Libro IV Técnicas de gestión del factor trabajo tendentes a favorecer la flexibilidad interna en las empresas como alternativa a la destrucción de empleo: la modificación sustancial de las condiciones de trabajo y la movilidad geográfica. Fernando Sicre Gilabert Dr. en Economía y Dr. en Derecho Inspector de Trabajo y Seguridad Social 1 2 1. La modificación sustancial de las condiciones de trabajo. 1.1. Introducción. Las sucesivas reformas laborales que tienen lugar a partir de 2010 como remedio a la crisis económica que se inicia en 2007, ha sido exigida por las autoridades europeas como forma de impedir males mayores sobre el empleo, uno de los principales desequilibrios estructurales de la economía española. Uno de los objetivos pretendidos por las diferentes leyes que se han promulgado desde 2010 y que han ido conformando el actual Estatuto de los Trabajadores, ha sido la búsqueda de una mayor flexibilidad interna en las empresas. Ello debido a la excesiva rigidez del mercado de trabajo, como una de las causas de la destrucción de empleo habido durante la crisis. La flexibilidad se ha dispuesto a través de la regulación de un conjunto de medidas y procedimientos que permiten modificar las condiciones en las que vinieran prestando su trabajo los trabajadores, a instancia de la empresa, como gestor del factor trabajo. Las medidas referidas afectan a las condiciones de trabajo acordadas entre empresario y trabajador en el contrato de trabajo, o bien a través de pactos, acuerdos colectivos o decisiones unilaterales del empresario de efectos colectivos. La sucesión ininterrumpida de reformas que se inician en 2010, han tenido una incidencia importante en el régimen jurídico de la llamada “modificación sustancial de las condiciones de trabajo” reguladas en el artículo 41 ET. Es decir, se posibilita la modificación unilateral por parte del empresario de las condiciones inicialmente pactadas en el contrato de trabajo o aquellas existentes en cada momento y que se han ido incorporando al contrato con el devenir del tiempo. Comienza este periplo de reformas con el RDL 10/2010. A continuación la Ley 35/2010 y el RDL 7/2011. Con posterioridad vinieron tanto el RDL 3/2012 y la Ley 3/2012. Luego se promulgó el RDL 11/2013, de 2 de agosto, del que trae su origen la Ley 1/2014, de 28 de febrero. La institución recogida en el artículo 41 ET, denominada “modificación sustancial de las condiciones de trabajo” constituye una facultad más del haz de poderes que conforman el poder de dirección o “ius variandi” empresarial. Se entiende la modificación sustancial de las condiciones de trabajo, como una potestad del empresario de las que conforman el “ius variandi”. “Ius variandi” que aparece recogido en varios preceptos del ET, en cuya virtud el empresario va a poder modificar las condiciones contractuales y asimiladas existentes en cada momento. Empresario y trabajador son las partes firmantes del contrato de trabajo. Contrato que tiene carácter sinalagmático y tracto sucesivo. Las partes firmantes tienen libertad para pactar las condiciones en las que se vayan a desarrollar la prestación de trabajo. Pero el devenir del tiempo tiene importancia en el desarrollo de la prestación de trabajo. De tal forma que un cambio en las circunstancias existentes o previstas en el momento de la contratación, inicial o posterior, pueden llevar en un momento determinado a hacer imposible total o parcialmente, el cumplimiento de las prestaciones 3 objeto del contrato. Imposibilidad que puede residenciarse en cualquiera de las dos partes del contrato o en una de ellas, pudiendo ello reconducirse a través de una modificación de las condiciones pactadas. La propia norma prevé que aún justificada la modificación, cuando esta incida en una serie de materias especialmente sensibles para el trabajador, se justifica una rescisión unilateral del contrato, con derecho a indemnización por el trabajador. El análisis del artículo 41 ET, debe circunscribirse en el estudio del “ius variandi”, que encuentra su fundamento en el principio de libertad de empresa, recogido en el artículo 38 CE. El haz de funciones que configuran dicho poder, el empresario no solo puede dar órdenes sobre el modo, tiempo y lugar de la prestación de trabajo, sino también adecuar el devenir del contrato de trabajo, que permita una adaptación permanente de las condiciones en las que se debe prestar el trabajo por el trabajador, a las cambiantes circunstancias económicas de toda índole, consustancial a la dinámica del mercado en el que se desarrolla la actividad empresarial. La facultad que ahora se otorga al empresario en virtud del artículo 41 ET, significa que el ámbito de actuación del “ius variandi”, supone posibilidades de gestión del factor trabajo, que se consideran “a causales” y aquellas que tienen la consideración de “causales”. Estas últimas son las que contemplan el artículo 41 ET y en atención precisamente a dicho carácter sustancial, se les exige determinados requisitos y procedimiento. 1.2. Opciones legales de iniciativa empresarial y las que no lo son. Se conectan directamente con la competitividad, productividad u organización técnica del trabajo, las razones esgrimidas en el artículo 41 ET, cuando se invocan las causas que amparan al empresario el ajuste del factor trabajo: económicas, técnicas, organizativas o de producción. La Ley 3/2012, de 6 de julio, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral, contiene medidas incisivas y de aplicación inmediata, al objeto de establecer un marco claro que contribuya a la gestión eficaz de las relaciones laborales. Ha supuesto la norma la búsqueda del equilibrio entre la flexibilidad interna y la externa y de la movilidad interna en la empresa, amén de los mecanismos extintivos del contrato de trabajo. El capítulo III agrupa diversas medidas para favorecer la flexibilidad interna en las empresas como alternativa a la destrucción de empleo. De tal forma que las empresas pueden hacer frente a las oscilaciones de la demanda recurriendo a mecanismos diferentes al despido, que preserven el capital humano de la empresa, tales como reducciones temporales de salario o de jornada. Este tipo de ajuste ha sido relevante en los países de nuestro entorno, lo que se ha traducido en una menor destrucción de empleo. El conjunto de medidas formuladas tienen como objetivo fortalecer los mecanismos de adaptación de las condiciones de trabajo a las circunstancias concretas 4 que atraviese la empresa. Han sido varias las reformas que se abordan. En primer lugar, el sistema de clasificación profesional pasa a tener como única referencia el grupo profesional con el objetivo de sortear la rigidez de la noción de categoría profesional y hacer de la movilidad funcional ordinaria un mecanismo de adaptación más viable y eficaz. En segundo lugar, se simplifica la distinción entre modificaciones sustanciales individuales y colectivas, se incluye la modificación sustancial de funciones y de estructura y cuantía salarial como causa de extinción voluntaria del contrato de trabajo con derecho a indemnización y la modificación de condiciones de trabajo recogidas en convenio colectivo estatutario, se reconduce a lo dispuesto en el artículo 82.3 ET. En materia de suspensión del contrato de trabajo y reducción de la jornada por causas económicas, técnicas, organizativas o productivas, la Ley pretende afianzar este mecanismo alternativo a los despidos, dándole agilidad mediante la supresión del requisito de autorización administrativa y estableciendo una prórroga del sistema de bonificaciones y reposición de prestaciones por desempleo previsto para estos supuestos. En lo concerniente a la negociación colectiva se prevé la posibilidad de descuelgue respecto del convenio colectivo en vigor, se da prioridad al convenio colectivo de empresa y se regula el régimen de ultra actividad de los convenios colectivos. Las modificaciones operadas en estas materias responden al objetivo de procurar que la negociación colectiva sea un instrumento, y no un obstáculo, para adaptar las condiciones laborales a las concretas circunstancias de la empresa. La reforma operada con la Ley 35/2011, de 17 de septiembre, de medidas urgentes para la reforma del mercado de trabajo, no ha tenido ni mucho menos el efecto que el legislador había pretendido, entre otras cosas porque no ha garantizado el desbloqueo ante la falta de acuerdo con los representantes de los trabajadores para dejar de aplicar las condiciones previstas en convenio colectivo. Así es que para facilitar la adaptación de los salarios y otras condiciones de trabajo a la productividad y competitividad empresarial, la Ley incorpora una modificación del régimen del descuelgue para que, ante la falta de acuerdo y la no solución del conflicto por otras vías autónomas, las partes se sometan a un arbitraje canalizado a través de la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos u órganos similares de las Comunidades Autónomas. Se trata, en todo caso, de órganos tripartitos y, por tanto, con presencia de las organizaciones sindicales y empresariales, junto con la de la Administración. La Ley 35/2011, de 17 de septiembre, también pretendió incidir en la estructura de la negociación colectiva, otorgando prioridad aplicativa al convenio de ámbito empresarial sobre otros convenios en una serie de materias que se entienden primordiales para una gestión flexible de las condiciones de trabajo. Ahora bien, la efectiva descentralización de la negociación colectiva se había dejado en manos de los convenios estatales o autonómicos, pudiendo impedir esa prioridad aplicativa. La ley 3/2012, vino a posibilitar en la realidad dicha descentralización convencional en aras a facilitar una negociación de las condiciones laborales en el nivel más cercano y adecuado a la realidad de las empresas y de sus trabajadores. O sea, se ha hecho realidad que el convenio de empresa, que podrá negociarse en cualquier momento de la vigencia de convenios colectivos de ámbito superior, tendrá prioridad aplicativa respecto del 5 convenio sectorial estatal, autonómico o de ámbito inferior en las siguientes materias: a) La cuantía del salario base y de los complementos salariales, incluidos los vinculados a la situación y resultados de la empresa; b) El abono o la compensación de las horas extraordinarias y la retribución específica del trabajo a turnos; c) El horario y la distribución del tiempo de trabajo, el régimen de trabajo a turnos y la planificación anual de las vacaciones; d) La adaptación al ámbito de la empresa del sistema de clasificación profesional de los trabajadores; e) La adaptación de los aspectos de las modalidades de contratación que se atribuyen por la presente Ley a los convenios de empresa; f) Las medidas para favorecer la conciliación entre la vida laboral, familiar y personal; g) Aquellas otras que dispongan los acuerdos y convenios colectivos a que se refiere el artículo 83.2. Se han expuesto con anterioridad todas las opciones de las que dispone el empresario para proceder al ajuste interno, pero sólo las llamadas modificación sustanciales de las condiciones del trabajo van a ser objeto de análisis ahora. En el procedimiento del artículo 41 ET, se parte siempre de una decisión unilateral del empresario, que es el legitimado según el mismo a introducir los cambios, circunscritos estos a las llamadas condiciones sustanciales de trabajo. Por lo que quedaría fuera del ámbito de aplicación del referido artículo 41 ET, las modificaciones sustanciales acordadas entre las partes, amén de las modificaciones sustanciales que operan por mor de un cambio legislativo. Sin embargo, el artículo 41 ET establece ciertas limitaciones, algunas de las mismas de configuración jurisprudencial desde hace tiempo y que ahora en aras a la seguridad jurídica han sido introducidas en el propio articulado. Me refiero a imposibilidad de acordar modificaciones sustanciales en virtud de acuerdo entre trabajador y el empresario, cuando dicha condición de trabajo, aparece recogida en el convenio colectivo1. Tampoco es posible por la vía del artículo 41 ET, modificar el contrato de trabajo a tiempo completo por otro a tiempo parcial, lo que aparece prevenido en el artículo 12.4.e) ET, que dispone que “la conversión de un trabajo a tiempo completo en un trabajo a tiempo parcial y viceversa tendrá siempre carácter voluntario para el trabajador y no se podrá imponer de forma unilateral o como consecuencia de una modificación sustancial de las condiciones de trabajo” al amparo de lo dispuesto en el artículo 41.1.a). De igual forma no es posible la modificación del régimen contractual por la vía del artículo 41 ET2. 1 STC 225/2001 y 238/2005: impide que por medio del acuerdo individual entre el trabajador y el empresario, se infrinja lo dispuesto en el convenio colectivo, en cuanto que ello vulneraría el Derecho a la negociación colectiva recogida en el artículo 37 CE y el Derecho a la libertad sindical de los sindicatos firmantes del convenio colectivo, conforme a lo dispuesto en el artículo 28.1 CE. 2 STS 7 de octubre de 2011: No se puede imponer el cambio de contrato de trabajo ordinario en tele trabajador. Tampoco es posible que la modificación opere en virtud de la autonomía colectiva, tomando como referencia a estos efectos el Acuerdo Marco Europeo sobre el teletrabajo, que se incorporó como Anexo al Acuerdo Inter confederal para la negociación colectiva para 2003, ya que dicho Acuerdo tiene eficacia obligacional, amén de haberse obligados los firmantes del mismo a promover la adaptación y su desarrollo a la realidad española. 6 1.3. Límites a las decisiones unilaterales empresariales: los artículos 41 y 82 ET. La Ley 3/2012, amplió las facultades empresariales para modificar las condiciones de trabajo, ya sean las contempladas en el contrato de trabajo, ya sean recogidas en pactos o acuerdos colectivos o consecuencia de una decisión unilateral del empresario de efectos colectivos3. Pero fijó el principio general de construcción jurisprudencial consistente en la limitación que el ordenamiento dispone cuando la modificación de las condiciones tienen carácter convencional, o sea, aparecen recogida en convenio colectivo estatutario4. Conforme a la primera opción dispone el artículo 41.1 ET, que la dirección de la empresa podrá acordar modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo, cuando existan probadas razones económicas, técnicas, organizativas o de producción. Se consideraran tales las que estén relacionadas con la competitividad, productividad u organización técnica o del trabajo en la empresa. Sigue regulando el mismo artículo que se entienden por modificaciones sustanciales de trabajo, entre las que recoge de manera expresa las siguientes: a) Jornada de trabajo; b) Horario y distribución del tiempo de trabajo; c) Régimen de trabajo a turnos; d) Sistema de remuneración y cuantía salarial. e) Sistema de trabajo y rendimiento; f) Funciones, cuando excedan de los límites que para la movilidad funcional prevé el artículo 39 ET. La segunda opción nos lleva a considerar aquellos supuestos en los que por mor de la propia norma (artículos 41.6 y 82.3 ET) queda prohibido que el empresario inicie un procedimiento como el contemplado en el artículo 41 ET para modificar esas mismas condiciones de trabajo, a las que hay que añadir las mejoras voluntarias de la acción protectora de la Seguridad Social, solo que aparecen reguladas ahora en convenio colectivo estatutario. En este caso, la modificación de las condiciones de trabajo establecidas en los convenios colectivos estatutarios deberá realizarse conforme a lo establecido en el artículo 82.3 ET, que dispone que “los convenios colectivos regulados por esta ley obligan a todos los empresarios y trabajadores incluidos dentro de su ámbito de aplicación y durante todo el tiempo de su vigencia. Sin perjuicio de lo anterior, cuando concurran causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, por acuerdo entre la empresa y los representantes de los trabajadores legitimados para negociar un convenio colectivo conforme a lo previsto en el artículo 87.1 ET, se podrá proceder, previo desarrollo de un período de consultas en los términos del artículo 41.4 ET, a inaplicar en la empresa las condiciones de trabajo previstas en el convenio colectivo aplicable, sea este de sector o de empresa, que afecten a las siguientes materias: a) Jornada de trabajo; b) Horario y la distribución del tiempo de trabajo; c) Régimen de trabajo a turnos; d) Sistema de remuneración y cuantía salarial. e) Sistema de trabajo y rendimiento; f) Funciones, cuando excedan de los límites que para la 3 Artículo 42.2 ET, manifiesta que “Las modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo podrán afectar a las condiciones reconocidas a los trabajadores en el contrato de trabajo, en acuerdos o pactos colectivos o disfrutadas por éstos en virtud de una decisión unilateral del empresario de efectos colectivos”. 4 Artículos 41.6 y 82.3 ET. 7 movilidad funcional prevé el artículo 39 de esta ley; g) Mejoras voluntarias de la acción protectora de la Seguridad Social”. 1.4. Carácter sustancial de la modificación de las condiciones de trabajo. El artículo 41 ET establece un conjunto de supuestos, que el legislador ha calificado su modificación como sustanciales de las condiciones de trabajo. Pero el propio precepto arranca diciendo “entre otros”, lo que significa que el elenco de casos expresamente recogidos no es cerrado. El legislador no ofrece una delimitación clara para identificar de manera inequívoca, cuando nos encontramos en presencia de una modificación que se califique así. Existe una prolífica producción de pronunciamientos judiciales que han ido configurando el precepto desde el primitivo formalizado originariamente en el ET en el año 1980. La doctrina no es pacífica al respecto de la calificación de la modificación de las condiciones de trabajo. Una de ellas, mantiene que toda modificación que afecte a alguna de las materias expresamente enumeradas en el artículo 41.1 ET, va a ser acreedora del calificativo de sustantivas. Otra doctrina y jurisprudencia mayoritaria consideran que la enumeración recogida en el artículo 41.1 ET, parte de una relación de supuestos no cerrada, admitiendo la posibilidad de que la modificación de otras condiciones se considere sustancial, como el hecho de que no toda modificación relativa a las materias recogidas en el artículo referido merezca el calificativo de sustancial. No será calificada modificación sustancial, sí la misma no supone una alteración significativa de las condiciones en las que se desarrolla la prestación ordinaria de trabajo5. La enumeración de supuestos abierto de condiciones de trabajo y no circunscritas a la enumeración dispuesta en el artículo 41.1. ET, ha hecho que la jurisprudencia haya reiterado que la consideración de sustancial de las condiciones de trabajo, se predica de la modificación y no de la condición que se modifique en cada caso. A pesar del carácter abierto de la enumeración de los supuestos, el hecho incuestionable es que en las sucesivas reformas operadas en el ET, se ha ido ampliando el elenco de condiciones dispuestas de manera expresa. Las dos modificaciones más sobresalientes del precepto en cuestión, han sido las relativas a la de la distribución de la jornada de trabajo en 2010 y la posibilidad de modificar la cuantía salarial en el año 2012. 5 No tiene la consideración de sustancial, la modificación de las condiciones de trabajo que suponen el cambio en el sistema de prestación del servicio de comedor en residencia de verano, tal y como dispone la STS 22 de enero de 2014. 8 Los supuestos a los que el artículo 41.1 ET califica la consideración de modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo son entre otras, las que afecten a las siguientes materias: a) Jornada de trabajo. b) Horario y distribución del tiempo de trabajo. c) Régimen de trabajo a turnos. d) Sistema de remuneración y cuantía salarial. e) Sistema de trabajo y rendimiento. f) Funciones, cuando excedan de los límites que para la movilidad funcional prevé el artículo 39 ET. Habíamos manifestado con anterioridad que no toda modificación de estas materias será considerada sustancial. De tal forma que sí no se califica en esos términos, no deberá regirse por las previsiones contenidas en el artículo 41 ET. Lo que ocurre cuando las modificaciones de las condiciones tienen carácter de accesorias o accidentales6, no se califican en consecuencia de sustanciales, por no incidir en aspectos básicos de las condiciones de trabajo. Para que la calificación sea de modificación sustancial de las condiciones de trabajo, la modificación como tal debe incidir en aspectos básicos de la condición de trabajo y no meramente accidentales o accesorios7, debiéndose valorar en cualquier caso la entidad objetiva del cambio, los efectos y el perjuicio sufrido por el trabajador8y9. O sea, el carácter sustancial de la modificación no se encuentra relacionado con el hecho de que la condición sea sustancial, sino el hecho de que sea sustancial la modificación10. Por lo que podemos concluir al respecto, señalando que no todas las modificaciones de las condiciones que aparecen recogida en el elenco del artículo 41.1 ET, van a poder ser calificadas como sustanciales11, tan solo lo serán, cuando además el cambio que produce en las condiciones sea sustancial. En lo concerniente al listado abierto de condiciones, la jurisprudencia mantiene que el carácter sustancial, se refiere a la modificación y no a la condición que se modifica. De tal modo que la modificación puede ser sustancial afectando a condiciones distintas de las enumeradas en el artículo 41.1 ET12. 6 STS 11 de diciembre de 1997: modificaciones en la prestación de servicios por cambios organizativos debido a la implantación de un nuevo sistema informático. 7 STS 3 de marzo de 1995: cuando se trate de alteraciones poco significativas de acomodación a nuevos tiempos y circunstancias. 8 En relación con éste último requisito dispuesto, habrá de tenerse en consideración entre otras cosas: la duración de la modificación, las compensaciones pactadas. 9 STS 22 de julio de 2013: no se considera sustancial una modificación consistente en el cambio de la forma de abonar las dietas 10 STS 22 de noviembre de 2005. 11 STS 17 de diciembre de 2004. 12 STS 27 de diciembre de 2013: se califica la modificación como sustancial, el caso de la readmisión del trabajador que había sido despedido, en condiciones distintas de las que existían antes del despido. Incluso se califica así, cuando la readmisión no fuera posible por haber sido la empresa cerrada. 9 No se aplica nunca el procedimiento sobre modificación sustancial de condiciones de trabajo previsto en el artículo 41 ET, cuando las condiciones sustanciales de trabajo estén reguladas en un convenio colectivo estatutario, habiendo asumido el artículo 41.6 ET, lo que hasta entonces la jurisprudencia había dispuesto y es que las condiciones referidas en un convenio colectivo estatutario13, solo son posibles modificarlas, cualquiera que sea la forma de la modificación o inaplicación, acudiendo al procedimiento previsto en el artículo 82.3 ET, que dispone al respecto que “los convenios colectivos regulados en el Titulo III ET obligan a todos los empresarios y trabajadores incluidos dentro de su ámbito de aplicación y durante todo el tiempo de su vigencia. Sin perjuicio de lo anterior, cuando concurran causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, por acuerdo entre la empresa y los representantes de los trabajadores legitimados para negociar un convenio colectivo conforme a lo previsto en el artículo 87.1, se podrá proceder, previo desarrollo de un periodo de consultas en los términos del artículo 41.4, a inaplicar en la empresa las condiciones de trabajo previstas en el convenio colectivo aplicable, sea este de sector o de empresa, que afecten a las siguientes materias: a) Jornada de trabajo; b) Horario y distribución del tiempo de trabajo; c) Régimen de trabajo a turnos; d) Sistema de remuneración y cuantía salarial. Entre los criterios de determinación de una modificación como sustancial, la jurisprudencia ha venido recogiendo las siguientes: a. Supuestos de alteración de aspectos fundamentales de la relación de trabajo: la prestación en que consiste el trabajo del trabajador cambia de manera esencial14y15 o en su caso la contraprestación a la que está obligado el empresario por el trabajo realizado por el trabajador y que se circunscribe a la remuneración que percibe el trabajador con ocasión o consecuencia del trabajo16. Pero, cuando la alteración, es consecuencia de lo prevenido en una disposición legal, pierde dicha consideración, decayendo su condición de modificación sustancial de las condiciones de trabajo, que debiera tramitarse siguiendo el procedimiento dispuesto en el artículo 41 ET17. b. Se exige habitualmente que la modificación origine un perjuicio o sacrificio para el trabajador18y19. Aunque existen pronunciamientos en los que no se aprecian 13 Sin embargo las condiciones de trabajo reguladas en un convenio colectivo extra estatutario, si son susceptibles de ser modificadas por la vía del artículo 41 ET, conforme a lo recogido en la STS 23 de octubre de 2012. 14 STS 17 de diciembre de 2004. 15 STS 26 de abril de 2006: la sustancialidad se predica respecto de la de la modificación realizada sobre una determinada condición de trabajo. 16 STS 4 de abril de 2006: el concepto de remuneración del que habla el artículo 41 ET, es más amplio que el concepto de salario recogido en el artículo 26 ET, de tal forma que en el primero, remuneración, debe considerarse incluido también las indemnizaciones o suplidos por los gastos realizados como consecuencia o con ocasión de su actividad laboral, la del trabajador obviamente. 17 STS 18 de diciembre de 2013: la modificación de turnos de trabajo por motivos de salud del trabajador, no puede ser calificada como modificación sustancial de las condiciones de trabajo siguiendo al efecto el procedimiento previsto en el artículo 41 ET, al ser una exigencia contenida en la normativa de prevención de riesgos laborales. 18 STS 22 de septiembre de 2003 19 STS 17 de abril de 2012: declara modificación sustancial, la sustitución por la empresa del sistema de cómputo de la jornada diaria de trabajo por otro de carácter semanal, ya que ello tenía consecuencias importantes de naturaleza económica para el trabajador, ya que el nuevo computo de la jornada, modifica las situaciones en las que se van a considerar que se realizan horas extraordinarias y en consecuencia se modifican las condiciones salariales asociadas a las mismas, precisamente porque las situaciones en las que en las que se van a acreditar su realización, difieren antes y ahora, con efectos económicos distintos derivados de dicha calificación. 