La Reforma Laboral de 2006: Objetivos, contenido, costes y

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Presupuesto y Gasto Público 46/2007: 179-195
Secretaría General de Presupuestos y Gastos
© 2007, Instituto de Estudios Fiscales
La Reforma Laboral de 2006: Objetivos, contenido, costes
y resultados *
ANTONIO GONZÁLEZ GONZÁLEZ
Secretario General de Empleo
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales
JOSÉ IGNACIO PÉREZ INFANTE
Profesor Asociado de la Universidad Carlos III
Resumen
El objetivo del artículo es analizar la reforma laboral derivada del Acuerdo para la mejora del crecimiento y del em­
pleo (AMCE), suscrito el 9 de mayo de 2006 entre los interlocutores sociales y el gobierno. En un primer apartado se
considera la finalidad y el contenido de la nueva reforma, principalmente dirigida a estimular la contratación indefi­
nida y limitar la temporal. En el segundo apartado se analiza el gasto en los últimos años en las políticas de empleo y
el coste de la reforma y en el tercero los resultados de la misma, que, con los datos disponibles, suponen un importan­
te incremento de la contratación indefinida.
Palabras claves: Reforma laboral, empleo, incentivos, contratación indefinida y estabilidad.
1.
Objetivos y contenidos de la reforma
El 9 de mayo de 2006, tras un dilatado período de negociaciones, se firmó por las organi­
zaciones sindicales, UGT y CCOO, las confederaciones empresariales, CEOE y CEPYME, y
el Gobierno el Acuerdo para la Mejora del Crecimiento y del empleo (AMCE).
El Acuerdo se convirtió de forma inmediata en un Real Decreto-Ley, aprobado por el
Consejo de Ministros el 9 de junio, que trasladó al ordenamiento jurídico las medidas de ín­
dole legal que contenía el mismo. El Congreso de los Diputados convalidó el Real Decreto
Ley el 5 de julio y acordó en dicho acto la tramitación posterior a través de un Proyecto de
Ley que permitiera la discusión por los grupos políticos de los diferentes contenidos del Real
Decreto Ley.
No es objeto del presente trabajo el estudio de las modificaciones registradas durante el
proceso de tramitación parlamentaria, pero se puede señalar que los cambios que ha sufrido
* A Valeriano Gómez, uno de los forjadores del Acuerdo para la Mejora del Crecimiento y del Empleo. A Carlos de
la Serna, in memoriam.
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Antonio González González y José Ignacio Pérez Infante
son —con excepción de las bonificaciones aplicables al empleo de las personas con discapa­
cidad— limitados, y no afectan al enfoque o la naturaleza de las reformas que provienen, en
primer término, del Acuerdo y, con posterioridad, del Real Decreto-Ley subsiguiente.
El AMCE constituye la primera reforma laboral de carácter general (es decir, que afecta
a grandes cuestiones del mercado de trabajo, y no solo a aspectos concretos o a instituciones
específicas del mismo) que se pacta por los interlocutores sociales y el Gobierno 1.
El único precedente anterior, el Acuerdo Interconfederal para la Estabilidad del Empleo
(AIEE), de 1997, fue negociado y pactado solamente por los interlocutores sociales, sin in­
tervención del Gobierno. Por otro lado, las reformas o actuaciones puntuales sobre el merca­
do laboral acometidas con posterioridad al AIEE no fueron pactadas o respaldadas por todos
los agentes sociales o, incluso, fueron rechazadas por ambos.
El Acuerdo tiene como objetivos expresos el aumento de los niveles de empleo y la re­
ducción de la temporalidad del mismo. Y para ello sigue, desde un punto de vista estratégico,
las orientaciones de reforma del mercado de trabajo que —excepción hecha de la reforma
aprobada unilateralmente por el Gobierno en 2002— han venido inspirando los cambios le­
gales más importantes que se han adoptado desde el año 1997. Una estrategia que nació con
la firma del AIEE.
La profunda segmentación y dualidad que caracteriza el mercado laboral español se ha
convertido así en el problema cuya resolución ha concentrado los esfuerzos de los interlocu­
tores sociales y de los sucesivos gobiernos durante prácticamente la última década.
Tal segmentación es la que se produce de forma transversal (es decir, en el conjunto del
mercado laboral, en cada uno de los sectores productivos y en la mayoría de las empresas,
aunque en ambos casos con intensidad fuertemente variable, así como en los ámbitos territo­
riales regionales y locales que componen el mercado de trabajo español) entre una parte del
empleo cuyo estatus viene definido por la regulación de los contratos indefinidos y otra so­
metida a las reglas, mucho más flexibles para las empresas y mucho menos protectoras para
los trabajadores, de los contratos temporales.
En términos de volumen de empleo asalariado, la segmentación equivale aproximada­
mente (y de forma relativamente estable) a la división entre dos tercios del empleo total co­
rrespondiente a los ocupados con contrato indefinido y un tercio a los temporales.
Cabe señalar, y ello —como se verá— está relacionado con el objeto material de este
trabajo, que la estrategia antes referida en la que da un paso más el Acuerdo se basa princi­
palmente en las siguientes vías: 1) estimular los contratos indefinidos, incentivando su utili­
zación a través de medidas que reduzcan los costes sociales de los mismos y los hagan infe­
riores a los que presentan los contratos temporales; 2) promover una modalidad de «contrato
de fomento de la contratación indefinida», que aumente la protección del empleo respecto a
la situación de los contratos temporales, pero sea inferior a la del contrato indefinido «ordi­
nario»; y 3) reducir el recurso excesivo a los contratos temporales, estableciendo ciertas limi­
taciones a la utilización de los mismos.
Una parte fundamental de las medidas contenidas en el Acuerdo, trasladadas posterior­
mente a la Ley, se corresponde, por lo tanto, con actuaciones dirigidas a la modificación por
La Reforma Laboral de 2006: Objetivos, contenido, costes y resultados
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distintos caminos de los costes de la contratación, por lo que las mismas tienen una inciden­
cia económica que constituye una parte del objeto del presente trabajo. Por otro lado, el
Acuerdo contempla otra serie de actuaciones y reformas que, aparte de las mencionadas, tie­
nen también coste económico.
Las medidas y reformas contenidas en el AMCE se estructuran en torno a tres grandes
capítulos, el primero de los cuales se dirige al impulso de la contratación indefinida. Para ello
aborda varias cuestiones.
