Aspectos Relevantes Para Adquirir Activos A Través De Deuda o

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5 de septiembre del 2005
Núm. 14
Vicepresidencia de Desarrollo y
Capacitación Profesional
Comisión Fiscal
“ASPECTOS RELEVANTES PARA ADQUIRIR ACTIVOS
A TRAVÉS DE DEUDA O ARRENDAMIENTO
FINANCIERO”
Directorio
C.P.C. Manuel C. Gutiérrez García
Presidente
C.P.C. José Besil Bardawil
Vicepresidente de Desarrollo y Capacitación Profesional
C.P. Juan Francisco Fernández Andrea
Director Ejecutivo
Comisión Fiscal
C.P.C. Francisco Javier Moguel Gloria
Presidente
C.P.C. Agustín Durán Escamilla
Vicepresidente
Lic. Gabriela Pellón Martínez
Secretaria
Integrantes:
C.P.C. Filio Alcaraz Mendoza
C.P. Raúl Alonso de la Torre
C.P. Roberto Álvarez López
C.P.C. Fernando Becerril López
C.P.C. Pedro Carreón Sierra
C.P. Jesús Chan Chi
C.P.C. Leopoldo Escobar Latapí
C.P.C. Juan Manuel Franco Gallardo
C.P.C. Eladio Antonio García Prada
C.P.C. Guillermo Gómez-Aguado Suárez
L.C.C. Arturo Halgraves Cerda
C.P.C. Noé Hernández Ortiz
C.P.C. Joel Hernández Salazar
C.P.C. Leticia Miriam Islas Benítez
Lic. Juan de la Cruz Higuera Arias
C.P.C. Francisco Javier Hoyos Hernández
C.P. José Antonio Lara del Olmo
C.P.C. Luis Liñero Colorado
C.P.C. Pablo Octavio Mendoza García
C.P. Jesús Navarro Martínez
C.P.C. Jorge Javier Ordoñez Rengel
C.P.C. Joel Ortega Jonguitud
Lic. Arturo Pérez Robles
C.P.C. Gerardo Plascencia Chavarín
Lic. Pablo Puga Vertiz
Lic. Enrique Ramírez Figueroa
C.P.C. Feliciano Ramírez Mijangos
C.P. José Manuel Ramírez Ontiveros
C.P.C. José Carlos Silva Sánchez Gavito
C.P.C. Pedro Solís Cámara Jiménez Canet
C.P.C. Alfredo Solloa García
C.P.C. Ignacio Sosa López
C.P.C. Manuel Toledo Espinosa
C.P.C. Guillermo Leopoldo Uribe Garay
C.P. Agustín Vargas Meneses
COLEGIO DE CONTADORES PÚBLICOS DE MÉXICO. Presidente: CPC Manuel C. Gutiérrez García. El Material aquí reproducido es propiedad
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© DERECHOS RESERVADOS Prohibida su reproducción total o parcial.
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I- Introducción
Uno de los factores mas relevantes para las empresas en la decisión de invertir, es la
forma de llevar a cabo sus proyectos de inversión a mediano y largo plazo, por lo que
resulta importante el entorno económico de la sociedad y del inversionista, así como la
existencia de un sistema financiero eficiente en cuanto al otorgamiento del crédito a
través de sus diferentes productos.
En México el empresariado ha buscado fuentes alternativas para la obtención de
recursos, enfrentando las pocas oportunidades de crédito que ofrece la banca; sin
embargo, al encarecerse el crédito, se ha sustituido parcialmente por otros
instrumentos de deuda que resultan ser más eficientes y atractivos para el
inversionista.
El objetivo del presente análisis es llevar a cabo un estudio de los diversos
ordenamientos jurídicos y fiscales que en materia de arrendamiento financiero y
deuda existen actualmente, con la finalidad de efectuar un comparativo entre ambas
opciones de financiamiento al momento de adquirir algún bien.
1. Concepto de mutuo
Mutuo es un contrato por el cual el mutuante se obliga a transferir la propiedad de
una suma de dinero o de otras cosas fungibles al mutuatario, quien se obliga a
devolver otro tanto de la misma especie y calidad, con la posibilidad de estipular el
pago de un interés. En otras palabras, el contrato de mutuo se clasifica como un
contrato translativo de dominio, gratuito u oneroso y bilateral.
