landys Villalobos contra Administradora de Servicios SF, C.A., equiparando el
mismo caso de rebeldía para la situación de incomparecencia del demandado a
las prolongaciones de la Audiencia Preliminar, para la situación establecida en el
último párrafo del artículo 135 de la LOPT.
Dicho fallo declaró con lugar el recurso de apelación interpuesto por la
parte demandada recurrente contra la sentencia dictada en fecha 28 de Marzo de
2006 dictada por el Juzgado Cuarto de Primera Instancia de Juicio del Circuito
Judicial Laboral de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, y reponiendo la
causa al estado que el Juzgado que por distribución le corresponda, fije la
oportunidad en la cual deberá realizarse la Audiencia para la evacuación las
pruebas promovidas por las partes en la presente causa, ello a fin de determinar si
la parte demandada logró desvirtuar la presunción iuris tantum de la admisión de
los hechos; en dicho fallo se estableció lo siguiente:
(…) esta Alzada debe señalar que si bien la empresa
ADMINISTRADORA DE SERVICIOS SF, COMPAÑÍA ANÓNIMA no
dio contestación a la demanda incoada por el ciudadano LANDYS
VILLALOBOS en su contra, y que si bien el artículo 135 ejusdem
señala que si el demandado no diera contestación a la demanda se
le tendrá por confeso, a esa confesión no puede otorgársele un
carácter absoluto, por cuanto la parte demandada promovió en sus
pruebas forma tempestiva, por lo que a esa confesión se le debe
otorgar un carácter relativo, permitiéndole por consiguiente al
demandado desvirtuar dicha confesión, (…) mediante prueba en
contrario (presunción iuris tantum).
La figura de la confesión requiere ciertos requisitos de procedencia
para que se produzca la confesión de la parte demandada, en el
entendido que la misma opera cuando el demandado no diera
contestación a la demanda y cuando nada probare que le favorezca,
siempre y cuando la petición del demandante no sea contraria a
derecho.
(…). En consecuencia esta superioridad debe señalar que a la
presunta confesión de los hechos de la empresa ADMINISTRADORA
DE SERVICIOS SF, COMPAÑÍA ANÓNIMA no puede otorgársele un
carácter absoluto, porque si bien es cierto que la misma no dio
contestación a la demanda en forma oportuna, tampoco se puede
desvirtuar el hecho que la parte demandada promovió sus pruebas
en forma tempestiva, en cuyo caso es necesario verificar si la parte
demandada no probó nada que lo favoreciera antes de declarar la
confesión.
El dilema procesal se plantea en determinar el momento en que el
Juez de Juicio debe valorar las pruebas promovidas por la parte
demandada para determinar si la misma no logró probar nada que le
favoreciera, por cuanto el Juez de Juicio no podría valorar unas
pruebas sobre las cuales la parte contraria no ha ejercido el control
probatorio. También resulta interesante preguntarse sobre la
factibilidad de aplicar igualmente en casos como el de marras el
mismo procedimiento de rebeldía para la situación de
incomparecencia de la demandada a las prolongaciones de la
audiencia preliminar.
La Ley Orgánica Procesal del Trabajo no señala en forma precisa el
momento en el cual el Juez de Juicio debe valorar las pruebas
promovidas por ambas partes a fin de determinar si la parte
demandada logró desvirtuar la presunción de la admisión de los
hechos, es decir, no se establece el momento en el cual el Juez debe
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determinar si la parte demandada no probó nada que le favoreciera
para declarar así la confesión de la demandada. Podemos tomar
como ejemplo que el demandado efectivamente contesta la
demanda, pero, lo realiza sin técnica procesal adecuada, en otras
palabras, no determina con claridad cuáles hechos admite y niega o
rechaza como ciertos (interpretación pacifica de la Sala Social, TSJ)
implica un problema de carga y valoración probatoria, pero, no
obstante, sigue su curso normal a pesar de las posibles nefastas
consecuencias por la conducta procesal asumida llevándose a cabo
la audiencia de juicio respectivo que permite la evacuación de las
pruebas debiendo el juez tomar su decisión atendiendo a la
confesión del demandante siempre que no sea contrario a derecho
su petición y no haya probado algo que le favorezca.
Considera conveniente esta Alzada (…) a fin de lograr que ambas
partes ejerzan el control probatorio sobre las pruebas que se
encuentran incorporadas al proceso, el Juez de Juicio debe fijar día y
hora para llevar a cabo una Audiencia para la evacuaciones de las
probanzas promovidas por ambas partes y efectuar las
observaciones pertinentes con relación únicamente a las
evacuaciones efectuadas (articulo 155 ejusdem) una vez concluida la
audiencia si del debate probatorio se logra determinar que la parte
demandada no logró demostrar nada que le favoreciera, declarar la
confesión de la parte demandada y condenarla de acuerdo a lo
reclamado por la parte actora. Cabe advertir que las partes tienen
vedada la posibilidad de efectuar en el desarrollo de la audiencia
defensas propias y pertinentes de la contestación de la demanda, es
decir, sin alegatos como primera actividad señalada en el articulo 152
ejusdem sino que se pasará de inmediato a la evacuación de
pruebas en la forma y oportunidad en que determine el juez
correspondiente.”
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Según lo establecido anteriormente, si bien es cierto, que el demandado no
cumplió con la carga procesal de contestar la demanda; no es menos cierto, que el
accionado promovió pruebas en la oportunidad legal correspondiente para ello, por
lo que, a criterio del Tribunal Superior Primero, no puede otorgársele a esa
confesión un carácter absoluto, sino un carácter relativo, el cual permite al
demandado desvirtuar dicha confesión que recae sobre los hechos narrados en la
demanda, tal y como se aplica en el caso de rebeldía para la situación d
incomparecencia del demandado a las prolongaciones de la Audiencia Preliminar.
