Temperatura y fisiología del pollito

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Control de factores ambientales en la crianza de pollitos: 1
Brian Fairchild, Extensionista Científico en Avicultura de la Universidad de
Georgia, explica las temperaturas y fisiología del pollito, los efectos de la
temperatura y el rendimiento del pollito. (Este es el primero de una serie de dos
artículos).
El objetivo principal en la crianza de pollitos es proveer un medio ambiente eficaz y
económico, que sea cómodo y sano para que las aves desarrollen.
La temperatura, calidad del aire, humedad y luz son factores muy importantes a
considerar. El no proveer el ambiente adecuado durante el período de crianza reducirá la
rentabilidad, debido a un menor
crecimiento y desarrollo, una
conversión alimenticia más pobre
y
mayor
propensión
a
enfermedades,
decomisos
y
mortalidad.
El correcto manejo del galpón y de los
pollitos durante el período de crianza
conducirá a los pollitos a un buen inicio.
Temperatura y
fisiología del pollito
En la crianza de pollitos es crítico
mantener la temperatura correcta,
especialmente durante sus dos
primeras semanas de vida. Al nacer, el pollito está mal preparado para regular sus
procesos metabólicos y controlar adecuadamente la temperatura de su cuerpo.
Como resultado, el pollito recién nacido depende de la temperatura ambiental para
mantener la temperatura corporal óptima. Si la temperatura disminuye, también lo hará la
temperatura corporal del pollito. Asimismo si aumenta la temperatura medioambiental,
también aumentará la temperatura corporal del pollo.
Demasiado frío o calor durante este período crucial puede resultar en un pobre
crecimiento, una mala conversión alimenticia y mayor susceptibilidad a enfermedades.
Las prácticas adecuadas de crianza deben mantener la temperatura corporal del pollo
para que no tenga que utilizar energía, para perder calor mediante el jadeo o para
generar calor a través de su metabolismo.
Las investigaciones han demostrado que el pollito desarrolla la capacidad de regular su
temperatura corporal alrededor de los 12 y 14 días de edad.
El pollo se puede estresar fácilmente si su temperatura corporal disminuye o aumenta tan
solo un grado. Una vez que cambia su temperatura corporal, el ave tratará de
compensarla y en muchos casos esto significa que tendrá un efecto negativo en el
rendimiento.
La temperatura corporal de un pollito de un día de edad es de aproximadamente 103°F
(39°C), pero para cuando tiene cinco días de edad la temperatura corporal es 106°F
(41°C), igual que el adulto.
Las temperaturas extremas (altas o bajas) a menudo provocan la mortalidad de los
pollitos, pero incluso un leve enfriamiento o sobrecalentamiento puede afectar el
rendimiento de los pollitos jóvenes sin causarles la muerte.
Mientras que los pollitos toleran las temperaturas altas mejor que las aves adultas, las
temperaturas altas durante largos periodos de tiempo incrementan la mortalidad y tienen
un impacto negativo en el rendimiento.
Las investigaciones han demostrado que los pollitos sometidos a una temperatura fría
tienen dificultades con sus sistemas inmunológico y digestivo. Como resultado, pollitos
estresados por el frío crecen menos y tienen mayor susceptibilidad a las enfermedades.
Los pollitos estresados por el frío exhibirán una mayor incidencia de ascitis, un trastorno
metabólico que se traduce en menor rendimiento, mayor mortalidad y mayores
decomisos en la planta de procesamiento.
En estudios de investigación, donde se criaron grupos de pollitos a 80°F o 90°F (27°C o
32°C), los pollitos criados bajo temperaturas más cálidas tuvieron mejores ganancias de
peso, mejor conversión alimenticia y mejores condiciones de vida. Los pollitos criados
debajo de 80°F (27°C) experimentaron un menor crecimiento que el tratamiento de
crianza con una temperatura más alta.
