Afiliada a Confederación Mundial del Trabajo Confederación Europea de Sindicatos SINDICATO U.S.O.-ARAGON Francisco Bayo Rodríguez Responsable de la Sección de Sanidad SINDICATO USO-ARAGÓN EXPONE A LOS GRUPOS PARLAMENTARIOS DE LAS CORTES DE ARAGÓN EN SU COMPARECENCIA ANTE LA COMISIÓN DE PETICIONES DE FECHA 15 DE ABRIL DE 2.008: Que, el 13 de noviembre de 2007, se suscribió un Acuerdo entre el Servicio Aragonés de Salud y los sindicatos integrantes de la mesa sectorial de sanidad, en materia de Carrera Profesional, que se va aplicar a los empleados públicos de profesiones sanitarias del Servicio Aragonés de Salud y a los grupos A y B no sanitarios del Servicio Aragonés de Salud que no estaban incluidos en la Ley 44/2003, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, publicada en el BOE el 22 de noviembre de 2003, así como a todos los empleados públicos de los grupos C,D, y E de dicho organismo, que tampoco estaban contemplados en la citada Ley. Que, el plazo del 24 de noviembre de 2007, que se establece en la Ley 44/2003, es para establecer un modelo de desarrollo profesional para las Profesiones Sanitarias definidas en los artículos 2, 6 y 7 de dicha Ley, en el grado de licenciado (medicina, farmacia y veterinaria) y en el grado de diplomados (enfermería, fisioterapia y terapia ocupacional entre otras). Los empleados públicos de la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón que prestan sus servicios profesionales como veterinarios, farmacéuticos, médicos y diplomados en enfermería del Departamento de Salud y Consumo, veterinarios del Departamento de Agricultura y Alimentación y médicos y diplomados en enfermería del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, todos ellos Son profesionales sanitarios contemplados en la Ley estatal 44/ 2003. En los artículos 37,38 y 39 de la Ley estatal 44/2003, se reconoce a los empleados públicos anteriormente citados el derecho al desarrollo profesional (“ carrera profesional sanitaria”). C/ Miguel Servet, nº 3 – bajo 50002 Zaragoza Teléfono: 976 594 300 Fax: 976 419 314 E-mail: [email protected] Afiliada a Confederación Mundial del Trabajo Confederación Europea de Sindicatos La Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón no está reconociendo el desarrollo profesional sanitario (“carrera profesional sanitario”) a los empleados públicos de profesiones sanitarias citados. La Diputación General de Aragón discrimina a dichos empleados públicos, sin causa justificada para la diferencia de trato con los empleados públicos de la misma Administración que ejercen sus profesiones sanitarias en el organismo autónomo Servicio Aragonés de Salud, dependiente de la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón. El motivo aducido por la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón es que los citados empleados públicos con profesiones sanitarias no prestan sus servicios en el Servicio Aragonés de Salud, incumpliendo tanto el espíritu como la letra de la Ley estatal 44/2003. Se vulnera además, el principio de igualdad reconocido en el artículo 14 de la Constitución Española (CE) y el derecho de acceso a la función pública en condiciones de igualdad, reconocido por el artículo 23.2 de la CE y los principios del artículo 103 CE. La disposición transitoria segunda de la Ley estatal 44/2003 prevé un plazo de cuatro años a partir de la entrada en vigor de la Ley para la implantación del desarrollo profesional (“carrera profesional sanitaria”) en todas las profesiones sanitarias previstas en los artículos 6 y 7. La citada Ley entró en vigor el 23 de noviembre de 2003, por lo que el término se cumplió el 23 de noviembre de 2007. A los empleados públicos de las profesiones sanitarias del Servicio Aragonés de Salud se les reconoció la citada carrera o desarrollo profesional sanitario desde el 1 de julio de 2005. Estos percibían, como anticipo de la misma un adelanto económico mensual, en aplicación de Acuerdos sindicales de 26 de abril de 2005. La diferencia de trato entre unos empleados públicos que ejercen sus respectivas profesiones sanitarias en el organismo autónomo “Servicio Aragonés de Salud” y otros organismos autónomos (Instituto Aragonés de Servicios Sociales) o Departamento de la misma Administración pública es contraria de