universidad veracruzana facultad de biología

Anuncio
UNIVERSIDAD VERACRUZANA
FACULTAD DE BIOLOGÍA
ABANDONO DE TIERRAS Y EL DESARROLLO DE
LA VEGETACIÓN SECUNDARIA EN DOS EJIDOS
DE LA SIERRA DE SANTA MARTA, VER.
TESIS
TRABAJO DE EXPERIENCIA RECEPCIONAL
QUE PRESENTA:
ODALIS MORTEO MONTIEL
DIRECTOR: M. en C. PAULO CÉSAR QUINTANA MORALES
XALAPA, VER.
2011
El presente trabajo de investigación fue realizado con el apoyo económico
de CONACYT mediante la beca no. 109344-01. Y forma parte del proyecto:
“Influencia de variables socioeconómicas sobre el uso de suelo en áreas de
vegetación primaria en la Sierra de Santa Marta, Veracruz, y su impacto en
las poblaciones de primates y mamíferos medianos” que está a cargo del M.
en C. Paulo César Quintana Morales del Instituto de Neuroetología de la
Universidad Veracruzana, con financiamiento de Fondos Mixtos del
Gobierno del Estado-CONACYT (Clave 109344).
AGRADECIMIENTOS
A Dios, por darme la fortaleza y sabiduría para luchar por este sueño y concluir mis estudios de
licenciatura.
A mi madre Ofelia Montiel Grajales, por darme la vida, acompañarme en todo el camino de mi
formación profesional, por escucharme, consolarme y apoyarme.
A mi padre Mario Morteo Echavarría, por su apoyo incondicional para seguir con mis estudios,
por sus sabios consejos.
A mi hermana Swany Morteo Montiel, por compartir toda la carrera y ser mi compañera en las
salidas de campo, por apoyarme en cada momento.
A todos mis maestros de la licenciatura, por darme las herramientas necesarias para formarme
profesionalmente.
Al M. en C. Francisco García Orduña, por recibirme tan amablemente para trabajar en el Instituto
de Neuroetología.
A mi director de tesis el M. en C. Paulo C. Quintana Morales, por exhortarme a realizar este
trabajo, por sus observaciones y comentarios que ayudaron a mejorar la tesis.
A la comisión revisora: Dra. Ana I. Suárez Guerrero y M. en C. Tomás Carmona Valdovinos, por
sus acertados comentarios que ayudaron a enriquecer este trabajo de investigación.
Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por la beca otorgada para la
realización del presente estudio.
A David Antonio Zúñiga, por acompañarme amablemente en la realización de algunas
entrevistas preliminares. Así mismo agradezco a su familia, por la calurosa hospitalidad brindada.
A Rubén Mateo Gutiérrez, por su valiosa ayuda en campo e identificación de especies. De la
misma manera agradezco a su familia, por la hospitalidad y alimentación brindada.
A todos los dueños de las parcelas de los ejidos Adolfo López Mateos y Venustiano Carranza por
permitirnos el acceso a sus terrenos y su participación en la realización de este estudio.
A los guías de estos ejidos, por la ayuda brindada en el trabajo de campo durante los recorridos a
las parcelas y por su cautela ante los peligros a los que estábamos expuestos.
A la Sociedad de ecoturismo de la comunidad “El Marinero”, por proporcionarnos hospedaje y
los ricos platillos que nos ofrecieron.
Al Dr. José Luis Blanco Rosas, por la facilitación de la consulta de material generado en el
PSSM.
Al Ing. Silvestre Velasco Santiago (RAN), por la facilitación brindada para la consulta de planos
ejidales.
Al personal del Instituto de Neuroetología, especialmente a mis compañeros de trabajo del
Parque de la Flora y Fauna, gracias por todo su apoyo.
A todos mis amigos de la carrera de Biología, por compartir tan buenos momentos y por estar en
las buenas y en las malas. Gracias por su valiosa amistad, sin ustedes no hubiera sido lo mismo.
DEDICATORIAS
A mi familia, a quienes les debo todo
Mis padres: Ofelia Montiel Grajales y Mario Morteo Echavarría
Por ser una motivación durante toda mi vida y enseñarme a ser una mejor persona
Por todo el amor y cuidado que me han dado
Por ser un ejemplo a seguir
Mi hermana: Swany Morteo Montiel
Con quien he compartido buenos momentos de mi vida
Por tu comprensión y amistad
ÍNDICE
RESUMEN
1. INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………......
1
2. ANTECEDENTES………..…….……………………….………………………………..
2.1 Clasificación de la vegetación secundaria…..………..….………………………….....
2.2 Estudios en acahuales…………………………………….………………....................
2.3 Acahuales en la región de Los Tuxtlas………………….……………………………..
2.4 Estudios sobre Ecología Humana y Talleres de Diagnóstico………….……………...
2.5 Manejo de acahuales…………………………………………………………………..
5
5
5
7
9
10
3. OBJETIVOS…………..………………………………………………….………………. 14
4. MÉTODO.…...………………………….…………………………....…………………...
4.1 Área de estudio……………….………………………………………………..………
4.1.1 Ejido: Lic. Adolfo López Mateos……………………………….………………
4.1.2 Ejido: Venustiano Carranza…………………………………………………….
4.2. Procedimiento………………………………………….……………………………..
A. Entrevistas estructuradas.........................................................................................
B. Ubicación de acahuales en las parcelas de los ejidatarios y Caracterización de la
vegetación arbórea y arbustiva de dos etapas sucesionales....................................
4.2.1 Análisis de la información.………………………….…………...……..……....
15
15
15
16
19
19
5. RESULTADOS……………………………..…………………………...………………..
5.1 Generalidades de cada ejido.………………….………………………………….…...
A. Actividades productivas.…………………………………….……………..…......
B. Apoyos de gobierno………………………………………………………………
C. Conocimiento local de la flora y fauna……………………………………….…..
5.2 Vegetación secundaria (acahuales) de los ejidos Adolfo López Mateos y
Venustiano Carranza………….……............................................................................
A. Uso de Suelo en la muestra de parcelas………………..….………....…………..
B. Uso previo del terreno……………………………………………………………
C. Razones de abandono de tierras………………………………………………….
D. Edad del acahual…………………………………………………………………
E. Superficie de acahual…………………………………………………………….
F. Conocimiento local de la flora y fauna en acahuales…………………………….
G. Manejo actual de los acahuales…………………………………………………..
H. Futuro del acahual………………………………………………………………..
5.2.1 Síntesis de los ejidos Adolfo López Mateos y Venustiano Carranza...................
5.3 Ubicación de acahuales y Caracterización de la vegetación arbórea y arbustiva de
dos etapas sucesionales.................................................................................................
A. Riqueza……………………………………………………………………………
B. Índice de Valor de Importancia (IVI)……………………………………………..
C. Coeficientes de similitud (Jaccard y SØrensen)......................................................
25
25
25
28
29
20
21
31
32
34
36
37
38
40
43
45
47
48
49
51
53
6. DISCUSIÓN………………………………………………………………….………...…
55
7. CONCLUSIONES……...…………………………………………………..…..………… 67
8. RECOMENDACIONES..................................................................................................... 70
9. LITERATURA CITADA…….......……..………………………..………………………
72
10. ANEXOS…………….………...………………………………………………..………..
ANEXO 1...............…………………………………………………………………………...
ANEXO 2...............………………………………………………………………...................
ANEXO 3..........………………………………………………………………………………
ANEXO 4..................………………………………………………………….……………...
ANEXO 5....................………………………………………………………………………..
ANEXO 6..................................................................................................................................
79
79
81
84
87
90
93
ÍNDICE DE TABLAS Y FIGURAS
Tablas
Tabla 1.
Tabla 2.
Tabla 3.
Tabla 4.
Tabla 5.
Tabla 6.
Tabla 7.
Tabla 8.
Tabla 9.
Tabla 10.
Tabla 11.
Tabla 12.
Tabla 13.
Tabla 14.
Tabla 15.
Tabla 16.
Página
Características generales de los ejidos de estudio………………………………..
Principales productos comercializados en el ejido Adolfo López Mateos.............
Principales productos comercializados en el ejido Venustiano Carranza..............
Flora presente en la vegetación selvática de los ejidos.……………………........
Fauna presente en la vegetación selvática de los ejidos…………….……………
Edad de los acahuales (desde fecha de abandono) en ambos ejidos……………..
Etapa sucesional de los acahuales en ambos ejidos…...…………………………
Superficie de acahual respecto al tamaño total de la parcela en Adolfo López
Mateos....................................................................................................................
Superficie de acahual respecto al tamaño total de la parcela en Venustiano
Carranza…………..…............................................................................................
Flora representativa de los acahuales en los ejidos Adolfo López Mateos y
Venustiano Carranza…………………..................................................................
Fauna representativa de los acahuales en los ejidos Adolfo López Mateos y
Venustiano Carranza……..…………....................................................................
Manejo de acahuales que realizan los ejidatarios en cada ejido….....……………
Cuadro comparativo entre las características de uso de suelo y de los acahuales
de dos ejidos……………...………………………………………………………
Riqueza de Familias, Géneros y Especies correspondientes a los acahuales
muestreados………………………………………………………………………
Riqueza de Familias, Géneros y Especies de cada uno de los acahuales
muestreados………………………….………………….…………..…………....
Comparación de los coeficientes de similitud de Jaccard y SØrensen en las
diversas unidades de muestreo…………………………………..…...…………..
26
27
28
29
30
37
38
38
39
40
42
44
47
49
50
54
Figuras
Figura 1.
Figura 2.
Figura 3.
Figura 4.
Figura 5.
Figura 6.
Figura 7.
Figura 8.
Figura 9.
Figura 10.
Figura 11.
Figura 12.
Figura 13.
Figura 14.
Figura 15.
Figura 16.
Figura 17.
Figura 18.
Figura 19.
Página
Área de estudio: dos comunidades de la Sierra de Santa Marta, Ver………....
Ejidos de estudio: Lic. Adolfo López Mateos y Venustiano Carranza..............
Tipos de coberturas del suelo de la muestra de parcelas de Adolfo López
Mateos…………................................................................................................
Tipos de coberturas del suelo de la muestra de parcelas de Venustiano
Carranza...…..………........................................................................................
Uso previo del terreno en Adolfo López Mateos………………………….......
Uso previo del terreno en Venustiano Carranza................................................
Razón de abandono de la tierra en Adolfo López Mateos……………….........
Razón de abandono de la tierra en Venustiano Carranza……...…..….............
Relación de la superficie de acahual y el total de la parcela en Adolfo López
Mateos………....................................................................................................
Relación de la superficie de acahual y el total de la parcela en Venustiano
Carranza………….............................................................................................
Plantaciones más comunes en acahuales de Adolfo López Mateos………......
Plantaciones más comunes en acahuales de Venustiano Carranza....................
Uso futuro del Acahual en Adolfo López Mateos…………..…...……............
Uso futuro del Acahual en Venustiano Carranza………………………….......
Localización de los acahuales de los ejidatarios entrevistados y las cuatro
unidades de muestreo (dos etapas sucesionales por ejido)................................
Las primeras cinco especies del AJ-ALM con los Índices de Valor de
Importancia (IVI) más altos y sus respectivos aportes de dominancia,
frecuencia y densidad relativa…………..…...……………………...…………
Las primeras cinco especies del AM-ALM con los Índices de Valor de
Importancia (IVI) más altos y sus respectivos aportes de dominancia,
frecuencia y densidad relativa…………..…...……………………...…………
Las primeras cinco especies del AJ-VC con los Índices de Valor de
Importancia (IVI) más altos y sus respectivos aportes de dominancia,
frecuencia y densidad relativa…………..…...……………………...…………
Las primeras cinco especies del AM-VC con los Índices de Valor de
Importancia (IVI) más altos y sus respectivos aportes de dominancia,
frecuencia y densidad relativa…………..…...……………………...…………
17
18
33
34
35
35
36
37
39
40
44
45
46
46
48
51
52
52
53
RESUMEN
En las regiones tropicales húmedas, algunas áreas originalmente cubiertas de selva pasaron de ser
terrenos agrícolas o pecuarios a parcelas abandonadas o selvas secundarias (acahuales). En la
región de Los Tuxtlas hay fragmentos de distintas etapas sucesionales y el manejo adecuado que
los campesinos hacen de los mismos, está permitiendo la recuperación paulatina de la vegetación
original al mismo tiempo que coadyuva a su estabilidad económica. Esto demuestra la
importancia de la participación de los pobladores en la formación y mantenimiento de los
acahuales; por tal motivo, el objetivo del presente estudio se centró en determinar la existencia de
parcelas abandonadas, razones de abandono, manejo de acahuales y futuro de los mismos. Para
ello, se realizaron entrevistas estructuradas a las autoridades ejidales de dos comunidades: Adolfo
López Mateos (ALM) y Venustiano Carranza (VC). Posteriormente se hicieron entrevistas a una
muestra de 20 ejidatarios (con alguna porción de acahual en su parcela). Asimismo, se hicieron
recorridos a las parcelas de estos ejidatarios y se tomaron coordenadas de sus acahuales.
Adicionalmente, se realizó un muestreo de la vegetación arbórea y arbustiva de dos etapas
sucesionales, acahual joven (AJ) y acahual maduro (AM) por ejido, de modo que se establecieron
4 unidades de muestreo (UM) en total (AJ-ALM, AM-ALM, AJ-VC y AM-VC). Dentro de cada
um se localizaron 6 transectos de 30 X 2m, donde todos los individuos con dap ≥3 cm fueron
registrados. En la muestra analizada la selva es la principal cobertura en ALM, mientras que en
VC son el pastizal y el acahual. La proporción de acahual en ALM ocupa el segundo lugar. De
acuerdo a los apoyos que reciben los ejidatarios por las actividades que realizan, es el PSAH (en
ALM) del que más obtienen recurso económico; y en VC es del PROGAN. Del total de
ejidatarios, en ALM alrededor del 85% poseen acahual, mientras que en VC aproximadamente el
72%. Los acahuales se encuentran principalmente junto a selvas, de manera que se forma un
continuo de vegetación. El uso previo de los terrenos en ambos ejidos generalmente fue agrícola;
sin embargo la pérdida gradual de la fertilidad de la tierra y la no rentabilidad de los cultivos
indujeron el abandono. El 62.5% de los acahuales de la muestra son jóvenes (≤10 años). Algunas
de las especies de flora y fauna de los acahuales mencionadas por los ejidatarios se encuentran en
alguna categoría de riesgo. El manejo de los acahuales se basa en el enriquecimiento con especies
forestales maderables y especies forestales no maderables, mediante la venta de estas
plantaciones obtienen un ingreso económico. En ALM, principalmente, se planea manejar el
acahual con plantaciones de palmas, por el contrario, en VC se considera no trabajar el acahual.
En total se encontraron 68 especies pertenecientes a 36 familias. Las familias más representativas
fueron Fabaceae (5) y Tiliaceae (4). El número total de especies registradas fue 45 en ALM y 46
en VC. De éstas corresponden a acahual joven el 35.56% y 41.30%, y a acahual maduro el
64.44% y 58.70% para ALM y VC respectivamente. Las especies de mayor importancia
ecológica fueron: Myriocarpa longipes (21.7%) para el AJ-ALM, Ficus yoponensis (14.4%) en el
AM-ALM, Psidium guajava (12.4%) en el AJ-VC y Terminalia amazonia (19.9%) en el AMVC. De acuerdo a los índices de Jaccard y SØrensen, las UM presentaron bajos valores de
similitud, por lo que son comunidades diferentes; sólo son más las especies compartidas entre los
acahuales del mismo ejido que los acahuales de la misma etapa. Es preciso el manejo adecuado
de los acahuales, mediante el enriquecimiento, ya que representa una alternativa económica para
los pobladores, además de que se procura el mantenimiento de esta vegetación secundaria que
está funcionando como reservorio de especies nativas y especies en alguna categoría de riesgo.
Finalmente, tomando en cuenta los resultados obtenidos, se proponen recomendaciones sobre el
manejo de acahuales para que el enriquecimiento sea el más conveniente.
1. INTRODUCCIÓN
El paisaje actual de la Sierra de Los Tuxtlas es muy heterogéneo en el grado de
conservación de sus bosques, esto se debe a la intensa deforestación por la que ha pasado,
teniendo una tasa anual de deforestación de 4.3% entre 1976 y 1986 en la porción norteña de la
sierra (Dirzo y García, 1992). En esta región podemos encontrar variedad de tamaños en los
fragmentos con una conectividad (distancia) diferente entre cada uno. Los fragmentos se
localizan entre áreas con distinto uso de suelo y remanentes de vegetación de tamaños desiguales.
Esta situación de la región es un espacio ideal para comprender los efectos biológicos de la
fragmentación antropogénica y la dinámica ecológica de los paisajes fragmentados (Guevara et
al., 2000).
Como parte de la dinámica del ecosistema se encuentra la sucesión ecológica, la cual se
entiende como una serie de fases del ecosistema donde se regenera la vegetación, pudiendo ser en
un ambiente desprovisto de vegetación o después de haber sufrido una alteración. A esta última
se le conoce como sucesión secundaria (Granados y López, 2000). En la sucesión, el ecosistema
responde a las alteraciones y regenera la vegetación, y a esta capacidad de regenerarse después de
una perturbación se le conoce como resiliencia (Pérez-Salicrup, 2005), la misma estará
condicionada por la disponibilidad de propágulos y de dispersores. Precisamente los dispersores,
tanto medianos como grandes, desempeñan un papel relevante en la estructura y diversidad del
sotobosque; sin embargo, la situación que se presenta en Los Tuxtlas es preocupante. De acuerdo
a un estudio realizado por Dirzo y Miranda (1990), estamos frente a una defaunación general
(depredadores superiores además de los herbívoros han desaparecido o su abundancia es
demasiado baja). Esta situación es provocada evidentemente por el impacto humano (caza,
deforestación, fragmentación) y si se sigue manifestando el potencial de regeneración de la
vegetación sería afectado (Dirzo et al., 2007).
La sucesión ecológica lleva a la recuperación de las selvas, y este proceso se realiza
mediante reemplazos de diversos tipos de vegetación (con distintas especies), los cuales
constituyen las llamadas etapas sucesionales (Del Amo, 1999). En etapas tempranas de ese
proceso surgen las especies que empiezan a colonizar el área alterada (pioneras), posteriormente
1
son sustituidas por otras (vegetación original), por lo que se dice que el área recuperada sufre
cambios en la composición de especies en el tiempo ecológico (Granados y López, 2000). Sin
embargo no todas las especies pioneras son reemplazadas, incluso, estas pueden permanecer en
etapas más avanzadas de la sucesión. Se puede afirmar que la sucesión es un proceso de auto
organización o maduración gradual y continua en el cual el ecosistema llega a una fase final o
madura, a la que se le conoce como “clímax” (Clements, 1916); en esta etapa puede decirse que
el ecosistema se encuentra estable.
Esta regeneración de la vegetación no solo ocurre de manera natural en las selvas, puesto
que las áreas de vegetación que han sido manejadas por el hombre (actividades productivas)
también forman parte de la sucesión secundaria, éstas comprenden los terrenos abandonados, los
cuales ocupan un gran porcentaje de las áreas con vegetación en el mundo. Con el descanso del
terreno, el suelo tiene la capacidad de recuperarse después de un periodo largo de tiempo, de ésta
manera permite el crecimiento o regeneración de vegetación secundaria o acahual (Paré et al.,
1997). Claro que el abandono estará condicionado por la percepción o necesidades de cada
persona.
El campo abandonado, será reemplazado por varias comunidades que, con el paso del
tiempo, se volverán cada vez más complejas, pues existirán más interrelaciones entre sus
miembros, además de haber más individuos por unidad de área. Los cambios sucesionales que se
pueden producir en este tipo de terrenos están dados por dos factores principales, tal como lo
manifiestan Granados y López (2000). Estos factores son: el historial del uso de vegetación y la
manera en que la vegetación original es eliminada, ya sea dejando tocones cuyas raíces se
vuelvan a desarrollar en el periodo de descanso o, a través de la eliminación total de los
individuos. Así mismo, los autores mencionan que el proceso de sucesión dependerá en gran
medida de la composición vegetal original, es decir, de la proporción de especies existentes en el
momento del abandono (las que hayan resistido a la perturbación o establecido en el sitio en el
periodo de cultivo), además de otros factores como la proximidad a zonas conservadas, entre
otros.
2
La capacidad de regeneración del ecosistema es de importancia y la manera en que se
puede mantener la productividad de los suelos es permitiendo la regeneración ecológica del área
que ha sido utilizada para la agricultura. Debido a la intensidad de uso del terreno en relación a
las actividades productivas practicadas, el ciclo de nutrientes del suelo se puede ver afectado; de
manera que si el uso de los terrenos fue intensivo, habrá un deterioro en las condiciones del suelo
(Plana, 2000). Esta infertilidad de la tierra ha llevado al abandono de los terrenos por parte de los
campesinos debido a que no es posible volver a la agricultura; una vez que se da el abandono, el
campesino selecciona otro sitio (De las Salas, 2002). Desgraciadamente mientras la fertilidad sea
menor, existe más probabilidad de que la degradación sea permanente. Con este mismo
fundamento concuerda Toledo (1976), además agrega que existe una gran probabilidad de que la
regeneración ecológica desaparezca. En la Sierra de Santa Marta la calidad de los acahuales,
debido al escaso tiempo de regeneración, ha ido en declive y en éstos ahora dominan
principalmente zacates, en lugar de especies arbóreas (Paré y Velázquez, 1997). En la región de
los Tuxtlas, la regeneración puede reducirse o incluso los remanentes que aun existen no se
podrán mantener a largo plazo (Guevara y Laborde, 1998).
Por tanto, es de interés la sucesión ecológica, además de que los espacios recuperados
influyen en la configuración del paisaje permitiendo la continuidad de la selva y, por ende,
proveen de hábitats necesarios para las diversas especies de fauna y de puntos de conexión para
su desplazamiento (Guevara et al., 2004).
Debido a la situación actual que se presenta en dicha zona (sobreexplotación de recursos
vs recuperación de ecosistemas perturbados) y con el interés de establecer conexiones entre el
abandono de tierras y el desarrollo de la vegetación secundaria, es necesario avanzar en la
generación de información sobre el patrón espacial, de tal manera que se reconozcan las áreas
donde se encuentra la vegetación secundaria dentro de los ejidos. Por tal razón resulta importante
conocer si ¿Existe algún patrón que nos indique en donde se localizan los acahuales de un ejido?
También es necesario conocer la participación de los ejidatarios, pues ellos han sido factores
determinantes para que la recuperación se haya dado justo en esos terrenos, por lo que es
relevante saber ¿Cuál era el uso que le daban a sus tierras? y ¿Cuáles fueron las razones que
llevaron a los ejidatarios a dejar en descanso esas tierras?.
3
Con trabajos como este se espera conocer si los ejidatarios están llevando a cabo un
manejo en los acahuales y en su caso determinar ¿Qué tipo de manejo se hace en ellos?. Por otro
