Vega, L. E. 1987. Recuperación de tierras invadidas por

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CONIF INFORMA
Corporación Nacional de Investigación y Fomento Forestal
No. 8
CONVENIO CONIF-HOLANDA
AGOSTO 1987
CORPOURABA
Recuperación de Tierras Invadidas por el Imperata
contracta (H.B.K.) Hitchc. a partir de la
Incorporación de la leguminosa Mucuna
deeringiana (Bort). Small (vitabosa) en Urabá –
Colombia
Por : Clara van Eijk-Bos
Luis Alfredo Moreno V.
Luis Enrique Vega G.
RESUMEN
La presente investigación acopia las experiencias obtenidas mediante el uso de la
leguminosa “vitabosa” (Mucuna deeringiana Bort). Small.) en la recuperación de tierras
agrícolas invadidas por la gramínea “vendeaguja” (Imperata contracta (H.B.K.) Hitchc.) en
la región de Urabá-Colombia.
Describe los aspectos relacionados con la taxonomía, distribución, ecología y experiencias
sobre el control de la invasión de las especies Imperata contracta (H.B.K.) Hitchc. e
Imperata cylindrica (L.) Beauv. Igualmente se enfatiza en la problemática de mayor
significancia causada por el Imperata y su control a partir del uso de la “Vitabosa”.
Entre los resultados más importantes pueden mencionarse los siguientes:
•
Un factor limitante para el normal desarrollo del Imperata es la ausencia de suficiente
luz. Leucaena leucocephala var. ´K-8´ y Gliricidia sepium al cabo de dos años tienden
•
•
•
a cambiar la vegetación de Imperata por la de un rastrojo de tipo hoja ancha,
permitiendo nuevamente la posibilidad de establecer cultivos agrícolas.
El control más eficiente se logró mediante la siembra de la “Vitabosa”, fríjol rastrero,
no comestible para humanos, que erradicó el Imperata en un tiempo de nueve meses.
Una vez se alcanza el control por sombreamiento, la “Vitabosa” se corta a ras del suelo,
ofreciendo nuevamente la oportunidad de establecer un cultivo agrícola.
El Mucuna en un período de cinco a nueve meses aporta al suelo entre 163 y 360
Kg/Ha de nitrógeno; además, la capa de mulch que forma contribuye a reducir la
erosión, mejora la estructura del suelo y reduce la germinación de malezas.
En un terreno recuperado de la invasión de Imperata por medio de la “Vitabosa”, la
producción de maíz se duplica en comparación con la producción que se registra en un
terreno sin muchos problemas con Imperata. En el mismo sitio, un segundo cultivo de
maíz en forma consecutiva produce 50 % más que el obtenido por el sistema
tradicional.
Así mismo, se indican recomendaciones técnicas sobre el manejo de la “Vitabosa” en el
control del Imperata bajo diferentes condiciones factibles de encontrar en la región de
Urabá. Se presentan alternativas tendientes a la solución particular de estos problemas y se
establecen pautas para la continuidad de la investigación con la “Vitabosa” y para la
ampliación y asimilación de los resultados en Urabá y regiones de similares en Colombia.
2
INTRODUCCION
La región de Urabá se considera, con suficientes razones, una de las despensas económicas
de mayor potencialidad en Colombia. Debido a su posición estratégica como lugar de salida
a los mercados internacionales, adquiere mayor importancia en los objetivos del
mejoramiento de la balanza comercial, con la generación de divisas a través, hoy del
banano y, en el futuro de carne, madera y otros productos agrícolas y proyectos
agroindustriales.
Pero, así como es inmenso su potencial, es esta región se conjugan en forma crítica varios
problemas, comunes al sector agrario nacional. Uno de ellos, el inadecuado uso del suelo,
desemboca en la paulatina pérdida de su capacidad que crea no solo conflictos de orden
ambiental sino también de orden económico y social, especialmente sentidos por colonos
de tradición agrícola andina que inician el proceso con la tumba y quema del bosque.
En Urabá, a nivel general se distinguen dos zonas: la plana y la de colinas en las
estribaciones de las serranías adyacentes. En la primera tiene lugar una actividad de alta
productividad; en la segunda se localizan los colonos cuya economía es básicamente de
subsistencia. Los problemas de uso del suelo son más acentuados donde actualmente
persiste los focos de colonización.
En Urabá, como en varias partes del mundo, existen extensas zonas cuyos suelos son
particularmente aptos para fines agrícolas; sin embargo, debido a prácticas inadecuadas
tradicionales sobre los suelos, muchos de estos terrenos están inhabilitados para la
producción de alimentos.
Una de las consecuencias de este problema es la invasión de vegetación competitiva
indeseable para los cultivos agrícolas, comúnmente conocidas como “malezas”, de muy
difícil control.
En el proceso del establecimiento de cultivos, en varias zonas de la región de Urabá,
paulatinamente ha emergido una vegetación competitiva de complicada erradicación. Entre
esta vegetación predomina la maleza conocida localmente como “pasto vendeaguja”
imperata contracta (H.B.K.) Hitchc., especie que por sus características biológicas de
reproducción inutiliza rápidamente áreas con opción agrícola.
Los campesinos de las zonas afectadas por tales problemas no disponen de los recursos
técnicos ni económicos suficientes para el manejo y control, por tanto, se ven obligados a
abandonar los terrenos invadidos por esta gramínea. Posteriormente, los sitios se dedican a
ganadería extensiva, dando lugar a que los campesinos se dirijan a nuevas tierras por talar y
quemar, los cuales en el futuro, también sufrirán el mismo proceso.
En Urabá, el Proyecto para el Desarrollo de la Economía Campesina-PEC de la
Corporación para el Desarrollo de Urabá CORPOURABA, la Secretaría de Desarrollo de la
Comunidad y la Secretaría de Agricultura de Antioquia en conjunto con en convenio
3
establecido por CONIF y el gobierno de Holanda, han considerado en sus programas de
investigación alternativas de uso del suelo tendientes a fortalecer la capacidad productiva
de las tierras de los campesinos y a disminuir los procesos de tumba y quema del bosque.
Una de las alternativas exitosas en la recuperación de las tierras agrícolas invalidadas por el
vendeagujas, resultó ser la utilización de la leguminosa denominada localmente vitabosa
(mucuna deeringiana), que por cubrimiento y mediante un adecuado plan de manejo
erradica el vendeaguja y ofrece la oportunidad de incorporar nuevamente las tierras a la
actividad agrícola. A la par, este extraordinario sistema logra otros efectos positivos, como
la incorporación de nitrógeno en beneficio del suelo.
El presente documento de una manera detallada recoge y da a conocer el resultado final de
las experiencias obtenidas de sucesivos trabajos que condujeron a reconocer las bondades
de la utilización de la vitabosa en áreas invadidas por el vendeagujas en las zonas de Bajirá
y San Pedro de Urabá.
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OBJETIVOS
a. Profundizar en el conocimiento sobre el manejo de leguminosas como cultivos de
cobertura, en áreas donde la invasión de malezas es un factor crítico en el desarrollo de
cultivos agrícolas.
b. Presentar las experiencias obtenidas a partir del uso de la leguminoza denominada
vitabosa mucuna deeringiana (Bort) Small. En la recuperación de tierras agrícolas
invadidas por el pasto vendeaguja imperata contracta (H.B.K.) Hitchc. en la región de
Uraba-Antioquia, Colombia.
c. Contribuir al desarrollo de sistemas agrícolas ecológicamente
aceptables y
económicamente factibles, de tal manera que eleven el nivel de vida y oportunidades de
los agricultores de la región.
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REVISION DE LITERATURA
Referente al control de malezas del género Imperata a partir de la utilización de la
leguminosa mucura deeringiana y otras especies del mismo género no se encontró
información. Sin embargo, se dispone de abundante literatura sobre cada uno de sus
géneros y especies.
IMPERATA CONTRACTA (H.B.K.) Hitchc. e IMPERATA CILINDRICA (L.) Beauv.
Descripción.
Cárdenas, Reyes y Doll (7), en su libro sobre las malezas más comunes en la parte tropical
de América Latina y el Caribe, mencionan la especie Imperata cylindrica (L.) Beauv. Con
los nombres comunes de “guayacana”, “Yahape” y “capin sape macho” y la describen
como “Pasto perenne común en potreros y bordes de carreteras. Tallo erecto, de 30 a 80
cm. de altura; raíz fibrosa; produce numerosos rizomas. Las hojas son linear-lanceoladas,
hasta de 50 cm. de largo. El fruto es una cariopside; se reproduce por semillas y rizomas. Es
una planta altamente nociva”.
Taxonomia
De acuerdo con Aceroy Lindeman , muestras de la especie denominada “vendeaguja” en la
región de Urabá fueron identificadas como Imperata contracta (H.B.K.) Hitchc.
De acuerdo con la clasificación taxonómica citada por Eussen(23), el género Imperata
pertenece al grupo Saccharastrae de la subfamilia Saccharinae de la familia
Andropogeneae. Eussen (23), sita la siguiente subdivisión con las áreas de distribución de
las especies y variedades de Hubbard et al. (1944):
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Género SecciónEspecieVariedad
Distribución
Imperata
major
Imperata.
Cylindrica
Asia, Australia, India, Africa
Oriental tropical
Eriopogon
I. Conferta
Africana
Africa, Madagascar
Europa
países mediterraneos, Asía central,
Sahara
Condesata
parte central de Chile
Latifolia
India
Asia sureste, Taiwan,
Pihilipinas.
I.brasiliensis
Florida, Méjico, América
Central, Argentina
I. brevifolia
Estados Unidos, Méjico
I. minutiflora
Perú, Bolivia, Argentina
I. tenuis
Brasil, Paraguay, Perú,
Bolivia
I. cheesemani
Kermadec islands (Islas
Noreste de Nueva Zelandia)
I. contracta
Méjico, América Central,
Brasil, Chile.
Las flores de la sección Imperata, es decir, de las variedades de la especie Imperata
cylindrica tienen dos estambres, mientras que las flores de las especies de la sección
Eriopogon tienen únicamente un estambre por flor (23). Las especies de la sección
7
eriopogon y también las variedades de Imperata cylindrica se distinguen entre ellas,
principalmente con base en el tamaño de los tallos, hojas e inflorecencias y la presencia de
pelos en los nudos en donde coinciden o colindan las áreas de distribución de las variedades
de la especie Imperata cylindrica, es muy difícil distinguir las variedades. Además, en la
variedad “major” de esta especie, la que tiene el área de distribución más amplia se presenta
una variación morfológica grande como reacción a cambios ambientales (57).
De acuerdo con Roberty (51) y Smith et al. (59), la diferencia entre la I. Cylindrica y la I.
Contracta se encuentra en el tamaño de las espiguillas; de 4 a 5 mm. En el I. Cylindrica y
de 2,5-4 mm. De largo en el I. Contracta, siendo las más pequeñas del género. La especie
más conocida del género es Imperata cylindrica (Weed Research Organization) (68,
69,70,71), Commonwalth Agricultural Bureaux (12,13). No obstante que las ocho especies
del género Imperata morphologicamente son muy parecidas, únicamente la especie I.
Cylindrica se ha desarrollado como maleza problemática, y exclusivamente en el viejo
mundo. Aunque es también una especie nativa de Chile y una especie introducida en los
Estados Unidos, en esas regiones no es una maleza seria por razones genéticas (57).
Fuera de las obras taxonómicas casi no existe literatura internacional sobre la especie I.
Contracta (68,69,70, 71, 12,13). Con una excepción, todas las escasas referencias sobre
Imperata en Colombia tratan del I. Cylindrica.
Teniendo en cuenta que el sistema de rizomas es común a todas las especies del género y
que el mayor problema en el control del Imperta es la dificultad para eliminar los rizomas
del suelo, en el presente estudio se consideró tratar por igual a las especies del género.
Distribución y ecología
El I. Cylindrica es original del viejo mundo, donde actualmente tienen una distribución
amplia según lo indica Eussen (23).De acuerdo con Holm et al. (28) también se encuentra
en las islas del pacífico, Japón, Nueva Zelandia, Argentina y los Estados Unidos
(Florida).El Imperata cylindrico como maleza es una de las cuatro gramíneas perennes más
importantes en el trópico y la peor maleza en el sur oriente de Asia (28,36).
En la naturaleza el Imperata cylindrica está restricta a condiciones extremas y su
distribución tan amplia se debe a las actividades humanas, según Hubbard (1994), citado
por Eussen (23).
Generalmente el Imperata cylindrica invade terrenos utilizados por la agricultura
migratoria y puede causar el abandono temprano de dichas tierras. Esta práctica creó áreas
extensas cubiertas de Imperata cylindrica en Africa y Asia: por ejemplo, en Indonesia,
según estimación, entre 15 y 30 millones de hectáreas se hallan cubiertas por esa gramínea,
conocida en la región como “alang-alang”. Anualmente por invasión del Imperata
cylindrica se están perdiendo unas 15 mil hectáreas (28,23,22).
En cuanto a América Latina y el Caribe, Cárdenas, Reyes y Doll (7), clasifican el Imperata
cylindrica como de carácter “altamente nocivo”, lo que quiere decir que es de amplia
distribución y se ha establecido que es agresivo y de difícil control.
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En la agricultura colombiana la presencia del Imperata cylindrica está reportada en las
plantaciones de palma africana (Eleais guianensis) y en el cultivo de yuca en las regiones
del Cauca, Tolima y Meta (19). Según Doll, Pinstrup y Diaz (19), el control del imperata
cylindrica en el cultivo de yuca en Colombia, merece atención especial porque localmente
causa muchos problemas y los herbicidas no lo controlan.
El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) en su manual sobre control de malezas en
Colombia se refiere al “vendeaguja” como una de las malezas más importantes en potreros
de tierras bajas y húmedas en clima cálido y, la identificó como Imperata contracta A.S.
Hitchc. (29).
La Imperata cylindrica crece en playas arenosas del mar, en desiertos, así como en pantanos
y a orillas de los ríos, en potreros, en cultivos anuales y perennes. La especie invade
rápidamente áreas abandonadas o deforestadas, especialmente en suelos de calidad media a
buena. La agricultura migratoria combinada con el uso del fuego favorecen la invasión de
Imperata Cylindrica. La especie tiene su desarrollo máximo en regiones húmedas y
calientes con buenos suelos, pero y, cylindrica puede crecer en cualquier tipo de suelo en
condiciones de suficiente humedad (28,36,23).
Se ha encontrado la especie en un rango altitudinal entre el nivel del mar y 2700 msnm en
zonas con una precipitación mayor que 500mm/año (28,36). Las especies del género
Imperata se reproducen vegetativamente por medio de rebrotes de sus rizomas y
sexualmente por semillas (28,36).
Las raices principales pueden penetrar hasta una profundidad de 150 cm. y los rizomas
hasta 120 cm. , pero la mayoría de ambos se concentran en los primeros 15 cm. en suelos
pesados y en los primeros 25-40 cm. en suelos livianos. Normalmente los rizomas forman
una planta cada 25-30 cm. pero en Dahomey (Africa), se midieron rizomas de más de 3
metros de longitud. Los rizomas se pudren y se rejuvenecen continuamente (28-36).
Las raices y rizomas tienen unas modificaciones especialmente para conservar agua en el
cilindro vascular y para resistir el rompimiento en caso de pisoteo o disturbación (28,36).
Las raices, los rizomas y el meristema apical (el punto central de la planta donde nacen las
hojas y el tallo) se encuentran bien protejidas contra el fuego debajo de una capa de
tierra(3); además, por adaptaciones anatómicas de la corteza, las raices y los rizomas,
también resisten notablemente el calor del fuego (28,36).
Las puntas de los rizomas perforan las raices de cultivos sembrados causando pudrición
(yuca, árboles de caucho y piña) y una disminución de la producción (28,36). Bajo
condiciones normales, los árboles y los arbustos como parte de la sucesión natural, con su
sombra podrían controlar la invasión de I. Cylindrica, pero si las quemas se repiten, cada
vez desaparecerán más especies por no resistir el fuego y, finalmente prosperaría sólo el
Imperata (28,22,35,27).
La reducción de la cantidad de luz, resulta en una disminución de la producción de biomasa
y por ende también de la fuerza competitiva del Imperta (22). Baja intensidad de luz,
competencia entre plantulas y falta de agua y nutrientes pueden causar una supresión
completa del crecimiento de los rizomas y del desarrollo de nuevos rebrotes (57).
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Una disturbación como el corte, la quema, la defoliación, el pastoreo, la adición de
nitrógeno o “el estrés” por falta de agua durante un período seco, estimulan la floración del
imperata cylindrica (28,57,23). Una vegetación poco o no disturbada tiene hojas largas y
casi no florece; en áreas con disturbaciones periódicas el Imperata cylindrica tiene hojas
más reducidas y muchas flores (57). Sin embargo, de acuerdo con Dickens y Moors.
(1974) citado por Eussen (23), las flores forzadas de esta manera casi nunca forman
semillas; únicamente las flores de plantas adultas y bien desarrolladas producen semillas
fértiles.