principio y al derecho de igualdad en y ante la Ley (artículo 14 de la CE) y de su proyección en el ámbito específico de la función pública (artículo 23.2 con el 103 CE y Art. 24 CE).). C/ Miguel Servet, nº 3 – bajo 50002 Zaragoza Teléfono: 976 594 300 Fax: 976 419 314 E-mail: [email protected] Afiliada a Confederación Mundial del Trabajo Confederación Europea de Sindicatos Que, en dicho acuerdo no se contempla el modelo de desarrollo profesional de los Licenciados que no son médicos, entre ellos los Veterinarios, colectivo este con una problemática que pasaremos a detallar de forma sucinta y que hace insostenible su situación por mas tiempo. El modelo acordado sí contempla modelos de desarrollo profesional para, aproximadamente, 18000 trabajadores, la mayoría de los cuales no son de las citadas profesiones sanitarias. Que, este precepto, junto a otros como la movilidad de los profesionales, están igualmente establecidos en la Ley 16/2003, de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud. Esta Ley, en sus artículos 40, 41 y 42, establece el sistema de desarrollo profesional, la carrera profesional y la evaluación de competencias. En su artículo 41 dice que carrera profesional es el derecho de los profesionales a progresar de forma individualizada, como reconocimiento a su desarrollo profesional en cuanto a conocimientos, experiencia en las tareas asistenciales, investigación y cumplimiento de los objetivos de la organización en la que prestan sus servicios. La Ley 44/2003, de Ordenación de Profesiones Sanitarias, establece el derecho de los profesionales de las profesiones sanitarias de los artículos 6 y 7, al sistema de desarrollo profesional consistente en el reconocimiento público y expreso del desarrollo alcanzado por un profesional sanitario. Los veterinarios somos profesionales pertenecientes al Sistema Aragonés de Salud. Ya han surgido interpretaciones torcidas, con motivo de la Disposición Adicional Quinta de dicha Ley 44/2003, que dice que las disposiciones de esta Ley sólo se aplicarán a los profesionales de los artículos 6 y 7, cuando presten servicios en centros sanitarios integrados en el Sistema Nacional de Salud. El Real Decreto 1277/2003, por el que se establecen las bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios, de carácter básico, define en su artículo 2 el centro sanitario, como conjunto organizado de medios técnicos e instalaciones en el que profesionales capacitados, por su titulación oficial o habilitación profesional, realizan básicamente actividades sanitarias con el fin de mejorar la salud de las personas. Por tanto los centros en los que están ubicados los veterinarios, deben de ser considerados como centros sanitarios. En caso contrario, no tiene ningún sentido que la Profesión Veterinaria sea una Profesión Sanitaria y que las disposiciones de la Ley de Profesiones Sanitarias, no les sean aplicadas por el mero detalle de estar es centros de trabajo no registrados como centros sanitarios. El artículo 2 de dicho Real Decreto establece que las disposiciones del mismo se aplicarán a todos los centros, servicios y establecimientos sanitarios, de cualquier clase y naturaleza. Por tanto los servicios que presta un profesional sanitario del Sistema de Salud, cuando su centro de trabajo no está registrado como centro sanitario, tienen que tener la misma consideración que los que se presten en ellos. Lo contrario sería C/ Miguel Servet, nº 3 – bajo 50002 Zaragoza Teléfono: 976 594 300 Fax: 976 419 314 E-mail: [email protected] Afiliada a Confederación Mundial del Trabajo Confederación Europea de Sindicatos tan absurdo como afirmar que como no se ha cumplido la disposición reglamentaria, (Registro del centro como centro sanitario) por parte de la Administración, se anula el derecho que da la Ley. Por tanto, dichas discusiones no anulan de ningún modo el derecho evidente de los Licenciados Sanitarios al Sistema de Desarrollo Profesional y no son más que excusas para, una vez más marginar e ignorar los grandes servicios que presta la Profesión Veterinaria a la sanidad (Salud Pública). Esto mismo es lo que establece la Ley General de Sanidad, en su artículo 8, dice que se considera actividad básica del sistema sanitario, la que pueda incidir sobre el ámbito de la veterinaria de