Recurso de inconstitucionalidad por omisión

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TDOC
REMI
DEST
UBIC
TITL
Oficio
Fiscal General de la República
FGR
Tribunal Supremo de Justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativa
Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2006-17616
FECHA:20060316
Recurso de inconstitucionalidad por omisión legislativa interpuesto
por el abogado José Fernando Núñez, actuando en nombre propio,
en virtud de la omisión en que ha incurrido la Asamblea
Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, “al no haber
dictado en el plazo que le señala en la Disposición Transitoria
Cuarta, numeral 5, del Texto Constitucional, las normas necesarias
para concretar el cumplimiento de la programación establecida en el
artículo 272 ejusdem.”
FRAGMENTO
“I ANTECEDENTES / En fecha 8 de julio de 2004, el abogado José Fernando Núñez,
interpuso ante la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, recurso de
inconstitucionalidad por omisión legislativa en contra de la Asamblea Nacional de la
República Bolivariana de Venezuela, `al no haber dictado en el plazo que se señala en la
Disposición Transitoria Cuarta, numeral 5, del Texto Constitucional, las normas necesarias
para concretar el cumplimiento de la programación establecida en el artículo 272
eiusdem´. / En fecha 4 de agosto de 2004, el Juzgado de Sustanciación de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, admitió el recurso de inconstitucionalidad
por omisión legislativa, y ordenó la notificación del Fiscal General de la República, a tenor
de lo dispuesto en el artículo 21 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la
República Bolivariana de Venezuela. Dicha notificación se efectuó en fecha 17 de agosto
de 2004, correspondiendo de esa manera la presentación del siguiente informe del
Ministerio Público. / II FUNDAMENTOS DEL RECURSO / El recurrente fundamenta el
recurso de inconstitucionalidad por omisión legislativa en los siguientes alegatos: /
Sostiene que la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela ha incurrido
en una omisión inconstitucional al no haber dictado en el plazo que se señala en la
Disposición Transitoria Cuarta, numeral 5, del Texto Constitucional, las normas necesarias
para concretar el cumplimiento de la programación establecida en el artículo 272 de la
Carta Magna. / En este sentido, expone que el sistema judicial a que se refiere el
encabezamiento del numeral 5, de la Disposición Transitoria Cuarta del Texto
Constitucional, está contemplado en el artículo 253 eiusdem, que prevé dentro del sistema
de justicia, el sistema penitenciario, por lo que de ambas disposiciones se colige que
dentro del primer año de vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, debió haberse dictado la legislación que implementaría la puesta en efectiva
vigencia de la garantía establecida en el artículo 272 constitucional. / Seguidamente, el
accionante formula algunas consideraciones relacionadas con la situación actual del
sistema penitenciario en nuestro país y de sus necesidades, argumentando que ya cerca
de cumplirse cinco (5) años de la promulgación del Texto Constitucional, no ha sido
creado un ente autónomo penitenciario, no existen servicios de asistencia postpenitenciaria y otras múltiples deficiencias, por lo que no se ha comenzado el proceso de
implementación de la extraordinaria norma constitucional venezolana, el artículo 272,
consagratorio de un moderno y avanzado régimen penitenciario. / Petitorio del recurrente.
/ En ese orden de ideas, el accionante solicita a la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia que declare la omisión inconstitucional del ente legislativo y que
simultáneamente establezca un plazo y los lineamientos para su corrección, en los
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siguientes términos: / 1. La promulgación del Código Orgánico Penitenciario en el plazo
máximo de treinta (30) días continuos a partir de la declaratoria con lugar de esta solicitud.
/ 2. La creación, en el plazo de treinta (30) días continuos contados a partir de la
declaratoria con lugar de esta solicitud, del ente autónomo penitenciario, mediante la
promulgación de la Ley de la Superintendencia Nacional de Asuntos Penitenciarios. / 3.