En I. Cylindrica produce en promedio 700 semillas por inflorecencia (Sagise 1972), citado
por Eussen (23), con un máximo de 3000 que en promedio vuelan 15 m. de la planta padre,
pero pueden volar mucho más lejos (28,36); Sagise, citado por Eussen (23) y Santiago (57),
reportan porcentajes de germinación de las semillas de 20 y 80%, respectivamente. Ivens
(35), calculó una producción de semillas viables de 100-500 /m2. Ellos explican la
capacidad del Imperata de invadir rápidamente terrenos aislados y recién colonizados por la
agricultura migratoria debido al transporte de semillas por el viento, la conservación de la
viabilidad de la semilla de I. Cylindrica durante más de 16 meses bajo condiciones
naturales y a la germinación de la mayoría de las semillas en menos de una semana después
de la siembra en condiciones de suficiente humedad.
El desarrollo de planta de semilleros es demorado. El primer rebrote aparece después de 3
hasta 4 meses. Seis semanas después la planta puede tener un máximo de 6 hojas; la
formación de rizomas empieza en la quinta semana (28,36,23).
Ayeni (3), Eussen(24) e Ivens (35), describen el desarrollo de plantas procedentes de partes
de rizomas cultivados bajo condiciones de laboratorio. Cuando la plantula tiene 3 a 4 hojas
(3) o 25 cm. de altura (35), empieza la formación de uno hasta cuatro rizomas en la base de
la planta. Inicialmente los rizomas crecen en una dirección perpendicular a la planta padre
(plagiotrópico), no tiene raices ni yemas subapicales visibles. Cuando la planta padre tiene
cinco hojas los rizomas crecen en una dirección horizontal (diageotrópico) y tienen raices y
yemas subapicales (3).
Cuando la planta tiene 5 a 6 hojas el punto del rizoma se dirige hacia arriba
(ortohgeotropico negativo), la yema terminal se desarrolla en una planta, mientras que una
parte de las yemas subapicales forman rizomas nuevamente. Las yemas subapicales
localizadas arriba de los rizomas posteriormente, también se pueden desarrollar en plantas
produciendo así un grupo de plantas junto a la planta procedente a la yema terminal
(3,17,22).
De acuerdo con Ivens (35), rizomas de 3 meses de edad alcanzan de 40 a 50 cm. de
longitud. Soerjani y Soemarwoto (1969), citados por Eussen (23), Ayeni y Duke (4),
investigaron la capacidad de rebrote de partes de los rizomas. Ellos encontraron que la
longitud, el diámetro y el número de las yemas de los rizomas no afectan su capacidad para
rebrotar. La humedad si tiene influencia: Yemas de rizomas expuestos durante dos días
seguidos, a una humedad relativa de menos del 47% o durante tres días seguidos a una
humedad relativa del 70%, ya no rebrota. En condiciones de luz el porcentaje de rebrote es
mayor que en la oscuridad. Como temperatura óptima para el desarrollo de las yemas de los
rizomas encontraron el valor de 30 grados centígrados. La capacidad de rebrote de los
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rizomas aumenta con el peso del rizoma y su edad, la cual corresponde con su madurez
fisiológica (4). En un rizoma maduro (o adulto) que termina en una planta bien
desarrollada, las plantas están concentradas en una parte cercana a la nueva planta, mientras
que cerca a la planta padre el rizoma tiene pocas o ningunas yemas, el resultado es que esta
parte del rizoma no puede producir plantas nuevas (4,35).
Bajo condiciones normales de campo, por dominancia apical, únicamente la yema terminal
del rizoma se desarrolla en planta (Soerjani y Soemarwoto (1969), Soerjani (1970), citados
en Eussen (23); (3). Bajo condiciones de “estrés” el desarrollo de plantas a partir de las
yemas terminales precede al desarrollo de los rizomas (3).
La eliminación de la parte superficial por corte o quema cambia la dominancia apical y
estimula la formación de plantas procedentes de la s yemas en los rizomas que estaban
suprimidas anteriormente. Así se explica el aumento rápido de la densidad de las plantas de
Impertata cylindrica como reacción al corte o quema repetido (4).
Investigaciones en Indonesia y en las Philipinas probaron la presencia de sustancias
alelopáticas en los rizomas de I. Cylindrica, las cuales afectan negativamente el desarrollo
de muchas otras especies (22,25).
Una vez establecido en un terreno el Imperata cylindrica tiene con sus rizomas un
mecanismo fuerte para persistir y multiplicarse. Bajo concisiones muy favorables para la
especie, el Imperata cylindrica cubre rápidamente áreas grandes, las cuales, por la alta
inflamabilidad de éste pasto, se mantienen con quemas casi anuales. Estas prácticas causan
la pérdida de extensiones de terrenos aptos para la agricultura y la silvicultura y, además
afectan la hidrología de la región (28,36,4).
De acuerdo con Backer (1928, 1934) y Satari (1968) ambos citados por Eussen (23), por su
crecimiento rápido, el Imperata cylindrica compite fuertemente con otras plantas por agua,
luz y nutrientes, disminuye la fertilidad del suelo y reprime la acumulación de nitrógeno en
el suelo. Según otros autores, el bajo PH, el suelo lavado e infertil, el bajo contenido de
materia orgánica en las capas superiores del suelo bajo una vegetación de I. Cylindrica se
debe a las quemas y a las condiciones extremas después de las quemas (55).
Cuando se logra evitar la quema, la vegetación de I. Cylindrica se desarrolla
paulatinamente hacia un bosque secundario. Eussen (22), menciona las especies que
suceden al I. Cylindrica en Indonesia.
Al tiempo con el cambio de la vegetación la concentración de N, P, Ca y K en las capas
superficiales del suelo aumenta (Sajise 1972), citado por Eussen (23). Soepardi (60), en
Indonesia, también encontró que el I. Cylindrica mejora las características físicas y
químicas de los primeros 20 cm. del suelo. Una vegetación abundante, alta y densa de I,
cylindrica indica un suelo fértil (17, 61). Esta observación corresponde con lo escrito por
Dove (20); según éste autor, en el sur de la isla de Kalimantan, Indonesia, en un sistema de
agricultura migratoria en la cual se utiliza ganado para labrar la tierra, los campesinos
aprecian una vegetación de Imperata cylindrica para recuperar la fertilidad del suelo
durante el período de descanso.
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De acuerdo con Soerjatna y McIntosh, (62) Imperata cylindrica no es causa de degradación
del suelo sino que evita, con su presencia en suelos degradados por maltrato, una erosión y
lixivación desgraciada.
Control
Existen experiencias tanto con control mecánico (manual y mecanizado) y químico, como
con control biológico y ecológico.
El corte, inicialmente aumenta la densidad de las plantas de Imperata cylindrica; el corte
continuo reduce el tamaño de las hojas, tallos, la profundidad (28, 36) y la biomasa de los
rizomas (23), pero no erradica el Imperata cylindrica completamente.
Es posible erradicar el I. Cylindrica por medio de labranza del suelo cada tres o cuatro
semanas (28, 36).
El control mecanizado del I. Cylindrica es posible en zonas con una estación seca
pronunciada, arando la tierra hasta debajo del nivel de los rizomas, es decir, generalmente
por lo menos hasta 20 cm. de profundidad. Es necesario labrar la tierra varias veces, de ésta
manera todos los rizomas se mueren por secamiento; por esto el método es costoso (32, 35).
En Madagascar, se eliminó el I. Cylindrica arando una vez en la estación seca y otra vez al
empezar las lluvias, y a continuación la siembra de una variedad de yuca de rápido
desarrollo; la yuca se desyerbó hasta que sus hojas cubrieron el suelo (66).
El control químico ha sido ensayado más que todos los otros métodos. La mayoría de los
herbicidas no erradican el Imperata. Los agroquímicos aplicados exitosamente en el control
son Dalapon (2,2 dichloropropionic acid), Gramoxone o Paraquat (1,1- dimehty 1-4,4´bipyridylium) y Roundup o glyphosate (N-(phosphonomethyl) glycine. Generalmente, es
necesario repetir la aplicación varias veces para matar también los rebrotes procedentes de
las yemas de rizomas que sobrevivieron a la fumigación de una y otra manera. El control
con herbicidas necesita un manejo adecuado y puede ser tan caro que económicamente se
justifica (36, 72, 35,3). Además, el Imperata cylindrica tiene la potencia genética de
producir permanentemente plantas con calidades nuevas como reacción a cambios
ambientales. Así, fácilmente puede desarrollar variedades resistentes a los métodos de
control utilizados en el momento; el mejor método de control natural de Imperata cylindrica
es la producción de sombra densa en terrenos invadidos (57).
El I. Cylindrica es una planta heliófita y bajo un dosel cerrado la sombra la debilita pero no
la elimina; cuando se abre el dosel el Imperata invade el terreno otra vez rápidamente (28).
Según Kasasian (36) y Sajise, (55) si es posible controlar el Imperata con sombra densa de
plantas. Como cultivos aptos para controlar el Imperata cylindrica se reportan: Vitex
pubescens, Albizzia moluccans, Centrosema pubescens (vejuco de chivo), Dolichos hosei
y Mimosa invisa en Malasia e Indonesia; Tephrosia candida en Nigueria y Sri Lanka;
Crotalaria spp. En Ghana, India e Indonesia; Pueraria spp. En Kenia Sri Lanka y Sur Este,
Asia; Euphorbia geniculata en Sri Lanka; Gliricidia cepium en Nigueria y, en general, el
arbusto Leucaena glauca (14, 28, 36, 56, 66). Un problema relacionado con el uso de
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cultivo de cobertura, mencionado por varios autores, son los costos altos del
establecimiento del cultivo.
En las Filipinas Stylosanthes guyanensis compite con el Imperata cylindrica (55) cuando se
siembra después de una quema, y si es posible después un arado con discos y luego una
fertilización con P. En Nigueria, Stylosanthus guyanesis sembrado después de un arado
con discos sobrevivió localmente en la vegetación de Imperata cylindrica pero no la
controló; después de una quema el Imperata había desaparecido (35).
Como cultivos competitivos se mencionan la yuca, la batata y la soya (36,55).
En Java se estudió el control biológico utilizando insectos que atacan el Imperata
cylindrica. Todabia no se ha encontrado un método promisorio de control (39). Sin
embargo, es posible erradicar el Imperata cylindrica por inundación (28, 39).
También se han ensayado varias combinaciones de métodos de control. El mayor problema
es evitar la reinvasión por rebrotes de los rizomas; así que las inspecciones y el control
repetido son actividades necesarias.
Aunque si es posible erradicar el Imperata cylindrica, hacen falta métodos de control más
efectivos, sencillos y socioeconómicamente aceptables (6).
evitar la invasión o la re-invasión de Imperata cylindrica es relativamente fácil por medio
de la selección de cultivos aptos, prácticas culturales adecuadas y rotación de cultivos(6).
MUCUNA DEERINGIANA (BORT.) SMALL
Descripción
El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) en su libro “Gramíneas y Leguminosas
Forrajeras en Colombia” (29), describe el mucuna deeringiana así: “son plantas gruesas,
anuales o bianuales que crecen en forma de enredadera. Las hojas son grandes y trifoliadas
con tres foliolos anchos. Los racimos nodulosos con flores a lo largo del raquis, son
blancos o violáceos. Las vainas son anchas, cortas y comprimidas, con pico curvo; tienen
semillas grandes y ovales y de varios colores”.
Duke (21), en su manual de Leguminosas que tienen importancia económica en el mundo,
expone un resumen muy completo de los datos conocidos sobre Mucuna spp. Adicional a
los datos mencionados por el ICA, Duke (21), describe las especies del género Mucuna
como plantas de día corte, con tallos delgados de 3 a 18 m de largo, vainas con una cáscara
gruesa con terciopelo de 3 a 6 semillas por vaina; raíces numerosas de 7 a 10 metros de
longitud, con muchos nódulos cerca de la superficie del suelo.
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Taxonomía
De acuerdo con Howler, * del Centro Internacional de Agricultura Tropical CIAT, en Cali,
Colombia, la especie llamada “Vitabosa” de la región de Urabá y objeto del presente
escrito, pertenece al género Mucuna, especie deeringiana de la familia Fabaceae del orden
Leguminoseae.
Duke (21), citando varias fuentes, menciona como fríjol terciopelo el Mucuna pruriens (L.)
DC var. Utilis (Wall.) Ex Wight) Baker ex Burck. Y distingue cinco grupos:
1. nivea, fríjol Lyon, cultivando en las Filipinas y el suroriente de Asia donde la gente
come las vainas verdes como verdura.
2. hassjoo- de origen japonés.
3. Aterrima o mauritius – cultivado como cobertura resistente a la sequía(Australia, Brasil)
o en rotación con caña de azúcar (zona del Caribe).
4. utilis fríjol terciopelo de Bengala, cultivado en la India.
5. .deeringiana- el fríjol terciopelo cultivado en la Florida y Georgia (estados Unidos),
Duke (21), describe varias variedades de este Mucuna, que son distintas en cuanto a su
crecimiento, el color de las flores y los frutos, la cantidad, el tamaño y el color de las
semillas producidas, forma de las vainas y de los racimos.
Uphof (65), y también en las memorias de la Conferencia Internacional sobre Leguminosas,
en Inglaterra-1978(34), distinguieron dos especies de Mucuna: M. deeringiana (Bort).
Small (anteriormente Stizolobium deeringianun Bort). Y Mat (t) erina (Piper and Traci)
Holland (anteriormente Stizolobium at (t) erinun (Piper and Tracy).
Entre los nombres, mucuna deeringiana es el más frecuente en la literatura y de acuerdo con
la clasificación taxonómica, corresponde a la especie objeto de este estudio.
Las especies de Mucuna reportadas en Colombia por Cárdenas, Reyes y Doll (7), y en el
Catálogo Ilustrado de la s Plantas de Cundinamarca (33), denominadas como “ ojo de
venado” o “pica-pica”, no pertenecen a la especie mucuna deeringiana.
Distribución y ecología
El origen de las varias especies y variedades de Mucuna es el sur de Asia o Malasia (65).
Desde los Estados Unidos, donde fue introducida en 1873, se llevó a otros países trópicales
(21). En la actualidad se cultiva Mucuna especialmente como cultivo de cobertura en
Hawai, Australia, las Filipinas, Malasia (21) y México (44).
14
El Mucuna deeringiana es una planta tropical o subtropical que crece desde el nivel del mar
hasta aproximadamente 2000 msnm. La especie se adapta a suelos bien drenados, de
arenosos hasta arcillosos, con un ph entre 4,5 y 7,7, en zonas con temperatura promedio
anual de 18, 7 hasta 30 grados C y una precipitación promedio entre 380 y 3150 mm / año.
En suelos francoarenosos, con ph entre 5 y 6,5, su producción es óptima (21, 37).
En Colombia, según Suarez de Castro (64), crece bien en climas cálidos y suelos pobres y
ácidos.
Mes (41), encontró que las temperaturas nocturnas altas estimulan el crecimiento y que una
temperatura nocturna de 21 grados celcius es la indicada para la floración. Una duración del
día entre 12 y 16 horas no afecta la floración, lo nodulación ni la asimilación del nitrógeno.
En un sitio frío y seco, la semilla mantiene su viabilidad durante 2 o más años (21).
Plagas y enfermedades
A pesar de la presencia de L-Dopa en las hojas, el cual funciona como barrera para ataque
de muchos insectos y mamíferos pequeños, Duke (21), menciona ataques del gusano
(Anticarsia gemmatalis) y de varios hongos, bacterias, virus y nemátodos encontrados en el
mucuna deeringiana entre ellos el hongo Cercospora stizolobii.
Robinson (52), menciona un ataque de nemátodos de la especies Meloidogyne javanica,
común en Australia, donde se cultiva el mucuna deeringiana para abono verde en rotación
con caña de azúcar. El Meloidogyne javanica, es un nemátodo que se encuentra
frecuentemente asociado a las raices de frijoles(9).
Producción
El Commonwealth Bureeau of Pastures and Fiel Crops de Inglaterra, han conpilado dos
bibliografías con resúmenes de publicaciones sobre el género Mucuna (Stizolobium)
escritos entre 1955 y 1976 (10,11). De ésta bibliografía, se deduce que en todo el trópico se
ha ensayado y utilizado con éxito el Mucuna para varios fines. Abono verde, producción
de forraje verde (banco de proteínas) para el ganado en la estación seca, producción de
heno y de ensilaje, producción de semillas par nutrición animal y producción de
concentrados, cultivo asociado con maíz o sorgo, etec.
Por su carácter promisorio, la National Academyc of Sciencies de los Estados Unidos en su
libro sobre Leguminosas Trópicales (44), recomienda acelerar las investigaciones sobre el
género Mucuna. En varias partes, se han seleccionado variedades mejoradas o procedencias
con mejore rendimientos (21).
Duke (21), describe las condiciones y las practicas culturales del cultivo mecanizado del
mucuna deeringiana, que se emplea en los Estados Unidos (Florida y Hawai), cuando se
15
utiliza con fines de producción de semillas, como abono verde únicamente o con el objetivo
de ahogar malezas.
a) Producción de semillas
Cuando el objetivo es la producción de semillas, el mucuna deeringiana, necesita de las
cañas de maíz o de otro cultivo erecto para treparse, por que la polinización exige buena
circulación del aire (21).
En los Estados Unidos el período vegetativo para la producción de semillas es de 100 a 150
días, dependiendo de la variedad; en el trópico, el cultivo demora de 7 a 9 meses. Cuando
las semillas apenas están maduras, se tienen que recoger las vainas para evitar que
revienten (21).
La producción de semillas es del orden de 1000 hasta 2000 kg./ha en los Estados Unidos,
de 900 hasta 1500 kg./ha en Hawai y entre 240 y 1120 kg./ha en la India (21).
