Carlos Arribas Ugarte con DNI 72

ALEGACIONES DE ECOLOGISTAS EN ACCIÓN DEL PAÍS VALENCIANO AL
ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL DEL PROYECTO “DRENAJE DE PLUVIALES
DEL AEROPUERTO DE ALICANTE”. MARZO 2010
Primera.- No existe un estudio de alternativas en el Estudio de Impacto
Ambiental, por tanto se incumple la Ley de Evaluación de Impacto
Ambiental y el Reglamento de la Ley 2/1989. Existen alternativas de más
bajo impacto ambiental.
Este Proyecto y su Estudio de Impacto Ambiental incumplen el Real Decreto
Legislativo 1/2008, de 11 de enero, por el que se aprueba el texto refundido de la
Ley de Evaluación de Impacto Ambiental de proyectos, y del Reglamento de
ejecución de la Ley 2/1989 valenciana de impacto ambiental, en diversos aspectos:
-
El estudio de alternativas es un elemento básico y central del Estudio de
Impacto Ambiental. En la exposición de motivos de ese Texto Refundido de la
Ley de Evaluación de Impacto Ambiental se dice que:
“Esa técnica singular (la evaluación de impacto ambiental), que
introduce la variable ambiental en la toma de decisiones sobre los
proyectos con incidencia importante en el medio ambiente, se ha
venido manifestando como la forma más eficaz para evitar las
agresiones contra la naturaleza, proporcionando una mayor fiabilidad y
confianza a las decisiones que deban adoptarse, al poder elegir, entre
las diferentes alternativas posibles, aquella que mejor salvaguarde los
intereses generales desde una perspectiva global e integrada y
teniendo en cuenta todos los efectos derivados de la actividad
proyectada.”
-
El art. 7.1.b de ese Real Decreto establece que el Estudio de Impacto
Ambiental contendrá “una exposición de las principales alternativas y una
justificación de las principales razones de la solución adoptada, teniendo en
cuenta los efectos ambientales”. En este caso el Estudio de Impacto
Ambiental ni estudia los impactos ambientales de las diferentes alternativas,
ni se efectúa una valoración de los impactos ambientales de cada una de
ellas, ni se justifica la solución adoptada.
-
El artículo 7 del Reglamento para la ejecución de la Ley 2/1989 valenciana de
Impacto Ambiental, aprobado por el Decreto 162/1990 establece el contenido
del Estudio de Impacto Ambiental. Este documento deberá contener, entre
otros extremos, una “Identificación y valoración de impactos, tanto en la
solución propuesta como en sus alternativas.”
Sin embargo, de forma sorprendente en el EIA sí que existe el apartado 3 con el
título “Evaluación de las alternativas consideradas y justificación de la solución
adoptada”. En el apartado 3.1 “Identificación de alternativas y justificación de la
solución adoptada” se justifica la necesidad de aumentar la red de drenaje de
pluviales en el recinto del aeropuerto (una instalación que se amplía la ya existente)
y como consecuencia del aumento del caudal previsible la necesidad de aumentar
de uno a dos los puntos de vertido. Pero de forma sorprendente se afirma que “...
es difícil el planteamiento de alternativas que puedan ser comparadas y evaluadas
de manera verosímil, ya que las posibilidades están estrechamente determinadas
por la configuración actual del aeropuerto, las características intrínsecas de las
actuaciones y a la disponibilidad de los terrenos.
Por ello, las necesidades que presenta el aeropuerto sólo pueden ser cubiertas del
modo planteado en el proyecto que se desarrolla con mayor detalle en el siguiente
capítulo.” Es decir, el Estudio de Impacto Ambiental renuncia a estudiar diferentes
alternativas, por ejemplo en la elección de la forma del vertido de las aguas
pluviales, ubicación de los puntos de vertido, etc. Que ese estudio de alternativas
sea “difícil”, como afirman los redactores del Estudio de Impacto Ambiental no
significa que sea imposible. Para ellos no cabe el examen de alternativas, y por
tanto incumple el punto 1 de las cuestiones que debería abordar (Amplitud y nivel
de detalle del Estudio de Impacto Ambiental) en la Resolución de 4 de diciembre de
2008 de la Directora General de Calidad y Evaluación Ambiental que expresamente
dice que: “Se presentará una descripción detallada de todas las alternativas
planteadas, adjuntando cartografía a escala adecuada para su correcta
interpretación, presentando si es posible sus coordenadas UTM. Se deberá evaluar
la “alternativa 0” , o de “no actuación” entre ellas.