En primer lugar, se persigue la conversión del empleo sujeto a contratos temporales en
empleo fijo, para lo cual se adoptan dos tipos de actuaciones. Por un lado, se amplía el ámbi­
to de utilización del contrato para el fomento de la contratación indefinida, permitiendo su
uso —aparte de los colectivos ya contemplados en su regulación— para la conversión de los
contratos temporales que se celebren hasta el final de 2007. Esta posibilidad no era utilizable
antes de la reforma para los contratos temporales celebrados con posterioridad al 31 de di­
ciembre de 2003.
Por otro lado, se suprime la preexistente bonificación de las cotizaciones sociales a los
contratos indefinidos cuyo origen fuera la transformación de un contrato temporal, debido a
que, paradójicamente, esta medida estaba fomentando la utilización de contratos temporales
en el inicio de la relación laboral con el trabajador. No obstante, dicha supresión se acompa­
ña del establecimiento de un Plan excepcional y extraordinario de seis meses de duración du­
rante el cual los contratos indefinidos que provengan de la transformación de otro temporal
se les otorgan bonificaciones más intensas y más prolongadas que las anteriores.
En suma, el Acuerdo estimula a través de dos medidas de gran relevancia, una normati­
va y otra económica, la conversión de contratos temporales en contratos indefinidos.
En segundo lugar, el Acuerdo establece una nueva política de fomento de la estabilidad
del empleo a través de la modificación en profundidad del programa de bonificaciones de los
costes laborales de la contratación indefinida. Estos cambios operan en tres direcciones: se
definen mejor y más claramente los colectivos de trabajadores beneficiados; se sustituye la
fórmula de la bonificación porcentual por la fijación de cuantías fijas en función de cada uno
de los colectivos; y se amplía al doble, elevándolo de dos a cuatro años, el período de vigen­
cia de las bonificaciones.
Los cambios respecto a la configuración anterior de la política de fomento son de cala­
do y pretenden conseguir varios efectos importantes. Primero, estimular de forma más clara
y transparente la contratación indefinida de los colectivos que más lo necesitan. Segundo,
hacer inversamente proporcional al nivel retributivo la intensidad relativa de los estímulos,
de tal forma que esta se concentre en los grupos de remuneraciones más bajas, en los cuales
la estabilidad del empleo es menor y la tasa de paro mayor. Y tercero, prolongar la vida de
los contratos indefinidos garantizando mejor la pervivencia de los mismos.
En tercer lugar y de forma complementaria a las medidas anteriores, se reduce la cotiza­
ción de todos los contratos indefinidos (no solo de los nuevos contratos) en la parte corres­
pondiente a la cuota empresarial por desempleo. La disminución es de 0,25 puntos porcen­
tuales desde el 1 de julio de 2006, a la que se añadirá otro tanto a partir del 1 de julio de 2008.
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Con ello, se aumenta la diferencia de costes ya existente entre el mantenimiento de empleo
indefinido y de empleo temporal, con lo que se refuerzan más los incentivos a la estabilidad
del empleo.
Por otro lado, el Acuerdo reduce en 0,2 puntos porcentuales la cotización empresarial al
Fondo de Garantía Salarial (la mitad del valor anterior a la reforma), y suprime la cotización
suplementaria por desempleo (un punto porcentual) que sufragaban en los contratos tempo­
rales las Empresas de Trabajo Temporal.
En conjunto, las medidas adoptadas en este apartado crean un marco de apoyo a la esta­
bilidad del empleo a través del juego de costes más bajos del empleo indefinido respecto del
temporal, de poderosos incentivos a la utilización de las modalidades indefinidas frente a las
temporales en las decisiones de contratación y de estímulos normativos y económicos a la
conversión de empleos con contrato temporal en indefinidos.
El segundo capítulo del Acuerdo persigue mejorar la utilización de la contratación tem­
poral, así como de otras figuras e instrumentos empresariales relacionados con la misma.
Para ello, establece, en primer término, un mecanismo de reconocimiento de la condición de
trabajadores indefinidos para aquellos que hayan estado contratados por la misma empresa y
para el mismo puesto de trabajo con dos o más contratos temporales durante un plazo supe­
rior a 24 meses en un período de 30. Esta medida opera, en realidad, como una limitación a la
práctica de suscribir sucesivos contratos temporales con trabajadores que realizan de forma
estable las mismas funciones en la empresa.
Junto a ello, el Acuerdo modifica el contrato para la formación (regulando de forma
más estricta los colectivos de trabajadores a los que es aplicable), suprime el contrato de in­
serción, establece una serie de garantías para los trabajadores en los supuestos de subcontra­
tación de obras y servicios (entre los cuales cabe destacar la mejora de los derechos de infor­
mación y de representación), clarifica la definición de cesión ilegal de trabajadores y
concreta el reforzamiento de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, de su labor y de
los mecanismos de participación de los Interlocutores Sociales.
El tercer capítulo del Acuerdo se dirige a potenciar las políticas activas y los Servicios
Públicos de Empleo, y a mejorar la protección por desempleo. En cuanto a la primera parte,
el Acuerdo compromete un plan de modernización de los Servicios Públicos de Empleo, así
como la evaluación y reforma de las políticas activas de empleo.
Respecto a la segunda, se adoptan diferentes medidas que suponen mejoras en la protec­
ción por desempleo, de las cuales las más importantes son: la extensión del subsidio por de­
sempleo a los mayores de 45 años sin responsabilidades familiares que hayan agotado una
prestación contributiva inferior a 12 meses; la consideración de la Renta Activa de Inserción
como derecho subjetivo y la cotización por las contingencias de asistencia sanitaria y protec­
ción a la familia durante la percepción de la misma; la mejora de determinados aspectos de la
protección de los trabajadores fijos discontinuos; y la ampliación de la cobertura por desem­
pleo a los socios trabajadores temporales de cooperativas al término de su relación temporal.
Por otra parte, este tercer capítulo se completa con algunas mejoras en las prestaciones
del Fondo de Garantía Salarial, que se concretan en: mejoras en los supuestos de insolvencia
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empresarial (ampliación del duplo al triple del salario mínimo de la cuantía máxima a abonar
por el Fondo; elevación de 120 a 150 del número máximo de días de salario pendiente de
pago a abonar; e inclusión de la parte proporcional de las pagas extra); e indemnizaciones
por despido o finalización de contratos (diversas mejoras entre las que cabe citar, el aumento
de las bases de cálculo y la ampliación de los supuestos protegidos).