No se ha diseñado una máquina para la recolección de la cosecha. El desgrane de las vainas
secas hace fácil ésta labor; es posible adaptar una desgranadora de cereales; por ejemplo, en
Australia se utiliza una desgranadora de maíz (21).
b) Producción de forraje
Se reporta una producción de forraje de 3 a 6 ton/ha en un período de 90-120 días; en los
Estados Unidos (21) la producción alcanza 19 toneladas por hectárea por año en peso
verde, 35 ton/ha en la India (38) y Brasil (35) y entre 40 hasta 50 ton/ha en clima medio en
Colombia (64).
El contenido de proteínas del forraje varía de 9,7% (58), 15,1% (21) hasta de 18% (40) del
peso seco.
En Colombia en 1956, en la Granja Experimental Pecuaria del Nus (altura 850 msnm,
temperatura promedio anual de 24,4 grados C, precipitación promedia anual de 2200 mm y
suelos con un ph de 4,5) se sembró mucuna deeringiana como forraje; esta especie creció
en toda clase de suelos, resultó resistente contra la sequía, mostró un desarrollo rápido y
una gran cantidad de follaje (63).
c) Producción de abono verde
En condiciones de Estados Unidos es posible sembrar al tiempo maíz asociado con mucuna
deeringiana (21).
En los Estados Unidos para cultivar mucuna deeringiana como abono verde o par producir
sombra es necesario labrar la tierra dos o tres veces hasta que las plantas empiezan a
enredarse: Finalmente, el fríjol terciopelo o la vitabosa forma un colchón de 60 cm de
espesor eliminando las malezas (21).
16
Tanto en Africa (2) como en el Brasil (46, 47), se reportan aumentos en la producción de
maíz de 28 a 100%, atribuidos a la asociación o la rotación con unas especies del género
Mucuna.
Utilizando el mucuna deeringiana como abono verde y cultivo de cobertura en México
oriental, fue posible reducir el período de descanso de la tierra de 5 años hasta un semestre
(44).
En México, utilizando el mucuna deeringiana como abono verde, se registró una
producción de material de 3,85 ton/ha en peso seco, aportando 110,9km/ha de nitrógeno.
La incorporación del material vegetal del mucuna deeringiana desde el momento en que se
inicia la floración hasta después de la maduración de las vainas (60-160 días), tuvo el
mismo efecto como la fertilización 60gm/ha de nitrógeno (Ruíz, M.J. y R.J. Laird, 1961,
citados por Ramírez, (49).
Ramírez (49), en la región de Aragua, Venezuela que tiene como característica suelos con
un p.h. de 7,3 y una precipitación que oscila entre 900 y 1000 mm/año, sembró mucuna
deeringiana y lo incorporó posteriormente como abono verde. Las plantas florecieron a los
108 días presentaron vainas maduras a los 134 días, las cuales se secaron a los 169 días. El
mucuna deeringiana tenía nódulos de 5 mm y poco abundantes, lo que puede ser un
indicativo de la falta de suficiente Rhizobium apropiado. La máxima producción de peso
verde ocurrió al momento de la formación de botones florales; éste valor fue 25,8 ton/ha.
Igualmente, el porcentaje de nitrógeno alcanzó su máximo valor durante la formación de
los botones florales, siendo el 3,3% equivalente a 139kg/ha de nitrógeno; al secar las
plantas el contenido de N fue el 2,54% del peso seco, aportando 83 kg./ha de nitrógeno.
Según Ramírez (49), el uso de abonos verdes requiere mantener el suelo ocupado durante
un período vegetativo con un cultivo del cual no se obtiene cosecha para el mercado y
solamente servirá para proporcionar la cantidad de nitrógeno para el cultivo del maíz de los
siguientes año. Por esta razón Ramírez(49), justifica el uso de abonos verdes en el cultivo
de maíz únicamente cuando por alguna razón el agricultor no puede sembrar.
Mediante la rotación con leguminosas y, con el fin de evitar la pérdida de una cosecha de
maíz Rodriguez (56), ensayó la siembra intercalada de maíz con Dolichos lablab y con
mucuna deeringiana en la Granja Experimental Tulio Ospina del Instituto Colombiano
Agropecuario –ICA en Medellín, (Colombia). Esta se localiza a una altura de 1425 msnm;
los suelos se caracterizan por un p.h de 6; el clima presenta una temperatura de 21 grados C
y una precipitación promedio anual de 1425mm. Se sembraron al mismo tiempo el maíz y
las leguminosas. La leguminosa que produjo más materia seca fue el de Dolichos. El efecto
de las leguminosas en la productividad de maíz equivalió a una aplicación de 40 kg./ha de
nitrógeno.
Herrera, Lotero y Crowder (26), estudiaron la adaptación de varias especies de
Leguminosas que pueden usarse como forraje y abono verde en los climas cálidos y medios
de Colombia: compararon la producción y la composición química del forraje bajo
diferentes regímenes de corte. Bajo las condiciones de Medellín, el mucuna deeringiana fue
la leguminosa que más rápidamente se desarrollo: a los 108 días se cosecharon más de 5,0
toneladas de forraje seco, lo que equivale a 25 ton/ha de materia verde aproximadamente.
Luego de efectuar un primer corte, la recuperación de las plantas de mucuna deeringiana no
fue posible, por esta razón se indicó que el uso como abono verde sería el más apropiado.
17
Herrera et el. (26), encontraron que cuando aparecen las primeras vainas este momento
corresponde al estado de corte por el cual se obtiene el porcentaje más alto en proteína
(15,2%) y la mayor producción de forraje, (7,4 ton/ha de peso seco). Ellos recomiendan
este estado de desarrollo del mucuna deeringiana para ser incorporado como abono verde,
pero también mencionan que se puede dejar hasta después de la recolección de semillas y
luego incorporar el material restante. En el anexo No. 1 se indican los datos respectivos al
estudio.
En Medellín Rojas y Lotero (54), compararon la producción de forraje el contenido de
proteína, la producción de raices y nódulos, y estimaron la cantidad de nitrógeno fijado
simbióticamente e incorporado al suelo, de trece leguminosas sembradas en bolsas de
polietileno. En cuanto al mucuna deeringiana obtuvieron 14,77% de proteína de la parte
aérea a los 75 días después de la germinación.
Al comparar el mucuna deeringiana con las otras especies ensayadas esta especie manifestó
la mayor capacidad de fijación de nitrógeno; en el suelo donde se cultivó el mucuna
deeringiana se registró 70 kg./ha de nitrógeno más que en el suelo correspondiente a los
tratamientos testigo; le sugirieron la alfalfa (Medicago sativa L.) y el guandul (Cajanus
cajan (L.) Mills) con 48 kg./ha y, el kudzú (pueraria phaseoloides Benth) con 44 kg./ha de
nitrógeno, fijado 105 días después de la germinación (54).
Otros Usos
Además de los usos principales como forrajes y abono verde, el mucuna ofrece otras
posibilidades de uso. En algunas partes la gente come las semillas, generalmente después
de remojarlas, cocinarlas, asarlas o fermentarlas para eliminar principios tóxicos,
probablemente dihydroxyphenylalanina.
Duke (21), presenta un análisis detallado de la composición química del forraje y de las
semillas del Mucuna deeringiana, ver los anexos No. 2 y 3.
Las hojas del Mucuna deeringiana contienen levodopa (L-Dopa), un producto químico
utilizado para reducir los síntomas de la enfermedad de Parkinson y como repelente para
insectos (21).
EFECTOS A PARTIR DEL CULTIVO TRADICIONAL DE MAIZ EN URABA
Generalmente en la producción agrícola tradicional los únicos insumos utilizados son la
mano de obra y la semilla.
Dependiendo de la época escogida para establecer, por primera vez, el cultivo de maíz y,
del tipo de vegetación que se debe tumbar, es posible distinguir dos métodos de preparación
del terreno para la siembra de maíz.
18
! Cuando el terreno está cubierto por bosques, el corte del sotobosque y luego la tala de
árboles y arbustos son actividades que se realizan en las últimas semanas de marzo;
posteriormente se quema la vegetación; cuando se presentan las primeras lluvias se
siembra el maíz, mediante el sistema al “chuzo”. Este se cosecha entre los meses de
agosto/septiembre; la producción que se obtiene oscila entre 800 y 1200 kg/ha de maíz
desgranado (8). Inmediatamente después de esta actividad se corta la vegetación, y se
planta maíz por segunda vez; la producción obtenida es más baja debido a condiciones
menos favorables del clima y del suelo.
! Cuando el rastrojo es más joven el procedimiento es igual como en el caso anterior o en
su defecto se prepara el terreno sin quemar (labores que se ejecutan en septiembre) y
luego se siembra el maíz. Bajo este método, la cosecha de maíz ocurre por primera vez
en febrero; en marzo se prepara y se quema el terreno nuevamente, para sembrar el
maíz al inicio de las lluvias.
En los dos métodos, generalmente se deja descansar el terreno durante un período de dos o
tres años luego de la cosecha del maíz.
Mejores condiciones para el mercadeo del maíz, como resultado de las actividades de los
centros de acopio organizados por el Programa para el Desarrollo de la Economía
Campesina, junto con la necesidad de alimentar más cantidad de gente y la disponibilidad
de mayor mano de obra familiar, son las principales razones por las cuales los productores
incrementan la superficie cultivada y acortan el período de descanso del suelo.
Según Cárdenas (8), un productor de maíz tendría que cultivar siete hectáreas para obtener
beneficios equivalentes al salario mínimo. Esto sería difícil de alcanzar, porque exige
demasiada mano de obra. Lo más común es que siembre tres o cuatro hectáreas de maíz y
cambie su actividad por la producción de yuca y plátano.
El fuego coloca muchos nutrientes a disposición del cultivo y, de aquellos organismos que
sobreviven a la quema o que invaden después, pero también afecta las características del
suelo (15).
El cambio de la estructura de los suelos cultivados tradicionalmente conlleva a: un aumento
de la densidad, reducción de la aireación, disminución de la materia orgánica y destrucción
de los agregados que forman el suelo. Estas alteraciones reducen la capacidad de
almacenamiento del agua en los suelos de ladera, y como resultado se produce una fuerte
escorrentía y erosión (15, 25, 43). En las zonas planas por donde se desplaza el río Bajirá,
el color turbio del agua del río, después de un aguacero, indica que también se presenta una
notable erosión en esta región.
Los principales efectos químicos sobre el suelo, inmediatamente después de las quemas,
son un aumento de las siguientes características: p.h, disponibilidad de fosfatos y cantidad
de cationes (15, 25).
Muchas veces, entre los períodos de cultivos, el tiempo de descanso del suelo no es
suficientemente largo y la vegetación que prospera no permite una recuperación oportuna
del terreno.
19
Como razones potenciales para reducir la productividad del suelo en zonas donde el sistema
de tala y quema es una práctica frecuente pueden mencionarse las siguientes: Incremento de
la erosión y junto con ella la pérdida de nutrientes, agotamiento por lixiviación y extracción
por las cosechas, deterioro de las propiedades físicas del suelo, mayor invasión de malezas,
ataques de insectos y proliferación de enfermedades (15,25).
En Urabá, la gramínea vendeaguaja Imperata contracta (H.B.K.) hitchc., es la especie que
con más frecuencia invade los suelos manejados tradicionalmente, es decir, cuando se
utiliza el fuego para preparar los terrenos de la siembra de cultivos. La proliferación del
vendeaguja causa una disminución de las cosechas y, cuando no es posible su erradicación,
o es demasiado costosa, en términos de trabajo, las tierras agrícolas invadidas por el
vendeaguja son abandonados.
La disminución de la productividad de una finca obliga al campesino a colonizar nuevas
tierras, que manejadas con las prácticas anteriormente
Mencionadas, también sufren un rápido proceso de deterioro.
ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACION SOBRE EL CONTROL DEL
Imperata Contracta Y DEL MANEJO TRADICIONAL DEL Mucuna deeringiana EN
URABA
CONIF en Octubre de 1982 en la zona de San Pedro de Urabá, inició la investigación de
modelos agroforestales a partir de ensayos Leucaena sp. Asociada con maíz bajo los
siguientes objetivos: mejorar la fertilidad del suelo mediante el aporte de abono verde
suministrados por el follaje y las ramas tiernas provenientes de las podas de los árboles de
Leucaena; controlar la erosión en zonas de ladera; Controlar la invasión de malezas
aumentar el rendimiento del cultivo del maíz.
Paralelo al trabajo con los modelos agroforestales, se llevó a cabo charlas con los
campesinos sobre las prácticas tradicionales de mejoramiento de condiciones del suelo que
ellos realizan, así como también, observaciones de campo conjuntas sobre las especies de
leguminosas por ellos conocidas.
De estas experiencias surgió la vitabosa (mucuna deeringiana) como una posibilidad para
mejorar el suelo y aumentar el rendimiento del maíz.
En la zona Bajirá, en septiembre de 1983 CONIF estableció un primer ensayo agroforestal
en un sitio totalmente invadido por vendeaguja. El trabajo consistió en plantar especies de
leguminosas, entre ellas Leucaena leucocephala var. K8.
Al evaluar el ensayo entre otras conclusiones se encontró que las parcelas donde la
leucaena cerró completamente sus copas, el vendeaguja desapareció y su remplazo emergió
un sotobosque de hoja ancha de muy fácil control. A partir de los resultados de este ensayo
se analizaron las interacciones entre el suelo, las prácticas culturales y el tipo de vegetación,
principalmente el vendeaguja.
20
Teniendo en cuenta que en la zona existen considerables extensiones de tierra abandonadas
por la invasión del vendeaguja y dado su difícil manejo, se consideró importante, en estos
sitios, continuar la investigación con modelos agroforestales especialmente en la búsqueda
de otras especies de leguminosas de rápido crecimiento, cuyo follaje en un momento dado
desarrolle un estrato cerrado que impida la llegada de la luz a las plantas de vendeaguja, y
posteriormente dicho follaje puede incorporarse al suelo como abono verde.
Como consecuencia de estos trabajos se encontró que la vitabosa presentó los mejores
resultados en lo referente a eliminación de vendeaguja la incorporación al suelo de abono
verde e incremento en el rendimiento del maíz.
Simultáneamente a los trabajos adelantados por CONIF en la zona de Bajirá, el Programa
para el Desarrollo de la Economía Campesina (PEG), desarrolló otras dos modalidades de
sistemas para el control del vendeaguja a saber:
•
Utilización de herbicidas en diferentes dosis y marcas.
•
Control mecanizado. Esta práctica se realiza en forma integrada a un conjunto de
actividades en el Programa de Adecuación de Tierras del PEG. Las prácticas
adelantadas en el programa fueron en su orden: corte con machete de la vegetación
herbácea, eliminación de los remanentes de árboles, quema y posteriormente una
primera arada, utilizando un arado de discos que rotura el suelo a 30 cm. de
profundidad. Diez días después se realiza una segunda arada con el sistema de discos,
posteriormente se construyen drenajes con sanjadora. Estas labores se realizan durante
la estación seca. Al inicio de las lluvias se efectúa un tercer arado utilizando disco de
un diámetro menor al empleado en las ocasiones anteriores. De acuerdo con el
proyecto estas labores eliminan el vendeaguja y mejoran la productividad del suelo.
Con respecto al manejo tradicional de la vitabosa en rotación con cultivos, en la vereda San
Junacito, (Municipio de San Pedro de Urabá), los campesinos locales aunque conocen el
efecto positivo del uso de la vitabosa no han podido desarrollar un sistema bien definido.
Generalmente
Lanzan las semillas al suelo, en terrenos donde hay presencia de vendeaguja, al inicio de las
lluvias del mes de mayo.
A los tres o cuatro meses, la vitabosa en la búsqueda de la luz se enreda en la vegetación
presente hasta cubrirla mediante una densa capa de follaje. Año y medio después de la
siembra, los campesinos cortan la vitabosa a ras del suelo, no queman y siembran maíz.
Generalmente, después de dos o tres cosechas contínuas de maíz dejan descansar el terreno.
Según la necesidad y de acuerdo con la presencia del vendeaguja, lanzan nuevamente
semillas de vitabosa. De esta manera algunos campesinos utilizan la vitabosa para mejorar
el suelo; sin embargo, la práctica no es conocida por la mayoría de los campesinos de la
región
21
MATERIALES Y METODOS
GENERALIDADES
La región de Urabá se localiza al norte de los Departamentos del Chocó y Antioquía,
colinda al oeste con la República de Panamá y con el Golfo de Urabá (Fig. No.2).
En general, esta región se caracteriza por tener un clima cálido con temperaturas superiores
a 24 grados centígrados, una precipitación que oscila desde 6000 mm/año en la parte
suroccidental, hasta de menos de 2000 mm/año en el sector nororiental, dando lugar a las
zonas de vida bosque muy húmedo tropical (bmh-T), bosque húmedo tropical (bh-T) y
transición al bosque seco tropical, según la clasificación de Holdrige (27).
El relieve está determinado principalmente por dos Serranías que corren de sur a norte.
Paralela a estas Serranías se encuentran colinas y terrazas intercaladas por valles aluviales y
verdaderos planos aluviales de los ríos San Juan, Mulatos, León, Tumaradó y Atrato.
Las actividades mencionadas en el presente informe se realizaron subregiones de Apartadó,
San Pedro de Urabá y Belén de Bajirá, de las cuales, las características más importantes se
detallan en el cuadro No.1.