Con la promulgación de la Ley de la Superintendencia Nacional de Asuntos
Penitenciarios, solicita una serie de medidas para mejorar el régimen carcelario nacional,
como: La expresa disposición de que el titular de la Superintendencia Nacional de
Asuntos Penitenciarios será designado por un término determinado que podría ser de
siete (7) años, la designación inmediata en los cargos directivos de los centros
penitenciarios de profesionales egresados del Instituto Universitario Nacional de Estudios
Penitenciarios, la creación de las instituciones de asistencia post-penitenciaria que
posibiliten la reinserción social de los ex internos, la adscripción de los centros
penitenciarios a las gobernaciones de los estados, la adscripción a la Superintendencia
Nacional de Asuntos Penitenciarios de la Dirección General Sectorial de Custodia y
Rehabilitación Social del Recluso, del Instituto Nacional de Estudios Penitenciarios y del
Fondo Nacional de Edificaciones Penitenciarias. / III INFORME DEL MINISTERIO
PÚBLICO SOBRE./ EL DERECHO APLICABLE. / Corresponde al Ministerio Público
presentar su informe, conforme a lo previsto en el artículo 21 de la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, y en tal sentido
advierte: / La presente acción por omisión legislativa, ha sido intentada por cuanto el
accionante imputa a la Asamblea Nacional no haber dictado las leyes referentes al
Sistema Judicial, en específico las llamadas a desarrollar el sistema penitenciario. / Para
el Ministerio Público, es necesario precisar que la función principal del Poder Legislativo o
del Parlamento es la de legislar, consistente en sancionar, en ejecución de la
Constitución, normas generales y abstractas, referidas a un número indeterminado de
personas. / En este sentido, el fortalecimiento de la justicia constitucional, que ha ido
ocupando mayores espacios en el control de la constitucionalidad legislativa, ha puesto de
relieve la necesidad de examinar y combatir, desde una óptica jurídica, la inactividad del
legislador que lleve aparejada una vulneración de la Carta Magna. De allí que la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su artículo 336 numeral 7,
prevé como una de las vías judiciales para combatir las omisiones legislativas o sus
efectos, la acción de inconstitucionalidad por omisión legislativa. / La institución jurídica de
la acción por inconstitucionalidad por omisión legislativa, es de reciente incorporación al
ordenamiento constitucional venezolano, y tiene su fundamento en el numeral 7 del
artículo 336 del Texto Fundamental, el cual expone: / `Artículo 336. Son atribuciones de la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia: / (…) 7. Declarar la
inconstitucionalidad de las omisiones del poder legislativo municipal, estadal o nacional
cuando haya dejado de dictar las normas o medidas indispensables para garantizar el
cumplimiento de esta Constitución, o las haya dictado en forma incompleta; y establecer el
plazo y, de ser necesario, los lineamientos de su corrección.(…)´ / Por su parte, la Ley
Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela
recogió en iguales términos esa competencia que constitucionalmente se le atribuyó a la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en su artículo 5.12, el cual es del
tenor siguiente: / `Artículo 5. Es de la competencia del Tribunal Supremo de Justicia como
más alto Tribunal de la República. / (…) 12. Declarar la inconstitucionalidad de las
omisiones del Poder Legislativo Municipal, Estadal o Nacional cuando haya dejado de
dictar las normas o medidas indispensables para garantizar el cumplimiento de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, o las haya dictado en forma
incompleta, y establecer el plazo y, de ser necesario, los lineamientos generales
esenciales para su corrección, sin que ello implique usurpación de funciones de otro
órgano del Poder Público, o extralimitación de atribuciones; / (…)´ De acuerdo con las
normas parcialmente trascritas, se observa que tanto el Texto Fundamental de 1999,
como la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de
Venezuela, le atribuyen a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, la
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competencia para el conocimiento de la acción de inconstitucionalidad por omisión
legislativa, a los fines de determinar la inconstitucionalidad de una conducta negativa, de
