Rosas, O. (1999). Walter Benjamin

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Argumentos 35/36, 1999, pp. 169-185
WALTER BENJAMIN:
HISTORIA DE LA EXPERIENCIA
Y EXPERIENCIADE LA HISTORIA
Omar Rosss
"En nuestros debates, compafieros,
tengo a ueces Ia sensoci6n
de que hemos oluidado algo.
No es e/ enemigo,
No es Io lînea.
No es Ia meta.
No figura en el curso breue.
Si no /o hubiéramos sabido nunca
no habr[o lucho.
No me preguntéis qué es.
No sé cômo se llama.
Lo ûnico que sé
es que hemos oluidado
lo mâs importante".
Hans MagnusEnzensberger.
Mala memoria
Hacia 1918 escribiaBenjamina Scholem:"Una filosofiaque
no puedeincluiry explicarla posibilidad
de la predicciôna partirde
169
los posos de cafê,no puede ser ninguna filosofiaverdadera"r. ;Qué
posibles sentidos se escondendetrâs de esta criptica afirmaciÔn?
Precisamente por la misma época Benjamin se encontraba
redactando su escrito Sobre el programs de lo f ilosofîq uenidera,
en el que cifra su examen critico referente a las nociones de
"experiencia" y "conocimiento", haciendo especial énfasis en la
necesidad de reformular tales nociones teniendo como marco de
continuidad histôrica elsistema filosôfico kantiano. El punto central
de la criticabenjamianaserâ,entonces,el carâctercientificoque Kant
le ha adscrito al conocimiento y la experiencia en la Crîticq de Ia
razôn pura y los Prolegômenos.
El movimiento de reforma pertinentedebe dirigirse,en opiniôn
de Benjamin, a incluir en el conocimientouna coordenadametafisica
que orientase de nuevo la experiencia. Todo el despliegue de
argumentacionesque Benjamin elabora para demostrar la carencia
de sentido histôrico en las experienciasde su generaciôn,apuntaba
a mostrar la inherente imbricaciônque los conceptosde experiencia e historia comportan; imbricaciônque resultô desdibujadapor el
acontecer politico propio de una época narcotizadapor la idea de
progreso y el determinismo histôrico.
En lo que sigue trataremos de explicitar dicha imbricaciôn a
partir de algunasconsideracionesde Benjamin, al igual que examinaremos la pretensiôn que da titulo al presente escrito: hacer
experienciade la historia es, simultâneamente,construir una historia
de la experiencia. Esta expresiôn no quiere designar una mera
inversiôn de términos. Por el contrario, Io que pretendemos mostrar
es que tanto la historia como la experienciaestân relacionadas-en
la perspectiva benjaminiana- en la medida en que tienen el rasgo
comrin del scontecimiento aprehendido por la qnamnesis y
refigurado a traves del lenguaje. Se precisa, entonces, de una
BENJAMIN, Walter. GesammelteSchriften.SuhrkampVerlag. Frankfurlam Main.
1977. VolumenII, p.938. En adelantese citarâcomo G. S., seguidodel nûmero de
volumen en romano y nûmero de pâgina.
170
e "historia",sobrela cual
exploraciônconceptualde "experiencia"
justifiquen
imbricaciôn.
que
la
mencionada
laspremisas
sentaremos
I. E}PERIENCI,A
Cualquier closede educaci1nse ha propuestoquitorle a lo uida su
encanto,yo que diceo cômo esoque no es nada'Se nosconfundecon
un continuocombio;se nos ilusfroI se nos entonteceKarlKraus.Prodomoet mundo
Partamos de algunas reflexiones juveniles de Benjamin. En un
escrito de 1913 intitulado "Experiencia", Benjamin comienza a
sentar las basesde su aguday dialécticacriticaa la Modernidad como
época desprovistade valoresy sentidoshistôrico-vitales'La exigencia de una inuocaciôn a la razôn, propia de la Ilustraciôn, habia
a una abstracciônde contenidos metaficonducido a la experi,.Jircia
justamente,
su restricciôna los terrenos de las
sicos, lo que permitiô,
disciplinascientificasy a los limitesde una teorizaciônsocialprecaria
en términos de trascendenciay débil en la formulaciôn de lazos
pertinentes con la tradiciôn.
