1193 –2001 SALA DE LO CIVIL DE LA CORTE SUPREMA DE

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1193 –2001
SALA DE LO CIVIL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las
quince horas treinta y cinco minutos del día seis de Abril de dos mil uno.
El presente recurso de casación ha sido interpuesto por el Licenciado Ladislao Gilberto
González Barahona, en concepto de apoderado general judicial del licenciado *********,
conocido por ******* y por ******, contra la sentencia pronunciada las diez horas treinta
y tres minutos del día veintitrés de Marzo de mil novecientos noventa y ocho por la Cámara
de Familia de la Sección del Centro, que resuelve el recurso de apelación de la sentencia
pronunciada por la Jueza Tercero de Familia de San Salvador, a las doce horas quince
minutos del día ocho de Enero de mil novecientos noventa y ocho, en el juicio de
Declaratoria Judicial de Paternidad promovido por el impetrante contra la Sucesión del
señor *******, conocido por *******, ******* y por *******, representada por sus
herederos, **************; *********, ***********, ********* y************.
Han intervenido en primera instancia, el demandante de manera personal y además por
medio de sus apoderados doctor Arturo Ramiro Méndez Azahar y Lic. Ladislao Gilberto
Barahona; los demandados representados por su apoderado general judicial Doctor Héctor
Mauricio Arce Gutiérrez. En segunda instancia y en el presente recurso, el Licenciado
Ladislao Gilberto González Barahona como apoderado judicial del demandante y el Doctor
Arce Gutiérrez en el carácter dicho.VISTOS LOS AUTOS, Y,
CONSIDERANDO:
El fallo de primera instancia dijo: """REVOCASE EL FALLO EMITIDO EN LA
CONTINUACION DE LA AUDIENCIA DE SENTENCIA EMITIDO EN DIA
DIECISIETE DE NOVIEMBRE DE MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y SIETE Y
DECLARASE NULO TODO LO ACTUADO EN EL PRESENTE PROCESO DE
DECLARACION DE PATERNIDAD DESDE LA ADMISION DE LA DEMANDA. En
consecuencia, al quedar ejecutoriada la presente Sentencia líbrese los oficios
correspondientes.-"
El Fallo de segunda instancia resolvió: "Confírmase la sentencia venida en apelación por
estar arreglada a derecho.-""
II.- No conforme con el fallo de la Cámara ad-quem, el impetrante recurre en que la
sentencia contiene una infracción de ley, contempladas en el Art. 2 literal a) de la Ley de
Casación, y como precepto autorizante el motivo específico que aparece enumerado en el
Art. 3 ordinal segundo de la referida Ley, pues la sentencia contiene el vicio de
interpretación errónea que constituye una infracción directa de las normas procesales, por
tener relevancia en la decisión del asunto principal ya resuelto, o como dice la ley en el
referido ordinal del último artículo en mención, "...aún siendo Ley Procesal cuando ésta
afecte el verdadero fondo del asunto de que se trate." Y de conformidad con el Art. 10 de la
Ley de Casación, manifiesto que los preceptos que considero infringidos son los artículos
Siguientes: ------- Art, 98. Pr. C. dice: ----"Cualquiera que pueda comparecer en juicio por
derechos propios o como representante legal, lo puede hacer por medio de otro, el cual se
llama Procurador ------- Art. 99 Pr. C., que en lo pertinente manifiesta: ------- "No pueden
ejercer la procuración: No. 13° Los que desempeñen empleos del orden judicial" --------Art. 101 Pr. C., que literalmente dice: -----"Ningún Juez o Tribunal admitirá peticiones o
demandas de algún Procurador con las inhabilidades establecidas en el Art. 99 de este
Código…" En relación con los artículos 1115, 1130 Pr. C., y 2, 7 Lit. d) y e), 30, 218 Pr.
Fm., 31, 47 Ley Orgánica Judicial --------- Todos relacionados con las máximas descritas en
los Arts. 8 y 188 de la Constitución de la República y Arts. 1, 8 número 1, Art. 18, 24, 25
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos -------- El Tribunal de Segunda
Instancia interpreta que mi mandante, persona natural y ciudadano de la República,
********, conocido como *******, Licenciado en Ciencias Jurídicas, Abogado de la
República, quien trabaja como Juez de Paz, ha comparecido cuando interviene
técnicamente defendiendo sus intereses "procurando en asuntos que le son propios", no
obstante ejercer empleo en el orden judicial desde mucho tiempo atrás a la interposición de
su demanda --------- El problema surge por la interpretación judicial equivocada de la ley,
pues no obstante hacerse esta interpretación literalmente, aduciendo que su sentido es claro,
se desatiende su tenor, sobre todo porque la intención impregnada en la ley aparece
claramente definida en las palabras usadas por el Legislador. Ignorando que los conceptos
jurídicos deben ser definidos como tales y no como la generalidad de las personas los
interpretan. ------ La interpretación errónea que los juzgadores tienen de los Arts. 99, 101,
1115, 1130 Pr. C., en relación con el Art. 188 Cn. Restringe a mi poderdante derechos y
garantías fundamentales que, como persona natural le confiere la Constitución de la
República. ------ En un proceso judicial, para entrar a la "Batalla Legal", las personas
naturales en un primer momento, para ejercer su derecho de defensa de tipo técnica,
necesitan ser dirigidas por un tercero, especialista en la materia: un Abogado, requisito que
exige la ley, y a este Tercero la Ley lo denomina "Procurador", pero si esa persona natural
es Abogado, llena ese requisito para ejercer su defensa de tipo técnica, por lo tanto puede
comparecer a defender sus intereses propios, pero no por eso La Ley lo define
"procurador", como analógicamente lo quiere dar a entender el Tribunal de Segunda
Instancia -------- Además al tratar de hacer una interpretación sistemática que tenga como
directriz a una máxima constitucional, no obstante que los artículos ocupados tienen
conceptos claros y desarrollan dicha máxima, se obvió otras normas que también la
desarrollan y que fueron desapercibidas. Esto dio lugar a que en la sentencia pronunciada,
los referidos artículos sean susceptibles de las más confusas interpretaciones, que nos
conducen a un absurdo jurídico, ya que dotadas de subjetividad las vuelven antojadizas,
extra-legales y para el caso subjúdice una antinomia en apariencias -------- La errónea
interpretación que se tiene de la palabra procuración, se origina porque se le define con un
doble sentido, así: -------- 1- Uno correcto que hace alusión como concepto propio del
Derecho ------- 2- Otro incorrecto que hace alusión al conocimiento común de las personas
------- La palabra procuración cuyo doble sentido se estudia, tiene la aplicación correcta
cuando se enmarca en conceptos propios del Derecho, claramente se entiende que se
refieren a un tercero al que la Ley denomina Procurador ------- En tal sentido, conviene
primero analizar lo que nuestro legislador define como procurador y así: ------- El Art. 98
Pr. C. dice: "Cualquiera que pueda comparecer en juicio por derechos propios o como
representante legal, lo puede hacer por medio de otro, el cual se llama Procurador ----------De la transcripción anterior, aparece claramente que las palabras usadas por el Legislador
se están refiriendo a un tercero, a ese otro que comparece por aquel que tiene el derecho por
ser propio o dado por una representación legal, ya sea por que éste no puede comparecer al
juicio a defender técnicamente sus derechos, por no ser Abogado el cual es un requisito
para poder procurar, tal como lo señala el art. 99 No. 1 Pr. C., por que siendo Abogado
simplemente no quiere ------ Sobre lo anterior existe una concordancia entre la definición
de lo que nuestro Legislador tiene como procuración y lo que los expositores del derecho
definen como tal y así tenemos: ------- El Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y
Sociales de Manuel Osorio define la palabra Procuración como: "La atención de los
negocios ajenos //Representación más o menos general que se concede para tal fin ----------Además define la palabra Procurador así: "El que, poseyendo el correspondiente título
universitario o en algunos países la necesaria habilitación legal, ejerce ante los tribunales la
representación de las partes en un juicio en virtud del poder o mandato que estas le otorgan
a tal efecto...... (esto último concuerda con lo contemplado en el Art. 11 Pr. Fam.) ------- La
Enciclopedia Jurídica Omeba, Tomo XXIII Pres-Razo, Driskil S.A. Impreso en Argentina
1986) menciona en su romano III - "La representación y el patrocinio": -------- 1- El
Procurador: ----- A) En principio las partes pueden actuar por sí o por intermedio de un
procurador ------ D) El nexo entre el procurador y su cliente se establece mediante un
contrato de mandato. Dicho mandato puede ser general o específico para un pleito... la
ausencia de poder anularía las pertinentes actuaciones, sentencias inclusive y cabe otorgarlo
no sólo en instrumento aparte sino también al pie de la demanda de citación, etc., debiendo
contener fecha y lugar de otorgamiento, nombre del mandante y mandatario y firma del
mandante, pero si éste no sabe escribir se dejará constancia en la escritura y firmará a
ruego... dos testigos. (Ver art. 11 L. Pr. Fam.) --------- F) La procuración cesa: por la muerte
o incapacidad del mandante o mandatario, por revocación del mandato, aún sin justa causa.
