Sentencia: N° 29

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 REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
JURISDICCIÓN DISCIPLINARIA JUDICIAL
CORTE DISCIPLINARIA JUDICIAL
JUEZ PONENTE: TULIO JIMÉNEZ RODRÍGUEZ
Exp. AP61-R-2012-000024
Mediante oficio N° TDJ-1626-2012 del 26 de septiembre de 2012, el Tribunal
Disciplinario Judicial remitió a esta Corte Disciplinaria Judicial el cuaderno separado
de medidas cautelares signado bajo el número A161-I-2012-000007, contentivo del
recurso de apelación interpuesto por el ciudadano JESET GARCÍA HERNÁNDEZ,
titular de la cédula de identidad número V-12.189.829, actuando por delegación del
Inspector General de Tribunales, según Resolución número 4, de fecha 8 de junio del
2012 , publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N°
39.942, de fecha 12 de junio de 2012, contra el auto dictado por el Tribunal
Disciplinario Judicial el 12 de junio de 2012, mediante el cual, se ordenó a la
Dirección Ejecutiva de la Magistratura la reincorporación del ciudadano FRANCISCO
RAMON MOTA, titular de la cédula de identidad número V-3.283.937, al cargo de
Juez Segundo y Sexto de Primera Instancia de la Circunscripción Judicial Penal del
estado Aragua, y el pago de todos los salarios dejados de percibir durante el tiempo
que se mantuvo en vigencia la medida de suspensión sin goce de sueldo, decretada
por la Comisión Judicial del Tribunal Supremo de Justicia en reunión de fecha 23 de
febrero de 2010, así como el reconocimiento de todos los bonos y demás beneficios
laborales.
El 27 de septiembre de 2012, la Unidad de Recepción y Distribución de Documentos
de la Jurisdicción Disciplinaria Judicial dio entrada al expediente y le asignó el N°
AP61-R-2012-000024, remitiéndolo a la Secretaría de la Corte Disciplinaria Judicial,
a los fines de su distribución.
En esa misma fecha, la Secretaría de esta Corte dio entrada a la causa y dejó
constancia de su distribución, correspondiéndole la ponencia a la jueza Ana Cecilia
Zulueta Rodríguez.
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Exp. No. AP61-R-2012-000024
El 18 de octubre de 2012, la Secretaría de la Corte Disciplinaria Judicial dejó
constancia de la redistribución de la causa ordenada mediante auto de fecha 17 del
mismo mes y año, correspondiéndole la ponencia al juez Tulio Jiménez Rodríguez,
quien con tal carácter suscribe el presente fallo.
Corresponde a esta Corte Disciplinaria Judicial emitir pronunciamiento sobre los
recursos interpuestos, previo el análisis de las siguientes consideraciones:
ANTECEDENTES
El presente procedimiento cautelar se inicia en virtud de la solicitud de fecha 22 de
noviembre de 2011, que realizara el ciudadano Francisco Ramón Mota, antes
identificado, con el objeto que se le reincorporara al cargo de Juez Titular de Primera
Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Penal del estado Aragua, del cual fue
suspendido por la Comisión Judicial del Tribunal Supremo de Justicia en fecha 23 de
febrero de 2010.
El 02 de febrero de 2012, el Tribunal Disciplinario Judicial, dicta decisión N° TDJ-SDI2012-50, mediante la cual niega la solicitud de levantamiento de la medida, mantiene
la suspensión provisional del ejercicio del cargo, pero la modifica, con goce de
sueldo, niega la solicitud de nulidad del procedimiento y niega la solicitud del pago de
los beneficios correspondientes a la relación de trabajo.
El 23 de mayo de 2012, el Tribunal Disciplinario Judicial emite decisión en la cual se
ordena darle continuidad al procedimiento e investigación en el procedimiento que se
le sigue al referido funcionario; prorrogó por sesenta días la suspensión provisional
con goce de sueldo.
Finalmente el 12 de junio del año en curso, el Tribunal Disciplinario Judicial dicta la
decisión objeto del presente recurso de apelación.
