potencias regionales secundarias en suramerica. los casos de chile

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PONENCIA ISA-FLACSO
POTENCIAS REGIONALES SECUNDARIAS EN SURAMERICA.
LOS CASOS DE CHILE Y COLOMBIA
POR
MARTHA ARDILA
UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA
PANEL: LA ALIANZA DEL PACIFICO
PREPARADO PARA PRESENTAR EN EL CONGRESO DE ISA-FLACSO
BUENOS AIRES, 23 AL 25 DE JULIO DE 2014
1 POTENCIAS REGIONALES SECUNDARIAS EN SURAMERICA.
LOS CASOS DE CHILE Y COLOMBIA
MARTHA ARDILA1
RESUMEN
Partiendo de un debate sobre Potencias Regionales (Holbraad, 1989; Notle,
2006, 2010; Flemes y Wenher, 2012; Rocha, 2011), esta ponencia analiza la
ubicación de Colombia y Chile en la jerarquía de poder regional. Estos dos
países se caracterizan como Potencias Regionales Secundarias que
responde de manera cooperativa frente a Potencias de mayor rango y en la
Alianza del Pacífico.
Se hace especial énfasis en variables como cambio de gobierno, legitimidad
y poder suave así como en el “soft balancing” que realizan a países como
Brasil y Venezuela. En este sentido se analiza también, los cambios y
continuidades, diferencias y similitudes en su inserción externa.
PALABRAS CLAVES: Potencias regionales secundarias, potencia regional,
poder suave, política exterior, América Latina, Suramérica, Colombia, Chile,
México, Alianza del Pacífico.
INTRODUCCIÓN
En América Latina presenciamos una nueva jerarquía de poder regional
originada no solamente en el declive de Estados Unidos en el sistema
internacional, sino también, en el surgimiento y ascenso de Potencias
Regionales de diferente rango como Brasil y México por una parte, y de
1 Docente e Investigadora del Centro de Investigaciones y Proyectos Especiales, Directora Centro Latinoamericano y del Caribe, de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia. Favor no reproducir esta ponencia que aún es borrador. Correo: [email protected] 2 Chile, Colombia, Venezuela y Argentina por la otra. Ellas presentan diversas
capacidades y recursos de poder –duro y suave-, que las posesionan en un
diferente nivel.
En este sentido, se busca dar respuesta a: ¿qué tipo de Potencias
Regionales Secundarias son Colombia y Chile, y como se comportan frente a
países de mayor rango y en la Alianza del Pacífico?, y ¿qué continuidades y
cambios se presentan en su inserción internacional?
Es por ello que en esta ponencia, buscamos en primer lugar, examinar el
surgimiento Potencias Regionales y su posicionamiento a nivel regional e
internacional. En segundo lugar y partiendo de una conceptualización de
Potencia Regional, definir qué tipo de países son Chile y Colombia, y que
diferencias se encuentran entre ellos. Y en tercer lugar, examinar que
características presentan estos dos países suramericanos en su inserción
internacional. Finalmente, se plantean algunas conclusiones que aportan al
debate de las Potencias Regionales en un mundo internacional cambiante.
POTENCIAS REGIONALES Y JERARQUIA DE PODER REGIONAL
Al referirnos a Potencias Regionales y jerarquía de poder, tenemos que
vincular dos conceptos: el de región y el de poder, los cuales han
evolucionado tendiendo a una multidimensionalidad, lo cual nos obliga a
tomar elementos teóricos de diferentes corrientes epistemológicas.
En términos generales hay escuelas que enfatizan en factores externos como
el enfoque Realista que define la región y el poder por sus capacidades entre
las que se encuentran no solamente sus recursos militares y naturales, sino
también, aspectos físicos como la ubicación geográfica. En este sentido lo
territorial, la soberanía y el control (Krasner, 1999) son elementos esenciales
para su conceptualización. Dentro de este enfoque, la Región resulta
fundamental en la Geopolítica, el componente político, el territorial, y la
especificidad de lo físico y lo estratégico.
3 Hay otros enfoques más críticos, que privilegian variables internas y
orientadas al Constructivismo que conciben a la región como socialmente
construida por individuos e instituciones con similitudes y/o interacciones
sociales, políticas, ideológicas, económicas, étnicas, y religiosas. En ellas las
ideas y la ideología resultan fundamentales, construyen identidad con base
en valores y creencias muchas veces similares. Aquí la región responde a un
interés nacional, pero para ellas “como las vean” y las perciban hace parte de
su esencia. Hace alusión a la parte simbólica como diría Katzenstein.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, esta ponencia plantea que hay
dos tipos de características de las regiones: las físicas, y las construidas que
resultan ser más pragmáticas porque responde a un interés nacional y a
“ideas” comunes. Es así como privilegiar variables externas y/o internas, la
identidad, el comercio y el medio ambiente, o el balance y la jerarquía de
poder, la geografía y la historia, nos orienta en el análisis. Y la Alianza del
Pacífico es una región construida que presenta identidad, ideas comunes,
cooperación y una alta legitimidad, a pesar de que México por ejemplo no es
un vecino geográfico.
