modalidad de atencion a adolescentes en establecimientos de

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ATENCION AMIGABLE PARA ADOLESCENTES
EN ESTABLECIMIENTOS DE ATENCION PRIMARIA
Orientaciones técnicas
GRUPO ASESOR EN ADOLESCENCIA Y SEXUALIDAD
RED DE ENCARGADOS/AS DE ADOLESCENCIA DE LOS SERVICIOS DE SALUD
Dra. Carmen López Stewart
Diciembre 2004
1
CONTENIDOS
A. ACCESO A SERVICIOS, UN EJERCICIO DE DERECHOS: MARCO LEGAL Y ÉTICO
B. CARACTERISTICAS
BIOLÓGICAS,
PSICOLÓGICAS
Y
SOCIALES:
OPORTUNIDADES PARA LAS ACCIONES DE SALUD EN ADOLESCENTES
A. Acceso de las y los adolescentes a servicios de salud
B. Consideraciones de género
C. Participación
D. Coordinación y Trabajo Intersectorial
DESAFIOS
Y
C. OBJETIVOS SANITARIOS DE LA ATENCIÓN A POBLACIÓN ADOLESCENTE DÉCADA 2000 –
2010
D. INTERVENCIONES PRIORITARIAS EN POBLACIÓN ADOLESCENTE
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
Examen de salud preventivo
Consejería de salud sexual y reproductiva
Consulta por Morbilidad,
Tratamiento de Depresión
Tratamiento de Abuso y / o Dependencia de Alcohol y Drogas
Tratamiento de Primer brote de Esquizofrenia
Tratamiento Malnutrición, principalmente Obesidad
Tratamiento odontológico
Tratamiento de Epilepsia
E. MODALIDAD DE ATENCIÓN PARA ADOLESCENTES EN ESTABLECIMIENTOS DE ATENCION
PRIMARIA
1
2
3
4
5
Organización de la atención a adolescentes
Información
Profesionales y técnicos con competencias
Horarios
Espacios físicos
Anexos
Frecuencia de los principales condicionantes de la salud
Problemas de salud mas frecuentes
Encuesta nacional de salud Chile 2003
Prevalencia de discapacidad en adolescentes
2
La instalación de una Atención Amigable para Adolescentes en Establecimientos de Atención
Primaria es un componente del Plan de Salud Pública destinado a poner al alcance de esta
población un conjunto de intervenciones con vocación de derechos ciudadanos en salud pública,
destinadas a actuar sobre los factores de riesgo o determinantes de la salud actual y futura de
mayor significación en esta etapa de la vida, como son:
•
•
•
•
•
•
Tabaco
Sobrepeso y Obesidad
Sedentarismo
Conducta Sexual
Accidentes, Violencias y Consumo de Alcohol y Drogas
Prestación de Servicios Médicos y Odontológicos
Es una estrategia complementaria a otras como son la Abogacía por incorporación de educación
en conducta sexual saludable en la educación formal y por una regulación para incentivar
actividad física, la Certificación de establecimientos de educación y lugares de trabajo
promotores de salud. Garantía de calidad de preservativos y anticonceptivos, el Seguimiento y
Monitoreo de Ley de SIDA, las nuevas Normas de Manejo y Tratamiento ETS, entre otras.
En el ámbito de la Prestación de Servicios Médicos y Odontológicos, esta modalidad de atención
tiene por objetivo de aportar al cumplimiento de los objetivos sanitarios y responder a las
expectativas – en el marco de un enfoque de salud familiar – propias de los diferentes grupos
etaréos de la población.
Las Orientaciones Técnicas para la Atención Amigable para Adolescentes en Establecimientos de
Atención Primaria son el instrumento de apoyo al proceso de reconversión de los servicios y en
ellas se describen las características básicas de una provisión de servicios que permitan corregir
las barreras de acceso, aumentar la pertinencia de las intervenciones y lograr la calidad necesaria
para que sean utilizados adecuadamente y valorados por la población adolescente. Pretenden, en
base a lineamientos básicos definidos a partir de la experiencia y evidencia internacional y la de
Chile durante las últimas tres décadas, incentivar la creatividad y el liderazgo local en este
ámbito.
A.
ACCESO A SERVICIOS, UN EJERCICIO DE DERECHOS: MARCO LEGAL Y ÉTICO1
La equidad en salud y el derecho a recibir servicios para promoverla o recuperarla esta
consagrado en nuestra legislación.
La Organización Mundial de la Salud estima que el 70% de las muertes prematuras en la edad
adulta están relacionadas con comportamientos que surgen en la adolescencia, como el
tabaquismo, la violencia y el comportamiento sexual. Existe consenso de que es imprescindible
poner al alcance de los y las adolescentes, servicios adecuados y oportunos para la promoción,
prevención y tratamiento de sus problemas de salud y en particular, de su salud mental y salud
sexual y reproductiva. Los servicios dirigidos a adolescentes son necesarios para mejorar el nivel
de salud actual y futura de la población, así como para contribuir a la disminución de las
inequidades y la violencia familiar, basada en género y social.
1
Grupo Asesor en Sexualidad (expertos / as y representantes de sociedad civil)
3
El año 1985 fue proclamado - por primera vez - por las Naciones Unidas, como “Año Internacional
de la Juventud”. En 1987, la “Conferencia Internacional en Mejor Salud para Mujeres y Niños
mediante la Planificación Familiar”, realizada en Nairobi, Kenya, junto a numerosos Organismos
Internacionales (OMS, Banco Mundial, Programa de Naciones Unidades para el Desarrollo, Fondo
de Población, UNICEF, Population Council y la International Planned Parenthood Federation- IPPF)
definió que el embarazo no deseado es un riesgo específico para la salud de la mujer y de su
familia, especialmente durante la adolescencia.
En 1989, el “Statement on Adolescent Reproductive Heatlth” ( OMS, UNFPA y UNICEF ) promueve
la necesidad de servicios para adolescentes. En 1990, el “World Summit for Children” en 1990
precisa, como una de sus metas, el acceso de todas las personas a información y servicios para
prevenir embarazos no deseados precoces. En ese mismo sentido se pronuncian la Agenda 21 de la
Conferencia de Naciones Unidas sobre Ambiente y Desarrollo y la Declaración Mundial y Plan de
Acción en Nutrición (1992).
En este mismo sentido, el Plan de Acción de la Conferencia Internacional de Población y
Desarrollo (CIPD) en Cairo, 1994 señala que “ el avance en la igualdad de género, la equidad y el
empoderamiento de las mujeres, y la eliminación de todas las formas de violencia contra las
mujeres, y el asegurar las capacidades de las mujeres de controlar su propia fecundidad, son los
pilares de los programas de población y de los programas relacionados con el desarrollo”. El
documento sobre Población y Salud Reproductiva de la OPS/OMS (Junio 1995) señala: "La
preservación de la intimidad y la privacidad de los individuos, así como el favorecer la autonomía
y el proceso de la toma de decisiones, resultan básicos para quienes trabajan en los temas de
salud sexual y reproductiva”.
El estado chileno ha suscrito importantes instrumentos internacionales2 y propuestas para hacer
realidad la superación de las inequidades de género3 y ha promulgado nuevas legislaciones para
resguardar los derechos de las personas en estos ámbitos4. Así mismo, la instalación progresiva de
la Reforma Procesal Penal esta permitiendo proteger mas explícitamente los derechos y el acceso
a servicios que necesitan las y los adolescentes que son víctimas de violencia sexual.
2
Convención para la Eliminación de toda forma de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW ) de la Asamblea General de las Naciones Unidas en
1979; en Chile se ratifica en 1989, pasando a formar parte de la legislación nacional.
Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD, El Cairo 1994), en la cual el concepto de Salud Sexual y Reproductiva (SSR)
reconoce que promover la salud es parte intrínseca de desarrollo económico y la relevancia que tiene la salud de las y los adolescentes.
Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer (Beijing, 1995), la cual ratifica el concepto de SSR aprobado en El Cairo.
Las “Metas para el milenio” compromete a los países a erradicar la extrema pobreza y el hambre, la educación universal, empoderamiento de la
mujer y equidad de género, reducir la mortalidad infantil y materna, combatir el VIH/SIDA (recomendaciones de la “Asamblea Especial de las
Naciones Unidas” en VIH /SIDA del año 2000),la malaria y otras enfermedades, asegurar un ambiente saludable y desarrollar una colaboración
global para el desarrollo.
La resolución WHA 55.19 de la Asamblea Mundial de la Salud del año 2002 declara que “aumentar el acceso de las y los adolescentes a
información y servicios, incluyendo los de salud reproductiva, es clave para el cumplimiento de las Metas del Milenio (no solo la disminución de la
mortalidad infantil y materna y el control del VIH / SIDA.
3
El Consejo Económico y Social de Naciones Unidad creó, en 1986, la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer. Desde 1994 existe
una Relatoría Especial sobre la Violencia Contra la Mujer (Comisión de Derechos Humanos). La “Convención para la Eliminación de Todas las
Formas de Discriminación Contra la Mujer”. La Conferencia Mundial de la Mujer en Beijing, China, 1995; La Cumbre Mundial en Favor de la Infancia,
1990, La Conferencia Mundial de Derechos Humanos, 1993, La Conferencia Internacional sobre Población y el Desarrollo, 1994; Convención de
Violencia de Belem de Pará (OEA), 1994 y La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, 1995.
En 1992, el 36° Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud, aprobó un “Plan de Acción sobre la Salud de los Adolescentes en
las Américas” y en 1997 el 40° Consejo Directivo aprobó un nuevo Plan de Acción sobre la Salud y Desarrollo de los Adolescentes en las Américas”
(resolución CD40.R16). La OEA creó en 1998 una “Relatoría sobre la Situación de la Mujer”
4en 1994 la Ley N° 19.325, de Violencia Intrafamiliar y la ley N°19.324, de Maltrato Infantil. El 1999 se promulga la Ley N° 19.617, sobre delitos
sexuales que modificó el Código penal, el código de Procedimiento Penal, la Ley sobre Medidas Alternativas a las Penas Privativas (N°18 .216), y el
Decreto sobre Libertad Condicional (N°321).