Los pollitos criados bajo esas temperaturas no alcanzaron el peso corporal y resultaron
pesando menos en la edad de comercializarlos que las aves que se criaron
correctamente. No solo que los pollos expuestos a bajas temperaturas de crianza tienen
menores tasas de crecimiento, sino que también consumirán más alimento para
mantenerse calientes, reduciendo la eficiencia de los alimentos y aumentando los costos
de alimentación.
Temperatura y rendimiento del pollo
*
Uno de los objetivos durante la crianza es mantener a
los pollitos dentro de su zona de confort, es decir, que
no utilicen energía para ganar o perder calor, para
mantener la temperatura corporal.
"El pollito desarrolla la
capacidad de regular
su
temperatura
corporal alrededor de
los 12 y 14 días de
edad"
Cuando las aves se mantienen en temperaturas
ambientales por encima o por debajo de su zona de
confort, deben gastar más energía para mantener la
temperatura corporal. Esta energía extra se
suministrará en última instancia a través de los
alimentos consumidos. Por lo tanto, se utilizará la
energía del alimento para mantener la temperatura
corporal, en lugar de emplearla para el crecimiento y
desarrollo, lo cual resultará en una mala conversión
alimenticia. Así es como la temperatura del
medioambiente juega un papel importante para
determinar el costo de producir un kilo de carne o para criar una pollona reproductora.
La crianza adecuada no sólo consiste en mantener la temperatura debida, sino también
en emplear las prácticas de buen manejo. Las temperaturas empleadas en la crianza
variarán dependiendo de si la fuente de calor es un calentador de aire, una criadora
infrarroja convencional o una criadora radiante (Tabla 1). Tenga en cuenta que las
temperaturas en la tabla 1 se refieren a temperaturas del aire diseñadas para
proporcionar una temperatura de piso de 90°F (32°C).
Al criar pollitos la temperatura de la
cama es crucial. Los estudios
sugieren
que
la
temperatura
promedio del piso debe ser 90°F
(32°C) el día se colocan los pollitos
en el galpón.
Los calentadores de aire forzado
requieren ajustes de temperatura
más altos, ya que ellos calientan el
aire que calienta el piso. Una
criadora infrarroja convencional de
campana dirige aproximadamente
40 por ciento de su calor al piso y
60 por ciento al aire. Las criadoras
infrarrojas
radiantes
proyectan
aproximadamente 90 por ciento de su calor al piso y 10 por ciento al aire. Debido a que
las criadoras infrarrojas de campana y las criadoras radiantes dirigen más calor al piso, la
temperatura del aire necesaria para lograr la temperatura deseada en la cama es menor
que la requerida para los calentadores de aire forzado.
Tabla 1. Temperaturas de aire recomendadas de la fuente de calor durante la crianza de pollos de
engorde1
Temperatura del Aire
Día
Calentador
de
Criadora Infrarroja Convencional3
Aire Forzado2
Criadora Infrarroja Radiante4
0
93°F (34°C)
90°F (32°C)
88°F (31°C)
3
90°F (32°C)
88°F (31°C)
86°F (30°C)
7
87°F (31°C)
86°F (30°C)
84°F (29°C)
14
83°F (28°C)
85°F (29°C)
82°F (28°C)
21
78°F (26°C)
80°F (27°C)
1
Temperaturas
basadas
en
las
empleadas
actualmente
por
2
Medido
a
la
altura
3
Medido
a
la
altura
del
pollito,
a
30
cm
4
Medido a la altura del pollito, a 1.20 m del borde de la criadora.
77°F (25°C)
empresas
del
de
del
borde
pollos
de
de
la
engorde
pollito.
criadora.