lado, dado que se carecen de datos que indiquen si el uso de suelo cambiará con base en la
decisión de los ejidatarios, es necesario cuestionar ¿Qué ocurrirá con los acahuales en un futuro?.
Es primordial resaltar que se seleccionó el acahual como unidad de estudio pues
desempeña un papel relevante dentro del paisaje, ya que funciona como elemento conector que
reduce la distancia-esfuerzo que los animales (principalmente aves y murciélagos) necesitan para
cruzar las zonas abiertas (Guevara et al., 2005). A su vez, estos animales cumplen un rol de gran
importancia al servir como polinizadores y dispersores de semillas, lo que desencadena el
mecanismo de regeneración de la selva. Además hay diversas funciones o beneficios que
proporcionan los acahuales como: recarga de acuíferos, receptáculo de agua, retención de suelos,
captura de CO2, corredor biológico, reservorio de semillas, madera, leña, carne de monte, plantas
comestibles, plantas con propiedades medicinales (García et al., 2002).
La importancia de este estudio radica en primer lugar, en evaluar información descriptiva
(localización geográfica, superficie, edad, manejo) de una muestra de acahuales de dos ejidos y
cuyos dueños son veinte ejidatarios. En segundo lugar, se analiza la dinámica social y económica
alrededor del abandono de áreas agropecuarias de parte de los seres humanos. Y en tercer lugar,
se estudia la vegetación arbórea y arbustiva de cuatro acahuales (dos por ejido, un joven y un
maduro). También se pretende contribuir al análisis de Ecología del Paisaje para la región de Los
Tuxtlas, además de servir como base para investigaciones posteriores en el área de Ecología
Humana.
4
2. ANTECEDENTES
2.1 Clasificación de la vegetación secundaria
De acuerdo a Guevara et al. (2000), el establecimiento de la vegetación secundaria, se
puede diferenciar en dos etapas: la primera caracterizada por el acahual joven o “monte bajo”, en
el que las especies secundarias alcanzan una altura menor a cinco metros y la segunda,
correspondiente al acahual viejo o “monte alto”, en el cual el dosel arbóreo cerrado alcanza una
altura mayor a diez metros. Asimismo, los podemos diferenciar de acuerdo al tiempo de
abandono (Castillo-Campos y Laborde, 2004) de esta manera distinguimos: el acahual joven, con
edad menor o igual a 5 años y el acahual viejo, con edad mayor a 5 años. También Del Amo
(1999) toma como base la edad del acahual y de esta manera se clasifican en: terreno recién
abandonado (1 a 3 años), etapa sucesional temprana (5 a 15 años) y en etapa sucesional tardía (20
a 50 años).
Se calcula que para que la vegetación secundaria alcance una estructura semejante a la de
la selva madura tienen que transcurrir alrededor de 70 años, esto pasa en terrenos abandonados
con distintos usos agropecuarios (Purata, 1986). Del Amo (1999) manifiesta que para que la
vegetación se transforme en selva deberán transcurrir más de 100 años. En estudios realizados en
diferentes selvas de México, se calculó que para que el dosel se cierre deberán transcurrir entre
80 a 140 años (Estrada y Coates-Estrada, 2005).
2.2 Estudios en acahuales
López-Cano y Castillo-Campos (2009) mencionan que la edad de abandono es clave, de
manera que existen diferencias entre acahuales jóvenes y viejos. De la misma forma, GómezPompa y Castillo-Campos (2010) hacen referencia a que la edad de descanso es un factor
determinante en la estructura y composición florística de los acahuales.
En su estudio llevado a cabo en tres comunidades de Los Tuxtlas (Adolfo López Mateos,
San Fernando y Venustiano Carranza) manifiestan que los acahuales mayores de 5 años de edad
5
presentaron una alta riqueza, justo después de las selvas. La riqueza promedio representó 31
especies por cada 100 m2 y comparando la riqueza entre los ejidos estudiados, Adolfo López
Mateos tuvo el valor más alto de riqueza, después San Fernando y por último Venustiano
Carranza. Finalmente fundamentan que la cercanía de los acahuales a las áreas de vegetación
primaria, además de factores ambientales, permiten la incidencia de semillas de la vegetación
original (López-Cano y Castillo-Campos, 2009).
Por otra parte, en la Reserva Forestal Monte Alto, Hojancha, Guanacaste, Costa Rica, se
encontró un patrón que indica que la diversidad de especies irá en aumento a medida que avanza
la sucesión (Fonseca y Vásquez, 1999). Ello implica que aquellas áreas en etapas sucesionales
más jóvenes son más homogéneas, a diferencia de sus contrapartes maduras, que son más
heterogéneas.
Si comparamos el impacto que las actividades productivas causan en el establecimiento de
la vegetación secundaria en terrenos abandonados, existe una diferencia entre la agricultura y la
ganadería, pues cada una afecta de manera distinta la fertilidad del suelo, la cual está relacionada
con el desarrollo de la vegetación (Méndez-Bahena, 1999).
Schmook (2005) encontró que, existen diferencias en la vegetación de las tierras con uso
previo agrícola y las de uso previo ganadero, esto lo observó en tierras con un periodo de
abandono de 2 años. Las dedicadas a la agricultura presentaron mayor abundancia y área basal de
arbustos y árboles secundarios que las dedicadas a la ganadería. Sin embargo, la riqueza en
pastizales abandonados (47 especies) fue superior que la encontrada en las milpas (36 especies).
Además, aún siendo del mismo tipo de uso, por ejemplo agrícola, índices de diversidad muestran
que la composición y abundancia de la vegetación nueva será distinta, estará determinada por la
edad del acahual y por la medida en la que se trabajó la tierra, así los acahuales que fueron más
trabajados serán menos diversos.
6
2.3 Acahuales en la región de Los Tuxtlas
De acuerdo a Guevara et al. (1997) en la región de Los Tuxtlas se pueden clasificar en
cinco categorías los diversos elementos arbóreos que se están presentes, así tenemos: fragmentos
de selvas, acahuales, corredores de vegetación ribereña, cercas vivas y árboles aislados. Los
acahuales se encuentran abandonados o en periodo de descanso (con diferentes etapas
sucesionales). Así mismo, los acahuales pertenecen al tipo de vegetación de zonas perturbadas, el
cual también está conformado por la vegetación ruderal y los pastizales (Ibarra-Manríquez,
1997a).
En la zona de Los Tuxtlas se puede señalar el grado de fragmentación de las comunidades
vegetales, ya que se pueden encontrar tres tipos de acahuales, principalmente acahuales de selva,
seguidos por los de bosque mesófilo y el encinar (Castillo-Campos y Laborde, 2004).
Para el año 2000, los acahuales derivados de selva ocuparon una extensión de 17,071 ha,
esta superficie se encontraba distribuida en 483 fragmentos (Castillo-Campos y Laborde, 2004).
En los tres tipos de acahuales (de selva, de bosque mesófilo de montaña y de pino y encino)
pueden existir 249 especies y entre ellos mismos hay especies compartidas pero también la
vegetación puede ser diferente de acuerdo a la etapa del acahual (joven o viejo). Los mismos
autores hacen referencia a las especies que pueden encontrarse en cada uno de los acahuales:
~ Para el monte bajo, las especies más representativas son: Myriocarpa longipes Liebm.,
Urera caracasana (Jacq.) Gaudich. ex Griseb., Cecropia obtusifolia Bertol., Lonchocarpus
guatemalensis Benth., Eupatorium galeotti B.L. Rob., diversas especies de Solanum L. y Piper L.
Además, aparecen especies pioneras como Acalypha diversifolia Jacq., Carica papaya L.,
diferentes especies de Heliconia L. y demás especies ruderales como: Acacia cornígera (L.)
Willd., Conostegia xalapensis (Bonpl.) D. Don ex DC., Cordia spinescens L., Pavonia
schiedeana Steud., Solanum rudepanum Dunal. También hay herbáceas como Olyra latifolia L.,
Costus dirzoi García-Mend. & G. Ibarra Manriquez, Siparuna andina (Tul.) A. DC., Phytolacca
rivinoides Kunth & C.D. Bouché, Thelypteris meniscioides (Liebm.) C.F. Reed, Melampodium
7
divaricatum (Rich.) DC., Bidens pilosa L., Lippia microcephala Cham. y diversas especies de
pastos y ciperáceas.
~ Ya en el monte alto se encuentran especies arbóreas como: Trema micrantha (L.)
Blume, Rheedia edulis (Seem.) Planch. & Triana, Manilkara sapota (L.) Van Royen, la especie
Didymopanax Decne. & Planch., Ochroma pyramidale (Cav. ex Lam.) Urb., Robinsonella
mirandae Gómez Pompa, Pseudolmedia oxyphyllaria Donn. Sm., Ficus yoponensis Desv.,
Calophyllum brasiliense Cambess., Trophis mexicana (Liebm.) Bureau y Ocotea dendrodaphne
Mez. En el sotobosque hay palmas de Astrocaryum mexicanum Liebm. ex Mart., Bactris
mexicana Mart. y distintas especies de Chamaedorea, y especies leñosas como Psychotria
veracruzensis Lorence & Dwyer, Cephaelis tomentosa (Aubl.) Vahl y Eugenia capulí (Schltdl. &
Cham.) Hook. & Arn.
En un estudio (Dirzo et al., 2009) se analizó la riqueza de especies en cada uno de los
elementos que conforman el paisaje de la región de Los Tuxtlas, tomando como muestra parcelas
de 0.1 ha y se encontró que la riqueza de especies en acahuales viejos (con 50 años de abandono)
corresponde aproximadamente al 85% de la riqueza de la selva continua (áreas de reserva), sin
embargo se mantiene que la composición de especies entre cada tipo es distinta. Así mismo se
menciona que tanto la vegetación de galería como los acahuales son de vital importancia pues
constituyen elementos de conservación en el paisaje.
En la Sierra de Los Tuxtlas, la vegetación original remanente (incluyendo los diversos
tipos de vegetación) ocupa el 17.2%; los acahuales y cultivos con una estructura semejante a la de
la vegetación original representan el 8.7% y, por otro lado, la mayor proporción (74%) es
caracterizada por potreros o asentamientos urbanos (Castillo-Campos y Laborde, 2004). Debido a
esta situación en donde la vegetación original no ocupa la mayor proporción en la región, es
evidente la necesidad de conocer si hay posibilidades de recuperación del ecosistema mediante el
abandono de las tierras agropecuarias.
8
2.4 Estudios sobre Ecología Humana y Talleres de Diagnóstico
En el ejido Mario Souza se llevó a cabo un trabajo sobre la dinámica de la relación entre
la selva tropical y el ejido mediante un modelo formado por 4 sistemas: el medio ambiente
natural, el medio ambiente transformado, el medio ambiente artificial y el ejido (Toledo, 1976).
Se determinó el conocimiento que tienen los ejidatarios sobre su ecosistema; para ello se
aplicaron entrevistas a 70 ejidatarios, mediante catálogos con fotografías que incluían las especies
de la selva: 32 especies de plantas, 38 especies de mariposas, 30 especies de aves y 32 especies
de mamíferos (sin incluir quirópteros). Algunos de los datos obtenidos fueron nombre común de
la especie, usos, perjuicios, alimentación, predadores, comportamiento y abundancia. Sus
resultados demostraban que un muy alto porcentaje (superior al 90% en la mayoría de los casos)
de especies eran conocidas, además tuvieron un amplio conocimiento sobre las relaciones entre
las especies. Discute la importancia de variables: cantidad de recurso, productividad agrícola, el
crecimiento demográfico, el nivel tecnológico y la capacidad de regeneración del ecosistema.
Llega a la conclusión de que, a pesar del gran conocimiento de su ambiente por parte de los
ejidatarios, debido a las relaciones económicas que hay en el ejido, se ven obligados a destruir los
mecanismos de regeneración del ecosistema. Por lo cual es lógico pensar o decir que la aparición
del acahual y el desarrollo de la sucesión ecológica, dependen en gran medida de las decisiones
de las poblaciones humanas.
En el 2003 se llevaron a cabo talleres de diagnóstico rural participativo como parte del
proyecto de Conservación y Manejo de la biodiversidad bajo del suelo (CM-BDBS) dirigidos por
investigadores del INECOL; entre ellos participaron Isabelle Barois, Dan Bennak, José A.
García, Arturo Pizano, Martín de los Santos, Georgina Vidriales, Leticia Coria, Luz Ma.
Camarena y Daniel Palacios; así mismo contaron con el apoyo de la RED (Red de estudios para
el desarrollo rural, A.C.) (Barois, 2003a, 2003b). Estos talleres se llevaron a cabo en tres ejidos:
Adolfo López Mateos, Catemaco; Venustiano Carranza, Tatahuicapan de Juárez y en San
Fernando, Soteapan.
Entre los propósitos de éstos talleres se encontraron, determinar los tipos de suelo en las
comunidades, así como conocer la historia de manejo de los sistemas productivos de cada ejido.
9
Entre los productos de estos talleres, se elaboraron mapas temáticos por ejido (sobre el relieve,
uso de suelo, tipos de suelo, caminos y ríos), también se describió el perfil de los productores,
además se plasmaron calendarios (estacionales, festividades y actividades productivas-cultivo) y
describieron itinerarios técnicos de los sistemas de producción, relacionados a las actividades que
se realizan para la producción de algún cultivo.
Primero se llevó a cabo el taller en Adolfo López Mateos, posteriormente se realizaron los
demás talleres, para lo cual se contó con la participación de algunos ejidatarios de López Mateos.
Esto permitió que existiera un intercambio de conocimiento entre campesinos de diferentes
comunidades.
2.5 Manejo de acahuales
Los acahuales son muy productivos y pueden ser manejados de manera integral, es decir,
completa. Además, en el 50% de los acahuales de entre 15 y 20 años de edad hay especies de
rápido crecimiento y aprovechamiento maderable, entre ellas se encuentran la madera balsa, el
jonote, solerillo, caoba y ceiba. La utilización de los acahuales es conveniente debido a las
características que presentan, entre ellas destacan: son tierras de 2ª y 3ª clase y no compiten con
sistemas productivos (agricultura, ganadería y plantaciones), están produciendo gran cantidad de
materia orgánica, los productos que se obtienen son variados y la mayor parte con mercado
regional, las maderas que existen se pueden utilizar para diversos fines; además de que su manejo
es más fácil que el de las selvas naturales, pues la diversidad de especies es menor (Del Amo,
1999).
De acuerdo a Del Amo (1999) “El manejo en acahuales significa dirigir y acelerar el
proceso de sucesión hacia etapas más productivas que contengan un mayor número de plantas
útiles. Esto puede hacerse mediante la selección, el aclareo y el enriquecimiento”. La clave del
manejo reside en la etapa sucesional del acahual, pues dependiendo de ella, se sabrá que plantas
se podrán sembrar. “De tal manera que en los primeros años del acahual se deben introducir
herbáceas anuales, hortalizas y leguminosas; conforme pasan los años, los cultivos se reemplazan
por arbustos y éstos a su vez por cultivos perennes hasta llegar a los árboles. Ya cuando el
10
acahual se cierra, se podrán introducir plantaciones de sombra”. Cabe destacar que la misma
autora propone que antes de empezar con el enriquecimiento, se deben crear parcelas
demostrativas para poder seleccionar las especies mejor adaptadas.
De acuerdo al glosario de suelos de la Dirección General de Estadística e Información
Ambiental (DGEIA) de la SEMARNAT, se define al enriquecimiento de acahuales como "El
establecimiento de especies forestales maderables y no maderables de importancia económica en
los acahuales. El enriquecimiento del acahual minimiza el riesgo de su desmonte, garantiza la
protección del suelo, además de ofrecer una fuente complementaria de ingresos. Las especies
maderables utilizadas son el cedro rojo, la caoba y la primavera; y las no maderables son la palma
camedor, la vainilla y la palma pita. Todas las plantaciones se establecen siguiendo un arreglo
que permita el desarrollo de las demás especies del acahual".
Asimismo, de acuerdo a lo reportado por Morales et al. (2006), las especies maderables
usadas en acahuales pueden ser: cedro rojo, ceiba, cópite o trompillo, hormiguillo, melina, teca,
palo de rosa y caoba. En caso de que se pretenda producir leña, se recomienda usar: uña de gato,
guaje, tepehuaje, jobo y almendro.
El beneficio del manejo de acahuales deriva en que se pueden aprovechar los diferentes
usos de gran cantidad de plantas cultivadas y silvestres. Los usos pueden ser: maderable, postes,
leña, forraje, medicinal, frutal, chicle, horcones, fabricación de mecapales y como condimento
(Del Amo, 1999). El papel de los acahuales es reconocido debido a su utilidad, se puede
mencionar que incluso la vegetación secundaria aporta el doble de los productos obtenidos de las
selvas (Toledo et al., 1995). Además, el número de especies útiles dependen de la etapa
sucesional en la que se encuentra el acahual, ya que existe un aumento de éstas especies
conforme progresa la sucesión (Levy-Tacher, 2002).
Algunos árboles maderables para construcción, considerados como buenas maderas por
pobladores del municipio de Tatahuicapan de Juárez y que se encuentran en los acahuales son:
capulín, cocuite, encinos (amarillo, blanco y negro), escobilla, mango, palo mulato y solerillo.
También hay especies comestibles que se pueden extraer de los acahuales como: acotope,
11
axiquillo, café, coyole, chipile, granada, hoja blanca, jobo, quelite y uvillas. Todos estos
resultados se obtuvieron a partir de entrevistas a los pobladores de aquel municipio (LazosChavero y Paré, 2000).
De acuerdo a lo reportado por Paré (1997), en la región de Los Tuxtlas se ha trabajado
con proyectos encaminados al manejo de los acahuales con plantas nativas como la vainilla
(Vanilla planifolia), el mamey (Pouteria sapota) y la pimienta gorda (Pimenta dioica), todos
ellos apoyados por el Proyecto Sierra de Santa Marta (PSSM).
Una opción para aprovechar los acahuales puede ser el cultivo de la vainilla pues tiene
alto valor comercial, además de ser un ingreso extra para los campesinos. En estos sistemas se
han introducido leguminosas como cocuite (Gliricidia sepium) y pichoco (Erythrina sp.), esto
para que funcionen como soporte de los tallos trepadores de la orquídea; también se han
introducido especies maderables. El PSSM realizó en los años 90 un papel importante al apoyar
con capacitaciones, compra de insumos y tierra y organización del trabajo. En un principio el
cultivo de la vainilla se inició de manera colectiva, posteriormente fueron creciendo el número de
grupos y las comunidades; además se ampliaron las hectáreas destinadas al cultivo de la vainilla
lo que garantizó una mayor producción y compradores interesados. La introducción del cultivo de
la vainilla en los acahuales fue muy importante pues proporcionó una valorización a éstos y
también se empezó a prohibir el paso a estos espacios que antes se ocupaban para la recolección
de leña.
Además del cultivo de la vainilla, se pueden aprovechar las plantas silvestres que crecen
en los acahuales como lo menciona Paré (1997). Este programa consistió en la recolección de
plantas silvestres de acahuales y zonas arboladas, de esta manera se permitió la conservación de
ambas áreas y a la vez mejorar las condiciones económicas de dos comunidades: Miguel Hidalgo
y Zapoapan de Cabañas. Una de las plantas silvestres es la hoja santa o acuyo (Piper auritum) y
la otra es cultivada, la pimienta gorda. La parte que se aprovechó de ambas plantas fue la hoja y
la industrialización se basó en el secado de las hojas para disminuir su peso. Estas dos plantas,
junto con otras ocho, fueron los ingredientes de un té, el cual fue exportado a los Estados Unidos.
12
En 1994 el ingreso por día fue de 50 nuevos pesos, que en aquel entonces equivalían a 3 días de
trabajo a precios regionales.
Otra opción para el aprovechamiento de acahuales es el cultivo y manejo de palmas del
género Chamaedorea. Esta palma tiene varios usos, puede ser utilizada como follaje, plantas
vivas de ornato, artesanías, horticultura y alimento (Ramírez, 1997). Estas plantaciones se han
establecido en acahuales de diferentes edades en varios ejidos de la Sierra de Santa Marta; por
ejemplo en acahuales jóvenes y maduros del ejido Santa Marta del municipio de Soteapan, donde
las palmas se cultivaron en su mayoría en acahuales de entre 8 y 15 años de edad. Además dentro
del mismo municipio, en el ejido San Fernando las plantaciones estuvieron en acahuales jóvenes
o en maduros como en el ejido Plan Agrario perteneciente al municipio de Mecayapan (Ramírez,
2005). También en la región de Pajapan, Veracruz se ha hecho un manejo de los acahuales con el
cultivo de palma camedor (Aguilar, 2005), con la cosecha se obtienen ganancias anuales de
aproximadamente $25,600; se producen alrededor de 1,600 gruesas por hectárea cada año, y
llegan a valer entre $16.00 y $17.00. Se comercializa con la empresa Flor de Catemaco S. de R.L.
de C.V., la cual se encarga de la exportación, siendo prácticamente el único medio que realiza
esto.
Por lo tanto el cultivo y la extracción de la palma camedor, puede constituir una
alternativa económica para los campesinos de la zona y la vez se estaría conservando la
biodiversidad y evitando la deforestación (Ramírez, 1997), ya que para su crecimiento apropiado
requieren de la sombra de acahuales y selvas. Incluso se ha reportado que las plantaciones de
Chamaedorea hooperiana, se desarrollan mejor en acahuales, obteniéndose mayor producción
de hojas que en las selvas (Ramírez, 2005). Complementariamente, en un sistema agroforestal, la
palma se puede combinar con varios cultivos como café, cítricos, hule, macadamia, maderables,
vainilla, entre otras especies (Rodríguez, 1994). De acuerdo a un estudio realizado en
comunidades de la Sierra de Santa Marta (López-Cano y Castillo-Campos, 2009) se observó que
la mayoría de los acahuales fueron manejados por los ejidatarios, donde introdujeron cultivos
como café, cedro, caoba, pimienta, cítricos, guayaba, y palma camedor.
13
3. OBJETIVOS
GENERAL:
Evaluar la importancia económica y ecológica de la vegetación secundaria, derivada del
abandono de tierras, para dos comunidades con actividades productivas diferentes: Adolfo López
Mateos, actividades sustentables y Venustiano Carranza, ganaderas.
ESPECÍFICOS:
 Definir las coberturas de uso de suelo presentes en las parcelas, mediante el análisis de las
actividades productivas llevadas a cabo en cada ejido.
 Determinar la proporción de ejidatarios que cuentan con alguna porción de vegetación
secundaria.
 Señalar el patrón espacial de la vegetación secundaria.
 Identificar el uso de los terrenos antes del establecimiento de la vegetación secundaria.
 Reconocer las principales causas del abandono de tierras por parte de los ejidatarios.
 Reportar el conocimiento de los ejidatarios con relación a las especies de flora y fauna
presentes en los acahuales de sus parcelas.
 Conocer el manejo de los acahuales (presente y futuro posible).
 Describir la vegetación arbórea y arbustiva de dos etapas sucesionales (acahual joven y
maduro) en cada ejido.
14
4. MÉTODO
4.1 Área de Estudio
El presente trabajo de investigación se llevó a cabo en dos comunidades localizadas
alrededor de la Sierra de Santa Marta (SSM), en la región de Los Tuxtlas, específicamente en el
área de amortiguamiento de dicha zona. La selección de esta área se hizo precisamente por el
acelerado impacto de las actividades humanas cerca de la zona núcleo.
El estudio se realizó en los municipios de Catemaco y Tatahuicapan de Juárez (Figura 1).
Se seleccionaron diferentes municipios por las características que presenta cada uno,
principalmente por las desigualdades socioeconómicas, además de que constituyen un mosaico
cultural entre mestizos y popolucas. Dichos municipios y sus comunidades se ubican alrededor de
