ANÁLISIS TECNOLÓGICOS Y PROSPECTIVOS SECTORIALES Complejo Químico Responsable: Ulises Sedrán FEBRERO 2016 AUTORIDADES ■ Presidente de la Nación Ing. Mauricio Macri ■ Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva Dr. Lino Barañao ■ Secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva Dr. Miguel Ángel Blesa ■ Subsecretario de Estudios y Prospectiva Lic. Jorge Robbio ■ Director Nacional de Estudios Dr. Ing. Martín Villanueva RECONOCIMIENTOS Los estudios sobre complejos productivos industriales fueron coordinados por el Dr. Juan Santarcángelo y asistidos por el Lic. Martín Kalos. La supervisión y revisión de los trabajos estuvo a cargo del equipo técnico del Programa Nacional de Prospectiva Tecnológica (Programa Nacional PRONAPTEC) perteneciente a la Dirección Nacional de Estudios del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva: Lic. Alicia Recalde. ■ Lic. Manuel Marí. ■ Lic. Ricardo Carri. ■ A.E. Adriana Sánchez Rico. ■ Se agradece a los diferentes actores del sector gubernamental, del sistema científicotecnológico y del sector productivo que participaron de los distintos ámbitos de consulta del Proyecto. No habría sido posible elaborar este documento sin la construcción colectiva de conocimientos. Por consultas y/o sugerencias, por favor dirigirse a [email protected] El contenido de la presente publicación es responsabilidad de sus autores y no representa la posición u opinión del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. El estudio se realizó entre entre octubre de 2012 y abril de 2013. COMPLEJO QUÍMICO 1 1.1 PROCESOS PRODUCTIVOS Y TECNOLOGÍAS ACTUALES Mapa tecno-productivo del complejo 1.1.1 Definición del objeto de estudio. Antecedentes El complejo de sustancias químicas básicas responde a distintas definiciones sobre qué productos pueden ser incluidos en el mismo. En efecto, pueden considerarse las definiciones usuales y esenciales en cuanto a que una sustancia química básica es aquella que se produce para ser usada como materia prima de otros procesos, pero además existe un alto número de descripciones también aplicables. Se entiende que un estudio de este tipo requiere una definición más precisa y cercana a las utilizadas en procedimientos comerciales típicos. Es notorio que la actividad industrial dedicada a la producción de sustancias y productos químicos tiene sectores con características económicas, comerciales y técnicas diferenciadas, que incluyen empresas de muy diversa magnitud. A estas evidencias pueden agregarse diferencias notorias en cuanto a la tecnología empleada en los procesos productivos, que en algunos casos es de alta madurez, como se analizará más adelante en relación al tema de estudio (productos químicos básicos). También resultan propias de cada sector dentro de la industria química las características sobre cantidad y nivel formativo del personal empleado y las necesidades de capital y financiamiento. No obstante, puede intentarse una clasificación según el destino de la producción, que no resulta extraña en la metodología de los estudios económicos, en la que se observan dos divisiones importantes: la de sustancias y productos de uso intermedio, destinadas al abastecimiento de otras industrias, al sector agrícola y a las producciones de hidrocarburos y minería, y la de productos destinados al consumo final. Dentro de la primera clasificación (productos de uso intermedio), pueden considerarse tres sectores: las sustancias y productos químicos básicos (también denominado química 1 básica), los agroquímicos y fertilizantes, y las especialidades químicas. Finalmente, dentro de las sustancias y productos químicos básicos, puede establecerse una diferenciación entre los productos de origen orgánico y los de origen inorgánico, que se mantendrá en este informe. La clasificación de Naciones Unidas Código Internacional Industrial Único (CIIU), Rev. 3 (2008) define la Categoría D de Industrias manufactureras, con la División 24 fabricación de sustancias y productos químicos, y el Grupo 241-fabricación de sustancias químicas básicas. A su vez el grupo se subdivide en las siguientes clases: 2411-fabricación de sustancias químicas básicas, excepto abonos y compuestos de nitrógeno; 2412-fabricación de abonos y compuestos de nitrógeno; 2413-fabricación de plásticos en formas primarias y de caucho sintético. Esta descripción, usada en algunos casos, es aún indefinida a los fines de un estudio de prospectiva tecnológica nacional para el complejo químico. Por otro lado, dentro de los capítulos 28 y 29 de la Nomenclatura Comercial del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), se encuentran los Productos Químicos Inorgánicos y Orgánicos, respectivamente, que a su vez incluyen a aquellos que pueden considerarse básicos en el sentido de ser de uso intermedio y destinado al abastecimiento de otras industrias. La Cámara de la Industria Química y Petroquímica (CIQyP) nacional realiza una división primaria entre productos químicos de uso intermedio y para el consumo final; en la primera categoría los agrupa según sustancias y productos químicos básicos, agroquímicos y fertilizantes, y especialidades químicas. Dentro de la primera categoría distingue entre sustancias químicas orgánicas y sustancias químicas inorgánicas, y a cada una de ellas las divide entre commodities y productos de química fina. Si bien una sustancia química básica puede no ser un commodity, las características de los productos y sus mercados de producción pueden resultar cercanas a las que son propias de tales bienes. Así, se decidió estudiar a los productos de mayor importancia incluidos en los Capítulos 28 y 29 de la Nomenclatura Comercial del Mercosur que cumplieran con la definición de “básico” descripta anteriormente (magnitud de producción, abastecimiento a otras industrias, etc.), incorporando las observaciones de la CIQyP. 2 El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva creó el Programa Nacional para Prospectiva Tecnológica (PRONAPTEC) por Resolución Ministerial 458/10, en el que se pretende brindar asesoramiento para la creación de Unidades de Prospectiva en instituciones gubernamentales, universidades, centros de investigación, cámaras empresariales y pequeñas y medianas empresas, desarrollar estudios sectoriales de prospectiva en áreas productivas y sociales relevantes para el desarrollo regional y nacional, cumplir estudios regionales de prospectiva que faciliten la identificación de estrategias para el desarrollo local, brindar servicios de información sobre evolución de tecnologías y producir actividades de formación y capacitación. Es de mencionar que existen en el país estudios de tipo prospectivo sobre la industria química nacional. Uno de ellos es el “Ejercicio de prospectiva en el sector químico”, cumplido en el marco del Plan Estratégico Nacional de CTI “Bicentenario” (2006-2010), cuyos objetivos eran “identificar tendencias globales de la industria química, reconocer áreas del sector químico donde existan buenas posibilidades de crecimiento y competitividad en el curso de los próximos quince años, detectar posibles problemas existentes en el país, como por ejemplo la falta de disponibilidad de recursos críticos, o la carencia de una infraestructura científica y tecnológica apropiada para dinamizar el desarrollo de las áreas seleccionadas, y determinar la eventual necesidad de impulsar políticas públicas de apoyo que permitan mejorar los escenarios que resulten del ejercicio”. El trabajo fue coordinado por el Dr. Enrique Vallés, y se decidió circunscribirlo exclusivamente a los sectores de petroquímica, química fina y farmoquímica, en función de concentrar en ese momento el 60 % de la producción de la industria química argentina. La metodología empleada fue Delphi y el estudio no incluyó detalles de prospectiva tecnológica. Además, cámaras del sector han generado diversos informes con carácter prospectivo general (caso de la CIQyP, años 2003 y 2011). 1.1.2 Características del complejo. Comercialización de la producción local. En gran parte del mundo el sector de productos químicos básicos está incluido dentro de las industrias más globalizadas, con claras consecuencias para los países, 3 tanto a nivel interno como externo. Dicho nivel de globalización no solamente implica generalmente altas relaciones de exportación, de penetración de importaciones y de exposición a la competencia externa, sino también una fuerte presencia de inversión extranjera directa en el sector. En 2010, según información de la CIQyP, el valor bruto global de la producción química en Argentina fue de más de 25.400 millones de dólares, que representan aproximadamente 12.5 % del PBI de la industria manufacturera. Las exportaciones e importaciones del sector fueron 5.850 millones y 10.300 millones de la misma moneda, respectivamente, lo que precisa un balance comercial con un déficit de 4.400 millones de dólares. Estas cifras definen un consumo aparente de sustancias y productos químicos de más de 29.000 millones de dólares. En el mismo año, la actividad del conjunto de la industria química dio empleo directo a más de 108.000 personas, equivalente al 8,1 % del empleo total de la industria manufacturera. Los productos que genera son indispensables en todos los aspectos cotidianos de la vida actual (alimentación, salud, limpieza, producción agrícola, vestimenta, vivienda, transporte, comunicaciones, educación, etc.). Corresponde además destacar el fuerte vínculo entre industria química y ciencias químicas y físicas, como obviamente también con las tecnologías de producción, que son las herramientas que permiten su desarrollo, progreso y consolidación a través de la manipulación y transformación de materias primas y energía. La facturación mundial de productos químicos en 2007 fue de 3180 miles de millones de dólares, y 20 millones de personas en el mundo tiene trabajo en relación directa o indirecta con esta industria1. Del total de ventas, las latinoamericanas representaron el 4.2 %, y las argentinas el 16 % dentro de la contribución regional, donde Brasil es el mayor productor, con el 78 % del total latinoamericano (ver Tabla 1 y Figuras 1 y 2). A partir de estas cifras puede concluirse que la industria química argentina contribuye con menos del 0.7 % del total mundial. 