reforma del artículo 17 del cdu, por una defensa técnica

Anuncio
REFORMA DEL ARTÍCULO 17 DEL C.D.U., POR UNA DEFENSA TÉCNICA
IMPOSITIVA Y NO FACULTATIVA
SILVIA MORÓN CASTAÑEDA
UNIVERSIDAD SANTO TOMAS
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
ESPECIALIZACIÓN
DERECHO ADMINISTRATIVO
BOGOTÁ
2015
REFORMA DEL ARTÍCULO 17 DEL C.D.U., POR UNA DEFENSA TÉCNICA
IMPOSITIVA Y NO FACULTATIVA
Proyecto de Monografía de Grado
Doctor: DIEGO GERMAN PÉREZ
Profesor Especialización Derecho Administrativo
UNIVERSIDAD SANTO TOMAS
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
ESPECIALIZACIÓN
DERECHO ADMINISTRATIVO
BOGOTÁ
2015
RESUMEN
TÍTULO:
REFORMA DEL ARTÍCULO 17 DEL C.D.U., POR
UNA DEFENSA TÉCNICA IMPOSITIVA Y NO
FACULTATIVA
AUTOR:
SILVIA MORÓN CASTAÑEDA
PALABRAS CLAVES:
Derecho Disciplinario. Proceso Disciplinario, Debido Proceso
(Derecho de Defensa), Defensa Técnica, Dignidad y Derecho al
trabajo.
SÍNTESIS:
Este artículo, propone que en cada una de las etapas del proceso disciplinario el implicado y/o
investigado, sea asistido obligatoriamente por un Abogado (Defensa Técnica) o estudiante de
consultorio jurídico, de ser el caso, tal y como sucede en el derecho penal. Esto es, partiendo de
la base, de que ambos procesos (penal y disciplinario), hacen parte del derecho sancionador y
para el caso que nos ocupa, tenemos que las sanciones que se generan como consecuencia de una
acción disciplinaria, afectan derechos como la dignidad y el trabajo de los funcionarios públicos,
especialmente, de quienes (personal de aseo, vigilancia, mensajería, etc) por desconocimiento e
inexperiencia jurídica, no ejercen adecuadamente su defensa y quedan expuestos a tolerar
circunstancias de mayor vulnerabilidad.
Doy gracias a todos los que contribuyeron en este proyecto, especialmente a:
A Dios por su infinita misericordia y por hacer posible el cumplimiento de esta meta.
A mi Padre, por su idoneidad, apoyo y sabiduría durante todo este proceso.
A mi Amor Inspirador, por sus aportes, por su paciencia y por sus palabras de aliento
cuando en ocasiones quise desfallecer.
A mi jefe inmediato, por ser el mentor del presente proyecto.
CONTENIDO
Pág.
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................................. 8
OBJETIVOS ................................................................................................................................................... 10
2.1. Objetivo General .............................................................................................................................. 10
2.2. Objetivos Específicos ........................................................................................................................ 10
2.2.1 ..................................................................................................................................................... 10
Determinar .......................................................................................................................................... 10
2.2.2 ..................................................................................................................................................... 10
Concientizar ......................................................................................................................................... 10
2.2.3 ..................................................................................................................................................... 10
2.3. Metodología ..................................................................................................................................... 11
2.4. Hipótesis ........................................................................................................................................... 11
CAPITULO 3.................................................................................................................................................. 12
NOCIONES BÁSICAS DEL DERECHO DISCIPLINARIO..................................................................................... 12
3.1. PODER PREFERENTE ......................................................................................................................... 12
3.2. DERECHO DISCIPLINARIO: ................................................................................................................ 16
3.2.1 Doctrina...................................................................................................................................... 16
3.2.2 Sentencia C-181/02: .................................................................................................................. 16
3.3. PROCESO DISCIPLINARIO:................................................................................................................. 17
CAPITULO 4.................................................................................................................................................. 20
DERECHO DE DEFENSA Y DERECHO DE DEFENSA TÉCNICA ........................................................................ 20
CAPITULO 5.................................................................................................................................................. 24
DERECHO CONSTITUCIONAL A LA DIGNIDAD Y EL TRABAJO...................................................................... 24
CAPITULO 6.................................................................................................................................................. 27
REFORMA DEL ARTÍCULO 17 DEL C.D.U., POR UNA DEFENSA TÉCNICA IMPOSITIVA Y NO FACULTATIVA . 27
CONCLUSIONES ........................................................................................................................................... 35
BIBLIOGRAFÍA .............................................................................................................................................. 36
ANEXO VIDEO
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo pretende plantear la necesidad de Reformar el artículo 17 (Derecho de
Defensa) de la ley 734 de 2002: “Por el cual se expide el Código Disciplinario Único”, en el
sentido de que el implicado y/o investigado sea asistido por un abogado profesional o en su
defecto por un estudiante de consultorio jurídico, en las diferentes etapas del proceso
disciplinario.
Lo anterior, es en razón a que en el artículo citado, no se le da la importancia jurídica que merece
el derecho de Defensa Técnica desde el punto de vista procedimental en el derecho disciplinario,
debido a que esta figura es vista como una facultad que posee el implicado o investigado para
efectos de hacer uso de la misma a su arbitrio, desconociendo, en la mayoría de los casos, que los
efectos jurídicos de una sanción, afectan derechos constitucionales tales como: la Dignidad y el
Trabajo, considerado este último como fuente de bienestar personal y familiar.
