Sentencia 163/2009 del Tribunal Supremo, sala de lo civil

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Órgano:
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Sección:
Nº de Recurso:
Nº de Resolución:
Procedimiento:
Ponente:
Tipo de Resolución:
28079110012009100137
Tribunal Supremo. Sala de lo Civil
Madrid
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1669/2004
163/2009
Casación
JOSE ALMAGRO NOSETE
Sentencia
Resumen:
* Derecho a la intimidad personal y familiar vulnerado por fotografía obtenida en el jardín del
domicilio. Derecho a la imagen e intimidad de menores vulnerado por obtención de fotografías, sin
consentimiento de los padres, en la playa y en el jardín del domicilio.
SENTENCIA
En la Villa de Madrid, a once de Marzo de dos mil nueve
Visto por la Sala Primera del Tribunal Supremo, integrada por los Excmos. Sres. Magistrados al
margen indicados, el recurso de casación interpuesto por Dª Pilar , representada por el Procurador de los
Tribunales Don Javier Vázquez Hernández, contra la sentencia dictada en grado de apelación con fecha 13
de febrero de 2.004 por la Audiencia Provincial de Madrid, Sección Octava, en el rollo número 708/2003,
dimanante del Juicio ordinario número 970/2002 seguido en el Juzgado de Primera Instancia número 53 de
los de Madrid. Es parte recurrida en el presente recurso Dª María Consuelo que actúa representada por la
Procuradora de los Tribunales, Dª Margarita López Jiménez, y el Ministerio Fiscal.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO .- Ante el Juzgado de Primera Instancia nº 53 de los de Madrid, fueron vistos los autos de
juicio ordinario declarativo promovidos a instancia de Dª. María Consuelo contra Dña. Pilar , como Directora
de la revista "Diez Minutos" y la mercantil HACHETTE FILIPACCHI, S.A., editora de la citada Revista.
Por la parte actora se formuló demanda arreglada a las prescripciones legales, en la que solicitaba,
previa alegación de los hechos y fundamentos de derecho que tuvo por conveniente, se dictara Sentencia
Admitida a trámite la demanda, los demandados la contestaron oponiéndose a ella, en base a los
hechos y fundamentos de derecho que estimaron oportunos y terminaron suplicando al Juzgado dictase
Sentencia
Por el Juzgado se dictó Sentencia con fecha 4 de julio de 2003 , cuya parte dispositiva es como
sigue:
SEGUNDO .- Contra dicha Sentencia se interpuso recurso de apelación por la demandada Dña. Pilar
, en condición de Directora de la revista "Diez Minutos", al que se opuso el Ministerio Fiscal, que fue
admitido y, sustanciado éste, la Audiencia Provincial de Madrid, Sección Octava, dictó sentencia en fecha
13 de febrero de 2004 , cuyo fallo es del siguiente tenor literal:
Con fecha 16 de abril de 2004, la Audiencia Provincial dictó auto aclaratorio cuya parte dispositiva es
del siguiente tenor literal:
TERCERO .- Por la representación procesal de Dª Pilar , se formuló, ante la mencionada Audiencia,
recurso de casación con apoyo procesal en los siguientes motivos, todos ellos formulados al amparo del art.
477-1º-aptdo. 2 de la LEC : Primero .- Por infracción del art. 20 C.E . apartados A y D, que disponen "se
reconocen y protegen los derechos: a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones
mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción ... y a comunicar o recibir libremente
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información veraz por cualquier medio de difusión", en relación con la jurisprudencia interpretativa de tal
precepto constitucional. Segundo .- Se denuncia la infracción de los arts. 8.1 y 8.2 a) y d) y 7.5 de la L.O.
1/1982, de 5 de mayo , y doctrina jurisprudencial de aplicación. Tercero .- Se denuncia la infracción del art.
2.1 L.O. 1/1982 de 5 de mayo , y jurisprudencia de aplicación. Cuarto.- Se argumenta y denuncia la
infracción del art. 9, aptd. 3º de la L.O. 1/1982, de 5 de mayo , y jurisprudencia de aplicación.
CUARTO .- Personadas las partes en este Tribunal Supremo, por Auto de esta Sala de fecha 15 de
enero de 2008 , se admitió a trámite el recurso de casación y evacuado el traslado conferido, por la
representación procesal de la recurrida no se presentó escrito de oposición y sí se presentó por el Ministerio
Fiscal, solicitando la ratificación de la sentencia recurrida.
