EFECTOS TÓXICOS DE LOS FÁRMACOS UTILIZADOS PARA EL TRATAMIENTO DE LA ENFERMEDAD DE CHAGAS. Un problema frecuente en la quimioterapia de las enfermedades tropicales Palabras clave: tripanosomiasis americana; Benznidazol; enfermedad de Chagas; quimioterapia; Nifurtimox. Key words: American trypanosomiasis; Benznidazole; Chagas’ disease; chemotherapy; Nifurtimox. Dos fármacos están disponibles para el tratamiento etiológico de José A. Castro la enfermedad de Chagas: Nifurtimox y Benznidazol. Nifurtimox es un nitrofurano y Benznidazol es un compuesto nitroimidazólico. El Centro de Investigaciones Toxicológicas (CEITOXuso de estas drogas para tratar la fase aguda de la enfermedad está UNIDEF). CITEDEF. Juan B. de La Salle 4397, B1603ALO Villa Martelli, ampliamente aceptado. Sin embargo, su uso en el tratamiento de provincia de Buenos Aires. la fase crónica es controvertido. Los efectos colaterales indeseables [email protected] de ambas drogas son un inconveniente mayor en su uso que frecuentemente fuerza a los médicos a detener el tratamiento. Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental, Las reacciones adversas más frecuentes observadas en el uso del Universidad Nacional de General San Martín (3IANifurtimox son: anorexia, pérdida de peso, alteraciones psíquicas, UNSAM). Av. 25 de Mayo y Francia, 1650 San excitabilidad, insomnio, manifestaciones digestivas tales como náusea Martín, provincia de Buenos Aires. o vómitos y ocasionalmente cólico intestinal y diarrea. En el caso [email protected] del Benznidazol, las manifestaciones cutáneas son las más notorias (es decir, hipersensibilidad, dermatitis con erupciones cutáneas, edema generalizado, fiebre, linfo-adenopatía, dolor articular y muscular), siendo las manifestaciones más severas depresión de la médula ósea, púrpura trombocitopénica y agranulocitosis. Los estudios de toxicidad experimentales con Nifurtimox evidenciaron neurotoxicidad, daño testicular, toxicidad ovárica y efectos deletéreos en corazón, tejido mamario, adrenal, colon y esófago. En el caso del Benznidazol, se observaron efectos deletéreos en adrenales, colon y esófago. Este compuesto también inhibe el metabolismo de varios xenobióticos transformados por el sistema del citocromo P450 y sus metabolitos reactivos reaccionan con los componentes fetales in vivo. Ambas drogas exhibieron efectos mutagénicos significativos y se demostró en algunos estudios que eran carcinogénicas o tumorogénicas. Los efectos tóxicos de ambos derivados nitroheterocíclicos requieren la reducción enzimática de su grupo nitro. Aquellos procesos son mediados fundamentalmente por la reductasa del citocromo P450 y por el mismo citocromo P450. Otras enzimas tales como la xantina oxidoreductasa o la aldehído oxidasa pueden estar involucradas también. Two drugs are available for the etiological treatment of Chagas disease, Benznidazole and Nifurtimox. Nifurtimox is a nitrofuran and Benznidazole is a nitroimidazole compound. The use of these drugs for treating the acute phase of the disease is now widely accepted. However, its use in the treatment of chronic phase is controversial. The undesirable side effects of both drugs are a major drawback in their use, which often force physicians to stop treatment. The most common adverse reactions observed in the use of Nifurtimox are anorexia, weight loss, psychic disorders, excitability, insomnia, digestive symptoms such as nausea or vomiting and occasionally diarrhea and intestinal colic. In the case of Benznidazol cutaneous manifestations are the most notorious (ie. hypersensitivity, dermatitis, rash, generalized edema, fever, lymphadenopathy, joint and muscle pain), the most severe manifestations depression of bone marrow, thrombocytopenic purpura and agranulocytosis. For Nifurtimox experimental studies showed neurotoxicity, testicular damage, ovarian toxicity and deleterious effects in heart, breast tissue, adrenals, colon and esophagus. In the case of Benznidazole, deleterious effects were observed in adrenal, colon and esophagus. This compound also inhibits the metabolism of various xenobiotics transformed by cytochrome P450 and its reactive metabolites react with fetal components in vivo. Both drugs exhibited significant mutagenic effects, demonstrating in some studies that were carcinogenic or tumorigenic. Toxic effects of both drugs require enzymatic reduction of the nitro group. Those metabolic processes are primarily mediated by cytochrome P450 reductase and by the same cytochrome P450. Other enzymes such as xanthine oxidoreductase or aldehyde oxidase may also be involved. Efectos tóxicos de los fármacos utilizados para el tratamiento de la enfermedad de Chagas. LA ENFERMEDAD Y SU RELEVANCIA SOCIAL Y ECONÓMICA. La enfermedad de Chagas (tripanosomiasis americana) es una enfermedad parasitaria que es endémica en algunas áreas de América Central, América del Sur y México, donde una cantidad estimada en más de siete millones de personas se hallan infectadas con el Tripanosoma cruzi. Más allá de esto, decenas de millones viven en riesgo de infección (Moncayo y Silveira, 2009; World Health Organization, 1991). Esta enfermedad fue descripta por Carlos Chagas en 1909 y fue denominada en su honor. En 1993 el Banco Mundial consideró a la enfermedad de Chagas como la enfermedad parasitaria que tenía más impacto socioeconómico significativo, medido como “años de vida ajustados en incapacidad” (DALY), que todas las otras enfermedades infecciosas parasitarias actualmente presentes en la región (Pinto Dias, 2000, 2003; World Bank, 1993). Usualmente, la infección es debida a insectos vectores que transportan al T. cruzi en sus intestinos. Estos insectos pertenecen a la subfamilia Triatominae, los cuales poseen hábitos hematófagos y generalmente defecan inmediatamente después de morder a una víctima dormida durante la noche (frecuentemente niños pequeños debido a que ellos están indefensos). Luego de despertarse, la víctima comúnmente se rasca la mordida que pica y, como resultado, las heces infectadas del triatomino encuentran su camino dentro de la corriente sanguínea del huésped a través de una herida de mordida en la piel o a través de la membrana mucosa intacta o la conjuntiva (Allison, 1993; Aufderheide y cols., 2004; Barret y cols., 2003; Pinto Dias, 2000, 2003; Rassi y cols, 2000; Rodrigues Coura y de Castro, 2002; World Bank, 1993). Las for- mas infectivas del parásito alcanzan diferentes células en los tejidos, donde se transforman en la forma amastigota intracelular. Esta forma se multiplica y finalmente causa una explosión de la célula huésped, seguida por la liberación de parásitos a la circulación. Allí, se diferencian a la forma tripomastigota flagelada, la cual está lista para invadir nuevas células, repitiendo así el ciclo. De estos ciclos alternantes de infección resultan varias lesiones tisulares. Además del modo de infección por transporte mediante el vector, que explica cerca del 80-90% de la transmisión de la enfermedad, hay otras posibilidades tales como la transfusión de sangre o la transmisión congénita. Se piensa que estas formas explican el 5-20% y el 0,58% de los casos, respectivamente. Hay otras formas menos comunes de infección tales como la oral (a partir de comidas o bebidas infectadas) o el transplante de órganos infectados (Allison, 1993; Aufderheide y cols., 2004; Barret y cols., 2003; Pinto Dias, 2000, 2003; Rodrigues Coura y de Castro, 2002; World Bank, 1993). La migración de latinoamericanos infectados desde sus áreas rurales endémicas originales hacia áreas urbanas, dentro de sus propios países o a países europeos o a EE.UU. buscando un progreso socioeconómico, ha traído como consecuencia dos problemas: la posible transmisión de la enfermedad a través de la transfusión de sangre o el transplante de órganos (Pinto Dias y cols., 2002; Moraes-Souza, 1999; Rassi y cols., 2000). Se ha reportado la transmisión de la infección por el T. cruzi a través de transplantes de órganos en América Latina (Carvahlo y cols., 1997) y en un país no endémico como EE.UU., donde se mencionó la aparición de varios casos (Chin-Hong y cols., 2011). 79 La transmisión congénita de la infección por T. cruzi podría ser relevante por muchos años tanto en áreas endémicas como en no endémicas por igual. En algunos países, como Uruguay, Paraguay y Argentina, se han implementado programas a nivel nacional en los cuales cada mujer embarazada es investigada serológicamente para la infección por T. cruzi, proveyendo una guía diagnóstica en el nacimiento para un tratamiento rápido (Aufderheide y cols., 2004; Pinto Dias, 2000, 2003; Pinto Dias y cols., 2002; Rodrigues Coura y de Castro, 2002). La transmisión oral de la infección por el T. cruzi causada por ingestión de tripomastigotas no es común pero es posible. Se ha podido demostrar en animales experimentales y accidentes de laboratorio (Aufderheide y cols., 2004). En resumen, hay múltiples maneras de adquirir la infección por T. cruzi, cada una de las cuales posee una probabilidad diferente de ocurrencia de acuerdo con las diferentes situaciones. La fase aguda de la enfermedad comienza inmediatamente luego de la infección, con independencia del modo específico de infección. Podría durar de semanas a meses y es típicamente asintomática o está asociada con fiebre y otras manifestaciones moderadas, no específicas. Sin embargo, pueden ocurrir miocarditis o meningo-encefalitis con serio riesgo para la vida durante esta fase, particularmente en niños y personas inmunocomprometidas. La tasa de defunción causada por estos síntomas severos es del 10% (Aufderheide y cols., 2004; Pinto Dias, 2000, 2003; Pinto Dias y cols., 2002; Rassi y cols., 2000; Rodrigues Coura y de Castro, 2002; World Health Organization, 1991). Después de años o décadas de infección subclínica, entre un 10 y 80 un 50% de los sobrevivientes (dependiendo del área endémica y del modo de infección) del estado agudo desarrollan enfermedad de Chagas crónica, la que se caracteriza por una cardiopatía potencialmente letal o megasíndromes (es decir, megaesófago o megacolon) (Aufderheide y cols., 2004; Pinto Dias, 2000, 2003; Pinto Dias y cols., 2002; Rassi y cols., 2000; Rodrigues Coura y de Castro, 2002; World Health Organization, 1991). Es importante enfatizar que incluso las personas que permanecen asintomáticas pueden ser infecciosas de por vida, con bajos niveles de parásitos en sangre y en otros tejidos (Aufderheide y cols., 2004; Pinto Dias, 2000, 2003; Pinto Dias y cols., 2002; Rassi y cols., 2000; Rodrigues Coura y de Castro, 2002; World Health Organization, 1991). Desde el punto de vista del análisis de la fase crónica, es importante tener en cuenta cuanto tiempo ha pasado desde que se ha adquirido la infección. Se considera una “fase crónica reciente” cuando la infección ocurrió en los últimos diez años o si las víctimas son niños menores de 12 años (Rodrigues Coura y de Castro, 2002). Los pacientes con más de diez años de infección se consideran “casos crónicos tardíos”. Para disminuir el riesgo de morbilidad y mortalidad, las per- Figura 1. Nifurtimox y Benznidazol. CIENCIA E INVESTIGACIÓN - TOMO 64 Nº 5 - 2014 sonas infectadas deberían ser tratadas lo más tempranamente posible en el curso de la infección con las drogas disponibles aprobadas. Una respuesta favorable a ellas depende críticamente del estadio de desarrollo de la enfermedad cuando se hace el tratamiento. TRATAMIENTO QUIMIOTERÁPICO DE LA ENFERMEDAD DE CHAGAS. Desde los últimos años de la década del sesenta dos drogas nitroheterocíclicas han estado disponibles para el tratamiento etiológico de la enfermedad de Chagas: un nitrofurano, el Nifurtimox (3-metil4-(nitrofurfurilidenamina)-tetrahidro-4H-1,4-tiazina-1,1-dióxido) y un nitroimidazol, el Benznidazol (N-benzil-2-nitroimidazol acetamida) (ver fórmulas en Figuras 1). El uso de estos fármacos para tratar la fase aguda de la enfermedad es ampliamente aceptado. Con independencia del mecanismo de la infección, el paciente debe ser tratado, ya que cerca del 60% de ellos pueden ser curados en esta fase (Pinto Dias, 2003; Rodrigues Coura y de Castro, 2002; Urbina y Docampo, 2003). Sin embargo, el uso de estas drogas en la fase crónica de la enfermedad permanece como un tema controvertido. Una razón para la controversia reside en el tiempo en que se realiza el tratamiento en relación con el tiempo al cual ocurrió la infección. El tratamiento etiológico de los pacientes