VII LEGISLATURA Serie II: PROYECTOS DE LEY Núm. 94 (d) (Cong. Diputados, Serie A, núm. 109 Núm. exp. 121/000109) 29 de noviembre de 2002 PROYECTO DE LEY 621/000094 De Presupuestos Generales del Estado para el año 2003. PROPUESTAS DE VETO 621/000094 PRESIDENCIA DEL SENADO En cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 191 del Reglamento del Senado, se ordena la publicación en el BOLETÍN OFICIAL DE LAS CORTES GENERALES de las propuestas de veto presentadas al Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2003. Palacio del Senado, 25 de noviembre de 2002.—P. D., Manuel Cavero Gómez, Letrado Mayor del Senado. El Grupo Parlamentario Socialista (GPS), al amparo de lo previsto en el Reglamento del Senado, formula una propuesta de veto a la totalidad del Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2003. Palacio del Senado, 25 de noviembre de 2002.—La Portavoz Adjunta, María Antonia Martínez García. PROPUESTA DE VETO NÚM. 1 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente propuesta de veto a la totalidad. JUSTIFICACIÓN Los Presupuestos Generales del Estado para el año 2003 se sustentan, una vez más, en previsiones y estimaciones del entorno económico carentes de la menor credibilidad, extremo denunciado tanto por los organismos internacionales competentes como por el propio Banco de España. El cuadro de previsiones macroeconómicas no sólo plantea un problema de credibilidad, sino que ninguna de las medidas que incluye el Presupuesto va en la dirección de hacer posible las cifras de crecimiento, inflación y creación de empleo. La realidad va por un lado y el Presupuesto por otro, convertido más en instrumento de propaganda que en elemento de una política económica de la que carece. En este contexto, mantener el objetivo de déficit cero no deja de ser un mero ejercicio contable, máxime si tomamos en consideración que, de acuerdo con las cifras presentadas, hay un déficit del conjunto de las Administraciones Públicas del 0,74% del PIB estimado para el próximo año, al que hay que añadir un déficit oculto de otro 0,7% detectable por unas necesidades de financiación del Tesoro superiores en esa cantidad al déficit reconocido. La opacidad y falta de transparencia de las cuentas públicas está alcanzando en este Gobierno niveles difícilmente imaginables, produciéndose un uso abusivo y arbitrario de artificios contables —apelación indiscriminada al capítulo VIII de los Presupuestos al objeto de ocultar el déficit— que impide conocer con exactitud el nivel real de endeudamiento de nuestra economía, así como las cargas a las que van a tener que enfrentarse, antes o después, los españoles. — 129 — BOCG, SENADO, SERIE II 29 DE NOVIEMBRE DE 2002 Mientras tanto, y en relación con la media de la Unión Europea, nuestro país arrastra importantes déficit de convergencia real que explican nuestra baja productividad y nuestro menor nivel de bienestar social, con importantes carencias en Investigación y Desarrollo, gasto social y déficit de capital y empleo. Corregir estos déficit requiere una decidida y continuada política de esfuerzo presupuestario en las políticas que incrementan la oferta productiva y mejoran la competitividad de nuestras empresas, sin sacralizaciones —déficit cero— que ignoran el papel instrumental de un Presupuesto. Déficit cero virtual que, por cierto, en las desacreditadas previsiones del Gobierno se sustenta sólo en el esfuerzo de los trabajadores cuyas cotizaciones sociales son las que permiten el supuesto equilibrio de las cuentas del Estado. Los Presupuestos para 2003 no inciden así en los capítulos necesarios para la consecución del objetivo de convergencia real, no son los adecuados para reactivar la economía y el empleo y no afrontan correctamente la actual situación de incertidumbre. Por todo ello, se presenta la siguiente propuesta de veto al Proyecto de Ley. El Senador Anxo Manuel Quintana González, BNG (Mixto), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula un veto al Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2003. Palacio del Senado, 25 de noviembre de 2002.