QUINTO .- No habiéndose solicitado por todas las partes personadas la celebración de vista pública,
por la Sala se acordó señalar para la votación y fallo del presente recurso, el día 24 de febrero , en el que
ha tenido lugar.
Ha sido Ponente el Magistrado Excmo. Sr. D. JOSÉ ALMAGRO NOSETE ,
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO .- Como datos a utilizar en la resolución del actual recurso de casación hay que tener en
cuenta los siguientes:
La actora, Doña María Consuelo , conocida modelo y en la fecha de los hechos esposa de un popular
artista español, interpone demanda en ejercicio de la acción de protección del derecho a su intimidad y del
derecho a la intimidad y propia imagen de su hija Elsa por los reportajes publicados en la revista Diez
Minutos con fecha 14 de junio de 2.002 y 13 de septiembre de 2.002. En el primer reportaje aparecen
distintas fotografías de madre e hija en una playa con el titular " María Consuelo descubre su lado más
tierno junto a Elsa ". En el segundo, bajo el encabezamiento de " Clemente y María Consuelo disfrutan de
los primeros pasos de Elsa ", aparecen fotografías de la madre y la menor en el jardín del domicilio familiar
sito en Madrid.
La sentencia de primera instancia, ante los hechos relatados, consideró que se había producido en
ambos reportajes una vulneración del derecho a la imagen y a la intimidad personal y familiar de la menor al
no existir consentimiento de los progenitores en la obtención de la fotografía. También apreció la existencia
de vulneración del derecho a la intimidad de la madre en el segundo reportaje al haberse obtenido las
fotografías en un ámbito privado a través de un teleobjetivo. Otorgó por ello una indemnización de 30.000
euros por el ataque al derecho a la imagen y a la intimidad de la menor en el reportaje de la playa y de
6.000 euros por el del jardín. En cuanto a la vulneración declarada respecto del derecho a la intimidad de la
madre por el segundo reportaje, condenó al pago de 18.000 euros.
La Audiencia Provincial confirmó la sentencia recurrida salvo en las costas y, analizando tanto el
derecho fundamental a la intimidad como el derecho a la propia imagen, consideró respecto al primer
reportaje que no existía vulneración de estos derechos en cuanto a la madre por haberse realizado en una
playa, lugar público, y tratarse de un personaje con notoriedad. En cuanto a la menor, consideró que el
reportaje, si bien no suponía un ataque a la intimidad, sí que lo suponía respecto a la propia imagen por
inexistencia de consentimiento, tanto en la obtención de la fotografía como en la publicación, de las
personas que ostentan su representación. En cuanto al segundo reportaje, el hecho de que se hubiera
realizado en un ámbito privado sin consentimiento, como es el jardín del domicilio familiar, sirvió a la
Audiencia para considerar que suponía un ataque tanto al derecho a la propia imagen como a la intimidad
de ambas. Por ello, confirmó la sentencia de instancia y, posteriormente, en auto de aclaración, consideró
procedente, atendiendo a la difusión nacional y notoriedad de la revista, la indemnización concedida en
primera instancia.
SEGUNDO .- Los tres primeros motivos del recurso serán analizados conjuntamente por razones de
unidad argumentativa. En el motivo primero del recurso, al amparo del artículo 477.2.1 de la LEC , se alega
infracción del artículo 20, a) y d) de la CE , al considerar la parte recurrente que el derecho a la información
debe prevalecer cuando las personas sobre las que se da la noticia son públicas y cuando las imágenes
captadas lo son en lugares abiertos al público, debiendo atender a los actos propios de estas personas para
la ponderación de los derechos en conflicto. Este primer motivo supone, a su vez, una síntesis de los
motivos segundo y tercero, pues en el segundo, con alegación de vulneración del artículo 8.2, a) y d) de la
Ley Orgánica 1/1982, de 5 mayo , lo que se ataca es el pronunciamiento relativo a la intromisión en el
derecho a la imagen al no aplicarse el supuesto de excepción del artículo 8.2 relativo a las imágenes
captadas en lugares públicos de personajes que también lo son. Por su parte, en el motivo tercero, con
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alegación del artículo 2.1 del mismo texto legal, se pretende la aplicación de la doctrina de los actos propios.
Para un mejor entendimiento de la cuestión, conviene separar por un lado los hechos relativos a la
menor de los relativos a su madre. Así, comenzando por la menor Elsa , la sentencia recurrida ha
considerado que en ambos reportajes se produce una vulneración de su imagen y en el reportaje del
domicilio familiar, además, de su intimidad, todo ello en contraposición con el derecho a la información que
esgrime la parte recurrente en su defensa.