la inercia o inactividad del Poder Legislativo al no adecuar su conducta, total o
parcialmente, al cumplimiento de una obligación que le es propia de dictar una norma o
medida indispensable para garantizar el cumplimiento de la Constitución. Dicha
competencia no es más que la expresión misma de la garantía de la supremacía y fuerza
normativa de la Constitución, como mecanismo para enfrentar la pasividad del legislador. /
Así lo ha dejado sentado esta Sala, al examinar la figura de la omisión legislativa a la luz
de los precedentes en algunos ordenamientos jurídicos extranjeros, visto que en el
nuestro es una novedad dentro de la jurisdicción constitucional venezolana, destacando
entre otros aspectos los parámetros de la acción de inconstitucionalidad por omisión, en
los siguientes términos: / `En un sentido amplio, la acción de inconstitucionalidad por
omisión es concebida por la doctrina extranjera como una institución jurídica procesal
mediante la cual se demanda la declaratoria de inconstitucionalidad de un órgano del
Poder Público que ha omitido (control posterior) cumplir un deber concreto (conducta
debida, esperada y jurídicamente establecida) que la Constitución directamente, implícita
o explícitamente, le asigna, de manera que el precepto constitucional resulta, total o
parcialmente, ineficaz, por falta de desarrollo, con lo cual se produce la vulneración
constitucional. / (…) En la doctrina extranjera el efecto de la declaratoria de
inconstitucionalidad no será, como en los recursos de nulidad por inconstitucionalidad
incoados contra leyes o normas jurídicas, la nulidad del órgano cuya inconstitucionalidad
se declara porque se ha abstenido de cumplir con su obligación constitucional sino la
orden o recomendación, según el derecho positivo aplicable, de dar cumplimiento a dicha
obligación, generalmente dentro de un específico plazo. En sentido restringido, el instituto
es concebido como la acción mediante la cual se demanda la declaratoria de
inconstitucionalidad del órgano legislativo que ha permanecido inactivo en el cumplimiento
de su obligación concreta de dictar leyes ordinarias que desarrollen preceptos
constitucionales de obligatorio desarrollo, de manera tal que dichos preceptos o uno de
ellos, se hace ineficaz, con lo cual se produce la vulneración constitucional. El
presupuesto de hecho necesario será la abstinencia, inercia o inactividad del órgano
legislativo, en cumplir, dentro de un plazo razonable, o dentro de un plazo
predeterminado, una obligación o encargo concreto a él atribuido por la norma
fundamental, de manera que se imposibilite la ejecución de las disposiciones o garantías
contenidas en ella. La ausencia de desarrollo del precepto constitucional que, por ello, se
haya hecho ineficaz al estar impedida su aplicación, podrá ser parcial o total,
produciéndose, en el primer caso, una infracción de la garantía de trato igualitario y no
discriminatorio (…)´. / Con este medio jurisdiccional -afirma la Sala- el constituyente
completó el sistema de defensa del Texto Fundamental, con intención de abarcar no sólo
las violaciones producto de la actuación del legislador -únicas objeto de control en un
régimen tradicional- sino también aquéllas que surgen de la inactividad de éste. / En
aporte al análisis de esta figura, el autor español Fernández Rodríguez, ha expresado que
la inconstitucionalidad por omisión es la falta de desarrollo por parte del Poder Legislativo,
durante un tiempo excesivamente largo, de aquellas normas constitucionales de
obligatorio y concreto desarrollo, de forma tal que impide su eficaz aplicación. Así pues,
cuando el órgano legislativo ha permanecido inactivo en el cumplimiento de su obligación
concreta de dictar leyes ordinarias, que desdoblen preceptos constitucionales de
obligatorio desarrollo, de manera tal que dichos preceptos o uno de ellos, se hace
ineficaz, la Constitución prevé la existencia de la acción de inconstitucionalidad por
omisión legislativa, destinada a determinar la inconstitucionalidad de la conducta negativa,
de la inercia o inactividad en que haya incurrido el legislador al no adecuar su conducta a
la obligación de dictar determinada norma o medida indispensable. / Al hablar de omisión
legislativa, entonces, nos estamos refiriendo a la inactividad del legislador, cuando no
