La Nueva Red de Áreas Naturales Protegidas (RANP) de Castilla y León: ¿hacia la conservación integral del territorio? Sara HIDALGO MORÁN [email protected] Área Temática: 14. Ordenación del territorio y urbanismo; 16. Políticas regionales y de cohesión. Resumen: Recientemente ha sido aprobada la Ley 4/2015, de 24 de marzo, del Patrimonio Natural de Castilla y León. En ella se crea la Red de Áreas Naturales Protegidas (RANP), que a su vez incluye la Red Natura 2000, la Red de Espacios Naturales Protegidos (REN) y la Red de Zonas Naturales de Interés Especial. La Ley se presenta como un paso más hacia la conservación integral del territorio en respuesta a las inquietudes y preocupaciones de la sociedad del siglo XXI. Por ello, se pretende «una protección transversal del patrimonio natural castellano y leonés». El presente trabajo trata de ser un análisis de esta nueva ley, centrándose en el apartado de las áreas naturales. Como espacios singulares en los que la protección integral del territorio debe tener una especial incidencia, las áreas protegidas constituyen un buen punto de referencia para ver si realmente –tal como se pretende– esta nueva ley supone un paso más hacia la integración integral del territorio, o, por el contrario, no constituye sino una continuidad de la anterior, con el aditivo de nuevas figuras protectoras y una nueva clasificación. En la misma medida, se pretende analizar la atención prestada al desarrollo sostenible en las áreas protegidas y su área de influencia, así como las fuentes de financiación, aspecto este último olvidado tradicionalmente en la legislación española. No obstante, y teniendo en cuenta que la anterior Ley 8/1991, de 10 de mayo, de espacios naturales de la comunidad de Castilla y León, nunca se llegó a desarrollar en su totalidad –léase que nunca se aprobó un Plan Rector de Uso y Gestión, a pesar de existir algunos borradores–, no somos muy optimistas sobre los resultados esperables de la actual ley en ciernes. Palabras Clave: áreas naturales, legislación, Castilla y León, desarrollo sostenible. Clasificación JEL: Q26, Q56, Q57, R58 Castilla y León, con una superficie de 94.147 Km 2, es la división administrativa europea más extensa de su rango, situada en el NW de la Península Ibérica (Mapa 1). Aún cuando se suele enmarcar en la Submeseta Norte, lo cierto es que la desborda en varios puntos, siendo el más importante por el NW, en el valle del Sil. Cuenta con una gran biodiversidad y con una gran variedad de ecosistemas: no en vano el N y NW montañoso se encuentran a caballo de los dominios atlántico y mediterráneo. Mapa 1. Situación de Castilla y León en la Península Ibérica. Producto de esta variedad natural y del manejo del territorio hoy se puede disfrutar de diferentes espacios naturales, muchos de ellos acogidos a alguna figura de protección, legal o simbólica. A los espacios naturales protegidos inicialmente establecidos, se han ido agregando otras figuras a nivel europeo (Red Natural 2000) y otros espacios acogidos a diferentes convenios internacionales (MaB y Ramsar, principalmente) 1. Introducción. El día 30 de marzo de 2015 se publicó en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyL no 61, de 30 de marzo de 2015) la Ley 4/2015, de 24 de marzo, de Patrimonio Natural de Castilla y León. En la Exposición de Motivos se afirma que “el paso del tiempo y el cambio de las normas básicas tanto europeas como españolas hacen precisa y aconsejan su revisión”, referida a la Ley 8/1991, de 10 de mayo, de Espacios Naturales de la Comunidad de Castilla y León. El aspecto más destacable de esta nueva ley, que como acabamos de decir, viene a sustituir a la hasta ahora vigente Ley 8/1991, es la creación de la Red de Áreas Naturales Protegidas (RANP), constituida a su vez por tres redes: la Red Natura 2000, la Red de Espacios Naturales (REN) –que es la hasta ahora existente– y la Red de Zonas Naturales de Interés Especial. Asimismo se afirma que el patrimonio natural es un valor esencial y que se busca su protección transversal de una manera compatible con el desarrollo socioeconómico. No obstante, en la anterior Ley 8/1991, de 10 de mayo, ya se pretendía hacer compatible la protección de los recursos naturales con “el desarrollo económico y social ordenado y configurado por la integración de la política medioambiental en las políticas sectoriales”. En ambas leyes los espacios naturales protegidos