Una vez notificada al mandatario. Por la renuncia del Procurador; por cumplirse el objeto
del mandato, por ejemplo una vez concluso el pleito para el cual se dio el poder especial ------- Continuando siempre, con la doble acepción o sentido que se le da a la palabra
procuración, toca ahora analizar el segundo caso cuando la palabra procuración se
interpreta de una manera común tal como ha sido interpretado por el Tribunal de Segunda
Instancia y no jurídica como el concepto requiere ------- A lo anterior se refiere el Tribunal
Juzgador cuando ratifica sentencia inhibitoria, declarando la nulidad de todo lo actuado en
el proceso, por ser mi mandante Abogado de la República y Juez de Paz, al haber
comparecido "Procurando" en el proceso al defender técnicamente sus propios intereses en
el ámbito familiar, de ser cierto lo dicho por el Tribunal de Segunda Instancia deja
desapercibido que desde la interposición de la demanda el Lic. ******* nombra como
apoderados para que procuren en su nombre al Doctor Arturo Méndez Azahar y a mi
persona. ------- La interpretación. errónea de lo anterior se da cuando hacemos una analogía
absurda, pues el verbo Procurar se toma como equivalente a la calidad propia e inherente de
un tercero, quien actúa en nombre de otro por ser apto para ello, (ejercer la defensa técnica)
pues es el idóneo para esta función cuyo adjetivo calificativo es ser un Procurador, la
confusión se da al auto-atribuir tal calidad a una misma persona ----- Diferente es utilizar la
palabra procuración en el lenguaje común y corriente que tiene la generalidad de las
personas donde es propio usar esa expresión, así como cuando dice,: "El procura su paz
espiritual con la religión que practica"---- Pero imaginémonos que desastroso es para el
mundo del Derecho dar una misma equivalencia a conceptos como transmisión con
transferencia propios del Derecho Sucesorio o reivindicación con posesión, la generalidad
de las personas los podrán confundir y equiparar como sinónimos y hasta ocuparlos como
equivalentes en sus quehaceres cotidianos, pero para un letrado en las Ciencias Jurídicas.
¿Le podrá ser permitido? ¿Podrán ser consideradas jurídicas y valederas? las expresiones
como: "Procurando en asuntos que le son propios" ó "Procuración personal", a que se
refiere el Tribunal de Segunda Instancia --------- Por todo lo dicho, comparecer al proceso a
defender técnicamente y materialmente los intereses propios realizada por un Abogado
independiente, Un Juez o Magistrado quienes también son Abogados, y que no dejan de ser
personas naturales, por ser lo uno o lo otro. No es Equivalente a procurar; decir "que se
procura personalmente" o que se ha comparecido "procurando intereses propios" es una
aberración jurídica, es impropio expresarse y aplicarlo así en el ámbito del Derecho ------Por lo anterior debemos interpretar que cierto es que como Juez o Magistrado no se puede
ejercer la procuración, en el sobreentendido del concepto jurídico, o sea, actuando a favor
de terceros que se vean afectados por conflictos jurídicos de cualquier naturaleza, ellos
jamás podrán ofrecer al público sus servicios profesionales de Abogado, defendiendo
técnicamente derechos e intereses de otros ------ Además el referido Tribunal extrae el
concepto "incompatibilidad" que la máxima constitucional contiene en el art. 188,
definiéndola como sinónimo de: "inconciliable, antagónico, contrario, opuesto" y que debe
de considerarse como una prohibición, apuntando que es muy importante que en la
Constitución, no señalo la palabra "Procuración" y que de haberlo dicho quizá pudiese
aceptarse que en asuntos propios los Magistrados y Jueces puedan intervenir en los
Procesos Judiciales --------- En la deducción anterior el Tribunal de Segunda Instancia se
queda corto pues no alcanza a vislumbrar que al darle a la máxima Constitucional una
interpretación extensiva atropellan violentamente derechos fundamentales de mi mandante
como persona natural. Por eso el Legislador al desarrollar la máxima referida, en las leyes
secundarias, jamás hizo referencia a prohibir defender intereses propios, prohibió a Jueces y
Magistrados la procuración, en referencia a que como tercero litigue por los derechos de
otro u otros. Claramente los define en conceptos propios del derecho, pues reconoce que
gravemente estaría mutilando su derecho a defenderse --------- Ninguna persona en nuestra
República, por cualquier razón, motivo, condición, o circunstancia puede ser colocado en
estado de indefensión. Todo lo dicho por el Tribunal de Segunda Instancia, cuando razona
al afirmar que la prohibición no tiene un orden exclusivamente legal, crea una desigualdad
procesal para mi mandante, lesionándose gravemente su derecho de defensa, además de su
derecho a tener un trabajo, pues tendría que renunciar para poder "procurar personalmente"
como erróneamente enuncian ------- Mi mandante al haber comparecido al juicio de familia
reclamando el derecho de filiación que le corresponde como persona natural compareció
ejerciendo defensa técnica como Abogado que no deja de ser, para defender sus intereses,
no compareció como Juez. No puede desmejorársele por tal condición, ya lo prohiben la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, cuando reconoce en su preámbulo que
"... Los derechos esenciales del hombre no nacen del hecho de ser nacional de determinado
Estado, sino que tienen como fundamento los atributos de la persona humana, razón por la
cual justifican una protección internacional, de naturaleza convencional coadyuvante o
complementaria de la que ofrece el derecho interno de los Estados americanos...", Para
mejor comprensión transcribo los siguientes artículos: -------- Art. 1 "Obligación de
Respetar los Derechos -------- 1. Los Estados partes en esta Convención se comprometen a
respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y garantizar su libre y pleno ejercicio
a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de
raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen
nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social ------ 2
--- Para efectos de esta Convención, persona es todo ser humano ---------- Art. 8 número 1 --------- Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un
plazo razonable, por un Juez o Tribunal competente, independiente e imparcial, establecido
con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada
contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral,
fiscal o de cualquier otro carácter". -------- Art. 23 " l. Todos los ciudadanos deben gozar de
los siguientes derechos y oportunidades: ------- c) De tener acceso, en condiciones
generales de igualdad, a las funciones públicas de su país. ------- Art. 24 "Igualdad ante la
ley ------- Todas las personas son iguales ante la ley. En consecuencia, tienen derecho, sin
discriminación, a igual protección de la ley ---------- Art. 25 "Protección Judicial ---------- 1
Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o cualquier otro recurso efectivo
ante los jueces o tribunales competentes, que le ampare contra actos que violen sus
derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención,
aún cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus
funciones oficiales --------- Lo único que los operadores de la justicia salvadoreña han
hecho al interpretar erróneamente los conceptos jurídicos es agrandar más el problema de
filiación de una persona natural, que es exigido a ese ente abstracto llamado Estado, a quien
personas naturales le dan vida, y a quien le exige ese derecho que le es tutelado y que le fue
denegado, enmarcándolos en un solo problema mayor de tipo genérico: El Derecho de
Identidad -------- Los Abogados que como Apoderados ejercemos la procuración no
actuamos por interés propio, sino en favor de terceros que se ven afectados por conflictos
jurídicos de cualquier naturaleza y que requieren de nuestros servicios profesionales que
como labor loable brindarnos --------- Es acá donde estamos en el ejercicio de la abogacía
cuya característica principal es su permanecía, pues es nuestra labor cotidiana, es nuestro
trabajo, ejercicio es una práctica, algo que se hace constantemente, una labor continua, el
ejercicio de la abogacía implica también una labor ostensible, una labor de carácter
persistente, habitual, incesante, repetitiva ---------- Diferente es cuando se defienden
intereses propios, cuya característica principal es la eventualidad y el caso en concreto que
tratamos, no son negocios o empresas lícitas e incuestionables, si no relaciones de
naturaleza estrictamente familiar ------- Como se sabe "Nadie está obligado a hacer lo que
la Ley no manda, ni a privarse de lo que ella no prohibe", Art. 8 de la Constitución.------- El
Art. 31 de la Ley Orgánica Judicial nos termina de confirmar nuestra posición, en el
entendido de que la prohibición está dirigida a que los Jueces y Magistrados no pueden
procurar o sea promover, patrocinar, interceder en asuntos ajenos, interviniendo como
terceros como podrá verse. También desarrolla la máxima contenida en la Constitución y lo
que realmente interesa no comprende como prohibición la comparecencia al juicio por
asuntos propios, para una mayor comprensión este dice así: -------- Art. 31 L.O. J. "Los
Magistrados no podrán, ni de palabra, ni por escrito, promover, patrocinar o recomendar
negocios ajenos, ni interceder o mediar en ellos, ni dar su asesoramiento en ninguna forma
que implique ejercicio ostensible o encubierto de la abogacía, ni desempeñar cargos o
empleos de los otros Organos, excepto el de Profesor de enseñanza y de Diplomático en
misión transitoria". ------- En relación con el Art. 47 de la misma Ley que dice así: --------Los Jueces de Paz se sujetarán en lo que les fuere aplicable, a lo dispuesto en los artículos
24, 30, 31, y 36, fracción 1° de la presente ley". ------------- La Ley Argentina, comprende
bien lo que debemos de entender como ejercicio de la abogacía como concepto jurídico y se
pronuncia al respecto en su ley nacional 13,998 de 6 de Octubre de 1950 sobre la
organización del Poder Judicial, determinado que la Magistratura es incompatible con el
derecho de cualquiera otra actividad profesional, salvo cuando se trata de la defensa de
intereses personales, del cónyuge y de los hijos. (Párrafo transcrito de la Enciclopedia
Jurídica de Omeba. Tomo I A, Driskil S.A. Impreso en Argentina 1986. En lo pertinente a
las incompatibilidades previstas por las leyes en las disposiciones que reglamentan el
ejercicio de la abogacía) -------- Lo anterior no contraria el principio de igualdad, ni el de
defensa de los derechos y garantizas individuales que son fundamentales en las personas,
contemplado en nuestra Constitución a los que hace referencia el Tribunal de Segunda
Instancia -------- Contestando el razonamiento extra legal hecho por el Tribunal en
referencia a que el objetivo de la prohibición es el de evitar las influencias de un
Funcionario al intervenir judicialmente, cuando se preguntan "¿Qué podría decirse si un
Magistrado de Cámara o de Sala, propietario de negocios o empresas lícitas e
incuestionables, pudiese personalmente demandar o intervenir Judicialmente al ser
demandado, bajo el pretexto de que la Constitución lo excluyó de la incompatibilidad del
ejercicio de la abogacía? ¿En qué posición de igualdad procesal se encontraría la otra
parte?", la respuesta es sencilla, la posición sería la de igualdad misma, pues comparecen
como personas naturales, sin ningún privilegio, haciendo uso de las mismas herramientas o
armas que el proceso legal les proporciona, además frente a la supuesta influencia (que
también puede ser de manera encubierta, no necesariamente interviniendo judicialmente)
que puede ejercer el Magistrado o Juez sobre la decisión del Juez donde se tramita el caso
en el que aquellos pudiesen intervenir, existen garantías mayores y que no son
interpretaciones extralegales, ya que se encuentran reguladas en la Constitución y en los
Pactos Internacionales: la Independencia Judicial y la imparcialidad del Juzgador, que son
las garantías que "demuestran y garantizan a los ciudadanos comunes la igualdad en el
ejercicio de la tutela efectiva de sus derechos -------------- Los Jueces al pronunciar sus
resoluciones se deben estrictamente a la Constitución y a las leyes de la República, no
deben de responder a los intereses del poder político, extensivo también al poder
económico ------- Es por todo lo anteriormente expuesto que a Vos con el debido respeto
Os Pido ---------- a) Admitirme el presente escrito -------- b) Tener de mi parte por
interpuesto el Recurso de Casación, para que una vez realizados los trámites legítimos,
enviéis este escrito a la Sala de lo Civil de la Honorable Corte Suprema de Justicia, para
que sea ésta la que interprete en forma correcta declarando que se han interpretado
erróneamente los artículos a los que he hecho referencia y así pronunciar resolución
conforme a derecho."