2.
Gastos en políticas de empleo y costes de la Reforma
El gasto del conjunto de las políticas de empleo, reflejado en transferencias corrien­
tes del Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE), antiguo INEM, sin incluir, por lo tanto,
el gasto en gestión y administración de dichas políticas ni el gasto de funcionamiento en po­
líticas de intermediación y colocación, ha aumentado desde 12.829,5 millones de euros en
2000 a 21.036,8 millones de euros en 2006, lo que supone una tasa de variación anual acu­
mulada del 8,6%, superior a la del PIB nominal en el mismo período del 7,4%.
Desagregando el conjunto de las políticas de empleo, el gasto en políticas pasivas de
empleo, prestaciones por desempleo, que supone, las dos terceras partes (el 66,3%) del gasto
total en esas políticas en 2006, creció en el período 2000-2006 el 9,1%, en tasa anual acumu­
lada, mientras que el gasto en políticas activas, que representa en ese año el tercio restante
de las políticas de empleo (el 33,7%), se incrementó en el período considerado el 7,6% anual.
Dentro de las políticas activas de empleo, el componente que significa un mayor por­
centaje, el 43,1%, con un gasto de algo más de tres mil millones de euros, es el de las bonifi­
caciones por contratación en la cotización a la Seguridad Social, que crecieron en el período
2000-2006 a una tasa anual del 10,3%, superior a la del conjunto de la política de empleo,
debido a que en los últimos años la incentivación económica a la contratación indefinida se
ha convertido en el eje principal de la política activa de empleo.
Sin embargo, no todos los recursos dedicados por el SPEE a las bonificaciones en las
cotizaciones a la Seguridad Social para la contratación, en su gran mayoría indefinida,
3.054,1 millones de euros en 2006 se pueden considerar estrictamente como políticas activas
de empleo, puesto que una parte importante de esa cantidad, alrededor de 500 millones de
euros en 2006, se destina a fines diferentes, en concreto a fomentar el retraso de la jubilación,
mediante las bonificaciones de la cotización empresarial a la Seguridad de los trabajadores
con contratos indefinidos mayores de 60 años y con una antigüedad de, al menos, cinco años
en la empresa.
En el presupuesto de 2007, el gasto previsto para el conjunto de las políticas de em­
pleo en el apartado de las transferencias corrientes del Servicio Público de Empleo estatal,
crece en el 3,1%, casi la tercera parte que en el período 2000-2006, hasta situarse en 21.681,7
millones de euros. El incremento relativo a políticas pasivas, el 1,9%, es inferior al de las po­
líticas activas, el 5,3%, por la que el porcentaje de aquellas, las prestaciones sobre el total de
desempleo de las políticas de empleo, disminuye del 66,3% en 2006 al 65,6% en 2007.
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Ahora bien, prácticamente todo el aumento previsto para 2007 en políticas activas de
empleo en el presupuesto de transferencias corrientes del SPEE se concentra en las bonifica­
ciones en las cotizaciones a la Seguridad Social por la formación continua.
Concretamente, la cantidad presupuestada en 2007 para bonificaciones en las coti­
zaciones a la Seguridad Social para la incentivación de la contratación se reduce ligera­
mente, de 3.054,1 millones de euros, según las obligaciones reconocidas en 2006, a 3.039
millones de euros, según el presupuesto de dicho año, lo que contrasta con el importante
avance del gasto en esta política en períodos anteriores.
La razón de este descenso, que rompe con la tendencia alcista de períodos anteriores, se
debe a la sustitución del sistema anterior de incentivos a la contratación por el nuevo pactado
en el AMCE, según el cual las bonificaciones para la contratación inicial, que, salvo el caso
de las dirigidas a desempleados mayores de 45 años y a las personas discapacitadas, que se
mantienen durante tota la vida laboral del contrato, tenían en el sistema antiguo una duración
de dos años, pasan a tener una duración de cuatro años, con la consiguiente disminución de la
cuantía media anual de las citadas bonificaciones. Esta disminución de las cuantías de las bo­
nificaciones a la contratación, en relación con las cuantías anuales del sistema anterior a la
reforma, explican el suave descenso presupuestado para 2007 del gasto de las bonificaciones
en las cotizaciones a la Seguridad Social para la contratación.
En 2006, el crecimiento del gasto en bonificaciones de las cuotas a la Seguridad Social
por contrato respecto del año precedente asciende al 14,5%, tasa algo superior a la de los tres
años anteriores (12,6% en 2005, 14% en 2004, 13% en 2003), explicada por el efecto, que se
analiza en el apartado de resultados, del Plan extraordinario de conversiones de contratos
temporales en indefinidos, vigente exclusivamente en el segundo semestre de ese año.
En este sentido, si el año 2006 se diferencia en sus dos semestres, la tasa interanual de
aumento del segundo 15,4% también es ligeramente superior a la del primero (13,5%), sin
duda, como consecuencia del citado Plan de conversiones.
En cuanto a la cuantía media de las bonificaciones por colectivos, y pese a la dificul­
tad para su estimación tanto con el anterior sistema, en el que las cuantías no eran fijas, como
con el nuevo sistema establecido a mediados de 2006, debido a la información agregada que
facilita la Tesorería General de la Seguridad al Servicio Público de Empleo Estatal, es posi­
ble constatar que en varios colectivos se ven incrementadas las cuantías totales que perciben
los empresarios que los contratan.
En efecto, eso ocurre claramente en las personas discapacitadas por los aumentos que
se han producido en la Ley, que sustituye al Real Decreto-Ley, en la cuantía de las bonifica­
ciones, durante toda la vigencia del contrato, hasta situarse en el caso de las mujeres mayores
de 45 años en 4.700 euros/años, que se eleva hasta 5,300 euros/año en los supuestos de disca­
pacidad severa. También se incrementan las cuantías totales de las bonificaciones durante
cuatro años, en vez de los dos de la situación anterior a la reforma, en el caso de las mujeres y
de las conversiones de los contratos temporales en indefinidos del Plan extraordinario, que se
mantienen durante tres años, cuanto en el sistema anterior las bonificaciones de las conver­
siones duraban dos años.