—Anxo Manuel Quintana González. PROPUESTA DE VETO NÚM. 2 De don Anxo Manuel Quintana González (GPMX) El Senador Anxo Manuel Quintana González, BNG (Mixto), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda de veto. JUSTIFICACIÓN El Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2003 hace descansar las cuentas públicas sobre un cuadro de previsiones macroeconómicas que no merecen la credibilidad de las instituciones financieras internacionales, ni de los diversos institutos españoles de investigación económica, ni siquiera del propio Banco de España. Como ya es tradición en las leyes de presupuestos del PP, las previsiones de inflación y de crecimiento económico contenidas en el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2003, no coinciden con las estimaciones realizadas por las instituciones y centros de investigación especializados en estas materias. Frente a la previsión gubernamental de crecimiento económico del NÚM. 94 3%, el FMI ha rebajado su previsión de crecimiento para la economía española en 2003 al 2,7 %, y el Banco de España la reduce al 2,5%, coincidiendo con la media de las previsiones realizadas por 14 institutos españoles de investigación económica. El Gobierno incorpora de forma reiterada en los sucesivos Proyectos de Ley de Presupuestos, previsiones de evolución de los precios que nunca se cumplen. Solo en los últimos cuatro años, la desviación del IPC respecto de las previsiones presupuestarias acumulan más de 5 puntos porcentuales. La obsesión por el equilibrio presupuestario obliga al Gobierno a creerse sus propias previsiones e impide que se adopten las políticas necesarias para hacer frente a la actual fase de recesión económica. Estados como Alemania o Francia han renunciado al déficit cero en pro de políticas que les permitan superar la actual situación crítica. La propia Comisión Europea ha decidido relajar las exigencias de déficit, retrasando para mejores coyunturas el objetivo de equilibrio presupuestario. Esta obsesión por el déficit cero provoca que el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2003, no solo ignore los efectos de la inflación sobre las previsiones de gastos, sino que omita por completo políticas destinadas a hacer frente a la actual coyuntura económica adversa. Para aferrarse al déficit cero, el Gobierno necesita negar la posibilidad de recesión económica, mirar para otro lado y esperar a que los problemas se arreglen por sí solos. Lo peor es que esta obsesión por el dogma del equilibrio presupuestario se impone también a los gobiernos autonómicos por medio de la Ley Orgánica Complementaria de la Ley General de Estabilidad Presupuestaria, mermando las posibilidades de los ejecutivos autonómicos, particularmente de los de aquellas Comunidades con mayores necesidades de crecimiento, para desarrollar sus propias estrategias para hacer frente a la fase de recesión económica. Estos presupuestos son desequilibradores desde el punto de vista territorial. La particular distribución territorial de inversiones reales contemplada en el Proyecto de Ley concentra la inversión pública estatal en un número reducido de grandes proyectos y de comunidades autónomas, contribuyendo a incrementar las diferencias territoriales en lugar de aminorarlas. Galicia recibirá en 2003, si se ejecutan las previsiones presupuestarias, poco más de la mitad de lo que se invierte en término medio, por habitante, en el conjunto del Estado (282,76 Euros frente a una media de 497,54). Estas diferencias directamente inducidas por una distribución no equitativa de la inversión real no pueden ser compensadas por un Fondo de Compensación Interterritorial ínfimamente dotado. El único mecanismo específico de redistribución territorial con el que cuentan los Presupuestos Generales del Estado, destinado a las Comunidades Autónomas calificadas como objetivo número uno, apenas supera el 4.6% del total de la inversión real prevista para 2003, lo que se debe calificar como una total ausencia de mecanismos efectivos de corrección de las desigualdades territoriales. Además, las modificaciones introducidas — 130 — BOCG, SENADO, SERIE II 29 DE NOVIEMBRE DE 2002 en el destino de estos fondos, permitiendo que un 25% sea destinado a gasto corriente, desvirtúan y reducen todavía más las potencialidades del mismo. El Proyecto de Ley no incorpora financiación para las reformas del sistema educativo emprendidas unilateralmente por el Gobierno del Estado. A pesar de la LOU, de la Ley de Calidad y de la reforma de la Formación Profesional, las enseñanzas medias y universitarias continuarán contando