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Exp. No. AP61-R-2012-000024
FUNDAMENTACIÓN DEL RECURSO DE APELACIÓN
DE LA INSPECTORÍA GENERAL DE TRIBUNALES
Mediante escrito presentado el 12 de julio de 2012, el ciudadano JESET GARCÍA
HERNÁNDEZ, actuando por delegación del Inspector General de Tribunales,
interpuso recurso de apelación contra la decisión dictada por el Tribunal Disciplinario
Judicial en esa misma fecha, en los siguientes términos:
Señaló el recurrente,
que el a quo, en la decisión impugnada mediante al cual
ordenó la reincorporación del ciudadano Francisco Mota al cargo de Juez titular de
Primera Instancia en funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del estado
Aragua, y al pago de todos los salarios dejados de percibir durante el tiempo que
duró la medida de suspensión sin goce de sueldo decretada por la Comisión Judicial
del Tribunal Supremo de Justicia, ello en virtud del vencimiento del lapso impuesto en
la medida cautelar y su prórroga, “vulneró el debido proceso por cuanto la
suspensión del cargo sin goce de sueldo (…) mantiene su vigencia hasta tanto fuese
resuelta la investigación que dio origen a su imposición con base a la subordinación
de dicha medida a la decisión definitiva”.
Continuó el recurrente en su escrito señalando, “que el Tribunal Disciplinario Judicial
no era competente para ordenar la reincorporación del Juez, puesto que no estaban
dados los requisitos de procedibilidad ya que aun no se ha dictado la sentencia
definitiva”
Igualmente, manifestó que la decisión recurrida adolece de falta de motivación, “toda
vez que no fueron expuestos los argumentos de hecho y derecho en los que se
fundó”
Finalmente solicita que sea declarada la nulidad de la recurrida por adolecer de los
vicios que a su juicio contiene.
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Exp. No. AP61-R-2012-000024
CONTESTACIÓN A LA FUNDAMENTACIÓN
DE LAS APELACIONES
En fecha 20 de septiembre del año en curso el ciudadano Francisco Mota, presenta
su escrito de contestación a la apelación en los siguientes términos:
Solicita “que se declare la inadmisibilidad de la apelación”, o “que la misma sea
declarada improcedente por cuanto dicha apelación, no se encuentra ajustada a
derecho, no tiene asidero jurídico, ni fundamentación legal que le permita al
recurrente sostener la solicitud de nulidad…”
DEL AUTO RECURRIDO
El 12 de junio de 2012, el Tribunal Disciplinario Judicial dictó auto en el cuaderno de
medidas N° A161-I-2012-00007, en el cual estableció lo siguiente:
“A la fecha de hoy se encuentra vencido el lapso establecido, así como la prórroga de
la medida cautelar de suspensión provisional del ejercicio del cargo con goce de
sueldo, resultando innegable que el juez sometido a proceso tiene el derecho a ser
reincorporado a su cargo, es por lo que se ORDENA a la Dirección Ejecutiva de la
Magistratura reincorporar al ciudadano FRANCISCO RAMON MATA (…) al cargo de
Juez Titular de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Penal del Estado
(sic) Aragua y el pago de todos los salarios dejados de percibir durante el tiempo que
duró la medida de suspensión sin goce de sueldo decretada por la Comisión Judicial
del Tribunal Supremo de Justicia, así como el reconocimiento de todos los bonos y
demás beneficios laborales que gozaba a partir de dicha oportunidad hasta la fecha
de la ejecución de la presente decisión ”.
DE LA COMPETENCIA
Esta Corte Disciplinaria Judicial debe establecer su competencia para conocer el
asunto sometido a su consideración y, al respecto, observa:
El artículo 42 del Código de Ética, publicado en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela N° 39.493 del 23 de agosto de 2010, establece la
competencia de la Corte Disciplinaria Judicial para conocer las apelaciones
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Exp. No. AP61-R-2012-000024
interpuestas contra las decisiones dictadas por el Tribunal Disciplinario Judicial, ya
sean interlocutorias o definitivas, en los términos que a continuación se transcribe:
“Artículo 42. Corresponde a la Corte Disciplinaria Judicial, como órgano de
Alzada, conocer de las apelaciones interpuestas contra decisiones ya sean
interlocutorias o definitivas, y garantizar la correcta interpretación y aplicación del
presente Código y el resto de la normativa que guarde relación con la idoneidad
judicial y el desempeño del Juez venezolano y la Jueza venezolana”.
De la citada norma se desprende la competencia de este órgano jurisdiccional como
alzada natural del Tribunal Disciplinario Judicial, para conocer de los recursos de
apelación interpuestos contra las decisiones que de él emanan, cuyo deber es
garantizar la correcta interpretación y aplicación de las normas disciplinarias y del
ordenamiento jurídico vigente.