El mutuo puede ser civil o mercantil. Por lo que respecta a la definición contenida en
el artículo 358 del CC, el cual establece a la letra lo siguiente:
“Se reputa mercantil el préstamo cuando se contrae en el concepto y con
expresión de que las cosas prestadas se destinen a actos de comercio y
no para necesidades ajenas de este. Se presume mercantil el préstamo
que se contrae entre comerciantes (…)”.
2. Concepto de arrendamiento financiero
Es importante recordar que este contrato empezó a utilizarse en la práctica de
negocios como un contrato atípico, es decir, tal contrato no estaba específicamente
regulado en ninguna Ley y fue en la legislación fiscal donde encontramos la primer
definición de tal contrato para posteriormente regularse de forma más detallada en la
LGOAAC.
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Debido a la particularidad del contrato de arrendamiento financiero, existen una serie
de disposiciones legales que regulan su otorgamiento, así como a las empresas que lo
otorgan a través de la CNBV.
Las operaciones de arrendamiento financiero, ya desde hace varios años han tenido
reglas especiales tanto para quien otorga, como para quien recibe en arrendamiento
financiero. Dicha regulación corresponde desde la definición de conceptos básicos,
hasta las reglas de acumulación y/o deducción según corresponda, así como el pago
del impuesto al valor agregado y el correspondiente a los activos.
El arrendamiento financiero es el contrato por el cual la arrendadora se obliga a
adquirir determinados bienes y a conceder el uso o goce temporal a plazo forzoso, a
una persona física o moral, obligándose ésta a pagar como contraprestación una
cantidad de dinero (renta) que cubra el valor del bien y las cargas financieras y
adoptar una de las opciones terminales al vencimiento del contrato.
En el CFF se encuentra contenida la definición de arrendamiento financiero para
efectos fiscales:
“Artículo 15.- Para efectos fiscales, arrendamiento financiero es el contrato
por el cual una persona se obliga a otorgar a otra el uso o goce temporal de
bienes tangibles a plazo forzoso, obligándose esta última a liquidar, en pagos
parciales como contraprestación, una cantidad en dinero determinada o
determinable que cubra el valor de adquisición de los bienes, las cargas
financieras y los demás accesorios y a adoptar al vencimiento del contrato
alguna de las opciones terminales que establece la Ley de la materia.
En las operaciones de arrendamiento financiero, el contrato respectivo
deberá celebrarse por escrito y consignar expresamente el valor del bien
objeto de la operación y la tasa de interés pactada o la mecánica para
determinarla.”
Adicionalmente en la Fracción IV del artículo 14 del CFF se establece que el
arrendamiento financiero se debe considerar como enajenación de bienes.
En el mismo sentido el arrendatario adquiere el bien objeto del contrato, por lo que le
es aplicable todas las disposiciones fiscales relacionadas con la adquisición de un bien
en lo relativo a la parte de la contraprestación del mismo, sin dejar de lado, que se
trata de una operación de financiamiento respecto de los intereses que deriven de
dicho contrato.
El arrendatario al adquirir por medio de un contrato de arrendamiento financiero un
bien de cualquier clase, adquiere en términos legales un bien que forma parte de su
activo fijo y a su vez, contrae una deuda con la Institución de que se trate, de la cual
se devengará una carga financiera.
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Adicionalmente, las opciones terminales del contrato de arrendamiento financiero son
la compra del bien objeto, prorrogar el plazo o participar en el producto de la venta a
un tercero del bien objeto.
3. Adquisición de activos con deuda
A. Registro de activo y sus consecuencias de ISR, IA e IVA.
El artículo 29 de la LISR establece que los contribuyentes podrán efectuar diversas
deducciones, entre las que se encuentran las inversiones. Al respecto, el artículo 37
de dicho ordenamiento establece que las inversiones únicamente se podrán deducir
mediante la aplicación, en cada ejercicio, de los por cientos máximos autorizados por
la ley, sobre el MOI, con las limitaciones en deducciones que se prevean.
Tratándose de ejercicios irregulares, la deducción correspondiente se efectuará en el
por ciento que represente el número de meses completos del ejercicio en los que el
bien haya sido utilizado por el contribuyente, respecto de doce meses. Cuando el bien
se comience a utilizar después de iniciado el ejercicio y en el que se termine su
deducción, ésta se efectuará con las mismas reglas que se aplican para los ejercicios
irregulares.
Cabe destacar, que se deberán cumplir los demás requisitos que para las deducciones
prevé la ley.