Los galpones de pollos están específicamente diseñados para permitir el estricto control
del ambiente que está directamente alrededor del pollito. En operaciones de crianza de
pollos comerciales, los galpones de los pollos están aislados y equipados con sistemas
de ventilación mecánica para mantener las temperaturas del galpón dentro de cinco
grados F de la temperatura deseada, independientemente de la temperatura exterior. Las
temperaturas óptimas para la crianza de pollitos se han desarrollado a través de muchos
años de investigación y experiencia en el campo.
Cuando se obtiene la temperatura adecuada de la caseta y los pollitos están bien administrados, ellos deben
estar distribuidos en todo el galpón y no acurrucados unos con otros, o sentados mayormente en las bandejas
de los comederos.
El mejor método para supervisar la comodidad del pollito es observar su comportamiento
y regular la temperatura consecuentemente. Al observar un galpón de pollos de engorde,
los pollitos deben estar distribuidos uniformemente en todo el galpón.
Cuando los pollitos tienen frío se les ve acurrucados (incluso pegados a la pared lateral)
y tienden a sentarse en las bandejas de los comederos. Los pollitos que tienen calor se
alejan de las criadoras infrarrojas y calentadores, jadean y se separan de la parvada
tratando de enfriarse.
Muchos galpones tienen controles ambientales que observan la temperatura del galpón y
prenden y apagan las criadoras infrarrojas y los calentadores según sea necesario. Los
controles regulan también el tiempo que opera una fuente de calor. Esta información
puede utilizarse para localizar áreas del medioambiente del pollito que pueden tener
excesivas pérdidas de aire o corrientes de aire.
Por ejemplo, si las criadoras infrarrojas o los calentadores cerca de la cortina del túnel
funcionan más tiempo que otros en el galpón, puede indicar fugas de aire alrededor de la
cortina o de la puerta al extremo de la pared.
Control de factores ambientales en la crianza de pollitos: 2
Brian Fairchild, Extensionista Científico en Avicultura de la Universidad de Georgia,
destaca la importancia de la humedad relativa, la ventilación, iluminación y
conservación de energía durante la primeras dos semanas de vida de los pollitos.
(Segunda y última parte de esta serie).
El objetivo principal en la crianza de pollitos es proveer un medio ambiente eficaz y
económico, que sea cómodo y sano para que las aves desarrollen. El no proveer el
ambiente adecuado durante el período de crianza reducirá la rentabilidad, debido a un
menor crecimiento y desarrollo, una conversión alimenticia más pobre y mayor propensión
a enfermedades, decomisos y mortalidad.
Humedad relativa
La capacidad del aire para mantener la humedad depende de su temperatura. El aire tibio
puede contener más humedad que el aire frío. El término humedad relativa se refiere al
porcentaje de saturación de agua en el aire a cualquier temperatura dada. El nivel de
humedad influye en la capacidad del ave para enfriarse mediante el jadeo, e influye en la
producción de amoníaco.
Se recomienda que la humedad relativa se mantenga entre 50 a 70 por ciento durante
todo el período de crecimiento, incluso en el período de crianza. La producción de
amoníaco se da debido a la descomposición microbiológica de materia fecal en la cama.
Las condiciones polvorientas en el galpón de las aves de corral están asociadas con una
humedad relativa inferior al 50 por ciento.
Una humedad relativa de 70 por ciento o más proporciona condiciones medioambientales
adecuadas para el desarrollo microbiano en la cama. A medida que aumenta la población
microbiana se genera más amoníaco de las fuentes de nitrógeno, que se hallan en el
material fecal de las aves.
El amoníaco es un gas que tiene un impacto negativo en el rendimiento y la salud del ave.
Las investigaciones muestran que el aumento de amoníaco deteriora el sistema
inmunológico y aumenta las enfermedades respiratorias en las aves. Los niveles altos de
amoníaco durante la crianza reducen la tasa de crecimiento, que no se recupera durante
el resto del crecimiento. La producción de amoníaco puede reducirse a través del control
de la humedad relativa, que a su vez se regula con la ventilación. Se recomienda el
manejo de las tasas de ventilación de los galpones de aves para mantener la humedad
relativa entre 50 y 70 por ciento, para minimizar la producción de amoníaco y polvo.
