`Iudithis Tragoedia Tertia`. - Universidad Autónoma de Madrid

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Universidad Autónoma de Madrid
Departamento de Filología Clásica
Máster interuniversitario en Filología Clásica
LA IUDITHIS TRAGOEDIA TERTIA:
ESTUDIO Y EDICIÓN DE UNA TRAGEDIA JESUÍTICA EN EL MS. 383 DE
LA “COLECCIÓN DE CORTES” DE LA REAL ACADEMIA DE LA
HISTORIA.
por
Eduardo Fernández Guerrero
Tutor académico: Prof. Dr. D. Ángel Sierra de Cózar
Vº Bº del Tutor: …………………
Fecha de defensa: 11 de octubre de 2013
Calificación: ……………..
Eduardo Fernández Guerrero.
Máster en Filología Clásica.
UAM, septiembre de 2013.
Divae Iuliae.
-2-
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
1. PREÁMBULO……….…………………….…………………….………..………...p. 5
2. INTRODUCCIÓN
2.1 Introducción al teatro escolar jesuita………….……….……….………… p. 6
2.2 La Iudithis Tragoedia Tertia………………………………………….....… p. 12
3. EL MANUSCRITO.
3.1 Origen y ubicación actual…………….…………………….………….… p.15
3.2 Descripción codicológica …………………….…………………….……… p.15
4. EL TEXTO.
4.1 Premisas de edición………………….…………………….……………….. p.18
4.2 Texto de la Iudithis …………….………………….…………………….… p.19
4.3 Análisis y comentario métrico…………………….…………………….… p.58
4.4 Comentario lingüístico y literario…………………….………………….p. 60
5. EL AUTOR
5.1 ¿José de Guimerá?: hacia una biografía y obra ……………………p. 73
6. CONCLUSIONES…………………………………………………………………p. 76
7. BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………p. 77
7.1 Anexos documentales……………………………………………………….p. 81
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Eduardo Fernández Guerrero.
Máster en Filología Clásica.
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UAM, septiembre de 2013.
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
1.
PREÁMBULO
El objetivo básico de este trabajo es ofrecer a los investigadores y estudiosos
del teatro la primera edición de la tragedia Iudithis, obra de un jesuita anónimo,
escrita en latín y contenida en el manuscrito 383 de la llamada “Colección de Cortes”
de la Real Academia de la Historia, conocido por recoger las obras dramáticas y
paradramáticas del también jesuita Pedro Pablo de Acevedo. Esta edición se enmarca
dentro del proyecto sobre teatro escolar latino en los colegios jesuitas de España
iniciado hace más de 20 años en este Departamento, desarrollado por un grupo de
investigadores del área de Filología Latína primero bajo la dirección de Vicente
Picón García, y recientemente bajo la de Ángel Sierra Cózar, a quien debo la
propuesta de este trabajo y que me facilitó el acceso a la obra1. En la estela del
mencionado grupo, han aparecido otros proyectos dedicados al teatro jesuita en
nuestro país2 que siguen contribuyendo a remediar una laguna cuya verdadera
dimensión puede apreciarse en el ya canónico libro de Justo García Soriano El teatro
universitario y humanístico en España. Por último, un ejemplo más de estos
esfuerzos es la creación en el año 2002 de TeatrEsco, una revista científica
disponible en red dedicada al antiguo teatro escolar con numerosos artículos
dedicados al teatro jesuita en latín así como a su influencia en la formación y
desarrollo del teatro aúreo español. La edición de este texto y el intento de responder
a algunos de los interrogantes que planteaba nos ha obligado a a adentrarnos en otros
campos como la historia de la literatura, la investigación archivística o la paleografía,
para comparar la Iudithis con otras obras de teatro europeo del s. XVI, buscar
información sobre su posible autor y analizar el códice en que se inserta la pieza,
trabajos de los cuales aquí sólo ofrecemos una parte, tanto por razones de tiempo
como de espacio.
No queremos terminar este preámbulo sin dedicar el debido agradecimiento a
algunas personas sin cuya colaboración este trabajo habría sido imposible: al
profesor Ángel Sierra, por la larga generosidad demostrada al compartir conmigo
numerosos materiales, reproducciones y resultados de su investigación; a la profesora
Carmen Gallardo, que nunca faltó cuando necesité más de lo que podía pedirle y que
no dudó en dedicar tiempo y trabajo a ayudarme con trámites y documentos en
infinitas ocasiones; a Mauro y el personal del Archivo Histórico de la Compañía de
Jesús en Roma (ARSI) por su inestimable ayuda en la localización de los documentos
sobre el autor de la obra que proponemos; a Ignacio Narváez, jesuita honoris causa,
1
Una primera aproximación a la obra fue presentada por el prof. Ángel Sierra en una comunicación
titulada “Tradición del teatro clásico en el teatro escolar latino del s. XVI II La Iudithis tragoedia, de
autor anónimo” en el III congreso internacional de humanismo y pervivencia del mundo clásico
celebrado en Alcañíz, 8 - 13 mayo de 2000.
2
“Teatro humanístico y escolar del siglo XVI: estudio, edición crítica y comentario de la producción
dramática de Hernando de Ávila, Juan de Cigorondo, Andrés Rodríguez y coetáneos de ultramar”
dirigido por el profesor Manuel Molina Sánchez (Universidad de Granada); “Catalogación y
bibliografía crítica del teatro español del siglo XVI”, dirigido por la profesora Mercedes de los Reyes
Peña (Universidad de Sevilla); así como “Los Jesuitas y el teatro en el Siglo de Oro” dirigido por el
profesor Jesús Menéndez Peláez (Universidad de Oviedo).
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Eduardo Fernández Guerrero.
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por su contagiosa alegría e inestimable ayuda en la localización de archivos de la
Orden en Roma y España y, finalmente, a Julia Abajo por su amable y atenta lectura
del original.
2.
INTRODUCCIÓN
2.1 Introducción al teatro escolar jesuita
Bajo el nombre de teatro escolar jesuita se denomina a un amplio conjunto de
formas dramáticas y paradramáticas cuya producción, tanto en latín como en
romance, se extiende lato sensu desde los primeros decenios tras la fundación de la
Compañía en 1540 hasta su disolución a finales del s. XVIII. Estas representaciones,
que podían tener lugar ante un público variado, compuesto de religiosos, autoridades
y habitantes de la zona o ante los propios miembros de la comunidad religiosa, se
remontan en su origen a espectáculos parateatrales relacionados con la vida
académica de los colegios (declamationes, disputationes, certamina, etc.) que muy
pronto llegaron a desarrollar un género en sí mismos. Éste comprendía, entre otros,
comedias, tragedias, diálogos y recitales que no solo sentarían las bases para nuestra
comedia aúrea sino que alcanzarían en el resto de Europa las cotas de las grandes
representaciones barrocas del s. XVII.
Nacidas como resultado del afán pedagógico de la orden, estas
representaciones teatrales de los colegios jesuitas están a medio camino entre el
teatro medieval y el teatro humanístico–universitario. Del primero heredarán su
procupación por el provecho espiritual del auditorio, que es (en sus primeras fases) la
razón principal de la representación. Así lo afirma uno de los primeros y mayores
exponentes del género en España, Pedro Pablo de Acevedo, en el prólogo de su
comedia Philautus3:
«El grande observador de aquesta arte
no me diga: “aquí faltó el decoro antiguo”
Mas túvose atención más al provecho,
poniendo delante las cosas de los ojos
que no servir el arte curiosamente»
Esta voluntad catequista exigía encubrir la doctrina y enseñanza bajo el aspecto
novedoso y entretenido de cualquier espectáculo. El tópico del dulce et utile,
convertido en la idea del sermón disfrazado, se encuentra por doquier en las primeras
3
PICÓN, V. (COORD.) et alii, Teatro escolar latino del s. XVI: la obra de Pedro Pablo de Acevedo S.I.,
vol. I, Madrid, 1997, p. 330
-6-
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
representaciones españolas: un ejemplo paradigmático puede leerse al final de la
tragedia Regnum Dei4:
«Lo que aquí con brebedad
habemos representado
es un sermón disfrazado.
La divina majestad
quiera que haya aprovechado.
De lo sancto y de lo justo
pocos gustan, si se da
sin salsa, porque ya está
estragado nuestro gusto
y apenas lo comerá.
La píldora azucarada
nos da el sabio boticario
que, para ser bien tomada,
le parece necesario
que vaya toda dorada»
Por otro lado, esta “píldora” iba acompañada con frecuencia de importantes
elementos alegóricos (no tan azucarados) herederos de la práctica escénica medieval,
como los personajes Fe o Temor, que servían para ahondar en la psicología de los
personajes y reforzar la expresión de sus pensamientos y sensaciones. También
subrayan el mensaje buscado y mantienen un gran nivel de seriedad dando dimensión
sobrenatural a conflictos trascendentales desde el punto de vista moral o religioso.5
También el teatro humanístico nacido a finales del s. XV, en las academias y
universidades (tanto católicas como, mediado el s. XVI, protestantes) tuvo un papel
muy importante como el antecesor más inmediato de estas representaciones además
de servir de modelo para muchas de las primeras obras que se representaron en los
colegios jesuitas6. Son, pues, las universidades y las academias las que inauguraron la
tradición de representar obras escolares escritas en latín por sus mismos profesores y
representadas por estudiantes en forma de ejercicios retóricos y literarios: un vistazo
a los nombres de muchas de las piezas conservadas dejan clara su naturaleza
escolar7. Este tipo de representaciones respondía también al deseo común del teatro
4
ALONSO ASENJO, J., La “Tragedia de San Hermenegildo” y otras obras del teatro español de
colegio, Valencia, 1995, pp. 16-17. Cfr. GALLARDO, C., “El teatro como predicación: la homilética del
Padre Acevedo” en Edad de Oro 16, 1997 , pp. 161-170
5
Cfr. el prólogo del Achabus de Miguel Venegas editado en MIRANDA, M., Miguel Venegas, a
Tragédia de Acab (1562) Lisboa, 2010, vv.1-4: “Mendax profundi spiritus Auerni incola / Tenebrica
excitatus ab sede euolo / Superas ad auras, et per irremeabile / Manifestus hominum nemini, euado
chaos”
6
Tal es el caso de la comedia titulada Euripus del franciscano Lewin Brecht, editada en 1549 en
Lovaina y representada en Córdoba en 1556 o el de la comedia Metanea del jesuita Pedro Pablo de
Acevedo, estrenada ese mismo año.
7
Por ejemplo, Dialogus in initio studiorum, Certamen litterarium sacris sollemnibus Christi corporis
celebrandis, Dialogus certaminis litterarii: cfr. MENÉNDEZ, J., “Los jesuitas y el teatro en el Siglo de
Oro: Repertorio de obras conservadas y de referencia” en Archivum: Revista de la Facultad de
Filología, Tomo 54-55, 2004-2005, passim.
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universitario y la pedagogía jesuita8 de lograr una formación integral del hombre que
comprendiera no sólo facultades como la oratoria, la memoria o la elegancia en la
elocutio, en la pronuntatio y la actio, que dfifícilmente podían ser mejor ejercitadas
que mediante la representación de piezas dramáticas, sino que persiguiera también lo
que Luis Gil denomina la “virtus litterata”9. Dentro de ese ideal educativo se
incluían temas y fragmentos procedentes del canon literario de la Antigüedad así
como sentencias y frases hechas comúnmente empleadas en las colecciones de
Adagia humanísticas como la de Erasmo.
En cualquier caso, debe tenerse presente la naturaleza amateur con que
empezaron estas representaciones: los autores eran generalmente los profesores de
gramática del colegio y los actores eran los mismos alumnos. Independientemente de
los condicionamientos de aquí derivados en lo que se refiere a número de personajes,
etc., estos espectáculos empezaron a enriquecerse notablemente mediante la gradual
introducción de intermedios musicales y de un fastuoso attrezzo que terminaron
conviertiendose en uno de los rasgos más señeros de esta práctica teatral. Ejemplo de
ello es la descripción que se hace de la representación de una tragedia en Ocaña10:
«Por principio de Julio se represento una tragedia […], con tanto apparato de seda y oro, y
otros ornamentos, que ponia admiration de donde se abian sacado tantos y tales adereços.»
Coexistían así representaciones de carácter más privado y destinadas al
ejercicio de los estudiantes con otras habidas en ocasiones más señaladas, como la
visita de personalidades distingüidas11 o solemnidades del calendario litúrgico. Estas
representaciones públicas granjeaban a los colegios jesuitas la fama necesaria para
convertirse muy pronto en los educadores católicos por excelencia12. En la misma
carta citada arriba, su autor escribe:
«Agrado mucho la grauedad y estilo de la tragedia, y fue tanto mas de ber, quanto los
estudiantes fueron mas pequeños y nobles; y fue alabada de todos, cresciendo el credito (por
dicho de muchos) de la Compañia en leer y enseñar a los niños, de donde se sigue que bienen
cada dia mas estudiantes, no solo del pueblo, mas tambien de lejos de aquí.»
Esta oposición entre elementos eruditos (imitación del teatro clásico
grecolatino de Terencio y Séneca) frente al carácter popular de las moralidades
medievales, las vidas de santos o las églogas, villancicos y danzas que se encuentran
8
Una introducción al tema de la pedagogía jesuita en su relación con el teatro puede verse en
GONZÁLEZ GUTIÉRREZ, C., El teatro escolar de los jesuitas (1555-1640). La tragedia de San
Hermenegildo. Oviedo, 1997, pp. 38-50.
9
GIL, L. (ED.), La cultura española en la Edad Moderna. Madrid, 2004, pp. 57-60
10
Carta del 7 de septiembre de 1561, Monumenta Historica Societatis Iesu vol. VII: Litterae
quadrimestres ex Hispania Romam missae , VII, p. 551.
11
Es el caso de la visita de Felipe II al colegio jesuita de San Hermenegildo en Sevilla en 1570 o las
representaciones que tuvieron lugar en la boda de Felipe III y Margarita de Austria en 1598. Cfr.
MCCABE, W., An Introduction to the Jesuit Théátre, St. Louis Institute of Jesuit Sources, 1983, p. 78
12
TANNER, M., Societas Jesu Apostolorum imitatrix : pars prima, Praga, 1694, p. 101.“Altera est
quod cum Sancta Synodus instituenda iuvenum seminaria censuisset, ad idoneos Ecclesiae ministros
formandos, iussissetque magistros illis et praeceptores aptissimos deligi, S. Congregatio interpretum
Tridentini mandavit ut si eo loci reperiantur Jesuitae, caeteris anteponantur.”
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La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
con frecuencia en las obras jesuitas se traduce asimismo en una pugna entre el latín y
el romance que finalmente acabará ganando este último. En este sentido, Juan
Bonifacio escribe en el prólogo a su comedia Margarita13:
«Va acompasado latín y romance de suerte que ni dexe de ser exercicio de letras ni sea
penoso para el que no fuere latino. »
Así, el carácter pastoral de las representaciones entraba en claro conflicto con
los necesarios elementos de diversión que hicieran de cada obra un entretenimiento
apto para un público (y actores) amateur. La exigencia de este sermón–espectáculo,
a la que el mismo Acevedo no quiere claudicar14 y que resulta especialmente
evidente en el caso de la comedia, acabaría siendo satisfecha hasta tal punto que el
padre Ledesma, prefecto de estudios en el Colegio Romano y autor del que sería el
germen de la Ratio studiorum, dedicó un apartado completo a la representación de
piezas dramáticas en el apartado De dialogis, comoediis seu tragoediis exhibendis.
Sus disposiciones permiten hacernos una idea ex contrario del verdadero tenor de, al
menos, algunas de las representaciones15:
“Fiant solum semel in anno ab externis in collegio nostro, aut ecclesia collegii nostri aut
theatro, si sit aliquando. […] Sint eiusmodi ut non solum nihil turpe aut indecens contineant
sed neque ullam eius suspicionem. Item non est satis sint rerum indiferentium, non malarum
aut honestarum, sed sint omnia pia, religiosa; et non solum quae non noceant moribus sed
quae vehementer fuerint et aedificent. Alioquin non exhibeantur. […] Neque nominent deos
aliquos aut deas, vel musas, Iuppiter… […] Nullae prorsus introducantur foeminae, neque
ullo modo foemineis ornentur vestimentis. Item apparatus non nimis exquisitus sed mediocris
et moderatus”
Todas estas prescripciones, ligeramente suavizadas en las posteriores
redacciones de la Ratio, fueron sistemáticamente omitidas con el pasar de los años
con la tácita aquiescencia de los padres provinciales, principales encargados de la
vigilancia de los colegios. Prueba de ello es la misma obra que editamos, una de las
primeras obras obras conservadas (la primera, el Acolastus de Guilielmus Gnapheus
adaptado por Acevedo data del año 1555 mientras que la primera noticia de la
Iudithis cita su representación en 1561) con dos personajes femeninos. Acerca de la
presencia de dioses y héroes mitológicos adaptados al contexto cristiano de las obras
puede citarse el caso del Lucifer furens (representado en 1563), donde Lucifer habita
el Tártaro e invoca a las Furias mientras que el oráculo de Delfos aparece asociado a
los profetas del Antiguo Testamento16.
La documentación histórica que se nos ha conservado para conocer la historia
de este género dramático es relativamente escasa en comparación con las noticias de
13
ALONSO ASENJO, J., op. cit. 1995, p. 29.
Acevedo se queja en repetidas ocasiones de las exigencias que imponían las representaciones
públicas: cfr. SIERRA, A. (ED.), Occasio en PICÓN, V. (COORD.), op. cit. 1997, p. 198: “spectante vulgo,
cuius nisi obiicias chlamides purpureas variis coloribus intextas […] mox obstrepere, exire foras
parant.”
15
Monumenta Paedagogica, II, s. II, p. I, cap. 20, p. 553. Citado por GONZÁLEZ GUITERREZ, C., op.
cit., p. 59, n. 121.
16
PICÓN, V. (COORD.), op. cit., 1997, p. 190.
14
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obras representadas que conservamos: la primera fuente son las llamadas litterae
quadrimestres, es decir, las cartas que cada cuatro meses remitían las casas y
colegios jesuitas al general de la orden en Roma, en las que se incluyen con
frecuencia alusiones o incluso descripciones de las representaciones habidas en los
colegios17. El resto de información18 debe buscarse en las propias obras conservadas,
generalmente manuscritas, donde se encuentran a veces datos relativos al lugar, fecha
y autoría de las piezas. Con estos documentos, y a falta de otros que pudieran
contemplar el panorama, puede afirmarse que los principales centros de producción
teatral jesuita en España son Castilla la Vieja y Andalucía, respectivamente
representadas por el trabajo de Juan Bonifacio y Pedro Pablo de Acevedo. Mención
aparte merece Plasencia, donde existía una notable tradición de teatro religioso
promovido por el cabildo de la ciudad y por donde pasaran algunos de los mejores
dramaturgos de la orden19 pero de la que apenas conservamos información.
Pese a que este género ha sido profusamente estudiado desde hace tiempo en el resto
de Europa20, el teatro escolar jesuita apenas había sido tenido en consideración en
España hasta hace poco más de 20 años. Entre las posibles causas está el juicio
emitido por Pascual de Gayangos y Enrique de Vedia a finales del siglo pasado,
quienes, tras examinar una treintena de obras, las definieron como una “mezcla
informe de los antiguos autos y de la comedia alegórica, y escritas para un auditorio
ilustrado que se complacía aún en oír en las tablas el idioma del Lacio” 21. Semejante
postura quedó rebatida poco más de treinta años después gracias al notable trabajo de
Justo García Soriano recogido en El teatro universitario y humanístico en España, y
considerado por derecho como pionero sobre estos estudios en nuestro país. Con la
recopilación de obras conservadas y la edición de numerosos fragmentos, García
17
De la asistencia española sólo se han publicado aquellas remitidas a Roma hasta 1562. A partir de
esta fecha y hasta el cambio del formato en 1600, las cartas se conservan inéditas en el Archivo
Histórico de la Compañía de Jesús en Roma. En el s. XVII el volumen de correspondencia es tal que
se instauran las denominadas Litterae annuae enviadas una vez al año, también inéditas y accesibles
en el mencionado archivo.
18
Otra información puede verse en las actas capitulares de las ciudades que albergaban colegios
jesuitas o, en algunos casos, en las propias actas del claustro universitario, como es el caso de
Salamanca. Cfr. FRAMIÑÁN, Mª-J., “Estudio documental sobre teatro en Salamanca (1500-1630):
avance de resultados” en Criticón 96, 2006, pp. 115-137.
19
Es el caso de Miguel Venegas y José de Acosta, de quienes hablaremos más tarde.
20
Para una bibliografía general, cfr. GRIFFIN, N., Jesuit School Drama: A Checklist of Critical
Literature. Ámsterdam, 1986. Para otros estudios específicas, cfr. BERTIEAUX, F., Le théâtre
didactique des Jésuites. Objetifs pédagogiques et realizations. Conformité et contradiction avec les
precéptes de base. Memoire de fin d'études au Centre d'études théâtrales de l'Université catholique de
Louvain, 1982; BOOGERD, L., Het Jezuitendrama tn the Nederlanden, Groningen, J. B. Wolters, 1961;
DANESI, G., Il teatro didascalico de Gesuiti in Italia dalla fondazione della Compagnia alla sua
sopressione (1540-1773). Tesi all'Univ. Catt. del S. Cuore, Milán, 1976; FRECHES, C., Le théátre neolatin au Portugal (1550-1745), París-Lisbonne (Librairie Bertrand), 1964; GRIFFIN, N., “El Teatro de
los jesuitas. Algunas sugerencias para su investigación” en Filología Moderna, 54 (1975), pp. 407414; MCCABE, W., An Introduction to the Jesuit Théátre, St. Louis Institute of Jesuit Sources, 1983;
VALENTIN, J. M., Le Théâtre des Jesuites dans les pais de langue allemande. Repertoire
Bibliographique, I Partie, 1555-1728, Stuttgart, (A. Hiesermann, 1983-1984)
21
TICKNOR, M.G., Historia de la literatura español. Madrid, 1851, p. 549.
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La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
Soriano sentó las bases para numerosos trabajos posteriores, que, a su vez, pueden
dividirse en dos grandes grupos. Por un lado, los trabajos (realizados principalemnte
por hispanistas e historiadores) inspirados en la idea de Nigel Griffin cuando
afirmaba que22:
“es de esperar que, en vez de prestar demasiada atención al estudio literario de este fenómeno
del teatro de colegio –y ya nos amenazan algunos con cierto examen minucioso de la
estilística y la métrica de estas piezas– alguien se dedique al estudio de los mismos elementos
formales [la música, los gestos, los vestidos, la prodigiosa memoria de los alumnos actores, la
nobleza e importancia de los invitados] mediante los cuales la mayoría de los espectadores
del siglo XVI se enseñaban y deleitaban”
Fue Molina Sánchez quien, en un artículo sobre la métrica del teatro escolar
jesuita, contestó a esta afirmación señalando algunos descuidos notables en las tres
ediciones de la Tragedia de San Hermenegildo que existen en español y justificando
así la atención los de latinistas sobre este campo. Ha sido, por tanto, recientemente
cuando se ha comenzado a examinar el teatro escolar de los jesuitas en España: en
apenas unos años, la cantidad de obras publicadas ha aumentado notablemente, junto
con repertorios de los autores y obras de los que conservamos noticias. Estos
repertorios, ampliaciones en su mayoría del que hiciera García Soriano, permiten,
pues, hacernos una idea bastante aproximada del panorama escénico jesuita en
España.