Lo cierto del caso es que el concepto de región es multidimensional, que
atraviesa una transición y que varía según la problemática que se analice. El
territorio, el Estado, la guerra y la violencia, y el balance de poder resultan
prioritarios (Kelly, 2007). Es decir, se observan tanto características físicas
donde se ubica lo geográfico de la vecindad y lo estratégico, como también,
se perciben aspectos funcionales que interactúan entre lo económico, lo
ambiental y lo cultural. De todas maneras, lo regional es lo que no es global
y que trata de contrarrestar la presencia del “hegemón” tradicional – el
norteamericano- y/o el regional –Brasil o México-.
Además del concepto de región, el de Potencia Regional resulta importante
para comprender no solo la participación de Chile y Colombia en la Alianza
del Pacífico, sino para examinar la inserción de cada uno de estos dos países
en el escenario regional e internacional.
Tradicionalmente, el concepto de Potencia Regional
ha sido ambiguo y
cambiante. Los primeros que se interesaron por este tema fueron los
4 canadienses que desde la década de los ochenta empezaron a analizar el
tema. Para ese entonces Carsten Holbraad las definió como aquellos países
que debido a su dimensión, recursos naturales, voluntad política, liderazgo y
estabilidad, podrían convertirse en “potencia”. Además se caracterizan por
su fuerza económica y militar; y su posición intermedia mediadora y
moderadora entre dos países y/o ante conflictos Norte-Sur, Este-Oeste. En
este sentido en su ejercicio de poder regional, presentan un papel
relacionado con el conflicto y el cambio.
El concepto de Potencia es un referente geopolítico que incluye aspectos
militares, políticos y económicos, el cual
hace alusión a un conjunto de
países y a su jerarquización en el sistema internacional. Su diferenciación
radica en la capacidad de proyectar su poder militar en diferentes regiones
del mundo y en la posibilidad de ejercer su influencia política en forma global
(Nolte, 2008). Por otra parte, la aparición de las potencias regionales, medias
y/o emergentes altera la configuración de un nuevo orden y la ubicación de
Estados Unidos y de otros polos de poder en el concierto mundial, en un
ambiente de creciente complejidad e incertidumbre.
Los conceptos de Potencia Media y Regional confunden (Notle, 2010). No
son estáticos ni permanentes sino que pueden cambiar de posición en la
estructura de poder internacional, ascendiendo o descendiendo según la
ubicación alcanzada (Chapnick, 1999). En ocasiones su perímetro de acción
carece de claridad y por ello son calificadas como sinónimos. No existen
medios confiables para examinar el accionar de potencias aunque se puede
señalar que el contorno de una Potencia Regional es la región como su
nombre lo indica, mientras que la de una Potencia Media es mayor porque
puede ascender al ámbito global.
Como se señaló, tanto las Potencias
Medias como las Regionales no pueden actuar solas, sino que necesitan de
otros países de menor rango sobre los cuales ejercen una influencia bien sea
regional para el primer caso o internacional para el segundo (Keohane, 2002;
Notle, 2011).
Privilegiando el Poder Suave, las Potencias Regionales se ofrecen como
mediadores e interlocutores entre diferentes países y grupos de naciones.
5 Tienden a ser respetuosos del status quo; buscan desarrollar coaliciones y
alianzas políticas; pretenden ser reconocidas; participan en la estructura de
Gobernanza Regional; presentan estabilidad política y mínima disposición de
recursos duros; y muestran voluntad de ejercer liderazgo en política exterior.
En este sentido, las Potencias Regionales reúnen una serie de requisitos
vinculados con su perímetro regional; la pretensión de liderar; la influencia en
la geopolítica e identidad; la disposición de recursos naturales, organizativos
e ideológicos para la proyección de poder; la conexión económica, política y
cultural con la región; la incidencia en la estructura de gobernanza regional; el
reconocimiento por parte de los demás Estados; y la representación de los
intereses de la región en diversos foros internacionales (Notle, 2006)
También lideran proyectos de integración, concertación y cooperación en
términos militares, económicos y políticos. Dentro de ellos, los de seguridad
adquieren un especial significado, bien sea como complejo de seguridad o
como comunidad de seguridad
(Buzan y Waever, 2003). También los
económicos y comerciales resultan importantes para el fomento del comercio
intra y extraregional.
Este tipo de potencias presentan vínculos y lazos directos con los países
vecinos y se caracterizan por su superioridad en población, extensión,
recursos naturales y gasto militar. Por todo ello es que resulta importante la
agrupación en una región aunque ésta no sea limítrofe.
A su vez, analistas internacionales de la Interdependencia (Nye, 2008)
empiezan a darle importancia al uso del Poder Suave –Soft Power- en los
diferentes tipos de potencias. En general entre más grande sea la potencia
mayor es su poder militar y en ese sentido las Potencias le dan más
importancia al Poder Duro aunque de todas maneras lo combinan con el
Poder Suave.
Las Potencias Regionales ejercen y son percibidas y calificadas por su Poder
Suave, por su legitimidad, representatividad y confianza que generan.
Resulta difícil medir el Poder Suave pero en términos generales variables
como influencia ideológica, participación de la sociedad en la toma de
6 decisiones, democracia, transparencia, son indicadores de la magnitud del
poder suave, que en último término responde a la percepción que se tiene
sobre un determinado país. Por ello es que los países se preocupan por
mejorar su imagen y hacen uso de la Diplomacia Pública.