4
La legislación referida a las y los adolescentes tiene vacíos, que actualmente son objeto de
proyectos actualmente en tramitación parlamentaria. Las personas de 10 a 18 años, se rigen por
sub ordenamiento jurídico (Niñez e Infancia), tienen incapacidad relativa y no tienen derechos
políticos. Para las y los adolescentes de 18 años y mas no hay legislación especifica se les
reconoce capacidad de goce y ejercicio sus derechos políticos están restringidos: no pueden
ocupar cargos de elección popular.
Sin embargo, se reconoce que tienen derechos propios, que son sujetos de derecho, aunque, en
determinadas circunstancias no puedan obrar por si mismas/os. Ser niña/o o adolescente no es
“ser menos adulto”, sino una persona con autonomía progresiva, que no puede ser definida solo a
partir de su incapacidad jurídica. Más bien, son sujetos de derecho dotado de protección
complementaria, dado que el ordenamiento internacional de derechos humanos no solo les
reconoce necesidades especiales sino que agrega nuevas garantías, sumándolas a las que
corresponden a todas las personas.9
El concepto de autonomía progresiva considera que el ejercicio de la ciudadanía es gradual, y que
depende de la madurez de la o el adolescente. Por tanto, corresponde a los padres y,
subsidiariamente al Estado, impartir orientación y corrección apropiadas para que el o ella ejerza
los derechos que le reconoce la Convención Internacional de los Derechos del Niño. En esta
convención se suma otro concepto: el interés superior del niño”.
En este sentido, la atención en salud no solo debe dar cuenta de los intereses de los padres o del
Estado, sino también de los requerimientos, necesidades y voluntad del o de la adolescente. No
se trata de que los padres no deban cumplir su papel de orientadores, sino que esta orientación,
(y la que, en subsidio, otorgue el Estado) debe hacerse en el marco del interés superior de la o el
adolescente. A medida ella o él se desarrollan van constituyéndose también en sujetos con
deberes y obligaciones, es decir, asumen crecientes responsabilidades por sus actos.
La legislación penal determina que los niños y niñas menores de 16 años son inimputables, es
decir carecen de responsabilidad penal, mientras que los mayores de 16 y menores de 18 pueden
serlo cuando el juez de menores declara que han obrado con discernimiento10. Existe un proyecto
de ley que establece un sistema penal juvenil para adolescentes de 14 a 18 años.
Un ámbito poco claro es el de los derechos personalismos, aquellos que sólo pueden ser ejercidos
por las o los adolescentes, como, por ejemplo, el derecho a la educación. Este es un derecho que
ejerce personalmente el o la adolescente, sin perjuicio que sus padres o representantes legales
celebren el contrato con la escuela.
Existe cierta ambigüedad respeto al ejercicio del derecho a la salud. Este es también un derecho
personalísimo, implícito en el derecho a la protección de la vida y a la integridad física y
5 El artículo 4 de la Ley de Matrimonio Civil establece que no podrán contraer matrimonio los impúberes. El artículo 26 del Código Civil define a los
impúberes al varón que no ha cumplido 14 años y la mujer que no ha cumplido 12.
6 Artículo 114 del Código Civil.
7 El artículo 243 del Código Civil dispone: “La patria potestad es el conjunto de derechos y deberes que corresponden al padre o a la madre sobre
los bienes de sus hijos no emancipados…”
8 Artículo 262 del Código Civil.
9 Miguel Cillero Bruñol, Infancia, Autonomía y Derechos una cuestión de Principios, en Derecho a Tener Derecho, Tomo IV, UNICEF-IIN,
Montevideo, 1999.
10 El artículo 10 Nº 2 del Código Penal establece que están exentos de responsabilidad penal los menores de 16 años y en el numeral tercero se
agrega a los mayores de 16 y menores de 18 salvo que conste que han obrado con discernimiento.
5
psíquica. Cuando un/a adolescente solicita atención en un establecimiento de salud está
ejerciendo un derecho que sólo él o ella pueden gozar y negárselo implicaría dejarla/o
expuesta/o a daños en su salud. Sin embargo, si se considera que no son plenamente capaces,
otorgarles atención sin el consentimiento de los padres o representante legal podría atentar
contra el derecho de éstos de orientar a su hijo o hija11. Por otro lado, exigir el consentimiento
de los padres, significaría violar la autonomía que el ordenamiento jurídico implícitamente le
reconoce y, en especial, el derecho a la intimidad definido en el artículo 16 de la Convención.12
Puede decirse que las disposiciones internacionales llenan el vacío legal sobre el alcance del goce
y ejercicio de derechos de parte de la población adolescente. Si la ley nada dice respecto de sus
derechos sexuales y reproductivos, ni de su salud reproductiva y sin embargo les reconoce la
capacidad de contraer matrimonio, reconocer hijos, tener responsabilidad penal o celebrar
contratos, no parece razonable negarles el derecho a solicitar y obtener atención de salud en
condiciones de confidencialidad.
Por otro lado, a los funcionarios públicos sólo les está permitido hacer aquello que la ley
establece y no existe legislación que le prohíba otorgar atención confidencial, resguardando la
relación profesional - usuario/a. Mas aún, el artículo 12 de la Convención, define que niños y
niñas deban ser escuchados/as13 cada vez que existan procedimientos administrativos o judiciales
que les involucran.
En cuanto a la atención médica, el articulo 10 del Código de Ética dice que la Confidencialidad es
un derecho del paciente y un deber y un derecho del profesional, independientemente de la edad
del consultante, ya que no hace mención a ésta.
Esta ambigüedad y las divergencias que ella genera son especialmente complejas respecto a los
servicios de salud sexual y reproductiva. La sexualidad juvenil y las decisiones en torno a ella y la
reproducción han sido muy distintas a lo largo de la historia, transitando desde la negación de la
sexualidad juvenil14 hasta pensar que era natural y deseable que las mujeres se embarazaran
antes de los 20 años.15 Lo mas importante es que toda la población, incluidos adolescentes y
jóvenes, tengan acceso a información y servicios adecuados, de modo que la tendencia natural
sea que todas las personas tomen decisiones en favor de su salud y calidad de vida.16
El marco ético en la atención en salud de las y los adolescentes no es diferente al de la población
adulta17.
B.
CARACTERISTICAS BIOLÓGICAS, PSICOLÓGICAS Y SOCIALES: DESAFIOS Y OPORTUNIDADES
PARA LAS ACCIONES DE SALUD EN ADOLESCENTES
En este sentido, véase “La relación médico-paciente cuando éste es un niño” en 1as Jornadas Nacionales de Bioética y Derecho, en
http://www.aaba.org.ar/bi170p52.htm.
12 El artículo 16.1 dispone que “Ningún niño será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia, su domicilio o su
correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra y su reputación.”
13 El artículo 12 expresa que “1.Los Estados Partes garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio el derecho a expresar
su opinión libremente en todos los asuntos que afectan al niño, teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad y
madurez del niño.
2. Con tal fin, se dará en particular al niño oportunidad de ser escuchado en todo procedimiento judicial o administrativo que afecte al niño, ya sea
directamente o por medio de un representante o de un órgano apropiado, en consonancia con las normas de procedimiento de la ley nacional.”
14 En este sentido puede revisarse M. Foucault, La Historia de la Sexualidad, Tomo I, “Nosotros los Victorianos”, Edición Siglo XXI, México.
15 Mercedes Muñoz, “Promoviendo la salud sexual y reproductiva adolescente desde una perspectiva democrática”, en Mujeres, Sexualidades,
Derechos, ed. Adriana Gómez, Cuadernos de Salud /5, Santiago, 2000, p. 137.
16 Ibid. p. 138.
17 “Ética de atención en salud sexual y reproductiva para adolescentes: una experiencia clínica”, en Salud Sexual y Reproductiva, ed. R. Molina, J.
Sandoval y Electra González, Editorial Mediterráneo, Santiago, 2003, p. 839.
11
6
El concepto de adolescencia, como una etapa crucial de la vida en que la que se alcanza la
madurez sexual y el desarrollo está orientado, en base a los recursos bio psico sociales adquiridos
durante la infancia, a la elaboración de un sentido de vida propio, es una construcción psicosocial
reciente y no universalmente reconocida. En algunas culturas la edad de 12 o 13 años marca el
final de la infancia y simultáneamente el comienzo de la adultez y no existe una etapa intermedia
de adolescencia18. En otras, un/a niño/a que va al colegio y no tiene responsabilidades
económicas o sociales será considerado niño aunque haya sobrepasado la pubertad; un niño o niña
que trabaja no será considerado como un niño aunque comience a hacerlo a los 6 años19. Para
efectos de planificación sanitaria, la O. M. S. ha definido como población adolescente a todas las
personas entre 10 y 19 años.
La población entre 10 a 19 años no es homogénea, contiene una diversidad tal vez mayor que a
otras edades. La condición socioeconómica de la familia, el lugar geográfico de residencia, el
sexo, la pertenencia a una etnia o cultura minoritaria son algunas de los factores que interactúan
entre si para explicar esta diversidad. Hoy, las y los adolescentes de niveles socioeconómicos
altos de un país se parecen más a los de igual nivel de cualquier otro país que los adolescentes de
nivel socioeconómico bajo de su propio país. Considerar esta heterogeneidad es uno de los
desafíos en la entrega de servicios de salud para adolescentes.
En la mayoría de los países del mundo, la prolongación de la vida, la globalización y la
modernización están determinando profundos cambios en la trayectoria de vida de las personas.
Pierde sentido la secuencia natural de las distintas etapas. Estudiar – trabajar - casarse - tener
hijos etc.. ya no son necesariamente decisiones sucesivas para las/os jóvenes . Los padres y
madres, e incluso abuelas/os, vuelven atrás con nuevas parejas o nuevos proyectos. La vida que
llevan los adultos no es visualizada siempre como “deseable” por las y los adolescentes. Mientras
mas acelerados son estos cambios, mas se prolonga el período de la adolescencia.