tienen un lugar destacado, si bien es cierto que tras la aprobación de la Ley 42/2007, de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, la REN ha quedado algo anacrónica, lo cual trata de solventar la nueva, aunque a nuestro entender no lo ha conseguido totalmente, como más adelante veremos. En cuanto a los medios de financiación, pasan de suponer un Título dentro de la Ley a ocupar dos artículos dentro del Titulo Disposiciones Generales, estando el segundo artículo destinado a la creación del Fondo Patrimonio Natural de Castilla y León que ya debería de existir como Fondo de Castilla y León para la adquisición de patrimonio natural, pues se creó en el artículo 58 de la Ley 8/1991. Con todo ello, vamos a analizar la nueva ley en sus aspectos más importantes, sin olvidar que la anterior aún no se ha desarrollado en su integridad. 2. La protección de espacios naturales en la Ley 8/1991, de 10 de mayo, de espacios naturales de la Comunidad de Castilla y León. En el artículo 1.3 de la Ley 8/1991, de 10 de mayo, se crea la Red de Espacios Naturales de la Comunidad de Castilla y León, la cual estará formada por: a) Los Espacios Naturales Protegidos. b) Las Zonas Naturales de Interés Especial. Los espacios naturales protegidos, de acuerdo al artículo 11, son aquellos territorios de la Comunidad de Castilla y León que cumplan alguno de los siguientes requisitos: 1. Que sean representativos de los diferentes ecosistemas, paisajes o formaciones geológicas o geomorfológicas naturales de la Comunidad. 2. Que jueguen un papel destacado en la conservación de ecosistemas en su estado natural, seminatural, o poco alterado, asegurando la continuidad de los procesos 3 evolutivos, las migraciones de especies y la continuidad de las diferentes funciones de regulación del medio ambiente. 3. Que permitan conservar las comunidades vegetales o animales, de modo que impidan la desaparición de cualquier especie o mantengan muestras selectas de material genético. 4. Que posibiliten la investigación científica, la educación ambiental o el estudio y control de los parámetros ambientales. 5. Que contribuyan al mantenimiento y mejora de los sistemas hidrológicos y de abastecimiento de agua, regulando su flujo, su caudal o calidad. 6. Que contribuyan al control de la erosión y de la sedimentación. 7. Que teniendo las características ecológicas adecuadas, coadyuven: a) Al progreso de las poblaciones y comunidades locales del espacio y su entorno, sirviendo como elemento dinamizador del desarrollo ordenado de la zona. b) Al aprovechamiento de los recursos forestales sin poner en peligro su papel de regulación ambiental. 8. Que los valores culturales, históricos, arqueológicos o paleontológicos del área natural, sean una muestra expresiva y valiosa de la herencia cultural. 9. Que alberguen valores paisajísticos de especial calidad. 10. Que contengan elementos naturales que destaquen por su rareza y singularidad. Las Zonas o Especímenes Naturales de Interés Especial, por su parte, según el artículo 44, se consideran los espacios en los que, sin perjuicio de la presencia de elementos artificiales e intervención humana, siguen dominando los elementos y procesos ecológicos naturales, prevaliendo el carácter natural del área, y que están sometidos a algún régimen de protección específico en virtud de la legislación vigente en materia de gestión de recursos naturales. 2.1. Los espacios naturales protegidos. Los espacios naturales protegidos se podían clasificar en varias figuras, atendiendo a sus características: 4 1. Parques. Se definen de acuerdo a la Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, como “áreas naturales, poco transformadas por la explotación u ocupación humana que, en razón a la belleza de sus paisajes, la representatividad de sus ecosistemas o la singularidad de su flora, de su fauna o de sus formaciones geomorfológicas, poseen unos valores ecológicos, estéticos, educativos y científicos cuya conservación merece una atención preferente. La Ley distingue dos tipos de Parques: a) Parques Regionales. Son aquellas áreas en las que existan ecosistemas, no sensiblemente alterados por el hombre y de máxima relevancia dentro del contexto del medio natural de la Comunidad de Castilla y León que hacen necesarias su protección. b) Parques Naturales. Son espacios de relativa extensión, notable valor natural y de singular calidad biológica, en los que se compatibiliza la coexistencia del hombre y sus actividades con el proceso dinámico de la naturaleza, a través de un uso equilibrado y sostenible de los recursos. Aunque en un primer momento los parques regionales parecían ser espacios protegidos más extensos, tras la declaración de Picos de Europa y Sierra de Gredos esta figura no ha vuelto a emplearse, independientemente de la extensión del parque en cuestión. 