Potencias Regionales Secundarias como Chile y Colombia, se valen mas del
Poder Suave y de la Diplomacia Pública para mejorar su imagen, ejercer
liderazgo, construir nuevas alianzas y buscar un nuevo equilibrio de poder
regional. Pero no solo la cultura y la política sino los valores que propagan y
la política exterior, constituyen elementos que vinculan el Poder Suave y la
Diplomacia Pública (Nye, 2003) con las Potencias Regionales de diferente
rango. Además de Chile y Colombia, Flemes identifica como Potencias
Regionales Secundarias, también, a Venezuela y Argentina (Flemes, 2011).
Colombia hace parte de los CIVETS junto a Indonesia, Vietnam, Turquia,
Egipto y Surafrica. Y ya empieza a hablarse de los PUMAS del Pacífico
haciendo un paralelismo de la Alianza del Pacífico con los Tigres Asiáticos,
integrados por Hong Kong, Singapur, Corea del Sur y Taiwán.
Las Potencias Regionales comienzan a tener repercusiones cada vez mayor
en foros internacionales como la ONU, la OMC y el G8. Y a nivel
latinoamericano, grupos como la Alianza del Pacífico, UNASUR, y CELAC,
adquieren especial significado.
El examen de esa nueva jerarquía de poder requiere un tratamiento y análisis
mucho más amplios que incluya no solamente aspectos cuantitativos que
tienen que ver con la capacidad militar, los recursos naturales, la población,
la política exterior…., sino otros más subjetivos y de percepción relacionados
con la legitimidad, la confianza y la representatividad de dichas Potencias en
el contexto regional y/o internacional, y claro está con su Poder Suave.
Siguiendo estas variables se perfilan como Potencias Regionales a Brasil y
México, con una identidad auto creada, y con un conjunto de pretensiones
propias que se transmiten por medio de una política exterior activa (Holbaard,
1989). No obstante, se podría pensar que Brasil ha ascendido al ámbito de
Potencia Media, y que México por su cercanía con Estados Unidos y sus
problemas internos, genera desconfianza en los países latinoamericanos.
7 Colombia y Chile son aliados de México y fomentan políticas de cooperación
entre ellos y con terceros.
COLOMBIA Y CHILE: POTENCIAS REGIONALES SECUNDARIAS DE
DIFERENTE RANGO
Las Potencias Regionales y las Secundarias son de diferente rango. Por ello
vemos diferencias entre ellas: Potencia Regional Secundaria Nacientes,
PRSN, como Colombia; Potencias Regionales Secundarias en Ascenso,
PRSA, como Venezuela; y Potencias Regionales Secundarias Maduras,
PRSM, como Chile. Su diferenciación se basa en la continuidad y
consolidación de un proyecto de acuerdo a su interés nacional –Políticas de
Estado-, así como en su actividad internacional, capacidades (gasto militar,
recursos naturales) e imagen internacional vinculada con la percepción de
otros actores, la legitimidad, el liderazgo y el discurso, entre otras.
Chile se encuentra mejor ubicado que Colombia en la jerarquia regional: es
una hegemonia blanda, ejerce un liderazgo discreto2 y ha sido denominado
una Potencia Regional Secundaria Madura (Ardila, 2012), debido no solo a
sus capacidades sino también a la percepción que otros estados tienen de
este país, en materia de recursos institucionales, ciencia y tecnología, y
calidad de la Democracia y de la Diplomacia. Muchos quieren seguir sus
ideas en materia económica y de aceptabilidad de la diversidad, y es visto
como un líder en material de integración económica (Latinobarómetro, 2010).
Colombia tan solo recien nace como Potencia Regional Secundaria.
Permaneció aislada del escenario regional y de manera muy reciente viene
cambiando su actuación e imagen internacional.
Colombia y Chile son probablemente los países suramericanos más
partidarios de un modelo neoliberal -ortodoxo tanto en lo económico como en
lo político, de una apertura indiscriminada de la economía, de la constitución
de zonas de libre comercio y de una relación estrecha con los Estados
2 Entrevista Joseph Tulchin, junio 11 de 2014-­‐ 8 Unidos, la cual se percibe como una potencia hegemónica prioritaria para
resolver problemas de seguridad (Gomes, 2012).
Chile, presenta una de las economías más exitosas de América Latina y de
mayor inserción internacional por la cantidad de tratados de libre comercio
que ha suscrito, pese a la dictadura en que estuvo inmerso de 1973 a 1980
que afectó su política social y la calidad de vida de sus habitantes. La riqueza
natural de Chile ha convertido a ese país en terreno propicio para la
extracción de materias primas.
No obstante, su desigualdad social que lo coloca en el 9º más desigual del
mundo (Banco Mundial, 2009), su fortaleza económica lo ha posicionado
como el país 30 de 148 en el Índice Global de Competitividad del Foro
Mundial de Educación (World Economic Forum, 2014) destinando políticas en
materia de salud, educación, innovación y estabilidad macroeconómica
(Banco Mundial, 2009).
El posicionamiento externo de Chile ha sorprendido. La diversificación de los
mercados y el uso de las TICs´han promovido la innovación de la región a
pesar de haber sufrido los golpes colaterales de la crisis iniciada en Estados
Unidos en 2008 (Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, 2008). Además
la aceptación de la inversión extranjera directa y negociaciones por parte de
Rusia, India, China, Europa del Este y el resto de América latina
han
permitido que Chile crezca en tema importantes como minería, energía,
infraestructura, turismo e industria alimentaria.