Para alcanzar tal fin, se tomará como base de argumentación lo previsto en los artículos: 1, 2, 4,
16, 29, 121, 122, 123, 124 de la Constitución Política de Colombia, el artículo 17 de la ley 734
de 2002 C.D.U, los pronunciamientos jurisprudenciales, entre los cuales se destacan: Sentencias
de la Corte Constitucional. Sala Plena. C -994 de 2006. M. P. Dr. Jaime. Araujo Rentería.,
Expediente D-6367, Corte Constitucional. Sala Séptima. T -416 de 1998. M.P. Alejandro
Martínez Caballero. Expediente T-160646, Corte Constitucional. C- 657 de 1996. M.P. Fabio
Morón Díaz. Expediente D-1286, Sentencia C-417 de 1993. Ref.: Expediente D-243. Demanda
de inconstitucionalidad contra el artículo 51 del Decreto 1888 de 1989.Autor Cortes Prieto.,
Edgar Eduardo, Magistrado Ponente: Dr. Jose Gregorio Hernández Galindo, Sentencia C-143/01
de 7 de febrero de 2001 por el Magistrado Ponente Dr. José Gregorio Hernández Galindo, Corte
Constitucional, en Sentencia de Unificación SU-044 de 1.995, Sentencia SU-044 de 1995. M.P.
Dr. Antonio Barrera Carbonell) y en las obras publicadas por doctrinantes en materia
disciplinaria; Tratado de Derecho Administrativo Laboral., (2010) de Obando Garrido, J. M.,
Derecho Disciplinario (2009). Bula Romero, J.E., el Papel del Defensor en el Proceso
Disciplinario (2010) de Perdomo Ladino y A. Cujía Mocote, Y.B,. Recuperado de http:
//hdl.handle.net/10654/3734, Importancia de la Defensa Técnica en el Proceso Disciplinario
aplicado a las Fuerzas Militares de Galvis Leguizamón, C. X., y Jiménez Quistial, I. T., y para
mayor entendimiento se anexará video, por medio del cual se graficará y ambientará la
importancia de la idea que contiene el presente trabajo.
OBJETIVOS
2.1. Objetivo General
Plantear la necesidad de garantizar el Derecho de Defensa Técnica desde el momento en
que se inicie la acción disciplinaria, toda vez que las consecuencias jurídicas de una decisión o
fallo que se profiera bajo este tipo de procesos, afecta derechos constitucionales tales como, la
dignidad y el trabajo.
2.2. Objetivos Específicos
2.2.1
Determinar si el artículo 17 de la ley 734 de 2002 garantiza el derecho de defensa contenido
en el artículo 29 de la Constitución Política de Colombia.
2.2.2
Concientizar a los funcionarios instructores en materia disciplinaria del nivel de lesividad que
puede generarse en el servidor público que por falta de conocimiento, no ejerce de manera
idónea su defensa y por ende le es imputable una sanción que afecta sus derechos
constitucionales.
2.2.3
Impulsar mediante un análisis crítico la necesidad constitucional de reformar el artículo 17 de
la ley en mención, bajo el entendido de que el derecho a la defensa técnica se convierta en un
requisito esencial e imprescindible en el proceso disciplinario.
2.3. Metodología
En concordancia con los acápites previamente citados los capítulos 3º y 4º, propenden por
evidenciar que el contenido plateado en el artículo 17 (Derecho de Defensa) de la ley 734 de
2002 se encuentra en contraposición con lo contemplado en el artículo 29 de la Constitución
Política de Colombia (Debido Proceso- Derecho de Defensa-) al no determinar de modo
obligatorio, la defensa técnica en todas las etapas del proceso disciplinario.
Que en consecuencia, el quinto y último acápite, se enfocará en impulsar la modificación del
artículo 17 de la ley en mención, para efectos de que la defensa técnica se convierta en un
derecho obligatorio que le permita al investigado, tener la posibilidad de contratar los servicios
de un abogado a su elección o en caso de no ser así, manifestarle al ente de control la situación,
para efectos de que le designe un estudiante de consultorio jurídico que ejerza adecuadamente el
papel de defensor y conlleve con su labor a que las decisiones a que haya lugar, se encuentren
encaminadas, primeramente a la absolución de su defendido o en caso de existir responsabilidad,
a que la sanción resulte ser menos gravosa de lo que podría ser.
Aunado a lo anterior se anexa video mediante el cual se pretende generar una mayor comprensión
y claridad en la idea a desarrollar en el presente documento.
2.4. Hipótesis
¿Al señalarse en el artículo 17 de la ley 734 de 2002, que la Defensa Técnica es facultativa, se
estaría garantizando el derecho de defensa del implicado y/o disciplinado, basándonos en el
hecho de que las sanciones a las que puede hacerse merecedor, afectan derechos constitucionales,
tales como el derecho a la dignidad y el trabajo?
CAPITULO 3
NOCIONES BÁSICAS DEL DERECHO DISCIPLINARIO
Basándonos en la hipótesis prevista, se hace indispensable partir de la base de lo que significa
el Derecho Disciplinario desde el punto de vista constitucional, su concepto, su procedimiento,
sus principios rectores, y bajo este último aspecto, trascender en lo relacionado con el derecho de
defensa y su importancia en materia disciplinaria.
3.1. PODER PREFERENTE
El derecho disciplinario, tiene su origen en el Poder Disciplinario, este poder recae en el
Estado y se manifiesta de tres maneras tal y como lo expone Benavides López, Humberto (2011):
1º.- Poder Referente: cuando se encuentre en cabeza de la Procuraduría General de la
Nación y de las personerías departamentales y municipales, lógicamente cuando hagan
relación a las administraciones departamentales y municipales.
El poder preferente permite: iniciar, proseguir o remitir cualquier investigación o
juzgamiento, en primera o segunda instancia, así como revocar el conocimiento en
aquellos asuntos que se tramitan internamente en las demás dependencias de control
interno disciplinario
2º.- Poder Ordinario o común. Este poder lo ejercen los funcionarios de las oficinas de
control interno disciplinario interno, así como los funcionarios que tienen potestad
disciplinaria de las ramas, órganos y entidades del Estado, quienes conocen de asuntos
disciplinarios de los servidores públicos de sus dependencias.