Para que la confesión proceda, esta necesita de ciertos requisitos, como lo
son, que el demandado no dé contestación a la demanda, y que no pruebe nada
que le favorezca, siempre y cuando la petición del actor no sea contraria a
derecho. En el caso en comento, la parte accionada promovió pruebas de forma
oportuna, esto es, al inicio de la Audiencia Preliminar, por lo tanto, debe
OS
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V el Juez de Juicio
Rmanera,
pruebas para que ejerza el control de éstas, y de esta
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pueda valorarlas y determinar si H
la accionada
probó algo que la favoreciera, para
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DERde la demandada.
así declarar la confesión
otorgársele a la Empresa demandada la oportunidad de que se evacuen las
En consecuencia, el Juez de Juicio debe fijar el día y hora para llevar a
cabo la Audiencia de Juicio, para que ambas partes ejerzan el control y
contradicción de las pruebas promovidas por ambas que se encuentran en el
expediente y efectuar las observaciones a que hubiere lugar, sólo en cuanto a las
evacuaciones efectuadas, y así poder determinar de esta manera, si el
demandado logró probar algo que le favoreciera, declarar la confesión de la parte
accionada y condenarlo de acuerdo a lo reclamado por la parte demandante.
Analizar el derecho a la defensa frente a la confesión ficta y la
admisión de los hechos en la etapa de juicio.
En cuanto a estos dos elementos la Ley es muy severa en cuanto a la
conducta contumaz del accionado, ya que simplemente el artículo 151 de la LOPT
señala que, si el demandado no compareciere a la Audiencia de Juicio, se le
tendrá por confeso con relación a los hechos planteados por la parte actora, en
cuanto sea procedente en derecho la petición del demandante, sentenciando en
forma oral con base a dicha confesión; sentencia que será reducida en forma
escrita, en la misma Audiencia de Juicio. Es decir, la sanción que le impone el
legislador al demandado por la no asistencia a la Audiencia de Juicio, es la de no
poder ejercer el derecho a la defensa; sin embargo, el Juez debía revisar que la
petición del accionante fuera procedente en derecho.
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No. 37.504, Extraordinario del H
13O
de Agosto de 2002, los abogados Víctor
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DE Olavaria solicitaron la nulidad por razones de
Sánchez y Renato
Recién publicada la Ley Orgánica Procesal del Trabajo en Gaceta Oficial
inconstitucionalidad de los artículos 131, 135 y 151 de la referida Ley, por
considerar éstos que dichos artículos violaban el derecho a la defensa y al debido
proceso. En este sentido, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
dictó sentencia sobre este particular en fecha 18 de Abril de 2006, con ponencia
del Magistrado, Dr. Pedro Rafael Rondón Haaz, la cual señaló lo siguiente:
El Título VII, Capítulo II, de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo
reguló la audiencia preliminar como primera fase del proceso laboral,
la cual, de conformidad con el artículo 129 de esa Ley, será en forma
oral, privada, bajo la presidencia del Juez de Sustanciación,
Mediación y Ejecución, con la presencia obligatoria de las partes y
cuyo objetivo, tal como expresa la Exposición de Motivos de esa Ley,
es el estímulo de los medios alternos de resolución de conflictos “con
el fin de evitar el litigio o limitar su objeto”.
Como garantía del cumplimiento de esa finalidad, también expresó el
Legislador en su Exposición de Motivos que “de nada serviría que la
Ley consagrara el carácter obligatorio, si al mismo tiempo no se
plasman los mecanismos procesales, para persuadir a las partes a
que acudan a la audiencia preliminar a resolver sus diferencias, por
ello se ha considerado necesario que si el demandante no
compareciere, se considerará desistido el procedimiento y si no
compareciere el demandado, se presumirá la admisión de los hechos
alegados y el Tribunal declarará terminado el procedimiento, en el
primer caso o resolverá el mérito del asunto ateniéndose a la
confesión, en el segundo caso, (…). Se piensa que este mecanismo
garantiza que las partes no van a faltar a este importante acto del
procedimiento.
En concordancia con lo anterior, y del contexto de la Sentencia la Ley
reguló, en el artículo 131 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la figura jurídica
de la confesión ficta o rebeldía del demandado ante la falta de comparecencia de
OS
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Vtambién fue objeto de
figura distinta a la que reguló el artículo 135 eiusdem –yR
que
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esta pretensión de nulidad- en laOque
se preceptuó la confesión ficta del
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demandado ante la ausencia
DER de oportuna contestación a la demanda.
éste a estar a derecho en el proceso laboral, esto es, a constituirse como parte,
Se trata, así, de dos oportunidades procesales distintas –la personación y la
contestación de la demanda- que en el proceso laboral se verifican en momentos
diferentes, a diferencia del proceso civil ordinario en el que ambas oportunidades
coinciden en la contestación de la demanda y de allí que, a diferencia de otros
ordenamientos jurídicos, el Código de Procedimiento Civil sólo reguló la confesión
ficta respecto de la falta de contestación de la demanda (vid. Rengel Romberg,
Arístides, Tratado de Derecho Procesal Civil, tercera edición, Editorial Arte,
Caracas, 1992, pp. 131 y ss.).
La consecuencia jurídica que la Ley Orgánica Procesal del Trabajo
otorgó a esa incomparecencia del demandado a la audiencia
preliminar es la “presunción de admisión de los hechos alegados por
el demandante” y la inmediata decisión de la causa conforme a esa
confesión. Tal consecuencia jurídica es, precisamente, lo que se
denunció como inconstitucional en este proceso, para lo cual se
alegó que la Ley otorgó a dicha presunción de confesión el carácter
de presunción indesvirtuable (iure et de iure) y, si bien puede
apelarse contra la sentencia que, de inmediato, se dicte cuando
ocurra la confesión, el demandado solo podría alegar y probar a favor
de la justificación de su inasistencia, no así en contra de los
argumentos que hubieran fundamentado la demanda, lo que resulta,
en su opinión, contrario al derecho a la defensa y debido proceso’
No sucede así con el artículo 131 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, el cual señala que ante la incomparecencia a la audiencia
preliminar se presume la “admisión de los hechos alegados por el
demandante” y, en consecuencia, “el tribunal sentenciará en forma
oral conforme a dicha confesión”. Esa dicotomía de terminología –a
juicio de esta Sala- no puede ser sino un error de lenguaje en la
norma, porque son distintos los conceptos jurídicos de presunción de
admisión de los hechos y de confesión. Tal incomparecencia, que no
permite prueba en contrario que enerve sus efectos, no puede ser
una confesión. A lo más cercano que se parece es a una admisión
tácita, figura poco común, pero que, como toda admisión, da por
ciertos los hechos de la pretensión y se hace irreversible el
reconocimiento de los mismos, y quedará a criterio del juez la
correcta calificación jurídica de la misma.