La elección en 2010 del Presidente Sebastián Piñera rompió una sucesión de
gobiernos de la Concertación. Luego en el 2014 Michael Bachelet retorna a la
casa de la Moneda. Los años 2011 y 2012 son reconocidos como el
despertar chileno en el que múltiples movimientos sociales fueron partícipes
de las distintas manifestaciones que exigían un cambio constitucional, un
Parlamento más representativo y un gobierno que escuche más a su pueblo
(Gutierrez, F, 2011). Se logró que el Congreso aprobara un presupuesto en
educación de cerca de 12 mil millones de dólares, los cuales generaron
inconformiso y decepción, tanto en Chile como en ciertas organizaciones de
9 la sociedad civil (Gutierrez, 2011), al ser considerada dicha suma como
insuficiente.
Durante esos años se dieron avances empresariales a nivel de inversión,
crecimiento económico de 5.6% lo que influyó significativamente en el PIB.
Por su parte en el 2013 el crecimiento del PIB disminuyó al 4.2%. Las
exportaciones crecieron 2.7% ese mismo año y las importaciones 5.7%
(BBVA Research, 2013), lo cual mostraba el superávit de la balanza
comercial chilena.
Su modelo de política exterior combina ideología y pragmatismo, reforzado
por el gobierno de concertación centro-izquierda y por una Diplomacia
Económica. Su modelo económico se basa en las exportaciones,
en el
Regionalismo Abierto y en instituciones muy sólidas. Se encuentra ligado a
las economías de Asia y también a la de Europa y Estados Unidos.
Es una Democracia social combinada con una economía de mercado y
políticas sociales, con una inserción internacional que busca defender el
interés nacional, y ser coherente con una visión social demócrata. Su política
exterior también se ha basado en el multilateralismo económico y político, y
en el desarrollo de una Política marítima.
Sus postulados se basan en la Democracia liberal, marco institucional del
derecho y economía de libre mercado. Su política exterior fuertemente
pragmática convergió con las líneas del Consenso de Washington de la
combinación de la democracia liberal y la economía de libre mercado
(Fermandois, 2011) persiguiendo intereses económicos nacionales mediante
TLC y aumento de la IED en los países vecinos y en otros más recientemente
como en Colombia. Busca al mismo tiempo garantizar la estabilidad
democrática en la región.
Desde la década de los 90 del siglo XX, los diferentes gobiernos chilenos han
combinado lo ideológico con lo pragmático en sus relaciones internacionales.
Se buscó la reinserción internacional de Chile después del aislamiento
ocurrido durante la dictadura militar (1973 a 1990) y la búsqueda de aportar a
la consolidación democrática en la región (Gamboa, 2011). Ricardo Lagos
10 (2000-2006) creyó en la Tercera Vía, de un socialismo occidental, diferente al
de Hugo Chávez. Como Miembro No permanente del Consejo de Seguridad,
se opuso junto con México, a la intervención de Estados Unidos en Irak. Dio
fuerza al multilateralismo expresado en la autonomía del país y de sus
relaciones internacionales (Fonseca, 2006).
En términos generales la cultura ideológica de Chile se basa en la legalidad
en el respecto a los principios del derecho internacional y a los tratados
internacionales. De esta manera según Van Klaveren (2012) los derechos
humanos, la democracia, la integridad territorial del país, la libertad
económica y la responsabilidad internacional son los pilares de la política
exterior chilena.
Por su parte Colombia, también en la coyuntura actual, el Presidente Santos
propone una Tercera Vía a la cual el primer mandatario ya se había referido
antes de ser Presidente de la República. En este sentido, el jefe de Estado
continua fomentando el Modelo Neoliberal y el Regionalismo Abierto, pero
debido a las negociaciones en La Habana y al proceso de paz, sostiene que
se hace imperativo una política social y unas reformas económicas que
apunten a una mayor inclusión de la población, muy seguramente con una
Gobernanza Regional. En el ámbito internacional, la Tercera Vía 3 deberá
tener en cuenta lo que han sido los cambios y las continuidades de sus
políticas exteriores.
COOPERACIÓN, CAMBIOS Y CONTINUIDADES EN LA INSERCIÓN
EXTERNA DE COLOMBIA Y CHILE
3 La Tercera Vía es una corriente política que tiene como precepto la frase “el mercado hasta donde sea posible y el Estado hasta donde sea necesario”. Su base es un modelo económico mixto –es decir trabajo público y privado– y que se orienta políticamente en el centro. Una de las principales ambiciones del Presidente Santos, como mandatario, es que Colombia deje de ser un país que copia modelos de desarrollo y se convierta en una nación que los elabora e implementa. Es por eso, como él mismo lo ha reconocido, que en su primer periodo impulsó una serie de reformas estructurales al Estado para fortalecer las instituciones, y ahora, en el segundo, espera consolidarlas por el camino de la Tercera Vía (El Tiempo, 1 de julio de 2014). Esta propuesta de Santos ha generado diversos artículos periodísticos de opinión, entre otras cosas, por la reunión de los Expresidente Cardoso, Clinton, Tony Blair, en la ciudad de Cartagena a comienzos del mes de julio de 2014. 11 Desde los años 20 del siglo XX, la política exterior colombiana se ha
orientado hacia los Estados Unidos. En ese entonces se formuló el lema del
Respice Pollum –mirar a la Estrecha del Norte – orientándose hacia una
alianza incondicional con ese país, la cual pese al discurso actual de
diversificación, aún continúa.