la zona núcleo de la Sierra de Santa Marta de la Reserva de la Biosfera de Los Tuxtlas (RBLT),
la sierra localizada entre los paralelos 18º08’ y 18º35’ y los meridianos 94º35’ y 95º02’ (Paré et
al., 1997). De acuerdo con la clasificación de Miranda y Hernández X. (1963), la vegetación del
área de estudio corresponde a la selva alta perennifolia. Conforme a la clasificación climática de
Köppen (modificada por García) el clima corresponde al cálido-húmedo Af (m), con lluvias la
mayor parte del año (Soto, 2004). En esta región la fragmentación es muy elevada,
principalmente debido a las actividades agropecuarias. Además se pueden encontrar parches de
vegetación secundaria de distintas etapas sucesionales (Arriaga et al., 2000).
Los ejidos estudiados (Figura 2) fueron: Adolfo López Mateos, perteneciente al municipio de
Catemaco (ALM) y Venustiano Carranza, del municipio de Tatahuicapan de Juárez (VC)
4.1.1 Ejido: Lic. Adolfo López Mateos
Comunidad: Adolfo López Mateos (El Marinero)
Se ubica en la región noroeste de la Sierra de Santa Marta, a lo largo del río Coxcoapan;
sus coordenadas son 94° 57' 46'' longitud oeste y 18° 26' 17'' latitud norte. El ejido se encuentra
entre los 200 y 700 m de elevación. En relación a la zonificación económico-ecológica de la
15
Sierra de Santa Marta elaborada por el PSSM (Paré et al., 1997), esta comunidad pertenece a la
zona de monte, por ende lo más representativo es la superficie forestal. Se localiza dentro de la
subzona de Aprovechamiento Sustentable de los Recursos Naturales de la zona de
amortiguamiento (CONANP-SEMARNAT, 2006). En esta zona todavía hay áreas de vegetación
conservada y acahuales en recuperación. Las tierras se encuentran muy cercanas a la zona núcleo.
Los tipos de suelos presentes en el ejido son: arcilloso, barriales, barrial-arcilloso, cascajo,
negro y rocoso. De acuerdo al relieve, los terrenos se encuentran en pendientes de 45°. El ejido
comprende 358 ha y tiene 39 ejidatarios. Los usos de suelo reportados en esta comunidad
incluyen: Selva alta (65%), acahual (17%), pastizal (7%), agroforestería (6%), zona urbana (4%)
y maíz (1%). Son más de 120 ha del ejido, las que conforman la selva. El área dedicada a la
siembra es my poca. El mapa elaborado por los ejidatarios muestra diferentes usos de suelo:
pastizal, ixtle, maíz, palma camedor, acahual, café, naranja, selva alta, reforestación de
maderables. La siembra de palma camedor, café y naranja, es un sistema agroforestal que bien se
da en el acahual y/o selva (Barois, 2003a).
4.1.2 Ejido: Venustiano Carranza
Comunidad: Venustiano Carranza
Se ubica en la región sureste de la Sierra de Santa Marta, sus coordenadas son 94° 45' 42''
longitud oeste y 18° 20' 36'' latitud norte. En cuanto a la elevación, se encuentra entre los 200 y
700 m. En relación a la zonificación económico-ecológica de la Sierra de Santa Marta elaborada
por el PSSM (Paré at al. 1997), esta comunidad pertenece a la zona ganadero-milpera, siendo lo
más representativo la superficie de pastizal. Se localiza entre las subzonas Aprovechamiento
Sustentable de los Recursos Naturales y Aprovechamiento Sustentable de los Ecosistemas de la
zona de amortiguamiento (CONANP-SEMARNAT, 2006). Mientras que en la primera subzona
todavía hay áreas de vegetación conservada y acahuales en recuperación, en la segunda hay
superficies poco significativas de fragmentos y acahuales de selva, dominando los arboles
aislados.
16
De acuerdo al taller de diagnóstico de Barois (2003b), los tipos de suelos en el ejido son:
tierra colorada granulosa, tierra negra con hojas, tierra blanda, poco arenosa y negra en los bordes
de los ríos. Y de acuerdo al mapa de uso de suelo que elaboraron los ejidatarios, se tiene que en el
ejido hay pastizal, ixtle, palma camedor, acahual, frutales, cultivo de azucena, selva, reforestación
(árboles nativos, maderables e introducidos).
Fuente: INEGI (2005), RAN (2006).
Figura 1. Área de estudio: dos comunidades de la Sierra de Santa Marta, Ver
17
Fuente: INEGI (2005), RAN (2006).
Figura 2. Ejidos de estudio: Lic. Adolfo López Mateos y Venustiano Carranza
18
4.2 Procedimiento
El levantamiento de datos en campo consistió en dos etapas: A) Entrevistas estructuradas,
B) Ubicación de acahuales en las parcelas de los ejidatarios y caracterización de la vegetación
arbórea y arbustiva de dos etapas sucesionales.
A) Entrevistas estructuradas
Para la realización de entrevistas, se eligieron como informantes clave a las autoridades
ejidales (Comisariados Ejidales). En el diseño de este cuestionario se consideraron indicadores
socioeconómicos y ecológicos con los siguientes elementos: constitución ejidal (número de ha y
ejidatarios), habla de lengua indígena, actividades productivas llevadas a cabo en el ejido y
productos comercializados, apoyos de gobierno que reciben y conocimiento local sobre la flora y
fauna de cada ejido. Las preguntas de las entrevistas se recogen en un cuestionario formado de 19
preguntas (Anexo 1: Características generales del ejido).
Además, el Comisariado Ejidal nos proporcionó un listado de ejidatarios que pudieran
tener alguna porción de acahual en sus parcelas (población objetivo) y después se seleccionó una
muestra de 10 ejidatarios (por ejido) para entrevistarlos. Para su selección fue importante abarcar
distintas características con el fin de obtener una representación del ejido, al incluir distintos
puntos de vista de la población. Se tomó en cuenta el uso del terreno, se seleccionó tanto a
ganaderos como agricultores; así mismo no se hizo distinción en el género (se entrevistaron tanto
a hombres como a mujeres); además se prefirieron las personas de edad mayor, pues podrían
tener más conocimientos acerca de la historia del ejido o su terreno; sin embargo se consideraron
varias edades (adultos jóvenes hasta adultos mayores).
Este segundo cuestionario se dirigió al conocimiento de la parcela de cada ejidatario, en el
cual se reunió información sobre: la calidad del suelo y las actividades productivas llevadas a
cabo por cada ejidatario. En la sección de acahuales: la localización del acahual, el uso previo del
terreno, la razón de abandono, el tiempo de descanso del terreno (edad), la superficie del acahual
19
(ha), el conocimiento local de la flora y fauna de los acahuales y el manejo actual y futuro de la
vegetación secundaria por cada ejidatario (Anexo 2: Parcelas con vegetación secundaria).
Las entrevistas se llevaron a cabo durante los meses de julio y agosto de 2010 y se
realizaron con la ayuda de una grabadora de audio y duraron aproximadamente de 30 a 45
minutos cada una.
B) Ubicación de acahuales en las parcelas de los ejidatarios y Caracterización de la vegetación
arbórea y arbustiva de dos etapas sucesionales
Para determinar la localización de los acahuales (de los ejidatarios entrevistadas), se
hicieron visitas guiadas (con apoyo de los pobladores) a las parcelas durante los meses de agosto
y noviembre de 2010. Se tomaron coordenadas del sitio que estaba representado por vegetación
secundaria, para lo cual se utilizó un GPS (siglas en inglés de Sistema de posicionamiento global)
modelo 60CSx GARMIN.
Por otro lado y con la finalidad de identificar la vegetación arbórea y arbustiva
(incluyendo palmas) de cada etapa sucesional (acahual joven y maduro) se llevaron a cabo
muestreos de la vegetación. Para esto, se realizaron visitas a dos parcelas (de diferentes edades y
siendo una de mayor edad que la otra) por ejido con alguna porción de selva secundaria. Las
visitas se hicieron durante los meses de agosto y noviembre de 2010.
En total se trabajó en 4 acahuales diferentes, los cuales constituyeron las unidades de muestreo
(UM), éstas se definieron como: Acahual joven de Adolfo López Mateos (AJ-ALM), Acahual
maduro de Adolfo López Mateos (AM-ALM), Acahual joven de Venustiano Carranza (AJ-VC) y
Acahual maduro de Venustiano Carranza (AM-VC).
En cada unidad de muestreo se realizó una descripción general de la composición arbórea
y arbustiva para tener una estimación de la vegetación que caracteriza cada etapa sucesional. Las
especies registradas fueron identificadas con la ayuda de un técnico de campo de la Universidad
Veracruzana.
20
Primero se realizó una inspección para conocer el acahual, esta consistió en hacer un
recorrido a la parcelas del ejidatario (para conocer la ubicación exacta). Después el muestreo se
llevó a cabo de la siguiente manera:
1. Se utilizó una cinta métrica de fibra de vidrio para trazar seis transectos, estos se ubicaron
y delimitaron de manera aleatoria.
2. Se midieron sólo los individuos del estrato arbóreo o arbustivo que quedaran dentro de un
área de un metro a cada lado del transecto, lo que se conoce como transecto de banda
(Ramírez, 2006). Para el tamaño de los transectos se modificó la metodología de Gentry
(1995). De esta manera se obtuvieron transectos de 30 X 2 m (sumando un área total de
360 m2 en cada acahual).
3. Sólo se analizaron las especies cuyo PAP (Perímetro a la altura de pecho) fue igual o
mayor a 10 cm, para que el DAP (Diámetro a la altura de pecho) fuera igual o mayor a 3
cm. Para esto se midió el PAP con cinta métrica y posteriormente se calculó el DAP, con
la fórmula Dap = Pap/Π.
4. Para cada planta se registró: el número de individuo, la especie y el DAP.
5. Adicionalmente se tomaron fotografías del área de muestreo (Anexo 6).
4.2.1 Análisis de la información
Se capturó la información de las entrevistas en una base de datos de Excel. A
continuación, se hizo un análisis estadístico descriptivo de las variables registradas en las
entrevistas. Por otro lado, se generó una base de datos con las coordenas de los acahuales en el
programa MapSource Versión 6.13.7 (GARMIN) con el fin de localizarlas en una imagen satélite
LANDSAT-ETM (Enhanced Thematic Mapper) y elaborar un mapa en un Sistema de
Información Geográfica (SIG) mediante el programa ArcMap 9.3 (ESRI). Para esto las
coordenadas fueron transformadas previamente a UTM (siglas en inglés del sistema de
coordenadas Universal Transversal de Mercator) Zona 15 mediante DNRGarmin (Versión
5.4.01) y almacenadas en formato shape file (.shp).
21
La información cartográfica ocupada para la elaboración de mapas, fue imagen satelital
LANDSAT-ETM de 30 m/pix del año 2000 (USGS), conjunto de datos vectoriales del marco
geoestadístico municipal INEGI (2005), así como límite ejidal RAN (2006).
Asimismo, se integraron los datos recabados a partir de los muestreos de la vegetación,
generando listados y tablas de las familias y especies presentes en distintos acahuales de selva,
denotando la riqueza de cada UM. Cabe mencionar que para la determinación de las familias,
nombres científicos (en entrevistas) o comunes (en muestreo) de las especies de plantas de la
vegetación secundaria, se consultaron listados de varios autores que habían trabajado en la región
de Los Tuxtlas: Arroyo-Rodríguez et al., 2009; Avendaño y Acosta, 2000; González-Soriano et
al., 1997; Gutiérrez y Dorantes, 2005; Ibarra-Manríquez et al., 1997a; Ibarra-Manríquez et al.,
1997b; Ibarra-Manríquez, 2007; Pennington y Sarukhán, 1968; Ramírez, 1999; Ricker y Daly,
1998; Rodríguez-Velázquez et al., 2009. También se consultaron listados de fauna para añadir los
nombres científicos, así como los autores de cada una de las especies (Coates y Estrada, 1986;
González-Christen, 2010; González-Soriano et al., 1997; Pérez-Higareda et al., 2007).
Posteriormente se determinó el Índice de Valor de Importancia (IVI) (Lamprecht, 1990;
Stiling, 1999) con el fin de analizar estructuralmente la vegetación, este valor se analiza con base
en los valores de densidad, frecuencia y dominancia. Además permite reconocer la relevancia
ecológica relativa de cada especie en una comunidad vegetal (Mostacedo y Fredericksen, 2000).
La suma total de los valores relativos de cada parámetro debe ser igual a 100 y los valores de
importancia de todas las especies sumados serán de 300.
Los distintos calculados efectuados fueron:
La densidad = Número de individuos de una especie por unidad de área
La densidad relativa =
Densidad de la especie
Número total de individuos encontrados
22
X 100
La frecuencia = Número de transectos en los que aparece la especie
La frecuencia relativa =
Frecuencia de la especie
X 100
Número total de transectos de todas las especies
La dominancia = Área Basal total de cada especie
El área basal de cada especie se calculó partir del DAP. Para esto se utilizó la fórmula:
AB (Área Basal) = Π /4 X (DAP)2
La dominancia relativa =
Dominancia de la especie
X 100
Área basal total de todas las especies
IVI = Densidad relativa + Frecuencia relativa + Dominancia relativa
De igual manera fue calculada la diversidad beta (β) con el propósito de evaluar las
diferencias (recambio) entre las especies de dos comunidades. De acuerdo a Halffter et al. (2001),
la diversidad beta puede calcularse entre fragmentos lejanos del mismo tipo de vegetación, en
este caso para establecer las diferencias entre acahual joven y maduro y entre acahuales de dos
ejidos. Esta diversidad fue evaluada con base en índices o coeficientes de similitud de Jaccard y
SØrensen (Moreno, 2001) a partir de datos cualitativos basados en la presencia o ausencia de
especies. Para calcular los índices de SØrensen y Jaccard, se requiere el número de especies
compartidas entre dos comunidades y el número de especies propias de cada comunidad. La
diversidad beta calculada a partir de estas medidas deberá presentar valores mínimos de 0 y
máximos de 1, el 0 se refiere a disimilitud y 1 a similitud. Si los valores de éstos índices son
altos, se interpretan como baja diversidad beta (similitud elevada), mientras que sin son bajos
reflejan alta diversidad beta (alta disimilitud).
23
Para el cálculo de dichos índices se siguieron las siguientes fórmulas:
Coeficiente de similitud de Jaccard
Ij =
Coeficiente de similitud de SØrensen
Is = 2c l
a+b
donde
a = número de especies presentes en el sitio A
b = número de especies presentes en el sitio B
c= número de especies compartidas en ambos sitios
24
c o
a+b-c
5. RESULTADOS
Mediante la realización de las entrevistas se obtuvieron dos tipos de información, por un
lado datos que nos muestran el panorama general de los ejidos, y por otro lado, datos referentes
específicamente a los acahuales. Adicionalmente se generó información relacionada al muestreo
de la vegetación.
5.1 Generalidades de cada ejido
Los ejidatarios de Adolfo López Mateos (ALM) han decidido conservar voluntariamente
los remanentes de vegetación que se encuentran en sus parcelas, de manera que la vegetación
conservada ocupa alrededor del 80% de la superficie total del ejido, incluyendo la reserva ejidal
(Tabla 1). Actualmente el ejido se encuentra dentro del programa de pago por servicios
ambientales hidrológicos (PSAH) impulsado por la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR).
Desde 1997, la comunidad emprendió el ecoturismo campesino y forma parte de la Red de
Ecoturismo Comunitario de Los Tuxtlas (RECT), además el ejido tiene la certificación de la
Norma Nacional de Sustentabilidad del Ecoturismo (NMX-AA-133-SCFI-2006).
En el ejido Venustiano Carranza (VC), la mayoría de los ejidatarios cuentan con
vegetación conservada dentro de las parcelas, aproximadamente 15 personas no tienen. Una
porción del ejido se decidió conservar debido al tipo de terreno que presenta (Tabla 1) y
constituye la reserva ejidal. A pesar de tener más de 40 años con esta reserva, los ejidatarios no
han recibido algún apoyo por estar conservándola. Ya han intentado obtener el apoyo del PSAH,
pero no se les ha otorgado, además los ejidatarios no se encontraban muy seguros para
incorporarse al programa, puesto que el dinero que les ofrecían era $300.00 por ha al año.
A. Actividades productivas
De acuerdo a los datos proporcionados por el Comisariado Ejidal de ALM, la superficie
destinada para la siembra es de 35 ha; sólo algunos ejidatarios se dedican a la agricultura
25
tradicional, cultivándose maíz en la modalidad de autoconsumo. Alrededor de cuatro ejidatarios
se dedican a la ganadería y venden sus productos en Catemaco.
Tabla 1. Características generales de los ejidos de estudio
Características / Ejidos
Adolfo López Mateos
Venustiano Carranza
Lengua Indígena
Superficie del Ejido (ha)
Número de ejidatarios
Hectáreas por Ejidatario
Actividad productiva más
practicada
Apoyos de gobierno
actuales
Superficie de la Reserva
ejidal (ha)
Tipo de terreno de la
reserva
Aprovechamiento de la
reserva
No
395
38
3-6*
Ecoturismo
No
971
56
18-22
Ganadería
PROCAMPO1,
OPORTUNIDADES
100
OPORTUNIDADES. 70 y más,
PROCAMPO, PROGAN2
280-300**
Quebrado
Coberturas del terreno
(Asociaciones vegetales)
Selva, sistemas agroforestales
(café, pimienta, palmas
camedor), acahuales
Poseen gran conocimiento sobre
lo que pasa en la naturaleza. Han
sido beneficiados al recibir gran
cantidad de talleres enfocados a
resolver la problemática
ambiental y sobre el ecoturismo.
Quebrado, no apto para
ganadería y lejano del poblado
Siembra de palma camedor,
madera para uso doméstico
(legal).
Selva, acahuales, pastizales y
diversas plantaciones
(maderables y no maderables)
Conocen los servicios que nos
ofrecen los ecosistemas y
procuran proteger principalmente
la vegetación que se encuentra en
las orillas de los ríos (vegetación
riparia).
Conciencia ecológica de
la población
Ecoturístico
*Adicionalmente cada ejidatario es dueño de 4 ha en la zona de uso común, ubicadas en la zona de reserva (porción de
vegetación conservada). **Se encuentra repartida entre los ejidatarios.
1
Programa de Apoyos Directos al Campo.
2
Programa de Producción Pecuaria Sustentable y Ordenamiento Ganadero y Apícola
La mayoría de los ejidatarios se dedican a la siembra de algún cultivo y a la venta del
mismo. El manejo de los recursos naturales se realiza mediante la siembra de cultivos bajo
sombra, ya sea de la selva o de los acahuales. La palma camedor forma parte de los principales
cultivos y se vende por gruesa (formada de 144 hojas) a la empresa Flor de Catemaco (Tabla 2).
26
A través de las entrevistas, se observó que generalmente la mayoría de los ejidatarios se
dedican a más de una actividad además del campo. Entonces, además del campo, la gente realiza
diferentes oficios.
Tabla 2. Principales productos comercializados en el ejido Adolfo López Mateos
Cultivo
Café
Pimienta
Palma cola de pescado
Palma camedor o negrita
Palma mayan
Precio
$10.50 kg seco, $4.00 kg maduro
$7.00 kg
$35.00
$21.00 gruesa
$23.00 gruesa
Una de las actividades de la que se benefician los pobladores es la piscicultura, se dedican
al cultivo de tilapia y el agua que utilizan para mantener los estanques la obtienen del río que
bordea el ejido. También hay ejidatarios que encuentran en la artesanía otro ingreso. Otros que
desempeñan algún oficio como carpintería y albañilería.
Últimamente, es el ecoturismo la actividad que ha tenido más impacto económico. En el
ejido existe una sociedad ecoturística conformada de 38 miembros, de los cuales,
aproximadamente la mitad son hombres y la otra mitad mujeres. Los socios están organizados en
cinco comisiones, la comisión de administración, de hospedaje, de guías, de comidas y de
vigilancia. Los turistas eligen el paquete (incluye alimentos, hospedaje, recorrido) de cuatro días
con un costo de $2,200.00.
De acuerdo a los datos proporcionados por el Comisariado Ejidal de VC, no hay una
superficie destinada para la siembra, pues no se dan los cultivos, por lo que no hay ejidatarios que
se dediquen a la agricultura. La actividad más practicada es la ganadería cubriendo alrededor del
60% del ejido; algunos de los ganaderos la realizan bajo un manejo silvopastoril. Lo que se
produce se vende ahí mismo, o lo comercializan en Tatahuicapan o Minatitlán. Además de estos
productos existen otros que se comercializan (Tabla 3).
27
Otra planta, que la mayoría de los ejidatarios tiene, es el ixtle (Aechmea magdalenae),
actualmente hay como 26 ha. Estas plantaciones resultaron de un proyecto y cuando se empezó la
producción se vendía a $200 el kg, venían compradores de Oaxaca. Incluso hubo talleres y
asistieron algunos pobladores para aprender a raspar, lavar, secar el ixtle; también les enseñaron a
bordar. Sin embargo, el proyecto no funcionó, pues “era mucho trabajo y pagaban muy poco”,
además de que la máquina que tienen en el ejido dejó de funcionar. En la actualidad el ixtle ha
dejado de ser aprovechado debido a la falta de compradores.
Tabla 3. Principales productos comercializados en el ejido Venustiano Carranza
Cultivo
Leche
Carne
Palma camedor o negrita
Flor de chocho
Precio
$3.50 lt
$11.00 kg. $13.00 kg novillo, $17.50
becerro de engorda
$20.00 gruesa
$10.00-$15.00 mano (5 chochos)
Así mismo, algunos ejidatarios contaban con vainilla (Vanilla sp.), la cual también resultó
de un proyecto, pero al igual que el ixtle, ésta ya no se aprovecha más pues la continuidad del
proyecto no siguió. Otro cultivo que dejó de practicarse fue el de la flor de azucena (Lillium
candidum), este era comercializado hasta que fue infectado por una plaga. Desde entonces ya no
se continúa con la venta. El precio oscilaba entre $15.00 la docena.
B. Apoyos de gobierno
Los ejidatarios que se dedican a la ganadería en ALM, no reciben apoyo del PROGAN.
Por otro lado, de parte del PROCAMPO reciben entre $1,000.00 a $1,360.00. El monto otorgado
por el PSAH asciende a $57,000.00 pesos anuales para todo el ejido, esta cantidad se divide de
manera que a cada ejidatario le corresponde entre $1,200.00 y $2,400.00 (de acuerdo a la
superficie conservada).
En VC, el PROCAMPO apoya los ejidatarios por el pasto y les pagan en cada ciclo. A los
que tienen cinco hectáreas, o menos, les pagan $1,300.00 por ha, mientras que los que cuentan
28
con más de cinco reciben $967.00 por ha. En el caso de PROGAN, los apoyan por cada ciclo o
anualmente, al año les dan $6,000.00 o $375.00 por cabeza.
Anteriormente, los ejidatarios de Venustiano Carranza tuvieron el apoyo de PRODEPLAN
(Programa para el Desarrollo de Plantaciones Forestales Comerciales) y del Programa ProÁrbol
para reforestación; reforestaron en los potreros, acahuales y selvas con pino, roble, cedro, caoba,
primavera. Los ejidatarios estuvieron interesados en reforestar para que en un futuro le pudieran
dar un aprovechamiento a esas plantaciones forestales (vender la madera). Aproximadamente en
el ejido hay 280 ha con reforestación. También la dirección de La Reserva de la Biósfera de Los
Tuxtlas (CONANP) los apoyó con materiales y cerco eléctrico para el módulo silvopastoril.
C. Conocimiento local de la flora y fauna
En ambos ejidos existe gran variedad de especies de plantas y animales, se hace mención
de las especies que se encuentran en la zona conservada principalmente, aunque también pueden
hallarse en otras zonas del ejido (Tabla 4 y 5).
Tabla 4. Flora presente en la vegetación selvática de los ejidos
Nombre común
Laurel
Palo blanco
Súchil negro
Súchil amarillo
Tomatillo
Sabino
Chancarro
Cedrillo
Cocuite
Ceibillo
Limoncillo
Amate
Zapotillo
Palo colorado
Chicozapote
Caoba
Ojoche
Rosa morada
Nombre científico
Nectandra ambigens
Tabebuia guayacan
Cordia megalantha
Cordia alliodora
Pseudolmedia oxyphyllaria
Guarea grandifolia
Cecropia obtusifolia
Virola guatemalensis
Gliricidia sepium
Maytenus schippii
Siparuna andina
Ficus yoponensis
Cynometra retusa
Cupania macrophylla
Manilkara zapota
Swietenia macrophylla
Brosimum alicastrum
Lonchocarpus cruentus
29
Ejido
ALM

