En Chile predomina una cierta tensión entre considerar la adolescencia como un período de la
vida en que se prolonga la dependencia de los padres y asumir que las y los adolescentes son un
grupo de población con intereses y actitudes propias, incluyendo su innegable aporte al capital
social y a la cultura. Como hemos descrito, esta tensión se da incluso en el plano legal.
Para el diseño de las acciones de salud dirigidas a este grupo de población, el ministerio considera
a las y los adolescentes como personas que:
Son sujetos de derechos específicos
Son ciudadanos y ciudadanas
Aportan significativamente al capital social de toda la población
Son actores estratégicos del desarrollo del país
Desde el punto de vista sanitario, la adolescencia representa un período de enormes
oportunidades para la construcción y consolidación de formas de vida saludables, cuyo beneficio
puede proyectarse a lo largo de la vida: los principales logros en el crecimiento y desarrollo han
tenido lugar; se ha superado la vulnerabilidad de la infancia respecto a muchas de las
enfermedades, especialmente las infecciosas; la morbilidad es reducida, se dominan las claves
sociales básicas. Además, existe energía disponible para nuevos aprendizajes, a lo que se suma el
18
19
Tobin and Friedman, 1984 cultura Hmong
(Blanchet, 1996 ). Bangladesh,
7
interés por la exploración de lo nuevo, lo que favorece el desarrollo de hábitos propios, distintos
a los de la generación anterior.
Sin embargo, el desafío principal de las y los adolescentes es la creación de una identidad
autónoma y la elaboración de un “sentido” que dar a su vida. Esto significa que es frecuente que
se manifiesten actitudes de defensa activa de la privacidad y de cuestionamiento, interpelación e
incluso, cierta desconfianza hacia las recomendaciones provenientes del mundo adulto. Es una
etapa en la que ya no son efectivas, necesariamente, los incentivos ni la motivación por
responder a las expectativas de los familiares y profesores/as. Tampoco, necesariamente, el
refuerzo social de parte de los adultos. En este mundo moderno, la población adolescente esta
siendo preparada para vivir con mayores niveles de incertidumbre que la que pueden tolerar los
adultos de hoy, quienes continúan esperando “proyectos de vida explícitos” de parte de sus
hijos.
Estas características de la adolescencia son muy importantes de considerar en el diseño y
aplicación de estrategias para promover comportamientos que condicionen una vida saludable.
A pesar de la evidencia de que las preferencias alimentarias y la comida como antagonista de la
ansiedad se definen durante los primeros años de la vida, los nuevos intereses y la preocupación
por la imagen corporal que surgen en la adolescencia pueden incentivar un cambio positivo en los
hábitos de alimentación. Sin embargo, el cambio puede ser también negativo, con riesgo de
anorexia y bulimia.
La actividad física, que suele tener un sentido competitivo en la adolescencia temprana, puede
llegar a ser un hábito recreativo al finalizar esta etapa.
Durante la adolescencia suelen producirse las primeras experiencia con el tabaco, alcohol y otras
substancias psicoactivas y con ello la posibilidad, que es mayor mientras menor es la edad de
consumo experimental, de transformarse en un hábito que afecte la salud o en una dependencia.
Las primeras experiencias sexuales, que son muy significativas para la calidad de las futuras
relaciones afectivas, con las personas de otro sexo y con los hijos, exponen a las y los
adolescentes al riesgo de un embarazo no deseado y a infecciones de transmisión sexual y a la
adquisición o no de comportamientos protectores.
1. Acceso de las y los adolescentes a servicios de salud
Los servicios de atención en salud son espacios controlados por adultos, con procedimientos y
actitudes propias de adultos y a los que las y los adolescentes eran, hasta hace poco, llevados por
sus familiares o cuidadores, quienes entregaban los antecedentes clínicos y recibían las
indicaciones. No existe un “hito” que marque la transición desde esta condición infantil a ser
plenamente el o la protagonista de la atención. Se produce de diferentes maneras, más de
acuerdo a las creencias y costumbres de la familia y - en parte - a la personalidad de la o el
adolescente, que a las recomendaciones de los profesionales de la salud
Existen características de la forma de proveer servicios que constituyen barreras que dificultan el
acceso para las y los adolescentes a la atención de salud. Las mas importantes y frecuentemente
mencionadas por estos20, son las generadas por la falta de información clara y comprensible; por
la actitud distante, crítica y/o infantilizadora de parte de las y los profesionales; por la
20
INJUV
8
minusvalorización de los motivos de consulta; por los horarios poco compatibles con el colegio o
universidad y por la falta de privacidad y confidencialidad e incluso la exigencia de ser
acompañado por un adulto.
También existen otras condiciones de la provisión de servicios que desincentivan – llegando a ser
percibidas como barreras - y que dependen de los propios adolescentes, como, por jemplo, el
temor a la burla o a ser criticados por sus amigos y compañeros; temor al ridículo, a ser
rechazados si solicitan información o piden ayuda – aunque las y los profesionales puedan estar
estén bien dispuestos - y a que sean informados los familiares, o a coincidir con ellos.
2. Consideraciones de género
El género es un concepto que explica las diferencias entre mujeres y hombres que no responden a
las características biológicas propias de cada sexo. Determina que niñas y niños aprendan formas
de reaccionar, actitudes, comportamientos, actividades distintas, consideradas culturalmente
como “femeninos” o “masculinos”. Y muy especialmente, aprendan las “formas de relación”
deseables y aceptadas entre mujeres y hombres. El proceso de aprendizaje de los roles de genero
culmina y se consolidad durante la adolescencia, cuando se producen las primeras experiencias de
relaciones de pareja.
A pesar de los innegables avances, aún hoy, la socialización predominante de la feminidad se
caracterizada por una menor capacidad de incidir en la toma de decisiones, en tener opciones y
oportunidades restringidas, una mayor probabilidad de sufrir abuso y violencia, una infección de
transmisión sexual, tener un embarazo no deseado, asumir responsabilidades de crianza en
edades tempranas, presentar un episodio depresivo, entre otros. Las adolescentes suelen
aprender mejor a interpretar emociones y decodificar los mensajes no verbales21 lo que hace que
desarrollen mayor capacidad de empatía emocional que los hombres22.
La socialización predominante de la masculinidad, cuyos cambios son mas lentos, se caracteriza
por una mayor probabilidad de comportamientos violentos en ámbitos distintos al familiar (tanto
de sufrirlos como de ejercerlos), de sufrir accidentes y de desarrollar abuso y dependencia de
alcohol y otras drogas, entre otros.
23
, pero están menos expuestos a la violencia y abuso de parte de las personas más cercanas.
Los adolescentes varones aún tienen un mayor acceso al uso de los recursos de la familia, más
posibilidades de exploración y de nuevos aprendizajes. También existe una mayor tolerancia
social frente a las conductas riesgosas de los hombres y tienen una mayor capacidad de respuesta
frente a la violencia intrafamiliar, de género y sexual.
Por otro lado, los adolescentes varones pasan más tiempo y desde una edad mas temprana que las
mujeres, en la calle o fuera de casa24 expuestos a modelos de comportamientos de riesgo.
Aprenden a reprimir la expresión de sus necesidades emocionales y tienen menor disposición que
las mujeres de su edad a solicitar apoyo en momentos difíciles. Con mas frecuencia responden
con agresividad - contra los demás o contra sí mismos - y a negar o ignorar el estrés25
Manstead, 1998
Paterson, Field y Prior, 1994; Pollack, 1998
23 Paterson, Field y Prior, 1994; Pollack, 1998
24 Evans, 1997; Bursik y Grasmick, 1995; Emler y Reicher, 1995
25 Frydenberg, 1997
21
22
9
Las tasas de mortalidad en hombres y mujeres son similares hasta los 14 años, a partir de esa
edad, la mortalidad masculina aumenta y llega a ser el doble que la de mujeres entre los 15 a 24
años26. Según la OMS (1998), las tasas de suicidio son idénticas en mujeres y hombres hasta los 9
años; entre los 10 y 14 años, los adolescentes hombres cometen el doble de suicidios que las
mujeres y de los 15 a los 19 años, cuatro veces más. Los adolescentes hombres fuman, beben y
consumen más drogas, aunque la sanción social y la crítica son mucho más duras cuando estos
comportamientos se observan en las adolescentes mujeres27
El rol tradicional de género (aun vigente, aunque con fracturas) favorece la mayor cercanía de las
adolescentes mujeres con los servicios de salud. Para los adolescentes hombres, el rol tradicional
(que reprime el reconocimiento de la propia vulnerabilidad) los distancia de los servicios de
salud, especialmente preventivos.
Pero, sin duda, las mayores inequidades de género que experimentan las y los adolescentes de
hoy, así como las mayores oportunidades que las políticas y servicios de salud tienen para
contribuir efectivamente a corregirlas, se dan en el ámbito de la sexualidad y la reproducción.
El análisis con perspectiva de género de la realidad de la población adolescente, permite afirmar
que, en Chile, las mujeres adolescentes no solo tiene menor capacidad de decidir y controlar su
sexualidad que sus contemporáneos hombres, sino que deben asumir siempre (no así sus parejas)
las consecuencias de una actividad sexual mas temprana, especialmente si pertenecen a estratos
socioeconómicos bajos.
En Chile, como en casi todo el mundo, la edad de inicio de las relaciones sexuales es cada vez
mas temprana. En 1994, un 33% de las y los adolescentes de 15 y los 19 años refería haber tenido
su primera relación sexual y un 42% en el año 2000. Las mujeres de nivel socioeconómico bajo,
con baja escolaridad y dedicadas a las labores del hogar se inician sexualmente antes que el resto
de las mujeres. Estas diferencias no se dan en los hombres. En menores de 15 el 18% de las niñas
de nivel socioeconómico bajo refiere haberse iniciado, el 13 % de las de nivel y el 5% de las de
nivel alto. La edad de la menarquia también se ha adelantado y ocurre, en promedio, a los 12
años y ocho meses.
