Poder Judicial de la Nación

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Poder Judicial de la Nación
Causa n° 46.057 “López Varela,
Carlos Luis s/ nulidad”
Juzg. Fed. n° 4 - Sec. n° 8
Reg. n° 1267
/////////////nos Aires, 2 de noviembre de 2011.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
Los Dres. Eduardo R. Freiler y Jorge L. Ballestero
dijeron:
I.
USO OFICIAL
Motiva la intervención del Tribunal el recurso de apelación
interpuesto por el Dr. Julio Golodny, en representación de Carlos Luis López
Varela, contra el auto de fecha 14 de julio del año en curso por el cual el Juez de
la anterior instancia rechazó el planteo de nulidad intentado por esa parte.
Conforme se desprende del escrito glosado a fs 1/3, el
incidentista postuló la invalidación del decreto a través del cual el a quo corrió
vista al representante del Ministerio Público Fiscal en los términos del artículo
180 del Código Procesal Penal de la Nación, y de todo lo actuado en
consecuencia, sobre la base de que el escrito de denuncia que motivó la
formación del sumario nunca fue ratificado, lo que importaba un incumplimiento
de las disposiciones del artículo 175 de dicho código adjetivo. Explicó el letrado
que, en atención a que la denuncia no fue suscripta en presencia del funcionario
que la recibió, la identidad de quien la formuló no pudo ser comprobada. Agregó
que la audiencia de ratificación omitida en el sub examine tiene por objeto la
fehaciente identificación del denunciante, y que es la ocasión en la que aquél
puede aportar o indicar las pruebas que sustentan su acusación y en la que debe
someterse, tras efectuar promesa de decir verdad, al interrogatorio del juzgador.
Señaló que el Juez consideró esencial dicha medida, habida cuenta de que lo
convocó en dos oportunidades y especificó el perjuicio que se ha generado a su
asistido, quien se vería imposibilitado de accionar contra el denunciante, al no
haberse constatado su identidad, ni haber declarado bajo juramento.
De conformidad con el criterio sostenido por el acusador
público y el privado -la Oficina Anticorrupción- al momento de contestar la vista
que se confiriera en esta incidencia, el a quo decidió descartar el planteo
intentado.
En el escrito impugnativo, el recurrente criticó la resolución
reiterando los argumentos que fundaron su pretensión nulificante. Tales agravios
fueron desarrollados en forma oral ante los suscriptos, al llevarse a cabo la
audiencia prevista en el artículo 454 del Código Procesal Penal de la Nación.
II.
El auto en crisis luce ajustado a derecho, por lo que será
homologado.
La circunstancia sobre la cual el incidentista construye su
planteo invalidante -la omisión de la ratificación de la denuncia presentada ante
la oficina de sorteos de esta Cámara-, invocando una supuesta afectación a las
garantías de raigambre constitucional de las que goza su asistido, no posee la
virtualidad que la parte pretende otorgarle.
La denuncia que introduce un particular “es el acto por el
cual una persona que tiene noticia de un delito de acción pública lo pone en
conocimiento de la autoridad competente para recibirla... no es un acto inicial
de la instrucción sino una forma mediata: una vez efectuada requiere, para su
promoción, del impulso convalidante que importa el requerimiento fiscal o la
actuación de la autoridad preventora...” (Navarro, Guillermo Rafael y Daray,
Roberto Raúl, “Código Procesal Penal de la Nación”, ed. Hammurabi, Buenos
Aires, 2004, tomo I, pág. 434 y ss.).
En virtud del principio ne procedat iudex ex officio, “...la
actividad del Tribunal juzgador deberá estar precedida en la totalidad de los
casos por el impulso de la acción penal por parte del Ministerio Público Fiscal,
viéndose diferenciadas, de esta forma, las funciones de decisión y acusación
(art. 120 de la CN, arts. 5 y 65 del CPPN y art. 25 de la ley 24.964, en el mismo
sentido, ver c. 39.727 “NN s/ nulidad”, reg. 182, rta. el 15/03/07, de esta Sala,
entre muchas otras)” (c. n° 43.559, “Vila, Juan D. s/ nulidad”, rta. 21/12/09, reg.
n° 1468, entre otras).