Gráfica 1. La exposición a concentraciones de amoníaco tan bajas como 25 ppm
durante los primeros 28 días puede tener un efecto negativo en el peso corporal
tanto a las cuatro así como a las ocho semanas de edad
(Miles et al., 2004)
Ventilación
La ventilación es necesaria para
regular la temperatura y retirar el
dióxido de carbono, el amoníaco,
otros gases, humedad, polvo y
olores.
Se debe introducir el aire fresco
uniformemente, bien mezclado con
aire del galpón y debe distribuirse
correctamente en toda la caseta. El
patrón de flujo dentro del edificio es
muy importante. La circulación de
aire en la caseta se logra mediante
presión negativa en los galpones de
túnel.
Los ventiladores retiran aire del galpón, creando una presión negativa. El aire ingresa a
través de las entradas de aire ubicadas en las paredes o en el techo, y se dirige a través
del techo para mezclar el aire.
La mezcla del aire que ingresa del exterior con el aire interior impide que el aire frío se
asiente cerca de la parvada y enfríe a las aves. Las entradas de aire y la velocidad del
aire que ingresa a través de éstas es importante, para asegurar que el aire se mueva a lo
largo del techo. Si las entradas se abren demasiado, o si la velocidad del aire que ingresa
es demasiado baja, el aire frio caerá al piso más rápido. Esto no solo causará el problema
que las aves se enfriarán, sino que puede crear puntos fríos en paredes y piso.
A lo que el aire tibio entra en contacto con estos puntos fríos se formará condensación y
se formarán puntos húmedos. Estos puntos húmedos pueden llevar a aumentar el
endurecimiento de la cama, así como a una mayor producción de amoníaco.
La luz de mayor intensidad durante la crianza
fomentará la actividad de los pollitos. El
aumento de actividad ayudará a los pollitos a
encontrar las fuentes de alimento y de agua,
llevándolos así a un buen comienzo.
Gráfica 5. El aire entra a través de las tomas
de aire y se dirige a lo largo del techo.
Esto permite que el aire se caliente a la
temperatura adecuada de crianza antes de
entrar en contacto con los pollitos. Esto
también aumenta la capacidad del aire para
retener humedad para que cuando el aire
caliente baje al nivel del pollito, recoge y
sostiene mejor la humedad de la cama,
ayudando a mantener las condiciones de la
cama en el galpón.
Se deben utilizar ventiladores de circulación para romper la estratificación de la
temperatura, y proporcionar una temperatura más uniforme en toda la caseta de aves. El
mover el aire más cálido al nivel de las aves no solo ayuda a mantener las temperaturas
del cuerpo y del piso de las aves, sino que también ayuda a eliminar la humedad de la
cama.
Se controla el funcionamiento de los ventiladores por medio de la temperatura, para
mantener la temperatura deseada. Algunos ventiladores trabajan con temporizador para
regular la humedad relativa y mantener la buena calidad del aire cuando el galpón está a
la temperatura deseada. El controlador ambiental de la caseta opera los ventiladores en
base a ajustes en la temperatura y en el temporizador. Los controladores abrirán entradas
de aire situadas en las paredes laterales o en el techo, para garantizar la entrada
uniforme de aire en la caseta. La cantidad que se abren las entradas está determinada
por presión estática.
Iluminación durante la crianza
La luz es un factor importante durante la crianza, que no se debe ignorar. La actividad de
los pollitos es mayor en intensidad de luz brillante que en baja intensidad de luz.