En ningún apartado del Estudio de Impacto Ambiental se justifica la necesidad de la
ocupación de 4.721,90 m2 del Saladar d’Aigua Amarga, ni la necesidad de una balsa
de laminación de 3.510,77 m2 en la ODT Norte, de los cuales 3.423,33 m2 están
dentro de esa zona húmeda, ocupando suelos con vegetación de alto valor
ambiental (hábitats prioritarios en la Directiva 92/43/CEE). ¿No se podían pensar
otras alternativas diferentes, que no supusieran la ocupación con obras “duras” de
ese espacio protegido? ¿No se podía ubicar la balsa de laminación en la ODT Norte
fuera del ámbito del Saladar, por ejemplo al oeste de la CN-332? ¿Es estrictamente
necesario ejecutar un encauzamiento artificial “duro” de 189 m, canal trapezoidal de
más de 13 m de anchura, que ocupe en su parte final parte de la zona húmeda
protegida, o se podían plantear alternativas de encauzamientos “blandos”, sin
hormigón o escolleras, o que no ocupen el Saladar dada la naturaleza del espacio
protegido?
Nosotros pensamos que siempre es posible hacer un estudio de alternativas de las
diferentes partes de un proyecto. En algunas partes del proyecto puede ser muy
difícil plantear alternativas, pero en otras siempre será posible. Veamos un ejemplo
presente en el mismo proyecto. En el capítulo 7 Medidas Protectoras y Correctoras,
apartado 7.6.2.2 Gestión del hábitat se propone desarrollar una serie de
actuaciones desarrolladas con más detalle en el Anexo II “Estudio de vegetación del
Saladar”, como modificar el trazado de los canales de desagüe en el Saladar,
conectar las zonas este y oeste del Saladar con tuberías bajo la pista de tierra que
une la CN-332 con Urbanova, limpieza del canal de desagüe, etc. Sin embargo no
quedan claras cuáles de esas actuaciones se incorporan en el proyecto, ni tampoco
se evalúan ambientalmente. Además en el propio Anexo II existen diferentes
alternativas, como se puede observar en la Ilustración 10 de la página 25, con el
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significativo título “Mapa de alternativas para las conexiones Norte y Este con el
sistema de drenaje del Saladar de Agua Amarga”. ¿Si es posible plantear
alternativas de conexión entre los drenajes Norte y Este, no será posible plantear
diferentes alternativas a las diferentes actuaciones existentes en el Proyecto?
Segunda.- Es necesario estudiar la capacidad de infiltración máxima al
acuífero del Saladar d’Aigua Amarga y los caudales máximos que es capaz
de absorber ese humedal por inundación, evapotranspiración e infiltración,
antes de proyectar las infraestructuras de drenaje necesarias.
Los humedales tienen una gran capacidad de regular los flujos hidráulicos y las
inundaciones por varios motivos. A capacidad de inundación de la superficie libre
hay que añadir la capacidad de absorción de la humedad por parte de la vegetación,
así como la compleja relación que se establece entre el acuífero subterráneo y el
agua superficial, a través de la infiltración por percolación. Hay que tener en cuenta
también la capacidad de evaporación de la gran superficie libre inundada, que es en
general mucho menor que las otras dos componentes mencionadas con
anterioridad. Entendemos que el Estudio de Impacto Ambiental no valora ni
cuantifica esa capacidad de regulación natural, y que por tanto la infraestructura
“dura” planteada se ha proyectado al margen de las condiciones naturales
presentes.
Haciéndose eco de las sugerencias planteadas por el Comisario de Aguas de la
Confederación Hidrográfica del Júcar en la fase de consultas previas, el punto 6 de
las cuestiones que debería abordar el Estudio de Impacto Ambiental (Amplitud y
nivel de detalle del Estudio de Impacto Ambiental) de la Resolución de 4 de
diciembre de 2008 de la Directora General de Calidad y Evaluación Ambiental
expresamente dice que: ”se deberían estimar los caudales que se aportarán al
saladar a través de la canalización de las aguas pluviales”.