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También es destacable las bonificaciones que perciben los empresarios que contraten
indefinidamente a jóvenes varones menores de treinta años, que anteriormente estaban ex­
cluidos en el sistema de incentivos económicos.
Sin embargo, en el caso de las bonificaciones a la contratación indefinida de mayores de
45 años, que permanecen tanto en el nuevo sistema como en el antiguo durante toda la vida la­
boral del contrato, y a pesar de que la cuantía anual de la bonificación, 1.200 euros/año, es la
más elevada, después de las destinadas a las bonificaciones de las personas discapacitadas, es
posible que en determinadas situaciones sean inferiores en el sistema actual que en el anterior,
sobre todo cuando el coste laboral anual (salario bruto más aportación empresarial a la Seguri­
dad Social) se sitúe en cifras superiores a 15.000 euros/año. Hay que señalar en este sentido
que el cambio de las bonificaciones proporcionales por cuantías fijas tenia la finalidad de in­
crementar la bonificación en relación con el coste laboral de los trabajadores con menores sala­
rio y menor cualificación, que son los más afectados por el desempleo.
En cuanto a la financiación de las bonificaciones a la Seguridad Social, hay que te­
ner en cuenta que, al igual que el resto de las políticas activas y pasivas de empleo, se realiza
no con cargo a impuestos sino con cargo al superávit de las cotizaciones por desempleo, es
decir, con cargo al excedente existente después de financiar dichas cotizaciones las presta­
ciones por desempleo. En el fondo, las bonificaciones a la nueva contratación se convierten
en una reducción de las cotizaciones por desempleo que tendría que pagar en otro caso el em­
presario, lo que supone un abaratamiento del coste laboral de dicha contratación y un incenti­
vo a la misma, siempre que se realice en determinadas condiciones y se dirijan a la contrata­
ción de colectivos también determinados.
Pero, como se ha señalado en el primer apartado al explicar el contenido de la reforma,
no solo se reduce la cotización en el margen, la de las nuevas contrataciones de determinados
colectivos, sino que, también se reduce para estimular el empleo indefinido la cotización
por desempleo a cargo de los empresarios de todos los trabajadores indefinidos, en un
cuarto de punto porcentual, lo que se estima que ha repercutido en una disminución de ingre­
sos de las cotizaciones por desempleo de 196 millones de euros en los seis meses de 2006 en
que ha surtido efectos de reducción del tipo de cotización (a partir del 1 de julio), y que re­
percutirá en un descenso de 398 millones de euros en 2007.
Si, a esta reducción de un cuarto de punto del tipo de cotización empresarial por traba­
jador contratado indefinido, se añade la eliminación de la sobrecotización por desempleo a
cargo del empresario, establecida en 1999 en un punto porcentual en los contratos tempora­
les realizados a través de empresas de trabajo temporal, lo que suponía una discriminación en
relación con el resto de los contratados temporales, el coste de la disminución total de la coti­
zación por desempleo ascendería a 208 millones de euros en 2006 y a 422 millones de euros
en 2007.
Por otra parte, la extensión y ampliación de la duración a determinados colectivos
de las prestaciones por desempleo, principalmente mayores de 45 años y trabajadores fijos
discontinuos y la consideración de la renta activa de inserción (RAI), como un derecho sub­
jetivo, supondrá un aumento del gasto financiado con cargo en las cotizaciones por desem­
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pleo en torno a 50 millones de euros en 2007 y a menos de 5 millones de euros en los meses
que estuvo en vigor en 2006.
Por último, en cuanto al coste de la reforma habría que tener en cuenta que la reduc­
ción de las cotizaciones a cargo del empresario y el aumento de las prestaciones a favor
de los trabajadores del FOGASA se financiará en su totalidad con el excedente a financie­
ro existente en dicho organismo. En efecto, con el tipo de cotización para el FOGASA exis­
tente con anterioridad a la reforma, el 0,4%, y teniendo en cuenta que la décima porcentual
de cotización se estima para 2007 en 235 millones de euros, el excedente previsto sobre el to­
tal del gasto también antes de la reforma era de 690 millones de euros.
Así, el coste de la reducción de dos décimas porcentuales del tipo de cotización del
FOGASA se estima en 220 millones de euros en el segundo semestre de 2006 y en 470 mi­
llones de euros en el conjunto de 2007. Por su parte, el aumento del coste de las prestaciones
del FOGASA por salarios de insolvencia e indemnizaciones por despido se estima en 100
millones de euros en 2006 y en 200 millones de euros en 2007, cantidades a añadir al gasto
en prestaciones del FOGASA previsto con anterioridad a la reforma, de 250 millones de eu­
ros en 2006.
De todo ello se deduce, que el gasto total en prestaciones en 2007, después de la refor­
ma, 450 millones de euros (250+200), es financiable con la recaudación prevista con el tipo
de cotización del FOGASA, el 0,2%, equivalente a 470 millones de euros (235×2).
En consecuencia, el coste total previsto de la reforma para 2007, prácticamente nulo
como consecuencia del cambio del sistema de incentivos a la contratación, ascendería por el
resto de los cambios a un total de 1.142 millones de euros (422 millones de euros de reduc­
ción del tipo de cotización por desempleo, 50 millones de euros por ampliación de las presta­
ciones por desempleo, 470 millones de euros de reducción del tipo del FOGASA y 200 mi­
llones de euros de aumento de las prestaciones del FOGASA), financiados por el excedente
de las cotizaciones por desempleo y el superávit del FOGASA.
3.
Resultados
La entrada en vigor el 1 de julio de 2006 del nuevo sistema de incentivos económicos a
la contratación indefinida y del Plan extraordinario de conversiones de contratos temporales
en indefinidos (el resto de la reforma ya había entrado en vigor el 15 de junio del pasado
año), permite por el tiempo transcurrido desde entonces hacer un primer balance de sus re­
sultados.
En primer lugar, resalta que el comienzo de la aplicación de la nueva reforma laboral
coincide con el mantenimiento de un elevado ritmo de crecimiento económico, al incremen­
tarse el PIB real en el segundo semestre del año prácticamente en el 4%. Este elevado creci­
miento económico se refleja en un proceso de intensa creación de empleo y de persistente
descenso del paro, lo que, unido a la positiva situación de diálogo social existente, tanto entre
los interlocutores sociales como entre estos y el gobierno, facilita que la puesta en marcha de
la reforma esté teniendo lugar en unas condiciones muy favorables.