Durante la crianza la luz debe tener una intensidad de lo más brillante para fomentar la
actividad de pollito y así ayudarles a encontrar alimento y agua. Una vez que aprenden
donde se encuentran el alimento y el agua (entre siete y 10 días), la intensidad de la luz y
la duración puede y debe reducirse. Los sistemas de luz deben diseñarse para producir
un mínimo de 25 lux (velas de 2.5 pies)
o más al nivel de las aves. Muchas de
las casetas de pollos de engorde que
se construyen hoy son capaces de
proporcionar hasta 40 lux (velas de 4
pies) a nivel de los pollitos en el área
de cría.
Con un ático aislado el aire es más cálido que
el
aire
exterior.
El aire permite utilizar mayores tasas de
ventilación sin mayor uso de combustible.
Estas mayores tasas de ventilación ayudarán a
mantener la humedad relativa entre 50 y 70 por ciento.
El diseño del sistema de iluminación deberá permitir modificar la intensidad y la duración
de la luz según crecen las aves, y proporcionar una intensidad de luz uniforme a nivel de
las aves. Normalmente las luces funcionan 23 horas al día durante la crianza y la
intensidad de la luz es máxima. Entre los siete y los 10 días de edad deberá reducirse el
número de horas que las luces prenden (en función de las directrices de la operación), y
para los 10 a 14 días de edad se debe reducir la intensidad de la luz a 5 lux (velas de 0.5
pies).
El propósito principal de la iluminación durante la crianza es garantizar que los pollitos
estén activos y que busquen las fuentes de alimento y agua.
Conservación de energía
•
•
•
•
•
•
Asegúrese que los controles de sensores/termostatos estén colocados correctamente: el
ubicar los sensores/termostatos demasiado cerca de una criadora infrarroja o de los
pollitos, o demasiado alto en relación al piso, puede resultar en aves con frío. Ubicarlos
demasiado cerca de la pared lateral, cortina de cría o de donde el aire entra a la caseta,
puede provocar un excesivo uso de combustible.
Use ventiladores de circulación o de paletas: el uso de estos ventiladores mueve el aire
caliente del techo, eliminando la estratificación de la temperatura y logra bajar el calor
hacia el nivel de los pollitos, donde es necesario y reduce los costos de calefacción.
Estudios demuestran que los ventiladores de circulación son efectivos sin importar qué
tipo de sistema de calefacción se utiliza.
Entrada de aire en el ático – jalar aire del ático en días frescos cuando sale el sol, puede
resultar en mayores tasas de ventilación sin mayores costos de combustible. Esto permite
a los productores aprovechar el aire cálido que se encuentra en el ático, el cual ayudará a
mantener la humedad relativa entre 50 y 70 por ciento. Para que las entradas de aire del
ático funcionen correctamente, la caseta debe ser lo suficientemente hermética para
extraer por lo menos 0.13 pulgadas de columna de agua en una prueba de presión
estática. Si las casetas no pueden extraer esta presión estática, se debe hacer el esfuerzo
de hermetizar los galpones para reducir la filtración antes de instalar entradas en el ático.
Eliminar filtraciones: sellar las fugas proporciona control de dónde y cuánto aire entrará a
la caseta. Esto asegurará que el aire ingrese a través de entradas previstas y minimizará
la posibilidad que las aves sientan frío, que la cama se endurezca y que la temperatura se
estratifique durante el clima frío.
Use temporizadores de cinco minutos en lugar de temporizadores de diez minutos: Esto
reducirá la posibilidad que la temperatura del galpón baje, y como resultado los
calentadores funcionarán menos tiempo, ayudará también a regular los niveles de
amoníaco y de humedad.
Limpie y repare las criadoras infrarrojas de forma regular – El mantenimiento adecuado de
la criadora infrarroja reducirá el monóxido de carbono y ésta quemará el combustible de
manera más eficiente. Se debe soplar el polvo de las criadoras infrarrojas entre cada
parvada. Mantenga limpios los orificios del quemador. Utilice para limpiar el tamaño
adecuado de agujas para evitar alterar el tamaño del orificio y gastar combustible.
Referencia - Parte 1 y 2
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