Poder Judicial de la Nación 2010 - Año del Bicentenario Causa n° 43.534 “Granillo Ocampo, Raúl s/ casación” Juzg. Fed. n° 2 - Sec. n° 3 Reg. n° 607 //////////////nos Aires, 28 de junio de 2010.Y VISTOS Y CONSIDERANDO: El Dr. Eduardo R. Freiler dijo: Vuelven las presentes actuaciones a conocimiento del Tribunal en virtud del recurso de casación deducido a fojas 131/50 del presente USO OFICIAL incidente por los Dres. Bertorello y Granillo Fernández, en representación de Raúl Granillo Ocampo, contra la resolución de fecha 30 de abril del año en curso -glosada a fojas 126/vta. El ordenamiento procesal exige, para que se torne procedente la impugnación mediante la vía intentada, que se verifiquen las exigencias previstas en el artículo 457, relativas a la naturaleza de la resolución recurrida, como así también que los agravios introducidos se sustenten en alguno de los supuestos establecidos en el artículo 456 -inobservancia o errónea aplicación de la ley sustantiva, o inobservancia de normas procesales fijadas bajo pena de inadmisibilidad, caducidad o nulidad-, extremos que no se han verificado en el caso sub examine. La decisión contra la que se dirige el recurso -rechazo de un planteo de prescripción- no integra el elenco de aquellas enumeradas en el artículo 457 del Código adjetivo, toda vez que no se trata de una sentencia definitiva ni equiparable a ella por sus efectos. Resulta de utilidad recordar la tradicional jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que ha negado tal carácter a aquellas resoluciones que generan la obligación de continuar sometido a un proceso criminal (Fallos 295:504; 298:408; 308:1667; 310:195; 311:1781, entre otros). La Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal ha resuelto, específicamente, que “la resolución cuestionada que confirmó la decisión del magistrado instructor por la que se rechazó el planteo de prescripción de la acción penal no puede ser impugnada por la vía del recurso previsto en el art. 456 del rito. Debe recordarse que, en forma inveterada, este Tribunal lleva dicho que el ordenamiento procesal establece una limitación objetiva para la procedencia del recurso de casación que, en lo sustancial, exige que se trate de hipótesis que revistan la calidad de sentencia definitiva o equivalente, entre las que o se encuentra, en principio, la aquí cuestionada” (C.N.C.P., sala III, c. 6396, “Criado, Mario D. s/ casación”, reg. 1138, rta. 15/12/2005). Resta señalar que no se advierte -ni los incidentistas han demostrado suficientemente- la existencia de un perjuicio de imposible, deficiente o tardía reparación ulterior causado por la resolución impugnada que revista el carácter excepcional que, de acuerdo a la doctrina de nuestro máximo Tribunal, autorice a apartarse del principio general aludido precedentemente (en este sentido, ver C.S.J.N., “Di Nunzio, Beatriz Herminia s/ excarcelación”, causa n° 107.572, rta. el 3/05/05, entre otras). En lo concerniente a este último punto debe señalarse que las manifestaciones del impugnante en cuanto a que el gravamen irreparable se habría configurado en razón de que, a raíz de lo decidido, su defendido se ve obligado a continuar sometido a proceso aún cuando la acción penal estaría prescripta, no alcanzan a satisfacer tal exigencia. Más allá de lo expuesto, corresponde aclarar que las consideraciones vertidas por los recurrentes, concernientes a las alegadas falta de imparcialidad del Magistrado de primera instancia y arbitrariedad de la medida cautelar por él decretada, a la pretendida inconstitucionalidad del otorgamiento a la Oficina Anticorrupción del rol de parte querellante y a la crítica que dirigen tanto a la valoración probatoria como a la significación jurídica aplicada a los hechos pesquisados en el auto de procesamiento de su asistido, no serán analizadas aquí toda vez que se trata de defensas de fondo, o bien de pretensiones diferentes que no encuentran vinculación con la controversia que aquí se ventila, que deberán ser planteadas por la vía correspondiente. El Dr. Mario Filozof