Semejante atención al teatro escolar latino está justificada, creemos, por el
papel que jugó en el desarrollo de la llamada Comedia Nacional. El teatro jesuita
sirvió, en pocas palabras, como eslabón entre el teatro medieval de temática religiosa
y un nuevo tipo de teatro con altura artística y espectáculo de grandes masas. La
popularización de estos espectáculos y la formación de un gusto por el teatro así
como su rol en la educación de dramaturgos como Calderón y Lope de Vega o de los
hermanos Corneille y del mismo Molière. Como escribe Alonso Asenjo, 23
“coincidiendo el teatro de colegio en su primera configuración con el periodo formativo de la
comedia española, […] tiene un papel en la coalescencia y rápido crecimiento y aceptación
del fenómeno teatral en el siglo XVI. El teatro de colegio recibe y aporta decisivamente a la
constitución del teatro español y la comparación y el estudio de todas las prácticas de este
período […] echará luz sobre la fragua de ese teatro y volverá más objetivo su estudio y
conocimiento.”
Así, en los autos sacramentales de Calderón pueden rastrearse algunas de las
técnicas y métodos del drama jesuita24, mientras que en Moliere los abusos de la
retórica y la disciplina física y mental como eje de la presentación del discurso y el
22
GRIFFIN, N., “El teatro de los jesuitas: algunas sugerencias para su investigación” en Filología
Moderna XV (1975), p. 412.
23
ALONSO ASENJO, J., op. cit. 1995, p. 48.
24
Cfr. MENÉNDEZ, J., “El teatro jesuítico: sistema y técnicas escénicas. Las raíces del teatro de
Calderón de la Barca” en Actas de las XXIII jornadas de Teatro Clásico, Almagro, 2000, pp. 34-76.
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movimiento (por ejemplo, en El burgués gentilhombre) recuerdan a las
representaciones escolares de la orden25.
No obstante, de acuerdo con la documentación que conservamos, parece que
no eran los argumentos o la fuerza dramática de las obras lo que más impactaba a los
espectadores de este teatro sino su rico aparato y compleja escenografía. Así lo
afirma Acevedo en su Philautus26,
“Contaros he una historia en breve summa,
la qual vereis depues representada;
porque lo que se ve a los ojos mueve
mucho más que lo qu’al oydo damos.”
No pueden, por tanto, obviarse estos aspectos en cualquier análisis del teatro
escolar que nos ocupa si queremos formarnos una idea completa del mismo: los
temas y argumentos eran conocidos por todos mientras que el latín constituía una
barrera lingüística para muchos de los espectadores de modo que los objetivos de
propaganda y catequesis perseguidos debían cumplirse de otro modo. Así, pese a
cuanto establecía la Ratio al respecto, el vestuario y la escenografía junto con la
música y la danza27 llegaron a jugar un papel capital no solo en las representaciones
jesuitas sino en la formación de un público urbano habituado a varias
representaciones al año. Esto, sumado a la rápida expansión de los colegios jesuitas
por la geografía española puso las bases para la Comedia Nacional como la
conocemos en España.
2.2
La Iudithis Tragoedia Tertia
El objeto de este trabajo es presentar un estudio filológico de la Iudithis
Tragoedia Tertia, tragedia latina de autor anónimo que destaca en primer lugar por
su versificación: en comparación con el resto de obras conservadas, en las que
predomina la prosa, la Iudithis está compuesta integramente en verso latino con la
excepción del argumento inicial en prosa y de dos octavas reales que separan cada
acto. Además, se trata de versos de excelente factura y variedad en comparación con
los simples dísticos elegíacos o los hexámetros dactílicos que se encuentran
esporádicamente. El valor, pues, y la pertinencia del estudio de los metros latinos en
la dramaturgia jesuítica ha sido ya reivindicada –y con graves argumentos– por
25
MCCABE, W. H., op. cit., 1983, p. 211.
PICÓN, V. (COORD.), op. cit., 1997, p. 412.
27
El ejemplo del colegio de Saint Omers fue estudiado por MCCABE, W., “Music and Dance on a
17th-Century College Stage” en The Musical Quarterly, Vol. 24, nº. 3, 1938, pp. 313-322. Otro
importante testimonio de la imporancia que tenía la música en las representaciones jesuitas se deduce
de las grandes innovaciones de las piezas musicales que acompañaban a las representaciones de
Miguel Venegas en el Colegio de las Artes de Coimbra, las cuales trataban de adaptarse a la obra
como lo hicieran en el teatro antiguo. Cfr. MIRANDA, M., “Musica para o Teatro Humanístico em
Portugal. Dom Francisco de Santa maria, Miguel Venegas S.I. e o Colégio das Artes de Coimbra
(1559-1562)” en Humanitas, nº 55, 2003 , pp. 315-340.
26
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La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
otros28, de modo que baste señalar la singularidad de esta obra para justificar nuestra
atención a ella.29 Una atención que, por lo demás, solo habían recibido los versos
castellanos de la obra, que llegaron a ser atribuidos Pedro Pablo de Acevedo, autor
del resto de obras que se conservan en el códice de nuestra obra.30
Las demás menciones a esta obra en la literatura científica se limitan a breves
reseñas en los habituales repertorios o en la edición de obras de Acevedo, junto a las
que se ha transmitido nuestra Iudithis. Todo ello pese a las palabras de García
Soriano, quien tras citar el coro del acto segundo, dice31:
“La tragedia Iudithis, al igual que otras muchas notables piezas dramáticas de colegio,
inéditas y desconocidas, tanto por su mérito como por su especial significación dentro de la
historia de nuestro teatro del siglo XVI, es muy digna de ser publicada íntegramente.”
Pese a este deseo, la dispersión de los datos relativos a esta obra ha producido
una ligera confusión en las alusiones que a ella se hacen en los repertorios. En efecto,
sólo en el siglo XVI conservamos noticias de la representación de cinco piezas sobre
la historia de Judith y Holofernes. La más antigua corresponde a la representación
habida en 1561 en el colegio de Ocaña, recogida por una de las litterae
quadrimestres enviadas desde allí a Roma32. Poco después, en 1564, la Iudithis del
jesuita Stefano Tucci era estrenada con gran éxito en el Colegio Mamertino, en
Sicilia33. Algo más tarde, en 1569, la universidad de Salamanca acogió la
representación de dos tragedias, una de Francisco Sanchez de las Brozas titulada
David y una Judith del otrora insigne tragediógrafo jesuita Miguel Venegas, que hoy
lamentablemente están perdidas34. Hacia 1572, las Litterae annuae del colegio
28
MOLINA SÁNCHEZ, M., «La Iudithis tragoedia: reflexiones sobre el uso de las formas métricas
latinas en el teatro jesuita español”, en J. LUQUE MORENO-P. R. DÍAZ DÍAZ [EDS.], Estudios de métrica
latina. Granada, 1999, vol. II, pp. 651-654.
29
Como ejemplo de la notable factura de los versos y de los conocimientos del autor, baste notar el v.
389 en que, citando el incipit de la Catilinae coniuratio de Salustio, el autor escribe ope eniti en lugar
de ope niti para adaptar la frase al metro. La imitación de los autores clásicos puede verse también en
el uso de fraseología como la del v. 869, “Simeon at ille stirpis auctor” , en clara conexión con el v.
295 del Agammemnon de Séneca: “Phoebum nefandae stirpis auctorem uocas”.
30
Cfr. KLAUK, S., “Nouveaux aspects du madrigal espagnol” en Revue de Musicologie 95, 2009, pp.
283-298; KALLENDORF, H., Conscience on stage: the Comedia as casuistry in early modern Spain.
Toronto, 2007.
31
GARCÍA SORIANO, J., op. cit., 1945 p. 82. Lamentablemente, no podemos cumplir esta voluntad de
editar íntegramente la Iudithis porque la propia obra esta incompleta.
32
Carta del 7 de septiembre de 1561, Monumenta Historica Societatis Iesu vol. VII: Litterae
quadrimestres ex Hispania Romam missae , VII, p. 551
33
Su éxito fue tal que llegó a representarse cuatro veces el mismo año, y otras cinco allí, en Mesina y
en Roma. Cfr. QUIÑONES MELGOZA, J. (ED.) Judith: tragedia sacra en cinco actos, México D.F.,
2006, p. xxvi. Como se deduce por este éxito, se conservan tres copias manuscritas de la obra.
34
Cfr. Actas del claustro de diputados del estudio de Salamanca de 1569, cit. en GARCÍA SORIANO,
J., op. cit., 1945 p. 282. Muy lamentablemente el texto de la obra de Venegas se perdió, como así
las del Brocense cuando la Inquisición se incautó de sus posesiones. Un discípulo de ambos, Tomas
de Pinel, O.F.M., en un ms. autógrafo fechado en 1574 (ms. 9-5814), proporciona una copia de
algunas composiciones de ambos escritores de entre las cuales cabe destacar una gran cantidad de
poemas inéditos de Miguel Venegas y que, sorprendentemente, no aparecen siquiera mencionados en
ALONSO ASENJO, J., «Reencuentro con el Mº. Miguel Venegas: su comedia en la fiesta del Santísimo
Sacramento», en Cuadernos de Filología, Anejo 50 (2002), pp. 1–23.
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jesuita de Monterrei, Ourense, recogen la representación de “una comedia célebre de
la historia de Judit de que gustaron mucho [los asistentes]”35 que es habitualmente
atribuida al lector de gramática, el padre Juan Pérez y que no conservamos. Llama en
cualquier caso la atención la mención de “comedia”, tal vez en su sentido lato de
“representación” y el rasgo de “célebre” que se le atribuye.36 Así, con la noticia de la
puesta en escena de la obra de Tucci en México en 1577, llegamos al manuscrito de
la Iudithis Tragoedia Tertia Anno 1578, como reza el título completo de esta obra.
Ahora bien, dirimir qué significa “Tertia” y si la fecha de 1578 corresponde a
una representación es difícil: acerca de esto segundo, es posible que interviniesen
dos factores, uno político y otro religioso. En efecto, en 1570 el rey Felipe II, devoto
de San Hermenegildo y amigo de los jesuitas, había visitado el colegio homónimo de
Sevilla donde había visto además la famosa pieza del malagueño Hernando de
Ávila37. Durante su reinado se había erigido en protector de los jesuitas en general y,
cuando el 13 de abril de 1578 nació su hijo Felipe III, le impuso junto a aquél el
nombre de Hermenegildo (por ser ése el día en que se situaba su martirio) No
resultaría extraño, pues, que el colegio realizara una celebración a este propósito. En
este mismo año, sabemos que la ciudad de Sevilla se vió inundada de alegría y fiestas
cuando a principios de diciembre el cabildo hispalense declaró para la fiesta del
octavario de la Inmaculada Concepción la misma solemnidad que se debía entonces a
la celebración del Corpus Christi, motivo con frecuencia de representaciones
teatrales en el colegio jesuita sevillano.38 Por si fuera poco, tenemos noticias de
numerosas fiestas en la ciudad y en la zona, aunque no hemos podido contrastar estas
suposiciones con las actas capitulares de la ciudad Sevilla de la fecha, por lo que
lamentablemente no tenemos constancia documental.
En cuanto al adjetivo “tertia” lo más probable es que designara su posición
dentro de una colección o recopilación de tragedias, entre las que la Iudithis ocuparía
el tercer lugar. Resulta muy inverosímil, por otra parte, que se trate de la tercera
tragedia representada en 1578 ya que no tenemos constancia de la representación de
más de una tragedia en la misma fiesta en toda la historia del teatro escolar hispano–
latino. La nota sobre el título que reza “Patris Ioseph” plantea un interrogante sobre
35
Cfr. GONZÁLEZ MONTAÑÉS, J., “El teatro de los jesuitas en Galicia en los siglos XVI y XVII” en
TeatrEsco, nº 2, 2007.
36
Bien pudiera tratarse de una adaptación de las obras sobre el tema de Judith y Holofernes que
existieron en los países protestantes: entre ellas cabe destacar la Iudithis comoedia sacra de Sixt Birck
(1510-1544) y la Iuditha de Cornelis Schoon (1540-1611): ambas vieron sucesivas ediciones en la
imprenta y gozaron de gran popularidad en los países protestantes. Sin embargo, la Iudithis tragoedia
tertia que editamos supera notablemente a ambas en lo que a estilo, versificación y adaptación a los
esquemas teatrales clásicos.
37
Cfr. CORNEJO-VEGA, F., “Felipe II, San Hermenegildo y la imagen de la «Sacra Monarquía»” en
Boletín del Museo del Prado, vol. 18, nº. 36, 2000 , pp. 25-38.
38
Cfr. ACEVEDO, P. P., Comedia habita Hispali festo Corporis Christi, mss. 9/2564 de la Real
Academia de la Historia, ff. 156-168. Edición crítica en DOMINGO MALVADÍ, A.: La producción
escénica del padre Pedro Pablo de Acevedo: un capítulo en la pedagogía en latín de la Compañía de
Jesús en el siglo XVI, Salamanca, 2001, pp. 358-433. Para la historia de la fiesta de la Inmaculada
Concepción, cfr. STRATTON, S., La Inmaculada Concepción en el arte español, Madrid 1989.
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La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
la posible autoría y sugiere incluso que pudiera tratarse de la tercera obra de una
misma persona.
3. EL MANUSCRITO
3.1 Origen y ubicación actual
El manuscrito 383 de la Colección de Cortes39 se conserva en la Real
Academia de la Historia bajo la signatura 9/2564. Esta colección recibe su nombre de
su anterior sede, la Biblioteca de las Cortes situada en el edificio del Congreso de los
Diputados. Los fondos de esta colección, sin embargo, son de procedencia diversa y
difícil de esclarecer aunque comprenden una gran parte de los bienes temporales o
“temporalidades” de los que se incautó el Estado español durante el s. XVIII tras la
disolución de la Compañía. Incluye así documentos originarios de Mallorca, Sevilla,
Valladolid o Granada que a su vez habían sido trasladados a los Reales Estudios de
San Isidro, en Madrid, durante las sucesivas reformas de las provincias jesuitas en
España.
3.2 Descripción codicológica
La primera descripción de este ms. se remonta a 1876 en un artículo de la
Revista de archivos, bibliotecas y museos titulado “Índice de los Manuscritos que
poseyó la Biblioteca de San Isidro y fueron trasladados a la de las Cortes” donde se
lo describe con cierta inexactitud y muy someramente40. Habría que esperar casi 70
años hasta que los primeros artículos de García Soriano, recogidos y actualizados en
el libro de 1945, proporcionaran la primera descripción pormenorizada del
39
MIGUEL ALONSO, A., La Biblioteca de los Reales Estudios de San Isidro, tesis doctoral leída en la
Universidad Complutense de Madrid, 1992, p. 145-149. Cfr. “Orden a los comisionados sobre la
separación de Pinturas, y destino de las Librerías y correspondencias o papeles reservados de los
Colegios” en Colección General de Providencias hasta aquí tomadas por el Gobierno sobre el
extrañamiento y ocupación de temporalidades de los regulares de la Compañía, que existían en los
Dominios de S.M. de España, Indias, e Islas Filipinas, a consequencia del Real Decreto de 27 de
Febrero y Pragmática-Sancion de 2 de abril de este año: Parte Segunda, Madrid, 1769, pp. 88-89:
“Del propio modo suspenderá V. la venta de la Librería, cuidando la Junta Municipal de que no se
extravíen Libros; que se mantengan en buena custodia, y en parages que no sean húmedos, ni
expuestos a corrupción, para disponer de ellos a favor de Universidades y Casas de Estudio, según lo
que resultare de las aplicaciones de los Colegios, que con tanta eficacia y zelo trata el Consejo.
Finalmente todos los Papeles reconocidos y reservados, respectivos a Aposentos de los Regulares
expatriados, dispondrá V. se transporten a esta Corte baxo de Inventario, para que se coloquen en el
archivo y Estudios de San Isidro el Real de Madrid, a cargo del Director de ellos, y del Bibliotecario”
Resulta verosímil en cualquier caso que se continuara con el sistema iniciado o empleado por los
jesuitas.
40
Para empezar, solo se recogen las obras de Acevedo que se citan en el índice inicial del f. II y que
no menciona por tanto la Iudithis Tragoedia Tertia. Por otro lado, los títulos son transcritos con
algunos errores (e.g. “Philantus” o “Metanza”) lo cual hace pensar en una recensión apresurada e
inexacta, como sucedió con gran cantidad de las temporalidades jesuitas. Cfr. “Índice de los
Manuscritos que poseyó la Biblioteca de San Isidro y fueron trasladados a la de las Cortes” en Revista
de Archivos, Bibliotecas y Museos, Año IV, nº. 14, p. 246. (GONZÁLEZ GUTIÉRREZ, C., “El teatro en
los colegios de jesuitas del Siglo de Oro” en Entemu, nº 15, 2003, p. 96 cita el año como “VI” sin
duda por una simple errata)
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manuscrito.41 En esta misma línea cabe mencionar las descripciones de Saa42,
Picón43, Domingo44 y Menéndez45.
El título que aparece en las descripciones es el de la portada: “Comoediae /
dialogi
oratio nes q . Açevedus / sacerdos Soci. Iesu / componebat”. Justo
debajo de éste, se advierte: “Está ordenado por nuestro P. Provincial que sin su
expressa licentia, no se saque este libro deste Collegio de Sevilla, cuius expensis et
excriptus (sic) et concinatus est” Otra mano firma como “Ju.º de Cañas”, es decir,
Juan de Cañas, el Padre Provincial de la Bética a la sazón y elegido el 7 de marzo de
156946. Su signatura antigua “Est. 12, gr. 6ª, nº 383” pertenece a la catalogación que
recibieron al llegar a la Biblioteca de las Cortes.
En cuanto a la descripción física el códice tiene una encuadernación original en
pergamino con correillas aunque despegado de sus cubiertas. Mide 210 x 150 mm.
(i.e., en 4ª). El códice tiene numerados 358 ff., aunque realmente sólo tiene 347
folios; tiene arrancados los ff. 33–40 y los 147–152. En lo que a nuestra obra
respecta, la Iudithis está copiada en dos cuadernos de diez bifolios, (i.e. 20 ff. cada
uno) comenzando por el f. 317 y acabando en el f. 355. El primer folio sirve como
hoja de guarda y está en blanco, comenzando así el texto propiamente dicho en el f.
318 r. Aparentemente, la paginación continúa con algunos saltos de numeración:
pasa del f. 339 al 341, del 342-44, del 349 al 351 corregido en 350 y del 352
coregido en 351 al 354: desde aquí los folios ya no han sido renumerados. Éste
último es mencionado en la que es (pese a algunas inexactitudes) la descripción
como un salto más de la paginación47. No obstante, según se observa en la
encuadernación y tras una lectura de la obra, podemos afirmar que en realidad el f.
353 se ha perdido, lo cual no consta ni en aquella ni en ninguna de las descripciones
del ms.: tal confusión se deba probablemente al tipo de letra, igual en el f. 352 v. y el
f. 354 r., y a la versificación, octavas reales en ambos ff.48: de hecho, ninguno de los
mencionados saltos en la numeración es tal, sino que corresponden a folios perdidos
como veremos más adelante.
41
GARCÍA SORIANO, J., op. cit., 1945 pp. 58-83. Es quizá interesante notar que los folios útiles que
faltan actualmente ya estaban ausentes cuando García Soriano hizo su descripción. Omitimos en las
referencias la descripción de GONZÁLEZ GUTIÉRREZ 2003 op. cit. por reproducir tan solo los datos de
García Soriano.
42
SAA, O., El teatro en los colegios de jesuitas en España, Nueva Jersey, 1990, p. 37-50.
43
PICÓN, V. (COORD.), op. cit. 1997, pp. 17-19.
44
DOMINGO MALVADÍ, A., op. cit., 2001, p. 76-98.
45
MENÉNDEZ, J., “Los jesuitas y el teatro en el Siglo de Oro: Repertorio de obras conservadas y de
referencia” en Archivum: Revista de la Facultad de Filología, Tomo 54-55, 2004-2005, pp. 421-563.
46
Cfr. ALONSO ASENJO, J., op. cit. 1995 pp.90-91, donde se sugiere que este códice fuera compilado
por orden del Padre Provincial antes de la partida de Acevedo hacia el Colegio Imperial de Madrid o
tras su muerte a fin de preservar sus obras. La fecha de la Iudithis, cuyo título reza Tragoedia Tertia
anno 1578 parece sugerir que fuera efectivamente tras su muerte en Madrid.
47
DOMINGO MALVADÍ, A., op. cit., 2001 p. 78.
48
Más notable aún es la solución de continuidad entre el texto de los ff. susodichos, en la que no han
reparado las demás descripciones del códice.
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La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
Por otro lado, en la redacción de las obras que componen el manuscrito
internvienen numerosas manos, pero ninguna de ellas parece presente en la Iudithis
Tragoedia. Ésta, de hecho, presenta algunas otras peculiaridades que la distinguen de
las demás obras del códice. Por un lado, a diferencia de lo que sucede con las demás
obras del códice, en las que interviene una sola mano que no obstante varía entre
pieza y pieza, la Iudithis se nos ha conservado copiada por 6 manos distintas (cfr.
Anexo 4). Éstas s se reparten los dos cuadernos de diez bifolios en que está escrita la
obra del siguiente modo:






Mano 1. ff. 318–322
Mano 2, f. 323 y 330–336
Mano 3, f. 324–329
Mano 4, ff. 337–341 y 352–356
Mano 5, f. 342–43 y 350–351
Mano 6, f. 344–349
Si hacemos de esta numeración una proyección gráfica sobre la
encuadernación, observamos cómo los ff. escritos por cada mano se corresponden
entre sí. En efecto, cada uno de los dos cuadernos de diez bifolios se reparte entre
tres manos, que debían repartirse a su vez el texto original del mismo modo. Así se
explica la la ausencia de ff. no correlativos entre sí que en realidad forman un único
bifolio transcrito por una misma mano: faltan, pues, dos bifolios, correspondientes a
los ff. 340-353 y 343-350.
Los folios presentan reclamos del texto siguiente con algunas excepciones49, lo
que permite identificar el principio de aquellos folios que se han perdido. En cuanto a
los espacios en blanco, son dos en toda la obra: el primero comienza a la mitad del f.
348 r. y se extiende hasta el f. 349 r. donde sigue el texto sin solución de continuidad
mientras que el segundo separa el final de la obra en el f. 350 r. de la primera
intervención del Intérprete entre los actos en el v. del mismo folio. Esto está
estrechamente relacionado con la división del original que se debió de hacer entre las
6 manos, que debían copiar una determinada cantidad de texto en una espacio
limitado: sólo así se justifica la diferencia entre fragmentos de texto que aparecen
comprimidos (o con espacios en blanco, como hemos dicho arriba) justo antes del
cambio de mano.
En conclusión, el tenor del texto sugiere que se trató de una copia apresurada:
intervienen seis manos (lo cual no sucede con ninguna otra obra del códice) que se
distribuyuen claramente el la copia a partir de un original (dividido específicamente
para la copia) suficientemente valioso como para no ser prestado.
49
En el último bifolio del primer cuadernillo (f. 326v) así como en los ff. 330-331, 337- 340, vv. En
los ff. 345-347 el reclamo aparece en r. y v.