Bajo el titulo de "experiencia",Benjamin condensala necesidad
de despojar ala Weltanschouung de su generaciôn del carâcter
trivial e irrelevanteque le habian impuesto los asi llamados"adultos".
Puesto que la experienciafue apenasconcebidacomo "una mâscara
sin expresi6n,impenetrabley siempreigual"2,era pertinentecontrastar lo insubstancialde dicha concepciôn con la fuente potencial de
sentidos que yacen en su origen.
Tras el evidente desprecio de los adultos por la "enigmâtica"
vida del adolescente,por su anhelo de vivir con intensidad cada
acontecimientopostulandoalg[rnideal,Benjamin descubreel estado
generalde toda una época.Justamenteel desencanto(Entzouberung)
obtenido cuando se ha "experimentadotodo", cuando se descubre
2
C.S.II.p. 54.
l7l
que lo determinantedel sentidoes el sin-sentido,ha producido apatia
y,/o resignaciônfrente al transcursohistôrico del género humano.
Debido a que las generacionesde adr-iltos-y puede pensarse
aqui en la adultezno s6lo como un rnomento de la vida, sino también
como el estado ideal de los "ilustrados"que, para decirio con Kant.
habrian de accedera la "mayoria de edad" filosôfica- no pudieron o
no supieron aprehender el contenido vital insito en la experiencia,
han devenido l'rombresde espiritu vulgar y poca sensibilidad.
Benjamin lo expone con las siguientespalabras:
Porqueel adultonunca elevala miradahacia la grandezay la
compietuddel sentido,la experiencia
se convirtiôen ei evangelio
del filisteoy lo hizo mensajerode la banalidadde la,vida.Pero ê1
nuncaconcibeque hay algodiferentede la experiencia,
que hay
valores-inexperimentablesa los cualesservinros3.
Semejantes valores inexperimentablesque escapan a toda
banalizaciônde la vida, valoresajenosa la petrificadaexperienciadel
adulto son, precisamente,las aspiracionesmetafisicasde una generaciôn. Benjamin, en su condiciôn de miembro del Berliner
Jugendbewegung (rnovimiento juvenil berlinés) bajo la tutela de
Gustav Wyneken y tras su posterior retiro cuando éste terminô
alentando a los jôvenesa que participan activay valientementeen la
guerra, comprendiô la necesidadde postular un nuevo concepto de
experiencia.Esta no podia seguir siendo la mâscara inexpresiva de
una sociedad sumergida en una pérdida de sentido histôrico que
rayaba en la barbarie.
Benjamin observabaque las pretensionesfilosôficasmodernas
tenian que ver con el estado actual de cosasen lo que se ref\ere ala
incipiente experiencia.En el mencionado texto Sobre el programa
de la f ilosofîa uenideraa,el filôsofo da cuenta de que, en razôn de
3
ibiri. n. 55
lbirl. pp. 157-171
172
los giros metodolôgico y conceptual elaborados por Kant y los
neokantianos -especialmente Rickert y Cohen-, la experiencia
terminô reducidaa un minimo de significaciôn.Ese grado minimo Io
refiere Benjamin como una especie de mstematizaciôn de lq
experiencia.
La extrema simplificaciônde la experienciacomo "experiencia
cientifica" surgiô del peso determinante de una época heredera de
Galileoy Newton y fuertementeemparentadacon el sentir propio de
la Ilustraciôn.;Cuâles son, pues, lascaracteristicasde semejantetipo
de experiencia?
La experienciacientifica,extraida del paradigma de la ciencia
natural, se constituyô,en principio, como un estadioelaboradode la
percepciôn gracias a las estructurasde la sensibilidady el entendimiento. El esfuerzo kantiano por establecerla piedra angular del
conocimiento cientifico,le indujo a construiruna nociôn de experiencia que asegurara las demandas de universalidad, objetividad y
necesidad de tal tipo de conocimiento. [-a necesariadeducciôn a
priori de la estructura general de la experiencia a partir de Ia
estructuracognoscitivadel sujeto, culminô sacrificandoel contenido
propio de la experiencia, es decir, su rasgo determinante de
contingencio. Cierto es que toda teoria del conocimiento que
involucre la experienciacomo momento y elemento fundamentalde
su constituciôndebe atender a la inherente relaciôn que se presenta
entre experienciay percepciôn.Sin embargo, el "giro metodolôgico"
propio de un rastreode la fuentea priori del conocimiento, pretendiô
marginar los principios de facticidady contingenciade la experiencia, supeditândolosa los reclamos de un conocimiento universal y
necesario.
