L. Carroll /// Las diversas detonaciones de las Paradojas Cualquier análisis de la obra de Lewis Carroll exige prestar especial atención al tratamiento que realiza de, fundamentalmente, la lógica, y por lo tanto también del lenguaje. Es de destacar que no podemos hablar del primero sin incurrir en el segundo. La lógica, la filosofía, la idea de realidad sólo existen en la esfera de la lengua. Asimismo se han hecho vastos estudios sobre el nonsense en los libros de Alicia, que son los que tendremos en cuenta dentro de la obra de Carroll para realizar este trabajo. En este caso, el nonsense será tomado en sus dos aspectos paradójicos: como un sentido que va en contra del sentido común, y como la arribación a un absurdo a partir de un razonamiento que no lo es. Por consiguiente, relacionaremos las obras de Carroll con las paradojas más conocidas dentro de la tradición de la lógica; y a través de las expuestas por Zenón de Elea, con algunos cuentos de Jorge Luis Borges, ya que Zenón constituye un punto común para ambos autores. Además, es significativo el profundo interés de Borges por los relatos de Carroll (podríamos agregar que por toda la literatura inglesa), en parte debido a los temas expuestos. Por otra parte, utilizaremos recurrentemente los análisis que Gilles Deleuze hace en Lógica del sentido1acerca de los libros de Lewis Carroll, y que tanto en el estudio en general como en su forma de definir las paradojas nos acerca más al aspecto filosófico, y no ya sólo matemático-lógico, que es fundamental en Carroll (y en Borges). Esto, además, nos recuerda lo inadecuado que resulta separar lógica, de lenguaje, de filosofía y, por qué no, de ciencia. Es de destacar que estamos tomando argumentos del pensamiento griego y que aquí lo que podemos llamar ciencia no se diferencia de la filosofía. En primer lugar será conveniente citar la definición más común de paradoja (es decir la que la toma en su aspecto etimológico, que es el usado en lógica); y luego la que utiliza Gilles Deleuze. La primera es la de E.W.Beth2: "para doxa: fuera de la opinión. Enunciado que va contra la opinión generalmente aceptada. Una paradoja en su forma más extrema o antinomia ([...] contrario a la ley o costumbres) consiste en la equivalencia aparente de dos proposiciones una de las cuales es la negación de la otra, a la que se llega por un argumento aparentemente válido". Esta, a la que nos referiremos en adelante como la definición de Beth, sería la más formal. Deleuze da un pequeño giro que nos ayuda a introducirnos en lo paradójico en Carroll desde la filosofía y a entender así lo que se ha dado en llamar nonsense. Para Deleuze habrá un buen sentido: "la afirmación de que, en todas las cosas, hay un sentido determinable", un sentido unidireccional que es destruido por la paradoja: "La paradoja es primeramente lo que destruye al sentido común como sentido único, pero luego es lo que destruye al sentido común", es "la identidad infinita de los dos sentidos a la vez, del futuro como asignación de entidades fijas y del pasado", es decir que no podremos diferenciarlos en este movimiento de puro devenir (más adelante profundizaremos sobre este punto). Por otra parte, define al nonsense como un sinsentido pero no como una ausencia de tal, ya que, como explica, se realiza una "donación de sentido". A efectos explicativos considero de mayor utilidad citar, en lugar de la definición en sí, que requiere una lectura total y profunda de estos capítulos; la analogía que Deleuze hace entre el sinsentido y la definición que Jakobson da de un fonema cero: "Así como Jakobson define un fonema cero que no posee ningún valor fonético determinado sino que se opone a la ausencia de fonema y no al fonema, así también el sinsentido carece de todo sentido particular, pero se opone a la ausencia de sentido, y no al sentido que produce por exceso", agregando que "El sentido, lo expresado en la proposición, sería entonces irreductible a los estados de cosas individuales [...] y a las creencias personales, y a los conceptos universales y generales". Hasta aquí, una introducción puramente teórica. Ahora veremos cómo los libros de Alicia, en especial A través del espejo3, ponen de manifiesto estas ideas. No es exagerado decir que el mundo del espejo es el mundo del nonsense, el mundo de la paradoja, del sentido proyectado hacia dos direcciones como efecto de una duplicación