Ejido
VC







Tabla 4.
(Continuación)
Nombre común
Nombre científico
Zapote
Barí
Palo verde
Cañamaso
Apipí
Paque
Corpo
Tepesuchil
Guasimo
Palo amargo
Tamani
Palo mulato
Colorín
Chocho
Cola de pescado
Mayan
Tepejilote
Brillosa
Negrita
Carrete
Caobilla
Palo de asta
Higuera
Gaga
Pouteria sapota
Callophylum brasiliense
Ilex belizensis
Cojoba arbórea
Diphysa robinoides
Dialium guianense
Vochysia guatemalensis
Terminalia amazonia
Guazuma ulmifolia
Vatairea lundellii
Inga vera
Bursera simaruba
Erythrina folkersii
Astrocaryum mexicanum
Chamaedorea. ernesti-augusti
Chamaedorea hooperiana
Chamaedorea tepejilote
Chamaedorea oblongata
Chamaedorea elegans
Ejido
ALM









Ejido
VC





















Cuatro variedades
Tabla 5. Fauna presente en la vegetación selvática de los ejidos
Nombre común
Mono araña
Mono aullador
Ocelote
Tigrillo
Jaguarundi
Tepezcuintle
Temazate
Armadillo
Martucha
Cacomixtle
Mapache
Serete
Venado
Pecarí de collar
Nombre científico
Ateles geoffroyi
Alouatta palliata
Leopardus pardalis
Leopardus wiedii
Herpailurus yagouaroundi
Cuniculus paca
Mazama americana
Dasypus novemcinctus
Potos flavus
Bassariscus sumichrasti
Procyon lotor
Dasyprocta mexicana
Odocoileus virginianus
Pecari tajacu
30
Ejido
ALM











Ejido
VC






Tabla 5.
(Continuación)
Nombre común
Tejón
Oso hormiguero o
brazo fuerte
Conejos
Ardillas
Iguana
Víboras
Hocofaisan
Tucán
Cotorros
Perdiz
Faisán
Pepe
Gavilán
Chachalaca
Paloma
Nombre científico
Ejido
ALM
Nasua narica
Tamandua mexicana
Sylvilagus brasiliensis
Sylvilagus floridanus
Sciurus deppei,
Sciurus aureogaster
Iguana iguana
Atropoides olmec,
Bothrops asper
Crax rubra
Ramphastos sulfuratus
Amazona spp.
Geotrygon carrikeri
Penelope purpurascens
Cyanocorax morio
Accipiter bicolor
Ortalis vetula
Patagioenas nigrirostris
Ejido
VC















5.2 Vegetación secundaria (acahuales) de los ejidos Adolfo López Mateos y Venustiano
Carranza
Del total de ejidatarios de Adolfo López Mateos, la mayoría de ellos (aproximadamente
85%) tiene acahual. Como producto de las entrevistas a ejidatarios se construyó una base de datos
con la información de 13 acahuales.
Del total de ejidatarios de Venustiano Carranza, una gran parte de ellos (alrededor del 72%) tiene
acahual. Se construyó una base de datos con la información de 11 acahuales (uno de ellos
ubicado en la parcela escolar) como producto de las entrevistas.
Los ejidatarios argumentaban que dentro de su parcela, los acahuales se localizan junto a
pastizales, milpas, plantaciones maderables y selvas, sin embargo hay que destacar que
mayormente se encuentran junto a las selvas en el ejido ALM y junto a pastizales en el ejido VC.
31
A. Uso de Suelo en la muestra de parcelas
El 50% de los informantes de ALM aseguró que actualmente la calidad del suelo para la
siembra de algún cultivo es buena y que hace 20 años o desde el tiempo en que llegaron, la
calidad era mejor (40% de los informantes), aunque el 30% dice que era peor, pues había muchas
lluvias. En VC, hubo diferentes opiniones sobre la calidad del suelo para la siembra, el 50% de
los ejidatarios afirma que es mala (no se dan los cultivos) y hace 20 años era igual (de acuerdo al
60% de los informantes). El 40% menciona que por ahora es buena pero tiempo atrás era peor
(infértil, con muchas lluvias y deslaves).
De acuerdo a las actividades productivas practicadas por la muestra de ejidatarios, se
establecen las coberturas del suelo de cada ejido; por esta razón se obtuvieron diferentes
categorías entre cada ejido. En la parte de cultivos sólo se hace referencia a las áreas destinadas a
este fin dentro de sus parcelas; sin embargo no se tomaron en cuenta los otros cultivos que se
encuentran dentro de la selva o el acahual.
Si nos enfocamos en los cultivos bajo sombra de selva y acahual de ALM, tenemos que en
la selva es donde hay más cultivos (palma camedor y mayan) el 70%. Y en el acahual (30%)
encontramos, además de las palmas, especies maderables y frutales. En VC, las plantaciones de
ixtle se encuentran bajo sombra de selva, selva-acahual y acahual.
En el ejido ALM se diferenciaron 4 coberturas de suelo (Figura 3). De acuerdo a la
proporción de las coberturas, podemos decir que la principal es la selva, lo que significa que los
campesinos están conscientes del significado de conservación. En segundo lugar le sigue el área
de acahual, que sería lo más cercano a la selva. Después están los pastizales, en los cuales no hay
mucho ganado vacuno, además es importante destacar que los pastizales tienen árboles aislados y
cultivos dentro de ellos, como: laurel (Nectandra ambigens), súchil (Cordia megalantha), limón
dulce (Citrus aurantifolia), mandarina (Citrus reticulata), plátano macho (Musa balbisiana),
plátano roatán (Musa sapientum), por mencionar algunos. Y en última proporción se encuentran
los cultivos.
32
Figura 3. Tipos de coberturas del suelo de la muestra de parcelas de Adolfo López Mateos
En el ejido VC hay 8 diferentes coberturas de suelo (Figura 4). De acuerdo a la superficie
que ocupan, la principal cobertura es de pastizal. Aquí, al igual que ALM, hay árboles aislados
tales como: nanche (Byrsonima crassifolia), aguacate (Persea americana), naranjo (Citrus
sinensis), guayabo (Psidium guajava), palo de uvero (Coccoloba hondurensis), mango
(Mangifera indica), amate (Ficus sp.) y corpo (Vochysia guatemalensis). Después sigue el área
de acahual, representado por una gran proporción. El siguiente uso resulta de la combinación
entre plantaciones forestales y pastizal, con el que se obtiene una producción forestal y pecuaria.
El próximo uso sería la selva, seguido de la combinación entre selva y acahual. A continuación
esta la zona de cultivos (representan una mínima proporción pues la gente ya no siembra) y luego
las plantaciones forestales. Finalmente esta una pequeña proporción de azucena, es muy poco
pues solo la esta cultivando un ejidatario.
33
Figura 4. Tipos de cobertuas del suelo de la muestra de parcelas de Venustiano Carranza
Con base en estas categorías podemos comparar la proporción con vegetación menos
perturbada de algunas parcelas de ALM y la más perturbada (pastizal, cultivos). Así el 74.74% de
la superficie analizada representa lo menos perturbado y el 25.26% corresponde a lo más
perturbado. En VC prácticamente sucede lo mismo, el 68% es vegetación con menor perturbación
y la superficie con mayor perturbación ocupa el 32% del ejido.
B. Uso Previo del terreno
En ALM, cuando se trabajó la tierra, el principal uso fue el agrícola (53.85%) y el maíz
era el cultivo mayormente sembrado, aunque también sembraban café, cacahuate, plátano y yuca.
También se practicaban actividades pecuarias (15.38%). Adicionalmente se reportaron otras
categorías que no se consideran un uso como tal, sin embargo es importante mencionarlas. En
una de estas categorías, los campesinos desconocen cuál fue el uso, puesto que el acahual ya
existía desde que compraron el terreno (23.08%). La otra (7.69%) se refiere a que la parcela tenía
cobertura forestal y ésta fue deforestada (Figura 5).
34
Figura 5. Uso previo del terreno en Adolfo López Mateos
En VC, había 2 usos (Figura 6) cuando se trabajó la tierra, el principal fue el agrícola
(45.46%), mayormente se sembraba maíz aunque también sembraban frijol, arroz, piña y plátano.
El otro uso fue el pecuario (18.18%). También en este ejido, alguno campesinos desconocen cuál
fue el uso, pues desde que adquirieron el terreno, la vegetación ya empezaba a regenerarse
(36.36%).
Figura 6. Uso previo del terreno en Venustiano Carranza
35
C. Razones de abandono de tierras
En ALM, se concentraron cuatro razones de abandono de sus tierras (Figura 7).
Principalmente la tierra se dejo de trabajar por dos razones, la primera por el terreno inadecuado
(38.46%), el cual era pobre en nutrientes, muy quebrado con una pendiente considerable o muy
pedregoso; la segunda fue porque los precios de lo que se sembró no eran redituables (38.46%).
Las demás razones estuvieron en menor proporción, como la localización del terreno, por
encontrarse muy lejos del poblado (15.39%) y sólo un acahual se dejó por motivos económicos
(7.69%).
En VC, se concentraron cuatro razones de abandono de las tierras (Figura 8). Hay una
razón principal con la que la mayoría de los ejidatarios concuerdan (63.64%), el abandono de
tierras se debió a que el terreno era inadecuado para los cultivos. El resto tuvo diferentes razones
ya sea por decisión de mantener una parte de vegetación (18.18%), por la edad avanzada del
ejidatario que ya no le permitía trabajar (9.09%) o por la ubicación de su parcela, por encontrarse
cerca del río y la consiguiente imposibilidad de acceso en época de lluvias (9.09%).
Figura 7. Razón de abandono de la tierra en Adolfo López Mateos
36
Figura 8. Razón de abandono de la tierra en Venustiano Carranza
D. Edad del Acahual
En ambos ejidos los acahuales tuvieron un amplio rango de edades (desde fecha de
abandono), a partir de 6 hasta 35 años en ALM y desde 4 hasta 20 años en VC, aunque los más
abundantes en ambos ejidos son los de 10 años de edad. Las edades de los acahuales se agruparon
en clases (Tabla 6) y también se clasificaron los acahuales de acuerdo a la etapa a la que
pertenecen (acahual joven o maduro) tomando en cuenta la edad (Tabla 7). Se agruparon como
acahuales jóvenes a todos aquellos de 1 a 10 años de edad y como acahuales maduros los
mayores de 10 años.
Tabla 6. Edad de los acahuales (desde fecha de abandono) en ambos ejidos
Ejidos
ALM
VC
1-5
0
2
Edades (años)
6-10
11-15
8
3
5
2
37
+ de 15
2
2
Tabla 7. Etapa sucesional de los acahuales en ambos ejidos
Ejidos
ALM
VC
Etapa sucesional
Joven
Maduro
61.54%
38.46%
63.64%
36.36%
E. Superficie de Acahual
En ALM, el acahual generalmente ocupa menos del 50% del total de la parcela (Tabla 8).
Sólo dos parcelas están cubiertas de acahual en su totalidad (Figura 9). Además, existe una
parcela con dos tipos de acahuales, de manera conjunta representan el 50% del total de la
superficie de la parcela.
Tabla 8. Superficie de acahual respecto al tamaño total de la parcela en Adolfo López
Mateos
Acahuales Superficie
(ha)
A
0.5
B
1
C
2
0.75
D
E
0.5
F
0.5
G
1.5
H
2.5
I
0.0625
J
0.75
K
0.75
1
L
M
2.5
Total parcela
(ha)
3.75
5
5.5
0.75
6
3
4
2.5
1.5
3
3
6
6
38
Porcentaje
de acahual
13.33
20.00
36.36
100.00
8.33
16.67
37.50
100.00
4.17
25.00
25.00
16.67
41.67
Figura 9. Relación de la superficie de acahual y el total de la parcela en Adolfo López
Mateos
En VC, hay que recalcar que en 4 parcelas, los ejidatarios no definieron la superficie
exacta del acahual, por lo que se tomo en cuenta un área conformada por acahual con selva o
acahual con plantaciones y pastizal (Tabla 9). Sólo hay un caso en el que la superficie del acahual
representa el total de la parcela, el resto ocupa una superficie menor al 50% (Figura 10).
Tabla 9. Superficie de acahual respecto al tamaño total de la parcela en Venustiano
Carranza
Acahuales
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
K
Superficie
(ha)
4
5*
1.5
8
7 **
5
5*
1.5*
4
2
23
Total parcela
(ha)
20
17
10.5
17.8
17
20
20
4.5
18
19
23
Porcentaje
de acahual
20.00
29.41
14.29
44.94
41.18
25.00
25.00
33.33
22.22
10.53
100.00
* En conjunto con la selva ** En conjunto con plantaciones y pastizal
39
Figura 10. Relación de la superficie de acahual y el total de la parcela en Venustiano
Carranza
F. Conocimiento local de la flora y fauna en acahuales
Los resultados de las entrevistas arrojaron una variedad de especies vegetales que se
localizan en los acahuales de cada ejido (Tabla 10). Algunas especies son exclusivas de cada
ejido.
Tabla 10. Flora representativa de los acahuales en los ejidos Adolfo López Mateos y
Venustiano Carranza
Nombre
común
Abasbabi
Aguacate
Amate
Apipi
Barí
Café
Canela
Caoba
Capulín
Nombre científico
Familia
Poulsenia armata (Miq.) Standl.
Persea americana Mill.
Ficus yoponensis Desv.
Diphysa robinioides Benth.
Calophyllum brasiliense Cambess.
Coffea arabica L.
Quararibea funebris (La Llave) Vischer
Swietenia macrophylla King
Conostegia xalapensis (Bonpl.) D. Don ex DC.
Moraceae
Lauraceae
Moraceae
Fabaceae
Guttiferaceae
Rubiaceae
Bombacaceae
Meliaceae
Melastomataceae
40
Ejido
ALM




Ejido
VC






Tabla 10.
(Continuación)
Nombre
común
Cedrillo
Cedro
Ceiba
Chagane
Chalahuite
Chancarro
Chicozapote
Chocho
Corpo
Cuapetate o
Guapetate
Corcho
Cordoncillo
Frijolillo,
cañamazo,
palo de
chango
Guanábana
Guasimo
Guayabo
Gusano
Ixtle
Jonote
Laurel
Limoncillo
Majagua
Nombre científico
Familia
Virola guatemalensis (Hemsl.) Warb.
Cedrela odorata L.*Pr
Ceiba pentandra (L.) Gaertn.
Platymiscium pinnatum (Jacq.) Dugand
Inga vera Willd.
Cecropia obtusifolia Bertol.
Manilkara zapota (L.) P. Royen
Astrocaryum mexicanum Liebm. ex Mart.
Vochysia guatemalensis Donn. Sm.
Trichospermum galeottii (Turcz.) Kosterm.
Myristicaceae
Bombacaceae
Bombacaceae
Fabaceae
Fabaceae
Cecropiaceae
Sapotaceae
Arecaceae
Vochysiaceae
Tiliaceae
Omphalea oleifera Hemsl.
Piper sp. L.
Cojoba arbórea (L.) Britton & Rose
Euphorbiaceae
Piperaceae
Fabaceae


Annona muricata L.
Guazuma ulmifolia Lam.
Psidium guajava L.
Lonchocarpus pallid Killip
Aechmea magdalenae (André) André ex Baker
Heliocarpus appendiculatus Turcz.
Nectandra ambigens (S. F. Blake) C. K. Allen
Siparuna andina (Tul.) A. DC.
Hibiscus tiliaceus L.
Belotia mexicana (DC.) K. Schum.
Trema micrantha (L.) Blume
Annonaceae
Sterculiaceae
Myrtaceae
Papilionaceae
Bromeliaceae
Tiliaceae
Lauraceae
Siparunaceae
Malvaceae
Tiliaceae
Ulmaceae

Citrus reticulata Blanco
Rutaceae

Brosimum alicastrum Sw.
Moraceae

Vatairea lundellii (Standl.) Killip ex Record *P
Bursera simaruba (L.) Sarg.
Dendropanax arboreus (L.) Decne. & Planch.
Fabaceae
Burseraceae
Araliaceae
Guarea glabra Vahl
Meliaceae
Ilex belizensis Lundell
Dialium guianense (Aubl.) Sandwith
Pimenta dioica (L.) Merr.
Cochlospermum vitifolium (Willd.) Spreng.
Tabebuia guayacan (Seem.) Hemsl.
Arquifoliaceae
Fabaceae
Myrtaceae
Cochlospermaceae
Bignoniaceae
Mata
caballo
Naranja
mandarina
Ojoche,
ojochi o
ramón
Palo amargo
Palo mulato
Palo de agua
Palo de asta
Palo de
bejuco
Palo verde
Paque
Pimienta
Pongolote
Primavera,
palo blanco
41
Ejido
ALM


Ejido
VC
































Tabla 10.
(Continuación)
Nombre
común
Sabino
Solerillo
Suchil o
súchil negro
Súchil
blanco
Tepejilote
Tepesuchil
Tepexin
Tomatillo
Totogapolin
Urera
Zapote
mamey
Zapotillo
Nombre científico
Familia
Guarea grandifolia DC.
Cordia alliodora (Ruiz & Pav.) Oken
Cordia megalantha S.F. Blake
Meliaceae
Boraginaceae
Boraginaceae
Cordia sp. L.
Boraginaceae
Chamaedorea tepejilote Liebm. ex Mart.
Terminalia amazonia (J. F. Gmel) Exell
Cupania glabra Sw.
Pseudolmedia oxyphyllaria Donn. Sm.
Tournefortia glabra L.
Urera caracasana (Jacq.) Gaudich. ex Griseb.
Pouteria sapota (Jacq.) H.E. Moore & Stearn
Arecaceae
Combretaceae
Sapindaceae
Moraceae
Boraginaceae
Urticaceae
Sapotaceae

Cynometra retusa Britton & Rose
Fabaceae

Ejido
ALM



Ejido
VC








* Se encuentran en alguna categoría de riesgo según la NOM-059-SEMARNAT-2010 (SEMARNAT, 2010). Pr=Sujeta a protección
especial y P=En peligro de extinción.
En total se mencionaron 56 especies, de las cuales 31 son exclusivas de ALM y 19 de VC,
mientras que las especies compartidas son sólo 6 especies.
De acuerdo a la información proporcionada por los ejidatarios, las mismas especies
observadas en los acahuales (Tabla 11) se encuentran en las selvas. Fueron 27 especies
mencionadas.
Tabla 11. Fauna representativa de los acahuales en los ejidos Adolfo López Mateos y
Venustiano Carranza
Nombre
común
Iguana
Culebras
Víboras:
Nauyaca
Chachalaca
Cotorro
Faisán
Nombre científico
Familia
Ejido
ALM
Ejido
VC


Iguana iguana Linnaeus, 1758 *Pr
Iguanidae
Atropoides olmec Pérez-Higareda, H.M. Smith &
Juliá-Zertuche, 1985 *End A
Bothrops asper Garman, 1884
Ortalis vetula Wagler, 1830
Amazona spp. Lesson, 1830 *P
Penelope purpurascens Wagler, 1830 *A
Viperidae

Cracidae
Psittacidae
Cracidae



42
Tabla 11.
Nombre
común
Chachalaca
Cotorro
Faisán
Hocofaisán
Gavilán
Perdiz
Tucán
Ardillas
Armadillo
Cacomixtle
Conejos
Pecarí de collar
Mapache
Martucha
Serete
Tejón
Temazate
Tepezcuintle
Tlacuache
Tuza
Venado
(Continuación)
Nombre científico
Ortalis vetula Wagler, 1830
Amazona spp. Lesson, 1830 *P
Penelope purpurascens Wagler, 1830 *A
Crax rubra Linnaeus, 1758 *A
Accipiter bicolor Vieillot, 1817 *A
Geotrygon carrikeri Wetmore, 1941 *End P
Ramphastos sulfuratus Lesson, 1830 *A
Sciurus deppei Peters, 1863
Sciurus aureogaster F. Cuvier, 1829
Dasypus novemcinctus Linnaeus 1758
Bassariscus sumichrasti de Saussure, 1860 *Pr
Sylvilagus brasiliensis Linnaeus, 1758
Sylvilagus floridanus J. A. Allen, 1890
Pecari tajacu Linnaeus, 1758
Procyon lotor Linnaeus, 1758
Potos flavus Schreber, 1774 *Pr
Dasyprocta mexicana de Saussure, 1860
Nasua narica Linnaeus, 1766 * End A
Mazama americana Erxleben, 1777
Cuniculus paca Linnaeus, 1766
Didelphis marsupialis Linnaeus, 1758
Orthogeomys hispidus Le Conte, 1852
Odocoileus virginianus Zimmermannn, 1780
Familia
Cracidae
Psittacidae
Cracidae
Cracidae
Accipitridae
Columbidae
Ramphastidae
Sciuridae
Ejido
ALM
Ejido
VC