Urabá es una zona de colonización relativamente reciente, que se inició aproximadamente
en la década 1950-1960. Los colonos, principalmente los provenientes del Departamento de
Córdoba, se establecieron en las colinas alrededor de San Pedro de Urabá y en el Urabá
Chocoano, mientras que los originarios del Departamento de Antioquía lo hicieron en torno
al eje de la vía carreteable Medellín-Turbo.
En la actualidad permanecen pocos colonos fundadores, pero su generación es abundante;
las fuentes de trabajo fuera de las que suministra el sector agropecuario son limitadas.
La escasez de tierras cultivables se refleja en la presencia de pequeñas fincas, la casi no
existencia de extensiones de bosques y el reducido período de descanso de las tierras.
En la parte suroccidental de Urabá, formada por la planicie de los ríos Tumaradó, Sucio y la
parte superior del río León, la colonización es muy reciente, mientras que hacia el río
Atrato es vigente.
A los lados de la carretera Chigorodó-Bajirá y la panamericana se practica ganadería
extensiva, mientras que en la zona de colinas, donde actualmente se encuentran asentados
los campesinos, se desarrolla una ganadería incipiente.
22
DESCRIPCION Y MANEJO DE LOS ENSAYOS ESTABLECIDOS COMO BASE
PARA EL CONTROL DE Imperata Contracta.
A continuación se presenta una descripción de las actividades de manejo de cada uno de los
ensayos que condujeron a estructurar los elementos básicos para utilizar la vitabosa como
control del vendeaguja en Urabá.
Ensayo No. 1 Mejoramiento de rastrojo con leguminosas.
El ensayo se estableció en septiembre de 1983 sobre un terreno invadido por el pasto
vendeaguja.
Tuvo como objetivo estudiar el efecto de cuatro especies de leguminosas en la eliminación
del vendeaguja y en el mejoramiento de la calidad del rastrojo en términos de la
recuperación de la producción de los cultivos agrícolas.
Se utilizó un diseño estadístico en bloques al azar, con tres repeticiones, en parcelas de 36
plantas sembradas a 1,5 por 1,5 m de distancia. Las especies de leguminosas empleadas
fueron: Leucaena leucocephala var. K, Erythrina so., Desmodium sp. Y Sesbania sesban.
Transcurridos seis meses, Desmodium y Sesbania desaparecieron. Leucaena y Erythrina
registraron una sobrevivencia de 95% y 65% respectivamente.
La primera siembra de maíz se efectuó a los nueve meses, pero destruida por un huracán.
Al cabo de 18 meses, Leucaena registró una altura aproximada de 5 m; así mismo, observó
una abundante producción de semillas y presencia de plántulas de regeneración natural de
Leucaena. El vendeaguja invadió completamente los sitios donde fracasaron las otras
especies de Leguminosas; en las parcelas de Leucaena el vendeaguja desapareció casi
completamente, por efecto de las sombras de los árboles.
A los veinte y cinco meses de edad, se efectuó una limpieza en las parcelas de Leucaena y
una poda a los árboles a una altura entre 50-70 cm del suelo.
A ésta edad se sembró maíz por segunda ocasión. Tiempo después, entre las parcelas y con
y sin la influencia de la Leucaena se observó una diferencia notable en el color del follaje
del maíz.
23
CUADRO No. 1 GENERALIDADES DE TRES REGIONES DE URABA-COLOMBIA
S U E L O
C L I M A
Región
Bajirá
Fisiografía
Topografía
Precipitación Temp.
Plano aluvial de 50
m.s.n.m.
Mm/año
°C
3.750 – 6.000
25
Período
Zona de
Seco
Vida
Enero-marzo
bmh-T
Origen
Aluvial del
Evolución profundidad
Poco
60 cm.
Cuaternario
Plano con
Apartadó y San
inundables.
José de Apartadó
Colinas onduladas de
50-250 m.s.n.m
Textura
drenaje
pH
Franco
regular
5,5-6,5
arcilloso
bajos
Pendientes de 30- 2.400
100%.
25
Enero-marzo
bmh-T
Terciario
Moderado
60 cm.
Superior
Franco
arcilloso
ligeramente 5,5-7,0
excesivo
San Pedro de Urabá
Colinas quebradas o
escarpadas de 250500 m.s.n.m.
Pendientes de 30100%.
2.000
25
Diciembre-abril
bh-T
Terciario
Superior
Moderado
50 cm.
Franco
excesivo 6,0-7,5
arenoso
24
Cuatro meses después se efectuó la cosecha del maíz, producción que resultó disminuida
principalmente por animales (cerdos). Para una superficie de parcela de 81 metros
cuadrados se obtuvo una producción promedio por parcela de 2922 kg/ha (peso con tusa) de
maíz en asocio con Leucaena.
Dos meses después de efectuar la última cosecha de maíz se realizó una tercera siembra de
maíz, empleando la variedad ICA VI57. El maíz se sembró al “chuzo”, utilizando tres
granos por sitio a una distancia de 0,8 x 0,8 m. Previo a la siembra del maíz se realizó una
poda a los árboles de Leucaena. En éste tercer cultivo, las mazorcas de maíz fueron
afectadas por la alta humedad.
La producción de maíz en esta cosecha (agosto/86) se presenta en el cuadro No. 2.
En las parcelas testigo (maíz solo), el pasto vendeaguja registró mayor crecimiento que el
maíz; mucho matas no alcanzaron a formar mazorcas y /o desaparecieron. Las mazorcas
observadas presentaron pocos granos y pequeños tamaños.
En las parcelas con y sin Leucaena se observaron bastantes plántulas de regeneración
natural de la especie. En las de testigo, la presencia de vendeaguja condujo a creer que un
nuevo cultivo de maíz no prosperaría.
De las experiencias obtenidas en éste ensayo, como resultado interesado, se puede indicar
que a mediano plazo el uso de Leucaena leucephala es una alternativa factible en el controlerradicación del vendeaguja, para las circunstancias encontradas en la zona de Bajirá.
Ensayo No. 2. Manejo de Leguminosas para el control de Imperacta contracta.
En un lote invadido por vendeaguja y vegetación ancha, en el cual el último cultivo de maíz
se realizó dos años antes, se estableció el ensayo mediante un diseño en Bloques al Azar,
con tres repeticiones, con los siguientes tratamientos: Leucaena leucocephala var. K8
(pseudoestacas), Gliricida sepium (pseudoestacas), Canavalia ensiformis, Mucuna
deeringiana, aplicación de herbicidas antes del cultivo de maíz y una parcela testigo, es
decir, con quema de la siembra de maíz y manejo tradicional. Para las especies se utilizaron
225 plantas/parcela, sembradas a una distancia de 1,5 x 1,5 m. Este ensayo tuvo como
objetivo, estudiar y comparar el tratamiento más efectivo en el control del vendeaguja.
Previo al establecimiento del ensayo, el pasto vendeaguja se cortó con machete y
posteriormente se quemó.
25
CUADRO No. 2
RENDIMIENTOS DEL MAIZ VARIEDAD ICA V157
ASOCIADO CON LEUCAENA LEOCOCEPHALA K-8; AGOSTO 1986; BAJIRAURABA
Tratamiento
desgranado en
Número de matas
(sitio) cosechadas
Número de mazorcas
cosechadas
Peso con tusa
kg/ha
Peso
kg/ha 20%
humedad
Maíz + leucaena
Parcela 1
11.111
15.833
1.528
Parcela 2
13.889
22.778
3.333
Parcela 3
17.222
26.667
3.333
Promedio
1.574
14.074
21.759
2.731
Maíz tradicional
Parcela 1
5.556
6.944
278
Parcela 2
15.278
20.000
1.389
Parcela 3
12.500
15.000
1.111
Promedio
11.111
13.981
926
648
26
Al cabo de 15 de días, en algunos sitios con alta humedad, murieron muchas plantas de
vitabosa. En cambio, en otros lugares menos húmedos las plantas alcanzaron un
crecimiento mayor a un metro de longitud.
Los factores negativos para la germinación de la Canavalia y la vitabosa se atribuyen,
posiblemente, a la acentuación de la estación lluviosa y a la saturación del suelo. Esta
observación induce a considerar que en condiciones de suelos susceptibles al
encharcamiento estas dos especies no prosperan.
Alrededor de los siete meses, las plantas de vitabosa invadieron las parcelas de canavalia y
las del tratamiento de aplicación de herbicidas. Para evitar la invasión de la vitabosa a las
parcelas de Leucaena y mataratón, fue necesario cortar semanalmente las ramas de las
plantas invasoras. Aproximadamente a los ocho meses algunas plantas de vitabosa
florecieron y otras presentaron frutos verdes.
Transcurridos diez meses la canavalia no superó en vigor y crecimiento al pasto
vendeaguja. En una de las parcelas el crecimiento de la vitabosa fue muy regular y no
superó al vendeaguja, probablemente porque el desarrollo estuvo restringido por el mal
drenaje del terreno. En contraste, en las otras parcelas, la vitabosa creció excelentemente, a
tal punto que invadió totalmente las parcelas aledañas. A ésta fecha floreció y frutificó,
estando los frutos casi secos para su recolección.
Al cabo de un año, la distancia entre las copas de los árboles de Leucaena fue más estrecha,
ofreciendo sombra parcial al vendeaguja. En cambio, los árboles de mataratón no
alcanzaron a formar una copa definida; para acelerar la formación de nuevos rebrotes y
estimulara la formación de su copa, se podaron los árboles, obteniéndose una respuesta
favorable.
Se observó, luego de un año y medio que la vitabosa presentó mejor respuesta que en el
caso del anterior ensayo. En cuanto al comportamiento de los árboles de Leucaena y
mataraton, estos respondieron favorablemente a la poda, pero sin llegara presentar un efecto
notorio sobre la eliminación del vendeaguja.
Ensayo No. 3 Parcelas de producción de semillas de Canavalia ensiformis y Mucuna
deeringiana.
En junio/85 sobre un terreno completamente invadido por vendeaguja y abandonado hace
aproximadamente dos años, se establecieron las parcelas de producción de semillas de
vitabosa y canavalia. El vendeaguja se cortó con machete a ras del suelo; no se quemó con
el fin de comparar el nivel de competencia de las leguminosas con respecto al vendeaguja.
Transcurridos dos meses, la vitabosa presentó un crecimiento impresionante y, aunque el
vendeaguja también creció rápido, la vitabosa fue superior. El crecimiento de la canavalia
no alcanzó a ser tan agresivo y, por ser una variedad rastrera ésta se estableció debajo del
vendeaguja. A los cuatro meses la vitabosa cubrió completamente el vendeaguja.
Sobre una parte de la parcela con vitabosa se demarcó un área de 10 x 10 m para sembrar
maíz (oct./85). Un mes después, el maíz alcanzó buen crecimiento y no se notó presencia de
malezas o de pasto vendeaguja en el cultivo. A la vez, la vitabosa observó inicios de
27
floración. Aunque la canavalia presentó frutos, su desarrollo no ejerció un eficiente control
de vendeaguja.
A los siete y medio meses la vitabosa presentó frutos verdes; sin embargo, la maduración
de la semilla ocurrió en forma irregular. La parcela de maíz sufrió daño por animales
(cerdos). De otra parte, la parcela de canavalia fue quemada. A los diez meses se cortó la
vitabosa y se dio por concluido el ensayo.
Ensayo No. 4. Maíz en rotación con Mucuna deeringiana.
En el mismo sitio del ensayo No. 3 y para aprovechar la biomasa que aportó el cultivo
anterior de la vitabosa se emprendió un nuevo ensayo para comparar la producción de
cuatro variedades de maíz (tres mejoradas y una local).
Las variedades de maíz empleadas fueron: ICA V157, ICA V258, ICA H266 y puya
regional. Se utilizaron tres granos por sitio de siembra a una distancia de 0,8 x 0,8 m.
(abril/86).
La presencia de plántulas de vitabosa provenientes de semillas remanentes del cultivo
anterior, obligó a efectuar a la limpia para evitar la competencia al cultivo de maíz. Luego
de 15 días, el maíz registró excelente germinación.
Al cabo de un mes se efectuó un segundo corte a las plantas de vitabosa que se
encontrarenredadas en las plántulas de maíz. La presencia de otro tipo de malezas fue
escasa. De otra parte se observó daño por el cogollero del maíz, pero debido a su
crecimiento vigoroso, éste pareció no afectar su desarrollo.
En general, el maíz presentó mayor crecimiento en este sitio comparado con el que alcanzó
en otro donde se cultivó en forma mecanizada utilizando las mismas variedades.
A los dos meses el maíz inició la fase de espigamiento. Se observaron hasta tres mazorcas
por tallo en algunas plantas. Además, todas las variedades presentaron porte alto y
coloración verde. En los bordes de las parcelas donde la influencia de la luz fue mayor, la
vitabosa trepó sobre algunas plantas de maíz, fenómeno que no se observó en el interior de
las parcelas.
A los setenta días el viento tumbó algunas matas de maíz de la variedad puya. A primera
vista, las variedades V258 y H266 registraron un mayor número de mazorcas con respecto
a las otras variedades.
Durante el transcurso del tercer mes, los aguaceros fuertes y el viento afectaron nuevamente
el maíz. Las plantas que no sufrieron efecto, se recolectaron y pesaron, separando las
mazorcas buenas.
El cuadro No. 3 presenta la producción de maíz para cada una de las variedades probadas.
Los residuos de la cosecha de maíz (cañas) y matas de vitabosa se socolaron y repicaron. Se
notó invasión de la vitabosa desde los bordes de las parcelas. Algunas malezas observadas
fueron: el “triplegallo” y el “mindaka” (guardasereno). Esta última corresponde a un pasto
28
que aparece en forma abundante después del control del vendeaguja. Según los campesinos,
es una maleza que no afecta mayormente al maíz; en el cultivo del arroz si lo es.
En agosto/86 se sembró maíz de la variedad ICA V157 tratada con Vitavax 300 y Acototox
BHC. Se empleó una distancia de siembra de 0,9 x 0,9 m, “al chuzo”, colocando tres
semillas por sitio. En el terreno aún se observaron semillas de vitabosa en estado de
germinación.
El área del cultivo se dividió en 15 parcelas con el fin de establecer una prueba de
fertilización. Las dosis y los fertilizantes aplicados fueron: a). 10-30-10 (12 g/mata), b).
Superfosfato (7 g/mata), c). Fosforita Huila 816 g/mata), d). Sin fertilizar. Para registrar la
producción de maíz se delimitaron parcelas de 90 matas.
Un mes después de la siembra del maíz se presentó ataque de cogollero; posteriormente las
plantas se recuperaron. Igualmente, se observaron plantas heterogéneas en altura y una capa
de mulch muy delgada.
Aproximadamente a los dos meses el maíz se encontró en fase de espigamiento. La
inundación causada por una pequeña quebrada produjo la muerte de varias matas de maíz y
de plantas de vitabosa. En algunos sectores se notó invasión del pasto guardasereno. En
diciembre/86 se cosechó el maíz.
Ensayo No. 5 Manejo de Mucuna deeringiana para el control de Imperata sp.
El estudio sobre distancias de siembra de la vitabosa y métodos de preparación del terreno
previo a la siembra de la vitabosa, se estableció sobre un terreno que durante varios años
permaneció invadido por el pasto vendeaguja.
29
Cuadro No. 3 Rendimiento de cuatro variedades de maíz luego de la recuperación del
terreno a partir de la utilización de Mucuna deeringiana; Julio 29 de 1986; Bajirá Urabá
V A R I E D
A D
Características
ICA
258
Altura total promedio (cm)
Altura promedio (cm) de la mazorca superior
Número total de mazorcas
Número de mazorcas dañadas
Número de mazorcas aceptables
Humeda Peso total de mazorcas (kg/ha)
d mayor Peso de las mazorcas dañadas
de 35% (kg/ha)
Peso de las mazorcas aceptables
(kg/ha)
Humeda Peso de las mazorcas aceptables
d
del (kg/ha)
14%
Peso desgranado, granos buenos
(kg/ha)
Relación
peso
desgranado/peso
de
mazorcas
total en %
V ICA H ICA V PUYA
260
157
278
282
287
315
140
145
131
189
26352
25794
29080 30474
9549
11316
10076
7502
16803
14478
19004 22972
2576
3190
3472
2232
651
1209
1054
403
1922
1981
2418
1829
1039
1147
1550
1023
673
766
1268
908
26
24
37
41
El pasto vendeaguja (el cual había florecido y fructificado) se cortó y quemó durante la
estación seca (marzo/86). Al momento de iniciar el estudio de pasto había rebrotado y tenía
una altura que osciló entre 50-100 cm.
Las distancias de siembra probadas fueron: 0,5 x 0,5 m; 1,0 x 1,0 m; 1,5 m. Cada una de
ellas se replicó en un número variable de parcelas considerando tres métodos de
preparación del terreno así: siembra de la vitabosa luego del corte a ras del suelo del
vendeaguja; siembra de la vitabosa sin cortar el vendeaguja; siembra de la vitabosa luego
de cortar y quemar el vendeaguja.
Aproximadamente a los 15 días después de la siembra, la germinación en las parcelas
donde se cortó el vendeaguja fue del 100%. El mejor desarrollo se observó en el
tratamiento con quema. La vitabosa plantada a una distancia de 1,5 x 1,5 m en terreno con
vendeaguja, mostró bajo porcentaje de germinación. Para el mismo tipo de preparación del
terreno, la vitabosa mostró mayor desarrollo en el tratamiento 0,5 x 0,5 m con respecto al
de 1,0 x 1,0 m; tal vez, porque en el momento de la siembra, el pisoteo sobre el pasto
permitió una mayor entrada de luz facilitando la germinación.