10 menoscabo objetivos para los trabajadores y a cuyo pesar el tribunal sentenció calificando la modificación como sustancial y en consecuencia, exigió el procedimiento dispuesto al efecto en el artículo 41 ET20. A contrario, cuando el empresario ha compensado adecuadamente a los trabajadores afectados por la modificación, ha reducido la onerosidad y en consecuencia ha pasado de calificarse la modificación como sustancial originariamente, a un estadio que impide esa calificación, por lo que no queda otra opción que considerar integrada la misma en el haz de facultades del empresario, para efectuar modificaciones comprensivas en el llamado “ius variandi”. c. El tiempo de duración de la modificación, que puede tener carácter definitivo o simplemente temporal. En este caso y siempre que se asocie a situaciones excepcionales, pierden su naturaleza de modificación sustancial de las condiciones de trabajo21. 1.5. Modificación de condiciones individuales y colectivas. En los orígenes del ET, no existían diferencias entre modificaciones individuales y colectivas de condiciones sustanciales de trabajo. El procedimiento del artículo 41 ET era de aplicación con independencia del número de trabajadores afectados, a partir de uno incluido. La distinción tuvo lugar a partir de la reforma del ET del año 1994. Con la Ley 3/2012, se abre un nuevo estadio para la identificación del carácter individual o colectivo de la modificación. Se basa desde entonces en el elemento meramente cuantitativo, siendo colectiva la modificación cuando afecte a un determinado número o porcentaje de trabajadores del total de la empresa, con independencia de cuál sea la fuente reguladora de la condición de trabajo modificada22. Se considera de carácter colectivo23 la modificación que, en un periodo de noventa días, afecte al menos a24: 20 STS 4 de abril de 2006: Supuesto en el que la modificación es una de las condiciones mencionadas de manera expresa en el artículo 41 .1 ET, considerando el tribunal, que puede haber cierta presunción de que la modificación es sustancial. 21 STS 18 de diciembre de 2013. 22 La Ley 3/2012, ha sentado nuevas bases para la delimitación entre lo que son modificaciones individuales y modificaciones colectivas, abandonándose la concepción anterior, que lo hacía en función de la fuente de reconocimiento de la condición de trabajo. 23 Son colectivas, cuando el número de afectados por la modificación superen esos umbrales. 24 El cómputo de los trabajadores para la aplicación del umbral, se realiza tomando como referencia la empresa y no el centro de trabajo, conforme a la STSJ de Cantabria 17 de enero de 2007 y STSJ de Aragón 17 de enero de 2014. Ahora bien, sí el centro de trabajo al que pertenecen los trabajadores afectados por la medida dispone de representación unitaria, la plantilla a considerar sobre la que aplicar los umbrales, es la del centro de trabajo y no la de la empresa, conforme dispuso la STSJ de Asturias 9 de enero de 1998. Hasta ahora, de conformidad con estos y con los pronunciamientos del TS, parecía claro que el ámbito para determinar tanto el número de extinciones computables como la plantilla a tomar como parámetro de referencia era la empresa en su conjunto y no el centro de trabajo. El TS entendió que, aunque esta interpretación se apartaba de la literalidad de la Directiva 98/59/CE que refiere el centro de trabajo a estos efectos, ello suponía una mejora de la protección de los trabajadores en la mayoría de los casos. En los 11 a) Diez trabajadores, en las empresas que ocupen menos de cien trabajadores. b) El diez por ciento del número de trabajadores de la empresa en aquellas que ocupen entre cien y trescientos trabajadores. c) Treinta trabajadores, en las empresas que ocupen más de trescientos trabajadores. Se considera de carácter individual la modificación que, en el periodo de referencia establecido, no alcance los umbrales señalados para las modificaciones colectivas. últimos meses, a raíz de dos recientes sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 30 de abril de 2015 y de 13 de mayo de 2015, el debate jurídico sobre este punto cobra de nuevo plena actualidad. El TJUE analiza la legislación española en relación con la Directiva 98/59 en la referida sentencia concluyendo que no siempre la referencia a la empresa beneficia al trabajador y es precisamente en los casos excepcionales, en los que esa interpretación les perjudica, cuando la normativa española choca con la comunitaria. A juicio del Tribunal, la legislación europea no permite utilizar como único criterio de referencia la empresa, cuando ello dificulte la intervención de los representantes de los trabajadores y el procedimiento de información y consulta. Así es que en aquellos supuestos en los que, aun no superándose umbrales a nivel empresa, sí se superasen los correspondientes al centro de trabajo, deberá atenderse a este último, ya que en caso contrario se puede exigir la nulidad de las actuaciones. En la resolución del tribunal, se determina el concepto de centro de trabajo previsto en la Directiva, aludiendo a diversas sentencias dictadas en asuntos anteriores, al considerarlo un concepto de Derecho de la UE que ha de ser interpretado y aplicado de forma homogénea en todos los países. Se define el centro de trabajo como “aquella entidad diferenciada en el marco de una empresa, con cierta permanencia o estabilidad, que esté adscrita a la ejecución de una o varias tareas determinadas y que disponga de un conjunto de trabajadores, así como de medios técnicos y un grado de estructura organizativa para llevar a cabo esas tareas, sin que resulte esencial que dicha unidad disponga de una dirección facultada para efectuar autónomamente despidos colectivos o que esté dotada de autonomía jurídica, económica, financiera, administrativa o tecnológica”. La sentencia supone un cambio interpretativo trascendente y su criterio ha sido aplicado por primera vez en nuestro país por el TSJ del País Vasco, en sentencia de 21 de mayo. En la misma el Tribunal, considerando la interpretación dada por el TJUE, declara la nulidad de 12 despidos objetivos, en un supuesto en el que a pesar de no superarse los umbrales a nivel empresa, entiende que sí se superan los mismos a nivel centro de trabajo. Una cuestión aún no resuelta es sí este nuevo criterio ha de hacerse extensivo al resto de medidas en los que operan los mismos umbrales para la calificación de la decisión como individual o colectiva, como son los supuestos contemplados en el artículo 40 ET sobre movilidad geográfica, en el artículo 41 ET sobre modificación sustancial de condiciones de trabajo, con la seguridad que ese mismo criterio va a ser aplicable a estos otros dos, sin género de dudas. De donde hay que advertir a las empresas que realicen modificaciones sustanciales colectivas o en su caso suspensiones o despidos colectivos, la recomendación para que realicen un doble control. Primero, valorar la eventual superación de umbrales a nivel empresa porque, de superarlos, se tratará de una medida colectiva; y segundo, si no se superan, habrá que realizar un segundo control a nivel de centro de trabajo, resultando la medida colectiva sólo si se sobrepasan también en este ámbito. 12 La diferenciación entre ambas tiene su importancia, entre otras cosas el procedimiento a seguir que es distinto, consistiendo la diferencia en que en las modificaciones colectivas existe período de consulta, omitiéndose el mismo en el caso de las individuales. Ese diferente tratamiento, supone que en ocasiones el empresario pretenda eludir el procedimiento más engorroso atribuible a las modificaciones colectivas. Para ello y teniendo en cuenta que la calificación como individual y colectiva, se basa en el número de trabajadores afectados por la modificación en períodos de 90 días, puede que las empresas lleven a cabo modificaciones de condiciones de trabajo en períodos superiores de 90 días de manera sucesiva y en número inferior de trabajadores afectados por la medida a los umbrales referidos. La cuestión queda resuelta en el artículo 41.3.4º ET, que declara nulas las modificaciones efectuadas en fraude de ley. Lo que acontece cuando se aplican sucesivas modificaciones en períodos de más de 90 días y con un número de trabajadores incursos en cada modificación que no sobrepasan los umbrales, sin que concurran causas nuevas que justifiquen las actuaciones sucesivas. Los umbrales deben considerarse en un período de 90 días, contados hacia adelante y hacia detrás, debiéndose considerar en cualquier caso la totalidad de las modificaciones que lo sean por idéntica causa. La modificación sustancial de condiciones se califica de individual en función del número de trabajadores afectados, aunque la condición a modificar esté formalizada en un acuerdo o pacto colectivo impropio. De igual forma pero en sentido contrario, la modificación sustancial de condiciones de trabajo va ser calificada como colectiva, en función del número de trabajadores afectados por la decisión empresarial, que deberán rebasar el umbral establecido, con independencia de que la condición a modificar esté recogida en el clausulado del contrato de trabajo. 1.6 Las causas de la modificación sustancial de las condiciones de trabajo. Estamos ante una modificación causal, a diferencia de las modificaciones de condiciones que se integran en el llamado ius variandi, que tiene la consideración de a causales. Reza el artículo 41.1 ET que “la dirección de la empresa podrá acordar modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo, cuando existan probadas razones económicas, técnicas, organizativas o de producción. Se considerarán tales las que estén relacionadas con la competitividad, productividad u organización técnica o del trabajo en la empresa”. La obligatoriedad de probar las razones antes dichas y su relación con la competitividad, la productividad u organización técnica del trabajo en la empresa, viene a decir que el empresario no puede disponer en cualquier caso e imponer sin más la modificación, ya que deberá acreditar la concurrencia de tales causas. Lo que nos lleva a afirmar, que no es posible basar las modificaciones en puras razones de conveniencia empresarial. La modificación se convierte en un instrumento al servicio de un objetivo 13 preventivo, basado en una expectativa de mejora25, que a su vez permite el control judicial de la causalidad entre la medida pretendida y el efecto buscado, que deberá responder en cualquier caso a algunos de los objetivos referenciados: vinculados con la competitividad, productividad u organización técnica o del trabajo en la empresa. No obstante, el cambio operado por la Ley 3/2012 ha sido significativo al respecto, en cuanto que se eliminan los juicios de razonabilidad y proporcionalidad26 que se exigían hasta la entrada en vigor del RD Ley 3/2012. De tal forma que desaparecido dicha exigencia, cuando la causa alegada sea económica, no será necesario conectar que la causa invocada (situación económica negativa de la empresa) puede afectar a su viabilidad, ni tampoco habrá que conectar dicha causa, con la decisión empresarial en aras a mantener un determinado nivel de empleo o en su caso en evitación de proceder a llevar acabo traslados y preservar de esa forma o en su caso favorecer su posición competitiva en el mercado. A este respecto, hay que indicar que la modificación operada es crucial en el devenir de la actividad empresarial y en los necesarios ajustes que el mercado exige, porque a diferencia de la situación anterior (antes del 12-2-2012), el empresario que invoque la causa no debe partir en la acreditación de la misma de una situación económica negativa, en cuanto que ahora es posible mejorar una situación económicamente positiva pero mejorable, tendente a la mejora de la competitividad y la productividad de la empresa27. La modificación introducida por la Ley 3/201228 ha supuesto un punto de inflexión en las posibilidades de gestión por el empresario del factor trabajo y sus posibilidades de ajuste permanente, en cuanto que la misma no exige que la modificación tenga como finalidad ineludible la de impedir una evolución negativa o mejorar la situación y perspectivas de la empresa29, bastando que la medida pretendida por la empresa esté relacionada con la competitividad, productividad u organización técnica o del trabajo en la empresa. Desde 1994 no había operado reforma alguna del artículo 41 ET de enjundia, con la excepción de una tímida que supuso la operada en virtud de la Ley 35/2010. La interpretación dada por el TS 30 con ocasión de la 25 STS 27 de enero de 2014. La reforma impide al juzgador realizar juicios de valor sobre la conveniencia de la iniciativa empresarial, debiendo limitar a considerar sí la medida propuesta por el empresario contribuye objetivamente a la finalidad dispuesta en la norma. 27 SAN 22 de noviembre de 2012. 28 Los más llamativo de la reforma y de la interpretación dada por el TS al artículo 41 ET, aparece recogido en la STS 27 de enero de 2014, que potencia el haz de facultades del empresario para la gestión del factor trabajo a través del “ius variandi”, dejando sin efecto la interpretación que hasta entonces mantenía el TS en relación con la interpretación y las posibilidades de aplicación del principio de Derecho de “rebus sic stantibus”, en materia de obligaciones colectiva. 29 El cambio radical operado con la redacción dada por la Ley 3/2012, puede ser visualizado al respecto con la SAN 28 de mayo de 2012, que mantiene que la reducción de ingresos y en consecuencia de beneficios, acredita de manera indubitada la concurrencia de problemas que directamente tienen que ver con la competitividad y la productividad, amén de quedar demostrado que las demás empresas de la competencia retribuyen servicios similares a precios inferiores. Lo que prueba que las condiciones de competitividad empresarial y de productividad del factor trabajo impiden el adecuado desenvolvimiento de la empresa en el entorno competitivo de mercado existente. 30 STS 20 de enero de 2014. Esta sentencia se remitía a otra STS 14 de junio de 1996, que exigía diferenciar entre los ámbitos en los que actúa la causa (económica, técnica, organizativa o de producción) y la forma en que se manifiesta, de tal forma que sí esta es económica, su manifestación va a ser la de la situación económica negativa, mientras que sí las causas invocadas son de carácter técnico, organizativo o de producción, su forma de manifestación va a venir referida a la necesidad de innovación técnica, 26 14 promulgación de ésta última norma, exigía acreditar la existencia de un dato objetivo, como podía ser una innovación técnica, organizativa o de producción, bien un cambio de coyuntura económica que aparezca como causa. Sin embargo sigue el relato de la sentencia indicando que la modificación adoptada por la empresa, consiste en una medida redistributiva en el sentido de que la mejora para la empresa que supone la medida, determina un paralelo empobrecimiento para el trabajador. El pronunciamiento objeto de análisis manifiesta que la justificación de la causa invocada, debe partir de un hecho objetivo susceptible de alterar el régimen de las prestaciones objeto del contrato de trabajo (un cambio en la coyuntura económica, una innovación técnica, organizativa o de producción) y consecuencia de ese cambio, la medida que propone el empresario, se justifica si se corresponde realmente con ese cambio, debiendo servir a la finalidad de mejorar la posición competitiva de la empresa o prevenir una evolución negativa. Pues bien, el relato de la sentencia dictada interpretando la Ley 35/2010, nada tiene que ver con otra dictada tres días después31, interpretando ahora el artículo 41 ET, redacción dada por Ley 3/2012. Manifiesta el TS tras la promulgación de la Ley 3/2012, que corresponde al juzgador emitir un juicio sobre la existencia y legalidad de la causa o causas que se invocan, así como de la necesaria adecuación entre la causa referida y la modificación decidida por el empresario32. Ya no es necesario que las modificaciones propuestas por el empresario tengan la finalidad de prevenir una evolución negativa o mejorar en su caso las perspectivas de la empresa, bastando ahora con que la medida empresarial esté relacionadas con la competitividad, productividad u organización técnica o del trabajo en la empresa33. El empresario no puede actuar de manera discrecional cuando pretende modificar las condiciones sustanciales de trabajo. La necesidad de probar las razones o causas que se invocan (económicas, técnicas, organizativas o de producción), relacionándolas con la competitividad, la productividad u organización del trabajo, exige justificar al empresario razonablemente las modificaciones propuestas, ya que la finalidad de la modificación tiene como objetivo ineludible alcanzar una mejora de la competitividad, de la productividad o una mejor organización del sistema de trabajo34. 1.7 El procedimiento: diferente tipología en función de su consideración individual o colectivo. necesidad de innovaren la organización o en su caso en la producción, considerando la medida adoptada por el empresario en el marco de una relación de instrumentalidad o de funcionalidad. 31 STS 27 de enero de 2014. 32 En el caso de la STS 27 enero de 2014, se rechaza la posibilidad de la decisión del empresario, cuando la modificación decidida tiene carácter abierto, ya que el objetivo pretendido tiene carácter futuro. 33 En STS 27 de enero de 2014, se parte de que si bien cualquier rebaja salarial implica una mayor competitividad, no es admisible su consideración en cualquier caso, porque choca también con los derechos reconocidos al trabajador con ocasión del trabajo a través del contrato de trabajo. Refiere expresamente la sentencia al artículo 151 Tratado Fundacional UE, que dispone como finalidad de la propia UE y de los propios Estados miembros , la mejora de las condiciones de trabajo, subordinándose a la mejora de estas condiciones de trabajo, la necesidad de mantener la competitividad de la economía en el seno de la UE. 34 SAN 28 de mayo de 2012; SAN 22 de noviembre de 2012; SAN 15 de febrero de 2013. 15 Cuando se promulgó originariamente el ET en el año 1980, no existía diferenciación alguna sobre la calificación individual o colectiva de la modificación sustancial de las condiciones de trabajo. En aquel entonces, cualquier modificación calificada de sustancial, afectase a uno o a varios trabajadores, se tramitaba por el procedimiento previsto en el artículo 41 ET, que como digo era único. Esa diferenciación entre modificaciones individuales y colectivas se introdujo con la reforma del ET operada en 1994. Sin embargo, el criterio de discriminación entre la modificación individual y la colectiva, consistía en que si la condición se disfrutaba a título individual, dispuesta en el contrato de trabajo originariamente o sobrevenida en el devenir de la relación de trabajo, la modificación era calificada como individual. Sí por el contrario, la condición sustancial de trabajo se disfrutaba como consecuencia de haberse dispuesto en pacto o acuerdo colectivo o decisión unilateral del empresario de alcance colectivo, con independencia que la modificación prevista por el empresario, afecte a un solo trabajador o a varios, la modificación se calificaba como colectiva. Solo un inciso al respecto, para los casos de cambio de funciones o de horarios de trabajo, además de lo dicho se exige para su consideración de colectivas que los trabajadores afectados por la decisión empresarial, supere los umbrales que disponía la redacción del artículo 41 ET de aquel entonces. La reforma operada por la Ley 3/2012, ha supuesto un punto de inflexión en casi todo el régimen jurídico que supone el contenido del artículo 41 ET. Ahora, el elemento determinante para la calificación de la modificación como individual o colectiva, será que afecte a un número o porcentaje de trabajadores del total de la empresa y centro de trabajo, con independencia de la fuente reguladora de la condición de trabajo que se pretende modificar. La decisión empresarial de modificar las condiciones de trabajo debía contar con el acuerdo empresarial con la representación unitaria de los trabajadores o de no ser así, se requería autorización administrativa, previa tramitación del correspondiente expediente administrativo hasta 1994, momento en el que se suprimió dicha autorización. Es decir, a partir de aquel entonces, finalizado el expediente sin acuerdo, la decisión del empresario era inmediatamente ejecutiva, contra la misma el trabajador perjudicado por ella, bien podía accionar contra la medida en sí, bien podía exigir la extinción del contrato de trabajo, siempre que la modificación afectase a la jornada, horario y régimen de turnos, excluyendo de esta posibilidad por lo tanto, las modificaciones que afecten a al sistema de remuneración, sistema de trabajo y rendimiento y modificación de funciones. 1.7.1 Modificación sustancial de condiciones de trabajo de carácter individual. Se considera de carácter individual35 la modificación que, en el periodo de referencia establecido, no alcance los umbrales señalados para las modificaciones 35 Artículo 41.2 último párrafo ET. 16 colectivas36 que son aquellas que en un periodo de noventa días, afecte al menos a: a) Diez trabajadores, en las empresas que ocupen menos de cien trabajadores; b) El diez por ciento del número de trabajadores de la empresa en aquellas que ocupen entre cien y trescientos trabajadores; c) Treinta trabajadores, en las empresas que ocupen más de trescientos trabajadores. Cuando con objeto de eludir las previsiones referidas a las modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo de carácter colectivos 37, la empresa realice modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo en periodos sucesivos de noventa días en número inferior a los umbrales que establece el apartado 2 para las modificaciones colectivas, sin que concurran causas nuevas que justifiquen tal actuación, dichas nuevas modificaciones se considerarán efectuadas en fraude de ley y serán declaradas nulas y sin efecto38. 1.7.1.1 Inicio del procedimiento a instancia del empresario: notificación de la decisión. La decisión de modificación sustancial de condiciones de trabajo de carácter individual deberá ser notificada por el empresario al trabajador afectado y a sus representantes legales con una antelación mínima de quince días a la fecha de su efectividad39. El concepto “representantes legales” que habla dicho precepto, hay que entenderlo en su dimensión amplia40, recogiendo no sólo a la representación unitaria, sino también a los integrantes de las secciones sindicales. La norma no exige la forma escrita como requisito formal que condicione la validez de la medida. Corresponde al empresario la carga de la prueba de que la omisión de forma escrita no ha situado al trabajador en situación de indefensión, que deberá haber tenido conocimiento fehaciente de la intención del empresario de iniciar el procedimiento, los motivos que se invocan justificando la medida modificativa y la fecha en que se notifica la misma, para poder computar los plazos dispuestos al efecto. La doctrina judicial41 exige un contenido mínimo de la comunicación42, evitándose de esta forma la indefensión del trabajador afectado, que deberá comprender en cualquier caso lo siguiente: fecha de la notificación de la medida modificativa, condición de trabajo que se pretende modificar, razones que justifican la medida y alcance de la modificación y por último la fecha en la que se hará efectiva la medida. 36 Artículo 41.2 ET. Artículo 41.4 ET. 38 Artículo 41.3, párrafo cuarto ET y artículo 138.7, párrafo cuarto LJS, que estable que “se declarará nula la decisión adoptada en fraude de Ley, eludiendo las normas relativas al periodo de consultas establecido en el 41.4 ET”. 37 39 Artículo 41.3 ET. STS 29 de junio de 1995. 41 STSJ de Castilla-La Mancha 18 de abril de 1996. 42 STS 4 de abril de 2006, que considera válida la notificación realizada a través de la intranet de la empresa. 40 17 La Inspección de Trabajo fiscaliza el cumplimiento de los requisitos de fondo y formales relacionados con la tramitación del expediente, cuyo incumplimiento se considera falta grave43. Y desde la óptica de la revisión de la medida por el juzgador, la declaración de nulidad de la medida y las consecuencias que ello comporta44. 1.7.1.2 Intervención del trabajador: diferentes posibilidades. El trabajador que ha sido notificado por el empresario de su decisión de modificar sustancialmente las condiciones de trabajo, puede aceptar la decisión del empresario, extinguir su relación laboral con la empresa, antes de la expiración del plazo para la efectividad de la decisión adoptada por el empresario, recurrir ante el juzgado de lo social la decisión empresarial, cuando muestre su disconformidad con la decisión adoptada por el empresario, no habiendo optado por la rescisión de su contrato o bien rescindir su contrato en virtud de lo prevenido en el artículo 50 ET, que regula las causas de extinción del contrato de trabajo por voluntad del trabajador, en el caso que ahora nos ocupa, cuando las modificaciones sustanciales en las condiciones de trabajo sean llevadas a efecto sin respetar el procedimiento previsto en el artículo 41 ET y redunden en menoscabo de la dignidad del trabajador. A. El trabajador opta por extinguir el contrato con sujeción a indemnización. En los supuestos previstos45 en las letras a) Jornada de trabajo; b) Horario y distribución del tiempo de trabajo; c) Régimen de trabajo a turnos; d) Sistema de remuneración y cuantía salarial y f) Funciones, cuando excedan de los límites que para la movilidad funcional prevé el artículo 39 ET, si el trabajador resultase perjudicado por la modificación sustancial, tendrá derecho a rescindir su contrato y percibir una indemnización de veinte días de salario por año de servicio prorrateándose por meses los periodos inferiores a un año y con un máximo de nueve meses. En este supuesto el trabajador perjudicado por la medida modificativa decide unilateralmente la extinción del contrato de trabajo, si bien el trabajador que así lo decide deberá comunicar al empresario su decisión extintiva en plazo de 15 días46. En este supuesto, el trabajador se encuentra en situación legal de desempleo, consecuencia de la decisión extintiva adoptada47. Ahora bien, la entidad gestora podrá 43 Artículo 7.6 LISOS. Artículo 138.7, cuarto párrafo. 