salud pública en relación con el control de la higiene, la tecnología y la investigación alimentarias, así como la prevención y lucha contra las zoonosis y las técnicas necesarias para la evitación de riesgos en el hombre debidos a la vida animal o a sus enfermedades. Queremos subrayar que estas actividades son desempeñadas por los veterinarios del Departamento de Agricultura también, y no sólo por los de sanidad. Igualmente en el Capítulo II, artículo 18, establece en los puntos 10 y 12, el control de los riesgos para la salud derivados de los productos alimentarios y la promoción y mejora de las actividades de veterinaria de salud pública, sobre todo en las áreas de la higiene alimentaria, en mataderos e industrias de su competencia, y en la armonización funcional que exige la prevención y lucha contra las zoonosis. Vamos a exponer de forma pormenorizada y lo más brevemente posible, la cronología de la marginación a la que se está sometiendo sistemáticamente a nuestra profesión. Los Servicios Veterinarios Oficiales, provienen de la antigua Sanidad Local. En ella se prestaban servicios en Partidos, en los que se compatibilizaba el ejercicio profesional con la Función Pública. En 1989, por el Decreto 149/89, se reestructuran los Servicios Veterinarios Oficiales, pasando a prestar servicio en Zonas Veterinarias y Mataderos, en los Departamentos de Agricultura y Sanidad. Dichos profesionales estaban en la Escala Sanitaria Superior, subrayamos lo de Escala sanitaria. Mientras tanto hay un grave problema de interinidad, de sobras conocido por los parlamentarios de Aragón, que duró hasta 2002. En ese lapso de tiempo se convocan plazas de veterinarios de la Escala Facultativa. Una serie de compañeros veterinarios entran por oposición entonces, y al ser gran parte de los veterinarios interinos, acceden sin problemas a puestos de jefaturas de todo tipo. En el año 1995 se publica el Decreto 156/95, por el que se crean y modifican clases de especialidad y se regulan aspectos relativos a las relaciones de puestos de trabajo. En él, con la siguiente exposición que transcribimos, se nos saca de la Escala Sanitaria. Exposición: El Decreto 126/1991, establece las clases de especialidad pertenecientes a las escalas de cada cuerpo de funcionarios de la Administración de la Comunidad Autónoma. C/ Miguel Servet, nº 3 – bajo 50002 Zaragoza Teléfono: 976 594 300 Fax: 976 419 314 E-mail: [email protected] Afiliada a Confederación Mundial del Trabajo Confederación Europea de Sindicatos La experiencia adquirida desde la fecha de su aprobación, así como la necesidad de adecuación impuesta por el lógico dinamismo en la evolución de las funciones y servicios de la Administración y la recepción de transferencias con el consiguiente traspaso de personal, tanto efectuadas hasta la fecha, como de previsible asunción, exigen una modificación del mismo. Por otro lado, las Cortes de Aragón, en sesión plenaria celebrada el 29 de marzo de 1995, aprobaron una proposición no de Ley en el sentido de integrar a los Veterinarios de Zona en la Escala Facultativa Superior. El establecimiento de las Escalas de los funcionarios del Grupo A, se establece por Decreto Legislativo 1/91. En el Artículo 16.1, se establecen cinco Escalas, entre ellas la Sanitaria y la Facultativa y se dice claramente que ello se hace de acuerdo a la naturaleza de las funciones atribuidas. Es decir que si los veterinarios de Zona se incluyeron en la Escala Sanitaria, sería porque sus funciones son sanitarias. Si se les saca de dicha escala, se quiere decir que sus funciones han dejado de ser sanitarias, para ser meramente facultativas. Dicha concepción entra en contradicción con la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias. Consideramos que ahí está la base de la marginación de esta profesión, que ha dado pie a que se la saque de toda posibilidad de consideración que no sea nivel base. Dicho cambio se vendió muy bien, con el señuelo de que fuera de la estructura sanitaria, el funcionario podía optar a muchos puestos en concurso, como jefaturas u otros puestos, mientras que la carrera técnica, como se llamaba entonces, limitaba la carrera a los puestos técnicos de su titulación. Dicha previsión efectivamente se cumplió mucho entre los compañeros que entraron