La proporción de hijos madres menores de 20 años del total de nacidos vivos aumentó del 11.9 %
al 14,5 % entre 1991 y 1999, mientras la tasa de natalidad general diminuyó de 22.1 a 17.1 en ese
mismo período. El embarazo y la maternidad son una razón importante para la no permanencia o
incorporación de las mujeres jóvenes al sistema educativo.
Las mujeres viven ahora más años fértiles antes de casarse (7 años en 1990 a 13 años en el 2000).
También los hombres, aunque el aumento ha sido menor (9 años en 1900 y a 13 años en el 2000)
El 12,2 % de las personas notificadas por los centros centinela como portadoras de una ETS, son
menores de 19 años, en un 72.8 %, mujeres y en un 27.2%, hombres (2000). La tasa de Infecciones
de Transmisión Sexual es mucho mas alta en mujeres adolescentes y jóvenes que en los hombres
de su misma edad (137.0 x 100.000 habitantes v/s 51.9 x100.000 habitantes). De éstas, el
condiloma genital constituye el 50% de todas las ETS en mujeres jóvenes y el 39.7% en hombres
jóvenes. La infección por VIH se produce a mas temprana edad en las mujeres que en los
hombres: la mayor frecuencia de edades en que se diagnostican los casos SIDA, es entre los 25 y
29 años en las mujeres, y entre los 30 y 34 años en hombres.
26
27
México, Keijzer 1995
Senderowitz, 1995
10
Además, existe evidencia de que en países no desarrollados, a los 19 años el 56% de las mujeres
han tenido su primera relación sexual y el 34% tiene ya un hijo, mientras en países desarrollados,
a los 19 años el 77% de las mujeres la ha tenido, pero sólo el 17 % de tiene un hijo. Los embarazos
no deseados son mucho más frecuentes en mujeres de baja escolaridad y nivel socioeconómico.
La fecundidad no deseada es un indicador de inequidades sociales y de género.
También está demostrada la relación entre el condiloma acuminado y el cáncer cérvico-uterino
Estas diferencias entre adolescente mujeres y hombres no son explicables por las
diferencias inmunológicas, genéticas o fisiológicas que los y las caracterizan.
No explican porqué las mujeres adolescentes y jóvenes deben asumir las consecuencias de una
actividad sexual mas temprana, especialmente si son pobres, perdiendo oportunidades
educativas, no así los hombres. Ni porqué las mujeres adolescentes y jóvenes presentan una tasa
mucho mayor de ETS que los hombres de la mismas edades
Tampoco que las mujeres adolescentes y jóvenes se infecten mucho más que los hombres de las
mismas edades con el virus del Condiloma acuminado aumentando así su probabilidad de
presentar cáncer de cuello de útero.
Sin embargo, los roles tradicionales de género explican que las adolescentes tengan menor
capacidad de “negociar” y mucho menos de “imponer” el uso de métodos de protección en las
relaciones de pareja. Que “deban” asumir un embarazo (las adolescentes menores de 15 años
tienen embarazos de alto riesgo y las de 16 a 19 mayor probabilidad de una aborto inseguro) no
deseado, que deban “sacrificarse”, postergar u olvidar sus proyectos, incluyendo el abandono de
sus estudios para cuidar del hijo o hija
Por otro lado, mientras el 16,2 % de los nacidos vivos tienen una madre menor de 19 años, solo el
5% solo el 5% tiene un padre de esas edades y la relación padres adolescentes respecto de madres
adolescentes, en el 2000, fue apenas un 30%. Esto significa que la mayoría de las parejas de las
adolescentes son mayores que ellas, lo que hace que su capacidad de negociación para utilizar un
método anticonceptivo en la relación sexual sea aun menor.
Los adolescentes hombres, también por su rol de género, tienen mayor capacidad para seducir,
persuadir, presionar, chantajear emocionalmente, decidir o no el uso de preservativos en la
relación sexual. Pueden considerar la paternidad como una demostración de “hombría”, lo que
no involucra, necesariamente, la responsabilidad en el mantenimiento y cuidado del hijo o hija.
Las primeras experiencias de los adolescentes, las que tienden a ser percibidas como un logro o
expresión de una competencia y no como intimidad y creación de vínculos28, no los hace sentirse
responsables de las consecuencias de un embarazo no deseado. Hacen frente a mucha menor
censura social cuando “renuncian” a hacerse cargo o se desentienden del hijo o hija que cuando
eso mismo lo hace una mujer adolescente, dado que su necesidad de preparase para el trabajo
productivo es reconocido y legitimado mucho mas que para las mujeres.
Si bien el acceso a servicios de consejería y control de fertilidad es difícil para toda la población
adolescente, la dificultad es mayor para los hombres que para las mujeres. Pero las adolescentes
que acceden estos servicios, no reciben apoyo para aumentar sus habilidades para negociar y
decidir hacer uso de métodos de anticoncepción y protección de una ETS en una relación sexual y
28
Marsiglio, 1998
11
tampoco les es fácil acceder a tratamiento de una ETS. Sin embargo, cuando presentan un
embarazo y las barreras de acceso tienden a desaparecer, pero no son asesoradas ni apoyadas
para exigir que el padre de su hijo o hija comparta las responsabilidades y costo social y personal
de una maternidad temprana o dar su hijo/a en adopción.
Los adolescentes hombres (existen avances incipientes en este sentido) ni siquiera se sienten
reconocidos y menos legitimados como usuarios de servicios de salud sexual y reproductiva. El
programa que los ofrece es de la “mujer” a cargo, casi exclusivamente, de matronas mujeres,
preparadas y habituadas a atender mujeres.
Una modalidad amigable para adolescentes debe tener explícitamente la intención de:
•
Compensar la menor capacidad de influir en las decisiones relacionadas con la sexualidad
de la pareja que tienen las adolescentes mujeres
•
Apoyar a las adolescentes embarazadas y madres a exigir y lograr la corresponsabilidad del
cuidado del hijo o hija
•
Estimular e incentivar a los adolescentes varones para que utilicen servicios de consejería
y control de fertilidad.
3. Participación
Una de las recomendaciones29 más importantes y recurrentes para la provisión de servicios de
salud para las y los adolescentes es la de promover la participación activa de los adolescentes en
las actividades de promoción de la salud en diversos entornos.
En este sentido, es necesario incentivar, facilitar y reforzar la participación de las y los
adolescentes, como individuos y como miembros de una familia, en las actividades de los Planes
Comunales de Promoción. Esto no es sencillo, baste recordar que30 el 38% de las y los
adolescentes de 15 a 19 años refiere “no necesitar servicios de salud” (un 32 % manifiesta
necesitar atención dermatológica, un 19% por médico general, el 7% por Ginecólogo, el 7%, por
problemas de salud mental y el 6% por dentista el 6 %).
Es especialmente importante ofrecer a las organizaciones estudiantiles y juveniles oportunidades
para sumarse a iniciativas de promoción de la salud que estén vinculadas a sus intereses. La
realidad31 es que la participación de jóvenes de 15 a 24 años (no existe información solo para
adolescentes de 10 a 19 años) se ha mantenido estable en los últimos años en clubes deportivos
(20%, siendo mayoritariamente de hombres) e iglesias (14 %), ha diminuido en centros de alumnos
(desde el 10 % en 1997 al 2.6 % en 2003), en los boy scout (menos del 1%) y en partidos políticos
(marginal). En tanto, la participación juvenil en grupos de voluntariado alcanza el 4.5% y en
grupos de chat el 13,2 %.
Sin embargo, las y los adolescentes y jóvenes refieren confiar en las instituciones de salud: en el
año 2003, ocupan el primer lugar en cuanto a confianza, junto a la Iglesia y Carabineros. El 81 %
29 OPS / OMS PLAN DE ACCIÓN DE DESARROLLO Y SALUD DE ADOLESCENTES y JÓVENES EN LAS AMÉRICAS
1998 – 2001
30
Tercera Encuesta Nacional de Juventud INJUV del año 2000,
31 LA INTEGRACION SOCIAL DE LOS JOVENES EN CHILE 1997 – 2003, ENCUESTAS NACIONALES, INJUV
12
de adolescentes confía en los profesionales salud, casi tanto como en los profesores, seguidos de
carabineros, personas de radio y TV, y religiosos32. Por lo tanto, una estrategia que puede ser
efectiva es diseñar propuestas acordes a los intereses grupales e invitar a participar a clubes
deportivos, y grupos de iglesias y voluntariado, directamente y a través de los profesores y de las
radios locales.
En las comunas en las que se han desarrollado experiencias, como las “Tardes Jóvenes” y el “Plan
Comunal de Sexualidad”, estas pueden servir de base para incentivar la participación en
promoción de la Salud.
La participación de adolescentes en el diseño y seguimiento de la entrega de servicios de salud es
mas compleja de implementar. La creación o reforzamiento de la coordinación en red de los
distintos servicios instituciones y organizaciones relacionadas con la adolescencia es una
oportunidad para la invitar a las y los adolescentes, en la medida en que se incorporen temas
acordes a sus problemas de salud, intereses, diversidad y posibilidades de participación de esta
población a nivel local. Los consejos de desarrollo que existen en al menos 275 consultorios del
país33 pueden llegar a ser espacios que incentiven y/o faciliten la participación de adolescentes.
Es importante considerar que las diferencias de género influyen en la participación relativa de
mujeres y hombres en los distintos tipos de organizaciones juveniles y que las instancias de
participación tampoco son indiferentes en sus formas de acercamiento y atención que ofrecen.
Por esto, debe tenerse presente la composición por sexo de participantes y beneficiarios/as
adolescentes.
4. Coordinación y Trabajo Intersectorial
Otra de las recomendación de las agencias internacionales y una lección aprendida en las
experiencias nacionales, es la de establecer y fortalecer la colaboración entre los ministerios de
salud y de educación y con las organizaciones no gubernamentales, universidades y centros de
investigación.