45 Artículo 41.1 ET. 46 Artículo 138.7, párrafo tercero LJS, que estable que “la sentencia que declare justificada la decisión empresarial reconocerá el derecho del trabajador a extinguir el contrato de trabajo en el supuesto previsto en el artículo 41.3 ET, concediéndole al efecto el plazo de quince días. 44 47 Artículo 267.5 LGSS. 18 exigir a los trabajadores cuya relación laboral se haya extinguido de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 267 LGSS, la acreditación de haber percibido la indemnización legal correspondiente. En el caso de que la indemnización no se hubiera percibido, ni se hubiera interpuesto demanda judicial en reclamación de dicha indemnización o de impugnación de la decisión extintiva, o cuando la extinción de la relación laboral no lleve aparejada la obligación de abonar una indemnización al trabajador, se reclamará la actuación de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social a los efectos de comprobar la involuntariedad del cese en la relación laboral48. B. El trabajador opta por recurrir ante el juzgado de lo social la decisión empresarial, cuando muestre su disconformidad con la decisión adoptada por el empresario, no habiendo optado por la rescisión de su contrato. Declaración judicial del carácter justificado o injustificado de la decisión empresarial. El trabajador que no habiendo optado por la rescisión de su contrato, se muestre disconforme con la decisión empresarial podrá impugnarla ante la jurisdicción social. La sentencia declarará la modificación justificada o injustificada y en este último caso, reconocerá el derecho del trabajador a ser repuesto en sus anteriores condiciones. Sí la decisión empresarial es declarada justificada por el juez y la modificación sustancial se encuentra recogida entre los supuestos previstos en las letras a), b), c), d) y f) del artículo 41.1 ET, si el trabajador resultase perjudicado por la modificación sustancial tendrá derecho a rescindir su contrato y percibir una indemnización de veinte días de salario por año de servicio prorrateándose por meses los periodos inferiores a un año y con un máximo de nueve meses. En este caso, el juez concede al trabajador un plazo de 15 días para extinguir el contrato49. Sí la sentencia declara la modificación injustificada, reconocerá el derecho del trabajador a ser repuesto en sus anteriores condiciones, así como al abono de los daños y perjuicios que la decisión empresarial hubiera podido ocasionar durante el tiempo en que ha producido efectos50. La sentencia que ahora se refiere se dicta en el procedimiento correspondiente a la modalidad procesal de movilidad geográfica, modificaciones sustanciales de condiciones de trabajo, suspensión del contrato y reducción de jornada por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción o derivadas de fuerza mayor del artículo 138 LJS, no siendo posible accionar en estos casos utilizando para ello la vía del procedimiento ordinario, a pesar de que el empresario no se haya sometido al procedimiento sobre modificación sustancial de condiciones de trabajo recogido en el artículo 41 ET. Conforme a la modalidad procesal referida, el plazo para la interposición de la demanda es de 20 días de caducidad, si bien dicho plazo no comienza a computarse, hasta tanto tenga lugar la notificación a que está obligado el empresario y que supone el inicio del procedimiento. Al no exigirse 48 Artículo 297 LGSS. Artículo 138.7 LJS. 50 Artículo 138.7, tercer párrafo LJS. 49 19 procedimiento de conciliación previa, su realización por las partes, no suspende el plazo de caducidad referido. Pudiera ser que el empresario haya evitado el procedimiento exigido para la modificación sustancial de las condiciones de trabajo de carácter colectivo, en periodos sucesivos de noventa días en número inferior a los umbrales que establece el apartado 2 para las modificaciones colectivas, sin que concurran causas nuevas que justifiquen tal actuación, dichas nuevas modificaciones se considerarán efectuadas en fraude de ley y serán declaradas nulas y sin efecto51. Así es que sí el trabajador impugnó la decisión extintiva del empresario y el juez concluye que se eludió el procedimiento adecuado, utilizando otro menos gravoso para el empresario, o sea, el de modificación sustancial de condiciones de carácter individual, el juzgador como se ha dicho las declarará nulas y sin efecto dicha decisión extintiva. De igual forma se declarará nula la decisión modificativa cuando tenga como móvil alguna de las causas de discriminación previstas en la Constitución y en la Ley, o se produzca con violación de derechos fundamentales y libertades públicas del trabajador incluidos, en su caso, los demás supuestos que comportan la declaración de nulidad del despido en el apartado 2 del artículo 108 LJS52. En todos estos casos el órgano jurisdiccional podrá recabar informe urgente de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, remitiéndole copia de la demanda y documentos que la acompañen. El informe versará sobre los hechos invocados como justificativos de la decisión empresarial, en relación con la modificación acordada y demás circunstancias concurrentes53. Si una vez iniciado el proceso se plantease demanda de conflicto colectivo contra la decisión empresarial, aquel proceso se suspenderá hasta la resolución de la demanda de conflicto colectivo, que una vez firme tendrá eficacia de cosa juzgada sobre el proceso individual en los términos del artículo 160.3 LJS. No obstante, el acuerdo entre el empresario y los representantes legales de los trabajadores que pudiera recaer una vez iniciado el proceso, no interrumpirá la continuación del procedimiento54. La sentencia que declare injustificada la medida reconocerá el derecho del trabajador a ser repuesto en sus anteriores condiciones de trabajo, así como al abono de los daños y perjuicios que la decisión empresarial hubiera podido ocasionar durante el tiempo en que ha producido efectos55. Cuando el empresario no procediere a reintegrar al trabajador en sus anteriores condiciones de trabajo o lo hiciere de modo irregular, el trabajador podrá solicitar la ejecución del fallo ante el juzgado de lo social y la extinción del contrato por causa de lo previsto en el artículo 50.1.c ET, conforme a lo establecido en los artículos 279, 280 y 281 de la LJS56. 51 De conformidad con lo dispuesto en el artículo 138.9 LJS, el trabajador podrá instar la ejecución en sus propios términos, salvo que el trabajador inste la ejecución prevista en el artículo 138.8 LJS, es decir, la extinción del contrato por causa de lo previsto en el artículo 50.1.c ET, conforme a lo establecido en los artículos 279, 280 y 281. 52 Artículo 138.7, cuarto párrafo. Artículo 138.3 LJS. 54 Artículo 138.4 LJS. 55 Artículo 138.5 LJS 56 Artículo 138.8 LJS. 53 20 1.7.2 Modificación sustancial de condiciones de trabajo de carácter colectivo. Se considera de carácter colectivo la modificación que, en un período de noventa días, afecte al menos a: a) Diez trabajadores, en las empresas que ocupen menos de cien trabajadores; b) El 10 por ciento del número de trabajadores de la empresa en aquellas que ocupen entre cien y trescientos trabajadores; c) Treinta trabajadores, en las empresas que ocupen más de trescientos trabajadores. No se pueden modificar por esta vía las condiciones de trabajo recogidas en el convenio colectivo estatutario57, sí pudiéndolo hacer o llevar a cabo las modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo, cuando afecten a las condiciones reconocidas a los trabajadores en el contrato de trabajo, en acuerdos o pactos colectivos o disfrutadas por éstos en virtud de una decisión unilateral del empresario de efectos colectivos58y59. 1.7.2.1. Inicio del procedimiento a instancia del empresario: notificación de la decisión y plazo de constitución de la comisión negociadora. Sin perjuicio de los procedimientos específicos que puedan establecerse en la negociación colectiva, la decisión de modificación sustancial de condiciones de trabajo de carácter colectivo, deberá ir precedida de un período de consultas con los representantes legales de los trabajadores, de duración no superior a quince días60, que versará sobre las causas motivadoras de la decisión empresarial y la posibilidad de evitar o reducir sus efectos, así como sobre las medidas necesarias para atenuar sus consecuencias para los trabajadores afectados. La consulta se llevará a cabo en una única comisión negociadora, si bien, de existir varios centros de trabajo, quedará circunscrita a los centros afectados por el procedimiento. La comisión negociadora estará integrada por un máximo de trece miembros en representación de cada una de las partes. La comisión representativa de los trabajadores deberá quedar constituida con carácter previo a la comunicación empresarial de inicio del procedimiento de consultas. A estos efectos, la dirección de la empresa deberá comunicar de manera fehaciente a los trabajadores o a sus representantes, su intención de iniciar el procedimiento de modificación sustancial de condiciones de trabajo. El plazo máximo para la constitución de la comisión representativa será de siete días desde la fecha de la referida 57 Artículo 41.6 ET y artículo 82.3 ET. STS 26 de junio de 2012, admite cualquier modificación de condiciones de trabajo, con la excepción de que las mismas aparezcan recogidas en in convenio colectivo estatutario. 59 STS 27 de diciembre de 2010, incluye entre las condiciones reconocidas a los trabajadores en virtud de acuerdo o pacto colectivo o disfrutadas por los trabajadores en virtud de decisión unilateral del empresario de efectos colectivos, las condiciones más beneficiosas de carácter colectivo. 60 SAN 13 de marzo de 2013. Superado dicho período ninguna de las partes puede compeler a la otra a prorrogar la negociación. Ahora bien, sí las dos partes deciden prorrogar el plazo, nada obsta a ello. 58 21 comunicación, salvo que alguno de los centros de trabajo que vaya a estar afectado por el procedimiento no cuente con representantes legales de los trabajadores, en cuyo caso el plazo será de quince días. Transcurrido el plazo máximo para la constitución de la comisión representativa, la dirección de la empresa podrá comunicar el inicio del periodo de consultas a los representantes de los trabajadores. La falta de constitución de la comisión representativa no impedirá el inicio y transcurso del periodo de consultas, y su constitución con posterioridad al inicio del mismo no comportará, en ningún caso, la ampliación de su duración. Durante el período de consultas, las partes deberán negociar de buena fe 61, con vistas a la consecución de un acuerdo. Dicho acuerdo requerirá la conformidad de la mayoría de los representantes legales de los trabajadores o, en su caso, de la mayoría de los miembros de la comisión representativa de los trabajadores siempre que, en ambos casos, representen a la mayoría de los trabajadores del centro o centros de trabajo afectados. El empresario y la representación de los trabajadores podrán acordar en cualquier momento, la sustitución del período de consultas por el procedimiento de mediación o arbitraje que sea de aplicación en el ámbito de la empresa, que deberá desarrollarse dentro del plazo máximo señalado para dicho período. 1.7.2.2 El contenido de la consulta y las alternativas al periodo de consulta. Sin perjuicio de los procedimientos específicos que puedan establecerse en la negociación colectiva, la decisión de modificación sustancial de condiciones de trabajo de carácter colectivo deberá ir precedida de un período de consultas con los representantes legales de los trabajadores, de duración no superior a quince días, que versará sobre las causas motivadoras de la decisión empresarial y la posibilidad de evitar o reducir sus efectos, así como sobre las medidas necesarias para atenuar sus consecuencias para los trabajadores afectados. La consulta se llevará a cabo en una única comisión negociadora, si bien, de existir varios centros de trabajo, quedará circunscrita a los centros afectados por el procedimiento. La comisión negociadora estará integrada por un máximo de trece miembros en representación de cada una de las partes. El artículo 41.4 ET no contempla la entrega de ninguna documentación a la representación de los trabajadores. Para que el período de consultas tenga efectividad, es 61 SAN 19 de junio de 2013. El deber de negociar de buena fe es reiterado en los diferentes contenidos habidos del artículo 41 ET desde sus orígenes. Su ausencia puede llevar a la nulidad de la medida de modificación sustancial de condiciones de trabajo. La invocada sentencia manifiesta que no constituye buena fe exigida en la negociación, establecer una medida modificativa que no coincide con ninguna de las esgrimidas por ésta durante el período de consultas. Manifiesta también que todo lo que quede fuera del periodo de consultas, quede también fuera del alcance de la medida empresarial modificativa. 22 decir, sea utilizado para negociar, es necesario que los trabajadores dispongan de la información pertinente62, que será comprensiva de aquella que le permita analizar la realidad de las causas invocadas por el empresario. Lo que no significa que los representantes de los trabajadores tengan derecho a exigir la puesta a disposición de cualquier documento, aunque sea inconsistente para tomar una decisión al respecto63. El deber de negociar de buena fe64y65 supone que su omisión puede llevar a la nulidad de la medida modificativa. La negociación debe versar sobre las causas motivadoras de la decisión empresarial y la posibilidad de dejar sin efectos o en su caso minorar los efectos de la decisión modificativa y desde luego sobre las medidas adoptadas por el empresario para atenuar las consecuencias de la decisión empresarial para los trabajadores a los que se le va a aplicar la decisión empresarial. O sea, la negociación debe ser efectiva, lo que se corrobora cuando existen durante las negociaciones propuestas y contrapropuestas, siendo ello independiente de que a la finalización del período se alcance un acuerdo. La reunión o reuniones en que consiste el período de consultas, deberá formalizarse mediante actas, de donde será posible aseverar o no, que efectivamente hubo o no un auténtico período de consultas, negociándose de buena fe, amén de que es importante para la ulterior presentación en el acto del juicio, en cuanto que constituye a todas luces un elemento de convicción del órgano judicial, cuando valore la medida, su proporcionalidad y su adecuación a los fines pretendidos. Hemos dicho que con carácter general el procedimiento vaya precedido de un período de consultas. Sin embargo esto lo es, siempre que en convenio colectivo no se dispongan de otros procedimientos específicos. Así es que el período de consultas pasa a tener la condición de dispositivos, cuando el convenio disponga una alternativa. El empresario y la representación de los trabajadores podrán acordar en cualquier momento la sustitución del período de consultas por el procedimiento de mediación o arbitraje que sea de aplicación en el ámbito de la empresa, que deberá desarrollarse dentro del plazo máximo señalado para dicho período66. Estamos ante una opción de las partes, que nunca puede imponerse por una de las partes a la otra. En el caso de que las partes acuerden someterse al procedimiento de mediación o arbitraje, subyace un problema relacionado con la perentoriedad de los plazos establecidos para dicho período de consulta, que es de 15 días improrrogables. La norma debería haber contemplado esta contingencia, señalando el plazo a partir del cual debería correr en el caso de que las partes acuerden la mediación o arbitraje, que debiera ser precisamente éste, o sea, el del acuerdo de sometimiento. 62 STS 30 de junio de 2011. SAN 19 de marzo de 2013. 64 Cuando su falta es imputable a la representación de los trabajadores, se entiende cumplido el trámite en beneficio de la empresa. Relación de supuestos en los que se imputa la omisión a la representación de los trabajadores: no asistir a las reuniones del período de consultas; la pertinaz negativa de la representación social a la falta de documentación, como justificación a la no negociación. 65 El cambio del orden del día establecido con anterioridad a la reunión de las partes, no supone necesariamente indefensión sí la medida se justifica por la empresa por los nuevos informes aportados y no queda duda con posterioridad que la empresa negoció realmente. 66 Artículo 41.4.3ª, sexto párrafo ET. 63 23 1.7.2.3 Constitución de la comisión negociadora: las diferentes opciones. La intervención como interlocutores ante la dirección de la empresa en el procedimiento de consultas corresponderá a las secciones sindicales cuando éstas así lo acuerden, siempre que tengan la representación mayoritaria en los comités de empresa o entre los delegados de personal de los centros de trabajo afectados, en cuyo caso representarán a todos los trabajadores de los centros afectados. 2. La movilidad geográfica. 2.1. Introducción. El concepto de movilidad geográfica abarca todos los cambios de lugar de trabajo que puedan producirse, ya sea dentro del mismo centro o de un centro a otro, tengan carácter transitorio o definitivo, se produzcan a iniciativa de una de las partes o por acuerdo entre ambas, ya sean sus causas inherentes a la marcha de la empresa, ajenas a ella o imputables al trabajador. Sin embargo, cuando hablamos de movilidad geográfica en los términos dispuesto en el ET, es aquella que exige cambios de residencia. Es decir, el cambio a un lugar de trabajo distinto del habitual, considerándose lugar de trabajo tanto el puesto de trabajo como el centro de trabajo donde se presta la actividad laboral. Existen pues diferentes tipos de movilidad geográfica. A iniciativa del empresario y a iniciativa del trabajador. La movilidad geográfica que regula el artículo 40 ET es la denominada movilidad geográfica sustancial, que supone cambio de residencia del domicilio habitual del trabajador. Nada que ver por tanto, con la movilidad geográfica accidental, que no conlleva cambio de residencia. Ni tampoco, la movilidad geográfica prevista como sanción disciplinaria, que aparece recogida en algunos convenios colectivos. La movilidad geográfica que regula el artículo 40 ET, considerada a todos los efectos como modificación sustancial de las condiciones de trabajo en el artículo 41.7 ET, conforma un especial régimen jurídico regulado en aquel, por remisión de éste, cuando advierte que “en materia de traslados se estará a lo dispuesto en las normas específicas establecidas en el artículo 40 ET”. La movilidad geográfica referida en el artículo 40 ET es la movilidad forzosa producida por voluntad unilateral del empresario, excluida por lo tanto la que es derivada del mutuo acuerdo entre las partes o a iniciativa del trabajador, exceptuándose 24 ahora los supuestos contemplados en el artículo 40.3 ET, que son redactados como derechos del trabajador, en los casos y con las circunstancias recogidos en el mismo. La movilidad geográfica contemplada en el artículo 40 ET a instancia del empresario, es la basada en causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, excluyéndose por lo tanto la movilidad geográfica basada en causas disciplinarias. La movilidad geográfica resuelta en el artículo 40 ET, exige en cualquier caso que el cambio de centro de trabajo, conlleve un cambio en la residencia del trabajador. No integran la institución de la movilidad geográfica ahora contemplada, los simples cambios de puesto de trabajo dentro del centro de trabajo y el cambio de centro de trabajo que no exige cambio de residencia del trabajador. Atendiendo al tiempo de efectos de la movilidad geográfica contemplada en el artículo 40 ET, se distinguen dos supuestos, que responden a dos denominaciones distintas, cada una de las cuales, con su especial régimen jurídico: la movilidad geográfica temporal o desplazamientos temporales cuya duración en un periodo de tres años no excedan de doce meses y la movilidad geográfica permanente, llamada traslados, de duración indefinida o superior a doce meses en un periodo de tres años. Decíamos anteriormente que la movilidad podía ser contemplada también a instancia del trabajador, que por las circunstancias que fueren estuviera interesado en ello, en cuyo caso no le es de aplicación el artículo 40 ET. Sin embargo, los artículos 40.3 ET, 40.3 bis ET y 40.3 ter ET contemplan tres supuestos de movilidad geográfica, que deben ser contempladas desde la óptica de los derechos del trabajador que se encuentra en alguna de las situaciones contempladas en el mismo y que por consiguiente obligan al empresario: a. “Si por traslado uno de los cónyuges cambia de residencia, el otro, si fuera trabajador de la misma empresa, tendrá derecho al traslado a la misma localidad, si hubiera puesto de trabajo”. b. “Los trabajadores que tengan la consideración de víctimas de violencia de género o de víctimas del terrorismo que se vean obligados a abandonar el puesto de trabajo en la localidad donde venían prestando sus servicios, para hacer efectiva su protección o su derecho a la asistencia social integral, tendrán derecho preferente a ocupar otro puesto de trabajo, del mismo grupo profesional o categoría equivalente, que la empresa tenga vacante en cualquier otro de sus centros de trabajo”. c. “Para hacer efectivo su derecho de protección a la salud, los trabajadores con discapacidad que acrediten la necesidad de recibir fuera de su localidad un tratamiento de rehabilitación, físico o psicológico relacionado con su discapacidad, tendrán derecho preferente a ocupar otro puesto de trabajo, del mismo grupo profesional, que la empresa tuviera vacante en otro de sus centros de trabajo en una localidad en que sea más accesible dicho tratamiento, en los términos y condiciones establecidos en el apartado anterior para las trabajadoras víctimas de violencia de género y para las víctimas del terrorismo”. 25 El artículo 40 ET, ha tenido una redacción estable lo largo de vigencia del ET, siendo la modificación más importante la supresión de la autorización administrativa de la autoridad laboral para trasladar, así como la atribución de competencias al orden social de la jurisdicción, para conocer de los procedimientos de impugnación de la decisión inmediatamente ejecutiva de la decisión empresarial, así cuando a pesar del acuerdo existente entre empresario y representación de los trabajadores, se impugne dicho acuerdo. A modo de síntesis y con carácter general, para poder hablar de movilidad geográfica, los tribunales exigen la necesidad de un cambio de residencia, analizando para cada caso concreto cuando procede éste, además de los siguientes factores: a. Distancia entre el nuevo centro de trabajo y el antiguo si supera o no los 30 kilómetros. b. Tiempo de desplazamiento al centro de trabajo: analizando si es superior o inferior al 25% de la jornada laboral. c. Costes del desplazamiento, para comprobar si son superiores al 20% del salario. El contrato de trabajo se pacta para ser ejecutado en un lugar concreto previamente determinado. Por ello debemos precisar que no será considerado traslado, el cambio de centro de trabajo cuando el trabajador haya sido contratado específicamente para prestar servicios en centros de trabajos móviles o itinerantes. Una vez formalizado éste y fijado en él el lugar de trabajo, su devenir en relación con la localización del lugar de la prestación, exige un equilibrio permanente entre los legítimos intereses de la empresa y del trabajador. De tal forma que sí la modificación del centro de trabajo no supone cambio de residencia, la modificación quedaría circunscrita dentro del poder de dirección del empresario regulado en los artículos 5.1 ET y 20 ET, no constituyendo un supuesto de movilidad geográfica de los contemplados en el artículo 40 ET, ni tampoco un supuesto de movilidad sustancial de las condiciones de trabajo contemplado en el artículo 41 ET. Ahora bien, salvo que se produzca una movilidad geográfica literal, sin que ello suponga modificación sustancial, ni movilidad funcional, en cuyo caso sería de aplicación sin más el artículo 40 ET, el caso contrario exigiría tener en cuenta para llevar a cabo la movilidad geográfica, considerar de forma cumulativa los artículos 39 y 41 ET. 2.1 El cambio del lugar de trabajo, sustrato de la movilidad geográfica: el cambio de residencia. La movilidad geográfica que recoge el artículo 40 ET es aquella que exige cambios de residencia para el trabajador. No siempre el cambio de lugar de trabajo lo 26 exige. La jurisprudencia ha ido determinando que supuestos que comportan cambios de lugar de trabajo, no exigen cambios de residencia para el trabajador y en consecuencia escapan del ámbito de aplicación del artículo 40 ET regulador de la movilidad geográfica, en cuyo caso debemos entender encontrarnos inmerso dentro del poder de dirección y de organización ordinario del empresario, en los términos contemplados en los artículos 5.1.c y 20 ET. Supuestos que entran dentro del haz de facultades que dispone el empresario para gestionar adecuadamente el factor trabajo y que en ningún caso van a ser considerados modificación sustancial de las condiciones de trabajo. El cambio de puesto de trabajo que comporta un cambio de residencia se considera elemento característico de la movilidad geográfica contemplada en el artículo 40 ET. Con la salvedad expresamente recogida en el referido artículo, para aquellos supuestos en los que los contratos se formalizan específicamente para prestar servicios en empresas con centros de trabajo móviles o itinerantes67. En estos casos son de aplicación las previsiones recogidas en el artículo 2.2. RD 1659/1998, de 24 de julio, de desarrollo del artículo 8.5 ET, en materia de información al trabajador en materia de elementos esenciales del contrato de trabajo, que establece que “cuando el trabajador preste sus servicios de forma habitual en diferentes centros de trabajo o en centros de trabajo móviles o itinerantes, se harán constar dichas circunstancias”. Determinar cuando el cambio de puesto de trabajo por cambio de centro de trabajo, exige cambio de residencia, es tarea compleja, que requiere muchas de las veces un examen pormenorizado de toda una serie de factores que influyen al unísono. Hay que considerar la distancia entre ambos centros de trabajo, el antiguo y el nuevo, la existencia o no de medios de transportes públicos, la distancia entre el domicilio del trabajador y el nuevo centro de trabajo, así como aquellas opciones para acceder al nuevo centro de trabajo que pueda poner la empresa a disposición del trabajador, facilitándole las cosas. Habitualmente aunque con posibles excepciones68y69, el cambio de localidad, suele comportar la mayoría de las veces un cambio de residencia70. La construcción sistemática jurisprudencial ha llevado a establecer una serie de supuestos necesarios a considerar en el correspondiente juicio de razonabilidad71, para acreditar que efectivamente el cambio de centro de trabajo supone un cambio de residencia: a) Distancia entre ambos centros de trabajo: es de común uso el precepto aplicable por los servicios públicos de empleo, en relación con lo que debe 67 Son característicos este tipo de contratos en empresas de instalación de todo tipo de redes eléctricas, telefónicas, oleoductos… 68 Localidades limítrofes o grandes áreas metropolitanas, con buenos medios de transportes, pueden justificar no encontrarse ante cambios de residencia. 