1 International Council of Chemical Associations, ICCA (www.icca-chem.org) 4 Tabla 1. Ventas mundiales de productos químicos (millones de dólares). CAIQyP Figura 1. Ventas mundiales de productos químicos por regiones. CAIQyP 5 Figura 2. Ventas de productos químicos en América Latina. CAIQyP El complejo de productos químicos básicos es “multifunción”, y dentro del mismo pueden definirse dos líneas principales: la de los productos químicos básicos orgánicos y la de los productos químicos básicos inorgánicos. En términos generales, los productos químicos básicos, tanto orgánicos como inorgánicos, poseen un volumen de producción elevado. Su precio es moderado y en general sujeto al balance de oferta y demanda mundial, y poseen especificaciones técnicas sobre composición, propiedades, pureza y otros aspectos, que suelen estar sometidas a un alto grado de estandarización. Sólo a modo de ejemplo introductorio, dentro de los productos básicos orgánicos pueden mencionarse benceno, tolueno, xilenos, etileno, propileno, butilenos, butadieno, formaldehído, ácido acético, estireno, etilenglicol, etc. El sector que los produce es altamente capital-intensivo y con necesidad de escala internacional. La intensidad de mano de obra es baja, pero con requisitos de alta capacidad técnica. Este aspecto es discutido con mayor detalle más adelante en el informe. La disponibilidad logística tiene un impacto importante sobre el sector y los productos sufren fuerte competencia internacional y regional. En especial en nuestro país la disponibilidad continua asegurada y a precio competitivo de materia prima, 6 particularmente gas natural, y energía, condiciona fuertemente a las producciones de estos productos, lo que es analizado con más profundidad luego en este informe. Dentro de los productos básicos inorgánicos pueden mencionarse cloro, hidróxido de sodio, ácido sulfúrico, ácido clorhídrico, ácido nítrico, oxígeno, nitrógeno, carbonato de calcio, etc. Aquellos clasificables como commodities poseen las mismas características en términos de incidencia de capital, escala de producción, intensidad de mano de obra y logística de los productos orgánicos básicos. En el año 2010 la aportación del sector de química básica fue del 25 % de la producción de la industria química argentina y del 32 % del consumo aparente, dada su fuerte contribución en el rubro importaciones. En las dos últimas décadas, la situación pico para todos los rubros (máximos en producción, importaciones, exportaciones y consumo aparente, y mínimo en saldo comercial) se produjo en el año 2008, como se aprecia en la Figura 3, donde también se observa un crecimiento continuo en producción. Figura 3. Evolución del sector químicos básicos. Argentina 1993-2010. CAIQyP Otra característica del sector de química básica nacional es que la contribución al empleo del sector corresponde en un 45 % a las pequeñas y medianas empresas 7 (PyME, menos de 100 empleados), que aportan el 25 % de la producción del sector, y el 55 % a grandes empresas (CIQyP, 2011)2. 1.1.3 Sustancias químicas básicas inorgánicas. Ejemplos del sector. En este informe se desarrollarán algunos ejemplos de la producción de sustancias químicas básicas inorgánicas. El estudio individualizado de cada producto que pueda ser clasificado como tal, excede ampliamente las posibilidades de este estudio, por lo que se optó por tomar ejemplos demostrativos de la situación general. Tales ejemplos muestran las características comunes a la mayoría de los productos más importantes del sector, y demuestran, en relación a los aspectos tecnológicos, la particularidad de madurez y la relativamente baja movilidad de los aspectos centrales de cada uno de los procesos. No obstante, existen márgenes de aprovechamiento de oportunidades en base a fortalezas del sector científico-tecnológico nacional, y a nuevas medidas del gobierno nacional, que se discuten en la Sección 2. 1.1.3.1 Amoníaco Uno de los ejemplos seleccionados es el del amoníaco (NH3), sintetizado desde 1913 con nitrógeno e hidrógeno mediante un proceso (Proceso Haber-Bosch) que puede considerarse básicamente el mismo que es empleado actualmente, aunque con obvias mejoras, como la registrada en los años 1960 con la introducción de compresores centrífugos, o de nuevas aleaciones que permitieron plantas de mucha mayor capacidad y redujeron significativamente la inversión de capital y, fundamentalmente, los requerimientos energéticos, que ahora se acercan al valor teórico. Entre los proveedores internacionales de tecnología más importantes puede citarse a Haldor Topsoe, Kellogg Brown Root, ICICF Braun, Uhde y Casale. En Argentina el amoníaco es producido en su totalidad a partir del reformado de gas natural con vapor. En el mundo, más del 77 % del amoníaco tiene origen en el gas 2 La Industria Química Argentina. Situación actual y su Potencial hacia el 2020. Cámara Argentina de la Industria Química y Petroquímica (CIQyP 2011, www.ciqyp.org.ar) 8 natural, lo que representa aproximadamente un 5 % del consumo total de este recurso fósil, mientras un 14 % es producido a partir de carbón. El 75 % del amoníaco producido se emplea para fabricar fertilizantes, en particular urea, y el 7 % para fabricar ácido nítrico. El gas natural, en presencia de vapor de agua a muy elevada temperatura y con un catalizador adecuado, se transforma en gas de síntesis, es decir, monóxido de carbono CO e hidrógeno H2; posteriormente el CO se transforma en dióxido de carbono CO2 por acción de otro catalizador. El CO2 presente en el gas de proceso es eliminado de la corriente gaseosa por absorción en una solución básica. Finalmente el hidrógeno es combinado con el nitrógeno del aire para producir amoníaco sobre un catalizador que típicamente es de hierro con promotor de potasio. Es interesante destacar que luego de haber encontrado en la primera parte del Siglo XX en este tipo de catalizador una opción muy adecuada para la síntesis de amoníaco, se lo ha mantenido a lo largo del tiempo; los cambios observados han sido optimizaciones sobre esa base. La mayor producción nacional de amoníaco corresponde a la planta de PROFERTIL, en Bahía Blanca, una asociación entre YPF y Agrium de Canadá, que comenzó su producción de 1.100.000 toneladas por año de urea y 750.000 de amoníaco en 2001. La tecnología empleada es de Haldor Topsoe, y la planta fue en su momento la de línea simple de mayor capacidad de producción de amoníaco en el mundo. Los problemas derivados de la inseguridad de suministro de la materia prima necesaria para producir amoníaco en nuestro país, el gas natural, ha tenido consecuencias visibles. En Río Tercero, la Fábrica Militar dejó fuera de servicio una planta de amoníaco en 2007, montada en 1949, que había sufrido desperfectos técnicos. Es probable que los problemas de suministro de gas natural hayan tenido un fuerte impacto negativo sobre la posibilidad de volver a ponerla en marcha; desde entonces, el amoníaco necesario en la fábrica, que es utilizado para la producción de ácido nítrico, que utiliza en la producción de explosivos y también vende a Petroquímica Río Tercero para la producción de di-isocianato de tolueno, es trasladado por medio de camiones. En relación a este problema, la Dirección General de Fabricaciones Militares anuncia un proyecto (NITRAMAR, que requiere una muy fuerte inversión global de 860 millones de dólares). El mismo comprende un complejo productivo con tres nuevas plantas destinadas a la producción diaria de 9 1500 toneladas de amoníaco 1000 de ácido nítrico y 1200 de nitrato de amonio, a localizar en Punta Loyola, a 35 km de Río Gallegos, Santa Cruz. Otro ejemplo del impacto de los problemas de abastecimiento de gas natural es el de la empresa Petroquímica Río Tercero, que decidió suspender el proyecto de una planta de amoníaco en esa ciudad, incluso reexportando el equipamiento de que ya disponía, ante la falta de seguridad en la provisión del gas natural necesario. Este aspecto también se discute en la sección “Sustancias químicas básicas orgánicas” y en Sección 2). En anticipo de conceptos que se discutirán en la Sección 2 de este informe, en relación a que estas tecnologías pueden considerarse maduras, aunque admiten mejoras en aspectos no centrales pero no por ello menos importantes, o de fuerte impacto, para el proceso de producción de amoníaco pueden mencionarse algunos ejemplos. Entre ellos, las mejoras dadas por la introducción de sistemas de control distribuido, o por mejores catalizadores que redujeron el consumo energético y tuvieron mayor vida útil3 4. No obstante, existe investigación sobre tecnologías no convencionales para producir amoníaco, que en su mayoría apuntan a lograr que el hidrógeno necesario como materia prima no provenga de fuentes fósiles como al presente, sino de fuentes renovables y de menor impacto ambiental. En tal sentido pueden citarse la gasificación de biomasa5, el reformado en fase acuosa de derivados de biomasa (glicerol, alcoholes, azúcares), o la tecnología Hydromax que puede aprovechar diferentes combustibles, como residuos domiciliarios o biomasa6. Al presente estas opciones están lejos de una escala comercial de aplicación. Otro producto químico básico inorgánico importante es el ácido nítrico, que se produce mediante oxidación con aire del amoníaco sobre un catalizador que generalmente es de platino, y luego los óxidos se absorben en agua. Dependiendo 3 S. E. Nielsen, Latest developments in ammonia production technology, FAI International Conference in Fertiliser Technology". 12-13 April, 2007, New Delhi. 4 U.S. Awasthi, CHALLENGES & INNOVATIONS IN TECHNOLOGY OF AMMONIA UREA PLANTS IFFCO, India, 2012 5 M. J. Prins; K. J. Ptasinski; F. J. J. G. Janssen. Fuel Process. Technol. 86 (2004) 375-389. 6 Ver Ref. 4. 10 del proceso de absorción, el ácido es producido en concentraciones de 50 a 60 %. Aproximadamente el 60 % del ácido nítrico producido en el mundo se destina a la producción de nitrato de amonio, con destino a fertilizantes o explosivos mineros, y el resto se distribuye entre la producción de fibras sintéticas, de isocianatos (poliuretanos) y explosivos militares. 