Dasypodidae
Procyonidae
Leporidae


Tayassuidae
Procyonidae
Procyonidae
Dasyproctidae
Procyonidae
Cervidae
Cuniculidae
Didelphidae
Geomyidae
Cervidae

















* Se encuentran en alguna categoría de riesgo según la NOM-059-SEMARNAT-2010 (SEMARNAT, 2010). End= Endémica,
Pr=Sujeta a protección especial, A= Amenazada y P=En peligro de extinción.
G. Manejo actual de los acahuales
La proporción de ejidatarios que manejan sus acahuales es muy similar entre los ejidos,
puesto que alrededor del 70% de los ejidatarios de ALM lo hace y en VC aproximadamente es el
72%. Prácticamente, el manejo en estos ejidos consiste en el enriquecimiento de acahuales con
especies forestales maderables y no maderables.
Se diferenciaron 4 tipos de manejo: Plantaciones forestales maderables, Plantaciones forestales
no maderables, Plantaciones forestales maderables y no maderables o Ninguno (Tabla 12). Las
Plantaciones forestales maderables, son aquellas que derivaron de trabajos de reforestación y las
Plantaciones forestales no maderables tienen alto valor comercial o alimenticio.
43
Tabla 12. Manejo de acahuales que realizan los ejidatarios en cada ejido
Plantaciones
Forestales maderables
Forestales maderables y no maderables
Forestales no maderables
Ninguno
ALM
VC
No. de acahuales
2
2
4
2
3
4
4
3
Son diversas las plantaciones que hay en acahuales de ALM (Figura 11). Se encontró que
en 9 de los 13 acahuales hay diferentes plantaciones y además cuatro acahuales tienen más de un
tipo de plantaciones. Las plantaciones de especies maderables como cedro, caoba y súchil, son las
más representativas (42.86%). Después las palmas camedor como mayan y negrita (28.57%) y a
continuación los frutales (21.43%). Además hay que destacar que no se considera como parte del
manejo de un acahual, pero en una porción de uno se cultiva maíz (7.14%).
Figura 11. Plantaciones más comunes en acahuales de Adolfo López Mateos
En VC sólo hay dos tipos de plantaciones en los acahuales (Figura 12). Se encontró que
en 8 de los 11 acahuales hay plantaciones y además dos acahuales tienen más de un tipo de
plantaciones. En la mayoría de los acahuales (60%) hay ixtle y después las plantaciones de
especies maderables (40%). Entre estas últimas se encuentran el Cedro (Cedrela odorata), Caoba
(Swietenia macrophylla), Roble (Tabebuia rosea), Primavera (Tabebuia guayacan), Frijolillo
44
(Cojoba arborea), Teca (Tectona grandis), Apompo (Pachira aquatica) y Cocuite (Gliricidia
sepium).
Figura 12. Plantaciones más comunes en acahuales de Venustiano Carranza
H. Futuro del Acahual
En ALM, hay diversas opiniones sobre el futuro de cada acahual. Principalmente se
pueden agrupar en enriquecimiento con plantaciones forestales, pecuario y mantenerlo igual, es
decir seguir con el mismo manejo y no cambiar de cobertura o deforestar. Las plantaciones
forestales serían las predominantes (71.43%).
Sólo en un acahual se pretende dar más de un uso. En la mayoría de los acahuales (9) se pretende
sembrar, el resto (3) dejarlo igual (21.43%) y en uno se pretende el uso pecuario, para mantener
ganado ovino (7.14%). Lo que más se sembraría serían las palmas mayan y negrita (35.71%),
seguidas del chocho (21.43%) y en menor proporción (14.29%) Ficus o malanga (Figura 13).
En VC hubo opiniones divididas entre los ejidatarios, éstas se refieren al uso pecuario,
dejarlo igual, entre otras. La principal decisión (54.55%) es mantenerlo igual, para seguir
protegiendo ríos o manantiales. La segunda opción fue aumentar el potrero (27.27%), ya que
actualmente la ganadería es la actividad de la que obtienen más ganancias. El resto (9.09%)
45
prefiere dedicar esa parte a la agricultura, de manera que tiraría el acahual y sembraría algo que
se pueda aprovechar o (9.09%) ceder el trabajo a los hijos o en su caso vender (Figura 14).
Figura 13. Uso futuro del Acahual en Adolfo López Mateos
Figura 14. Uso futuro del Acahual en Venustiano Carranza
46
5.2.1 Síntesis de los ejidos Adolfo López Mateos y Venustiano Carranza
Con el propósito de realizar una comparación entre ejidos debido a las características que
definen a cada uno se elaboró el siguiente cuadro (Tabla 13).
Tabla 13. Cuadro comparativo entre las características de uso de suelo y de los acahuales de
dos ejidos
Variables
Uso de suelo – coberturas
Adolfo López Mateos
Selva: 45%
Acahual: 29%
Cultivos: 11%
Pastizal: 15%
Venustiano Carranza
Selva: 9%
Selva y acahual: 6%
Acahual: 29%
Plantaciones forestales:
1%
Plantaciones forestales y
pastizal: 23%
Cultivos: 2%
Pastizal: 30%
Azucena: 0%
Uso anterior principal
Agrícola (53.85%)
Agrícola (45.46%)
Razón principal de abandono
de tierras
(2 razones-38.46% c/u)
Terreno inadecuado y Precios no
redituables
Terreno inadecuado
(63.64%)
Edad del acahual más
frecuente
10 años (46.15%)
10 años (27.28%)
34.21%
33.26%
Manejo más frecuente
(2 tipos - 30.77% c/u)
Plantaciones forestales maderables
y no maderables y Ninguno
Plantaciones forestales no
maderables (36.36%)
Plantación más común
Especies maderables (42.86%)
Ixtle (60%)
Futuro del acahual más
frecuente
Sembrar palma (35.71%)
Mantenerlo igual
(54.55%)
Porcentaje promedio de
superficie de acahual con
respecto al total de la parcela
47
5.3 Ubicación de acahuales y Caracterización de la vegetación arbórea y arbustiva de dos
etapas sucesionales
Se consiguió localizar la mayoría de los acahuales de los ejidatarios entrevistados (Figura
15). Al hacer la inspección de campo pudimos notar que en efecto los acahuales se encuentran en
su mayoría junto a selvas (vegetación primaria) en Adolfo López Mateos y cerca de pastizales
(con o sin plantaciones forestales maderables) en Venustiano Carranza.
Fuente: RAN (2006).
Figura 15. Localización de los acahuales de los ejidatarios entrevistados y las cuatro
unidades de muestreo (dos etapas sucesionales por ejido)
48
La selección de los acahuales muestreados se baso en la información obtenida a partir de
las entrevistas a ejidatarios, mediante la variable edad del acahual.
En el Ejido Adolfo López Mateos, el acahual joven estuvo representado por una parcela con
tiempo de descanso de 10 años, mientras que la parcela elegida para identificar el acahual maduro
tuvo alrededor de 26 años de edad. Se eligieron estas parcelas, ya que de la muestra estudiada, las
de diez años fueron las más representativas y por otro parte, la de veintiséis años fue la de mayor
edad. Por otra parte, para la selección del acahual joven en el Ejido Venustiano Carranza también
se consideró la superficie que este ocupaba; siendo el de mayor superficie (69 ha) en todo el ejido
y teniendo una edad de 8 años. Cabe destacar que dicha superficie corresponde a 3 parcelas,
cuyos dueños ya no se encuentran viviendo en ese ejido. Para el acahual maduro se tomo en
consideración que fuera uno de los de mayor edad en la muestra, de esta forma se seleccionó un
acahual de 14 años (desde que se adquirió el terreno), sin embargo la edad real es incierta, pues el
terreno ya se encontraba en proceso de regeneración.
A. Riqueza
En total se trazaron 24 transectos (seis por cada unidad de muestreo). De acuerdo a la
composición de acahuales de los dos ejidos, se registraron 68 especies, pertenecientes a 56
géneros y 36 familias (Anexo 3). Las familias más representativas fueron Fabaceae (5) y
Tiliaceae (4). Distinguiendo las dos etapas de acahual, en el joven se encontraron 33 especies
mientras que en el maduro 52 especies (Tabla 14).
Tabla 14. Riqueza de Familias, Géneros y Especies correspondientes a los acahuales
muestreados
Etapa
JOVEN
MADURO
TOTAL
Familias
25
33
36
Géneros
30
47
56
49
Especies
33
52
68
El número total de especies registradas fue de 45 en ALM y 46 en VC. De éstas
corresponden en ALM a acahual joven el 35.56% y a acahual maduro el 64.44%. Para VC, el
41.30% constituyen el acahual joven y el 58.70% el acahual maduro. Sin embargo, la riqueza de
especies de los acahuales por ejido es de 38 para ALM y 36 para VC, esto analizando el número
total de especies de las dos etapas.
Si agrupamos los resultados con sus respectivas unidades de muestreo (Tabla 15),
encontramos que en el ejido ALM, el acahual joven se encuentra representado por 16 especies y
el acahual maduro por 29 especies. En el otro ejido (VC), el acahual joven está representado por
19 especies y el acahual maduro por 27 especies. Las familias más representativas para el AJALM fueron Asteraceae y Piperaceae, cada una con dos especies; para el AM-ALM fueron
Fabaceae y Moraceae, cada una con tres especies; en el AJ-VC destacaron Euphorbiaceae,
Melastomataceae, Meliaceae y Polygonaceae, todas ellas con dos especies y en el AM-VC
destacaron Myrtaceae y Tiliaceae, con tres especies cada una.
Tabla 15. Riqueza de Familias, Géneros y Especies de cada uno de los acahuales
muestreados
UM
AJ-ALM
AM-ALM
AJ-VC
AM-VC
Familias
14
19
15
21
Géneros
15
26
18
27
Especies
16
29
19
27
Tres de las especies muestreadas (4.41%) se encuentran clasificadas en alguna categoría de
riesgo por la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 (SEMARNAT, 2010),
estas son Calophyllum brasiliense, Tetrorchidium rotundatum y Cedrela Odorata. Las primeras
dos se encuentran amenazadas y la otra sujeta a protección especial.
50
B. Índice de Valor de Importancia (IVI)
Solo se hace referencia a las primeras cinco especies con mayor índice de valor de
importancia para cada una de las unidades de muestreo (UM). El listado completo de especies
para cada UM y sus respectivos valores se encuentran en el Anexo 4. Podemos observar que para
cada unidad de muestreo la principal especie de mayor valor es muy diferente. Para el AJ-ALM
(Figura 16) la especie con mayor valor fue Myriocarpa longipes (21.7%), en el AM-ALM
(Figura 17) fue Ficus yoponensis (14.4%), en el AJ-VC (Figura 18) fue Psidium guajava (12.4%)
y en el AM-VC (Figura 19) fue Terminalia amazonia (19.9%).
Figura 16. Las primeras cinco especies del AJ-ALM con los Índices de Valor de
Importancia (IVI) más altos y sus respectivos aportes de dominancia, frecuencia y densidad
relativa
51
Figura 17. Las primeras cinco especies del AM-ALM con los Índices de Valor de
Importancia (IVI) más altos y sus respectivos aportes de dominancia, frecuencia y densidad
relativa
Figura 18. Las primeras cinco especies del AJ-VC con los Índices de Valor de Importancia
(IVI) más altos y sus respectivos aportes de dominancia, frecuencia y densidad relativa
52
Figura 19. Las primeras cinco especies del AM-VC con los Índices de Valor de Importancia
(IVI) más altos y sus respectivos aportes de dominancia, frecuencia y densidad relativa
C. Coeficientes de similitud (Jaccard y SØrensen)
Se realizó una comparación de la composición de especies en cada acahual (Anexo 5). De
tal manera que se compararon primero, los acahuales (joven y maduro) de un mismo ejido,
después lo mismo pero con el otro ejido; para determinar si existe algún grado de similitud en las
especies a pesar de que los acahuales son de diferentes edades. En segundo lugar se hizo una
comparación entre acahuales de la misma etapa (joven con joven o maduro con maduro), pero de
diferentes ejidos; para comprobar la similitud o disimilitud de estos acahuales en relación a la
ubicación geográfica. Los coeficientes de similitud se expresan en la Tabla 16.
Las especies compartidas entre cada acahual se distribuyeron de la siguiente forma:
1. AJ-ALM VS AM-ALM: 7 especies - Saurauia yasicae, Dendropanax arboreus, Cecropia
obtusifolia, Sapium lateriflorum, Piper aduncum, Heliocarpus appendiculatus y Myriocarpa
longipes.
53
2. AJ-ALM VS AJ-VC: 2 especies - Cordia alliodora y Siparuna andina.
3. AJ-VC VS AM-VC: 10 especies - Rollinia jimenezii, Bursera simaruba, Alchornea latifolia,
Nectandra ambigens, Conostegia xalapensis, Miconia fulvostellata, Melia azedarach, Psidium
guajava, Coccoloba matudae y Vochysia guatemalensis.
4. AM-VC VS AM-ALM: 4 especies - Cecropia obtusifolia, Alchornea latifolia, Conostegia
xalapensis y Trichospermum galeottii.
Tabla 16. Comparación de los coeficientes de similitud de Jaccard y SØrensen en las
diversas unidades de muestreo
UM VS UM
AJ-ALM VS AM-ALM
AJ-VC VS AM-VC
AJ-ALM VS AJ-VC
AM-ALM VS AM-VC
Jaccard
0.1842
0.2777
0.0606
0.0769
SØrensen
0.3111
0.4348
0.1143
0.1429
La similitud florística entre sitios, calculada con el coeficiente de Jaccard refleja baja
similitud, la composición de especies no es similar y al encontrarse los valores muy alejados del
1, nos indica que son comunidades bien diferenciadas. La mayor proporción de similitud se da
con el coeficiente de SØrensen, donde los valores son relativamente bajos y aumentan un poco.
Solo se encuentran más relacionados los acahuales que son del mismo ejido (joven y maduro),
pues comparten más especies entre ellos y de estos son los acahuales del ejido Venustiano
Carranza los más parecidos.
54
6. DISCUSIÓN
Actividades productivas y apoyos de gobierno derivados de estas
Al principio, desde que se tumbo la selva, la calidad del suelo era buena para la siembra
de cualquier cultivo. No obstante, con el uso del terreno, el exceso de lluvias y el paso del
tiempo, ésta fue empeorando y los cultivos no tuvieron un buen desarrollo. En la actualidad la
calidad para la siembra sigue siendo mala en algunas zonas y la mayoría de los campesinos
deciden no dedicarse más a la agricultura. La intensidad de uso de las parcelas puede ser
determinante de la calidad, tal y como lo argumenta Plana (2000); esto principalmente en los
terrenos que han sido trabajados con fines pecuarios.
Acorde con lo observado en este estudio, mientras más diversificadas sean las actividades
que realiza cada ejidatario, más serán las fuentes de ingresos, y por lo tanto menor el impacto
sobre el ambiente. En realidad hay diversas actividades a las que se dedican los ejidatarios, más
en Adolfo López Mateos. En este ejido, además del campo, los ejidatarios entrevistados se
dedican a actividades de ecoturismo, algunos a la producción y venta de artesanías, otros a la
piscicultura con tilapias y otros trabajan en la albañilería o carpintería. No sucede lo mismo en
Venustiano Carranza, puesto que los ejidatarios sólo se dedican al campo y principalmente en
actividades ganaderas, algunas bajo un sistema silvopastoril.
La venta de palmas camedor es una actividad practicada en mayor magnitud en el ejido
Adolfo López Mateos y de la cual obtienen mayores ingresos. Por otro lado la ganadería, ya sea
por la venta de productos o por la renta de potreros, provee de mayores ingresos a los ejidatarios
de Venustiano Carranza. Aunque hay que resaltar que el ecoturismo en Adolfo López Mateos
también aporta un importante ingreso para la economía de las familias. Refiriéndonos a los
apoyos que reciben los ejidatarios por las actividades que realizan, es el PSAH (en el caso de
Adolfo López Mateos) del que más obtienen recurso económico; y en Venustiano Carranza es del
PROGAN.
55
Uso de suelo
El uso de suelo está influenciado por las actividades productivas llevadas a cabo en las
comunidades. Al practicarse en diferente magnitud estas actividades, se observa una proporción
distinta en las coberturas de suelo entre los ejidos Adolfo López Mateos y Venustiano Carranza.
De acuerdo a la muestra de ejidatarios, la selva es la principal cobertura en Adolfo López
Mateos, mientras que en Venustiano Carranza las más representativas son las zonas de
vegetación perturbada (Ibarra-Manríquez, 1997a) como el pastizal y el acahual. Por lo que el
ecoturismo es la actividad más practicada en Adolfo López Mateos, de esta manera los ejidatarios
mantienen un acercamiento con la naturaleza y un compromiso por salvaguardar las reservas y
las zonas con potencial turístico. Por el contrario, la ganadería es la actividad más practicada en
Venustiano Carranza y por tanto mayores las superficies cubiertas de pastos. El hecho de que
existan más superficies de pastizal en este último ejido es similar a lo que ocurre a escala
regional, como lo comentan Castillo-Campos y Laborde (2004), ya que el pastizal ocupa un gran
porcentaje como cobertura de suelo en Los Tuxtlas.
Respecto a los acahuales, éstos presentan una proporción considerable en la muestra de parcelas,
ocupan el segundo lugar en ambos ejidos. Esto significa que existen varias zonas que se
encuentran en proceso de recuperación y por consiguiente, un aspecto positivo para los ejidos.
Si se analizan las coberturas del suelo obtenidas en la muestra de parcelas de Adolfo
López Mateos, se presenta el mismo patrón que en un estudio llevado a cabo por Barois (2003a)
en el mismo ejido. La tendencia es que la selva ocupa la mayor proporción, a continuación le
sigue la vegetación secundaria, después las áreas de pastizal y al final las actividades agrícolas.
Así mismo, para el ejido Venustiano Carranza, se encontró lo mismo que en el estudio de Barois
(2003b), donde el pastizal cubre la mayor superficie del ejido, seguido de acahual y selva, esta
última en menor proporción. Si bien el cultivo de azucena se representaba como una categoría de
uso de suelo en Venustiano Carranza, ahora prácticamente ha dejado de formar parte de las
coberturas del ejido, pues su representación es mínima, en la muestra sólo una persona sigue con
el cultivo. Además no se descarta que dentro del ejido, pocas sean las personas que aún cultiven
azucena.
56
Formación de Acahuales
Los acahuales son un tipo de elemento arbóreo que se encuentran en la región de Los
Tuxtlas (Guevara et al., 1997). De los tipos de acahuales reportados en esta región (CastilloCampos y Laborde, 2004), sólo se analizó el acahual derivado de selva, pues es el que ocupa
mayor extensión en comparación con los demás. El número de ejidatarios que cuentan con
acahual dentro de su parcela es muy significativo, por lo que existen varias zonas cubiertas de
vegetación secundaria. Del total de ejidatarios, alrededor del 85% tiene acahual en Adolfo López
Mateos y aproximadamente el 72% en Venustiano Carranza.
Los acahuales suelen encontrarse junto a pastizales, milpas, plantaciones maderables y
selvas. En Adolfo López Mateos, se localizan junto a selvas principalmente, debido a esta
cercanía no es de extrañarse que las especies vegetales del acahual sean muy similares a las de la
vegetación primaria. Este patrón de ubicación de los acahuales es de gran importancia, puesto
que forma un continuo de vegetación con las selvas, permitiendo el tránsito de fauna e
incrementando el tamaño de hábitat de algunos animales. Esto se ve más favorecido una vez que
el acahual se encuentra en etapas sucesionales más avanzadas, de manera que los acahuales
pueden llegar a constituir macizos de vegetación casi idénticos a la selva original. Justo esta
característica se observa más en Venustiano Carranza, en donde los ejidatarios consideran a los
acahuales maduros como selvas; hay que destacar que a diferencia de Adolfo López Mateos, los
acahuales de este ejido se localizan principalmente junto a pastizales, aunque no es mucha
diferencia con los que se encuentran cerca de selvas.
Antes del establecimiento del acahual, el principal uso del terreno fue el agrícola para
ambos ejidos, esto indica que los ejidatarios no han recurrido a varios cambios de uso de suelo,
pues directamente del agrícola se paso al acahual. Otro uso previo fue el pecuario, presentandose
este en menor medida. Un dato interesante es que varios ejidatarios desconocen el uso previo
exacto del terreno y esto se debe a que este fue adquirido cuando ya se había establecido el
acahual. Por esta razon, las edades de abandono deben ser mayores a lo que proporcionaban los
ejidatarios.
57
Los resultados indican que la decisión de los ejidatarios de abandonar sus tierras se debió
a varias razones, la principal en ambos ejidos fue la disminución de la calidad del suelo con el
paso del tiempo (De las Salas, 2002) y por el trabajo realizado en las parcelas, por lo que los
terrenos se volvieron más degradados e inadecuados para la siembra de cualquier cultivo
(infértiles); lo cual coincide con lo denotado por Plana, 2000. Asimismo, otra razón principal
(para Adolfo López Mateos) fue que los precios de los cultivos no eran redituables porque la
calidad de los productos era baja y no podían alcanzar el precio normal. Cabe resaltar que a pesar
de que las parcelas presentaron baja calidad del suelo, la regeneración de la vegetación fue
posible y por fortuna no desapareció este proceso de recuperación.
El abandono de las actividades pecuarias o agrícolas sucedió en diferentes momentos en
el caso de cada ejidatario, por lo que existe una variedad de estados sucesionales en ambos ejidos,
esto es común en la región de Los Tuxtlas (Guevara et al., 1997; Arriaga et al., 2000). Pero a
pesar de esta variedad, se observa una tendencia tanto en Adolfo López Mateos como en
Venustiano Carranza de existir acahuales de 10 años de edad como los más abundantes. De
acuerdo a la clasificación de las etapas sucesionales hecha para este estudio, la mayor proporción
de acahuales en ambos ejidos son jóvenes. Cabe mencionar que la segunda etapa sucesional se
denominó acahual maduro y no acahual viejo, como lo han denotado anteriormente (Guevara et
al., 2000; Castillo-Campos y Laborde, 2004), ya que se considera acahual viejo a comunidades
mucho más desarrolladas. De la misma forma, tomando en cuenta las categorías de etapas
sucesionales propuestas por Del Amo (1999), los acahuales de ambos ejidos se encontrarían en su
mayoría (83.33%) en etapa sucesional temprana (5-15 años).
De la muestra analizada en los ejidos, los acahuales de mayor edad tienen entre 20 y 30
años, sin embargo ninguno de los acahuales analizados se encuentra cerca de constituir una selva
madura, pues para eso aún faltan muchas décadas (Purata, 1986; Del Amo, 1999; Estrada y
Coates-Estrada, 2005).
En cuanto a las superficies ocupadas por acahuales en relación a la parcela, éstas se encuentran
por debajo del 50% y son muy pocos los que constituyen la totalidad de la parcela (2 en López y
1 en Carranza).
58
Conocimiento sobre la flora y fauna de acahuales
Ya se han elaborado varios trabajos en relación al conocimiento que tienen los pobladores
con respecto a su ambiente. Existe un trabajo en el cual también se realizaron entrevistas a
ejidatarios (Toledo, 1976), la diferencia de ese trabajo y el presente radica en que en aquél
estudio se utilizaron fotografías para la identificación de especies de plantas y animales. En este
estudio no se utilizaron imágenes, pues el objetivo fue conocer de primera información
(ejidatarios) las especies presentes en los acahuales y no evaluar el porcentaje de conocimiento de
acuerdo a un listado de especies (como sucede en el estudio anterior).
La flora mencionada (por ejidatarios) que se encuentra en los acahuales son tanto de
crecimiento natural, como especies sembradas por los propios ejidatarios. La composición de esta
flora es diferente entre los ejidos, ya que sólo comparten el 10.7% de las especies y las demás son
propias de cada ejido. No obstante, este porcentaje puede variar, pues algunas especies pudieran
estar en los acahuales sin embargo no fueron mencionadas. Si se compara la vegetación
secundaria con la vegetación primaria de los ejidos (información de comisariados), existen
semejanzas en la composición.
Respecto a la fauna, prácticamente se pueden encontrar las mismas especies de la selva en
los acahuales, salvo los primates y los felinos, esto se debe a que estos mamíferos necesitan
requerimientos que sólo en la selva pueden encontrar, por ejemplo árboles de mayor dap y altura.
Se puede decir que debido a la cercanía de los acahuales con las selvas, los animales comen,
transitan o incluso viven en la vegetación secundaria. Cabe destacar que de acuerdo a la
percepción de los campesinos sobre la presencia de fauna en el ejido Adolfo López Mateos, la
fauna se ha recuperado con el tiempo, debido a los esfuerzos de conservación. Animales que ya
no eran muy frecuentes en el ejido (perdiz), actualmente han sido vistos, incluso otros como el
armadillo, se acercan demasiado al asentamiento humano. También casos como el de los
primates, cuyas poblaciones se han mantenido. De modo que si esta tendencia continua o al
menos se mantiene, no se esperaría que la capacidad de la regeneración de la selva se vea
perturbada, como lo manifiestan Dirzo et al. (2007). Sin embargo no se puede afirmar si sucederá
lo mismo en Venustiano Carranza, puesto que las presiones que pueden causar una disminución
59
en las poblaciones de fauna silvestre aún persisten, no obstante se reporta (opinión de ejidatarios)
la presencia de fauna en las áreas donde crecen los acahuales, lo que indica el repoblamiento de
fauna en lugares donde anteriormente ya no había.
Manejo de acahuales y futuro
Se observan diferencias entre los acahuales estudiados de la muestra de ejidatarios de
ambos ejidos. Pues mientras en Adolfo López Mateos se presenta en igual proporción las
categorías “no darle algún manejo” o “tener plantaciones forestales maderables y no maderables”,
en Venustiano Carranza si existe una preferencia hacia un manejo y que consiste en “tener
plantaciones forestales no maderables”.
El tipo de manejo que se practica en estos dos ejidos es el enriquecimiento de acahuales,
de manera que estos se vuelven más productivos por contar con especies útiles para las
necesidades de los seres humanos, como lo describe
Del Amo (1999). Las plantaciones
mayormente localizadas en Adolfo López Mateos, son las especies maderables, seguidas de las
palmas. El ejido Venustiano Carranza también coincide con López al tener plantaciones
maderables, aunque no sean las más abundantes, pues estas serían las plantaciones de ixtle, las
cuales no existen en López. El manejo de las plantaciones de ixtle en Carranza se ve rezagado
actualmente, debido a la falta de impulso para el comercio y por caracer de asesoría técnica.
Algunas de las especies maderables utlizadas por los ejidatarios (caoba, cedro y primavera); así
como las no maderables (palma camedor) son las mismas que se recomiendan para el
enriquecimiento (SEMARNAT). Asimismo la mayoría de las especies maderables (cedro, suchil,
teca y caoba) con las que los campesinos hicieron el enriquecimiento, también son utilizadas en
acahuales de acuerdo a Morales et al. (2006).
Los acahuales tienen muchos usos (Paré y Velázquez, 1997), pero los ejidatarios no hacen
uso de ellos, de tal manera que no obtienen todos los beneficios que los acahuales les pudieran
brindar. Una opción de manejo de acahuales en la región de Los Tuxtlas, ha sido el
aprovechamiento de la vainilla (Paré, 1997); justamente en el ejido Venustiano Carranza, los
campesinos han aprovechado la vainilla en acahuales, sin embargo esto fue temporal y
60