con niveles generales de financiación y con ratios de gasto por alumno muy inferiores a los estándares comunitarios. Las reformas fiscales que acompañan a este Proyecto de Ley de Presupuestos son continuistas de las iniciadas con la reforma del IRPF aprobada en 1998. El Gobierno continúa vendiendo como una rebaja generalizada de impuestos lo que en realidad es una redistribución de la carga fiscal en contra del trabajo y de las rentas más bajas. La reforma del IRPF que entrará en vigor en 2003 ahonda en el carácter regresivo del Sistema Fiscal español que impregna los capítulos de ingresos de estos presupuestos, en los que solo un comportamiento adverso del consumo privado impide que el IVA se erija como la principal figura recaudatoria del sistema. Por último, el Proyecto de Ley de Presupuestos no incluye los fondos necesarios para compensar a los municipios, particularmente aquellos con población inferior a los 100.000 habitantes, por la pérdida de ingresos que sufrirán con la supresión parcial del Impuesto de Actividades Económicas. La ausencia de contrapartida obligará a estos municipios a incrementar la presión fiscal sobre sus habitantes para poder mantener el mismo nivel de servicios que ofrecen en la actualidad. La supresión del IAE se convierte de esta forma en una medida meramente propagandística, pues serán el resto de conciudadanos los que sufraguen, muy probablemente con el incremento del Impuesto de Bienes Inmuebles, la rebaja de autónomos y comerciantes, y también ellos mismos en cuanto sujetos pasivos del IBI. Por todo ello presentamos esta propuesta de veto al Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2003, con solicitud de devolución al Gobierno. Los Senadores Manuel Cámara Fernández y José Cabrero Palomares, IU (Mixto), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan un veto al Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2003. Palacio del Senado, 25 de noviembre de 2002.—Manuel Cámara Fernández y José Cabrero Palomares. PROPUESTA DE VETO NÚM. 3 De don Manuel Cámara Fernández y don José Cabrero Palomares (GPMX) Los Senadores Manuel Cámara Fernández y José Cabrero Palomares, IU (Mixto), al amparo de lo previsto en el NÚM. 94 artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda de veto. JUSTIFICACIÓN La falta de transparencia ha sido la tónica en la presentación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) en los últimos años, pero en esta ocasión el fanatismo del gobierno del Partido Popular por mantener el objetivo del déficit cero y primar éste sobre cualquier otra consideración económica y social, le lleva a recurrir a todo tipo de artificios que hacen de los PGE para 2003 un instrumento inútil para generar confianza en los agentes económicos. Lo peor que le puede pasar a un documento presupuestario es que carezca de credibilidad, y esto se consigue con creces en estos Presupuestos. En un contexto de incertidumbre económica es difícil establecer previsiones, pero es absurdo cerrar los ojos a la realidad, utilizar los Presupuestos como si fuesen un simple ejercicio de contabilidad (más o menos imaginativa), y desvirtuar el debate parlamentario ofreciendo unas cuentas públicas opacas basadas en unos escenarios macroeconómicos virtuales y, en todo caso, poco probables de alcanzar. Si atendemos a la literatura de estos Presupuestos, en 2003 se va a conseguir el equilibrio presupuestario, reducir en 3.000 millones de euros el IRPF sin que se resientan los ingresos públicos, y priorizar los gastos sociales y la inversión pública, que van a ganar participación en el PIB. Para cuadrar todo esto se formulan unas previsiones macroeconómicas con un optimismo fuera de lugar. Una inflación del 2% y un crecimiento real del PIB del 3% son, con la información de la que hoy día disponemos y considerando las perspectivas de la Unión Europea y de la economía mundial, previsiones poco fundamentadas y que desvirtúan los estados de gastos e ingresos que contienen estos Presupuestos. Pensar, como hace el gobierno, que nuestra economía va a ser inmune al deterioro económico internacional es caer en la autocomplacencia; pero también supone desconocer, o no querer ver, algunas de las debilidades estructurales relativas de nuestra economía: diferencial de inflación con la UE, fragilidad de nuestro mercado laboral, peores dotaciones