346.0163-J61e-CAPITULO II

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CAPITULO II
GENERALIDADES Y CARACTERISTICAS DE LA
ALIMENTACIÒN A LA MUJER EMBARAZADA Y SU MARCO
NORMATIVO REGULATORIO
Definición
Somarriva expresa: “El derecho que tiene una persona a exigir alimentos
de otra con la cual generalmente se encuentra ligada por el parentesco, tiene
un sólido fundamento en la equidad, en el derecho natural. De ahí que el
legislador al establecerlo en la ley, no hace sino reconocer un derecho más
fuerte que ella misma y darle mayor importancia y relieve.
Casi uniformemente, la doctrina incluye a los alimentos entre los efectos
personales del matrimonio como un derecho deber de los cónyuges entre sí y la
prole y viceversa.” 5/
La obligación de proporcionar alimentos a la mujer embarazada es el
deber que tiene todo padre como responsable alimentario, de proveer a otro
llamado acreedor alimentista tomando en cuenta la capacidad del primero y la
necesidad del segundo, dicha cuota puede ser aportada ya sea en dinero o
bien en especie.
Entenderemos por alimentos a favor de la mujer embarazada a aquella
prestación que permite satisfacer a la mujer embarazada las necesidades de
sustento y salud, incluyendo los gastos de pre-parto, parto y postparto, pues
para nuestra óptica, carece de lógica satisfacer necesidades de educación por
ejemplo.
5
/ /“Manual de Derecho de Familia”. Anita Calderón de Buitrago y otros, salvadoreño. 3ª Edición, Pág. 638,
San Salvador. 1996.
7
GENERALIDADES Y CARACTERÍSTICAS.
La obligación alimenticia se constituye en consecuencia de las relaciones
de filiación y de familia en general. Por ello es que existe esta relación al
derecho de alimentación a la mujer embarazada el cual es nuestro objeto de
estudio.
En atención al principio de protección a la familia, han surgido
innovaciones en cuanto a la prestación alimentaría, pues se atienden las
necesidades básicas del individuo desde su concepción y el cuidado de la mujer
embarazada, puesto que tenemos que hacer énfasis en la protección y el
cuidado que la mujer debe tener en el período de embarazo y hasta los tres
meses siguientes al parto según lo estipula el Art. 249 del Código de Familia.
Por otro lado tenemos que hacer referencia a la protección del niño en estado
prenatal ya que se considera legalmente que la protección a la vida de todo ser
humano se inicia desde que es concebido; por lo tanto, es necesario respetar
su desarrollo dentro del vientre materno y podemos decir que esta protección
alimenticia tiene sus propias características:6/.
CARACTERÍSTICAS
Con la referencia doctrinaria anterior, podemos decir que esta prestación
familiar, tiene sus caracteres propios, como son:
1. Reciprocidad
2. Sucesiva
3. Divisible
4. Personal e Intransmisible
5. Indeterminada y variable
6. Alternativa
7. Imprescriptible
8. Asegurable
9. Sancionado su incumplimiento
6
/ “Manual de Derecho de Familia”. Anita Calderón de Buitrago y otros, salvadoreño. 3ª Edición, Pág. 638,
San Salvador. 1996.
8
En el Código de Familia, tenemos que estas características, pueden ser
perfectamente aplicadas a los “alimentos a favor de la mujer embarazada y
contra el padre de la criatura que espera”, pero debemos hacer la anotación
previa, que desde nuestra perspectiva los alimentos a dicha mujer embarazada,
no es una típica cuota de alimentos como lo dice el Art. 249 C.F., sino que más
bien, el aporte del padre de la criatura, debe limitarse a los gastos de sustento y
salud propios del estado de embarazo.
Hecha esa aclaración, es que a continuación haremos una breve reseña
de las características de las cuotas de alimentos en comparación de la cuota de
alimentos a favor de la mujer embarazada, así:
1. Recíproca
Lo cual consiste en que los alimentos tienen su origen en el parentesco y
el matrimonio, entonces, el mismo sujeto puede ser activo y pasivo de esa
obligación según esté en condiciones de dar la prestación correspondiente o de
necesitado a recibirla; esta característica, no opera tan así en el caso del que
está por nacer pues no es posible pretender alimentos contra el no nacido.