Ahora bien, del análisis de los autos que integran el expediente disciplinario se
advierte, que la apelación interpuesta por la representación del Inspector General de
Tribunales, fue ejercida contra el auto dictado por el Tribunal Disciplinario Judicial el
12 de junio de 2012, en la incidencia de medidas cautelares, signada bajo el N°
AP61-I-2012-000007, que guarda relación con la causa principal N° AP61-D-2011000090, la cual ordenó la reincorporación del ciudadano FRANCISCO RAMON
MATA, al cargo de Juez Titular de Primera Instancia en Funciones de Juicio del
Circuito Penal del Estado Aragua, y el pago de todos los salarios dejados de percibir
durante el tiempo que duró la medida de suspensión sin goce de sueldo decretada
por la Comisión Judicial del Tribunal Supremo de Justicia, así como el
reconocimiento de todos los bonos y demás beneficios laborales que gozaba a partir
de dicha oportunidad hasta la fecha de la ejecución de la decisión dictada por el
Tribunal Disciplinario Judicial; razón por la cual esta Corte Disciplinaria Judicial se
declara competente para conocer del recurso de apelación interpuesto. Así se
decide.
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR
Señalado lo anterior, esta Instancia Disciplinaria observa que el presente recurso de
apelación lo ejerció la Inspectoría General de Tribunales, contra la decisión del 12 de
junio del presente año, mediante el cual el Tribunal Disciplinario Judicial, ordenó a la
Dirección Ejecutiva de la Magistratura reincorporar al ciudadano Francisco Mota, al
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cargo de Juez titular de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial
Penal del estado Aragua, y el pago de los salarios dejados de percibir durante todo
el tiempo que duró la suspensión dictada por la Comisión Judicial del Tribunal
Supremo de Justicia, así como el reconocimiento de los bonos y demás beneficios;
el órgano inspector basó su recurso en dos argumentos fundamentales indicando
que la misma violentó el debido proceso y adolecía del vicio de inmotivación.
Ahora bien, por cuanto el auto recurrido constituye una sentencia interlocutoria que
pone fin a la incidencia cautelar de suspensión del cargo del juez Francisco Mota, la
cual, como toda sentencia, debe contener entre otros requisitos, los motivos de
hecho y de derecho, es decir, las razones fácticas y jurídicas en las cuales el
sentenciador fundamente su decisión que acuerde, niegue, suspenda, modifique o
revoque una medida preventiva, así como también aquellas que diluciden la
oposición a su derecho, cumpliendo lo exigido en ordinal 4° el artículo 243 del
Código de Procedimiento Civil.
Resulta evidente, que en el auto dictado el 12 de junio del año en curso, se
desprende que el Tribunal Disciplinario Judicial decidió en virtud de la solicitud
presentada en su oportunidad por el juez sometido a procedimiento disciplinario,
ordenar a la Dirección Ejecutiva de la Magistratura reincorporar al ciudadano Juez al
mencionado cargo, así como el pago de todos los salarios que dejó de percibir
durante el tiempo que duró la medida de suspensión sin goce de sueldo decretada
por la Comisión Judicial del Tribunal Supremo de Justicia, al considerar que el
aludido Juez tenía el derecho a ser reincorporado a su cargo; lo cual evidencia que
el a quo se limitó a responder la solicitud planteada, acordándole lo peticionado, sin
establecer fundamento alguno de hecho y derecho que justificara su reincorporación
y lo concerniente a la permanencia o no de la medida asegurativa en el caso en
cuestión, ni considerar el estado procesal del juicio principal ni sus posibles resultas,
las imputaciones formuladas contra la jueza, ni atender la finalidad de las medidas
cautelares en sede disciplinaria que no es otro que materializar en el proceso
disciplinario las garantías constitucionales y procesales para evitar alguna
interferencia de los jueces denunciados en el curso de la investigación, la posible
reiteración de las presuntas faltas disciplinarias o el desprestigio del Poder Judicial,
lo cual pudiera generar desconfianza en el sistema de administración de justicia.
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En ese sentido, mediante decisión N° 1 dictada por la Corte Disciplinaria Judicial en
fecha 16 de febrero de 2012, estableció que al encontrarse ante una solicitud de
levantamiento de medidas, no basta con señalar la norma legal en que se
fundamente el dictamen, sino que debe justificarse tal procedencia en contraposición
con los argumentos fácticos que subsistan en el tiempo y tengan vigencia en el
proceso, debe revisar si los supuestos de hecho invocados y las pruebas aportadas
son suficientes para enervar la medida que se encuentra en vigencia, así como
evaluar aquellas situaciones que en determinado momento lleven a considerar
necesario acordar, modificar, suspender, negar o revocar la protección cautelar, lo
cual con un pronunciamiento sustentado otorgue la garantía de una sana
administración de justicia.