de capital (público, humano y tecnológico) en comparación con nuestros socios comunitarios y un cada vez mayor ensanchamiento de nuestros déficit sociales. La política fiscal en estos Presupuestos no hace nada por corregir estas debilidades y la neutralidad que proclama el gobierno puede acabar por convertirse en un freno a un verdadero proceso de convergencia real con Europa. La nueva reforma del IRPF va a ser, según el ejecutivo, uno de los grandes protagonistas de los Presupuestos ya que deberá actuar como un revulsivo para la actividad económica inyectando liquidez a las familias y animando el consumo privado. Así, su coste para las arcas públicas debería verse enjugado y los ingresos públicos crecerían el 5,5%. El problema es que esta nueva reforma va a operar en un escenario de estancamiento económico y aumento del desempleo, con las familias endeudadas y comprobando cómo su patrimonio se deteriora por el descalabro — 131 — BOCG, SENADO, SERIE II 29 DE NOVIEMBRE DE 2002 de los valores bursátiles. En estas condiciones es muy probable que se ahorre antes que gastar, por un motivo precaución. En todo caso, si se quiere inyectar liquidez, la alternativa de mayor gasto público directo sería seguramente más eficaz y rentable tanto desde el punto de vista económico como del social. Porque no podemos olvidar que esta reforma va a acentuar la regresividad de nuestro sistema fiscal. Desde que gobierna el Partido Popular, la estructura impositiva de nuestro país ha cambiado radicalmente con una mayor presencia de los tributos de carácter indirecto, regresivos pero fáciles de recaudar al pasar desapercibidos en nuestros hábitos de consumo, y pérdida relativa de la imposición directa. Atendiendo a los datos de la Contabilidad Nacional, en 1995 los impuestos directos significaban el 50,8% del total de impuestos y en 2001 la proporción ha descendido hasta el 48,8%. Los ingresos públicos sólo podrían comportarse como estima el gobierno en estos Presupuestos si la economía y en empleo crecen con un vigor considerable, si la reforma del IRPF consigue estimular el gasto de las familias, si se restaura la confianza y se superan las malas expectativas actuales y la inversión y los beneficios empresariales aumentan de forma notoria, si no se disparan los precios del crudo... Demasiadas incertidumbres a superar que convierten en prácticamente improbable el cumplimiento del optimista escenario que plantea el gobierno. Por el lado de los gastos, el gobierno afirma que el gasto social crecerá un 8,2% frente a un aumento nominal del PIB previsto del 5,8%, de tal forma que ganará participación en la riqueza del país. No es una cuestión menor comprobar esta aseveración porque el gasto en prestaciones sociales ha disminuido desde el 14% del PIB en 1995 hasta el 12,2% en 2001, según la Contabilidad Nacional. Pero la afirmación del gobierno no es cierta porque las comparaciones se realizan con lo que se presupuestó en 2002 y se van a producir significativas diferencias en la liquidación definitiva. Así, en materia de protección al desempleo y frente a lo que proclama el gobierno, en estos Presupuestos el gasto en prestaciones en 2002 va a superar en mucho los créditos que se aprobaron en los Presupuestos y en 2003 se produce una disminución en términos reales. De la misma forma, las políticas activas se congelan en términos reales y, si descontamos las transferencias de renta desde los salarios al excedente empresarial en forma de bonificaciones a los empresarios, tan sólo representan el 0,47% del PIB, un porcentaje irrisorio en comparación con el gasto que realizan los países de la UE. Un ejercicio más, el Estado no va a aportar ningún recurso a la financiación del INEM y con los salarios de los trabajadores en forma de cotizaciones sociales se van a sufragar todas las prestaciones económicas, contributivas y asistenciales, y también la casi totalidad de las políticas activas, incluidas las mencionadas bonificaciones empresariales. De la misma forma, la Seguridad Social alcanzará un nuevo superávit del 0,5% del PIB (3.908 millones de euros) y el Fondo de Reserva para Pensiones se aumentará NÚM. 94 en 1.202,02 millones de euros que se sumarán a los 6.020 millones con los que ya cuenta. Esto significa que el Fondo de Reserva no se nutre del total del superávit de la Seguridad Social, de