Con independencia de las reglas generales mencionadas, es preciso señalar que existe
la posibilidad de ejercer la opción prevista por los artículos 220 y 221, que permite
efectuar la deducción inmediata de la inversión de bienes nuevos de activo fijo, en
lugar de la deducción tradicional que se ha expuesto. De esta forma, es posible
deducir en el ejercicio siguiente al que se inicie la utilización, la cantidad que resulte
de aplicar, al MOI, los porcientos acelerados que se establecen.
Es importante señalar, que para estar en posibilidad de ejercer la opción de deducción
inmediata, tendrá que ser sobre bienes que se utilicen permanentemente en territorio
nacional y fuera de las áreas metropolitanas en el Distrito Federal, Guadalajara y
Monterrey, que utilicen tecnologías limpias en cuanto a sus emisiones contaminantes
y no requieran uso intensivo de agua en sus procesos productivos.
Asimismo, mediante el Decreto por el que se otorga un Estímulo Fiscal en Materia de
Deducción de Bienes Nuevos de Activo Fijo, se prevé que puede realizarse la
deducción inmediata que se comentó en los párrafos anteriores, pero bajo tasas de
deducción distintas. Además, el citado decreto permite que la deducción se efectúe
desde el ejercicio en el que se realice la inversión, en el que se inicie su utilización o el
siguiente, a diferencia de la LISR que prevé que el momento de deducción será el
ejercicio siguiente al de inicio de su adquisición.
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Para efectos del IA, se tiene que considerar para el cálculo de la base de dicho
impuesto el activo adquirido, con independencia de la forma de financiar su
adquisición. Al respecto, el artículo 2 fracción II de la LIA dispone que tratándose de
los activos fijos, gastos y cargos diferidos, se calculará el promedio de cada bien
actualizando en los términos del artículo 3, su saldo pendiente de deducir en el
impuesto sobre la renta al inicio del ejercicio o el monto original de la inversión en el
caso de bienes adquiridos en el mismo y de aquellos no deducibles para los efectos de
dicho impuesto, aun cuando para estos efectos no se consideren activos fijos. El saldo
actualizado se disminuirá con la mitad de la deducción anual de las inversiones en el
ejercicio determinada conforme a la LISR.
En el caso del primer y último ejercicio en el que el bien se utilice, el valor promedio
del mismo se determinará dividiendo el resultado antes mencionado entre doce y el
cociente se multiplicará por el número de meses en los que el bien se haya utilizado
en dichos ejercicios.
Por su parte, la LIVA establece la posibilidad de acreditar el IVA que en su caso se
haya pagado en la adquisición de tales bienes siempre y cuando estos sean de las
inversiones que se consideran deducibles para efectos de la LISR; siguiendo incluso
las mismas reglas de proporcionalidad del acreditamiento en caso de que tales activos
sean parcialmente deducibles para efectos de la LISR.
Adicionalmente, la misma LIVA establece otros requisitos formales que deberán
cumplirse para acceder a tal acreditamiento, entre los cuales destaca que dicho
impuesto haya sido efectivamente pagado.
Ahora bien, es menester mencionar que derivado de las reformas sufridas por la LIVA,
se establece un tratamiento específico para el acreditamiento del impuesto que haya
sido trasladado al contribuyente en la adquisición o importación de inversiones, siendo
acreditable totalmente cuando dichas inversiones se destinen en forma exclusiva a la
realización de actividades gravadas.
Cuando las inversiones se utilicen exclusivamente para realizar actividades exentas, el
IVA pagado no será acreditable.
Tratándose de inversiones utilizadas para llevar a cabo actividades gravadas y
exentas, el impuesto pagado será acreditable en la proporción que represente el valor
de las actividades gravadas respecto del valor total de las actividades del mes de que
se trate.
Tomando en cuenta que dicha proporción puede cambiar con posterioridad, se
estableció un mecanismo de ajuste para que en la medida en que disminuya o
aumente la proporción de las actividades gravadas respecto de las actividades totales,
comparada con la proporción del mes en que se adquirió el bien, se reintegre o
incremente el acreditamiento que se haya aplicado inicialmente.
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Cabe mencionar, que el ajuste antes descrito se efectuará cuando exista una variación
mayor al 3% en los meses posteriores a aquél en que se aplicó por vez primera el
acreditamiento del impuesto correspondiente a la inversión de que se trate. Es muy
importante señalar que esta medida representa una carga administrativa considerable
a los contribuyentes, ya que es factible tener dicha variación.