Transcurridos 50 días, el mejor desarrollo de la vitabosa se observó en el tratamiento con
quema; allí el vendeaguja no rebrotó, en cambio la vitabosa germinó en un 100%, el
crecimiento fue rápido hasta cubrir el área de la parcela. Esta observación indica que la
quema retrasa el poder de rebrote del vendeaguja.
30
En la misma época, se encontraron diferencias en el comportamiento de la vitabosa cuando
el vendeaguja se cortó a ras del suelo. Mostró buen crecimiento y cubrimiento a la distancia
de 0,5 x 0,5m, suficiente desarrollo para controlar el vendeaguja a mayor plazo cuando se
siembra a 1,0 x 1,0 m y escaso desarrollo a 1,5 x 1,5 m.
El tratamiento sin limpias fue un total fracaso a la distancia de 1,5 x 1,5 m; cuando se
utilizó el distanciamiento de 0,5 x 0,5 m el desarrollo fue regular pero con posibilidades de
control.
Debido, quizás, a la alta humedad en algunos sitios de varias de las parcelas,
indistintamente de los tratamientos, se observaron pocas plantas de vitabosa y de
vendeaguja; esta última presentó coloración amarillenta y baja altura. En una parcela,
además del vendeaguja, se observó la maleza “tripepollo”. Algunas matas de vitabosa
presentaron daño por hormiga arriera (Atta sp.).
A partir de observaciones de campo sobre el desarrollo de la vitabosa sembrada a 1,5 x 1,5
m en los tratamientos con y sin corte previo del vendeaguja, condujeron a tomar decisiones
en cuanto al manejo del cultivo de la vitabosa para un control más eficiente del vendeaguja.
Por tal circunstancia, se cortó toda la vegetación (vitabosa y vendeaguja) existente en esas
parcelas y luego se sembraron dos semillas de vitabosa por sitio a una distancia de 1 x 1 m.
Transcurridos tres meses después de la segunda siembra, el cubrimiento de la vitabosa
evolucionó favorablemente, aunque en algunos sitios e observaron espacios. La vitabosa
cubrió el vendeaguja, pero este aún continuó vivo.
Finalizado el quinto mes, la vitabosa presentó buen desarrollo. En los sitios con alta
humedad mostró recuperación, tal vez, favorecida por el hecho de haber ocurrido u n corto
período seco. En dos parcelas donde la vitabosa se sembró a una distancia de 0.5 x 0.5 m la
mayor parte del follaje del vendeaguja se encontró seco, pero sus raíces sobrevivían. Los
mejores resultados se observaron en el tratamiento donde se quemó el vendeaguja y se
plantó la vitabosa a una distancia de 0,5 x 0,5 m. En algunas parcelas fue notorio el ataque
por hormigas arrieras. Mediante parcelas de 1,5 x 1,5 m se tomaron muestras de biomasa de
vitabosa para análisis químicos.
Ensayo No. 6
Manejo tradicional de maíz en rotación con
deeringiana.
Mucuna
Este estudio se emprendió en la vereda San Juancito, Municipio de San Pedro de Urabá.
Consistió en comparar la producción de maíz mediante el sistema tradicional y la obtenida
después de la introducción de la vitabosa.
En tres parcelas de tamaño variable se estableció el sistema de manejo que a continuación
se describe:
31
a) Parcela No. 1
En este sitio la última cosecha de maíz se realizó en feb./84 y, sobre la vegetación que
emergió tres meses después de esta cosecha, se sembró al “voleo” la vitabosa (mayo/84).
La vitabosa se dejó crecer y madurar; en sep./85 se socoló y sembró maíz. La producción se
obtuvo en feb./86.
b) Parcela No. 2
Se socoló y sembró maíz en un rastrojo de aproximadamente 1,5 años, en el cual la última
cosecha de maíz se realizó en feb./84. La producción de maíz en esta parcela se registró en
feb./86.
c) Parcela No. 3
En este lugar después de ocho mese de realizar la última cosecha de maíz (sept./84), se
sembró la vitabosa sin tumbar el rastrojo.
En todas las parcelas se sembró maíz regional, al “chuzo” (1,3 x 1,3 m). En cada una de
ellas se delimitaron subparcelas de 5 x 10 m, localizadas en el sentido de la pendiente
principal del terreno, con el fin de registrar la producción de maíz, la producción de
semillas y la biomasa de la vitabosa.
Para la producción de maíz, se registró lo siguiente: el número de matas, número y peso de
mazorcas buenas, dañadas por la fauna silvestre y enfermas, el peso del maíz desgranado y
la humedad (%).
En las parcelas 1, 2 y 3 se sembró maíz en los meses de abril/mayo/86 y vitabosa en
julio/86. El maíz se cosechó en septiembre/86, esta cosecha correspondió a la segunda para
las parcelas No. 1 y No. 2 y, primera para la parcela No. 3.
Los valores de cada una de las variables registradas se presentan en el Cuadro No. 4.
OTROS ENSAYOS EMPRENDIDOS
Adicionalmente a los ensayos anteriormente descritos, en el año 1986 se emprendieron
otros tres ensayos así :
Ensayo No. 7
Control de Paspalum virgatum (maciega) con Mucuna
deeringiana. (agosto/86).
La preparación del sitio previo a la siembra de la vitabosa consistió en: a). corte a ras del
suelo del Paspalum y de la vegetación acompañante b). ídem a lo anterior, pero con quema
ocho días después c). corte a ras del suelo del Paspalum y de la vegetación acompañante,
en fajas de un metro de ancho y separadas a un metro una de otra.
32
Cuadro No. 4
Rendimiento del maíz variedad regional en rotación con Mucuna deeringiana;
Setiembre 9 de 1986; San Pedro de Urabá.
PARCELA
1
2
2a. cosecha
Parcela
después
testigo:
del corte de la sin vitabosa
vitabosa
Altura total promedio (m)
3,5
1,5
Número total de mazorcas
17650
15200
Número de mazorcas dañadas
1100
1200
Número de mazorcas buenas
16550
14000
Peso de las mazorcas buenas (kg/ha) 26%
2125
1475
humedad
1550
1050
Peso desgranado (kg/ha) 20% de humedad
Características
Ensayo No. 8
No.
3
1a. cosecha
después del
corte de la
vitabosa
4
24400
650
23750
3050
2175
Control semimecanizado de Paspalum virgatum (maciega)
con Mucuna deeringiana (agosto/86)
Los tratamientos aplicados fueron: a). corte con guadañadora del Paspalum y de la
vegetación acompañante, quema a los ocho días y siembra de la vitabosa b). ídem al
anterior y, un mes después, el corte de los rebrotes del Paspalum.
Ensayo No. 9
Comportamiento de variedades y procedencias de Mucuna
deeringiana. (agosto/86).
Se probaron las siguientes variedades/procedencias:
1. Procedencia San Pedro de Urabá; semilla gris
2. Procedencia San Pedro de Urabá; semilla veteado café blanco.
3. Procedencia Brasil; semilla jaspeada
4. Procedencia Brasil; semilla redonda; color café rayado
5. Procedencia CIAT, Cali, Colombia; semilla color negro, lote No. 2).
6. Procedencia CIAT, Cali, Colombia; semilla color verde-café veteado.
Problemas de drenaje de los suelos en los cuales se establecieron los ensayos no dejaron
prosperar la vitabosa.
33
OTRAS MEDICIONES Y OBSERVACIONES
BIOMASA AEREA
La producción de la biomasa aérea de la vitabosa se calculó a partir de muestras tomadas al
azar, en cuadrados de 1,5 x 1,5 m en algunas de las parcelas de los ensayos y de lotes
cultivados por campesinos.
La parte aérea de la vitabosa se cortó a ras del suelo, siempre en horas del medio día y en
un día con sol. El material obtenido se pesó inmediatamente. Los registros se presentan en
el Anexo No. 4.
RELACION PESO SECO-PESO VERDE
Del total del material vegetal cosechado se separaron seis submuestras en bolsas plásticas
previamente pesadas. Cuatro horas después se pesaron las submuestras en una balanza de
precisión. Así se obtuvo el peso verde. El material verde se fraccionó en muestras,
posteriormente secadas en un horno a 80°C, hasta obtener peso constante. la materia seca
fue el 18% del peso verde.
ANALISIS BROMATOLOGICO Y FOLIAR
Para el análisis bromatológico se tomó una muestra de la biomasa aérea de la vitabosa,
separando la fracción hoja y tallos. El análisis se realizó en el Laboratorio de la Sección de
Fisiología y Nutrición Animal de la Universidad Nacional, Seccional Medellín. El anexo
No. 5 presenta los resultados obtenidos.
En el Anexo No. 6 se indican los resultados de un análisis foliar de material procedente de
Bajirá, realizado en el Laboratorio de Investigaciones Agrícolas CORSAVE (CarepaUrabá).
Como el 165 del contenido de proteína en base seca corresponde al nitrógeno, los valores
del contenido de nitrógeno varían entre 3,29% y 3,8% del peso seco de la biomasa. Para los
cálculos del Anexo No. 4 se utilizó el porcentaje menor, es decir, 3,29%.
ANALISIS
BROMATOLOGICO
COMERCIALIZACION
DE
LAS
SEMILLAS
Y
SU
Actualmente en Colombia las fábricas de concentrados están buscando fuentes de
proteínas. Pensando en la posibilidad de utilizar las semillas de vitabosa para este fin, el
Programa para el Desarrollo de la Economía Campesina, envió muestras de las semillas a
varias fábricas de concentrados en Medellín.
34
Los Anexos No. 7 y No. 8 presentan el resultado de un análisis bromatológico y la
composición química de las semillas de vitabosa.
PESO Y COLOR DE LAS SEMILLAS
Se pesaron en varias oportunidades un total de 14 lotes de 100 semillas cada una, con un
peso entre 69 y 76 gr./lote.
Se calculó un promedio de 73,6 gr/100 semillas, es decir, 0,736 gr. por semilla ó 1359
semillas/kg.
En Urabá, generalmente se cosechan semillas de color café veteado mezclado con un 5% de
semillas de color blanco/gris.
RESULTADOS Y DISCUSION
DESARROLLO DE Imperata contracta (H.B.K.) HITCHC. EN URABA
La invasión de tierras agrícolas por especies de Imperata no sólo es un problema en Urabá,
es mundial.
La confusión reportada en la literatura sobre la presencia del Imperata cylindrica en
Suramérica y especialmente en Colombia, se puede explicar probablemente por
inexactitudes en la identificación, la existencia de distintas clasificaciones taxonómicas del
género Imperata (23, 51, 50) y la posición predominante de la especie Imperata cylindrica
en el mundo.
La estructura y la composición de la vegetación de Imperata contracta y los problemas de
su control en Urabá, presentan muchas similitudes con la vegetación de Imperata
cylindrica; por ejemplo, en Indonesia (220: especies de los géneros Panicum, Eupatorium,
Mimosa y Paspalum se encuentran entre las especies asociadas en ambos continentes. Esta
opinión no corresponde con lo reportado por Smith et al. (59), el cual indica que I.
contracta crece en grupos aislados y tampoco con lo que expresa Santiago (57), quien dice
que no causa problemas como maleza.
La literatura no permitió identificar diferencias en agresividad y posibilidades de control de
Imperata contracta comparada con I. cylindrica.
El hecho de que en Colombia poco se reporta el vendeaguja como maleza en la agricultura,
pero sí como maleza en los potreros, posiblemente puede ser explicado por dos razones:
a) Las zonas donde es frecuente el vendeaguja pertenece a regiones tropicales humedad. En
estas condiciones la agricultura se desarrolla a nivel de pequeños propietarios, la
investigación agrícola es muy escasa y aún requiere alcanzar un mayor desarrollo.
35
b) Una Vez invadido el terreno por el vendeaguaja, el campesino opta varias alternativas: lo
descarta para actividades agrícolas, lo deja descansar por mucho tiempo, lo abandona, lo
utiliza como potrero muy extensivo, o lo vende a ganaderos. De esta manera, el terreno deja
de pertenecer al área agrícola; bajo esta aptitud, a primera vista desaparece el programa de
la invasión del vendeaguja en tierras agrícolas.
El clima y los suelos de Urabá, en combinación con el manejo tradicional de la tierra dado
por los colonos, es decir, utilizando la quema como práctica cultural, crean las condiciones
óptimas para el desarrollo de las especies de Imperata.
A partir de varias observaciones se constató que al sembrar maíz después de cortar el
vendeaguja, no se registraron problemas en cuanto a su capacidad de germinación; sin
embargo, su desarrollo posterior fue muy deficiente: se apreció lento crecimiento, color
verde amarillo, tallo débil y de porte bajo, mazorcas pequeñas con pocos granos; muchas
matas mueren sin producir una mazorca, como lo reporta Eussen (22).
En un cultivo de yuca, en Bajirá, cuya área estuvo invadida por el vendeaguja, se observó
que los rizomas del vendeaguja atravesaron los tubérculos y, posteriormente causaron su
producción.
En lo referente a la competencia por agua en el suelo, este factor no sería una limitante para
los cultivos agrícolas, considerando la alta precipitación que ocurre en la zona de Urabá.
Los efectos nocivos del vendeaguja no son la competencia por la luz o el espacio aéreo, si
tenemos en cuenta que esta maleza se corta antes de la siembra del maíz, y en desyerbas
posteriores. El efecto nocivo se presenta en el suelo por la cantidad de nutrientes que
requiere el vendeaguja, lo cual hace que muy pocos nutrientes queden disponibles para los
cultivos agrícolas. Por esta razón, la influencia sobre el crecimiento de leguminosas que
fijan su propio nitrógeno, probablemente es menos pronunciada, contribuyendo a su aptitud
como cultivos de cobertura en el control de Imperata.
Las quemas no afectan el sistema de las raíces del vendeaguja. En Bajirá, las raíces del
vendeaguja son blancas, de 2 a 5 mm de espesor, forman una densa red que alcanza entre 5
y 15 cm de profundidad, poseen muchos rebrotes y botones que potencialmente se
desarrollan en nuevas plantas.
El vendeaguja forma una vegetación muy susceptible al fuego; en cada estación seca, las
quemas no planificadas impiden la evolución de la vegetación hacia estadios superiores
sucesionales.
Las quemas en la estación seca y la falta de agua durante esta, estimulan la floración del
vendeaguja unas semanas después de la quema; el resultado consecuente es una abundante
proliferación de semillas en el inicio de la estación lluviosa. El vendeaguja tiene una gran
capacidad para invadir terrenos.
En Bajirá, el bosque primario se tumba y quema, luego se cultiva maíz durante dos
períodos consecutivos y nuevamente se quema y siembra maíz; si se continúa cultivando
36
aparecen las primeras plantas de vengeaguja, las cuales cubren rápidamente todo el terreno
en menos de un año. (Figura No. 1).
Figura No. 1 Area completamente invadida por el “vendaguja” (parte superior de la figura),
Según estimaciones con base en fotografías aéreas del Programa para el Desarrollo de la
economía Campesina, existen, por lo menos 10.000 hectáreas de terrenos invadidos por el
vendeaguja en la región del Bajirá. La mayoría de estos terrenos fueron las primeras áreas
colonizadas en la zona y son las mejores en cuanto a drenaje natural y accesibilidad.
Por problemas de accesibilidad, sólo es posible labrar la tierra con tractor en una décima
parte de estos terrenos, de donde se infiere que para poder controlar el vendeaguja, en la
mayoría de los mejores terrenos de la región de Bajirá, se requiere generar una tecnología
apropiada a las condiciones de la Economía Campesina, la cual tiene como característica el
uso de bajos insumos, tanto en fuerza de trabajo como de herramientas.
Aún se desconoce el área invadida por el vendeaguja en el resto de la región de Urabá. En
la sub-región de San Pedro de Urabá se presentó el mismo proceso como en Bajirá; los
terrenos relativamente planos fueron los primeros colonizados y posteriormente invadidos
por le vendeaguja. Las condiciones topográficas de esta zona, tampoco permiten la
mecanización. En la zona, el vendeaguja tiene como único uso útil. la construcción de
cubiertas para techos en casa rurales.
37
OBSERVACIONES SOBRE EL CULTIVO DE Mucuna deeringiana (BORT.)
SMALL. EN URABA.
La especie Mucuna deeringiana, es conocida por su gran capacidad para producir follaje
(follaje de corte o abono verde), su capacidad de fijar nitrógeno y también, para eliminar
malezas; las semillas se utilizan en la en la alimentación animal. Se reporta tanto en asocio
como en rotación de cultivos.
La vitabosa de Urabá, es una planta anual que florece en los meses de
noviembre/diciembre, produce semillas y posteriormente se muere en la estación seca.
De las variedades descritas por Duke (21), la variedad más parecida a la vitabosa de Urabá,
es la variedad Early jumbo: “semilla larga, oval, veteada de vez en cuando, blanca o café;
madura en 175 días en los Estados Unidos; fácil de recolectar porque la vainas crecen en
racimos y se recogen enteras; produce cerca de 260 semillas por kilogramo”. Sin embargo,
no todos los datos corresponden con los encontrados por la vitabosa de Urabá; según
estimaciones realizadas, ésta pesa 0,736 gramos por semilla, lo que equivale a 1.359
semillas por kilogramo. El período de rotación es de 7 a 9 meses para la vitabosa en Urabá,
es el más común para la Mucuna deeringiana en el trópico (21).