tal forma que existe un excedente en los ingresos del sistema que no se destina a financiar prestaciones sociales presentes o futuras. Un desfase que asciende a 2.706 millones de euros y que se utiliza para financiar el teórico déficit cero. El gasto en pensiones tampoco aumentará como afirma el gobierno, porque hay que considerar la desviación de la inflación real con la prevista para 2002 y abonar y consolidar esta diferencia a nuestros pensionistas. El gasto real en 2003 no pasará de mantenerse congelado. También la inversión pública se declara como una prioridad, cuestión difícil de comprobar en los Presupuestos porque buena parte de ella se realiza de manera extrapresupuestaria en otra muestra más de transparencia. Sin embargo, sí sabemos que el gasto en inversión ha sido uno de los damnificados del déficit cero y las reformas fiscales: representaba el 3,7% del PIB en 1995 y el 3,4% en 2001. Nada impide pensar que esto vaya a seguir siendo así. Se afirma, además, que se va a realizar un gran esfuerzo en investigación, pero tan sólo representa sobre el papel el 0,27% del PIB y no menos del 40% debería adjudicarse a gasto militar. Con la información que obtenemos en los Presupuestos, el déficit presupuestario público de las Administraciones Centrales representará en 2003 el 0,8% del PIB, pero se nos asegura que, realizando diversos ajustes sobre los que no encontraremos aclaración en los Presupuestos, en términos de Contabilidad Nacional el saldo será cero. No vamos a plantear el debate sobre estos Presupuestos como una simple cuestión contable porque somos conscientes de que para lograr el famoso déficit cero, no se duda en diferir gastos a través de la cuenta financiera en forma de endeudamiento de otros agentes del Sector Público, o utilizar otras fórmulas para enmascarar el déficit de un ejercicio concreto. Lo más preocupante es que con estos mecanismos se reduce la capacidad de acción de los instrumentos de control presupuestario y se acaba por hundir la credibilidad de las cuentas públicas. Con estos Presupuestos, y con la coartada del déficit cero, se pretende que el gasto público siga perdiendo peso en la economía, se sacrifica inversión pública y gasto social, y se renuncia a utilizar el déficit público como respuesta anticíclica. Si la economía evoluciona peor de lo previsto, como probablemente ocurrirá, los ingresos son menores a lo estimado y el déficit cero se sacraliza, la presión sobre el gasto público estará servida. Desde nuestro punto de vista habría que mejorar la protección social y la provisión de bienes y capital públicos para lograr una mayor cohesión económica y social que potencie un desarrollo más sólido que beneficie al conjunto de la ciudadanía. Para ello necesitamos una estructura de ingresos suficiente aprovechando el margen que mantenemos en presión fiscal con la UE y que alcanza los 7 puntos del PIB. Esto sólo puede procurarse a medio plazo, con reformas fiscales que aumenten la suficiencia y progresividad del sistema; reformas que estableceríamos — 132 — BOCG, SENADO, SERIE II 29 DE NOVIEMBRE DE 2002 con los ritmos que la realidad económica y social de nuestro país vaya permitiendo. En todo caso y a corto plazo, la situación de la economía española y las malas perspectivas que van confirmándose fijan la prioridad en estimular la demanda interna con más gasto público. El déficit público en el que se incurre respetaría los parámetros y requerimientos comunitarios que, en todo caso, hoy se muestran más realistas y flexibles. Nuestro endeudamiento medido por la ratio deuda pública/PIB y el nivel de los tipos de interés reales avalan una política como ésta que pretende evitar los riesgos de una mayor desaceleración económica. Frente a la regresiva reforma en el IRPF que lleva a cabo el gobierno, un mayor gasto público tendrá un impacto multiplicador directo y positivo sobre la actividad económica, el empleo y los propios ingresos públicos. Sin olvidar que, más que el déficit concreto de un año, lo importante es atender al grado de endeudamiento y la capacidad de nuestra economía para asegurar ingresos fiscales en el futuro. Vamos, en suma, a plantear reformas a medio plazo que subrayan la íntima relación que debe existir entre las propuestas de gasto público y los recursos necesarios para financiarlas, y recuperar la utilización del déficit público como instrumento de política económica para contribuir a superar situaciones económicas adversas. Por todo ello, los Senadores abajo firmantes rechazan estos Presupuestos y pide la devolución al gobierno del Proyecto de Ley. La Senadora Inmaculada de Boneta y Piedra, EA (Mixto), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula un veto al Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2003. Palacio del Senado, 25 de noviembre de 2002.