1.1.3.2 Cloro–hidróxido de sodio–ácido clorhídrico Otro de los ejemplos demostrativos de productos químicos básicos inorgánicos es el constituido por el ácido clorhídrico HCl y los muy estrechamente relacionados hidróxido de sodio (soda cáustica) NaOH y cloro Cl2. Existen tres tecnologías principales para el proceso electrolítico clásico (cloro-soda) de producción de hidróxido de sodio, que difieren en el modo en que se separan ánodo y cátodo en la celda electrolítica: la celda de mercurio (más antigua), la celda de diafragma y la celda de membrana, que es esencialmente la única demandada actualmente para nuevas plantas. La mayor parte de la producción de HCl tiene uso cautivo de parte de los productores, y los métodos principales de producción son la síntesis directa, asociada a plantas de cloro-soda, y como subproducto de síntesis orgánicas o reacciones de cloración. Siendo un producto gaseoso, típicamente se lo produce en soluciones acuosas de 30 a 36 % de modo de minimizar pérdidas evaporativas y facilitar su transporte. La producción mundial anual es cercana a los 20 millones de toneladas, y los mayores productores son Dow Chemical, FMC, Georgia Gulf Corporation, Tosoh Corporation, Akzo Nobel y Tessenderlo con producciones de entre 0.5 y 1.5 Mt/año cada una. Este ácido inorgánico fuerte tiene diversas aplicaciones, que incluyen regeneración de intercambiadores iónicos, operaciones de control de pH y neutralización y tratamientos decapanates-desoxidantes de metales. En las plantas de cloro-soda se electrolizan salmueras para producir hidróxido de sodio, cloro e hidrógeno, los que se recombinan para formar HCl gaseoso en un quemador de ácido. Aunque también se lo puede producir a partir de la descomposición térmica de cloruros metálicos provenientes del tratamiento de metales, la mayor fuente de HCl es como subproducto en la producción de 11 compuestos orgánicos clorados o fluorados, de ácido cloroacético y de PVC, el que muchas veces es consumido en el mismo proceso de producción. El cloro es un producto químico inorgánico básico, cuyo mayor uso es en procesos de cloración de compuestos orgánicos. El HCl, particularmente si hay exceso del mismo, puede ser una fuente alternativa para producir cloro por vía electrolítica, que a su vez constituye uno de los procesos de uso más intensivo de energía. Es de mencionar que el fuerte aumento de la capacidad mundial de diisocianato de tolueno (TDI) y de metil difenil diisocianato (MFD) generan exceso de HCl. Si hay alta demanda de cloro, entonces el aumento de la capacidad de su producción en plantas de cloro-soda, puede generar exceso de NaOH. De este modo, conservando los principios tecnológicos básicos de la electrólisis de HCl para producir cloro, vigentes desde hace tiempo, los esfuerzos de desarrollo tecnológico se dan sobre la optimización de aspectos puntuales. A modo de ejemplo, en la producción electrolítica de cloro, Bayer ha desarrollado cátodos de oxígeno despolarizados, que evitan la formación de hidrógeno, reduciendo el voltaje necesario, con lo que se reclama un consumo de energía eléctrica 30 % menor que en los procesos convencionales de diafragma7. Es de mencionar que la producción de tales cátodos requiere un know-how muy específico, de alta complejidad. En el país, Solvay Indupa en Bahía Blanca posee una planta de cloro-soda que produce 165000 toneladas por año de cloro y 185000 de soda cáustica, con totales nacionales del orden de las 260000 y 305000 toneladas, respectivamente. En Petroquímica Río Tercero se producen 30000 ton/año de soda cáustica, y 80000 ton/año de ácido clorhídrico, y recientemente se amplió la capacidad a 170000 ton/año. 1.1.3.3 Ácido sulfúrico Este estudio no puede obviar la referencia al ácido sulfúrico, producto químico básico 7 Giving Up Is Not an Option. Technology Solutions 1 / 2012, p.30. 12 inorgánico de muy amplio uso, que incluso ha sido considerado índice de la actividad industrial de un país. La tecnología de producción evolucionó desde la denominada “de cámaras” a la que se utiliza actualmente, denominada “de contacto”. Se lo produce a partir de azufre (con mejor balance energético) o del mineral pirita, que son transformados en dióxido de azufre por tostación y posteriormente en trióxido de azufre sobre catalizadores de pentóxido de vanadio, el que luego es hidratado y genera el ácido como un producto de alta concentración, 98-99 %. Entre los empleos más comunes del ácido sulfúrico se cuentan la producción de halógenos (bromo, yodo), fertilizantes (fosfato de amonio, superfosfatos), refinación de petróleo, tratamiento de metales, colorantes, ácidos orgánicos, sales (especialmente sulfatos), dentro de una lista muy extensa. La producción nacional anual es de aproximadamente 260000 toneladas8, con un claro ascenso en esta última década. ICI Argentina, con dos plantas en San Lorenzo (Santa Fe) es el mayor productor, con el 44 % del total. Sulfacid produce el 24 %, como subproducto de la producción de zinc, y la producción de Fabricaciones Militares representa aproximadamente el 15 % del total. Esta última desarrolla proyectos de expansión y modernización de su planta de ácido sulfúrico. 1.1.4 Sustancias químicas básicas orgánicas. Ejemplos del sector Al igual que para los productos básicos inorgánicos, se desarrollarán algunos ejemplos de la producción de sustancias químicas básicas orgánicas. El estudio individualizado de cada producto que pueda ser clasificado como tal, excede ampliamente las posibilidades de este estudio, por lo que se optó por tomar ejemplos demostrativos de la situación general. Tales ejemplos muestran las características comunes a la mayoría de los productos más importantes del sector, y demuestran, en relación a los aspectos tecnológicos, la particularidad de madurez y la relativamente baja movilidad de los aspectos centrales de cada uno de los procesos. No obstante, existen márgenes de aprovechamiento de oportunidades en base a fortalezas del sector científico-tecnológico nacional, y a nuevas medidas del 8 AQA, Producción Química Argentina 2007. 13 gobierno nacional, que se discuten en la Sección 2. La industria petroquímica mundial, cuyas materias primas son productos químicos básicos orgánicos, ha crecido en gran medida en los últimos 30 años. En 2010 su capacidad se estimaba en alrededor de 1.500 millones de toneladas anuales, superando en más de tres veces el valor de 1980. Dicho crecimiento no fue homogéneo en distintas regiones del mundo, con mayores aumentos en el Lejano y Medio Oriente, mientras América Latina aumentó su capacidad de 9 a 75 millones de toneladas para el mismo. Brasil tiene la mayor capacidad petroquímica instalada, alrededor del 40% del total para la región, seguido por México, Venezuela y Argentina9. Debe considerarse que estas cifras son globales e incluyen no sólo a los productos químicos básicos orgánicos sino también a los productos finales del complejo petroquímico, pero claramente indican la magnitud del sector. Para el caso de los productos químicos básicos orgánicos pueden definirse en el país seis polos o, más apropiadamente, áreas petroquímicas, de distinta magnitud y consecuente impacto sobre el complejo de productos químicos básicos. Esta particularidad de agrupamiento, que es también evidencia de la importancia del sector, facilita el análisis de la información disponible. El Área San Lorenzo - Puerto San Martín General Lagos, en la provincia de Santa Fe incluye las plantas de BASF Argentina SA, DOW Química Argentina SA, ICI Argentina SAIC, LD Manufacturing SA, PETROBRAS Argentina SA y Petroquímica Bermúdez SA. El Área Campana-San Nicolás incluye a las plantas de ATANOR SA, CABOT Argentina SAIC, CARBOCLOR SA, Carboquímica del Paraná SA, Paraná SA, PETROBRAS Argentina SA y VORIDIAN Argentina SRL. El Área Ensenada incluye a MAFISA, PETROKEN SA, YPF y SNIAFA SAICF. El Área Gran Buenos Aires incluye a ATANOR SA, BASF Poliuretanos SA, INDUSPOL Aislaciones SRL (Junín), Industrias Químicas CARBINOL SACIFIA, INVISTA Argentina SRL, Petroquímica Argentina SA (San Miguel del Monte) y PLAST SAICIF. El Polo Bahía Blanca agrupa a Induclor S.M., Monómeros Vinílicos, Indupa SAIC, Petropol SM, Polisur SM, Petroquímica Bahía Blanca y Gamuzzi Gas Pampeana. El Área Río Tercero agrupa a ATANOR SA, Fábrica Militar Río III y Petroquímica Río III SA. En el Área Luján de Cuyo se encuentran Aislantes de Cuyo SA, Petroquímica Cuyo SAIC e YPF. El Área Plaza Huincul incluye a YPF y NEUFORM SA Finalmente en el Área San Luis se localiza RESIGNUM San Luis SA. 9 A. Friedlander, Petroquímica, Petróleo, Gas & Química, IPA, 14 agosto 2012 14 A partir de 2005 la diferencia en el país entre importaciones y exportaciones del sector comienza a incrementarse y en la actualidad (2012) ya supera los 2.000 millones de dólares, debido a que el período de crecimiento de la economía observado en la década no se vio acompañado por nuevas inversiones de la industria petroquímica. Para analizar las causas de que no haya habido instalaciones de nuevas plantas para la producción de productos químicos básicos orgánicos (que sí fuera observada en la segunda mitad de la década de 1990), se deben considerar varios factores que tienen incidencia, como la disponibilidad de tecnología, de los recursos humanos capacitados, de las materias primas y energía y de la financiación de proyectos. En este informe se discutirán los dos primeros aspectos (tecnología y recursos humanos), considerándose que los otros corresponden a áreas más específicas de análisis económico y político. Recurrentemente los sectores productivos, representados, por ejemplo por la Cámara de la Industria Química y Petroquímica CIQyP, o el Instituto Petroquímico Argentino IPA, han reclamado sobre la necesidad de garantizar un suministro estable y a un precio competitivo, en particular, de gas natural y sus derivados. Tal carencia ha sido causa de paradas no programadas en la mayoría de las áreas petroquímicas nacionales. Las causas de tal problema son conocidas, y localizadas fundamentalmente en la falta de inversiones exploratorias de nuevos recursos hidrocarburíferos. Esta problemática, sobre la que se esperan cambios positivos luego de la reincorporación al estado de la mayoría patrimonial de YPF, es merecedora de análisis más profundos y a la luz de los primeros resultados de la política a implementar por la nueva conducción empresarial; a ello debe sumarse el análisis, necesariamente incierto por ahora dada la carencia de información pública confiable sobre magnitud de los yacimientos y calidad de los recursos, del impacto de los yacimientos de recursos no convencionales de petróleo y gas natural, cuyo descubrimiento fuera anunciado hacia fines de 2011. En general se considera que, dada la globalización cierta de la economía mundial, el factor tecnología no constituye un obstáculo para nuevas realizaciones en el campo petroquímico u otros más generales de la actividad productiva. En ese sentido puede ejemplificarse con las importantes transferencias tecnológicas hacia países como Arabia Saudita y particularmente China. 15 La problemática derivada de la oferta de recursos humanos es discutida en la Sección 2.6. 1.1.4.1 Etileno y propileno Dentro de los productos químicos orgánicos básicos, el etileno y el propileno, particularmente este último, son los de mayor demanda. Ambos son materias primas petroquímicas y provienen de recursos naturales de origen fósil, como el gas natural del que se separan etano y propano que luego se convierten en etileno y propileno por craqueo con vapor (steam cracking), y el petróleo, del cual algunos cortes de bajo valor son convertidos en el proceso de craqueo catalítico (FCC) para, entre otros hidrocarburos, producir propileno en buena proporción. También el craqueo de nafta o de otros cortes de hidrocarburos líquidos es usado para la producción de estas olefinas livianas. La producción anual nacional de etileno es de más de 750000 toneladas10. La alta demanda mundial de propileno ejerce una presión muy importante sobre las refinerías, donde el proceso FCC juega un rol central al producir no sólo la mayor fracción de gasolina y otros cortes contribuyentes a los combustibles líquidos de transporte, como jet fuel y diesel, sino también materias primas petroquímicas, particularmente propileno y butenos. La mayor demanda de propileno, aproximadamente dos tercios del total, es para la producción de polipropileno, siendo China y los Estados Unidos los principales consumidores. Los otros productos más importantes derivados del propileno son el acrilonitrilo, destinado a la producción de fibras acrílicas, el óxido de propileno y el cumeno, del que deriva una cascada de productos. Actualmente se encuentran en desarrollo grandes expansiones de la capacidad de producción de propileno en Medio Oriente y China. Es de destacar que en el país existen siete plantas de FCC en las distintas refinerías, de diversa capacidad y tecnologías, que definen un potencial interesante. Recientemente se anunció en el 3° Congreso Latinoamericano y del Caribe de Refinación (Buenos Aires, noviembre 2012) que YPF estudia la construcción de una nueva refinería con una 10 INDEC, Estadística de Productos Industriales, EPI 2005. 