En el mundo existe suficiente evidencia de que el sistema escolar y de formación técnica y
universitaria es, sin duda, el espacio mas apropiado para eentregar información, promover
hábitos saludables, detectar problemas de salud física y mental y entregar consejería para la
toma de decisiones en relación a conductas de riesgo y protectoras. El trabajo conjunto entre los
ministerios de Salud y Educación permitiría poner al alcance de la población adolescente y sus
familias tanto la información como todas las intervenciones de apoyo al ejercicio de los derechos
en salud y al desarrollo de las competencias ciudadanas para hacerlo responsablemente.
Facilitará esta integración de las políticas publicas el “Plan de Acción en Juventud”, elaborado
por el “Comité gubernamental para el Fortalecimiento de la Acción Estatal en Materia de
Juventud”34, en el que la instalación de una modalidad de atención amigable para adolescente es
uno de los compromisos del Ministerio de Salud.
El resto de ministerios y servicios, incluyendo las instituciones y organizaciones comunitarias y
privadas solidarias deben tener una activa participación en el proceso de diagnostico,
32
33
34
LA INTEGRACION SOCIAL DE LOS JOVENES EN CHILE 1997 – 2003, ENCUESTAS NACIONALES, INJUV
DIGERA, información a octubre 2004, 16 servicios de salud
Instructivo presidencial N° 03 de 23 enero 2004
13
planificación y seguimiento de las acciones dirigidas a adolescentes que ofrece y realiza la red
asistencial.
C.
OBJETIVOS SANITARIOS DE LA ATENCIÓN A POBLACIÓN ADOLESCENTE DÉCADA 2000 –
2010
A partir de “Política Nacional de Salud para Adolescentes y Jóvenes”, del año 1999 y en el marco
de la instalación de la nueva legislación sanitaria, la orientación de las acciones dirigidas a las y
los adolescentes son los Objetivos Sanitarios Nacionales definidos para la década mas
directamente relacionados con este grupo de edad:
1. Mejorar los logros sanitarios alcanzados, disminuyendo la mortalidad materna en un 50% de,
2.3 por 10.000 nacidos vivos a 1.2 por 10.000 nacidos vivos
2. Enfrentar los desafíos derivados del envejecimiento de la población y de los cambios
sociales
2.1.Controlar factores determinantes de la salud :
Reducir en 7 puntos el habito de fumar en escolares de 8° básico, alcanzando un 20%
Reducir en 7 puntos el hábito de fumar en adolescentes mujeres en edad fértil, en 7 puntos
alcanzando el 40% Reducir en 24 puntos la obesidad en adolescentes embarazadas alcanzando el
28%
Reducir en 7 puntos el sedentarismo en adolescentes mayores de 15 años, alcanzando el 84%.
Reducir en un 30 % los embarazos en adolescentes, pasando de 1.7 a 0 por 1.000 en niñas menores
de 15 años y de 65.4 a 46 por 1000 en adolescentes de 15 a 19 años.
2.2. Disminuir mortalidad por las principales enfermedades responsables de las muertes
prematuras para las cuales existen intervenciones efectivas
Para lograr este objetivo no es suficiente ofrecer servicios de detección y tratamiento. La
población debe ser motivada e involucrada tempranamente en su vida para adquirir hábitos de
vida saludables y para realizarse periódicamente controles de salud.
Reducir la mortalidad por suicidio un 10 %, (tasa actual de 9.7 por 100.000 hab.)
Quebrar la tendencia en ascenso de la mortalidad por traumatismos (tasa actual 51 por100.000
hab.)
Quebrar la tendencia en ascenso de la mortalidad por accidentes de transito (tasa actual 11. por
100.000 hab
Quebrar la tendencia al ascenso de la mortalidad por SIDA (tasa actual 3.2 por 100.000 hab)
Reducir transmisión vertical de VIH /SIDA del 30% a 5 %
2.3. Disminuir morbilidad de enfermedades que deterioran calidad de vida, de los y las
adolescentes:
Disminuir recurrencia de episodios de Depresión, bajando la tasa de 7.5% a 7%
Reducir el beber problema de 15% a 13.5%
Quebrar tendencia al ascenso del consumo de Drogas (tasa actual 3% )
Disminuir caries dentales, pasando de un COPD de 3.4 piezas a 1.9 piezas
Aumentar de un 10 a un 50% la cobertura de atención dental
14
3. Disminuir las Desigualdades en Salud, priorizando acciones en adolescentes :
Marginadas/os del sistema educativo
En conflicto con la justicia (SENAME)
Con enfermedades crónicas y/o discapacidad
Residentes en zonas rurales de mas difícil acceso
4. Proveer servicios acordes a las expectativas legítimas de la población
Ofrecer atención a las y los adolescentes, en los establecimientos de atención Primaria, en una
modalidad que estimule el uso de servicios preventivos, la detección precoz de riesgos y
patologías y el acceso a tratamiento y rehabilitación
D.
INTERVENCIONES PRIORITARIAS EN POBLACIÓN ADOLESCENTE para el logro de los
Objetivos Sanitarios
10. Examen de salud preventivo
Para adolescentes hombres en 8° básico, normas en elaboración
Para niñas entre 12 y 14 años (en edad de menarquia) normas elaboradas, en consulta
11. Consejería de salud sexual y reproductiva con acceso a Métodos Anticonceptivos (Normas
Programa de Salud de la Mujer – Normas de CONASIDA)
12. Consulta por Morbilidad, incluye consejeria antitabáquica breve en el caso de
enfermedades respiratorias
13. Tratamiento adolescentes de 15 y mas años que presentan un Episodio Depresivo (Normas
Programa de Depresión - Unidad Salud Mental)
14. Tratamiento de adolescentes con Problemas de Abuso y / o Dependencia de Alcohol y
Drogas (Normas del Programa Ministerio de Salud – CONACE - Unidad de Salud Mental)
15. Tratamiento de adolescentes con 1° brote de Esquizofrenia (Normas del Programa de
Tratamiento de la Esquizofrenia - Unidad Salud Mental)
16. Tratamiento de adolescentes con Malnutrición, principalmente Obesidad (Normas de
control Nutricional - Unidad de Nutrición)
17. Tratamiento odontológico (Normas del Departamento de Salud Bucal)
18. Tratamiento de Adolescentes portadores de Epilepsia (Normas Programa Nacional de
Epilepsia / Control por Enfermedad Crónica)
E.
MODALIDAD DE ATENCIÓN PARA ADOLESCENTES EN ESTABLECIMIENTOS DE ATENCION
PRIMARIA
En forma coherente con la diversidad de la población adolescente y de las relaciones
intergeneracionales y entre pares, lo deseable es el desarrollo de diferentes experiencias, de
características innovadoras y distintas formas de desarrollo y consolidación.
15
En el mundo, particularmente en países de altos ingresos, existe experiencia en la atención de
adolescentes que ha sido analizada, estudiada y sistematizada por distintas instituciones. En
1999, un grupo de estudio OMS / FNUAP / UNICEFF dio a conocer un informe que contienen
recomendaciones para la “Programación para la Salud y el Desarrollo de los Adolescentes”. En
Chile, durante las últimas tres décadas se han desarrollado distintas experiencias en la atención
de población adolescente, algunas centradas en la salud sexual y reproductiva (CEMERA,
Programa Piloto Sexualidad Responsable en la que participaron el SERNAM, MINSAL, MINEDUC,
INJUV), otras más integrales, como los Centros de Adolescencia y algunas experiencias
innovadoras y participativas, como son las “Tardes Jóvenes”.
Dependiendo de la realidad local, la atención de salud podría ser entregada en un espacio de la
red de servicios y comunitaria distinto del centro de salud o consultorio. Los establecimientos
educacionales, de ONGs, de otros servicios públicos o de organizaciones sociales y/o comunitarias
pueden ser espacios mas cercanos, mas conocidos y asequibles para las y los adolescentes. La
planificación conjunta de las actividades, en función de los recursos de establecimiento de salud
y de las posibilidades de la red local, la difusión compartida de esta oferta de servicios y la
evaluación participativa y periódica permitirá ir optimizando y diversificando estas alternativas.
La planificación del tipo de servicios que se ofrecerá a adolescentes no puede ser estimado por
las atenciones históricas, ya que responden a la oferta disponible. Es necesario diseñar servicios
que incentiven a toda la población adolescente a utilizar servicios preventivos pero, también, en
forma explicita, a los adolescentes varones para que
1.
Organización de la atención a adolescentes
A nivel local, la existencia de centros, organizaciones o dispositivos, de ONGs o de otros sectores
instancias de ONG u otros debe ser considerada una oportunidad y fortaleza, involucrándolas en
las acciones desde el inicio.
La dirección del establecimiento debe asignar a un o una profesional como responsable de la
coordinación atención de las y los adolescentes y facilitar al resto de los profesionales y personal
la participación en las actividades que este/a organice.
Las tareas que debe asumir este/a profesional son las siguientes:
1.1 Mantener actualizada la información del tipo de atenciones que ofrecen, precisando si están
dirigidas a adolescentes mujeres, hombre o ambos, los distintos programas, haciéndola llegar
al SOME y Oficina de Información y Reclamos (OIR) del establecimiento.
1.2 Establecer y mantener comunicación con otros servicios, instituciones y organizaciones que
atienden adolescentes o en los que estos/as participan, tanto para difundir esta información y
para recoger sugerencias y necesidades, como para orientar a las y los adolescentes
consultantes.
1.3 Asegurar la disponibilidad de, al menos, un ejemplar de las normas, orientaciones, guías
clínicas, y protocolos para las acciones dirigidas a adolescentes
1.4 Asegurar la disponibilidad de información actualizada acerca de los servicios, instituciones y
organizaciones donde las y los adolescentes puedan recibir orientación y apoyo social,
incluyendo sus objetivos, requisitos y personas que los recibirán. Debe incluirse también las
organizaciones de adolescentes y jóvenes.
16
1.5 Mantener coordinación con equipos técnicos responsables de los programas de salud en el
Servicio de Salud, para recibir orientaciones y entregar información.