Admitido que fue el recurso de casación, se pasaron los autos a la Secretaría para que las
partes presentaran sus alegatos, los que se orientaron en defensa de sus respectivos
derechos.III.- El recurso se ha planteado por la causa genérica Infracción de ley y el motivo
específico de Interpretación errónea de la ley señalándose como disposiciones infringidas
los Arts. 98, 99 ordinal 13avo y 101 del Código de Procedimientos Civiles, en relación con
los arts. 1115, 1130 Pr.C. y 2, 7 lit. d) y e), 30 y 218 de la Ley Procesal de Familia; 31 y 47
de la Ley Orgánica Judicial, todos relacionados con las máximas descritas en los Arts. 8 y
188 de la Constitución de la República y Arts. l, 8 No. 1, 18, 24 y 25 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos.
El recurrente señala que el tribunal ad quem ha interpretado erróneamente las tres primeras
disposiciones citadas del Código de Procedimientos Civiles, al estimar que el Licenciado
******* quien es de la. República y traba a como Juez de Paz, ha comparecido en juicio
cuando interviene técnicamente defendiendo sus intereses, procurando en asuntos que le
son propios, no obstante ejercer empleo del orden judicial desde hace mucho tiempo atrás a
la interposición de la demanda.... y que además dicho tribunal, basándose en el Art. 188 de
la Constitución, interpreta que el término "Incompatible" como sinónimo de inconciliable,
antagónico, contrario u opuesto, conduce a una prohibición, de tal manera que a quien se
desempeña como Juez de la República le está vedado el ejercicio de la abogacía. Y que si la
Constitución hubiera usado el término "procuración" quizá pudiera aceptarse que en
asuntos propios los Magistrados y jueces puedan intervenir en los procesos judiciales.
A juicio del recurrente, la interpretación errónea en que incurre la Cámara de Familia se da,
al atribuir al verbo procurar un alcance mayor que el que la ley le da, llegando a la
impropiedad de decir que se puede procurar por intereses propios, lo cual no cabe en el
ámbito del derecho. La prohibición de la ley primaria hacia los jueces cuando les veda la
posibilidad de ejercer la abogacía o la procuración, según lo explica el recurrente, debe
entenderse en el sentido de que el Juez jamás podrá ofrecer sus servicios profesionales de
abogado, defendiendo técnicamente derechos o intereses de otros; y que al desarrollar el
legislador secundario, el precepto o máxima constitucional indicada no hizo referencia a
prohibir a los jueces o magistrados defender sus propios intereses. Lo que prohibió fue la
procuración a favor de terceras personas, la defensa de intereses ajenos.
En su sentencia, la Cámara considera que el Art. 188 de la Constitución en el que la Jueza
Tercero de Familia basó la declaratoria de nulidad del proceso, es claro en su significado,
"quienes son nombrados como magistrados o Jueces, no pueden ejercer la profesión de
Abogado ni la de Notario, ni mucho menos ser funcionario de otro de los Organos del
Estado. "Expresa además la Cámara que Incompatibilidad significa impedimento o tacha
legal para ejercer cargos simultáneos, relativa especialmente a los empleos o funciones
públicas. El encargo de magistrado o Juez es una función pública, de tal manera que la ley
dispone que están inhibidos, diríase - prohibido- para ejercer la procuración. Cita en abono
de su posición, el Art. 99 No. 13 del Código de Procedimientos Civiles. Luego la Cámara
entra en otras consideraciones para sustentar su criterio tales como que el Juez que atiende
sus asuntos propios lo hace en detrimento de su horario de trabajo incumpliendo el
ministerio del culto a la justicia que ha sido la concepción de la Comisión redactora de la
Constitución sobre los miembros del Organo Judicial; que la prohibición garantiza la
igualdad de los litigantes y evita la influencia de los jueces en los procesos judiciales donde
intervengan por intereses propios. Para la Cámara según lo expresa, "un Juez sea de Paz o
de Primera Instancia, al intervenir directamente en un proceso judicial, sin nombrar
apoderado que lo represente, está ejerciendo la abogacía," concluyendo que la norma
constitucional apuntada, se debe interpretar no sólo con la intención Y espíritu de sus
autores, sino con las necesidades cambiantes de los pueblos.
El punto a dilucidar por esta Sala, es sí la Cámara ad quem, al conocer en grado de
apelación y confirmar la sentencia definitiva pronunciada por la Juez a quo, cometió
infracción a la ley por interpretación errónea de las disposiciones legales señaladas por el
recurrente, en relación al problema de fondo planteado, este es: Si un Juez de la República
cuando promueve un proceso judicial o interviene en el mismo en ejercicio de derechos
propios, incurre en la prohibición señalada en el Art. 188 Constitución y Arts. 98, 99 No.
13 y 101 del Código de Procedimientos Civiles.
Siendo que el motivo específico en que se fundamenta el presente recurso, es el de
interpretación errónea de la ley, débese a juicio de esta Sala, precisar el concepto de la
infracción.
Siguiendo a Calamandrei, la interpretación errónea de la ley se produce, cuando el Juez
reconociendo la existencia y validez de la norma apropiada al caso, no le da su verdadero
sentido. Se trata de un error acerca del contenido de la norma, independientemente de la
cuestión de hecho que se pretende regular.
En este tipo de motivo, la norma que se dice infringida en la sentencia se señala
atinadamente, pero la interpretación que de ella se hace, no es la correcta.
La interpretación errónea constituye una infracción directa a la norma legal y puede
producirse al desatender el tenor literal de la ley cuando su redacción es clara, caso en que
el Juzgador pudo haber ido más allá de la intención del legislador; o pudo haber restringido
esa intención, con el pretexto de consultar su espíritu; o porque al consultar el espíritu o
intención de una norma legal oscura, no se le da el verdadero; o porque ante la posible
contradicción entre dos normas, no se supo resolver atinadamente; finalmente porque
tratándose de una norma susceptible de varias interpretaciones, se escogió la que menos
convenía al caso concreto o se eligió una que conduce al absurdo.
Se dice además, que la causa posible de la Interpretación errónea radica en que el juzgador
no tomo en cuenta al verificarla, los elementos que hay que tener presente a la hora de
interpretar las leyes: el lógico, el histórico, el sistemático y el gramatical en su conjunto o
sólo uno de ellos.
Sentado el concepto del motivo, analizaremos en el orden que han sido indicadas por el
recurrente, las disposiciones infringidas.
Art. 98 del Código de Procedimientos Civiles.
Reza la referida disposición: ""Cualquiera que pueda comparecer en juicio por derechos
propios o como representante legal, lo puede hacer por medio de otro, el cual se llama
Procurador".
De su lectura se obtienen tres ideas fundamentales: a) Que el ejercicio de los derechos
subjetivos en juicio, le corresponden a su titular; b) que el titular al comparecer en Juicio, lo
puede hacer por medio de otro; y, e) que el que comparece en juicio representando los
intereses del titular del derecho, se llama Procurador.
Art. 99 del Código de Procedimientos Civiles.
Dice la referida disposición: """"No pueden ejercer la Procuración: 1°. Los que no estén
autorizados como Abogados… """5° ….Magistrados, Jueces y Secretarios del Organo
Judicial, Colaboradores Jurídicos de la Corte Suprema de Justicia y demás funcionarios de
la misma…""" 13° Los que desempeñen empleos del orden judicial."""
De su lectura se puede concluir, que para ejercer la procuración es requisito previo, estar
autorizado como Abogado y que los magistrados, jueces, secretarios y colaboradores
jurídicos no obstante que deben ser abogados, tienen prohibido ejercer la procuración, lo
mismo que los demás funcionarios de la Corte Suprema de Justicia, como los que
desempeñen empleos del orden judicial
Art. 101 del Código de Procedimientos Civiles.
La referida norma expresa: """Ningún Juez o Tribunal admitirá peticiones o demandas de
un Procurador con las inhabilidades señaladas en el Art. 99 de este Código. Si las admitiere,
la resolución será nula y el Juez o Tribunal incurrirán en una multa de quinientos colones
que se impondrá previa información sumaria, por la autoridad superior en grado, cuando
conociere del juicio o diligencia."""
La aludida disposición establece la sanción legal a que se ven expuestas las resoluciones
dictadas a consecuencia de demandas judiciales promovidas por Procuradores inhibidos
para procurar. La sanción legal es la nulidad.