Debe comenzarse por afirmar que la CE, en su artículo 18 , reconoce con carácter general el derecho
al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen y en su artículo 20.1 .d) el derecho a
comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión, especificando que esta
libertad encuentra su límite en el respeto a los derechos reconocidos en este título y . Se parte, por tanto,
constitucionalmente hablando, de un doble límite en el derecho a la información: un límite en cuanto a otros
derechos fundamentales al que hay que añadir, cuando se trata de menores, otro límite que consiste en
atender al "interés del menor" en cuanto objeto de protección por los poderes públicos.
Esta protección ha tenido su plasmación legal, entre otras y en lo que aquí interesa, en la Ley
Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica del Menor, que en su artículo 2 establece que .
Esta Ley complementa en parte a la Ley Orgánica 1/1982 de Protección Civil del Derecho al Honor, a la
Intimidad Personal y Familiar y a la Propia Imagen, pues en este último texto legal se define como
intromisión ilegítima, en su artículo 7 , artículo 8.2." , y en la antes mencionada Ley Orgánica 1/1996 de 15
de enero , se define en su artículo 4.3 la intromisión ilegítima en el derecho al honor, a la intimidad personal
y familiar y a la propia imagen del menor como . Por tanto, la intromisión tendrá una mayor carga de
ilegitimidad cuando no exista el consentimiento para ello.
Pues bien, en el caso enjuiciado, en ambos reportajes se utiliza la imagen de la menor sin el
consentimiento de los padres, como ha quedado demostrado en la instancia, y sin que además exista causa
legal de exclusión de la intromisión ilegítima, pues la salvedad incluida en el artículo 8.2 a) de la Ley
Orgánica 1/1982 , invocada por la recurrente (el derecho a la propia imagen no impedirá ), no es
extrapolable a la hija.
Y ello, en primer lugar, como ya dijera la STC 134/199, de 15 de julio , porque el carácter público de
un personaje no se posee por ser hijo de una persona conocida y, por tanto, la captación de la imagen en
este caso no lo ha sido de una persona con notoriedad. Y, en segundo lugar, porque se trata, además, de
una menor, cuyo especial interés ha de ser objeto de protección y ha de primar sobre otros intereses. Por
tanto, aunque en el primer reportaje se encuentre la menor fotografiada en un lugar público, no estamos
ante una persona que ejerza cargo público ni profesión de notoriedad, en los términos de la Ley Orgánica
1/1982 , añadiéndose la circunstancia de que se trata de un menor cuyos padres no han dado el
consentimiento para la obtención de su imagen, debiendo en estos casos primar la protección reforzada del
menor. La inexistencia de causa de excepción es más apreciable, si cabe, en el segundo reportaje, pues ni
siquiera se puede excepcionar la intromisión ilegítima en el derecho a la intimidad y a la propia imagen con
respecto a la madre, ya que el domicilio familiar no constituye un lugar abierto al público y, por tanto, la
captación de fotografías en lugares privados, como en este caso lo es el jardín de su casa, constituye una
vulneración del derecho a la intimidad y a la propia imagen.
Por ello, la aplicación de la norma por parte de la sentencia recurrida ha sido correcta, por más que
en el motivo segundo la parte recurrente trate de cambiar los términos del debate alegando que la madre es
personaje público y que la imagen de la menor es accesoria, pues, si bien es cierto que la Sra. María
Consuelo es persona de notoriedad pública y por ello se consideró que no existía vulneración de su derecho
a la intimidad y a la propia imagen en el primer reportaje, no lo es que la imagen de la menor sea accesoria,
ya que basta la observación de ambos reportajes y de sus titulares para concluir que el objetivo de ambos
era obtener imágenes de la menor, poniendo así el acento en la actitud de la madre hacia ella y en sus
primeros pasos. Todo ello sin perjuicio de que este argumento constituye una cuestión nueva no planteada
con anterioridad en las instancias y, por tanto, de imposible alegato ahora en casación.