en la “fase crónica reciente” de la enfermedad ofrece una prognosis mejor que el de aquellos en los cuales el tratamiento se hace en la “fase crónica tardía” (Pinto Dias, 2003; Muñoz y cols., 2013; Rodrigues Coura y de Castro, 2002; Sosa-Estani y cols., 2009; Urbina y Docampo, 2003). La efectividad de estas drogas nitroheterocíclicas es mejor para las formas infectadas extracelulares del T. cruzi presentes en la fase aguda que para las formas intracelulares que causan la enfermedad crónica (Castro, 2000; Pinto Dias, 2003; Rodrigues Coura y de Castro, 2002; Steverding y Tyler, 2005; Urbina y Docampo, 2003). Una cuestión importante en el tratamiento con estas dos drogas es que su eficiencia quimioterápica varía en los pacientes que provienen de diferentes áreas geográficas. Este comportamiento se debe probablemente a la infección con cepas de T. cruzi que poseen diferentes respuestas a las drogas (Rodrigues Coura y de Castro, 2002; Urbina y Docampo, 2003). Respecto a esto es relevante también tener en cuenta que las cepas de T. cruzi resistentes a una de las dos drogas son también resis- Efectos tóxicos de los fármacos utilizados para el tratamiento de la enfermedad de Chagas. tentes a la otra (Pinto Dias, 2003). La resistencia del T. cruzi al Benznidazol se correlaciona con la depleción de las copias del gen de la “enzima amarilla vieja” (una NADPH flavina oxido-reductasa) (Murta y cols., 2006). zo de 2012 por una iniciativa público privada que reúne al Ministerio de Salud de la Nación, una fundación, una empresa química de síntesis y un laboratorio farmacéutico, responsable de la formulación, inscripción y distribución. La selección de uno u otro fármaco para el tratamiento de un paciente no debería determinarse por la respuesta diferente del parásito sino por la mejor tolerancia hacia una de las drogas (Pinto Dias, 2003; Rodrigues Coura y de Castro, 2002). Los efectos indeseables de estos fármacos son un inconveniente mayor en su uso, lo cual frecuentemente fuerza al médico a suspender el tratamiento (Castro, 2000; Pinto Dias, 2003; Rodrigues Coura y de Castro, 2002). EFECTOS LATERALES TÓXICOS DEL NIFURTIMOX Y EL BENZNIDAZOL OBSERVADOS CLÍNICAMENTE. El Benznidazol hoy es considerado por la Organización Mundial de la Salud como un “medicamento esencial”. La Organización Mundial de la Salud define a los medicamentos esenciales como “aquellos que satisfacen las necesidades de la mayor parte de la población y que por lo tanto deben estar disponibles en todo momento, en cantidades adecuadas, en formas de dosificación apropiadas y a un precio que esté al alcance del individuo y de la comunidad” (World Health Organization, 2013). Ahora, todos los países de América pueden acceder al principal tratamiento para la enfermedad de Chagas a través del fondo estratégico de la Organización Panamericana de la Salud. La producción del Benznidazol, que se había discontinuado a nivel mundial en 2011, actualmente está garantizada por el consorcio argentino que en marzo del año pasado resolvió esta crisis de stock. Se comenzó a producir en el país en mar- Médicos y pacientes han reportado efectos colaterales indeseables serios del Nifurtimox y Benznidazol durante su uso clínico. Los efectos observados más frecuentemente fueron anorexia y pérdida de peso, náuseas y vómitos, excitación nerviosa, insomnio, depresiones psíquicas, convulsiones, desequilibrio con vértigo, desorientación, olvidos, parestesias, adinamia, fenómenos acústicos e intolerancia al alcohol. Todos se han descrito en detalle en las revisiones disponibles en la literatura (Castro, 2000; Pinto Dias, 2003; Rodrigues Coura y de Castro, 2002). Rodrigues Coura y de Castro señalaron que los efectos adversos más frecuentes del tratamiento con Nifurtimox fueron: anorexia, pérdida de peso, alteraciones psíquicas, excitabilidad o insomnio, manifestaciones digestivas tales como náuseas y vómitos y, ocasionalmente, cólico intestinal y diarrea (Rodrigues Coura y de Castro, 2002). De acuerdo con los autores, la frecuencia y seriedad de los efectos tóxicos observados clínicamente con el Benznidazol eran diferentes en intensidad y tipo. En este caso, eran más notorias las manifestaciones dérmicas (hipersensibilidad, dermatitis con erupciones cutáneas) además de edema generalizado, fiebre, linfoadenopatía, y dolor articular y muscular (Rodrigues Coura y de Castro, 2002). La depresión de la médula ósea, la púrpura trombocitopénica y la agra- 81 nulocitosis eran las manifestaciones más severas. También se reportaron polineuropatías, parestesias y polineuritis. De acuerdo con Rodrigues Coura y de Castro, las dos complicaciones más serias inducidas por el Benznidazol son la agranulocitosis, iniciada por neutropenia, dolor de garganta, fiebre y septicemia y la púrpura trombocitopénica caracterizada por reducción de las plaquetas, petequias, ampollas hemorrágicas e incluso sangrado en mucosas (Rodrigues Coura y de Castro, 2002). En general, las manifestaciones de toxicidad en piel y médula ósea son más intensas para el Benznidazol, mientras que aquellas en el sistema nervioso (es decir, anorexia, cefalea, excitación psíquica, pérdida de peso, polineuropatía, vómitos, insomnio) son más intensas con el Nifurtimox (Castro, 2000; Pinto Dias, 2003; Rodrigues Coura y de Castro, 2002). TOXICIDAD DEL NIFURTIMOX Y BENZNIDAZOL EN SISTEMAS EXPERIMENTALES. Para el tiempo en que estas dos drogas fueron introducidas al uso clínico regular, las exhaustivas y detalladas investigaciones toxicológicas preclínicas realizadas por Bayer con el Nifurtimox estaban disponibles en la literatura (Hoffmann, 1972; Lorke, 1972; Steinhoff y Grundmann, 1972). Incluían la toxicidad aguda en diferentes especies; la toxicidad subcrónica en la rata por encima de las 26 y 13 semanas; estudios subcrónicos de neurotoxicidad en gallinas; toxicidad crónica en el perro luego de administración oral por 52 semanas; y estudios de la influencia del Nifurtimox sobre la espermatogénesis en el ratón (Hoffmann, 1972). Fueron reportados más estudios relacionados con investigaciones sobre embriotoxicidad y teratogenici- 82 dad en el ratón, además de fertilidad y comportamiento reproductivo general en la rata (Lorke, 1972). El material