Como se aprecia, las tres normas transcritas están ubicadas en el Capítulo III del Código de
Procedimientos Civiles denominado "" De los funcionarios que concurren accesoriamente
en los Juicios" y dentro de la Sección Segunda "De los Procuradores". De su lectura
conjunta podemos resumir:
Que el concepto legal de la Procuración es el de función específica y especial del abogado
que comparece en juicio, representando los intereses ajenos. Quien ejerce la procuración,
recibe el nombre de Procurador. El Procurador es pues, una persona que ejerce una función:
la de representar en juicio, al titular de un derecho. Tal concepto legal coincide con el que
proporciona el Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales de Manuel Ossorio,
como sigue: ""El que poseyendo el correspondiente título universitario, o la necesaria
habilitación legal, ejerce ante los tribunales la representación de las partes en juicio, en
virtud de poder o mandato que éstas le otorguen al efecto. Pag. 805 Ob.cit.
El ejercicio de la función señalada, a tenor de las normas que se dice han sido infringidas,
presupone la exigencia de requisitos legales. El principal, estar autorizado para el ejercicio
de la abogacía y además, no encontrarse dentro de las incapacidades o prohibiciones
señaladas en la ley. Procura entonces el abogado que no tiene limitantes o prohibiciones
legales. Procura el abogado en representación del titular del derecho. De manera entonces
que a tenor de las disposiciones y concepto señalados, el abogado que interviene en un
proceso judicial por sí, en defensa de intereses propios sin el auxilio de otro abogado, no
ejerce la función de procurar. Un Juez cuando promueve o interviene en un proceso judicial
velando por sus derechos subjetivos, no está procurando. La posibilidad de intervenir sin la
comparecencia de un procurador se deriva del hecho de ser abogado, lo que le habilita
técnicamente para ejercer la defensa de sus propios derechos, por estar capacitado y
preparado para ello.
Concluye esta Sala entonces, que un funcionario judicial o empleado del orden judicial que
intervenga por sí en un proceso en defensa de sus propios intereses o derechos, no está
procurando, o ejerciendo la Procuración, pues no esta defendiendo intereses ajenos o de
otro, sino los suyos propios.
Por lo anterior considera que la Cámara ad quem, a pesar de restar relevancia a la expresión
"procuración o procurando" utilizadas por ella misma al rebatir los alegatos del apelante, le
dio a los Arts. 98, 99 No. 13 y 101 Pr. C., una interpretación equivocada y ello la ha llevado
a concluir, que cuando el Licenciado ****** interviene directamente en el juicio de
establecimiento de su propia filiación paterna, ha ejercido la procuración y por haberlo
hecho en contraposición a la prohibición establecida en las anteriores disposiciones legales,
confirmó la declaratoria de nulidad del proceso judicial respectivo, pronunciada por la
Jueza a quo.
Como el recurrente expresa que la infracción cometida por el Tribunal ad quem al
interpretar erróneamente las normas señaladas, es con relación al Art. 188 de la
Constitución, esta Sala hará un análisis de tal disposición, tanto más porque la misma sirvió
de base y fundamento al Tribunal a quo para declarar la nulidad del proceso y al ad quem
para confirmar aquella.
La Cámara sostiene que cuando la Constitución en su artículo 188 expresa, "que la calidad
de magistrado o de Juez es incompatible con el ejercicio de la Abogacía y el Notariado" se
traduce en que al ser nombrada una persona como Juez o magistrado, ya no puede ejercer la
profesión de abogado ni la de notario, ni mucho menos ser funcionario de otro de los
Organos del Estado. Para la Cámara la expresión "incompatible", utilizada por el legislador
primario, constituye un impedimento, una tacha legal para ejercer simultáneamente cargos
y funciones públicas y la abogacía. Con tal análisis concluye que el demandante abogado
ha comparecido procurando en asuntos propios no obstante ejercer empleo de orden judicial
desde mucho tiempo atrás a la interposición de la demanda.
La Cámara en su análisis, se detiene a considerar varios aspectos que han servido de base al
establecimiento de la prohibición o impedimento. El primero de ellos es la función pública
de la que está investido el cargo de Juez, que se traduce en servicio público. Califica de
incumplimiento al ministerio del culto de la justicia, el dedicarse simultáneamente, al
ejercicio de la abogacía, y eso señala, fue una de las consideraciones que la Comisión
redactora de la Constitución, tuvo en mente al redactar el artículo en cuestión. El segundo,
garantizar el principio procesal de igualdad de los litigantes, el que resultaría alterado si los
jueces intervienen en defensa de sus propios intereses, pues ejercerían alguna influencia a
su favor. En tercer lugar, y quizá este argumento sea a juicio de la Cámara el más
convincente, es que el Art. 188 Cn., no usó la expresión "procuración", sino la de
"abogacía", concluyendo que si "la Constitución en vez de la expresión "abogacía" hubiera
utilizado la de procuración, quizás pudiese aceptarse que en asuntos propios, los
magistrados y jueces pudieran intervenir en los procesos judiciales."
Esta Sala estima que la Cámara cometió error en la interpretación de dicha norma, pues la
expresión abogacía es comprensiva de la similar procuración. Aquella es el género y ésta la
especie. La Constitución establece la incompatibilidad del ejercicio de la judicatura o
empleo de orden judicial en general con el de la abogacía, luego entonces, también el
ejercicio de la judicatura es incompatible con el de la procuración.
La abogacía es una profesión liberal cuyo contenido concreto y razón de ser, es la defensa
de los intereses de otras personas distintas a él. El abogado es básicamente un intercesor, un
defensor de las causas ajenas. El ejercicio de la abogacía se expresa mediante diversas
manifestaciones: como procurador, como asesor, como mediador, como orientador y sirve a
los intereses de los demás, sean individuales o colectivos. La preparación profesional
académica y social del abogado, le habilita la defensa de las personas que requieren de sus
servicios jurídicos o legales mediante una retribución económica denominada "honorarios",
los que constituyen en la mayoría de casos, su medio de vida. El abogado es pues, un gestor
permanente de intereses ajenos.
La palabra abogado del latín advocatus, se aplicó inicialmente, a quien se requería para
asesorar en los asuntos judiciales o también para actuar en ellos. La profesión de abogar se
inició con Antisoanes, quien según la historia fue el primer defensor que percibió
honorarios por la prestación de sus servicios de abogado. Con el advenimiento del derecho
romano, la complejidad de sus normas y preceptos volvió imprescindible la
profesionalización de la abogacía, exigiéndose a quienes la profesaban grandes dotes de
jurisconsultos y oradores. En el derecho moderno, abogado es el perito en el Derecho
positivo que se dedica a defender en juicio, por escrito o de palabra, los derechos e intereses
de los litigantes, así como también a dar dictamen sobre cuestiones o puntos legales que se
les consultan. Manuel Ossorio, Ob. cit. página 23.
Cuando la Constitución en su Art. 188 estableció la incompatibilidad de la calidad de Juez
o magistrado con la de del ejercicio de la abogacía, tuvo presente o debió tenerlo, el
concepto de lo que es la profesión cae abogado. Sobre ese conocimiento estableció la
incompatibilidad o impedimento legal del ejercicio simultáneo. La ley primaria en el caso
de los jueces, exige requisitos especiales para ser nombrado como tal, entre ellos, uno
básico: ser abogado de la República. Pero una vez nombrado Juez o Magistrado prohibió o
impidió expresamente, el, ejercicio de la abogacía, pues el cargo y las funciones que de
aquel se derivan, exigen el servicio pleno y dedicación exclusiva a un interés más
específico y concreto, este es, el de administrar justicia a las personas en sus diferentes
conflictos jurídicos, para lo cual es imprescindible el conocimiento de la ley y el derecho.
Como puede evidenciarse, la norma constitucional se orienta en el ejercicio exclusivo y
excluyente de la función judicial. Conceptual y gramaticalmente la norma constitucional es
clara y de acuerdo a las reglas de interpretación, las palabras de la ley se han de entender en
su sentido natural y obvio no siendo necesario consultar el espíritu que animó dicha
disposición. Si a la norma constitucional se le da su verdadera connotación tal como lo
hemos señalado, es claro que la incompatibilidad prevista se traduce en prohibición para
que los Jueces o empleados del Organo Judicial no puedan ejercer simultáneamente la
profesión de la abogacía, es decir abogar por los intereses ajenos.
Entendida así la disposición constitucional, la prohibición, el impedimento, en suma la
incompatibilidad, no debe ampliarse y consecuentemente aplicarse, a los jueces cuando
defendiendo personal y directamente sus propios derechos, intervienen en juicio, pues en
puridad de ley, no están ejerciendo la abogacía ni la procuración. Es solamente que su
preparación profesional de abogados, los habilita técnicamente, para poder defenderse y
asistirse solos. En abono de lo anterior debe recordarse que las prohibiciones implican
lógicamente, limitaciones a los derechos de las personas. Es por ello que deben estar
expresamente indicadas en la ley y sólo han de aplicarse a las situaciones previstas en ella.
De manera entonces que no puedan abarcar todas las esferas de la libertad y derechos
individuales del ser humano.
Como hemos señalado y reiteramos, la regla de oro en materia de prohibiciones legales, es
que sean claramente concebidas, pues el efecto de las mismas es limitar o vedar el ejercicio
de ciertos derechos. La misma Constitución en consonancia con lo expresado, ha previsto
en otra norma, la contrapartida de toda prohibición. Ha dicho el constituyente en el Art. 8
"""que nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda, ni a privarse de lo que la ley n
prohibe""".
La prohibición de que venimos hablando si bien absolutamente válida y totalmente
justificable, no puede alcanzar a los jueces cuando promueven procesos o se defienden de
los mismos, pues lo que está en juego o en discusión, les atañe personalmente, y menos
cuando se trata de derechos personalísimos como el de filiación e identidad personal. La
calidad de funcionario judicial con todos los deberes que impone no tiene el alcance de
vedar los derechos de los abogados de defenderse en juicio por sí. Sostener lo contrario es
ir contra la misma Constitución y los Tratados y Convenciones de derechos humanos.