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4. EL TEXTO
4.1 Premisas de edición
En cuanto a los criterios de edición usados en este trabajo, hemos intentado
recoger con la mayor fidelidad posible la disposición del texto latino, corrigiendo
algunas erratas, desarrollando las abreviaturas presentes en el texto y reflejando las
lagunas existentes en éste. En cuanto al latin, hemos normalizado las grafías de e por
ae y oe presentes en algunos preverbios (no aparecen en desinencias ni pronombres);
de acuerdo con la norma convencional sobre el uso de paréntesis en la edición crítica,
hemos indicado las inserciones menores al texto mediante paréntesis angulares (< >);
mediante notas al pie se recogen las lecturas del manuscrito para las que proponemos
lecturas distintas en las cuales emplearemos la sigla “M.”; también se apunta en
notas al pie las notas al margen o tachaduras del manuscrito. Las diferentes
supresiones se notan mediante paréntesis rectangulares ([ ]) mientras que con los
paréntesis simples ( ) hemos tratado de incluir información no presente en el texto
pero que ayude al lector a seguir más cómodamente la estructura de la obra: cambios
de escenas, personajes no recogidos en el elenco inicial de cada acto o los mismos
cambios de folio50. Cuando es el autor quien usa los paréntesis los hemos sustituido
por guiones para evitar confusiones.
Cabe decir que una pequeña parte de la obra está compuesta en castellano. Se
trata de dos octavas reales que sirven de resumen ante cada acto51, de las cuales nos
faltan las del quinto acto, que estarían en el f. 353 junto con los dos primeros versos
del coro en el acto primero. Estos han sido incluidos en el lugar que creeemos
correspondiente al orden de la respresentación, indicando no obstante sus folios de
procedencia52. También quedan un coro en el acto primero, compuesto por una
octava real incompleta, otro en el segundo acto, formado por cinco liras, a los que
siguen un “recibimiento en el acto quinto” (dos octavas reales) y un triunfo final en
estrofas sáficas que cerrara probablemente la representación. En lo que respecta al
texto en castellano, lo hemos adaptado a las convenciones gráficas modernas para
hacer su lectura más sencilla, remplazando por ejemplo ‘ç’ por ‘z’ o acentuando de
acuerdo con las normas ortográficas actuales.
50
Nótese que, a diferencia de lo que sucede en otras piezas con versos latinos, la disposición versolínea se respeta incluso en aquellos casos en los que intervienen varios personajes en un mismo verso.
Cfr. MENÉNDEZ PELÁEZ, J., Los Jesuitas y el Teatro en el Siglo de Oro, Oviedo, 1995. Por ejemplo, la
numeración correcta de los versos castellanos 1515-1525 (p. 224), frente a la incorrecta de los latinos
2299-2307 (p. 260): 9 versos en su cómputo, en realidad sólo 3 trímetros yámbicos.
51
MOLINA SÁNCHEZ, M., op. cit. 1999, n. 42 atribuye una “sexta rima” a la última de las octavas
reales conservadas, esto es, la segunda de la intervención del “intérprete entre los actos” en el acto
cuarto. No se percata de la ausencia del f. 353 y, consiguientemente, de la más que probable ausencia
de todo un entreacto, (el del acto quinto) considerando así los versos del f. 354 r. como “sexta rima de
este modo los versos, ni de los primeros versos en castellano del coro en el acto primero.
52
La presencia al final de la obra de las partes en castellano no es casual y hace pensar en una clara
distribución de papeles entre los personajes, que intervienen en latín a lo largo de la obra de forma
continuada, y el coro e intérprete, que intervienen entre los actos para explicar la acción occurrida en
castellano, desarrollando el dramatismo de la acción y permitir la introducción de interludios
musicales que probablemente existieran como era costumbre en el teatro de los jesuitas.
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La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
4.2 Texto de la Iudithis.
(Comienza en la página siguiente)
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(f. 318r)
IUDITHIS TRAGOEDIA
Tertia anno 1578.
Argumentum.
5
Bethuliam civitatem obsidenti Holopherni Assyriorum duci, qui totum paene
orbem Cambysis imperio subicere conabatur, Hebraei, consilio Eleachimi53summi
sacerdotis, coeperant repugnare. Quam ob causam indignatus ille, atque Achiori duci,
quod uera moneret, iratus, vinctum Bethulis iussit exponi, ac deinde aquarum fontes,
ex quibus ciuitas hauriebat, intercludi.
Cum ergo siti grauiter populus premeretur, Oziam principem, ut urbem sub dies
quinque dedere polliceretur, diuturno planctu coegit. Iudithis uero uidua, quae mira
semper Deum religione coluerat, duces eius facti coarguens, ut liberet ciuitatem
uiriliter sese accingit.
10
15
20
Itaque postquam longas cum lacrimis preces profuderat, eleganter compta, cum
ancilla nocte secreta domum egreditur. Huic cum occurrissent Assyrii exploratores,
ad ducem deducunt, ad quem cum illa praeclare uerba fecisset, in tantum placuit
oratio orisque pulchritudo, ut eius amore totus exarserit Holophernes. Quarto ergo
die celebre conuiuium apparatur ac Iudithidem inuitatam -quos ipsa tamen ex urbe
detulerat, cibis uescentem- secum iubet discumbere. Ac deinde incestuoso flagrans
amore per Vagaum praefectum ad inhonesta uota pertrahere tentat. (f. 318v) Iudithis
igitur nocte intempesta ingressa cubiculum, cum somno atque uino sepultum cerneret
Holophernem, stricto gladio caput ceruicibus amputat, ac deinde de more cum
famula castra praeteriens ad urbem suo de reditu iam desperantem euadit.
Hic postquam coram omnibus, qui incredibili gaudio ad eam conuenerant, facti
rationem reddit, monet ut, suspenso de muris capite, impetum de repente in Assyrios
faciant. Quod cum Hebraei fecissent, illi ducem suum excitare uolentes miseri
Holophernis cruore tabefactum cadauer inuenerunt. Quare in fugam uertuntur ingenti
et dolore et terrore perculsi.
2 Joachimi
m. in marg.
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La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
DRAMATIS PERSONAE:
OZIAS
HOLOPHERNES
IUDITHIS
EXPLORATORES
AMMONIDES
CHARMUS
VAGAUS
ACHIOR
FAMULA
NUNTIUS
SENEX
MOABUS
CHORUS
(INTÉRPRETE ENTRE LOS ACTOS)
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Eduardo Fernández Guerrero.
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UAM, septiembre de 2013.
ACTUS PRIMUS. (ESCENA PRIMERA.)
(INTÉRPRETE ENTRE LOS ACTOS.)
(ex f. 350v)
25
30
35
40
Sobre Betulia cerco habiendo puesto
el soberbio Holofernes, con gran saña
trabaja por tomarla. Para esto
Moab y Ammón consulta y danle maña
con que por sed les haga rendir presto,
cortando el agua desde la montaña,
él loa su consejo y dales gente,
con que defender puedan la corriente.
Israel ya sin fuerzas ni esperanza
pereciendo de sed por todas vías
procura de entregarse en confianza
mas esto estorba el capitán Ozías.
El pueblo triste no sufre tardanza:
movido por sus llantos cinco días
de término pronuncia y si no llega
socorro les promete hacer la entrega.
(f. 319r)
ACTUS PRIMUS. (ESCENA PRIMERA.)
OZIAS, ACHIOR.
TRIMETRI IAMBICI.
45
Oz. –Conscende mecum turris, o Achior, cito
fastigium huius. Ardua hinc specula licet
Assyria54te indicare nobis agmina.
Ac. –Ego promptus adsum, scala si expediat gradus.
Oz. –Me sequere: citius forte, quam speras, iter
superaris omne, porge tu vero manum.
Aequum est viam monstare me facilem hospiti.
Ac. –Sequor libenter, perge. Oz. –Proh, magnum Deum!
Maiora multo castra despicio procul
fore quam putaram. Vix licet spectes humum,
55
50
43 Assyriate M.
47 perge M., u.u.
- 22 -
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
ab usque Belmo quidquid est ad Chelmonem.
Ac. –Ni fallor, inde ascendit Holophernes Syrus
ubi me reui<n>ctum, uera quod suasi, truces
quercu ministri prodiderunt supplicem.
Oz. –Bono esse te animo iubeo. Quem tu maximum
Deum es professus, ille Iudaeis fauet.
Quis iste dux, qui candido excellens equo
circum rotatur? Cuius auratam super
stat crista galeam? Ac. – Magnus est Ammonides,
equitum magister: cuius imperio uiri
parent bis octo millia, omnes strenui.
Oz. –Quis ille radis arma lunatis micans
cui cassis horret angue saeua argenteo?
Vt est decorus! Ac. –Iste nongentos regens
totidemque signo uulturis Moabus est.
Comitatur autem Cyrus armipotens –micat
sanguinea, cernis?, crista– terribilem manu
qui uibrat hastam. Fulmen in bello uides
ducit phalangas ille clypeatas simul.
Oz. –Video. Sed ipsum quaero ductorem ducum.
oculisque lustrans noscere Holophernem uelim.
Ac. –Dimidia nondum uisa pars exercitus.
ex ualle adhuc conscendit in crepidinem.
At ecce celso surgit Holophernes iugo,
caputque uisu tollit horrendum procul.
Oz. –Monstrum hominis. Vt feroce toruus copias
late ore circunspectat! Vt flammas uomit
luminibus ipsis! Vertice ut toto eminet
Az. –Ardens pyropus radiat, ac fuluo abditus
auro smaragdus. Pellis arma horrentia
Nemeoea uestit. Ipse ceu uiolens leo
infrendet, iras corde flammato gerens.
Oz. –Effare, quisnam proxime assistit Syro?
Bigis in albis clara luxuriat coma.
Ac. –Procerus ille? Oz. –Non, sed alter caesius.
Ac. –Teneo. Vagaus nempe. Thesauris praeest,
oriente toto, quidquid opulenti est habens.
Procerus alter luteo curru editus,
thoraca pingunt cui nigrae teretem alites,
Meoti abusque uenit, Aetiopum manu
comitatus, arma amica Memnon iungere,
spoliata postquam rege Memphitis suo est.
55
60
65
70
75
80
85
56
90
87 curro
M.
- 23 -
(f. 319v)
(f. 320r)
Eduardo Fernández Guerrero.
95
100
105
110
Máster en Filología Clásica.
Oz. –O summe Olympi rector, armis undique
vix ipsa tellus sufficit, ita multa sunt!
Ac. Quid rere? Contemplare cuneos militum,
peditum catenas atque equestres copias,
currus subinde, funditores addito;
certe potiri iure Cambyses putat
toto orbe, tam potente praesertim duce.
Quacunque gressum ductor Holophernes tulit,
fulminea uis, reliquit intactum nihil.
Oz. –At non Hebraeus miles Assyrio sciet
parere signo: istud mali auertet Deus,
sed aut peribit sanguini inmixtus suo
aut perdet, id quod spero, bellantem opprimens.
Habet feroces impetus suberbia:
ferro tyrannus saepe at occubuit suo.
Ac. –Hostes propinquant, nulla desidiae est uia.
Ego cogor huius esse spectator rei.
Oz. –Nos non oportet commorari hic amplius
subeunda sortis, hospes, anceps alea,
seu dura clades siue Bethulis salus.
UAM, septiembre de 2013.
(f. 320v)
(ACTO PRIMERO. ESCENA SEGUNDA.)
HOLOPHERNES, A<M>MONIDES, MOABUS.
T[R]ETRAMETRI TROCHAICI.
115
120
125
<Ho.> –Per Deos tam pertinacem gentis ego dementiam
(f. 321r)
vix queo mecum satis stupere. Quemnam daemonium
ut ducem secum ferentem exercitus Mauortios
pro nihilo omnino aestiment, suasisse Hebraeis arbitrer?
Equidem, si insanire pergant, faxo ut Holophernis Syri
dexteram non sine suo magno malo iratam sciant.
Posteaquam ductor ad Cambys[s]is imperium incliti
Asyria vexilla gestans subigo iam gentes mihi
orbis uniuersi paene, sola Hebraea contumax
fulmineum uictoris impedire cursum nititur.
Praelio Cilicas subegi; dein[de] Liciam atque Cariam,
nec mihi Tigris, nec alti transeunti uortices
obstitere Euphratis. Intermedia regio paruit,
Babylon quoque superba, magna cum Damasco, corruit.
Cappadox est subiugatus. Ad Palestinos agros
uenimus tandem, atque Idumes magna pars cepit iugum.
- 24 -
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
130
135
140
Tot spolia direpta, gentes tot subactae numine
unius Holophernis ut iam paene me magis parem
iure diis aequare possim si Hebraei sinant
Am. –Iam semel porro lacerti cognitum Asyrii iugum
debuit fecisse cautos nuper expertos graueis
(f. 321v.)
inclyta in Babylone seruitutis aerumnas suae.
Reddit insolentes forte multa patrum gloria:
sed Nabuchodonosoris dextra compressit tamen.
Ho. –Quos Nabuzardanes deuicit, Holophernes timet?
Ibo, prosternam: uelit seu nolit ipsorum Deus.
Mo. –Si licet per te, imperator summe, quo pacto breui
ac sine negotio conficere rem quam maximam
sis potis, docebo, citra militum dispendium.
Ho. –Audio libenter: aequum me accipere consilium decet.
Mo. –Gens Hebraea non in hasta, aut vi lacerti se tibi
posse restitisse credit tanta cernens agmina.
Ho. –Ergo qua fiducia contempsit edictum Syrum?
Mo. –Montium fauces iugosas atque praeruptas tenent
praesidio angustias, qua transitus solum datur.
Ho. –Nempe ubi multi atque pauci Marte tantundem ualent.
Mo. –Unde etiam potiori pugnant parte natura loci
quippe reptantes queant cum facile praecipites dare.
Ho. –Verticem Tauri atque collis arduum Angaei iugum
nouimus. Cessere fauces Ciliciae angustissimae.
Mo. –Et quidem non absque multo militum dispendio
cum capitis huius tui discrimen haud minimum foret.
(f. 322r)
Ho. –Absque iactura ergo qui res fiet in compendio?
Mo. –Censeo debere multum comprimi. Ho. –Ferro an fame?
Mo. –Non opus ferro: suo ipsi utentur in se. Ho. –Quomodo?
Mo. –Obsiste muros. Ho. –Quid ultra? Obsideo. Mo. –Fac sitis enecet
Ho. –Perge. Mo. –Fontes detrahe: enecabis. Ho. –Unum repperi:
militem obturare iussi. Mo. –Commode. At plures adhuc
eis supersunt. Ante muros namque non procul admodum
urbe promanant perennes riuuli undis dulcibus
ex quibus latices reportant clanculum egressi domos.
Nunc, agedum, praesidia pone militum, qui aquam uetent
e fontibus haurire: tradent se procul dubio tibi,
aut Hebraei in se manus uertent suas. Ho. –Dictum probe.
Experiar. Cuique ergo fonti num esse centenos satis
rere? Am. –Prorsus. Ho. –Cura uobis exaequanda sit.
Nunc mihi det faxo poenas grauiter infestum genus.
57
145
150
155
160
165
144 cernis
M.
- 25 -
Eduardo Fernández Guerrero.
Máster en Filología Clásica.
UAM, septiembre de 2013.
(ACTO PRIMERO. ESCENA TERCERA.)
OZIAS, CHORUS.
TRIMETRI IAMBICI & UNUS EURIPIDEUS.
170
175
180
185
190
195
200
<Oz.> –Iam me profecto deficit spes et animus
plane intuentem quantam pernicies agat
urbem hanc foris, quam <cruda> sitis intus premit.58
O misera sors! Si miles, unius malo,
ductor dolore et clade cunctorum opprimor.
Nil grauius atque subici alieno malo:
odio autem haberi, dum bonum ignaris pares,
hoc propter ipsum ferre quis possit hominum?
Quid quaerit ista turba popularis dolens?
Ch. –Eheu quot atque quanta nos causa tua
male sustinemus, ductor Ozia, mala?
Oz. –Meane? Quid ego fecerim, infelix homo?
Ch. –Nam tu abnuisti cum Syris de pace agi.
Oz. –O me ter infelicem! Egone pacem abnui?
Ch. –Tu, inquam, abnuisti cum arma iussisti capi.
Oz. –Prior intuli ipse bellum, an illatum prius
pepulisse volui? Numne pecctatum est adhuc?
Ch. –Maxime. Etenim nos decuit Assyrio duci
permittere ultro, cum esse licuit sospites.
Oz. –Et uos futurum mitiorem creditis
in nos ferox qui mente in supplices?
Ch. –Ne perge durus esse. Testamur Deum,
desiste bello, dede iam urbem protinus.
Oz. –Ut claustra reseram uosque co<m>mittam hostibus?
Ch. –Miserebit illum forte, parcet deditis.
Oz. –Seram petitis, ut uideo, misericordiam.
Ch. –Quid agas? Siti perimus, et tandem imminet
hostile ferrum: haec magna, minus illud mali est.
Oz. –Ducemur ergo capti, et infaustam Syris
in seruitutem patria a nostra procul.
Ch. –Sit cara libertas licet, melius tamen
Deo placentes seruitutem perpeti
quam sic perire, pignora ante oculos mori
nostros uidentes, rapta crudeli nece.
Oz. –Nolite, fratres, per Deum tantum nefas
(f. 322v)
59
172 unius trochaei
190 sero ferox M.
lacunam supplevi.
- 26 -
(f. 323r)
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
205
210
tantum subire dedecus. Semen Abrahae
seruum effici? Iubete me potius mori.
Ch. –Quod si perire oportet atque occumbere
nos ira cogit dexterae ultricis Dei
satius semel cruore uitam fundere
breuique spatio temporis gladio eripi
quam urente sensim uiscera absumi siti.
Testamur igitur astra, terramque et Deum
ipsum tonantem, trade Betulam Syris.
Oz. –Proh dolor, dolor grauis!
(f.323v)
PARTHENIACI CUM <H>EXAMETRIS.
215
220
225
Ch. –Heheu Deus optime, cuncti
peccavimus impie agentes
ut nostri egere parentes.
Tu pius et clemens nostri miserere doloris.
Tu uindice corrige dextra
neque, nostri criminis ultor,
praedam patrare Syrorum,
sed pius et clemens nostri miserere doloris.
Illudet barbarus hostis:
Deus est sine numine, dicet.
Spes nostra feretur inanis.
Tu pius et clemens nostri miserere doloris.
<TRIMETRI IAMBICI.>
230
Oz. –Audite fratres, quos premit acerbus dolor,
animis adeste; quinque nunc etiam dies
utcumque sustinete, fortasse interim
uestri misertus ponet iram Altissimus
uirtutis atque gloriae antiquae memor.
Quod si peracto tempore, hic fuerit status
polliceor urbem, ut postulastis, dedere.
CHORUS.
SAPHICI ET ADONII.
- 27 -
(f. 324r)
Eduardo Fernández Guerrero.
235
240
245
250
255
260
265
270
Máster en Filología Clásica.
UAM, septiembre de 2013.
Ch. –Heu perit sacrum genus Israelis
et Dei sanctus populus Syrorum
cogimur durum arbitrium subire,
aut nimis crudam tolerare mortem.
Ergo captiui, miseranda pubes,
ibimus, uincti rigida catena
colla, per terras uariasque fusi
ferre discemus iuga seruitutis
exules, dulci patria relicta:
praedaque infido data sorte iniqua
militi, tristi sua quisque linquet
pignora fato.
Faucibus siccis sitibunda lingua
haeret atque imo modicus palato
humor absumptus tenui loquela
deserit uocem: sitis ima sensim
viscera exurit. Datur unda tantum
in diem, ut mortem potius cupitam
proroget, lento violante tabo.
Namque vix tangens labii supremum
iam latex fauces fugit excitatas.
O nimis saeuum genus occidendi,
vita cum lenta nece prorogatur.
Bis decem Titan reuolutus orbes
duxit, ut fontes putei canales
atque cisternae solitos aquarum
pernegant ductus, ducis arte saeui.
Quid malis tantis onerata demum
urbs agat? Stricto premit hostis atrox
undique ferro.
Quid iuuat Mosis coluisse leges?
Quid Dei electum populum vocari?
Quid beatorum genus esse patrum?
Quid sacrum Templi toties adisse
atque felices habitasse terras,
fata si haec demum miseros manebant,
ut Syros capti dominos sequamur,
dedecus nostro generi futuri?
Nuper erepti Babylone saeua
rursus ad crudele iugum redimus.
O genus durum cruciare natum
- 28 -
(f. 324v)
(f. 325r)
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
filios pacis, quoties quietis
bella mouisti? Quoties atroci
sanguinem fundis gladio Israelis,
nec lacessitus spolia induisti,
perfide miles?
275
Vidit infantem Samaria matri60
decoqui, atque escas redimi nefandas.
Rapsacem muri Solymi audiverunt
impie poenas rigidas minantem.
Transtulit terris, sua Salmanassar
sceptra Hebraeorum Syriaeque Hebraeos.
Templa qui ductor fuerat coquorum
diruit magnis opibus superba.
Proh nefas, sordes hara facta alebat
ara quae magni fuerat Tonantis.
Fata sic poscunt. Gladio Syrorum
vita debetur miseri Israelis.
Quid moras fatis trahimus supremis?
Ducite captos.
280
285
290
(ex f. 354r)
(CORO EN EL ACTO PRIMERO)
[…] el agua mengua, la cruda sed crece,
el cerco dura, y no huelga un momento
Betulia, el pueblo todo al fin perece.
Ay, ¿cómo de pesar ya no reviento?
Tomad, gente cruel, tomadnos vivos
si esta es vuestra venganza; henos captivos.
295
ACTUS SECUNDUS. (ESCENA PRIMERA.)
(INTÉRPRETE ENTRE LOS ACTOS.)
(ex f. 350 v. et ss.)
Iudith, matrona santa y religiosa
con grave dolor viendo esto que pasa,
y de librar su pueblo deseosa
hace que venga Ozías a su casa.
Después de reprehenderle rigurosa
300
279 Samarîa
M.
- 29 -
(f. 351r)
Eduardo Fernández Guerrero.
305
310
Máster en Filología Clásica.
UAM, septiembre de 2013.
por haber puesto a Dios término y tasa,
con suavidad le anima a que confíe
de Dios y de su celo no desvíe.
Al fin en el negocio se concierta
que esté de noche en vela cabe el muro
para que a su salida dé la puerta,
y en todo lo demás esté seguro.
Ozías de esta habla como cierta
la paz teniendo espera el fin futuro.
Entanto ayuno por los cinco días
ordena y manda se hagan letanías.
(f. 325v)
ACTUS SECUNDUS. (ESCENA PRIMERA.)
IUDITHIS, OZIAS, CHARMUS.
315
320
325
330
335
340
Iu. –O quam uirile robur, et dictu arduum
arcana mens uigore dulci concipit!
Sed dubius animum turbat euentus meum
fragilisque sors cum audet reformidat tamen.
Aude, anime: captu forte maiora expetis,
at clara uirtus gloriae est sita in arduo.
Sed proh pudorem! Foemina aggrediar uirum
tractare? Blandis occulam illecebris dolos?
Num uidua rursus ad puellares meos
annos redibo? Ornabitur priscus decor?
At si tu, Olympi Rector, haec mihi suggeris,
firmandus animus, ista vincenda est mora.
