Informe impacto en hosteleria subida IVA

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VALORACIÓN DE LOS POSIBLES EFECTOS EN EL SECTOR
HOSTELERO Y EN EL TURISMO ESPAÑOL DE LA POTENCIAL
SUBIDA DEL TIPO DE IVA
Manuel Figuerola Palomo.
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VALORACIÓN DE LOS POSIBLES EFECTOS EN EL SECTOR HOSTELERO Y EN EL TURISMO ESPAÑOL DE LA POTENCIAL
SUBIDA DEL TIPO DE IVA
1. Consideraciones generales
Merece la pena destacar la importante batalla ganada por España, y por su sector hostelero, cuando en la víspera de la
incorporación de España en el año 1986 a la Comunidad Económica Europea (entonces CEE), se consiguió un tipo de
gravamen, reducido en el régimen general del IVA. Hay que señalar, que desde entonces, la hostelería española, y en
alguna manera las actividades del sector turístico, identificadas con aquella, se vieron beneficiadas. Pero tal logro nunca
debería ser considerado como un trato de favor, sino como fruto de una inteligente medida, que permitió afianzar
segmentos de demanda hostelera y turística que era entonces y lo es hoy, muy elástica a la subida de los precios.
Tampoco puede olvidarse en este informe, que pocos años después, desde el Ministerio de Hacienda, se tuvo la
“absurda idea” de aprobar que los hoteles y restaurantes de categorías superiores fueran sometidos al tipo de IVA
normal. Lo que condujo en dos meses a que desapareciesen todos los hoteles de cinco estrellas y los restaurantes de
cinco tenedores, pues optaron aquellos por pasar a una categoría inferior, con objeto de que su clientela se viera
gravada con tipo reducido del 6, en lugar del tipo al que se condenaban del 16 %. Afortunadamente, también en poco
tiempo, las aguas volvieron a su caudal, y aquella nefasta medida fue suprimida.
Se conoce perfectamente la difícil situación de las finanzas públicas. Se aprecia con gran temor, como las medidas para
resolver el angustioso déficit en España son insuficientes. Se considera que es insostenible mantener una precaria
imagen de estabilidad, que perjudica toda acción de futuro. Se acepta, que necesariamente, deben acometerse acciones
y políticas más decididas que resuelvan la situación.
Por otra parte, se puede suponer, que la posición del sector hostelero, con relación a Europa al IVA aplicado en la
hostelería de la Unión es un privilegio difícilmente defendible. Especialmente cuando hemos comprobado que el déficit
presupuestario, es complejo y poco creíble que baje del 5 %, si no se actúa con decisión. En concreto, cuando se han
alimentado nocivas políticas de gasto y el estado súper descentralizado español, permite a menudo la duplicación de
partidas presupuestarias. Todo lo cual hace inviable observar el horizonte de las finanzas públicas con cierto optimismo.
También podría entenderse, que lo normal es terminar con el privilegio del tipo reducido en la hostelería, e incluso
forzar el impuesto hasta alcanzar valores de la UE por encima del 20 %, con lo cual previsiblemente, podría aumentarse
el devengo y con ello la recaudación. Pero alguien puede entender, que los argumentos, principios, razones y criterios
que defendimos, los que trabajamos entonces por la consecución de un tipo de IVA reducido pudimos hacerlo solo con
afanes de beneficiar a un sector. Por supuesto que no. Porque lo que defendía era el principio de impulsar al turismo.
No se trabajaba por caprichos o intereses parciales, sino porque se tenía muy seguro, que defender un turismo, como el
español, -muy sensible a los precios, y de elasticidad a la elevación de su coste palpable o repercutible negativamente-,
era necesario en momentos en los que la actividad de los viajes era parte sustancial de nuestra economía.