1.6 Estar disponible para participar en actividades de capacitación y gestión en temas de
adolescentes que sean organizadas por el Servicio de Salud o SEREMI y para replicarlas con el
resto de personal del establecimiento
1.7Promover la realización de encuestas de satisfacción de usuaria con preguntas especificas para
adolescentes, por sexo, ya sea directamente o incorporándolas a los procedimientos propios
del establecimiento en este ámbito.
La dirección del establecimiento deberá otorgar a las/os profesionales y técnicos las facilidades
necesarias en el caso de que la atención se entregue en un espacio distinto.
2. Información clara y actualizada, disponible fácilmente, con un lenguaje apropiado, en el
establecimiento de atención primaria y en espacios y servicios en los que las y los
adolescentes participan.
La información que debe estar al alcance de la población es la siguiente
2.1. Requisitos para estar inscrita/o en el establecimiento
La gran mayoría de las y los adolescentes esta inscrito/a como parte de un grupo familiar.
Si no está inscrito como integrante de un grupo familiar, y es menor de 18 años, facilitar
entrevista con Asistente Social.
Si no está inscrito como integrante de un grupo familiar, y tiene 18 años o mas, listado de
documentos que necesita para una inscripción autónoma.
Una vez que la o el adolescente figura como inscrita/o en el establecimiento, por cualquiera de
los procedimientos anteriores, tiene derecho a solicitar atención por si mismo/a
2.2. Catastro de atenciones dirigidas o disponibles para las y los adolescentes en el
establecimiento
DIAS Y SOLICITU
D DE
TIPO DE ATENCIÓN
OBJETIVO DE LA ATENCIÓN PROFESIONALE HORARI
HORA
O
S
Detección de riesgos y
Examen de salud
problemas en el desarrollo y
preventivo35 para niñas de
de salud, incluye la
12 a 14 años
detección de riesgo
(edad de menarquia)
Examen de salud preventivo cardiovascular, consejeria
para adolescentes hombres en hábitos saludables
Consejeria de salud sexual y Prevención de embarazos no Preferentemen
reproductiva con acceso a
deseados e infecciones de
te mujeres
35
Existe evidencia de la costo efectividad del examen preventivo y consejeria en adolescentes para disminuir: OBESIDAD, CONSUMO DE
TABACO, ACTIVIDAD FISICA, ENFERMEDADS DE TRANSMISION SEXUAL, CARIES DENTALES y OSTEOPOROSIS
17
reproductiva con acceso a
MAC para adolescentes
mujeres y hombres
Consulta por Morbilidad
deseados e infecciones de
transmisión sexual
Preferentemen
te hombres
Diagnóstico y tratamiento
de problemas de salud,
incluye consejeria
antitabáquica breve en el
caso de enfermedades
respiratorias
Diagnóstico y tratamiento
Tratamiento de Depresión
en adolescentes de 15 y mas farmacológico y psicosocial
de la depresión, incluyendo
años Depresión
referencia a especialista
cuando corresponde
Primera acogida a
Acogida y Tratamiento por
adolescentes con problemas
Problemas de Abuso y / o
de Abuso y / o Dependencia
Dependencia de Alcohol y
de Alcohol y Drogas,
Drogas
incluyendo referencia a
tratamiento especializado
Tratamiento por 1° brote de Diagnóstico y Tratamiento
Esquizofrenia
psiquiátrico de adolescentes
con 1° brote de
Esquizofrenia
Tratamiento por
Diagnóstico y tratamiento
Malnutrición
de adolescentes sobrepeso /
obesidad y desnutrición
Tratamiento odontológico
Atención de urgencias
odontológicas
Tratamiento integral en
adolescentes embarazadas
Tratamiento de Epilepsia
Control y tratamiento de
epilepsia no refractarias,
incluye referencia a
especialista
Otro/s
3. Profesionales y técnicos con algunas competencias para atender población adolescente
En la formación de pre grado de las y los profesionales de la salud, los temas referidos al
desarrollo y a los problemas de salud de la población adolescente es muy escasa. Solo el los
últimos años estos temas se están incorporando se están incorporando en forma regular, aun en
forma mas bien superficial en comparación con otros temas. En la formación de post grado, en
cambio, se esta haciendo evidente un interés creciente y no satisfecho de parte de profesionales
que atiende a esta población.
Es un hecho que los Equipos de Atención Primaria están menos familiarizados con la atención de
adolescentes que con la atención de personas de otras edades, porque tasa de morbilidad física y
mental es menor que en otras edades y tasa de consultas por morbilidad menos frecuente.
18
Sin duda, los y las profesionales saben tratar los problemas de salud más frecuentes entre los 10 y
19 años (anexo 1) pero no necesariamente cómo establecer una relación positiva con estas
personas ni una relación de confianza que favorezca el seguimiento de las indicaciones y el
cumplimiento de los controles. En la forma en que se relacionan con las y los adolescentes,
influyen factores personales como las propias experiencias (con frecuencia complejas) como
adolescentes y, especialmente, como padres o madres de adolescentes. También influyen, la
mayoría de las veces en forma involuntaria, los estereotipos de género y formas de relación entre
hombres y mujeres, que fueron aprendidos tempranamente por las y los profesionales. Por otro
lado, los medios de comunicación masivos difunden mucho mas hechos de violencia y de abuso de
sustancias protagonizados por las personas jóvenes que el resto de sus comportamientos. La
tensión entre control y autonomía, propia de la relación de las y los adolescentes y el mundo
adulto favorece que sean percibidos como problemáticas/os.
Es posible que las y los profesionales y técnicos de la atención primaria no estén seguros de cómo
deben tratar a un o una adolescente. Cuando consultan acompañados, suelen considerarlos como
niñas/os y dirigir las preguntas, explicaciones, las indicaciones y prescripciones al adulta/o que
los acompaña. En muchos casos dudan si deben si entrevistarlos y examinarlos solos o
acompañados (en lo que también influye la mayor preocupación actual del abuso sexual). Pueden
impacientarse por la imprecisión del lenguaje o reaccionar críticamente cuando les refieren
comportamientos que consideran irresponsables. A menudo solidarizan con las familias cuando el
o la adolescente refiere conflictos con sus padres. (¿Cómo se puede afirmar esto?)
Si consultan solas/os, suelen tratarlas/os como a cualquier adulta/o, sin considerar
suficientemente la inseguridad y el temor que el o la adolescente pueda sentir, ni que es posible
que las indicaciones les sean ajenas, poco comprensibles y a veces inalcanzables dada su
dependencia económica. Cuando los síntomas no son atribuibles directamente a una patología
específica, suelen sentirse frustrados/as, ya que no tienen claro los límites entre los
comportamientos y emociones propios de la adolescencia y los síntomas de un problema de salud
mental. Un ejemplo son los trastornos depresivos, que a esas edades se presentan a menudo como
formas “encubiertas” por síntomas físicos o malestares diversos.
3.1.
Personalización de la atención
Tal vez lo mas importante, al atender a una o un adolescente, es tener presente las propias
ambigüedades y prejuicios anticipatorios acerca de los problemas o motivaciones por las que la
persona consulta o se somete a un examen preventivo, incluyendo la posibilidad de que no esté
de acuerdo y haya concurrido obedeciendo la indicación de su familia o profesor/a. Es necesario
hacer esfuerzos por que estas actitudes no se expresen en el trato, ya que la empatía inicial es
fundamental para una relación de confianza, particularmente a estas edades.
Es legítimo que las y los adolescente, especialmente las/os menores, manifiesten que se sienten
mas comodas/os siendo atendidas por un/a profesional de su mismo sexo. Esto significa que es
necesario hacer el esfuerzo por que eso ocurra y que cuando no es posible, el o la profesional
deberá esforzarse por considerar esta situación y ser especialmente cuidadosa/o en el trato.
En la relación interpersonal debe expresarse la confianza de la o el profesional de que el o la
adolescente es o llegará a ser capaz de tomar decisiones acertadas respecto a su salud,
incluyendo la salud sexual y reproductiva. En el caso de las mujeres, esto debe ser
necesariamente explicito en el marco de la igualdad de género como certeza y como principio
incuestionable.
19
Con los adolescentes varones es importante facilitar información y motivar el uso de los servicios
preventivos, explicitando que responden a las particularidades de su masculinidad siempre en el
contexto de marco de la igualdad de género.
También es muy importante tener en cuenta que la o el adolescente puede sentirse inseguro y
temeroso por la situación y que una de las formas de controlar estas emociones es mostrase
reticente, negativo e incluso desafiante. Es necesario, a veces, hacer comentarios que expresen
que se comprende esta situación (se que es incómodo, que no es agradable, ¿cierto?; no es fácil
contar estas cosas a alguien que no conoces ¿verdad? etc.)
El esfuerzo de relacionarse positivamente con una o un adolescente no significa, en ningún caso,
dejar de lado el rol de adulta/o, ni utilizar (salvo en el caso de un mayor conocimiento por
atenciones recurrentes) el lenguaje propio de los grupos de adolescentes. En un acto medico, es
necesaria confianza de la persona que es atendida en la capacidad técnica y humana del o la
profesional.
Como parte de las indicaciones debe informarse de la importancia de los controles de salud
preventivos, de ser atendida/o regularmente en un establecimiento que dispone de los
antecedentes clínicos personales y preferentemente, por una o un profesional conocidota
3.2.
Adolescentes que consultan acompañados por un/a familiar
Generalmente son menores de 16 años y con ellas/os es importante establecer - desde el
primer contacto, al saludar y presentarse - que es el o la protagonista de la atención. Las
preguntas, por lo tanto, deben estar dirigidas a la o el adolescente, excepto cuando,
explícitamente, manifieste que la información solicitada la posee la/el adulta/o.
Al momento de realizar el examen físico, debe preguntarse al/la adolescente si desean o no estar
acompañados por el o la familiar presente. En el caso de que opten por que el familiar no este
presente, debe solicitarse la presencia de un/a segunda/o funcionaria/o.
Al informar y explicar las conclusiones del examen o diagnóstico y entregar las indicaciones, debe
hacerse la misma pregunta y dirigirse en primer lugar a el o la adolescente. Siempre preguntar si
la o el adolescente ha comprendido lo que se ha dicho, y responder a las preguntas que pudieran
surgir en ese momento.