Hostem superbum fortis extinxit Iahel,
pectusque faciem comta texit masculum;
Thebaea uidit turris Abimelech ferum
ictu peremptum foeminae: ego uero haesitem,
diuina uirtus uiribus mortalium
quasi metienda sit? Opus est silentio.
Qui distulit coepisse, nunquam perficit.
Oz. –Cessura quo tandem modo res sit, latet.
Seu fastus instat sine durior exitus,
res prorogari non potest ista[h]aec diu.
O sancte Genitor, libera nostram fidem!
Cha. –Me spes profecto magna uincendi tenet,
nam mulier illa rebus in cunctis grauis
et perseuera nempe consilio, queat
- 30 -
(f. 326r)
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
multum iuuare corde magnanimo et pio.
Quodcumque sapiens tentet, haud cedat male. 61
Effare, qua nos gratia accersi iubes?
Iu. –Quaenam ista mens est velle mortales Deo
certare? Vosne limites praescribere
fas est supremo Numini? O temerarii!
Quinis diebus spondet Ozias Syris
nos dediturum temere, si pergat sitis.
Scilicet Olympi rector adueniet, puto,
ad praestitutum tempus inuisus quoque.
Non tu profecto flectis ad clementiam,
sed uim furoris excitas isto modo.
Posuisse vos tempus Deo? Arbitrio geri
divina vestro velle? Proh, magnum nefas!
Sed enim benignus ille terrarum parens
dissimulat ista, flectitur prece supplice
ueniamque falso ac conscio ultro dat bonus.
Quapropter alto pectoris, fratres mei,
dolore, gemitu, voce maesta et flebili
id nunc agamus, hoc quoque ut crimen Deus
dimittat. Imploremus almam gratiam
flectamus iram scelere nostro percitam.
Neque enim furor diuinus ulcisci scelus
neglexit umquam, saepe dissimulet licet.
Cha. –At tu perustas lacrymis cernis genas
nec posse iam durare tanta in miseria.
Iu. –Citius putato forte subueniat Deus
rerumque oportet illi habenas tradere,
bonitate cuius credo fidendum magis
quo nos videtur fortius dolor angere.
Non ille sane e mente deleuit sua
sed patitur affligi suos periculo
aeque an colamus rebus aduersis probans.
Nec enim deos colimus Assyrios neque
simulacra prisco more ueneramur patrum,
quare luerunt digna suppliciis commissis mala.
Nos ergo quoniam haud fuimus rei
huius, profani nec genu diis fleximus,
opem decet sperare Viuentis Dei
qui sanguinem non patitur innocuum manu
fundi sacrilega. Vertet in iugulum hostium
hostile ferrum, quamque de nobis putant
345
350
355
360
365
370
375
380
342 cedat
M.; an rectius legendum cedet dubito.
- 31 -
(f. 326v)
(f. 327r)
Eduardo Fernández Guerrero.
385
390
395
400
405
410
415
420
425
Máster en Filología Clásica.
auferre praedam, manibus istis deserent.
Cha. –Haec esse prorsus certa nequaquam ambigo,
uerum pusillae haud facile plebi saudeas.
Quae cum laborat, crimen in nos reiicit,
impetus apud quam ratio nil quicquam valet.
Iu. –At uos patres cum sitis et summi Dei
sacri ministri, quando de vobis salus
plebeia pendet, summa ope eniti decet
auctoritate ut uestra et eloquio graui
firmetis animos debiles, uulgus quoque
ad spem erigatis languidum. Assidue Patrum
suggerite quondam dura iam certamina,
genitoris Abrahae; oboediens in memoriam
reuocetur Isac, Israel, Moses, Dauid,
et quotquot in summa Deo unquam temporis
fuere digni. Plurimum confert spei
quicquid profectum pectore ab amico putas,
nam qui labores caelitum immisos manu
aegre tulerunt, atque se nimium asperos
dedere, acerbo corde tolerantes, mala
periere poena sceleris horribili sui.
Nos ergo, si qua patimur, haec nostris decet
reputare culpis, illa meritis credere
minora, seruos corripi, non abiici.
Haec quoque ab amante, non ab irato Deo
existimare: cuius hic mos est uetus
ut quo magis amet quemque, eo grauius premat.
Nos uero amantis dona non amplectimur?
Cha. –Sane ista prorsum uera nec quisquam
queat dixisse contra. Nos vides, quanto tamen
sumus in labore. Tu ergo pro nobis pia
Deo profunde uota et assiduas preces,
relligio cuius grata coelicolis fuit.
Iu. –Si quae locuta sum superno Numini
tribuenda sunt, sic facere quicquid molior
Dei esse prorsus credite. Iccirco boni
linguis fauete, ut pectus Omnipotens meum
confirmet. Isthaec ergo sic se res habet.
Sole occubante, Solis ad portam ibitis:
cum serua ego sub id tempus eggrediar mea
tolletis astris supp<l>ices pro me manus.
Porro quid id sit scire uos minime uelim
quodcumque sit, rogate ut immensus Deus
spatio dierum quinque subueniat suis.
- 32 -
UAM, septiembre de 2013.
(f. 327v)
(f. 328r)
(f. 328v)
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
Oz. –Ita esto. Diui coepta fortunent tua.
Iubebo supplicationes publicas
ferri urbe, et omnes abstinebunt interim.
CHORUS.
DIMETRI ANAPESTICI CUM ALIQUOT MONOMETRIS.
430
435
440
445
450
455
460
<Ch.> –Ite, ite, preces fundite sacras
duplicesque manus tollite ad astra,
genus Isacide, templa Tonantis
tristia lacrymis ora rigantes
petite, et superos placate pio
munere, gemitu flectite iugi
uigiles ipsas semper ad aras.
Plus efficiet qui sibi de se
minimum credet. Pergite cuncti,62
uir cum iuuene, senex atque puer
cumque innupta uirgine mater.
Per quinque dies desinat infans
ubera c[h]arae sugere matris.
Discat Hebraeus populus Dominum
placere sui uero holocausto [corpor]
corporis: animi gladio stricto
resecare sui gaudia discat.
O quam supero grata Tonanti
uictima talis: quae non pecorum
sanguine fuso sufficit aras
neque torrendo uituli fibras
sacro Superos nidore petit;
neque fumanti thure uapores
ad celsa effert astra Sabaeos
sed sua iugulans crimina, mactat
uiscera uero caesa dolore;
gemitusque piae mentis odores
gratos Diuis mittit, et animo
ardente petit quaeritque suum
super astra Deum.
Quid non cogunt Superos iusti
uota precantis? Quid non impetrat
438 Ordinem versuum ad sensum mutavimus: apud M. vv. 441-442 anteponuntur prioribus vv. 439-440.
- 33 -
(f. 329r)
Eduardo Fernández Guerrero.
Máster en Filología Clásica.
pietas orans? Quos non penetrat
caelos uirtus supplicis animi?
Tres post annos uiderat olim
steriles campos arere siti
pater Helias: orat et aethra
deuocat alta tumidos nimbos,
imbre cupito rigat omne solum.
Lacrimae regis iam perituri
imperia Dei fata minantis
reuocant, uitam redimente nouam
sole retrorsum.
465
470
Immissa graui uulnera dextra
in Hebraeorum gentem ingratam
legifer aufert precibus Moses.
Quoties populum delere uolens
Deus infidum, dulcis amici
prece placatus, ueniam mitis
sponte dedisti, pacemque bonus?
Vincit Acabus quoties poscit
id Helisaeus: uincitur idem
quando Propheta<e> est certa uoluntas.
Nempe uideris, Deus alme, tuis
nihil omnino posse negare:
Adeone tibi pia uota placent?
Ergo et uiduae lacrimas nostrae
aspice summi Rector Olympi.
Casta pudorem tibi conseruat
sobria sanctos macerat artus
gaudetque sacra relligione.
Nunc pro patria uota precantis
suscipe clemens.
475
480
485
490
Fiderit armis quicunque uolet,
petat horrendo proelia ferro
numerosa ferens agmina, certus
Marte triumphos sibi promit<t>at.
Ego pro galea spem mihi sumam;
tibi ero supplex, Deus alme, uelim,
quoties gladium stringere in hostem63
fretusque tuo numine pergam.
495
500
499 stringeri
M. u. u.
- 34 -
UAM, septiembre de 2013.
(f. 329v)
(f. 330r)
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
Excipit ictus omnes clipeus
iste libenter.
505
510
515
Cum dolet ultro crimina populus
ultroque suos deprimit artus,
si Deus adsit, puer in Goliam
rusticus ibit, funda gigantem
sternet inermis. Si Deus adsit,
Jonathas solus petet ingentes
cuneos fidens Allophilorum
uincetque canens, scit quoque paucis
sternere multos Deus Omnipotens,
uigil ex alto. Speculare, Syon,
tuus an tibi sit rex iratus,
crimina defle, clama, exclama
aderit prorsus Deus ille tuus
dulcis amator.
DIMETRI
520
525
530
IAMBICI
(f. 330v)
CATALECTICI.
Si tu faues supernae
regnator altus aulae,
per feminam impotentem
credam phalangas hostis
currusque et arma uinci.
Scelus suum dolenti
benignus Isr[r]aeli
vatem sacram dedisti,
per quam tuos regebas
cum Barachus hostes
prostrauit uniuersos.
Matrona sancta Iudith,
decus domus Hebraeae
nobis salus sit oro
si tu benignus adsis
quocunque tutus ibo
nil usque pertimescam.
(f. 331r)
(ex f. 354v)
CORO EN EL ACTO SEGUNDO.
¿Quién mis gemidos tanto
- 35 -
Eduardo Fernández Guerrero.
535
540
545
Máster en Filología Clásica.
UAM, septiembre de 2013.
levantará que vuelen sobre el viento,
quién subirá mi llanto
que pase el firmamento,
Dios soberano, y llegue a tu aposento?
Que aunque nuestros pecados
cerraron como nubes tu clemencia
los clamores alzados
de triste penitencia
en tu luz no hallarían resistencia.
Pecamos, Dios, pecamos
si a tu bondad hicimos grave ofensa
¿qué quieres que hagamos?
Por eso es ella immensa
porque con pecadores se dispensa.
(f. 354v)
550
555
Duélate nuestro duelo
y pénete Dios nuestra pena
pues es nuestro consuelo
que de mano tan buena
como la tuya todo bien se ordena.
En ti está la victoria
venza tu poderosa diestra, venza,
tuya sera la gloria
y mía la vergüenza
que de mi culpa tu favor comienza.
ACTUS TERTIUS. (ESCENA PRIMERA.)
(INTÉRPRETE ENTRE LOS ACTOS.)
(ex f. 351r)
560
565
Habiendo a Dios con lágrimas orado
gran rato, Judith sale muy compuesta
de extraño arreo, va su dueña al lado
la provisión lleuando a punto puesta.
Las guardas dan el paso concertado.
Admírales belleza tan honesta,
pasado el monte a tiempo bien temprano
las espías asirias le echan mano.
- 36 -
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
570
575
Mas puesta ante Holofernes, de tal suerte
agrada su hermosura y gentileza
que en afición muy loca le convierte
por lindo estilo su habla le endereza.
Venida dice ser a que concierte
cómo sus enemigos Dios le ofreza.
Creyendo esto el asirio muy contento
le manda hacer solemne tratamiento.
(f. 331r)
ACTUS TERTIUS. (ESCENA PRIMERA.)
IUDITHIS, FAMULA, OZIAS, <CHARMUS>, CHORUS.
ANAPESTI ET IAMBI.
580
585
590
595
600
Iu. –Huc, serua domo prodito foras
et me propero comitare gradu
haec quae dixi tecum asportans.
Fa. –Propero. Sed quid hera molitur
egressa domo nocte silenti?
Iu. –Ocius exi, mox cognosces,
tu modo quaqua pergam sequere
neque diuertens lumina quoquam
nec solito hominem more salutans
obuia quidquid videris usquam.
Fa. –Sequor, ac prorsus muta silesco.
Igni geminis cornibus imples
resplendentis Phoebes orbem,
quae noctiuago curru inuehitur
nunc et tacito regit incessu
alta iugales. O magne parens,
huc dexter ades dominaeque meae
omine fausto dirige gressus.
Iu. –Per opaca urbis loca progressae,
prope ad excubias uenimus ipsas.
Per pomaria cerno vigiles
procul ad muros taedarum ignes,
miseri seruant obsidione
fessi longa murorum aditus.
Nunc age populi Deus Hebraei
mihi fer vires, nil foemineum
- 37 -
(f. 331v)
Eduardo Fernández Guerrero.
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610
615
Máster en Filología Clásica.
UAM, septiembre de 2013.
quidquam audenti, cadat infestus
caede tyrannus merita affectus.
Tacito portas superare gradu
datur. Hac nobis iter est, famula.
Cha. –Quaenam venire ad militum custodias
est ausa mulier, nocte sub opaca ambulans?
Oz. –Atque ecce Iudith ipsa; quam sane aduenit
speciosa, quantus ore et ornatu decor!
Fa. –Visae sumus. Iu. –Tu perge, nec uerbum amplius.
Oz. –Quae forma, qui uultus honos, quae corporis
habitudo! Prorsus nequeo quod sentio loqui:
sinitote abire liberam quoquo uelit.
Regnator ille summus aspiret tibi
uirtute firmans atque consilium tuum
felicitans, quo glorientur pulchrius
Solymae triumpho foeminae cuius quoque
nomen perenne et fama facti fulgeat.
Ch. –Fiat, fiat, dicimus omnes.
(f. 332r)
CHORUS.
CHORIAMBICI SIVE GLYCONI.
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Ch. –Perge felici omine
quae uirum mulier petis
blanda sit pedibus uia
spina nec pungat pedem
nec petra offendat tuum.
Faustus ingressus tibi
exitus tristis Syris.
Quidquid ex animo cupis
prorsus eueniet tibi,
perge seruatrix mea,
perge felici omine.
Qualis aurato micans
surgit aurora in t[h]oro
cum comas rutilum iubar
luteumque ambit caput,
datque laetitiam orbi
pellit et tenebras polo,
sic feret miseris opem
atque Betulis dabit
(f. 332v)
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La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
640
645
hoste deuicto, bonum
pacis inclita Judith.
Euge candidior niue
pulchrior uerna rosa,
Cynthiae uincens iubar
melle tu mihi dulcior
et mero quoque fortior.
Affer Assyrio duci
intimam uictrix luem.
(ACTVS TERTIVS. ESCENA SEGUNDA.)
EXPLORATORES, IVDIT<HIS>
<(TRIMETRI IAMBICI.)>
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<Ex.> –Porro cacumen montis huiusce arduum
penetremus, unde posse speculari omnia
lateque circumspicere nos arbitror,
quid agant Hebraei, urbs unde Betula hauriat
aquas notantes, cuncta referemus probe.
Quae mulier illa? Hebraea comparet quidem.
O foemina audax! Vndenam istorsum uenis,
secura quonam pergis? Fare ocius.
Iu. –Ego quippe Hebraea e gente natam me non nego.
Ex. –Ecquod, malum, te misera nostras in manus
hodie dedisti? Iu. –Nempe propterea fugam
tutam capesso quippe cum scirem fore
ut deuenirent perditi in uestras manus
quod noluissent sponte sese dedere
benignitatem potius experti ducis;
imo et rebelles uestra spreuere agmina.
Ex. –Nunc qua spe ducere ut fugiens petas
inimica castra? Iu. –Ego ipsa mecum denique
sic cogitavi: adibo faciem principis
Holophernis, illi deinde monstrabo uiam
aditumque quo obtinere Bethuliam queat
unius absque militis dispendio
et cuncta demum arcana Hebraea detegam.
Ex. –O scita mulier per Iouem, ut pulchra est nimis
et eleganti fulget aspectu undique!
Non sum equidem apud me, prae stupore incredulus.
Iu. –Cepisse uideor nonne consilium probe?
- 39 -
(f. 333r)
(f. 333v)
Eduardo Fernández Guerrero.
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Máster en Filología Clásica.
UAM, septiembre de 2013.
Ex. –Prorsum sapisti, uita consilio tibi64
seruata, quippe quae inclitum Holophernem ducem65
adire statuas, hoc enim uerum puta:
simulac in ora ueneris tanti uiri
facilem profecto ac liberalem senties.
Iu. –Proin quaeso ducitote, iam dudum hoc amo
hoc cupio solum, posse conspectu frui.
Ex. –Nulla mora, iam perge nobiscum libens
neu metue tutam dabimus et e castris breui
ipsius ad tentoria feremus ducis.
(ACTVS TERTIVS. ESCENA TERCERA.)
MILITES, HOLOPHER<NES>, VAGAVS, MOABVS, IVDITHIS.
TRIMETRI
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IAMBICI.
Ex. –Aperite uos heus ocius quis uestrum eat
qui dicat hic adesse quos iussit uiros
afferre magnum quippiam et gratum admodum,
ipsi futu[tu]rum. Vag. –Quaenam age hae sunt foeminae
Ex. –Puella Hebraea poscit Holophernem ducem.
Vag. –Manete, uos uero ingredi Holophernes iubet.
Moa. –Proh Iup<p>iter! Quis gentem Hebraeam negligat
quis tam uenustas pellices pretium67putet
non grande pugnae? Causa non alia ut foret
satis superque non tamen hanc iustam putas.
Ho. –Efferte famuli. Surge tu uero ex humo
ac iam pauori parce. Non est quod tremas
metuasue quidquam. Quin bono animo es maxime?
Ego namque si quis sceptra uenerari incliti
Cambisis unquam et gentis Assyriae obsequi
uoluit tyranno, ne pilum laesi quidem. 68
Non ergo dextra cuspidem ardentem mea
minatus esset tristis in Solymos furor
tuus iste populus ni ducem Holophemem prius
tempsisset, unus nos ad arma prouocans.
Sed fare, quanam adducta causa deseris
66
675 seruata erasit in fine
677 sta adire statuas. M.
385 ocyus M.
692 precium M.
700 obsequi eras. M.
M.
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(f. 334r)
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
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patrios penates, transfuga externos petis?
Iu. –Gentis Syriacae ductor, Holopherne inclite,
si uerba penitus serua quae faciam tua
non aure solum, mente sed tota capis69
ipsaque re uis exequi, haud equidem ambigo
quin id quod optas omnibus uotis breui
iam possit obtinere felix dextera,
nam quanta regis gloria Assyrii emicet
totum per orbem forma dispersa uolitat
cunctaeque gentes lancea edomitae tua
uenerantur ingens numen, i<m>mo per caput
regale iuro, et brachii uires tui
uel ipsa solo bruta nutu obtemperant.70
Quod uero honoris quidquid est in regiam
contuleris unus ipse terraque et mari
dubitetne quisquam? Nempe cum solertiam
tum robur ingens atque consilium graue
dignumque quidquid usque magnanimum duci est, 71
rerum tuarum gesta Garamantes quoque
Tanaimque supra nouit extremus Scytha
nec est quod Achior fatus obscurum mihi
nec quae minatus iusseris uinctum neci
seruari apud nos. Illud autem maxime
mihi crede, uerum est, grauiter irasci Deum
criminibus unde per sacros uates canit
dudumque iam praedicat, aliquando impios
crudeli Hebraeos hostium hasta diripi.
Nunc itaque sese scelere pollutos graui
meminere, miseros terror inuasit tuus,
metuuntque tradi debitam in praedam Syris.
Quin et palata edace tabescunt fame
adituque clauso fontium extinctos habes,
perimenda gladio pecora iam iam destinant
nec sanguinem epotare brutorum pudet.
Ad haec sacrata farra, liba, oleum, merum
similamque si quidue ara sacramenti habet
uertere profani nimiam in esuriem uolunt
atque ea uorare quae manu tangi est nefas.
Vsque adeo saeua orexis procedit mali!
Dubitamus ergo, ductor, Isacidas scelus
tantum patrantes esse perituros breui.
709 tota acapis M.
718 sola M.
723 decet eras. M.,
duceest M.
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(f. 334v)
(f. 335r)
Eduardo Fernández Guerrero.
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Máster en Filología Clásica.
Quae cum ipsa mecum tacita reputassem omnia
per noctis altae tempus aufugi et tibi,
o dux, Deo mittente ueni nuntia
-Deum Israelis namque apud te etiam colo-72
Mihi cuncta aperuit ille quem si consulam
tua serua, pro te, reddet oraclum mihi.73
Docebit ut iam uertere Hebraeos paret
quandoue tradi quoue constituat modo.
Quae certa cum retulero, per medios tibi,
monstrare Solymos ductitans ausim uiam:74
o pulchra spolia gentis, o clarum ducis
magni triumphum, si modo Holopherne annuas!
Tunc obtinebit dextera inimicos tua
non aliter ac pastore desertos greges,
opes superbas undique eripient Syri.
Adeo uel ipsum nomen Holophernis satest.
Haec namque ne me tibi credas uerba dare
Deus ille menti cuncta su<g>gessit meae
cumque ultro Hebraeos execretur pessimos
praemissit ad te magne dux me interpretem.
Ho. –Bene, hercle, factum atque optume quod te Deus
praemissit ad nos, ad meas Solymi ut manus75
proceres uenirent denique. At quoniam probe
pollicita, primum gratias, quas decet, ago.
Tum si Israelis pacta persoluat Deus
sacra rite faciam, do fidem uero tibi,
egregia mulier, magna facturum breui
in regia Cambysis ut sis et potens
et -quod uel unum maximum puto praemiumseruet perennem fama[m] splendorem tua.
Vos ducitote hanc foeminam intro
et collocate sede praecipua domus,
ubi repostos habeo thesauros meos
gemmas et aurum, Persicam gazam atque ebur
Indum. Vagae, ostende tum quae ex Perside
tum quae orbe toto uasa pretiosa attuli,
quod si supellex nostra commoueat bonae
oculos puellae, iubeo quaecumque elegans
deposcat ore, siue fulgentes peplos
seu mage monile et torquem et armillam uolet
750 Isrraleis M.
752 reddit M.
756 ausū M. u.u.
768 Solimi M.
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UAM, septiembre de 2013.
(f. 335v)
(f. 336r)
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
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ut norit esse me uirum, extemplo dari.
Va. –Sane dabo operam ut quantus Holophernes siet
quam liberalis quamque munificus sciat.
Ho. –Tum dulce quidquid, quidquid opiparum
id detur epulis, prandeat laute effice.
Va. –Curabo, dicat dummodo quidnam appetat,
seu uiuat aura, seu deliteat mari,
quaeretur ubiubi, poscat ambrosia, dabo.
Iu. –Quin, o Syrorum summe princeps, desine,
ex his enim quae praecipis non fas mihi est
uesci ore, ne fortassis irritem Deum
leges paternas negligens. Vescar tamen
quae gnara mecum more patrio detuli.
Ho. –Quod si quod adfers fuerit absumptum tibi
quid facere oportet quosue tibi posces cibos?
Iu. –I<m>mo per istud uero quod tollis caput
dux magne, non haec omnia expendam prius
quam quod putaui absoluo consilium mihi.
Ho. –Vtcumque placitum est. Ferte uos famuli domum,
mihi castra perlustrare tantisper libet.
(f. 336v)
(ex f. 351v)
ACTUS QUARTUS (ESCENA PRIMERA)
(INTÉRPRETE ENTRE LOS ACTOS)
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815
820
Mientras en los reales a su hecho
sazón Judith espera y coyuntura,
Betulia darse quiere de despecho
y a esto al capitán mover procura
un viejo de su ardid muy satisfecho;
de por razones convencerle jura
habiendo pues los dos asaz reñido:
Ozías vence, el viejo va corrido.