En nuestra opinión no se ha realizado esa exigencia en el Estudio de Impacto
Ambiental. El Proyecto estima en 42,9 m3/s el caudal de vertido máximo, con un
periodo de retorno de 500 años, a la ODT Norte, y 56,9 m3/s a la ODT Este, con el
mismo periodo de retorno. Sin embargo nada se dice del volumen total esperado en
un episodio de lluvias torrenciales y sobre todo no se compara ese caudal total con
la capacidad de absorción del Saladar.
En el Estudio de Impacto Ambiental se hace una caracterización del acuífero que
existe bajo el Saladar y se llega a la conclusión de que es muy vulnerable y por
tanto con un alto riesgo a la contaminación por vertidos contaminantes. La
metodología DRASTIC utilizada caracteriza al acuífero del Saladar en el apartado de
Recarga con la valoración de 6, correspondiente a una recarga anual entre 100 y
180 mm (aunque en la página 5-37 se especifica la unidad de m, o sea metros) y
una permeabilidad con un índice de valor 10, que se corresponde con una
permeabilidad superior a 80 (¿metros/día?) suponemos que milímetros/día. Aunque
hay que observar que, como reconoce el propio Estudio de Impacto Ambiental, no
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se han efectuado sondeos ni medidas directas de ensayos de bombeo, en el propio
Saladar d’Aigua Amarga.
Se estima que la alimentación anual del acuífero existente bajo el propio aeropuerto
es de unos 75 hm3 (pág. 5-43 del Estudio de Impacto Ambiental), sin embargo no
se analiza ese parámetro en el acuífero del Saladar. Además se cita varias veces
que ese acuífero tiene un nivel freático casi superficial, sin embargo eso no es cierto
desde hace algunos años, tras la puesta en marcha de la Desaladora del Canal de
Alicante. En esas condiciones la capacidad de absorción por infiltración es mucho
mayor.
Tampoco se cuantifica la capacidad de almacenamiento de las propias balsas
salineras en un episodio de grandes precipitaciones y el nivel del agua que
alcanzaría, o si superaría el nivel de la carretera CN-332, motivo principal de toda
esta actuación en lo que se refiere a la construcción de las ODT Norte y Este.
Tercera.- El Estudio de Impacto Ambiental no analiza la situación
perturbada que sufre el acuífero del Saladar d’Aigua Amarga por el impacto
de la extracción de aguas subterráneas de la Desaladora del Canal de
Alicante, ubicada en las proximidades del Saladar. Las medidas
contempladas en el Estudio de Impacto Ambiental pueden ser
contradictorias con las medidas correctoras establecidas en la Declaración
de Impacto Ambiental y la Autorización Ambiental Integrada de la
Desaladora de Alicante 2.
No estimamos necesaria la construcción de nuevos canales en el Saladar, ni
la modificación de de los canales existentes. Es necesaria la apertura de la
compuerta de la gola que conecta esa zona húmeda con el mar.
En varios lugares del Estudio de Impacto Ambiental se reconoce que la situación del
Saladar d’Aigua Amarga en los últimos años (después de 2003) es bastante
anormal, por ejemplo cuando se analiza el descenso en la presencia de la avifauna
debido a que esa zona húmeda permanece seca la mayor parte del año. Por ejemplo
en la página 5-71 se dice que:
“En resumen, el saladar constituye una zona húmeda que mantiene una lámina de
agua de carácter exclusivamente temporal. Más aún, a partir del año 2003 cuando
diversos usos, agropecuarios y de abastecimiento, no relacionados con el
aeropuerto, han incidido negativamente en el nivel freático de la zona así como en
el balance hídrico de escorrentía, de modo que la lámina de agua del saladar
depende en la actualidad casi exclusivamente del aporte pluvial que, tal y como
corresponde a un clima mediterráneo, se caracteriza por un régimen de
precipitaciones anuales escasas, de distribución torrencial.”