69 STS 16 de abril de 2003 dispone que la regla consistente en que un cambio de puesto de trabajo que suponga un cambio de centro de trabajo, ubicado este último en localidad distinta del anterior, no puede aplicarse de forma automática…sino que hay que atender racionalmente las circunstancias concretas de cada caso”. 70 STS 16 de abril de 2003, determina como regla general, que en principio puede quedar desvirtuada por mor de lo dispuesto en el convenio colectivo de aplicación, que el cambio de centro de trabajo sito en población distinta de aquella en la que se prestan los servicios, implica en sí misma un cambio de residencia, que por ello constituye un supuesto de movilidad geográfica incardinable en el artículo 40 ET…” 71 STS 16 de abril de 2003. 27 considerarse una oferta de empleo adecuada para beneficiarios de prestaciones por desempleo, aquella que supone prestar servicios en localidad distinta situadas en un radio de acción inferior a 30 km, desde la localidad de residencia habitual, salvo que el trabajador acredite que el tiempo mínimo necesario para acceder al nuevo centro de trabajo, exige un tiempo mínimo para el desplazamiento de ida y vuelta, superior al 25% de la duración de la jornada ordinaria72. b) Diferentes modos de transportes e infraestructuras existentes en la zona. En este caso se valora la existencia de autovías, autopistas, servicios de tren, metros, líneas marítimas y transporte por carreteras disponibles. A lo que hay añadir, las compensaciones dispuestas por la empresa en beneficio del trabajador, incluyendo medios de transportes gratuitos o subvencionados parcialmente por la empresa… c) La decisión del trabajador de no cambiar su residencia73, pese a la calificación de la movilidad geográfica después del juicio de razonabilidad, no desvirtúa la calificación del cambio como sustancial y en consecuencia de aplicación el artículo 40 ET a todos los efectos. Es decir lo que realmente se discute no es la decisión del trabajador de cambiar o no su residencia, sino de sí las nuevas circunstancias objetivamente son ciertamente gravosas para el trabajador, si las comparamos con la situación anterior. El lugar de trabajo, el lugar donde se encuentra el puesto de trabajo, es un aspecto básico para el trabajador, no solo en el momento de la formalización del contrato de trabajo, ya que implica un determinado lugar de residencia, que permite compatibilizar la prestación de trabajo objeto del contrato, con el desarrollo de la vida por el trabajador, sino que su alteración en el devenir de la ejecución del contrato por el trabajador, puede resultar absolutamente gravoso, de ahí la calificación como derecho subjetivo del trabajador la ubicación del centro de trabajo, lugar del desarrollo ordinario de su actividad laboral. Por esto, el cambio de centro de trabajo que implique un cambio de residencia, determina una alteración de las condiciones sustanciales del contrato, en cuanto que de manera indirecta inciden de manera negativa en la estabilidad en el empleo, ya que estas modificaciones afectan al “modus vivendi” del trabajador, con independencia de los cambios de carácter profesional relacionados con la prestación de trabajo. Lo normal será que ello conlleve muchas de las veces perjuicios de carácter económico para el trabajador sobre el que opera un cambio de centro de trabajo, de lugar o no a un cambio de residencia. Para la empresa, la institución objeto de estudio debe ser enfocada como una medida de flexibilidad del factor trabajo, necesarias para el permanente ajuste según las cambiantes circunstancias de mercado. La última reforma laboral, justifica todas estas medidas entre las que se encuentra la movilidad geográfica, como precisas y absolutamente necesarias para evitar despidos y desvinculaciones de los trabajadores de las empresas, posibilitando hacer a las empresas más eficientes y eficaces en las actuales condiciones de mercado. 72 73 Artículo 301 LGSS. Para una jornada ordinaria de 8 horas, no más de 2 horas para el desplazamiento. STSJ de Castilla-León 18 de septiembre de 2001. 28 2.2. Cambio de lugar de trabajo que no conlleva cambio de residencia: movilidad geográfica impropia o no sustancial. La movilidad geográfica regulada en el artículo 40 ET exige cambio de residencia. Por lo que en primer lugar será necesario examinar el supuesto de hecho concreto, cuyo examen no siempre es fácil para su adscripción o no a los supuestos de hechos contemplados en dicho artículo. Sin duda alguna, la negociación colectiva74 puede delimitar los supuestos que son o no considerados movilidad geográfica cuando opera un cambio de lugar de trabajo. El problema que subyace es que el ET no determina cuando un cambio de centro de trabajo, supone un cambio de residencia del trabajador. Se deja de lado el concepto administrativo de residencia, para acoger el concepto civil de domicilio, localidad o término municipal, lo que exige el análisis individualizado de cada caso concreto de cambio de lugar de trabajo. Lo normal será que el cambio de centro de trabajo situado en lo calidad distinta, comporte un cambio de residencia. Cuando la norma habla de cambio de residencia, se refiere a que el cambio de manera objetiva exigiría un cambio de residencia para el trabajador, aunque con independencia que el trabajador decida o no acceder al cambio de residencia. Es decir, el cambio de centro de trabajo localizado en población distinta de aquella en la que se venían prestando los servicios, supone en sí mismo un cambio de residencia, constituyendo en consecuencia un supuesto de movilidad geográfica recogido en el artículo 40 ET75. En consecuencia entra dentro de lo posible, un cambio de centro de trabajo en localidad distinta, que no exija un cambio de residencia, encontrándose el nuevo centro de trabajo en término municipal distinto del centro de trabajo antiguo, siempre que se encuentre cercano76. Sin duda alguna, los criterios expuestos, deben puntualizarse para el supuesto de las grandes ciudades, habitualmente integradas en grandes áreas urbanas o metropolitanas, próximas entre sí y conectadas todas ellas por múltiples medios de transportes públicos y existencia de importantes y sofisticadas infraestructuras de transportes. En este contexto un cambio de centro de trabajo en localidad distinta, va ser muy común que no puede justificar un cambio de residencia, por las razones expuestas. Estos cambios de lugar de trabajo que no comportan un cambio de residencia se consideran integrantes del concepto de movilidad geográfica impropia, débil o no sustancial77, que al quedar fuera del contenido que para la movilidad geográfica dispone el artículo 40 ET, debe considerarse un supuesto más del haz de facultades que dispone el empresario, integrante del llamado “ius variandi”. Es común que este tipo de movilidad ahora contemplada aparezca recogida de manera convencional o en su caso en el propio contrato de trabajo, pactándose al efecto y debido a la mayor onerosidad que va comportar habitualmente el desarrollo de la actividad en el nuevo centro de 74 STS 16 de abril de 2003, referido al Convenio Colectivo de Banca privada. STS 19 de diciembre de 2002. 76 STSJ Canarias 22 de enero de 1991. 77 STS 16 de abril de 2003. 75 29 trabajo, algún tipo de compensación económica en lo que a gastos de transportes se refiere78. De manera indicativa, pero apropiada al caso, se encuentra la noción de colocación adecuada dispuesta en el artículo 231.3 LGSS “…se entenderá por colocación adecuada cuando se ofrezca en la localidad de residencia habitual del trabajador o en otra localidad situada en un radio inferior a 30 kilómetros desde la localidad de la residencia habitual, salvo que el trabajador acredite que el tiempo mínimo para el desplazamiento, de ida y vuelta, supera el 25 por ciento de la duración de la jornada diaria de trabajo, o que el coste del desplazamiento supone un gasto superior al 20 por ciento del salario mensual, o cuando el trabajador tenga posibilidad de alojamiento apropiado en el lugar de nuevo empleo. La colocación que se ofrezca al trabajador se entenderá adecuada teniendo en cuenta la duración del trabajo, indefinida o temporal, o de la jornada de trabajo, a tiempo completo o parcial”. Las acciones judiciales contra las decisiones empresariales de este tipo, que no sean consideradas como movilidad geográfica deberán ser tramitadas por el procedimiento ordinario. 2.3. Los diferentes supuestos de movilidad geográfica a instancias del empresario. La movilidad geográfica supone un cambio permanente o no. La consideración de permanente supone a su vez dos tipos: cambios de centro de trabajo que comportan un cambio de residencia de carácter indefinido y los cambios de residencia por tiempo determinado superior a doce meses en un período de tres años 79. Sobre la base del tiempo en el que opera el cambio, el ET distingue entre “traslado” y “desplazamiento”. El motivo por el que el legislador ha considerado adscribir el desplazamiento en el artículo 40 ET, se debe a la presunción de que tales desplazamientos van a suponer para el trabajador el traslado de la residencia familiar. Con la redacción originaria del ET de 1980, nacía la diferencia entre traslado y desplazamientos temporales, a diferencia de su antecedente inmediato en la Ley de Relaciones Laborales de 1976, que reguló el traslado de residencia, temporal o permanente en su artículo 22. El ET optó por sustraer del poder de dirección del empresario los traslados temporales, a los que denominó desde entonces desplazamientos, a los que exigió la necesidad empresarial que los insta a acreditar una causa y equiparándolo a tal efecto junto con los traslados, a su consideración como modificación sustancial de condiciones de trabajo por movilidad geográfica80. El traslado exige una decisión empresarial de movilidad que supone un cambio de centro de trabajo, que a su vez conlleva un cambio de residencia para el trabajador. De igual forma es preciso que el trabajador no haya sido contratado para prestar sus 78 STS 5 de diciembre de 2008. Artículo 40.4 ET. 80 Artículo 40.7 ET. 79 30 servicios en centros de trabajos móviles o itinerantes. Ahora bien y a este respecto, continua jurisprudencia exige interpretar esta excepción de manera restrictiva, debiendo probar el empresario siempre que se contrató al trabajador en esas circunstancias: el empresario puede proceder al traslado del trabajador a otros centros de trabajo móvil o itinerante siempre que haya causa justificada para ello81. Por lo que además de ser contratado el trabajador para ser ocupado en centros de trabajos móviles o itinerantes que tuviera la empresa, no puede entenderse que a partir de ese momento la decisión empresarial de trasladar al trabajador, se integra en el poder de dirección del empresario. En los desplazamientos el ET no exige que el empresario disponga de centro de trabajo en la localidad objeto de desplazamiento. Cosa que sí la exige respecto del traslado. Los desplazamientos suponen mayores gastos para el empresario. El ET impone una serie de ellos82, que pueden ser incrementados en las cláusulas del convenio colectivo o del propio contrato de trabajo. Pero puede ocurrir que el desplazamiento devenga en traslado, cuando el desplazamiento haya agotado el plazo máximo dispuesto al efecto por el artículo 40.6 ET. La conversión del desplazamiento en traslado, no supone la reversión del especial régimen jurídico dispuesto en lo que a gastos de viajes, dietas y permiso de cuatro días laborables en su domicilio de origen por cada tres meses de desplazamiento, sin computar como tales los de viaje, se establecen. Sólo que superado el plazo dispuesto para el desplazamiento en el período de referencia, determina que los futuros desplazamientos deberán ser calificados como traslados, consumido los plazos legales, lo que exigirá el sometimiento del empresario al procedimiento dispuesto en el artículo 40 1 y 2 ET, incluido el derecho que siempre asiste al trabajador en los casos de traslados con la indemnización fijada legalmente, en los términos del artículo 40.4 ET. 2.4. La movilidad geográfica y el desplazamiento en el marco de una prestación de servicios transnacionales en el Espacio Económico Europeo. Con carácter general se entiende aplicable el régimen jurídico previsto en el artículo 40 ET para la movilidad geográfica a los desplazamientos en el marco de una prestación de servicios transnacionales regulados en la Ley 45/1999, de 29 de noviembre. Dicha norma se promulgó para transponer la Directiva 96/71/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de diciembre de 1996. Ésta hay que relacionarla con la Directiva 2014/67/UE, de 15 de mayo, que establece un marco común para una más adecuada transposición y aplicación de la Directiva 96/71/CE, que dispone una serie de medidas entre otras cosas, para prevenir y sancionar cualquier 81 STS 19 de junio de 1995: pese a haberse contratado al trabajador en esas circunstancias e incluso venir recogida las mismas en convenio colectivo, ello no exime al empresario de justificar la causa en cuya virtud procede a trasladar al trabajador. 82 Abonando, además de los salarios, los gastos de viaje y las dietas. 31 abuso y elusión de las normas aplicables. Básicamente éstas vienen referidas a garantizar un nivel adecuado de protección de los derechos de los trabajadores desplazados, en concreto se exige el cumplimiento de las condiciones de empelo aplicables en el Estado miembro donde se preste la actividad laboral, en los términos dispuesto en el artículo 3 de la Directiva 96771/CE, conciliando dicho derecho con el que asiste al empresario prestador del servicio, sobre la base del respeto a la competencia entre empresas, fundamento del funcionamiento del mercado interior. En este caso, la decisión empresarial de prestar una actividad en territorio de un país del Espacio Económico Europeo, supone adecuar la decisión empresarial a las prescripciones contenidas en el artículo 40 ET, sobre movilidad geográfica, y adoptada la decisión empresarial de proceder al desplazamiento o en su caso traslado, operan en el desarrollo de la actividad en el país extranjero, unas condiciones mínimas de la legislación del Estado de destino, que en cualquier caso deberán ser respetadas. A tal efecto entendemos de aplicación el artículo 3 Directiva 96/717CE y artículo 56 Tratado de Funcionamiento Unión Europea. A continuación exponemos ese contenido mínimo, que la norma de transposición nacional del país en el que se preste el servicio debe considerar en cualquier caso, sin perjuicio de que cada norma nacional incluyan otras materias, con la salvedad de que no interfieran en la libre prestación de servicios o se refieran a cuestiones de orden público: -Jornadas máximas y descansos mínimos. -Vacaciones mínimas retribuidas. -El salario mínimo en el sector de la actividad que se presta, no incluyéndose seguridad social voluntaria. -Prevención de riesgos laborales. -Protección de la maternidad. -Igualdad de trato hombres y mujeres. El Tribunal de Justicia Unión Europea ha dictado varias sentencias que declara nulas determinadas prácticas previstas en las distintas legislaciones nacionales limitativas de la libre prestación de servicios, en cuanto que exigían en su norma de trasposición condiciones más onerosas de las previsiones contenidas en la Directiva 96/71/CE83. En el caso de empresas españolas que desplacen trabajadores a países miembros del Espacio Económico Europeo, las condiciones de trabajo deben ser como mínimo las que tenían en España, por aplicación de la legislación española, siendo de aplicación al efecto los artículos 40 y 41 ET, sin perjuicio que sean de aplicación como condición mínima de trabajo, algunas de las expresadas anteriormente por ser superiores a las 83 STJCE 14 de abril de 2005, asunto Comisión/ Alemania 32 españolas, en cuyo caso habría que aplicarlas, mejorando la condición propiamente española84. 2.5. Las causas acreditativas del traslado y del desplazamiento. La movilidad geográfica en su doble acepción de desplazamiento y traslado, atribuye al empresario un derecho de carácter extraordinario para cambiar el lugar de la prestación de trabajo al trabajador, que además suele conllevar o no la de cambio de puesto de trabajo de manera aparejada. Ello supone una ampliación del poder del empresario para organizar la actividad empresarial, ubicándolo en otro lugar, que exige el cambio de residencia, como requisito fundamentador de la movilidad geográfica. Pero, dada la trascendencia de la decisión empresarial, el legislador ha exigido la justificación causal de la decisión empresarial. O sea, exige la acreditación de las razones económicas, técnicas, organizativas o de producción, que fundamentan la decisión del empresario para llevar a cabo la movilidad geográfica. Dichas razones invocadas por el empresario, deberán estar relacionadas con la competitividad, productividad u organización técnica o del trabajo en la empresa, así como con las contrataciones referidas a la actividad empresarial. Ello viene a determinar que el empresario carece de discrecionalidad para llevar a efecto su medida de movilidad, lo que exige probar razonablemente las modificaciones propuestas85. Con anterioridad a la reforma laboral operada por la Ley 3/2012, que modificó diversos preceptos del ET, se decía que quedaban acreditadas las causas invocadas por el empresario cuando “la adopción de las medidas propuestas contribuyan a prevenir una evolución negativa de la empresa o a mejorar la situación y perspectiva de la misma a través de una más adecuada organización de sus recursos que favorezca su posición competitiva en el mercado o una mejor respuesta a las exigencias de la demanda”. Se interpretó por los tribunales la expresión “contribuir a mejorar la situación de la empresa”, permitió a su vez interpretar las causas técnicas, organizativas o de producción, en los términos utilizados a su vez en los despidos colectivos y objetivos. Los tribunales entonces centraron su interpretación en la expresión “mejorar la situación”, que con la reforma operada por Ley 35/2010, se añadió el vocablo “perspectivas”. Lo que a la postre dejaba en manos de los tribunales la decisión final, dado la importante carga de subjetividad que entrañan por sí los vocablos, máxime el añadido de la reforma de 2010, que invoca a una situación futura, que no puede ser acreditada, si no prevista y en su caso razonada. La dicción actual del ET, operó por Ley 3/2012, que conectaba las causas que se invocaban, relacionándolas con la 84 El caso más usual va a ser el salario y la forma existente en el país de recepción de su consideración como salario mínimo aplicable. De tal modo, que sí ese mínimo salarial supera el salario profesional del trabajador desplazado, en tanto se encuentre en esa situación, su salario será el que marque la legislación del país receptor. 85 SAN 28 de mayo de 2012: “la reducción de ingresos y en consecuencia minoración de beneficios, prueba la existencia en la empresa de problemas de competitividad y productividad…debido a la retribución a sus trabajadores por las empresas de la competencia a precios inferiores…lo que imposibilita el mantenimiento de su posición de demanda”. 33 competitividad, productividad u organización técnica o del trabajo en la empresa, así como las contrataciones referidas a la actividad empresarial. Hay que advertir que la justificación de las causas que se invocan suelen acreditarse en sentido similar en los diferentes artículos (40, 41, 47, 51, 52 y 83 ET). Sin embargo, desde la reforma de 2012 se regula de manera exclusiva para la movilidad geográfica la expresión “contrataciones referidas a la actividad empresarial”, no apareciendo dicha expresión en el resto del articulado referido. Lógicamente la expresión ahora recogida en el artículo 40.1 ET, exige que se trate de contrataciones que necesariamente se realicen en otro centro de trabajo de la empresa, que requiera cambio de residencia. 2.6. Especiales derechos de preferencias: a permanecer en el centro de trabajo y a moverse en determinadas circunstancias. 2.6.1. Derecho a la prioridad de permanencia de los representantes de los trabajadores. El artículo 40.7 ET dispone que “los representantes legales de los trabajadores tendrán prioridad de permanencia en los puestos de trabajo a que se refiere este artículo”. Es decir, ante cualquiera de los supuestos que integran el concepto de la movilidad geográfica, la representación unitaria de los trabajadores tienen prioridad de permanencia a permanecer en su puesto de trabajo. De igual forma el artículo 10.3 LOLS equipara a los efectos del derecho de permanencia en los puestos de trabajo en caso de movilidad geográfica, a los delegados sindicales en el supuesto de que no formen parte del comité de empresa. El derecho que asiste a los representantes de los trabajadores consistentes en un derecho preferente de permanecer en sus puestos de trabajo, en ningún caso debe calificarse como un derecho absoluto, sino que procede cuando la decisión de movilidad geográfica adoptada por el empresario afectan a varios trabajadores que comparten la misma adscripción profesional86. 2.6.2. Derecho a la prioridad de permanencia de “otros trabajadores” con cargas familiares, mayores de determinada edad o personas con discapacidad. 86 STSJ Cataluña 14 de diciembre de 1995. 34 El artículo 40.7 ET dispone que “mediante convenio colectivo o acuerdo alcanzado durante el periodo de consultas se podrán establecer prioridades de permanencia a favor de trabajadores de otros colectivos, tales como trabajadores con cargas familiares, mayores de determinada edad o personas con discapacidad”. 2.6.3. El derecho al traslado del cónyuge cuando el otro es trasladado. Cuestión diferente es el supuesto contemplado en el artículo 40.3 ET, en cuya virtud ha procedido el traslado de uno de los cónyuges, entonces sí el otro cónyuge es trabajador de la empresa, tiene derecho al traslado a la misma localidad, siempre que existiera en la misma un puesto de trabajo87. Entendemos se producen del precepto referido, posibles problemas de carácter interpretativo: -Estamos ante un derecho que asiste al trabajador, pero no ante un derecho preferente, lo que va a provocar no pocos problemas cuando ese derecho al traslado colisiones con otros derechos que asistan a otros trabajadores en caso de traslado, ascenso, etc. -Aunque el precepto utiliza la dicción “traslado”, hemos de entender que el derecho que asiste al trabajador, es referido a la movilidad geográfica genéricamente considerada, comprensiva del traslado y del desplazamiento. -El precepto condiciona el derecho al traslado a la existencia de un puesto de trabajo en la localidad donde se traslada el cónyuge. Por lo tanto, habiendo varios centros de trabajo en dicha localidad, persiste el derecho al traslado del otro cónyuge, aunque sea en un puesto de trabajo de un centro de trabajo distinto del que ha sido trasladado el otro cónyuge, siempre que se encuentre en dicha localidad. Lo que nos lleva a pensar que hay que extender el derecho del cónyuge, cuando uno de ellos es trasladado, el otro tendrá derecho al traslado a un centro de trabajo situado en otra localidad distinta, aunque más cercana al centro de trabajo donde ha sido trasladado el otro cónyuge. -El artículo 40.3 ET se refiere sin más al término traslado, sin adjetivarlo como forzoso. No obstante, el efecto de la decisión empresarial que opera por mor del artículo 40 ET, hay que entenderla incluida en el ámbito del traslado forzoso. Se plantea el problema de sí uno de los cónyuges solicita un traslado voluntario, le es de aplicación o no dicha norma recogida en el referido artículo, en cuanto que debe ser interpretada en cualquier caso como una norma protectora del matrimonio. La respuesta es afirmativa si nos atenemos a la interpretación dada al respecto por el TC88y89. 87 La norma habla de “cónyuge”, lo que nada impide que por convenio colectivo o contrato de trabajo, se extiendan los mismos derechos que para los cónyuges. 88 STC 4 de junio de 1984. 89 Sala Franco. T. Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales Nº 58. Páginas 110 y 111. 35 2.6.4. Derecho preferente a la movilidad geográfica en los casos de víctimas de violencia de género, víctimas de terrorismo. La cuestión aparece recogida en el artículo 40.4 ET que dispone que “los trabajadores que tengan la consideración de víctimas de violencia de género o de víctimas del terrorismo que se vean obligados a abandonar el puesto de trabajo en la localidad donde venían prestando sus servicios, para hacer efectiva su protección o su derecho a la asistencia social integral, tendrán derecho preferente a ocupar otro puesto de trabajo, del mismo grupo profesional o categoría equivalente, que la empresa tenga vacante en cualquier otro de sus centros de trabajo. En tales supuestos, la empresa estará obligada a comunicar a los trabajadores las vacantes existentes en dicho momento o las que se pudieran producir en el futuro. El traslado o el cambio de centro de trabajo tendrán una duración inicial de seis meses, durante los cuales la empresa tendrá la obligación de reservar el puesto de trabajo que anteriormente ocupaban los trabajadores. Terminado este periodo, los trabajadores podrán optar entre el regreso a su puesto de trabajo anterior o la continuidad en el nuevo. En este último caso, decaerá la mencionada obligación de reserva”. Sí la empresa formaliza un contrato de interinidad para la sustitución en el centro de trabajo de origen a trabajadores víctimas de la violencia de género que hayan ejercitado su derecho a la movilidad geográfica o en su caso al cambio de centro de trabajo que no conlleve cambio de residencia, tendrá derecho a bonificarse el 100% de las cuotas empresariales a la Seguridad Social por contingencias comunes durante seis meses. Cuando se produzca la reincorporación, ésta se realizará en las mismas condiciones existentes en el momento de la suspensión del contrato de trabajo90. 2.6.5 Derecho preferente a la movilidad geográfica en los casos de determinados trabajadores con discapacidad. Dispone el artículo 40.5 ET que para “hacer efectivo su derecho de protección a la salud, los trabajadores con discapacidad que acrediten la necesidad de recibir fuera de su localidad un tratamiento de habilitación o rehabilitación médico-funcional o atención, tratamiento u orientación psicológica relacionado con su discapacidad, tendrán derecho preferente a ocupar otro puesto de trabajo, del mismo grupo profesional, que la empresa tuviera vacante en otro de sus centros de trabajo en una localidad en que sea más accesible dicho tratamiento, en los términos y condiciones establecidos para las trabajadoras víctimas de violencia de género y para las víctimas del terrorismo”. El referido apartado establece una remisión al artículo 40. 