3º.- Poder Exclusivo. Este poder radica exclusivamente en cabeza del Estado, quien a
través de diversos órganos lo hace exigible. Ello quiere decir que es el Estado como titular
de tal poder es el único que puede disciplinar a sus funcionarios, y a los particulares que
como se expresó están considerados por la norma como sujetos disciplinables (Benavides
López, Humberto. Código Único Disciplinario. Ley Nº 734 de 2002. Derecho
Disciplinario, Universidad Cooperativa de Colombia. [en
línea]:(http://wb.ucc.edu.co/derechodisciplinarpc/files/2011/01/derecho-disciplinario.pdf)
[fecha de consulta: 4 Abril 2015]. )
En este sentido, tenemos que esta potestad tiene su fundamento en nuestra Carta Magna (1991), a
través de los artículos que a continuación se mencionan:

ARTICULO 1º (1991):
Colombia es un Estado social de derecho organizado en forma de República unitaria,
descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y
pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de
las personas que la integran y en la prevalencia del interés general. (Art., 1. Constitución
política de Colombia, Bogotá, Colombia)

ARTICULO 2º (1991):
Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y
garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la
Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la
vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación; defender la
independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia
pacífica y la vigencia de un orden justo.
Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas
residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias y demás derechos y
libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los
particulares. (Art., 2. Constitución política de Colombia, Bogotá, Colombia)

ARTICULO 4º (1991):
La Constitución es norma de normas. En todo caso de incompatibilidad entre la
Constitución y la ley u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales.
Es deber de los nacionales y de los extranjeros en Colombia acatar la Constitución y
las leyes, y respetar y obedecer a las autoridades.(Art., 4. Constitución política de
Colombia, Bogotá, Colombia)

ARTICULO 16º (1991):
Todas las personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad sin más
limitaciones que las que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico.
(Art., 16. Constitución política de Colombia, Bogotá, Colombia)

ARTICULO 121º (1991):
Ninguna autoridad del Estado podrá ejercer funciones distintas de las que le atribuyen la
Constitución y la ley. (Art., 121. Constitución política de Colombia, Bogotá, Colombia)

ARTICULO 122º (1991):
No habrá empleo público que no tenga funciones detalladas en ley o reglamento y para
proveer los de carácter remunerado se requiere que estén contemplados en la respectiva
planta y previstos sus emolumentos en el presupuesto correspondiente.
(Art., 122. Constitución política de Colombia, Bogotá, Colombia)

ARTICULO 123º (1991):
¨Son servidores públicos los miembros de las corporaciones públicas, los empleados y
trabajadores del Estado y de sus entidades descentralizadas territorialmente y por
servicios.
Los servidores públicos están al servicio del Estado y de la comunidad; ejercerán sus
funciones en la forma prevista por la Constitución, la ley y el reglamento.
La ley determinará el régimen aplicable a los particulares que temporalmente desempeñen
funciones públicas y regulará su ejercicio.¨ (Art., 123. Constitución política de Colombia,
Bogotá, Colombia)

ARTICULO 124º (1991):
¨La ley determinará la responsabilidad de los servidores públicos y la manera de hacerla
efectiva.¨ (Art., 124. Constitución política de Colombia, Bogotá, Colombia)
3.2. DERECHO DISCIPLINARIO:
3.2.1 Doctrina
Para efectos de entrar a definir, a qué se está haciendo referencia cuando hablamos de Derecho
Disciplinario traemos a colación el concepto emitido por Bulla y Obando, quienes al respecto
manifestaron que:
(…) el conjunto de normas, reglas y principios que orientan y 14 dirigen el recto y probo
ejercicio de la función pública, y que en caso de ser violadas, lesionadas o puestas en
peligro, entra a operar mediante los mecanismos y sistemas previstos para sancionar a los
responsables independientemente de cuál sea el órgano o la rama a la que pertenezcan”
(Bulla, 2006, p.7)
Y a su vez Obando, (2010, p.216) complementa lo anterior insistiendo en que:
Es el desarrollo de la potestad disciplinaria del Estado que comprende los principios
rectores, los deberes, prohibiciones, inhabilidades e incompatibilidades, las faltas las
sanciones, la acción disciplinaria, la competencia, el procedimiento que consagra las
formas que garantizan el debido proceso. Del poder sancionatorio del Estado ha surgido el
derecho disciplinario que determina la responsabilidad objetiva de los servidores públicos
en el ejercicio de las funciones públicas.
3.2.2 Sentencia C-181/02:
Desde el punto de vista jurisprudencial, la Corte Constitucional ha dispuesto que:
“El derecho disciplinario es una rama esencial al funcionamiento del estado enderezado a regular
el comportamiento disciplinario de su personal, fijando los deberes y obligaciones de quienes lo
integran, las faltas, las sanciones correspondientes y los procedimientos para aplicarlas”
Además de que en Sentencia C-417 sea manifestado que este derecho es:
“(…) consustancial a la organización política y tiene lugar preferente dentro del conjunto de las
instituciones jurídicas”
En este orden de ideas, se concluye que, el derecho disciplinario regula aquellas conductas
irregulares que por acción u omisión han conllevado a que los servidores públicos, quebranten el
ordenamiento jurídico al cual deben ceñirse a partir de la posesión del cargo.