Esterechazode lo contingentecondujo a Benjamin a proponer
una reforma dentro del sistemakantiano: el concepto de experiencia
debe ser repensadode tal maneraque incluyadentro de si un carâcter
absoluto (metafisico) finamente relacionado con la teoria de la
religiôn. De igualmanera, si se reformula el concepto de experiencia,
es preciso reformular el concepto mismo del conocimiento. El
173
esquemakantiano de sujeto y objeto que, en opiniôn de Benjamin,
no era mâs que una oscura relaciôn entre dos instanciasmetafisicas,
deberia ser superado, al igual que la concepciôn de una "conciencia
empirica", en arasde conquistaruna subjetividadque corresponciiera
a la "experienciaabsoluta".Semejantesubjetividadhabria de ser una
"conciencia teôrica trascendentalDura,,.
L-acritica benjaminianaa la nociôn de "conciencia empirica"
propuesta por Kant se centra en lo siguiente:si la estructurageneral
de la experienciase deduce de la estructuracognoscitivadel sujeto,
el objeto, en tanto representaciôn,fenômeno y objeto de los sentidos
es un constructoque proviene del mismo sujetoy, en ese sentido, se
identificacon é1.;Qué diferenciaexistiria,cuestionaBenjamin, entre
representaciôny alucinaciôn?La concienciaempirica seria, enton_
ces, una especie de conciencia insana, semejante a la de los
individuos transtornadosque se identifican con sus propias percepciones. Por esta razôn, Benjamin expresa la necesidad de una
concienciatrascendentalque pueda conocer inclusosi se despoja de
las vestidurasdel sujeto empïrico-psicolôgico.
La esencia de dicha conciencia no puede venir dada por la
unidad trascendentalde la apercepciôn,como creîaKant, sino por
el lenguaje.Sin embargo, es pertinente aclararqué tipo de lenguaje
se precisaaqui.En un oscuroy dificiltexto tituladosobre el lenguaje
en general y sobre el lenguaje de los hombress encontramos
algunas alusiones.
En primera instancia,Benjamin afirma que el lenguajeno es un
mero instrumento para comunicar "algo,'. Las consideraciones
lôgico-sintâcticasy gramâtico-funcionales
son sustituidasaqui por las
semânticas.El lenguajeen la concepciônbenjaminianasecomunica
a si mismo a la manera de dos contenidos:esencialingtistica y
esenciaespiritual.Esta concepciôn se basa en la idea de que todos
los seres de la naturaleza poseenlenguaie.
Ibid., pp. 140-757
174
El caso de la palabra habladapropia del hombre es tan sôlo un
caso parlicular del mismo. Este tipo de lenguaje que comunica su
propia esenciaespirituales calificadopor Benjamin, en razôn de su
esencia, como lenguajeadânico.
De la misma manera como Adân fue dotado de la capacidad
para "nombrar" lascosassegrlnel mito biblicodel Génesis,el hombre
al pronunciar los "nombres" de las cosas comunica su esencia
espiritual. Esa esenciaque, en realidad,es su senf ido, manifiestael
carâcterreveladorde la verdadque Benjamin atribuyeal lenguaje.Su
rasgo mâgico en tanto es mediador entre la esenciaespiritual y la
lingùistica,es lo que constituyeel marco de relaciônentre experlencia
y lenguaje. Una profunda y originaria relaciôn entre palabra y
acontecimiento se puede deducir a partir del nombrar la esencia
espiritual de las cosas.
Para Benjamin la experienciano puede reducirsea la concepciôn de una percepciôn mediada y expresadaa través de nûmeros
y fôrmulas. Ella es fundan-rentalmentelenguaje. La experiencia
espera, vivencia y se aprehende una vez se accedea su sentido, es
decir, a la esenciaespiritualque se manifiestaen los acontecimientos.
Decir que Ia experiencia es lenguaje revela su transmisibilidad,su
aprehensiôn a través de la memoria y su anclajeen la tradiciôn. Las
investigaciones de Benjamin con respecto a la narraci6n6y el
contenido histôrico-socialT
de la experienciase basan,justamente,en
esa pariicular afinldad entre lenguajey experierrcia.