4 ET, disponiéndose al efecto que en tales supuestos, la empresa estará obligada a comunicar a los trabajadores las vacantes existentes en dicho momento o las que se pudieran producir en el futuro. El 90 Artículo 21.3 Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de medidas de protección integral contra la violencia de género. 36 traslado o el cambio de centro de trabajo tendrán una duración inicial de seis meses, durante los cuales la empresa tendrá la obligación de reservar el puesto de trabajo que anteriormente ocupaban los trabajadores. Terminado este periodo, los trabajadores podrán optar entre el regreso a su puesto de trabajo anterior o la continuidad en el nuevo. En este último caso, decaerá la mencionada obligación de reserva. 2.7. El traslado. 2.7.1. Concepto. El traslado exige que la decisión empresarial de movilidad geográfica suponga el cambio para el trabajador, consistente en el puesto de trabajo que venía ocupando con carácter permanente en un concreto centro de trabajo de la empresa, a otro centro de trabajo de la misma empresa que a su vez exija un cambio de residencia. Dicho de otra forma, el empresario puede decidir trasladar al trabajador, que no haya sido contratado expresamente para prestar su actividad laboral en centros de trabajo móviles o itinerantes91y92, a un centro de trabajo de la empresa distinto que exija cambio de residencia, cuando acredite para ello razones económicas técnicas, organizativas o de producción que lo justifiquen, ciñéndose al procedimiento legalmente previsto para ello. Notas definitorias del concepto: - - Se trata de un cambio de centro de trabajo, lo que presupone un centro de trabajo anterior en el que desempeñaba un determinado puesto de trabajo con carácter permanente. El nuevo centro de trabajo de la empresa, debe radicar en localidad distinta, que a su vez exija un cambio de residencia. El cambio de centro de trabajo con cambio de residencia debe tener vocación permanente, o aun teniendo naturaleza temporal, el cambio deberá suponer prestar servicios en el nuevo centro de trabajo por un período de más de doce meses en un período de tres años. 2.7.2. Tipología: individual y colectivo. 91 TSJ Andalucía 19 de diciembre de 2003. Con carácter general podemos considerar centros de trabajos móviles o itinerantes, los de tendidos eléctricos, tendidos telefónicos, montajes, mantenimientos e instalaciones industriales de todo tipo. En todos estos casos el trabajador así contratado, asume dicha condición como contenido del contrato, de tal forma que el empresario despliega el haz de facultades ordinarias para la gestión de los recursos humanos de los que así dispone, integrados en el llamado “ius variandi” empresarial, conforme a lo dispuesto en los artículos 20.2 y 39 ET. 92 37 La movilidad geográfica será de carácter individual cuando en un período de noventa días, no supere un determinado número de trabajadores afectados: a) Diez trabajadores, en las empresas que ocupen menos de cien trabajadores; b) El diez por ciento del número de trabajadores de la empresa en aquellas que ocupen entre cien y trescientos trabajadores; c) Treinta trabajadores en las empresas que ocupen más de trescientos trabajadores, o cuando aun afectando a la totalidad de los trabajadores que componen la plantilla del centro de trabajo, éste ocupe a cinco o menos trabajadores93. La movilidad geográfica se calificará como colectiva cuando afecta a la totalidad de los trabajadores que componen la plantilla del centro de trabajo94, siempre que esta esté compuesta por más de cinco trabajadores o cuando sin afectar a la totalidad de la plantilla del centro de trabajo, en un período de noventa días se vean afectados trabajadores por la decisión modificativa: a) Diez trabajadores, en las empresas que ocupen menos de cien trabajadores; b) El diez por ciento del número de trabajadores de la empresa en aquellas que ocupen entre cien y trescientos trabajadores; c) Treinta trabajadores en las empresas que ocupen más de trescientos trabajadores95. 2.7.3. El traslado individual. El traslado tendrá carácter individual cuando en un período de noventa días, no supere un determinado número de trabajadores afectados: a) Diez trabajadores, en las empresas que ocupen menos de cien trabajadores; b) El diez por ciento del número de trabajadores de la empresa en aquellas que ocupen entre cien y trescientos trabajadores; c) Treinta trabajadores en las empresas que ocupen más de trescientos trabajadores, o cuando aun afectando a la totalidad de los trabajadores que componen la plantilla del centro de trabajo, éste ocupe a cinco o menos trabajadores. Cuando, con objeto de eludir el procedimiento previsto para los traslados de carácter colectivo, la empresa realice traslados en periodos sucesivos de noventa días en número inferior a los umbrales allí señalados, sin que concurran causas nuevas que justifiquen tal actuación, dichos nuevos traslados se considerarán efectuados en fraude de ley y serán declarados nulos y sin efecto96. La decisión empresarial de proceder al traslado calificado individual, exige su comunicación por el empresario tanto a los trabajadores afectados, como a la representación legal de los trabajadores si existiera97, con una antelación mínima de treinta días a la fecha en que se hará efectiva la decisión empresarial, que por otra parte será inmediatamente ejecutiva desde entonces. 93 Artículo 40.1 y 2 ET. El TS se refiere a los efectos del cálculo del umbral a la empresa y no al centro de trabajo (STS 21 de febrero de 2014). 95 Artículo 40.1 y 2 ET. 96 Artículo 40.1 ET. 97 Es doctrina consolidad considerar a los representantes legales de los trabajadores, tanto a su representación unitaria como a las secciones sindicales (STS 29 de junio de 1995). 94 38 2.7.3.1. Las diferentes opciones del trabajador. La decisión empresarial es inmediatamente ejecutiva, cumplido el plazo de notificación previa al trabajador afectado y representación legal de los trabajadores. Una vez notificada la decisión por el empresario, el trabajador afectado por la movilidad puede optar entre el traslado o en su caso extinguir el contrato. Salvo el supuesto de haber optado el trabajador por la extinción indemnizada, el trabajador puede impugnar judicialmente la decisión modificativa empresarial. 2.7.3.1.1. Acuerdo compensado o rescisión indemnizada del contrato. La decisión empresarial de traslado tiene efectos inmediatamente ejecutivos de incorporación al nuevo centro de trabajo en el plazo que se fije. Pero, el trabajador afectado por la decisión empresarial puede optar entre acatar el traslado, impugnar judicialmente el traslado o en su caso rescindir el contrato de trabajo con derecho a indemnización. Este último supuesto se materializa en la extinción del contrato de trabajo del trabajador afectado con derecho a una indemnización de 20 días de salario por año de servicio, prorrateándose por meses los períodos de tiempo inferiores a un año y con un máximo de 12 mensualidades. El plazo para optar por la rescisión no es el de 20 días, que se correspondería con el de caducidad para interponer la demanda impugnatoria de la decisión empresarial de traslado, sino el general de un año, que considera prescrito transcurrido dicho período, los derechos generales que dimanan del contrato de trabajo. No obstante lo dicho y conforme a lo dispuesto en el artículo 138.7 LJS98, se considera conveniente que el trabajador comunique al empresario su decisión de extinguir el contrato de trabajo en el plazo de 15 días. En este caso, el trabajador se encuentra en situación legal de desempleo, a pesar de haber tomado voluntariamente la decisión extintiva del contrato el propio trabajador, conforme a lo dispuesto en el artículo 267 LGSS99. Además y conforme a lo dispuesto en el artículo 297 LGSS, “la entidad gestora podrá exigir a los trabajadores cuya relación laboral se haya extinguido de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 267.1.a.5. º, acreditación de haber percibido la indemnización legal correspondiente. En el caso de que la indemnización no se hubiera percibido, ni se hubiera interpuesto demanda judicial en reclamación de dicha indemnización o de impugnación de la decisión extintiva, o cuando la extinción de la relación laboral no lleve aparejada la obligación de abonar una indemnización al trabajador, se reclamará la actuación de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social a los efectos de comprobar la involuntariedad del cese en la relación laboral. La entidad gestora podrá suspender el abono de las prestaciones por 98 La sentencia que declare justificada la decisión empresarial reconocerá el derecho del trabajador a extinguir el contrato de trabajo en los supuestos previstos en el apartado 1 del artículo 40 y en el apartado 3 del artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores, concediéndole al efecto el plazo de quince días. 99 Por resolución voluntaria por parte del trabajador, en los supuestos previstos en los artículos 40 ET. 39 desempleo cuando se aprecien indicios suficientes de fraude en el curso de las investigaciones realizadas por los órganos competentes en materia de lucha contra el fraude”. Sí el trabajador acata el traslado, tiene derecho a percibir una compensación por gastos, comprendiendo esto, los gastos propios del trabajador, como los de los familiares a su cargo, en los términos que se convengan entre las partes, y nunca será inferior a los límites mínimos establecidos en los convenios colectivos100. 2.7.3.1.2. Impugnación judicial de la decisión empresarial: declaración judicial de la justificación o injustificación de la decisión del traslado. Sin perjuicio de la ejecutividad del traslado en el plazo de incorporación previsto101, el trabajador que no habiendo optado por la extinción de su contrato, se muestre disconforme con la decisión empresarial podrá impugnarla ante la jurisdicción social102. La sentencia declarará el traslado justificado o injustificado y, en este último caso, reconocerá el derecho del trabajador a ser reincorporado al centro de trabajo de origen. El trabajador afectado por la decisión empresarial de movilidad geográfica deberá impugnarla a través de dicha modalidad procesal, sí es que pretende ser repuesto en las anteriores condiciones laborales a la decisión. La tramitación de esta especial modalidad procesal procederá a pesar de que se hayan seguido o no las formalidades propias que para la movilidad geográfica dispone el artículo 40 ET, incluso cuando lo que se considere vulnerado es un derecho fundamental o una libertad pública o la movilidad se base en uno de los supuestos de discriminación103. El trabajador que impugnó la decisión empresarial por la vía judicial obtiene una sentencia contraria a sus intereses, o sea, declara la sentencia la justificación del traslado, podrá optar no obstante por la extinción indemnizada del contrato de trabajo en el plazo de 15 días, tal como dispone el artículo 138.7 LJS104. La sentencia que declare injustificada la decisión empresarial de proceder al traslado, reconocerá el derecho del trabajador a ser repuesto en sus anteriores 100 Artículo 40.1 ET. Deberá ser notificada por el empresario al trabajador, así como a sus representantes legales, con una antelación mínima de treinta días a la fecha de su efectividad. 102 Ejecutada la decisión empresarial de traslado, sí el trabajador trasladado impugnase el mismo, no cabe que la empresa proceda a reclamar la indemnización abonada por causa del traslado (STS Cataluña 21 de mayo de 2012). 103 Artículo 184 LJS. 104 La sentencia que declare justificada la decisión empresarial reconocerá el derecho del trabajador a extinguir el contrato de trabajo en los supuestos previstos en el apartado 1 del artículo 40 y en el apartado 3 del artículo 41 ET, concediéndole al efecto el plazo de quince días. 101 40 condiciones de trabajo, así como al abono de los daños y perjuicios que la decisión empresarial hubiera podido ocasionar durante el tiempo en que ha producido efectos105. Se declarará nula en sentencia judicial la decisión empresarial adoptada en fraude de Ley, eludiendo las normas relativas al periodo de consultas establecido en el artículo 40.2 ET106, conforme a lo dispuesto en el artículo 138.7 LJS, cuarto párrafo a comienzo, así como cuando tenga como móvil alguna de las causas de discriminación previstas en la CE y en la Ley, o se produzca con violación de derechos fundamentales y libertades públicas del trabajador, incluidos, en su caso, los demás supuestos que comportan la declaración de nulidad del despido en el apartado 2 del artículo 108107, salvo que en esos casos, se declare la procedencia del traslado por motivos no relacionados con el embarazo o con el ejercicio del derecho a los permisos y excedencias señalados. El proceso se iniciará por demanda de los trabajadores afectados por la decisión empresarial, aunque no se haya seguido el procedimiento del artículo 40 ET. La demanda deberá presentarse en el plazo de caducidad de los veinte días hábiles siguientes a la notificación por escrito de la decisión a los trabajadores o a sus representantes, conforme a lo dispuesto en el artículo 59.4 ET, plazo que no comenzará a computarse hasta que tenga lugar dicha notificación108. En este proceso, el órgano jurisdiccional podrá recabar informe urgente de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, remitiéndole copia de la demanda y 105 Artículo 40.1 ET y artículo 138.7 LJS. El traslado deberá ir precedido de un periodo de consultas con los representantes legales de los trabajadores de una duración no superior a quince días, cuando afecte a la totalidad del centro de trabajo, siempre que este ocupe a más de cinco trabajadores, o cuando, sin afectar a la totalidad del centro de trabajo, en un periodo de noventa días comprenda a un número de trabajadores de, al menos: a) Diez trabajadores, en las empresas que ocupen menos de cien trabajadores. b) El diez por ciento del número de trabajadores de la empresa en aquellas que ocupen entre cien y trescientos trabajadores. c) Treinta trabajadores en las empresas que ocupen más de trescientos trabajadores 107 Será también nulo el despido en los siguientes supuestos: a) El de los trabajadores durante el período de suspensión del contrato de trabajo por maternidad, riesgo durante el embarazo, riesgo durante la lactancia natural, enfermedades causadas por embarazo, parto o lactancia natural, adopción o acogimiento o paternidad al que se refiere la letra d) del apartado 1 del artículo 45 del Texto Refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, o el notificado en una fecha tal que el plazo de preaviso concedido finalice dentro de dicho período. b) El de las trabajadoras embarazadas, desde la fecha de inicio del embarazo hasta el comienzo del período de suspensión a que se refiere la letra a), y el de los trabajadores que hayan solicitado uno de los permisos a los que se refieren los apartados 4, 4 bis y 5 del artículo 37 del Texto Refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, o estén disfrutando de ellos, o hayan solicitado o estén disfrutando la excedencia prevista en el apartado 3 del artículo 46 de la misma Ley; y el de las trabajadoras víctimas de violencia de género por el ejercicio de los derechos de reducción o reordenación de su tiempo de trabajo, de movilidad geográfica, de cambio de centro de trabajo o de suspensión de la relación laboral en los términos y condiciones reconocidos en el Estatuto de los Trabajadores. c) El de los trabajadores después de haberse reintegrado al trabajo al finalizar los períodos de suspensión del contrato por maternidad, adopción o acogimiento o paternidad, siempre que no hubieran transcurrido más de nueve meses desde la fecha de nacimiento, adopción o acogimiento del hijo. 108 Artículo 138.1 LJS, que debe ser puesto en relación con con el artículo 59. 3 y 4 ET que menciona que será de aplicación a las acciones contra las decisiones empresariales en materia de movilidad geográfica, lo prevenido en el ejercicio de la acción contra el despido o resolución de contratos temporales, que caducará a los veinte días siguientes de aquel en que se hubiera producido. Los días serán hábiles y el plazo de caducidad a todos los efectos. 106 41 documentos que la acompañen. El informe versará sobre los hechos invocados como justificativos de la decisión empresarial en relación con la modificación acordada y demás circunstancias concurrentes109. Iniciado el proceso por la modalidad procesal de movilidad geográfica en los términos contenidos en el artículo 138 LJS, si se plantease demanda de conflicto colectivo contra la decisión empresarial de movilidad geográfica, que versen sobre idéntico objeto o en relación de directa conexidad con aquél, quedarán en suspenso durante la tramitación del conflicto colectivo. La suspensión se acordará aunque hubiere recaído sentencia de instancia y estuviere pendiente el recurso de suplicación y de casación, vinculando al tribunal correspondiente la sentencia firme recaída en el proceso de conflicto colectivo, incluso aunque en el recurso de casación unificadora no se hubiere invocado aquélla como sentencia contradictoria. La iniciación del proceso de conflicto colectivo interrumpirá la prescripción de las acciones individuales en igual relación con el objeto del referido conflicto. La sentencia firme producirá efectos de cosa juzgada sobre los procesos individuales pendientes de resolución o que puedan plantearse110y111. El proceso especial de conflicto colectivo cabe contra la decisión empresarial en materia de movilidad geográfica112, colectivos o individuales que afecten a un grupo genérico de trabajadores, a instancia de la representación legal de los trabajadores y con independencia que los trabajadores afectados de manera individual por la decisión empresarial incoen la modalidad procesal de movilidad geográfica. Ahora bien, cuando la movilidad afecte a un grupo concreto de trabajadores, no se puede hablar de un interés general y abstracto, procediendo solo el proceso de conflicto colectivo cuando la movilidad tenga naturaleza colectiva conforma a los umbrales numéricos recogidos al efecto en el artículo 40 ET113. El acuerdo entre el empresario y los representantes legales de los trabajadores que pudiera recaer una vez iniciado el proceso no interrumpirá la continuación del procedimiento114. La sentencia que declare injustificado el traslado deberá reconocer el derecho del trabajador a ser repuesto en sus anteriores condiciones de trabajo (centro de trabajo de origen), así como al abono de los daños y perjuicios que la decisión empresarial hubiera podido ocasionar durante el tiempo en que ha producido efectos115. Sí el empresario no procediese a reincorporar al trabajador en su centro de trabajo de origen o lo haga de 109 Artículo 138.3 LJS. Artículo 160.5 LJS. 111 Artículo 138.4 LJS “Si una vez iniciado el proceso se plantease demanda de conflicto colectivo contra la decisión empresarial, aquel proceso se suspenderá hasta la resolución de la demanda de conflicto colectivo, que una vez firme tendrá eficacia de cosa juzgada sobre el proceso individual en los términos del apartado 3 del artículo 160”. 112 A través del proceso de conflicto colectivo se tramitan las demandas que afectan a los intereses generales de un grupo genérico de trabajadores o a un colectivo genérico, susceptibles de terminación individual, que versen para el caso que nos ocupa sobre la aplicación e interpretación de una decisión empresarial de carácter colectivo sobre movilidad geográfica. 113 STS 28 de septiembre de 2012. 114 Artículo 138.4 2º párrafo LJS. 115 Artículo 40.1 ET, en relación con lo dispuesto en el artículo 138.7 LJS. 110 42 manera irregular, el trabajador podrá instar la ejecución de la sentencia que declare injustificada la decisión empresarial de proceder a la movilidad geográfica ante el órgano judicial que dictó la misma, y la extinción del contrato de trabajo conforme a lo previsto en el artículo 50.1.c ET116y117, teniendo derecho el trabajador a las indemnizaciones señaladas para el despido improcedente. Sí la sentencia declara la nulidad de la movilidad geográfica pretendida por el empresario, su cumplimiento debe serlo en sus propios términos. En caso de incumplimiento, su ejecución a instancias del trabajador afectado por la decisión empresarial, se efectuará instando la ejecución prevista para el supuesto en el que el empresario no procediere a reintegrar al trabajador en sus anteriores condiciones de trabajo o lo hiciere de modo irregular, procediendo entonces a la extinción del contrato por causa de lo previsto en el artículo 50.1.c ET, conforme a lo establecido en los artículos 279, 280 y 281118. La modalidad de ejecución de sentencias firmes en los supuestos de conflictos colectivos, será de aplicación el artículo 247 LJS. 2.7.4. El traslado colectivo. El traslado colectivo es aquel que afecta a la totalidad de trabajadores del centro de trabajo, cuando este ocupa más de cinco trabajadores, o cuando sin afectar a todos ellos, en un período de noventa días afecte a un número de trabajadores que como mínimo sean: a) Diez trabajadores, en las empresas que ocupen menos de cien trabajadores. b) El 10 por ciento del número de trabajadores de la empresa en aquellas que ocupen entre cien y trescientos trabajadores. c) Treinta trabajadores en las empresas que ocupen más de trescientos trabajadores. 116 Serán causas justas para que el trabajador pueda solicitar la extinción del contrato: Cualquier otro incumplimiento grave de sus obligaciones por parte del empresario, salvo los supuestos de fuerza mayor, así como la negativa del mismo a reintegrar al trabajador en sus anteriores condiciones de trabajo en los supuestos previstos en el artículo 40 ET, cuando una sentencia judicial haya declarado los mismos injustificados. En tales casos, el trabajador tendrá derecho a las indemnizaciones señaladas para el despido improcedente. 117 Artículo 138.8 LJS: “Cuando el empresario no procediere a reintegrar al trabajador en sus anteriores condiciones de trabajo o lo hiciere de modo irregular, el trabajador podrá solicitar la ejecución del fallo ante el Juzgado de lo Social y la extinción del contrato por causa de lo previsto en la letra c) del apartado 1 del artículo 50 del Estatuto de los Trabajadores, conforme a lo establecido en los artículos 279, 280 y 281”. 118 Artículo 138.9 LJS en relación con lo dispuesto en el artículo 138.8 LJS. 43 2.7.4.1. Procedimiento: especial referencia al período de consultas. El traslado deberá ir precedido de un período de consultas con los representantes legales de los trabajadores de una duración no superior a quince días, cuando afecte a la totalidad del centro de trabajo, siempre que éste ocupe a más de cinco trabajadores, o cuando, sin afectar a la totalidad del centro de trabajo, en un período de noventa días comprenda a un número de trabajadores119 que supere los umbrales recogidos en el artículo 40.2 ET. El artículo 40 ET distingue entre los traslados individuales o plurales y los colectivos120. Su distinción radica según que los afectados rebasen un número determinado de trabajadores en atención al número de trabajadores de la empresa en un período de tiempo determinado. Es por ello por lo que el artículo 40.1 ET establece la posibilidad de que el empresario actúe en fraude de la ley, sancionándolo con la nulidad del traslado, cuando la empresa, con objeto de eludir el régimen de los traslados colectivos, realice traslados en períodos sucesivos de noventa días en número inferior a los umbrales legalmente establecidos, sin que concurran causas nuevas121 que justifiquen tal actuación. La ley declara en estos casos la nulidad de los traslados efectuados en fraude de ley, quedando afectados por la nulidad únicamente los nuevos traslados efectuados en esos períodos sucesivos, es decir, los últimos y no los anteriores. Conforme al artículo 40.1 ET, en el caso de traslados individuales o plurales bastará con la decisión unilateral del empresario, que deberá ser notificada al trabajador afectado y a sus representantes legales con una antelación mínima de treinta días a la fecha de su efectividad. Sólo se exige pues la notificación de la decisión empresarial, nada se dice de la apertura de ningún tipo de procedimiento de consulta, ni con el trabajador o trabajadores afectados por la decisión empresarial o con sus representantes legales. Se imponen al efecto como límites legales, el del carácter causal de la decisión empresarial, con invocación y acreditación de una o varias de las causas recogidas en el artículo 40.1 ET, así como el límite consistente en el derecho de prioridad de permanencia a favor de los representantes de los trabajadores recogido en el artículo 40.5 ET. Deberá fundamentarse la decisión de traslado por el empresario, invocando la causa o causas que fundamentan su decisión, que deberá plasmarse por escrito, conforme dispone el artículo 8.5 ET122. 119 El momento para su cuantificación deberá ser el del inicio de la adopción de las medidas. Los trabajadores a computar serán tanto los trabajadores con relación laboral común o especial, sean fijos y temporales. 120 La distinción legal entre traslados, individuales o plurales y colectivos tiene interés a efectos del procedimiento a seguir. 121 La norma habla de causas nuevas, por lo que los traslados posteriores serán válidos. Realmente la dificultad de distinguir en un supuesto concreto si la causa que justifica los traslados posteriores ya existía cuando se efectuaron los traslados anteriores es obvia. 122 El empresario deberá informar por escrito al trabajador, sobre los elementos esenciales del contrato y las principales condiciones de ejecución de la prestación laboral, siempre que tales elementos y condiciones no figuren en el contrato de trabajo formalizado por escrito. 44 Para los traslados colectivos, la decisión empresarial deberá ir precedida de un período de consultas, de duración no inferior a quince días, con los representantes legales de los trabajadores123, acerca de las causas, de la posibilidad de evitar o reducir sus efectos y de las medidas necesarias para atenuar sus consecuencias para los trabajadores afectados, en los términos dispuestos en artículo 40.2 ET. El procedimiento de las consultas124 previas aparece contemplado en el artículo 40.2 ET: 1. La intervención como interlocutores ante la dirección de la empresa en el procedimiento de consultas corresponderá a los sujetos indicados en el artículo 41.4 ET. Transcurrido el plazo máximo para la constitución de la comisión representativa, la dirección de la empresa podrá comunicar el inicio del periodo de consultas a los representantes de los trabajadores. La falta de constitución de la comisión representativa no impedirá el inicio y transcurso del periodo de consultas, y su constitución con posterioridad al inicio del mismo no comportará, en ningún caso, la ampliación de su duración. 