Esta característica se encuentra plasmada en el Art. 248, del Código de
Familia, al establecer “Se deben recíprocamente alimentos.” Si la prestación se
fundamenta en vínculos familiares, quien tiene derecho a recibir alimentos,
también tiene el deber de prestarlos. La reciprocidad tiene sus excepciones,
para el caso del acto testamentario y la donación que designa a determinadas
personas como beneficiarios de esta prestación; en estos casos, no hay
reciprocidad ya que cesa la prestación (Arts. 270 y 271 Numeral 1° del Código
de Familia). Otro caso en el cual no hay reciprocidad, es por supuesto, el caso
en estudio, pues podemos afirmar que el no nacido no posee capacidad
económica.
9
Con respecto al caso que nos ocupa, hay que decir categóricamente que
la cuota de alimentos a la mujer embarazada posee algunas variantes con
respecto a la cuota de alimentos originariamente a favor de los cónyuges entre
sí, ascendientes y descendientes y hermanos y para cada caso señalaremos
las diferencias pertinentes.
2. Sucesiva
La cuota de alimentos es sucesiva en el sentido hay un orden de
obligación para prestarse alimentos, es decir, una forma ordenada para exigir
alimentos a las personas que se les debe alimentos así como lo estipula el
Código de Familia en el Art. 251.
En cuanto al carácter sucesivo de la obligación de prestar alimentos, los
Arts. 248 y 251 del Código de Familia, designan a las personas a quienes se les
debe alimentos de una manera gradual, fijando el orden de los sujetos
obligados a suministrarse alimentos, y sólo a falta o por motivos de
imposibilidad de los primeros, estarían a darlos los siguientes. Es decir que este
orden sucesivo determina de una forma ordenada esta prestación. En nuestro
ordenamiento jurídico-familiar, los cónyuges están en primer orden de
llamamiento en segundo, las ascendientes y descendientes; hasta el segundo
grado de consanguinidad y finalmente los hermanos. Encontramos en el Art.
251 del citado cuerpo de leyes la pluralidad de la prestación alimenticia en
forma gradual en base al orden siguiente:
1. Al cónyuge y a los hijos;
2. A los ascendientes y a los demás descendientes, hasta el segundo grado de
afinidad y cuarto de consanguinidad;
3. A los hermanos.
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Esta disposición en su numeral segundo excede a los límites que esta
prestación conlleva, ya que lo establecido por la legislación y determinado por la
doctrina, tiene parámetros reales como los que establece el Art. 248 del Código
de Familia, que es el marco normativo a seguir y no lo relacionado en el Art.
251 del citado cuerpo de leyes, que se aparta del criterio que el legislador ha
plasmado en el Art. 248 del Código de Familia, por lo que conviene que se
adecue la normativa del Art. 251 del citado cuerpo de leyes, a efecto de evitar
interpretaciones confusas.
Hay que decir que el no acatamiento a esta característica conlleva a una
sentencia inhibitoria, pues en caso de no demandar al alimentante que
corresponde, genera una sentencia de ineptitud de demanda por no haberse
demandado a quien corresponde según la prelación establecida, es decir, no
podemos demandar en alimentos a un hermano, sin haber primero intentado la
pretensión contra el otro cónyuge si lo hubiere, padres, hijos, etc.
Ahora bien, en el caso de la mujer embarazada para pedir que se le
colabore con los gastos de pre-parto, parto y post parto, es claro que ella no es
sujeto del derecho de alimentos (siempre y cuando no esté en alguno de los
supuestos del Art. 248 CF.), es decir, que para nuestro criterio, no es posible
que ella pretenda judicialmente la satisfacción de sus necesidades de
habitación, educación, vestido y recreación, aunque quizás sí, las de sustento y
salud, siempre que tengan que ver con el embarazo suscitado. Ella puede
solicitad se le colabore con los gastos comprobables, de gastos de pre-parto,
parto y post parto únicamente, en los términos del Art. 249 en estudio, por ello
es que los “alimentos” podrían ser sucesivos, siempre y cuando los gastos
fuesen constantes durante el período de embarazo y hasta los tres meses
subsiguientes al parto.
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3. Divisible
Esencialmente es divisible porque se cumple mediante el pago en dinero
o en especie bajo la forma de una pensión económica en concepto de
alimentos, debiéndose pagar a plazos al comienzo de cada período y no a su
vencimiento, lo anteriormente dicho tiene su base legal en los Arts. 256 y 257
del Código de Familia de El Salvador.
Doctrinariamente entendemos por obligación divisible, la que tiene por
objeto una prestación susceptible de cumplirse parcialmente, al contrario sen su
es indivisible, si la prestación no puede ser cumplida, sino totalmente.