Han sido escasos los momentos de búsqueda de autonomía de la política
exterior colombiana: tan solo los gobiernos de López Michelsen, siendo
canciller de Carlos Lleras Restrepo (1966-1970), periodo durante el cual se
planteó el Respice Similia: los dos primeros años del gobierno de Belisario
Betancur (1982-1986), y la administración de Ernesto Samper (1994-1998),
más por represalias de Estados Unidos que por la voluntad estatal. Estos
últimos fueron años de escándalos de dineros del narcotráfico que
deslegitimaron al gobierno colombiano y lo distanciaron de la potencia del
norte. Desde entonces con el Plan Colombia y el Plan Patriota, propiciado y
negociado por el gobierno de Andrés Pastrana, la cooperación militar en
materia de seguridad ha sido permanente.
La política exterior colombiana presenta una serie de características
estructurales y otras más coyunturales. Entre las primeras podemos ubicar la
Diplomacia Presidencial y también otros rasgos vinculados con la carencia de
Políticas de Estado, la Alianza Incondicional con Estados Unidos, la
fragmentación, la baja profesionalización del servicio exterior diplomático y la
estrechez del régimen político colombiano.
De manera coyuntural podemos identificar otros rasgos vinculados con el
lenguaje que utilizan los tomadores de decisión, los esfuerzos de
diversificación, la apertura coyuntural del sistema político a los actores no
gubernamentales, y la inserción y acercamiento hacia América latina y otras
áreas geográficas como la del Asia-Pacífico. Así por ejemplo Álvaro Uribe se
caracterizó por un lenguaje y acciones confrontacionales hacia países como
Venezuela y Ecuador, debido a diferencias ideológicas, llegándose incluso a
presentar
la llamada “Diplomacia del Micrófono” por medio de la cual
diversas agencias y actores se pronunciaban sobre temas internacionales
pero entre los cuales se carecía de coordinación y cada uno iba diciendo lo
12 que pensaba. Durante esos años, la política exterior fue un instrumento del
Programa de Seguridad Democrática, y se orientaba a buscar cooperación
militar y económica así como apoyo para llevar acciones en contra del
terrorismo.
A mediados de 2010, con el cambio de gobierno y la llegada de Juan Manuel
Santos a la Casa de Nariño, el estilo varió y se orientó hacia un creciente
pragmatismo. En noviembre de 2010 se renormalizaron las relaciones con
Ecuador y Venezuela, y hoy en día con los Diálogos en la Habana se
encuentra presente Venezuela y también Chile.
El tema de seguridad continúa siendo prioritario no solo por la presencia de
miembros de las FARC en territorio venezolano, sino por las diversas
ilegalidades que se presentan en la frontera las cuales abarcan desde el robo
de ganado y el contrabando de gasolina hasta amenazas tradicionales como
la del diferendo colombo-venezolano por el Golfo de Venezuela o de
Conquivacoa. En este sentido, las relaciones de Colombia con sus vecinos
pasaron de la ideologización al pragmatismo.
En este contexto, Colombia se acerca a otros países como Brasil y Chile.
Con el primero se comparte una frontera de 1.644 kilómetros creándose la
COMBIFRON
(agosto
2011),
y
suscribiendo
un
Acuerdo
de
Complementación Económica (CAN-MARCOSUR, 2004).
La cooperación en seguridad y el comercio y las inversiones4 constituyen los
principales temas de la agenda bilateral con Brasil. El comercio bilateral se
multiplicó
por
construcción,
cuatro
y
las
infraestructura,
inversiones
minería,
brasileñas
energía,
ciencia
–en
transporte,
y
tecnología-
aumentaron notoriamente. En el 2010, el comercio con Brasil alcanzó los
US$3.270 millones de dólares y las inversiones de ese país en Colombia los
775 millones (ALADI, 2011). En la actualidad, estas tendencias permanecen y
4 Las relaciones comerciales con Brasil se rigen por el Acuerdo de Complementación Económica N°59 CAN-­‐MERCOSUR. Dentro del proceso de desgravación estipulado en este mecanismo, en el año 2012, Brasil otorgó a Colombia el 100% de preferencia al 87% del universo arancelaria negociado, el 13% restante se desgravará entre los años 2016 y 2018. Por su parte, en este mismo año, Colombia otorgó a Brasil el 100% de preferencia arancelaria al 56% del universo arancelario negociado, un 5% adicional se desgravará en el año 2013 y el 39% restante entre los años 2015 y 2018. 13 la balanza comercial continua deficitaria para Colombia.
Los flujos
comerciales y la cooperación técnica resultan fundamentales principalmente
en la agricultura familiar. A su vez proyectos de cooperación fronteriza en los
ámbitos sociales, culturales y desarrollo económico han venido tomando
fuerza.
Por su parte, las relaciones diplomáticas entre Colombia y Chile, se remontan
a la época de la Gran Colombia, cuando Bolívar designó a Joaquín
Mosquera como Plenipotenciario ante los Gobiernos de Buenos Aires, Chile y
Perú, las cuales se institucionalizaron 100 años después en 1922.