2. La apertura del periodo de consultas y las posiciones de las partes tras su conclusión deberán ser notificadas a la autoridad laboral para su conocimiento. 3. La consulta se llevará a cabo en una única comisión negociadora, si bien, de existir varios centros de trabajo, quedará circunscrita a los centros afectados por el procedimiento. 4. Durante el periodo de consultas, las partes deberán negociar de buena fe, con vistas a la consecución de un acuerdo125. La trascendencia que el legislador ha otorgado al período de consultas, ha supuesto que la jurisprudencia126 haya tomado cartas en el asunto y en consecuencia haya dispuesto que requisitos deben ser cumplidos para llevar a buen término el periodo de consultas: -El período de consultas deberá ser previo a la adopción de la medida. -La duración máxima del período se fija en quince días. -La consulta deberá versar sobre las causas motivadoras de la decisión empresarial. -La decisión empresarial de movilidad geográfica deberá ser conciliada en lo posible con la atenuación o desaparición de los 123 Tanto la representación unitaria como la sindical. Será nula decisión empresarial de movilidad geográfica si no ha habido periodo de consultas. 125 El legislador ha otorgado al período de consultas la mayor trascendencia. Por lo que en ningún caso puede considerarse un mero trámite o trámite preceptivo sin más, sino que es calificado el mismo como una verdadera negociación colectiva (STS 16 de noviembre de 2012). 126 STS 16 de noviembre de 2012. 124 45 efectos negativos para los trabajadores que se vean afectados por la decisión del empresario. -Empresario y representantes de los trabajadores están obligados a negociar de buena fe, con la finalidad de alcanzar en lo posible un acuerdo. -El empresario deberá notificar la decisión. 5. La apertura del periodo de consultas y las posiciones de las partes tras su conclusión deberán ser notificadas a la autoridad laboral para su conocimiento. 6. El periodo de consultas deberá versar sobre las causas motivadoras de la decisión empresarial y la posibilidad de evitar o reducir sus efectos, así como sobre las medidas necesarias para atenuar sus consecuencias para los trabajadores afectados. 7. La comisión negociadora estará integrada por un máximo de trece miembros en representación de cada una de las partes. 8. De finalizar dicho período de consultas con acuerdo, éste requerirá la conformidad de la mayoría de los representantes legales de los trabajadores o, en su caso, de la mayoría de los miembros de la comisión representativa de los trabajadores siempre que, en ambos casos, representen a la mayoría de los trabajadores del centro o centros de trabajo afectados. El art. 85.1 ET prevé la posibilidad de pactar en el convenio colectivo, procedimientos para resolver las discrepancias surgidas en los períodos de consultas dispuesto en el artículo 40 ET para la movilidad geográfica de tipo arbitral. Los laudos arbitrales que a estos efectos puedan dictarse tendrán la misma eficacia y tramitación que los acuerdos habidos en el periodo de consultas, siendo susceptibles de impugnación a través del procedimiento especial de impugnación de convenios colectivos127. El incumplimiento del trámite procedimental de consultas provocará la nulidad de la decisión empresarial128. 2.7.4.2. El deber empresarial de información. La representación de los trabajadores129 tendrá derecho a ser informado y consultado por el empresario sobre aquellas cuestiones que puedan afectar a los 127 128 Artículos 163 a 166 de la LJS. STS 13 de octubre de 2003. 46 trabajadores, así como sobre la situación de la empresa y la evolución del empleo en la misma130. Se entiende por información la transmisión de datos por el empresario a la representación de los trabajadores, a fin de que esta tenga conocimiento de una cuestión determinada y pueda proceder a su examen. Por consulta se entiende el intercambio de opiniones y la apertura de un diálogo entre el empresario y representación de los trabajadores sobre una cuestión determinada, incluyendo, en su caso, la emisión de informe previo por parte del mismo. Las partes actuarán con espíritu de cooperación, en cumplimiento de sus derechos y obligaciones recíprocas, teniendo en cuenta tanto los intereses de la empresa como los de los trabajadores. La información se deberá facilitar por el empresario a la representación social, en un momento, de una manera y con un contenido apropiado, que permitan a aquel proceder a su examen adecuado y preparar, en su caso, la consulta y el informe. La consulta deberá realizarse, en un momento y con un contenido apropiados, en el nivel de dirección y representación correspondiente de la empresa, y de tal manera que permita a los representantes de los trabajadores, sobre la base de la información recibida, reunirse con el empresario, obtener una respuesta justificada a su eventual informe y poder contrastar sus puntos de vista u opiniones con objeto, en su caso, de poder llegar a un acuerdo. En todo caso, la consulta deberá permitir que el criterio del comité pueda ser conocido por el empresario a la hora de adoptar o de ejecutar las decisiones. Los convenios colectivos pueden recoger disposiciones relativas al contenido y a las modalidades de ejercicio de los derechos de información y consulta. De igual modo podrán recoger los diferentes niveles o posiciones en el organigrama organizativo de la empresa más adecuado para ejercerlos. En cualquier caso, las partes en los procedimientos de información y consultas están obligados a actuar de buena fe y con espíritu constructivo, teniendo en cuenta en cualquier caso, como no podía ser de otra manera, los derechos intereses que le son propios a cada una de las partes. 2.7.4.2.1. Constitución de la comisión negociadora. La intervención de las secciones sindicales. La intervención como interlocutores ante la dirección de la empresa en el procedimiento de consultas corresponde a los representantes legales de los trabajadores o a la comisión “ad hoc” que se nombre en caso de ausencia de aquellos. La consulta se llevará a cabo en una única comisión negociadora si bien, de existir varios centros de trabajo, quedará circunscrita a los centros afectados por el procedimiento. 129 Son titulares activos de este derecho, la representación unitaria de los trabajadores en la empresa y las secciones sindicales, pero no los sindicatos (STS 20 de abril de 1998). 130 Artículo 64.1.2.3.4.5.6.9 ET 47 La comisión negociadora estará integrada por un máximo de trece miembros en representación de cada una de las partes. La intervención como interlocutores ante la dirección de la empresa en el procedimiento de consultas corresponderá a los sujetos indicados en el artículo 41.4 ET, en el orden y condiciones señalados en el mismo. La intervención como interlocutores ante la dirección de la empresa en el procedimiento de consultas corresponderá a las secciones sindicales cuando estas así lo acuerden, siempre que tengan la representación mayoritaria en los comités de empresa o entre los delegados de personal de los centros de trabajo afectados, en cuyo caso representarán a todos los trabajadores de los centros afectados. En defecto de representación sindical a través de las secciones sindicales con representación en el comité de empresa, la intervención como interlocutores se regirá por las siguientes reglas: a) Si el procedimiento afecta a un único centro de trabajo, corresponderá al comité de empresa o a los delegados de personal. En el supuesto de que en el centro de trabajo no exista representación legal de los trabajadores, estos podrán optar por atribuir su representación para la negociación del acuerdo, a su elección, a una comisión de un máximo de tres miembros integrada por trabajadores de la propia empresa y elegida por estos democráticamente o a una comisión de igual número de componentes designados, según su representatividad, por los sindicatos más representativos y representativos del sector al que pertenezca la empresa y que estuvieran legitimados para formar parte de la comisión negociadora del convenio colectivo de aplicación a la misma. En el supuesto de que la negociación se realice con la comisión cuyos miembros sean designados por los sindicatos, el empresario podrá atribuir su representación a las organizaciones empresariales en las que estuviera integrado, pudiendo ser las mismas más representativas a nivel autonómico, y con independencia de que la organización en la que esté integrado tenga carácter intersectorial o sectorial. b) Si el procedimiento afecta a más de un centro de trabajo, la intervención como interlocutores corresponderá: Al comité intercentros, siempre que tenga atribuida esa función en el convenio colectivo en que se hubiera acordado su creación. En ausencia de comité intercentros a una comisión representativa que se constituirá de acuerdo con las siguientes reglas: - Si todos los centros de trabajo afectados por el procedimiento cuentan con representantes legales de los trabajadores, la comisión estará integrada por estos. - Si alguno de los centros de trabajo afectados cuenta con representantes legales de los trabajadores y otros no, la comisión estará integrada únicamente por representantes legales de los trabajadores de los centros que cuenten con dichos 48 representantes. Y ello salvo que los trabajadores de los centros que no cuenten con representantes legales opten por designar la comisión ad hoc ya referida con anterioridad , en cuyo caso la comisión representativa estará integrada conjuntamente por representantes legales de los trabajadores y por miembros de dichas comisiones “ad hoc”, en proporción al número de trabajadores que representen. - En el supuesto de que uno o varios centros de trabajo afectados por el procedimiento que no cuenten con representantes legales de los trabajadores opten por no designar la comisión la comisión “ad hoc”, se asignará su representación a los representantes legales de los trabajadores de los centros de trabajo afectados que cuenten con ellos, en proporción al número de trabajadores que representen. - Si ninguno de los centros de trabajo afectados por el procedimiento cuenta con representantes legales de los trabajadores, la comisión representativa estará integrada por quienes sean elegidos por y entre los miembros de las comisiones “ad hoc” designadas en los centros de trabajo afectados, en proporción al número de trabajadores que representen. La comisión representativa de los trabajadores deberá quedar constituida con carácter previo a la comunicación empresarial de inicio del procedimiento de consultas. El plazo máximo para la constitución de la comisión representativa será de siete días desde la fecha de la referida comunicación, salvo que alguno de los centros de trabajo que vaya a estar afectado por el procedimiento no cuente con representantes legales de los trabajadores, en cuyo caso el plazo será de quince días. La falta de constitución de la comisión representativa no impedirá el inicio y transcurso del periodo de consultas, y su constitución con posterioridad al inicio del mismo no comportará, en ningún caso, la ampliación de su duración. 2.7.4.2.2. Una alternativa a la constitución de la comisión negociadora: el procedimiento de mediación o arbitraje. El empresario y la representación de los trabajadores podrán acordar en cualquier momento la sustitución del periodo de consultas por el procedimiento de mediación o arbitraje que sea de aplicación en el ámbito de la empresa, que deberá desarrollarse dentro del plazo máximo señalado para dicho periodo131. Consiste ello en 131 Artículo 40.2 ET. 49 una posibilidad que la norma otorga a las dos partes a modo de opción. Pero, dado los términos en el que está regulado, el cumplimiento del plazo máximo dispuesto en la norma para el período de consulta, dentro del cual habrá de designarse a los mediadores y árbitros y llevarse a cabo el procedimiento de mediación y arbitraje, resolución incluida, es prácticamente imposible llevarlo a buen término. 2.7.4.2.3. Terminación del período de consultas. La decisión inmediatamente ejecutiva del empresario que persiste en el traslado. La notificación por el empresario a los trabajadores afectados. El acuerdo requerirá la mayoría del comité de empresa, de los delegados de personal, de las secciones sindicales en la empresa, o en su caso, de la mayoría de los miembros de la comisión representativa de los trabajadores, que en su conjunto representen a la mayoría de aquellos. Tras la finalización del periodo de consultas el empresario notificará a los trabajadores su decisión sobre el traslado, que se regirá a todos los efectos por lo dispuesto para el traslado individual en los términos contemplados en el artículo 40.1 ET, que dispone que “la decisión de traslado deberá ser notificada por el empresario al trabajador, así como a sus representantes legales, con una antelación mínima de treinta días a la fecha de su efectividad”132. El incumplimiento del trámite procedimental de consultas provocará la nulidad de la decisión empresarial133. Los representantes legales de los trabajadores tendrán prioridad de permanencia en sus puestos de trabajo. Esta prioridad no puede considerarse en términos generales, sino referida y contextualizada con los trabajadores con los que comparten adscripciones profesionales134. Mediante convenio colectivo o acuerdo alcanzado durante el periodo de consultas, se podrán establecer prioridades de permanencia a favor de trabajadores de otros colectivos, tales como trabajadores con cargas familiares, mayores de determinada edad o personas con discapacidad135. 2.7.4.3. Diferentes opciones y acciones frente a la decisión empresarial. 132 Artículo 40.2 ET. STS 13 de octubre de 2003. 134 STS Cataluña 20 de febrero de 2004. 135 Artículo 40.7 ET. 133 50 La decisión empresarial de traslado es inmediatamente ejecutiva e cuanto a su incorporación en el nuevo puesto de trabajo y centro de trabajo, en el plazo que se fije. Rige a estos efectos lo que hemos dispuesto para la movilidad geográfica de carácter individual, teniendo en cuenta el artículo 40.2 ET, párrafo octavo, que se remite al artículo 40.1 ET. Notificada la decisión de traslado por el empresario al trabajador afectado, tanto si se trata de traslados individuales o plurales como colectivos, tanto si ha habido acuerdo como si no lo ha habido con los representantes legales de los trabajadores en éste último caso de traslados colectivos, el trabajador tendrá el derecho de opción entre acatar el traslado o extinguir el contrato136. Este derecho de opción comprende: -Acatar el trabajador traslado, lo que no impide que el trabajador o sus representantes incoen las correspondientes demandas que procedan contra la decisión empresarial. -Incoación de la correspondiente demanda judicial contra el traslado. -Rescindir el contrato de trabajo con derecho a indemnización. La decisión de traslado debe ser notificada por el empresario al trabajador y a sus representantes legales, con una antelación mínima de treinta días en relación a la fecha en la que será efectivo el traslado137. 2.7.4.3.1. Acuerdo compensado. En caso de acatar el traslado el trabajador, éste se incorpora al nuevo centro de trabajo. El trabajador tendrá derecho a la compensación de los gastos que le origina el traslado, propios y de familiares a su cargo, en los términos que se convengan entre las partes, que nunca será inferior a los límites mínimos establecidos en los convenios colectivos138. En los convenios colectivos se suelen determinar estos gastos, entre los que se encuentran los relacionados con los de locomoción personal y de transporte del mobiliario, ropa y demás enseres del hogar. También suelen aparecer contemplados indemnizaciones o gratificaciones extraordinarias con motivo del traslado, que en ocasiones suele incluir la facilitación de vivienda adecuada. Ahora bien, el acuerdo individual habido entre trabajador y empresario con ocasión del traslado, a los efectos de compensación y ayudas por el traslado concreto, mejorando los términos del recogido en el convenio colectivo, desplaza lógicamente la aplicación de lo dispuesto como compensación por traslado en el convenio colectivo. 136 Artículo 40.1 ET. 137 Artículo 40.1 ET, segundo párrafo. STS 8 de junio de 1998 y STSJ Cataluña 26 de mayo de 2005. 138 51 2.7.4.3.2. La rescisión indemnizada del contrato a instancias del trabajador. El trabajador afectado por la decisión empresarial puede optar entre acatar el traslado, impugnar judicialmente el traslado o en su caso rescindir el contrato de trabajo con derecho a indemnización. Este último supuesto se materializa en la extinción del contrato de trabajo del trabajador afectado con derecho a una indemnización de 20 días de salario por año de servicio, prorrateándose por meses los períodos de tiempo inferiores a un año y con un máximo de 12 mensualidades. El plazo para optar por la rescisión no es el de 20 días, que se correspondería con el de caducidad para interponer la demanda impugnatoria de la decisión empresarial de traslado, sino el general de un año, que considera prescrito transcurrido dicho período, los derechos generales que dimanan del contrato de trabajo. No obstante lo dicho y conforme a lo dispuesto en el artículo 138.7 LJS139, se considera conveniente que el trabajador comunique al empresario su decisión de extinguir el contrato de trabajo en el plazo de 15 días. El trabajador se encuentra en situación legal de desempleo, a pesar de haber tomado voluntariamente la decisión extintiva del contrato el propio trabajador, conforme a lo dispuesto en el artículo 267 LGSS. 2.7.4.3.3. Extinción judicial del contrato por menoscabo de la dignidad del trabajador. El trabajador puede solicitar la extinción del contrato al amparo de lo dispuesto en el artículo 50.1.a ET140 y recibir la indemnización correspondiente para el despido improcedente en los dos siguientes supuestos: que el traslado a instancias del empresario sea formalizado con omisión del procedimiento legalmente dispuesto141 y que la decisión de traslado redunde en un menoscabo de la dignidad del trabajador afectado por la decisión empresarial. A la indemnización legal para el despido improcedente, se puede adicionar una indemnización por daños y perjuicios cuando se haya producido una lesión referida a un derecho fundamental, a lo que hay que incluir, las conductas empresariales discriminatorias y el acoso en el trabajo. Ésta indemnización adicional puede ser objeto 139 La sentencia que declare justificada la decisión empresarial reconocerá el derecho del trabajador a extinguir el contrato de trabajo en los supuestos previstos en el apartado 1 del artículo 40 y en el apartado 3 del artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores, concediéndole al efecto el plazo de quince días. 140 Extinción por voluntad del trabajador. Serán causas justas para que el trabajador pueda solicitar la extinción del contrato: a) Las modificaciones sustanciales en las condiciones de trabajo llevadas a cabo sin respetar lo previsto en el artículo 41 y que redunden en menoscabo de la dignidad del trabajador. 141 El artículo 41.7 ET establece que en materia de traslados se estará a lo dispuesto en las normas específicas establecidas en el artículo 40 ET, reguladora de la movilidad geográfica. 52 de acumulación en la demanda por la que se acciona el despido142. Ahora bien, si se interpuso demanda de despido conforme a la previsión contenida en el artículo 50.1.a ET, se puede interponer una nueva demanda por vulneración de un derecho fundamental, en la que se solicita sean indemnizados los daños y perjuicios por dicha vulneración143. La concreta cuestión relacionada con el menoscabo de la dignidad del trabajador, en los términos contemplados en los artículos 35 CE y 4.2.b ET, exige una actitud empresarial vejatoria144. El trabajador no puede extinguir en estos casos “motu proprio” la relación laboral, sino que es necesario incoar el correspondiente procedimiento judicial, solicitando la resolución indemnizada del contrato por causas inherentes al trabajador y en virtud de lo dispuesto en el artículo 50.1.a ET. Ello exige que el trabajador deberá seguir prestando servicios hasta la definitiva extinción del vínculo contractual en la instancia judicial145, salvo contadas excepciones que deberán ser consideradas por el juez, en la resolución de las medidas cautelares146, cuando se justifique que la conducta empresarial perjudica a la dignidad o integridad física o moral del trabajador, que puede vulnerar derechos fundamentales o libertades públicas. Sí el empresario interpone recurso frente a la sentencia que acordó la extinción del contrato, el trabajador continua prestando servicios o bien cesa en la prestación en cumplimiento de la de la sentencia. El trabajador en este supuesto se encuentra en situación de desempleo involuntario, sin perjuicio de las medidas cautelares que se adopten. Cuando la sentencia que resuelve el recurso sea firme, se siguen los trámites de ejecución del despido. El tiempo transcurrido entre la notificación de la sentencia de la instancia y la que resuelve el recurso, se considera de ocupación cotizada. Lógicamente en estos casos, en fase de ejecución de sentencias, la única vía posible y congruente con el procedimiento seguido por el trabajador, es el de la opción por la indemnización en el procedimiento de 142 Artículo 26.2 LJS. Existen por lo tanto dos caminos judiciales al respecto: acumulación de acciones en la demanda por despido o interpuesta la acción por extinción del contrato por voluntad del trabajador, al amparo de lo prevenido en el artículo 50.1.a ET, interponer nueva acción por vulneración de un derecho fundamental en la que se pide sean indemnizados los daños. (STS en Unificación de Doctrina 9 de mayo de 2011). 144 Además del supuesto específico sobre cambio de ubicación de un trabajador que carece de toda justificación visto en relación con la organización de la actividad en la empresa, dos supuestos que contravienen las más elementales normas de conducta o respeto a las que es acreedor el trabajador en cualquier caso, ante sus propios compañeros de trabajo o ante sus superiores y en su doble condición como persona y profesional, amén del caso de la degradación jerárquica o vaciamiento de competencias de las que venía disfrutando el trabajador, comprensivas en el haz de facultades que desplegaba en función de la categoría profesional reconocida y ubicación en el organigrama organizativo de la empresa. 145 Existen contadas excepciones a lo dispuesto: malos tratos y acoso sexual, amén de del menoscabo grave a la dignidad del trabajador. En estos casos es preciso que en la demanda se indiquen dichas circunstancias y se soliciten por el trabajador demandante medidas cautelares, debiendo justificarse en la misma las susodichas circunstancias (artículo 79.7 LJS). 146 Entre las medidas cautelares puede acordarse la suspensión de la relación de trabajo o la exoneración de la prestación del servicio, el traslado de puesto o de centro de trabajo o en su caso la reordenación del tiempo de trabajo y cuantas otras tiendan a garantizar la efectividad de la sentencia que en su día se dicte. (artículo 180.4 LJS). En estos casos persiste la obligación de pago de salario y de cotizar a la Seguridad Social por parte del empresario, hasta que se dicte la sentencia. 143 53 ejecución dineraria. En este caso procede la condena a la empresa indemnización por despido, calculada hasta la fecha de la sentencia147. a abonar la 2.7.4.3.4. Los diferentes medios impugnatorios de la decisión empresarial: la impugnación individual y la vía impugnatoria de conflicto colectivo. 2.7.4.3.4.1. Impugnación judicial individual de la decisión empresarial: declaración judicial de la justificación o injustificación de la decisión del traslado. El trabajador que no habiendo optado por la extinción de su contrato, se muestre disconforme con la decisión empresarial podrá impugnarla ante la jurisdicción social148. La sentencia declarará el traslado justificado o injustificado y, en este último caso, reconocerá el derecho del trabajador a ser reincorporado al centro de trabajo de origen. El trabajador afectado por la decisión empresarial de movilidad geográfica deberá impugnarla a través de dicha modalidad procesal, sí es que pretende ser repuesto en las anteriores condiciones laborales a la decisión. La tramitación de esta especial modalidad procesal procederá a pesar de que se hayan seguido o no las formalidades propias que para la movilidad geográfica dispone el artículo 40 ET, incluso cuando lo que se considere vulnerado es un derecho fundamental o una libertad pública o la movilidad se base en uno de los supuestos de discriminación149. El trabajador que impugnó la decisión empresarial por la vía judicial obtiene una sentencia contraria a sus intereses, o sea, declara la sentencia la justificación del traslado, podrá optar no obstante por la extinción indemnizada del contrato de trabajo en el plazo de 15 días, tal como dispone el artículo 138.7 LJS150. La sentencia que declare injustificada la decisión empresarial de proceder al traslado, reconocerá el derecho del trabajador a ser repuesto en sus anteriores condiciones de trabajo, así como al abono de los daños y perjuicios que la decisión empresarial hubiera podido ocasionar durante el tiempo en que ha producido efectos151. 147 Artículo 110.1.b) LJS. Ejecutada la decisión empresarial de traslado, sí el trabajador trasladado impugnase el mismo, no cabe que la empresa proceda a reclamar la indemnización abonada por causa del traslado (STS Cataluña 21 de mayo de 2012). 