actualmente no se realiza más. Por otra parte, la obtención de leña en acahuales no es muy
practicada por los campesinos. Cabe mencionar que los pobladores de Adolfo López Mateos han
aprovechado los árboles frutales de los acahuales de manera que los utilizan para autoconsumo.
Un aspecto de importancia, es el aprovechamiento que los campesinos realizan de la
palma camedor en los acahuales; lo cual ya se había reportado con anterioridad para otros ejidos
de la misma región (Ramírez, 2005; Aguilar, 2005) y esto se debe a la amplia utilidad de estas
palmas (Ramírez, 1997) y en parte al buen desarrollo de las mismas bajo las condiciones que la
vegetación secundaria les proporcionan (Ramírez, 2005). Según los resultados de las entrevistas,
para el año 2010 cada gruesa (144 hojas) tiene un valor de $20.00 aproximadamente, por lo que
su valor ha aumentado a comparación con años anteriores (Aguilar, 2005). Además su
comercialización continúa siendo, desde hace algunos años con la empresa La Flor de Catemaco.
En el ejido López Mateos la palma también se cultiva en conjunto con especies maderables y
frutales, manteniéndose un sistema agroforestal (Rodríguez, 1994); además, los campesinos de
este ejido han manejado el acahual con otros cultivos, tales como cítricos o pimienta, lo cual
coincide con lo reportado por López-Cano y Castillo-Campos (2009).
Centrándonos en el futuro de los acahuales, existen varias posibilidades de uso. En Adolfo
López Mateos, principalmente, se planea seguir con el mismo manejo y seguir enriqueciendo el
acahual a través de plantaciones de palmas. En Venustiano Carranza, principalmente se piensa
mantener el acahual igual (con el mismo manejo) y algunas personas no descartan tumbar el
acahual para cambiar a uso pecuario.
Es sumamente importante que se fomente el manejo de la vegetación secundaria, pues al
tiempo que se realiza este, se promueve también la restauración ecológica del ecosistema. Al
mismo tiempo el ingreso económico generado de la venta de productos procedentes del acahual
seguiría siendo un importante aporte a la economía familiar. En sí, se espera que el manejo de
acahuales siga funcionando como una alternativa y de esta manera evitar que los campesinos
transformen sus acahuales a potreros o algún otro uso, ya que en este caso impedirían la
restauración del ecosistema como sucedió en el ejido Mario Souza (Toledo, 1976).
61
Descripción de la vegetación arbórea y arbustiva en 4 acahuales
La riqueza de especies del muestreo de la vegetación fue ligeramente mayor en López
Mateos, lo que coincide con el estudio de López-Cano y Castillo-Campos (2009), donde
Carranza presentó menor riqueza.
Se consideraba que algunas especies encontradas en los ejidos fueran distintas debido a
que algunos acahuales se desarrollaron en tierras con distintos usos previos. De tal manera que en
Adolfo López Mateos, la tierra fue menos trabajada (agricultura) que en Venustiano Carranza
(ganadería); esto pudo haber influido en la composición de especies presentes, tal y como lo
mencionan Méndez-Bahena (1999); Schmook (2005).
Analizando los resultados obtenidos, se observa que generalmente los terrenos pecuarios
abandonados presentaron mayor abundancia y área basal de arbustos y árboles que los dedicados
a la agricultura. Lo cual fue lo opuesto a lo observado por Schmook (2005), sólo en un caso se
presentó de la misma forma, donde los terrenos agrícolas abandonados (de mayor edad) tuvieron
mayor área basal que los pecuarios. No obstante, sucedió la misma tendencia, en cuanto a la
riqueza, en el presente estudio y en el de Schmook (2005), ya que se presentó mayor riqueza en
los pastizales abandonados de Carranza (jóvenes) que en los agrícolas de López (19 especies vs
16 especies), sin embargo sucedió lo contrario en las etapas más avanzadas, pues fue mayor la
riqueza en terrenos agrícolas abandonados que en pecuarios (29 especies vs 27 especies).
También se observó que los acahuales o las parcelas con vegetación en etapas
sucesionales más jóvenes, fueron más homogéneas al presentar una riqueza menor que aquellas
con vegetación en etapas maduras, éstas últimas fueron más heterogéneas. Este trabajo coincide
con el estudio de Fonseca y Vásquez (1999). Las diferencias observadas en la riqueza de especies
entre cada etapa sucesional, demuestran que la edad de descanso es decisiva para el
establecimiento de ciertas especies vegetales (López-Cano y Castillo-Campos, 2009; GómezPompa y Castillo-Campos, 2010).
62
Algunas de las especies de cada etapa sucesional registradas en este estudio, ya habían
sido reportadas para esas etapas (Castillo-Campos y Laborde, 2004). De esta manera, las especies
en común en acahuales jóvenes son: Myriocarpa longipes, Cecropia obtusifolia, Eupatorium
galeotti, Piper spp., Conostegia xalapensis y Siparuna andina. Y para los acahuales de mayor
edad son: Robinsonella mirandae, Ficus yoponensis, Calophyllum brasiliense, Astrocaryum
mexicanum y Chamaedorea spp. A pesar de que estas especies son características de cada etapa
sucesional, algunas especies que aparecen en acahuales jóvenes suelen encontrarse también en
acahuales de mayor edad.
Recientemente, se realizó un estudio en los mismos ejidos de este trabajo, en el cual se
analizó la diversidad de la vegetación de selva que los ejidatarios conservan como reserva ejidal y
celular. La riqueza registrada para la vegetación primaria fue de 76 especies (Morteo, S. 2011)
por los dos ejidos. Con los resultados obtenidos y comparándolos con ese estudio, se determinó
que la riqueza de especies en acahuales corresponde al 25% de la riqueza de la selva, puesto que
comparten 19 especies estos dos tipos de vegetación. Las especies compartidas son: Saurauia
yasicae, Mosquitoxylum jamaicense, Cordia stellifera, Cecropia obtusifolia, Calophyllum
brasiliense, Terminalia amazonia, Alchornea latifolia, Tetrorchidium rotundatum, Inga nobilis,
Ormosia schippii, Miconia fulvostellata, Guarea grandifolia, Ficus yoponensis, Parathesis
lenticellata, Turpinia occidentalis, Heliocarpus appendiculatus, Ulmus mexicana, Rinorea
guatemalensis y Vochysia guatemalensis. Si se hace una comparación por ejido, tenemos que la
selva de Adolfo López Mateos comparte 10 especies con la vegetación secundaria, lo que
representa el 27.03% y la selva de Venustiano Carranza comparte 11 especies con la vegetación
secundaria, lo que representa el 23.40%. Hay que destacar que la riqueza de la selva en López fue
de 37 especies, mientras que en Carranza de 47 especies.
Si analizamos estos porcentajes nos damos cuenta de que no son muy representativos, e
indican que la composición de los acahuales no es muy similar a la de la selva. Lo más seguro es
que esta discrepancia en la composición de especies se deba a que los acahuales analizados no se
encontraban en etapas sucesionales demasiado avanzadas. Pues si hubieran sido acahuales con 50
años de abandono o más el porcentaje sería mucho mayor, tal y como sucedió en estudios con
63
acahuales de mayor edad (Dirzo et al., 2009), donde estos compartieron el 85% de especies con
la selva.
Las especies con los más altos IVI fueron muy distintas entre cada unidad de muestreo
(UM), son pocas las especies que se repiten en otra UM y en su caso son más similares las
especies dentro del mismo ejido. Así la especie Cecropia obtusifolia, se encuentra en los dos
tipos de acahuales de Adolfo López Mateos y entre las 5 más importantes. Por otro lado, es
Psidium guajava la que presenta estas características en Venustiano Carranza. En los acahuales
jóvenes de ambos ejidos no se encuentran especies similares dentro de las 5 con valores más altos
y en contraste, los acahuales maduros si presentan al menos una especie en común dentro de
aquellas con los IVI más altos, esta es Trichospermum galeottii. Estas diferencias entre las
especies con los valores más altos de IVI, enfatizan la falta de similitud estructural entre cada
UM.
Se esperaba que la composición de especies fuera similar entre ambos ejidos, debido a
que son acahuales derivados del mismo tipo de vegetación (selva alta perennifolia). Sin embargo,
no se encontraron muchas semejanzas en la composición de especies de los acahuales entre
ambos ejidos, incluso se registraron especies exclusivas para cada ejido. Por ejemplo en López se
encontraron 32 spp que no aparecieron en Carranza, por el contrario, fueron 30 spp en Carranza
que no se registraron en López.
En general se presenta la tendencia de bajos valores de los dos coeficientes (Jaccard y
SØrensen), esto indica la amplia disimilitud entre las UM (Moreno, 2001) y la consecuente
necesidad de protección de las comunidades de ambos ejidos. Si se analiza qué unidades de
muestreo compartieron más especies entre sí, se observa que los acahuales del mismo ejido son
más semejantes entre sí que los acahuales de la misma etapa sucesional.
Importancia de la vegetación secundaria
Dentro de un escenario de conservación y preservación de los recursos, ambos ejidos se
verían beneficiados si deciden seguir manteniendo las áreas de acahuales. Al permitir la
64
regeneración de las selvas, los ejidatarios tendrían más superficie de selva dentro de su ejido que
la que actualmente tienen. Puesto que, en ambos ejidos los acahuales se convertirán en selvas y
en Adolfo López Mateos conformarían la mayor parte del ejido; en Venustiano Carranza esto
podría ser beneficioso al incorporarse hectáreas a los apoyos de gobierno como el Pago por
servicios ambientales (PSA). Aunque en este último ejido, la aparición de fragmentos de
vegetación nueva será de mayor importancia si se pretende aumentar la superficie del ejido con
vegetación conservada.
Además el mantenimiento de los acahuales será difícil, ya que algunos ejidatarios de
Carranza no muestran interés en la vegetación secundaria, pues consideran que del acahual no
pueden obtener recursos útiles. Por ejemplo no pueden adquirir materiales que sirvan para la
construcción de casas, ya que reconocen que los árboles que ahí se desarrollan son de baja
calidad; por lo tanto la madera no se puede aprovechar y además los árboles no sirven para leña.
Pero esto difiere con varios estudios (Toledo et al., 1995; Del Amo, 1999; Lazos-Chavero y Paré,
2000; Levy-Tacher, 2002) que han demostrado la utilidad de los acahuales al documentar que
proporcionan grandes beneficios e incluso se pueden obtener más recursos para la subsistencia,
que de la propia selva. Quizás son los acahuales demasiado jóvenes o recién formados a los que
les atribuyen esta improductividad, sin embargo se sabe que cambiará con el paso del tiempo al
incrementar su utilidad (Levy-Tacher, 2002). Hay que mencionar que, incluso algunas de las
especies, tanto mencionadas en las entrevistas como encontradas en el muestreo (palo mulato y
solerillo), se consideran como buenas maderas de acuerdo a lo reportado por Lazos-Chavero y
Paré (2000).
Cabe resaltar el papel de los acahuales como elementos conectores del paisaje (Guevara et
al., 2004), pues la fauna (venados o pecaríes observados por ejidatarios en Carranza) transita de
la selva a los acahuales para alimentarse. Además de constituir elementos de conservación del
paisaje (Dirzo et al., 2009) al contener especies útiles para la fauna y funcionar como reservorios
de especies nativas.
Además de la selva primaria, en la vegetación secundaria también se pueden encontrar
especies en alguna categoría de riesgo. Tal es el caso de tres especies de plantas registradas en el
65
muestreo: Calophyllum brasiliense, Tetrorchidium rotundatum y Cedrela Odorata; y de otra más
registrada como parte del conocimiento de la flora en acahuales: Vatairea lundellii. Estas
especies aparecen en la NOM-059-SEMARNAT-2010 (SEMARNAT, 2010), y muy
probablemente todavía existan más especies de este tipo en fragmentos de vegetación secundaria
en etapas más avanzadas de la sucesión.
Asimismo, algunas de las especies animales presentes en los acahuales (mencionadas por
los ejidatarios) se encuentran bajo alguna categoría de la norma, ya sea sujetas a protección
especial, amenazadas o en peligro de extinción. Éstas son principalmente aves; incluso algunos
animales son endémicos de la región (Atropoides olmec y Geotrygon carrikeri). Lo que implica
que estos remanentes de vegetación deben ser igualmente protegidos para seguir manteniendo la
viabilidad de las poblaciones.
66
7. CONCLUSIONES
Las actividades productivas que cada ejido lleve a cabo determinan las coberturas de uso
de suelo. De tal manera que al practicar actividades más sustentables (como en el ejido Adolfo
López Mateos), la cobertura más significativa ha sido la selva. En cambio en Venustiano
Carranza al dominar las actividades pecuarias, la principal cobertura es el pastizal. Cabe destacar
que en ambos ejidos, los acahuales representan la segunda cobertura en importancia, ocupando el
29% del total de las superficies de todas las parcelas.
Del total de ejidatarios, en Adolfo López Mateos alrededor del 85% poseen acahual,
mientras que en Venustiano Carranza aproximadamente el 72%. El patrón espacial de los
acahuales de Adolfo López, indica que se encuentran principalmente junto a fragmentos de
vegetación primaria, lo cual permite la formación de un continuo de vegetación de selva alta
perennifolia. Por el contrario, los acahuales de Venustiano Carranza se encuentran principalmente
junto a pastizales.
La mayoría de los ejidatarios usaban su terreno para fines agrícolas, en menor proporción
el pecuario. Sin embargo, es destacable la falta de conocimiento sobre el uso previo del terreno
en algunos acahuales, puesto que éstos ya habían comenzado a desarrollarse desde el momento de
adquisición del terreno. La razón principal de abandono de tierras en ambos ejidos se debió a la
pérdida gradual de la fertilidad de la tierra, lo que condicionó que los terrenos se volvieran
inadecuados para la siembra. Asimismo, la no rentabilidad de los cultivos en Adolfo López
Mateos figuró entre las principales causas para su abandono y su “transformación natural”.
La edad de los acahuales más frecuente es la de 10 años. La etapa sucesional más
recurrente entre los acahuales de los ejidos es la de acahual joven (62.5%). Hay que resaltar que
algunos de los acahuales que se encuentran en una etapa más avanzada de sucesión (maduros), ya
podrían asemejarse a las selvas, puesto que así los consideran algunos ejidatarios. La superficie
que representa el acahual en relación a la totalidad de la parcela no es muy relevante, puesto que
generalmente ocupa menos del 50% de ella; las proporciones de las superficies de los acahuales
67
van del 4.17% al 44.94%. El promedio oscila entre 34.21% en Adolfo López y 33.26% en
Venustiano Carranza.
El conocimiento que tienen los campesinos respecto a la flora y fauna de acahuales es
amplio, saben de la vegetación que caracteriza a los acahuales, y conocen que dentro de ellos
también existen especies primarias. Además, se presenta una marcada diferencia entre las
especies vegetales mencionadas para Adolfo López Mateos y las de Venustiano Carranza, a pesar
de derivar del mismo tipo de vegetación (selva alta perennifolia). De la misma forma, se reconoce
que los animales pueden interactuar entre selva y acahual.
El enriquecimiento de acahuales mediante plantaciones forestales maderables y no
maderables, es el manejo que se practica en ambos ejidos. Mientras los campesinos de Adolfo
López Mateos prefieren combinar las plantaciones maderables y no maderables, en Venustiano
Carranza optan por tener sólo las plantaciones no maderables. Cabe mencionar que en el mismo
número de acahuales de Adolfo López no se da algún manejo. El tipo de plantaciones que
predominan más dentro de los acahuales de López son las maderables (cedro, caoba, súchil), por
el contrario en Carranza son las de ixtle. Como acciones futuras, sólo en Adolfo López Mateos se
tiene contemplado enriquecer el acahual con algún cultivo de sombra (palmas), mientras que en
Venustiano Carranza, la mayoría de los ejidatarios coincidieron en no cambiar el acahual por otra
cobertura de suelo como pastizal o áreas agrícolas.
De acuerdo al listado florístico elaborado, se registraron en total 68 especies
pertenecientes a 56 géneros y 36 familias en una superficie de 1440 m2. Siendo Fabaceae (5) y
Tiliaceae (4) las familias mejor representadas. Los acahuales maduros presentaron la mayor
riqueza al registrar 52 especies pertenecientes a 47 géneros y 33 familias. Mientras que en los
acahuales jóvenes se registraron 33 especies pertenecientes a 30 géneros y 25 familias. Cabe
destacar que se identificaron al menos 3 especies (registradas en el muestreo de la vegetación) en
alguna categoría de riesgo de acuerdo a la NOM-059-SEMARNAT-2010: Calophyllum
brasiliense, Tetrorchidium rotundatum y Cedrela Odorata.
68
La especie con el más alto valor de importancia es diferente entre cada UM. Las especies
Myriocarpa longipes (21.7%) en el acahual joven de Adolfo López Mateos, Ficus yoponensis
(14.4%) en el acahual maduro del mismo ejido, Psidium guajava (12.4%) en el acahual joven de
Venustiano Carranza y Terminalia amazonia (19.9%) en el acahual maduro de ese ejido.
Los coeficientes de similitud de Jaccard y SØrensen confirman la baja similitud existente entre
cada UM y la consiguiente diversidad β elevada de las mismas. La mayor similitud se presenta
entre acahuales del mismo ejido (dos etapas sucesionales), Adolfo López Mateos (31%) y
Venustiano Carranza (43%) a partir de los valores correspondientes a SØrensen.
69
8. RECOMENDACIONES
 Los acahuales presentes en los ejidos de Adolfo López Mateos y Venustiano Carranza
deben ser manejados para no ser transformados y de esta manera evitar la disminución o
desaparición de estas zonas en recuperación. Por tal motivo, es necesario dar a conocer las
prácticas de manejo de la vegetación secundaria y ampliar el conocimiento de los
campesinos sobre el uso potencial de las especies vegetales de los acahuales.
 Mediante el fomento del manejo, la vegetación secundaria adquirirá mayor valor. De esta
manera, se pretende que la población de los ejidos considere a la vegetación secundaria
como pieza integral del sistema productivo y por lo tanto como una alternativa económica
más. Además de que al transcurrir de los años, este tipo de vegetación puede llegar a
constituir áreas de reserva.
 Se debe promover el manejo de la vegetación secundaria en donde no lo hay y dar
seguimiento en donde ya se realiza (a través del enriquecimiento). Este enriquecimiento
debe continuarse mediante las plantaciones, tanto maderables (principalmente especies
nativas y de valor comercial) como no maderables (palmas camedor y chocho). También
se sugiere retomar el aprovechamiento del ixtle en el ejido Venustiano Carranza y se
recomienda la incorporación de productos comerciales como la vainilla en los acahuales.
 Para el manejo de la sucesión, se sugiere elaborar un listado de especies útiles
(aprovechamiento múltiple) de rápido crecimiento, para lo cual se debe tomar como base
el conocimiento de los campesinos.
 Además las técnicas de manejo de la vegetación secundaria se deberán aplicar de manera
adecuada, de modo que se asegure la biodiversidad de esas zonas.
 De manera complementaria, sería conveniente realizar un estudio técnico del mercado de
los productos obtenidos a partir de los acahuales, para determinar la viabilidad comercial.
70
 Es primordial conocer lo que sucede en los demás ejidos del área de amortiguamiento de
la reserva, por lo que la realización de trabajos posteriores similares, serían fuentes
relevantes para el entendimiento de las acciones de las poblaciones humanas en torno a la
vegetación secundaria remanente. Pues el aporte que se está realizando, sólo constituye
una muestra de lo que se puede generar a gran escala y de esta manera establecer bases
para el ordenamiento territorial incorporando la valoración de los acahuales (por su
importancia económica y ecológica); así como el impulso de algún apoyo económico para
asegurar la conservación de la vegetación secundaria.
71
LITERATURA CITADA
Aguilar, A. 2005. Aprovechamiento sustentable de los acahuales con el cultivo de palma camedor
en Pajapan, Veracruz Proceso y Evolución. UV. Citro. Center for Conservation Biology.
En: 1er. Congreso Internacional de Casos Exitosos de Desarrollo Sostenible del Trópico,
del 2 al 4 de Mayo de 2005. Boca del Río, Veracruz, México. Recuperado en:
http://www.citrouv.edu.mx/annexus/reunion/acrobat/E4PDF1.pdf
Anónimo. 2010. Electronic Database accessible at Missouri Botanical Garden, St. Louis,
Missouri. Recuperado en: http://www.tropicos.org/NameSearch.aspx
Arriaga, L., J. M. Espinoza, C. Aguilar, E. Martínez, L. Gómez y E. Loa (Coords). 2000.
Regiones terrestres prioritarias de México. Comisión Nacional para el Conocimiento y
Uso de la Biodiversidad. México. Pp. 509-513.
Arroyo-Rodríguez, V., J.C. Dunn, J. Benítez-Malvido and S. Mandujano. 2009. List of species:
Angiosperms, Los Tuxtlas Biosphere Reserve, Veracruz, Mexico. Checklist Journal of
Species Lists and Distribution, 5(4): 787–799.
Avendaño, S. e I. Acosta. 2000. Plantas utilizadas como cercas vivas en el estado de Veracruz.
Madera y Bosques, 6 (1): 55-71.
Barois, I. 2003a. Taller de Diagnóstico Rural Participativo Adolfo López Mateos. Conservación
y Manejo de la Biodiversidad Bajo del Suelo. INECOL-Red de Estudios para el
Desarrollo Rural A. C. 24-30 de Octubre de 2003. México. Recuperado en:
http://www3.inecol.edu.mx/csmbgbd/images/stories/resultados_reportes_archivos/Tallerd
iagnosticoruralp-ALM.pdf
Barois, I. 2003b. Taller de Diagnóstico Rural Participativo Venustiano Carranza. Conservación y
manejo de la biodiversidad bajo del suelo. INECOL-Red de Estudios para el Desarrollo
Rural A. C. 5-8 de Noviembre de 2003. México. Recuperado en:
http://www3.inecol.edu.mx/csmbgbd/images/stories/resultados_reportes_archivos/Tallerd
iagnosticoruralp-VC.pdf
Castillo-Campos, G. y J. Laborde. 2004. La Vegetación (pp. 231-265). En: Guevara, S., J.
Laborde y G. Sánchez. (Eds.) Los Tuxtlas: El paisaje de la Sierra. Instituto de Ecología,
A. C y Unión Europea. Xalapa, Ver.
Clements, F. 1916. Plant succession: An analysis of the development of vegetation. Carnegie
Institution of Washington. Publication 242. Washington, D.C., USA. 512 pp.
72
Coates-Estrada, R. y A. Estrada. 1986. Manual de identificación de campo de los mamíferos de la
estación biológica “Los Tuxtlas”. 1ª ed. Instituto de Biología, Universidad Nacional
Autónoma de México. México, D.F. 151 pp.
Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas-Secretaría del Medio Ambiente y Recursos
Naturales (CONANP-SEMARNAT). 2006. Programa de conservación y manejo Reserva
de la Biósfera Los Tuxtlas. 1ª ed. CONANP-SEMARNAT. México. 294 pp.
De las Salas, G. 2002. Los bosques secundarios de América tropical: Perspectivas para su manejo
sostenible. Bois et forêts des tropiques, 272 (2): 63-73. Recuperado en:
http://bft.revuesonline.com/gratuit/BFT272_pts63-73.pdf
Del Amo, S. 1999. Manejo y enriquecimiento de acahuales. 2ª ed. Cuadernos por la Tierra No.7.
Programa de Acción Forestal Tropical. Fondo Mexicano para la Conservación de la
Naturaleza. Secretaría de Medio Ambiente Recursos Naturales y Pesca. México. 30 pp.
Dirzo, R. y A. Miranda. 1990. Contemporary neotropical defaunation and forest structure,
funtion, and diversity–A sequel to John Terborgh. Conservation Biology, 4 (4): 444-447.
Dirzo, R., A. Aguirre y J. C. López. 2009. Diversidad florística de las selvas húmedas en paisajes
antropizados. Investigación ambiental, 1 (1). Pp. 17-22.
Dirzo, R. y M. C. García. 1992. Rates of deforestation in Los Tuxtlas, a neotropical area in
southeast Mexico. Conservation Biology, 6 (1): 84-90.
Dirzo, R., E. Mendoza y P. Ortíz. 2007. Size-related differential seed predation in a heavily
defaunated neotropical rain forest. Biotropica, 39 (3): 355-362.
Estrada, A. y R. Coates-Estrada. 2005. Las selvas tropicales húmedas de México: Recurso
poderoso pero vulnerable. 3ª ed. Fondo de Cultura Económica (FCE). Serie La Ciencia
para Todos, No. 132. 191 pp.
Fonseca, K. y L. Vásquez. 1999. Restauración de la cobertura vegetal en la Reserva Forestal
Monte Alto, Hojancha, Guanacaste. Tesis de Licenciatura en Ciencias Forestales. UNA.
Heredia, Costa Rica. 98 pp.
García-Campos, H., S. Cruz-Ramírez y L. Tehuitzil. 2002. Bases de información para
educadores ambientales de Los Tuxtlas y la Sierra de Santa Marta. Universidad
Veracruzana. Xalapa, Ver. 219 pp.
Gentry, H. A. 1995. Diversity and floristic composition of neotropical dry forest. En: S. H.
Bullock, H. A. Mooney y E. Medina (Eds.). Seasonally dry tropical forest. Cambridge
University Press. London. Pp. 146-194.
73
Gómez-Pompa, A. y G. Castillo-Campos. 2010. La Vegetación de Veracruz. En: Gómez-Pompa,
A., T. Krömer y R. Castro (Coords). Atlas de la flora de Veracruz: Un patrimonio natural
en peligro. Comisión del Estado de Veracruz para la Conmemoración de la Independencia
Nacional y la Revolución Mexicana. UV. México. Pp. 57-76.
González-Christen, A. (Coord.). 2010. Los mamíferos de Veracruz: Guía ilustrada. Colección La
Ciencia en Veracruz. Consejo Veracruzano de Investigación Científica y Desarrollo
Tecnológico. México. 191 pp.
González-Soriano, E., R. Dirzo y R. Voght (Eds.). 1997. Historia Natural de Los Tuxtlas.
Universidad Nacional Autónoma de México. México. 647 pp.
Granados, D. y G. López. 2000. Sucesión ecológica: Dinámica del ecosistema. Universidad
Autónoma Chapingo. Chapingo, México. 197 pp.
Guevara, S. y J. Laborde. 1998. Historia del paisaje de la sierra de los Tuxtlas, Veracruz
(México) (pp. 65-82). En: Díaz-Pineda, F., J. M. de Miguel y M. A. Casado (Coords.).
Diversidad biológica y cultura rural en la gestión ambiental del desarrollo. MundiPrensa y Multimedia Ambiental. Madrid, España.
Guevara, S., J. Laborde, D. Liesenfeld y O. Barrera. 1997. Potreros y ganadería (pp. 43-58). En:
González-Soriano, E., R. Dirzo, y R. Vogt (Eds.) Historia Natural de Los Tuxtlas.
Universidad Nacional Autónoma de México y Comisión Nacional para el conocimiento y
uso de la biodiversidad. México, D.F.
Guevara, S., J. Laborde y G. Sánchez-Ríos. 2000. La Reserva de la Biosfera Los Tuxtlas
(México). Documento de Trabajo N° 29. UNESCO (Programa de Cooperación Sur-Sur
sobre desarrollo socioeconómico ambientalmente adecuado en los trópicos húmedos).
París,
Francia.
49
pp.
Recuperado
en:
http://unesdoc.unesco.org/images/0012/001214/121445so.pdf
Guevara, S., J. Laborde, y G. Sánchez-Ríos. 2004. La fragmentación (pp. 111-134). En: Guevara,
S., J. Laborde, y G. Sánchez-Ríos. (Eds.). Los Tuxtlas: El paisaje de la Sierra. Instituto de
Ecología, A.C., Unión Europea. Xalapa, Ver.
Guevara, S., J. Laborde y G. Sánchez-Ríos. 2005. Los árboles que la selva dejó atrás.