Después de esto Holofernes, de amor ciego,
de pura pasión solo y secreto,
de sí mil quejas dice vuelto un fuego
por verse a una mujer estar sujeto.
Vagao el mal sintiendo acude luego
y tratan ambos cómo llegue a efecto:
- 43 -
Eduardo Fernández Guerrero.
Máster en Filología Clásica.
UAM, septiembre de 2013.
al fin ordenan se haga un gran banquete
al cual Judith venir de grado acete.
(f. 337r)
ACTUS QUARTUS (ESCENA PRIMERA.)
CHARMUS, SENEX, OZIAS.
TRIMETRI IAMBICI.
<Cha.> –O spes inanes urbis, o uanam fidem,
quae nos moratur in dies fallax magis.
Triduum peractum est, quartus effulsit dies.
Ego pacis esse cerno ne signum quidem.
Tabescit omnis turba prae nimia siti:
Nos foeminae confidimus dicto leuis,
dormimus etiam, et mucro ceruici imminet.
Se. –Res tota ab uno pendet Ozia duce.
Cha. –Difficile depellas uirum a sententia.
Se. –Proprio obstinatus esse dediscet malo.
Cha. –Citius mori quam tradere urbem suadeas.
Se. –Quaerenda causa mente ut auertam senex
iuuenem. Loquendo an suadeam experiar prius.
Cha. –Ratione cunctos uincet: efficies nihil.
Se. –At si ducem sententiae Autorem afferam?
Cha. –Relligio coget. Qui tamen fieri potest?
Se. –Aggrediar ipse: deinde tu adueniens, quasi
acturus aliud proxime accedes, stupens
dices ab adytis scire te hoc oraculi,
mirum sacerdos efferes mysterium.
Cha. –Tu perge. Flectes forsan alloquio tuo76
Si fuerit opera nostra opus, conniueas.
Tunc ipse mirabundus oraclum afferam.
Se. –Adire certum est principem Oziam illico.
Vt dedat urbem cogere aut qua denique
spe nos moretur, scire. Iudaicae domus
generose princeps, noster afflictos Deus
respicere nondum coepit, iratus –reor– nostris
sceleribus. Muta sunt oracula,
nec ulla ab adytis vox tonat penetralibus.
Siti perimus, iamque uincto funere
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forsam M.
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(f. 337v)
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
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cum nato humandus genitor et puero senex
noli per aras tam horridum spectaculum
immane, taetrum perpeti, ut quod horreat
natura, cogat dura nos necessitas.
Oz. –Necessitas seruire coget liberos
Se. –Peius latronum more, conficier fame.
Oz. –Subeunda mors est, quolibet fugias modo
Se. –Mors est decora, quando pro patria cadas.
Oz. –Deserere patriam, non tueri tu cupis.
Se. –Cupio salutem, utrumque tutari licet.
(f. 338r)
Oz. –Vocas salutem currere in gladium hostium?
Se. –Clementiam implorare. Oz. –Quam? Se. –Regis. Oz. –Syri?
Se. –Feruens iuuentus impetus primos habet.
Oz. –Ne iam grauis senecta deliret uide.
Se. –O tempus illud: exhibe his canis fidem.
Oz. –Probamus omnes uetera, cum praesens premit.
Se. –Nae tu magis uidere fretus uiribus
mortalium quam par sit. An tu diu queas
durare? Oz. –Minime. Se. –Qua ergo nos spe detines?
Oz. –Bona uerba, quaeso: respicit miseros Deus.
Se. –Respiciat utinam. Perge. Quid speras fore?
Oz. –Vt mulier illa uincat Assyrium ducem.
Se. –Vt mulier? Oz. –Ita. Se. –Vincat ducem? Oz. Quidni? Syrium.
Se. –O spes inanes!. Foeminae fidis leui?
Oz. –Fido. Dei potentis auxilio atque ope.
Se. –Perimet mitella in auribus, torque, annulis?
Oz. –Aio: perimet uel infimis sandaliis.
Se. –Aut ludis aut aenigmatis nobiscum agis.
Armilla, torquis, peplus, haeccine bellica
sunt arma? Tu his interfici Holophernem putas?
Oz. –Hoc aio rursus, maximi qui fiat uide.
Est prima cordis pugna, dein uitae ipsius.
(f. 338v)
Vt perimat animum sumit haec arma mulier,
An tu esse nunc scis foeminam fortissimam?
Vel motu ocelli uincit, eneruat, necat.
Superatus olim Dalilae Samson iacet:
quod [c]ausa meretrix, sancta matrona haud timet.
Se. –At metuo ne quod Dina comportet malum
dum se periclo prompta manifesto obicit.
Oz. –At istud omen summus auertat Deus.
Diuersa facti est ratio: uirtus est in hac,
leuitas in illa: mentis arbitrii est opus.
Se. –Et tu putas curare uirtutem Syros?
Oz. –Simeon at ille stirpis auctor patriae
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Eduardo Fernández Guerrero.
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Máster en Filología Clásica.
UAM, septiembre de 2013.
impune[m] abire non tulit Sidonios,
nec ergo nunc permittet altitonans pater
Simeone natam turpe quid ferre a Syris.
Se. –At sine periclo id maximo fieri nequit.
Oz. –Superna uirtus aderit, ego miro modo
confido. Pietas, castitas, sapientia
in cursu ab omni sospitabunt foeminam,
nobisque laete in pace redeuntem afferent.
Se. –Quod si diebus quinque nil actum siet?
Oz. –Parebo populo. Est quod incuses nihil:
adhuc supersunt temporis soles duo.
Vt cuncta cedant prospere, faxit Deus.
Cha. –Sermone tandem uictus excessit senex.
Ego dum loquuntur mutuo dudum hoc quidem
sic cogitabam quantum ab humano ordine
diuina abessent facta. Quod cladem putes
id in salutem saepe conuertit Deus.
Mutatus adeo hoc dico mihi ego denique
quod tempus expectare sapientis rear.
(f. 339r)
(ACTUS QUARTUS. ESCENA SEGUNDA.)
HOLOPHERNES SOLUS.
IAMBICI.
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<Ho.> –Percussus animum uenio diro uulnere
et mentis impos totus introrsum ardeo
amore flagrans foeminae Hebraeae intimo.
O magna amoris uis et imperium inpotens!
Qui spolia tot reporto uictor gentium,
qui tot triumphis ductor orbem compleo,
amore uictus tendo captiuas manus
uinclisque sedens supplices edo preces,
sed me aestuantem patitur absumi mala
flamma medullas, in dies crescit dolor.
Infixa cordi forma inhaeret foeminae,
decusque uultus illud et niueus color,
sermonis illa gratia atque oris Venus.
Eheu puella Hebraea nescio quam meis
oculis ad imas usque iaculata es luem
penetrans medullas. Crescit optando dolor,
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(f. 339v)
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
amor tuendo: cumque tu fugias magis
magis cupido caeca suspensum tenet.
Ignoro qui sit ut uolens obsistere
plus opprimare acerque dulcescat dolor.
Ego magnus ille ductor Holophernes Syriae
gentis flagrans amore, consiliique inops
similis furenti totus incendor miser
quid agam? Fatebor mene uictum foeminae
supplexque uoluar precibus? O facinus graue
nostraeque famae sempiternum dedecus!
77
* * *
935
940
(f. 341r)
Va. –Sed nostra non uult edere. Ho. –Vescetur suis.
Vade ergo: suade ut ueniat ultro ad regiam.
Experiar hodie quantus in me sis fide,
est namque turpe a foemina illudi ducem,
contemni ab illa prorsus indignum fide.
945
(ACTUS QUARTUS. ESCENA TERCERA.)
IUDITHIS, FAMULA.
IAMBICI.
<Fa.> –Hei mihi futurum nescio misera exitum
tam turbulentis rebus. Ego quidnam arbitrer?
Hera forte frustra tendat, ita me Deus amet,
omnino uereor, namque quartus hic dies
ex quo profectae in castra nec quicquam tamen
uideo esse factum, sed moras semper trahi.
Hodie superbum fecit Holophernes suis
conuiuium. Praefectus ad coenam rogans
dominam uocauit. Illa, quod miror, libens
perrexit inuitata, tum sese induit
ornauit osque compsit accuratius
solito: mihi imperauit effuse sibi
epulas pararem. En unus absoluet dies
950
955
960
943 Inter
vv. 942 et 943 lacuna statuenda est, cum desit f. 340.
- 47 -
(f. 341v)
Eduardo Fernández Guerrero.
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Máster en Filología Clásica.
UAM, septiembre de 2013.
quodcunque superest. Hilaris Holophernes bibit,
coenauit atque lusit oppletus mero.
Duces stupentes semper in heram lumina
torquere multas canere laudes illius.
Accubuit illa propter Holophernis latus,
bibit quoque et coenauit ad satiem alacris.
Vt uisus est, uir perdite hanc ardet Syrus:
ita totus erat absorptus illam dum aspicit
atque indecore multa dixit ebrius.
O quanta nunc in urbe miseria ciuibus,
quam saeua clades imminet, nisi tu, Deus
magne Israelis, afferas uictis opem.
Ne patere miseras opprimi mulierculas
ulla aut pudore<m> labe maculari sacrum.
Sed domina prodit, ore comparet hilari.
Iu. –O rex Olympi, o magne Hebraeorum Deus,
tandem cupitum tempus offertur mihi,
et hora, uotis mille quam pridem expeto,
adest profecto. Facinus ingens foemina
aggredior audax: adde tu uires mihi.
Iudith, quod ipsa tam diu exoptas, adest.
Virile pectus ausa deposcunt tua,
non est morandi tempus, audendum est, age.
Graue in tyrannum proelium? Magna est opus
uirtute, uel moriere, uel mortem inferes.
Tenebrosa nox est, altus inuasit sopor
uino madentem. Cuncta nunc silentio
iacent profundo: nemo me prorsus uidet.
Ancilla tu pro foribus, arre[p]cta procul
a<d>sta aure. Fa. –Quid hera nocte tam sera apparat?
Iu. –Tace, uidebis. Fa. –A<d>sto. Iu. –Summissius age.
Fa. –Quid fieri oportet? Iu. –Ne quis huc intret modo
cauere. Fa. –Quod si ueniet? <Iu.> –Actutum innues
rumore modico. Fa. –Nemo sin ueniat, quid est?
Iu. –Manebis hic tu tacita, toto pectore
caeleste numen inuocans seruae suae.
Manebis autem, donec egrediar foras.
Rursum atque rursum moneo ne quicquam strepas.
Fa. –Hera, fiet ut uis. Adsit Omnipotens tibi.
Iu. –Placet experiri an dormiat. Prorsum nihil
sentit. Profundo mersus est somno, ac mero
multo iacet sopitus. Aggredere, o mea
(f. 342r)
78
985
990
995
1000
984 tiranum M.
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(f. 342v)
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
felix profecto dextera, aggredere ocius.
Res pendet ingens, perge momento breui.
SAPPHICI ET UNUS ADONICUS.
O parens diuum, decus Israelis,
Tu meum firma ualide lacertum.
Lacrimas nostras, Deus, hac in hora
respice clemens.
1005
IAMBICI.
1010
1015
1020
Moriere nostris manibus, Holopherne inclite.
Mucrone diro perfidum eripiam caput.
Ibis sub umbras, ibis infelix homo,
haec spolia Hebraea ex urbe tecum deferes.
Tandem redisti rursus ad somnum redi.
Fa. –Hei misera. Quid tam turbido ore iactitat?
Quid sonuit autem? Videor audisse fremitum
terramque uasta mole concussam hiscere.
Iu. –Gratare, socia: mitis aspexit Deus
gemitus precantis. Foeminae extinxit manus
dirum tyrannum. Fa. –Onusta quid portas, hera?
Iu. – Ca<put> […]
* * *
(f. 344r)
(ACTUS QUINTUS. ESCENA PRIMERA.)
(OZIAS, NUNTIUS)
(IAMBICI.)
1025
Oz. –…sit unde uisa, signa quae sibi praeferat.79
Nu. –Vix media noctis pars tenebrosae iuerat.
Quando astra lapsu cadere lento occeperant,
ego sorte muris tempore hoc custos datus
vigil excubabam. Cerno fulgentes procul
atque instar ignis ueste radiantes rubra
gemmas et aurum -mox ut agnoui prope1021 Inter
vv. 1020 et 1021 lacuna statuenda est, cum desit f. 343.
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Eduardo Fernández Guerrero.
1030
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Máster en Filología Clásica.
ac fronte prima dubius hoc quidnam foret
admoneo socios praecauens fraudes Syras.
Dum nos stupemus ualle lustrata magis
magis patescunt foeminae uisae duae
et iam profusus percipi poterat sonus,
cum uoce clara, sursum et intendens manus
“Aperite nobis”, clamat, “Aperite ocius;
ex hoste pulchras patriae exuuias fero”.
Dum claustra pandunt, ego cucurri nuntius.
Oz. –O nox beata, pulchra, felix, prospera
die micante clarior qua pax fugat
procul duellum, quaque libertas datur
optata, quaque amica iam rediit salus.
Vox ista plane agnosco, uox ludithidis
est ista, mulier morte seruauit uiros.
Nunc tota cantans ciuitas eat obuiam,
festis choreis excipi aduentum decet
uictricis: omnes uoce cantemus pari.
UAM, septiembre de 2013.
(f. 344v)
CHORUS.
ASCLEPIADEI CUM GLYCONICIS.
1050
1055
1060
1065
<Ch.> –Victrices hederas iungite lauribus
palmis nobilibus sertaque pingile
plaudentes pedibus sidera dulcibus
permulcete modis. Lumina, lampades
accensaeque faces, Attica munera,
noctis iam tenebras fugent.
Deuicto Golia, foemineus chorus
cantans Isaidae prodiit obuiam
uictorem iuuenem laudibus efferens;
uictrici uiduae nos quoque carmina
et laetas choreas demus et inclitam
pacis munera lauream.
O magnis mulier maior adhuc uiris,
o digna eximiis semper honoribus,
tandem nec patriae flebilis immemor
spes una in miseris rebus adest tuis
et diues ualidis exuuiis redis.
Complexus patrios dat tibi patria
et dulces lacrimae laetitia fluunt.
Quam nobis igitur paene putauimus
- 50 -
(f. 345r)
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
1070
1075
extinctam, reducem denique cernimus.
Iudith sospes adest nostra. Quis hoc putet?
Et uictrix etiam diues et aduenit:
quod speres minus id gratius accidit.
Vicisti mulier spem populi tui,
uicisti Assyrium ducem.
Vicisti ingenium, quod reor inclitum,
exornata tuum, grande periculum
euadens, patriam hostibus eripis
teque ipsam refert posteritas sacris
olim laudibus euehens.
(ex f. 354v)
(ACTUS QUINTUS. ESCENA SEGUNDA.)
RECIBIMIENTO EN EL ACTO QUINTO.
1080
1085
1090
Canta con voz alegre y sonorosa,
oh pueblo libertad tan deseada,
que ya tu Judith vuelve victoriosa;
recibe con gran gozo su tornada
hirió al fiero Holofernes victoriosa,
la guerra hizo sola y desarmada.
Betulia toda taña, dance y cante
que mucho más merece la triunfante.
Ven, gloria nuestra, amparo de tu gente,
pues viene todo el bien con tu venida
que en verte el pueblo nuevo gozo siente;
ven, Judith fuerte a quien debo la vida,
por todo el mundo hecho tal se cuente,
que en Israel matrona hay tan lucida.
Viva su nombre, suyo sea el gobierno
blasón, corona, triunfo sempiterno.
(ex f. 355r)
(f. 345r)
IUDITHIS, OZIAS, CHORUS, ACHIOR.
SENARII TRAGICI.
1095
Iu. –O patria, salue! Quam placet faustus mihi
conspectus iste, cuius ob causam rei
in omne meme sponte discrimen dedi.
- 51 -
Eduardo Fernández Guerrero.
1100
Máster en Filología Clásica.
Oz. –Alumna dulcis, quid tibi acciderit refer.
Pendemus omnes ore, dum narras, tuo.
Ch. –O mater Israelis, o spes unica
patriae cadentis, sospes aduenias mihi.
Auemus omnes scire quidnam feceris
morata quatuor inter Assyrios dies.
Iu. –Audite, fratres, nosse qui cupitis meum
factum, silentes paululum huc attendite.
UAM, septiembre de 2013.
(f. 345v)
ANAPESTICI.
1105
1110
1115
1120
1125
1130
<Iu.> –Te magne parens, te laudo canens
rector Olympi, tibi ago grates,
hoc tibi munus refero acceptum
o pater, o rex hominum, o custos.
Nunquam omnino spe frustrantur
qui tibi fidunt, soloque suas
in te figunt spes ex animo.
Nunc dulce Deo dicite carmen,
dicite ciues.
<Ch.> –Quod pollicitus quondam fuerat
ecce per huius robora dextra
superum dono foemina soluit
infirma duces mulier fortes
uicit et uno uulnere cunctos
abstulit hostes. Nox mihi testis
ista triumphis inclita nostris.
Cecidit magnus ille Holophernes:
haec, haec caedem dextera fecit.
<Iu.> –Eccum –uidetis?– inclyti Holophernis caput.
Caput revulsum bra<c>chio ex humeris meo
atque ecce conopaea pretiosissima
quibus cubabat ebrius nimio mero,
quibus Deo iuuante muliebri manu
peremptus et mucrone iugulatus suo est.
At nunc per ipsum iuro uiuentem Deum,
et hinc euntem et commorantem me sacer
seruauit illic hucque redeuntem Angelus
nec me pudoris facere iacturam Deus
est passus ullam, aut castitatem pollui,
quam uidua postquam torrido ex aestu meus
obiit Manases, semper inuiolabilem
- 52 -
(f. 346r)
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
seruasse dicor. Sed tropheo nobili
me gloriantem retulit ad uos, o uiri.
Oz. –Alumna gaude, c[h]ara supremo Deo,
cumulata coeli gratia praeter nurus
totius orbis, euge, seruatrix mea
honos sit illi, condidit qui sidera
globumque terrae, quique direxit tuam
dextram Syri ferire ceruicem ducis.
Hodie ille nomen foeminae in tantum extulit
ut non recedat laude cum summa tui
unquam memoria, fama sed facti manens
ritu coletur gente ab Hebraea annuo.
Non tu periculum adire timuisti tui
capitis supremum, impulsa tot nostris malis,
opem tulisti iam labanti patriae
ciuesque seruitute soluisti graui.80
Tibi omnis hymnum dicat alternum chorus.
1135
1140
1145
1150
(f. 346v)
(ex f. 355r)
TRIUMPHUS.
<Ch.> I, viros inter memoranda fortes
ducito laetos spoliis triumphos
diua Iudithis, redimita pulchra
tempora lauro.
1155
Magna Iosaei superato Hetaeo
magna Dauidae Golia perempto
foeminae est huius Holopherne victo
gloria maior.
Inclyta extincto Sysara Iahela,
inclyta Aestere pereunte Amano:
confer huic omnes, Holopherne uicto,
inclyta nulla est.
1160
Clara ductores tulerint trophaea
diua si soli tibi comparentur,
inclytos currus sat erit sequa<n>tur
unius omnes.
1165
1150
seruitute seruitute M.
- 53 -
Eduardo Fernández Guerrero.
Máster en Filología Clásica.
UAM, septiembre de 2013.
(f. 346v)
1170
1175
1180
1185
1190
1195
1200
1205
Ac. –O mulier audax, o inauditum mari
terraque facinus! Vix satis mihi reditus
somno e profundo omnino non possum excuti
et haec soporis esse quasi laruas puto.
Proh quae corona cingit astantem undique.
Iu. –Deus ille Hebraeae gentis, o Achior bone, 81
quem tu es profatus grauiter ulcisci suos,
en ipse gentis perfidae caput abscidit:
hac nocte periit dextera extinctus mea,
scisum superbi cernis Holophernis caput.
Hic ille qui derisit Hebraeum Deum,
nimium rebellis qui truces poenas tibi est
minatus, istud ense fodiendum latus
cum uictor esset. Ecce quid faciant minae.
Ac. –Vah, uah, Syrorum ductor eximi[a]e! Hiccine
est ille princeps? Proh ne[s]cis dira facies.
Iu. –Retinete lapsa membra, famuli, attollite
gelido excitate fonte, dum redeat uigor
et spiritus non aegre anhelantem trahat
Ac. –Paueo, tremisco, totus horresco miser.
Oz. –Pauor occupauit. Sinite dum lymphaticus
ad se ipse redeat. Pro Deum quantus tremor,
quis pallor oris! Anima uix spirat leuis.
Ac. –Sumne ipse apud me? Quis locus mundi tenet?
Terrifica meme ostenta et umbrae Manium
Holophernis agitant. Proh quibus furiis agor!
Nunc me reuinctum quercus alticrepans tenet.
Rursumne morior? Densa caligo incubat
oculosque tenebris obrutos uersat furor.
Estne ista Iudith principis uictrix mei?
Nempe ipsa. Supplex pedibus aduoluor tuis,
o inter omnes foemina inuictissima,
dilecta diuis, c[h]ara supremo Deo,
in te ille semper gloriam magnam feret
quocunque facti fama <t>errarum uolet.
Me iunge populo, ductor Ozia, tuo.
Valete: uos iam linquo, fallaces dei, 82
totoque uerum pectore amplector Deum,
cuius potenti dextera Holophernes iacet.
1175 capud M.
1204 Valete iam
vos iam M.
- 54 -
(f. 347r)
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
CHORUS
GLYCONICI.
<Ch.> –O sanctissima castitas
gratus coelitibus pudor;83
immortalibus unice
mortales similes facis,
inflammata libidinis
extinguens mala semina.
Per flammas, gladios, cruces
securo graditur pede.
Victrix sidera uertice
contingens uolat ardua
hostem sub pedibus tenens
conantem urere sulphure
fulgenti gladio necat:
spes eius solide in Deo[s] est
vinci propterea nequit
quamuis deprimitur diu.
Matronam opprobio senum
plectendam immerito puer
a tristi nece uendicat,
Ioseph denique uinculis
tentus foemineo dolo;
tandem non perit, inclitis
sed dux surgit honoribus
felix, qui potuit suae
naturae mala uincere:
huic hostes erit in fugam
promptum uertere ceteros.
Praeclarum facinus mihi
cantari liceat tuum.
Iudith foemineum decus,
deuicit tua castitas
non dextrae gladius tuae.
1210
1215
1220
1225
1230
1235
(ACTUS QUINTUS. ESCENA TERCERA.)
MOABUS, AMMONIDES, VAGAUS.
TETRAMETRI IAMBICI TROCH<A>ICI.
1208 coelestibus
M.
- 55 -
(f. 347v)
(f. 348r)
Eduardo Fernández Guerrero.
1240
1245
1250
1255
Máster en Filología Clásica.
UAM, septiembre de 2013.
<Mo.> –Quae ducis morosa tantum est ista segnities Syri
Sol quidem dudum refulget atque nemo est tam piger
quin diuinos iam labores coeperit deuoluere,
dux tamen, quem uel decebat stare lustrante<m> agmina
tam profundo mersus est sopore ut haec non audiat.
Am. –Excitate, surgat experrectus Holophernes sono.84
Va. –Perstrepentes nos soporem excutere conati sumus
nec tamen sentire uisus. Adeo sopor increbuit.