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En cuanto al empleo, éste está creciendo, según las estimaciones de la Encuesta de Po­
blación Activa (EPA), a tasas interanuales cercanas al 4%, el 3,7%, en el tercer trimestre de
2006 y el 3,6% en el cuarto trimestre, tasas que ascienden al 3,9% en los dos trimestres en el
caso de los asalariados. También con datos de las afiliaciones a la Seguridad Social el creci­
miento está siendo elevado, el 3,4%, en tasa de variación interanual, en el segundo semestre
del pasado año para el total de los afiliados y el 3,7% para las afiliaciones de los asalariados
(en enero las tasas de variación han sido el 3,5% y 3,7%, respectivamente).
Por su parte, en relación con el paro, el estimado por la EPA, que se situaba en el cuarto
trimestre de 2006 en torno a 1.800.000 personas, cuando dos años antes superaba la cifra de
2.250.000, descendía en ese trimestre a una tasa de variación interanual del 3,9%, descenso
que se reproduce en el paro registrado en las oficinas públicas de empleo, con una intensidad
algo menor en el cuarto trimestre (–3,4%), pero mayor en enero de 2007 (–4,1%).
Como consecuencia de la positiva evolución del desempleo, la tasa de paro, calculada
como el porcentaje del paro estimado por la EPA en relación con la población activa, se si­
tuaba en el segundo semestre del año pasado en el 8,2%, la tasa más baja desde 1979.
Si se atiende a la importancia y evolución de la temporalidad, medida por la tasa de
temporalidad (porcentaje de ocupados asalariados con contrato temporal), cuya reducción es,
como se ha señalado en el primer apartado del artículo, el objetivo principal y prioritario de
la nueva reforma laboral, dicha tasa ha tenido un comportamiento mucho más favorable en el
segundo semestre que en el primero del pasado año.
En efecto, la tasa de temporalidad, estimada por la EPA, que había aumentado en seis
décimas a lo largo del primer semestre de 2006, se reduce también en seis décimas a lo largo
del segundo semestre, a pesar de que los factores estacionales favorecen su aumento en ese
período del año, hasta situarse en el cuarto trimestre del año en el 33,8%.
Ahora bien, la evolución ha sido más positiva en el cuarto trimestre que en el tercero.
En el tercero siguió aumentando, aunque el aumento de dos décimas se convierte en un des­
censo de cuatro décimas con datos desestacionalizados, debido a la coincidencia de la tem­
porada veraniega estacionalmente muy propicia a la contratación temporal. En cualquier
caso, el aumento de la tasa de temporalidad en dos décimas en el tercer trimestre es muy in­
ferior al que se produjo en el mismo período en los dos años precedentes (un punto porcen­
tual en 2004 y 1,1, puntos en 2005).
La evolución en el cuarto trimestre de 2006 de la tasa de temporalidad, como conse­
cuencia directamente de los efectos del nuevo sistema de incentivos económicos a la contra­
tación indefinida y, concretamente, del Plan extraordinario de conversiones de contratos
temporales en indefinidos vigente con carácter extraordinario en el segundo semestre del pa­
sado año, ha sido mucho más positiva. Así, en el último trimestre de 2006 la tasa de tempora­
lidad disminuyó en ocho décimas, desde el 34,6% en el tercer trimestre hasta el 33,8%, des­
censo que es el más elevado de un cuarto trimestre desde 1998.
Este comportamiento más favorable de la tasa de temporalidad en el segundo semestre
que en el primero del año anterior se debe a la distinta evolución en los dos semestres del em­
pleo indefinido que el temporal. Mientras que en el primer semestre el aumento de los asala­
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Antonio González González y José Ignacio Pérez Infante
riados indefinidos fue de 79.100 personas y el de los temporales de 190.400, en el segundo
semestre el crecimiento de los indefinidos ascendió a 326.100 personas cuando el de los tem­
porales se limitaba a 27.400.
También con los datos de las afiliaciones de la Seguridad Social, el porcentaje de las de
asalariados temporales respecto del total de las de los asalariados es más reducido en el se­
gundo semestre de 2006 que en períodos anteriores. Así, a finales de enero de 2007 el citado
porcentaje ascendía al 34,6%, tres décimas menos que a finales de diciembre de 2006 y 3,6
puntos menos que a finales de junio de ese año, antes de la entrada en vigor tanto del nuevo
sistema de incentivos a la contratación indefinida como del Plan extraordinario de conversio­
nes de contratos temporales en indefinidos.
Este importante descenso en los últimos siete meses del porcentaje de afiliaciones tem­
porales respecto del total de las afiliaciones de asalariados es consecuencia de la coinciden­
cia de un aumento de más de seiscientas mil de las indefinidas y de un descenso de casi me­
dio millón de las temporales 2.
Estos favorables resultados se reflejan asimismo en los datos de las contrataciones re­
gistradas en las oficinas públicas de empleo, que son las que más directamente muestran los
resultados del nuevo sistema de incentivos a la contratación indefinida y, concretamente, del
Plan extraordinario de conversión de temporales en indefinidos.
En el conjunto del segundo semestre de 2006, el crecimiento, respecto del mismo perío­
do del año previo, de las contrataciones registradas en las oficinas públicas de empleo ascen­
dió a más de medio millón (511.600), lo que supone un aumento, en términos relativos, del
5,7%, De este aumento, el 91,6%, 468.800 contratos adicionales, corresponde a contratacio­
nes indefinidas y, el resto, 42.900 contratos, a contrataciones temporales. Con estos datos, el
aumento interanual en términos porcentuales se eleva al 62,8% en los contratos indefinidos,
mientras que los contratos temporales permanecen prácticamente estables, al aumentar a una
tasa de sólo el 0,5%,
Los datos de las contrataciones registradas en enero de 2007 confirman estos resulta­
dos, aunque con una ligera amortiguación de la tasa de variación interanual de los contratos
indefinidos y una acentuación de dicha tasa de variación tanto de los contratos temporales
como del total de los contratos registrados. Así, el incremento del total de los contratos regis­
trados se sitúa en el 12,3%, manteniéndose la situación en la que el avance interanual de los
contratos indefinidos, el 59,9%, es notablemente superior al de los contratos temporales, el
6,5%.