publicado disponible para el Nifurtimox también incluye los resultados de una prueba de carcinogenicidad luego de su administración oral y subcutánea en ratas (Steinhoff y Grundmann, 1972), parámetros farmacocinéticos relevantes (Duhm y cols., 1972; Medenwald y cols., 1972) y, más importante, los resultados de ensayos clínicos en pacientes infectados agudos y crónicos (Wegner y Rohwedder, 1972). En el resumen de los resultados de las investigaciones toxicológicas, los autores reportaron que la DL50 del Nifurtimox estaba entre 3000 y 4000 mg (oral) para ratas y ratones (Hoffmann, 1972). Interesante es notar que las ratas tratadas con 1000 mg/kg (oral) tuvieron que ser discontinuadas luego de sólo una semana debido a la aparición de síntomas severos de toxicidad del SNC. En los estudios toxicológicos subcrónicos, la dosis más alta, de 400 mg/ kg, resultó en síntomas neurológicos severos que causaron la muerte de 6 de las 25 ratas hembra en sólo la tercera semana de tratamiento (Hoffmann, 1972). Los estudios histopatológicos hechos en estos animales revelaron cambios degenerativos, especialmente en los núcleos del cerebro (Hoffmann, 1972). La cesación del tratamiento fue seguida por restitución. Diez semanas después del fin del tratamiento hubo evidencias de una cura defectuosa: espongiosis, proliferación de células de la glia, disminución en el número de células nerviosas y dilatación de los capilares cerebrales (Hoffmann, 1972). En aquellos estudios tempranos de toxicidad del Nifurtimox en ratones se observó inhibición de la espermatogénesis. En los túbulos CIENCIA E INVESTIGACIÓN - TOMO 64 Nº 5 - 2014 seminíferos había espermatogonias mostrando núcleos picnóticos pero no había células espermáticas maduras. Sin embargo, los efectos fueron descriptos como reversibles a las nueve semanas luego del tratamiento (Hoffmann, 1972). Estudios de nuestro laboratorio evidenciaron que el Nifurtimox produce efectos deletéreos intensos en las células de Sertoli a nivel ultraestructural en el retículo endoplásmico y las mitocondrias, al igual que en la membrana perinuclear, pero también alteraciones en forma y configuración de las espermátides y los espermatozoides maduros. Las alteraciones inducidas por Benznidazol eran similares en naturaleza pero bastante menos intensas y frecuentes (Bernacchi y cols., 1986). Se realizaron experimentos adicionales con respecto a la embriotoxicidad del Nifurtimox en ratas y ratones al igual que estudios sobre los efectos en la fertilidad y el comportamiento reproductivo en general (Lorke, 1972). Se encontró que todas las dosis orales desde 20 a 125 mg/kg perjudicaban a las ratas preñadas. A pesar del perjuicio, sin embargo, no se inducían malformaciones (Lorke, 1972). Las dosis mayores (50 y 125 mg/kg) resultaron en una reducción dependiente de la dosis en el peso corporal de los fetos de las ratas. Para evaluar el efecto del Nifurtimox sobre el comportamiento reproductivo general de las ratas jóvenes de ambos sexos, distintos regímenes de dosis de la droga se administraron en el alimento por varias semanas. Las dosis por encima de 300 ppm no dañaron a las ratas hembra o macho y no perjudicaron su habilidad para reproducirse (Lorke, 1972). Sin embargo, a 600 ppm las ratas macho se tornaron incapaces de reproducirse. Después de suspender el tratamiento, este efecto no fue reversible, incluso después de largos períodos (Lorke, 1972). No hay disponible en la literatura información equivalente para el caso del Benznidazol. Nuestro laboratorio, sin embargo, realizó algunos experimentos que podrían ser relevantes para evaluar la toxicidad reproductiva de estas dos drogas. En efecto, reportamos que la administración tanto de Nifurtimox como de Benznidazol a ratas hembra producía efectos degenerativos ultraestructurales en los diferentes tipos de células del ovario. Alteraciones específicas tales como hinchazón, disrupción, desorganización y pérdida de los componentes de la matriz fueron observadas en las mitocondrias ováricas (de Castro y cols., 1989). En estudios adicionales pudimos observar que cuando se administra Benznidazol marcado con radioactividad ([14C]-Benznidazol) oralmente a ratas en el día 20 de la preñez, la droga era absorbida rápidamente, cruzaba la barrera placentaria y llegaba a los fetos. Encontramos también que bajo aquellas circunstancias los metabolitos reactivos del Benznidazol se unían no sólo a las proteínas maternas sino también a las fetales (de Toranzo y cols., 1984). Esto sugiere un riesgo potencial para la ocurrencia de alteraciones en los fetos. Deberían preverse problemas toxicológicos para los recién nacidos lactantes si las madres alimentan a pecho a sus crías cuando están siendo tratadas con una de estas drogas, ya que tanto el Benznidazol como el Nifurtimox llegan al tejido mamario para pasar a través de la leche al recién nacido alimentado a pecho (Aguilar y cols., 1990; Duhm y cols., 1972). Basándose en pruebas de laboratorio, hallazgos histológicos y macroscópicos se estableció una dosis oral sin efecto de 25 mg/kg durante tres semanas de Nifurtimox en aquellos estudios tempranos (Hoffmann, Efectos tóxicos de los fármacos utilizados para el tratamiento de la enfermedad de Chagas. 1972). Esto es de interés considerando el hecho de que se encontraron concentraciones locales mayores de Nifurtimox en los riñones y el hígado al igual que en la piel, pulmones, glándulas suprarrenales, glándula tiroides, pared de la aorta y glándula de Cowper (sin tomar en cuenta el tracto gastrointestinal, donde la excreción tuvo lugar luego de una dosis única de Nifurtimox) (Duhm y cols., 1972). Nuestro laboratorio realizó algunos estudios de distribución para el Benznidazol. Luego de una dosis oral única de esta droga, el hígado, el estómago y los riñones poseían las concentraciones más altas a una hora. Todos los otros órganos mostraron concentraciones bastante similares a las halladas en sangre (Díaz de Toranzo y cols., 1986). Luego de aquellos estudios tempranos de toxicidad en órganos blanco hechos para el Nifurtimox por su fabricante y sabiendo que no había estudios equivalentes para el Benznidazol en la literatura en el momento que fue introducido en el mercado, nuestro laboratorio