casi especular. Encontramos el sentido ("buen sentido") de Alicia y el de los seres con los que se enfrenta: el sinsentido, el nonsense. En tanto que se opone a la doxa, el mundo de los seres con los que Alicia se encuentra es caótico. Según Deleuze "El buen sentido da así la condición bajo la cual cumple su función, que es esencialmente prever" (la bastardilla es mía); es claro que tanto en el país de las maravillas como en el mundo del espejo la previsión se vuelve imposible, por lo menos desde el punto de vista de Alicia, que es el nuestro. Otra cosa no solemos pensar cuando nos referimos al caos, ya que, paradójicamente, el razonamiento que efectúan estos seres se ajustará mucho más a la lógica que el que comúnmente utilizamos; una prueba de esto, una discusión entre Tuideldín y Tuideldún: "- Yo se qué es lo que estás pensando - dijo Tuideldín, - pero no es así, ¡no, no, no! -A la inversa - dijo Tuideldún, - si es así, puede ser; y si fuera de tal modo lo sería, pero como no es así, no lo será. Eso es lógica."4 En primer lugar, encontramos numerosos ejemplos donde los diferentes órdenes son irreconciliables porque se encuentran en distintos niveles. Generalmente, el nivel de Alicia es el de la "realidad" (si es que existe algo como esto), y el de los demás sería el metaligüístico o una confusión (exactamente esto) entre ambos. En Alicia en el país de las maravillas5 por ej.: "Estaban aprendiendo a dibujar [...] y dibujaban de todo [...] abundancia... ¿nunca ha visto una abundancia dibujada?" y en A través...: "-¿Por qué te sientas aquí afuera tan solo?- dijo Alicia [...] -¡Pues naturalmente, porque no hay nadie conmigo!- gritó Humpty Dumpty" "Debes saber que el viento es sumamente fuerte por todos lados. Es tan fuerte como la sopa" "Yo era tan ligero como..., como un rayo ¿sabes? [en referencia al peso] - Pero esa es una diferente clase de ligereza - objetó Alicia" Me gustaría destacar en forma separada, de Alicia...: "[...] agregó el Ratón - [...] y aún Stingand [...] juzgó conveniente [...] supongo que sabes lo que significa ‘juzgar’ - Se lo que es juzgar, y en cuanto a juzgar,- le explicó el Pato - lo entiendo perfectamente si se trata de un juicio oral" y de A través... "-¡Qué es esto!- [...] -¡Ah! ¿Qué es ‘esto’ ahora?" En ambos casos, tanto el concepto de "juicio" como el de "esto" sufren una limitación; en el primero, "juicio" sólo se refiere a juicio oral; en el segundo, "esto" sigue teniendo los ecos de lo que en otras oportunidades fue llamado "esto", como una entidad que necesita desprenderse de su significado o connotación anterior que lo hubiera completado, fijado, y no como una entidad vacía de referencia que sólo se llena circunstancialmente. Se produce, como dice Deleuze, "el desarrollo de dos dimensiones simultáneas". Carroll, además, pone en evidencia cómo en esta confusión radica la base misma de los chistes (y de alguna manera, también el gran interés que la obra produce en los lectores, sobre todo en los niños): "Bueno, si ella dijera ‘ven aquí, Nada’ [en referencia al nombre] [...] tu ‘no irías nada’ [...] Este es un chiste." Por otra parte, en varias oportunidades se demuestra que una expresión que parece ser absurda es perfectamente válida, y con esto, lo paradójico del lenguaje: "- Tome un poco más de té - dijo la Liebre de Marzo muy seriamente. - Hasta ahora no he tomado nada - replicó Alicia un tanto ofendida -; de modo que no puedo tomar más. - Querrá decir que no puede tomar menos." En lo que respecta a lo formal en la manera de razonar, podemos destacar: "Yo no niego las cosas con la manos - Objetó Alicia. - Nadie ha dicho que lo hagas - dijo la Reina Roja -. Yo dije que no podrías aunque quisieras" claramente aquí se observa como dentro del razonamiento no es necesario que lo que se dice sea verdadero, sólo debe mantener cierta coherencia6. Algo similar sucede en la conversación entre Alicia y el gato: "los perros no están locos, ¿verdad? - Así es. - Pues bien, el perro gruñe cuando se enoja y mueve la cola cuando está contento; mientras que yo muevo la cola cuando me enojo y gruño cuando estoy contento. Eso significa sencillamente que estoy loco" una vez que se ha aceptado la premisa, es decir, "los perros no están locos", un comportamiento contrario al de los perros da como conclusión lo contrario a "no loco", es decir, "loco", y esto resulta indiscutible porque el razonamiento