Interciencia, 30 (10): 595-601.
Gutiérrez, L. y J. Dorantes. 2005. Especies forestales de uso tradicional del Estado de Veracruz:
Potencialidades de especies con uso tradicional del estado de Veracruz, con opción para
establecer plantaciones forestales comerciales 2003-2004. CONAFOR-CONACYT-UV.
Xalapa, Veracruz, México. 378 pp.
74
Halffter, G., C.E., Moreno y E.O. Pineda, 2001. Manual para evaluación de la biodiversidad en
Reservas de la Biosfera. M&T-Manuales y Tesis SEA. Vol. 2. Zaragoza, España. 80 pp.
Recuperado en: http://www.sea-entomologia.org/PDF/M&TSEA02.pdf
Ibarra-Manríquez, G. 2007. Árboles y arbustos comunes de los Tuxtlas. Estación de Biología
Tropical Los Tuxtlas, Veracruz, México. Centro de Investigaciones en Ecosistemas,
UNAM.
Morelia,
Michoacán,
México.
12
pp.
Recuperado
en:
http://fm2.fieldmuseum.org/plantguides/guide_pdfs/215%20Los%20TuxtlasARB%20v1.1.pdf
Ibarra–Manríquez, G., M. Martínez–Ramos, R. Dirzo y J. Núñez–Farfán. 1997a. La vegetación
(pp. 61–82). En: González-Soriano, E., R. Dirzo, y R. Vogt (Eds.) Historia Natural de
Los Tuxtlas. Universidad Nacional Autónoma de México y Comisión Nacional para el
conocimiento y uso de la biodiversidad. México, D.F.
Ibarra-Manríquez, G., M. Ricker, G. Ángeles, S. Sinaca y M. A. Sinaca. 1997b. Useful plants of
the Los Tuxtlas rain forest (Veracruz, Mexico): Considerations of their market potential.
Economic Botany, 51(4): 362-376.
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). 2005. Marco geoestadístico
municipal: Áreas geoestadísticas estatales y áreas geoestadísticas municipales.
Recuperado en: http://mapserver.inegi.org.mx/data/mgm/
Lamprecht, H. 1990. Silvicultura en los trópicos. Traducido del alemán por A. Cacillo. Eschbora,
Alemania. GTZ. 365 pp.
Lazos-Chavero, E. y L. Paré. 2000. Miradas indígenas sobre una naturaleza entristecida:
Percepciones del deterioro ambiental entre nahuas del sur de Veracruz. IIS-UNAM.
Editorial Plaza y Valdés. México. 220 pp.
Levy-Tacher, S, J. Aguirre, M. Martínez y A. Durán. Oct. 2002. Caracterización del uso
tradicional de la flora espontánea en la comunidad lacandona de Lacanhá, Chiapas,
México. Interciencia, 27 (10): 512-520.
López-Cano, E. y G. Castillo-Campos. 2009. Report of the vascular flora characterization and α
and β diversity index in three communities of Tuxlas, Veracruz, Mexico. (pp. 41-47). En:
Barois, I, E. Huising, P. Okoth, D. Trejo, M. De Los Santos (Eds). Below-Ground
Biodiversity in Sierra de Santa Marta, Los Tuxtlas, Veracruz, Mexico. Project
Conservation and Sustainable Management of Below-Ground Biodiversity CSM-BGBD,
Report Nr: 09-01. Instituto de Ecología A.C. Xalapa.
Méndez-Bahena, A. 1999. Sucesión secundaria de la selva húmeda y conservación de recursos
naturales en Marqués de Comillas, Chiapas. Tesis de Maestría. Universidad Michoacana
de San Nicolás de Hidalgo, Morelia. 98 pp.
75
Miranda, F. y E. Hernández-X. 1963. Los tipos de vegetación de México y su clasificación.
Boletín de la Sociedad Botánica de México, 28: 29-179.
Morales, A., A. Galindo, L. Gama y E. Sánchez. 2006. Propuesta de reforestación y
enriquecimiento de la microcuenca el Polevá, Tenosique, Tabasco. En: Congreso
Nacional de Manejo de Cuencas Hidrográficas. Instituto Nacional de Ecología (INE).
Querétaro,
19-21
Septiembre
2006.
Recuperado
en:
http://www.ine.gob.mx/descargas/cuencas/cong_nal_06/tema_05/02_adriana_morales.pdf
Moreno, C. E. 2001. Métodos para medir la biodiversidad. M&T-Manuales y Tesis SEA. Vol. 1.
Zaragoza,
España.
84
pp.
Recuperado
en:
http://entomologia.rediris.es/sea/manytes/mt1.htm
Morteo, S. 2011. Análisis de las reservas ejidales y celulares en dos comunidades de la Sierra de
Santa Marta, Ver. Tesis de Licenciatura. Facultad de Biología, Universidad Veracruzana.
Xalapa, Ver.
Mostacedo, B. y T. S. Fredericksen. 2000. Manual de métodos básicos de muestreo y análisis en
ecología vegetal. Proyecto de Manejo Forestal Sostenible (BOLFOR). Editora El País.
Santa Cruz, Bolivia. 87 pp.
Paré, L. 1997. Manejo de acahuales con plantas nativas: Vainilla, mamey y pimienta gorda. En:
Paré, L. y Velázquez, E. (Coords.) Gestión de recursos naturales y opciones
agroecológicas para la Sierra de Santa Marta, Veracruz. Instituto de Investigaciones
Sociales, UNAM. México. Pp. 169-183.
Paré, L. y E. Velázquez. (Coords.). 1997. Gestión de recursos naturales y opciones
agroecológicas para la Sierra de Santa Marta, Veracruz. Instituto de Investigaciones
Sociales. UNAM. México. 248 pp.
Paré, L., E. Velázquez, R. Gutiérrez, F. Ramírez, A. Hernández, M. Lozada, H. Perales y J.
Blanco. 1997. La Reserva especial de la biosfera Sierra de Santa Marta, Veracruz:
Diagnóstico y perspectiva. Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca.
Proyecto Sierra de Santa Marta, Instituto de Investigaciones Sociales, Universidad
Nacional Autónoma de México. México. 118 pp.
Pennington, T. y J. Sarukhán. 1968. Manual de Identificación de Campo de los Principales
Árboles Tropicales de México. INIF-FAO-SAG. México. 412 pp.
Pérez-Higareda, G., M. A. López-Luna y H. M. Smith. 2007. Serpientes de la Región de los
Tuxtlas, Veracruz, México: Guía de Identificación Ilustrada. UNAM. Instituto de
Biología. México. 189 pp.
76
Pérez-Salicrup, D. R. 2005. La restauración en relación con el uso extractivo de recursos bióticos
(pp. 79-86). En: Sánchez, O., E. Peters, R. Márquez-Huitzil, E. Vega, G. Portales, M.
Valdez, y D. Azuara (Eds.). Temas sobre restauración ecológica. Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales, Instituto Nacional de Ecología, U.S. Fish & Wildlife
Service, Unidos para la Conservación, A.C. México, D. F.
Plana, E. 2000. Introducción a la ecología y dinámica del bosque tropical. Curso sobre gestión y
conservación de bosques tropicales. Centre Tecnològic Forestal de Catalunya. Cataluña,
España.
Recuperado
en:
http://www.bionica.info/biblioteca/Plana%20Bach%202000%20Ecologia%20bosque%20t
ropical.pdf
Purata S. 1986. Floristical and structural changes during old-field succession in the Mexican
tropics in relation to site history and species availability. Journal of Tropical Ecology, 2:
257-276.
Ramírez, F. 1997. Cultivo y manejo de palmas del género chamaedorea (pp: 185-212). En: Paré,
L. y E. Velázquez (Coords.). Gestión de recursos naturales y opciones agroecológicas
para la Sierra de Santa Marta, Veracruz. Instituto de Investigaciones Sociales, UNAM.
México.
Ramírez, A. 2006. Ecología: Métodos de muestreo y análisis de poblaciones y comunidades.
Colección Biblioteca del Profesional. Editorial Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá,
Colombia. 273 pp.
Ramírez, F. 1999. Flora y vegetación de la Sierra de Santa Marta, Veracruz. Tesis de Biología.
Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México. México. 409 p.
Ramírez, F. 2005. La palma mayán (Chamaedorea hooperiana Hodel): Situación actual y
evaluación de los efectos de la cosecha de hojas en la Reserva de la Biosfera Los Tuxtlas,
Veracruz. Tesis de Maestría. Facultad de Ciencias Biológicas, UNAM.
Registro Agrario Nacional (RAN). 2006. Límites de tenencia de la tierra con base en el RAN.
Red
de Ecoturismo Comunitario de
http://tuxtlas.org/marinero.html
Los
Tuxtlas
(RECT).
s.f.
Recuperado
en:
Ricker, M. y D. C. Daly. 1998. Botánica económica en bosques tropicales: Principios y métodos
para su estudio y aprovechamiento. Diana. México D.F. 293 pp.
Rodríguez, L. 1994. Sistemas de policultivo comercial de café en la zona centro de Veracruz.
Tesis de licenciatura. Ingeniero Agrónomo. Universidad Autónoma Chapingo. Depto.
Fitotecnia. Chapingo, México. 218 p.
77
Rodríguez-Velázquez, J., P. Sinaca y G. Jamangapé. 2009. Frutos y semillas de árboles
tropicales de México. INE-SEMARNAT. México, D.F. 119 p. Recuperado en:
www2.ine.gob.mx/publicaciones/download/616.pdf
Schmook, B. 2005. Subproyecto acahuales, En: Pozo de la Tijera, M del C y S. Calmé. Uso y
monitoreo de los recursos naturales en el Corredor Biológico Mesoamericano (áreas
focales Xpujil-Zoh Laguna y Carrillo Puerto). El Colegio de la Frontera Sur, Unidad
Chetumal. Informe final Acahuales SNIB-CONABIO BJ002. México D. F. 32 pp.
Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). s.f. Dirección General de
Estadística e Información Ambiental. III.3 Suelos. Glosario. Recuperado en:
http://app1.semarnat.gob.mx/dgeia/estadisticas_2000/compendio_2000/03dim_ambiental/
03_03_Suelos/data_suelos/GlosarioIII.3.htm
Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). 2010. Norma Oficial
Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, Protección ambiental-Especies nativas de
México de flora y fauna silvestres-Categorías de riesgo y especificaciones para su
inclusión, exclusión o cambio-Lista de especies en riesgo. Diario Oficial de la Federación
(Segunda Sección). México, D.F.
Soto, M. 2004. El Clima. En: Guevara, S., J. Laborde y G. Sánchez. (Eds.). Los Tuxtlas. El
paisaje de la sierra. Instituto de Ecología, A.C y Unión Europea. Xalapa, Ver. 288 pp.
Stiling, P. 1999. Ecology: Theories and applications. New Jersey. 3a ed. Prentice Hall.
Toledo, V. M. 1976. El ejido y la selva tropical húmeda: Una contradicción ecológica y social.
En: Gómez-Pompa, A., C. Vázquez-Yanez, S. del Amo y A. Butanda (Eds.).
Investigaciones sobre la regeneración de selvas altas en Veracruz, México. Compañía
Editorial Continental, S.A. México, D.F. 641-671 pp.
Toledo, V. M., A. I. Batis, R. Becerra, E. Martínez y C.H. Ramos. 1995. La selva útil:
Etnobotánica cuantitativa de los grupos indígenas del trópico húmedo de México.
Interciencia, 20(4): 177-187.
U.S.
Geological Survey (USGS).
http://glovis.usgs.gov/
Global
78
visualization
viewer.
Recuperado
en:
10. ANEXOS
ANEXO 1
CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL EJIDO
INFORMANTES: AUTORIDADES EJIDALES*
Universidad
Veracruzana
Instituto de
Neuroetología
Fecha___/____/ 2010 Ejido_________________________ Municipio___________________
Autoridad que colabora con la encuesta______________________________________________
Nombre_______________________________________________________________________
Ocupación_________________ Actividad complementaria______________________________
1.- ¿Con qué superficie cuenta el ejido?_____________________________________________
2.- ¿Cuántos ejidatarios están registrados?____________________________________________
3.- ¿Cuántas hectáreas le corresponden a cada ejidatario?________________________________
4.- ¿Hay parcelas abandonadas en donde haya acahual? Si ( ) No ( )
5.- ¿Habla alguna lengua indígena?
Si ( )
No ( )
¿Cuál?________________________________________________
6.- ¿Qué programas de gobierno reciben actualmente los habitantes del ejido?
PROGRAM, OPORTUNIDADES, 70 y mas, PROARBOL, PROCAMPO, PROCYMAF,
PROCODES, PET, Otros _________________________________________________________
7.- ¿Cuál es la actividad productiva que más se practica?
_____________________________________________________________________________
8.- ¿Qué productos se cultivan en el ejido?
_____________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
9.- ¿Cuál es el precio de los productos que se venden?
_____________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
10.- ¿En dónde y a quienes se vende el producto?
_____________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
79
11.- ¿Qué programas de apoyo existen en el ejido encaminados a las actividades de agricultura?
Nombre del Programa
¿En qué consiste la ayuda?
______________________
______________________________
______________________
______________________________
Ninguno ( )
12.- ¿Cuál es el precio del ganado y de los productos derivados que se venden?
______________________________________________________________________________
13.- ¿En dónde y a quienes se vende el producto?______________________________________
14.- ¿Qué programas de apoyo existen en el ejido encaminados a las actividades de ganadería?
Nombre del Programa
¿En qué consiste la ayuda?
______________________
______________________________
______________________
______________________________
Ninguno ( )
15.- ¿Hay monos en su ejido? Marque con una X
Monos aulladores ( ) Monos araña ( ) Ninguno ( )
16.- ¿Qué otros animales de monte se pueden observar cerca de la comunidad?
______________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________
17.- ¿Qué árboles se pueden observar en la montaña?
______________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________
18.- ¿Qué programas existen como apoyo a las actividades de reforestación y conservación?
Nombre del Programa
¿En qué consiste la ayuda?
______________________
________________________________________________
______________________
________________________________________________
Ninguno ( )
19.- ¿Porqué considera usted que les interesa reforestar o conservar?
______________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________
* El presente cuestionario comprende algunas preguntas correspondientes al proyecto “Influencia de las variables
socioeconómicas sobre el uso de suelo en áreas de vegetación primaria en la Sierra de Santa Marta, Veracruz, y su
impacto en las poblaciones de primates y mamíferos medianos”.
80
ANEXO 2
PARCELAS CON VEGETACIÓN SECUNDARIA (ACAHUAL)
INFORMANTES: EJIDATARIOS
Instituto de
Neuroetología
Facultad de
Biología
Universidad Veracruzana
Fecha: __________________________
Nombre: ________________________________________________ Hombre ( ) Mujer ( )
Edad: __________________ Comunidad: ___________________________________________
Ocupación_________________ Actividad complementaria______________________________
ACTIVIDADES PRODUCTIVAS
1.- ¿Cómo considera que es la calidad del suelo de su parcela para la siembra de maíz, frijol,
pasto, o cualquier otro cultivo?
Buena ( )
Regular ( )
Mala ( )
2.- ¿Cómo era hace 20 años? ¿Mejor o peor?
___________________________________________________________________________
Agricultura
3.- Número de ha dedicadas a la agricultura.
1-5 ( )
6-10 ( )
11- + ( )
4.- ¿Cuáles son los principales cultivos que trabaja en su parcela?
Cultivo
Superficie
______________________________
_______________________
______________________________
_______________________
______________________________
_______________________
5.- ¿Cuál es el rendimiento (kg/ha)? ________________________________________________
6.- ¿Cuál es el precio de la producción? _____________________________________________
81
Ganadería
7.- No. ha dedicadas a la ganadería
1-5 ( )
6-10 ( )
11- + ( )
8.- ¿Cuántas cabezas de ganado tiene? _____________________________________________
9.- ¿Cuál es el precio del litro de leche y derivados (en el caso de producirlos)?
__________________________________________________________________________
10.- ¿Cuál es el precio del ganado? _________________________________________________
11.- ¿Renta su potrero?
Si ( )
No ( )
12.- ¿En cuánto lo renta? ________________________________________________________
ACAHUALES
13.- Aproximadamente ¿Cuánta superficie de su parcela tiene monte nuevo? y ¿Junto a que se
localiza?
__________________________________________________________________________
14.- ¿Por qué ha crecido la vegetación ahí?
__________________________________________________________________________
15.- ¿Qué sembraba en esa parte?
__________________________________________________________________________
16.- ¿Hace cuanto tiempo que no se siembra o se mete ganado?
__________________________________________________________________________
17.- ¿Conoce qué plantas puede encontrar ahí?
__________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________
18.- ¿Ha visto algún animal o animales en esa zona?
Si ( )
No ( )
19.- ¿Cuáles?
__________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________
82
20.- ¿Cuál es el manejo que le da a su acahual?
a) Plantaciones forestales maderables
b) Plantaciones forestales no maderables: Para fines alimenticios (frutales u otros cultivos) o
para fines comerciales (palmas u otros)
c) Ninguno
21.- En el caso de las plantaciones maderables, ¿Con que árboles reforestó?
__________________________________________________________________________
22.- En el caso de las plantaciones no maderables, ¿Qué es lo que cultiva?
__________________________________________________________________________
23.- ¿Cuánto produce aproximadamente? ____________________________________________
24.- ¿Cuál es el destino de la producción?
a) Autoconsumo ( )
c) Comercialización ( )
b) Autoconsumo y comercialización ( )
d) Otro ( ) ________________________________________
25.- ¿Y en cuánto lo llega a vender? ________________________________________________
26.- ¿En dónde lo vende?
_____________________________________________________________________________
27.- ¿A quiénes los vende? _______________________________________________________
28.- En un futuro ¿Qué uso o manejo le pretende dar a su acahual?
__________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________
83
ANEXO 3
LISTADO DE ESPECIES EN ACAHUALES DERIVADOS DE SELVA DE DOS COMUNIDADES (ALM Y VC)
ALEDAÑAS A LA SIERRA DE SANTA MARTA, VER.
Familia
ACTINIDIACEAE
ANACARDIACEAE
ANNONACEAE
APOCYNACEAE
ARALIACEAE
ARECACEAE
ASTERACEAE
BIGNONIACEAE
BORAGINACEAE
BURSERACEAE
CECROPIACEAE
CLUSIACEAE
Especie **
Saurauia scabrida Hemsl.
Saurauia yasicae Loes.
Mosquitoxylum jamaicense Krug & Urb.
Rollinia jimenezii Saff.
Rollinia membranacea Triana & Planch.
Tabernaemontana alba Mill.
Tabernaemontana arborea Rose
Dendropanax arboreus (L.) Decne. & Planch. *
Astrocaryum mexicanum Liebm. ex Mart. *
Chamaedorea tepejilote Liebm. ex Mart. *
Geonoma interrupta (Ruiz & Pav.) Mart.
Eupatorium daleoides (DC.) Hemsl.
Eupatorium galeotti B. L. Rob *
Vernonia sp. Schreb.
Tabebuia rosea (Bertol.) A. DC. *
Cordia alliodora (Ruiz and Pav.) Oken *
Cordia stellifera I. M. Johnst. *
Bursera simaruba (L.) Sarg. *
Cecropia obtusifolia Bertol. *
Calophyllum brasiliense Cambess.
Vismia camparaguey Sprague & L. Riley
Vismia sp. Vand.
84
Nombre Común U
Marangola A
Palo melaza
Jobillo, carbonero, cedrillo
Chirimoya, anonilla A
Huevos de gato, cojón de gato, lecherillo,
palo de San Diego, cola de venado Me
Huevo de toro
Olivo, palo de agua
Chocho A, C
Tepejilote A
Kopale Mr
Leñador, nopo Me
Me, Mr
Primavera, roble Ma, O, C
Hormiguillo, súchil acahualero, tepesuchi,
solerillo, súchil amarillo Ma, C, H, Me
Nopo, tepeistesúchil Ma, L
Palo mulato Cv, C, Ma, Me
Chancarro, guarumbo A, Me
Ocú, barí
Camparaguey, achiotillo
Anexo 3
(Continuación)
Familia
COMBRETACEAE
ERYTHROXYLACEAE
EUPHORBIACEAE
FABACEAE
LAURACEAE
MALPIGHIACEAE
MALVACEAE
MELASTOMATACEAE
MELIACEAE
MONIMIACEAE
MORACEAE
MYRSINACEAE
MYRTACEAE
Especie **
Terminalia amazonia (J. F. Gmel) Exell
Erythroxylum sp. P. Browne
Alchornea latifolia Sw. *
Sapium lateriflorum Hemsl.
Tetrorchidium rotundatum Standl. *
Inga nobilis Willd.
Inga pavoniana G. Don
Ormosia schippii Pierce ex Standl. & Steyerm.
Senna multijuga (Rich.) H. S. Irwin and Barneby *
Nectandra ambigens (S. F. Blake) C. K. Allen *
Nectandra cuspidata Nees
Bunchosia lindeniana A. Juss.
Robinsonella mirandae Gómez Pompa
Conostegia xalapensis (Bonpl.) D. Don ex DC.
Miconia fulvostellata L. O. Williams
Cedrela odorata L. *
Guarea grandifolia DC. *
Melia azedarach L.
Siparuna andina (Tul.) A. DC. *
Clarisia biflora Ruiz & Pav.
Ficus yoponensis Desv. *
Poulsenia armata (Miq.) Standl. *
Parathesis lenticellata Lundell
Eugenia mexicana Steud. *
Myrciaria floribunda (H. West ex Willd.) O. Berg
Psidium guajava L.
85
Nombre Común U
Cachán, amarillo, peinecillo, tepesuchil Ma, C
Cachos de toro Me
Hoja ancha, carne de caballo, palo de mujer Ma
Amantillo, amatillo
Amate cajonero, amate blanco C, L
Vaina o guatope A
Cachimba (o), guajillo,
dormilón blanco
Laurel chilpatillo, laurel de montaña Ma
Laurelillo Me
Manzanillo, algodoncillo, majagua blanca C, L
Capulincillo, choquepe A
Cedro Ma, Me
Sabino, palo de bejuco, bejuquillo Ma, C
Paraíso, maravilla, pionche, cresmo Me, Cv
Limoncillo, mano de tigre, supicho
Lecherillo amargoso
Higuerón
Abasbabi, aguatoso, cartagena, carta A
Escobilla
Escobillo, guayabillo
Guayabo A, C, Me
Anexo 3
(Continuación)
Familia
PIPERACEAE
POLYGONACEAE
RUBIACEAE
RUTACEAE
SAPINDACEAE
STAPHYLEACEAE
TILIACEAE
ULMACEAE
URTICACEAE
VIOLACEAE
VOCHYSIACEAE
Especie **
Piper aduncum L.
Piper aequale Vahl
Piper peltatum L.
Coccoloba hondurensis Lundell
Coccoloba matudae Lundell *
Chione mexicana Standl. *
Posoqueria latifolia (Rudge) Roem. and Schult.
Rondeletia buddleioides Benth.
Citrus sinensis (L.) Osbeck
Cupania glabra Sw. *
Turpinia occidentalis (Sw.) G. Don
Heliocarpus appendiculatus Turcz. *
Heliocarpus donnell-smithii Rose *
Luehea seemannii Triana & Planch.
Trichospermum galeottii (Turcz.) Kosterm. *
Ulmus mexicana (Liebm.) Planch.
Myriocarpa longipes Liebm. *
Urera rzedowskii V.W.Steinm.
Rinorea guatemalensis (S. Watson) Bartlett
Vochysia guatemalensis Donn. Sm.
Nombre Común U
Cordoncillo, higuillo
Cordoncillo
Uvero Me, Ma
Palo blanco
Palo de peine
Dagame de monte Mr
Naranjo A, Me
Tepesi, tepechi, cosalcahuite, guacamayo, palo
de piedra, tres lomos, quiebra hacha C, L
Zarzafrán
Jonote colorado F
Jonote blanco, corcho
Guapetate
Cuerillo, cuero, olmo
Palo de fideo, chalagogue
Vara negra
Botoncillo
Corpo Ma, C
Las especies marcas con un asterisco (*) son especies nativas reportadas por Ibarra-Manríquez et al. (1997b) como plantas útiles para el
comercio (madera, leña, ornamental, etc). Los nombres de los autores (**) fueron obtenidos a partir de la base de datos del Missouri Botanical
Garden (Anónimo, 2010). U= plantas útiles de acuerdo a Ramírez (1999); A= alimento, Me= medicinal, Mr= mágico-religioso, C =
construcción de casas, Ma = maderable, O = ornamental, H = herramienta (cultivo), L = leña, Cv = cerco vivo y F = fibra.
86
ANEXO 4
ATRIBUTOS ESTRUCTURALES DE LA VEGETACIÓN EN LAS UNIDADES DE
MUESTREO
UM
Especie
AJ-ALM
Myriocarpa longipes
Saurauia yasicae
Siparuna thecaphora
Eupatorium galeotti
Cecropia obtusifolia
Ulmus mexicana
Heliocarpus appendiculatus
Piper aequale
Sapium lateriflorum
Vernonia sp.
Rollinia membranacea
Cordia alliodora
Geonoma interrupta
Piper aduncum
Dendropanax arboreus
Rondeletia buddleioides
Total
Den rel
35.5
17.1
17.1
7.9
2.6
1.3
1.3
5.3
1.3
2.6
1.3
1.3
1.3
1.3
1.3
1.3
100
18.2
9.1
15.2
12.1
6.1
3.0
3.0
6.1
3.0
6.1
3.0
3.0
3.0
3.0
3.0
3.0
100
AM-ALM Ficus yoponensis
Heliocarpus appendiculatus
Cecropia obtusifolia
Trichospermum galeottii
Cordia stellifera
Saurauia yasicae
Piper peltatum
Robinsonella mirandae
Senna multijuga
Urera rzedowskii
Saurauia scabrida
Turpinia occidentalis
Astrocaryum mexicanum
Dendropanax arboreus
Alchornea latifolia
4.1
6.8
9.6
2.7
4.1
5.5
9.6
4.1
2.7
8.2
2.7
4.1
4.1
2.7
2.7
6.1
6.1
8.2
4.1
6.1
6.1
2.0
6.1
4.1
2.0
4.1
2.0
4.1
4.1
4.1
87
Frec rel Dom rel
IVI
%
11.3
28.3
5.5
3.7
14.2
11.6
8.9
1.0
7.0
1.3
5.3
0.7
0.4
0.4
0.3
0.2
100
65.0
54.6
37.8
23.7
22.9
15.9
13.2
12.3
11.3
10.0
9.6
5.1
4.8
4.7
4.6
4.5
300
21.7
18.2
12.6
7.9
7.6
5.3
4.4
4.1
3.8
3.3
3.2
1.7
1.6
1.6
1.5
1.5
100
33.0
17.4
12.5
11.6
3.1
1.1
0.9
2.0
4.7
0.7
2.2
2.7
0.4
1.3
1.2
43.2
30.3
30.2
18.5
13.4
12.7
12.5
12.2
11.5
11.0
9.0
8.8
8.6
8.1
8.0
14.4
10.1
10.0
6.2
4.5
4.2
4.2
4.1
3.8
3.7
3.0
2.9
2.9
2.7
2.7
Anexo 4
UM
AJ-VC
(Continuación)
Especie
Piper aduncum
Sapium lateriflorum
Posoqueria latifolia
Conostegia xalapensis
Inga nobilis
Clarisia biflora
Inga pavoniana
Nectandra cuspidata
Bunchosia lindeniana
Guarea grandifolia
Myriocarpa longipes
Chamaedorea tepejilote
Tabebuia rosea
Poulsenia armata
Total
Den rel
5.5
1.4
2.7
2.7
1.4
1.4
1.4
1.4
1.4
1.4
1.4
1.4
1.4
1.4
100
Psidium guajava
Coccoloba matudae
Tabernaemontana arborea
Melia azedarach
Alchornea latifolia
Parathesis lenticellata
Vochysia guatemalensis
Rollinia jimenezii
Conostegia xalapensis
Siparuna andina
Miconia fulvostellata
Cedrela odorata
Tetrorchidium rotundatum
Nectandra ambigens
Coccoloba hondurensis
Citrus sinensis
Cordia alliodora
Vismia camparaguey
Bursera simaruba
Total
14.4
7.2
14.4
9.3
6.2
12.4
3.1
2.1
6.2
8.2
6.2
1.0
2.1
1.0
1.0
2.1
1.0
1.0
1.0
100
88
Frec rel Dom rel
2.0
0.2
2.0
3.8
4.1
0.1
2.0
0.2
2.0
0.3
2.0
0.2
2.0
0.1
2.0
0.1
2.0
0.1
2.0
0.1
2.0
0.1
2.0
0.1
2.0
0.0
2.0
0.0
100
100
13.9
5.6
8.3
8.3
11.1
5.6
8.3
2.8
8.3
2.8
2.8
2.8
2.8
2.8
2.8
2.8
2.8
2.8
2.8
100
8.8
20.3
7.3
8.1
7.2
6.3
7.9
13.9
2.4
2.2
1.9
4.4
3.3
2.8
1.8
0.5
0.6
0.3
0.2
100
IVI
7.8
7.1
7.0
4.9
3.7
3.6
3.5
3.5
3.5
3.5
3.5
3.5
3.5
3.4
300
%
2.6
2.4
2.3
1.6
1.2
1.2
1.2
1.2
1.2
1.2
1.2
1.1
1.1
1.1
100
37.1
33.1
30.1
25.7
24.5
24.2
19.3
18.7
16.9
13.2
10.9
8.2
8.1
6.6
5.6
5.3
4.4
4.1
4.0
300
12.4
11.0
10.0
8.6
8.2
8.1
6.4
6.2
5.6
4.4
3.6
2.7
2.7
2.2
1.9
1.8
1.5
1.4
1.3
100
Anexo 4
(Continuación)
UM
AM-VC
Especie
Terminalia amazonia
Vochysia guatemalensis
Psidium guajava
Eupatorium daleoides
Trichospermum galeottii
Conostegia xalapensis
Erythroxylum sp.
Myrciaria floribunda
Luehea seemannii
Eugenia mexicana
Ormosia schippii
Calophyllum brasiliense
Mosquitoxylum jamaicense
Rinorea guatemalensis
Chione mexicana
Tabernaemontana alba
Rollinia jimenezii
Vismia sp.
Melia azedarach
Coccoloba matudae
Alchornea latifolia
Bursera simaruba
Cecropia obtusifolia
Miconia fulvostellata
Cupania glabra
Nectandra ambigens
Heliocarpus donnell-smithii
Total
Den rel
11.1
12.2
13.3
6.7
2.2
6.7
4.4
5.6
2.2
5.6
1.1
4.4
2.2
2.2
3.3
2.2
1.1
2.2
2.2
1.1
1.1
1.1
1.1
1.1
1.1
1.1
1.1
100
Frec rel Dom rel
8.5
40.0
10.6
12.0
6.4
7.4
8.5
1.2
2.1
10.7
6.4
1.0
4.3
3.2
4.3
1.0
4.3
3.2
2.1
1.6
2.1
5.2
2.1
1.1
4.3
0.8
4.3
0.4
2.1
1.4
4.3
0.2
2.1
2.4
2.1
1.2
2.1
0.8
2.1
1.3
2.1
0.9
2.1
0.9
2.1
0.8
2.1
0.7
2.1
0.4
2.1
0.2
2.1
0.1
100
100
IVI
59.6
34.9
27.1
16.3
15.0
14.1
11.9
10.8
9.7
9.3
8.4
7.7
7.3
6.8
6.8
6.7
5.7
5.6
5.2
4.6
4.2
4.1
4.0
3.9
3.6
3.4
3.3
300
%
19.9
11.6
9.0
5.4
5.0
4.7
4.0
3.6
3.2
3.1
2.8
2.6
2.4
2.3
2.3
2.2
1.9
1.9
1.7
1.5
1.4
1.4
1.3
1.3
1.2
1.2
1.1
100
Densidad relativa (Den rel), Frecuencia relativa (Frec rel), Dominancia relativa (Dom rel).
Índice de Valor de Importancia (IVI), el cual también se representa en porcentaje (%).
89
ANEXO 5
PRESENCIA O AUSENCIA DE ESPECIES EN LAS CUATRO UNIDADES DE
MUESTREO
FAMILIA
Especie
ACTINIDIACEAE
Saurauia scabrida
Saurauia yasicae
ANACARDIACEAE
Mosquitoxylum jamaicense
ANNONACEAE
Rollinia jimenezii
Rollinia membranacea
APOCYNACEAE
Tabernaemontana alba
Tabernaemontana arborea
ARALIACEAE
Dendropanax arboreus
ARECACEAE
Astrocaryum mexicanum
Chamaedorea tepejilote
Geonoma interrupta
ASTERACEAE
Eupatorium daleoides
Eupatorium galeotti
Vernonia sp.
BIGNONIACEAE
Tabebuia rosea
BORAGINACEAE
Cordia alliodora
Cordia stellifera
BURSERACEAE
Bursera simaruba
CECROPIACEAE
Cecropia obtusifolia
CLUSIACEAE
Calophyllum brasiliense
Vismia camparaguey
Adolfo López
Mateos
Joven
Maduro
Venustiano
Carranza
Joven
Maduro




