Am. –Non equidem demiror, adeo nocte proxima mero
totus est ingurgitatus. Excitate ergo ocius,
uel fores pulsando, uel cubiculum ingresi ducis
Excitate quippe mures nos ad arma prouocant
de cauernis prodeuntis: unde latitantes fames85
cogit in lucem uenire namque uehementer fremunt
Va. –Non mora. Vos tantisper hic manete, dum refero duci.
Mo. –Me profecto ad hoc uocari principem Holophernem pudet
cum satis sim solus ipse milite instructus meo
et parum cunctos Hebraeos esse putet haec dextera,
sed ducis nostri uoluntas debet arbitrium dare.
Am. –Plausibus conatur excitare sopitum. Mo.– Audio.
(f. 349r)
IAMBICI ET ARCHILOCII.
1260
1265
1270
<Am.> –Quis de repente flebilis fremitus sonat?
Va. –Proh proh, dies funestus. Heu, dirum scelus.
Mo. –Horrenda uox. Vagaus intus clamitat.
Va. –Fugit, abiit, nusquam est. Quid infelix agam?
Mo. –Quid est, Vagae, quidue te stimulat dolor?
Va. –Quid iste gladius, caede cuiusnam rubet?
Me me cruentus mucro, me gladius petat
districtus ensis, uiscera exhauri mea!
O facinus audax, o inauditum nefas.
Hebraea mulier principis caput abscidit
Holophernis hac nocte. Haecine audis Iuppiter
ac non trisulco fulmine hoc caput eripis?
Iacet peremptus ille dominator Syrus:
cruore corpus uoluitur truncum suo
ceruice summa rapuit abscisum caput.
Tabidus artus foedat ingentes color,86
1244 experrectus supra
1249 prodeuntis M.
1274 tabidus M.
M.
- 56 -
(f. 349v)
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
1275
1280
1285
proh, misera facies: gentis Assyriae caput,
moderator orbis, siccine Holopherne occubas?
Rex ille regum, ductor Holophernes ducum
iacet peremptus, idque foeminea manu?
In me furorem uertite, o superi, igneum,
me gladius iste caedat, et seruum suo
domino, cadauer militis iungat duci.
Phlegetontis ultrix saeua Tisiphone huc ades,87
armata colubris inpium Alecto rape
quicunque in imo tortor Acheronte abditur
funestus, atrox, saeuus, horrendus, minax.
Me rapiat, umbris addat hanc animam impiis
plectat nocentem mille poenarum modis.
* * *
(f. 350 r., i.e., 351)
88
1290
Am. –Dementiae esse ego istud extremae puto
Mo. –Paucis Hebraeis tot resistamus Syri.
Am. –Resiste tu: me fugere delectat magis.
Mo. –Fugit omnis acies. Solus, Holopherne<s> hic manes,
hac ergo quam sors ducit aggrediar uiam.
FINIS.
1282 Tisophone M.
1288 Inter vv. 1287
et 1288 lacuna statuenda est, cum desit f. 350.
- 57 -
Eduardo Fernández Guerrero.
Máster en Filología Clásica.
UAM, septiembre de 2013.
4.3 Comentario métrico
La Iudithis está claramente modelada en torno a la tragedia senequiana:
filiación que, por otro lado, ya se apuntaba desde antiguo para todo aquel que
escribiese poesía trágica.89 No obstante, la variedad métrica de nuestra obra supera
con mucho la de las obras del bético, pese a tener una extensión similar (1289 vv.
frente a los 1061 del Oedipus o 1012 del Agamemmnon). No en vano, ya García
Soriano definió la Iudithis como una pieza “con tal variedad de metros latinos que
parece un ejemplario de métrica clásica”90 El conspectus metrorum es el que sigue:














ff. 319 r. – 320 v.: 72 trímetros yámbicos (Ozías y Ajior);
ff. 320 v. – 322 r. : 57 tetrámetros trocaicos catalécticos (Holofernes,
Amónides y Moab);
ff. 322 r. – 324 r.: 44 trímetros yámbicos (Ozías y el coro)+ 1 dímetro
trocaico cataléctico + 3 estrofas compuestas de 3 paremiacos y 1 hexámetro
repetido a modo de estribillo91 (Coro) + 7 trímetros yámbicos (Ozías);
ff. 324 r. – 325 v.: serie de sáficos rematados por un adonio en el orden: 11
sáficos + 1 adonio + 17 sáficos + 1 adonio + 15 sáficos + 1 adonio + 13
sáficos + 1 adonio (Coro);
ff. 325 v. – 328 v.: 115 trímetros yámbicos (Judith, Ozías y Jarmís);
ff. 328 v. – 331 r.: serie de dímetros y monómetros anapésticos en el orden:
29 dímetros + 1 monómetro + 12 dímetros + 1 monómetro + 19 dímetros +
1 monómetro + 9 dímetros + 1 monómetro + 13 dímetros + 1 monómetro +
17 dímetros yámbicos catalécticos (Coro);
ff. 331 r. – 332 r.: 30 dímetros anapésticos (Judith y esclava) + 13 trímetros
yámbicos (Coro, Ozías y esclava)+ 1 dímetro anapéstico (Coro);
ff. 332 r. – v.: 28 gliconios (Coro);
ff. 332 v. – 333 v.: 37 trímetros yámbicos (Judith y exploradores);
ff. 333 v.– 336 v.: 122 trímetros yámbicos (Bagoas, Moab, Holofernes,
exploradores y Judith);
ff. 337 r. – 339 r.: 94 trímetros yámbicos (Jarmís, Ozías y viejo);
ff. 339 r. – 341 r.: 31 trímetros yámbicos (Holofernes);
ff. 341 r. – 344 v.: 57 trímetros yámbicos (Judith y esclava) + 1 estrofa
sáfica (Judith) + 11 trímetros yámbicos (Judith y esclava);
ff. 344 r. – 345 r.: 25 trímetros yambicos (Ozías y mensajero) + serie de
asclepiadeos menores seguidos de un gliconio en el orden: 5 asclepiadeos +
89
Así CRUZ, L., Tragicae Comicaeque actiones, a regio Artium Collegio Societatis Iesu, Lyon, 1605,
p. XXVII cuando menciona a Séneca, “qui unum modo intuentur qui tragica scribunt”
90
GARCÍA SORIANO 1945 p. 82. La causa de esta profusión de metros no es otra que la enseñanza del
“arte versificatoria” que el mismo Guimerá menciona en sus cartas. Cfr. p. 61 “En maiores se lee
Lucano y unas epistolas de S. Hieronimo selectas agora en Cordoba por los nuestros. Ultra desto, la
quantidad y arte uersificatoria, sin los exercitios de hablar y componer”.
91
La 3ª estrofa un ferecracio y dos paremiacos.
- 58 -
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…



1 gliconio + 5 asclepiadeos + 1 gliconio + 13 asclepiadeos + 1 gliconio + 4
asclepiadeos + 1 gliconio (Coro);
ff. 345 r. – 347 r.: 11 trímetros yámbicos (Judith, Ozías y coro) + 8 dímetros
anapésticos + 1 monómetro anapéstico + 9 dímetros anapésticos (Judith) +
69 trímetros yámbicos (Judith, Ozías y Ajior);
ff. 347 r. – 348 r.: 32 gliconios (Coro);
ff. 348 r. – 350 r.: 20 tetrámetros trocaicos catalécticos + 34 trímetros
yámbicos (Moab, Ammónides y Bagoas).
La versificación sorprende por su adecuación a la preceptiva clásica y su
riqueza: ejemplo de ello sonlos frecuentes dobletes métricos como ergŏ/ergō,
religio/relligio o chorĕa/chorēa. La imitación del estilo senequiano se percibe en la
tirada estíquica de gliconios que recita el coro, que solo encuentra correlato en el
bético92, en el tetrámetro trocaico en el que habla Creonte en el Oedipus y que
aparece en la Iudithis como el metro titular de Holofernes y los generales asirios. El
dímetro anapéstico que Séneca solo emplea en coros, aparece aquí en boca de Judith
cuando lidera el canto de la ciudad liberada mientras que el endecasílabo sáfico
aparece también empleado κατὰ στίχον como sólo Séneca (y Boecio) lo hace.
Destacan también las dos tiradas de gliconios de la obra: en la primera (vv. 12071238) encontramos la base espondaica horaciana y clásica sin apenas resoluciones
mientras que la segunda presenta sistematicamente una base trocaica con constantes
resoluciones espondaicas (vv. 620-647) que hacen pensar en una distinción de
gliconios según los sumamente libres esquemas propuestos en ocasiones por los
manuales de métrica de la época93.
Solo adolece de ciertos defectos, algunos de los cuales ya fueron señalados
por Molina Sánchez,94 como la peculiar nomenclatura que reciben los metros
clásicos en la Iudithis: en efecto, algunas de las denominaciones de versos con que
aparecen encabezadas las escenas no se corresponde con la realidad; otras son poco
usuales en la nomenclatura tradicional, aunque corrientes en los tratados medievales
y renacentistas a partir de Servio. Así, se llama senarii tragici a versos que son
trímetros yámbicos95 y partheniacus al dímetro anapéstico cataléctico o paremiaco.96
Las únicas licencias métricas que hemos encontrado son la escansión breve Căria (v.
123) o el anapesto coelestibus (- ˇ ˇ -) (v. 1209).
92
Cfr. por ejemplo SÉNECA, Oedipus, vv.882-914.
MOLINA SÁNCHEZ, M., op. cit.1999, n. 42.
94
MOLINA SÁNCHEZ, M., op. cit.1999,
95
Cfr. f. 345 r., vv. 1093-1103. Cfr. MOLINA SANCHEZ, M., op. cit. 1999 p. 10: “El predominio del
hexámetro y del dístico elegíaco es manifiesto. Los siguen a distancia la estrofa sáfica y los senarios y
trímetros yámbicos, sin que se pueda hablar de una distinción muy clara en el uso dramático de estos
últimos” (la cursiva es nuestra)
96
Cfr. SERVIO, Gram. Lat., KEIL IV, p. 459, l. 15 y DESPAUTERIUS, J., Ars versificatoria, Lugduni,
1536, f. 100r., citados en MOLINA SANCHEZ, M., op. cit. 1999. Para una visión general de la métrica en
la práctica escénica jesuita, cfr. CRUZ 1605 op. cit
93
- 59 -
Eduardo Fernández Guerrero.
Máster en Filología Clásica.
UAM, septiembre de 2013.
4.4 Comentario lingüístico y literario.
La Iudithis es una tragedia de su siglo: pese a la imitación formal de autores
clásicos, se distingue claramente del concepto grecolatino de tragedia en lo que al
tratamiento de la historia se refiere. En efecto, comparte con ella rasgos formales
com la estructura, la versificación, un registro lingüístico alto o la misma convención
sobre el número de personajes en escena. Los temas son también similares: la muerte
y los conflictos éticos, políticos y religiosos que flotan en torno a ella así como la
presencia de personajes de elevada condición es un rasgo común de ambos géneros.
Sin embargo, es una tragedia de final feliz, como otras tantas en el s. XVI, debido en
gran medida al carácter escolar y religioso de estas piezas. Más cerca del ejercicio
retórico que del espectáculo, la Iudithis consiste en una versificación del libro bíblico
homónimo que combina elementos tanto de la Vulgata como de la Vetus Latina97 con
formas y tópicos de origen clásico. Las figuras retóricas son pocas, como en la prosa
bíblica, destacando la aliteración98 junto con los políptota99 y los homoteleuta como
los más frecuentes. El verso es simple pero elegante, no muy colorido pero nunca
gris o ripioso mientras que las escenas trágicas se alternan con diálogos a veces
cercanos a la comedia. Ofrecemos a continuación un comentario pormenorizado de
los rasgos más destacables de la tragedia desde el punto de vista literario y
lingüístico.
l. 1: Bethuliam civitatem obsidenti Holopherni Assyriorum duci…La acción de la
tragedia comienza hacia el final del asedio de la ciudad de Betulia, siguiendo el hilo
de los acontecimientos descritos en el libro de Judith, cap. VII. El primer acto de la
obra recoge de forma sumaria el asedio y la sequía a los que Betulia es sometida,
explicados en los primeros capítulos del libro veterotestamentario, destacando el
ineluctable destino de los israelitas. La inclusión de este argumento al principio de la
obra no comporta necesariamente que fuese llevado a escena al igual que el resto de
la obra, sino que parece más bien un resumen completo de la pieza, que tal vez
circulaba como periocha.
ll. 3-4: Quam ob causam indignatus ille… quod uera moneret…
Cfr. Cic., De Rep. VI, 18-10: “Quam ob causam summus ille…” Cfr. Ov., Met. XIII,
v. 770: “[…] sic frustra vera monentem / spernit”
ll. 15-16: Ac deinde […] per Vagaum praefectum ad inhonesta uota pertrahere tentat
97
El uso de ambas versiones hace pensar en una glosa o comentario al libro de Judith como fuente que
aunara ambas aunque no hemos logrado indentificar ninguno. En las sucesivas citas del texto bíblico,
salvo casos puntuales en que así lo haremos constar, nos referimos al texto de la Nova vulgata
bibliorum sacrorum editio, Ciudad del Vaticano, 1986.
98
“fama facti fulgeat” (v. 618); “si uerba penitus serua…” (v. 708); “forte frustra tendat” (v. 950);
“urere sulphure” (v. 1118); etc.
99
“ductorem ducum” (v. 70); “O magnis mulier maior adhuc uiris” (v. 1058); “complexus patrios dat
tibi patria” (v. 1063);etc.
- 60 -
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
En el caso del prefecto del tesoro asirio, el autor opta por la latinización “Vagaus”
que corresponde al griego “Βαγώας” (la empleada en la Vetus Latina), siguiendo en
esto la Vulgata editio de las Sagradas Escrituras y, tal vez, movido también por
razónes métricas (“Băgōās”).
ll. 7-9: Iudithis uero uidua… uiriliter sese accingit.
El autor cambia algunos detalles del relato bíblico para adaptar la historia a la escena.
Uno de esos cambios es la intercesión de dos presbíteros que transmiten las palabras
de Judith a Ozías, Jarmís y Jabrís: Judith interpela directamente a Ozías y el autor
prescinde de Jabrís por cumplir sobradamente sus funciones escénicas Jarmís.
ll. 23-24: Quare in fugam uertuntur ingenti et dolore et terrore perculsi.
La acción de la obra termina con la huida del ejercito asirio y el triunfo de Judith,
que coincide con el final del capítulo XIV del libro bíblico.
vv. 25-40: Sobre Betulia cerco habiendo puesto…
La obra comienza en castellano con un “intérprete entre los actos” que resume en dos
octavas la acción que tendrá lugar durante el acto, recogiendo en este caso las
palabras del argumento inicial casi al pie de la letra: “Bethuliam civitatem obsidenti
Holopherni” frente a v. 25 “Sobre Betulia cerco habiendo puesto el soberbio
Holofernes”
vv. 41-40: Conscende mecum turris, o Achior, cito…
Esta escena presenta a Ajior, antes general de Holofernes y ahora huesped de la
ciudad señalando a Ozías entre la multitud de tropas la presencia de los caudillos
asirios. Son señalados Moab, Ammónides, Bagoas, el mismo Holofernes y dos
perosnajes que no aparecen en el relato bíblico ni en escena: Ciro y Memnón. La
escena es una clara imitación de Il. III vv. 121-244.
vv. 50-54: […] Vix licet spectes humum, / ab usque Belmo quidquid est ad
Chelmonem.
Las referencias geográficas y militares son completamente fieles a la descricpción
del relato bíblico. Cfr. Iudith 7:3: “et venerunt per crepidinem montis usque ad
apicem qui respicit super Dothain a loco qui dicitur Belma usque Chelmo” Se
describe asimismo el castigo impuesto a Ajior por haber afirmado que los hebreos
vencerían si Dios estaba de su lado: éste iba a ser entregado a los israelitas hasta que
los mismos esclavos lo llevaban lo ataron de pies y manos a un árbol
(“revi<n>ctum…quercu”).
vv. 79-83: Ardens pyropus radiat, ac fuluo abditus / auro smaragdus. Pellis arma
horrentia Nemeoea uestit. Ipse ceu uiolens leo…
La descripción de Holofernes subraya los tópicos del protagonista trágico: como se
verá más tarde, no cree en más dios que su rey Nabucodonosor y se presenta a sí
mismo como conquistador imparable: aquí no sólo es retratado como Hércules
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portando la piel del león de Nemea sino como un propio león. La desmesura de sus
pretensiones (tanto bélicas como amorosas) lo convierten en blanco de la ira divina.
Su descripción combina referencias ovidianas (cfr. Ov., Met. II 2: “clara micante
auro flammasque imitante pyropo” ) con el ornato del pabellón de su cama (cfr.
Iudithis 10:19: “Videns itaque Judith Holophernem sedentem in conopeo quod erat
ex purpura et auro et smaragdo et lapitibus pretiosis intextum”)
vv. 93-94: O summe… armis undique vix ipsa tellus sufficit, ita multa sunt!
Aunque la editio vulgata de las sagradas escritura reemplazó oficialmente a la Vetus
latina en 1546, el autor emplea en ocasiones esta última: prueba de ello es que la idea
de la tierra incapaz de soportar el peso de tantos ejércitos sólo aparece en la Vetus:
cfr. Iudithis, 7:4: “Et dixit unusquisque ad proximum suum: nunc elident isti faciem
totius terra et neque montes alti, neque colles, neque valles sustinebunt pondus
eorum” frente a Vulgata, Iudithis, ibid.: “unanimes orantes ut ut Deus Israel
misericordiam suam ostenderet super populum suum”
vv. 106-107: Habet feroces impetus suberbia: / ferro tyrannus saepe at occubuit suo.
Cfr. Sén., Troades, v. 495: “Victor feroces impetus primos habet”. Un pasaje similar
puede leerse en el v. 866 de nuestra obra: “Feruens iuuentus impetus primos habet”.
En el teatro escolar, los refranes y las máximas son aún más frecuentes pese a lo
elevado que cabría esperar del lenguaje. Esta práctica, así como la introducción de
variadas fórmulas de saludo, despedida, etc., está obviamente ligada al aprendizaje
del latín y la memorización de una amplia fraseología. Cfr. v. 343: “Quodcumque
sapiens tentet, haud cedat male”; v. 334: “Qui distulit coepisse, nunquam perficit”;
vv. 437-438: “Plus efficiet qui sibi de se minimum credet”; v. 320: “at clara uirtus
gloriae est sita in arduo”
vv. 117-131: Equidem, si insanire pergant, faxo ut Holophernis Syri […] sola
Hebraea contumax fulmineum uictoris impedire cursum nititur… Los rasgos
arcaizantes no son raros en la Iudithis: el verso, en cualquier caso, tiene claras
resonancias cómicas: cfr. e.g. Plaut. As., v. 897: “sine, revenias modo domum, faxo ut
scias quid pericli sit…”. Cfr. Curcio Rufo, Hist. IV 2-17 8: “unam esse urbem, quae
cursum victoris morari ausa esset” La similitud con el caso de Alejandro Magno
viene confirmada con la idea de “equipararse a los dioses” como también Curcio
Rufo, Hist. X 5-33 2: “dis aequare se et caelestes honores accersere”
vv. 139-169: Si licet per te, imperator summe, quo pacto breui / ac sine negotio
conficere rem quam maximam sis potis, docebo, citra militum dispendium…
Para ilustrar el rigor con el que el autor transforma el texto bíblico en una agil
esticomitia, cfr. Iudith 7:8-10:
“Sed filii Ammon et Moab accesserunt ad Holofernem, dicentes: Filii Israel
non in lancea nec in sagitta confidunt, sed montes defendunt illos, et muniunt
illos colles in praecipitio constituti. Ut ergo sine congressione pugnae possis
superare eos, pone custodes fontium, ut non hauriant aquam ex eis, et sine
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La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
gladio interficies eos, vel certe fatigati tradent civitatem suam, quam putant in
montibus positam superari non posse. Et placuerunt verba haec coram
Holoferne et coram satellitibus ejus, et constituit per gyrum centenarios per
singulos fontes.”
vv. 170-178: Iam me profecto deficit spes et animus…
Ozías se muestra desesperado y recibe las quejas del coro, formado por israelitas
habitantes de la ciudad. En el v. 172 el ms. presenta un espacio en blanco que
corresponde a dos sílabas, en concreto a una secuencia de ˉ ˇ .
vv. 179-215: Eheu quot atque quanta nos causa tua / male sustinemus, ductor Ozia,
mala?
El coro de israelitas se dirige a Ozías por medio de un corifeo (cfr. su respuesta en el
v. 181 “Quid ego fecerim, infelix homo?”) acusándole de llevar la ciudad a su
perdición. Aunque esta acusación pública ya la recoge la historia bíblica (cfr. Iudithis
7:12) guarda no obstante una cierta semejanza con el coro inicial de tebanos al inicio
del Edipo sofócleo y senequiano, donde los ciudadanos se quejan (en la primera de
las tragedias al mismo rey, como en este caso a Ozías) de la grave crisis que se vive
en la ciudad. Hacia el final (v. 214), se lee “Deum / ipsum tonantem”: la
identificación del Dios católico con Júpiter es frecuente pero tácita, quedando
encubierta bajo epítetos como diuum pater, deorum genitor, etc. Cfr. Sén., Herc., v.
912: “Theseu; tonantem nostra adorabit manus” “…quam urente sensim uiscera
absumi siti”: cfr. Sén., Th., v. 97: “Flagrat incensum siti cor et perustis flamma
visceribus micat”
v. 213: ipsum tonantem, trade Betulam Syris
Nuestro autor emplea aquí una variante trisílaba del nombre de la ciudad para
cumplir así con el trímetro sin aspiración. La variante tetrasilábica sin aspiración
existe en algunos textos y ediciones de la Vetus Latina; cfr. también Forc., Ononm.,
s.u. ‘Bethulia’: “Scribitur etiam sine aspiratione apud Fulg. aet. mund. p. 161. et
Itin. Theod. 3.” Sin embargo, la diferencia métrica aquí no reside tanto en la primera
sílaba (que es indiferente en este caso) sino en su número, con lo que parece
justificado afirmar que no se trata de un mero error del copista.
vv. 215-226: Heheu Deus optime, cuncti / peccavimus impie agentes
Oración de tono sencillo recitada por el coro con abundancia de formas imperativas y
y lenguaje simple (paralelismos, homoioteleuton). A diferencia de los textos
anteriores, no está basado en el texto de la Vetus Latina sino en el de la Vulgata: cfr.