Si esto es así en cuanto a la vulneración del derecho a la propia imagen, en cuanto al la del derecho
a la intimidad personal y familiar, el art. 18.1 CE confiere a la persona la facultad de imponer a terceros el
deber de abstenerse de toda intromisión en su esfera íntima y la prohibición de hacer uso de lo así conocido
(SSTC núms. 73/1982, de 2 de diciembre, 110/1984, de 26 de noviembre, 231/1988, de 2 de diciembre,
197/1991, de 17 de octubre, 15/2000, de 5 de mayo y 196/2004, de 15 de noviembre , entre otras), pues,
como derecho relacionado con la dignidad de la persona, protegido por el artículo 10.1 de la CE , supone la
existencia para cada persona de un ámbito propio y reservado frente a la acción y el conocimiento de los
demás, necesario, según las pautas de nuestra cultura, para mantener una calidad mínima de la vida
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humana (SSTC núms. 231/1988, de 2 de diciembre, 197/1991, de 17 de octubre, 57/1994, de 28 de febrero,
143/1994, de 9 de mayo, 207/1996, de 16 de diciembre, 156/2001, de 2 de julio, 127/2003, de 30 de junio y
196/2004, de 15 de noviembre ).
Y si bien es cierto que este derecho se debilita en los supuestos de personas con notoriedad pública,
debiendo éstas soportar un cierto riesgo de que sus derechos resulten afectados por opiniones sobre
cuestiones de interés general (SSTC núms. 99/2002, de 6 de mayo, 112/2000, de 5 de mayo, 49/2001, de
26 de febrero y 115/2000, de 5 de mayo, así como STEDH, caso Tammen, de 6 de febrero de 2001 ),
también lo es que, más allá de ese ámbito abierto al conocimiento de los demás, su intimidad permanece y,
por tanto, el derecho constitucional que la protege no se ve minorado en el ámbito que el sujeto se ha
reservado, y su eficacia como límite al derecho de información es similar a la de quien carece de toda
notoriedad (SSTC núms. 115/2000, de 5 de mayo y 83/2002, de 22 de abril ).
Además, esta Sala ha señalado, en Sentencias de 19 de julio de 2.004 y 4 de mayo de 2.005 que , y
en este último caso es precisamente en el que nos encontramos en el segundo reportaje.
Analizando ahora la cuestión en cuanto a la posible existencia de un ataque al derecho a la intimidad
personal y familiar de la madre, Dª María Consuelo , que se produciría conjuntamente con el ataque al
derecho a la intimidad y a la propia imagen de la menor en el segundo reportaje, debe decirse que es
correcta la valoración realizada por la Audiencia Provincial al considerar la existencia, en este, de
intromisión en los derechos a la intimidad de la madre y de la hija por haberse realizado en el jardín de su
casa, pues, por mucho que la madre pueda ser personaje con notoriedad pública por su profesión y por sus
relaciones personales con el padre, también personaje público, el reportaje se refiere a hechos tan
personales como es el acompañamiento de unos progenitores en los primeros pasos de su hijo en su
domicilio familiar, hecho éste que no puede tener la misma trascendencia que un bautizo o un nacimiento,
actos que se dan a conocer al "público", quedando en la esfera más reservada de la intimidad hechos como
los primeros pasos o las primeras palabras de un hijo. Más aún, y esto es lo importante a efectos de
considerar la existencia de la referida vulneración, cuando estos hechos se producen en el ámbito más
íntimo de una persona, su domicilio, al que se ha accedido ilícitamente, como señala la sentencia recurrida,
mediante una cámara con teleobjetivo, dada la calidad de las fotografías. Por tanto, no existe causa de
exclusión de la intromisión ilegítima ni en el derecho a la propia imagen ni en el derecho a la intimidad, pues
se produce en un ámbito privado y sobre actos que pertenecen a la esfera íntima de la familia. Y si esto es
así en cuanto a la madre, lo es aún más en cuanto a la menor, pues ni siquiera podría extrapolarse a ella el
argumento de que es personaje público.
Por último, invoca la parte recurrente la doctrina de los actos propios para argumentar que esta
impediría la consideración de intromisión ilegítima en los hechos analizados, debido a la actitud anterior de
los padres de dar a conocer a su hija en diversas publicaciones y entrevistas, considerando que de los actos
de los padres se puede deducir la inexistencia del ámbito reservado que se trata de proteger, pues ellos
mismos han fomentado el interés por la menor. Sin embargo, respecto al derecho de la madre, esta doctrina
no puede tenerse en consideración, por realizarse el inconsentido reportaje en su domicilio. A su vez,
respecto de la menor, tampoco puede aplicarse la doctrina de los actos propios invocada, no sólo por el
ámbito privado en el que se captan las imágenes sino también porque el consentimiento de los padres para
la utilización de la imagen del menor ha de ser expreso, no deducido de actos anteriores, aunque incluso,
como se dijo anteriormente, en supuestos de fotografías de menores, aún existiendo consentimiento, podría
haber intromisión ilegítima.