mientras el grueso de los veterinarios eran interinos. Posteriormente, nos dimos cuenta de que nuestros jefes eran en muchos casos de promociones posteriores a las nuestras. La histórica reivindicación del nivel 24 para los veterinarios tiene mucho que ver con la “carrera técnica”. Recientemente se dictó otra sentencia más que nos lo deniega, Sentencia 118/2007. En ella se expone que en el Acuerdo de Consejo de Gobierno de la DGA, de 27 de diciembre de 1988, han oído bien, 1988, en la Manifestación séptima del Anexo II, se recoge que las Centrales Sindicales y los representantes de la Administración en la Mesa de Negociación, estiman imprescindible que se reconsidere la valoración de determinados puestos, por la especialidad de sus actividades no integradas en las estructuras administrativas, a fin de que tengan una atribución de niveles semejante a la establecida para los puestos de estructura, al efecto de garantizar una carrera profesional en la administración. Añade posteriormente que se realizarán los estudios pertinentes, garantizando su aplicación a lo largo de 1989 con efectos retroactivos. Sigue el acuerdo diciendo que si no se realiza lo anterior se aplicará el nivel 24, con carácter provisional y con las correspondientes partidas presupuestarias. Posteriormente la Comisión de Sanidad y Asuntos Sociales aprobó una proposición no de ley para conceder el nivel 24 a los C/ Miguel Servet, nº 3 – bajo 50002 Zaragoza Teléfono: 976 594 300 Fax: 976 419 314 E-mail: [email protected] Afiliada a Confederación Mundial del Trabajo Confederación Europea de Sindicatos Veterinarios Titulares. Más adelante, en el Acuerdo citado se dice que la valoración de los puestos de veterinario, tiene carácter provisional, hasta que se realice la valoración definitiva, y que a los efectos de la citada valoración, dichos puestos de trabajo se incluyen en la denominada “línea profesional” derivada de la especialidad de sus actividades. La fecha de efectividad del acuerdo es 1 de enero de 1991. Igualmente, en el acuerdo de 24 de junio de 1996, Sindicatos-Administración, se prevé la “carrera técnica” de los veterinarios. La Sentencia concluye que la pretensión del nivel 24, es una cuestión sin solución jurisdiccional, ya que no existe cobertura normativa alguna que dé cabida a dicha pretensión. Es decir y resumiendo, como estamos en la “línea técnica” y ésta no se ha establecido, no se pueden valorar adecuadamente los puestos de veterinario. Una vez llegada la fecha tope que daba la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias, en 2007, todo sigue igual, o mejor dicho, mucho peor. Mientras nuestra profesión vuelve a ser marginada de la carrera profesional, miles de trabajadores del SAS, sin profesión Sanitaria alguna, van a obtener importantes incrementos salariales, salidos de nuestros bolsillos, mientras los auténticos protagonistas de la Ley de Ordenaciones Sanitarias, o parte de ellos, contemplan atónitos y sin poderlo creer, semejante disparate. Para el que tenga alguna duda de lo oportuno de nuestra pretensión, el Justicia de Aragón nos da la razón. En el Expediente DI-799/2003-4, después de exponer los hechos anteriormente citados, concluye recomendando a la DGA, sobre una queja de veterinarios, que desarrolle un modelo definitivo de carrera profesional para los funcionarios que desempeñan actividades de naturaleza técnica no asignadas a Jefaturas de Unidades de la estructura orgánica, y dé solución definitiva y específica al problema que presenta la valoración de los puestos de trabajo vinculados a dichas funciones. Ello es en 2003, es decir cuando todavía quedaban cuatro años para planear la carrera profesional de la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias. Cuando han pasado casi veinte años de todo esto, y después de no hacer nada en esos cuatro años, determinados cargos de la administración, que han autorizado adelantos a los médicos y ATS, de 170 euros mensuales, en los dos últimos años, nos proponen que esperemos y que harán una estructura nueva, en la que una vez integrados, en 2011 o 12, se podría establecer una carrera profesional para los veterinarios. No podemos seguir con promesas. Los veterinarios y otros colectivos como médicos, farmacéuticos, personal del IASS, etc., tenemos el