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En relación con la constitucionalidad del artículo 131 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, ya la Sala Constitucional, mediante sentencia no. 771 de 6
de mayo de 2005, acogió el criterio de la Sala de Casación Social
(específicamente recogido en sentencia de esa Sala no. 1300, del 15 de octubre
de 2004), mediante el cual se reconoce la conformidad a derecho de esa figura de
la confesión ficta que estableció dicho artículo, su alcance y su justificación, no
contraria al derecho a la defensa y debido proceso, como medio de eficacia del
proceso laboral. Así, en dicha sentencia, la Sala de Casación Social estableció:
2°) Si la incomparecencia del demandado surge en una de las
prolongaciones de la audiencia preliminar, la admisión de los hechos
por efecto de dicha incomparecencia revestirá carácter relativo, por lo
tanto desvirtuable por prueba en contrario (presunción juris tantum),
caso en el cual, el sentenciador de sustanciación, mediación y
ejecución deberá incorporar al expediente las pruebas promovidas
por las partes a los fines de su admisión y evacuación ante el juez de
juicio (artículo 74 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo), quien es
el que verificará, una vez concluido el lapso probatorio, el
cumplimiento de los requisitos para que la confesión ficta sea
declarada y tenga eficacia legal, es decir, verificará si la petición del
demandante no es contraria a derecho y que el demandado no haya
probado nada que le favorezca. En este caso, de haberse cumplido
los requisitos precedentemente expuestos, la confesión ficta será
declarada y el juez decidirá la causa conforme a dicha confesión. En
este caso, si la sentencia de juicio es apelada, el tribunal superior
que resulte competente decidirá en capítulo previo (si así fuese
alegado por el demandado en la audiencia de apelación) las
circunstancias que le impidieron comparecer a la prolongación de la
audiencia preliminar, es decir, el caso fortuito o fuerza mayor que
originó la incomparecencia del demandado y si esto resultare
improcedente, proseguirá el juez entonces a decidir la causa
teniendo en consideración los requisitos impretermitibles para que
pueda declararse la confesión ficta (que no sea contraria a derecho
la petición del demandante o ilegal la acción propuesta y que el
demandado nada haya probado).
Evidentemente, en ambos casos si el juez superior competente
considera que el demandado logró demostrar que la causa de la
incomparecencia a la audiencia preliminar (sea a la primera o las
prolongaciones) se debió a un caso fortuito o a una fuerza mayor,
deberá reponer la causa al estado que se celebre la audiencia
preliminar de conciliación y mediación. Así se establece.”
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De conformidad con el criterio que se transcribió, considera esta Sala que la
presunción de confesión del demandado, en los términos en que lo reguló el
artículo 131 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, no implica violación al
derecho a la defensa y al debido proceso. Así, se trata, según se dijo, de la
consecuencia jurídica que la Ley establece frente a la carga procesal de
comparecencia del demandado a la audiencia preliminar en el proceso laboral,
consecuencia jurídica que resulta ciertamente severa, pero que no lesiona en su
esencia el derecho a la defensa, pues la limitación que se impone a la posibilidad
de alegar y probar depende directamente de la conducta procesal del demandado.
En efecto, lo que la norma castiga es la incomparecencia voluntaria y sin
justa causa de la parte demandada, situación contra la cual sí podrá alegar y
probar el contumaz en segunda instancia, a través del recurso de apelación que se
oye, de conformidad con la norma que se transcribió, en ambos efectos. En tales
casos, la parte confesa podrá justificar su incomparecencia en la existencia de un
caso fortuito o fuerza mayor, circunstancias que conllevarían a la revocatoria del
fallo y reposición de la causa al estado de celebración de nueva audiencia
preliminar en la que, si comparece, ahora sí, oportunamente, tendrá plena
posibilidad de defensa respecto del fondo del asunto.
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Por otra parte, considero la Sala Constitucional que a dicho criterio de la
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Ry reitera en esta oportunidad, debe
Sala de Casación Social, el cual haceS
suyo
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C con el principio pro actione, el cual no colide –ni
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agregársele que, de conformidad
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puede colidir- con el principio pro operario (artículo 9 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo), los jueces laborales han de procurar, en cada caso concreto, una
interpretación laxa del concepto de caso fortuito y fuerza mayor, que abarque
cualquier impedimento razonable que le dificultara o impidiera al demandado su
oportuna comparecencia a la audiencia preliminar, para lo que tomará muy en
consideración que ésta se efectúa en una oportunidad procesal concreta y no
cuenta con un lapso de comparecencia.
La misma Sala de Casación Social se pronunció a favor de esta
interpretación in extenso de las causas extrañas no imputables al demandado que
lo eximirían de las consecuencias jurídicas negativas frente a su incomparecencia
a alguno de los actos procesales a que hace referencia la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo. Así, en sentencia no. 1563 de 8 de diciembre de 2004, dicha Sala
expuso:
Así pues, conteste con lo previsto en la (…), la Ley Adjetiva Laboral
faculta al Juez Superior del Trabajo, para comprobar en aquellos
fallos constitutivos de confesión con respecto de los hechos
planteados por el demandante, que la incomparecencia de la parte
demandada a la audiencia de juicio, bien en su apertura o en sus
posteriores prolongaciones, responda a una causa extraña no
imputable.