Este mayor incremento de los contratos indefinidos que los temporales provoca que el
porcentaje que representan las contrataciones indefinidas sobre el total de las registradas en
las oficinas de empleo se eleve hasta el 12,6% en el período julio-diciembre de 2006, cuando
el porcentaje era el 8,2% en el mismo semestre de un año antes y el 10,7% en el semestre
precedente, el primero de 2006.
Si se analiza la evolución mensual de este porcentaje a lo largo del segundo semestre de
2006, en comparación con el correspondiente al mes anterior a la entrada en vigor del nuevo
sistema de incentivos a la contratación indefinida, junio de 2006, el 9,2%, se constata el
La Reforma Laboral de 2006: Objetivos, contenido, costes y resultados
189
aumento constante del citado porcentaje. Así, en julio ascendió al 10,1%, en agosto al 10,6%,
en septiembre al 12%, en octubre al 13,2%, en noviembre al 14% y en diciembre al 17%.
El porcentaje en diciembre de los contratos indefinidos respecto al total de los registra­
dos es el más elevado de toda la serie histórica, lo que es significativo de los positivos resul­
tados de la puesta en marcha de la reforma de incentivos y, especialmente, del Plan extraor­
dinario de conversiones de contratos temporales en indefinidos, vigente, como ya se ha
indicado, en el segundo semestre del pasado año.
En enero de 2007, el citado porcentaje de la contratación indefinida respecto de la total
registrada se sitúa en el 15,5% que, aunque inferior al de diciembre de 2006, es el tercero
más elevado de la serie histórica, después de los correspondientes a diciembre de 2006 y a
mayo de 1988. Hay que tener en cuenta que el elevado porcentaje de contratos indefinidos en
mayo de 1988, en el que el porcentaje ascendía al 15,6%, es debido a que en ese mes finaliza­
ba la vigencia de treinta y seis meses del Real Decreto 799/1985, de 25 de mayo, por el que
se incentivaba la contratación indefinida de jóvenes con una reducción a la mitad durante
toda la vida del contrato de la aportación empresarial a la cotización a la Seguridad Social
por contingencias comunes.
En cualquier caso, el porcentaje que representan los contratos indefinidos en el total de
los registrados en enero de 2007 es el más elevado de cualquier mes de enero y superior en
casi cinco punto porcentuales al de un año antes (el 10,8%).
Ahora bien, como consecuencia precisamente del mencionado Plan extraordinario de
conversiones de contratos temporales en indefinidos vigente en el segundo semestre de 2006,
del total de los contratos indefinidos realizados en ese período, 1.215.673, el 55,1%,
670.228, fueron conversiones de temporales en indefinidos y el resto, el 44,9%, 545.435,
fueron contrataciones indefinidas iniciales. De ello se deriva que en el segundo semestre de
2006, la tasa de crecimiento interanual, que se situaba para el total de los contratos indefini­
dos en el 62,8%, ascendía en las conversiones de temporales en indefinidos al 108,2% y se
situaba en las contrataciones indefinidas iniciales en el 28,4%, porcentajes muy elevados en
comparación con los de períodos anteriores.
Por su parte, en enero de 2007, de los 256.422 contratos indefinidos, el 56,9%, 145.832,
fueron conversiones y, el restante 43,1%, 109.590, contrataciones indefinidas iniciales. En
términos interanuales, en comparación con los de enero de 2006, los aumentos relativos se
situaron en el 59,9% para el total de los contratos indefinidos, el 82,2% para las conversiones
de temporales en indefinidos y el 37,4% para las contrataciones indefinidas iniciales.
Si se considera conjuntamente el período julio 2006-enero 2007 y se comparan sus re­
sultados con los del período equivalente anterior, julio 2005-enero 2006, dentro de los con­
tratos indefinidos es, como consecuencia del Plan extraordinario de conversiones de contra­
tos temporales en indefinidos, mucho más elevado el aumento de las conversiones (103%)
que el de los contratos iniciales (29,8%), aunque el avance de estos últimos es más intenso
que el de años anteriores, lo que puede ser significativo de los efectos de los cambios en el
sistema de incentivos a la contratación indefinida, reservados a partir de la nueva reforma a
los contratos iniciales, ya que, salvo para los casos de los contratos formativos, de relevo y
de sustitución de jubilaciones anticipadas a los 64 años, una vez finalizado el Plan extraordi­
190
Antonio González González y José Ignacio Pérez Infante
nario se excluyen de los incentivos económicos a las conversiones de contratos temporales
en indefinidos.
A su vez, dentro de las conversiones de contratos temporales en indefinidos los mayo­
res aumentos relativos se producen en las bonificaciones por el Plan extraordinario, a una
tasa de variación interanual del 179,7%, mientras que las no bonificadas sólo aumentan a una
tasa del 4,9%. Asimismo, tanto en las conversiones bonificadas como en las no bonificadas,
el incremento se concentra exclusivamente en las que se reflejan en contratos para el fomen­
to de la contratación indefinida (indemnización por despido improcedente objetivo de 33
días de salario por año de servicio, con un máximo de 24 mensualidades), ya que disminuyen
las conversiones en contratos indefinidos ordinarios (con una indemnización por despido im­
procedente de 45 días de salario por año de servicio, con un máximo de 42 mensualidades).
En cambio, en las contrataciones indefinidas ordinarias, aunque el crecimiento de las
bonificadas (40,5%) es más elevado que el de las no bonificadas, el crecimiento de éstas últi­
mas (el 24,8%) sigue siendo notable. También, al contrario de lo que ocurre con las conver­
siones, el incremento de los contratos indefinidos ordinarios, sean bonificados o no bonifica­
dos, pese a que sea ligeramente inferior al de los contratos para el fomento de la contratación
indefinida, está siendo muy importante.
En cualquier caso, como ya se ha señalado, el relativamente elevado ritmo de creci­
miento de los contratos iniciales indefinidos bonificados puede ser representativo del cambio
que se produce en la nueva reforma laboral en el sistema de incentivos a la contratación inde­
finida, reservada a partir del 1 de enero de 2007, salvo casos excepcionales, a dichos contra­
tos iniciales.
Asimismo, tanto el aumento de las contrataciones indefinidas iniciales como de las co­
rrespondientes a conversiones de temporales, está favorecida por la reducción en un cuarto
de punto porcentual de la cotización por desempleo a cargo de las empresas a partir del 1 de
julio de 2006.