Actualmente dichas relaciones pasan por un momento de dinamismo y
diálogo político. Los dos países han ido incrementando la convergencia de
intereses en diversas áreas de interés común, como la Diplomacia
Económica, los asuntos energéticos, la cooperación académica, la migración
y la region Asia- Pacifico.
Desde 1991 se suscribió un acuerdo de cooperación tecnica y cientifica que
contribuyó a la profundización de las relaciones Colombo-Chilenas. En este
contexto se creó la Comisión Mixta Binacional con un programa de
cooperación para dos años.
Diez años después en 2011, Colombia y Chile suscribieron un Memorando de
Entendimiento para la Asociación Estratégica, en materia de comercio,
cultura, cooperación y asuntos políticos y sociales, creándose cuatro
comisiones binacionales: la del Tratado de Libre Comercio; la de Asuntos
Culturales; la de Cooperación, y la de Política y Social, establecida para
profundizar y ampliar el diálogo político y social sobre cuestiones bilaterales e
internacionales de interés mutuo. Ese mismo año se firmó el Acuerdo de
Reconocimiento Mutuo de Títulos y Grados entre los dos gobiernos; y un
Memorando de Entendimiento orientado a la prevención y control de trata de
personas y de tráfico ilícito de migrantes.
El comercio bilateral ha venido creciendo y la balanza comercial resulta
favorable para Colombia. La participación del comercio bilateral para el 2012
14 entre Colombia y Chile representó el 3,63% y 1,62% respectivamente en
exportaciones e importaciones entre Colombia y el Mundo.
La relación económica y comercial entre los dos países se rige por el
Acuerdo de Libre Comercio, suscrito el 27 de noviembre de 2006 y vigente
desde el 8 de mayo de 2009. Este Acuerdo constituye un Protocolo Adicional
al Acuerdo de Complementación Económica . Colombia y Chile también
suscribieron un Acuerdo para la Promoción y Protección Recíproca de las
Inversiones, el 20 de enero de 2000.
El Acuerdo de Libre Comercio –ACL- ha permitido ampliar y dinamizar las
relaciones bilaterales y tener un socio comercial de amplia trayectoria y
solidez regional. Asímismo, Colombia se ha convertido en el primer destino
de la inversión chilena en el exterior, con más de US$ 5300 millones de
dólares en el 2012, para completar una participación del 62% del total de la
inversión en el exterior por parte de ese país.
En el 2014 se avanza en un proyecto energético conjunto, formulado en la
reunión de la Alianza del Pacífico de febrero de 2014. Sin lugar a dudas, la
cooperación con Chile resulta fundamental para Colombia debido a su
proyección temprana hacia la región Asia-Pacífico, a su pertenencia a la
APEC y OECD, grupos a los que Colombia desea ingresar.
En sus relaciones vecinales, Chile apoya la integración, se muestra favorable
al Regionalismo Abierto y a la suscripción de TLC. Se vinculó al MERCOSUR
estratégicamente, y a la CAN de la cual fue miembro fundador. Ha
participado activamente en UNASUR y la CELAC entendiendo que el primero
es un proyecto brasilero, que pragmáticamente apoya pero al que hace un
soft balancing por medio de la Alianza del Pacífico. En cuanto a la CELAC
hizo parte de la Troika, de manera conjunta con Venezuela y Cuba en la que
ejerció un liderazgo compartido con estos dos países. Tiene el TLC con
Estados Unidos, e ingresó a la APEC en 1994.
15 Con excepción de Piñera, los últimos gobiernos han hecho parte de la
Concertación centro-izquierda aunque con variaciones entre ellos. La
diferencia entre Lagos y Bachelet se centró en la presencia de Lagos en el
escenario internacional, mientras que Bachelet se acerca a la Unión Europea
y América Latina manteniendo vínculos con Estados Unidos (tanto con Bush
como con Obama). Enfatiza a su vez, en temas vinculados con la democracia
como los derechos humanos. En este sentido, rechaza el embargo de
Estados Unidos a Cuba.
Por su parte, la diferencia entre Piñera y el segundo período de Michael
Bachelet, se presenta en cuanto al énfasis económico del primero sobre todo
en la región asiática, mientras que la actual mandataria se orienta a fortalecer
el diálogo político con América Latina y a buscar una proyección
internacional.
Colombia y Chile hacen parte de la Alianza del Pacífico, creada el 28 de abril
de 2011, formalizando su acuerdo el 6 de junio de 2012, con la suscripción
del Acuerdo Marco en Paranal, Chile. Chile tuvo una inserción temprana en la
región Asia-Pacífico, a diferencia de Colombia que lo hace de manera tardía
(Ardila 2012). Hace parte de la APEC, y presenta un marco institucional con
varios países asiáticos. A su vez, a nivel interno, ha desarrollado la región
del pacifico, su infraestructura vial y portaría.
Chile
tiene firmados TLC y acuerdos de asociación económica con 51
países, Colombia 15 TLC que implican casi a una cincuentena de países, y
México 12 TLC con 44 países. Con esta característica buscan fomentar el
comercio intrarregional.
A su vez, los miembros de la Alianza del Pacífico pretenden interconectar los
cuatro países, basándose en un mayor conocimiento y acercamiento con el
objetivo de intercambiar experiencias y vincularse de manera conjunta a otras
áreas geográficas y grupos regionales. De ahí la eliminación de visados y los
intercambios de estudiantes y profesores entre sus países miembros. En este
sentido también han cooperado, compartiendo Embajadas y oficinas
comerciales.