De modo pues, que el Tribunal Disciplinario Judicial al no justificar o fundamentar de
forma alguna su pronunciamiento en el cual atendiera no solo lo peticionado por la
solicitante, sino también los elementos aportados y las circunstancias fácticas y
jurídicas que rodean el caso en particular, según se indicó precedentemente, de lo
cual no dejó constancia en el auto dictado el 12 de junio de 2012, y siendo el asunto
materia de estricto orden público, es por lo que a juicio de esta Alzada, se configuró
la falta de motivación del aludido auto. Así se establece.
Por los argumentos expuestos, y al resultar evidente que la decisión recurrida
prescindió de motivación suficiente, conforme lo establece el artículo 244 del Código
de Procedimiento Civil, el cual prevé la nulidad de la sentencia por faltar las
determinaciones indicadas en el artículo anterior; por haber absuelto la instancia; por
resultar la sentencia de tal modo contradictoria, que no pueda ejecutarse o no
aparezca que sea lo decidido; y cuando sea condicional o contenga ultrapetita. En
consecuencia, resulta forzoso para esta Instancia Disciplinaria, declarar la NULIDAD
del auto dictado el 12 de junio de 2012 por el Tribunal Disciplinario Judicial. Así se
decide.
Efectuadas las anteriores consideraciones, esta Corte Disciplinaria Judicial considera
inoficioso pronunciarse sobre los demás alegatos formulados por la representación
de la Inspectoría General de Tribunales, en el presente proceso disciplinario.
Ahora bien, el artículo 209 del Código de Procedimiento Civil, dispone que:
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“La nulidad de la sentencia definitiva dictada por el Tribunal de la instancia inferior que
se haya viciada por los defectos que indique el artículo 244 sólo puede hacerse valer
mediante el recurso de apelación, de acuerdo con las reglas propias de este medio de
impugnación. La declaratoria del vicio de la sentencia por el Tribunal que conozca en
grado de la causa no será motivo de reposición de ésta, y el Tribunal deberá resolver
también sobre el fondo del litigio…”.
Así pues, constatado el vicio de inmotivación del auto recurrido, esta Corte
Disciplinaria Judicial deberá resolver también el fondo del asunto planteado en la
incidencia cautelar que nos ocupa, lo cual pasa a hacer en los siguientes términos:
Observa esta Corte, que en el escrito presentado el 30 de mayo de 2012, por el
ciudadano Francisco Mota, plenamente identificado en autos, solicitó:
“Que se deje sin efecto la medida de suspensión (…) que se tome en cuenta que llevo 2
años sancionado, por la suspensión, sin percibir, beneficios contractuales, mediante un acto
írrito (…) que se (le) reincorpore a (su) lugar de trabajo como juez titular de la circunscripción
judicial del estado Aragua, el archivo del expediente y consecuencialmente se restituyan
todos los beneficios”
Cabe resaltar que, en una oportunidad anterior el Tribunal Disciplinario Judicial dictó
auto de fecha 02 de febrero de 2012 en el cual negó las solicitudes planteadas por el
prenombrado juez en fechas 22 de noviembre y 14 de diciembre de 2011, referidas al
levantamiento de medida cautelar de suspensión del cargo que le había sido
impuesta, al expresar entre otras cosas que no existió cambio alguno en las
circunstancias del caso por lo que se encontraba impedido de ordenar su
reincorporación, y que tal medida debe estar destinada a facilitar la investigación de
los hechos que motivaron la suspensión efectuada, con el único propósito de llegar a
la conclusión de un procedimiento.
Ahora bien, observa esta Corte Disciplinaria Judicial que los argumentos planteados
por el ciudadano Francisco Mota, así como los elementos que reposan en el
expediente, y las condiciones inicialmente evaluadas por el Tribunal Disciplinario
Judicial para la imposición y mantenimiento de la medida cautelar dictada en su
oportunidad, la cual tuvo lugar a los fines de evitar alguna obstaculización o
interferencia por parte del ciudadano juez en la investigación del procedimiento
disciplinario; que pudiera cometer una infracción disciplinaria; o que atentara contra
las buenas costumbres o el orden público; los mismos de ninguna manera modifican
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ni enervan las circunstancias que dieron lugar a la aludida cautela, como único
mecanismo para salvaguardar el proceso disciplinario de posibles interferencias por
parte de los jueces dirigidas a evitar alguna acción imputable en su contra, o que
generen irregularidades o vicios que afecten la investigación y la correspondiente
decisión.