Además, el aumento que se produce en las conversiones de contratos temporales en los
contratos para el fomento de la contratación indefinida, más intensa en las no bonificadas,
que son las que se mantendrán después de finalizado el Plan extraordinario, que en las boni­
ficadas, es consecuencia directa de la extensión que se produce en el citado contrato siempre
que los contratos temporales que se convierten en indefinidos se hubiesen celebrado antes
del 31 de diciembre de 2007, cuando antes de la reforma de conversión, estaba limitada a los
contratos temporales celebrados antes del 31 de diciembre de 2003.
Diferenciando las tasas de variación interanual de 2006 por semestres, destaca la fuerte
aceleración que se produce en el segundo semestre, tanto en el total de las contrataciones in­
definidas como en sus componentes, las contrataciones iniciales y las conversiones. A su
vez, si se distinguen las contrataciones iniciales y las conversiones de temporales en indefini­
dos en los contratos ordinarios también se produce la citada aceleración de las contrataciones
indefinidas, con la única excepción de los contratos indefinidos ordinarios, que disminuyen
en el segundo semestre de 2006, lo que está relacionado con la ya citada extensión en la últi­
ma reforma laboral de las conversiones de contratos temporales en contratos para el fomento
Cuadro 1
906.628
392.210
258.089
134.121
515.418
491.590
23.828
401.986
239.234
211.773
27.461
162.752
159.480
3.272
504.642
152.976
46.316
106.660
352.666
332.110
20.556
Total indefinidos
Bonificados
Ordinarios
Fomento contratación indefinida
No bonificados
Ordinarios
Fomento contratación Indefinida
440.071
414.227
25.844
214.954
64.028
150.926
655.025
Iniciales
170.741
84.063
86.678
645.329
182.287
463.042
816.070
Conversiones
610.812
498.290
112.522
860.283
246.315
613.968
1.471.095
Totales
Julio 2006-enero 2007
24,8
24,7
25,7
40,5
38,2
41,5
29,8
Iniciales
4,9
–47,3
2.549,1
169,7
–13,9
1.586,2
103,0
Conversiones
18,5
1,4
372,2
119,3
–4,9
357,8
62,3
Totales
% de variación interanual 2005/2006
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE).
Totales
Conversiones
Iniciales
Julio 2005-enero 2006
Los contratos indefinidos, según el tipo de contrato y si son bonificados o no, en el período julio de 2006-enero de 2007
La Reforma Laboral de 2006: Objetivos, contenido, costes y resultados
191
192
Antonio González González y José Ignacio Pérez Infante
de la contratación indefinida, siempre que los temporales se hayan celebrado antes del 31 de
diciembre de 2007.
Las señaladas tendencias de aceleración de todos los contratos indefinidos, salvo en el
caso de las conversiones en indefinidos ordinarios, que disminuyen, se detectan también con
los datos de enero de 2007, en relación con el segundo semestre de 2007 (Cuadro 2).
Cuadro 2
Evolución de las contrataciones indefinidas, por tipo de contrato y colectivo beneficiario.
Tasas de variacion interanual en %
1er Semestre
2006
2.º Semestre
2006
Enero 2007
TOTAL INDEFINIDOS
20,3
62,8
59,9
INICIALES
15,4
28,4
37,4
Ordinarios:
Hombres < 30 años
Mujeres < 30 años
Hombres > 45 años
Mujeres > 45 años
Discapacitados
Total Hombres
Total Mujeres
19,4
16,0
15,1
26,2
17,1
1,1
21,2
16,9
24,6
9,6
39,1
23,1
26,9
14,8
18,8
31,8
36,0
18,7
60,0
14,7
25,3
32,4
27,4
48,9
4,7
39,7
41,9
–3,7
–17,1
15,4
14,0
15,2
72,2
36,9
–2,5
27,4
81,0
96,1
32,6
–9,1
28,4
81,1
CONVERSIONES
26,7
108,2
39,8
Ordinarios:
Hombres < 30 años
Mujeres < 30 años
Hombres > 45 años
Mujeres > 45 años
Discapacitados
Total Hombres
Total Mujeres
37,5
33,4
30,2
49,9
51,3
52,9
38,7
35,8
–24,2
–39,9
–37,1
6,2
–6,1
1,8
–24,8
–23,9
–43,8
–58,8
–56,8
–13,6
–22,4
–73,7
–43,2
–44,5
Fomento contratación indefinida:
–58,6
1.537,2
2.893,6
Hombres < 30 años
Mujeres < 30 años
Hombres > 45 años
Mujeres > 45 años
Discapacitados
Total Hombres
Total Mujeres
–69,9
–79,3
–28,3
–36,5
–28,7
–54,3
–64,1
1.289,9
1.668,7
1.590,7
1.825,1
133,1
1.380,6
1.803,6
3.199,9
4.525,9
2.445,8
2.490,9
277,8
2.692,3
3.272,5
Fomento contratación indefinida:
Jóvenes 16-30 años
Desempleados de 6 o más meses
Mayores de 45 años
Discapacitados
Mujeres en sectores en que están infrarrepresentadas
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales: Servicio Público de
Empleo Estatal (SPEE).
La Reforma Laboral de 2006: Objetivos, contenido, costes y resultados
193
Atendiendo a los colectivos beneficiarios de las contrataciones indefinidas, sobresalen
los mayores crecimientos relativos en todos los casos de las mujeres que de los hombres y de
los menores de 30 años que de los mayores de 45 años, lo que es coherente con el aumento de
la cuantía de los incentivos a favor de las mujeres y la extensión de dichos incentivos a los va­
rones menores de 30 años, que estaban excluidos con anterioridad a la nueva reforma laboral.
Por último, para el conjunto del período julio 2006-enero 2007, si se distribuye el con­
junto de los contratos bonificados indefinidos al amparo de la nueva reforma laboral por tipo
de incentivo, el 75% de dichos contratos son conversiones y el resto, el 25%, contratos ini­
ciales. A su vez, de estos contratos iniciales indefinidos, el 42,3% se concentran en los pro­
gramas de incentivos destinados a mujeres, el 29,9% en los destinados a los jóvenes varones
menores de 30 años, excluidos en la normativa anterior, y el 21,6% a los de mayores de 45
años.