El concepto de experiencia,segun Benjamin, debe entenderse
como un "conducirsea través de", "llegar a conocer", "explorar" o
"investigar".Mâs allâ de una exigenciaa priori de su posibilidad, el
nûcleo fundamental de la experiencia es el propio sentido del
acontecer, es decir, una vez mâs el sentido de lo continoente.
Vâse el ensayoDer Erztihler,Betrachtungenzum 14,/erk
Nrkoloi Lesskous.,Ibid.,
pp. 438-465.
7
Cft. Erfahrungund Armut. Ibid., pp. 213-279
175
La experiencia es un evento narrable que sucede en un tiempo
determinado. Su asequibilidad,su carâcterde exploraciôn e investigaciôn, son posibles gracias al movimiento de refiguraciôn del
tiempo a traués de lq nsrraciôn8. Esta serâ la que de cuenta de
aquellos valores -inexperimentables para los adultos- como el
sentido y la verdad. La experiencia deja de ser, entonces, una
categoria abstractay vacia de contenido metafisico.
Segirn lo anterior, la experienciano sabe nada de objetos. Ella
recuerda,espera,conducey se encuentrainmersaen la multiplicidad
de los hechos. Asi, pues, la contingencia propia de semejante
multiplicidad escapaa cualquierelaboraciôn,pretendidamenteuniversal, de la conciencia empirica. Si se define la experiencia como
acontecimiento,lenguajey narraciôn, podemos ya vislumbrarque la
experiencia posee su propio carâcter histôrico.
;Cômo se aclara,no obstante,la relac!ônexperiencia-historia?
II. HISTORIA
2Esposîbleque, a pesarde los inuentosy del progreso,a pesarde Ia
cultura, la relîgiôny la sobiduriadel mundo, se haya permanecido
en la superficiede la uida?...1Esposîbleque haya sidomalentendida
toda la historiauniuersal?...lEs posible...que aûn no se haya uisto,
conocidoo dicha elgo auténtico ni importante?...Si es posible.
R. M. Rilke. L-oscuadernosde Malte Laurids Brigge
Lostrabajossobreteoriay filosofiadela historiaelaborados
por
Benjaminse encuentranconcentrados
en las tesisque llevanpor
titLrloÛber den Begrit'f der Geschichtee(Sobreel conceptode
historia).En esteescritoaforisticoBenjaminreunela mayorpartede
susreflexionesen torno al historicismo,
la concepciônhonrogénea
RICOEUR,
Paul,Tempset récitIIL Le tempsrocon!é.
Editions
duSeul,Paris,19E5,
p. 483 ss.
G S. 1 pp. 691-704,
176
y lineal del tiempo y las teorias modernas ciei progreso. Sobre la
critica a estos tres puntos âlgidosBenjamin establecesu visiôrt de la
historia.
Comencemoscon el problemadel historicismo.Esteconcepto
desarrollado en el siglo XIX ccrnporta una singr-tiarpolisentia.
Inicialmentepuede entendérselecomo el término que designa el
"positivismode las cienciasdel espiritu"(historicism1o).Segun esta
aproximaciôn se le concibe como una
exaltaciôn
de hechosy materiaslibresdevaloraciôn,sirrditerencia
pero que, no obstante,se
entrelo rnrportantey lo insignificante,
presentacon la exigenciade objetividadcientificar0.
La ausencia de vnlt-rraciônrespecto de la exaitaciôrr de ios
i'rechosdefine cierrtotipo de actitudcluese halla en la frontera de ia
uita contemp /crf iuo.Semeianteactitud,carenteen aigunameciidade
praxis hermenéutica,caracterizaun ejerciciointelectuaique asegura
su objetividadcomo nrera posibilidaclteôrica y se encuentradistante
del hecho genera una especiede
de ia acciôn. La mera exalTaciôn
conf esi6n de t'e en el mismo y, en ese senrido,fraciendoeco de la
afirmaciôn de Adorno de que el positivismoes la "reiigiônde los
hechos",el historicisrnosôlo puedeserel testimoniode una supuesta
entereza objetiva del hecho.