Es evidente, tras una visita de campo reciente al Saladar d’Aigua Amarga, que el
descenso del nivel piezométrico de las aguas está afectando a la vegetación del
Saladar. Incluso de pueden observar mortandades en el carrizo, por desecamiento.
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Alegaciones de Ecologistas en Acción del País Valenciano al Proyecto de Drenaje de Pluviales del Aereopuerto de Alicante
La Jefa de la Sección de Zonas Húmedas de la Conselleria de Medio Ambiente, en su
Informe de 30 de septiembre de 2008 en la fase de consultas previas también
reconoce un impacto negativo sobre el nivel freático del bombeo de la desaladora,
cuando afirma:
“Por otra parte, la zona está sufriendo los efectos del bombeo para la desaladora del
canal de Alicante, situada en sus proximidades, que produce una depresión del
acuífero salino del freático que alimentaba en parte al saladar.”
En ese mismo informe se analiza el proyecto contemplado en la Autorización
Ambiental Integrada de la nueva Desaladora Alicante 2, que modifica los términos
de la Declaración de Impacto Ambiental de la Desaladora Alicante 1 (BOE 30-062005), que impone como medida correctora de la afección al nivel piezométrico del
saladar “la inundación periódica de los esteros dentro del saladar mediante la
apertura de los canales de conexión al mar para propiciar la renovación de las aguas
mediante ciclos de inundación naturales creando una lámina de agua permanente.”
Ahora mismo se ha acabado de instalar una conducción canalizada a los esteros y
se está procediendo a la inundación de los esteros, suponemos que en fase de
pruebas, con agua filtrada en la propia desaladora.
Estamos totalmente de acuerdo con las conclusiones de ese informe cuando dice
que:
“Si consideramos la situación descrita en los antecedentes de este informe, sin
haberse realizado la apertura del canal de las salinas, las medidas contempladas en
el capítulo 7 no pueden llevarse a cabo y más pronto (si se efectúan los colectores
del proyecto) o más tarde (si se llevan a cabo de acuerdo con las medidas
correctoras), el agua acabará afectando a la vegetación de saladar.
Por tanto, el estudio definitivo de impacto ambiental de este proyecto y su
redacción definitiva debería estar condicionado a la decisión final del Ministerio de
Medio Ambiente respecto a obligar a restaurar y mantener la funcionalidad de la
gola y el antiguo canal de estrada al mar de las Salinas, así como la instalación de
compuertas para la regularización de los flujos y en todo caso, contemplar las
posibles siguientes soluciones y estudios:
...
- restauración de los antiguos canales que distribuían las aguas hacia las balsas
de la explotación salinera. Actuaciones necesarias para restablecer su
funcionamiento.
- estimación de la capacidad de almacenamiento de agua de estas balsas.
- estimación de los caudales que se aportarían al saladar e través de la
canalización de las pluviales.
- posibilidad de restaurar el canal de comunicación con el mar, en caso de que
esta actuación no sea llevada a cabo por los promotores de la desaladora....”
En el Capítulo 7 Medidas Protectoras y Correctoras nada se dice de la apertura de la
compuerta de la gola y solamente se plantean la modificación del “trazado de los
canales de desagüe en el interior del Saladar, para conducir la aguas de las grandes
tormentas al antiguo canal de desagües de las salinas”, “la conexión de las zonas
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este y oeste del saladar”, realizando varios puntos de conexión bajo la pista que
une Urbanota y la CN-332. Se habla también de “reparar las viejas compuertas”.
En nuestra opinión la solución no consistiría en aumentar la intervención antrópica
en el Saladar, y menos modificando las canalizaciones o introduciendo nuevos
elementos artificiales (como la conexión de las zonas este-oeste del saladar), sin
ninguna justificación pues las direcciones de los flujos”naturales” de la escorrentía
en el saladar no son las marcadas en la Ilustración 10 de la pág. 25.
Estimamos necesaria la apertura de la compuerta de la gola para que el Saladar se
inunde periódicamente con agua del mar y para posibilitar la salida al mar de las
aguas pluviales en caso de inundaciones.
Cuarta.- Es necesario tal como ordena el Reglamento del Paisaje de la
Comunidad Valenciana la elaboración de un Estudio de Integración
Paisajística del Proyecto, aprobado mediante el Decreto 120/2006, que
conlleva la aprobación de un Plan de Participación Pública, contemplado en
ese Reglamento.