149 Artículo 184 LJS. 150 La sentencia que declare justificada la decisión empresarial reconocerá el derecho del trabajador a extinguir el contrato de trabajo en los supuestos previstos en el apartado 1 del artículo 40 y en el apartado 3 del artículo 41 ET, concediéndole al efecto el plazo de quince días. 151 Artículo 40.1 ET y artículo 138.7 LJS. 148 54 Se declarará nula en sentencia judicial la decisión empresarial adoptada en fraude de Ley, eludiendo las normas relativas al periodo de consultas establecido en el artículo 40.2 ET152, conforme a lo dispuesto en el artículo 138.7 LJS, cuarto párrafo a comienzo, así como cuando tenga como móvil alguna de las causas de discriminación previstas en la CE y en la Ley, o se produzca con violación de derechos fundamentales y libertades públicas del trabajador, incluidos, en su caso, los demás supuestos que comportan la declaración de nulidad del despido en el apartado 2 del artículo 108153, salvo que en esos casos, se declare la procedencia del traslado por motivos no relacionados con el embarazo o con el ejercicio del derecho a los permisos y excedencias señalados. El proceso se iniciará por demanda de los trabajadores afectados por la decisión empresarial, aunque no se haya seguido el procedimiento del artículo 40 ET. La demanda deberá presentarse en el plazo de caducidad de los veinte días hábiles siguientes a la notificación por escrito de la decisión a los trabajadores o a sus representantes, conforme a lo dispuesto en el artículo 59.4 ET, plazo que no comenzará a computarse hasta que tenga lugar dicha notificación154. En este proceso, el órgano jurisdiccional podrá recabar informe urgente de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, remitiéndole copia de la demanda y documentos que la acompañen. El informe versará sobre los hechos invocados como 152 El traslado deberá ir precedido de un periodo de consultas con los representantes legales de los trabajadores de una duración no superior a quince días, cuando afecte a la totalidad del centro de trabajo, siempre que este ocupe a más de cinco trabajadores, o cuando, sin afectar a la totalidad del centro de trabajo, en un periodo de noventa días comprenda a un número de trabajadores de, al menos: a) Diez trabajadores, en las empresas que ocupen menos de cien trabajadores. b) El diez por ciento del número de trabajadores de la empresa en aquellas que ocupen entre cien y trescientos trabajadores. c) Treinta trabajadores en las empresas que ocupen más de trescientos trabajadores 153 Será también nulo el despido en los siguientes supuestos: a) El de los trabajadores durante el período de suspensión del contrato de trabajo por maternidad, riesgo durante el embarazo, riesgo durante la lactancia natural, enfermedades causadas por embarazo, parto o lactancia natural, adopción o acogimiento o paternidad al que se refiere la letra d) del apartado 1 del artículo 45 del Texto Refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, o el notificado en una fecha tal que el plazo de preaviso concedido finalice dentro de dicho período. b) El de las trabajadoras embarazadas, desde la fecha de inicio del embarazo hasta el comienzo del período de suspensión a que se refiere la letra a), y el de los trabajadores que hayan solicitado uno de los permisos a los que se refieren los apartados 4, 4 bis y 5 del artículo 37 del Texto Refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, o estén disfrutando de ellos, o hayan solicitado o estén disfrutando la excedencia prevista en el apartado 3 del artículo 46 de la misma Ley; y el de las trabajadoras víctimas de violencia de género por el ejercicio de los derechos de reducción o reordenación de su tiempo de trabajo, de movilidad geográfica, de cambio de centro de trabajo o de suspensión de la relación laboral en los términos y condiciones reconocidos en el Estatuto de los Trabajadores. c) El de los trabajadores después de haberse reintegrado al trabajo al finalizar los períodos de suspensión del contrato por maternidad, adopción o acogimiento o paternidad, siempre que no hubieran transcurrido más de nueve meses desde la fecha de nacimiento, adopción o acogimiento del hijo. 154 Artículo 138.1 LJS, que debe ser puesto en relación con con el artículo 59. 3 y 4 ET que menciona que será de aplicación a las acciones contra las decisiones empresariales en materia de movilidad geográfica, lo prevenido en el ejercicio de la acción contra el despido o resolución de contratos temporales, que caducará a los veinte días siguientes de aquel en que se hubiera producido. Los días serán hábiles y el plazo de caducidad a todos los efectos. 55 justificativos de la decisión empresarial en relación con la modificación acordada y demás circunstancias concurrentes155. Iniciado el proceso por la modalidad procesal de movilidad geográfica en los términos contenidos en el artículo 138 LJS, si se plantease demanda de conflicto colectivo contra la decisión empresarial de movilidad geográfica, que versen sobre idéntico objeto o en relación de directa conexidad con aquél, quedarán en suspenso durante la tramitación del conflicto colectivo. La suspensión se acordará aunque hubiere recaído sentencia de instancia y estuviere pendiente el recurso de suplicación y de casación, vinculando al tribunal correspondiente la sentencia firme recaída en el proceso de conflicto colectivo, incluso aunque en el recurso de casación unificadora no se hubiere invocado aquélla como sentencia contradictoria. La iniciación del proceso de conflicto colectivo interrumpirá la prescripción de las acciones individuales en igual relación con el objeto del referido conflicto. La sentencia firme producirá efectos de cosa juzgada sobre los procesos individuales pendientes de resolución o que puedan plantearse156y157. El proceso especial de conflicto colectivo cabe contra la decisión empresarial en materia de movilidad geográfica158, colectivos o individuales que afecten a un grupo genérico de trabajadores, a instancia de la representación legal de los trabajadores y con independencia que los trabajadores afectados de manera individual por la decisión empresarial incoen la modalidad procesal de movilidad geográfica. Ahora bien, cuando el movilidad afecte a un grupo concreto de trabajadores, no se puede hablar de un interés general y abstracto, procediendo solo el proceso de conflicto colectivo cuando la movilidad tenga naturaleza colectiva conforma a los umbrales numéricos recogidos al efecto en el artículo 40 ET159. El acuerdo entre el empresario y los representantes legales de los trabajadores que pudiera recaer una vez iniciado el proceso no interrumpirá la continuación del procedimiento160. La sentencia que declare injustificado el traslado deberá reconocer el derecho del trabajador a ser repuesto en sus anteriores condiciones de trabajo (centro de trabajo de origen), así como al abono de los daños y perjuicios que la decisión empresarial hubiera podido ocasionar durante el tiempo en que ha producido efectos161. Sí el empresario no procediese a reincorporar al trabajador en su centro de trabajo de origen o lo haga de manera irregular, el trabajador podrá instar la ejecución de la sentencia que declare 155 Artículo 138.3 LJS. Artículo 160.5 LJS. 157 Artículo 138.4 LJS “Si una vez iniciado el proceso se plantease demanda de conflicto colectivo contra la decisión empresarial, aquel proceso se suspenderá hasta la resolución de la demanda de conflicto colectivo, que una vez firme tendrá eficacia de cosa juzgada sobre el proceso individual en los términos del apartado 3 del artículo 160”. 158 A través del proceso de conflicto colectivo se tramitan las demandas que afectan a los intereses generales de un grupo genérico de trabajadores o a un colectivo genérico, susceptibles de terminación individual, que versen para el caso que nos ocupa sobre la aplicación e interpretación de una decisión empresarial de carácter colectivo sobre movilidad geográfica. 159 STS 28 de septiembre de 2012. 160 Artículo 138.4 2º párrafo LJS. 161 Artículo 40.1 ET, en relación con lo dispuesto en el artículo 138.7 LJS. 156 56 injustificada la decisión empresarial de proceder a la movilidad geográfica ante el órgano judicial que dictó la misma, y la extinción del contrato de trabajo conforme a lo previsto en el artículo 50.1.c ET162y163, teniendo derecho el trabajador a las indemnizaciones señaladas para el despido improcedente. Sí la sentencia declara la nulidad de la movilidad geográfica pretendida por el empresario, su cumplimiento debe serlo en sus propios términos. En caso de incumplimiento, su ejecución a instancias del trabajador afectado por la decisión empresarial, se efectuará instando la ejecución prevista para el supuesto en el que el empresario no procediere a reintegrar al trabajador en sus anteriores condiciones de trabajo o lo hiciere de modo irregular, procediendo entonces a la extinción del contrato por causa de lo previsto en el artículo 50.1.c ET, conforme a lo establecido en los artículos 279, 280 y 281164. La modalidad de ejecución de sentencias firmes en los supuestos de conflictos colectivos, será de aplicación el artículo 247 LJS. 2.7.4.3.4.2. Impugnación judicial por la modalidad de conflicto colectivo. Contra la decisión empresarial del traslado colectivo, la representación de los trabajadores que no hayan llegado a un acuerdo con el empresario en el trámite de consultas, pueden reclamar utilizando la modalidad procesal de conflicto colectivo, sin perjuicio que de que los trabajadores individualmente considerados, impugnen la decisión empresarial, utilizando para ello la modalidad procesal de movilidad geográfica. La interposición de la demanda de conflicto colectivo, paraliza la tramitación de las acciones individuales, hasta que se resuelva el procedimiento de conflicto de colectivo. Las sentencias que se dicten en el proceso de conflicto colectivo, tienen eficacia de cosa juzgada sobre el proceso individual165. Sí hubo acuerdo en el período de consultas entre el empresario y la representación de los trabajadores, el trabajador que impugne la decisión del empresario 162 Serán causas justas para que el trabajador pueda solicitar la extinción del contrato: Cualquier otro incumplimiento grave de sus obligaciones por parte del empresario, salvo los supuestos de fuerza mayor, así como la negativa del mismo a reintegrar al trabajador en sus anteriores condiciones de trabajo en los supuestos previstos en el artículo 40 ET, cuando una sentencia judicial haya declarado los mismos injustificados. En tales casos, el trabajador tendrá derecho a las indemnizaciones señaladas para el despido improcedente. 163 Artículo 138.8 LJS: “Cuando el empresario no procediere a reintegrar al trabajador en sus anteriores condiciones de trabajo o lo hiciere de modo irregular, el trabajador podrá solicitar la ejecución del fallo ante el Juzgado de lo Social y la extinción del contrato por causa de lo previsto en la letra c) del apartado 1 del artículo 50 del Estatuto de los Trabajadores, conforme a lo establecido en los artículos 279, 280 y 281”. 164 Artículo 138.9 LJS en relación con lo dispuesto en el artículo 138.8 LJS. 165 Artículo 40.2, párrafo noveno ET y artículo 138.1 LJS, en relación con lo dispuesto en el artículo 160.5 LJS. 57 de traslado, deberá demandar no solo al empresario que decide el traslado, sino también a la representación de los trabajadores que acordó dicha decisión empresarial166. Conforme a la modalidad procesal de conflicto colectivo se tramitan las demandas que afectan a intereses generales de un grupo o colectivo de trabajadores167, que versen sobre la decisión empresarial de traslados colectivos. Son sujetos legitimados para iniciar el procedimiento los que ostenten la representación de los trabajadores y las empresas y asociaciones patronales168. Los representantes pueden actuar a iniciativa propia o a instancia de sus representados. Iniciado el procedimiento pueden personarse, aunque no sean los promotores del mismo, los sindicatos y asociaciones patronales más representativas169, amén de la representación unitaria o sindical en la empresa (secciones sindicales). Cuando la iniciativa provenga del comité de empresa, precisa el acuerdo mayoritario de sus miembros170. No es posible que la demanda la interponga una minoría del comité de empresa o delegados de personal en su caso. Para que sea válida la actuación del comité de empresas intercentros, es necesario que se le haya atribuido la competencia171. Siendo el ámbito de actuación del órgano de representación el propio de afectación del conflicto, sí la movilidad se produce en una empresa con varios centros de trabajo, la legitimación corresponderá a todos los comités de empresa o delegados de personal afectados por el ámbito del conflicto, o en su caso sería competente el comité intercentros si es que tuviera atribuida la competencia. Es decir, se exige la constitución de un litisconsorcio activo necesario de todos los comités o delegados. Sí el demandante fuera un delegado sindical y la empresa tuviera varios centros de trabajo, deberá acreditar éste que la sección sindical de la que es delegado sindical el demandante, tiene un ámbito de actuación que incluye a todos los centros de trabajo172. Manifestar que el ámbito propio de legitimación de las secciones sindicales, será la empresa o ámbito inferior a la misma. Se encuentran legitimados para ello tanto los delegados sindicales designados por la sección sindical que tengan prerrogativas establecidas en el artículo 8 LOLS, como si fueran delegados sindicales sin prerrogativas, en los términos del artículo 10 LOLS. Ello es así, en cuanto 166 Artículo 138.2 LJS. Conjunto estructurado a partir de un elemento de homogeneidad, que para el caso de la movilidad geográfica se refiere al hecho de que la empresa tome una decisión que afecta a un grupo de trabajadores (la movilidad geográfica en el seno de la empresa que afecta a un colectivo de trabajadores). Además, debe concurrir un elemento objetivo, consistente en la presencia de un interés general y que se considera como indivisible desde la óptica del grupo en su conjunto (aún individualizable el interés, el origen de la controversia debe ser la interpretación o aplicación de una regulación jurídica vinculante que afecte de manera homogénea e indiferenciada a un grupo de trabajadores (STS 14 de mayo de 2009). Procede desde luego en el caso en el que afecta a un grupo de trabajadores o a un colectivo genérico susceptible de determinación individual, que es el caso contemplado para la movilidad geográfica que afecta a una pluralidad de trabajadores. 168 STC 118/1993. 169 Artículos 6 y 7 LOLS y artículo 155 LJS. 170 Artículo 65.1.ET. 171 SAN 4 de marzo de 1991. 172 STS 21 de marzo de 1995. 167 58 que los tribunales vienen admitiendo la posibilidad de extender delegados sindicales en empresas de menos de 250 trabajadores173. De igual forma estarán legitimados174 los sindicatos cuyo ámbito de actuación sea más amplio o se corresponda con el del conflicto y aquellos que tengan implantación en la empresa o sector. Para el ejercicio de acciones colectivas de impugnación de las decisiones empresariales sobre movilidad geográfica, le es de aplicación el plazo de caducidad de 20 días175. Para que dicho plazo sea de aplicación, la decisión modificativa del empresario debió darse con aplicación de todas las formalidades exigidas para ello. Sí así no fuera, porque existieran incumplimientos formales en el procedimiento, no sería de aplicación dicha modalidad procesal de conflicto colectivo, sino que sería de aplicación el proceso ordinario, no encontrándose sometido a plazo de caducidad, sino al de prescripción general, que será de un año176. La modalidad de ejecución de sentencias firmes reguladas en el artículo 247 LJS es aplicable a las sentencias firmes u otros títulos ejecutivos sobre movilidad geográfica de carácter colectivo177 2.7.4.4. Derecho de permanencia de los representantes de los trabajadores y otros colectivos y derecho a la recepción de determinada información sobre la decisión de traslado. Los representantes de los trabajadores, ya sean miembros de la representación unitaria, ya sean delegados de las secciones sindicales178, tienen prioridad de permanencia en los puestos de trabajo en los casos de movilidad geográfica. Mediante convenio colectivo o acuerdo alcanzado durante el periodo de consultas se podrán establecer prioridades de permanencia a favor de trabajadores de otros colectivos, tales como trabajadores con cargas familiares, mayores de determinada edad o personas con discapacidad179. Los convenios colectivos podrán incluir medidas para la protección de los trabajadores cuya familia tenga la consideración legal de familia numerosa, en particular en materia de movilidad geográfica y modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo180. Si por traslado uno de los cónyuges cambia de residencia, el otro, si fuera trabajador de la misma empresa, tendrá derecho al traslado a la misma localidad, si hubiera puesto de trabajo181. 173 STS 30 de abril de 1991. Artículo 154.a) LJS. 175 Artículo 59.4 ET. 176 Artículo 59.1 ET. 177 Artículo 247.2 LJS. 178 Artículo 10.3 LOLS. 179 Artículo 40.7 ET. 180 Artículo 10.1 Ley 40/2003, de 18 de noviembre, de protección a las familias numerosas. 181 Artículo 40.3 ET 174 59 Los representantes legales de los trabajadores tendrá derecho a ser informado y consultado sobre la situación y estructura del empleo en la empresa o en el centro de trabajo, así como a ser informado trimestralmente sobre la evolución probable del mismo, incluyendo la consulta cuando se prevean cambios al respecto. Asimismo, tendrán derecho a ser informado y consultado sobre todas las decisiones de la empresa que pudieran provocar cambios relevantes en cuanto a la organización del trabajo y a los contratos de trabajo en la empresa. Igualmente tendrán derecho a ser informado y consultado sobre la adopción de eventuales medidas preventivas, especialmente en caso de riesgo para el empleo. Tendrán derecho a emitir informe, con carácter previo a la ejecución por parte del empresario de las decisiones adoptadas por este, sobre las siguientes cuestiones: el traslado total o parcial de las instalaciones182. 2.8. El desplazamiento. 2.8.1. Concepto. Por razones económicas, técnicas, organizativas o de producción, o bien por contrataciones referidas a la actividad empresarial, la empresa podrá efectuar desplazamientos temporales de sus trabajadores que exijan que estos residan en población distinta de la de su domicilio habitual, abonando, además de los salarios, los gastos de viajes y las dietas. Notas caracterizadoras del desplazamiento: -Supone cambio de centro de trabajo que exija que los trabajadores residan en población distinta de la de su domicilio habitual. -El cambio ha de ser temporal. -Se presume que a partir de los doce meses en un período de tres años, los desplazamientos devienen en traslado. -Excepcionalidad del desplazamiento, ya que en el caso de la habitualidad del mismo por razón del contenido de la prestación laboral, deberíamos estar ante las previsiones contenidas en el artículo 40.1 ET para el traslado, en los casos de haber sido contratado el trabajador específicamente para prestar sus servicios en empresas con centros de trabajo móviles o itinerantes. Es decir, cuando el contenido ordinario de la obligación laboral consista precisamente en desplazarse, no puede hablarse propiamente de cambio de centro de trabajo, utilizando para justificarlo la ficción jurídica de la extensión del centro de trabajo o la presencia de un centro de trabajo itinerante. 182 Artículo 64.5.c) ET. 60 -Los desplazamientos cuya duración en un periodo de tres años exceda de doce meses tendrán, a todos los efectos, el tratamiento previsto en esta ley para los traslados. 2.8.2. Vías de adopción. El procedimiento para llevar a cabo el desplazamiento es único a diferencia del traslado. El trabajador o los trabajadores afectados deberán ser informados con antelación suficiente a la fecha de su efectividad, que no podrá ser inferior a cinco días laborables en el caso de desplazamientos de duración superior a tres meses183. De donde se desprende que para desplazamiento de duración inferior a tres meses, no se existe plazo alguno de preaviso mínimo, recurriendo la doctrina judicial a aplicar criterios de proporcionalidad de la medida, tales como la distancia de la localidad donde se efectúa el traslado. Además y a pesar de la falta de regulación procedimental, es conveniente que el empresario informe al trabajador en cualquier caso por escrito, en el que se debiera hacer constar a los efectos probatorios futuros, la causa o las causas de la medida, la fecha de efectividad del desplazamiento y el tiempo de duración del mismo, y siempre que fuera posible, al menos su duración estimada. 2.8.3. Información al trabajador y derechos inherentes a su ejecución por el empresario: permisos, compensación de gastos y dietas. El trabajador deberá ser informado del desplazamiento con una antelación suficiente a la fecha de su efectividad, que no podrá ser inferior a cinco días laborables en el caso de desplazamientos de duración superior a tres meses; en este último supuesto, el trabajador tendrá derecho a un permiso de cuatro días laborables en su domicilio de origen por cada tres meses de desplazamiento, sin computar como tales los de viaje, cuyos gastos correrán a cargo del empresario184. 2.8.4. Decisiones y acciones judiciales frente a la decisión del empresario. Contra la orden de desplazamiento, sin perjuicio de su ejecutividad, podrá recurrir el trabajador en los mismos términos previstos que para los traslados185. El trabajador cuenta con las siguientes opciones: acatar la decisión del empresario; solicitar la extinción judicial del contrato de trabajo cuando el desplazamiento suponga un 183 Artículo 40.6 ET. Artículo 40.6 ET. 185 Artículo 40.6 ET en relación con el artículo 40.1 ET. 184 61 menoscabo a la dignidad del trabajador; impugnación judicial de la decisión empresarial de desplazamiento. 2.8.4.1. Acato de la decisión de desplazamiento por el trabajador y derechos inherentes al desplazamiento. El trabajador tendrá derecho al abono, además de los salarios, los gastos de viaje y las dietas, amén de a un permiso de cuatro días laborables en su domicilio de origen por cada tres meses de desplazamiento, sin computar como tales los de viaje, cuyos gastos correrán a cargo del empresario186. 2.8.4.2. La rescisión indemnizada del contrato a instancias del trabajador. El caso ahora objeto de análisis se refiere a la decisión del trabajador de rescindir el contrato de trabajo con derecho a indemnización, valiendo aquí todo lo allí dicho (2.7.4.2.2. La rescisión indemnizada del contrato a instancias del trabajador). 2.8.4.3. Acciones judiciales frente a la decisión del empresario. 2.8.4.3.1. Extinción de la relación laboral por menoscabo de la dignidad del trabajador. El trabajador puede solicitar la extinción del contrato al amparo de lo dispuesto en el artículo 50.1.a ET187 y recibir la indemnización correspondiente para el despido improcedente en los dos siguientes supuestos: que el traslado a instancias del empresario sea formalizado con omisión del procedimiento legalmente dispuesto 188 y que la decisión de traslado redunde en un menoscabo de la dignidad del trabajador afectado por la decisión empresarial, valiendo aquí todo lo allí dicho (2.7.4.2.3. Extinción judicial del contrato por menoscabo de la dignidad del trabajador). 186 Artículo 40.6 ET. Extinción por voluntad del trabajador. Serán causas justas para que el trabajador pueda solicitar la extinción del contrato: a) Las modificaciones sustanciales en las condiciones de trabajo llevadas a cabo sin respetar lo previsto en el artículo 41 y que redunden en menoscabo de la dignidad del trabajador. 188 El artículo 41.7 ET establece que en materia de traslados se estará a lo dispuesto en las normas específicas establecidas en el artículo 40 ET, reguladora de la movilidad geográfica. 187 62 2.8.4.3.2. Impugnación judicial de la decisión empresarial. La decisión impugnatoria del desplazamiento por el trabajador, con independencia de la inmediata ejecutividad de la decisión empresarial, se llevará a cabo a través de la modalidad procesal de movilidad geográfica y modificación sustancial de las condiciones de trabajo prevista en el artículo 138 LJS. El trabajador podrá oponerse a la orden de desplazamiento en vía judicial, en los mismos términos previstos para los traslados individuales, valiendo aquí todo lo allí dicho (2.7.3.1.2. Impugnación judicial de la decisión empresarial: declaración judicial de la justificación o injustificación de la decisión del traslado). 2.8.4.3.3. Impugnación judicial por la modalidad procesal de conflicto colectivo. Contra la decisión empresarial en materia de desplazamiento que afecte a un grupo genérico de trabajadores, podrán reclamar los representantes legales de los trabajadores a través de la modalidad procesal de conflicto colectivo, sin perjuicio que los trabajadores afectados por el desplazamiento ejerciten la acción individual, valiendo aquí todo lo allí dicho (2.7.4.2.4.2. Impugnación judicial por la modalidad de conflicto colectivo). 2.8.5. Derechos de permanencia legal y por mor del convenio colectivo en los casos de desplazamientos. Los representantes legales de los trabajadores tendrán prioridad de permanencia en los puestos de trabajo a que se refiere este artículo. Mediante convenio colectivo o acuerdo alcanzado durante el periodo de consultas, se podrán establecer prioridades de permanencia a favor de trabajadores de otros colectivos, tales como trabajadores con cargas familiares, mayores de determinada edad o personas con discapacidad, valiendo aquí todo lo allí dicho (2.6.1. Derecho a la prioridad de permanencia de los representantes de los trabajadores). 2.9. Movilidad intercentros no constitutiva de traslados. Cuando la modificación por movilidad operada en virtud de la decisión empresarial no suponga un cambio de residencia estamos ante supuestos comprensivos 63 del llamado “ius variandi”, o de ejercicio del poder de dirección189. Habitualmente van a ser dos los casos contemplados: en primer lugar que el trabajador se traslade a prestar servicios a otro centro de trabajo de la empresa situado en distinta localidad, continuando viviendo en la misma localidad en la que residía, porque así lo acordaron las dos partes y como segunda opción, que concurriendo en la prestación de servicios en el nuevo centro de trabajo condiciones más gravosas, no se justifique razonablemente el cambio de residencia. Pero, puede ser que la movilidad geográfica se convierta en modificación sustancial de las condiciones de trabajo, cuando los representantes de los trabajadores acuerdan con el empresario no cambiar de residencia y que se les abone una indemnización, bien a tanto alzado y por una sola vez, bien una cantidad que se incorpora al salario del trabajador mensualmente, habitualmente una cantidad expresiva del trayecto de la ida y vuelta al trabajo y que se devenga en función de los días al mes que realiza el trayecto190. Por lo tanto, será comprensivo del poder de dirección del empresario, todos aquellos supuestos, dadas las circunstancias concurrentes en relación con la ubicación o localización del nuevo centro de trabajo, que razonablemente no exijan para la realización de la prestación laboral, un cambio de residencia, a pesar de la posibilidad de que la modificación operada de centro de trabajo, exija la inversión de mayor tiempo o que el trayecto sea más gravoso económicamente para el trabajador. En estos dos supuestos, existe la obligación para el empresario de compensar económicamente al trabajador, de tal modo que se resarza por el empresario al trabajador la mayor onerosidad que le supone a este llevar a cabo el trabajo191. El fundamento jurídico de lo prevenido se encuentra en el equilibrio de las prestaciones de las partes firmante del contrato de trabajo. Habiéndose roto el equilibrio inicial existente en el momento de la formalización del contrato, se exige el restablecimiento del equilibrio de las prestaciones inicialmente pactadas. Su apoyatura jurisprudencial192 encuentra cobijo en los artículos 1256 CC, 1091 CC y 1101 CC. Lo que viene a proponer es el reequilibrio de las prestaciones, mediante la indemnización de daños y perjuicios, reparando la lesión inferida por la decisión del empresario al trabajador, siempre que quede acreditada la responsabilidad que resulte del curso normal de las cosas y de las circunstancias económicas del caso concreto193. Recapitulando. 