inició una serie de estudios ultraestructurales sobre los efectos potenciales del Nifurtimox y del Benznidazol sobre diferentes órganos. Por ejemplo, se demostró que la administración de Benznidazol a ratas macho causa alteraciones significativas en la corteza suprarrenal involucrando las zonas fasciculata y reticularis pero no la glomerular. Los animales tratados con Benznidazol revelaron la presencia de células en las zonas fasciculata y reticularis con acumulación marcada de lípidos y alteraciones en los núcleos, retículo endoplásmico y mitocondrias (de Castro y cols., 1992). Para el caso del Nifurtimox, los efectos deletéreos involucraban las mismas zonas suprarrenales que aquellas alteradas por el Benznidazol, pero los efectos en ellas eran diferentes. No se observaba acumulación lipídica. Sin embargo, las alteraciones observadas involucraban las mitocondrias, núcleos, aparato de Golgi y el retículo endoplásmico, pero eran más intensas en las mitocondrias (de Castro y cols., 1990). En esta línea de investigación nuestro laboratorio también estudió los efectos de la administración de Nifurtimox sobre la mucosa colónica de la rata. Los resultados mostraron alteraciones intensas en las células epiteliales que consistían en dilatación moderada del retículo endoplásmico pero una dilatación intensa del aparato de Golgi (de Mecca y cols., 2001). Los últimos efectos sugieren la ocurrencia potencial de alteraciones serias en la síntesis y almacenamiento de productos secretorios de la mucosa colónica provocados por la administración de Nifurtimox. El Benznidazol también posee un efecto deletéreo sobre el colon. En efecto, la mucosa colónica de las ratas tratadas con Benznidazol mostró alteraciones ultraestructurales intensas, abundante secreción mucosa a nivel de las células Goblet y dilatación del retículo endoplásmico y el aparato de Golgi en las células epiteliales (Díaz y cols., 2000). Resultados de nuestro laboratorio también mostraron la ocurrencia de alteraciones evidentes en la ultraestructura del tejido esofágico de ratas que recibieron Benznidazol por vía intragástrica. Las alteraciones no eran obvias aunque no muy intensas. Incluían la separación y aglomeración de poliribosomas; la reducción en la presencia de desmosomas y en la cantidad de bacterias en su superficie (de Castro y cols., 2003). El significado potencial de estas alteraciones en el tejido tanto colónico como esofágico no está completamente claro hasta el presente. Sin embargo, debería ser 83 digno de considerarse a la luz de la tendencia actual de utilizar estas dos drogas en la “fase indeterminada” de la enfermedad de Chagas. Cualquier efecto deletéreo de los fármacos en este estadio sería aditivo o sinérgico con aquellos inducidos por la evolución de la enfermedad, por ejemplo hacia un megaesófago. Los primeros estudios toxicológicos hechos por el productor de Nifurtimox incluyeron la prueba para carcinogenicidad cuando la droga se administraba en forma tanto oral como subcutánea (Steinhoff y Grundmann, 1972). Los resultados fueron diferentes en hembras que en machos. En las hembras la administración po de Nifurtimox disminuyó significativamente el porcentaje de tumores malignos (carcinosarcoma de la glándula mamaria, adenocarcinoma de ovario) que ocurrían espontáneamente en ellas (de 36 a 12%) pero aumentó significativamente el porcentaje de ratas con tumores (fibroadenoma de glándula mamaria, fibroma de mama, hemangioma suprarrenal) (de 36 a 64%). En la rata macho el porcentaje de tumores malignos (adenocarcinoma de la vesícula biliar, carcinoma de vejiga) observado luego de la administración oral de Nifurtimox fue significativamente mayor que en el grupo control (16 contra 28%). También, el porcentaje de tumores benignos (adenoma adrenal, hemangioma adrenal, adenoma mamario) fue significativamente mayor (4 contra 24%) (Steinhoff y Grundmann, 1972). La localización de tumores modulados por la administración po de Nifurtimox a ratas hembra fue la misma que la de los que ya ocurrían espontáneamente (Steinhoff y Grundmann, 1972). Sin embargo, en el caso de los cánceres o tumores inducidos por Nifurtimox en las ratas macho fueron observados involucrando localizaciones que no ocurrían en los controles (adenocar- 84 cinoma de la vesícula biliar, hemangioma adrenal, adenoma adrenal, fibroma mamario, simpatogonioma de la glándula suprarrenal) (Steinhoff y Grundmann, 1972). En estudios posteriores con ambas drogas administradas a ratones hembra se evidenciaron diferencias significativas en la incidencia de linfomas (Teixeira y cols., 1994). El riesgo aumentado tumoro/carcinogénico causado por estas dos drogas nitroheterocíclicas puede no ser una sorpresa, considerando los diversos estudios disponibles al día de hoy evidenciando sus propiedades genotóxicas. La mayoría de los estudios realizados respecto a esta materia en el pasado han sido previamente revisados y no se considerarán aquí de nuevo (Castro, 2000). Sin embargo, la consideración de algunos resultados utilizando pruebas más familiares para los toxicólogos generales merece mencionarse aquí. Por ejemplo, la actividad mutagénica del Nifurtimox fue ensayada en diferentes cepas de Salmonella typhymurium en el ensayo de mutagenicidad de Ames y en una versión simplificada del mismo conocida como Simultest (Melo y Ferreira, 1990; Moraga y Graft, 1989; Nagel, 1987). El Nifurtimox no evidenció toxicidad (reversión His+) en el sistema TA100 en diferentes estudios y en el Simultest (Melo y Ferreira, 1990; Moraga y Graft, 1989; Nagel, 1987). La mutagenicidad del Nifurtimox fue también probada en la cepa isogénica uvrB+ UTH8414 y llevó a resultados negativos (Nagel, 1987). Estos resultados podrían indicar que las enzimas de reparación de la escisión están involucradas en la reparación de lesiones inducidas por el Nifurtimox. Se observaron resultados similares con el Benznidazol (Nagel, 1987). Lo que es más, los efectos genotóxicos del Nifurtimox y el Benznidazol sobre los mutantes resistentes a la nitrofurazona (cuyos CIENCIA E INVESTIGACIÓN - TOMO 64 Nº 5 - 2014 fenotipos resistentes se considera que son atribuibles a su pérdida de actividad nitroreductiva) fueron negativos (Nagel, 1987). Esos