observa en un tiempo razonable o en el lapso fijado constitucionalmente, un mandato de
legislar impuesto por la Constitución. Asimismo, se produce una omisión legislativa
inconstitucional, cuando el legislador regula una materia de manera incompleta o
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deficiente desde el punto de vista constitucional. / En este sentido, el tratadista Fernández
Segado apunta que para la determinación de la existencia de una omisión
inconstitucional, los extremos a ponderar serán la trascendencia de la mediación
legislativa conectada con el elemento temporal, parámetros ambos decisivos para precisar
la razonabilidad del tiempo por el cual se prolonga la inacción legislativa. Aprecia el
referido autor que, de este modo, es como puede entenderse que la mera no realización
normativa de un mandato constitucional abstracto engendra simplemente un
`incumplimiento de las exigencias constitucionales´, que no obstante ser criticable, no es
suficiente para convertirla en omisión legislativa inconstitucional, calidad a la que arribará,
cuando dejara de ser `razonable´ la inercia admitida hasta ese momento como
discrecional del legislador. / Asimismo, en el contexto del ordenamiento jurídico
venezolano, la Exposición de Motivos de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, expone que la inconstitucionalidad por omisión se produce por `falta de
desarrollo por parte del Poder Legislativo, durante un tiempo excesivamente largo, de
aquellas normas constitucionales de obligatorio y concreto desarrollo, de forma tal que
impida su eficaz aplicación´. / Igualmente, el Texto Fundamental, en su artículo 336,
numeral 7, sólo establece como condición para declarar la inconstitucionalidad por
omisión legislativa, que se haya dejado de dictar normas o medidas indispensables para
garantizar el cumplimiento de la Constitución, o las haya dictado en forma incompleta. /
De lo expuesto anteriormente, es posible concluir que son tres los elementos definitorios
de la omisión legislativa inconstitucional, que a su vez se configuran como requisitos de
procedencia de la acción de inconstitucionalidad por omisión legislativa, el primero, la
existencia de un mandato de legislar impuesto por la Constitución; segundo, el aspecto
temporal, es decir, el margen de tiempo durante el cual se ha mantenido la omisión del
legislador; y en tercer lugar, el requisito según el cual, las normas omitidas deben ser
indispensables para garantizar el cumplimiento de la Constitución. / Ahora bien, en el caso
de autos, el accionante sostiene que la Asamblea Nacional ha incurrido en omisión
legislativa inconstitucional, al no haber dictado en el plazo que se señala en la Disposición
Transitoria Cuarta, numeral 5, del Texto Constitucional, las normas necesarias para
concretar el cumplimiento de la programación establecida en el artículo 272 eiusdem./ Al
respecto, cabe considerar que la mencionada Disposición Transitoria Cuarta, dispone lo
siguiente: / `DISPOSICIÓN TRANSITORIA CUARTA. Dentro del primer año, contado a
partir de su instalación, la Asamblea Nacional aprobará: / (…) 5. La legislación referida al
Sistema Judicial, a la Administración Pública Nacional, al Poder Ciudadano, al Poder
Electoral y a la legislación tributaria, de régimen presupuestario y de crédito público (…)´ /
Por su parte, el artículo 272 constitucional establece: `Artículo 272. El Estado garantizará
un sistema penitenciario que asegure la rehabilitación del interno o interna y el respeto a
sus derechos humanos. Para ello, los establecimientos penitenciarios contarán con
espacios para el trabajo, el estudio, el deporte y la recreación; funcionarán bajo la
dirección de penitenciaristas profesionales con credenciales académicas universitarias y
se regirán por una administración descentralizada, a cargo de los gobiernos estadales o
municipales, pudiendo ser sometidos a modalidades de privatización. En general, se
preferirá en ellos el régimen abierto y el carácter de colonias agrícolas penitenciarias. En
todo caso, las fórmulas de cumplimiento de penas no privativas de la libertad se aplicarán
con preferencia a las medidas de naturaleza reclusoria. El Estado creará las instituciones
indispensables para la asistencia postpenitenciaria que posibilite la reinserción social del
exinterno o exinterna y propiciará la creación de un ente penitenciario con carácter