2. Reservas Naturales. Son espacios naturales, cuya declaración tiene como finalidad la protección de ecosistemas, comunidades o elementos biológicos que, por su rareza, fragilidad, importancia o singularidad, merecen una valoración especial. Aunque la Ley prevé varios tipos, éstos no se llegaron a emplear. 3. Monumentos Naturales. Son espacios o elementos de la Naturaleza constituidos básicamente por formaciones de notoria singularidad, rareza o belleza, que merecen ser objeto de una protección especial. Asimismo, en esta categoría se incluyen también las formaciones geológicas, los yacimientos paleontológicos y demás elementos de la gea que reúnan un interés 5 especial por la singularidad o importancia de sus valores científicos, culturales o paisajísticos. 4. Paisajes Protegidos. Son aquellas áreas del medio natural que, por sus valores estéticos y culturales, sean merecedores de una protección especial. Esta figura nunca se empleó. Un aspecto muy importante de esta Ley es la creación del Plan de Espacios Naturales Protegidos de Castilla y León, donde figuran los espacios naturales susceptibles de ser protegidos, con un carácter meramente indicativo. Los espacios inicialmente incluidos en el Plan han sido: – Sierra de Gredos. – Picos de Europa. – Sierra de la Demanda. – Sierra de Ancares. – Fuentes Carrionas y Fuente Cobre. – Arribes del Duero. – Las Batuecas. – Candelario. – Hoces del Río Riaza. – Sierra de Urbión. – Pinar de Hoyocasero. – Valle de Iruelas. – Hayedo de Riofrío de Riaza. – Sabinar de Calatañazor. – Riberas de Castronuño. – Lagunas de Villafáfila. – Ojo Guareña. – Puerto de Orduña. 6 – Las Médulas. – Covalagua. – Las Tuerces. – La Fuentona. – Sitio Paleontológico de Cerro Pelado. – Sierras de la Paramera y La Serrota. – Montes Obarenes. – La Yecla. – Valle de San Emiliano. – El Rebollar. – Sierra de la Culebra. A ellos se incorporarán más tarde Hoces de Alto Ebro y Rudrón; Hoces de Vegacervera; Sierra de la Encina de la Lastra (anulado posteriormente); Quilamas; La Nava y Campos de Palencia, y Sierra de Guadarrama. En la evolución del Plan se ve en cierta forma la evolución de la política de espacios naturales protegidos de Castilla y León. En el mapa 2 se pueden ver tanto los espacios naturales protegidos ya declarados cuando entró en vigor esta Ley como los incluidos en el Plan de espacios naturales protegidos y sus sucesivas ampliaciones. El desarrollo de los espacios naturales protegidos ha sido desigual en el tiempo, alternándose en cierta medida períodos de estancamiento con períodos de mayor actividad (Hidalgo, 2008). No obstante, los resultados no pueden declararse positivos, por cuanto cuando entró en vigor la nueva Ley aún la mayor parte de los espacios naturales protegidos inicialmente incluidos en el Plan de espacios naturales protegidos siguen ahí sin ningún instrumento de gestión aprobado (mapa 3). 7 Mapa 2. Plan de Espacios Naturales Protegidos de Castilla y León. Fuente: Consejería de Medio Ambiente. Mapa 3. Los espacios naturales protegidos en marzo de 2015. Fuente: Consejería de Medio Ambiente y Organismo Autónomo Parques Nacionales. 8 2.2. Las zonas naturales de interés especial. A pesar de estar equiparadas a los espacios naturales protegidos, han quedado en un muy discreto segundo plano debido al protagonismo que han recibido aquellos. Se consideran Zonas de Interés Especial: Los Montes catalogados como de Utilidad Pública. Los Montes o terrenos relacionados como Protectores. Las Zonas Húmedas Catalogadas. Los Hábitats naturales y seminaturales incluidos en el Inventario de Hábitats de Protección Especial. Las Vías Pecuarias declaradas de Interés Especial. Las Zonas Naturales de Esparcimiento. Las Riberas Catalogadas. Los Especímenes Naturales, ejemplares vegetales de singular relevancia catalogados. De ellos, los que mayor atención han recibido son, por una parte, los montes de utilidad pública, y por otra, las zonas naturales de esparcimiento. Los montes de utilidad pública tienen normativa