Tales causas extrañas no imputables que configuran el
incumplimiento involuntario del deudor, según la norma ut supra
mencionada, se corresponden con el caso fortuito y la fuerza mayor,
sin embargo ante tal categorización rigurosa, la Sala ha considerado
en reiteradas oportunidades flexibilizar el patrón de la causa extraña
no imputable, no solo a los supuestos de caso fortuito y fuerza
mayor, sino a aquellas eventualidades del quehacer humano que
impongan cargas complejas o irregulares que obliguen a las partes a
no cumplir con sus obligaciones, siendo que esta extensión de las
causas liberativas de la obligación de comparecencia a las audiencia
sobrevienen como una excepción de aplicación restrictiva, a criterio
de quien juzga.
De allí que la valoración y categorización de una causa extraña
eximente de responsabilidad, bien se trate del caso fortuito o fuerza
mayor o cualesquiera otro acontecimiento del quehacer humano que
releve a las partes de la obligación de comparecencia a los actos
estelares del proceso, resulta de la soberana apreciación que de
dichos hechos ejecuten los Jueces de Instancia”.
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En cuanto al artículo 135 in fine de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, ya
la Sala determino lo siguiente:
Del análisis de la norma (…), se refleja una regulación de la
confesión ficta parcialmente diferente a la que regula el Código de
Procedimiento Civil ante a la falta de comparecencia a la
contestación de la demanda en el proceso ordinario. (…) cuando en
el ámbito civil se verifica la confesión del demandado, la confesión se
presume “si nada probare que lo favorezca”, caso en el cual después
del transcurso “del lapso de promoción de pruebas sin que el
demandado hubiese promovido alguna, el Tribunal procederá a
sentenciar la causa, sin más dilación, dentro de los ocho días
siguientes al vencimiento de aquel lapso, ateniéndose a la confesión
del demandado” (artículo 362 del Código de Procedimiento Civil). A
diferencia de ese régimen, en el ámbito laboral la presunción de
confesión en la contestación de la demanda conlleva siempre a la
inmediata decisión del fondo de la causa por parte del Tribunal con
competencia para ello, sin que se permita al contumaz probar a su
favor en el lapso probatorio, de modo que se juzgará, para lo que
tendrá en cuenta la confesión ficta “en cuanto no sea contraria a
derecho la petición del demandado”.
(…) Lo que la presunción iure et de iure de confesión implica es que
la parte contumaz no podrá ya probar nada que le favorezca ni que
desvirtúe esa condición, y de allí que se pase directamente a la
decisión de fondo, mas no implica que los recaudos que hasta el
momento consten en autos no puedan valorarse. (…). Así, que el
legislador haya optado, en materia laboral, por el establecimiento de
una regulación distinta y si se quiere más estricta que la ordinaria
civil, no resulta contrario al derecho a la defensa, si se tiene en
cuenta que la justificación de esta regulación es la necesidad de que
se dé mayor celeridad al proceso laboral e informarlo del principio de
oralidad. Además, recuérdese que es principio general del régimen
probatorio que la prueba versa sobre hechos controvertidos y, si no
los hay como consecuencia de la situación de contumacia, pierde
relevancia la realización de la etapa probatoria, por lo que puede
decidirse la causa de inmediato.
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En relación a la tercera sanción procesal que preceptúa la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo,
frente a la negligencia del demandado, nuevamente de
confesión ficta, ante la falta de comparecencia de éste a la audiencia de juicio, la
Sala expuso:
(…) Ahora bien, no considera la Sala que exista violación al derecho
a la defensa y al debido proceso, (…), en primer lugar, no es cierto
que si opera la confesión ficta del demandado en la audiencia de
juicio haya que dar la razón al demandante porque habrá de
decidirse la causa con base en dicha confesión. En efecto, teniendo
en cuenta la confesión ficta del demandado quiere decir que no se
ignore que a esa audiencia de juicio, la cual es ciertamente el
“elemento central del proceso laboral” –tal como expresa la
Exposición de Motivos de la Ley- y en la que se recogen oralmente
los argumentos de las partes y se evacuan las pruebas a que haya
lugar, no compareció la parte demandada, quien, por tanto, no
evacuó prueba alguna ni se opuso a las que hubiera evacuado la
contraparte. Esa ausencia de pruebas equivale, en la mayoría de los
casos, a la admisión tácita de los hechos, pues recuérdese que, de
conformidad con los artículos 72 y 135 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, la ausencia de rechazo expreso y motivado de los
argumentos de la demanda, así como la ausencia de pruebas de los
hechos que se contradicen, equivalen a la admisión de los mismos.
Por tanto, la decisión de la causa teniendo en cuenta la contumacia
del demandado que no compareció a la audiencia de juicio implica,
en definitiva, que el juez falle, sin más, conforme a lo que se alegó y
probó en el proceso hasta ese momento y en consideración a las
consecuencias jurídicas de la falta de pruebas en perjuicio de quien
soporta la carga probatoria.
A ello ha de agregarse que la propia norma (artículo 151 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo) dispone que el Tribunal de Juicio
decidirá de inmediato teniendo en cuenta la confesión ficta “en
cuanto sea procedente en derecho la petición del demandante”, esto
es, siempre que a la pretensión objeto de la demanda la Ley
efectivamente otorgue las consecuencias jurídicas que la parte actora
solicita sean declaradas por el Juez y siempre que, además, los
hechos alegados se hayan comprobado como verdaderos, bien
mediante las pruebas que hubieran sido aportadas por la
demandante, bien como consecuencia de la ausencia de pruebas de
la demandada, según a quien corresponda la carga probatoria. De
manera que la decisión según la procedencia en derecho de la
petición de la actora impide que, ante la contumacia del demandado
haya que estimar, de pleno derecho, la demanda; antes por el
contrario, si dicha pretensión no es conforme a derecho, no podrá
estimarse con independencia de que haya operado o no la confesión
ficta. En consecuencia, mal puede interpretarse la norma en el
sentido de que sentenciar teniendo en consideración la confesión
ficta del demandado en la audiencia de juicio equivale a que se
juzgue a favor de la parte demandante, quien en modo alguno queda
relevada de su carga de adecuada alegación y prueba.