3.2. Adolescentes que consultan sin acompañamiento de un/a familiar
Es importante considerar que, a pesar de la autonomía que significa enfrenar sin la compañía de
alguien de la familia, no necesariamente se está frente a una persona a la cual se puede tratar
como un adulto. Son válidas las consideraciones generales para personalizar la atención.
El explicar las conclusiones o diagnóstico y las indicaciones, es importante hacer un esfuerzo por
que sean comprensible para alguien que tiene poca experiencia en estos aspectos, pero que,
seguramente, tiene fuentes de información diversa y distinta a las de las y los adultos.
Debe preguntarse a la o el adolescente con quien comparte o a quien consulta por el cuidado de
su salud y hacer las recomendaciones pertinentes.
20
3.3. Confidencialidad de la atención
Como se ha analizado, existen ambigüedades legales respecto al Respeto a la Autonomía de las y
los adolescentes y su Derecho al Consentimiento Informado y a la Confidencialidad (propia de
toda relación medico – paciente)
El desarrollo de las y los Adolescentes requiere que pongan en práctica su creciente capacidad de
tomar decisiones y de hacerse cargo de las consecuencias de éstas. En el caso de adolescentes
menores o que no están en condiciones de tomar decisiones por si mismos/as, los padres o, en su
defecto, el Estado deben representar sus intereses, reconociendo explícitamente, su dignidad
como persona y la capacidad de autonomía alcanzada.
En adolescentes mayores, se debe reconocer que la o el adolescente o joven tiene derecho a dar
su Consentimiento (o disentimiento) Informado, es decir, a conocer los riesgos y beneficios de las
alternativas terapéuticas y autorizar o no, libremente, la propuesta del / la profesional de salud.
Las y los adolescentes que han alcanzado un capacidad de autonomía suficiente también tienen
derecho, como todo paciente, a la Privacidad y Confidencialidad de la atención. Esta
confidencialidad debe entenderse como el compromiso de que la información entregada por la o
el adolescente, no será informada a sus padres o terceros sin su autorización explicita, salvo que
se esté ante una situación de riesgo para la o el adolescente o terceras personas. Por ejemplo,
ideación o intento de suicidio o agresión.
En el ámbito de la salud sexual y reproductiva, la actual Ley de Delitos Sexuales define los 14
años - anteriormente era de 12 años para las mujeres - como edad mínima para consentir
relaciones sexuales. Esto significa que a partir de esta edad, deben tener acceso a consejeria y a
control de embarazo sin que necesariamente sea acompañada o informados su padres. En cambio,
cuando una niña menor de esa edad presenta un embarazo, y no existe certeza de que el
progenitor es también menor de 14 años, es necesario plantearse la posibilidad de un abuso o
violación. El caso de adolescentes, mujeres u hombres, menores de 14 años, que solicitan
consejería para evitar un embarazo, es importante recomendarles que comuniquen esta situación
a sus padres y preguntar por situaciones que sugieran un posible abuso sexual, pero no
corresponde negarles el acceso a una medida preventiva.
4. Horarios apropiados en función de las actividades habituales de las y los adolescentes y a
las posibilidades del establecimiento
Entre las propuestas realizadas por adolescentes y jóvenes participantes para en las actividades
“Tardes Jóvenes” para mejorar la atención están la de disponer horas médicas y atención un día
determinado sólo y exclusivo para jóvenes y que los horarios para sacar hora médica en el caso de
los estudiantes se acomoden con los horarios de las clases.
Sin embargo, para realizarse un examen de salud preventiva, para acceder a consejeria o para el
control programado por una enfermedad crónica, es muy importante considerar que la actividad
principal de las y los adolescentes es asistir a un establecimiento educacional y secundariamente,
el trabajo. En este sentido disponen de mas facilidades para asistir al consultorio una vez
terminadas estas actividades, después de las 5 de la tarde o sábados por la mañana.
Sin embargo, en las encuestas, las y los adolescentes mayores y jóvenes dicen que prefieren no
coincidir con adultos de la familia o conocidos cuando van al consultorio o centro de salud y que
21
les es mas cómodo encontrase con personas de su edad. En este sentido, concentrar estas
actividades en algunos días y horarios podría aumentar el uso de estos servicios y permitiría
también concentrar las atenciones han algunos profesionales, los mas motivados y con mayores
competencias para atender adolescentes
Para una consulta por morbilidad aguda, como todas las personas, las y los adolescentes deben
concurrir lo antes posible de acuerdo a las posibilidades del establecimiento
5. Espacios físicos amigables para las y los adolescente y en lo posible habilitados con la
participación de organizaciones de adolescente y jóvenes
En la medida en que las condiciones locales, no solo del consultorio, sino de toda la red social,
deberán realizarse esfuerzos compartidos para satisfacer, en alguna medida, las necesidades de
espacios de interacción social entre las y los adolescentes, vinculando esta necesidad a la
oportunidad de acceder a acciones preventivas de salud.
Existen experiencias que han demostrado que es posible, con medidas simples, crear, en los
establecimientos de atención primaria, un entorno mas amigable para las y los adolescentes. Por
ejemplo, utilizando afiches de otros servicios, poniendo un tablero de anuncios con información
local, recomendaciones de películas de cine o televisión, convocando a centros de alumnos u otro
tipo de organizaciones en las que participan, a mejorar este espacio con actividades artísticas.
Independientemente de que el sistema de registro pueda no considerarlo, debe consignar el sexo
de la o el adolescente que recibe cualquier tipo de atención en el establecimiento
ANEXO
FRECUENCIA DE LOS PRINCIPALES CONDICIONANTES DE LA SALUD DE LAS Y LOS ADOLESCENTES
EN CHILE
Alimentación
El 59% de las y los adolescentes consume diariamente frutas y verduras, y una cifra similar,
lácteos.
El 56% consume diariamente comida chatarra y solo el 4% no la consume nunca
Al 59% le preocupa engordar y el 20 % refiere haber hecho una dieta durante el año anterior
El 36% de las embarazadas menores de 20 años es obesa o tiene sobrepeso. La prevalencia de
obesidad y sobrepeso en ellas es menor que en mujeres mayores de 20 años
Actividad física
El 83% de las y los adolescentes mayores de 15 años no realiza actividad física suficiente .
Conducta sexual
En Chile, la edad de inicio de las relaciones sexuales es tiene una clara tendencia al descenso.
En 1994, un 33% de las y los adolescentes de 15 y los 19 años refería haber tenido su primera
relación sexual. En 1997, esta cifra se elevaba al 35% y en el año 2000 al 42% sexuales
Respecto a la edad de inicio las y los adolescentes menores de 15 años son las que muestran
mayores diferencias por nivel socioeconómico, mientras en el nivel bajo el 18% refiere haberse
iniciado, en el nivel medio es el 13% y en el año solo el 5%. Entre los 15 y los 19años, en cambio,
es en el nivel medio la mayor proporción (64%), seguido por el nivel bajo (61%) y el alto el (54%)
22
El 23% de los y las adolescentes sexualmente activos refieren haber utilizado condón en su
última relación sexual y el 41% de éstas/os refiere haber tenido mas de una pareja sexual
1.7 por cada 1.000 niñas menores de 15 años presenta un embarazo y 65.4 de cada 1.000
adolescentes de 15 a 19 años.
Tabaco
El 73 % de los escolares de 8° básico no fuman
El 45% de las mujeres embarazadas menores de 20 años fuma
Alcohol y drogas
Alrededor de 9 de cada 10 adolescentes han probado el alcohol y el tabaco y 3 de cada 10 ha
consumido tranquilizantes. El 12 % ha consumido marihuana alguna vez
El 21 % de los adolescentes y jóvenes reconocer ser bebedor problema y el 9 % de las
adolescentes y jóvenes mujeres lo reconoce. El problema es mayor en los hombres pero el
instrumento EBBA no esta validado para mujeres: de cada 100 adolescentes y jóvenes que refiere
ser bebedores problema 69 son hombres y 31 mujeres36
El 1.6% bebe alcohol diariamente, y el 1.7 consume tranquilizantes. Las y los adolescentes de
Nivel socioeconómico alto refieren en mayor proporción consumo de alcohol, tabaco,
tranquilizantes y estimulantes que las y los de estratos medio y bajo. La pasta base, en cambio,
ha sido consumida muy mayoritariamente por adolescentes de nivel socioeconómico bajo. (26%
v/s 4% en el nivel medio y 15 en el nivel alto). Los motivos para consumir sustancias psicoactiva
que refieren los adolescentes de 15 a 19 años es la curiosidad (43%), el vivir nuevas experiencias
(23%), estar con amigas/os (19%) y solo en un 5 % por problemas.
Violencia
Según estudios nacionales, entre 10.6% a 14.4% de las y los adolescentes refiere haber sufrido
algún grado de maltrato, mayoritariamente principalmente las mujeres. El antecedente de
violencia sexual fluctúa entre 1.1% y el 5.4%, y es mas de tres veces más frecuente en mujeres.
Según las pericias clínicas de sexología forense realizadas por el Servicio Médico Legal, las
diferencias por sexo son mayores en el grupo de 15 a 19 es de 1 alrededor de 10 mujeres por cada
hombre, mientras en el grupo menor de 10 a 14 es solo de 4 mujeres por cada hombre.
Las adolescentes viven Violencia de Género en sus relaciones de pareja. Según la Tercera
Encuesta Nacional de Juventud37, de las personas de 15 a 19 años que mantiene una relación de
pareja, el 19% refiere vivir violencia psicológica y el 5% violencia física en esta relación
Además, una alta proporción de los y las adolescentes esta creciendo y desarrollando su
personalidad y en un hogar el que existe violencia en las relaciones de pareja de los adultos. El
primer estudio realizado en 199238 señaló que solo en el 40% de los hogares no se vive violencia
entre la pareja
PROBLEMAS DE SALUD MAS FRECUENTES EN LAS Y LOS ADOLESCENTES
La población adolescente es, en todo el mundo, el grupo etáreo más sano. En este grupo
ocurren pocas muertes y pocos casos de enfermedad. Sin embargo, en esta edad también se
consolidan hábitos de vida que favorecer o no las enfermedades degenerativas en la edad
adulta y así la discapacidad y la muerte prematura.