—Inmaculada de Boneta y Piedra. PROPUESTA DE VETO NÚM. 4 De doña Inmaculada de Boneta y Piedra (GPMX) La Senadora Inmaculada de Boneta y Piedra, EA (Mixto), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda de veto. JUSTIFICACIÓN Eusko Alkartasuna presenta una enmienda a la totalidad solicitando en consecuencia su devolución de acuerdo con los siguientes argumentos: Nuevamente el Gobierno del Partido Popular presenta unos Presupuestos continuistas respecto de otros anterio- NÚM. 94 res, especialmente en lo que corresponde al llamado «déficit cero» o equilibrio presupuestario. En esta cuestión EA plantea dos criticas de carácter técnico al Proyecto presentado por el Gobierno de la siguiente manera: Incumplimiento de las propias bases de partida para la elaboración del presupuesto: • El presupuesto se elabora, en primer lugar, basándose en una política de equilibrio presupuestario y éste se logra con el superávit de la Seguridad Social y no de la propia estructura presupuestaria de ingresos y gastos. • El presupuesto se elabora basándose en una política de liberalización económica y tal liberalización no se ha producido (se señalan la situación del mercado de las telecomunicaciones, energía y suelo) porque en el sector de las telecomunicaciones Telefónica todavía controla el 87,53% del mercado, Endesa e Iberdrola, Repsol YPF y Cepsa controlan dos tercios de su mercado y desde la supuesta puesta en marcha de las políticas liberalizadoras del suelo el año 1997, el coste de la vivienda ha sufrido un incremento del 55% (el coste del suelo viene a representar el 60% del coste de una vivienda). • El presupuesto se elabora basándose en un crecimiento del PIB del 3% para el ejercicio 2003, cuando el FMI ha destacado en su última previsión que será del 2,7% y el Banco de España de un 2,5%. ¿Cómo tiene pensado el Gobierno cuadrar el desajuste? ¿Cuáles son las partidas que no se podrán ejecutar? ¿Serán las de defensa o se reducirá la política social, incidiendo en la economía del bienestar? El voluntarismo no cuadra con los presupuestos. • Por otra parte, los últimos datos corroboran el desajuste en las previsiones sobre la inflación, 1,5 puntos por encima del crecimiento económico. 3. Innecesariedad de la política de déficit cero en el presupuesto. Cuando los principales estados europeos han retrasado hasta el 2006 su política de déficit cero para poder reactivar sus economías, el Gobierno español se empecina en mantener una política presupuestaria anticíclica. El último informe del Banco de España señala la desaceleración del consumo privado (bajando del 2,3% en el primer trimestre al 1,7% en el segundo). ¿Cómo se puede compensar esta tendencia a la desaceleración con un presupuesto no expansivo? ¿No es hora ya de dejar de sacralizar el objetivo de déficit cero y volver a utilizar la política presupuestaria para dinamizar la economía? ¿Es qué la rebaja del IRPF va a ser capaz de cambiar las expectativas de los consumidores? En este sentido, en una situación de desaceleración lo primero que se nota es la caída del consumo y del empleo y consecuentemente; los ingresos presupuestarios parece que serán menores que las propuestas en el Proyecto de Presupuestos. Pero además preocupa que estos Presupuestos puedan conseguir el objetivo final que debemos pretender, avanzar — 133 — BOCG, SENADO, SERIE II 29 DE NOVIEMBRE DE 2002 la convergencia real. Resulta difícil de admitir que el déficit cero, con las dificultades de inversión anteriormente citados, inversión en infraestructuras, educación... pueda permitir ir en la dirección de avanzar y alcanzar la convergencia real. Ello nos lleva a suponer que difícilmente la renta española puede alcanzar e igualar la media europea. Coincidimos en que la búsqueda del equilibrio presupuestario puede ser loable desde un punto de vista académico, pero en una situación de