lo es. Lo paradójico se presenta aquí según la definición de Beth. Otro grado de contradicción se da en cómo aparecen expuestas las expresiones fosilizadas. Aquí también se da cuenta de la lógica con la que se conducen los demás personajes, en contraposición con Alicia, que es la que utiliza estas fórmulas del lenguaje estructurado. Los ejemplos son muchísimos, en Alicia...: "matar el tiempo", "- tengo la palabra - [...] la suelta y se sienta" y en A través..., más aún: "- Te ruego que me dispenses [...] - No estoy ofendido" "- Sólo que no lo canto [...] - Ya veo que no [...] - Si puedes ‘ver’ si lo canto o no lo canto, es que posees los ojos más agudos del mundo" "¿Para responder a la puerta? [...] ¿Qué es lo que le ha preguntado?" Alicia es inquerida, por lo tanto, sobre "errores"7 de una estructura que ella simplemente ha heredado, que no es en forma alguna creación suya (quizá en el lenguaje nada lo es). Como nos dice Jorge Luis Borges en "Las versiones homéricas"8: "Cuando leemos en Agustín Moreto [...] Pues en casa tan compuestas / ¿Qué hacen todo el santo día? Sabemos que la santidad de ese día es ocurrencia del idioma español y no del escritor. De Homero, en cambio, ignoramos infinitamente los ‘énfasis’". Esto, precisamente, es lo que ignoran los seres que Alicia encuentra, con lo que una comprensión realmente cabal de lo que Alicia dice queda anulada. Deleuze explica que "todo ocurre en la frontera entre las cosa y las proposiciones. Crisipo enseña: ‘si dices algo, esto pasa por tu boca; dices un carro, luego un carro pasa por tu boca’ [...] Por una parte, lo más profundo es lo inmediato; por otra lo inmediato está en el lenguaje. La paradoja aparece como destitución de la profundidad, exposición de los acontecimientos en la superficie", por lo que no sólo lo "real" pasa necesariamente por el lenguaje, más aún, no existe realidad alguna sin éste. Aquí las paradojas ponen en evidencia la desarticulación de estos dos órdenes que no existen uno sin el otro pero que sin embargo jamás estarán en un estado de identidad; Deleuze continúa explicando que "de modo inseparable, el sentido es lo expresable o lo expresado de la proposición, y el atributo del estado de cosas. Tiende una cara hacia las cosas, y otra hacia la proposición [...] El acontecimiento pertenece esencialmente al lenguaje, está en relación esencial con el lenguaje, pero el lenguaje es lo que se dice de las cosas [...] en Carroll , todo lo que pasa, pasa en el lenguaje y pasa por el lenguaje". Considero que con sólo leer una vez los libros de Alicia fácilmente se advierte esta importancia que se le concede al lenguaje, y quizá también la forma en que Carroll nos muestra aquello de "dices un carro, luego un carro pasa por tu boca", por ej., en el verso sobre Humpty Dumpty, ya que Alicia verá pasar luego de encontrarse con él (A través..., comienzo del cap. 7) "una cantidad de soldados" y luego caballos; lo mismo sucede con la batalla entre Tuideldín y Tuideldún y con la del león y el unicornio. Como ya dijimos, las paradojas presentes en los libros de Alicia responden a esta falla en la relación lenguaje-realidad, al respecto podemos citar a Borges: "Zenón [sus paradojas] es incontestable, salvo que aceptemos la idealidad del espacio y del tiempo. Aceptemos el idealismo [...] y eludiremos la pululación de los abismos de la paradoja", "Es aventurado pensar que una coordinación de palabras [...] pueda parecerse mucho al universo [...] Admitamos lo que todos los idealistas admiten: el carácter alucinatorio del mundo. Hagamos lo que ningún idealista ha hecho: busquemos irrealidades que confirmen ese carácter. Lo hallaremos, creo, [...] en la dialéctica de Zenón"1. La importancia de las paradojas radicará, tanto para Borges como para Carroll, en que éstas hacen que nos demos cuenta de que "algo anda mal", que hay algo que no cierra , no para intentar cambiarlo (es ridículo hasta decirlo, nuestra realidad es ésta, sea "real" o no), sino para ser conscientes en algún grado de la dislocación. Lenguaje y realidad se revelan como dos esferas incongruentes por momentos en, por ej.: "Dijo: - Busco mariposas/ que duerman en el sendero./ Con ellas mas otras cosas,/ hago pastel de carnero [...] Con acento de recelo/ dijo: - Hago mi caminata/ y al llegar al riachuelo/ en él formo una fogata", etc. Podemos ver que los límites de lo que puede decirse no son los