Partiendo de esta determinación doctrinaria, podemos decir que la
obligación de prestar alimentos es divisible, pues es susceptible de ser
fraccionada, entre las diversas personas obligadas a prestarla, en su momento
determinado al acreedor alimentario. Los Arts. 256 y 257 del Código de Familia
contienen esta característica, al señalar: “las pensiones alimenticias se pagarán
mensualmente en forma anticipada y sucesiva, pero el Juez, según las
circunstancias podrá señalar cuotas por períodos más cortos. Para los
herederos del alimentario, no habrá obligación de devolver lo que este hubiere
recibido anticipadamente a titulo de alimento.” Pago en especie. (Art. 257 del
Código de Familia), “se podrá autorizar el pago de la obligación alimenticia en
especie o en cualquier otra forma cuando a juicio prudencial del Juez hubiere
motivos que lo justificaren”. 7/
4. Personal e intransmisible
El derecho de petición de alimentos no puede venderse ni enajenarse por
ningún medio legal porque es un acto entre vivos, por no surgir ésta de un acto
contractual sino que de la ley.
7
/ Manual de derecho de Familia, Anita Calderón de Buitrago y otros, 3ª. Edición, Año 1966.Centro de
Información Jurídica. Pág. Nº 643, y 644.
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Su fundamento está en la naturaleza misma de la relación familiar
existente entre los sujetos obligados a darla y legalmente tenemos los Artículos
5 y 260 C.F. El primero nos dice:
El Art. 5 C.F, Los derechos establecidos por este código son
irrenunciables, salvo las excepciones legales, y los deberes que impone,
indelegables; cualquier declaración en contrario se tendrá por no escrita.
El Art. 260 C.F., expresa por su parte: “El derecho de pedir alimentos es
inalienable irrenunciable, pero las pensiones alimenticias atrasadas podrán
renunciarse o compensarse.
El obligado a dar los alimentos no podrá oponer en compensación al
alimentario lo que éste le deba".
No está demás señalar que la cuota de alimentos a la mujer embarazada
no se escapa tampoco de esta característica, pues ella no puede enajenar su
derecho a pedir alimentos.
5. Indeterminada y variable
Esta característica se refiere al sentido de que no puede haber una cuota
igualitaria para todos los alimentarios, ya que ésta se fijará de acuerdo a las
necesidades del alimentario y a la capacidad económica de los obligados. Es
así que también es variable, ya que ésta puede aumentarse o disminuirse en el
paso del tiempo si se modificaren la capacidad económica y necesidades
dichas.
Esta característica es aplicable al caso que nos ocupa en el sentido que
los gastos de preaparto, parto y post parto, de una u otra mujer, son diferentes
dependiendo de su situación económica, de salud y en general de las
características propias del embarazo.
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6. Alternativa
Esta hace mención a las alternativas que existen en el pago de la cuota
alimenticia al alimentario, y específicamente en el tema en estudio, las cuales
consisten en las establecidas en el Art. 257 del Código de Familia de El
Salvador, estas son en dinero en efectivo o en especie.
La prestación alimenticia es alternativa, en virtud de que el obligado la
cumple, otorgando ya sea una pensión suficiente al alimentario, o dándole esta
prestación en especie. Así observamos en la disposición contenida en el Art.
257 del Código de Familia, que establece: “Se podrá autorizar el pago de la
obligación alimenticia, en especie o en cualquier otra forma, cuando a juicio
prudencial del juez hubiera motivos que lo justificaren”.
En el anterior sentido es que podemos afirmar que también la prestación
alimenticia a la mujer embarazada puede ser alternativa proporcionándole en
especie lo necesario para su sustento y salud, tales como compras de
supermercado para la dieta, los medicamentos y/o pago de especialistas
pertinentes a su estado de embarazo.
7. Imprescriptible
Se expresa en forma tácita del derecho para exigir alimentos para lo
futuro, no puede extinguirse tal derecho, aunque sea por el transcurso del
tiempo, siempre y cuando subsistan las causas que motivan la prestación de
dicha petición.
Lo anterior es sin perjuicio de que si una persona demanda alimentos y
deja de cobrarlos por un tiempo determinado de dos años, la ley de Familia
presume que no tiene necesidad de exigirlos, esto se regula bajo un marco
legal en el Art. 261 del cuerpo de ley citado. Pero no hay que confundirnos,
pues el derecho a exigirlos es imprescriptible, pues pueden exigirse en
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cualquier momento en que se necesiten, más su ejecución sí prescribe por el
motivo expuesto.