16 A partir de los acuerdos de la Alianza, funcionan sedes diplomáticas
compartidas en Ghana (entre los cuatro países), Vietnam (Colombia y Perú),
Marruecos (Chile y Colombia) y Argelia (Chile y Colombia), Azerbaiyán,
(Chile y Colombia) y la Misión Diplomática en la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico -OCDE- (Chile y Colombia), y
próximamente en Singapur (Colombia y México).
Por otra parte, Chile, México y Perú han desarrollado una política marítima.
En cambio, Colombia carece de una política marítima y la región del Pacífico
se encuentra atrasada a pesar de su gran riqueza ecológica, hidrográfica,
minera y forestal. Es una zona colombiana muy deshabitada con una
densidad de 5 habitantes por kilómetro cuadrado. Esta región tiene una
participación del 10 por ciento en el PIB nacional, 10 millones de habitantes,
un índice de pobreza que supera el 60 por ciento. A eso se suma que el 85%
de la población tiene necesidades básicas insatisfechas, el 60% se encuentra
en la pobreza absoluta, la cobertura en salud no logra el 30% y alcanza un
50% de analfabetismo. En Buenaventura el 80% de la población pertenece a
estratos 1 y 2, según datos de Planeación y DANE. De alguna manera
parecería que las diferentes administraciones poca atención le ha prestado al
Pacífico colombiano. Y éste es un obstáculo para la inserción de Colombia en
una región con un gran significado a nivel del sistema internacional.
Durante muchos años, Colombia descuidó su Diplomacia Económica e
institucional, y cerró embajadas en Asia-Pacífico al contrario de lo que
hicieron otros países latinoamericanos. Brasil tiene 16 Embajadas, Chile 12,
México 11, Perú 10, mientras que Colombia tan solo 9, tres de las cuales se
abrieron o reabrieron durante la presente administración de Santos. Este
gobierno inició un proceso de reapertura de algunas de ellas como la de
Indonesia, Singapur y Tailandia. A su vez se comparte oficinas comerciales
con Chile en ciudades como Shanghái. Sin embargo, el esfuerzo hasta ahora
realizado es insuficiente y a veces da la impresión de que su interés hacia
esta área geográfica es más retórico que real.
Colombia carece de una
presencia económica e institucional continua y efectiva en esa región.
17 No obstante avanza en la negociación de TLC con esa región como lo hizo
con Corea en el 2013 suscripción del Tratado de Libre Comercio, el 21 de
febrero de 2013 que se espera traiga beneficios para el sector agropecuario y
agroindustrial. El Acuerdo permitirá además, aumentar los flujos de inversión
coreana, y de este modo fortalecer, modernizar y diversificar la industria
nacional. Se trabaja también en el mejoramiento de la productividad y
competitividad para posibilitar el acceso para sectores con potencial en el
mercado coreano: autopartes, diseño textil, software, tercerización de
procesos, cosméticos y turismo de salud. Sin embargo, este Convenio no ha
sido aprobado por el Congreso Colombiano.
A su vez, Colombia y Japón negocian actualmente un Acuerdo de Asociación
Económica (EPA) y se suscribió un Acuerdo de Protección y Promoción
Recíproca de Inversiones. (APPRI). Existe particular interés en la
tercerización
información,
de servicios, software y servicios de tecnologías de la
acero,
automoción,
energías
renovables,
minería
e
infraestructura, entre otros.
Pero, la Alianza del Pacífico también busca fortalecer vínculos y cooperación
entre los países que la integran y con América Latina en general. Durante los
últimos años, Chile ha tenido relaciones estrechas con la Nueva Izquierda
aunque tuvo relaciones difíciles con los Kishner, Morales y Chávez
oponiéndose al ALBA. Las diferencias con Venezuela llevaron a Chile a
oponerse al intervencionismo de ese país, solicitó el retiro del Embajador en
Caracas y se opuso a la candidatura de Venezuela al Consejo de Seguridad
en la calidad de miembro no permanente (Pérez Llana, 2008).
Suramérica no ha sido fácil para Chile, lo ha sido la Unión Europea y AsiaPacífico. La nueva correlación de fuerzas, por una parte la nueva izquierda y
por la otra, el liderazgo y los interés de Brasil, llevaron a Chile a buscar
nuevos aliados y a profundizar las relaciones con Colombia y México. Con
Cuba y Venezuela se dieron diferencias ideológicas apoyando disidentes en
Cuba aunque no llegó a darse un enfrentamiento mayor y más directo. Usa a
México para hacerle contrapeso a Brasil y al ALBA. También a Colombia y a
la Alianza del Pacífico. En este sentido, Chile compite con Brasil y Venezuela,
18 y le hace un contrabalanceo al ALBA, mientras que Colombia coopera con
ellos desde el 2010 cuando Juan Manuel Santos llega a la Casa de Nariño.
Ambos, tanto Chile como Colombia, fomentan nuevas alianzas y profundizan
sus relaciones entre ellos y con México.
