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QUE REFORMA Y ADICIONA EL ARTICULO 223 DEL CODIGO PENAL FEDERAL; Y REFORMA LA
FRACCION I Y ADICIONA UN INCISO 16 A LA FRACCION PRIMERA DEL ARTICULO 194 DEL
CODIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES, PARA ESPECIFICAR LOS SUPUESTOS DEL
PECULADO, PRESENTADA POR EL DIPUTADO NESTOR VILLARREAL CASTRO, DEL GRUPO
PARLAMENTARIO DEL PAN.
El suscrito, diputado federal integrante del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional en la Cincuenta y
Ocho Legislatura del Congreso de la Unión, con fundamento en lo dispuesto en el artículo setenta y uno,
fracción segunda, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, me permito presentar la
siguiente iniciativa de decreto que reforma y adiciona el artículo doscientos veintitrés del Código Penal Federal,
reforma la fracción primera y adiciona un inciso al artículo ciento noventa y cuatro del Código Federal de
Procedimientos Penales, al tenor de la siguiente
Exposición de Motivos
En su esencia jurídica, el peculado consiste en la distracción de bienes, valores o fondos públicos que, para usos
propios o ajenos, realice un funcionario público, empleado o encargado de la custodia, administración o
aplicación que, por su carácter, le han sido confiados.
El peculado es una infracción de la misma naturaleza que el abuso de confianza, pero se le ha tipificado
especialmente por tres motivos principales: a) por su carácter público; b) para reprimirla con mayor severidad;
y c) para demarcar su persecución de oficio.
Comprendido en el título De los Delitos Cometidos por los Servidores Públicos, el peculado mina la confianza
de la ciudadanía en las instituciones, lastimando seriamente la estructura social porque vulnera el Estado de
derecho. La sociedad reclama certidumbre en el manejo eficiente, eficaz y honrado de la administración
pública, reclamo justificado porque ella aporta los recursos para satisfacer los objetivos a que estén destinados,
en provecho, al final de cuentas, de la población mexicana.
La eficiencia es la obligación que tiene el servidor público de administrar los medios con que se cuenta para
alcanzar un objetivo predeterminado; es requisito para evitar o cancelar dispendios y errores; y se complementa
con la eficacia, o sea, la capacidad para cumplir las metas en el lugar, tiempo, calidad y cantidad.
Sin embargo, una seductora tentación que provoca el hecho de la disposición de bienes y recursos que han sido
confiados es la posibilidad de su distracción para obtener beneficios propios o ajenos, en cuyo caso sería más
perjudicial cuando esa distracción fuera para propósitos electorales.
Este delito no se realiza en contravención de una simple institución jurídica abstracta, sino que el acto es contra
todas las personas que forman la nación. Por ello, el objeto de la tutela penal es la protección de los derechos
que los ciudadanos tienen sobre los bienes y recursos públicos, los cuales son patrimonio de los mexicanos.
El establecimiento de un régimen jurídico adecuado de responsabilidades de los servidores públicos ha sido una
preocupación constante en los sistemas democráticos constitucionales y una de las características esenciales del
Estado de derecho para evitar la impunidad y abusos en el poder. Salvaguardar la legalidad, la honradez, la
lealtad y la eficiencia de quienes ostentan cargos, empleos o comisiones públicos es la finalidad de las
sanciones legales contra los responsables por actos u omisiones delictuosos en que incurran en el desempeño de
sus funciones.
El sistema jurídico penal tiende verdaderamente a aumentar el grado de solidaridad y desarrollo moral de la
sociedad en la medida que se adecue para garantizar que la ésta no se vea desvalida frente a los actos delictivos
y a la impunidad, con más razón en el actual proceso de consolidación democrática del país, la cual implica
honradez y transparencia en el ejercicio de la función pública.
Desgraciadamente, se ha visto en muchas ocasiones a funcionarios de alto nivel que han cometido el delito de
peculado distrayendo montos considerables.