propia de la Ley de Montes. Las zonas naturales de esparcimiento vienen a ser parques periurbanos en otras Comunidades Autónomas, ya que son aquellas áreas de ambiente natural de fácil acceso desde los grandes núcleos urbanos con la finalidad de proporcionar a su población lugares de descanso, recreo y esparcimiento de un modo compatible con la conservación de la naturaleza, y ser un elemento disuasorio que evite la gran afluencia de visitantes a espacios naturales más frágiles. (Art. 53,1) Hasta el momento, podemos citar las siguientes: El monte “Antequera”, Valladolid. Valdonsadero, Soria. El Viejo, Palencia. El Monte de Miranda, Miranda de Ebro. Bosque de Valorio, Zamora. 9 El Soto, Ávila. Monte San Isidro, León. 2.3. Los espacios protegidos por convenios internacionales. Conforme se ha ido desarrollando la política de espacios protegidos a nivel global, han ido apareciendo distintas iniciativas supranacionales tendentes a una protección integral del territorio, involucrando a varios países a nivel continental o incluso mundial. En este orden de cosas, cabe mencionar, por un lado, la Red Ecológica Europea Natura 2000, a nivel europeo, que pretende contribuir a garantizar la preservación de la biodiversidad en el continente a través del establecimiento de un marco de actuación común para la conservación de los hábitats naturales y de la flora y fauna silvestres. Y, por otro lado, las Reservas de la Biosfera, dentro del Programa MaB de la UNESCO, o los Humedales Ramsar. Dichos espacios no poseen un espacio propio en la Ley 8/1991, pero sí en la Ley 42/2007. 3. La nueva Red de Áreas Naturales Protegidas (RANP). La nueva Red de Áreas Naturales Protegidas (RANP) se estructura en tres sub-redes: a) La Red Natura 2000, constituida por las Zonas Especiales de Conservación (ZEC) y las Zonas de Especial Conservación para las Aves (ZEPA), declaradas por el Decreto 57/2015, de 10 de septiembre, por el que se declaran las zonas especiales de conservación y las zonas de especial conservación para las aves, y se regula la planificación básica de gestión y conservación de la Red Natura 2000 en la Comunidad de Castilla y León. Dicha red es la principal novedad de la Ley y constituye la transposición del Capítulo III del Título II de la Ley estatal 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. b) La Red de Espacios Naturales Protegidos (REN). Es la que se corresponde con la red ya existente, de espacios protegidos por alguna de las figuras protectoras ya establecidas en la Ley 8/1991: parques, reservas naturales, monumentos naturales o paisajes protegidos. De ellas, la figura de paisaje protegido, como hemos dicho más arriba, aún no ha sido utilizada. Los parques, tal como se explicitan, pueden ser nacionales, regionales o naturales. 10 c) La Red de Zonas Naturales de Interés Especial. Aquí se recogen una serie de elementos del territorio o elementos singulares que, con ligeras variaciones, son los mismos que hemos visto al analizar la Ley 8/1991 en el Título IV: Montes catalogados de Utilidad Pública. Montes protectores. Zonas Húmedas de Interés Especial. Vías pecuarias de Interés Especial. Zonas Naturales de Esparcimiento. Microrreservas de flora y fauna. Árboles Notables. Lugares Geológicos o paleontológicos de interés especial. 3.1. La Red Natura 2000. Se trata de la principal novedad de la Ley por cuanto agrupa a las Zonas de Especial Conservación (ZEC) -después de su aprobación- y a las Zonas de Especial Conservación para las Aves (ZEPA). Asimismo desarrolla los instrumentos de planificación para su desarrollo, destacando el Plan Director. Dicho Plan Director es un instrumento básico de planificación estratégica que determina los objetivos y prioridades básicas de conservación, orientaciones y medidas precisas para mantener o restablecer en un estado de conservación favorable los espacios incluídos en la Red, así como un sistema de indicadores para el seguimiento de su estado de conservación. El Plan Director es el encargado, además, de desarrollar los planes de gestión. El Plan Director ya ha sigo aprobado mediante el Acuerdo 15/2015, de 19 de marzo, de la Junta de Castilla y León. En él se «establece una estructura de planificación en cascada que permite el desarrollo de diferentes instrumentos de planificación con distintos enfoques y escalas», donde se distinguen varios niveles de programación: Planes Básicos de Gestión y Conservación de los Espacios Protegidos Red Natura 2000. 