dijo: Que debo coincidir con el voto que encabeza la encuesta, mas me permito glosar que los fundamentos y conclusiones coinciden con lo ya Poder Judicial de la Nación 2010 - Año del Bicentenario sostenido en reiteradas oportunidades. Así en la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital por la Sala VI, in re c.38.933 del 20 de abril, 38.533 del 2 de febrero, 38.612 del 17 de febrero, 38.655 del 26 de abril, 38.704 del 10 de marzo, 38722 del 12 de marzo, 38.633 del 16 de abril, todas del 2010 año del bicentenario, por citar solo algunas. A continuación habré de plagiar algunos párrafos de aquellas resoluciones que vienen a cuento de la presente. “El pronunciamiento que se pretende atacar no es de aquéllos contempladas en el art. 457 del Código Procesal Penal de la Nación a cuyo respecto está prevista la vía casatoria. Ello así pues, el auto que decreta el USO OFICIAL procesamiento sin prisión preventiva del imputado, no puede equiparse a sentencia definitiva pues lejos de definir la situación procesal de éste se regulariza frente a la imputación que se le endilga con los resultados del artículo 306 del mencionado cuerpo normativo (C.C.C., Sala VI, causa nº 30.628, “Cabrera, Roque D. y otro s/casación”, rta. 28/08/07, causa nº 33.816 “Caffiero Bergonzi, Nazareno Samuel y otro s/casación”, rta. 25/02/08, ente otras).-” “Sin perjuicio de ello, cabe aclarar que el decisorio puesto en crisis cuenta con los fundamentos necesarios y los elementos de juicio aparecen ligados lógica y racionalmente a la conclusión alcanzada, lo que pone de manifiesto el cumplimiento del principio de razón suficiente no advirtiendo, en la sentencia recurrida, arbitrariedad alguna.-” “En este sentido, nuestro máximo Tribunal sostuvo que “la doctrina de la arbitrariedad de sentencias tiene un carácter excepcional e impone un criterio particularmente restrictivo para examinar su procedencia no autorizando la apertura de la vía casatoria por este motivo en casos como éste en que la decisión recurrida cuenta con argumentos suficientes y se encuentra sustentada en una razonable valoración de las constancias de la causa para arribar al resultado” (C.C.P., Sala II, causa nº 6566, “Bordoneschi, jorge y otro s/recurso de casación”, rta. 22/08/07 citado en C.C.C., Sala VI, causa nº 36.889, “Malato, Cristina Fabiana s/casación”, rta. 13/03/09).-” “…sólo puede revisar este tipo de cuestiones, si se demuestra que el juicio formulado por el Tribunal de mérito importa un despropósito, una arbitrariedad intolerable o un grave quebrantamiento de los principios lógicos, lo que debe ser apreciado con criterio restrictivo (C.N.C.P., Sala III, causa nº 5161, “Acosta, María Estela y otros s/casación”, rta. 9/12/04), lo que no se verifica en el caso…”.“La Cámara Nacional de Casación Penal ha sostenido que “queda excluido de la casación todo lo que se refiere a la valoración de los elementos de prueba y a la determinación de los hechos. Así, resulta improcedente por esta vía -que no es una segunda instancia- provocar un nuevo examen crítico de los medios probatorios que dan base a la sentencia, toda vez que el valor de las pruebas no está prefijado o predeterminado de antemano, correspondiendo al tribunal de juicio determinar el grado de convencimiento que aquéllas pueden producir, sin que tenga el deber de justificar por qué da mayor o menor mérito a un prueba que a otra” (C.N.C.P., Sala III, causa nº 5353, “Maldonado, Mauricio s/recurso de casación”, rta. 25/04/05).-” “Tampoco es aplicable a este caso el precedente de nuestro máximo Tribunal, sentado en el fallo “Casal, Matías”, rto. 20/09/2005, ya que si bien a partir de su doctrina se determinó que la Cámara Nacional de Casación Penal deberá analizar el plexo probatorio recabado, lo cierto es que ello sólo sucederá cuando, con anterioridad y en la misma causa, ningún Tribunal Superior haya revisado la valoración probatoria. La idea del fallo citado es que exista al menos una magistratura que inspeccione lo evaluado en materia de hecho y prueba por otro de inferior jerarquía. Por ello, si la Cámara de Apelaciones cumplió con tal exigencia, asegurando así la doble instancia, no es factible, acceder a la casación por dicha vía (ver en este sentido C.C.C., Sala VI, causa nº 33.800, “Wyler, Francisco y otro s/casación”, rta. 12/02/08, en la que se cita C.C.C., Sala V, causa nº 29.34, “Morrone, Roque y/otro s/ casación”, rta. 7/08/06).