3.3. PROCESO DISCIPLINARIO:
Por lo anterior y según lo dispuesto por Obando (2010, p.615), el Proceso Disciplinario, es:
¨ (…) el instrumento o medio jurídico que permite refrenar el comportamiento inadecuado y
violatorio de las funciones de los empleados oficiales, con base en la determinación legal de las
obligaciones, incompatibilidades, sanciones y procedimientos que garantiza las formas procesales
Así las cosas, tenemos que Obando, (2010, págs.619-.620) ha determinado, que el objeto de
dicho proceso consiste en:
a. Velar por la observancia del deber jurídico, pues según el artículo 6o de la constitución
los servidores públicos responden de la omisión o extralimitación en el ejercicio de sus
funciones.
b. Determinar la responsabilidad de los servidores del Estado, que resulta de la comisión
de faltas que afectan el buen servicio público.
c. Proteger el interés público para que no se desvíe, limite o impida su cumplimiento.
d. Defender el prestigio de la Administración del Estado, dando lugar a que la sociedad
confié en la buena actividad pública
Y se rige bajo unos Principios Rectores, que no pueden desconocerse en ninguna de las etapas
procesales, toda vez que cada uno de ellos, tiene un fin y por ende un nivel de importancia que
conlleva a garantizar los derechos de quienes intervienen, en especial, de quienes envisten la
calidad de implicados, investigados o disciplinados. Por tal motivo se hará énfasis en el derecho
de DEFENSA, por ser el elemento esencial de la presente investigación, en el Capítulo siguiente.
Principios Rectores, según Obando (2010, págs.620-624):
A. Principio de legalidad o de la preexistencia legal
B. Ilicitud sustancial
C. Debido proceso
D.In dubio pro disciplinario
E. Dignidad humana
F. Presunción de inocencia
G. Aplicación inmediata de la ley
H. Principio de gratuidad
I. Ejecutoriedad
J. Celeridad procesal
K. Finalidad del procedimiento
L. Culpabilidad
M. Favorabilidad
N. Igualdad ante la ley
Ñ. Función de la sanción disciplinaria
O. Proporcionalidad
P. Interpretación de la ley disciplinaria
Q. Derecho a la defensa
CAPITULO 4
DERECHO DE DEFENSA Y DERECHO DE DEFENSA TÉCNICA
El derecho de defensa, según (Obando, 2010, P.623)
¨La persona sometida a proceso disciplinario ejercerá su derecho de defensa y de designar
abogado, pudiendo solicitar el nombramiento de defensor. El disciplinado ausente estará
representado por apoderado judicial, que de no designarlo se le suministrará un defensor de
oficio¨.
Desde el punto de vista constitucional, no figura una norma específica que la defina, sin embargo
el legislador ha señalado en su artículo 29 (1991), al referirse al Debido Proceso, que este:
“(…) se aplicará a toda clase de actuaciones judiciales y administrativas. Nadie podrá ser juzgado
sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o tribunal competente y
con observancia de la plenitud de las formas propias de cada juicio” (Art., 29. Constitución
política de Colombia, Bogotá, Colombia)
Dejando ver implícitamente, la importancia de que a toda persona le sea respetado su derecho de
defensa, en la medida en que se le ofrezcan garantías que lo conlleven a un proceso justo e
igualitario. Esto es, en virtud a que la norma se refiere a “leyes preexistentes” y en su parte final a
la “observancia de la plenitud de las formas propias del juicio”. (Art., 29. Constitución política de
Colombia, Bogotá, Colombia)
En este sentido, tenemos que la jurisprudencia sea pronunciado sobre el asunto y ha dispuesto, a
través de sentencia T – 416(1998):
(…) el debido proceso es una institucionalización del principio de legalidad, del derecho
de defensa, que se ha considerado por la Constitución (art. 29) como un derecho
fundamental que se complementa con otros principios dispersos en la Carta fundamental,
tales como artículos 12, 13, 28, 31, 228, 230 (...) En definitiva la protección al debido
proceso tiene como núcleo esencial la de hacer valer ante los jueces los derechos e
intereses de las personas, mediante la defensa contradictoria, y de obtener en fin, una
respuesta fundada en derecho.
(…) Parte central del debido proceso es el derecho de defensa, es decir, un conjunto de garantías,
derechos y facultades suficientes para la protección. Por ello, es un derecho fundamental que se
extiende a cualquier procedimiento, con mayor o menor alcance, según su naturaleza y finalidad,
el cual se debe observar no sólo en su conjunto sino también en cada una de sus fases, pues la
finalidad de los dos derechos es la interdicción a la indefensión, concepto que sólo puede darse
durante un proceso si no se afectan las condiciones de igualdad (…).
En virtud a ello, el Estado está en la obligación de garantizarle a quien se vea inmerso en un
proceso judicial y/o disciplinario su derecho de defensa de manera igualitaria ante la ley, esto es,
en razón a que todas las personas, por el solo hecho de serlo, merecen ser investigadas y/o
juzgadas en condiciones que les permitan adquirir resultados favorables en las decisiones que se
tomen por parte de quienes sancionan su actuar.
Bajo este orden, la Sala Plena de la Corte Constitucional, ha dispuesto en la Sentencia C-994
que:
En efecto, el derecho a la defensa apareja consigo que tanto el Estado como el
ordenamiento jurídico, tienen el deber constitucional de salvaguardar a cualquier persona
sin distingo del tipo de proceso - aún más, en el penal donde se debate la libertad de una
persona- de la plena oportunidad de ser oído, de hacer valer las propias razones y
argumentos, de controvertir, contradecir y objetar las pruebas en contra y de solicitar la
práctica y evaluación de las que se estiman favorables, así como de ejercitar los recursos
que la ley otorga.
En otras palabras, el derecho a la defensa se centra en la posibilidad de que una persona
dentro de un proceso pueda ser oída, controvertir las pruebas existentes e interponer los
recursos de ley. Por lo anterior, debe afirmarse que el derecho a la defensa es un derecho
fundamental autónomo no obstante estar ligado inexorablemente al debido proceso, a la
libertad, la vida; entre otros
Al respecto, tenemos que hay procesos en que a la persona a la que se le señala la comisión de
una presunta conducta u omisión en el ejercicio de sus funciones, se encuentra acompañada de un
profesional del derecho (Defensa Técnica) o de un estudiante de consultorio jurídico, que gracias
a su experticia oriente a su representado o poderdante - quien desconoce la interpretación y
aplicación de la norma - a que actúe de modo tal, que no se incrimine, no solicite u aporte
elementos probatorios que no sean considerados como tales o que sencillamente lleguen hacerle
desfavorables dentro del proceso.