Tres situaciones complejas se manifiestan ahora, y necesariamente, una adecuada política, si no puede ser excelente, no
puede ni debe abandonar ninguna de las tres:
a. Sin duda se requiere elevar la recaudación por IVA
b. Se requiere apoyar al turismo como sistema tractor en estos momentos de la economía española
c. No puede mantenerse situaciones fiscales injustas a favor de algún sector económico o grupo consumidor
Ahora bien, en estas consideraciones preliminares, también se hace preciso establecer y destacar, tres situaciones que
no pueden ser ignoradas y que han de ser estudiadas y valoradas con especial cuidado, en el momento de la toma de
decisiones:
- favorecer y motivar al turismo no es solo una política o estrategia sectorial a favor de una actividad productiva, sino
determinante del logro de muchos otros beneficios y logros sociales y económicos
- el turismo y la hostelería son consumos muy sensibles a los precios, por lo que si en una situación de alza de aquellos,
no mejora la renta, se producirá un descenso en las ventas, producción, empleo e inversión
- no puede aceptarse, que por resolver un problema recaudatorio de una exacción o figura impositiva, se traslade una
grave crisis, a uno de los pocos sectores con garantizado crecimiento en un horizonte cercano.
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2. La sensibilidad del descenso del consumo hostelero y turístico ante la subida de los precios
En primer lugar hemos de afirmar, que toda subida en el tipo del IVA aplicable, se manifiesta como una subida del
precio, por el carácter finalista de este impuesto. Sin duda la repercusión, recaerá finalmente en el consumidor. Porque
si bien, el productor descontará en su declaración el IVA ya soportado, el comprador deberá pagar la cuantía resultante
de aplicar al valor de los bienes y servicios consumidos el tipo correspondiente.
Lamentablemente cuatro consideraciones han de hacerse sobre la situación del IVA en España
a) La baja recaudación, que se manifiesta en la tendencia decreciente del impuesto
b) La reducida base imponible del sector hostelero por debajo de 45.000 euros, habiendo producido una cifra del
orden 110.000 euros
c) Una excelente posición del sector hostelero como actividad beneficiada por el tipo reducido, por efecto de carácter
determinante para el funcionamiento de la estructura económica
d) Un pobre resultado en la liquidación global del IVA en hostelería –algo superior a 40 millones de euros- el cual se
pretende elevar, corriendo el grave peligro de influir negativamente en el comportamiento de la demanda turística.
A la hostelería en gran medida y al turismo en una parte importante de su consumo, se les reconoce como servicios de
demanda elástica, ante la variación de los precios; y cuyo coeficiente, normalmente ha de tomar valor negativo. Ello
significa, que un alza del precio, o bien causado por el encarecimiento de los costes, o bien por las expectativas de
beneficios, o bien, por incremento de la presión fiscal, repercutirá directamente, a la baja, en un valor superior al
incremento del precio.
Ahora bien, el problema de la sensibilidad a la baja de la demanda hostelera, por el aumento de la repercusión del tipo
de IVA no terminará en la caída de las ventas, y como consecuencia de la producción, sino que dicha repercusión de
manera indirecta a su vez repercutirá, al menos de manera importante en tres magnitudes singulares:
- el empleo hostelero
- las inversiones en mantenimiento, recuperación, reposición y formación bruta de capital
- en la llegada de los viajeros, porque los operadores deberán repercutir en el precio de los packages, o en las reservas o
booking, las subidas producidas en el valor que han de pagar los compradores de aquellas contrataciones.
Varias preguntas surgen, ante el análisis formulado:
* ¿Los beneficios esperados de la subida del tipo de IVA, compensarán las graves pérdidas que se estiman posibles por
aquella decisión, inicialmente finalista, con la sola obtención de más recursos para ayudar a paliar el déficit?
* ¿Es adecuado –a cambio de un incremento en la recaudación, transformar el carácter que disfrutaba el tipo de IVA
hostelero, al pasarlo del tipo reducido al normal- perder la posición tan importante que ha tenido, tiene en la actualidad
y debiera tener en el futuro, manteniendo dicho tipo en el grupo de bienes y servicios favorecidos, por una estrategia de
sector y de política estratégica turística?
