357119. . Tercera Sala. Quinta Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo LV, Pág. 2737. COPROPIETARIOS, REPRESENTACION DE LOS (LEGISLACION DE VERACRUZ). El artículo 980 del Código Civil del Estado de Veracruz, dispone que los condueños están obligados entre ellos mismos, a nombrar un representante común para todas sus relaciones con terceros, relativas a la cosa; y que si por cualquiera causa no lo nombraren o el nombrado faltare absoluta o temporalmente, actuará como representante el que tenga la mayor participación, y en su defecto, el que le siga en interés y así sucesivamente. De la simple lectura de este precepto legal, se desprende, por una parte, que su finalidad es netamente de orden público, porque es indiscutible que la sociedad, como colectividad, está vivamente interesada que en materia de copropiedad haya un titular del derecho, capacitado para todas las relaciones con terceros, en lo que ve a la cosa, y para que los titulares de la copropiedad puedan ejercer sus acciones y éstas puedan ser ejercidas contra ellos, ya que todas las cuestiones relativas son de carácter eminentemente social. La disposición contenida en este precepto, está inspirada particularmente en la protección a terceros, en relación a los copropietarios de una cosa, no sólo por lo que ve a los vínculos de carácter administrativo, con relación al contrato respectivo, sino también en lo que toca a los derechos y obligaciones derivadas del contrato, pues de lo contrario, en los casos en que existiera un manifiesto desacuerdo entre los copropietarios, esto redundaría naturalmente en perjuicio del tercero, que no sabría con quien entenderse; al establecer la ley que a falta de acuerdo en la representación común de los copropietarios, la llevará el que tenga la mayor participación, se opera el fenómeno de la representación legítima, para la cual no se requiere la conformidad de los otros copropietarios, siendo el representante común, en el caso, responsable para con los demás copropietarios, por los daños y perjuicios que resulten de los actos que dicho representante ejecute; pero como tal representación está instituida por determinación expresa de la ley y va imbíbita en la persona física del copartícipe de mayor participación, resulta lógico concluir que el mandatario de esta persona puede ejercer dicha representación como lo hiciera personalmente el representante legítimo, cuando el mandato es de carácter general y con facultades expresas para administrar los bienes y los negocios del poderdante, para ejercer actos de dominio, con todas las facultades de dueño, para hacer valer y ejercitar toda especie de derechos ante Jueces y tribunales, etcétera, con todas las facultades para pleitos y cobranzas; pero cuando el representante común de los copropietarios ha desaparecido, ignorándose su domicilio, debe estimarse que este hecho establece la falta absoluta o temporal de aquel representante, caso en el que, automáticamente y de acuerdo con el precepto legal citado, adquiere la representación común de los copropietarios, el de mayor participación en la cosa. Amparo civil directo 939/36. "Hotel Imperial", S. A. 16 de marzo de 1938. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Luis Bazdresch. La publicación no menciona el nombre del ponente. Véase: Semanario Judicial de la Federación, Quinta Epoca, Tomo XLI, página 1186, tesis de rubro "COPROPIETARIOS, DEFENSA DE SUS DERECHOS EN EL AMPARO.". -1-