11 Planes Básicos de Gestión y Conservación de los Valores Red Natura 2000, con un carácter complementario y subsidiario de los anteriores. La Red Natura 2000 ha sido declarada por el Decreto 57/2015, de 10 de septiembre, por el que se declaran las ZEC y ZEPA , y se regula la planificación básica de gestión y conservación de la Red Natura 2000 en la Comunidad de Castilla y León. Así, la Red está integrada por 70 ZEPA y 120 ZEC (mapa 4). Fuente: Consejería de Medio Ambiente. Teniendo en cuenta que esta Red acaba de ver la luz, es pronto para establecer conclusiones, aunque sí es positivo que cuente con instrumentos de planificación propios y haya tenido un rápido desarrollo. Asimismo queremos hacer notar que el Plan Director se aprobó por Acuerdo del 19 de marzo, y la Ley es del 24 de marzo, lo que habla de su celeridad. La declaración de los espacios Red Natura 2000 también ha sido rápida, pues es del 10 de septiembre. En el futuro se verán sus resultados. 3.2. La Red de Zonas Naturales de Interés Especial. Como ya hemos afirmado, esta Red no supone ninguna novedad, por cuanto fue creada por la anterior Ley en 1991, aunque su desarrollo ha sido cuanto menos discreto. 12 Al contrario que veremos más adelante para con los espacios naturales protegidos, cada figura cuenta con su definición. Así: – Los montes catalogados de utilidad pública y montes protectores. Se remite a su normativa específica. – Zonas húmedas de interés especial. Son aquellos espacios definidos así por la normativa de aguas. Se catalogarán así las áreas Ramsar. – Vías pecuarias de interés especial. Aquellos tramos de vías pecuarias que, en atención a sus especiales valores ambientales, pecuarios, etnográficos o culturales, o por su utilidad como recurso para el uso público del medio natural, así sean declaradas. – Zonas naturales de esparcimiento. Son aquellas áreas de ambiente natural y de fácil acceso desde los grandes núcleos urbanos para proporcionar lugares de descanso, recreo y esparcimiento de un modo compatible con la conservación de la naturaleza, y ser un elementos disuasorio que evite la gran afluencia de visitantes a espacios más frágiles. Son las que más se han publicitado o a las que más importancia parece haberse otorgado, como ya hemos visto. – Microrreservas de flora y fauna. Son aquellas áreas de reducida extensión que contienen hábitats en peligro de desaparición o con un área de distribución muy reducida, o bien constituyen parte del hábitat de especies de flora y fauna amenazadas, resultando especialmente importante su protección. Esta figura es nueva. – Árboles notables. Son aquellos ejemplares, individuales o agrupados, que sean declarados como tales por entenderse que deben ser dotados de un régimen de protección especial, en atención a sus características singulares. Si bien se trata de una figura nueva, en cierta forma se corresponde con la ya existente de especímenes especiales. – Lugares geológicos o paleontológicos de interés especial. Son áreas que presentan una o varias características consideradas de importancia dentro de la historia geológica o paleontológica de la Comunidad de Castilla y León. 13 Esta figura también es nueva, y se corresponde con una nueva inquietud a nivel global de proteger la gea, aunque ya queda reflejada en la definición de espacio natural protegido, y en el Plan de espacios naturales protegidos de la Ley 8/1991 ya aparecía el espacio del Sitio Paleontológico de Cerro Pelado. En el futuro se verá si esta red tiene nuevos impulsos o sigue permaneciendo en un discreto segundo plano. De hecho, resulta harto complicado acceder al catálogo de los espacios incluidos en cada figura, o siquiera, localizar la información sobre las figuras mismas, debido a que ni siquiera aparecen agrupadas. 