mismos de lo que puede hacerse, de lo posible. Humpty Dumpty será el encargado de destruir con más fuerza el sentido común, de demostrar la inestabilidad, y si no la inestabilidad por lo menos la "arbitrariedad", usando el término que utiliza Saussure quién, además, en base a esta característica del signo lingüístico destaca la posibilidad de la variante dentro de la relación entre significante y significado (y que en la mayoría de los casos esto es, en definitiva, una relación con lo real): "- Cuando yo uso una palabra - dijo Humpty Dumpty en tono desdeñoso -, significa exactamente lo que yo quiero que signifique" En otro sentido, podemos ver la falta de significado, ante la igualdad de los significantes: "-¡Si por lo menos ronronearan [los gatos] para indicar ‘si’ y maullaran para significar ‘no’, o adoptaran cualquier otra norma [...] ¿Pero cómo se puede hablar con una persona que siempre dice la misma cosa?" la bastardilla es mía y la uso para señalar lo que se desprende de lo anteriormente dicho: el lenguaje se maneja pura y exclusivamente en base a normas, las relaciones son establecidas arbitrariamente de común acuerdo, de ningún modo puede pensarse como algo natural (e inamovible). En Alicia... la Tortuga Fraguada dirá "- Yo... lo que quiero decir es lo que digo" lo paradójico es que esta relativa independencia del lenguaje con respecto a la realidad (y la libertad con que los personajes se deslizan a través de los significados). Tanto en el caso de Humpty Dumpty como en el de la Tortuga Fraguada vemos transformar al lenguaje en algo que no tiene razón de ser si se lo observa desde su aspecto comunicativo. Asimismo podemos destacar de Alicia...: "- Si no tiene sentido - expresó el Rey - es un gran trabajo que nos ahorramos, pues no hará falta buscárselo" aquí queda en descubierto la reacción inevitable de buscar la relación del lenguaje con la realidad. En "La biblioteca de Babel"10 Borges plantea este problema de la incomunicación: "Un número n de lenguajes posibles usa el mismo vocabulario; en algunos, el símbolo biblioteca admite la correcta definición ubicuo y perdurable sistema de galerías hexagonales, pero biblioteca es pan o pirámide o cualquier otra cosa, y las siete palabras que lo definen tienen otro valor. Tu, que me lees, ¿estás seguro de entender mi lenguaje?". Considero que con lo anteriormente dicho se entiende la pertinencia de esta cita, basta destacar la definición que nos da de biblioteca, que es incompatible con la que cualquiera de nosotros podría dar11. La relación que Lewis Carroll entabla con el pensamiento de Zenón se da quizá de la manera más fuerte y explícita en el momento en que Alicia corre junto con la Reina: "Te lleva toda esta carrera el mantenerte en el mismo sitio". Esta cita, a pesar de ser breve, resulta de suma importancia por las implicancias que tiene en sí y por su relación (que más adelante veremos) con otros aspectos paradojales de la obra de Carroll. Primeramente, esta antinomia de correr para permanecer en el mismo lugar implica la negación del movimiento, con Zenón el correlato se da de la siguiente manera: él plantea la " ‘imposibilidad del movimiento por la necesidad de que el móvil alcance el medio antes que el término’ (Aristót, Fís., VI, 9, 239) La necesidad de alcanzar el término se aplica primero a la totalidad del recorrido, pero de inmediato se ve que es necesario aplicarlo antes a la mitad, y antes, a la mitad de la mitad y así hasta el infinito"12. Tangencialmente, más aún, en un pie de página de "La biblioteca de Babel" Borges irá, genialmente, un poco más allá: "la vasta biblioteca es inútil en rigor, bastaría un sólo volumen, de formato común [...] que constara de un número infinito de hojas infinitamente delgadas (Cavalieri a principios del siglo XVII, dijo que todo cuerpo sólido es la superposición de un número infinito de planos) [...] cada hoja aparente se desdoblaría en otras análogas; la inconcebible hoja central no tendría revés" (la bastardilla es mía), es decir, la imposibilidad de establecer la mitad misma de un conjunto infinito, esta mitad es imposible, inexistente. Por otra parte, la carrera de Alicia es equiparable a otra paradoja de Zenón "según la cual ‘la flecha en movimiento está inmóvil. Ello se deriva de aceptar que el tiempo se compone de instantes [...] el móvil está siempre en el instante, [...] entonces la flecha en movimiento