En segundo lugar, tampoco es cierto que la presunción de confesión
del demandado en la audiencia de juicio impida al juez que aprecie,
cuando sentencie el fondo, los elementos probatorios que hasta el
momento consten en autos. En efecto, lo que la norma preceptúa es
que si opera la confesión ficta en la audiencia de juicio la causa se
decidirá de inmediato, teniendo en cuenta que se trata de la última
fase del proceso y que, además, se informa de los principios de
oralidad e inmediación. No obstante, esa decisión inmediata no
implica que, en su sentencia, el juez no pueda tomar en cuenta los
elementos de juicio que consten en autos, que hayan sido plasmados
en cada una de las etapas procesales anteriores por ambas partes;
antes por el contrario, el juez deberá, sin perjuicio de la rapidez con
que se debe emitir la decisión, tener en cuenta todos los argumentos
y pruebas que hasta el momento consten en autos.
Evidentemente, el carácter oral de esa oportunidad procesal y la
necesidad de que la sentencia definitiva se pronuncie de inmediato
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en la misma audiencia, exigirá del juez de la causa el estudio
exhaustivo del expediente antes del inicio de la audiencia de juicio,
precisamente para que, cuando ésta se sustancie, si comparecen
ambas partes, o bien cuando opere la confesión ficta por ausencia de
la demandada, pueda fallar de inmediato, bajo la consideración de
los elementos de juicio del expediente y las resultas de la audiencia.
En todo caso, y de conformidad con el propio artículo 151 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, el demandado que no comparezca a
la audiencia de juicio tendrá siempre la posibilidad de alegar y probar
la verificación de alguna causa justificativa de su incomparecencia,
como el caso fortuito o fuerza mayor, de interpretación in extenso y a
criterio del Tribunal, tal como ya antes se expuso.
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Según lo explanado anteriormente,
S Rlos solicitantes demandan la nulidad
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C de los artículos 131, 135 y 151 de la LOPT;
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por razones de inconstitucionalidad
DE
porque los mismos violan los artículos 2 y 49, ordinal 1 de la Carta Magna. Estos
aducen en el caso del artículo 131 que la figura de la confesión ficta posee la
característica de iure et de iure, es decir, que no admitirá prueba en contrario y, en
consecuencia, lo único que podría atacar el demandado en este caso sería la
causa de su inasistencia al actor fijado a la audiencia Preliminar.
En el caso de los artículos 135 y 151 alegan, que aún cuando en el
supuesto de que hubieran acudido a la Audiencia Preliminar, presentado las
pruebas, contestado la demanda, quede confeso en el Audiencia de Juicio, caso
en el cual según su decir, el Juez aunque teniendo los elementos de juicio
suficientes que le permitan concluir que las peticiones del demandante pudieran
estar desvirtuadas, deberá darle la razón a dicho demandante pues la norma le
ordena sentenciar, con base a dicha confesión, sin poder analizar el resto de los
elementos probatorios que constan en el expediente.
Asimismo señalaron en su demanda, que los artículos 135 y 151 violaron el
derecho a la defensa y al debido proceso, porque impide al Juez la valoración de
las pruebas aportadas por el demandado, pues la decisión por mandato legal
expreso, debe ser dictada con base en la presunción de confesión que se origina
en el incumplimiento de las cargas procesales por parte del demandado.
En resumen, lo principal de dicha denuncia radica en la consecuencia
jurídica que dan a la falta de comparecencia del accionado a varios actos
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procesales; como lo son, la Audiencia Preliminar, la contestación de la demanda y
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oportuna comparecencia del
demandado
se entiende como una presunción que no
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la Audiencia de Juicio en materia laboral, oportunidades en las cuales la falta de
admite prueba en contrario.
La Sala indicó con respecto al artículo 131 que, lo preceptuado en dicha
norma no es más que una consecuencia jurídica severa que se aplica al
demandado frente a la carga procesal que tiene de comparecer a la Audiencia
Preliminar en el proceso laboral, pero en ningún caso implica violación al derecho
a la defensa y al debido proceso, pues la limitación que se le establece a la
posibilidad de alegar y probar depende directamente de la conducta procesal del
demandado, es decir, que lo que la norma castiga es la incomparecencia
voluntaria y sin justa causa de la parte demandada, lo cual puede alegar y probar
el accionado en segunda instancia.
Esta severidad ha sido suavizada por la Sala de Casación Social a la luz
de los principios constitucionales, y es por ello que actualmente la confesión ficta
sólo opera por la incomparecencia al llamado inicial a la Audiencia preliminar, no
así a las prolongaciones de ésta. Por lo tanto, si el demandado incomparece a
una de las prolongaciones, la presunción de confesión será desvirtuable por
prueba en contrario, por lo que el Juez deberá incorporar al expediente las
pruebas que hubieran sido promovidas por ambas partes, para su debida admisión
y evacuación ante el Juez de Juicio, el cual verificará, una vez concluido el lapso
probatorio, si es procedente en derecho la petición del demandante
y si el
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alegato de inconstitucionalidad del artículo 131 de laE
LOPT.
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En cuanto al E
R 135 de la referida ley, este dispone la confesión ficta
D artículo
demandado probó o no algo en su favor, y en consecuencia fue desestimado el
del accionado ante la no contestación de la demanda o su falta extemporánea de
contestación, en cuyo caso se remite el expediente al Juzgado de Juicio para que
este tome la decisión de inmediato, tomando en cuenta la confesión, si la
pretensión del actor no es contraria a derecho.