3.3. La Red de Espacios Naturales de Castilla y León (REN). Si bien el Capítulo III comienza especificando que la REN «está constituida por el conjunto de los espacios naturales protegidos declarados como tales en Castilla y León», en ningún momento se procede a su definición, lo que es cuanto menos extraño, pero es que tampoco se definirá ninguna de las categorías de espacios naturales protegidos, lo cual resulta inconcebible, máxime cuando la Ley 8/1991 –donde sí se establecen todas las definiciones, como hemos reseñado anteriormente– se deroga en la DISPOSICIÓN DEROGATORIA. La Ley estipula las siguientes categorías de espacios protegidos: a) Parques. Éstos podrán ser nacionales, regionales o naturales, pero no se especifican sus características o diferencias. b) Reservas Naturales. c) Monumentos Naturales. d) Paisajes Protegidos. Como hemos dicho, a falta de definición o establecimiento de características, deberemos ir a la Ley estatal, donde sí se definen todas las figuras, aunque los parques genéricamente, si bien se hace especial referencia a los parques nacionales. Sin embargo, la vieja disquisición en torno a la difícil diferenciación entre parque regional y parque natural –que en la práctica no existe– no sólo no se aclara sino que ahora no existe forma de discernir qué es un parque natural o regional. No obstante, la Ley crea el Plan Director, que es un instrumento básico de coordinación y del que se carecía, pues el Programa Parques Naturales de Castilla y León no tenía esta categoría. Viene a ser el eslabón del que adolecía la planificación de la REN, dentro 14 de la planificación en cascada –que propugna Europarc-España, entre otras instituciones y que ahora existe en la Red Natura 2000–, entre la ley y los planes de ordenación de los diferentes espacios protegidos. De hecho, el sistema en planificación en cascada debería contar con los siguientes instrumentos (EUROPARC-España, 2008): – Ley de espacios, tanto a nivel estatal como autonómico. – Plan de sistema de espacios o Plan Director, que debe contener las directrices y actuaciones para el conjunto de la red. – Plan de ordenación, los PORN de los diferentes espacios protegidos. – Plan de gestión, los PRUG, que aún se carece de ellos. Contienen las directrices de gestión y actuaciones. – Planes y programas sectoriales. Si bien hay algunos que engloban varios espacios referidos a la conservación de especies emblemáticas, como el oso pardo o el urogallo, se carece de ellos en lo que se refiere al propio parque: uso público o conservación, ya que suponen la concreción del PRUG del que se carece. Asimismo se hace referencia a los PRUG (Planes Rectores de Uso y Gestión), que se deberán elaborar y aprobar como acabamos de señalar. Se reconocen como los instrumentos de planificación operativa y de gestión de los parques y reservas naturales. Además, se hace referencia al desarrollo de los programas operativos a partir de los PRUG, como instrumentos más concretos en la gestión de los espacios naturales protegidos. Por último, se considera al Programa Parques Naturales de Castilla y León como Medidas de Fomento para la REN. Dicho Programa es el documento estratégico destinado a la puesta en marcha de un modelo de desarrollo socioeconómico en los espacios naturales protegidos de Castilla y León que sea compatible con su conservación. El actual Programa se aprobó en 2002, por acuerdo del Consejo de Gobierno de 5 de septiembre. Dicho programa se estructura en cinco programas operativos: I) Programa operativo de imagen y comunicación. II) Programa operativo de uso público. 15 III) Programa operativo para la mejora de la calidad de vida. IV) Programa operativo para el desarrollo de las capacidades propias del entorno socioeconómico. V) Programa operativo de gestión del programa parques naturales y participación social. Asimismo, el territorio se divide también en cinco áreas, que aglutinan los diferentes espacios naturales protegidos: Meseta del Duero Sanabria – Bierzo Cordillera Ibérica Cordillera Cantábrica Cordillera Central El otro pilar de las Medidas de Fomento para la REN son las Zonas de Influencia Socioeconómica de los espacios naturales protegidos, que está constituida por la superficie de los términos municipales que tienen parte o todo su territorio incluido en el espacio natural protegido o en su zona periférica de protección. Las ayudas se refieren sobre todo a medidas a tomar o líneas de ayuda, más que ayudas sensu stricto. 