4.
Resumen y conclusiones
a)
Objetivos y contenidos de la reforma laboral
En mayo de 2006 se firma el ACME que da lugar a una reforma laboral derivada del
primer acuerdo general, desde el Acuerdo Nacional de Empleo, entre todos los Interlocutores
sociales y Gobierno y, además, esta reforma se produce en un contexto económico expansivo
y tiene como objetivos favorecer la creación de empleo y aumentar la estabilidad del mismo.
Para ello erige un conjunto de medidas favorecedoras de la contratación indefinida ini­
cial, por contraposición a la situación precedente que, paradójicamente, incitaba a utilizar al
comienzo de la relación laboral la contratación temporal.
Asimismo, la reforma establece un plan extraordinario y limitado en el tiempo para
propiciar la conversión en indefinidos del elevado contingente de contratos temporales cele­
brados con anterioridad a la reforma.
Globalmente, como resultado de la reforma, se abre de forma relevante la brecha de
costes sociales relativos de los contratos temporales e indefinidos en el mercado laboral es­
pañol (debido a la combinación de unos menores tipos de cotización, aplicables al conjunto
de estos últimos contratos, y a las bonificaciones que benefician a las nuevas contrataciones
indefinidas), al tiempo que se establecen limitaciones a la utilización sucesiva y prolongada
de la contratación temporal.
b)
Los costes de la reforma laboral
Aunque los datos son aún muy poco conocidos, y pueden causar cierta sorpresa, lo cier­
to es que la introducción de la nueva política de bonificaciones previsiblemente no va a pro­
ducir un incremento del gasto total en bonificaciones durante el ejercicio 2007. Ni siquiera
teniendo en cuenta el intenso crecimiento que está registrando la contratación indefinida.
194
Antonio González González y José Ignacio Pérez Infante
Ello es precisamente debido a la configuración que adopta la nueva política basada en cuan­
tías a tanto alzado, en general menos cuantiosas anualmente por contrato bonificado, pero
más prolongadas en el tiempo.
El mayor coste de la reforma laboral (el 78% de los 1.142 millones de euros estimados
para 2007) se concentra en la aminoración de ingresos derivada de la reducción de las cotiza­
ciones empresariales al desempleo y al Fondo de Garantía Salarial. El resto se explica por la
ampliación de las prestaciones por desempleo y la mayor cuantía de las prestaciones del Fon­
do de Garantía Salarial.
Por último, cabe destacar que, desde un punto de vista institucional, los mayores costes
de la reforma no se producen en los presupuestos del Servicio Público de Empleo Estatal
sino en el Fondo de Garantía Salarial (prácticamente el 60%), que queda, sin embargo, en
una posición financiera equilibrada.
c)
Resultados de la reforma laboral
A juzgar por los resultados obtenidos hasta el momento de firmar el presente trabajo,
hay que señalar, en primer término, que las medidas de la reforma están resultando netamen­
te eficaces.
Las conversiones de contratos temporales en indefinidos se han más que duplicado, re­
gistrando en el período julio 2006-enero 2007 una tasa de crecimiento interanual del 103%.
Por su parte, la contratación indefinida inicial se ha impulsado a tasas también muy elevadas,
muy próximas al 30%, mostrando además una tendencia de crecimiento acelerado a lo largo
de estos primeros meses de funcionamiento de la reforma.
La reforma ha provocado, además del fuerte aumento de la contratación indefinida, un
cambio profundo en la composición de la misma, al bascular la mayor parte de su incremento
alrededor de la modalidad «de fomento», de menor coste de despido improcedente que la or­
dinaria, que registra las mayores tasas de crecimiento tanto en los indefinidos iniciales como,
especialmente, en las conversiones. Lo cual es particularmente relevante si se toma en consi­
deración que esta modalidad mostraba con anterioridad a la reforma una atonía considerable
en la contratación inicial y tasas claramente negativas en las conversiones.
Desde el punto de vista de los colectivos beneficiados por este impulso de la contrata­
ción indefinida, lo primero que hay que señalar es el carácter generalizado del mismo: en to­
dos los grupos se registran crecimientos relevantes. Si bien hay que destacar que, por sexo,
los incrementos son superiores en el caso de las mujeres, y en la desagregación por edades
son los jóvenes menores de 30 años los que contabilizan los mayores crecimientos.
Para finalizar es conveniente indicar que la contratación indefinida correspondiente a
las personas en situación de discapacidad registra, asimismo, importantes crecimientos, aun
cuando en el período considerado apenas si han entrado en vigor las nuevas y mayores cuan­
tías establecidas en el trámite parlamentario de la reforma.
La Reforma Laboral de 2006: Objetivos, contenido, costes y resultados
195
Notas
1.
Durante la década de los ochenta se alcanzaron diversos pactos sociales de carácter tripartito. Incluso uno de
ellos, el Acuerdo Nacional de Empleo, fue suscrito en 1981 por todos los interlocutores sociales ahora firman­
tes del AMCE. Pero, se trataba básicamente de un acuerdo de rentas y no de una reforma laboral.
2.
Estando el artículo en imprenta se han publicado los datos de la Encuesta Trimestral de Coyuntura Laboral del
Ministrio de Trabajo y Asuntos Sociales. Según esta Encuesta, que estiman los efectivos laborales del sector
privado (incluyendo las empresas públicas) no agrario, la tasa de temporalidad que había aumentado en un
punto porcentual en el primer semestre, desciende en cuatro puntos (1,9 puntos en el tercer trimestre y 2,1 pun­
tos en el cuarto) en el segundo semestre, como consecuencia de un incremento a lo largo del semestre superior
a seiscientos mil en los que tienen contrato indefinido y un descenso de casi quinientos mil en los que tienen
contrato temporal.
Abstract
The purpose of this Article is to analyze the Labour Reform deriving from the Agreement for Improved Growth and
Employment (AIGE) signed by the Social Partners and the Government on May 9, 2006. In the first part, it is consi­
dered the content and the target of the New Reform aimed at promotting permanent contracts and to limit unjustified
temporary contracts. The second part examines employment policies expenditure in the last few years, as well as the
cost of the Labour Reform. Finally, the third part evaluates the results of the measures on available data showing an
important increase of permanent contracts.
Key words: reform, employment, incentives, permanent contract and stability.
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