Bajo este orden, la jurisprudencia sea pronunciado en este sentido, a través de sentencias como la
C-657 (1996) y T-610 (2001) relacionadas con la Defensa Técnica. En la primera de ellas sé
dispone que:
Ante las contradicciones que pudieren presentarse, el concepto de defensa técnica, tan
caro a los postulados constitucionales, quedaría desvirtuado si la actuación del profesional
del derecho quedara supeditada al criterio de cualquiera otra persona, incluido el
sindicado que, por carecer de una adecuada versación en materias jurídicas no esté en
condiciones de procurar el correcto ejercicio de las prerrogativas consagradas en el
artículo 29 superior y en diversas normas del estatuto procesal penal. La defensa técnica
adquiere toda su dimensión cuando en aras de la vigencia de esas prerrogativas y garantías
se le otorga el predominio a los criterios del abogado, sustentados en el conocimiento de
las reglas y labores anejas al ejercicio de su profesión.
Y en la segunda:
(…) La defensa técnica debe ser ininterrumpida y por lo tanto, debe estar presente tanto
en la investigación como en el juzgamiento de acuerdo al precepto constitucional que la
consagra como garantía del debido proceso, esto es, el art. 29 de la C.P (…)”. (Sentencia
T-610. Dr. Jaime Araujo Rentería, Referencia: expediente T-406 894, 2001, Colombia)
Por lo cual, tenemos que la defensa técnica, es entonces toda idoneidad que caracteriza a
quien ejerza el papel de defensor, en tanto que debe tener cierta formación jurídica, para
actuar “con celosa diligencia sus encargos profesionales (art., 47º, Decreto 196, 12 de
febrero 1971, Colombia)
En razón a todo lo previsto, estudiaremos de acuerdo a lo contemplado por la Constitución
Política y la jurisprudencia citada, sí el hecho de que el derecho de defensa técnica sea opcional
en materia disciplinaria, según se contempla en el artículo 17 del C.D.U., garantiza los derechos
constitucionales del investigado, basándonos en el hecho de que la sanción a la que puede verse
expuesto quien sea señalado como responsable, se encuentra enmarcada en suspensión,
destitución y/o inhabilidad del cargo público.
CAPITULO 5
DERECHO CONSTITUCIONAL A LA DIGNIDAD Y EL TRABAJO
En el desarrollo de los capítulos precedentes sea mencionado las consecuencias jurídicas
en las que puede verse inmerso un funcionario público cuando por acción u omisión es
sancionado disciplinariamente, sin embargo los motivos por los cuales se considera que con
dicha decisión se ven afectados derechos constitucionales tales como el trabajo y la
dignidad tenemos que los mismos, no han sido expuestos de modo que pueda comprenderse
el grado de dificultad.
Por ello y con el fin de dar respuesta a este aspecto, comenzaremos diciendo que: la
consecuencia de una suspensión, una inhabilidad y/o una destitución se encuentra
relacionada ineludiblemente con el desempeño laboral del servidor público, bajo el
entendido de que la correspondiente decisión:

Conllevará a que a partir de ese momento, el Certificado de Antecedentes
Disciplinarios expedido por la Procuraduría General de la Nación arrojará que el
funcionario a quien se le consulta dicho estado, ha sido sancionado. Por lo cual, el
servidor público se verá excluido para ser seleccionado en un cargo público, en
tanto que su currículo generara desconfianza y zozobra por parte de la Entidad
Contratante.

Aunado a lo anterior su calidad de vida se verá afectada para proveer sus gastos
básicos como las necesidades de sus familiares, toda vez que al no tenerse una
actividad económica que desarrollar implicará que su derecho al trabajo se vea
limitado y con ello se verá afectada su dignidad como la de los que dependen de él.
Así las cosas y una vez mencionadas las razones bajo las cuales se considera que la
sanción disciplinaria genera consecuencias jurídicas que afectan la dignidad del servidor
público en el campo laboral, se hace pertinente traer a colación lo contemplado en nuestra
Carta Magna (1991), cuando dispone en su Preámbulo y artículos subsiguientes que:
En ejercicio de su poder soberano, representado por sus delegatarios a la Asamblea
Nacional Constituyente, invocando la protección de Dios, y con el fin de fortalecer
la unidad de la Nación y asegurar a sus integrantes la vida, la convivencia, el
trabajo, la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz, dentro de un
marco jurídico, democrático y participativo que garantice un orden político,
económico y social justo, y comprometido a impulsar la integración de la
comunidad latinoamericana, decreta, sanciona (...)(Preámbulo. Constitución política
de Colombia, Bogotá, Colombia)
Artículo 1(1991):
Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República
unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática,
participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo
y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés
general. (Art., 1. Constitución política de Colombia, Bogotá, Colombia)
Artículo 25(1991): “El trabajo es un derecho y una obligación social y goza, en todas sus
modalidades, de la especial protección del Estado. Toda persona tiene derecho a un trabajo
en condiciones dignas y justas” (Art., 25. Constitución política de Colombia, Bogotá,
Colombia)
Artículo 26 (1991):
Toda persona es libre de escoger profesión u oficio. La ley podrá exigir títulos de
idoneidad. Las autoridades competentes inspeccionarán y vigilarán el ejercicio de
las profesiones. Las ocupaciones, artes y oficios que no exijan formación académica
son de libre ejercicio, salvo aquellas que impliquen un riesgo social. (Art., 26.