3.4. Los espacios protegidos por instrumentos internacionales. Aunque la Ley hace mención a ellos, en concreto a las reservas de la biosfera y a las áreas Ramsar, ésta no forman parte de ninguna red. No obstante, las áreas Ramsar serán declaradas zonas húmedas de interés especial, lo cual las incluiría en la Red de Zonas Naturales de Interés Especial. En lo que respecta a las Reservas de la Biosfera, éstas continúan en el “limbo de los justos”, ya que muchas de ellas no tienen una figura de protección efectiva. Las Reservas de la Biosfera que existen en Castilla y León son: – Valle de Laciana – Picos de Europa – Babia – Alto Bernesga 16 – Los Argüellos – Valles de Omaña y Luna – Sierras de Béjar y Francia – Ancares Leoneses – Real Sitio de San Ildefonso – El Espinar Resulta poco coherente que se pretenda una protección integral del territorio y que ciertas parcelas que formen parte de una red mundial por contener unos valores excepcionales queden sin ningún tipo de protección formal. Es cierto que en las Reservas de la Biosfera la población local tiene un protagonismo que no se ha visto en las otras figuras, pero no es menos cierto que el papel de la administración pública en este punto es deficiente. 4. Las fuentes de financiación. Las fuentes de financiación resultan quedar siempre en un segundo plano. No cabe duda que sin ellas los proyectos no se podrían efectuar, y que por su falta, muchos de ellos no se llevan a cabo o lo hacen deficientemente. Como hemos dicho en la introducción, no parece ser que ganen protagonismo en esta ley. De hecho, en la anterior Ley 8/1991 suponían el Título V con dos artículos, al igual que en la nueva Ley 4/2015, que supone dos artículos en el Título I, Disposiciones Generales, Capítulo I Disposiciones generales, participación y cooperación social. El primer artículo se dedica a caracterizar genéricamente las vías de financiación, si bien de un modo si se quiere más claro en la actual. El segundo se corresponde con el Fondo Patrimonio Natural de Castilla y León. En cuanto a las vías de financiación previstas, éstas son: a) Las dotaciones destinadas a la conservación del medio natural previstas cada año en los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma. b) Los recursos procedentes de la Administración del Estado y de otras administraciones públicas por convenio o transferencia. c) Los recursos derivados de programas procedentes de fondo europeos. d) Las aportaciones o donaciones de personas físicas o jurídicas. 17 e) El importe resultante de la incautación total o parcial de las garantías constituidas conforme a lo previsto en el articulo 4.2. (Intervención administrativa). f) Las indemnizaciones derivadas de los procedimientos sancionadores previstos en la presente ley y de las medidas compensatorias que puedan establecerse con este fin en los procedimientos de evaluación ambiental. No obstante, la Ley no dice nada del dinero procedente de entradas a exposiciones y centros de visitantes u otros servicios ofrecidos por los espacios protegidos. Quizá ello se deba a la duplicidad de instituciones, Fundación Patrimonio Natural y Consejería con competencias en los espacios protegidos. Ello resulta bastante confuso por cuanto las infraestructuras son de la Consejería y la explotación de una Fundación ¿pública? Si ello es así, por qué no se informa de ello en la Ley y no figura en los medios de financiación. Existen muchos mecanismos de financiación de los espacios protegidos, muchos de ellos factibles en los espacios naturales protegidos de Castilla y León –véase EUROPARC-España (2010). La falta de medios suele ser la excusa para la falta de dotaciones, de personal, de infraestructuras, etc. Por otro lado, en vez de buscar fuentes alternativas de financiación, se duplican los entes gestores o se subcontratan servicios. Esto no parece muy coherente. En cuanto al Fondo Patrimonio Natural de Castilla y León pasa algo parecido a lo que se ha ido viendo a lo largo del presente trabajo: se crea algo ya existente o que debería serlo, lo cual no supone ninguna novedad. En la anterior ley ya se creó el Fondo de Castilla y León para la adquisición de patrimonio natural, que con un nombre ligeramente diferente, es lo mismo. 5. El desarrollo sostenible. El desarrollo sostenible es algo que emana la Ley como deseable a lo largo de sus artículos y de los instrumentos que la desarrollan. No obstante, no siempre los deseos se hacen realidad. Ni en la anterior ley ni en ésta se crea ningún Plan de Desarrollo Sostenible, como en otras Comunidades Autónomas, con un mayor desarrollo en la política de espacios protegidos. Por ello, entendemos que serán los Planes de Ordenación de los Recursos 18 Naturales (PORN) los que van a hacer posible dicho desarrollo sostenible en los espacios naturales protegidos. Los PORN se inscriben en la Ley en el Título III, Integración de la conservación del patrimonio natural en los planes, programas y políticas sectoriales. Constituyeron