En apoyo a lo dicho, es que esta prescripción está referida
específicamente a las cuotas alimenticias atrasadas y cuya ejecución no ha sido
reclamada en los últimos dos años. Tiene un carácter eminentemente procesal
y no sustancial; ya que comprende el plazo de efectividad de la norma así como
la necesidad real del alimentario que las exige. Recordemos que pueden aún
así exigirse las cuotas de alimentos retrasadas, mas sin embargo debe alegarse
la excepción perentoria de prescripción de dichas cuotas para que el juez que
conoce de la causa haga valer dicha prescripción.
8. Asegurable
Esta característica consiste en que es asegurable al alimentario el fiel
cumplimiento de la cuota alimenticia por medio de una hipoteca, prenda, fianza,
anotación preventiva de la demanda, restricción migratoria, etc., lo cual es
aplicable perfectamente a la cuota de alimentos para la mujer embarazada,
siempre y cuando se cumplan los prerrequisitos para condenar al pago de dicha
cuota, o sea, la filiación previamente determinada.
9. Sancionado su Incumplimiento
La ley establece sanción al incumplimiento de toda cuota alimenticia, ya
que el Estado tiene como objetivo principal, el garantizar que se cumpla en
tiempo y en forma lo que está establecido en el ordenamiento jurídico familiar
en el Art. 253 del Código de Familia, ya que el incumplimiento a ésta, le faculta
al alimentario acceder al Órgano Judicial a efecto de que se haga efectiva la
obligación del alimentante y se sancione incluso en el orden penal su
incumplimiento (Art. 201 C.P.), sin perjuicio del trámite procesal familiar para
efectivizar las cuotas en mora.
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SUJETOS DE OBLIGACIÓN ALIMENTICIA
En relación a los sujetos de la prestación de alimentos, nuestro Código de
Familia los señala de la siguiente manera: Art. 248. Se deben recíprocamente
alimentos:
1. Los cónyuges.
2. Los
ascendientes
y
descendientes,
hasta
el
segundo
grado
de
consanguinidad, y
3. Los hermanos.
Desde nuestro punto de vista particular, los alimentos son una
consecuencia jurídica por esencia del Derecho de Familia, los familiares más
cercanos, los que conviven con él, los que comparten el mismo techo, son los
que en un momento dado se ven obligados a dar dicha cuota, por ejemplo: A
los cónyuges y a los hijos son los primeros que están obligados a darse
alimentos.
MARCO NORMATIVO REGULATORIO
CONSTITUCION DE LA REPÚBLICA
La Constitución de la República de El Salvador, reconoce a la familia
como la base fundamental de la sociedad, por lo que tendrá la protección del
Estado, así como lo establecen los Art. 34, 35 y 36 Cn. que se refieren entre
otras cosas, a la protección de los derechos que todo niño tiene como lo es el
derecho a vivir en condiciones familiares y ambientales que le permita su
desarrollo integral; a que goce de buena salud física y mental, sin dejar de
mencionar los otros derechos que le asisten a todo menor como el derecho a la
asistencia social, a la educación, etc. no importando que los niños hayan nacido
dentro o fuera del matrimonio o hayan sido adoptados; iguales derechos les
asisten a todos frente a sus padres. Es obligación de estos padres darle a sus
hijos la debida protección, asistencia, educación, salud y seguridad, principios
basados en la Constitución de la República que garantizan las buenas
condiciones para la familia, en un ambiente seguro para su desarrollo integral.
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En atención al principio de protección para la mujer embarazada,
nuestros legisladores han introducido en la ley secundaria, la prestación
alimenticia en atención a las necesidades fundamentales de las personas desde
el momento de la concepción, según los Art. 249 y 344 del Código de Familia,
en lo que contempla lo referente a los alimentos a la mujer embarazada.
Al referirse, que definida la paternidad conforme lo establece el Código
de Familia, toda mujer embarazada tiene derecho a exigir alimentos al padre de
la criatura durante el tiempo del embarazo y los tres meses siguientes después
del parto, incluyendo así los gastos del parto, se atiende al cuidado de la mujer
embarazada como también de las criaturas que están por nacer.
Esta protección a la mujer embarazada, está sustentada en los artículos
4, 346 y 351 del Código de Familia en su respectivo orden, como la unidad de la
familia, la igualdad de los derechos del nombre como el de la mujer, la igualdad
de los derechos de los hijos, derechos de los menores.