16 capacidad de procesamiento de unos 200.000 barriles por día, lo cual constituye un proyecto sumamente ambicioso, que no se vislumbra como de fácil realización. Se observan esfuerzos para aumentar la producción de propileno a través de procesos alternativos a los de steam cracking y FCC. En ese sentido se discutirán en la Sección 2.4 algunos desarrollos que sugieren cambios tecnológicos importantes. 1.1.4.2 Aromáticos Los aromáticos constituyen un grupo de productos químicos orgánicos básicos muy importante. El grupo principal está constituido por benceno, tolueno y xilenos, que son utilizados como materia prima para la producción de numerosos intermediarios. El benceno puede utilizarse para producir clorobenceno (destinado a diversas especialidades y plaguicidas), ciclohexano (para fibras poliamídicas), etilbenceno (para poliuretanos), anhídrido maleico (para resinas fenólicas y poliésteres) y cumeno (para resinas epóxicas y fenólicas). El uso mayor suele ser para la producción de etilbenceno, a su vez utilizado para la producción de estireno destinado a elastómeros y resinas. El tolueno se emplea como solvente (pinturas, adhesivos, fármacos), en la producción de diisocianato de tolueno (TDI, para resinas de poliuretano), de cloruro de bencilo (para diversos aromáticos y agentes tensioactivos) y de ácido benzoico (para aditivos para alimentos, resinas alquídicas y diversos aromáticos). La mayor demanda suele estar dada por la producción de TDI con el que se producen resinas de poliuretano. De los tres isómeros de xileno, solamente el ortoxileno y muy particularmente el paraxileno (para plastificantes y resinas) poseen demanda importante dentro de la industria petroquímica. La mayor producción de para-xileno se destina a la producción de dimetil tereftalato (DMT, para fibras poliester) y ácido tereftálico (TPA, para fibras poliéster y politereftalato de etileno para envases). La principal tecnología de producción de aromáticos es el proceso de reformado catalítico, en el que la alimentación (usualmente nafta pesada, de mala calidad como 17 combustible) es sometida a reacciones de isomerización y aromatización sobre catalizadores bifuncionales ácido-metal. El proceso ha sido un clásico en el esquema convencional de producción de gasolina y genera gran cantidad de aromáticos, factor por el que precisamente ha ido perdiendo importancia en la refinación de petróleo, en función de la mayor presión normativa sobre la composición de combustibles líquidos. No obstante, el proceso ha mantenido su importancia como productor de aromáticos y de hidrógeno dentro de la refinería, donde este último elemento encuentra cada vez mayor consumo, especialmente para la mejora de la calidad de combustibles. De hecho, el proceso puede operarse de modo de maximizar la producción de aromáticos. En el país, YPF anunció en 2009 la instalación de un moderno proceso de reformado catalítico continuo en Ensenada, con una inversión del orden de los 350 millones de dólares, que subsidiariamente abastecerá de hidrógeno a la refinería (en la que este año se inauguró una nueva planta de hidrotratamiento, que lo consume). La planta de reformado catalítico continuo aún no ha sido puesta en marcha. La producción anual nacional de benceno es del orden de las 150000 toneladas, mientras la de tolueno es de aproximadamente 200000 toneladas, la de p-xileno es de aproximadamente 32000 toneladas y la de o-xileno es de aproximadamente 25000 toneladas11. 11 APLA - Asociación Petroquímica y Química Latinoamericana (http://www.apla.com.ar/index2.php) 18 2 LAS TECNOLOGÍAS DEL FUTURO EN EL COMPLEJO A NIVEL MUNDIAL El complejo de productos químicos básicos posee características específicas, algunas de las cuales fueron discutidas en la Sección 1. Entre ellas deben destacarse que forma parte de industrias globalizadas, lo que define la posibilidad de que sus productos estén sometidos a la presión comercial internacional y que el sector exhiba fuerte inversión extranjera. Los productos químicos básicos, tanto orgánicos como inorgánicos, poseen un volumen de producción elevado, su precio es moderado y poseen especificaciones técnicas que suelen ser altamente estandarizadas. Uno de los rasgos más distintivos en relación a los aspectos tecnológicos asociados a la producción de productos químicos básicos, es que las tecnologías empleadas pueden ser calificadas como maduras en la mayoría de los casos. Uno de los factores concurrentes es la economía de escala necesaria para sostener estos negocios. De este modo, las innovaciones tecnológicas no se dan especialmente sobre aspectos centrales de proceso, que definan un cambio tecnológico propiamente dicho, sino en sistemas complementarios, como software de control operativo, nuevos y mejores dispositivos sensores, mejoras en eficiencia energética, control de emisiones, nuevos o mejores materiales, etc., en los que sí se registran evoluciones permanentes. Sí es de destacar que existen dos aspectos de suma importancia, sobre los que los desarrollos, evoluciones y ejercicios de optimización generan cambios que pueden tener impacto importante sobre la producción de algún producto químico básico, como son en primera instancia el catalizador empleado (obviamente en los procesos catalíticos de producción), y en medida algo menor las condiciones operativas utilizadas. Más adelante en esta sección se discuten capacidades existentes en el país para la adopción y/o desarrollo de tecnologías, en particular en relación a estos dos aspectos. En este informe se desarrollarán algunos ejemplos representativos de la movilidad tecnológica para el complejo a nivel mundial, tanto para el grupo de productos químicos básicos orgánicos como inorgánicos. Para ello se utilizó software de Thomson Innovation, lo que fue posible gracias a la buena disposición y ayuda del 19 Ing. Marcelo Grabois, de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), responsable de su uso y administración. Con el mismo es posible realizar búsquedas de información científico tecnológica (patentes y publicaciones) a lo largo de muy amplios períodos de tiempo, en todo el mundo, y someter a análisis la información recolectada (Data Analyzer). 2.1 Impacto del suministro de materias primas Obviamente la falta de suministro de materias primas o energía conduce a la interrupción de la producción. Si además las materias primas y las formas de energía no pueden almacenarse (electricidad, gas natural, etano), no se las puede reemplazar por otras formas de energía u otras materias primas, y si las interrupciones son recurrentes, entonces la situación es de mayor gravedad. También es razonable que todo plan de proyección hacia un futuro mediato o de largo plazo cuente con el aseguramiento del suministro de materias primas y energía, de modo de considerar viables las inversiones necesarias para ampliar estructura existente o radicar nueva. El ejemplo más notorio en relación al problema del suministro de materias primas es el que constituyen el petróleo y el gas natural. Su efecto en cascada ha sido ejemplificado en la sección anterior para casos de importancia clave, como el del amoníaco y el de los productos químicos orgánicos básicos. Puede ampliarse además que a partir del gas natural, luego de la separación de metano y etano se produce gas de síntesis por reformado de metano, con el que se pueden producir metanol y amoníaco entre muchos otros productos básicos. Con etano se produce etileno por steam cracking. A partir del petróleo, y luego de algunos procesos clásicos de refinación, como topping (destilación primaria), craqueo catalítico, coking, craqueo térmico y reformado, se producen diversas materias primas petroquímicas, como nafta virgen (por reformado se generan aromáticos benceno, tolueno y xilenos (BTX) y otros productos) y gases de refinería (de donde se obtienen propileno y olefinas C4). El impacto de la falta de suministro de materias primas como gas natural y petróleo tiene un fuerte efecto multiplicador. Como se mencionara, los fertilizantes y el ácido nítrico en nuestro país dependen exclusivamente del gas natural. 20 2.2 Productos químicos básicos inorgánicos. Caso de la producción de amoníaco Como se mencionara en la Sección 1, el amoníaco es un producto químico básico muy importante del que se derivan los fertilizantes nitrogenados y el ácido nítrico. A lo largo del Siglo XX ha mantenido esencialmente el mismo esquema tecnológico de producción, con base en recursos fósiles como el gas natural, principalmente, y el carbón. Las últimas mayores innovaciones en el proceso se han dado sobre sistemas de control, catalizadores y, al igual que para otras tecnologías, por la introducción de nuevos materiales12. Debe tenerse en cuenta que, dada la masiva producción de amoníaco, incluso pequeñas mejoras pueden tener un impacto muy importante en términos económicos o energéticos. Las proyecciones sobre nuevas tecnologías se orientan hacia el logro de fuentes de hidrógeno no fósiles, como las que pueden constituir la biomasa (para la que los procesos de gasificación se presentan como factibles13) o sus derivados oxigenados (glicerol, alcoholes, azúcares, que pueden ser reformados con vapor 14 o incluso en fase líquida15). La información estadística sobre patentes otorgadas en relación a la producción de amoníaco muestra para el período 1903-2012 un total de 2696 registros, con períodos de contribuciones más numerosas (aproximadamente 1918-1934 (consolidación del proceso Haber-Bosch), 1970-1990 (mejoras tecnológicas como nuevos compresores) y 2005 en adelante (se discute a continuación)), y que por altísima mayoría corresponden a “producción de amoníaco por síntesis”. Pese a la importancia de este producto químico básico inorgánico, el número total de patentes puede considerarse moderado, especialmente teniendo en cuenta el amplio período de análisis. Entre las empresas proveedoras de tecnología con mayor contribución se encuentran Casale, Haldor Topsoe, Linde y Uhde, lo que confirma un campo de alta especialización, propio de las industrias de commodities. 12 Ver Ref. 4. 13 Ver Ref. 5. 14 T. Valliyappan, D. Ferdous, N.N. Bakhsi, A.K. Dalai. Top Catal. 49 (2008) 59–67. 15 N. Luo, X. Fu, F. Cao, T. Xiao, PP. Edwards. Fuel 87 (2008) 3483–3489. 