Iudithis 7:19-21: “peccavimus cum patribus nostris iniuste egimus iniquitatem
fecimus. Tu quia pius et clemens es miserere nostri aut in tuo flagello vindica
iniquitates nostras et noli tradere confitentes te populo qui ignorat te ut non dicant
inter gentes ubi est Deus eorum”. “Deus est sine numine”: ‘Dios no tiene
poder/voluntad’. Cfr. Virg., Aen. V, v. 55: “non haec sine numine divom / eveniunt”
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vv. 227-232: Audite fratres, quos premit acerbus dolor…
Ozías se rinde a la voluntad del pueblo y promete entregar la ciudad en el plazo de
cinco dias. Nótese la variante métrica misertus en el v. 229. Después de estas
palabras, deja en escena tan sólo al coro, cuya próxima intervención es la más larga
de toda la obra.
vv. 233-244: Heu perit sacrum genus Israelis…
En ocasiones El autor presenta construcciones más bien cercanas tanto al castellano
como al latín bíblico que emplea como fuente: ejemplo de ello son “nimis crudam
tolerare mortem” (cfr. Encina, J., “Égloga de Fileno, Zambardo y Cardonio” en
Cancionero de todas las obras de Juan del Enzina, Salamanca, 1509, v. 526-527:
“¡O ciego traidor!, que tú me has traído / a tan cruda muerte en joven edad.”) o “iuga
servitutis” (cfr.Ad Galatas 5:1: “state et nolite iterum iugo servitutis contineri”) El
pasaje completo es una ampliación de Iudith 7:16: “melius est enim ut captivi
benedicamus Deum viventes quam moriamur et simus obprobrium omni carni cum
videamus uxores nostras et infantes nostros mori ante oculos nostros”
vv. 245-244: Faucibus siccis sitibunda lingua haeret atque imo modicus palato…
El siguiente fragmento del coro, de marcados tintes senequianos, desarrolla el tema
de la sed y el sitio de Betulia. El léxico empleado se encuentra en Cic., De nat., I 92
36: “Habebit igitur linguam deus et non loquetur, dentes, palatum, fauces nullum ad
usum” mientras que un pasaje similar puede leerse en Silio It., Pun., II, vv. 463-465:
“Est furtim lento misere durantia tabo / viscera et exurit siccatas sanguine venas
/ per longum celata fames”.
vv. 256-262: Bis decem Titan reuolutus / orbes duxit, ut fontes putei canales …
Al igual que en el caso de Marte por guerra o Venus por amor, el nombre de Titán es
empleado con frecuencia en lugar de “sol”, por ser aquél hijo de Hiperión y
descendiente de los Titanes. Cfr. Sén., Herc., v. 774-776: “…septemque
cursus volvit et totidem refert / dum lassa Titan mergat oceano iuga”. “Quid malis
tantis onerata demum urbs agat?”: cfr. Ps.-Sén., Octavia, v. 397: “Age, tot
tantis onerata malis”. Por otro lado, la referencia a los veinte días de escasez de agua
está ya en el relato bíblico de la Vulgata (7:11 “cumque ista custodia per dies viginti
fuisset expleta, defecerunt cisternae et collectiones aquarum”), mientras que según
el texto de la Vetus los habitantes resistieron 34 días (ibid. “et manserunt omnia
castra filiorum Assur […] diebus triginta quatuor”)
vv. 263-278: Quid iuuat Mosis coluisse leges? / Quid Dei electum populum vocari?...
Los israelitas se quejan de volver de nuevo a la esclavitud que les impusieran ya en
Babilionia, en tiempos de Nabuzardán (cfr. v. 137: “Quos Nabuzardanes deuicit,
Holophernes timet?”) Las formas Mōses y Moȳses son igualmente psoibles en latín,
si bien el trímetro yámbico exige aquí el genitivo de la primera.
vv. 279-292: Vidit infantem Samaria matri decoqui, atque escas redimi nefandas…
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La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
La grafía Samarîa que presenta la mano 3 del ms. representa una /ī/, lo cual hace
pensar en un original que contuviese algún tipo de notas métricas. Sigue un catálogo
de las diferentes ocasiones en que el pueblo hebreo soportara el exilio y la guerra en
el que se citan el asedio de Samaria (cfr. Regum I, 20:1), las amenazas de Rabsaces a
la ciudad de Jerusalén (cfr Regum II, 18:17) el éxodo judío bajo Salmanasar III (cfr.
Tobiae 1:2), o la destrucción de templos por manos de Nabuzardán, llamado aquí
“caudillo de cocineros” (“ductor coquorum”) en una traducción del griego
“ἀρχιμάγειρος”: cfr. Βασιλειῶν Βʹ 25:8.
vv. 293-298: el agua mengua, la cruda sed crece / el cerco dura, y no huelga…
Octava a la que faltan los dos primeros versos. La inclusión del coro en este lugar de
la obra está justificada, en nuestra opinión, por la clara correspondencia entre los
versos finales de éste y del coro inmediatamente anterior (cfr. “ductite captos”, v.
292 y “henos captivos” v. 298).
vv. 315-333: O quam uirile robur, et dictu arduum / arcana mens…
El acto se abre con el monólogo interior de Judith expresando sus dudas acerca de la
empresa que Dios le ha encomendado (cfr. “arcana mens […] concipit”), mientras
que en el texto bíblico atribuye el plan a la misma Judith (cfr. Vet. Lat., 8:30 : “et
dixit ad illos:audite me et faciam rem prudentem quae provulgabitur in progenies…”
No solo la fraseología es senequiana (cfr. Sén., Phaed., v.591: “Aude, anime, tempta,
perage mandatum tuum”; ibid. v. 959 “O magna parens, natura, deum / tuque
igniferi rector Olympi”) sino el mismo modelo para la primera parte del monólogo
interior (cfr. Herc. 279 y ss., Med. 116 y ss., Phaed. 85 y ss., Agam. 108 y ss.,
Thy.176 y ss.) Judith es aquí retratada como una viuda casta y religiosa que recela de
dirigirse a un varón y “volver a sus años mozos” (“Num vidua rursus ad puellares
annos redibo?”) Siguen varios ejemplos de mujeres que vencieron al enemigo de
Israel: el de Yael, una joven hebrea que acabó con el general Sísara clavándole una
estaca en la cabeza y el de una anónima mujer que mató a Abimelech, rey de Israel,
arrojandole una piedra desde una torre (cfr. Iudicum, 4:20-21 y 9:53
respectivamente). Nótese el adjetivo “thebaea” formado a partir de la más conocida
Tebas pero referido a la actual Tubas, ciudad palestina al norte de Cisjordania que
asaltó Abimelech.
vv. 355-361: Sed enim benignus ille terrarum parens / dissimulat ista, flectitur
prece…
Cfr. Sén., Thy. v. 789: “Quo terrarum superumque parens [sc. Zeus]…”; Virg., Aen.
v. 687: “Iuppiter omnipotens, precibus si flecteris ullis”; Cic., Tusc. II, 14-33: “Quod
eiulatu, questu, gemitu, fremitibus resonando mutum flebilis voces refert”.
vv. 404-405: Nos ergo, si qua patimur, haec nostris decet / reputare culpis, illa
meritis…
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La construcción transitiva de reputo con dativo (“atribuir algo a alguien”) no aparece
hasta Tertuliano (“alicui nec bona opera nec mala”, De resurrectione, 16) y destaca,
junto con otros pequeños detalles, sobre el latín clasicista de nuestro autor.
vv. 416-417: Si quae locuta sum superno Numini / tribuenda sunt…
Cfr. Sén., Phaed. v. 926: “iam iam superno numini grates ago…”. Judith de nuevo
atriubuye su empresa a una inspiración divina como hiciera en el v. 315.
v. 423: tolletis astris supp<l>ices pro me manus.
Cfr. Sén., Herc. v. 1316: “Supplices tendo manus ad te, noverca”.
vv. 430- 433: Ite, ite, preces fundite sacras […] tristia lacrymis ora rigantes petite
Cfr. Sén., Troad. v. 1165: “Ite, ite, danai, petite iam tuti domos”; Med. v. 937:
“Ora quid lacrimae rigant?”. El coro que sigue pone en verso las palabras de la
misma Judith en el texto bíblico (cfr. Iudithis 9:1-19)
vv. 438-445: […] Pergite cuncti, / uir cum iuuene, senex atque puer / cumque
innupta…
Los últimos versos del f. 328 v. están ligeramente desordenados: el copista ha
transcrito después de “pergite cuncti” el v. 441. (“ubera c[h]arae sugere matris”)
para después copiar los vv. 439-440: “uir cum iuuene, senex atque puer …” y
seguir con el v. 443.
vv. 452-453: neque fumanti thure uapores / ad celsa effert astra Sabaeos.
Desde Virgilio, la poesía se refiere siempre al incienso como “sabeo” por crecer el
árbol que lo proporciona en el reino árabe de Saba. Cfr. Virg., Georg. II, v. 117:
“solis est thurea uirga Sabaeis”.
vv. 460-482: Quid non cogunt Superos iusti / uota precantis? Quid non impetrat…
Mientras que los vv. anteriores llamaban a la oración y al ayuno y seguían con un
pequeño excursus poético sobre la penitencia, comienza aquí como en otras
ocasiones un catálogo de personajes bíblicos que lograron la salvación mediante la
ayuda de Dios: Elías, cuya oración devolvió la lluvia a Israel y otorgó de igual modo
las victorias y la derrota del rey Ajab (cfr. Regum I, 17:1-2) y el mismo Josué, a cuyo
ruego (“lacrymae regis iam perituri”) detuvo Dios el sol para dar la victoria sobre los
amorreos (“vitam redimente nouam sole retrorsum”) (Cfr. Iosue 10:12-13)
vv. 493-502: Fiderit armis quicunque uolet petat horrendo proelia ferro…
Breve priamel en el que se describe a Dios como la panoplia más poderosa del
cristiano (cfr. Ephesios 6:16-17: “in omnibus sumentes scutum fidei in quo possitis
omnia tela nequissimi ignea extinguere et galeam salutis adsumite et gladium
Spiritus quod est verbum Dei”). El texto transcrito por la mano 2 presenta un mayor
número de abreviaturas y suele notar las vocales seguidas de nasal con un trazo
superior. En algunos casos es obvio que el copista ha olvidado este detalle, como en
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La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
el caso del v. 495 donde se lee literalemnte “[petat horrendo proelia ferro]
…numerosa feres agmina” Este tipo de errores han sido corregidos directamente
sobre el texto sin ser recogidos en el aparato crítico puesto que forman parte de la
normalización del texto editado. “Marte triumphos”: ‘victorias en la guerra’; “Excipit
ictus omnes clipeus / iste libenter”: cfr. Ov., Met. XII v. 375: “excipit ille ictus
galea clipeoque sonantes”.
vv. 576-605: Huc, serua domo prodito foras / et me propero comitare gradu…
El tercer acto comienza en plena noche con la salida de Judith y su esclava de la
ciudad, llevando consigo los víveres de los que se alimentaran durante los cinco días
en el campamento asirio (recuérdese el estricto código de la comida kosher). No
sorprende el elevado lenguaje de la esclava si se compara con alguna de las tragedias
de Séneca, a las que El autor acude constantemente (cfr. por ejemplo el aya en
Phaed. v. 130: “Thesea coniunx, clara progenies Iovis / nefanda casto pectore
exturba ocius”) Cfr. Sén., Herc. v. 772: “siste properantem gradum”; Agamm. v. 1:
“Opaca linquens ditis inferni loca…”.
vv. 608-609: Atque ecce Iudith ipsa; quam sane aduenit / speciosa, quantus ore…
La descripción de la misma preparación de Judith antes de salir de la ciudad es
amplia en ambas versiones del relato bíblico aunque presenta una diferencia: cfr.
Vet., Iudithis 10:4: “Et composuit se nimis in rapinam virorum quicunque viderent
eam” frente a Vulg., ibid.: “cui etiam Dominus contulit splendorem quoniam omnis
ista conpositio non ex libidine sed ex virtute pendebat et ideo Dominus hanc in illam
pulchritudinem ampliavit ut inconparabili decore omnium oculis appareret”.
v. 619: Fiat, fiat, dicimus omnes
Cfr. Iudithis 10:10: “Et dixerunt omnes qui illic erant, omnes una voce: fiat, fiat”.
vv. 620-647: Perge felici omine / quae uirum mulier petis / blanda sit pedibus uia…
Este coro sirve de interludio mientras la acción se desplaza de Betulia al campamento
asirio y está fuertemente inspirado en diferentes fragmentos de Ovidio: la aurora es
descrita, con ligeras variaciones, como en Met. VII, v. 100 “Postera depulerat
stellas aurora micantes” mientras que la descripción de Judith recuerda a la de
Galatea por Polifemo en Met. XIII v.740 y ss.: “Candidior folio nivei Galatea
ligustri, / floridior pratis, longa procerior alno” La comparación de Judith con el sol
recoge el tópico literario de la luz que vence a las tinieblas (“Cynthiae uincens
iubar”) y trae la salvación al mundo, presente ya, entre otros, en Lucas 1:78-79.
v. 671: O scita mulier per Iouem, ut pulchra est nimis
Pese a los términos mitológicos como Tonans o Rector Olympi que El autor emplea
para referirse al dios de Israel, los únicos que mencionan el nombre del pagano
Júpiter son los asirios, quienes se refieren a él como su dios: cfr. v. 691, Moab:
“ roh Iup<p>iter! Quis gentem Hebraeam negligat” y vv. 1269-1270, Bagoas:
“Haecine audis Iuppiter / ac non trisulco fulmine hoc caput eripis?”. Otros ejemplos
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de giros mitológicos en boca de asirios lo da el mismo Holofernes cuando pregunta
(vv. 115-116) “Quemnam daemonium / ut ducem secum ferentem exercitus
Mauortios” o cuando exclama (v. 767) “Bene, hercle, factum atque optume”
v. 673: Non sum equidem apud me, prae stupore incredulus?
Cfr. Ter., Andr. v. 937: “Vix sum apud me: ita animus commotust”
vv. 692-693: Quis tam uenustas pellices pretium putet / non grande pugnae?
Esta afirmación está sin duda fundada en el propio vestuario que debieron emplear
los actores: así lo menciona el mismo Guimerá al hablar de la representación en
Ocaña (cfr. p. 68). La intervención de Moab aquí resume la descripción bíblica del
revuelo que levanta en el campamento asirio la llegada de Judith, según la cual es el
mismo ejército el que acude a admirar a Judith por “su elegante aspecto […] y sabias
palabras”
vv. 697-704: Quin bono animo es maxime? Ego namque si quis sceptra uenerari…
El parlamento de Holofernes es un calco del que aparece en Iudith 11:1-2: “aequo
animo esto et noli pauere in corde tuo quoniam ego numquam nocui uirum qui uoluit
servire Nabuchodonosor regi. Populus autem tuus si non contempsisset me non
adlevassem lanceam meam super illum” Cfr. también Ter., Adel. v. 543: “Quin
tu animo bono es?”
vv. 705-706: Sed fare, quanam adducta causa deseris / patrios penates, transfuga
externos petis?
Cfr. Ov., Met. IX, vv. 635-636: “sine qua patriam inuisosque penates / deserit et
profugi sequitur uestigia fratris”
vv. 707-766: Gentis Syriacae ductor, Holopherne inclite, / si uerba penitus serua…
La larga intervención de Judith se divide en tres partes: en la primera, Judith ensalza
el honor y la gloria de Holofernes, así como su fuerza y sabiduría, conocidas por
todos los pueblos (vv. 707-728), extendiendo la fama de sus gestas desde el río
Tanais en el Mar Negro hasta el reino de los Garamantes al norte de África. En la
segunda parte, describa la mancilla en que han incurrido los israelitas como la causa
de su fuga al bando asirio (vv.729-747) para concluir con la promesa de una victoria
facil sobre la ciudad llegado el momento de que expíen su crimen (vv. 748-766). El
autor sigue aquí el relato según la versión de la Vulgata, donde Judith afirma que
dicha victoria le ha sido dictada por Dios (v. 764: “Deus ille menti cuncta
su<g>gessit meae”) mientras que en la Vet. Iudithis 11:16 (ibid.) se lee: “quoniam
haec sunt ostenta mihi secundum scientiam meam”. Algunos rasgos léxicos
peculiares de este fragmento son la inclusión de términos poco frecuentes en el latín
clásico, como el préstamo griego “orexis” (‘appetitus, esuritio’, cfr. Forc. s.u.) que
en dicha época sólo emplea Juvenal o el verbo ductito; cuya presencia aquí se deba
probablemente a un pasaje de Jerónimo de Estridón (cfr. Ep. L, 4: […] Loquamur
scriptis, ut de nobis tacitus lector iudicet; ut quomodo ego discipulorum gregem
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La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
ductito”) ya que sus cartas fueron uno de los textos propuestos en las clases de
gramática de Guimerá en Ocaña (cfr. p. 68)
vv. 767-785: Bene, hercle, factum atque optume quod te Deus praemissit ad nos…
Holofernes agradece la ayuda de Judith y promete recompensarla con grandes
riquezas. En general, el tinte plautino de los trímetros yámbicos aparece en versos
pronunciados por los asirios, como en el v. 117 (cfr. p. 60) o el v. 673 (cfr. p. 66). Lo
mismo sucede en este caso: cfr. Plaut., Most. v. 207: “Bene hercle factum, et gaudeo
mihi nil esse huius causa”. La descripción de los regalos que el caudillo asirio ofrece
a Judith es un añadido del autor a la historia bíblica, en la que no hay referencia
alguna a ello: un notable paralelo para el léxico empleado es Sén., Herc. vv. 1323:
“Quis Tanais aut quis Nilus aut quis Persica / violentus unda Tigris aut Rhenus ferox
/ Tagusve Ibera turbidus gaza fluens / abluere dextram poterit?”. Nótese la
distinición entre Solymus, -i, ‘hierosolimitano, perteneciente a Jerusalén’ y Solyma, orum, ‘Jerusalén’. Para los adornos descritos, cfr. Isaias 3:19: “in die illa auferet
Dominus […] et torques, et monilia, et armillas, et mitras, et discriminalia, et
periscelidas…”
vv. 788-789: Sane dabo operam ut quantus Holophernes siet / quam liberalis
quamque munificus sciat.
Cfr. Plaut., Amph. vv. 104-105: “Quam liber harum rerum multarum siet /
quantusque amator siet […]”
vv. 802-804: I<m>mo per istud uero quod tollis caput / dux magne, non haec omnia
expendam prius / quam quod putaui absoluo consilium mihi.
Judith, en un momento cargado de significado, afirma que “no acabará sus víveres
antes de llevar a cabo su plan”, que para Holofernes no es otro que entregar la ciudad
de Betulia.
vv. 823-915: O spes inanes urbis, o uanam fidem / quae nos moratur in dies fallax…
El autor introduce aquí toda una escena necesaria para retrasar el inminente y por
todos conocido resultado: llegado el cuarto día, un anciano con la ayuda de Jarmís
urge a Ozías para que entregue la ciudad a los sirios: “Mors est decora, quando pro
patria cadas” (v. 861): cfr. Hor., Odae, III, 2, v. 13: “Dulce et decorum est pro
patria mori”). Éste responde al viejo en una esticomitia que la virtud y la piedad de
Judith vencerán a Holofernes, “como Dalila venció a Jasón” y recordando cómo
Simeón castigó a los siquemitas por la violación de Dina, hija de Jacob (con la que
compara el anciano a Judith). La propia protagonista pertenece a la tribu de Simeón,
por lo que cuando invoca a Dios pidiendo su ayuda contra el caudillo asirio
menciona este episodio (Iudithis 9:2-3). Sorprende aquí la denominación de
“Sidonii” (‘fenicios’, ‘cartagineses’) dada a los siquemitas, la cual no aparece en
ningún momento en la Biblia: la identificación resulta confusa pese a que Siquem y
Sidón tenían en común el culto al dios Baal. “Est prima cordis pugna, dein uitae
ipsius”: ‘es primero la lucha de un corazón [puro], y después la de una vida [casta]’;
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cfr. Forc. s. uu. ‘cor’ y ‘vita’. “…temporis soles duo”: ‘dos días’. El arcaísmo “faxit”
está justificado aquí por la misma fórmula religiosa “faxit Deus”. Con esta escena se
rompe por primera vez la unidad espacial y temporal de la obra. El pasaje imita en
varias ocasiones construcciones senequianas: cfr. Sén., Phaed. v. 623: “summus
hoc omen deus avertat” (v. 893: “At istud omen summus auertat Deus”), Sén.,
Agamm. v. 295: “Phoebum nefandae stirpis auctorem vocas…” (v. 897: “Simeon at
ille stirpis auctor patriae”). Más destacable aún es la imitación que el autor parece
hacer del diálogo entre Nerón y Séneca en la pseudosenequiana Octavia, dada la
rápida esticomitia cargada de antítesis: cfr. op. cit., vv. 440-447.
Se.- Nihil in propinquos temere constitui decet.
Ne.- Iusto esse facile est cui uacat pectus metu.
Se.- Magnum timoris remedium clementia est.
Ne-. Extinguere hostem maxima est uirtus ducis.
Se.- Seruare ciues maior est patriae patri.
Ne.- Praecipere mitem conuenit pueris senem.
Se.- Regenda magis est feruida adolescentia.
Ne.- Aetate in hac satis esse consilii reor.
vv. 917-942: Percussus animum uenio diro uulnere / et mentis impos totus…
Monólogo de Holofernes en el que se declara perdidamente enamorado de Judith,
comparada con Venus (“sermonis illa gratia atque oris Venus”), a la vez que
frustrado por verse vencido por el amor, que se identifica con el fuego: “sed me
aestuantem patitur absumi mala / flamma medullas”. Recuerda en varios pasajes a
Ovidio: cfr. Ep. ex Pont., I-2, v. 45: “aut dare captiuas ad fera uincla manus” (v.
923: “amore uictus tendo captiuas manus”) y Met. IX, v. 744: “consilii que inopes et
stultos excutis ignes” (v. 938: “gentis flagrans amore, consiliique inops”). Es
destacable la construcción de “percussus animum uenio diro uulnere” donde
“animum” funciona como acusativo de relación ‘a la griega’ junto con “diro uulnere”
como ablativo instrumental. El fragmento debía continuar con la entrada de Bagoas y
la organización de una cena a la que asistiera Judith: el autor modifica así el orden de
los acontecimientos en la Biblia, donde es durante la misma cena cuando Holofernes
queda cautivado por Judith (cfr. Iudithis 12:16).
vv. 958-967: Hei mihi futurum nescio misera exitum tam turbulentis rebus.
La esclava de Judith interviene para relatar los acontecimientos que han sucedido
fuera de la escena: llegado el cuarto día, Judith asiste con gusto a la cena invitada
mientras el final de Betulia parece acercarse. Llaman la atención los vv. 963-964:
“Duces stupentes semper in heram lumina / torquere multas canere laudes illius” por
la construcción virgiliana “lumina torquere” (cfr. Virg., Aen. VII vv. 446-447: “ [...]
tum flammea torquens / lumina…”.
v. 968: ita totus erat absorptus illam dum aspicit
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La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
El uso pasivo del verbo absorbeo con la acepción de ‘pasmarse’, ‘ensimismarse’, que
es el frecuente en las lenguas romances, no se atestigua en autores clásicos. Cfr.