hallazgos evidenciaron que la mutagenicidad observada en los sistemas de ensayo bacterianos está relacionada más probablemente con su actividad nitroreductiva. El efecto genotóxico potencial de ambos, Nifurtimox y Benznidazol, fue evaluado también en los sistemas de los mamíferos (Gorla, 1987; Gorla y Castro, 1985; Gorla y cols., 1988, 1989; Navarro y cols., 1984). Navarro et al. reportaron el efecto del Nifurtimox y Benznidazol sobre la inducción de eritrocitos micronucleados en ratones y sobre la inducción de aberraciones cromosómicas en linfocitos humanos en ensayos in vitro (Gorla y cols., 1986). Los resultados de ambas pruebas, el análisis microsomal y las aberraciones cromosómicas, fueron claramente indicadores de los efectos clastogénicos del Nifurtimox y Benznidazol, en roedores in vivo y en células humanas in vitro. Gorla y Castro reportaron un aumento no significativo en la formación de micronúcleos en la medula ósea o los linfocitos esplénicos de ratones tratados con Benznidazol administrada oralmente por encima de 2000 mg/kg (Gorla y Castro, 1985). En contraste, el Nifurtimox causó un aumento estadísticamente significativo con la mayor dosis usada (2000 mg/kg) en la formación de micronúcleos en la medula ósea del ratón (Gorla, 1987). En estudios sobre la frecuencia de intercambios entre cromátidas hermanas en los linfocitos esplénicos de ratones luego de exposición al Nifurtimox o al Benznidazol a dosis por encima de 2000mg/kg, Gorla demostró que el Nifurtimox pero no el Benznidazol lleva a una frecuencia aumentada de intercambio de cromátidas hermanas (Gorla, 1987). Más relevante, Gorla y colaborado- res reportaron un incremento de 13 veces en las aberraciones cromosómicas analizadas de cultivos de linfocitos periféricos de dos grupos de niños con Chagas antes y después del tratamiento con Nifurtimox (Gorla y cols., 1989). Los estudios en dos grupos de niños con Chagas antes y después del tratamiento de Benznidazol demostraron niveles pequeños pero estadísticamente significativos de linfocitos interfase con micronúcleos y aberraciones cromosómicas (Gorla y cols., 1988). En el curso de estudios bioquímicos, Gorla y colaboradores reportaron que los metabolitos reactivos del Benznidazol se unían covalentemente tanto al ADN como a las proteínas nucleares cuando el fármaco se incubaba en un medio anaerobio en presencia o ausencia de NADPH (Gorla y cols., 1986). La unión covalente a las proteínas nucleares comprende proteínas ácidas no histonas. En esos estudios no fue posible ninguna identificación ni de la estructura del metabolito reactivo formado ni de los productos formados entre ellos y las bases o aminoácidos de ADN (Gorla y cols., 1986). La evidencia disponible indica también que tanto el Nifurtimox como el Benznidazol modifican significativamente la respuesta inmune del huésped. El efecto depende tanto de la droga como del huésped. Por ejemplo, en estudios sobre las reacciones dérmicas positivas al PPD en cobayos inmunizados se reportó que la administración de Nifurtimox impactó en la respuesta inmune específica mediada por células al PPD tanto in vivo como in vitro (Lelchuk y cols., 1977). En otros estudios, el tratamiento con Nifurtimox llevó a una pérdida de la resistencia a la reinfección con T. cruzi, asociada probablemente con respuestas inmunes anti-T. cruzi mediadas humoralmente y por células respectivamente Efectos tóxicos de los fármacos utilizados para el tratamiento de la enfermedad de Chagas. (Cabeza y cols., 1988). En el caso de Benznidazol, algunos trabajadores reportaron una inmunosupresión severa mediada por células en conejos infectados con T. cruzi e inmunizados con BCG (Teixeira y cols., 1990). Sin embargo, en otros estudios se reportó que la activación del sistema inmune por el parásito y el interferón-gamma endógeno juega un papel principal en la eficacia del Benznidazol contra la infección con el T. cruzi. METABOLISMO DEL NIFURTIMOX Y EL BENZNIDAZOL Y SU RELACIÓN CON SUS EFECTOS COLATERALES TÓXICOS Y SUS PROPIEDADES QUIMIOTERÁPICAS. Existe consenso general acerca de los efectos tóxicos de los compuestos nitrados y de que el Nifurtimox o el Benznidazol en particular requieren la reducción enzimática de su grupo nitro. La nitroreducción del Nifurtimox y del Benznidazol resulta en activación más que en detoxificación. Durante este proceso de bioactivación, se forman metabolitos reactivos químicamente. Los metabolitos reactivos producidos son considerados radicales libres en su naturaleza. La evidencia disponible sugiere que los radicales libres generados durante la nitroreducción del Nifurtimox o del Benznidazol son un radical nitroanión (RNO2-·) y el radical libre hidronitróxido (RNHO·), respectivamente. El proceso nitroreductivo general de ambos nitroheterociclos se representa en la Figura 2. Las reacciones de transferencia del tipo de la abstracción de hidrógeno y las reacciones de adición son comunes para los radicales libres y a menudo compiten y poseen constantes de velocidad similares. La reacción del RNO2-· con el oxígeno puede llevar por ciclo redox a la formación del anión superóxido. Esta reacción podría ser de relevancia bajo condiciones aeróbicas y probó estar involucrada en el caso del Nifurtimox pero no en el del Benznidazol (Castro, 2000). En el caso del Benznidazol, el proceso reductivo es capaz de proceder incluso in vivo, al correspondiente derivado amino y durante esta biotransformación se forma un metabolito reactivo (presumiblemente el RNHO·). Se cree que la toxicidad del Benznidazol aparece debido a la interacción de sus metabolitos reactivos con el ADN; proteínas y lípidos u otros componentes celulares relevantes (Castro, 2000; de Toranzo 85 y cols., 1984, Gorla y cols., 1986; Masana y cols., 1984a, 1985). Estos mecanismos estarían involucrados no solamente en los efectos de toxicidad en mamíferos sino también en las acciones deletéreas sobre el T. cruzi, las cuales son responsables de su acción quimioterápica (Díaz de Toranzo y cols., 1988). En el caso del Nifurtimox, investigadores en este campo consideraron que la formación de especies reactivas de oxígeno podría ser el proceso clave involucrado en los efectos tóxicos y quimioterapéuticos del Nifurtimox (Castro, 2000). También se observaron reacciones del Nifurtimox con moléculas críticas que contienen sulfhidrilos con generación de nitrito pero el rol de estas reacciones en los efectos del Nifurtimox no es conocido (Díaz y cols., 2004; Montalto de Mecca y cols., 2002). Los resultados disponibles muestran que la peroxidación lipídica ocurre en el hígado pero sólo después que los niveles de glutatión disminuyeron significativamente (Castro y Castro, 1985; Castro y cols., 1988). Respecto a la naturaleza de las enzimas involucradas en la nitroreducción del Benznidazol o el Nifurtimox la información disponi- Figura 2. Caminos metabólicos nitroreductivos posibles del Nifurtimox y del Benznidazol. 