desaceleración económica se hace preciso que el Sector Público ejerza una factor tractor en la economía. Si bien la política presupuestaria y la actividad financiera del sector público en orden a conseguir el déficit cero debe de enmarcarse en el pacto de estabilidad y crecimiento del consejo de la Unión Europea y el Reglamento correspondiente del Consejo de fecha de 7 de julio de 1997, no es menos cierto que este pacto permite hasta un 3% de endeudamiento en circunstancias especiales como la de desaceleración económica. Y, por otra parte, no es otra la razón que ha impulsado a los principales Estados europeos a retrasar hasta el año 2006 la política de déficit cero. Es reseñable, igualmente, la distancia en la inversión en I+D entre el Estado y Europa. El presupuesto de Ciencia y Tecnología mantiene un incremento inferior a la media del incremento presupuestario para el ejercicio 2003. Desde estas perspectivas y siendo la inversión en I+D, factor esencial de crecimiento equilibrado en estos presupuestos, la situación del Estado español va a quedar a más distancia de la media europea. De la misma forma, cabe incidir en la distancia entre la inversión en gasto social del Estado frente a la media europea. El incremento de este año es ligeramente inferior a la media del incremento presupuestario para el ejercicio 2003. A mayor abundamiento, la redistribución de renta a través de la política fiscal se está quebrando progresivamente habida cuenta de la reducción del peso de la imposición directa a favor de la indirecta. Por otra parte, en lo que se refiere al aspecto político, debemos reiterar que el incumplimiento de las atribuciones competenciales establecidas en el Estatuto de Autonomía del País Vasco nos obliga a mantener, con mayor firmeza si cabe, argumentos ya planteados. Es imprescindible denunciar un año más, el incumplimiento de las atribuciones competenciales establecidas en el Estatuto de Autonomía del País Vasco (L.O. 3/1979, de 18 de diciembre) que se materializa en estos presupuestos. Resulta contradictorio, por no decir un sarcasmo, que el Gobierno declare constantemente su defensa del Estatuto de Gernika cuando en sus actuaciones y a través de la iniciativa legislativa incumple aspectos vitales para el desarrollo del autogobierno de la Comunidad Autónoma del País Vasco, no permitiendo que las instituciones de la comunidad tengan todos los instrumentos políticos necesarios que por ley le son propios para hacer frente a los problemas económicos, sociales y, muy especialmente, al grave problema de la falta de empleo. Como ejemplo que abona nuestra postura, basta citar una vez más, la posición del Estado ante las transferencias NÚM. 94 básicas para el desarrollo socioeconómico: investigación, políticas de empleo, incumplimiento de la territorialización del gasto/inversiones al menos en lo que se refiere al País Vasco y Navarra (coeficientes de imputación en base al Concierto y Convenio). Así, a pesar del incremento del presupuesto destinado a seguridad ciudadana, resulta sorprendente que el Gobierno se oponga al aumento de plantilla de la Ertzaintza. También debemos insistir en la falta de compromiso explícito a los acuerdos alcanzados en la mesa Arkaute en su eventual transposición a las partidas presupuestarias correspondientes. En definitiva, reiteramos una vez más nuestra afirmación en relación con el incumplimiento de Estatuto de Gernika, una actuación política que persigue la recentralización incluso de competencias autonómicas ya transferidas. La indudable y creciente regresión autonómica marcha pareja a los años de ejercicio político de Gobierno del PP, de una mayoría absoluta, centralista, inmisericorde con los deseos y la voluntad política de las naciones y regiones del Estado, y muy especialmente con la voluntad política expresada por los ciudadanos vascos en las elecciones autonómicas del 13 de mayo de 2001. El Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas Vascos (GPSNV), al amparo de lo previsto en el Reglamento del Senado, formula una propuesta de veto al Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2003. Palacio del Senado, 25 de noviembre de 2002.