Constitución política de Colombia, Bogotá, Colombia)
Lo anterior, en cuento a su importancia, sin embargo y bajo este orden, (Campos, 1993,
p.5), en su libro Derecho Laboral Colombiano, ha dispuesto que:
No es posible concebir al hombre sin asociarlo a alguna actividad productiva, ni se
concebirá el estado actual de desarrollo de la sociedad si no se tuviera presente el
papel que trabajo ha desempeñado en la creación de todo el conjunto de bienes de
que disfruta la humanidad para la satisfacción de sus múltiples necesidades. Todo el
progreso que puede admirar la humanidad es fruto del trabajo. Sin la actividad
productiva del hombre seguramente fuera muy distinta la realidad que hoy nos
ofrece la vida.
Por ello, sin trabajo, no es posible tener una vida digna, no hay probabilidad que el ser
humano subsista, sin alimentación, vivienda, estudio, entre otros aspectos que solo pueden
adquirirse a través del desarrollo de una actividad laboral.
Así las cosas es de ratificar que la Defensa Técnica debe velar porque este derecho sea
perturbado en menor grado cuando exista una sanción, a través de una actuación diligente
en el desarrollo de las etapas procesales.
CAPITULO 6
REFORMA DEL ARTÍCULO 17 DEL C.D.U., POR UNA DEFENSA TÉCNICA
IMPOSITIVA Y NO FACULTATIVA
El Derecho de Defensa conforme se prevé en el Régimen Disciplinario (2002), ha dispuesto
que:
Durante la actuación disciplinaria el investigado tiene derecho a la defensa material y a la
designación de un abogado. Si el procesado solicita la designación de un defensor así
deberá procederse. Cuando se juzgue como persona ausente deberá estar representado a
través de apoderado judicial, sino lo hiciera deberá ser representado por defensor de oficio
que podrá ser estudiante de Consultorio Jurídico de las Universidades reconocidas
legalmente”. (Subrayado fuera del texto) (Ley 734, art., 17 febrero 5 de 2002, Colombia)
Sin embargo y basándonos en el hecho de que la norma señala, que solo se le nombrara
apoderado judicial, en caso de que la persona no asista o ejerza directamente su defensa dentro
del proceso (ausencia), permite observar como el Estado Colombiano establece un trato desigual
entre el derecho disciplinario y el derecho penal, en tanto que olvida que ambas disciplinas,
pretenden sancionar conductas provistas por quienes han infringido con su actuar el
ordenamiento jurídico.
La aseveración predicha, se debe a que en el derecho penal, la persona es asistida por un abogado
durante las diferentes etapas procesales, en razón a que uno de los principales efectos frente a la
comisión del delito, es la privación de la libertad, mientras que en el derecho disciplinario, solo se
le asigna abogado cuando se “juzgue como persona ausente”, lo cual es un despropósito,
basándonos en el hecho de que esta representación no se hace desde el momento inicial sino a
partir de la formulación del pliego de cargos, quedando el implicado desprotegido en la etapa de
instrucción, que es el momento en que el defensor puede solicitar la práctica de pruebas para
favorecer a su prohijado, quien desconoce la pertinencia, conducencia y utilidad del acervo
probatorio que debe aportarse al proceso y bajo el cual el funcionario instructor entrará a
determinar si su comportamiento, constituye falta disciplinaria, entre otros aspectos.
Producto de la gestión que se realice en la etapa señalada, se podrá generar consecuencias
jurídicas, tales como: suspensión, destitución e inhabilidades para ejercer cargos públicos hasta
por 10 años, en los que evidentemente se verían afectados derechos constitucionales, como: la
Dignidad Humana y el Derecho al Trabajo - fuente de bienestar personal y familiar-.
El proceso disciplinario es un trámite de carácter administrativo como el Derecho de Defensa es
un ingrediente del Debido Proceso, por lo cual si el Debido Proceso se aplica “a toda clase de
actuaciones judiciales y administrativas”, debería establecer en pro de dicho derecho, que en
todas las etapas procesales sin distinción alguna, el implicado, disciplinado o investigado sea
asistido por un profesional del derecho desde el momento en que empiece a operar contra ellos
la acción disciplinaria.
Al respecto Mejía (2006, p.9), especialista en derecho disciplinario y otras áreas relacionadas,
manifiesta que:
Darle paso a la interpretación de que el debido proceso, en torno a la defensa técnica,
solamente es obligatorio en el terreno del derecho penal, es desintegrar o atomizar la
norma constitucional y aislarla de su contexto armonioso y organizado, solamente porque
el inciso 4º del artículo de la ley de leyes se refiere a “quien es sindicado”. Tan
desafortunada posición, permitiría que en el día de mañana se aplicara,
“obligatoriamente”, el principio de favorabilidad únicamente en materia penal, porque así
lo dice el inciso 3º del artículo 29 íbidem o se excluyeran los rocesos, distintos del penal,
de la aplicación “obligatoria” de los principios de celeridad, de contradicción y nos bis in
íbidem, opera “obligatoriamente” para el “sindicado”, en la misma forma como para la
defensa técnica.
Lo anterior nos lleva a concluir que es imprescindible que en el proceso disciplinario se
establezca de modo impositivo la defensa técnica, para efectos de que el investigado no resulte
desprotegido y el curso del proceso se surta bajo condiciones justas que conlleven a sanciones, si
es el caso, provistas de favorabilidad, partiendo de la base de que todas las instancias legales
fueron debidamente agotadas. Esto, teniendo en cuenta, que el defensor haya:
- Propendió a través de la utilización de medios éticos y legales, favorecer los intereses de su
prohijado en las diferentes etapas procesales, solicitando pruebas, nulidades, interpuesto
recursos, entre otras actuaciones.
- Pretendido la obtención de un fallo que lo absuelva o en caso tal de no lograrse dicho objetivo,
procurar que la sanción resulte ser la más favorable y garantista a sus intereses.