* ¿No sería más oportuno y rentable globalmente, buscar una solución intermedia, que provocada su intencionalidad,
por la grave situación presupuestaria de las finanzas públicas, se apoyara en aumentar los resultados de la recaudación
fiscal por el IVA en la hostelería? Creemos, que el problema recaudatorio no debería resolverse mediante la vía de
homologar el tipo de la hostelería, con el tipo de recaudación normal.
No es necesario recordar, que la pérdida de demanda, en cuanto a las influencias económicas, por el alza de los precios,
en este caso del tipo de IVA, se manifiesta en graves problemas e impactos, de naturaleza muy variada:
- descenso del VAB del sector hostelero, que se aproxima en su conjunto 58 % de la producción
- reducción de los efectos originados por el multiplicador del gasto en consumos de bienes y servicios turísticos y
hosteleros, repercutibles en otros sectores del sistema económico
- descenso del empleo; aproximadamente, tantos trabajadores a tiempo completo anual, por una cifra de producción de
90.000 euros
- paralización del proceso expansivo de mejora, modernización e innovación tanto en tecnologías, equipamientos,
procesos y organización del sector
- pérdida grave de competitividad de los servicios y productos turísticos españoles con relación a la competencia por la
caída de uno de los elementos básicos de aquella; es decir el precio
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3. Análisis de los efectos de la repercusión de la elevación del tipo de IVA en la hostelería
Nuestro trabajo parte de definir cuatro potenciales escenarios de repercusión:
Escenario favorable para el sector hostelero.
Aumento del tipo, en el diferencial que se apruebe (2 a 3 %)
Mantenimiento del tipo reducido
Escenario de mayor contribución
Mayor aumento en los sectores afectados (4 al 6 %)
Mantenimiento del tipo reducido
Identificación del tipo hostelería con el normal
Aumento hasta del 10 %
Escenario complejo, Identificado con el normal
Aumento hasta igualar con los tipos europeos
aumentando el tipo de manera complementaria
Alternativas de escenarios
Tipos aplicables
Supuestos de elasticidad definidos
Coeficientes de elasticidad: consumo hostelero/precios
Intervalo de Variación del coeficiente
Coeficiente sobre el consumo
{- 1,15 a - 1,25}
Coeficiente del desempleo por caída de la demanda
{- 1,05 a - 1,15}
Coeficiente de elasticidad descenso de la inversión
{- 1,40 a - 1,60}
Hay que señalar que el valor de la estimación de los tres efectos considerados, que posteriormente se fijarán, es
independiente entre sí. Por lo cual, no solo se están perdiendo ventas, o lo que es lo mismo producción, sino que por la
caída de esta se producirá un descenso en la contratación de recursos humanos. Existe mucha experiencia empírica en
esta clase de estudios que podrían demostrar, que a medio plazo, como mínimo las pérdidas son proporcionales a la
subida del sacrificio en el precio. Y por otra parte, como se ha venido comprobando, mediante funciones de regresión, la
elasticidad de la demanda/precios, aunque menor que la elasticidad demanda/renta tiene una significación que como
se observa en el cuadro puede llegar a 1,20, aplicando la media o marca de clase del intervalo de variación.