está inmóvil’ (Aristot, Fís., VI, 8, 234) [...] hallándose el tiempo compuesto de átomos [temporales o instantes], en cada instante hay una única posición del móvil, por lo que el movimiento se convierte en una suma de posiciones"13. Quizá es posible asociar esta permanencia en el instante (una asociación no del todo exacta) con otro fragmento de la carrera "los árboles y las otras cosas que había en torno a ella, en ningún momento eran dejadas atrás en la carrera". Por su parte, en "Avatares de la tortuga"14 Borges, dentro de su análisis de una de las paradojas de Zenón (la de Aquiles)15, introduce una paradoja de Carroll que se encuentra en Los juegos de la lógica y otros escritos16 y, por razones de comodidad (Borges al explicarla la abrevia), utilizaremos su versión: "Lewis Carroll [...] refiere un diálogo sin fin cuyos interlocutores son Aquiles y la tortuga [...] Estudian este claro razonamiento: a) dos cosas iguales a una tercera son iguales entre sí, b) los dos lados de este triángulo son iguales a MN, z) los dos lados de este triángulo son iguales entre sí. Las tortugas acepta las premisas a y b, pero niega que justifiquen la conclusión. Logra que Aquiles interpole una proposición hipotética [...] c) si a y b son válidas, z es válida. Hecha esta breve aclaración la tortuga acepta la validez de a, b y c pero no de z. Aquiles, indignado, interpola d) si a, b y c son válidas, z es válida. Carroll observa que la paradoja del griego computa una infinita serie de distancias que disminuyen y que en la propuesta por él crecen las distancias." Nuevamente vemos cómo Carroll se asocia a este tipo de pensamiento; al respecto Deleuze expone que en "Lo que la tortuga dice a Aquiles"17 "con una mano se desliga la conclusión de las premisas, pero a condición de que, con la otra mano, se añadan luego otras premisas de las que la conclusión no pueda desligarse". Por todo esto la significación nunca termina de realizarse, la identidad entre "implica y luego" no es posible. Asimismo, Borges expone un argumento de Aristóteles que considero útil como enlace para arribar a otra clase de paradojas (o quizá la misma) en Carroll: "Si lo que se afirma de muchas cosas a la vez es un ser aparte, distinto de las cosas de que se afirma [...] es preciso que haya un tercer hombre [...] Hay, pues, un tercer hombre distinto de los particulares y de la idea. Hay al mismo tiempo un cuarto que estará en la misma relación con éste y con la idea de los hombres particulares; después un quinto y así hasta el infinito [cita atribuida a un discípulo de Aristóteles]" además Borges explica una idea de Agripa, el escéptico "las definiciones son vanas, pues habría que definir cada una de las voces que se usan y luego definir la definición"18. Con lo cual, ahora sí, podemos regresar a Carroll; más precisamente al cap. 8 de A través..., donde el caballero nombra y renombra una y otra vez la canción que recitará. Como hace notar Deleuze, el límite que Carroll le impone a este mecanismo es voluntario, arbitrario, ya que podría continuar; y aquí lo paradójico y lo que vuelve a acercarlo a Zenón, indefinidamente. A esto Deleuze lo denominará "paradoja de la regresión, o de la proliferación indefinida": "dada una proposición que designa un estado de cosas, siempre puede tomarse su sentido como lo designado de otra proposición". Además, este mecanismo lo vemos en la interpretación que la Reina hace, a través de moralejas, de todo lo que Alicia dice en el cap. 9 de Alicia..., por cuestiones de extensión sólo citaré lo siguiente: "Todo tiene moraleja. La cuestión es encontrarla", como explica Deleuze: "no se trata de asociaciones de ideas, [...] la moraleja de cada proposición consiste en otra proposición que designa el sentido de la primera". Por otra parte, en lo que se refiere al espacio es imposible que analicemos nada relacionado con él sin tener en cuenta el tiempo. En "Notas"19 Borges escribe: "Heard [...] afirma la existencia de un tiempo inmóvil que nosotros los hombres atravesamos. Ignoro si ese memorable dictamen es una mera negación metafórica del tiempo cósmico, uniforme, de Newton, o si literalmente afirma la coexistencia del pasado, del presente y del porvenir. En el último caso (diría Dunne) el tiempo inmóvil degenera en espacio y nuestro movimiento de traslación exige otro tiempo" (la bastardilla es mía). Esto sería otra forma de ver la noción