Forc., s. u. ‘absorbeo’.
vv. 976-999: O rex Olympi, o magne Hebraeorum Deus / tandem cupitum tempus…
Judith sale de la tienda de Holofernes para rezar una última plegaria antes de matar a
Holofernes y da instrucciones a su esclava. Toda la oración está formada según el
modelo senequiano: “…et hora, uotis mille quam pridem expeto / adest profecto”
(vv. 987-988) está inspirado en Sén., Agamm. vv. 226-227: “Quod tempus animo
semper ac mente horrui / adest profecto, rebus extremum meis”; “Tenebrosa nox est,
altus inuasit sopor” (v. 986): Sén., Agamm., v. 726: “fugit lux alma et obscurat genas
/ nox alta et aether abditus tenebris latet”.
vv. 1007-1008: Lacrimas nostras, Deus, hac in hora / respice clemens
Cfr. Iudithis 13:7-8: “Domine, respice in hac hora…”.
vv. 1009-1020: Moriere nostris manibus, Holopherne inclite [...] Ibis sub umbras…
Judith despierta a Holofernes de sus sueño antes de matarlo en un pasaje que
recuerda a Virgilio, Aen. IV, v. 659: “sic sic iuvat ire sub umbras”.
v. 1046: Victrices hederas iungite lauribus
Cfr. Virg., Ecl. VII, v. 13: “Inter victrices hederas tibi serpere lauros”.
v. 1146: ritu coletur gente ab Hebraea annuo
Desde época medieval, la tradición judía recuerda durante la celebración de Hanukah
no sólo la purificación del templo de Jerusalén sino también la historia de Judith y
Holofernes. Dicha celebración anual no aparece, en efecto, mencionada en el relato
bíblico con lo que el autor debió conocerla a través de otra fuente100.
vv. 1154-1155: diua Iudithis, redimita pulchra / tempora lauro
Cfr. Virg., Aen. III, v. 80: “vittis et sacra redimitus tempora lauro”
vv. 1156-1161: Magna Iosaei superato Hetaeo / magna Dauidae Golia perempto…
Nuestro autor introduce una serie de ejemplos del Antiguo Testamento dispuestos de
forma paralela (dos hombres y dos mujeres referidos con sendos paralelismos) cuya
fama compara con la de la protagonista. Se trata de la victoria de Josías sobre los
hititas (“Hetaei”, ‘hijos de Heté’), el relato de David y Goliat y la historia de Yael y
Ester, hebreas que acabaron con los caudillos enemigos Sísara y Amán.
vv. 1169-1205: O mulier audax, o inauditum mari / terraque facinus!
El episodio ejemplarizante del desmayo y la conversión de Ajior se encuentra tan
sólo en la versión de la Vulgata en términos muy similares a los que emplea el autor
100
Cfr. BRINE, K., CILETTI, E. y LÄHNEMANN, H., (EDD.), The Sword of Judith: Judith Studies Across
the Disciplines, 2010, p. 95.
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de la Iudithis101. “Densa caligo incubat / oculosque tenebris obrutos uersat furor”
(vv. 1195-1196): cfr. Sén., Troad. v. 281, “[…] hoc fecit dolor / tenebraeque per
quas ipse se irritat furor”; “Supplex pedibus aduoluor tuis” (v. 1198): cfr. Sén. De
ira, II 34, 4: “Quam saepe eius pedibus advolutus est, quem a suis reppulit”. El
adjetivo “alticrepans” es invención de nuestro autor sobre el modelo arcaizante
“adjetivo + participio” recogido ya por los poetas medievales e inspirado en la lengua
de los trágicos arcaicos102.
vv. 1215-1216: Victrix sidera uertice / contingens uolat ardua
Cfr. Ov., Ep. ex P. II, 5, v. 57: “huic tu cum placeas et uertice sidera tangas”.
v. 1239: Quae ducis morosa tantum est ista segnities Syri?
Cfr. Virg., Aen. II, v. 373: “nam quae tam sera moratur segnities?”.
vv. 1269-1270: Haecine audis Iuppiter / ac non trisulco fulmine hoc caput eripis?
Cfr. Sén., Phaed. v. 186: “opifex trisulci fulminis sensit deus”.
v. 1274: Tabicus artus foedat ingentes color…
Cfr. Sén., Herc., v. 689: “taxo imminente quam tenet segnis sopor / famesque maesta
tabido rictu iacet”. La lectura “tabicus”, adjetivo derivado de tabes, -is, que ofrece el
ms. no aparece en latín hasta el s. XVII, y por error103: más frecuente es la forma
“tabidus”, presente en Virgilio, Ovidio y Séneca entre otros. Por este motivo,
proponemos esta otra lectura que, en cualquier caso, concuerda con el metro y que
podría haberse originado por la confusión entre los trazos contiguos de ‘c’ y la
abreviatura de la desinencia ‘us’.
vv. 1282-1284: Phlegetontis ultrix saeua Tisiphone huc ades
El autor desarrolla la invocación de Juno en Aen. VII v. 312 (“flectere si nequeo
superos, Acheronta movebo”) y cita la figura de la erinia Tisífone, que castiga los
delitos de asesinato, con el Hades, (“Phlegetontis” por sinécdoque)104 junto a la de su
hermana Alecto.
101
Cfr. Iudithis 13:27-29: “porro Achior vocatus venit et dixit ei Deus Israhel cui tu testimonium
dedisti quod ulciscatur de inimicis suis ipse caput omnium incredulorum incidit in hac nocte in manu
mea ut probes quia ita est ecce caput Holofernis qui in contemptu superbiae suae Deum Israhel
contempsit et tibi interitum minabatur dicens cum captus fuerit populus Israhel gladio perforari
praecipiam latera tua videns autem Achior caput Holofernis angustiatus prae pavore cecidit in faciem
suam super terram et aestuavit anima eius postea vero quam resumpto spiritu recreatus est procidit
ad pedes eius”
102
Cfr. NORBERG, D., Manuel pratique de latin médiéval. París, 1980, p. 94.
103
Se trata de una cita del epigramma “De livore” incluido en la Appendix Virgiliana en Sosa, J.,
Sossia perseguida, Madrid, 1621, p. 493, donde el trímetro yámbico cataléctico reza así: “Livor
tabicum malis venenum” frente a la lectura correcta “tabificus” que sí concuerda con el metro.
104
Cfr. Virg., Aen. VI, v. 570: “[...] continuo sontis ultrix accincta flagello / Tisiphone…”
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La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
5. EL AUTOR
5.1 ¿José de Guimerá?: hacia una biografía y obra.
El primer intento de identificar al anónimo autor de la Iudithis se debe a García
Soriano, quien, en su examen de la pieza, escribe: “No hemos logrado averiguar el
apellido ni otros datos personales suyos. Conjeturamos que sería el maestro de
Retórica que sucedió al padre Acevedo en la clase del colegio de Sevilla” (op. cit.
1945, p. 89). Más tarde, dada la calidad de los versos y el elegante estilo de la pieza,
se apuntó hacia una posible autoría de Miguel Venegas. Así lo hizo Alonso Asenjo
cuando, hablando de la producción dramática de este dramaturgo en Salamanca
escribe:105
“Era inevitable que Venegas [..] se ocupara de este tema bíblico, tan acorde con otros
por él tratados en aquella etapa y que tan bien se prestaba a un tratamiento dramático
senequista. Es una pena que no se haya dado con este texto, aunque a veces pienso que la
Iudithis Tragœdia Tertia, representada en 1578 en el Colegio de San Hermenegildo de
Sevilla […], de un «Patris Joseph», bien podría ser obra de Venegas y que la atribución
oficial a ese misterioso personaje no sería sino la tapadera del auténtico autor, Miguel
Venegas, nombre ya nefando en la Compañía”
Si bien el tenor de nuestra obra concuerda en gran medida con muchas de las
características de la obra del dramaturgo abulense (como la unidad aristotélica de
espacio y tiempo, la variedad métrica, o la preferencia por los temas del antiguo
testamento, más acordes con el tono trágico senecano que ambos imitan) algunos de
los principales rasgos de su obra brillan por su ausencia en la Iudithis. Ejemplo de
ello son los coros que Guimerá emplea como interludios entre escenas y actos,
costumbre que contrasta con los coros de Venegas, insertados perfectamente en la
acción dramática de la obra. En este mismo sentido, también la profundidad de los
personajes y la especial atención que suele dar Venegas a los antagonistas como
ejemplos morales ex contrario, si existen, apenas tienen importancia en esta pieza.
En cualquier caso, la Iudithis tragoedia tertia supera en variedad de metros al resto
de obras de teatro escolar hispanolatino, incluida la tragedia Achabus del reputado
Venegas106.
Por otro lado, la nota que reza “patris Ioseph” hizo sospechar asimismo a
Menéndez Peláez107 que se tratase del homónimo padre José de Acosta, (Medina del
Campo, 1540 – Salamanca, 1600) insigne jesuita que no sólo escribió tragedias de
tema bíblico como la Jepthaea sino también la monumental Historia natural de las
Indias. Sin embargo, es sabido que desde 1571 desempeñaba diversos cargos en
Lima, desde el de profesor hasta el de rector provincial entre 1576 y 1581108 por lo
105
ALONSO ASENJO, J., «Reencuentro con el Mº. Miguel Venegas: su comedia en la fiesta del
Santísimo Sacramento», en Cuadernos de Filología, Anejo 50 (2002), n. 11.
106
Cfr. MIRANDA, M., Miguel Venegas, a Tragédia de Acab (1562). Lisboa, 2010.
107
MENÉNDEZ PELÁEZ, J., “La Biblia y su influjo en el teatro jesuítico” en DOMINGUEZ MATITO, F.
(ED.), La Biblia en el teatro español, p. 191, n. 29.
108
Cfr. LOPETEGUI, L., El Padre José de Acosta y las misiones, Madrid, 1942, pp. 501-503
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que resulta difícil pensar en una colaboración con el colegio de San Hermenegildo en
Sevilla en 1578. Sus obras, por otro lado, están escritas más bien en prosa que en
verso.
Sin embargo, existe un ‘José’ estrechamente relacionado con la representación
de una tragedia sobre Judith: en una carta enviada desde el colegio de Ocaña, el
lector de gramática habla sobre una tragedia que representaron unos niños en julio de
1561. Se trata de José Guimerá, quien escribió al General de la Orden por encargo
del rector del colegio hasta tres litterae quadrimestres en 1561109. En la última de
ellas informa del estado del colegio, el número de estudiantes y el éxito de las clases,
a lo que añade:
“[…] Por principio de Julio se represento una tragedia de Judith, con tanto apparato de
seda y oro, y otros ornamentos, que ponia admiration de donde se abian sacado tantos y tales
adereços. Agrado mucho la grauedad y estilo de la tragedia, y fue tanto mas de ber, quanto
los estudiantes fueron mas pequehos y nobles; y fue alabada de todos, cresciendo el credito
(por dicho de muchos) de la Compañia en leer y enseñar a los niños, de donde se sigue que
bienen cada dia mas estudiantes, no solo del pueblo, mas tambien de lejos de aquí […]”
Según la documentación de las Vitae patrum conservada en Roma110, José
Guimerá111 nació el 4 de octubre de 1538 en Villareal de los Infantes, Castellón. Era
estudiante y “buen latino” cuando con apenas 17 cuando ingresó años en la
Compañía el 22 de septiembre de 1554112, en el colegio de San Sebastián de Gandía.
El catálogo del colegio escrito en 1565 dice sobre él:
“Oyó en la Compañía el curso de las artes. Ha leído en Ocaña y otras partes, cinco o
seis años, gramática en diferentes clases, y es bien para leer en cualquier clase. Verdad es que
tiene falta de salud […] Cobrando la salud sería para leer, porque esa es su inclinación y
aptitud. Es ya sacerdote.”113
Sabemos que pasó por el recién fundado colegio de Burgos entre 1558 y 1560:
desde allí escribió a Roma por encargo del superior, y aunque dice haberlo hecho
“algunas veces”114, solo conservamos una de las correspondientes cartas115. En el
colegio burgalés, por cuanto puede leerse en su carta, el currículo literario no tenía
gran predicamento entre los estudiantes y sólo uno termina los estudios que
empezara el año anterior, pese a la solicitud del obispo burgalés de nuevos
109
Cartas del 12 de enero de 1561, Litt., VII, p. 67; del 14 de mayo, ibidem p. 312 y del 7 de
septiembre, ibidem p. 551.
110
Vitae patrum Societatis Iesu XXIV, p. 139
111
El apellido “Guimerá” aparece latinizado en algunos de los registros del Archivium Romanum
Societatis Iesu como Guimeranus. Cfr. FEJER, J., Defuncti Primi Saeculi Societatis Jesu: pars II,
Roma, 1928, p. 103.
112
Crónica del colegio de nuestra señora de Belén de la Compañía de Jesús, mss. del Arxiu Històric
de la Companyia de Jesús en Catalunya, f. 18 r.
113
ARSI, Epistulae ex Aragonia 15, f. 38.
114
Carta del 12 de enero de 1561, Litt., VII, p. 67: “Algunas veces dende Burgos me mandaron
escribir a V.P. Despues, imbiado por la sancta obediencia vine a este pueblo de Ocaña y como el P.
Garcia, el qual solia tener este cargo, aya sido enbiado por la obediencia a Alcalá por hallarse mal en
esta tierra, fuéme a mí mandado , aunque indigno, diese cuenta a V.P.”
115
Carta del 25 de mayo de 1558. Litt. V, p. 672.
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La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
estudiantes formados en letras humanas para predicar en la ciudad. Nada se
menciona, por tanto, de representaciones teatrales o certámenes escolares.
En 1560 había llegado ya a Ocaña como lector de gramática, donde
permanecería hasta 1563 de acuerdo con los catálogos del colegio 116. Entre otros
datos interesantes, se menciona el método y los textos empleados en las lecciones de
gramática
“Procurase de exercitarlos en praeceptos, y muy especialmente en hablar latin,
haziendoles decir las sentencias de los libros que oyen, en latin y amplificadamente delante
los maestros; componen epigrammas y orationes, asi en prosa como en uerso, y estas largas
para las conclusiones o reparationes generales de cada mes, conforme a la orden de los
estudios; para lo qual se procura de leerles buenos libros y poetas, a quienes puedan imitar.
En maiores se lee Lucano y unas epistolas de S. Hieronimo selectas agora en Cordoba por los
nuestros. Ultra desto, la quantidad y arte uersificatoria, sin los exercitios de hablar y
componer. En medianos se leen las familiares de Ciceron, con Ouidio de Tristibus, y la
sintaxis. En menores, unas selectas de Ciceron con los rudimentos de grammatica”117
Sabemos que en 1565 ya se encontraba de nuevo en Gandía gracias al catálogo
ya citado del padre Jerónimo García. Allí permaneció hasta 1567, cuando aparece
mencionado de nuevo en un escrito del padre Luis de Santander, rector del Colegio
de Valencia.118 En el Colegio de San Pablo estudia teología hasta 1572, fecha en la
que se le concede la profesión de cuatro votos o solemne. Casi toda su vida, pues, la
debió de pasar en Valencia, donde en 1594 fungía como admonitor del rector,
consultor, confesor de la casa y prefecto de las cosas espirituales. 119 Tres años más
tarde fue nombrado rector del Colegio de Belén en Barcelona, cargo que desempeñó
por un trienio como era habitual. Después de esto, regresó a la casa profesa que los
jesuitas tenían en Valencia y en 1604 fue nombrado prepósito. Murió el día de su
cumpleaños a los 83 años de edad.
116
En el catálogo del colegio de Ocaña escrito en 1560 puede leerse: “ El hr.o Joseph Guimerá de
Valencia de veynte y un años, seys años, lector de gramática de medianos, [habilidad] mediana,
special para letras humanas, y tiene principios de griego; dos años [de votos], curso de artes” El
nombre de Guimerá consta en los catálogos de de 1560 a 1563, cfr. Litt. VII, p. 71, n. 1. Otra
referencia puede verse en el catálogo de este colegio escrito a finales de 1561, donde se recoge el
nombre de tres lectores de gramática: “Guimerá, Muñoz, et Riba” Cfr. Litt. VII, p. 674. La referencia
a sus conocimientos de griego concuerda también con la escena de la τειχοσκοπία (vv. 41-110) una
clara imitiación de la escena de Il., III, vv. 121-244.
117
Carta del 12 de enero de 1561, Litt., VII, p. 71. En cualquier caso, es interesante destacar la
existencia de unos breves precedentes en cuanto a la representación de obras de tema bíblico: en
efecto, GARCÍA SORIANO 1945 op. cit. p. 37 recoge la representación en dos ocasiones de una
tragicomedia (perdida) titulada “De vendito Joseph” en este mismo colegio dos años antes de la
llegada de Guimerá, es decir, en 1558. Las demás piezas de las que tenemos noticia antes de la
llegada de nuestro autor (un “Debate” en 1557 y una “Declamación de la elocuencia, el campo y la
guerra”) se alejan de la obra de Guimerá, en la medida en que podemos afirmarlo a través de los
títulos, tanto por su temática como por su lengua.
118
ARSI Aragonia 15, f. 71. Citado en VILA DESPUJOL, I., Bibliotheca Instituti Historici S.I., vol.
LXX: la Compañía de Jesús en Barcelona en el s. XVI, Burgos, 2010, p. 799, n. 964. Contiene un
apartado dedicado a la figura de Guimerá como rector del Colegio, labor en la cual no destacó dadas
las dificultades financieras de éste y su inclinación personal a asuntos espirituales más que
domésticos.
119
ARSI Aragonia 139, f. 364. El padre visitador en 1596, Antonio Marcén, describe a Guimerá como
“muy cargado, viejo y melancólico y no tan grato en la provincia”.
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Si recordamos la nota que reza “Patris Ioseph” en el primer folio de la obra y el
oficio de Guimerá como lector de gramática durante esos años en Ocaña, resulta
sumamente verosímil que se trate del mismo José. No debe sorprender que en la carta
que escribiera él mismo a Roma no se especificase como autor si recordamos el
habitual menosprecio por la autoría y conservación de los textos de las
representaciones. Asimismo, la preceptiva humildad en el comercio epistolar con
Roma hace que resultase inapropiado aclararlo.
6. CONCLUSIONES
En vista del carácter preliminar de esta edición, nos hemos limitado a tratar
de responder a algunos de los interrogantes que plantea la edición de la Iudithis
tragoedia tertia: por un lado, la constitución del texto devuelve a la luz una obra
cuando menos singular en el panorama del teatro escolar jesuita que ya había sido
reivindicada más de 60 años atrás. Hemos propuesto una nueva descripción física del
manuscrito y de nuestra obra que corrige errores que venían perpetuándose en las
menciones que se hacían hasta ahora. La edición crítica nos ha permitido observar las
circunstancias de la copia, apresurada y en ocasiones descuidada, así como los
errores de los copistas que hemos tratado de enmendar. Durante este proceso, en
vista de la imitación de la letra de imprenta que se observa en la mano 3 y de algunos
errores cometidos por los copistas, como en el v. 190, se han abierto nuevos
interrogantes acerca de la posibilidad de un original impreso, posibilidad a la que
apunta también el mismo título de la obra o el similar formato que se observa en
algunas ediciones impresas de teatro escolar latino120.
Por otra parte, queda aún por estudiar las relaciones de esta obra con otras del
mismo tema a fin de establecer relaciones más o menos claras entre unas y otras y
averiguar más sobre sus fuentes directas. Asimismo, hemos determinado el amplio
conocimiento de los modelos formales y retóricos senequianos que posee el autor
mediante un examen de los versos y los loci similes, entre los que se encuentran
también pasajes de poetas latinos como Virgilio, Ovidio, Lucano o Silio Itálico así
como de autores tardíos como Jerónimo de Estridón. Finalmente, hemos descartado
en gran medida las propuestas de autor que se habían hecho hasta ahora para la obra
y hemos aportado una candidatura que, pese a algunas sombras, tiene más visos de
verosimilitud. En efecto, la figura de Guimerá es mucho más oscura de lo que
debería ser la de semejante poeta (esta vez sin los paliativos que se aplican al hablar
de otros como Acevedo) y resulta sorprendente cómo no hay ninguna referencia
explícita a las habilidades de nuestro autor121: en este mismo sentido, la posibilidad
de un original impreso parece apuntar en contra de su autoría al no existir, que
120
Es el caso del Terentius Christianus seu Comoediae Sacrae sex de Cornelis Schoon: cfr. anexo 5.
Un caso similar es el del padre Guillermo Barceló en el colegio de Montesión en Mallorca, de
quien no conservaríamos ni una sola mención de no ser por el manuscrito que conserva sus obras, de
un excelente latín y conocimiento de los clásicos.
121
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La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
sepamos, ningún ejemplar de sus obras. No obstante, todos estos interrogantes no
hacen sino dejar puertas abiertas a una investigación a la que, sin duda, volveremos
en algún momento.
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La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
7.1 Anexos documentales
Anexo 1. Necrológica de José Guimerá. Historia Societatis 43a Arag., f. 31 v.
“P. Iosephus Guimeranus obiit Valentiae 4 octobris 1620 aet. 82 Relig. 67 prob. 4
votorum 48. Eximia fuit eius mansuetudo, sui suorumque rerum contemptio, morum
summa facilitas, continens, in audiendis confessionibus assiduitas, studium, alacritas
obtemperandi. Fere quotidie veniam passionis a Deo petere diu habuit in more.
Praefuit Collegio Barcinonensi, Domui Professae Valentinae Amm. Aragon 1620
Dom. Prof. Valentina. Arat. Rom.”
Anexo 2. Reseña sobre su vida y muerte. Vitae patrum 24 f. 327 r. - f. 327 v.
“El P. Joseph Guimera fue natural del reino de Valenzia de una villa que se llama
Villareal. Vivio 82 años y murio el mismo dia que los cumplia , el 4 de octubre.
Entro en la Compañía de 15 años. Vivio en ella 67 años e 51 de profesion poco mas.
Fue siempre muy entero y llano en su trato y sin doblez. Fue superior algunos años y
muchos compañero del Prat, Prof., y siempre muy observante, sencillo rendido y
obediente y en particular muy devoto de Nª Srª. y essi en sus festividades procuraba
siempre adornar una imagen que tenía en su aposiento con flores o otra cosa y
quando topaba por casa con alguna imagen de la Virgen, se advertia que no avia por
alli alguno, se arrodillaba y la saludaba. […] Dixole también que havia suplicado a
N.S. le hiziese merced de que en su muerte no tuviese temores ni turbaciones ni
miedo a la muerte (por ser el de natural timido, pusilanime de poco corazon y
padecer ese mal en qualquier turbacion) y que se lo habia concedido de tal manera
que estava (f. 327v) muy contento y deseoso de morirse y murio muy quiero. Y es
cosa de notar que haviendo rogado el P. Preposito le oiesse la confesion gral. y que le
dexasse dezir a su gusto quanto quisiera. Otorgandolo el P. de muy buena gana, en
comenzar la confessione afloxo el mal y la calentura y estuvo muy aliviado los 3 o
quatro dias que duro la confession cada dia un rato y en acabandola volvio el mal con
tanta furia que se acabo recibidos todos los sacramentos en cinco o seis dias. […]”
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Eduardo Fernández Guerrero.
Máster en Filología Clásica.
UAM, septiembre de 2013.
Anexo 3. Votos solemnes de José de Guimerá escritos en Valencia el dos de
noviembre de 1572. Ultima vota, Hisp. 1, f. 159.
- 82 -
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
Mano 4, ff. 337-341 y 352-356
Mano 3, ff. 324-329
Mano 2, ff. 323 y 330-336
Mano 1. ff. 318-323
Anexo 4. Manos presentes en la Iudithis Tragoedia Tertia del ms. 383 de la
Colección de Cortes de la Real Academia de la Historia.
- 83 -
Máster en Filología Clásica.
Mano 6, ff. 344-349
Mano 5, ff. 342-34 y 350-351
Eduardo Fernández Guerrero.
- 84 -
UAM, septiembre de 2013.
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edición de una tragedia jesuítica…
Anexo 5. Schoon, C., Terentius Christianus seu Comoediae Sacrae sex. Amberes, 1598.
- 85 -
Eduardo Fernández Guerrero.
Máster en Filología Clásica.
- 86 -
UAM, septiembre de 2013.
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