La mayoría de las semillas de vitabosa que caen al suelo al final de la estación seca,
germinan fácilmente una vez se presentan las primeras lluvias. El porcentaje de
germinación de las semillas es muy alto, sin embargo, una parte de ellas se mantienen
latentes en el suelo, las cuales germinan posteriormente. Se observó germinación y semillas
latentes en el suelo siete meses después del período de maduración.
La vitabosa tiene un sistema radicular superficial, con muchos nódulos pequeños de 2 a 3
mm, de vez en cuando en agregados de forma irregular. En su parte interior, los nódulos
activos tienen un color rojizo causado por la leghemoglobina, lo cual confirma su capacidad
para fijar nitrógeno de acuerdo con Alexander, citado por Rojas y Lotero (54).
En Urabá, bajo condiciones de suficiente humedad, la germinación empieza entre el tercer
y quinto día después de la siembra; el desarrollo inicial es rápido: a los dos meses de edad
la plántula ya tiene ramas de un metro de largo o más. La vitabosa es muy agresiva; las
plantas se extienden hasta ocho metros desde el sitio de siembra, llegando a cubrir
totalmente la vegetación original.
Las semillas de vitabosa sembradas bajo condiciones de alta humedad en el suelo, se
pudren. Cuando ocurre encharcamiento durante varios días consecutivos en las primeras
semanas después de la siembra, las plántulas se mueren. Cuando las plántulas alcanzan un
mayor tamaño, el mal drenaje reduce el crecimiento. Una inundación durante dos días
continuos causó la muerte de un cultivo de vitabosa.
En la zona, los campesinos utilizan las semillas tostadas para preparar una bebida como
sustituto del café en épocas económicamente difíciles.
38
Las plagas más frecuentes son los grillos y la hormiga arriera (Atta sp.) que atacan las
hojas. Cuando el ataque ocurre en la fase inicial, el daño puede ser notable, pero
generalmente las plantas se recuperan. Un ataque permanente y fuerte de la hormiga arriera
puede demorar o impedir que se cierre el dosel de la vitabosa, no siendo posible controlar el
vendeaguja.
En Bajirá, durante los meses de septiembre y octubre de 1986 se presentó un ataque de un
gusano que acabó con las hojas. El gusano fue identificado como Proteus urbanus, un
Hesperiidae, común también en especies de fríjol y soya (9). Se observó insectos
comedores de hojas (Crisomélidos).
Una enfermedad muy común es la que causa un hongo. Los síntomas consisten en la
aparición de lesiones en las hojas viejas; estas son de color café o amarillo rojizo, redondas;
tienen un tamaño de 2 a 10 mm y pueden encontrarse juntas. Probablemente es un hongo
del género Cercospora (9). Duke (21), reporta varios hongos encontrados en el Mucuna y
entre ellos cita el Cercospor stizolobii. Esta enfermedad no causa daño económico, ya que
la planta fácilmente desarrolla follaje nuevo.
Las posibilidades de utilización de la vitabosa en condiciones de economía campesina en la
región de Urabá, de acuerdo con la experiencia obtenida, podría resumirse así:
- En la recuperación de tierras invadidas por el Imperata contracta.
- Como fuente alternativa de nitrógeno.
- Como componente de un sistema de rotación de cultivos.
- Como alternativa factible para el establecimiento de cultivos comerciales para la
producción de concentrados para animales.
- Como cultivo previo al establecimiento de nuevos cultivos de maíz en áreas invadidas
por Imperata contracta.
RECUPERACION DE TIERRAS INVADIDAS POR EL Imperata contracta
Experiencias en Bajirá
El control de vendeaguja con agroquímicos es demasiado costoso y sólo es efectivo para
una cosecha. El control mecanizado es factible en una ocasión, como parte de un programa
de adecuación de tierras, si se realiza en áreas grandes y accesibles.
Aunque la literatura reporta la posibilidad de controlar el Imperata por medio de la sombra
vegetal, ésta no menciona al Mucuna deeringiana; en condiciones de Urabá la vitabosa
produce este tipo de sombra muy rápidamente.
La vitabosa sembrada en el Ensayo No. 3, en los primeros días de junio de 1985, causó la
muerte de las hojas de; vendeaguja cinco meses después. El maíz sembrado en una parcela
39
en el mismo ensayo, creció muy bine en el suelo limpio de cualquier maleza y produjo
bien. Una vez se cosechó el maíz, aparecieron los primeros rebrotes del vendeaguja y, fue
tal su desarrollo que no hizo posible sembrar maíz nuevamente.
El hecho por el cual la vitabosa, en condiciones de buen drenaje, al cabo de los cinco meses
debilita el vendeaguja suficientemente para poder obtener una cosecha de maíz, se
conformó en el Ensayo No. 5 (Manejo de Mucuna deeringiana para el control de Imperata
sp.), aun cuando las hojas del vendeaguja ya habían muerto, se encontró que una parte de
los rizomas todavía estaban vivos y con capacidad para producir rebrotes.
En este sitio la quema se realizó estando el suelo húmedo, es decir, su efecto fue
superficial. La quema del material seco daña los rebrotes del vendeaguja. Se observó que
para formar nuevos rebrotes el vendeaguja tiene un retardo tal que al sembrar vitabosa
inmediatamente después de la quema ésta lo supera ventajosamente. A los cinco meses de
edad en la parcela tratada de esta manera y al sembrar la vitabosa a una distancia de 0,5 m,
se encontraron muy pocos rebrotes de vendeaguja.
No se encontró una gran diferencia en el grado de cobertura, cuando se compraron las
parcelas de vitabosa sembradas a 0,5 m y a 1 m de distancia. Basados en estos resultados y
en la vitabilidad del vendeguja presente a los cinco meses y teniendo en cuenta que la
vitabosa cubre rápidamente el suelo, se considera innecesario sembrar la vitabosa a 0,5 m
de distancia; el mismo grado de control se logra cuando la siembra a 1 m de distancia,
colocando dos o tres semillas por sitio; esta práctica exige menos trabajo. Sin embargo, la
siembra a mayores distancias, por ejemplo a 1,5 m, no es recomendable, puesto que la
cobertura del follaje de la vitabosa es mucho más lento en comparación con el rápido
crecimiento del vendeaguja.
Aunque a primera vista no fue posible distinguir tipos de microrelieve en el terreno del
Ensayo No. 5, la germinación y el crecimiento de la vitabosa indicaron perfectamente los
sitios encharcables, en ellos su desarrollo fue menor.
La vitabosa sembrada en junio de 1985, fructificó nueve meses después (febrero/86) y
luego murió. Las semillas caídas se dejaron germinar. Posteriormente, en abril de 1986 se
cortó la vitabosa a ras del suelo para sembrar maíz. Aunque se observaron varios
problemas, el maíz presentó una producción aceptable (ver cuadro No. 3) y nuevamente fue
posible sembrar maíz en agosto de 1986. En octubre de 1986, es decir, seis meses después
de cortar la vitabosa, no se observó vendeaguja invadiendo el ensayo, confirmando que el
control de la vendeaguja si fue total.
Experiencias en San Pedro de Urabá
En el ensayo, la vitabosa no se sembró al chuzo, se lanzó al suelo ( voleo). Mediante este
sistema fue posible obtener dos buenas cosechas de maíz, seguida de una de otra, sin
problemas.
Sin embargo, el control del vendeaguja no fue tan completo como el logrado en Bajirá en
un tiempo menor. Las posibles razones para obtener estos resultados pueden atribuirse a:
40
1. La distribución de las semillas cuando se lanzan al voleo no es tan homogénea como
cuando se siembran al chuzo con distancias constantes.
2. El porcentaje de germinación de las semillas lanzadas no es tan alto como cuando se
siembran al chuzo.
3. El crecimiento inicial de la vitabosa no fue tan rápido como en condiciones de campo
abierto, debido a que las semillas de vitabosa fueron tiradas en un terreno compuesto de un
rastrojo de cañas de maíz, hierbas, vendeaguja y arbustos, el cual tenía unos seis meses de
edad al momento de la siembra.
4. En San Pedro, las malezas manifestaron un mayor desarrollo durante el tiempo
transcurrido entre la última desyerba del maíz y la siembra de la vitabosa. En los ensayos
establecidos en la zona de Bajirá, las quemas no planificadas en la Estación seca antes de la
instalación de los mismos, el corte a ras del suelo y en algunos casos una nueva quema
antes de la siembra de la vitabosa, redujeron parcialmente el vigor del vendeaguja.
5. El Mucuna deeringiana crece mejor cuando las temperaturas diurnas y nocturnas son
altas (41), por lo tanto, en Bajirá es mayor el crecimiento, pues las temperaturas nocturnas
son más altas que en San Pedro de Urabá.
6. En San Pedro de Urabá, el fuego de la quema dirigida pendiente arriba fluye más rápido
y caliente menos el suelo comparado con el efecto de las quemas en los terrenos planos en
Bajirá; esta práctica influye en la composición de la vegetación.
7. En Bajirá y posiblemente debido a la alta humedad, las raíces del vendeaguja se pudren
más rápidamente comparado con las condiciones de un clima más seco y suelos bien
drenados como los que se presentan en San Pedro de Urabá.
Evaluación
Los resultados encontrados a partir de los ensayos establecidos en Bajirá y San Pedro de
Urabá prueban la eficiencia de la vitabosa en el control de vendeaguja.
La vitabosa tiene un sistema radicular superficial; en terrenos invadidos por el vendeaguja,
la vitabosa tiene la mayoría de sus raíces por encima de las raíces y rizomas de ésta.
La vitabosa es una planta leguminosa; en el suelo sus raíces no están al mismo nivel que las
del vendeaguja, esto hace que la vitabosa no sufra mucha competencia por nutrientes por
parte del vendeaguja. Sin embargo, cuando el vendeaguja no se corta antes de sembrar la
vitabosa, el crecimiento de esta última es lento, lo cual indica una fuerte competencia por
luz. Aunque en un suelo limpio el crecimiento de la vitabosa es más rápido que en un
terreno donde le vendeaguja ha sido cortado no fue posible singularizar el efecto de
competencia de los de alelopatía.
41
La supervisión del desarrollo de nuevos rizomas del Imperata en condiciones de baja
intensidad de luz (57) y en combinación con el proceso biológico de pudrición permanente
de partes herbáceas de las plantas en general, también de rizomas, probablemente explican
la paulatina muerte del Imperata contracta a consecuencia de la cobertura, durante nueve
meses, por un dosel compuesto de hojas y tallos de vitabosa. (Figura No. 2).
Figura No. 2 Area cubierta totalmente por la “vitabosa”, por sombreamineto elimina el
pasto “vendeaguja). Bajira-Uaraba, Colombia.
En San Pedro de Urabá y en Bajirá algunos campesinos logran buenos resultados lanzando
al suelo (siembra al voleo) las semillas de vitabosa. La siembra bajo este sistema, exige
muy poca mano de obra, pero si lo comparamos con el de siembra al chuzo, presenta las
siguientes desventajas:
- La distribución de las semillas no es homogénea, lo que conlleva a la posibilidad para que
el vendeaguja sobreviva localmente.
-Las semillas tienen riesgo de daño por ratones,
- La germinación es más lenta, debido a menores condiciones de humedad.
- Algunas semillas quedan expuestas al sol y los cambios climáticos inciden directamente
sobre la germinación, lo que puede implicar daño de semillas en estado germinativo.
42
- Se requiere una mayor cantidad de semillas para lograr la misma cobertura como la que se
logra mediante el sistema al “chuzo”. Por lo tanto, la siembra de semillas de vitabosa a;
“chuzo” ofrece mayor seguridad en comparación con el sistema de siembra al voleo.
- En Bajirá el tratamiento de quemar en pie-cortar-quemar el vendeaguja antes de sembrar
la vitabosa a una distancia de 0, 5 m. resultó en un control eficiente del vendeaguja.
Bajo condiciones de San Pedro de Urabá, un manejo más intensivo de la vitabosa
probablemente resultará en un mejor control de vendeaguja. Sin embargo, por el tipo de
pendientes que caracterizan las tierras agrícolas en la región de San Pedro de Urabá, no es
recomendable quemar los terrenos para evitar estimular la erosión. La alternativa es cortar
con machete la vegetación presente antes de la siembra de la vitabosa, lo cual aumenta
considerablemente los costos del control.
OSTOS DE CONTROL DE IMPERATA CONTRACTA A PARTIR DEL MUCUNA
DEERINGIANA.
En el cuadro No. 5 se presentan los jornales empleados en el control de Imperata contracta
por medio del Mucuna deeringiana, bajo distintas condiciones descritas en los capítulos
anteriores.
Los costos de la siembra al “chuzo” están basados en la siembra de tres semillas por sitio a
una distancia entre sitios de un metro, necesitándose 23 kg/ha de semillas.
Los costos totales presentados en el Cuadro No. 6 se calcularon con base en los datos del
Cuadro No. 5 tomando un valor de $600/jornal de seis horas.
Los costos varían de acuerdo con las condiciones del sitio desde un valor de $5.720.oo en
terrenos planos, hasta de $18.320.oo en terrenos pendientes con rrastrojo de vendeaguja
mezclado con arbustos.
Del 84% hasta un 95% de los costos se atribuyen a jornales; el único insumo es la semilla,
la cual, una vez los campesinos manejan la vitabosa, ellos mismos pueden producirla
fácilmente.
Cuadro No. 5Jornales/ha empleados en el control de Imperata contracta por medio de
la siembra de Mucuna deeringiana (1 Jornal = 6 Horas)
No. de jornales por tipo de
terreno
Plano
Pendiente
1. Preparación del terreno, posibilidades
1
-
6
-
- Quemar el vendeaguja en pie
- Quemar el vendegaguja en pie, cortar los rebrotes,
43
quemar nuevamente.
- Cortar vendeaguja vieja a ras del suelo.
8
10
12
14
- Lanzada al suelo
1
1
- Al chuzo en terreno quemado
3
-
5
7
6
8
-Cortar vendegajua vieja, mezclada con arbustos, a ras
del suelo.
2. Siembra de la semilla de vitabosa, posibilidades:
- Al chuzo en terreno no quemado
3. Preparación del terreno para sembrar maíz:
- Cortar la vitabosa a ras del suelo.
Aporte de nitrógeno del Mucuna deeringiana
La mayoría de las muestras para la cuantificación de la producción de biomasa de vitabosa
se tomaron en el mes de octubre, antes de la floración de la planta, momento en el cual la
producción de biomasa es máxima de acuerdo con la literatura (26, 49, 54).
Cuadro No. 6 Costos en $/ha del control de Imperata contracta por medio de
la siembra de Mucuna deeringiana.
Terrenos planos posibilidades:
A
B
-Quemar en pie, sembrar al voleo
1.200
-Quemar en pie, sembrar al chuzo
C
D
920
3.600
5.720
3.000
920
3.600
7.520
quemar
5.400
920
3.600
9.920
-Cortar vendeaguja vieja mezclada con arbustos,
sembrar al chuzo.
Terrenos pendientes posibilidades:
9.000
920
3.600
13.520
-Cortar la vendeaguja a ras del suelo, sembrar al
voleo
6.600
920
4.800
12.320
10.200
920
4.800
15.920
12.600
920
4.800
18.320
-Quemar en pie, cortar rebrotes,
nuevamente, sembrar al chuzo
-Cortar la vengeaguja a ras del suelo, sembrar al
chuzo
-Cortar vendeaguja vieja mezclada con arbustos,
sembrar al chuzo.
44
A
B
C
D
=
=
=
=
Costos de la preparación del terreno y la siembra del Mucuna deeringiana
Costos de 23 kg de semilla de Mucuna a $40/Kg
Costos del corte de Mucuna como fase previa as la siembra de maíz
Costos totales por hectárea
Según Nair (43), se necesita un aporte de mulch de 5 a 10 toneladas/año en peso seco para
lograr efectos favorables notables en la producción agrícola.
En el anexo No. 4 se presentan los datos de la producción de biomasa aérea de vitabosa,
registrada en Urabá.
La cantidad de biomasa aérea producida por la vitabosa a una edad aproximada de cinco
meses, varía desde 20 hasta 40 toneladas/ha de peso verde (3,6 hasta 8,8 toneladas/ha de
peso seco), lo cual corresponde con los rangos mencionados en la literatura (9, 26, 38).
El contenido de proteína encontrado en los dos análisis realizados fue respectivamente
20,55% y 23,75% del peso seco del material vegetal de Mucuna deeringiana (consúltese
los Anexos No. 5 y No, 6); estos valores son mayores con respecto a los que se reportan en
la literatura (40,50).
Teniendo en cuenta que el 16% del contenido de proteína corresponde al nitrógeno, el
contenido de este elemento fue 3,29 y 3,8% del peso seco del Mucuna deeringiana.
Considerando un margen de seguridad, los cálculos en éste y en los próximos apartes toman
como base el menor valor del contenido de nitrógeno, es decir, 3,29%.
Por lo tanto, la cantidad de nitrógeno aportada al suelo a partir de la biomasa aérea de
plantas de vitabosa de cinco meses de edad varía desde 121 hasta 290 kg/ha. (Ver anexo
No. 4)
Además del nitrógeno que aporta la biomasa aérea, las leguminosas durante su desarrollo
también aportan nitrógeno al suelo mediante el proceso permanente de la formación, la
muerte y la descomposición de raíces y nódulos. Rojas y Lotero (54), encontraron por este
aporte un valor de 70 kg/ha para plantas de vitabosa de dos y medio meses de edad.