-” “…el pronunciamiento atacado no es de aquéllos contemplados en el artículo 457 del código adjetivo que establece cuales son las resoluciones pasibles del remedio de excepción, mencionando a las sentencias definitivas que “… pongan fin a la acción, a la pena, o hagan imposible que continúen las actuaciones o denieguen la extinción, conmutación o suspensión de la pena…”.- Poder Judicial de la Nación 2010 - Año del Bicentenario Tal carácter final, según equiparación de Lino Enrique Palacio en “Los recursos en el proceso penal”, Editorial Abeledo-Perrot, año 1998, pág. 74, se caracteriza por la particularidad de que el decisorio defina una cuestión poniendo término al debate, o bien impida continuar con la discusión del punto, o que cause un agravio de imposible o insuficiente reparación ulterior (conf. Clariá Olmedo “Tratado de Derecho Procesal Penal”, tomo V, año 1964, pág. 546, y Lino Enrique palacio, “El recurso extraordinario federal”, año 1992, pág. 76). En suma, el concepto de sentencia definitiva está ligado a la irreparabilidad del perjuicio (conf. N. J. Lugones y S. O. Dugo “La Casación penal y el Recurso Extraordinario”, año 1993, pág. 279). El progreso del recurso está directamente vinculado -y supeditado- a la posibilidad de que el agravio del USO OFICIAL impugnante no pueda ser eficazmente atendido en una ulterior oportunidad procesal.“Por su parte la doctrina ha señalado que son sentencias definitivas las que “dirimen la controversia poniendo fin al pleito o haciendo imposible su continuación” (Imaz y Rey, “El recurso extraordinario”, págs. 197/198, 2ª Edición actualizada, Buenos Aires 1962).En consecuencia corresponde rechazar con costas el recurso interpuesto.El Dr. Jorge Luis Rimondi dijo: No puedo más que coincidir con mis colegas preopinantes. Una detenida lectura de la presentación recursiva permite concluir que la casación interpuesta debe ser declarada inadmisible. Con expresa remisión a los fundamentos de los votos precedentes, en honor a la brevedad, es dable afirmar que la resolución recurrida no integra el catálogo de las que resultan criticables por la vía pretendida, dado que no es una sentencia definitiva y no puede ser equiparada por sus efectos, que los agravios no encuentran fundamento en ninguno de los dos incisos del art. 456, Cód. Proc. Penal, no presentando la cuestión los elementos que hagan de aplicación ni la doctrina de la arbitrariedad ni la de la gravedad institucional, como alega la parte recurrente. Frente a ello, solo cabe agregar que en el caso y con la intervención de esta sala se ha visto satisfecha la garantía de la doble instancia de acuerdo a los parámetros fijados por la Corte Suprema en su precedente Casal. El resto de las cuestiones introducidas en la argumentación y que no hacen al recurso deducido, deberán articularse por las vías correspondientes. En consecuencia, adhiero a la propuesta de mis colegas y emito mi voto por declarar inadmisible el recurso de casación deducido por la defensa de Raúl Granillo Ocampo, con costas por no encontrar motivo para apartarme del principio general que rige la materia (art. 531, Cód. Proc. Penal). En virtud de lo expuesto en los párrafos que anteceden, el Tribunal RESUELVE: DECLARAR INADMISIBLE el recurso de casación introducido a fojas 131/50 del presente incidente (arts. Lozano (arts. 457 y 464 del Código Procesal Penal de la Nación). Regístrese, hágase saber al representante del Ministerio Público Fiscal y devuélvase a la anterior instancia, a fin de que se practiquen el resto de las notificaciones de rigor. Sirva la presente de atenta nota de envío.- FDO: EDUARDO R. FREILER – MARIO FILOZOF – JORGE LUIS RIMONDI ANTE MÍ: SEBASTIAN CASANELLO