189 STS 19 de febrero de 1990, que venía a decir que en el caso planteado ni existía movilidad geográfica, no modificación sustancial de la condiciones de trabajo. 190 STSJ Madrid 26 de enero de 1995, que vino a indicar la adecuación de procedimiento en la utilización de la vía del artículo 41 ET y no la del artículo 40 ET. 191 STSJ Cataluña 25 de marzo de 1995. 192 STS 1 de junio de 1992. 193 STS 15 de junio de 2010. 64 Uno de los objetivos pretendidos por las diferentes leyes que se han promulgado desde 2010 y que han ido conformando el actual Estatuto de los Trabajadores, ha sido la búsqueda de una mayor flexibilidad interna en las empresas. Ello debido a la excesiva rigidez del mercado de trabajo, como una de las causas de la destrucción de empleo habido durante la crisis. La flexibilidad se ha dispuesto a través de la regulación de un conjunto de medidas y procedimientos que permiten modificar las condiciones en las que vinieran prestando su trabajo los trabajadores, a instancia de la empresa, como gestor del factor trabajo. Las medidas referidas afectan a las condiciones de trabajo acordadas entre empresario y trabajador en el contrato de trabajo, o bien a través de pactos, acuerdos colectivos o decisiones unilaterales del empresario de efectos colectivos. La sucesión ininterrumpida de reformas que se inician en 2010, han tenido una incidencia importante en el régimen jurídico de la llamada “modificación sustancial de las condiciones de trabajo” reguladas en el artículo 41 ET. Es decir, se posibilita la modificación unilateral por parte del empresario de las condiciones inicialmente pactadas en el contrato de trabajo o aquellas existentes en cada momento y que se han ido incorporando al contrato con el devenir del tiempo. Empresario y trabajador son las partes firmantes del contrato de trabajo. Contrato que tiene carácter sinalagmático y tracto sucesivo. Las partes firmantes tienen libertad para pactar las condiciones en las que se vayan a desarrollar la prestación de trabajo. Pero el devenir del tiempo tiene importancia en el desarrollo de la prestación de trabajo. De tal forma que un cambio en las circunstancias existentes o previstas en el momento de la contratación, inicial o posterior, pueden llevar en un momento determinado a hacer imposible total o parcialmente, el cumplimiento de las prestaciones objeto del contrato. Imposibilidad que puede residenciarse en cualquiera de las dos partes del contrato o en una de ellas, pudiendo ello reconducirse a través de una modificación de las condiciones pactadas. La propia norma prevé que aún justificada la modificación, cuando esta incida en una serie de materias especialmente sensibles para el trabajador, se justifica una rescisión unilateral del contrato, con derecho a indemnización por el trabajador. La facultad que ahora se otorga al empresario en virtud del artículo 41 ET, significa que el ámbito de actuación del “ius variandi”, supone posibilidades de gestión del factor trabajo, que se consideran “a causales” y aquellas que tienen la consideración de “causales”. Estas últimas son las que contemplan el artículo 41 ET y en atención precisamente a dicho carácter sustancial, se les exige determinados requisitos y procedimiento. El Capítulo III de la Ley 3/2012, de 6 de julio, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral, agrupa diversas medidas para favorecer la flexibilidad interna en las empresas como alternativa a la destrucción de empleo. De tal forma que las empresas pueden hacer frente a las oscilaciones de la demanda recurriendo a mecanismos diferentes al despido, que preserven el capital humano de la empresa, tales como reducciones temporales de salario o de jornada. Este tipo de ajuste ha sido relevante en los países de nuestro entorno, lo que se ha traducido en una menor destrucción de empleo. 65 El conjunto de medidas formuladas tienen como objetivo fortalecer los mecanismos de adaptación de las condiciones de trabajo a las circunstancias concretas que atraviese la empresa. Han sido varias las reformas que se abordan. En primer lugar, el sistema de clasificación profesional pasa a tener como única referencia el grupo profesional con el objetivo de sortear la rigidez de la noción de categoría profesional y hacer de la movilidad funcional ordinaria un mecanismo de adaptación más viable y eficaz. En segundo lugar, se simplifica la distinción entre modificaciones sustanciales individuales y colectivas, se incluye la modificación sustancial de funciones y de estructura y cuantía salarial como causa de extinción voluntaria del contrato de trabajo con derecho a indemnización y la modificación de condiciones de trabajo recogidas en convenio colectivo estatutario, se reconduce a lo dispuesto en el artículo 82.3 ET. Trataremos ahora como objeto del análisis para que el empresario proceda al ajuste interno, sólo las llamadas modificación sustanciales de las condiciones del trabajo. En el procedimiento del artículo 41 ET, se parte siempre de una decisión unilateral del empresario, que es el legitimado según el mismo a introducir los cambios, circunscritos estos a las llamadas condiciones sustanciales de trabajo. Por lo que quedaría fuera del ámbito de aplicación del referido artículo 41 ET, las modificaciones sustanciales acordadas entre las partes, amén de las modificaciones sustanciales que operan por mor de un cambio legislativo. Sin embargo, el artículo 41 ET establece ciertas limitaciones, algunas de las mismas de configuración jurisprudencial desde hace tiempo y que ahora en aras a la seguridad jurídica han sido introducidas en el propio articulado. Me refiero a imposibilidad de acordar modificaciones sustanciales en virtud de acuerdo entre trabajador y el empresario, cuando dicha condición de trabajo, aparece recogida en el convenio colectivo. Tampoco es posible por la vía del artículo 41 ET, modificar el contrato de trabajo a tiempo completo por otro a tiempo parcial, lo que aparece prevenido en el artículo 12.4.e) ET, que dispone que “la conversión de un trabajo a tiempo completo en un trabajo a tiempo parcial y viceversa tendrá siempre carácter voluntario para el trabajador y no se podrá imponer de forma unilateral o como consecuencia de una modificación sustancial de las condiciones de trabajo” al amparo de lo dispuesto en el artículo 41.1.a). De igual forma no es posible la modificación del régimen contractual por la vía del artículo 41 ET. La segunda de las instituciones objeto de análisis es la movilidad geográfica. El concepto de movilidad geográfica abarca todos los cambios de lugar de trabajo que puedan producirse, ya sea dentro del mismo centro o de un centro a otro, tengan carácter transitorio o definitivo, se produzcan a iniciativa de una de las partes o por acuerdo entre ambas, ya sean sus causas inherentes a la marcha de la empresa, ajenas a ella o imputables al trabajador. Sin embargo, cuando hablamos de movilidad geográfica en los términos dispuesto en el ET, es aquella que exige cambios de residencia. Es decir, el cambio a un lugar de trabajo distinto del habitual, considerándose lugar de trabajo tanto el puesto de trabajo como el centro de trabajo donde se presta la actividad laboral. Existen pues diferentes tipos de movilidad geográfica. A iniciativa del empresario y a iniciativa del trabajador. La movilidad geográfica que regula el artículo 66 40 ET es la denominada movilidad geográfica sustancial, que supone cambio de residencia del domicilio habitual del trabajador. Nada que ver por tanto, con la movilidad geográfica accidental, que no conlleva cambio de residencia. Ni tampoco, la movilidad geográfica prevista como sanción disciplinaria, que aparece recogida en algunos convenios colectivos. La movilidad geográfica que regula el artículo 40 ET, considerada a todos los efectos como modificación sustancial de las condiciones de trabajo en el artículo 41.7 ET, conforma un especial régimen jurídico regulado en aquel, por remisión de éste, cuando advierte que “en materia de traslados se estará a lo dispuesto en las normas específicas establecidas en el artículo 40 ET”. La movilidad geográfica referida en el artículo 40 ET es la movilidad forzosa producida por voluntad unilateral del empresario, excluida por lo tanto la que es derivada del mutuo acuerdo entre las partes o a iniciativa del trabajador, exceptuándose ahora los supuestos contemplados en el artículo 40.3 ET, que son redactados como derechos del trabajador, en los casos y con las circunstancias recogidos en el mismo. La movilidad geográfica contemplada en el artículo 40 ET a instancia del empresario, es la basada en causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, excluyéndose por lo tanto la movilidad geográfica basada en causas disciplinarias. La movilidad geográfica resuelta en el artículo 40 ET, exige en cualquier caso que el cambio de centro de trabajo, conlleve un cambio en la residencia del trabajador. No integran la institución de la movilidad geográfica ahora contemplada, los simples cambios de puesto de trabajo dentro del centro de trabajo y el cambio de centro de trabajo que no exige cambio de residencia del trabajador. Atendiendo al tiempo de efectos de la movilidad geográfica contemplada en el artículo 40 ET, se distinguen dos supuestos, que responden a dos denominaciones distintas, cada una de las cuales, con su especial régimen jurídico: la movilidad geográfica temporal o desplazamientos temporales cuya duración en un periodo de tres años no excedan de doce meses y la movilidad geográfica permanente, llamada traslados, de duración indefinida o superior a doce meses en un periodo de tres años. Decíamos anteriormente que la movilidad podía ser contemplada también a instancia del trabajador, que por las circunstancias que fueren estuviera interesado en ello, en cuyo caso no le es de aplicación el artículo 40 ET. Sin embargo, los artículos 40.3 ET, 40.3 bis ET y 40.3 ter ET contemplan tres supuestos de movilidad geográfica, que deben ser contempladas desde la óptica de los derechos del trabajador que se encuentra en alguna de las situaciones contempladas en el mismo y que por consiguiente obligan al empresario: 1. sí por traslado uno de los cónyuges cambia de residencia, el otro, si fuera trabajador de la misma empresa, tendrá derecho al traslado a la misma localidad, si hubiera puesto de trabajo; 2. Los trabajadores que tengan la consideración de víctimas de violencia de género o de víctimas del terrorismo que se vean obligados a abandonar el puesto de trabajo en la localidad donde venían prestando sus servicios, para hacer efectiva su protección o su derecho a la asistencia social integral, tendrán derecho preferente a ocupar otro puesto de trabajo, del mismo grupo profesional o categoría equivalente, que la empresa tenga vacante en cualquier otro de 67 sus centros de trabajo; 3. Para hacer efectivo su derecho de protección a la salud, los trabajadores con discapacidad que acrediten la necesidad de recibir fuera de su localidad un tratamiento de rehabilitación, físico o psicológico relacionado con su discapacidad, tendrán derecho preferente a ocupar otro puesto de trabajo, del mismo grupo profesional, que la empresa tuviera vacante en otro de sus centros de trabajo en una localidad en que sea más accesible dicho tratamiento. A modo de síntesis y con carácter general, para poder hablar de movilidad geográfica, los tribunales exigen la necesidad de un cambio de residencia, analizando para cada caso concreto cuando procede éste, además de los siguientes factores: 1. Distancia entre el nuevo centro de trabajo y el antiguo si supera o no los 30 kilómetros; 2. Tiempo de desplazamiento al centro de trabajo: analizando si es superior o inferior al 25% de la jornada laboral; 3. Costes del desplazamiento, para comprobar si son superiores al 20% del salario. El traslado exige que la decisión empresarial de movilidad geográfica suponga el cambio para el trabajador, consistente en el puesto de trabajo que venía ocupando con carácter permanente en un concreto centro de trabajo de la empresa, a otro centro de trabajo de la misma empresa que a su vez exija un cambio de residencia. Dicho de otra forma, el empresario puede decidir trasladar al trabajador, que no haya sido contratado expresamente para prestar su actividad laboral en centros de trabajo móviles o itinerantes, a un centro de trabajo de la empresa distinto que exija cambio de residencia, cuando acredite para ello razones económicas técnicas, organizativas o de producción que lo justifiquen, ciñéndose al procedimiento legalmente previsto para ello. El traslado será de carácter individual cuando en un período de noventa días, no supere un determinado número de trabajadores afectados: a) Diez trabajadores, en las empresas que ocupen menos de cien trabajadores; b) El diez por ciento del número de trabajadores de la empresa en aquellas que ocupen entre cien y trescientos trabajadores; c) Treinta trabajadores en las empresas que ocupen más de trescientos trabajadores, o cuando aun afectando a la totalidad de los trabajadores que componen la plantilla del centro de trabajo, éste ocupe a cinco o menos trabajadores. El traslado tendrá la consideración de colectivo cuando afecta a la totalidad de los trabajadores que componen la plantilla del centro de trabajo, siempre que esta esté compuesta por más de cinco trabajadores o cuando sin afectar a la totalidad de la plantilla del centro de trabajo, en un período de noventa días se vean afectados trabajadores por la decisión modificativa: a) Diez trabajadores, en las empresas que ocupen menos de cien trabajadores; b) El diez por ciento del número de trabajadores de la empresa en aquellas que ocupen entre cien y trescientos trabajadores; c) Treinta trabajadores en las empresas que ocupen más de trescientos trabajadores. El desplazamiento es la otra institución comprensiva de la llamada movilidad geográfica del artículo 40 ET. Por razones económicas, técnicas, organizativas o de producción, o bien por contrataciones referidas a la actividad empresarial, la empresa podrá efectuar desplazamientos temporales de sus trabajadores que exijan que estos residan en población distinta de la de su domicilio habitual, abonando, además de los salarios, los gastos de viajes y las dietas. Ahora bien, cuando el contenido ordinario de la obligación laboral consista precisamente en desplazarse, no puede hablarse 68 propiamente de cambio de centro de trabajo, utilizando para justificarlo la ficción jurídica de la extensión del centro de trabajo o la presencia de un centro de trabajo itinerante. Los desplazamientos cuya duración en un periodo de tres años exceda de doce meses tendrán, a todos los efectos, el tratamiento previsto en esta ley para los traslados. Por último analizamos la llamada movilidad intercentros no constitutiva de traslado, cuando la modificación por movilidad operada en virtud de la decisión empresarial no suponga un cambio de residencia, estamos ante supuestos comprensivos del llamado “ius variandi”, o de ejercicio del poder de dirección. Habitualmente van a ser dos los casos contemplados: 1. El trabajador se traslade a prestar servicios a otro centro de trabajo de la empresa situado en distinta localidad, continuando viviendo en la misma localidad en la que residía, porque así lo acordaron las dos partes; 2. Concurriendo en la prestación de servicios en el nuevo centro de trabajo condiciones más gravosas, y a pesar de ello no se justifique razonablemente el cambio de residencia. Sin embargo, puede ser que la movilidad geográfica se convierta en modificación sustancial de las condiciones de trabajo, cuando los representantes de los trabajadores acuerdan con el empresario no cambiar de residencia y que se les abone una indemnización, bien a tanto alzado y por una sola vez, bien una cantidad que se incorpora al salario del trabajador mensualmente, habitualmente una cantidad expresiva del trayecto de la ida y vuelta al trabajo y que se devenga en función de los días al mes que realiza el trayecto. Índices Libro IV........................................................................................................................................ 1 Técnicas de gestión del factor trabajo tendentes a favorecer la flexibilidad interna en las empresas como alternativa a la destrucción de empleo: la modificación sustancial de las condiciones de trabajo y la movilidad geográfica..................................................................... 1 1. La modificación sustancial de las condiciones de trabajo. .............................................. 3 1.1. Introducción.................................................................................................................. 3 1.2. Opciones legales de iniciativa empresarial y las que no lo son. ................................ 4 1.3. Límites a las decisiones unilaterales empresariales: los artículos 41 y 82 ET. ........ 7 1.4. Carácter sustancial de la modificación de las condiciones de trabajo. .................... 8 69 1.5. Modificación de condiciones individuales y colectivas. ........................................... 11 1.6 Las causas de la modificación sustancial de las condiciones de trabajo. ................ 13 1.7 El procedimiento: diferente tipología en función de su consideración individual o colectivo. ............................................................................................................................. 15 1.7.1 Modificación sustancial de condiciones de trabajo de carácter individual. .... 16 1.7.1.1 Inicio del procedimiento a instancia del empresario: notificación de la decisión. ...................................................................................................................... 17 1.7.1.2 Intervención del trabajador: diferentes posibilidades. .................................. 18 A. El trabajador opta por extinguir el contrato con sujeción a indemnización. .. 18 B. El trabajador opta por recurrir ante el juzgado de lo social la decisión empresarial, cuando muestre su disconformidad con la decisión adoptada por el empresario, no habiendo optado por la rescisión de su contrato. Declaración judicial del carácter justificado o injustificado de la decisión empresarial. ....... 19 1.7.2 Modificación sustancial de condiciones de trabajo de carácter colectivo. ..... 21 1.7.2.1. Inicio del procedimiento a instancia del empresario: notificación de la decisión y plazo de constitución de la comisión negociadora. .................................. 21 1.7.2.2 El contenido de la consulta y las alternativas al periodo de consulta. ......... 22 1.7.2.3 Constitución de la comisión negociadora: las diferentes opciones. ........... 24 2. La movilidad geográfica. .................................................................................................. 24 2.1. Introducción................................................................................................................ 24 2.1 El cambio del lugar de trabajo, sustrato de la movilidad geográfica: el cambio de residencia. .......................................................................................................................... 26 2.2. Cambio de lugar de trabajo que no conlleva cambio de residencia: movilidad geográfica impropia o no sustancial. ............................................................................... 29 2.3. Los diferentes supuestos de movilidad geográfica a instancias del empresario. .. 30 2.4. La movilidad geográfica y el desplazamiento en el marco de una prestación de servicios transnacionales en el Espacio Económico Europeo. ....................................... 31 2.5. Las causas acreditativas del traslado y del desplazamiento. .................................. 33 2.6. Especiales derechos de preferencias: a permanecer en el centro de trabajo y a moverse en determinadas circunstancias. ....................................................................... 34 2.6.1. Derecho a la prioridad de permanencia de los representantes de los trabajadores. .................................................................................................................. 34 2.6.2. Derecho a la prioridad de permanencia de “otros trabajadores” con cargas familiares, mayores de determinada edad o personas con discapacidad. ................ 34 2.6.3. El derecho al traslado del cónyuge cuando el otro es trasladado.................... 35 2.6.4. Derecho preferente a la movilidad geográfica en los casos de víctimas de violencia de género, víctimas de terrorismo. ............................................................... 36 2.6.5 Derecho preferente a la movilidad geográfica en los casos de determinados trabajadores con discapacidad. .................................................................................... 36 2.7. El traslado. .................................................................................................................. 37 70 2.7.1. Concepto............................................................................................................... 37 2.7.2. Tipología: individual y colectivo. ....................................................................... 37 2.7.3. El traslado individual. ......................................................................................... 38 2.7.3.1. Las diferentes opciones del trabajador. ........................................................ 39 2.7.3.1.1. Acuerdo compensado o rescisión indemnizada del contrato. ............... 39 2.7.3.1.2. Impugnación judicial de la decisión empresarial: declaración judicial de la justificación o injustificación de la decisión del traslado. ........................... 40 2.7.4. El traslado colectivo. ........................................................................................... 43 2.7.4.1. Procedimiento: especial referencia al período de consultas. ....................... 44 2.7.4.2. El deber empresarial de información. .......................................................... 46 2.7.4.2.1. Constitución de la comisión negociadora. La intervención de las secciones sindicales. ............................................................................................... 47 2.7.4.2.2. Una alternativa a la constitución de la comisión negociadora: el procedimiento de mediación o arbitraje. ............................................................... 49 2.7.4.2.3. Terminación del período de consultas. La decisión inmediatamente ejecutiva del empresario que persiste en el traslado. La notificación por el empresario a los trabajadores afectados. ............................................................... 50 2.7.4.3. Diferentes opciones y acciones frente a la decisión empresarial. ................ 50 2.7.4.3.1. Acuerdo compensado.............................................................................. 51 2.7.4.3.2. La rescisión indemnizada del contrato a instancias del trabajador. .... 52 2.7.4.3.3. Extinción judicial del contrato por menoscabo de la dignidad del trabajador................................................................................................................ 52 2.7.4.3.4. Los diferentes medios impugnatorios de la decisión empresarial: la impugnación individual y la vía impugnatoria de conflicto colectivo. ................. 54 2.7.4.3.4.1. Impugnación judicial individual de la decisión empresarial: declaración judicial de la justificación o injustificación de la decisión del traslado. .............................................................................................................. 54 2.7.4.3.4.2. Impugnación judicial por la modalidad de conflicto colectivo. .. 57 2.7.4.4. Derecho de permanencia de los representantes de los trabajadores y otros colectivos y derecho a la recepción de determinada información sobre la decisión de traslado. ...................................................................................................................... 59 2.8. El desplazamiento....................................................................................................... 60 2.8.1. Concepto............................................................................................................... 60 2.8.2. Vías de adopción. ................................................................................................. 61 2.8.3. Información al trabajador y derechos inherentes a su ejecución por el empresario: permisos, compensación de gastos y dietas............................................ 61 2.8.4. Decisiones y acciones judiciales frente a la decisión del empresario. ............. 61 2.8.4.1. Acato de la decisión de desplazamiento por el trabajador y derechos inherentes al desplazamiento. .................................................................................... 62 2.8.4.2. La rescisión indemnizada del contrato a instancias del trabajador. ........... 62 71 2.8.4.3. Acciones judiciales frente a la decisión del empresario. .............................. 62 2.8.4.3.1. Extinción de la relación laboral por menoscabo de la dignidad del trabajador................................................................................................................ 62 2.8.4.3.2. Impugnación judicial de la decisión empresarial. ................................ 63 2.8.4.3.3. Impugnación judicial por la modalidad procesal de conflicto colectivo. ................................................................................................................................. 63 2.8.5. Derechos de permanencia legal y por mor del convenio colectivo en los casos de desplazamientos. ....................................................................................................... 63 2.9. Movilidad intercentros no constitutiva de traslados. .............................................. 63 Recapitulando. ....................................................................................................................... 64 72