Sin embargo, explorermosun iroco n.râsen el forrdo dei
que pre:;enfaal
concepto. Hay airn Llna segundadenornir-raciôn
iristoricismocomo el término que
tcé,rir-;r
corttemplarcotno la jirstificaciôrr
designalo que se lrr,recle
del historicisrrio: el hi:;toricistno como relofiuisrrto i-ristÔricr,r
(l-ristoricismo),es decir. conr(-)Ltn.:rJroshira fiir;sofic;r qLle, con
cieloelos
iristôricay ia variabiliciad
refererrcia;,ria condic;onalidrrcl
liuiri'r;inr;'
i,r Deirtsch/and
i831'19:.13
iierb':r-r.
PiriLsor'iir:
10 SOiINADtLBA(lii.
5.1, i.rs sig,.rienit:scclrsiileraciones s.)bt? lô
p ecisiôrr a()ncepl.rai del iristoricisrro se ap()yan (l) çrlsegLln.lo capituir-.ci, er:;1rlib:o.
V':rlaq. i:rankftri-l an NJain. 1961t. p
capituio que lleva po| titLrlc Gesc/rrchte liJistoria).
t77
los fenômenosclrlturales,rechazalas exigenciasabsolLrtas
de
valor -seande especiecientifica,estéticao normativa-e incluso
lascalificacomo incultasrr.
En esta segunda denominaciôn -fuertemente emparentada
la
con primera- se pone de relieyela misma ausenciade valoraciôn
y se la relaciona con una coordenada pedagôgica:la cultura /Bildung). Podria comprenderseei hecho de evitar el juicio reflexivo
como Lrnaexigenciaescéptica.ya qlre al hablarde condicionalidad
histôricay variabilidadde todos los fenôrner-ros
culturaies,lo que
emerge es, precisamente, el problema de la contingencia. Toda
aseveraciôncientifica,normativao estética,que intente basarseen
la facticidaddel hechohistôrico,no puedemenosque verse,bajo esta
ôptica, como un problemade formaciôn,falta de solidezintelectual
o, incluso,"minoria de edad" cultural.
La inherente necesidad de universalidad y objetividad del
conocimiento.caracteristicas
de las concepciones"cientificas"de la
historia,siemprehan tenido que relegarla contingenciaal plano de
los elementosdistorsionadores
y productoresde ilusionescuandode
establecerun supuesto"cursohistôrico"se trata.En esesentido,una
actitud mediarramenteescénticaoodria resultar "racionalmente"
sana.
En tercer lugar encontramosel historicismo,que
representa
la concepciôn
todosIoslenôntenosculturales
deqr-re
se han de uer, entenderg aclarar como histôrîcos.Es una
posturaesencialnrente
ques€oponeal naturalisntol2
cuituralista
Esta terceradesignaciôndel historicismopone de manifiesto
los siguientesaspectos:el predominio de la visiôn histôricade ios
fenômenos.es decir, el hecho de hacer de la historiaun principio.
coloca en determinante proximidad los conceptos de cuitura e
l1
l b î d . ,o . 5 I
12
l b i d . ,p . 5 2
t78
historia -tal como lo intentaraRickert- y, simultâneamente,pone en
escenala escisiônnaturaleza-cultura.
Bajo estas cienominacionesde positivismo, relativismo y
culturalismohistôrico se ha desplegadola concepciôn historicistadel
siglo XIX. La polémica de Benjamin con este poiisémico concepto
se concentraen tres r;untosclate:
a
a
a
La idea de una lristoria universai.
La concepciôn de que la historia es narrable
[-a idea de la empatia (Einfûhlung) con los vencedoresrr
Para Benjaminera claroque estostresbastionesdelhistoricismo
se han instauradocomo elenrentosdeterminantesde la concepciôn
histôrica moderna. La idea de una necesaria construcciôn de la
historia universaltiene que ver tanto con ei lVeitgeisthegelianocomo
con la historia entendidaa la nranerade sumatoriade historiasde los
pueblos,segirnia expresiônde Ranke. Puesbien, Berrjamindescr-rbre
detrâsde las propuestasdel filosofo y el histoliador la ;:ostuiaciôndc
una concepciônlinealdel tiempo ,J,en gran rrreciicla.
la intenciôrrde
inirodur:irleun orCe,ncausaiir larhistr:ria,es decir, una iôgicay una
du-râmicadetarministasen aras de la realizaciônde urra "ciencia
histôrica".