La Sala consideró que esta norma no es violatoria del derecho a la defensa,
ya que sólo el legislador quiso establecer una regulación distinta y más estricta
que la ordinaria civil, y no resulta contrario al derecho a la defensa, ya que lo que
se busca es que se dé más celeridad al proceso laboral e informarlo del principio
de oralidad, aunado al hecho de que el principio general del régimen probatorio es
que la prueba verse sobre hechos controvertidos, y al no haberlos como
consecuencia de la no contestación de la demanda, pierde relevancia la
realización de la etapa probatoria, por lo que puede decidirse la causa de
inmediato,
en
consecuencia,
la
Sala
consideró
que
no
existe
la
inconstitucionalidad que se planteó contra la parte final del artículo 135 de la
LOPT.
En lo referente al artículo 151 la Sala desestimó la inconstitucionalidad de
este artículo, ya que consideró que al igual que en los casos de los artículos antes
referidos, no existe violación al derecho a la defensa y al debido proceso, debido a
que si opera la confesión ficta del accionado en la Audiencia de Juicio, esto no
significa que se le dé la razón al demandante en base a dicha confesión, pues el
Juez debe verificar si la petición del actor no es contraria a derecho, sin embargo,
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la ausencia de pruebas equivale, en la mayoría de los casos a la admisión tácita
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argumentos de la demanda,
así
Ccomo la ausencia de pruebas de los hechos que
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de los hechos, debido a que la ausencia de rechazo expreso y motivado de los
se contradicen, equivalen a la admisión de los mismos.
La Sentencia de fecha 17 de Febrero de 2004, dictada por la Sala de
Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, caso Arnaldo Salazar contra
Publicidad Vepaco, C.A., estableció el siguiente criterio:
Así las cosas, el demandado rebelde podrá impugnar el
fallo dictado por orden de la confesión de admisión,
soportando el objeto de dicha impugnación en la ilegalidad
de la acción o en la afirmación de que la pretensión es
contraria a derecho.
Lógicamente, en ambos supuestos, el demandado tendrá
la carga de demostrar la ilegalidad de la acción o
contrariedad con el ordenamiento jurídico de la
pretensión, no obstante que la obligación del Juez de
Sustanciación, Mediación y Ejecución en verificar tales
extremos emerge de pleno derecho.
Ahora, tal potestad del contumaz no representa la
posibilidad de desvirtuar la confesión de admisión por
prueba en contrario, sino en la de enervar una acción no
amparada por el estamento legal patrio, o de enervar la
pretensión del actor por cuanto pese a que la acción está
tutelada jurídicamente, los hechos acreditados y admitidos
por consecuencia de ley no guardan relación o entidad
alguna con el supuesto de hecho abstracto de la norma
jurídica peticionada.
De tal manera, que si ante la incomparecencia del
demandado a la apertura de la audiencia preliminar, la ley
tiene por admitidos los hechos alegados por el actor en su
demanda y, por tanto, debe decidirse conforme con dicha
presunción; el demandado tendrá la posibilidad de
extinguir tales efectos procesales, si por ejemplo, certifica
el pago de lo condenado; es decir, desvela la pretensión
como contraria a derecho…”
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Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia
RV del Magistrado, Dr.
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Pedro Rafael Rondón Hazz: En conclusión
quien suscribe considera que los
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artículos 131, 135 y 151
de
la
DE Ley Orgánica Procesal del Trabajo no son violatorios
La Sentencia de fecha 18 de Abril de 2006, dictada por la Sala
del derecho a la defensa y al debido proceso, ya que el legislador quiso en cada
uno de ellos colocar una sanción al demandado por su incomparecencia, para de
este modo obligarlo a asistir a las Audiencias y que contestara la demanda y de
esta manera cumpliera con las cargas procesales impuestas.
Sin embargo, esta rigidez con la cual fueron redactados estos artículos,
ha sido flexibilizada a través del tiempo, cuando en la práctica se ha visto que la
severidad con la cual se trata al demandado, ya que en ocasiones se encuentran
agregadas al expediente pruebas que demuestran en todo o en parte el pago
liberatorio del accionado.
Así pues, cuando el demandado no comparezca a la apertura de la
Audiencia Preliminar, la confesión reviste un carácter absoluto, pero cuando
incomparezca a una de las prolongaciones o no conteste la demanda, la confesión
reviste carácter relativo, por lo que el Juez de Sustanciación, Mediación y
Ejecución deberá remitir el expediente al Juez de Juicio quien recibirá, admitirá y
fijara la Audiencia de Juicio, para evacuar las pruebas y que las partes pueden
ejercer el control y contradicción de la prueba, y de esta manera el Juez
determinará si operó la confesión de carácter absoluto (el demandado no probó
algo que le favorezca) o quedó firme la confesión de carácter relativo (el demando
probó un pago parcial o total a la parte actora).
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En el caso del artículo 151, cuando el demandado incomparece a la
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SR
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ECforma puedan ser valoradas por el Juez de Juicio y
las pruebas, para queE
de
esta
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Audiencia de Juicio, se abre dicha Audiencia sólo a los fines de la evacuación de
verificar si en el expediente se encuentra alguna prueba que demuestre en todo o
en parte el pago liberatorio de las acreencias laborales reclamadas por la parte
demandante.
Incomparecencia
de
un
órgano
o
ente
perteneciente
a
la
Administración Pública
Es importante acotar, el caso de la incomparecencia de cualquier ente
perteneciente a la Administración Pública, (organismos, instituciones o empresas
del Estado) a la Audiencia Preliminar, cuando no contesta la demanda, cuando no
asiste a la Audiencia de Juicio o a la lectura del dispositivo del fallo. En tal sentido,
se entienden contradichos los hechos alegados por la actora y, por consiguiente,
le corresponde a ésta la carga de la prueba.