de los átomos del tiempo, los instantes, y, lo más importante: el espacio sólo es definible a partir de cada uno de éstos (tiempo inmóvil). Espacio y tiempo se encuentran en un continuum, imposible diferenciar pasado de presente de futuro, cada uno de ellos cobrará sentido sólo a medida que atravesemos el "tiempo inmóvil". Deleuze, sin embargo, se extenderá un poco más al considerar que "El devenir ilimitado se vuelve el acontecimiento mismo ideal, incorporal, con todos los trastocamientos que le son propios, del futuro y del pasado [...] pues el acontecimiento infinitamente divisible son los dos a la vez, eternamente lo que acaba de pasar y lo que va a pasar pero nunca lo que pasa". Deleuze está negando el presente como anclaje en el tiempo, nuevamente debemos recordar lo que caracteriza a la paradoja: ir en los dos sentidos a la vez (tanto el presente como el tiempo en un sólo sentido serían una forma de "fijar" el tiempo). En A través... podemos encontrar este tema en el siguiente diálogo: "- Bueno, pues no podrías tener compota ‘hoy’ [...] la reglamentación ordena ‘compota mañana’ y ‘compota ayer’... pero jamás ‘compota hoy’" con respecto al tiempo; en lo que se refiere al espacio, lo que sigue: "- ¿De dónde vienes? - dijo la Reina Roja - ¿Y a dónde vas?" devenir continuo. Según Deleuze esto se ve en Alicia... en el empequeñecimiento y el crecimiento constantes ("¿Hacia dónde? ¿Hacia dónde?")20. Lo paradójico en el remontarse hacia los dos sentidos a la vez (además de esto mismo), estará en que el movimiento permanente "hacia atrás" y "hacia adelante" subrayan, por ausencia, el presente al cual niegan: el día de "hoy", en qué lugar se está "ahora", "esta" noche. En "La esfera de Pascal"21 Borges escribe: "los hombres se sintieron perdidos en el tiempo y en el espacio. En el tiempo, porque si el futuro y el pasado son infinitos no habrá realmente un cuándo; en el espacio, porque si todo ser equidista de lo infinito y de lo infinitesimal, tampoco habrá un dónde. Nadie está en algún día, en algún lugar, nadie sabe el tamaño de su cara". Repito, "nadie sabe el tamaño de su cara", en este mundo, en esta realidad puesta en duda, quién puede conservar su identidad. Alicia la perderá en parte en el bosque, queda claro que la perdida no es sólo del nombre, por lo menos ante el cervatillo (la identidad frente a los otros) cuando recién al salir del bosque él la reconoce como una criatura humana y por lo tanto, peligrosa. Si seguimos a Deleuze veremos que "los designantes mismos no tienen sentido sin un Yo que se manifiesta en la proposición. Este Yo es sin duda primero ya que hace empezar el habla; como dice Alicia ‘si sólo hablarais cuando se os habla, nadie diría nunca nada’"22. En Alicia... vemos como la niña en su encuentro con la oruga duda de saber realmente quién es, confundida por todos los acontecimientos extraños que le sucedieron: " - ¿Quién eres? - pregunta [la oruga], - Yo, yo casi no lo se señor [...] - ¿Qué quieres decir con eso? [...] Explícate. - Bueno, quizá sus sentimientos son distintos - dijo Alicia - todo lo que yo se es que a mi me parecería muy raro [transformarse en mariposa]. -¿Tu?- [...] -¿Y quién eres tu?." Lo interesante de este diálogo radicaría en que no se puede hablar, en que la oruga no escucha, no presta atención a nada que diga Alicia antes de que se establezca su Yo (ese "tu" de Alicia). Por otra parte, y como se puede deducir a partir la inestabilidad de los conceptos de tiempo y espacio ante una eternidad que nos es ajena23, debemos tener en cuenta la subjetividad, la puesta en relieve de lo relativos que son estos conceptos con respecto al Yo: "Puedes mirar enfrente de ti y a ambos lados, si gustas - dijo la oveja - pero no puedes mirar alrededor tuyo..., a menos que tengas ojos en la parte de atrás de tu cabeza." ¿Es necesario remarcar que la pregunta implícita es: qué es adelante, qué es atrás, qué son los lados?. Deleuze cita a Boltzman: "para el universo entero, las dos direcciones del tiempo son imposibles de distinguir, así como en el espacio no hay ni arriba ni abajo". Estos problemas, cuando se tiene en cuenta la subjetividad, se vuelven irresolubles, no podemos establecer nociones de "verdad", menos aún, en realidades exteriores, ajenas al Yo (que las establece), nunca hay un conocimiento en sí24. Volviendo a la conversación de Alicia con la oruga, debemos señalar que Alicia no se siente la misma después de haber pasado por diferentes situaciones; la paradoja es clásica (en el sentido más estricto) y su exposición más conocida corresponde a Heráclito de Efeso " ‘No es posible descender dos veces al mismo río, tocar dos veces una sustancia mortal en el mismo estado [...] A quien desciende a los mismos ríos, le alcanzan continuamente nuevas y nuevas aguas. Descendemos y no descendemos a un mismo río, nosotros mismos somos y no somos.’ [...] el conocimiento deviene imposible, no pudiendo establecerse relación entre dos términos - el objeto y el sujeto - ambos en constante cambio"25 (la bastardilla es mía). Este tema Borges lo plantea, por ejemplo, en "Funes el memorioso"26 "le molestaba que el perro de las tres y catorce (visto de perfil) tuviera el mismo nombre que el perro de las tres y cuarto (visto de frente). Su propia cara en el espejo, sus propias manos, le sorprendían cada vez", es decir, Funes no se reconoce ya que cada cambio le resulta contingente; asimismo, el concepto de identidad (de ser idéntico a sí mismo) es negado tanto por Heráclito como por Borges. Presentado de otra forma, el asunto se nos plantea también en "La biblioteca de Babel": "cada ejemplar es único, irremplazable, pero hay varios centenares de miles de facsímiles imperfectos: de obras que no difieren sino por una letra o por una coma"; nuevamente, cada pequeño cambio es en parte radical desde el momento en que cada ejemplar (o cada estado de cada cosa o cada persona en cada instante) es único. Finalmente, y después de haber puesto en duda desde el tiempo y el espacio hasta nuestra propia identidad (atravesado todo esto por el denominador común del lenguaje que, aunque de una forma si se quiere precaria, es el que los posibilita); podemos decir que las paradojas que hemos presentado se engendran en el lenguaje: fluyen de él para destruir las estructuras mismas que las generan. Las paradojas sacan a la luz las contradicciones inmanentes al lenguaje, la lógica y la realidad. "La fuerza de las paradojas reside en esto, en que no son contradictorias, sino que nos hacen asistir a la génesis de la contradicción" (Deleuze). Quisiera cerrar este trabajo con el mismo tema con que Lewis Carroll termina A través del espejo: "¿Quién lo soñó?" ¿Alicia soñó al Rey Rojo en el país del espejo o él fue quién la soñó a ella?, ¿somos capaces de distinguir sueño de vigilia, de realidad?, ¿Existe tal realidad o es el sueño de otro?, ¿Existe realidad alguna de un lado u otro del espejo?. Que Borges plantee lo mismo en "Las ruinas circulares"27 no es casualidad, como tampoco lo es que Carroll se haya ocupado de todas estas cuestiones en sus libros, porque éstos son temas difíciles de eludir cuando la literatura y la lógica se encuentran (¿la filosofía?). Como diría Borges: "Quizá la historia universal es la historia de la diversa entonación de ciertas metáforas", o de ciertas paradojas28. María Laura Rodriguez NOTAS 1. Deleuze, Gilles; Lógica del sentido, Barcelona, Paidós, 1989.(Todas las citas de Deleuze corresponden a esta obra.) 2. Beth, E.W, Las paradojas de la lógica, Valencia, Artes Gráficas Soler SA., 1975. 3. Carroll, Lewis; Alicia en el país del espejo, Buenos Aires, Editorial ACME S.A.C.I., 1956. Dentro del texto utilizo la traducción A través del espejo para el título por ser la más difundida. 4. Lo que nos recuerda la discusión entre los dos tíos en El juego de la lógica y otros escritos de Carroll (Carroll, Lewis; El juego de la lógica y otros escritos, Madrid, Alianza, 1981). 5. Carroll, Lewis; Alicia en el país de las maravillas, Buenos Aires, Editorial ACME S.A.C.I, 1956. 6. Lo mismo sucede con este fragmento: “No hay nada como comer huevo duro cuando uno desfallece [...] Yo no dije que no hubiera nada mejor [...] Yo dije que no había nada como él”. 7. “Afirman los impíos que el disparate es normal en la Biblioteca y que lo razonable (y aun la humilde y pura coherencia) es una casi milagrosa excepción” (Borges, Jorge Luis; “La biblioteca de Babel”, en Ficciones, Madrid, Alianza, 1980). 8. Borges, Jorge Luis; “Las versiones homéricas”, en Discusión, Buenos Aires, Emecé Editores SA, 1964. 9. Borges, Jorge Luis; “La perpetua carrera entre Aquiles y la tortuga”, en Discusión (op. cit.). 10. Borges, Jorge Luis; “La biblioteca de Babel” (op. cit.). 