Las filosofias nrodernas de la histcria buscaban fracer de la
historia r-rnaespeciecle conocirniento universal,- ottjetivo. asignândoie un telossurgidode una instanciasupra-histôrica,
en el caso de
Hegei.el espirituabsoluto;en el de llanke, Dios. Una teologiabasacla
err Dios o en el espiritu universaise confirnrariasobre la base cieui'ra
rerpresentaciôn
del tiempo que transcurresirr inierrupciones.sin
deter-rciones.
Sin embargo. ia concepciônde Benjamin se inclina l'raciaei
lado opuesto La construcciôn de una historia universal debe
necesariamenteceder por su base cuanclose loqrar mostrar que el
13 Ci.S l. pp 1240-1241.
1V9
tiempo comporta significativasfisuras en su supuesta continuidad.
Cabe aclarar que Benjamin no desconocela linealidadfenoménica
del tiempo. Lo que no concibe como constante es el sentido de los
acontecimientosordenadoscasualmente.Benjamin habla mâs bien
de un tiempo mesilnico que transcurre de manera sincrônica con
el tiempo histôrico. La historia se desplegaria,entonces,en esasdos
dimensiones temporales, de las cuales la mesiânica inciuye la
detenciôn, interrupciôn y reelaboraciôndel presente.
En la concepciôn histôrica que pretende rescatar el acontecimiento "tal como ha sido" a través de una miroda comprensiua de
la historia, Benjamin reconoce unapetitio principii.[a elaboraciôn
cientifica del historicismono puede hacersecon los hechos de otra
manera que suponiendo la objetividaden ellos. De esta manera, la
mirada comprensiva captaria el hecho en el pleno desarrollo de su
obietividady la asegurariacensurandotodo tipo de juicio valorativo,
estético o normativo. En este sentido, los acontecimientospasados
s6lo serianuna especiede depôsitode materialesmuertos cuya ûnica
y relevantefunciôn seriaservirde modelos para una perpetuaciônde
estadosde cosas en el presente.
En plena contraposiciôna esta "confesiôn defe" enlos hechos,
mencionada mâs arriba, Benjamin entiende que el pasado tiene su
propia vida. Ningûn esfuerzocientifico puede rescatar tal pasado,
mucho menos "como ha sido". Esa recuperaciôn, de ser posible,
solamentepuede lograrlala memoria, pero no aquellaque recuerda
y repite intencionalmente,sino aquellaque, en un breve instante de
destello, ih:mina el sentido mismo del acontecimiento pasado para
hacerlo incidente en el presente.Semejantetipo de memoria no es
otra que la memoria espontônea (Bergson)o, en otras palabras, la
mémoire inuolontaire tal como la concibiô Proust.
Esamemoriano convencional,esaonomnesis,noreconstruye
la historia cientificamente,sino que la in-forma a través de la imagen
dialéctica y el lenguaje adânico. Con esto llegamos al segundo
bastiôn historicista:Ia narraciôn histôrica.
180
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3 l 6 9 , , i ; 2 u . - t t C o r e . - i i e i i . . , l yc c : ' , r , i t e t ' ' ' ] ' r i ' "
! .q,1
en el pasado, la historia se convirtiô en historia clel hêroe.
i,euê.
sucede,entonces,con los que no han figurado en la escenahistôrica?
La anamnesis, responderâ Benjamin, deberâ hacer;e con esos
derechos pendientesde los anônimos de la histcria. El cliscursoque
perpetria la dominaci6n de unos pocos se nutre. precisarnente,
clel
mecanismo de introyecciônde la empatia. Ese "estar en el lugar cie',
ha sido el mâs peligrosonarcôticoque ha embebidoa ia Moclerniclad.
El hecho de que "todo siga asi" es lo que hay que revolucionar. pero
esto no designauna radicalruptura con la tradiciôn, sino con aquella
interpretaciôn que ha marginado generacionesenteras.
La fanâtica idea de un progreso continuo y perfectible ha
exigido una cuota humana demasiadoelevada,cuota que la mirada
histôrico-cientificano podrâ estimaren su justo vaior. por estarazôn,
Benjamin denuncia que el lado oscuro del progreso es, justamente,
su opuesto: la barbarie.