la principal novedad de la Ley 4/1989 porque integraban los espacios naturales protegidos en el territorio y le daban prioridad con respecto a cualquier otro plan o instrumento que afectara a dicho territorio. En esta Ley se consideran como instrumentos de ordenación del territorio que se configuran como los documentos básicos para la evaluación, ordenación y planificación de los recursos naturales. Siguen siendo preceptivos para la declaración de parques y reservas, en parte porque lo establece así la ley estatal. Su vigencia será de veinte años y se deberán adaptar al futuro Plan Director. A pesar de todo, las buenas intenciones se han de plasmar en resultados positivos, pero sin una participación activa de la población local, no puede haber desarrollo sostenible. 6. Conclusiones. En líneas generales se trata de una ley continuista con la anterior. La principal novedad la supone la creación de la Red de Áreas Naturales con la inclusión de la Red Natura 2000 en su interior. Un aspecto reseñable de la ley es el establecimiento de Planes Directores para la gestión de las redes de espacios, como un eslabón necesario entre la ley y los espacios protegidos, dentro de una planificación en cascada, más acorde con la actual concepción de los espacios naturales protegidos, dentro de una conservación integral del territorio. Sin embargo, la ley retrocede en varios aspectos: en el apartado referido a la REN, que se supone que es el más importante, han desaparecido todas las definiciones y sus características. Este tema resulta chocante, ya que el resto de figuras sí aparecen definidas debidamente. Asimismo el peso de los PORN en la planificación de los espacios naturales queda ligeramente relegado, pues se trata en otro Título pero no con la precisión que sería deseable. La planificación en cascada, magníficamente expuesta en el Plan Director de la Red Natura 2000, queda aquí descafeinada al no exponerse más gráficamente. 19 El aspecto de la financiación resulta vago, pues no aporta novedades significativas con respecto a otras leyes anteriores. Por tanto, las fuentes de financiación siguen en un segundo plano. La dualidad existente entre la Fundación Patrimonio Natural y la Consejería no clarifica la situación, ya que parte de los fondos que podría obtener la Consejería son recaudados por la Fundación, pues las infraestructuras de acogida de visitantes son gestionadas por la Fundación, cuando quien invierte en los edificios para ponerlas en servicio es la Consejería. Esto no es una cuestión baladí. La inversión necesaria puede suponer gran parte del presupuesto del área natural en cuestión. Por último, la protección transversal del patrimonio natural compatible y como motor del desarrollo socioeconómico se consiguen parcialmente a través de varios planes y programas, cuando sería más acertado hacerlo a través de un Plan de Desarrollo Sostenible cuando afecte a los espacios naturales protegidos, como elementos más valiosos del territorio, como se viene haciendo en otras Comunidades Autónomas con resultados diferentes. El Programa Parques Naturales no ha sido capaz de reemplazar a un verdadero Plan de Desarrollo Sostenible, máxime cuando no todos los espacios naturales protegidos son ni pueden ser parques. Por último, las Reservas de la Biosfera quedan al margen, a un nivel similar al que tenían. Las Áreas Ramsar tienen un reconocimiento como zonas húmedas de interés especial. Como reflexión final queremos poner el acento al impulso dado a la Red Natura 2000 y la celeridad para su puesta en funcionamiento. Suponemos que a partir de ella se piensa poner el acento en un desarrollo integral del territorio respetuoso con el medio natural, al tiempo que se dote de medios financieros para su correcto funcionamiento. 7. Bibliografía. EUROPARC-España (2008): Planificar para gestionar los espacios naturales protegidos, Fundación Interuniversitaria Fernando González Bernáldez para los espacios naturales, Madrid. EUROPARC-España (2010): Mecanismos innovadores para la conservación de la biodiversidad, Editorial FUNGOBE, Madrid. 20 Hidalgo Morán, S. (2008): “La Red de Parques de Castilla y León: un proyecto ambicioso y un desarrollo lento”. En Molinero (ed): Espacios Naturales Protegidos / Espaces Naturels Protégés: III Coloquio Hispano-Francés de Geografía Rural / IIIe Colloque Franco-Espagnol de Géographie Rurale. AGE: UNIA, Baeza. pp. 233-247. 21