86 CIENCIA E INVESTIGACIÓN - TOMO 64 Nº 5 - 2014 Figura 3. Hipótesis de trabajo sobre los mecanismos de acción tóxica para Benznidazol y Nifurtimox. ble indica que la citocromo P450 reductasa y el citocromo P450 son las más relevantes en el metabolismo nitroreductivo hepático de ambas drogas (Aguilar y cols., 1985, 1987a, 1987b; Castro, 2000; Montalto de Mecca y cols., 2002; de Toranzo y cols., 1983, 1997; Díaz y cols., 2004; Masana y cols., 1984a, 1984b, 1985). Las fracciones más pequeñas de la capacidad nitroreductiva hepática fueron atribuidas a la xantina oxidoreductasa y a la aldehído oxidasa (Aguilar y cols., 1985, 1987a, 1987b; Díaz y cols., 2004; Masana y cols., 1984b). Resultó también de interés investigar si el metabolismo hepático de ambos fármacos era susceptible a la influencia de inductores conocidos de las biotransformaciones de la fase I. Pudo observarse que en animales expuestos crónicamente al alcohol, la nitroreducción hepática de los dos fármacos se incrementaba en los animales macho, no así en las hembras (de Mecca y cols., 2013). En otras localizaciones distintas al hígado (testículos, ovarios, suprarrenales, colon, esófago) la intensidad de los procesos enzimáticos relativos puede variar hasta cierto punto (Bernacchi y cols., 1986; de Castro y cols., 1989, 1990, 1992, 2003; Díaz y cols., 2000). Un caso interesante respecto a esto es el del tejido mamario, que es una de las fuentes más ricas de xantino oxidoreductasa en todo el cuerpo, donde esta enzima posee correspondientemente un papel relevante en el proceso nitroreductivo total (Bartel y cols., 2009, 2010; de Mecca y cols., 2007). En los órganos donde el P450 esta presente no sólo en los micro- Figura 4. Ultraestructura de la glándula adrenal de rata macho (control). En las dos primeras fotos (x 14.000) observamos la zona fasciculata, mostrando núcleos redondos, abundantes mitocondrias esféricas con crestas vesiculares, un aparato de Golgi bien desarrollado, numerosos ribosomas libres y polisomas, y abundante retículo endoplasmático liso tubular. También observamos gotas grasas rodeadas por una membrana. En la tercera foto (x 8800) podemos observar un detalle de la zona reticularis. Observamos un retículo endoplásmico liso abundante con una dilatación moderada y la presencia de gránulos de lipofucsina en el citoplasma. Referencia: Exp Mol Pathol 52: 98-108 (1990). Efectos tóxicos de los fármacos utilizados para el tratamiento de la enfermedad de Chagas. 87 Figura 5. Ultraestructura de la glándula adrenal de rata macho (tratadas con una sola dosis de Nifurtimox, 100 mg/ kg p.o. y sacrificadas 24 hs después). En las dos primeras fotos podemos observar las alteraciones producidas en la zona fasciculata: la membrana perinuclear exhibe una marcada dilatación. Las mitocondrias aparecen severamente dañadas, con pérdida parcial o completa de sus crestas y doble membrana. También hay vesiculización en el retículo endoplásmico liso. En la tercera foto observamos el daño producido en la zona reticularis: las membranas del retículo, del Golgi y perinuclear aparecen dilatadas. Las mitocondrias presentan un swelling moderado. Todas las fotos tienen un aumento de 14.000. Referencia: Exp Mol Pathol 52: 98-108 (1990). somas sino también en las mitocondrias (órganos esteroideogénicos) la localización subcelular de la capacidad nitroreductiva fue demostrada en ambas organelas y la localización subcelular de la injuria celular cambió en consecuencia (Bartel y cols., 2010; Bernacchi y cols., 1986; de Castro y cols., 1989, 1990, 1992, 2003; Díaz y cols., 2000). Las implicaciones prácticas de estos hallazgos probaron ser significativas. Por ejemplo, la observación de que el feto es capaz de bioactivar al Benznidazol (y probablemente al Nifurtimox) forzó la prohibición de su uso en mujeres embarazadas (de Toranzo y cols., 1984). Algunos médicos en los tiempos muy precoces del uso de ambas drogas fueron tentados de prevenir la transmisión congénita de la enfermedad. Alternativamente, la capacidad nitroreductiva metabólica baja para bioactivar el Nifurtimox o el Benznidazol del recién nacido ofreció una alternativa racional para tratar al recién nacido infectado (Aguilar y cols., 1987a; Bulffer y cols., 2011). A esa edad la bioactivación nitroreductiva, que es responsable de la toxicidad, es baja, mientras que la susceptibilidad del T. cruzi a las drogas es la misma (de Toranzo y cols., 1988). Estos hallazgos llevan a bases ra- cionales para concluir que los niños pequeños deberían ser tratados tan pronto como sea posible luego de la infección (Pinto Dias, 2000, 2003; Rodrigues Coura y de Castro, 2002). Las expectativas de éxito son óptimas en este punto. En lo que concierne a la toxicidad cardiaca también ha sido relevante poder demostrar un comportamiento completamente diferente entre ambos fármacos, con una significativa menor toxicidad a favor del Benznidazol (Bartel y cols., 2007; Mecca y cols., 2008). Hay que tener en cuenta que en los pacientes chagásicos frecuentemente ya existe Figura 6. Microfotografías electrónicas de transmisión de tejido cardíaco de ratas expuestas a una dosis única de Nifurtimox (100 mg/kg po). Puede observarse la vacuolización del citoplasma, la separación y pérdida de las microfibrillas, dilatación mitocondrial y condensación de la cromatina perinuclear. X 17.600. Referencia: Human Exp Toxicol 26: 781-788 (2007). 