21 El aumento en el número de patentes concedidas a partir de aproximadamente 2004 se corresponde con el cambio en la política china de patentes, que llevó a registrar múltiples pedidos a partir de ese momento (ver Figura 5). Figura 5. Patentes sobre procesos de producción de amoníaco. 1993-2012 Este aspecto se visualiza aún más claramente en relación a la producción de otros productos químicos básicos, como el etileno, como se discute más adelante en este informe (ver Sección 2.3). La consecuencia de tal política fue un drástico aumento en el número de patentes concedidas, que impactó directamente sobre los números totales. La Figura 6 muestra claramente esta característica para la entrada correspondiente a China (CN en el eje y). Ello puede generar alguna confusión en el análisis de la información y debe ser tenido en cuenta, para concluir que en la última década, o en un período aún más prolongado, no se observa un aumento neto significativo en el número de patentes otorgadas. 22 Figura 6. Patentes por país, producción de amoníaco Este análisis permite definir a la tecnología empleada para la producción de amoníaco como madura y de baja movilidad. 2.3 Productos químicos básicos orgánicos. Caso de la producción de etileno Como se mencionara en la Sección 1, el etileno es uno de los productos químicos orgánicos básicos de mayor consumo, y su método principal de producción es el proceso de steam cracking de etano o propano provenientes del gas natural. Para este producto se observan tendencias similares a las analizadas para el caso del amoníaco. El número total de patentes concedidas sobre métodos de producción de etileno para el período 1926–2012 es de 835, que puede considerarse modesto. A través de este prolongado período el número de patentes ha crecido de modo muy suave hasta mediados de la década de 2000, donde se observa un fuerte incremento (ver Figura 7). 23 Figura 7. Patentes sobre procesos de producción de etileno. 1993-2012 Al igual que para el caso del amoníaco, este cambio es debido a la nueva política china de patentes implementada a partir de ese momento, de registro de toda innovación, lo que puede apreciarse en la Figura 8 para el período reducido 20002012. En consecuencia, y por muy amplio margen, la empresa que posee mayor número de patentes es China Petrochemical Corp., seguida por proveedores de tecnología clásicos en el área, como UOP y Exxon Mobil. 24 Figura 8. Patentes por país, producción de etileno El mismo software de Thomson Innovation permite dibujar un “mapa de tendencias tecnológicas”, que muestra las palabras utilizadas con mayor frecuencia en los resúmenes de las patentes concedidas en el período analizado, y permite así definir o aproximarse a cuáles son las tendencias de desarrollo tecnológico que se vislumbran. Dicho mapa muestra que las tendencias de innovación son sobre las condiciones operativas y el hardware (para los procesos convencionales, como steam cracking) y sobre el catalizador (para aquellos procesos que utilicen un catalizador al menos en alguna de las etapas de producción). Esto no es sorprendente, dado que, como se mencionara, estas observaciones confirman el carácter maduro de estas tecnologías de producción, y que es posible aprovechar márgenes de optimización en aspectos como las condiciones de proceso, el hardware y los catalizadores. 2.4 Productos químicos básicos orgánicos. Caso de la producción de propileno Las particularidades descriptas para el etileno también son propias para el producto químico orgánico básico de mayor crecimiento de demanda mundial actual, el 25 propileno. Sin embargo, como se comentara en la Sección 1, se observan algunos desarrollos tecnológicos, cristalizados ya en plantas operativas o demostrativas, de nuevos procesos para complementar el suministro de propileno ante la alta demanda. Si bien los motivos para el déficit de suministro de propileno se deben a causas muy distintas según el lugar y, especialmente, la tecnología que se utiliza para producirlo, lo que puede o no habilitar a los nuevos procesos, pueden mencionarse tres de ellos16. El que puede denominarse desproporción de olefinas da un cierto margen para la intercambiabilidad de las mismas; para producir propileno, se conduce la reacción de etileno y 2-buteno (caso de steam cracking de nafta) sobre un catalizador; distintos importantes productores de tecnología han desarrollado este proceso. Un enfoque similar, pero orientado al craqueo selectivo de olefinas C4/C5 presenta la ventaja de no consumir etileno y sería apropiado para casos donde se cuenta con suministro a partir tanto de steam crackers como destilación fraccionada catalítica (FCC, por sus siglas en inglés Fluid Catalytic Cracking).; la tecnología, que admite muy variada composición de las cargas, asume la desproporción y posteriores múltiples reacciones de tales productos y la oligomerización de las olefinas livianas y el posterior craqueo de estos oligómeros. El catalizador, seguramente ácido, y las condiciones empleadas condicionan la distribución de productos; éste es un claro caso donde la optimización del catalizador puede brindar fuertes réditos. Otra opción (no de nuevo proceso en este caso) está constituida por la incorporación al catalizador de FCC de aditivos de acción específica que logran modificar la distribución de productos, aumentando significativamente la selectividad a olefinas livianas y a propileno en particular. Es sabido que el componente principal de tales aditivos es la zeolita ZSM-5, cuya estructura porosa y consecuentes propiedades de selectividad de forma facilitan la conversión de hidrocarburos lineales en el rango de la gasolina hacia olefinas livianas. Este enfoque puede considerarse maduro al presente. Finalmente, el desarrollo de procesos similares al FCC puede puntualmente representar alivios sobre la demanda de propileno. No obstante, en sus fundamentos, estos procesos representan una suerte de revisión de anteriores tecnologías, como 16 J. S. Plotkin. Catal. Today 106 (2005) 10–14. 26 por ejemplo, lechos catalíticos fluidizados densos y mayores tiempos de contacto 17, de modo similar a como se operaba el proceso FCC en sus inicios, que se registra hacia mediados de la década de 1940. Como ejemplo puede citarse que durante la década de 1990 se desarrolló el proceso Deep Catalytic Cracking, de Sinopec China, orientado a maximizar la producción de olefinas livianas, del cual hay algunas unidades comerciales. Este es un claro ejemplo de que en realidad los denominados “desarrollos tecnológicos” son aprovechamientos de los márgenes de optimización que brindan algunos aspectos, como catalizador u condiciones operativas. Estos tres desarrollos tendientes a satisfacer la gran demanda de propileno, al menos en situaciones puntuales, podrían ser cubiertos por la capacidad nacional para adoptar o desarrollar tecnologías. Es indispensable para ello que exista demanda del sector industrial, aunque en este sentido las condiciones propias de la producción de estos productos orgánicos básicos, descriptas en la Sección 1, no son un factor positivo. En la Sección 2.8 se mencionan las posibilidades nacionales sobre este punto en particular, pero que obviamente es extensible a otros productos químicos básicos. 2.5 Factores críticos de desarrollo de la química básica nacional Es de destacar que los propios actores empresariales nacionales en los dos sectores definidos para la química básica (productos químicos básicos orgánicos e inorgánicos), en respuesta a encuestas de la Cámara de la Industria Química y Petroquímica18, no identifican como factor crítico principal para el desarrollo de dichos sectores a la “tecnología y el know-how” (ver Tabla 2). 17 L. Jun, L. Wei, Q. Zhonghong, T. Huiping, Z. Yuxia. Stud. Surf. Sci. Catal. 166 (2007) 55-66. 18 Ver Ref. 2. 27 Tabla 2. Factores críticos de desarrollo según sectores y tamaños de empresas. Argentina. CAIQyP 1er FCD más importante Petroquímicos Químicos inorgánicos Fine Chemicals Agroquímicos Especialidades químicas Empresas pequeñas Empresas medianas Empresas grandes Promedio general 2do FCD más importante 3er FCD más importante Materias primas y Mercado y logística Regulaciones energía Materias primas y Regulaciones Mercado y logística energía Tecnología y know Materias primas y Regulaciones how energía Tecnología y know Mercado y logística Regulaciones how Personal Mercado y logística Financiamiento Regulaciones Personal Mercados y logística Materias primas y energía Materias primas y energía Materias primas y Regulaciones energía Mercados y Regulaciones logística Mercados y Regulaciones logística Tecnología y know how En tal encuesta los factores a considerar fueron “Mercado y Logística”, “Materias primas y Energía”, “Personal”, “Tecnología y Know-how”, “Financiamiento” y “Regulaciones”. En efecto, en los resultados de la encuesta presentados en 2011, el sector Petroquímicos, donde los productos químicos básicos orgánicos tienen incidencia, muestra a las materias primas y energía, al mercado y logística y a las regulaciones como el primero, segundo y tercer factor crítico más importante para el desarrollo, respectivamente. Para el sector de químicos inorgánicos, donde se ubican los productos químicos básicos inorgánicos, como tales factores críticos más importantes fueron identificados las regulaciones, las materias primas y energía y el mercado y logística, como primero, segundo y tercero, respectivamente. Es de mencionar que la tecnología y el know-how sí son reconocidos como factores críticos para el desarrollo de los sectores de química fina (primer factor más importante) y agroquímicos (segundo factor más importante). Cuando lo que se considera es el tamaño de las empresas, las pequeñas juzgan a la tecnología y el know-how como el tercer factor crítico más importante para su desarrollo, mientras las medianas y grandes no lo incluyen entre sus consideraciones. 28 Esta misma encuesta resalta una vez más entre los factores críticos más importantes para el desarrollo de los sectores de productos químicos básicos orgánicos e inorgánicos al suministro de materias primas y energía, particularmente en referencia al gas natural. Estas características de la relación entre estos sectores productivos (química básica, en general) y tamaño de las empresas con la tecnología y el know-how no son sorprendentes, dado que la producción de los productos químicos básicos orgánicos e inorgánicos se considera en términos generales como de baja movilidad tecnológica. Los procesos productivos de tales bienes suelen basarse en tecnologías maduras, insertos en empresas de gran magnitud, y con escalas productivas que inducen cambios muy lentos en los componentes tecnológicos esenciales de los procesos. Aunque referidos al total de la industria química nacional y no sólo de los sectores en estudio, es interesante revisar los resultados de la encuesta de la CIQyP en relación a tecnología y know-how. En cuanto a la caracterización de la tecnología empleada, el 74 % de los encuestados considera a su tecnología como adecuada e inclusive el 11 % la considera de avanzada, con sólo el 15 % admitiendo que adolece de retraso tecnológico. Sobre la propiedad de la misma, el 69 % de las respuestas señala que dispone de tecnología propia, mientras que el 23 % utiliza tecnología bajo licencia y el 8 % dispone de tecnología del dominio público. Sobre la disponibilidad, sólo el 15 % considera que su tecnología es exclusiva y el 19 % la considera restringida, mientras el restante 66 % afirma que su tecnología está ampliamente difundida y no constituye un factor de diferenciación importante respecto de sus competidores. Dentro de los factores tecnológicos críticos, el 79 % considera definitorias a las características y los parámetros de sus procesos, mientras el restante 21 % considera que ese rol lo cumplen las características de los equipos principales utilizados en la producción. Estos resultados, en particular aquellos referidos a la posesión y disponibilidad de la tecnología, sugieren que hay un buen margen para incrementar la propiedad este rubro de parte de los productores y de lograr mayor diferenciación en el mercado, lo que es de esperar que represente mayores beneficios. 