autónomo y con personal exclusivamente técnico´. / Finalmente, el artículo 253 de la
Carta Magna, argumentado por el accionante, establece: `Artículo 253. La potestad de
administrar justicia emana de los ciudadanos y ciudadanas y se imparte en nombre de la
República por autoridad de la ley, / (…) El sistema de justicia está constituido por el
Tribunal Supremo de Justicia, los demás tribunales que determine la ley, el Ministerio
Público, la Defensoría Pública, los órganos de investigación penal, los o las auxiliares y
funcionarios o funcionarias de justicia, el sistema penitenciario, los medios alternativos de
justicia, los ciudadanos o ciudadanas que participan en la administración de justicia
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conforme a la ley y los abogados autorizados o abogadas autorizadas para el ejercicio´./
Como se observa, el accionante relaciona el mandato contenido en la Disposición
Transitoria Cuarta, numeral 5, de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, que impone la obligación de aprobar la legislación referida al Sistema Judicial,
con la norma contenida en el artículo 253 eiusdem, que contempla la forma como está
conformado el Sistema de Justicia, asimilando entonces, Sistema Judicial con Sistema de
Justicia, para concluir que, cuando la referida disposición habla de Sistema Judicial, hace
referencia o alude a lo contemplado en el artículo 253 eiusdem. / No comparte el
Ministerio Público el alegato del recurrente, de identificar ambas nociones, como se ha
expuesto en el punto anterior. A juicio de este Despacho, el Sistema de Justicia y el
Sistema Judicial no son términos que se asimilan, ya que el primero, es un término
amplio, constituye el continente, que abarca, de acuerdo a lo dispuesto expresamente por
el artículo 253 del Texto Constitucional, al Tribunal Supremo de Justicia, los demás
tribunales que determine la ley, el Ministerio Público, la Defensoría Pública, los órganos
de investigación penal, los auxiliares y funcionarios de justicia, el sistema penitenciario,
los medios alternativos de justicia, los ciudadanos que participan en la administración de
justicia y los abogados autorizados y abogadas autorizadas para el ejercicio, mientras que
el Sistema Judicial propiamente dicho, es una parte de ese continente, y está restringido a
la legislación relativa al Poder Judicial, estrictamente considerado, esto es el Tribunal
Supremo de Justicia y demás tribunales de la República, según lo determine las leyes
respectivas. / En efecto, el segundo aparte del artículo 253, al referirse a quiénes integran
el Sistema de Justicia en Venezuela, distingue a los que les corresponde la administración
de justicia en sentido propio, esto es, los tribunales de la República, y los que son los
llamados a participar o a colaborar con ella, como lo son el Ministerio Público, la
Defensoría Pública, los órganos de investigación penal, el sistema penitenciario, entre
otros. Se limita la norma a enunciar los componentes del sistema de justicia, entendido
éste como la unión de todos los organismos en ella mencionados, cuyo propósito está
destinado a la tutela del ordenamiento jurídico, tanto en lo atinente a los organismos
públicos como respecto a la actuación de los particulares. / Al respecto, la profesora
Hildegard Rondón de Sansó, ha expresado: / `…El Poder Judicial, corresponde al Poder
Nacional, y conforma uno de los poderes formales del Estado. Al mismo tiempo configura
uno de los elementos de un sistema al cual la constitución denomina Sistema de Justicia.
Este sistema de justicia no es definido por el texto que lo consagró; pero del enunciado de
los elementos que lo constituyen puede obtenerse tal definición que es en el sentido de
que, el sistema de justicia está constituido por el conjunto de organismos y por las
actividades y funciones que los mismos realizan, destinado al ejercicio del Derecho, esto
es, a la labor de mantenimiento de la legitimidad de las actuaciones de los poderes
públicos y de los particulares, y a la resolución de las controversias hasta su etapa
definitiva, que es la de ejecución de las decisiones que para tal efecto se dicten…´
(Rondon de Sansó, Hildegard. El Poder Judicial y el Sistema Judicial, en `La Constitución
de 1999´. Serie Eventos. Biblioteca de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales.