De la Constitución pues como se ha venido señalando, la prohibición del Art. 188 está
orientada al no ejercicio simultáneo de la abogacía ni la procuración, entendidas ambas
como la profesión liberal que se pone al servicio de terceros. Prohibición constitucional que
no puede estar con contradicción con ella misma, a tenor del Art. 8 Cn., ya transcrito.
En contra de los tratados y convenciones internacionales de derechos humanos ratificados
por nuestro país, pues el respeto a la persona humana y a los derechos que consagran es
fundamental. Así, la defensa en juicio es uno de tales derechos y ninguna diferencia
existente entre las personas que se derive del sexo, raza, nacionalidad o de cualquiera otra
índole o condición personal o social, puede argüirse para privar del debido proceso judicial.
La Convención Americana de Derechos Humanos cuyos Arts. 1, 2, 23, 24 y 25 señalados
por el recurrente como norma de relación con las disposiciones legales infringidas,
establecen el deber de respetar los derechos y libertades reconocidos en ella, de tal manera
que toda persona debe ser oída con las debidas garantías por un Juez imparcial e
independiente; a impugnar las decisiones judiciales mediante recursos rápidos y sencillos o
cualquier otro efectivo, que la ampare contra actos que vulneren sus derechos
fundamentales reconocidos por la constitución, los tratados y demás leyes de la República.
En resumen pues, hemos de concluir que la interpretación correcta de la norma
constitucional tantas veces citada, es que la incompatibilidad prevista, sólo alcanza a
quienes investidos de la calidad de jueces, pretendan abogar por otros, por terceras
personas. Tal incompatibilidad no puede ser aplicada a dichos funcionarios cuando
defiendan en juicio sus propios intereses pues tal defensa no la hacen haciendo uso o
valiéndose de su calidad de jueces sino de su sola condición de personas individuales. La
única ventaja que obra a su favor, respecto de otras personas, es la de ser abogados.
Solamente por ello y no por otra consideración, están facultades para instar y manejar su
propio proceso, sin necesitar de otro Abogado que les asista o defienda. Todo lo dicho no es
óbice para señalar que el Juez al ejercer su derecho de defensa personal en juicio, no queda
exento de las normas y procedimientos administrativos que lo sujetan al cumplimiento de
sus deberes judiciales, y de obtener los respectivos permisos o licencias, según fuere
necesario.
Además, no se pone en riesgo la función principal y primaria que desempeñan como jueces,
desde luego que su intervención en tales procesos es eventual, esporádica y aislada. Como
personas naturales que son y que no dejan jamás de serlo porque ostenten y ejerzan un
cargo en la administración de justicia, los funcionarios judiciales tienen derechos que deben
proteger y defender, y aunque lo prudente pudiera ser que el ejercicio de los derechos en
juicio, los confíen a uno o varios procuradores según sus recursos, ello es una potestad que
siempre conservan y que pueden ejercer, mas no una obligación, pues no pueden privarse
de lo que la ley no les prohibe ni tampoco obligarse a algo que la ley no les manda.
El vicio que se ha denunciado en la sentencia de la Cámara de Familia también tiene
aplicaciones con varias disposiciones de la Ley Procesal de Familia, entre ellas los Arts. 3
lit. d) y e); 30 y 218. De todas ellas haremos una consideración general.
La Ley Procesal de Familia establece entre sus principios rectores, la igualdad de las partes
durante todo el proceso, igualdad que el Juez está obligado a garantizar. En ese sentido la
misma ley le da a las partes materiales la oportunidad de estar involucradas directamente en
las etapas más importantes del proceso como son las audiencias inicial y de sentencia, y
especialmente la conciliación. De ahí que la condición de Juez que ostente una de las
partes, no le priva el derecho de la comparecencia personal en juicio, con las consecuencias
legales que la misma ley señala; por ello estimamos que la Cámara no tiene razón cuando
argumenta que el principio de igualdad de las partes se ve lesionado, porque el litigante o
Juez puede ejercer por esa condición, influencia en el funcionario que lo juzga; aceptarlo es
negar precisamente el concepto de igualdad de partes y poner en entredicho la
independencia de los Jueces al dictar sus resoluciones.
Además, en el proceso de familia, las audiencias son públicas, las partes y sus abogados
están presentes en las mismas, lo que garantiza por sí, la transparencia del proceso pues
aquellas son públicas, aunque reservadas.
Dentro del proceso que motiva este recurso, consta que el Licenciado *******, ha
comparecido en juicio debidamente procurado; y que si bien inició personalmente mediante
la demanda respectiva, el proceso judicial de establecimiento de su filiación paterna,
nombró en la misma al doctor Arturo Ramiro Méndez Azahar y al Licenciado Ladislao
Gilberto González Barahona, como sus apoderados, los que intervinieron a lo largo de todo
el proceso, en sus diferentes etapas.
La nulidad decretada por la Jueza Tercero de Familia y confirmada por la Cámara de
Familia de la Sección del Centro, no tiene asidero legal, pues de conformidad al Art. 10 de
la ley Procesal de Familia, las partes deben comparecer en juicio debidamente procurados,
es decir, representados por un Procurador salvo que la parte fuere abogado autorizado, y de
no cumplirse con tal previsión, el proceso no puede anularse, pues el Juez está obligado una
vez iniciado, a impulsarlo oficiosamente y tomar todas las medidas necesarias para evitar su
paralización y las conducentes para no pronunciar sentencias inhibitorias.
En el caso en estudio como hemos podido constatar, el Licenciado ******, parte actora
material hizo personalmente diversas peticiones. Si a juicio de la jueza a quo, eran nulas,
debió tomar en consideración para declararlas, y el Art. 30 de la Ley Procesal de Familia y
el momento procesal oportuno, pero jamás llegar a la anulación de todo el proceso,
especialmente cuando el fallo ya se había pronunciado dentro de la audiencia sentencia
como sucedió en el presente caso. Estimamos que la funcionaria indicada, olvidó el Art.
122 del mismo cuerpo de leyes citado, a tenor del cual, concluidas las alegaciones, se
procederá en la misma audiencia de sentencia a dictar el fallo en el que se resolverán todos
los puntos propuestos y los que por mandato legal sean su consecuencia; si fuere posible se
pronunciará la sentencia; y sólo si la misma no se dictare en tal audiencia, la ley faculta
para que se pronuncie en los cinco días posteriores.
Consecuentes con lo que hemos venido señalando, reiteramos que ninguna nulidad existe
en el proceso ya que no se han violado disposiciones constitucionales ni legales. De ahí que
la nulidad declarada en primera y confirmada en Segunda Instancia, ha sido producto de
una interpretación errónea de la Constitución y de la ley.
Señala el recurrente, que la interpretación errónea de las disposiciones señaladas como
infringidas, tiene además, estrecha relación con los Arts. 31 y 47 de la Ley Orgánica
Judicial, que la prohibición de ejercer la abogacía sólo es en asuntos ajenos, y no en los
propios. Esta Sala comparte el criterio sustentado por el recurrente, pues la sola lectura del
Art. 31 nos indica que el legislador secundario desarrolló atinadamente la prohibición legal
establecida en el Art. 188 Cn., interpretándola en su verdadero sentido. Transcribimos su
texto Art. 31 "Los Magistrados no podrán ni de palabra ni por escrito, promover, patrocinar
o recomendar negocios ajenos, ni interceder ni mediar en ellos, ni dar sus asesoramientos
en ninguna forma que implique el ejercicio ostensible o encubierto de la abogacía ni
desempeñar cargos o empleos de los otros Organos, excepto el de profesor de enseñanza y
de diplomático en misión transitoria".
Tratándose de los Jueces de Paz, como es el cargo que ostentaba al iniciar el proceso
judicial el Licenciado José Alberto Escobar el Art. 47 L.O.J., lo sujeta a lo establecido,
entre otros artículos de la misma ley, y al Art. 31, que se ha transcrito. También el
recurrente, al señalar el vicio de la sentencia pronunciada por el Tribunal ad quem,
relaciona con las disposiciones infringidas, el Art. 1115 del Código de Procedimientos
Civiles, que por efecto del Art. 218 de la Ley Procesal de Familia, tiene aplicación en los
procesos de esta naturaleza y que a la letra dice: "Ningún trámite o acto de procedimiento
será declarado nulo si la nulidad no está expresamente determinada por la ley..." Norma que
a su vez vincula el recurrente con el Art. 1130 Pr. y que esta Sala estima ajustada, pues la
Cámara de haber interpretado correctamente el texto de la disposición constitucional y de
las disposiciones secundarias, tantas veces citadas, habría en lugar de confirmar la
sentencia, anularla o revocarla por haber sido dictada contra ley expresa y terminante.
Por todo lo expresado, estimamos que el motivo de interpretación errónea, señalado como
base del recurso de casación, se ha establecido fehacientemente, por cuya razón es
procedente casar la sentencia y pronunciar la que en derecho corresponde.
SITUACION FACTICA.
El Licenciado ********, conocido por ********, abogado, mediante demanda de fecha
veintisiete de mayo de mil novecientos noventa y seis, promovió proceso de familia, en
contra de los herederos de la sucesión del señor ************conocido por, ********, a
fin de que sentencia definitiva se declarara que dicho señor, fue su padre; se le otorgaran
los derechos inherentes a su condición de hijo, y se condenara a la sucesión de su padre,
representada por sus herederos, a pagarle la suma de diez millones en concepto de daños
morales.
En la misma demanda expresó que nombraba como sus apoderados, a los abogados, doctor
Arturo Méndez Azahar y Licenciado Ladislao González para que actuaran conjuntamente
con él, designando al segundo, como representante común.
El proceso en mención fue transitado en el Juzgado Tercero de Familia de San Salvador y
en la primera resolución se le previno al Licenciado ******* que presentara el poder
general judicial en donde él facultaba a los abogados nombrados para que actuaran
conjuntamente, prevención que quedó subsanada pues de conformidad al Art. 11 de la Ley
Procesal de Familia, el nombramiento de apoderado puede hacerse mediante escrito
dirigido al Juez, por lo que se les dio intervención en el proceso a los abogados nombrados.