Incidentalmente, plantea también la recurrente que existiría una vulneración del artículo 304 de la
LEC al no haberse tenido por existente, por ficta confessio, el consentimiento de los padres a la captación
de imágenes de la menor, dada su incomparecencia a la prueba de interrogatorio en la primera instancia.
Pero esta alegación supone una cuestión de carácter procesal ajena al ámbito del recurso de casación, en
la que, por tanto, no puede entrarse ahora a conocer.
Por todo ello, los tres primeros motivos del recurso han de ser desestimados.
TERCERO .- El motivo cuarto se formula por infracción del artículo 9.3 de la LO 1/1982, de 15 de
mayo , por considerar la parte recurrente que no se habrían fijado las bases legales para la determinación
de la cuantía indemnizatoria.
El motivo ha de ser desestimado.
Si bien es doctrina pacífica establecida por esta Sala la que reserva a la instancia la fijación del
quantum indemnizatorio, por las circunstancias fácticas determinantes del mismo, de manera que, sólo
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excepcionalmente, cuando se vulnere algún criterio legal, podrían revisarse los parámetros indemnizatorios
en casación, esta circunstancia no se produce en el caso examinado pues la resolución recurrida, al
contrario de lo que afirma el recurrente, contiene suficiente fundamentación y fija las bases para la
indemnización, teniendo en cuenta la difusión nacional de la revista así como la existencia de beneficios,
confirmando así en este punto la sentencia de primera instancia.
Así, en el razonamiento jurídico segundo del auto de aclaración de la sentencia recurrida se señala
que . Por tanto, partiendo de la existencia del perjuicio que se presume al declararse la presencia de tres
intromisiones ilegítimas en los derechos de las recurridas (una a la madre y dos a la menor), la objetivación
de este perjuicio se ha hecho teniendo en cuenta no sólo que una de las lesionadas en sus derechos es una
menor, valorando además que en uno de los reportajes la imagen de la menor estaba más difuminada, sino
también, como establece el artículo 9.3 de la LO 1/1982 , atendiendo a la difusión del medio (nacional) y a
los beneficios obtenidos (cuantiosos por prueba de presunción, ante la falta de prueba directa de esta
circunstancia, con aplicación del principio de carga de la prueba) por lo que, al fijarse las bases para la
indemnización en el auto aclaratorio, no puede considerarse infringido el artículo alegado. Más bien,
pretende el recurrente modificar las bases de fijación de esta por ser supuestamente desproporcionada y
por no haberse atendido a las circunstancias del caso, a los pretendidos "tintes amables" de la noticia y a
los actos propios de las partes, proceder que refuerza la improcedencia del argumento impugnatorio.
Por todo ello, el motivo ha de ser desestimado, con lo que no cabe sino confirmar la resolución
recurrida.
CUARTO .- Conforme al artículo 398.1 , en relación con el artículo 394.1, ambos de la Ley de
Enjuiciamiento Civil , procede imponer las costas de este recurso de casación a la parte recurrente.
Por lo expuesto, en nombre del Rey y por la autoridad conferida por el pueblo español.
FALLAMOS
Que debemos declarar y declaramos no haber lugar al recurso de casación formulado por Doña Pilar
contra la sentencia dictada en grado de apelación con fecha 13 de febrero de 2004 por la Audiencia
Provincial de Madrid, Sección Octava, con imposición del pago de costas causadas en este recurso a la
parte recurrente.
Líbrese a la mencionada Audiencia la certificación correspondiente, con devolución de los autos y
rollo de Sala remitidos
Así por esta nuestra sentencia, que se insertará en la COLECCIÓN LEGISLATIVA pasándose al
efecto las copias necesarias, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.- Juan Antonio Xiol Ríos.-Xavier
O'Callaghan Muñoz.-Jesús Corbal Fernández.-José Ramón Ferrándiz Gabriel.-Antonio Salas
Carceller.- José Almagro Nosete.- Firmado y Rubricado.- PUBLICACIÓN.- Leída y publicada fue la
anterior sentencia por el EXCMO. SR. D. José Almagro Nosete , Ponente que ha sido en el trámite de los
presentes autos, estando celebrando Audiencia Pública la Sala Primera del Tribunal Supremo, en el día de
hoy; de lo que como Secretario de la misma, certifico.
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