De modo que, al no resultar desvirtuadas las razones que conllevaron la imposición y
mantenimiento de la medida cautelar de suspensión del cargo y, aunado a que el
Tribunal Disciplinario Judicial está por celebrar la audiencia oral y pública para emitir
la decisión correspondiente en la causa disciplinaria seguida contra el referido Juez,
es por lo que esta Alzada NIEGA la solicitud planteada por al ciudadano
FRANCISCO RAMON MOTA, titular de la cédula de identidad número V-3.283.937,
al cargo de Juez Segundo y Sexto de Primera Instancia de la Circunscripción Judicial
Penal del estado Aragua. Así se decide.
En este estado, se anuncia el voto salvado de la Jueza Ana Cecilia Zulueta.
DECISIÓN
Con fundamento en los razonamientos expuestos, esta Corte Disciplinaria Judicial
administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por
autoridad de la Ley, declara:
1. CON LUGAR el recurso de apelación interpuesto por la Inspectoría General de
Tribunales en fecha 12 de julio de 2012 por la representación de la Inspectoría
General de Tribunales, contra el auto dictado por el Tribunal Disciplinario Judicial en
fecha 12 de junio de 2012.
2. ANULA el auto de fecha 12 de junio de 2012 dictado por el Tribunal Disciplinario
Judicial, mediante el cual ordenó a la Dirección Ejecutiva de la Magistratura
reincorporar al ciudadano FRANCISCO RAMON MOTA, titular de la cédula de
identidad número V-3.283.937, al cargo de Juez Segundo y Sexto de Primera
Instancia de la Circunscripción Judicial Penal del estado Aragua, y el pago de todos
los salarios dejados de percibir durante el tiempo que se mantuvo en vigencia la
medida de suspensión sin goce de sueldo, decretada por la Comisión Judicial del
Tribunal Supremo de Justicia en reunión de fecha 23 de febrero de 2010, así como el
reconocimiento de todos los bonos y demás beneficios laborales.
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3. NIEGA la solicitud presentada por el ciudadano FRANCISCO RAMÓN MOTA, el
30 de mayo de 2012.
Publíquese, Regístrese y Notifíquese. Cúmplase lo ordenado. Remítase copia
certificada de la presente decisión a la Comisión Judicial del Tribunal Supremo de
Justicia, a la Dirección Ejecutiva de la Magistratura y a la Inspectoría General de
Tribunales. Devuélvase el expediente al Tribunal de origen.
Dada, firmada y sellada en el salón de despacho de la Corte Disciplinaria Judicial en
la ciudad de Caracas, a los seis (6) del mes de noviembre de 2012. Años 202° de
la Independencia y 153° de la Federación.
El Presidente-Ponente,
TULIO JIMÉNEZ RODRÍGUEZ
El Vicepresidente,
ADELSO GUERRERO OMAÑA
La Jueza,
ANA CECILIA ZULUETA RODRÍGUEZ
La Secretaria,
MARIANELA GIL MARTÍNEZ
Exp. No. AP61-R-2012-000024.-
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. Quien suscribe, ANA CECILIA ZULUETA RODRÍGUEZ, Jueza de la Corte
Disciplinaria Judicial, disiente de la mayoría sentenciadora en el fallo que antecede,
en el que se declaró con lugar el recurso de apelación ejercido el 12 de julio de 2012
por la ciudadana Jeset García Hernández, actuando por delegación de la Inspectoría
General de Tribunales, contra la sentencia dictada por el Tribunal Disciplinario
Judicial en fecha 12 de junio y se anuló la referida decisión, en la que se ordenó la
reincorporación del ciudadano FRANCISCO RAMÓN MOTA al cargo de Juez
Segundo y Sexto de Primera Instancia de la Circunscripción Judicial del Estado
Aragua y el pago de los salarios, bonos y demás beneficios laborales dejados de
percibir desde la fecha en que se decretó la medida de suspensión del cargo sin
goce de sueldo.