Encuesta Calidad de Vida MINSAL – INE 2000
INJUV, 2000
38 “Violencia familiar; la situación de la mujer en Chile"
36
37
23
La Primera Encuesta de Calidad de Vida y Salud - Ministerio de Salud - Instituto Nacional de
Estadísticas – del año 2000 es la fuente mas actual de morbilidad percibida en la población
chilena. En esta encuesta de hogares, una persona, la mas capacitada para hacerlo, informaba de
la salud de todos los miembros de la familia.
Problemas agudos de salud
Los síntomas agudos percibidos por las y los adolescentes, en las dos semanas previas a la
encuesta39, los mas frecuentes fueron la Gripe, Fiebre, Dolor de cabeza, Alergias, Problemas
dentales y Diarrea. En general, son mas frecuentes en las y los adolescentes menores de 15 años
que en las y los mayores de esta edad, excepto los dolores de cabeza, de espalda y problemas de
los nervios .
Enfermedades crónicas
Las enfermedades crónicas que mas frecuentemente habrían sido diagnosticadas alguna vez por
un profesional de la salud en adolescentes son las enfermedades respiratorias.
Prevalencia de Enfermedades crónicas según tipo y grupos de edad
Enfermedad crónica diagnosticada
10-19 años %
población total %
Enfermedad respiratorias crónica
7.11
4.35
Presbicia, astigmatismo, miopía
1.29
6.26
Sobrepeso u obesidad
1.79
3.31
Otro problema grave al corazón
1.00
2.69
Epilepsia
0.54
1.14
Ulcera gástrica, duodenal
0.13
2.54
Depresión
0.11
3.71
De las personas de 10 a 19 años que refieren presentar una enfermedad crónica diagnosticada
alguna vez por un profesional de salud, el 56.4 son mujeres y el 43.6 son hombres. Esta diferencia
entre hombres y mujeres es bastante menor que a edades mayores.
Problemas y enfermedades de Salud Mental
Existen pocos estudios que den cuenta de la parevalencia de enfermedades mentales en el grupo
etáreo de 10 a 19 años. Para el grupo de 15 a 24 años, las prevalencias encontradas por un
estudio realizado40 por la Universidad de Chile, sobre la situación de la salud mental de los
jóvenes urbanos son las siguientes:
Trastornos afectivos
8.76 %
Trastornos ansiosos / somatomorfos
6.57 %
Abuso/dependencia de alcohol y drogas
6.57 %
Estrés postraumático
2.19 %
Trastornos Esquizofrénicos
1.09 %
Síndrome orgánico cerebral
1.46 %
Personalidad antisocial
1.46 %
A estas edades son mas fumadores los hombres ( 61%) que las mujeres (47%) y de los estratos
socioeconómicos bajos y urbanos. A pesar de ser mas activos que las mujeres, pueden ser
calificados de sedentarios (menos 30´ de ejercicio 3 veces semana) el 77% de los hombres (y el
88% de las mujeres), especialmente de estratos socioeconómicos bajos
39
40
Encuesta de Calidad de Vida y Salud – MINSAL – INE - 2000
Prevalencia (%) de trastornos psiquiátricos en jóvenes de 15 a 24 años de diez comunas de Santiago, 1994. INJUV
24
Como es evidente, el riesgo cardiovascular es mas alto también en los hombres jóvenes (27.3%)
que en las mujeres jóvenes (23.9 %), pero esta diferencia es mucho mayor respecto al riesgo
cardiovascular muy alto (6.1% en hombres y 1.8% en mujeres) Mas del 6% de los hombres jóvenes
y prácticamente ninguna mujer presenta riesgo alto o muy alto (entre un 10 a un 20% de
posibilidades) de sufrir un evento cardiovascular en los próximos 10 años (Riesgo Framingam)
Enfermedades de transmisión sexual
En Año 2000, de todas las personas notificadas por los centros centinela Enfermedades de
Transmisión Sexual, el 12,2 % corresponden a edades entre 15 y 19 años, en un 72.8 %,
mujeres yen un 27.2%, hombres.
La tasa de presentación de ETS en este grupo de edad es de 94.7 x100.000 habitantes, con
importantes diferencias por sexo. La tasa en mujeres es de 137.0 x100.000 hab. y de 51.9
x100.000 hab. en hombres.
La patología mas frecuente en hombres es condiloma ( 39.7% ), seguida por sífilis ( 23.5% ) y
gonorrea (19.1% ). Las "uretritis" sumadas, representan sumadas el 32.3% de los casos notificados.
En las mujeres, el condiloma representa el 50.0% de los casos notificados, seguido a mucha
distancia por sífilis con el 12.6% y candidiasis genital con el 11.5%. El condiloma acuminado es la
ETS más frecuente en adolescentes, lo que puede ser una de las explicaciones para la alta
incidencia de cáncer cérvico -uterino que se presenta en nuestro país. Dada su importancia, es
necesario realizar estudios de serotipificación de virus papiloma humano (VPH) en nuestra
población.
Del total de infectados por VIH notificados, desde 1987 al 30 de junio de 1998 (3.395 casos), el
3,9 % (132) corresponden a adolescentes. De esos 132 infectados por VIH notificados en
adolescentes el 24,2 % corresponden a mujeres (32) y el 75,8 % a hombres (100), el 46,2 % de
estos casos se encuentra en la región metropolitana.
ENCUESTA NACIONAL DE SALUD CHILE 2003
Si bien la encuesta NACIONAL DE SALUD CHILE 2003, aplicada a una muestra representativa a
nivel nacional y regional (3.619 personas, 45.5 % hombres, 12% menores de 25 años, 63% entre 25
y 64 años 35% mayores de 65 años) para estudiar 18 condiciones de salud (preguntas especificas,
mediciones y exámenes de laboratorio), no permite conocer las prevalencias en el tramo etareo
de 10 a 19 años, los resultados EN POBLACION JÓVEN (personas de 17 a 24 años) son interesantes
para las acciones de detección de riesgo y problemas de Salud en adolescentes.
Respecto a la salud cardiovascular, mas hombres (7.7%) que mujeres (3.5%) de las mujeres
presenta hipertensión al examen, si bien solo el 2.1% estaba en tratamiento por esta causa.
Las mujeres presentan con mas frecuencia sobrepeso (20%) que los hombres (14%), sin diferencias
por nivel educacional. Por el contrario, son obesos el 10% de los hombres y el 7% de las mujeres y
la frecuencia es mayor en niveles educacionales y socioeconómicos mas bajos y rurales
A estas edades son mas fumadores los hombres ( 61%) que las mujeres (47%) y de los estratos
socioeconómicos bajos y urbanos. A pesar de ser mas activos que las mujeres, pueden ser
calificados de sedentarios (menos 30´ de ejercicio 3 veces semana) el 77% de los hombres (y el
88% de las mujeres), especialmente de estratos socioeconómicos bajos
25
Como es evidente, el riesgo cardiovascular es mas alto también en los hombres jóvenes (27.3%)
que en las mujeres jóvenes (23.9 %), pero esta diferencia es mucho mayor respecto al riesgo
cardiovascular muy alto (6.1% en hombres y 1.8% en mujeres)
Mas del 6% de los hombres jóvenes y prácticamente ninguna mujer presenta riesgo alto o muy alto
(entre un 10 a un 20% de posibilidades) de sufrir un evento cardiovascular en los próximos 10 años
(Riesgo Framingam)
En cuanto a la depresión y a pesar de que el la población total, la depresión es mucho mas
frecuente en mujeres que en hombres, entre los 17 y 24 años, su frecuencia es igual en ambos
sexos. El 22,4% de los hombres y el 23,4% de las mujeres jóvenes refiere haber presentado
depresión en el último año. Esta situación se correlaciona con peor calidad de vida (calidad de
vida buena o muy buena en el 42% de las personas con depresión y en el 74% de los que no la
presentan y calidad de vida mala en el 14% v/s 2.6% respectivamente), es mas frecuente en
personas de estratos socioeconómicos mas altos y residentes en zonas urbanas. Otra dato
interesante es que los hombres jóvenes con depresión consultan mas que los hombres de mayor
edad, aunque lo hacen todavía mucho menos que las mujeres de su misma edad (26.6% v/s
41.1%) y que mostraron mas tendencia consultar las personas con mas baja escolaridad
Los hombres, especialmente de estratos mas bajos, sufren el doble de enfermedades respiratorias
crónicas que las mujeres (24.7%
12.4)
Las molestias digestivas son mas frecuentes en mujeres que hombres jóvenes, pero respecto al
Colon Irritables, esta diferencia es escasa (14.5% de los hombres y 17.1% de las mujeres de 17 a
24 años). Las mujeres jóvenes sufren molestias articulares mas que los hombres (35,5% v/s
22.3%). Solo el 61% de las personas de 17 a 24 años tiene dientes totales
PREVALENCIA DE DISCAPACIDAD EN ADOLESCENTES
Entre los 10 y los 19 años, la discapacidad afecta por igual a hombres y mujeres
Según el Censo del año 2002, existen 12.905 mujeres adolescentes y 17.214 hombres adolescentes
con una discapacidad. De ellos y ellas, 15.304 tienen de 10 a 14 años y 14.815 tienen de 15 a 19
años.
La Primera Encuesta de Calidad de Vida y Salud – MINSAL – INE – 2000, el 11% de las y los
adolescentes presenta al menos una dificultad discapacitante, lo que es menos de la mitad del
26% de la población total que la presenta. La mayor frecuencia de dificultad referida fue para
ver, oír, hablar y viajar
Estudiar, recrearse y dormir o descansar son las actividades cotidianas en las que se expresan las
dificultades de la vida cotidiana que tiene las y los adolescentes con alguna discapacidad.
26
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