Para estimar la cantidad toral de nitrógenos que paulatinamente aporta al suelo la vitabosa,
es necesario sumar los valores correspondientes a:
1. El aporte de biomasa aérea: 121-290 kg/ha, consúltese el anexo No. 4.
2. El aporte de la biomasa del sistema radicular (desconocido).
3. El aporte de las partes del sistema radicular y las partes vegetativas que se asimilaron en
forma mineralizada durante el cultivo: 70 kg/ha.
el aporte total de nitrógeno al suelo por medio de un cultivo de Mucuna deeringiana de
cinco meses de edad alcanza mínimo entre 190 y 360 kg/ha.
45
Cuando la vitabosa no se corta a los cinco meses, pero en cambio se deja florecer,
fructificar y secar, la planta utiliza una parte de los nutrientes presentes en sus partes
vegetativas para la formación de sus semillas. Cuando se recolectan las semillas, se extrae
esta parte del nitrógeno. Ramírez (49), encontró que el porcentaje de nitrógeno del material
vegetal se disminuye durante el proceso de formación de los botones florales hasta un
2,54% en la época de la muerte de las plantas. El aporte total de nitrógeno para la biomasa
aérea producida a los cinco meses (peso seco) con base en el valor de 2,54% osciló entre
163 y 294 kg/ha.
La cantidad de biomasa aérea y la cantidad de nitrógeno aportado se presenta en el Anexo
No. 4 en valores de “urrea-equivalente”, es decir, la cantidad de Urea que se debe aplicar
para fertilizar el equivalente a la cantidad de Nitrógeno aportado por la vitabosa, calculado
sobre el 46% de Nitrógeno que contiene la Urea comercial. Estos valores oscilan entre 326
kg/ha y 783 kg/ha de Urea y, con base en el precio de un bulto de 50 kg de Urea de
$1.892.oo (octubre 1986), un cultivo de vitabosa aportará entre $14.000.oo y $31.000,oo,
en Nitrógeno por hectárea.
Cuando la vitabosa muere hay que tener en cuenta que el Nitrógeno se incorpora al suelo
paulatinamente por medio de un proceso de transformación del mulch en materia orgánica,
la cual contiene la mayoría del Nitrógeno. Por medio del proceso de mineralización, el
Nitrógeno se hace disponible en forma asimilable para las plantas. El cultivo no es el único
que se aprovecha del Nitrógeno aportado por la vitabosa.
La velocidad de la mineralización de la materia orgánica y la inmobilización del Nitrógeno
determinan la disponibilidad del último. El mulch de las leguminosas se mineraliza
rápidamente, generalmente por su bajo cociente C/N.
No fue posible analizar la composición de la capa de mulch; de otra parte, se desconoce la
velocidad de su mineralización, de modo que no es posible una comparación más detallada
entre los efectos del Nitrógeno del mulch y el nitrógeno de la Urea, el cual está disponible
para las plantas en el momento de su aplicación. Seis meses después del corte de la
vitabosa, todavía se encontró una delgada capa de mulch en los sitios de los ensayos.
Teniendo en cuenta que los suelos de Urabá presentan un bajo contenido de fósforo (Anexo
No. 9) y por la cantidad de fósforo extraída en cada cosecha, se atribuye que el factor
limitante para la producción del maíz sembrado después del cultivo de vitabosa,
probablemente es la disponibilidad (15).
DESARROLLO DEL CULTIVO DE MAIZ EN TERRENOS RECUPERADOS DE
LA INVASION DEL Imperata contracta.
El rápido crecimiento, la altura que logra, el color verde oscuro del follaje y la producción,
son manifestaciones indicativas, en todos los ensayos, que las condiciones son muy
favorables para la siembra del maíz después del cultivo de la vitabosa. (Figura No. 3)
46
Figura No. 3 Maiz cultivado en un lote recuperado de la invasión del “vendeaguja”.
Observese el “mulch” de la “vitabosa” bajo el cultivo de maíz. Bajira, Uraba-Colombia
Los dos factores principales que se atribuyen a estas condiciones favorables son:
a) Menor competencia de malezas
I
Las malezas pueden reducir los rendimientos del maíz hasta un 75% cuando no se controlan
antes que alcancen una altura de 20 cm, lo cual implica efectuar 2 o 3 desyerbas hasta que
el maíz empieza a espigar (5,50).
Por ser el maíz tan sensible a la competencia de malezas, el control químico de malezas
tiene un efecto muy marcable. En Colombia, el 70% de la producción nacional de maíz se
desarrolla en minifundios donde las familias producen solo para el autoconsumo, utilizan
pocos insumos y técnicas manuales de preparación del suelo y control de malezas,
favoreciendo en algunos casos la erosión, puesto que un 50% del área cultivada se localiza
en zonas de ladera (50).
En los ensayos establecidos en Urabá, después del corte de la vitabosa, no se presentaron
malezas y la capa de mulch que cubrió el suelo redujo la germinación de nuevas malezas.
En Bajirá, las primeras malezas que aparecieron dos meses después del corte de la vitabosa,
fueron la “bolsilla”(Phyllantus niruri L.) y el pasto “guardasereno”.
47
Por las razones ya mencionadas, aparecieron mayor cantidad de malezas en San Pedro de
Urabá que en Bajirá. Las primeras que emergieron quince días después del corte de la
vitabosa, fueron el pasto “granadilla” (Panicum fasciculatum) y localmente rebrotes de
vendeaguaja. Debido a ello fue necesario efectuar una limpieza en el primer cultivo de maíz
que se sembró después de la vitabosa y en dos oportunidades en el segundo cultivo que se
realizó a continuación.
La maleza más agresiva que germinó inmediatamente después del corte de la vitabosa,
tanto en San Pedro de Urabá como en Bajirá, fue la vitabosa misma; esta crece rápido, trepa
en el maíz y lo derriba. Durante un lapso de ocho meses, luego de caer al suelo, se
observaron semillas de vitabosa germinando en los cultivos de maíz.
Cuando el control se realiza a tiempo, esta labor es fácil y no exige mucho trabajo, ya que
la vitabosa que se corta no rebrota. Es necesario, entonces, controlar la vitabosa cada 15
días hasta que la mazorca del maíz llegue al estado de chócolo. Posteriormente, debido a la
sombra del maíz, el crecimiento de la vitabosa se hace lento y su desarrollo no alcanza a
hacer daño al maíz antes de la cosecha.
Durante los primeros meses de desarrollo del cultivo de maíz, las desyerbas, mas la
actividad de realizar tres o cuatro veces el control sobre la vitabosa, exigen menos trabajo
que las dos desyerbas tradicionales, si se tiene en cuenta la poca variabilidad y cantidad de
malezas presentes.
Tanto en San Pedro de Urabá como en Bajirá, después de un cultivo de vitabosa, fue
posible producir por lo menos dos cosechas sucesivas de maíz sin mayor competencia de
malezas y sin utilizar herbicidas.
b) El aporte de nitrógeno en cantidades entre 163 y 360 kg/ha.
CONIF en sus ensayos de asociación de Leucaena leucocephala var. K-8 con maíz en
Urabá, indica una extracción de 23,7 kg de nitrógeno por cada tonelada de granos de maíz
producida en asocio con Leucaena (15).
Para compensar la extracción del nitrógeno, el ICA en Urabá recomienda fertilizar la
variedad ICA V 157 con 60 kg/ha de nitrógeno (31).
Aunque se desconoce la velocidad de la descomposición del mulch de la vitabosa, se
considera probable que el nitrógeno permanece disponible en cantidad suficiente para las
dos cosechas de maíz después del corte de la vitabosa.
El crecimiento en altura del maíz, sobre todo en San Pedro de Urabá, probablemente se
atribuye a la reacción de las variedades tradicionales a las condiciones favorables creadas
para el maíz por la vitabosa. La altura del maíz fue menor en el segundo cultivo después del
corte de la vitabosa.
Datos comparativos de la producción de maíz
48
En San Pedro de Urabá se comparó la producción de maíz obtenida de la primera y segunda
cosecha después del cultivo de vitabosa, con la producción de maíz en un terreno con una
incipiente invasión de vendeaguja en algunas partes y donde nunca se sembró la vitabosa,
Las producciones de maíz fueron respectivamente: 2. 175, 1.550 y 1.050 kg/ha (Cuadro No.
4).
En Bajirá no se disponen de datos de la producción de maíz en un terreno sin cultivo de
vitabosa, pero esta situación es imposible: en todo el terreno alrededor de los sitios de
experimentación la presencia del vendeaguja no permite la posibilidad de establecer
cultivos agrícolas.
En Bajirá, en el mes de febrero de 1986 se registró una producción de 2.030 kg/ha da maíz
sembrando después de la vitabosa. En agosto de 1986 la variedad que registró la mayor
producción fue la ICA V157, esta alcanzó 1.368 kg/ha (Cuadro No. 3).
En cuanto al sitio de los ensayos el Programa de Adecuación de Tierras del PEC ensayó la
misma variedad del maíz; las producciones registraron entre 1.1.48 y 2.508 kg/ha; en estos
terrenos hubo control mecanizado del vendeaguja y aplicación de fertilizantes, herbicidas e
insecticidas al cultivo de maíz.
La baja producción de maíz obtenida en agosto de 1986 en el ensayo con vitabosa, si se
compara con la producción comercial, puede explicarse por tres razones:
- En el ensayo, el maíz e sembró demasiado tarde y, estando verde, los fuertes vientos de
los meses de julio y agosto, causaron volcamiento en todas las variedades, sobretodo en la
más alta, la variedad regional “Puya”.
- La variación de un período con mucha humedad, inmediatamente después del
volcamiento, causó pudrición de las mazorcas y obligó a recolectar el maíz antes del
tiempo.
- No se efectuó el último corte de la vitabosa que estaba invadiendo el área del ensayo
desde los bordes.
El rendimiento del maíz que se reporta en la literatura es muy variable. Según Rincón (50),
los rendimientos del maíz en Colombia durante los años 1969-1979 variaron entre 1.203 y
1.416 kg/ha.
El ICA (31), registró para la variedad ICA V 157 rendimientos entre 4 y 6,5 toneladas/ha
como cultivo tradicional.
Cárdenas (8), calculó para la pequeña explotación parcelaria en Urabá una productividad
entre 800 y 1.200 kg/ha durante los años 1982-1984.
Teniendo en cuenta la fecha acertada de la siembra de maíz en Bajirá, también se puede
esperar una producción después de un cultivo de vitabosa, que por lo menos alcance el
doble de los rendimientos tradicionales de la zona.
49
Para reducir los problemas encontrados en el manejo del maíz en terrenos recuperados de la
invasión del vendeaguja por medio de la siembra de la vitabosa se pueden indicar las
siguientes pautas:
- Sembrar variedades mejoradas de maíz que tengan una altura total y a nivel de la
mazorca, menor que las variedades tradicionales.
- Establecer el primer cultivo de maíz después de la vitabosa, en la época con menos riesgo
de vientos, es decir, en el segundo semestre del año y, también porque en esta época se
observa menos cantidad de semillas de vitabosa en el suelo, por lo tanto, se crea menos
necesidad de contar las plantas de vitabosa que germinan en el maíz.
- Cortar la vitabosa a los cinco meses de edad, es decir, no dejar que fructifique y
contentarse con un control del vendeaguja que, aunque no es completo, permita sacar una
cosecha de maíz; posteriormente volver a sembrar vitabosa.
Mucuna deeringiana EN UN SISTEMA DE ROTACION DE CULTIVOS
Una de las razones para la rotación de cultivos es evitar el desarrollo de una vegetación de
malezas adaptadas en el manejo de un cultivo (14, 43).
En las regiones de San Pedro de Urabá y Belén de Bajirá, todavía no se practica la rotación
de cultivos por falta de alternativas factibles conocidas y, por la costumbre de la gente.
En el manejo tradicional de la tierra, el período de rastrojo compensa la falta de sistemas de
rotación de los cultivos.
Al utilizar la vitabosa como vegetación “mejorada” durante el período de descanso, se
puede reducir de dos a un año la duración del descanso de la tierra.
De otra parte, la energía humana necesaria para tumbar un rastrojo arbustivo, como
preparación del terreno, previo a la siembra de un cultivo, es mayor de la que se utiliza en
la preparación de una superficie igual cubierta con vitabosa.
Buscando métodos para reducir, aún más el período de descanso de los terrenos, en San
Pedro de Urabá se sembró vitabosa intercalada con el maíz en el momento de la segunda
desyerba cuando el maíz alcanzó el estado del chócolo, aproximadamente a los dos meses
de edad.
Por la sombra, el desarrollo inicial de la vitabosa fue lento. En la fase de espiga del maíz, la
vitabosa no dificultó la recolección, porque ésta se sembró junto a las plantas de maíz; de
esta manera, la vitabosa al buscar la luz, se enredó en los tallos del maíz y no obstaculizó el
paso.
50
En la recolección del maíz el daño causado a las plantas de vitabosa, no fue grande. Se
quebraron los tallos después de cosechar el maíz, lo que facilitó a la vitabosa, cubrir
rápidamente el suelo.
La vitabosa se dejó crecer hasta los primeros días del mes de octubre cuando se cortó a ras
del suelo para la siembra del segundo cultivo de maíz. La vitabosa nuevamente produjo una
capa de mulch, que alcanzó un aporte de nitrógeno de 104 kg/ha a partir de la producción
de la biomasa aérea.
Por la siembra intercalada de la vitabosa mes y medio antes de la cosecha del maíz, se logró
establecer un período de crecimiento para la vitabosa de dos y medio meses, esto hizo
posible sembrar el segundo cultivo de maíz a tiempo con relación al inicio de la estación
seca.
Dado que la vitabosa controla las malezas existentes en un sitio, reduce hasta cierto nivel la
invasión de nuevas malezas, aporta nutrientes y permite trabajar fácilmente el terreno, el
Mucuna reemplaza la necesidad de quemar el terreno antes de sembrar el cultivo. La
mayoría de los efectos benéficos de la rotación con vitabosa cuando se quema se pierden.
Además, la capa de mulch de la vitabosa protege contra los golpes de la lluvia y la erosión
por escorrentía (43). Por lo tanto, la incorporación del uso del Mucuna deeringiana en las
prácticas de manejo agrícola de la tierra, será un logro importante para la conservación de
suelos, sobre todo en terrenos de ladera.
Algunas consideraciones sobre el cultivo comercial de Mucuna deeringiana
Para recuperar terrenos invadidos por el vendeaguja, se requiere cultivar la vitabosa durante
dos semestres, período durante el cual produce semillas.
Las semillas tienen un alto contenido de proteína (consúltese los Anexos No. 7 y No. 8),
pero no sirven para el consumo humano por la presencia de principios tóxicos. Sin
embargo, se pueden utilizar en la producción de concentrados para la alimentación animal.
Algunas fábricas de concentrados han mostrado interés para la producción industrial.
Datos exactos sobre la producción de semillas y los jornales invertidos en su recolección
todavía no se han recopilado. Las estimaciones de la producción de semillas en Bajirá
varían de 1.500 hasta 8.000 kg/ha.
La mayor producción reportada en la literatura es del orden de 2.000 kg/ha en los Estados
Unidos (21).
Se observó que los racimos no maduran al mismo tiempo, por tal razón, la recolección se
efectúa en varias oportunidades. La cáscara de las vainas es dura; cuando está bien seca se
revienta. La recolección se tiene que realizar antes que las vainas revienten, posteriormente
se deja secar al sol durante varios días y finalmente se empacan en un saco y se desgranan
golpeando con un garrote el saco.
51
Para reducir los altos gastos de la recolección de los racimos, el tiempo empleado en el
secado al sol y el dispendioso desgrane, se ha pensado en la posibilidad de efectuar la
recolección únicamente en dos oportunidades y posteriormente dejar secar las vainas en una
máquina secadora o exponiéndolas al sol cuando el porcentaje de humedad facilite el
desgrane mecanizado.
En la vereda Primavera, corregimiento de Bajirá, existe una secadora de arroz y maíz,
propiedad de la Asociación de Productores de Bajirá (ASOPABA) la cual se podría utilizar.
En Bajirá algunas personas poseen máquinas desgranadoras portátiles de arroz, marca
Votex. En estas máquinas eventualmente se podrían ajustar varias piezas como el tipo, el
ángulo y la distancia de los dientes, la distancia entre los dientes y la pared, el número de
revoluciones por minuto, etc. Igualmente servirían para desgranar otros cultivos como
sorgo, soya y fríjol (1,67).
Se sugiere ensayar el desgrane de las vainas de vitabosa empleando diferentes porcentajes
de humedad en la desgranadora Votex.
Experiencias con Leucaena leucocephala var. K-8 y Gliricidia sepium en comparación
con la de Mucuna deeringiana.
Los resultados de los ensayos establecidos en Bajirá muestran que utilizando arbustos de
rápido crecimiento como Leucaena leucocephala var. K-8 y probablemente también con
Gliricidia sepium (matarratón), es posible controlar el Imperata contracta.
En condiciones de Bajirá y plantando los árboles a 1,5 m de distancia, éstos necesitan
alrededor de dos años desde su establecimiento para alcanzar a eliminar por sombreamiento
al pasto vendeaguja. Inicialmente es necesario cortar algunas veces la vegetación
competitiva en torno a los arbustos.