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De lo expuesto se colige que lo relevante es, entonces, la
intención del acusador de impulsar la acción, requiriendo la correspondiente
instrucción del sumario, sobre la base de la plataforma fáctica contenida en la
denuncia, la que cumple la función de una notitia criminis.
Ninguna afectación a garantías constitucionales se desprende
de la omisión de la ratificación de aquella, cuando, como ocurrió en el caso sub
examine, no fue sino la decisión del titular de la vindicta pública lo que habilitó
la actuación del juez.
En nada modifica dicha situación lo expresado por el
recurrente en cuanto a las finalidades que posee la audiencia de ratificación -la
posibilidad de interrogar al denunciante, quien declara bajo juramento, y de que
USO OFICIAL
éste aporte las pruebas que considere pertinentes para la pesquisa-. Además, cabe
tener en consideración que, en este caso, la denuncia no se motivó en el
conocimiento personal de quien la efectúa de la comisión de un delito de acción
pública, sino que está basada, conforme él mismo lo expresara, en una
publicación efectuada en el Diario Perfil.
Tampoco justifica la invalidación pretendida el hecho de que
el a quo, previo a correr vista al Ministerio Público Fiscal de acuerdo a lo
normado por el artículo 180 del código de forma, hubiera convocado al
denunciante, infructuosamente. Si bien, en algún caso, podría ser conveniente
recibir declaración al denunciante ante el juzgado interviniente, lo cierto es que
el ordenamiento procesal no lo exige así, ni contempla la invalidez de los
procesos en que ello no hubiera ocurrido.
No puede soslayarse, por lo demás, el carácter restrictivo con
el que deben considerarse las nulidades -conforme lo establecido por los
artículos 2 y 166 del Código Procesal Penal de la Nación-, teniendo en cuenta
que “la forma y aún el proceso en sí mismo no son más que instrumentos para la
vigencia de derechos y principios de defensa del ser humano que están
garantizados por las formas” (Binder, Alberto M., “El incumplimiento de las
formas procesales”, ed. Ad-Hoc, Buenos Aires, 2000, pág. 85).
Al respecto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene
dicho que: “La nulidad procesal requiere un perjuicio para alguna de las partes,
pues no procede su declaración en el solo interés del formal cumplimiento de la
ley, ya que resulta inaceptable la declaración de una nulidad por la nulidad
misma” (Fallos 324:1564 y T. 870. XXXIX. "Termite", causa N° 8156 rta.
8/02/05, entre otras).
En modo alguno satisface dicho requisito el perjuicio
invocado por el incidentista para justificar la procedencia de la sanción procesal
reclamada: la imposibilidad de su defendido de accionar judicialmente contra el
denunciante, frente a la ausencia de la constatación de su identidad, y el hecho de
que aquél no hubiera prestado promesa de decir verdad.
Así las cosas, no advirtiéndose vicio formal alguno que, por
haber provocado una violación a garantías constitucionales, amerite la
invalidación de lo actuado en este proceso, compartimos el temperamento
adoptado por el a quo al rechazar el planteo de nulidad formulado.
El Dr. Eduardo G. Farah dijo:
Comparto la solución al caso propiciada por mis colegas
preopinantes, en tanto ninguna de las circunstancias que el incidentista invoca
para sustentar su planteo invalidante ha generado una afectación a las garantías
constitucionales de su defendido, de modo tal que se justifique la declaración de
nulidad pretendida.
En virtud de lo expuesto en los párrafos que anteceden, el
Tribunal RESUELVE:
CONFIRMAR el auto en crisis en todo cuanto resuelve y
fuera materia de apelación.
Regístrese, hágase saber al representante del Ministerio
Público Fiscal y, oportunamente, devuélvase a la anterior instancia a fin de que
se practiquen el resto de las notificaciones de rigor.
Sirva la presente de atenta nota de envío.-
FDO: EDUARDO R. FREILER - EDUARDO G. FARAH - JORGE L.
BALLESTERO
Ante mi. EDUARDO NOGALES
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