29 En relación a las áreas relevantes del know-how, la mayoría de los encuestados (64 %) considera que la organización de la producción es el área de mayor importancia; un 16 % considera más importante la asistencia a clientes y un 16% hace lo propio con los sistemas de comercialización. Entre los aspectos críticos en el ciclo de vida del negocio, el 45 % de los encuestados considera al conocimiento de la metodología de desarrollo y formulación de proyectos como el aspecto de mayor importancia, mientras los restantes encuestados dividen en partes iguales del 27 % su opinión respecto a la mayor relevancia del conocimiento sobre cómo encarar la investigación y el desarrollo, por una parte, o cómo gerenciar las inversiones y el financiamiento. Pero donde se observan resultados sorprendentes es en relación a investigación y desarrollo, donde la gran mayoría (80 %) considera que posee una capacidad de investigación y desarrollo adecuada, e inclusive el 16 % considera disponer de capacidades de avanzada, mientras sólo un 4 % admite déficit en la materia. Por otro lado, el 81 % de las respuestas indica que la investigación y el desarrollo se realizan en la propia empresa, mientras el 15 % recurre a recursos externos y sólo el 4 % la realiza en asociación con terceros. Se insiste en remarcar que estos resultados provienen del total de la industria química nacional y no sólo de los sectores en estudio, aunque obviamente los incluye. 2.6 Recursos humanos necesarios para el sector químico En relación a los recursos humanos necesarios para una adecuada consolidación y desarrollo del sector, particularmente en cuanto a la oferta de ingenieros químicos e industriales, que constituyen el soporte natural de estos sectores productivos, existen opiniones algo encontradas. Desde el ámbito gubernamental se indica la clara necesidad de incrementar la oferta de ingenieros para, entre otras áreas, la actividad industrial. Mientras esta definición es general, debe necesariamente incluir al sector productivo de bienes químicos básicos, tanto orgánicos como inorgánicos. Por el contrario, al menos para las empresas proveedoras de ingeniería, desde algunas instituciones se afirma que los responsables de las mismas (según asistentes a la jornada “Las empresas de ingeniería en el futuro petroquímico de la Argentina”, 27 de 30 junio de 2012, organizada en forma conjunta entre el Centro Argentino de Ingenieros (CAI) y el IPA), sostienen estar en condiciones adecuadas en tal sentido. Algunos ejemplos desde el ámbito académico, como en el caso de las prestigiosas Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral, o Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires, muestran que los docentes de las mismas, como pudo percibirse a través de comunicaciones personales, tienen la notoria percepción de una muy alta demanda de ingenieros químicos e industriales de parte del sector productivo, al punto que muchos alumnos tienen oportunidades laborales incluso antes de concluir sus estudios. De la encuesta de la CIQyP sobre tecnología y know-how descripta anteriormente, las conclusiones en relación a investigación y desarrollo parecen en cierta forma contradecir la visible asignación de parte del gobierno de mayor importancia al sector de ciencia y técnica, visualizada en la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología y en el mayor respaldo presupuestario al sector, traducido, entre otros aspectos, en el mayor ingreso de becarios doctorales y miembros de la carrera de Investigador Científico en CONICET. Cabe preguntarse si ésta no es otra manifestación de lo que muchos actores de los sectores académicos y productivos han manifestado como viejos prejuicios de cada uno de esos sectores, que han concurrido históricamente en una inadecuada interrelación nacional entre ellos. Sin embargo, tanto algunos sectores productivos como empresas relacionadas a la oferta de recursos humanos coinciden en puntualizar que existe un déficit en la oferta de profesionales de las distintas ramas de la ingeniería. Tales opiniones se reflejaron extensamente en los medios periodísticos (Centro Argentino de Ingenieros 19 , Universidad Tecnológica Nacional20, Universidad Nacional de San Juan 21, Universidad de Buenos Aires 22 , Universidad Nacional del Litoral 23 , Consultora Adecco 24 , Bayton Grupo Empresario 25 26). 19 http://www.lanacion.com.ar/1482760-los-hombres-de-ingenio-todavia-son-pocos-en-el-pais 20 http://www.universatil.com/modules/noticias/noticia.php?noticia=76 21 http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=531627 22 http://www.diariodeciencias.com.ar/?seccion=noticias&idpost=1991 31 En particular, la CIQyP relevó entre sus asociados que “si bien en la actualidad no parecen existir restricciones importantes en cuanto a la disponibilidad numérica de personal, se detectan algunas carencias en el segmento de supervisores y directivos; esta tendencia se acentúa y se hace extensiva al personal obrero al considerar la formación del personal hoy disponible, en particular en lo relativo a la formación técnica y en ciencias duras, donde la oferta parece insuficiente. Ese diagnóstico parece agravarse al evaluar la tendencia a mediano y largo plazo, preocupación que alcanza al 40 % de los encuestados…”. Además, “numerosos encuestados manifestaron la necesidad de promocionar carreras universitarias de perfil técnico (ingeniería, química, etc.) y la educación técnica de nivel secundario y terciario”27. Incluso la proporción de ingenieros dentro del total de egresados muestra una leve tendencia decreciente en el país para el período 2005-2009 28 (ver Figura 4). 23 http://www.unl.edu.ar/noticias/leer/9292/Faltan_ingenieros_para_satisfacer_la_demanda_laboral_del_sector.ht ml 24 http://tiempo.infonews.com/2012/02/25/argentina-68627-la-industria-demanda-mas-ingenieros.php 25 http://www.lanacion.com.ar/1382632-el-mercado-demanda-ingenieros 26 http://www.infobae.com/notas/663244-Los-10-puestos-de-trabajo-mas-dificiles-de-cubrir.html 27 Ver Ref. 2. 28 http://management.iprofesional.com/notas/118220-Ingenieros-las-empresas-pagan-sueldos-muy-altospero-es-una-misin-imposible-encontrarlos 32 Figura 4. Egresados en ingeniería. Porcentaje del total (ITBA) El gobierno nacional, a través del Ministerio de Educación de la Nación, y en conjunto con otros actores, lanzó el Plan Estratégico de Formación de Ingenieros 2012-2016 en noviembre de 201229, que reconoce como antecedentes al Aseguramiento de la Calidad de la Formación (Acreditación Nacional y Mercosur), al Proyecto de Mejoramiento de la Enseñanza de la Ingeniería (PROMEI), al Programa Nacional de Becas Bicentenario y a Acuerdos Internacionales de Movilidad. Entre otros objetivos, se planea lograr un ingeniero cada 4000 habitantes (lo que duplicaría la relación de 2003), proyectos de mejoramiento de indicadores académicos, el aporte de la Universidad al desarrollo territorial sostenible y la internacionalización de la ingeniería química. Es de esperar que para el futuro mediato, se observe un efecto positivo sobre la situación de la industria química nacional. Más adelante en este estudio (ver Sección 2.8) se discutirá la oferta científicotecnológica (en lo estructural, en lo relativo a recursos humanos y en lo relativo a la expertise particular sobre diversos temas, tecnologías o productos) en relación a las dos grandes áreas de productos químicos básicos (orgánicos e inorgánicos). 29 http://portales.educacion.gov.ar/spu/calidad-universitaria/plan-estrategico-de-formacion-de-ingenieros2012-2016/ 33 2.7 Proyección hacia 2020 Con el planteo de tres escenarios económicos posibles, calificados respectivamente como conservador, moderado y optimista, la CIQyP evaluó el potencial de desarrollo y crecimiento de la industria química nacional hacia el año 2020, estimando los niveles de consumo aparente de productos químicos y las inversiones necesarias para concretar los valores de producción de cada escenario (ver Tabla 3). Tabla 3. Proyección de consumo aparente a 2020. Sector química básica. Argentina (CAIQyP) Crecimiento en consumo aparente respecto a 2010 Conservador 2015 2020 11296 13335 2010 9285 Escenario Moderado 2015 2020 11779 15034 Optimista 2015 2020 13407 19248 144 % 162 % 208 % En información del INDEC, la utilización de la capacidad instalada en la industria en el último año para el sector “Sustancias y productos químicos”, en el marco de un nivel general de 76,7 %, ha sido en promedio de 80 % 30. El índice promedio del volumen físico de la producción del sector ha sido de 177 (base 100, 1997). Si bien la referencia es de muy amplio alcance, igualmente sugiere que existe un margen importante para mayor aprovechamiento de la capacidad de producción de sustancias químicas básicas orgánicas e inorgánicas. Dadas las características de internacionalización de mercado de estos productos, los probables excedentes abren una interesante oportunidad de exportación. En relación al consumo aparente para los productos de química básica, el escenario menos optimista prevé un crecimiento del consumo aparente en relación a 2010 del 30 INDEC (www.indec.gov.ar) INDEC Informa, 2012 34 orden del 144%, mientras el más optimista lo estima en 208 %. Interesantemente, y dado el impacto que tiene la provisión de materia prima (petróleo, gas natural y derivados) sobre la producción de productos químicos básicos, para cada uno de los tres escenarios comerciales se incluyeron dos hipótesis adicionales. La pesimista supone que la escasez de materias primas no podrá ser superada en el período en estudio, por lo que el 84% del valor de la producción de productos químicos básicos se mantendrá en nivel similar al de 2010 y el consumo aparente se incrementará por reducción de exportaciones o aumento de las importaciones. La hipótesis optimista contempla la extensión de la carencia de materias primas hacia 2015, para luego considerar la existencia de mayor disponibilidad, y se fundamenta en los anuncios gubernamentales sobre el descubrimiento de nuevos recursos hidrocarburíferos no convencionales. 