Para Colombia, su inserción internacional tampoco ha sido fácil. Como
hemos señalado la relación con Venezuela y Ecuador se debilitó y se hizo
tensa y conflictiva con Álvaro Uribe, reestableciéndose su normalidad con
Santos, aunque no se ha retornado a parámetros anteriores sobre todo
económicos en los cuales Colombia era un exportador de productos con valor
agregado hacia estos dos vecinos. Ello explica en gran medida, además de la
afinidad ideológica y los intereses comunes, el acercamiento y la cooperación
entre Colombia y Chile.
CONCLUSIÓN
Los cambios ocurridos a nivel del sistema internacional dieron lugar al
surgimiento de potencias regionales de diferente rango. Brasil y México en
una jerarquía superior que Venezuela, Chile y Colombia. Aquí resulta
pertinente cuestionarse acerca de la relevancia del Poder Duro en su
posicionamiento y escalamiento regional e internacional.
Aunque Chile y Colombia son dos países con vertiente hacia el mar Pacífico,
la geopolítica y geoestrategia de ambos no es la misma. Colombia además
de tener una vertiente hacia el Océano Pacífico, es un país andino,
amazónico y caribeño y se encuentra situado al norte de Suramérica. El
primero ha avanzado en una política marítima mientras que el segundo, a
pesar de tener 2 mares, el Caribe y el Pacífico, poco se ha interesado por
desarrollarla. Durante varios años Chile hizo parte del Grupo Andino desde
su fundación en 1969 hasta 1976, retornando como estado asociado 30 años
después en el 2006. En la actualidad, comparten organismos regionales
como la Alianza del Pacífico, UNASUR, la OEA y la CELAC.
Colombia y Chile son Potencias Regionales de diferente rango. La primera
estuvo aislada el escenario regional mientras que la segunda a pesar de no
19 haber manifestado interés acerca de ejercer un liderazgo, ha fomentado una
hegemonía blanda, tiene seguidores y muchos países quieren imitar sus
ideas y concepciones. El poder regional se caracteriza por la habilidad del
liderazgo y de construcción de una relación líder-seguidores; a su vez, se
construye como una categoría social que depende del reconocimiento de
otros. En este sentido se podría afirmar que Chile ejerce un liderazgo de bajo
perfil, que en ocasiones comparte con países como México, y en grupos
específicos como el de la Alianza del Pacífico.
Este organismo regional que hace parte de un Nuevo Multilateralismo, es una
región construida socialmente y presenta un gran reconocimiento y
legitimidad. No obstante, tiene una baja institucionalidad –que se rige por
Secretarias Pro-Tempore- , y una Diplomacia Presidencialista muy arraigada.
Los 4 países que integran esta Alianza no son limítrofes pero si comparten
una afinidad ideológica orientada a un esquema neoliberal, de apertura y
Regionalismo Abierto. Además tienen ideas similares, históricamente muy
buenas relaciones que avanzan hacia una profundización y creciente
cooperación entre ellos.
Con Estados Unidos también muestran buenas
relaciones e incluso alianzas de varios años como es el caso colombiano.
Todos ellos a su vez, han suscrito TLC con esa potencia.
El cambio de gobierno es una variable importante de tener en cuenta en el
análisis lo cual es relevante para el estudio de caso examinado de estos dos
países. Especialmente en Colombia se observan cambios de Uribe a Santos
y muy probablemente Santos 2 tenga sus propias particularidades de
inserción internacional. Se habla de una Tercera Vía en la que el proceso de
paz y la integración de los alzados en armas llevarán al país a buscar fuentes
de cooperación y financiación similares al Plan Colombia. En Chile también
hay cambios entre Piñera y Bachelet 2, está última mucho más orientada
hacia América Latina que al Asia-Pacífico.
Chile es una Potencia Regional Secundaria Madura caracterizada por su
hegemonía blanda, su liderazgo discreto de bajo perfil, sus recursos
institucionales, el desarrollo de ciencia y tecnología, y la calidad de la
Democracia y de la Diplomacia.
Se percibe a su vez, como una de las
20 economías más exitosas de la región pese a las desigualdades económicas y
a los crecientes movimientos estudiantiles. A los 100 días de gobierno de
Michael Bachelet su índice de cumplimientos de las 56 medidas propuestas
era de un 92%. Las inversiones en educación y salud han ido avanzando y
se encuentra pendiente una reforma tributaria.
Colombia es un país que transitó de la ideologización al pragmatismo. Se
reinserta en América Latina y para ello se vale del cambio en el discurso, de
la construcción de nuevas alianzas y de grupos regionales como la Alianza
del Pacífico. El liderazgo compartido de Chile y México es un hecho, y hay
sectores, como el energético, en el que también Colombia presenta
posibilidades de ejercer un liderazgo. Su presencia en Asia ha sido tímida y
tardía, pero se vale de Chile y de la Alianza del Pacífico en general para
avanzar en una mayor actividad.
Las relaciones entre Colombia y Chile se profundizan en diferentes ámbitos
como el de La Diplomacia Económica, aspectos energéticos, la migración,
los asuntos culturales y la región Asia-Pacífico. La Alianza del Pacífico ha
servido para fortalecer sus relaciones e interacciones. A su vez, los dos
países son aliados de México y fomentan políticas de cooperación entre ellos
y con terceros. Se muestran partidarios de un Multilateralismo Cooperativo.
Así como hay países que a las potencias hegemónicas responde de manera
confrontacional o competitiva, estos dos países lo hacen de manera
cooperativa, aunque en algunos casos Chile compite con países como
Venezuela, México y Brasil.
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