Caracas. 2000. p. 401) / De acuerdo con la cita anterior, es claro entonces que el Poder
Judicial se encuentra formando parte del Sistema de Justicia, es uno de sus elementos,
por lo cual, en criterio del Ministerio Público, no puede afirmarse que existe identidad de
términos entre `Sistema Judicial´ y `Sistema de Justicia´. / La posición anterior coincide
con la del Profesor, Gustavo Urdaneta Troconis quien igualmente ha expresado: / `…En el
artículo 253 se enumeran los elementos constitutivos del sistema de justicia el Tribunal
Supremo de Justicia, los demás tribunales que determine la ley, el Ministerio Público, la
Defensoría del Pueblo, los órganos de investigación penal, los auxiliares y funcionarios de
justicia, el sistema penitenciario, los medios alternativos de justicia, los ciudadanos que
participan en la administración conforme a la ley y los abogados autorizados para el
ejercicio de la profesión. / A la vista de ese variado elenco, encontramos que este
novedoso sistema de justicia no guarda ninguna relación directa desde el punto de vista
conceptual ni institucional, con el Poder Judicial. Efectivamente, dentro de los elementos
constitutivos del sistema de justicia encontramos órganos propiamente judiciales, como
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son los tribunales -tanto el Tribunal Supremo de Justicia como los restantes que han de
ser definidos por la ley-, como otros pertenecientes a Poderes diferentes del Poder
Judicial –es el caso del Ministerio Público, órgano integrante del Poder Ciudadano,
conforme lo dispuesto en el artículo 273 de la misma Constitución, así como de los
órganos de investigación penal o el sistema penitenciario, que hasta ahora, en Venezuela
siempre han estado incluidos dentro del Poder Ejecutivo-; y, lo que resulta mas peculiar
aún, sujetos particulares, no incluibles dentro del aparato organizativo del Estado, como
ocurre con los abogados en ejercicio… (Urdaneta Troconis, Gustavo. El Poder Judicial en
la Constitución de 1999, en Libro Homenaje a la Universidad Central de Venezuela.
Ediciones Tribunal Supremo de Justicia. Colección Libros Homenaje N° 2. Caracas.
Venezuela. 2001. pp. 522-523). / En contrapartida, el Sistema Judicial, al cual hace
alusión la Disposición Transitoria Cuarta, numeral 5 constitucional, está íntimamente
relacionado con la función jurisdiccional del Estado, la cual le corresponde exclusivamente
a los Tribunales de la República y en ningún modo podría abarcar al Sistema
Penitenciario, que forma parte del Sistema de Justicia propiamente dicho (género), más
no del Sistema Judicial (especie). / La legislación a la que hace referencia la mencionada
disposición transitoria de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
presuntamente incumplida por la Asamblea Nacional según lo denuncia el recurrente,
abarca, en nuestro criterio, a la Ley Orgánica del Poder Judicial, la Ley de Carrera Judicial
y cualquier otra normativa que guarde estrecha relación con el funcionamiento del aparato
jurisdiccional del Estado, con la función de administrar justicia, mediante la cual se aplica,
se impone, el valor fundamental del ordenamiento jurídico justicia, y que persigue la
resolución de controversias jurídicas mediante la declaración de voluntad concreta de ley
aplicable a una situación sustantiva, por lo que no es posible hacerla extensible al sistema
penitenciario. / El sistema penitenciario como tal, es competencia del Poder Ejecutivo
Nacional, de acuerdo con lo dispuesto en la Ley de Régimen Penitenciario (Gaceta Oficial
de la República Bolivariana de Venezuela N° 36.975 de fecha 19 de junio de 2000), la cual
establece que la organización estructural, el adecuado funcionamiento, así como la
prestación de determinados servicios, estipulados en las leyes, en los recintos
penitenciarios estará a cargo del Poder Ejecutivo Nacional a través del Ministerio de
Interior y Justicia (artículo 1). Igualmente la referida ley, establece, entre otras