—El Portavoz Adjunto, Francisco Xabier Albistur Marin. PROPUESTA DE VETO NÚM. 5 Del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas Vascos (GPSNV) El Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas Vascos (GPSNV), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente propuesta de veto a la totalidad. JUSTIFICACIÓN A juicio del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas Vascos, los argumentos para solicitar al Gobierno la devolución del Proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2003 son múltiples y contundentes, de los cuales tan sólo queremos poner de manifiesto los siguientes: • Las previsiones del Gobierno se fundamentan en un optimismo infundado y gratuito, lo que resta credibilidad a la política económica implementada. Aumento del PIB del 3%, del IPC del 2% y de la inversión y del consumo en un 3,8 % y 2,9% respectivamente no se soportan en la reali- — 134 — BOCG, SENADO, SERIE II 29 DE NOVIEMBRE DE 2002 dad económica ni en el momento en que se encuentra la economía mundial, europea y española. • Estos Presupuestos reflejan un descenso de las inversiones reales del Estado en términos reales. Si se considera el conjunto de las operaciones de capital, éstas aumentan menos que el PIB nominal con lo que el ratio inversiones/PIB disminuye. Este descenso de la inversión afectará negativamente a la productividad y competitividad de la economía española a medio plazo. • Un presupuesto sin vocación social. Toda la política social del Gobierno se basa en la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones públicas, de las pensiones no contributivas, y de las retribuciones del conjunto de funcionarios del Estado (trabajadores de la administración, trabajadores de la educación, la sanidad, etc.). El aumento de dichas retribuciones está establecido en el 2%, muy por debajo de lo que será la inflación el próximo año. • Un Presupuesto que preconiza el déficit cero y cuyas necesidades de endeudamiento aumentan en 13.745 millones de Euros. Igualmente la carga de intereses aumenta en un 10,9% en relación al año anterior, lo que no se justifica ni por el aumento de la deuda pública, ni por la previsible evolución de los tipos de interés. El Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés, al amparo de lo previsto en el Reglamento del Senado, formula un veto al Proyecto de Ley de Presupuestos Generales Generales del Estado para el año 2003. Palacio del Senado, 25 de noviembre de 2002.—El Portavoz, Isidre Molas i Batllori. PROPUESTA DE VETO NÚM. 6 Del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés, al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento NÚM. 94 del Senado, formula la siguiente propuesta de veto a la totalidad. JUSTIFICACIÓN Los Presupuestos Generales del Estado para el año 2003 se sustentan en previsiones macroeconómicas que cabe considerar carentes de realismo y credibilidad como ha sido puesto de manifiesto por los organismos económicos internacionales y por el Banco de España. Al mismo tiempo, las medidas que contienen no van en la dirección de hacer posible las cifras correspondientes a los objetivos de crecimiento, inflación y creación de empleo. En cuanto al equilibrio presupuestario, hay que destacar que se consigue en base al superávit de la Seguridad Social que compensa el déficit del Presupuesto del Estado. Por otra parte, no se contempla el esfuerzo presupuestario necesario, a través de prioridades claras, dirigido a la convergencia real de nuestro país con los países más avanzados de la Unión Europea, en aspectos de productividad y bienestar social, en los que España tiene todavía importantes déficit. Con relación a la inversión, hay que señalar que la distribución de la misma resulta una vez más discriminatoria para algunos territorios, como es el caso de Catalunya. Esta Comunidad, excluido el proyecto del AVE que trasciende su ámbito territorial y es de interés general, tan solo consigue el 3,56% de las inversiones territorializadas del sector Administración Pública estatal; lo que está muy lejos de las cifras necesarias de inversión estatal para contribuir a situarla en los niveles de stock de capital público que le correspondería por su peso de población, su actividad económica o su contribución fiscal, y en el objetivo de que siga desempeñando el papel de motor económico de España. Por todo ello, el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés presenta una propuesta de Veto al Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado de 2003. — 135 —