La mayoría sentenciadora dictó su decisión sin la instrucción del procedimiento de
segunda instancia previsto en los artículos 83 y siguientes del Código de Ética del
Juez Venezolano y Jueza Venezolana (en lo sucesivo, el Código de Ética), por
considerar que la decisión recurrida era “…una sentencia interlocutoria que pon[ía]
fin a la incidencia cautelar de suspensión del ejercicio del cargo…”.
Ahora bien, quien suscribe reitera la opinión expuesta en el Voto Salvado rendido en
la Sentencia N° 01 de fecha 1° de marzo de 2012, en la que se decidió un recurso de
apelación sin cumplir previamente el procedimiento de segunda instancia establecido
en el referido Código. En esa oportunidad, manifesté que el Código de Ética disponía
el procedimiento para el trámite de la apelación de las sentencias definitivas dictadas
por el Tribunal Disciplinario Judicial, sin distinguir en cuanto a la posición de la
sentencia en el proceso, entendiendo que la locución del legislador estaba referida a:
i) la sentencia que resolvía el mérito de la causa; ii) la que resolvía alguna incidencia
que se hubiese producido durante el proceso y que devenía en sentencia definitiva
de esa incidencia autónomamente considerada y iii) la que al resolver alguna
incidencia del proceso, impedía la continuación del juicio principal y adquiría el
carácter de sentencia interlocutoria con fuerza de definitiva.
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. En este orden de ideas, el procedimiento de segunda instancia previsto está
caracterizado por los principios de oralidad, celeridad y economía procesal, cuyo íter
preserva el derecho al debido proceso de las partes previsto en el artículo 49 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, pudiendo adecuarse el
mismo dependiendo del contenido específico de las decisiones impugnadas; es
decir, distinguiendo el contenido de cada decisión y estableciendo un trámite
procedimental de segunda instancia que preserve el derecho al debido proceso del
justiciable y, además, garantice los principios de celeridad y economía procesal.
La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia N°444 del 4 de
abril de 2001, interpretó el dispositivo constitucional en referencia y sentó el criterio,
ratificado en la decisión N° 24 del 13 de febrero de 2012, según el cual:
“…El derecho al debido proceso, consagrado en el artículo 49 de la
Constitución a favor de todo habitante de la República, comprende el
derecho a defenderse ante los órganos competentes, que serán los
tribunales o los órganos administrativos, según el caso. Este derecho
implica notificación adecuada de los hechos imputados, disponibilidad de
medios que permitan ejercer la defensa adecuadamente, acceso a los
órganos de administración de justicia, acceso a pruebas, previsión legal de
lapsos adecuados para ejercer la defensa, preestablecimiento de medios
que permitan recurrir contra los fallos condenatorios (de conformidad con
las previsiones legales), derecho a ser presumido inocente mientras no se
demuestre lo contrario, derecho de ser oído, derecho de ser juzgado por el
juez natural, derecho a no ser condenado por un hecho no previsto en la
ley como delito o falta, derecho a no ser juzgado dos veces por los mismos
hechos, derecho a no ser obligado a declararse culpable ni a declarar
contra sí mismo, su cónyuge, ni sus parientes dentro del segundo grado de
afinidad y cuarto de consanguinidad, entre otros…”.
Así, interpreta quien suscribe, que el contenido del derecho al debido proceso debe
ser garantizado al justiciable en todo el iter procesal, por cuanto el Constituyente
atribuyó a su cumplimiento el carácter de garantía inherente a la persona humana.
En consecuencia, soslayar la instrucción de un procedimiento para tramitar las
causas en segunda instancia, comporta una lesión a los derechos a la defensa y al
debido proceso y una infracción a la obligación de garantizar la integridad
constitucional.
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. Las circunstancias narradas determinan mi disidencia respecto a la postura de mis
colegas sentenciadores, cuando decidieron el recurso de apelación ejercido por la
delegación de la Inspectoría General de Tribunales, sin cumplir con un procedimiento
que garantizara el desarrollo del correspondiente contradictorio.
Queda así expresado el criterio de quien rinde este voto salvado.
El Juez Ponente,
TULIO JIMÉNEZ RODRÍGUEZ
El Juez,
ADELSO A. GUERRERO OMAÑA
La Jueza Disidente,
ANA CECILIA ZULUETA RODRÍGUEZ
La Secretaria,
MARIANELA GIL MARTÍNEZ
Hoy 20 de noviembre de 2012, se publicó la anterior decisión quedando registrada
bajo el N° 29.
La Secretaria,
MARIANELA GIL MARTÍNEZ
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