El procedimiento de ajuste debe efectuarse por el período en que la inversión se
deduce para efectos fiscales, considerando las tasas máximas establecidas en la ley
correspondiente, debiéndose llevar un control por cada inversión.
Se estableció una opción para aquellos contribuyentes con actividades gravadas y
exentas para determinar el IVA acreditable, considerando la proporción de las
actividades gravadas respecto de las actividades totales del contribuyente en el año
calendario inmediato anterior al mes por el que se calcula el impuesto. De esta forma
se permite al contribuyente simplificar su cálculo, debiéndose mantener al menos
durante sesenta meses.
Ejercer esta opción implica que el contribuyente continuara determinando el IVA
acreditable con reglas similares a las vigentes hasta 2004. Al respecto, cabe señalar,
que el procedimiento vigente en 2004 fue declarado inconstitucional por la Suprema
Corte de Justicia de la Nación.
B. Efectos fiscales del registro de intereses a cargo de la empresa ISR, IA e
IVA.
Al momento de adquirir una deuda con el sector financiero se devengan intereses que
se fijan considerando una tasa de interés, misma que se le aplicará al monto del
principal.
Al respecto, el artículo 9 de la Ley de la LISR establece que se consideran intereses,
cualquiera que sea el nombre con que se les designe, a los rendimientos de créditos
de cualquier clase. También se entiende que, entre otros, son intereses los
rendimientos de la deuda pública, de los bonos u obligaciones, incluyendo descuentos,
primas y premios; los premios de reportos o de préstamos de valores; el monto de las
comisiones que correspondan con motivo de apertura o garantía de créditos; el monto
de las contraprestaciones correspondientes a la aceptación de un aval, del
otorgamiento de una garantía o de la responsabilidad de cualquier clase, excepto
cuando dichas contraprestaciones deban hacerse a instituciones de seguros o fianzas;
la ganancia en la enajenación de bonos, valores y otros títulos de crédito, siempre que
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sean de los que se colocan entre el gran público inversionista, conforme a las reglas
generales que al efecto expida el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Como se puede observar, los rendimientos obtenidos por un crédito se consideran
intereses para los efectos del impuesto sobre la renta.
Ahora bien, en general, de conformidad con la fracción IX del artículo 29 de la LISR,
los contribuyentes podrán efectuar la deducción de los intereses devengados a cargo
en el ejercicio, sin ajuste alguno. Así las cosas, en el caso de la contratación de una
deuda con el objeto de adquirir activo fijo, los intereses devengados a cargo del
adquirente serán deducibles para efectos del impuesto sobre la renta.
Es importante mencionar que la deducibilidad de tales intereses también esta sujeta a
que el activo en cuestión sea deducible para efectos del ISR, y en caso de serlo
parcialmente tales intereses correrían la misma suerte.
Cabe destacar, que se deberán cumplir los demás requisitos que para las deducciones
prevé la ley.
Por lo que hace al IVA sobre los intereses que se generen por la deuda contratada con
una institución financiera, es importante señalar que para los efectos del análisis que
estamos desarrollando se entiende que el financiamiento obtenido por la institución
financiera corresponde a un crédito refaccionario, toda vez que este tipo de créditos
está enfocado a fortalecer o incrementar los activos fijos de un negocio ya que el
solicitante se obliga a utilizar el crédito para la adquisición de maquinaria y equipo,
para el crecimiento de la empresa, constituyendo una garantía sobre los bienes
adquiridos con el préstamo.
Derivado de lo anterior, y de conformidad con lo establecido en el artículo 15 de la
LIVA se deberá considerar que los intereses generados por el crédito refaccionario se
encuentran exentos de dicho gravamen.
C. Efectos fiscales del registro de la deuda ISR, IA e IVA.
La deuda que se adquiere con el sector financiero tiene también una repercusión para
el impuesto sobre la renta, en relación con el ajuste anual por inflación, toda vez que
para calcular el ajuste anual se consideran los promedios de los créditos y las deudas,
generando así un ajuste anual acumulable o deducible según sea el caso, dependiendo
si las deudas o los créditos son mayores.