2.8 Capacidades existentes en el país para la adopción y/o desarrollo de tecnologías En el país existe capacidad científica, tecnológica y de innovación aplicable a la adopción o desarrollo de tecnología que puede ser empleada en el sector químico básico. Como se manifestara anteriormente, el sector es relativamente rígido en cuanto a la aplicación de verdaderas innovaciones de proceso o desarrollo de nuevos, tanto en relación a los productos químicos básicos inorgánicos como a los orgánicos. No obstante, ello no implica que no existan márgenes de aprovechamiento, particularmente de optimización de estos procesos maduros, que no puedan ejecutarse en el país. Algunos de tales aspectos pueden ser cubiertos con mayor probabilidad de éxito, considerando que el desarrollo de la ingeniería química en el país es relativamente importante. Los aspectos que pueden ser considerados factibles de ser cubiertos con mayor capacidad se mencionan a continuación, como así también temas que son específicamente desarrollados en institutos de investigación de doble dependencia CONICET-Universidad u otros, y que por lo tanto cuentan con el respaldo de recursos humanos de primer nivel, como es reconocido por los pares de diversos países, y/o estructural, ya formado o en formación. 35 La siguiente es un nómina de instituciones donde se desarrolla investigación sobre diversos aspectos de ingeniería química y otras disciplinas afines o asociadas a la actividad productiva de productos químicos básicos orgánico o inorgánicos (el orden en que se mencionan no implica importancia relativa, y la lista puede ser incompleta). INTEC (Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química, CONICET-UNL), situado en la ciudad de Santa Fe. PLAPIQUI (Planta Piloto de Ingeniería Química, CONICET-UNS), situada en la ciudad de Bahía Blanca. Departamento de Industrias, Facultad de Ingeniería UBA, en la ciudad de Buenos Aires. INCAPE (Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica, CONICETUNL), en la ciudad de Santa Fe. CINDECA (Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencias Aplicadas “Dr. Jorge J. Ronco”, CONICET-UNLP), en la ciudad de La Plata. CITeQ (Centro de Investigación y Tecnología Química “Prof. Dr. Oscar A. Orio”, UTN Fac. Reg. Córdoba), en la ciudad de Córdoba. INTEQUI (Instituto de Investigaciones en Tecnología Química, CONICETUNSL), en la ciudad de San Luis. INGAR (Instituto de Desarrollo y Diseño, CONICET-UTN), en la ciudad de Santa Fe. Una característica positiva común en estas instituciones es que todas ellas cuentan con capacidad de verificación o de desarrollo experimental a nivel de laboratorio, e incluso en algunos casos con plantas piloto. En estrecha asociación con el potencial descripto debe mencionarse la existencia consolidada en el país de carreras de Doctorado en Ingeniaría Química y disciplinas afines, algunos de los cuales, como el de la Facultad de Ingeniería Química en la Universidad Nacional del Litoral, el de la 36 Universidad Nacional del Sur, o el de la Universidad Nacional de La Plata cuentan ya con más de treinta años de existencia y un sólido prestigio, particularmente en el ámbito latinoamericano. Es de destacar que la mayoría de las instituciones madre (universidades y CONICET) cuenta con políticas de apertura y vinculación con el sector productivo y con unidades de enlace destinadas a responder a los requerimientos de servicios de innovación tecnológica o de otro tipo. Típicamente los mecanismos previstos son convenios de asistencia y asesoría técnica, para realizar investigación y desarrollo según demanda de las empresas, para desarrollar estudios de factibilidad, o para licenciar desarrollos ya existentes. Normalmente se prevé la utilización de equipamiento de tales organismos. Estas herramientas tienden a asegurar la transferencia de conocimiento hacia el sector productivo del modo más eficaz posible, y puede considerarse una clara señal de la intención del sector científico tecnológico de revertir lo que ha sido destacado como una inadecuada interrelación nacional entre sectores productivos y académicos, aspecto que ya fuera mencionado en este informe. Potencial en relación a productos químicos básicos orgánicos La información ofrecida por cada una de las instituciones mencionadas antes en esta sección suele ser de características generales e indica que la mayoría de ellas ha desarrollado convenios de asistencia tecnológica o desarrollo de innovaciones con empresas del sector. No obstante, el número de acciones es muy inferior al que habilita el potencial del sistema científico tecnológico nacional. Dadas las características del complejo de productos químicos básicos en cuanto a la madurez tecnológica y cierta rigidez en aspectos centrales, aquellos que fueron mencionados como factibles de ser optimizados, tales como catalizadores, u condiciones operativas, podrían por cierto ser cubiertos por el sistema nacional. En los institutos de mayor especialización en catálisis, como INCAPE, CINDECA o INTEQUI se posee la capacidad para resolver problemas de, por ejemplo, síntesis de nuevos catalizadores, selección de catalizadores comerciales, de cuidado ambiental u optimización de las condiciones de proceso, tanto a escala de laboratorio como 37 piloto. En algunos casos los grupos de investigación son referencia internacional en la especialidad que desarrollan. Se tomará como ejemplo uno de los casos descriptos antes en este informe (Sección 2.4) en relación al producto químico básico de mayor crecimiento en su demanda, el propileno, y a una de sus fuentes principales de producción, el proceso FCC. En este caso de los productos químicos orgánicos básicos, también puede considerarse el impacto negativo de la privatización de YPF, dado que gran parte de las actividades de innovación y optimización de procesos se cumplían en las dependencias del centro de investigación y desarrollo localizado en Florencio Varela, y luego fueron trasladadas al ámbito de Repsol en España; es sabido que dicho centro desapareció como tal, junto al personal calificado que lo integraba, para transformarse en un área de mucho menor magnitud y dedicado especialmente a servicios intraempresarios. La actitud de concentrar los esfuerzos de investigación y desarrollo en los países centrales es propia de las empresas multinacionales, aspecto claramente visible en el sector energético en general, y petrolero/petroquímico en particular. Tomando entonces el ejemplo de las tres vías emergentes en cuanto al desarrollo de nuevas tecnologías para la producción de propileno (desproporción de olefinas, craqueo selectivo de olefinas C4/C5 y procesos similares al FCC, ver Sección 2.4), puede afirmarse que podrían ser desarrolladas en las instituciones ya mencionadas que investigan sobre catálisis heterogénea. Lo mismo puede preverse en cuanto al asesoramiento en procesos de selección de catalizadores comerciales, que en muchos casos determinan el éxito de la operación comercial de un dado proceso; el FCC es probablemente el mejor ejemplo, dado que pequeñas diferencias en performance catalítica pueden convertirse en grandes réditos o pérdidas, dados los enormes volúmenes procesados. Por otro lado, en los institutos de mayor especialización en ingeniería de procesos como PLAPIQUI, INTEC o INGAR, se posee la capacidad para resolver problemas de, por ejemplo, optimización de condiciones de proceso, de cadenas de suministros, de cuidado ambiental, de control de procesos o de síntesis y optimización de procesos industriales. También en estos institutos algunos grupos de investigación son referencia internacional en la especialidad que desarrollan. 38 En el país también existe actividad de consultoría en ingeniería, de profesionales que pueden asistir en el estudio, planificación, diseño y dirección de proyectos, sin vinculación jurídica ni económica con las empresas constructoras, fabricantes, proveedores o dependencias del gobierno. La Cámara Argentina de Consultoras de Ingeniería (CADECI, http://www.cadeci.org.ar) muestra amplia experiencia en tal actividad de parte de sus socios. Una visión de la industria química nacional global hacia la próxima década también debe considerar algunos aspectos relativos a las regulaciones ambientales. Como se desprende de informes de la CIQyP31, las empresas otorgan mayor relevancia a los siguientes aspectos, algunos de los cuales son propios de la producción de productos químicos básicos. Para el transporte y disposición final de residuos peligrosos, se informan demoras en la tramitación de permisos y/o habilitaciones. Para los seguros ambientales, se informa la inexistencia en la actualidad de oferta que satisfaga lo requerido por la Ley General del Ambiente. En el transporte de mercancías peligrosas, se denuncian solapamientos y contradicciones por actuación de múltiples actores nacionales y provinciales que intervienen en su control, lo cual también es propio del transporte y disposición final de residuos industriales (donde también se reclama actualización de la normativa). Por las regulaciones de Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), si bien hasta la fecha ninguna empresa química fue declarada como agente contaminante, existe preocupación entre las empresas radicadas en la zona. Sobre reutilización de residuos industriales y peligrosos se menciona la falta de una política nacional definida en la materia. Para la solución de estos reclamos será necesaria la consulta e interacción entre todos los actores involucrados, como estado, empresas químicas, organizaciones de cuidado ambiental y academia. 31 Ver Ref. 2. 39 Potencial en relación a productos químicos básicos inorgánicos No se detectaron en el país instituciones dedicadas específicamente a investigaciones sobre tecnologías de producción de los productos químicos básicos inorgánicos más importantes. No obstante, sí se han desarrollado o desarrollan trabajos de investigación que confirman las características de madurez y rigidez tecnológica que se ha descripto para el sector, de modo que los temas cubiertos son sobre aspectos tecnológicos complementarios. Considerando los mismos ejemplos cubiertos en la Sección 1.1.3, se pueden mencionar para el ácido sulfúrico trabajos sobre construcción de una planta piloto para producir ácido sulfúrico por vía biotecnológica (CINDECA), estudios sobre seguridad en una planta comercial de ácido sulfúrico (INGAR), procesos de eliminación de dióxido de azufre en plantas de ácido sulfúrico (INGAR) y estudios de integración energética en una planta de reconcentración de ácido sulfúrico (INTEC). No se detectaron ejemplos similares para los casos del ácido nítrico y del ácido clorhídrico. Para el caso del amoníaco se pueden mencionar trabajos sobre simulación de plantas de síntesis o sectores de las mismas, sobre diseño de instrumentación aplicada a tales plantas y estudio de escenarios operativos diversos. 