Con objeto de determinar un criterio adecuado sobre las consecuencias del delito de peculado, es de
importancia tomar en cuenta el monto de lo distraído o de los fondos utilizados indebidamente, separando su
equivalente en veces salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal, el cual señala la magnitud del daño
ocasionado, separando tres supuestos: a) cuando no exceda de 500 veces; b) cuando exceda de 500, pero no de
cinco mil veces; y c) cuando exceda de cinco mil veces el equivalente al salario mínimo diario vigente del
Distrito Federal.
Lo anterior, para definir con más precisión los supuestos delictivos con base en el grado de daño causado por el
agente, tomando en cuenta las cantidades sustraídas en el caso del delito de peculado. Por tanto, es necesario
prever los casos en los en que dichas cantidades signifiquen montos considerables. Dado que este delito es de
resultados, es importante aplicar criterios cuantitativos adecuados en las sanciones. Por este motivo, se propone
la adicción de un tercer párrafo al artículo 223 del Código Penal Federal que complemente los dos primeros,
con objeto de que queden bien especificados los distintos supuestos delictivos del peculado.
La imposición de prisión se correlaciona con el daño causado, conservándose de tres meses a dos años cuando
no se exceda de quinientas veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal o no sea valuable;
cuando exceda esa cantidad y no sobrepase los cinco mil salarios, se impondrán de dos a siete años; y cuando
exceda los cinco mil salarios, la prisión será de siete a catorce años.
Con relación a las sanciones económicas, se atiende la necesidad jurídica de congruencia con el artículo 113 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por cuanto a que éstas se fijen de acuerdo con los
beneficios económicos obtenidos por el responsable y por los daños y perjuicios causados al cometer el delito
del peculado, pero que no podrán ser superiores a tres tantos de esos beneficios, eliminando el señalamiento del
código vigente en cuanto a la aplicación de multas en veces salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal.
La inhabilitación es una de las consecuencias del acto delictuoso, pues el servidor público o agente que lo
comete se hace acreedor a la pérdida de la confianza, con mayor razón en el peculado, pues al cometerlo el
agente se aprovecha de los bienes y recursos públicos que ha recibido en administración, en depósito o por otra
causa, motivo por el cual la inhabilitación se establece también, en correlación con el monto del daño causado:
a) En el primer supuesto mencionado, en cuanto al monto del daño causado, la inhabilitación mínima se
establece en seis meses.
b) En el segundo caso, la inhabilitación será de dos a nueve años.
c) Cuando el daño sea superior a dos mil salarios, de nueve a dieciséis años de inhabilitación.
En el primer caso, se considera que la inhabilitación mínima vigente es insuficiente; en el segundo y tercer
casos, la inhabilitación máxima es superior a la pena de prisión debido a que la pérdida de confianza es un
motivo más que suficiente para desalentar que servidores públicos que han cometido el delito de peculado
tengan la posibilidad de volver a ocupar otro cargo, empleo o comisión públicos.
Por otra parte, en el artículo 194 del Código Federal de Procedimientos Penales se adicionan las conductas
típicas consideradas graves, sin que tengan el beneficio previsto en el artículo 20 constitucional de la libertad
provisional para los efectos del proceso penal. Se considera por la doctrina jurídica que los "delitos graves" son
aquellos en que el indiciado o, en su caso, el procesado no obtiene el beneficio referido en el citado artículo
constitucional; o aquellos cuya sanción consiste en lo establecido por el artículo 22 de la propia Constitución; o
aquellos que sean determinados como tales por la ley; o bien, que es atribución del Congreso de la Unión
proceder casuísticamente para calificar la gravedad, atendiendo a las circunstancias del caso concreto y al delito
cometido.
En el caso del delito de peculado, es incongruente e injusto que los servidores públicos que lo cometen tuviesen
un trato más benévolo que el que se otorga a los autores de otros delitos patrimoniales, como el robo calificado
y el de vehículo, que son considerados delitos graves, además que, de acuerdo con el artículo 128 de la
Constitución Política, "todo funcionario público, sin excepción alguna, antes de tomar posesión de su encargo,
prestará la protesta de guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen", y de la obligación que se
establece en el artículo 134 del mismo ordenamiento, que se refiere a la administración de los recursos
económicos con eficiencia, eficacia y honradez, y aun así hayan distraído bienes, valores, recursos en provecho
propio o ajeno, cabe considerar delito grave su conducta en los casos en que el monto del daño causado sea
superior al equivalente a las cinco mil veces el salario diario vigente en el Distrito Federal.