Al incomparecer empresas, organismos e instituciones del Estado ni por sí,
ni por medio de apoderado judicial alguno, a la Audiencia Preliminar, al no dar
contestación al fondo de la demanda, al no comparecer a la Audiencia de Juicio o
al no comparecer a la lectura del dispositivo del fallo, se tiene que tomar en
consideración lo establecido en el artículo 6 de la Ley Orgánica de la Hacienda
Pública Nacional, al igual que lo dispuesto en el artículo 12 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, el cual indica que en aquellos procesos en los cuales se
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RdeVobservar los privilegios
República, los funcionarios judiciales están en el deber
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y prerrogativas consagrados en H
lasO
leyes especiales; se entienden contradichos
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DEporRla actora y, por consiguiente, le corresponde a ésta la
los hechos alegados
encuentren involucrados los derechos, bienes o intereses patrimoniales de la
carga de la prueba, por lo que, el Juez procede a celebrar la Audiencia de Juicio
para evacuar las pruebas que se encuentren agregadas al expediente, de acuerdo
al criterio sentado por la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de
Justicia, en sentencia de fecha 15 de Octubre de 2004, Caso: Coca-Cola Femsa
de Venezuela, para luego dictar sentencia de mérito.
Tal y como fue referido anteriormente, el Juez debe tomar en cuenta lo
preceptuado en el artículo 12 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, el cual
señala que los funcionarios judiciales deben observar los privilegios y
prerrogativas consagrados en las leyes especiales, en aquellos procesos en los
cuales se encuentren involucrados los derechos, bienes o intereses patrimoniales
de la República, así como también lo establecido en el artículo 6 de la Ley
Orgánica de Hacienda Pública Nacional, según el cual se entiende contradichos
todos y cada uno los hechos alegados por la parte actora en su escrito libelar, por
lo tanto, le corresponde al demandante la carga de la prueba.
En este sentido, cabe resaltar que, la Sala de Casación Social del
Tribunal Supremo de Justicia, sentó este criterio en sentencia de fecha 25 de
Marzo de 2004, caso Sindicato Nacional de Trabajadores Caballericeros,
Aprendices, Capataces, Serenos de Cuadra, Similares y Conexos de Venezuela
contra el Instituto Nacional de Hipódromos (INH), con ponencia del Magistrado, Dr.
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Omar Mora Díaz, señalando lo siguiente:
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DE
De otra parte, y en ejercicio de la representación de la
República en juicio, “Cuando el Procurador o Procuradora
General de la República, o los abogados (...) no asistan a los
actos de contestación de demandas intentadas contra ésta, o
de las cuestiones previas que les hayan sido opuestas, las
mismas se entiende como contradichas (...) sin perjuicio de la
responsabilidad personal del funcionario por los daños
causados a los derechos, bienes e intereses patrimoniales de la
República.” (Artículo 66 del Decreto con Fuerza de Ley de la
Procuraduría General de la República) (Subrayado de la Sala).
Ahora bien, no obstante lo anterior, estima esta Sala que los
derechos, intereses y bienes de la República no pueden
concebirse afectados por la negligencia del profesional del
derecho que en un momento dado ejerza su representación, en
consecuencia, y en el perímetro del asunto in comento, uno de
los privilegios de la República que debe honrarse es
precisamente el alegado por la parte recurrente en la denuncia,
a saber, el contenido en el artículo 6 de la Ley Orgánica de la
Hacienda Pública Nacional, ello, por remisión expresa del
artículo 4 del Decreto-Ley de formación del Instituto Nacional de
Hipódromos.
El comentado artículo 6 de la Ley Orgánica de la Hacienda
Pública Nacional estipula:
Cuando los apoderados o mandatarios de la Nación no asistan
al acto de la contestación de demandas intentadas contra ella, o
de excepciones que hayan sido opuestas, se tendrán unas y
otras como contradichas en todas sus partes, sin perjuicio de la
responsabilidad que la omisión apareja al representante del
Fisco.
Con una similar orientación, el citado artículo 66 del Decreto
con Fuerza de Ley Orgánica de la Procuraduría General de la
República, indica:
Cuando el Procurador o Procuradora General de la República, o
los abogados que ejerzan la representación de la República, no
asistan a los actos de contestación de demandas intentadas
contra ésta, o de las cuestiones previas que les hayan sido
opuestas, las mismas se entiende como contradichas en todas
sus partes (...)”
De cualquier manera, el artículo 12 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, preceptúa:
En aquellos procesos en los cuales se encuentren involucrados
los derechos, bienes o intereses patrimoniales de la República,
los funcionarios judiciales deben observar los privilegios y
prerrogativas consagrados en las leyes especiales.
En ese orden de ideas, el artículo precedente conmina a los
funcionarios judiciales (extensible a los Jueces) en acatar sin
restricción alguna, a menos que esté tutelada legalmente, los
privilegios y prerrogativas de la República siempre que ésta
tenga algún interés patrimonial discutido en juicio que pudiera
resultar afectado.
De tal forma que, en el caso en análisis, pese a la
incomparecencia de la parte demandada, el Juzgador de la
recurrida ha debido observar los privilegios o prerrogativas de
la República y no aplicar mecánicamente el efecto jurídico
propio de la no asistencia del demandado a la audiencia
preliminar, como lo es la presunción de admisión de los hechos.
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De manera que con base a lo anterior, cuando incomparece a la Audiencia
de Juicio un ente de Administración Pública, de acuerdo al régimen de distribución
de la carga de la prueba, tal y como se ha expresado de forma reiterada, se
invierte la carga probatoria de ésta hacia la accionante, por lo tanto, le
corresponde a éste probar que laboró para la demandada, para en consecuencia
establecer si es procedente su reclamación.
Conclusiones
En cuanto a la admisión de los hechos y confesión ficta, quien suscribe
considera que los diferentes casos que establece la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo al respecto, han tenido sus variaciones y ambos han sido atenuados a
través de decisiones dictadas por nuestro Máximo Tribunal, ya que se ha tratado
de flexibilizar la rigidez con la cual se diseñó dicha Ley
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StrataRespecialmente de la admisión de los
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A pesar que el presente H
trabajo
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E en la etapa de juicio, para entender más acerca de este
Dficta
hechos y confesión
tema, es necesario detallar no sólo la confesión establecida en el artículo 151 de la
LOPT, sino también lo que disponen los artículos 131 y 135 ejusdem, para lograr
una mejor compresión sobre este punto.