88 una cardiopatía vinculada con la enfermedad por lo que un eventual tratamiento no debería incrementar el riesgo sobre la función cardiaca. Los resultados sugieren que el Nifurtimox podría agravar las condiciones cardíacas adversas preexistentes por la enfermedad misma. PROBLEMAS Y NECESIDADES FUTURAS. El problema de la enfermedad de Chagas involucra algunos factores relacionados que incluyen la salud pública, factores científicos, económicos, educacionales, políticos y otros. Sin embargo, la necesidad más urgente es encontrar nuevas drogas para el tratamiento de esta enfermedad. Las dos drogas disponibles no son completamente efectivas y han mostrado importantes efectos tóxicos colaterales. El desafío permanece en la comunidad científica (incluyendo a los toxicólogos). Las compañías farmacéuticas han reducido drásticamente su inversión en el desarrollo de drogas para las enfermedades tropicales. La razón principal de esto es económica. El desarrollo de una nueva droga requiere usualmente de decenas de millones de dólares para un producto exitoso y la perspectiva de un retorno económico razonable es pobre (Aufderheide y cols., 2004; Steverding y Tyler, 2005; World Bank, 1993; World Health Organization, 1991). Actualmente existen esfuerzos intensos de la comunidad científicos para establecer nuevos tratamientos o drogas (Steverding y Tyler, 2005; Urbina y Docampo, 2003). Sin embargo, tanto el Benznidazol como el Nifurtimox serán todavía las únicas drogas disponibles por algún tiempo. Esta revisión pretende solamente asegurarse de que los médicos que prescriben tengan a mano un resumen de los efectos adversos de las CIENCIA E INVESTIGACIÓN - TOMO 64 Nº 5 - 2014 BIBLIOGRAFIA Barret MP, Burdimore RJ, Stich A, Lazzari JO, Frasch AC, Cazzulo JJ (2003). The trypanosomiasis. Lancet 362: 1469-1480. Aguilar EG, de Arranz CK, de Toranzo EGD, Castro, JA (1987a). 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Disponible en: http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/93142/1/EML_18_ eng.pdf?ua=1 GLOSARIO. Adinamia: Es la ausencia de movimiento o reacción, lo que puede llevar a un estado de postración. Las causas pueden ser físicas o psicológicas. Se manifiesta por falta de fuerza, debilidad, o la ausencia de iniciativa física y emocional como consecuencia de un estado patológico. Agranulocitosis: Es una insuficiencia de la médula ósea para producir suficientes glóbulos blancos (neutrófilos). La médula ósea es el tejido blando dentro de los huesos que ayuda a formar células sanguíneas. Amastigota: Una de las formas celulares del T. cruzi, esférica u ovalada. Es la forma reproductiva en el interior de las células mamíferas (principalmente en células musculares y nerviosas). Clastogénico: Los agentes clastogénicos son agentes físicos o químicos capaces de inducir roturas en los cromosomas que no se reparan o se reparan mal. Los procesos clastogénicos pueden llevar a cambios 91 estructurales de los cromosomas fácilmente observables en la metafase del ciclo celular, como las aberraciones cromosómicas. Desmosomas: Son estructuras celulares que mantienen adheridas a células vecinas. Los desmosomas permiten además que exista cierto movimiento en común entre las células adyacentes que están unidas mediante ellos. Glándulas de Cowper: Estas pequeñas glándulas se encuentran debajo de la próstata y su función es secretar un líquido alcalino que lubrica y neutraliza la acidez de la uretra antes del paso del semen en la eyaculación. Hemangioma: Es una neoplasia, generalmente benigna, de los vasos sanguíneos caracterizada por la aparición de un gran número de vasos normales y anormales sobre la piel u otros órganos internos. Linfadenopatía: Es un aumento del tamaño de los folículos linfáticos. Estos folículos contienen glóbulos blancos normales llamados linfocitos. El cuerpo produce más linfocitos para ayudar a impedir el ingreso de bacterias, virus u otros tipos de microbios al torrente sanguíneo. Megaesófago y megacolon: Patologías que llevan a la dilatación de los órganos del aparato digestivo con compromiso del tránsito normal. Las condiciones de los “megas” digestivos resultan de la destrucción masiva de neuronas en el plexo mientérico durante la infección aguda y la incapacidad de las neuronas de regenerarse. Los órganos megas se observan durante la vida adulta, cuando se presume que la pérdida fisiológica de neuronas en un plexo ya dañado, alcanza niveles críticos apareciendo severa disperistalsis y una mayor dilatación de los órganos. 92 El megaesófago es la patología más frecuente siguiéndole el megacolon en orden de detección; sin embargo existen formas leves de disfunción digestiva en gran porcentaje de los pacientes que no muestran patología manifiesta en los estudios habituales del aparato digestivo. Meningoencefalitis: es una enfermedad que combina ambas meningitis: por un lado, una infección o una inflamación de las meninges, y la encefalitis, que es una infección o una inflamación del cerebro. Hay muchos organismos causantes, tanto patógenos virales como bacteriales y también parásitos. Miocarditis: La miocarditis es un trastorno poco común, generalmen- CIENCIA E INVESTIGACIÓN - TOMO 64 Nº 5 - 2014 te causado por infecciones virales, bacterianas o micóticas que afectan el corazón. Neutropenia: También conocida como granulocitopenia, es la disminución aguda o crónica de granulocitos de la sangre. Es una condición anormal de la sangre que puede predisponer al cuerpo humano a contraer infecciones. Parestesia: Se define como la sensación anormal de los sentidos o de la sensibilidad general. Se traduce por una sensación de hormigueo, adormecimiento, acorchamiento, etc., producida por una patología en cualquier sector de las estructuras del sistema nervioso central o periférico. Polirribosoma: Es un conjunto de ribosomas asociados a una molécula de mARN (ARN mensajero) para realizar la traducción simultánea de una misma proteína. Púrpura trombocitopénica: Es un trastorno hemorrágico en el cual el sistema inmunitario destruye las plaquetas que son necesarias para la coagulación normal de la sangre. Las personas con la enfermedad tienen muy pocas plaquetas en la sangre. Simpatogonioma: Tumor que constituye una variedad de otro, el neuroblastoma, y que está compuesto de células muy inmaduras similares a linfocitos pero de menor tamaño.