A partir de la resolución respectiva, en todos los actos procesales que establece la ley
Procesal de Familia, el Licenciado ***** intervino personalmente, pero además
acompañado de sus abogados. En la audiencia preliminar y en la audiencia de sentencia, de
conformidad a la ley de la materia indicada, compareció personalmente el actor, pues su
presencia como la del demandado, está prevista en la ley. Arts. 100, 102, 105, 111, 114, y
117 Pr. Fam.
Como apoderado de los demandados se mostró parte el Doctor Héctor Mauricio Arce
Gutiérrez quien contestó la demanda en sentido negativo, oponiendo las excepciones de
oscuridad e informalidad de la demanda asó como la de ineptitud en lo que se refiere a la
indemnización de daños y perjuicios, a este respecto dijo "el inciso segundo del Art. 150 C.
Fam. concede acción para reclamar indemnización al padre, no a la herencia ni a los
herederos o sucesión, pero después de haber sido declarada la paternidad.""" Dicho
abogado, en la fase saneadora de la audiencia preliminar, reafirmó las excepciones opuestas
de oscuridad e informalidad de la demanda e introdujo la de incompetencia de jurisdicción,
las que fueron declaradas sin lugar por la funcionaria judicial. El abogado Arce Gutiérrez
no hizo ningún señalamiento acerca de vicios o nulidades que pudieran invalidar o anular el
proceso, el que se reservó hasta concluida la audiencia de sentencia alegando que el actor
Licenciado ******* ejercía la función de Juez y pidió que para mejor proveer se librara
oficio a la Corte Suprema de Justicia. La Jueza finalizó la audiencia y pronunció el fallo
respectivo que atribuía la paternidad del demandante como lo había solicitado.
La petición de nulidad por el apoderado de los demandados, basada en la consideración de
que el Licenciado ********ostentaba el cargo de Juez de Paz, y que tanto el Art. 10 de la
Ley Procesal de Familia como la Constitución de la República le prohibían a los Jueces
ejercer la abogacía, sin distinguir si en asuntos propios o ajenos, fue reiterada con
posterioridad al fallo y la Jueza accedió a la comprobación del vicio denunciado, mediante
oficio que libró a la Secretaría de la Corte Suprema de Justicia. Verificado el cargo de Juez
de Paz que ostentaba el Licenciado *******, la Jueza Tercero de Familia revocó el fallo
pronunciado en la audiencia de sentencia y declaró la nulidad de todo el proceso, desde la
admisión de la demanda decisión que fue confirmada por la Cámara de Familia respectiva,
sustentada la misma en las consideraciones que se han relacionado a lo largo en esta
sentencia y que el recurrente ha tratado de rebatir con la interposición del recurso de
casación que hoy conocemos.
Dos son las pretensiones del actor licenciado ********, planteadas en la demanda
respectiva: 1a) Que se tenga por establecida su calidad de hijo del señor *********,
conocido por ************y, 2ª) Que se le indemnice hasta por la suma de diez millones
de colones, en concepto de daños morales y materiales que le ocasionó el mismo señor
*******, por no haberle reconocido como hijo suyo. Los demandados son los señores
******** por sí y en representación de su menor hijo *********; *********, conocida
por **********; ******** y ********, en concepto de herederos declarados del causante
***********.
El fundamento de la primera de las pretensiones, es que la señora *********en el año de
mil novecientos sesenta y cuatro y el señor **********, tuvieron relaciones maritalesafectivo sentimentales, habiendo nacido a consecuencia de las mismas el señor
J*********, en esta ciudad, el día quince de mayo de mil novecientos sesenta y cinco. Que
el señor ******** conviviente de la señora ******* y padre de cinco hijos procreados
anteriormente con ésta, lo asentó como hijo suyo en el Registro civil respectivo, sin ser su
verdadero padre. Que no obstante ello, su verdadero padre biológico lo reconoció como tal
y le dio el trato de hijo, habiéndole asistido con pequeñas cantidades de dinero; que en
forma progresiva los parientes de su padre biológico señor ******* reconocieron también
que era hijo de éste y le dispensaron el trato correspondiente. Que habiendo fallecido el
señor ******* sin dejar herederos testamentarios, sus bienes fueron aceptados por sus hijos
de matrimonio y cónyuge sobreviviente, razón por la cual les demandó en concepto de
herederos declarados. Previo al juicio de establecimiento de la paternidad, el actor siguió
juicio de impugnación de la paternidad en contra del señor *********, en el Juzgado
Primero de Familia de San Salvador, habiéndose declarado en sentencia definitiva que el
demandado******** no era su padre verdadero.
Para comprobar los extremos de la pretensión de establecimiento de la filiación, el actor
ofreció prueba testimonial abundante y documental. Además solicitó la realización de
pruebas científicas como la de ADN y antropomórficas.
El fundamento de la segunda pretensión, según lo expresa el actor en la demanda de fs. 1 a
6, es que, el sólo hecho de no haber sido reconocido por su verdadero padre como hijo
suyo, le ocasionó daños morales de difícil reparación e igualmente daños de carácter
material, pues no obstante haber sido reconocido inicialmente como su hijo por el señor
*******, al descubrir posteriormente que no era tal, a los tres meses de nacido, tuvo que
ser depositado por su madre en casa de una vecina, y luego en diferentes hogares sustitutos,
hasta llegar al de sus parientes maternos, situación que produjo desestabilización de su
hogar primario, pues su madre tenía otros hijos anteriores con el señor ****** que
requerían del cuidado de ambos. Por otra parte, su verdadero padre señor ********, no
asumió su paternidad, casándose en época reciente a su nacimiento con la señora ********
y la no-aceptación por ella de la paternidad extramatrimonial de su esposo, impidió toda
relación directa de éste con su hijo. Para comprobar los extremos de esta pretensión, el
actor ofreció prueba testimonial y documental. Solicitó se libraran oficios a dependencias
bancarias y Sociedades mercantiles en las que el causante ****** tenía depósitos y
acciones y solicitó medidas precautorias con el objeto de preservar los bienes dejados por el
señor ******* y garantizar las resultas de la pretensión incoada.
Admitida que fue la demanda, se emplazó a los demandados, habiendo contestado éstos en
sentido negativo y opuesto las excepciones de oscuridad e ineptitud de la demanda.
Celebrada que fue la audiencia preliminar respectiva, se tuvo por intentada y no lograda la
conciliación que ordena la ley de la materia, por la falta de comparecencia de los
demandados. Y siendo que no se presentó prueba para fundamentar las excepciones
alegadas por el apoderado de éstos, se declararon sin lugar y se señaló día y hora para la
celebración de la audiencia de sentencia, siendo ésta las ocho horas y treinta minutos del
día siete de Enero de mil novecientos noventa y siete.
Llegado el día y hora señalados, se procedió con asistencia del actor, sus apoderados y
apoderado de los demandados, Procurador de Familia, Jueza y Secretario, a recibir las
siguientes pruebas: a) de Posiciones presentada por el apoderado de los demandados al
actor; b) testimonial presentada por el actor y e) el Estudio Psicosocial practicado por los
miembros del Equipo interdisciplinario del Tribunal; d) prueba documental.
Prueba testimonial:
La parte actora presentó para su respectivo examen, a los testigos Luis Eduardo Argueta
Tovar y José Antonio Flores cuyas declaraciones quedaron agregados a fs 53 v. a 54 de la
Segunda pieza, quienes en lo conducente dijeron: que conocen al señor *********desde
mil novecientos ochenta y cinco; que conocieron al señor **********, desde mil
novecientos noventa; que lo conocieron en el Restaurante Cantón, de esta ciudad, porque
******* quien administraba el referido Restaurante se los presentó como su padre; que el
señor *******visitó a José Alberto en el Restaurante indicado en varias ocasiones y que el
trato entre ambos era de padre a hijo, con familiaridad; que ambos testigos reconocían que
***** era hijo del señor********** y que tal reconocimiento también se lo dispensaron a
******, la abuelita y tíos paternos de nombre la primera, ******* y el resto, *****, doña
*****, doña ****, Don *****, todos de apellido *****, los que trataron a J****** como
nieto y sobrino respectivamente. Que cuando ***** se graduó de abogado, sus tías y otros
parientes estuvieron en la reunión social organizada en su honor y le llevaron muchos
regalos y el trato hacia ****** fue de mucha familiaridad; que además les consta que el
señor ****** ayudaba a su hijo en la compra de libros que necesitaba en la Universidad;
que en una ocasión vieron cuando le entregaba cien colones para que comprara el texto de
Introducción al Estudio del Derecho de García Maynez; que les consta además que dicho
señor, le regaló una máquina de escribir para que redactara sus trabajos de investigación de
la Universidad; el segundo de los testigos en ese punto agrega que en ocasión de la
graduación de ******, el señor ****** le dio un cheque por cinco mil colones para que
montara su oficina profesional. También señalan los testigos que sabían que el apellido
***** que usaba ********, no le correspondía y el mismo *******, les manifestó que lo
tenía en su partida de nacimiento porque el padrastro suyo y padre de sus hermanos
maternos lo había asentado, pero que su verdadero padre se iba a encargar de solucionar ese
problema; en otro punto relacionado con el trato entre el señor ********y el señor
********, el primero de los testigos expresó que el trato de éste hacia ******** era
"displicente" y que nunca hubo mayor afecto.
En esta audiencia se presentó y agregó el Estudio Psicosocial respectivo, el cual no fue
objetado por las partes. Se agregó además prueba documental consistiendo en diez
fotografías, siete documentos del rendimiento escolar de ******y cuatro membretes de
felicitación,
Dicha audiencia se suspendió en consideración a que las pruebas científicas solicitadas por
la parte actora y ordenadas por la Jueza a quo, estaban pendientes de realizarse.
