afinur asociación española de fitoterapia y nutrición responsable Los Antioxidantes y el envejecimiento El envejecimiento es un proceso natural inherente al ser humano, del que se desconocen sus causas exactas y se manifiesta, a veces, a edades tempranas. Para poder explicarlo, se han elaborado diversas teorías. Una de ellas se apoya en la oxidación y el impacto nocivo del exceso de radicales libres que son moléculas inestables que se forman básicamente en los procesos metabólicos normales de nuestro cuerpo. La oxidación es un proceso que se origina en el organismo de manera natural al realizar actividades diarias como caminar, comer o respirar. En esta acción se generan radicales libres que el cuerpo, con sus propios métodos internos de defensa (que con la edad van perdiendo eficacia), controla para que no produzcan daños. Sin embargo, hay varios factores como la exposición excesiva a los rayos UV, la polución ambiental, la ingestión de sustancias químicas de los alimentos, el estrés, hábitos tóxicos (tabaquismo y alcoholismo) y determinadas enfermedades, que pueden generar más oxidación y radicales libres que nuestro cuerpo no puede neutralizar. El exceso de estos componentes deteriora los tejidos, órganos y ADN (material genético), lo que da lugar a un envejecimiento celular prematuro y a la aparición de determinadas enfermedades asociadas a la vejez. Una de las formas de saber la capacidad antioxidante de los alimentos y complementos alimenticios que se consumen, es conocer su valor ORAC (Oxygen Radical Absorbance Capacity). El ORAC es una técnica desarrollada en los E.U.A. que permite medir el potencial antioxidante, lo que nos proporciona una orientación aproximada de su actividad. Según la escala ORAC, determinadas especies culinarias y frutas como la menta, el orégano, el clavo, el jengibre, la granada, el mangostán, el açai, las bayas silvestres y el cacao, son las que tienen un mayor poder antioxidante. La dieta mediterránea, rica en frutas, hortalizas, frutos secos, cerveza, vino tinto y aceite de oliva, se considera una de las dietas con más potencial antioxidante. Estos alimentos tienen en común nutrientes y fitoquímicos que hacen posible los elevados niveles antioxidantes. En el caso que no se pueda llevar una dieta equilibrada, podemos ayudar a nuestro cuerpo aumentando la ingesta de alimentos ricos en compuestos antioxidantes y en todo caso acudir a la suplementación con complementos alimenticios, bajo la supervisión de un profesional. De esta manera ayudaríamos a regenerar nuestros sistemas internos de defensa, bloquear el exceso de radicales libres y favorecer una longevidad saludable SUSTANCIAS ANTIOXIDANTES: VITAMINAS Vitamina E: es el principal antioxidante de las membranas celulares. Las protege de agresiones externas como: contaminación, pesticidas y humo del tabaco. También ayuda a los alimentos, donde está presente, a que no se enrancien ni se oxiden de forma precoz. La encontramos, por ejemplo, en los aguacates, frutos secos y aceites vegetales. Vitamina C: es junto a la vitamina E uno de principales antioxidantes. La encontramos en frutas frescas y hortalizas en general. Vitamina A y carotenos: Los carotenoides (como los betacarotenos, el licopeno o el ácido alfa lipoico) están presentes en los vegetales que una vez ingeridos, el cuerpo los transforma en vitamina A. Estos compuestos, junto a la vitamina A, poseen actividad antioxidante que protege la piel frente a los daños causados por los rayos UV. Tanto la Vitamina A como los carotenos tienen también un papel importante en la salud ocular. Los encontramos sobretodo en verduras y frutas de color naranja, amarillo y rojo. MINERALES Los elementos minerales con mayor acción antioxidante son: el selenio, el zinc, el manganeso y el cobre. La acción antioxidante no es tanto por el elemento en sí como por su participación en la formación, actividad y recuperación de determinadas enzimas antioxidantes propias de nuestro cuerpo. Por ejemplo, el selenio forma parte de la glutatión peroxidasa, una importante enzima antioxidante que actúa frente a la oxidación de las grasas y detoxificación del hígado. En los frutos secos, las legumbres, cereales integrales y los huevos podemos encontrar la presencia de estos cuatro elementos minerales. COMPUESTOS FENÓLICOS Son un amplio grupo de moléculas antioxidantes que derivan del metabolismo secundario de las plantas. Su función es protegerlas frente agresiones externas (clima o depredadores) y aportar color y olor a sus frutos para favorecer la diseminación de sus semillas. La ingestión de estas sustancias es muy beneficiosa, pues son potentes antioxidantes que ayudarán a nuestro sistema a combatir el exceso de radicales libres. Los compuestos fenólicos se pueden clasificar de muchas maneras debido a su diversidad estructural. Una de ellas es la división entre compuestos tipo flavonoides (isoflavonas, antocianos, proantocianidinas, lignanos…) y no flavonoides (fenoles no carboxílicos y ácidos fenólicos como el benzoico y el cinámico). El grupo de los flavonoides es el más extendido de la naturaleza y es el que posee mayor actividad antioxidante. Entre ellos destacan los antocianos, que son los responsables del color lila, rojo y violeta de las plantas y frutos. Se encuentran sobretodo en bayas rojas silvestres y determinadas hortalizas como la berenjena. También están las proantocianidinas que se encuentra en la piel y semilla de las uvas (vino), en los cranberries y en la corteza del pino. Los citroflavonoides como la quercetina, hesperidina, rutina y naranjina esán presentes sobretodo en frutas cítricas pero también en hortalizas como cebollas y coles. Las catequinas se encuentran presentes en las hojas de té y en el vino y las isoflavonas halladas en la soja, alfalfa y trébol rojo. Del grupo de los no flavonoides destacan los productos sintetizados a partir de los derivados del ácido cinámico como el resveratrol, siendo las mayores fuentes dietéticas las uvas, el vino y los cacahuetes. Este artículo sólo contiene información de carácter orientativo e informativo y no puede ser considerada como sustitutiva de prescripciones o tratamientos médicos. Para cualquier consulta, pregunte a su médico, farmacéutico o especialista de la salud quien tendrá en cuenta cada caso individualizado, contraindicaciones, efectos secundarios e interacciones con medicamentos. AFINUR no se hace responsable del contenido de los anuncios publicados en este folleto. Para información sobre la bibliografía contacte con AFINUR AFINUR c/ Medas, 4-6, 08023 Barcelona, Tel 932027803, [email protected], www.afinur.net