El Estudio de Impacto Ambiental hace caso omiso de recomendación que se hacen
desde la Dirección General del Paisaje de la Conselleria de Medio Ambiente y en el
punto 6 (Medidas Preventivas y Correctoras) del capítulo de Amplitud y nivel de
detalle del Estudio de Impacto Ambiental, de la Resolución de 4 de diciembre de
208 de la Directora General de Calidad y Evaluación Ambiental, de elaborar el
preceptivo Estudio de integración Paisajística. No se presenta pues ningún EIP entre
la documentación expuesta al público.
No es suficiente con que en el Estudio de Impacto Ambiental se haya incluido un
capítulo dedicado al análisis del paisaje y de los impactos paisajísticos del proyecto.
Un Estudio de Integración Paisajística es un documento independiente que ha de
cumplir los requisitos establecidos en el Reglamento del Paisaje, que en nuestra
opinión no se cumplen en este Estudio de Impacto Ambiental.
Además es muy importante la Participación Pública, pues el paisaje es un valor
percibido por la población y para ello se ha de instrumentar un Plan de Participación
Pública que recoja las opiniones del público y sus valoraciones para su incorporación
al EIP.
Quinta.- Es necesario incorporar en el Programa de Vigilancia Ambiental el
control de la calidad de las aguas subterráneas del acuífero del saladar.
En el punto 7 del capítulo de Amplitud y nivel de detalle del Estudio de Impacto
Ambiental, de la Resolución de 4 de diciembre de 208 de la Directora General de
Calidad y Evaluación Ambiental se recomienda que: “Se deberá asegurar por medio
de una vigilancia ambiental efectiva que la calidad de las aguas que llegan a la zona
húmeda no supondrá un riesgo de degradación de la misma, como indica la
Dirección General de Gestión del Medio Natural.”
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Alegaciones de Ecologistas en Acción del País Valenciano al Proyecto de Drenaje de Pluviales del Aereopuerto de Alicante
El Proyecto incorpora una red de piezómetros ubicados en el entorno del aeropuerto
para controlar la calidad de las aguas subterráneas (consecuencia de la DIA de la
ampliación del aeropuerto). Sin embargo no considera necesario ampliar esa red al
propio acuífero del Saladar d’Aigua Amarga “puesto que los niveles freático en el
área del Saladar son prácticamente someros” (pág. 7-29 del Estudio de Impacto
Ambiental). Se sustituye ese requerimiento por la toma de muestras pluviales antes
del vertido de forma semestral.
Sin embargo, la propia Confederación Hidrográfica del Júcar en la fase de consultas
previas exige la no afección a los cursos de agua superficiales y subterráneos, tanto
en la fase de construcción como en la funcionamiento después de las obras.
En nuestra opinión sería necesario evaluar los posibles impactos a las aguas
subterráneas por vertidos, tanto en el entorno aeroportuario como en la zona de
descarga de las aguas pluviales, es decir en el acuífero del Saladar d’Aigua Amarga.
Pare ello proponemos que se efectúen sondeos en el propio Saladar y se extienda la
red piezométrica de control existente en el subsuelo aeroportuario al acuífero
subyacente en el Saladar d’Aigua Amarga.
Sexta.- Es necesaria la existencia de un Programa de Vigilancia y
Protección de los espacios naturales, tanto en la fase de obras como en la
fase de operación de la infraestructura.
En el apartado 8.3.7 se establece un Programa de Vigilancia Ambiental para
Protección de los Espacios Naturales en la fase de construcción de la infraestructura.
Sin embargo no existe un capítulo dedicado al mismo objeto en la fase de
operación. Tan sólo se limita en el apartado 8.4.3.2 Gestión del Hábitat a la
vigilancia y mantenimiento de los canales de desagüe del saladar. Estimamos
necesario un amplio Programa de Vigilancia Ambiental de Protección del Saladar
d’Aigua Amarga en la fase de operación de la infraestructura, que asegure el
mantenimiento y conservación de los importantes valores naturales que alberga esa
zona húmeda.
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