90
Anexo 5
(Continuación)
FAMILIA
Especie
Vismia sp.
COMBRETACEAE
Terminalia amazonia
ERYTHROXYLACEAE
Erythroxylum sp.
EUPHORBIACEAE
Alchornea latifolia
Sapium lateriflorum
Tetrorchidium rotundatum
FABACEAE
Inga nobilis
Inga pavoniana
Ormosia schippii
Senna multijuga
LAURACEAE
Nectandra ambigens
Nectandra cuspidata
MALPIGHIACEAE
Bunchosia lindeniana
MALVACEAE
Robinsonella mirandae
MELASTOMATACEAE
Conostegia xalapensis
Miconia fulvostellata
MELIACEAE
Cedrela odorata
Guarea grandifolia
Melia azedarach
MONIMIACEAE
Siparuna andina
MORACEAE
Clarisia biflora
Ficus yoponensis
Poulsenia armata
MYRSINACEAE
Parathesis lenticellata
MYRTACEAE
Adolfo López
Mateos
Joven
Maduro
Venustiano
Carranza
Joven
Maduro
































91

Anexo 5
(Continuación)
FAMILIA
Especie
Eugenia mexicana
Myrciaria floribunda
Psidium guajava
PIPERACEAE
Piper aduncum
Piper aequale
Piper peltatum
POLYGONACEAE
Coccoloba hondurensis
Coccoloba matudae
RUBIACEAE
Chione mexicana
Posoqueria latifolia
Rondeletia buddleioides
RUTACEAE
Citrus sinensis
SAPINDACEAE
Cupania glabra
STAPHYLEACEAE
Turpinia occidentalis
TILIACEAE
Heliocarpus appendiculatus
Heliocarpus donnell-smithii
Luehea seemannii
Trichospermum galeottii
ULMACEAE
Ulmus mexicana
URTICACEAE
Myriocarpa longipes
Urera rzedowskii
VIOLACEAE
Rinorea guatemalensis
VOCHYSIACEAE
Vochysia guatemalensis
36 Familias, 56 Géneros, 68
Especies
Adolfo López
Mateos
Joven
Maduro


Venustiano
Carranza
Joven
Maduro



























16 Especies
92

29 Especies 19 Especies 27 Especies
ANEXO 6
FOTOGRAFÍAS DE LAS UNIDADES DE MUESTREO
a
b
c
d
Figura 1. Vista general de las dos unidades de muestreo (etapas sucesionales) en el ejido Adolfo
López Mateos: (a) y (b) Acahual joven de Adolfo López Mateos (AJ-ALM); (c) y (d) Acahual
maduro de Adolfo López Mateos (AM-ALM).
93
a
b
c
d
Figura 2. Vista general de las dos unidades de muestreo (etapas sucesionales) en el ejido
Venustiano Carranza: (a) y (b) Acahual joven de Venustiano Carranza (AJ-VC); (c) y (d)
Acahual maduro de Venustiano Carranza (AM-VC).
94
Descargar