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Particularmente, el artículo 46 establece que las personas morales determinarán, al
cierre de cada ejercicio, el ajuste anual por inflación, primero, calculando el saldo
promedio anual de sus deudas y el saldo promedio anual de sus créditos, cuando el
saldo promedio anual de las deudas sea mayor que el saldo promedio anual de los
créditos, la diferencia se multiplicará por el factor de ajuste anual y el resultado será
el ajuste anual por inflación acumulable. En caso contrario, el resultado será el ajuste
anual por inflación deducible. Para estos efectos, el factor de ajuste anual será el que
se obtenga de restar la unidad al cociente que se obtenga de dividir el INPC del último
mes del ejercicio de que se trate entre el citado índice del último mes del ejercicio
inmediato anterior.
Al respecto, el artículo 48 establece que se considerará deuda cualquier obligación en
numerario pendiente de cumplimiento, entre otras: las derivadas de contratos de
arrendamiento financiero, de operaciones financieras derivadas a que se refiere la
fracción IX del artículo 22 de la misma, las aportaciones para futuros aumentos de
capital y las contribuciones causadas desde el último día del periodo al que
correspondan y hasta el día en el que deban pagarse. Para los efectos del artículo 46
se considerará que se contraen deudas por la adquisición de bienes y servicios, por la
obtención del uso o goce temporal de bienes o por capitales tomados en préstamo,
cuando se dé cualquiera de los supuestos siguientes:
a) Tratándose de la adquisición de bienes o servicios, así como de la
obtención del uso o goce temporal de bienes, cuando se dé alguno de los
supuestos de acumulación previstos en el artículo 18 de la ley y el precio o la
contraprestación, se pague con posterioridad a la fecha en que ocurra el
supuesto de que se trate.
b) Tratándose de capitales tomados en préstamo, cuando se reciba parcial o
totalmente el capital
En síntesis, de las disposiciones mencionadas se desprende que al contratar una
deuda con el sistema financiero, se generará un efecto inflacionario acumulable.
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En términos generales, la determinación del IA consiste en sumar los promedios de los
activos financieros, activos fijos, gastos y cargos diferidos, terrenos e inventarios,
menos el promedio de las deudas.
Así, por lo que respecta al IA, que será mencionado en el punto siguiente de manera
más abundante, consideramos que la deuda contratada, por medio del cual se
adquirirán los bienes mencionados, deberá considerarse como deuda para efectos de
la LIA a partir del momento en que esta sea contratada y hasta el momento en que se
extinga.
Para efectos del IVA, no se generarían implicaciones por simple registro de la deuda
en comento.
D. Efectos en el impuesto al activo por la deuda con sistema financiero
Derivado de las diversas resoluciones emitidas por nuestros tribunales, en las cuales
se determinó que el limitar la deducción de ciertas deudas, entre otras las contratadas
con el sistema financiero, transgredía el principio de proporcionalidad tributaria
consagrado en la fracción cuarta del artículo 31 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, el ejecutivo decidió incorporara dentro de la reforma fiscal
en vigor a partir del ejercicio de 2005 las adecuaciones que consideró necesarias para
subsanar tal agravio.
Es así que como parte de tal reforma fue derogado el párrafo segundo del artículo 5
de referida Ley, mismo que señalaba, que no eran deducibles las deudas contratadas
con el sistema financiero o con su intermediación.
De lo anterior se puede concluir que la deuda contratada por una persona moral con el
sistema financiero para la adquisición de activo fijo, si podrá ser disminuida de la base
del impuesto, a partir del ejercicio fiscal de 2005.
Al respecto, el artículo 5 de la LIA define que los contribuyentes podrán deducir del
valor del activo en el ejercicio, las deudas contratadas con empresas residentes en
México, con establecimientos permanentes ubicados en México de residentes en el
extranjero, siempre que se trate de deudas no negociables. También podrán deducirse
las deudas negociables en tanto no se le notifique al contribuyente la cesión del
crédito correspondiente a dichas deudas a favor de una empresa de factoraje
financiero, y aun cuando no habiéndosele notificado la cesión, el pago de la deuda se
efectúe a dicha empresa o a cualquier otra persona no contribuyente de este
impuesto.
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1. Contrato de arrendamiento financiero
a. Registro de activo y sus consecuencias de ISR, IA e IVA.