- Actuado bajo principios éticos, al momento de ejercer su defensa, sin confabularse con el
quejoso, informante o con el funcionario de conocimiento.
Esta defensa técnica se entiende ejercida por un profesional del derecho, sin embargo la presente
monografía pretende además de lo predicho, que en caso tal, de que el implicado o disciplinado
no cuente con los recursos económicos para contratar los servicios de un abogado titulado, el
órgano de Control proceda a solicitar la colaboración de estudiantes de consultorio jurídico
pertenecientes a Universidades reconocidas por el Ministerio de Educación, para efectos de que
los mismos, ejerzan la defensa correspondiente, a partir del momento en que se dé inicio a la
acción disciplinaria, independientemente de que el implicado y/o disciplinado este o no presente
en las diferentes etapas procesales.
Esta posibilidad se prevé en virtud de lo dispuesto en el artículo 93 (2002) que se cita a
continuación:
“Estudiantes de consultorios jurídicos y facultades del defensor. Los estudiantes de los
Consultorios Jurídicos podrán actuar como defensores de oficio en los procesos disciplinarios,
según los términos previstos en la Ley 583 de 2000”. (Art. 93 de la ley 734 febrero 5 de 2002,
Colombia)
La Ley 583 (2000), señala que los estudiantes mientras permanezcan a los consultorios jurídicos
podrán litigar en causa ajena como abogados de los menos desfavorecidos:
“De oficio, en los procesos administrativos de carácter sancionatorio que adelanten las
autoridades administrativas, los organismos de control y las entidades constitucionales
autónomas”. (Ley 583. Art., 1º, N 9 ,12 de junio de 2000, Colombia)
Estas actuaciones lógicamente no serán desprovistas de supervisión, pues como bien sea señalado
en la Sentencia C-143 (2001) que:
"Siempre que los estudiantes que actúen en su desarrollo ejerzan el Derecho bajo la
supervisión, la guía y el control de las instituciones educativas a las cuales pertenecen."
Agrega además en su contenido un análisis juicioso en el que trae apartes de otras sentencias,
procurando evidenciar el valor intrínseco que pretende la abogacía, que es cumplir con una
función social aunada a la labor que desempeñan los estudiantes de consultorio jurídico en pro de
los menos favorecidos:
En el Decreto 196 de 1971, por el cual se dicta el estatuto del ejercicio de la abogacía, se
consagra en el artículo 1° que la abogacía tiene como función social la de colaborar con
las autoridades en la conservación y perfeccionamiento del orden jurídico del país y en la
realización de una recta y cumplida administración de justicia. También se consagra que
la principal misión del abogado es defender en justicia los derechos de la sociedad y de
los particulares.
(…)Los estudiantes que pertenecen a los consultorios jurídicos actúan bajo la
coordinación de profesores designados para el efecto y atendiendo orientaciones del
propio consultorio jurídico, que les asiste en la elaboración de alegatos sin que pueda el
estudiante ejercer en forma incontrolada o carente de orientación jurídica y académica, lo
cual garantiza la idoneidad de la defensa o intervención en favor de la persona que
requiere de su representación. Ella -desde luego- debe ser alguien que verdaderamente
carezca de recursos para acudir a los servicios profesionales de un abogado titulado, pues
-según la norma impugnada- se ejerce como estudiante, pero únicamente en calidad de
abogado de pobres.
La posibilidad de litigar en causa ajena, para quienes aún no ostentan su título de
abogados, y están en los últimos dos años de la carrera, se circunscribe a quienes
pertenecen a un consultorio jurídico que tutela, guía y supervisa su actividad, y con el
único objeto de brindar posibilidades de acceso a la administración de justicia a quienes,
por su situación económica, requieren ese apoyo de las instituciones educativas en el
campo del Derecho.
Este es uno de los casos en que la Constitución justificadamente, en aras de hacer efectivo
el derecho de igualdad real y efectiva (art. 13 C.P.) y de hacer posible el acceso a los
tribunales, faculta al legislador para no exigir títulos de idoneidad y para el ejercicio de la
abogacía sin acreditar el ser titulado e inscrito.
La Corte Constitucional, en Sentencia de Unificación SU-044 de 1.995, había respaldado
la disposición que permite la defensa técnica por parte de estudiantes de Derecho que
pertenecen a consultorios jurídicos. Se dijo así en el citado fallo:
Observa la Corte que la disposición últimamente transcrita, en cuanto establece que el
defensor de oficio debe ser un abogado titulado, o un egresado de facultad de derecho
oficialmente reconocida por el Estado, debidamente habilitado conforme a la ley o un
estudiante miembro de consultorio jurídico, obedece a los lineamientos que la norma
constitucional consagra sobre la asistencia del sindicado por un abogado dentro del
proceso penal y, desde luego, en el policivo penal, el cual por su naturaleza jurídica
similar, se rige por los mismos principios o garantías del debido proceso; pero se aclara,
que aunque la norma permite confiar la defensa a quienes no son abogados titulados, ello
no contraría el precepto del art. 29 en referencia, pues debe entenderse que el legislador,
facultado por la Constitución (art. 26) para determinar en que casos se exigen títulos de
idoneidad, ha habilitado especialmente al egresado de facultad de derecho que ha
obtenido licencia temporal y al estudiante de derecho miembro de consultorio jurídico
para actuar como defensores. (Cfr. Corte Constitucional. Sentencia SU-044 de 1995. M.P.
Dr. Antonio Barrera Carbonell).
En un caso similar al que hoy es objeto de estudio, esta Corporación declaró la
exequibilidad del art. 31 del Decreto 196 (1971) y avaló la competencia del legislador
para señalar los casos en los que puede actuar una persona no graduada:
Esa es una materia que corresponde definir a la ley, la que exige por regla general el título
de abogado para desempeñar las funciones inherentes a la profesión, y si las normas
legales señalan excepcionalmente que en ciertos procesos puede actuar quien carezca de
título pero tenga determinado nivel de preparación, están apenas desarrollando la
competencia constitucional otorgada.