El criterio de considerar delito grave el peculado que se cometa en el monto superior al señalado es con la
finalidad de evitar posibles perjuicios a los agentes que obtengan beneficios menores del mismo, pues podría
obedecer más a algunos errores administrativos y se perdería el objetivo de sancionar con mayor severidad a
quienes realmente ven en la administración pública la oportunidad de aprovechar el patrimonio de la nación
para enriquecerse.
Por otro lado, aunque la devolución de lo substraído repare el daño, no por ello se repara la acción de la
conducta por el incumplimiento de los deberes de lealtad a la patria y a la Constitución que se protesta guardar,
por lo que su tipificación como delito grave tiende a evitar la impunidad y a fortalecer al Estado de derecho.
Compañeros diputados:
Cuando algún servidor público realiza una conducta delictiva para beneficiarse a costa de bienes que pertenecen
al Estado, se ofende a toda la sociedad, minimiza la confianza hacia las instituciones, cunde el mal ejemplo y se
afectan los aspectos social, político y económico del país.
En el ámbito de nuestra competencia, tenemos la responsabilidad de hacer lo que nos corresponde para regresar
la confianza a la sociedad en las instituciones públicas.
El planteamiento de Acción Nacional a esta reforma penal es un asunto que los ciudadanos mexicanos
demandan y que por su importancia es prioritario y urgente resolver en este periodo ordinario de sesiones.
Los invito a apoyar la propuesta, pues con ella estamos propiciando un cambio significativo para la buena
marcha de la administración pública.
Por lo anteriormente expuesto y fundado, me permito presentar a esta soberanía la siguiente
Iniciativa de decreto que reforma y adiciona el artículo 223 del Código Penal Federal, reforma la
fracción primera y adiciona un inciso 16) a la fracción primera del artículo 194 del Código Federal de
Procedimientos Penales.
Artículo Primero. Se reforman los dos últimos párrafos y se adiciona un último párrafo al artículo 223 del
Código Penal Federal, para quedar como sigue:
Art. 223.- ...
I. a IV. ...
Cuando el monto de lo distraído o de los fondos utilizados indebidamente no exceda del equivalente de
quinientas veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal en el momento de cometerse el
delito, o no sea valuable, se impondrán de tres meses a dos años de prisión, multa equivalente de la
mitad a tres tantos del beneficio obtenido, destitución de empleo e inhabilitación de seis meses a dos
años para desempeñar otro empleo, cargo o comisión públicos.
Cuando el monto de lo distraído o de los fondos utilizados indebidamente exceda de quinientas y no
exceda de cinco mil veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal en el momento de
cometerse el delito, se impondrán de dos a siete anos de prisión, multa equivalente de uno a tres
tantos del beneficio obtenido, destitución de empleo e inhabilitación de dos a nueve años para
desempeñar otro empleo, cargo o comisión públicos.
Cuando el monto de lo distraído o de los fondos utilizados indebidamente exceda de cinco mil
veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal en el momento de cometerse el delito,
se impondrán de siete a catorce años de prisión, multa equivalente de uno a tres tantos del
beneficio obtenido, destitución de empleo e inhabilitación de siete a dieciséis años para
desempeñar otro empleo, cargo o comisión públicos.
Artículo Segundo. Se reforma la fracción I y se adiciona una fracción 16 al artículo 194 del Código Federal de
Procedimientos Penales, recorriéndose en su orden los siguientes incisos de dicha fracción, para quedar
redactado de la siguiente manera:
Art. 194. ...
I.- Del Código Penal Federal, los delitos siguientes:
1).- a 15).- ...
16).- Peculado previsto en el artículo 223, en su último párrafo.
17).- falsificación y alteración de moneda... a 34).- ...
Transitorio
Unico. El presente decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la
Federación.
Palacio Legislativo de San Lázaro, a 12 de diciembre de 2002.
Dip. Néstor Villarreal Castro (rúbrica)
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