obligaciones del Despacho ministerial antes mencionado, la de solicitar la revisión de la
pena (artículo 5), establecer los servicios técnicos llamados a clasificar a los internos, de
acuerdo con su sexo, edad, naturaleza y tipo de delito, estado de salud, grado cultural,
etc. (artículo 9). / De acuerdo con la normativa legal vigente, el ámbito de aplicación de la
legislación penitenciaria se dirige al Poder Ejecutivo Nacional y no al funcionamiento y
competencias del Poder Judicial, motivo por el cual, en sentido estricto no puede
considerarse al régimen penitenciario, dentro del sistema judicial, como lo pretende el
recurrente. / Por todo lo anteriormente expuesto, a juicio de este Despacho, y contrario a
lo que sostiene el accionante, no se desprende un mandato constitucional de legislar en
materia de Sistema Penitenciario en la Disposición Transitoria Cuarta, numeral 5,
constitucional, por lo que no es posible hablar de la presencia de una omisión legislativa
inconstitucional, la cual supone la presencia de un mandato de legislar expreso, en la
materia presuntamente omitida, como requisito indispensable de procedencia. / El
mandato contenido en la Disposición Transitoria constitucional antes mencionada, está
referido a legislar en materia relacionada con el Sistema Judicial que no comprende, como
se expuso anteriormente, el sistema penitenciario. / En consecuencia, el Ministerio Público
que represento considera que el legislador no ha incurrido en omisión legislativa
inconstitucional al no legislar sobre la materia penitenciaria, por la inexistencia del deber
concreto en la norma indicada por el recurrente. / Adicionalmente, cabe considerar que en
la actualidad la materia referida al sistema penitenciario está regulada por la Ley de
Régimen Penitenciario, la Ley de Redención Judicial de la Pena por el Trabajo y el
Estudio y algunas disposiciones del Código Orgánico Procesal Penal, por lo que no es
posible hablar de un vacío de legislación sobre el particular, sin embargo, no podemos
dejar de lado, la necesidad de una reforma sobre esta materia, exigida por el artículo 272
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de la Carta Magna, en el cual se consagra algunos principios del sistema penitenciario,
tales como la obligación del Estado de adscribir los establecimientos penitenciarios bajo la
dirección de penitenciaristas profesionales que se rigen por principios de la administración
descentralizada a cargo de gobiernos estadales y municipales y la creación de
instituciones indispensables para la existencia postpenitenciaria que posibilite la
reinserción social del exinterno y la creación de un ente penitenciario con carácter
autónomo, todo ello en procura de la rehabilitación del interno y el respeto a sus derechos
humanos. / No obstante, es de observar que el artículo 272 constitucional, no hace
remisión a la ley, ni impone obligación alguna al legislador para desarrollar estos
principios, mucho menos establece lapsos para ello, por lo que en este caso no es posible
hablar de omisión legislativa inconstitucional y así se solicita sea declarado por ese
Supremo Tribunal. / IV CONCLUSIÓN / Por los razonamientos antes expuestos, el
Ministerio Público, considera que el recurso de inconstitucionalidad por omisión legislativa,
interpuesto por el abogado José Fernando Núñez, debería ser declarado sin lugar, por
ese Supremo Tribunal y en este sentido lo solicitamos respetuosamente`…”.
Disposiciones legales contenidas en el documento:
CRBV
art:253
CRBV
art:272
CRBV
art:336-7
CRBV
Disp.tran-4-5
LOTSJ
art:5-12
LOTSJ
art:21
LRPE
art:1
LRPE
art:5
LRPE
art:9
DESC
DESC
DESC
DESC
DESC
DESC
DESC
DESC
DESC
DESC
DESC
ASAMBLEA NACIONAL
JUSTICIA
MUNICIPIOS
NULIDAD
OMISION LEGISLATIVA
PENITENCIARIAS
PODER LEGISLATIVO
PRESOS
RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
REHABILITACION DE RECLUSOS
SISTEMA JUDICIAL
FUEN
FUEN
Venezuela. Ministerio Público
Informe FGR, 2006, T.I., pp.854-860.
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