La barbarie se esconde en el ccncepto rnisrno de cultura: se
considera como un tesoro de valores que, en realiciad,no son
independientesdel proceso de producciôn en ei que fran srrrgid..
aunque si lo son de aquei en que sobrevivenl,l
Los vencedores,los bârbarosiiustrados,han sido los que
legitiman la afirmaciôn:el hombre debe estar en fLrnciôndel
progreso.Esadialéctica
dei progresodel génerohumanoha traicionado la idea originalde felicidady ha sumido al hombre en el
sufrimiento.Comolo expresaron
loscontemporâneos
cieBeniamin.
Adorno y Horkheimer:
I-a raz6n juega el rol del instrumento cie adaptaciôn y no
de
narcôtico, corno pcdria parecer tras el uso que el individuo le ha
dado. Su astucia reside en convertir a los hombres en bestiasde
alcance cadavezmâs lejano y no en generar ra icrentidac.l
de sujeto
y objeto ( ..) En la filosofiade la historia se reitera lo que sucediô
en el cristianismo:el bien. qr,reen verdacipermane.e entre5;ado
ai
1 4 G . S .V . p . 5 8 4
lE2
sufrimiento, se disfrazacomo fuerza que determina el transcurso
de la historia y al final triunfa. Es divinizado como espiritu del
mundo e inclusocomo ley inmanenters
Pero Benjamin abre un resquicio para la redenciôn del sufrimiento y ia historia humana. A travésde la anamnesisy la posibilidad
de interpretar la historia, es decir, haciendouna experiencialegitima
de la historia en tanto acontecimientocontingente,el hombre puede
construir la historia, hacerse con la herencia pendiente de los
vencidos e inaugurar nuevos estadosde cosas.
pues, de esta redenciôn?
;Qué consecJenciasse desprenden,
III. ACCION
Nado teme mos el hombre que ser tocado por Io desconocido Desea
saberquién es el que Ie ogorra; Io quiere reconocer o ' ol mertos, poder
clasilicar.
EliasCanetti.MasaY Poder
Necesitamos ahora de algunas precisiones. Bajo la rirbrica
"experienciade la historia e historia de la experiencia"se ha hecho
manifiesto el rasgo comûn presupuestoentre experienciae historia:
el acontecimiento (Geschehnis).Esto revela que si las condiciones
de la experiencia-segÉrnBenjamin- las podemos clasificarcomo noobjetividad,unicidady contingencia,el fenômeno histôrico, en tanto
es fruto de la acciôn y la experiencia humana. debe comportar las
mismas condiciones.
No pretendemos forzar una identidad entre los conceptos
experiencia e historia. Mâs bien, el examen de tales conceptos bajo
la ôptica benjaminiana, debe propiciar una comprensiôn de lo que
en la introducciôndesiqnamoscomo "inherenteimbricaciôn".
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ADORNO. Theodorund HoRKHÊIMER.Max. Diolektikder Aufklàrung. s. Fischer
y r " 1 6 q .1 Ç [ Ç .p . 2 3 5 .
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l.r expcriencia _vla historia. rnecliatlaspc.rr<:iarr:onlecimienfr:.
demarcan ei carnpo de la propLresiaético-poiiticacle [3enjamin.Fi
reconocilrrientode ur.ralierenciairùrtdienteen la hi:toria demuesira
ia necesiiad de re,.'alilarlas conrepcionesde tiempo, progreso v
irarCiciôn.i-a-s ex!gerrci;rsrro satisf.:chasperniiten hablar de l,_ri
derechos de itn "otro" qrre aûn sigue slendo anônirno y ajeno a
nosotros. Ese "ctr,_."q'.!enc ha fiqr-rraCo
en la historia.es aqlrel crrva
mirada derriandaiedenciôn. Lste ierr-ninoenraizadoen la teoioqla es
con',rertidc,transformado '; vuelto profanc en la perspectiva de
Benjamin. Redinir la hisroria iirinrana siqnifica renr.rnciara la
pierr,jgaiii.,'.rrJetoda {,t$lrsi:ie
cledivinrdadque interceday cambie ci
curso hist,ilco grar:iasiL r;n ac-tr;'js 5ripl'erïravoiirntad. l-a rrLerricrla
que constitrr_ve
una razan cnaniytétlca.no i:uede dejar de iado la
apertuia cie Lil hori.'rontedetrrrnirranrepara el homtrre, sr-rlibertari.