Después de dos años es posible podar los árboles a una altura entre 70-100 cm y luego
sembrar un cultivo en asociación con los arbustos podados.
Por medio de podas periódicas se controla la cantidad de luz que llega al suelo y la
composición de la vegetación.
En terrenos pendientes como en San Pedro de Urabá, las ramas podadas se colocan sobre
las líneas de arbustos sembrados a través de la pendiente, con el fin de formar barreras para
el control de la erosión.
CONIF (15, 16), describe detalladamente el manejo de leguminosas arbustivas, sembradas
a través de la pendiente, asociadas con maíz.
Al comparar las ventajas y desventajas del uso de Leucaena y Mucuna en cuanto al manejo
del suelo, hay que tener en cuenta los siguientes factores:
52
1. La asociación Leucaena - maíz es una sistema permanente, en el cual la luz se maneja
por medio de podas de las ramas de los árboles.
El Mucuna es una planta anual que se utiliza en un sistema de rotación de cultivos.
2. La Leucaena tiene un sistema radicular profundo que reduce el riesgo por derrumbes.
El Mucuna tiene un sistema radicular superficial.
3. El mulch de las hojas y las ramas procedentes de las podas de la Leucaena colocadas a
través de la pendiente reducen la erosión.
La gruesa capa de mulch formada en el cultivo de la vitabosa reduce la erosión.
4. La Leucaena necesita un período de dos años para establecerse y controlar la maleza.
El Mucuna necesita un período de nueve meses para controlar la maleza.
5. Las raíces profundas de la Leucaena reciclan nutrientes de las capas inferiores del suelo.
El Mucuna aporta más nitrógeno al suelo que la Leucaena.
6. Las líneas de árboles de Leucaena ocupan una parte del terreno donde no es posible
sembrar un cultivo.
El sistema de rotación con Mucuna permite mayor libertad al campesino en cuanto a la
elección del cultivo que posteriormente podría sembrar.
La investigación con Mucuna deeringiana es muy reciente y las experiencias son
relativamente pocas todavía.
En terrenos planos o con pendientes suaves, el uso de la vitabosa comparativamente ofrece
más ventajas que en terrenos de ladera por su rápido control sobre el vendeaguja, el gran
aporte de nitrógeno y su sencillo manejo acorde con las costumbres de la gente de la región.
Para las zonas de ladera se precisa profundizar en la investigación en cuanto a la definición
del método más eficaz de manejo.
53
CONCLUSIONES
1. Por medio de la siembra de Mucuna deeringiana (vitabosa, fríjol terciopelo) es posible
recuperar terrenos invadidos por el Imperata contracta (pasto vendeaguja).
2. el manejo del Mucuna deeringiana para el control de Imperata contracta es fácil, exige
bajos insumos y corresponde favorablemente al manejo tradicional de la tierra.
3. Bajo condiciones de Belén de Bajirá, un período de rotación de cinco meses a partir de la
utilización de Mucuna deeringiana es suficiente para debilitar el Imperata contracta en un
grado tal, que es posible sembrar un cultivo de maíz con buen rendimiento; sin embargo,
posteriormente rebrota el Imperata contracta. Pero con una cobertura con Mucuna
deeringiana por un lapso mayor de tiempo (ocho a nueve meses), el control de Imperata
contracta es completo.
4. Bajo condiciones de Belén de Bajirá, las prácticas de establecimiento del cultivo de
Mucuna deeringiana resultantes para un más rápido y completo control de Imperata
contracta son: quemar el Imperata en pie durante la estación seca, cortar con machete los
rebrotes del Imperata al inicio de la estación lluviosa y luego dejar rebrotar el Imperata
durante un período de cinco a diez días, prosiguiendo con la quema del material podado
junto con los nuevos rebrotes de Imperata e inmediatamente después sembrar el Mucuna
deeringinana mediante el sistema al chuzo, colocando dos o tres semillas por sitio.
5. En San Pedro de Urabá, para controlar el Imperata contracta a partir del manejo
tradicional se necesita un tiempo de 15 meses para alcanzar la cobertura adecuada del
Mucuna deeringiana. Aplicando mejores prácticas de manejo como época, métodos y
distancias de siembra, tipo de suelo y de vegetación presente probablemente podrán reducir
este período.
6. Mediante la plantación de árboles de Leucaena leucocephala var. k.-8 también es posible
recuperar, para la agricultura, terrenos invadidos por el Imperata contracta, pero se necesita
un período de dos años y más mano de obra y tecnología, comparado con el control a partir
de la utilización de Mucuna deeringiana.
7. Probablemente utilizando Gliricidia sepium (matarratón) se logra el mismo efecto como
con Leucaena leucocephala.
8. Canavalia ensiformis, Sesbania sesban, Desmodium sp y Erythrina sp. no alcanzan un
desarrollo suficiente para controlar el Imperata contracta.
9. El Mucuna deeringiana a partir del mulch formado en un período de cinco a nueve
meses aporta entre 163 y 360 kilogramos de nitrógeno asimilable por hectárea.
54
10. Al reemplazar el sistema tradicional de descanso de la tierra por el sistema de rotación
con Mucuna deeringiana, se puede reducir la duración del período de descanso y la energía
humana utilizada en la preparación de los terrenos previo a la siembra de un cultivo.
11. Con el empleo del Mucuna deeringiana en el manejo de la tierra, no es necesario
quemar el terreno antes de sembrar cultivos, por la poca presencia de malezas y la cantidad
de abono verde incorporado. Una quema dañaría el efecto benéfico del uso de Mucuna
deeringiana mediante la rotación.
12. La capa de mulch proveniente del Mucuna deeringiana reduce la erosión durante los
cultivos posteriores de maíz.
13. En el primer ciclo de un cultivo de maíz sembrado después que el Mucuna deeringiana
controla el Imperata contracta, la producción obtenida es por lo menos el doble de la
producción obtenida mediante el sistema tradicional en la región de Urabá sobre suelos no
invadidos por el Imperata contracta.
14. Durante el cultivo de maíz que se realiza después de una rotación con Mucuna
deeringiana, el excesivo crecimiento en altura de las variedades de maíz tradicionales y, las
semillas de vitabosa que paulatinamente germinan son problemas superables otorgando un
manejo adecuado a ambos cultivos.
15. Bajo condiciones de Bajirá la variedad de maíz ICA V 157 alcanza la mayor producción
con respecto a otras variedades probadas en un terreno bajo rotación con vitabosa.
16. De observaciones preliminares se puede indicar que el Mucuna deeringiana, además de
controlar el Imperata contracta también controla otras malezas como el Paspalum virgatum
(maciega).
17. El Mucuna deeringiana en las condiciones de Bajirá es una planta muy invasora que
requiere manejo.
18. La factibilidad del cultivo de Mucuna deeringiana para la producción exclusiva de
semillas requiere que las labores por recolección y desgrane tengan costos más bajos;
probablemente es posible por medio de la mecanización del último proceso.
19. La recuperación de tierras invadidas por el I. contracta a partir del sistema de rotación
con M. deeringiana conduce a disminuir la presión sobre nuevas áreas boscosas a ser
incorporadas a la actividad agrícola, contribuye además a mejorar las expectativas
socioeconómicas de la comunidad campesina afectada.
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RECOMENDACIONES
RECOMENDACIONES PARA EL MANEJO DE Mucuna deeringiana EN LA
RECUPERACION DE TERRENOS INVADIDOS POR Imperata contracta.
En este capítulo se ofrecen recomendaciones técnicas sobre el manejo de Mucuna
deeringiana en el control de Imperata contracta, bajo diferentes condiciones, con base en
las experiencias y resultados descritos en los capítulos anteriores.
1. Terrenos planos u ondulados, bien drenados, bajo condiciones de Belén en Bajirá.
- Período de siembra
Se puede sembrar el Mucuna deeringiana desde el inicio de la estación lluviosa hasta el
mes de agosto inclusive.
- Preparación del terreno
Cuando es posible, la mejor opción es quemar en pie la vegetación de Imperata contracta
(la alternativa más económica). Cuando no es posible quemar en pie, en primer lugar se
corta la vegetación y se deja secar; se espera que rebrote el Imperata y, nuevamente se
quema, y se procede a sembrar el Mucuna.
Cuando no es posible quemar, el vendeaguja se corta a ras del suelo e inmediatamente
después se siembra el Mucuna deeringiana.
- Siembra
La siembra “al voleo” es un método posible y exige poda mano de obra, sin embargo, es
más seguro sembrar el Mucuna deeringiana mediante el sistema “al chuzo”, colocando de
dos a tres semillas por sitio a una distancia de un metro entre sitios. De esta manera se
necesitan de 15 a 23 kilogramos de semilla por hectárea.
- Manejo de Mucuna deeringiana
No es necesario limpiar el cultivo de Mucuna deeringiana. Es importante evitar la entrada
de semovientes.
- Corte del Mucuna deeringiana
y luego la siembra del maíz.
Alternativa I.
Para un período vegetativo de nueve meses.
La vitabosa se puede sembrar durante los meses de marzo, abril, y mayo a junio; en febrero
del año siguiente fructifica y muere. Se procura recoger toda la producción de semillas. Al
56
inicio de las lluvias se dejan germinar las semillas caídas al suelo; las plantas germinadas se
cortan a ras del suelo.
El terreno no se debe quemar, de lo contrario se pierden los efectos benéficos del mulch de
la vitabosa. A continuación de este proceso se realiza la siembra (al chuzo) de una variedad
de maíz mejorada, de porte bajo, colocando tres semillas por sitio a una distancia de 90 x
90 cm.
Las plantas de vitabosa que germinan se eliminan cada quince días, hasta cuando el maíz
alcance el estado de chócolo. Según la necesidad se efectúan otras desyerbas.
Después de cosechar el maíz se prosigue con el manejo agrícola corriente, teniendo en
cuenta que se encuentran semillas de Mucuna deeringiana que germinan hasta por lo
menos siete meses después de haber caído al suelo.
Alternativa II.
Para un período vegetativo de doce meses
La vitabosa se siembra en julio, agosto o septiembre. En febrero del año siguiente las
plantas alcanzan su madurez, fructifican y se secan. Las semillas se cosechan procurando
dejar una cantidad suficiente para repoblar el terreno al caer las primeras lluvias. Las
nuevas plantas se dejan crecer hasta el mes de julio/agosto y luego se cortan a ras del suelo
y se siembra el cultivo agrícola deseado.
De esta manera se reduce la cantidad de semillas de vitabosa que germinan durante el
desarrollo del cultivo, y además el peligro por vientos que afectan el maíz. Sin embargo,
cuando la siembra de la vitabosa se realiza tarde, la producción de semillas de Mucuna se
reduce en la estación seca.
El proceso siguiente es sembrar el maíz como en la primera alternativa.
Alternativa III.
Para un período vegetativo de cinco meses
La vitabosa se siembra en los meses de marzo/abril y se corta en septiembre/octubre, con el
fin de reducir su vitalidad y la población del Imperata; de esta manera se alcanza a obtener
una cosecha de maíz. El proceso siguiente es sembrar el maíz como en la primera
alternativa. Posteriormente rebrota el Imperata.
2. Terrenos planos, mal drenados bajo condiciones de Belén de Bajirá.
El Mucuna no resiste encharcamiento ni inundación. Es conveniente mejorar el drenaje del
terreno antes de sembrar el Mucuna.
Los cultivos agrícolas tampoco rinden en terrenos mal drenados. Cuando no es posible
mejorar el drenaje o cuando no es necesario par el cultivo, como por ejemplo en terrenos
para arroz, se recomienda sembrar el Mucuna apenas caen las primeras lluvias.
57
En terrenos para arroz, es decir, donde se puede trabajar con máquinas, otra posibilidad es
construir un tipo de caballones sencillos cada cuatro metros para sembrar el Mucuna.
El manejo que sigue es el que se describe en la alternativa 1 para los terrenos bien
drenados.
3. Terrenos pendientes bajo condiciones de San Pedro de Urabá
El período, las prácticas para la siembra del Mucuna y el manejo, siguen los mismos
criterios enunciados para el caso de los terrenos polanos, bien drenados bajo condiciones de
Belén de Bajirá.
- Preparación del terreno
La vegetación se corta a ras del suelo e inmediatamente después se siembra el Mucuna; la
capa de material vegetal residual ayuda a controlar la erosión, No se puede quemar el
terreno.
- Corte del Mucuna y luego la siembra del maíz
Alternativa I.
Para un período vegetativo de quince meses
(alternativa tradicional)
La vitabosa se siembra entre los meses de abril a agosto; en febrero del año siguiente las
plantas fructifican y se secan. La producción de semillas se recoge, dejando una cantidad
suficiente con el fin de repoblar el terreno al caer las primeras lluvias. La vitabosa se deja
crecer hasta el mes de agosto, septiembre u octubre. luego se corta a ras del suelo y se
siembra el maíz, colocando tres semillas por sitio, a una distancia entre sitios de un metro.
El cultivo de maíz se maneja como en la primera alternativa para los terrenos planos, bien
drenados.
Alternativa II.
Para un período vegetativo de nueve meses
Ver la primera alternativa para los terrenos planos, bien drenados.
RECOMENDACIONES PARA CONTINUAR LA INVESTIGACION Y EL
FOMENTO DE LOS RESULTADOS OBTENIDOS CON Mucuna deeringiana EN
URABA.
1. Continuar el manejo, las mediciones y las observaciones de los ensayos instalados en
Urabá.
2. Buscar un método de desgrane mecanizado de las vainas del Mucuna deeringiana.
58
3. Crear un mercado para la semilla del Mucuna deeringiana con las fábricas de
concentrados en Medellín y organizar la comercialización por medio de las asociaciones de
productores.
4. Hacer el seguimiento de los ensayos que el PEC instaló en Necoclí con Mucuna
deeringiana para controlar otras malezas diferentes al Imperata contracta.
5. Evaluar el efecto de sembrar el Mucuna deeringiana antes de reforestar terrenos
invadidos por malezas de mala calidad; se sugiere realizar el trabajo en las plantaciones de
árboles para la producción de leña, previstas para Necoclí, Antioquia.
6. Evaluar el uso del Mucuna deeringiana durante períodos cortos en sistemas de rotación
de cultivos.
7, Instalar parcelas de escorrentía para comparar el efecto sobre la erosión y el rendimiento
del cultivo de maíz tradicional, maíz asociado con barreras vivas de leguminosas arbustivas
como: Leucaena leucocephala k-8 y Gliricidia sepium (matarratón) y maíz con
rotación/asociación con Mucuna deeringiana, con el fin de definir el método más idóneo
para diferentes tipos de terreno.
8. Investigar la velocidad de descomposición del mulch y la mineralización de la materia
orgánica del Mucuna deeringiana con el fin de esquematizar una mejor planificación para
el manejo de la vitabosa y de los cultivos agrícolas sembrados en rotación.
9. Fomentar el cultivo del Mucuna deeringiana para el control del Imperata contracta.
RECOMENDACIONES PARA LA INVESTIGACION Y EL FOMENTO DE LOS
RESULTADOS CON Mucuna deeringiana FUERA DE URABA.
1. Fomentar en diferentes regiones de Colombia de condiciones ecológicas y
socioeconómicas semillares a Urabá los resultados obtenidos de los ensayos con Mucuna
deeringiana,
2. Estudiar la adaptación y el comportamiento del Mucuna deeringiana en regiones de
Colombia distintas a Urabá en cuanto a altura sobre el nivel del mar, suelo y clima, y
estudiar la posibilidad de su utilización en la agricultura y la silvicultura de la región.
3. Aplicar las experiencias obtenidas en Urabá para el control del Imperata contracta a
partir de la siembra del Mucuna deeringiana en otras partes del mundo, donde procesos
parecidos a los de Urabá causaron la invasión de áreas extensas por el Imperata cylindrica.
59
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1963-1970. Oxford (Inglaterra): Weed Research Council, Agricultural Research
Organization. 1971. (Annotated Bibliography No. 28).
_______Selected references to the biology and control of Imperata cylindrica, 1954-1965.
Oxford (Inglaterra): Weed Research Organization, Agricultural Research Council. 1974.
(Annotated Bibliography No. 75).
_______Selected references to Imperata spp. (Supplement to Bibliographies No. 28 y 75)
1972-1976. Oxford (Inglaterra): Weed Research Organization, Agricultural
Research
Council. 1976. (Annotated Bibliography No. 98).
______Selected references to the biology and control of Imperata species (A supplement to
Bibliographies No. 28, 75 and 98). 1976-1980. Oxford (Inglaterra): Weed Research
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1979. Vol. 2: 387-397. Resumen.
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AGRADECIMIENTOS
A las siguientes personas por su valiosa colaboración en la realización del trabajo:
Oscar Sanclemente H.Ing. Agrónomo, del Proyecto para elDesarrollo
Campesina (PEC), en Belén de Bajirá.
de
la
Economía
Gabriel Contreras y Atanasio Villadiego
Propietarios de las fincas en la vereda
San Juancito - Municipio de San Pedro de Urabá.
María Chiquillo y Abel Mendoza Propietarios de las fincas en la vereda Primavera,
corregimiento Belén de Bajirá - Municipio de Mutatá.
Proyecto para el Desarrollo de la Economía Campesina - PEC,
Luis Alfredo Moreno, Ing. Forestal. Maderas del Darién y William Rodríguez R., Ing.
Forestal.
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