La audiencia de sentencia se continuó a las diez horas y treinta minutos del día diecisiete de
noviembre de mil novecientos noventa y siete, sin que se hubieran realizado las pruebas
científicas que estaban ordenadas, por la falta de comparecencia de los demandados, y la
antropomórfica por la imposibilidad de practicarla por parte de la Universidad de El
Salvador, institución a la que se lo había solicitado.
En dicha audiencia se recibió la prueba de la testigo Rosa Estela Castro Guerra, cuya
declaración quedó agregada en acta de fs. 28 de la tercera pieza, y quien manifestó: que
conoce a ********, desde mil novecientos ochenta y dos cuando estudiaban en el colegio
OXFORD de esta ciudad; que conoció al padre de ******, desde el año de mil novecientos
ochenta y cuatro, pues llegó al Colegio indicado preguntando por su hijo ******. Que el
señor *******, visitaba a ******, en el Restaurante Cantón que administraba y que el trato
que le daba a aquel, era de padre a hijo, que cuando el señor ***** se comunicaba por
teléfono con ******, lo hacía al número 222-2342 del Restaurante indicado y siempre
decía "¿está mi hijo"?. Que una vez que llegó a visitarlo le dijo que le traía una sorpresa
entregándole una grabadora; que aunque no le consta si el señor ****** le daba una ayuda
mensual a su hijo *****, si vio que le daba regalos, entre ellos una máquina de escribir y
una grabadora; en una ocasión vio que le dio un cheque; que le consta que los parientes del
señor ****** trataban a *******, como hijo del primero, y que también llegaban a
visitarlo, entre ellos, la niña*****, Don ***** y ******, todos de apellido *****; este
último se refería a ****** como "su sobrino"; que en la fiesta de Bachilleres del Colegio
OXFORD, en donde se graduó ****** llegó la abuelita paterna, señora ***** y le regaló
una cadenita de oro; y también a la fiesta de graduación de abogado y además otros tíos
paternos de *****; que la tía ***** asistió en representación de su padre, pues este no
asistió, pero sí lo felicitó por teléfono; que conoce al señor ******y que sabe que no es
padre de ****** y que éste "no se llevaba nada bien con ****** y que no tenían ninguna
comunicación".
Se agregó al proceso, certificaciones extendidas por las Sociedades Daura S.A. de C.V.,
Negocios Internacionales S.A. de C.\/., Consorcio Internacional de Inversiones S.A. de C
V. y Colegios de El Salvador. Verificado el examen de la testigo y agregadas las pruebas al
proceso, el apoderado de los demandados en el alegato verbal respectivo señaló que era
nulo todo lo actuado porque el licenciado José Alberto Escobar ejerce la función de Juez y
para comprobarlo pidió se librara un Oficio a la Corte Suprema de Justicia, para que
informaran desde cuándo está nombrado como Juez, el licenciado *******. No obstante, la
Jueza a quo, hizo caso omiso de tal petición y procedió a emitir su fallo, habiendo
declarado judicialmente la paternidad del fallecido señor ******* en relación a su hijo
señor ******, concediéndosele todos los derechos y obligaciones que la ley establece.
Además declaró que no ha lugar a la indemnización de los daños morales, porque el señor
*****, tuvo filiación establecida hasta la muerte del señor *****.
Análisis de la Prueba:
A) En relación a la paternidad y filiación:
Con la prueba testimonial aportada y relacionada a juicio de esta Sala, se ha establecido que
el señor ******trató como hijo suyo al señor ********, por espacio de nueve años
aproximadamente, trato que se interrumpió por la muerte de aquel, ocurrida el once de
Junio de mil novecientos noventa y cinco; que la relación padre-hijo fue aceptada y
reconocida por los parientes del señor *******, abuela y tíos y que ellos mismos trataron a
*******, como su nieto y sobrino respectivamente, que tales hechos son Constitutivos de la
posesión de estado de hijo, la cual a tenor del art. 149 del Código de Familia, da lugar a que
se declare judicialmente la paternidad.
El actor como se ha dicho, solicitó se practicaran las pruebas científicas de ADN y
antropomórficas para comprobar los extremos de su petición, siendo infructuosa ambas
pruebas, la segunda por no contar el Instituto de Estudios Históricos Antropológicos y
Arqueológicos de la Universidad de El Salvador, con especialistas, ni equipo especializado
y la del ADN, por la falta de comparecencia de los parientes del señor ********, no
obstante habérseles citado.
De conformidad al Art. 146 del Código de Familia y 143 de la Ley Procesal de Familia, la
no comparecencia del Presunto padre, para someterse a esta prueba científica, atribuye la
paternidad al hijo que la solicita, siempre que tal comparecencia deba ser personal.
En el caso que nos ocupa, la comparecencia personal del presumo padre, es imposible
lograrla en razón de su fallecimiento. De manera entonces que la no comparecencia a la cita
que se les hizo a los demandados y otros parientes del señor ******* para practicar la
prueba científica de ADN, no puede producir el mismo efecto en su contra, razón por la
cual se desvirtúa como prueba directa. No obstante, unido este elemento con otros
existentes en el proceso, como las fotografías de fs. 69 a 78, en las que el actor ******,
aparece junto a los parientes del señor *******y en aplicación del principio de la crítica,
sistema de valoración de pruebas de total aplicación en el proceso de familia, esta Sala las
aprecia en su conjunto de tal manera que aunada a la robusta prueba testimonial ya
relacionada, reafirman la existencia del vínculo filiatorio que existe entre el señor *******
y el señor *******, lo que así se declarará.
B) En relación a los daños morales y materiales:
En cuanto a los daños morales y materiales, solicitados en la segunda pretensión del actor,
esta Sala hace las siguientes consideraciones:
El daño moral se ha definido como el menoscabo o lesión a intereses no patrimoniales,
provocado por un hecho antijurídico; pero también como lesión cierta sufrida en los
sentimientos más íntimos de una persona que ocasiona dolor o sufrimiento en afecciones
legítimas, cuya reparación está determinada por ley.
El Código de Familia introdujo la posibilidad de reclamar el daño moral en diversos
supuestos. Nos interesa para los efectos de esta sentencia, el reclamo de tales daños por
parte del hijo, en el caso de haber obtenido el establecimiento de la filiación a consecuencia
de una decisión judicial. El Art. 150 Fam., en su segundo inciso prescribe: "Si fuera
declarada la paternidad, la madre y el hijo tendrán derecho a reclamar del padre,
indemnización por los daños morales y materiales a que hubiere lugar conforme a la ley".
Del análisis de esta norma podemos concluir; que el derecho a reclamar indemnización por
los daños morales y materiales sufridos, es una consecuencia de la declaratoria judicial de
paternidad, de tal manera que es requisito de procesabilidad para el reclamo de la
indemnización indicada, que el padre no haya reconocido en forma voluntaria a su hijo y
que por ello debe acudirse a la vía judicial para determinar su filiación. Significa entonces
que el sólo hecho del no reconocimiento espontáneo del padre sobre su paternidad, origina
o genera el derecho del hijo a la indemnización, por los perjuicios sufridos, pues la falta de
tal reconocimiento evidencia en términos concretos, un rechazo hacia el hijo, rechazo que
le produce en su alma, en sus sentimientos, en su psiquis, una lesión tan grande que le
ocasiona dolor y sufrimiento. Es por ello que la ley ordena resarcir el daño a través de una
indemnización, generalmente de carácter pecuniario.
El actor en su demanda alegó que el sólo hecho de no haber sido reconocido por su padre
señor ********, al momento de nacer; y de no haber sido asentado en el Registro Civil
respectivo como hijo suyo, le ocasionó daños morales y materiales irreparables; además la
falta de tal reconocimiento, condujeron a que el señor ********se atribuyera formalmente
su paternidad, aunque realmente ni aceptó ni trató como hijo suyo al actor, razón por la cual
a los tres meses de nacido *******, fue separado del hogar que su madre, la señora
*******, tenía establecido con el señor ****** y los cuatro hijos de ambos, a su vez
hermanos maternos del actor; que tal separación produjo la desintegración de su familia de
origen, y a partir de entonces su infancia transcurrió en hogares sustitutos hasta que
finalmente los parientes maternos le acogieron y dieron protección, con el apoyo de su
madre y alguna ayuda económica del señor *******, la cual por no ser suficiente, le
enfrentó tempranamente al trabajo, siendo así que a los 15 años de edad ya laboraba en el
Restaurante Cantón de esta ciudad, cuyo sueldo le ayudó a solventar sus necesidades de
vida y estudios.
Los hechos planteados por el actor, han sido corroborados por medio del Estudio
Psicosocial ordenado por la Jueza a quo, agregado a fs. 10 de la segunda pieza, del que
consta que la señora ****** es madre de seis hijos, los cinco primeros procreados con el
señor ********, con quiten entabló convivencia desde los 14 años de edad; y el sexto
procreado con el señor ********; que a raíz de los muchos conflictos de hogar, se separó
de su conviviente señor ******* en el año de 1964, lo que dio lugar a. que iniciara
relaciones de pareja con el señor ********, fruto de las mismas es *******; que el señor
******* posteriormente al nacimiento de ******, la buscó y se reconciliaron, lo que
produjo el reconocimiento de ****** como hijo del señor ******, pero el rechazo de éste y
la falta de apoyo afectivo hacia *******, como también la falta del mismo apoyo del
verdadero padre, propició que ******* sufriera maltratos físicos y emocionales de terceras
personas y a residir en hogares sustitutos a temprana edad (personas particulares, tíos y
abuela materna); que la comunicación de ******* con su verdadero padre fue limitada y a
escondidas; pero dio lugar a la identificación del hijo con familiares paternos a través de los
cuales el padre enviaba ayuda económica que servía para cubrir algunas necesidades
básicas; que a los 15 años comenzó a trabajar para costearse sus estudios y a pesar de
muchas limitantes, logró obtener su grado de abogado, en la Universidad de El Salvador.