En consecuencia, a menos que se plasme una regla manifiestamente irrazonable, hace
parte de la discrecionalidad del legislador la de establecer los tipos de procesos y las
instancias en que puede actuar una persona todavía no graduada, y no por contemplar
distinciones -que son necesarias en todo régimen excepcional- se vulnera el derecho a la
igualdad alegado en esta ocasión por el actor. Decreto 196. Art. 31, Bogotá, Colombia
febrero 12 1.971
El recuento previsto es con el fin de los estudiantes de consultorio jurídico, ejerzan la
defensa de aquellos servidores públicos que por falta de conocimiento y experticia jurídica
no ejercen apropiadamente su defensa, como son: el personal del aseo, vigilancia,
mensajería, secretaria, entre otros., toda vez que su nivel académico es estándar y sus
conocimientos jurídicos en la mayoría de los casos, resultan ser nulos.
Así las cosas y en aras de propender por la protección de los derechos constitucionales de
todo servidor público, en especial la población vulnerable, es imprescindible que el Estado
no solo se concientice sino que como consecuencia de lo expuesto proceda a la reforma del
artículo 17 del Código Único Disciplinario y establezca el derecho de Defensa Técnica
como un requisito obligatorio en el proceso disciplinario.
CONCLUSIONES
- Reformar el artículo 17 de la ley 734 de 2002, para efectos de que se estipule la
obligatoriedad de la Defensa Técnica en el proceso disciplinario en tanto que sus decisiones
afectan derechos fundamentales, tales como, la dignidad y el derecho al trabajo (bienestar
personal y familiar).
- Que como consecuencia de dicha reforma, el abogado del investigado o disciplinado tendrá la
oportunidad de dar respuesta o contrariar jurídicamente las decisiones a que haya lugar, tanto en
la parte instructiva como de juicio, teniendo en cuenta que se está frente a una equivalencia
jurídica a la del operador disciplinario.
- Que en virtud a ello, al servidor público se le dará la opción de requerir los servicios
profesionales de un abogado a su elección o ser asistido por un estudiante de Consultorio
Jurídico que actúe en su nombre y representación, sin ningún costo.
- Que la idea de que exista una defensa técnica permanente es favorecer en su totalidad (fallo
absolutorio) o en caso de ser sancionado (fallo condenatorio), el curso de las decisiones que se
tomen en contra del servidor público al que represente, máxime cuando el mismo por su falta de
conocimiento jurídico, desconozca o no tenga claro en lo más mínimo, como ejercer de modo
adecuado su defensa.
BIBLIOGRAFÍA
o
Constitución Política de Colombia. (1991). Art. 29. Debido Proceso.
o Ley 734 de 2002. Art. 17. Derecho de Defensa.
o Ley 583 de 2000: Por la cual se modifican los artículos 30 y 9 del Decreto 196 de 1971.
o Decreto 196 de 1.971: Por el cual se dicta el estatuto del ejercicio de la abogacía.
o Morón Díaz, Fabio (1996) C-657. Ref.: Expediente Referencia: Expediente D-1296
Acción pública de inconstitucionalidad contra los artículos 114 (parcial) 115 (parcial),
117, 111 (parcial), 124 (parcial), 125 (parcial), 131 (parcial), 137 (parcial), 144 (parcial),
150 (parcial), 151, 158 (parcial), 177, 217 (parcial), 227 (parcial), 228 (parcial), 232
(parcial), 238 (parcial), 226 (parcial), 245 (parcial), 343 (parcial), 344 (parcial), 345, 351
(parcial), 352 (parcial), 355, 431 (parcial), 442 (parcial), 453 (parcial), 469 (parcial), 482
(parcial) del Código de Procedimiento Penal.
o Hernández Galindo, José Gregorio (1993) C-417 . Ref.: Expediente D-243.Demanda de
inconstitucionalidad contra el artículo 51 del Decreto 1888 de 1989.
o Barrera Carbonell, Antonio Barrera (1.995) SU-044 de. Referencia: Expediente T41694.Procedencia: Juzgado 36 Penal del Circuito. Tema: Procedencia formal de la
tutela en los procesos policivos. Inaplicación en el caso concreto de la norma que permite
actuar como defensor en un proceso policivo a una persona alfabeta. El derecho
constitucional fundamental a la defensa técnica.
o Martínez Caballero, Alejandro (1998) Sentencia Corte Constitucional. T -416.
Expediente T-160646. M.P.
o Araujo Rentería, Jaime ( 2001) T-610., Referencia: Expediente T-406 894., Acción de
tutela instaurada por Gabriel Murillo Sierra, contra el Juzgado 49 Penal del Circuito de
Bogotá D.C.
o Hernández Galindo, José Gregorio (2001) Sentencia C-143.
o Araujo Rentería, Jaime (2006) Sentencia Corte Constitucional. Sala Plena. C -994,
Expediente D-6367.
o Bulla Romero, Jairo Enrique (2009). Derecho Disciplinario .2ª edición .Colombia: Temis.
o Obando Garrido, José María (2010). Tratado de Derecho Administrativo Laboral. 3ª
edición. Colombia: Ediciones doctrina y ley LTDA- Ediciones Tunvimor.
o Perdomo Ladino, Angélica María., y Cujía Mocote, Yoelis Beatriz, (2010).Papel del
Defensor en el Proceso Disciplinario (Ensayo). Recuperado de
http://hdl.handle.net/10654/3734.
o Leguizamón Galvis, Claudia Ximena y Jiménez Quistial, Iris Tatiana, (2010) Importancia
De La Defensa Técnica en el Proceso Disciplinario Aplicado a las Fuerzas Militares.
Recuperado de http://hdl.handle.net/10654/3735.
Descargar