2.9 Ventajas comparativas en el comercio regional de productos químicos básicos La CIQyP desarrolló un estudio sobre los rubros de los Capítulos 28 (productos químicos inorgánicos) y 29 (productos químicos orgánicos) (ver Sección 1.1.1), aplicado al comercio entre Argentina y Brasil, como los principales productores de estos rubros en el Mercosur. Aunque merecedor de mayores detalles, se entiende que esta información podría ser complementaria de las principales conclusiones de este informe. El método empleado fue el del Índice de Ventajas Comparativas Reveladas32, que sin embargo muestra pocos casos de claras ventajas comparativas para uno u otro país dentro de los productos que son materia de análisis en este informe, al margen de que no hayan sido tomados como ejemplos. Así, podría 32 Ver Ref. 2. 40 mencionarse que Argentina posee ventajas en cuanto a ácido sulfúrico fumante, metanol, oxígeno, dinitrotoluenos y disulfuro de carbono, mientras que Brasil las posee en relación a propileno, isómeros de diisocianato de tolueno, m-xileno y buta1,3-dieno. 41 3 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES DE POLÍTICA DE INVESTIGACIÓN, DESARROLLO E INNOVACIÓN El complejo de productos químicos básicos, tanto orgánicos como inorgánicos, muestra claros indicios de globalización. En consecuencia está expuesto a las presiones de comercialización internacional y está caracterizado a nivel nacional por una fuerte presencia de inversión extranjera directa. Las tecnologías propias del sector pueden calificarse de maduras, como se desprende del análisis de publicaciones, y más particularmente de patentes a lo largo del tiempo. Ello no implica que no haya márgenes de optimización de las tecnologías vigentes o de desarrollo de nuevas, pero las innovaciones suelen darse sobre aspectos no centrales, aunque algunos de ellos de suma importancia. Algunos de tales aspectos podrían ser cubiertos sin inconvenientes por el sistema científico nacional. La capacidad científica, tecnológica y de innovación existente en el país, aplicable a la adopción o desarrollo de tecnologías propias del complejo químico básico, es apropiada para dar respuesta a las demandas específicas del sector. No obstante deben considerarse algunos aspectos que inciden de modo negativo. Uno de ellos es que buena parte de la actividad del sector está cubierta por empresas extranjeras o multinacionales, que prefieren desarrollar las acciones de innovación en sus casas matrices. No se encontraron estudios de prospectiva tecnológica sobre el sector de productos químicos básicos anteriores a este informe. Sin embargo, este informe puede complementarse con anteriores relevamientos, encuestas o estudios nacionales con características prospectivas. Por ejemplo, en los resultados del Ejercicio de Prospectiva en el sector Químico (Plan Estratégico Nacional de CTI “Bicentenario” (2006-2010), referidos al sector petroquímico, a su vez abastecido por el de productos químicos básicos orgánicos, se observa coincidencia con los de este informe en cuanto a considerar que existe en el país buena capacidad científico-técnica y de innovación. Así, una recomendación principal es reforzar e incrementar el apoyo 42 estatal a la infraestructura y financiamiento de la investigación y desarrollo, al tiempo de facilitar los mecanismos de interacción entre academia y sector productivo. El mayor financiamiento recomendado podría en parte ser el resultado de nuevas normas para el aporte de las empresas del sector. Un ejemplo positivo es el de Brasil, cuya legislación obliga a destinar un cierto porcentaje de la actividad económica del sector petrolero en apoyo de las universidades. Estas acciones pueden desarrollarse en el corto plazo, y seguramente contarían con la aprobación de todos los sectores políticos. Aunque de tipo más general, los resultados obtenidos en la Encuesta Nacional de Innovación y Conducta Tecnológica (ENIT) realizada en el año 2007 sobre el grado de difusión, utilización e inversión en Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) por parte de las empresas durante el año 2006 podrían ser considerados como indicadores de que si bien las empresas realizan incorporación de nuevas tecnologías, auxiliares en este caso, existe un margen de mejora33. Si bien la información fue presentada hace cuatro años y cubre todo el panorama empresario nacional, el análisis es aún pertinente, dadas las características enunciadas para las empresas del sector de productos químicos básicos orgánicos e inorgánicos (entre otras, origen de capitales y tamaño). En efecto, la encuesta muestra que la proporción de empresas que invirtieron en TIC fue del 46 %, y las que cuentan con un área de TIC son el 60 %, cifras que son mucho mayores entre las empresas de tamaño mediano y grande. Además es interesante observar que cuando las empresas tienen participación de capital extranjero, tanto las inversiones como la presencia de un área específica, se incrementan a medida que aumenta tal participación. Se recomienda reforzar algunos aspectos estructurales, como la provisión segura de materias primas y energías, y la mayor generación de recursos humanos en el área de las ingenierías. El primer aspecto, particularmente en relación al suministro de gas natural como materia prima del sector y fuente de energía, tiene carácter de urgente y es claramente comprendido por el actual gobierno nacional, que ha tomado medidas que atienden a tal cuestión. Se considera que el logro del control estatal de 33 INDEC (http://www.indec.gov.ar/nuevaweb/cuadros/13/tic_12_08.pdf) 43 la empresa YPF es imprescindible en tal sentido, pero necesariamente debe traducirse en lo inmediato en mayor estímulo para la exploración y explotación de recursos petroleros y gasíferos y en consecuencia en mayor producción. El anuncio hacia fines de 2011 del descubrimiento de grandes yacimientos para explotación no convencional sugiere un futuro mejor, pero dos factores generan incertidumbre: a) la necesidad de contar con inversiones de una magnitud seguramente muy importante, pero que al presente es desconocida y abastecida con versiones de todo tipo y baja credibilidad; b) en el caso de los recursos petrolíferos (shale oil) no existe información pública alguna sobre la calidad de los mismos, que es el más fuerte condicionante de su procesabilidad y en consecuencia de los productos que pueden obtenerse. De acuerdo a lo discutido en el informe, la importancia para el sector de productos químicos básicos orgánicos es evidente. Inevitablemente la explotación de esos recursos requerirá el apoyo tecnológico (por vía de compra, asociación o concesión) de empresas extranjeras dedicadas a tal actividad, que poseen el know-how para aplicación inmediata de las técnicas específicas (no convencionales). En Estados Unidos y más recientemente en China se ha estado trabajando intensamente sobre estos recursos. Para el segundo aspecto, la formación de mayor cantidad de profesionales en ingeniería, el Ministerio de Educación ha anunciado muy recientemente un plan de mediano plazo tendiente a revertir la situación de oferta insuficiente de ingenieros. Existe coincidencia generalizada de diversos actores (organizaciones y empresas industriales, gobierno, universidades) acerca de una oferta profesional insuficiente. Sin embargo, algunas empresas proveedoras de ingeniería sostienen estar en condiciones adecuadas en tal sentido. La estructura estatal incluye organismos en los que se pueden desarrollar acciones de promoción de la innovación tecnológica industrial. Instituciones de doble dependencia CONICET, universidad o de universidades han demostrado su capacidad de innovación tecnológica y constituyen una oferta disponible a través de mecanismos probados de interacción con el sector productivo. 44 Además, en el ámbito del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), han surgido propuestas orientadas a mejorar la oferta pública de tecnología o servicios relacionados, en particular en asistencia a empresas de tamaño menor, tales como el Banco de Soluciones Tecnológicas (BST), que reúne conocimiento e innovación generado por el sistema de centros especializados del Instituto con el fin de generar procesos de transferencia tecnológica, o el anuncio de apoyo al registro de la propiedad de innovaciones industriales. Otro de los anuncios es sobre un nuevo centro en Comodoro Rivadavia, Chubut, que realizará investigaciones y desarrollos de tecnología industrial en el área de los hidrocarburos. Esta misma política podría extenderse a casos de producción de compuestos químicos básicos, tanto orgánicos como inorgánicos, en los que específicamente exista margen de innovación tecnológica superpuesta a las tecnologías maduras que fueran descriptas. La optimización de la producción de olefinas livianas es un ejemplo. También es factible la implementación de acciones de apoyo a la innovación de sistemas auxiliares a los procesos de producción, como los de monitoreo, control, o standardización de calidad. Las estructuras ministeriales nacionales o provinciales relacionadas a la producción o la industria suelen ofrecer programas de promoción, pero no se visualizan dirigidos a la innovación tecnológica en particular, sino en líneas generales. Tales programas suelen incluir beneficios impositivos, créditos a baja tasa, beneficios sobre el consumo de energía u otros servicios, o incluso préstamos no retornables. Sin embargo, las capacidades nacionales analizadas anteriormente habilitan a creer que es posible generar programas de promoción del desarrollo de innovaciones y orientarlos específicamente hacia algún sector productivo que se detecte que requiere tal apoyo. De acuerdo a lo analizado en este informe, la posibilidad de éxito de tales acciones es mayor en los casos de aspectos que se denominaron como auxiliares, aunque de gran impacto sobre los procesos productivos. El Plan Estratégico Industrial 2020 del Ministerio de Industria tiene como objetivos generales para la industria argentina lograr un crecimiento anual del 5 % del PBI y del 7 % del PBI industrial con aumento del saldo comercial, reducción de la tasa de desempleo al 5 % y logro de un nivel de inversión del 28 % sobre PBI. El plan incluye once cadenas industriales de valor, pero la Mesa de Implementación para el sector 45 de Química y Petroquímica aún no se ha concretado. Es de esperar que en la misma se implementen mecanismos de fomento a la innovación tecnológica, dado que puede enmarcárselos en tal Plan Estratégico. Las acciones propuestas para ser desarrolladas, tanto por parte de los organismos estatales o por interacción con las empresas del sector, seguramente requerirán la cooperación específica de las instituciones del sistema científico tecnológico nacional (CONICET, universidades, institutos de doble dependencia), que se han destacado como poseedoras de las capacidades necesarias. 46