El daño en el empleo no llega a ser superior, proporcionalmente, que el de las ventas, ya que la función de producción
se hace más rígida en cuanto al factor trabajo, y no tanto con relación al factor capital. Especialmente, en el sector de la
hostelería, ya que es una actividad, en donde la naturaleza de micro empresas, o empresas integradas por varios
miembros de una comunidad familiar, reduce la decisión del despido o abandono de la actividad productiva. E incluso,
se adoptan medidas de mayor reparto del trabajo. Luego aunque elástica, el valor analizado en varios casos utilizados
para observar la sensibilidad a la caída de la producción del empleo, siempre menor que la relación demanda renta, que
alcanza en funciones a medio y corto plazo un valor cercano a 1,4 con signo positivo
Ha de preocupar también, la repercusión negativa que origina el coeficiente de elasticidad inversión, caída de las ventas
o producción. Sin lugar a dudas, este efecto es más elástico, más inmediato y más duradero, que los otros dos. Puede
interpretarse con facilidad, que cuando un empresario observa, cómo la situación del mercado, especialmente, por la
caída de las ventas, se deteriora, pronto se siente escasamente estimulado para proceder a invertir, con la finalidad de
obtener por la vía de la calidad y la diversidad, lo que ha perdido por la subida del precio, al aumentar el gravamen
finalista que paga el consumidor.
Asimismo, no puede ignorarse que aproximadamente el 35 % del consumo de los turistas se proyecta en la hostelería.
Lo cual significa, en cuanto a los residentes, que estos antes de pensar en hacer turismo, observan como se les encarece
el coste de los viajes. Por lo que se ven obligados a renunciar a conocer y disfrutar de nuevos destinos y recursos, por el
encarecimiento de los servicios para el desplazamiento. Por otra parte, el sector hostelero contempla, que cerca del 30
% de su producción es adquirida por el turismo, por lo cual, la subida anunciada, como mal menor a corto plazo,
equivale a la pérdida de un grado de competitividad.
Por último, en cuanto a los posibles efectos de la repercusión del aumento del IVA en la hostelería, o su identificación en
el tipo, al gravamen denominado normal, no al incrementado, no se puede perder la visión de la pérdida de los
impactos de los multiplicadores. Ya que una caída de la producción o del empleo, es también una reducción de los
efectos de arrastre.
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4. Estimación del valor de los efectos en la hostelería y el turismo del cambio de tipología del IVA
En este punto se considerará que la decisión asumida, como más probable es elevar el tipo reducido aplicado en la
hostelería española al valor del tipo normal. Es decir, pasar del tipo actual del 8 % al 18 %. En ese sentido se mantendrán
los valores explicados de elasticidad y repercusión señalados anteriormente, tanto como las hipótesis de trabajo
expuestas. Considerando, una constancia de otros factores o aspectos influyentes en aquellos efectos.
La primera repercusión es el alza de los resultados de la liquidación, teniendo en cuenta que en este supuesto, el
crecimiento del IVA repercutido, se beneficiara casi de la estabilidad del IVA soportado; ya que lo se eleva
sustancialmente (10 puntos) es el IVA del devengo. Asimismo, se estima que la base imponible se reducirá a valores del
entorno de 40.000 euros. Por tanto, aplicando criterios de proporcionalidad el aumento de los resultados será de una
cifra próxima a 3.000 millones de euros, sin deducir el IVA soportado, que en paralelo habrá de ser inferior al actual.
En lo que respecta a las ventas, el descenso de la producción sectorial, según el cuadro de repercusión que se acompaña
en este informe, será del 10,81 %, lo que significa una reducción de 11.000 millones de euros. Aproximadamente una
pérdida de 6.000 millones de euros VAB.
Que en términos de distribución de rentas salariales (50 % de aquel VAB) una cifra de 100.000 empleos, ó 9 % de la
población asalariada ocupada. Y 8 % de la población ocupada no asalariada, o pequeños propietarios y familias. Valor
similar al que se obtendría si el cálculo se hace a través de la influencia del predictor de empleo, utilizando el coeficiente
de elasticidad ventas/empleo en el sector de la hostelería, que define una caída del 9 % del total de la población
ocupada en la hostelería (aproximadamente media anual según la EPA 1.400.000 trabajadores), lo equivaldría a hacer
desaparecer, casi 130.000 entre asalariados y no asalariados.