Precisamente etr el trasfonciode ia in-rbricaciôner-rtreexDeric:rrcia e hisioriasurifeun lercs'concepto iundarnent.ripara la politica:
't.,ase
la acciôr-r.Sobre la
r:ierina exneriencia contingente, la acciôit
humanase estabiecpccrno rn pl incipioque aseguraIa posibilrdadd*:
ser siem;:reili-jnrlevocr_rrnienzc,
una inlernrpciôndeistafu.squo, un
nuevtroriqen.I-a imposibiiidadclepreclecrr
la iotalidadde ccnsecuen,
cias cue se cJesprcndenLlnavpz gl hr:r:tbrer;ontienzauna acciôn. es
el elementcqite perniiterc.çc;:tar
el s.'ritidomismo de la experiencia
y el acontecer.El liomlrre,errla rrredidaen que recuerda,ex1_rerimenia y actÉa.hai.eincidir el pasadosol,,rcel prasentey lo vilelve politici:.
Pero'ial pr-;sibiliCad
no se ltace efectivasi el género hLtmanc,no se
rÉrconocecom,) cornltnjdail histôrjca..i..afatal escisiônentre ven.ledores v ,;encidoslra pr:i:nritirjoqr-ret
)a nolrticadevenga totalitar-ia,
aLr-colLttisfa
y poco "coritpasiua"Tal escisiônha trarrsforrmadcej
ptrnto ,Jevirta de la totalidadr:i'rJaioti,liirlacl
clelpr:nro de vista.
Desiii:csta1:crslrecliva.
ia esenciadei irombre es primeranren,
te politicay lLregchistôr'ica,
i--lp.imado de la politicasobrela histcria
se explica en razôrr r1e ia urgenfe necesidadde transfi_,rmarei
presentea través de irrra acciôn r?vellrrlrorraria
impregnadade un
ti'ie teoiôgiconegativoo p'ofa.,;. Ser-nej;irite
tino de accrônes la que
permite i-onectarei tierrtlrol'iistôrico1,'el nle.siânicc.
El tien-rpoira de
ser interrumpidoy deteiridopor r-,1
efectode la acciônctLre,
en tanto
lô4
es nuevo comienzo,asegurala posibilidadde libertadpara el hombre.
Tal libertad es posible, igualmente, si el hacerse con los derechos
pendientes de los "vencidos"permite reconocer al otro (uencido)
como atro.
Podriamos designaresta postura -para referirlaa la manera de
Manuel Reyes Mate- como una "ética de la compasiôn". Con éste
término habria de pensarsela politica como la principal actividad
histôrica del hombre en la que se tiene en cuenta la voz de la cuota
humana del progreso. Padecer con aquellosque han permanecido
marginadosy dominadospor un discursoy una dinâmicaexcluyentes,
debe motivar el cambio del devenir histôrico.
La legitima apropiaciôn de la historia a traves de una genuina
experienciay su consecuenteacciôn, habrâ de permitir que el gênero
humano se sacudael pesado fardo de preseasculturalespara poder
hacerlassuyas.Concebir el progreso en funciôn del hombre debe ser
la consigna que aliente al historiador materialista que Benjamin
propone como lector pertinente de la historia.
[a perspectivahermenéuticade la historia que expone Benjamin
implica transformar los hechos desde la capacidad humana de
actuar. El hombre puede reconocer y redimir a partir de si mismo.
Su proyecto politico debe concebirsecomo un esquemaflexible en
el que tenga cabida lo imprevisto, lo que aûn no conoce. Irorzar una
trama subrepticiaen la historia graciasa una extrema uniiateralidad
deterministadesfiguraei sentido histôrico hasta el punto de hacerlo
desaparecercomo derivado del acontecimientomismo. Por lo tanto,
si es posible efectuar ese tipo de acciôn exigida, reelaborar el
presente y transformarlo politicamente, existirâ la posibilidad de
redenciôn del género humano. Si no, no podremos rnâs que decir
con Schopenhauer: "cada sufrimiento individual aparece. en realidad, como una excepciôn:pero el sufrimientoen generales la regla".
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