La LISR establece disposiciones particulares en la sección relativa a “inversiones”
como parte del Capítulo de las Deducciones, destacando que para estos efectos de
dicha Ley los bienes adquiridos mediante un contrato de arrendamiento financiero son
considerados como inversiones en términos del artículo 38 del citado ordenamiento,
derivado de lo cual determinarán su deducción conforme al procedimiento establecido
en la citada LISR.
En el caso de arrendamiento financiero, el arrendatario considerará como MOI, la
cantidad que se haya pactado en el contrato como valor del bien.
Al respecto, será necesario considerar el tipo de bien de que se trate, para estar en
posibilidades de aplicar los porcentajes de deducción que correspondan, incluso
pudiendo optar por la deducción inmediata del bien, cumpliendo las reglas particulares
que para tales efectos existen.
Ahora bien, en caso de que el arrendatario obtenga alguna participación por la
enajenación de dichos bienes a terceros, deberá considerarse como deducción la
diferencia entre los pagos efectuados y las cantidades ya deducidas, menos el ingreso
obtenido por la participación en la enajenación a terceros.
Cabe destacar que en la LISR se establece que los arrendadores podrán optar por
considerar como ingreso obtenido en el ejercicio el total del precio pactado o la parte
exigible durante el mismo, a elección del contribuyente.
En este caso, se consideran ingresos obtenidos en el ejercicio en el que sean exigibles,
los que deriven de cualquiera de las opciones terminales que se encuentran
establecidas en el artículo 27 de la LGOAAC.
Adicionalmente, es importante mencionar que para efectos de la LISR, se consideran
deudas, entre otras, las derivadas de contratos de arrendamiento financiero, es decir,
dicha deuda debe formar parte de la determinación del ajuste anual por inflación.
En relación con el tratamiento fiscal para fines de otros impuestos, cabe destacar que
para efectos del IA, el artículo 5-A del RLIA establece que el arrendatario financiero
considerará como parte de su activo, los bienes que sean objeto de contratos de
arrendamiento financiero en los términos del CFF.
En este sentido, al entenderse que el régimen aplicable corresponde al de las
inversiones, se deberá considerar para la determinación del promedio de dichos
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bienes, el saldo pendiente de deducir en el impuesto sobre la renta al inicio del
ejercicio actualizado por inflación en términos de la LIA, o bien el monto que
corresponda al MOI en el caso de bienes adquiridos en el mismo ejercicio. Asimismo,
es importante mencionar que el saldo actualizado se deberá disminuir con la mitad de
la deducción anual de las inversiones en el ejercicio de conformidad con la LISR.
Por lo que respecta al IA, consideramos que la deuda contratada con motivo de la
celebración del arrendamiento financiero, por medio del cual se adquirirán los bienes
mencionados, deberá considerarse como deuda para efectos de la LIA a partir del
momento en que esta sea contratada y hasta el momento en que se extinga.
En otro orden de ideas, en materia de IVA, el acreditamiento de dicho gravamen
correspondiente al precio del bien, así como el que se refiere a los intereses que
derivan de la carga financiera, se acreditarían cuando tal impuesto haya sido pagado y
en su caso se cumplan con los demás requisitos y procedimientos establecidos en la
misma Ley, tal y como lo mencionamos en apartados anteriores.
b. Efectos fiscales del registro de intereses a cargo de la empresa
ISR, IMPAC e IVA.
Por lo que respecta a los intereses que se generarían con motivo del arrendamiento
financiero, los mismos son igualmente deducibles de conformidad con lo establecido
en la fracción IX del artículo 29 de la LISR.
Por supuesto la deducción de los intereses también se encuentra acotada en función a
si la inversión de que se trate es total o parcialmente deducible para efectos de la
LISR; y evidentemente, en caso de que la misma no fuese deducible los intereses
correspondientes tampoco lo serían.
En cuanto al IVA, es importante señalar que el artículo 18-A de la LIVA establece que
se considerará como base para el cálculo de dicho impuesto, el valor real de los
intereses devengados cuando éstos deriven de operaciones de arrendamiento
financiero.
c. Efectos fiscales del registro de la deuda ISR, IMPAC e IVA.
Tal como se señaló en apartados anteriores, de las disposiciones mencionadas y al
igual que en la adquisición por medio de deuda, se desprende que al contratar una
deuda con el sistema financiero por conducto del arrendamiento financiero, se
generará un efecto inflacionario acumulable.
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Las deudas originadas por contratos de arrendamiento financiero se podrán deducir
del valor del activo en el ejercicio a partir de 2005.