El régimen de la confesión ficta es muy estricto en el nuevo proceso
laboral, ya que no sólo se trata de la imposibilidad de desvirtuar la presunción, sino
que contiene una variedad de oportunidades procesales en la que puede
presentarse, siempre con la misma consecuencia que ya se ha señalado, como lo
es que el demandado al no contestar la demanda o al no asistir a la Audiencia
Preliminar o a la Audiencia de Juicio, se le tendrá por confeso con relación a los
hechos planteados por la parte actora, siempre y cuando la petición de éste no sea
contraria a derecho.
Sin embargo, a pesar de los cambios que se han realizado en esta materia,
el artículo 131 de la LOPT, se ha mantenido intacto, es decir, no ha sufrido
interpretaciones a través de fallos dictados por nuestro Máximo Tribunal. Esta
norma se sigue aplicando tal y como se encuentra estipulada, esto es, que si el
demandado no comparece a la Audiencia Preliminar (confesión ficta), se presume
la admisión de los hechos alegados por el actor y el Tribunal sentencia conforme a
dicha confesión, en cuanto no sea contraria a derecho la petición del demandante;
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desvirtuable por prueba en contrario (presunción iureE
et R
iure).
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Los artículosE135
D R y 151 ya no se aplican tal y como se encuentran
dicha admisión de los hechos, reviste carácter absoluto y por lo tanto no
establecidos en la Ley, ya que la Sala de Casación Social ha flexibilizado dichas
normas, las cuales han sufrido variaciones, pero en cuanto a su aplicación, como
lo es el caso del último párrafo del artículo 135 de la LOPT. Anteriormente cuando
el demandado no daba contestación a la demanda, el expediente era remitido al
Juez de Juicio, para que sentenciara la causa en base a la confesión dentro de los
tres (3) días siguientes al recibo del expediente.
Actualmente, esto ha cambiado y la confesión de carácter absoluto que
caracterizaba dicho artículo, ahora es de carácter relativo, pues se le ha otorgado
este carácter equiparándolo a los casos de rebeldía para la situación de
incomparecencia del demandado a las prolongaciones a la Audiencia Preliminar,
esto con la finalidad de evacuarse las pruebas que se encuentren agregadas la
expediente, y así las partes puedan ejercer el control y contradicción de las
pruebas; y el demandado pruebe algo que le favorezca. De esta manera, el Juez
de Juicio sentenciará en base a lo probado en autos, y así determinar si existe
confesión una confesión absoluta o relativa.
La confesión que contiene el artículo 151 de la referida Ley, también
posee un carácter absoluto (iure et iure); sin embargo, esto ha sido flexibilizado, y
actualmente se aplica por analogía el criterio establecido por la Sala de Casación
Social del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia de fecha 15 de Octubre de
2004, de carácter vinculante para todos los Juzgados Laborales, en la cual se
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un carácter relativo,
dispuso que cuando el demandado no comparezca a una de las prolongaciones
en
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consecuencia, desvirtuable por prueba
contrario (presunción iuris tantum), es
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decir, ya no se vaD
a aplicar lo previsto en el artículo 151 (confesión de carácter
de la Audiencia Preliminar, la confesión tendrá
absoluto), sino que el Juez de Juicio, auque no comparezca el demandado, inicia
la Audiencia, sólo para evacuar las pruebas, quien es el que verificará, una vez
concluido el lapso probatorio, el cumplimiento de los requisitos para que la
confesión ficta sea declarada y tenga eficacia legal, es decir, verificará si la
petición del demandante no es contraria a derecho y que el demandado no haya
probado nada que le favorezca.
Ha sido acertada la flexibilización se ha otorgado, en cuanto a la severidad
o rigidez que establecían los artículos antes comentados, en relación a la
confesión ficta y a la admisión de los hechos en materia laboral, ya que si bien es
cierto, las sanciones previstas para el demandado contumaz es la admisión de los
hechos; no es menos cierto, que a pesar que la ley ni especifica ciertas
situaciones que se presentan en la práctica, esto ha sido resuelto a través de
decisiones dictadas por la Sala de Casación, como lo es el caso de que para que
el Juez de juicio pueda tomar en cuenta o valorar las pruebas que se encuentran
agregadas al expediente y verificar si la petición del actor es procedente en
derecho, deben evacuarse las pruebas, tanto para el caso contemplado en artículo
135, como para el caso del artículo 151, con lo cual de esta manera, se evidencia
que se encuentra protegido
el derecho a la defensa y el debido proceso,
consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
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RV
Recomendaciones
Considera quien suscribe que las flexibilizaciones que se han realizado
hasta los momentos, en cuanto a la confesión ficta, deben plasmarse en la reforma
de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la cual en su artículo 207, fijó un lapso de
cinco años para que la Asamblea Nacional, conjuntamente con la Sala de
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Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia realice una evaluación integral
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C que no deje lugar a dudas en su interpretación,
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hacerse en forma clara
y
precisa,
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de los resultados obtenidos y del texto de la Ley, pero éstas reformas deben
es decir, se tienen que analizar y tomar en cuenta todas las posibles situaciones
que se pudieran y se dan en la práctica en relación a la incomparencia del
demandado, para que no existan lagunas, ni dudas al momento de la aplicación de
la norma, lo cual va en beneficio tanto de la parte actora, como de la parte
demandada.
También es importante que para la reforma de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, se tomen en cuenta las innovaciones que en materia de
procedimiento que se encuentran plasmadas en la vigente Ley Orgánica de
Protección del Niño y del Adolescente, para su posible implementación en la Ley
Adjetiva Laboral, obviamente, mutatis mutandis con respecto a las particularidades
de cada uno de estos procedimientos, que si bien son de naturaleza garantista,
desde el punto de vista de ontológico obedecen a circunstancias disímiles.
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