CODIGO DE FAMILIA
La disposición en estudio, nos dice: Alimentos a la mujer embarazada,
Art.249.CF. “Definida la paternidad conforme lo establece este código, toda
mujer embarazada tiene derecho a exigir alimentos al padre de la criatura,
durante todo el tiempo del embarazo y los tres meses siguientes al parto,
incluidos los gastos del parto.” 8/.
DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS.
En otro orden de norma, La Declaración Universal de Derechos
Humanos en su artículo 25 dice:
I. “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así
como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación,
8
/ Código de Familia, Lic. Ricardo Mendoza Orantes, 24ª Edición, Editorial Jurídica Salvadoreña, 2005.
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vestido, vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios;
tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad,
invalidez, viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus medios de
subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.”
II. La maternidad y la infancia, tienen derecho a cuidados y asistencias
especiales. Todos los niños nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio
tienen derecho a igual protección social.
El Pacto Internacional de Derecho Económicos, Sociales y Culturales, en su
artículo 10, numeral 2 nos enseña que “se debe conceder especial
protección a las madres durante un período de tiempo razonable antes y
después del parto. Durante dicho período, a las madres que trabajen se les
debe conceder licencia con remuneración o con prestaciones adecuadas de
seguridad social.”
Art. 3. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de
su persona.
Art. 16.
N-1 Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen
derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a
casarse y fundar una familia; y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al
matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.
N-3 La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad, y tiene
derecho a la protección de la sociedad y del Estado.
Así también, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
establece en su Art. 24 que:
I.
Todo niño tiene derecho, sin discriminación alguna por motivo de raza,
color, sexo, idioma, religión, origen nacional o social, posición económica
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o nacimiento a las medidas de protección que su condición de menor
requiere, tanto por parte de su familia, como de la sociedad y del Estado.
II.
Todo niño será inscrito inmediatamente después de su nacimiento y
deberá tener un nombre.
III.
Todo niño tiene derecho a adquirir una nacionalidad.
ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS (O.E.A.)
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre,
(aprobada en la Novena Conferencia Internacional Americana de la
Organización de Estados Americanos (O.E.A.), Bogotá, Colombia, 1948).
DERECHO A LA VIDA, LA LIBERTAD, A LA SEGURIDAD E INTEGRIDAD DE
LA PERSONA.
Art. I. Todo ser humano tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de
la persona.
DERECHO A LA PROTECCIÓN DE LA MATERNIDAD Y A LA INFANCIA.
Art. VII. Toda mujer en estado de gravidez o en época de lactancia, así como
todo niño, tiene derecho a protección, cuidados y ayudas especiales.
DEBERES PARA CON LOS HIJOS Y LOS PADRES.
Art. XXX. Toda persona tiene el deber de asistir, alimentar, educar y amparar a
sus hijos menores de edad; y los hijos tienen el deber de honrar siempre a sus
padres y el de asistirlos y ampararlos cuando éstos lo necesiten.
CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS, “PACTO DE
SAN JOSÉ DE COSTA RICA”.
Art. 4. Derecho a la vida.
1. Toda persona tiene derecho a que se le respete su vida. Este derecho
estará protegido por la ley y en general, a partir del momento de la
concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente.
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Art. 17. Protección a la familia.
N° 1. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad, y debe ser
protegida por la sociedad y el Estado.
N° 5. La ley debe reconocer iguales derechos, tanto a los hijos nacidos fuera del
matrimonio, como a los nacidos dentro del matrimonio.
Art. 19. Derechos del niño.
Todo niño tiene derecho a las medidas de protección que su condición de
menor requieren por parte de su familia, de la sociedad y del Estado.
“EL DERECHO Y LOS DERECHOS DEL NIÑO EN EL SALVADOR”.
Código de Menores.
Art. 1. Este Código reconoce y regula los derechos que tienen los
menores desde su gestación, a nacer y vivir en condiciones familiares y
ambientales que les permitan obtener su completo y normal desarrollo biopsico-social.
El Estado garantizará los medios y condiciones necesarios para que los
menores, sin distinción de nacionalidad, raza, religión, sexo y condiciones
sociales o económicas, puedan disfrutar de los siguientes derechos:
a) A tener padres responsables, concientes y a ser reconocidos por éstos.
b) A ser asistidos, alimentados, educados y protegidos en su salud por las
personas a quienes correspondan legalmente estas obligaciones; y en su
caso, por las instituciones públicas o privadas de protección de menores.
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