11. Quiero recordar que Humpty Dumpty da también un nuevo significado a una palabra ya existente (no se trata, como sucede otras veces en el nonsense, de la suma de dos o más significados o de la invención de una palabra), al respecto, agrego otro fragmento de “La biblioteca de Babel”: “No puedo combinar unos caracteres dhcmrlchtdj que la divina Biblioteca no haya previsto y que en algunas de sus lenguas secretas no encierre un terrible sentido. Nadie puede articular una sílaba que no esté llena de ternuras y de temores; que no sea en algunos de esos lenguajes el nombre poderoso de un dios. Hablar es incurrir en tautologías”. Finalmente, también es posible relacionar esta cita con lo que habíamos dicho acerca de la forma en que Alicia habla, nuestra forma de hablar, todo lo que decimos ya fue dicho antes una cien y miles de veces. 12. Mondolfo, Rodolfo; El pensamiento antiguo, Buenos Aires, Losada, 1959. 13. Ibíd. 14. Borges, Jorge Luis; “Avatares de la tortuga”, en Discusión (op. cit.). 15. “El más lento no será alcanzado jamás por el más veloz, pues es necesario que el perseguidor llegue primero al lugar del que ha partido el perseguido, de manera que el más lento lo precederá necesariamente siempre, por alguna distancia (Aristót, Fís., VI, 9, 239)” en El pensamiento antiguo (op. cit.). 16. Carroll, Lewis; “Lo que la tortuga dice a Aquiles”, en El juego de la lógica y otros escritos, Madrid, Alianza, 1981. 17. Ibíd. 18. Observemos también esta cita: “Alguien propuso un método regresivo: Para consultar un libro A, consultar previamente un libro B que indique el sitio de A; para localizar el libro B, consultar previamente un libro C, y así hasta el infinito...” (en “La biblioteca de Babel”, op. cit.) 19. Borges, Jorge Luis; “Notas”, en Discusión (op. cit.). 20. También podemos relacionar este punto con aquello de que cinco noches juntas son cinco veces más frías y cinco veces más cálidas que una sola; y con la memoria pasada y futura a la vez, que, anulando la relación causa - efecto, hacen vivir los acontecimientos retrospectivamente o en forma anticipada, pero no en el presente. 21. Borges, Jorge Luis; “La esfera de Pascal”, en Obras completas, Buenos Aires, Emecé Editores, 1979. 22. Este tipo de paradoja sigue la forma de la conocida “Paradoja del Barbero” que E.W Beth expone así: “se supone que el consejo de un pueblo ha promulgado una ley que obliga a cualquier habitante varón del municipio, que no se afeite a sí mismo, que sea afeitado por el barbero del pueblo. Al mismo tiempo, al barbero le está estrictamente prohibido afeitar a cualquier persona del pueblo que tenga el hábito de afeitarse ella misma. Obviamente, el barbero del pueblo estará en un dilema: si no tiene el hábito de afeitarse el mismo, estará obligado a hacerlo; si toma el hábito de afeitarse él mismo, le será estrictamente prohibido” (en Las paradojas de la lógica, op. cit.). 23. “sospecho que la especie humana - la única - está por extinguirse y que la Biblioteca perdurará: iluminada, solitaria, infinita, perfectamente inmóvil, armada de volúmenes preciosos, inútil, incorruptible, secreta” (en “La biblioteca de Babel”, op. cit.). 24. Esto puede verse como una paradoja del conocimiento. “Los idealistas arguyen que las salas hexagonales son una forma necesaria del espacio absoluto o, por lo menos, de nuestra intuición del espacio” (la bastardilla es mía), ibíd. 25. Mondolfo, Rodolfo; El pensamiento antiguo, (op. cit.). Los fragmentos corresponden a De la naturaleza de Heráclito. 26. Borges, Jorge Luis; “Funes el memorioso”, en Narraciones, Buenos Aires, Salvat Editores SA, 1982. 27. Borges, Jorge Luis; “Las ruinas circulares”, en Ficciones (op. cit.). Este cuento tiene una relación explícita con A través del espejo desde el momento en que éste figura en el epígrafe. Asimismo, en el prólogo a Ficciones Borges reconoce la influencia de la obra de Carroll en su cuento “La biblioteca de Babel” que, recordemos, en su primer párrafo dice que “En el zaguán [de la Biblioteca] hay un espejo, que fielmente duplica las apariencias [...] las superficies bruñidas figuran y prometen el infinito” (la bastardilla es mía). 28. La cita corresponde a “La esfera de Pascal” (op. cit.), y el agregado no es gratuito, ya que las metáforas a las que hace referencia son la que conciben el universo como “una esfera infinita, cuyo centro está en todas partes y su circunferencia en ninguna”, que no deja de ser, por lo tanto, una paradoja.