Para efectos del IVA, no se generan implicaciones al respecto al momento del registro
de la deuda.
d. Efectos en el impuesto al activo por la deuda con sistema
financiero
Cómo ya fue mencionado anteriormente, el alcance de la reforma fiscal para 2005
incluiría las deudas generadas por la celebración de operaciones de esta naturaleza
por lo que igualmente en este caso la deuda podría disminuirse para la determinación
del IA del ejercicio.
e. Efectos fiscales de la elección de las opciones terminales
Sobre el particular el artículo 45 de la LISR establece que cuando en el activo fijo se
haga uso de alguna de sus opciones terminales para la deducción de las inversiones
relacionadas con dichos contratos, se observará lo siguiente:
-
Si se opta por transferir la propiedad del bien objeto del contrato mediante el
pago de una cantidad determinada, o bien, por prorrogar el contrato por un plazo
cierto, el importe de la opción se considerará complemento del monto original de
la inversión, por lo que se deducirá en el por ciento que resulte de dividir el
importe de la opción entre el número de años que falten para terminar de deducir
el monto original de la inversión.
-
Si se obtiene participación por la enajenación de dichos bienes a terceros, deberá
considerarse como deducción la diferencia entre los pagos efectuados y las
cantidades ya deducidas, menos el ingreso obtenido por la participación en la
enajenación a terceros.
Así los efectos fiscales derivados de la elección de las opciones terminales del
arrendamiento financiero, dependerían del tipo de opción elegida y de manera general
podemos mencionar que formarían parte del MOI en caso de prórroga del contrato o
adquisición de los bienes y podría generarse una deducción adicional en caso de que el
bien sea transferido a terceros.
Por lo que respecta al IA el artículo 2 de la Ley de la materia, indica que el promedio
de activos fijos consiste, de manera general, en el saldo pendiente de deducir en el
ISR al inicio del ejercicio, esto es el MOI menos la depreciación fiscal acumulada hasta
el ejercicio anterior (adicionalmente considerando los efectos de inflación).
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Por lo anterior, consideramos que en caso de que se optara por adquirir el bien
arrendado o por prorrogar el contrato de arrendamiento, los importes por ambos
conceptos formarían parte del MOI y por lo tanto formarían parte de la base del activo
a partir del ejercicio siguiente a aquel en que se ejerzan dichas opciones, toda vez que
el citado artículo 2 de la LIA hace referencia al saldo pendiente de deducir para ISR al
inicio del ejercicio.
Por lo que respecta en materia de IVA, el acreditamiento del IVA correspondiente al
precio que se deba pagar al momento de ejercer alguna de las opciones terminales del
bien, estará en función de la fecha en que efectivamente se pague tal impuesto.
2. Comparación de opciones a tres años
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Otras consideraciones
Derivado de las reformas correspondientes a 2005 realizadas a la LISR, las empresas
no podrán deducir los intereses que paguen a partes relacionadas y que deriven de
endeudamiento que exceda una relación del tres a uno de su capital contable, lo
anterior también será aplicable a los préstamos que se hayan obtenido de una parte
independiente residente en el extranjero, cuando el contribuyente sea una parte
relacionada de otras empresas.
En virtud de lo anterior hoy día las personas morales contribuyentes del ISR que
evalúen la contratación de financiamientos deberán sin duda tomar en consideración
que además del costo financiero que este implicará, podrían ubicarse en situaciones
en las cuales la deducción de cuando menos parte de los intereses pagados podría
verse comprometida o limitada, lo que sin duda dificulta o complica la obtención de
financiamientos otorgados por partes relacionadas y aun más exagerado tratándose
de prestamistas residentes en el extranjero que sin ser partes relacionadas, la
deducción de los intereses derivados de tales préstamos podría verse limitada por el
simple hecho de que quien recibe el préstamo realice operaciones (totalmente ajenas
a la operación de crédito) con partes relacionadas mexicanas o extranjeras, lo cual es
práctica común de negocios.
3. Conclusiones
Impuesto sobre la Renta
1. Como pudo apreciarse a lo largo del presente trabajo la adquisición de un activo
fijo financiada ya sea, a través de un crédito refaccionario, o de un contrato de
arrendamiento financiero, recibirá el tratamiento aplicable a las inversiones, esto
es se deducirá mediante la aplicación de las tasas máximas previstas en la LISR.