Refiere el susodicho estudio Psicosocial que *******, manifiesta resentimiento hacia su
padre porque no supo enfrentar la situación familiar ni apoyarlo como verdadero padre en
el momento que más lo necesitó. El problema sufrido en su vida, le ha generado ansiedad,
la que ha tratado de instigar con la lectura y el aprendizaje de idiomas. En apoyo de la
pretensión que analizamos, el actor, con los testigos que se han relacionado anteriormente,
ha establecido que el señor *******, no le dio trato de hijo al señor *******, ni siquiera
existió entre ellos comunicación alguna.
Con la Certificación agregada de fs. 60 a fs. 170 de la pieza principal, se ha logrado
establecer que la paternidad que se atribuyó respecto de ****** al sector *******, no era
verdadera, confirmándose a través de dicho estudio, las circunstancias que llevaron a dicho
señor para atribuirse tal paternidad. Con la misma certificación se ha podido establecer el
trato despectivo que el señor ****** le dio en sus primeros años de vida a *******, no
generándose entre ellos ningún vínculo afectivo de padre a hijo; que al darse cuenta más
tarde el señor ****** que ****** no era su hijo, propició el desarraigo de éste de su hogar
originario.
De acuerdo al Art. 36 de la Constitución de la República, los hijos nacidos dentro y fuera
del matrimonio y los adoptivos, tienen iguales derechos frente a sus padres. Es obligación
de éstos dar a sus hijos protección, asistencia, educación y seguridad. Toda persona tiene
derecho a tener un nombre que lo identifique. La Ley determinará las formas de investigar
y establecer la paternidad..." Por su parte, las Declaraciones, Tratados y Convenciones
sobre Derechos Humanos de la Niñez, en especial la Convención sobre los Derechos del
niño establece: "que el niño para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, debe
crecer en el seno de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión; que el
niño por su falta de madurez física y mental, necesita cuidados y protección especiales,
incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento". El Código de
Familia, en diversas disposiciones comprendidas en el Título Primero del Libro Quinto,
establece que todo niño tiene derecho: a nacer en condiciones familiares, ambientales y de
cualquier otra índole que le permita obtener su completo y normal desarrollo biosicosocial;
a la protección de su vida física y espiritual; a tener y preservar desde su nacimiento y en
todo momento su nombre, nacionalidad, identidad, representación legal y relaciones
familiares, y a gozar de un sistema de identificación que asegure su verdadera filiación
materna y paterna; a conocer a sus padres y a ser reconocidos por éstos y que se
responsabilicen de él; a una adecuada nutrición incluyendo la lactancia materna, por ello no
se separará al niño de su madre, salvo en casos previstos por la ley. También tiene derecho
a la crianza, educación, cuidados y atenciones bajo el amparo y responsabilidad de su
familia y a no ser separado de ésta, salvo cuando la misma sea necesaria en interés superior
del menor; al reconocimiento y protección de su dignidad e intimidad personales y familiar;
a mantener relaciones personales y trato directo con ambos padres de modo regular y
también con otros miembros de la familia especialmente con los abuelos; a ser escuchado
por sus padres y a expresar su opinión en aquellos asuntos que los afecten; a ser protegidos
de toda forma de perjuicio o abuso físico, mental o moral, descuido, negligencia, malos
tratos etc.
A la mayoría de los derechos enunciados por no decir todos, no tuvo acceso *******, más
bien estuvo privado de ellos, pues no tuvo la oportunidad de recibir cuando más lo
necesitaba, -niñez y adolescencia- los cuidados especiales ni la orientación ni consejos de
su padre, ni la dirección en su formación moral-religiosa o de solidaridad humana que le
indica el Arts. 213 y 215 Fam. De igual manera, no recibió el apoyo material ni emocional
que requirió en las distintas situaciones y circunstancias de su vida cotidiana. Por el
contrario sufrió el rechazo del padre verdadero como del aparente; la separación de su
madre y hermanos, el ocultamiento de su verdadero origen en los primeros años de su vida;
la inseguridad de su verdadera identidad personal y familiar; el temor de su verdadero padre
de ser visto en público con él y la vergüenza de explicar más tarde su apócrifo apellido
chino cuando sus rasgos no correspondían al mismo.
Todo ello produjo tal como se expresa en el estudio social inserto en la certificación de la
sentencia ya, relacionada, odio y resentimiento hacia el padre, al grado de tener en su
Juventud problemas para relacionarse con los demás, lo que ha dejado ansiedad y
resentimiento como producto del trauma que vivió.
Esta Sala no puede desconocer los efectos negativos que la falta de un padre y una madre
producen en la psiquis de los niños. Es en los primeros cinco años de edad que se determina
la vida emocional equilibrada o desequilibrada, que a futuro tendrán. Por eso la ley familiar
establece que los padres son las personas llamadas a prodigar al hijo su amor, su apoyo, su
orientación; la transmisión de los valores éticos y sociales; en fin los que les guíen en la
vida para convertirles en adultos maduros y sanos.
Cuando la vida del hijo se desenvuelve en hogares hostiles, o indiferentes, o faltos de las
figuras parentales primarias, las carencias emocionales estarán presentes pudiendo generar
conductas antisociales, y sólo por virtud de la misma fuerza interior del ser humano y el
apoyo que se recibe de la familia complementaria, la escuela, la comunidad y la religión,
podrán contrarrestarse los efectos señalados.
Es indudable que un daño muy severo se produce en la psiquis, en el alma, en los
sentimientos, de todo niño cuando el padre y también la madre irresponsablemente, sin
medir las consecuencias procrean un hijo, y más aún cuando le abandonan moral,
emocional y materialmente.
En el caso en estudio, esta Sala no tiene la menor duda del daño moral sufrido por el
Licenciado ******* a lo largo de su vida, a consecuencia de la irresponsabilidad de su
padre al no cumplir con los deberes y cargas que la ley de la materia le impone, daño que se
ha evidenciado en la ansiedad y el resentimiento. Tampoco tiene dudas sobre el daño
material sufrido por el Licenciado *******, como consecuencia de la limitada ayuda
económica que recibió, no obstante que su padre tuvo suficientes recursos económicos y
status social prevalente para brindarle a su hijo, las mejores condiciones de vida.
En razón de lo expuesto, es de derecho y justicia que tal daño debe ser resarcido,
indemnizando económicamente a quien lo ha sufrido a fin de satisfacer o compensar el
agravio padecido, sabiendo de antemano que no habrá correspondencia plena entre el daño
producido y la suma que se fije, pues para ello débese considerar el monto solicitado y la
capacidad económica del señor ******, con base a la prueba producida en el juicio.
El actor en su demanda, ha determinado la suma de DIEZ MILLONES DE COLONES en
concepto de indemnización por los daños morales y materiales.
De fs. 26 a 58 de la primera pieza; fs. 150; fs. 162 a 199 de la segunda pieza y de fs. 2 a fs.
27 de la tercera pieza todas de la Primera Instancia, se agregó la prueba documental
establece la capacidad económica del señor Jorge Daura Bajil, así:
a) Bienes Inmuebles: l) Inmueble Inscrito al No. 1010, Libro 1964 p. 499 y sig.; del
Registro de la Propiedad de San Salvador, con valor declarado de CIENTO VEINTE MIL
COLONES, 2) Inmueble inscrito al No. 101, Libro 1694; del Registro de la Propiedad de
San Salvador, con valor declarado de CIENTO DIECISIETE MIL COLONES; 3) Inmueble
inscrito al No. 86 del Libro 972; del Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas de San
Salvador, con valor declarado de SETENTA Y CINCO MIL COLONES; 4) Inmueble
inscrito al No. 393 y sig. Libro 357; del Registro de la Propiedad del Departamento de La
Paz, con un valor declarado de CIENTO SESENTA Y CINCO MIL NOVECIENTOS
SETENTA Y CINCO COLONES; ascendiendo el valor total a la suma de
CUATROCIENTOS SETENTA Y SIETE MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y TRES
COLONES CON SETENTA Y CINCO CENTAVOS.
b) Acciones: Ciento sesenta acciones de Colegios de El Salvador, S. A. De C.V., Colegio
San Francisco, con valor nominal de UN MIL COLONES cada una, equivalentes a un total
de CIENTO SESENTA MIL COLONES y dos mil cien Acciones de Consorcio Nacional
de Inversiones, S.A. de C.V., con valor nominal de CIEN COLONES CADA UNA,
equivalentes a DOSCIENTOS DIEZ MIL COLONES, ascendiendo a la suma total de
TRESCIENTOS SETENTA MIL COLONES.
POR TANTO: Con base a las razones expuestas, disposiciones legales citadas y Arts. 428,
429, 432 Pr. y 18 L. de C., a nombre de la República, la Sala FALLA: a) Cásase la
sentencia recurrida; b) Declárase que no existe nulidad del proceso de mérito; e) Declárase
que el señor ********, nacido en esta ciudad el día quince de mayo de mil novecientos
sesenta y cinco, es hijo del señor ********, y confiéresela todos los derechos inherentes a
su calidad de hijo; d) Declárase que ha lugar a la indemnización, por los daños morales y
materiales solicitados por el señor Licenciado *******, en la demanda respectiva; e)
Condénase a los herederos declarados del señor *******, señores I***********;
********, *********, ******** y ******, conocida por *********, a pagar al
Licenciado *********, en concepto de indemnización por daños morales y materiales, la
suma de CUATROCIENTOS MIL COLONES. No hay especial condena en costas. Al
quedar firme esta sentencia, devuélvanse los autos al tribunal de origen con certificación de
la misma y líbrese la ejecutoria de ley. Notifíquese- A. DE BUITRAGO---M.E.
VELASCO---V. DE AVILES---PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES
MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---V. BARBA NUÑEZ---RUBRICADAS.
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