Igualmente, es interesante que se valore, la influencia, que la medida de modificación y elevación del tipo de IVA en la
hostelería española puede tener en las inversiones programadas. Medida que como techo tendría una repercusión
favorable, en el mejor de los casos de 3.000 millones de euros. Pero con efectos muy adversos tanto directa como
indirectamente en la capitalización del sector y en el fomento a la FIB de capital fijo, o en la mejora de las instalaciones
e incorporación de procesos de innovación tan necesarios en el sector. Según las estimaciones realizadas la caída sobre
la cifra del 2011 sería una disminución del 13,3 %.
Pero ha de preocupar la incidencia en el turismo, tanto en el segmento de residentes como de no residentes,
especialmente, por su efecto multiplicador sobre toda la economía. Y aunque se ha calculado, que la repercusión en los
flujos de no residentes, se produciría en el tramo inferior de la elasticidad de la demanda, en un entorno del -1,15, es
decir con movilidad más rígida, en conjunto no debería dejarse de plantear una caída aproximada entre el 6 y el 8 % del
total del consumo. Es decir, una caída en el PIB turístico cercana a 6.000 millones de euros, lo que puede significar una
reducción fiscal de los beneficios del turismo no lejos de los 2.000 millones de euros, afectando los ingresos fiscales por
renta del trabajo, capital y otros.
Todo ello nos conduce a reflexionar sobre la decisión de adoptar –con gran riesgo- una medida tan radical, como
cambiar el status fiscal del IVA de la hostelería, proporcionando beneficios líquidos, nunca superiores a 3.000 millones
de euros. Consideramos, que la medida es de gran importancia, pero también generadora de peligros que puede
sustancialmente provocar movimientos estructurales negativos de significación determinante.
Solo una política expansiva en sectores todavía de gran recorrido en España, como es el turismo, debe determinar el
camino a seguir. Entendemos, que conseguir a medio plazo una expansión en la producción turística de 13.000 millones
de euros, lo que significa crecer en el período que se considere un 10 %, y también en aquella producción indirecta que
se genera por el multiplicador, equivaldría conseguir prácticamente lo mismo, que se alcanzaría en cuanto al devengo
del IVA, con la medida de cambio de tipos.
La diferencia se encuentra, en que la estrategia de la expansión quizás requiere dos años de nuevos crecimientos, sin
acarrear riesgos y peligros, tan graves como los descritos. Pero tal vez, lo que a España en estos momentos más le
preocupe sea la falta de tiempo, para plantear estrategias y políticas serias y convincentes, no causantes de estragos.
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ANEXOS
Cuadro 1
Cuadro 2
6
Cuadro de repercusión del cambio de tipo de IVA según los ESCENARIOS propuestos
ESCENARIOS POSIBLES
ESCENARIO PRIMERO
REPERCUSIÓN SECTORIAL TIPO PREFERENCIAL
SOBRE LAS VENTAS
INCREMENTO IVA
2
ELASTICIDAD
1,2
EFECTO SOBRE EL GASTO
SOBRE EL EMPLEO
ELASTICIDAD
1,1
EFECTO SOBRE EMPLEO
SOBRE LAS INVERSIONES
0,97651697
ESCENARIO SEGUNDO
ACELERACIÓN TIPO
INCREMENTO IVA
4
0,95402552
0,02348303
ESCENARIO TERCERO
TIPO NORMAL ACTUAL
INCREMENTO IVA
10
0,89192591
0,04597448
ESCENARIO CUARTO
NORMAL INCREMENTAD.
INCREMENTO IVA
12
0,8728475
0,10807409
0,1271525
2
4
10
12
0,97845264
0,95777462
0,90046751
0,88279563
-1,95690529
2
-3,8310985
4
-9,00467507
10
ELASTICIDAD
1,5
0,97073289
0,94286603
0,86678417
EFECTO SOBRE INVERION
0,02926711
0,05713397
0,13321583
-10,5935476
12
0,8436707
0,1563293
7
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