Una de las diferencias que pudiéramos mencionar respecto al efecto fiscal entre
una y otra forma de financiamiento, básicamente consistiría en el momento en
el cual se inicie la deducción del MOI, toda vez que en el caso de utilizar deuda
el importe total del MOI es reconocido y deducido desde un inicio a diferencia
del contrato de arrendamiento financiero, en el cual dependiendo la opción
terminal elegida parte del MOI será reconocido e iniciará su depreciación o
deducción hasta el momento en el que la opción de que se trate sea ejercida.
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Otra diferencia puede presentarse en caso de ejercer la opción de aplicar la
deducción inmediata de inversiones caso en el cual dicha deducción se aplicaría
sobre el MOI que se tenga al momento de adquirir el bien el cual como hemos
mencionado anteriormente sería inferior en el caso del arrendamiento financiero,
así pues, dicha deducción inmediata no sería aplicable a la porción del MOI que
es reconocida hasta el momento del ejercicio económico de alguna de las
opciones terminales.
Si bien lo anterior únicamente implica un mero diferimiento en el reconocimiento
de parte de la deducción, esto sin duda podría tener un impacto en la
anticipación del pago de impuestos al reconocer al inicio o durante los primeros
años de deducción de los bienes de que se trate una deducción menor, en el
caso del arrendamiento financiero respecto del crédito refaccionario.
2. En ambos casos, el importe de la deuda que se genere deberá ser incluido para
el cálculo del ajuste anual por inflación.
3. Respecto a las dos alternativas aquí analizadas sería aplicable la limitación en
cuanto a la deducción de intereses que se generen en función a, si el bien que
ha sido adquirido es total o parcialmente deducible para efectos del ISR.
Impuesto al Activo
1. En ambos casos, el valor pendiente de deducir que corresponda deberá
considerarse como parte de la base de dicho impuesto; sin embargo, al igual
que lo mencionado en el apartado anterior la diferencia que existiría en el MOI
que se reconoce en cada caso en los primeros ejercicios de utilización del bien
podría representar una base menor en el caso de la adquisición mediante el
arrendamiento financiero, en tanto se ejerzan las opciones terminales del
arrendamiento financiero.
Lo anterior, podría tener un impacto favorable en el diferimiento de la causación
de este impuesto; sin embargo, el impacto económico real de tales diferencias
es totalmente circunstancial y dependerá del impuesto que esté causando el
contribuyente de que se trate, es decir, ISR vs IA.
2. Derivado de la reforma fiscal en vigor a partir de 2005, la deuda que se genere
en ambos casos podrá ser disminuida de la base del IA.
Impuesto al Valor Agregado
1. El IVA que sea trasladado tanto por el precio del bien, como por el
correspondiente a los intereses podría acreditarse, siempre acotado dicho
acreditamiento a que los bienes de que se trate sean total o parcialmente
deducibles para los efectos de la LISR.
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Respecto a los casos particularmente analizados la principal diferencia consistiría
en que por lo que hace a los intereses que se originen en el crédito
refaccionario, estos no causarían IVA atenuando así el costo financiero que se
genera entre la fecha de pago de dicho impuesto y el momento en el que el
contribuyente lo recupera a través del acreditamiento, compensación o
devolución.
Condiciones de mercado
1. Más allá de las diferencias en el tratamiento fiscal que hemos comentado, las
cuales concluimos son prácticamente efectos de diferimiento y por ende de costo
financiero, en nuestra opinión las mayores diferencias a evaluar deben referirse
a las condiciones contractuales de cada una de las opciones de financiamiento,
específicamente las relativas al costo financiero, toda vez que además de la
propia diferencia en costo que existe entre ellas tal situación puede exponenciar
los efectos financieros del diferimiento en el reconocimiento a la deducción, y
en su caso, en el reconocimiento de la base en materia del IA.
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GLOSARIO
ISR
Impuesto sobre la renta
IA
Impuesto al activo
IVA
Impuesto al valor agregado
CFF
Código Fiscal de la Federación
LISR
Ley del Impuesto sobre la Renta
LIA
Ley del Impuesto al Activo
RLIA
Reglamento de la Ley del Impuesto al Activo
LIVA
Ley del Impuesto al Valor Agregado
CC
Código de Comercio
LGOAAC
Auxiliares
General de Organizaciones y Actividades
de Crédito
CNBV
Comisión Nacional Bancaria y de Valores
MOI
Monto original de la inversión
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