mismo derecho que el resto de profesiones sanitarias a un sistema de desarrollo profesional y lo vamos a exigir a partir de enero de 2008. C/ Miguel Servet, nº 3 – bajo 50002 Zaragoza Teléfono: 976 594 300 Fax: 976 419 314 E-mail: [email protected] Afiliada a Confederación Mundial del Trabajo Confederación Europea de Sindicatos Siguiendo con la problemática de esta profesión, en cuya solución la administración se empeña, después de veinte años de no hacer nada, en seguir así, vamos a exponer los problemas que este sindicato ha transmitido a la administración, sin ningún resultado. Las funciones de los veterinarios de Administración Sanitaria, según Decreto 149/1989 son: “Las de los veterinarios de sanidad son, la higiene de la alimentación, la inspección de industrias y establecimientos alimentarios, la vigilancia y el control de enfermedades transmisibles, la sanidad ambiental y la promoción de la salud.” “Las de los veterinarios de matadero son la vigilancia y control del cumplimiento de la reglamentación técnico sanitaria de estos establecimientos y funciones de salud pública y sanidad animal.” “Las de los veterinarios del Departamento de Agricultura son la vigilancia y control de las enfermedades animales, los programas de protección sanitaria y mejora ganadera, la lucha contra las zoonosis o enfermedades transmisibles al hombre, la inspección y el control de los establecimientos de productos zoosanitarios y otras.” Por tanto está claro que las funciones de todos los veterinarios son eminentemente sanitarias, tal y como establece la Ley General de Sanidad. Para más abundamiento en el tema del carácter sanitario de los veterinarios, hay que señalar, que en el último concurso de méritos convocado en el año 2005, se aplicó el baremo correspondiente al Decreto 195/98 Reglamento de provisión de puestos de personal sanitario no especializado, el cual se aplicó para todos los veterinarios, incluidos los del Departamento de Agricultura y en concurso común. En él se dice muy claramente que los veterinarios son personal sanitario. Funciones de los Veterinarios, como funcionarios del Grupo A: la administración no pone personal administrativo suficiente en las Zonas Veterinarias, Mataderos y Oficinas Comarcales. En las Zonas Veterinarias, es habitual que el trabajo de administrativo lo tenga que hacer un veterinario. En los Mataderos no hay administrativos, y si los hay son de la empresa. En el Departamento de Agricultura, se ha establecido de hecho, que los veterinarios se dediquen fundamentalmente a hacer papeleo, con funciones tan propias del grupo de funcionarios superiores como coger el teléfono, atender directamente las solicitudes de los ciudadanos, la realización de todas las tramitaciones administrativas propias de ganadería, la tramitación de ayudas ganaderas etc. etc. Ello es inaudito en una administración pública. A la vez las funciones más profesionales se van desplazando a veterinarios de Sirasa. Es normal que en las reuniones de lucha contra enfermedades, un veterinario de esta empresa esté dando las directrices e interpretando las cuestiones más especializadas desde el punto de vista veterinario y dando las pautas a los funcionarios. Todo ello con el beneplácito de Jefes de Servicio y de Sección, que se ponen al lado para C/ Miguel Servet, nº 3 – bajo 50002 Zaragoza Teléfono: 976 594 300 Fax: 976 419 314 E-mail: [email protected] Afiliada a Confederación Mundial del Trabajo Confederación Europea de Sindicatos avalar este proceder. Mientras tanto en esta empresa, muchos veterinarios favorecidos por la administración, hacen méritos para entrar cuando llegue el momento. Las funciones del Grupo A son las superiores de la administración y las de su titulación y no incluyen la gestión típica de los funcionarios de gestión del Grupo B. Por mucho que las ayudas ganaderas se refieran a animales, la gestión de las mismas corresponde al Grupo B y C y las Inspecciones o actuaciones profesionales de veterinario corresponden a los veterinarios. Ello es muy grave pues se da el caso de que los veterinarios tienen que dejar de inspeccionar actividades que se deben de inspeccionar obligatoriamente por Reglamentos Europeos, porque el papeleo es prioritario y es habitual que los administrativos no sean capaces de hacerlo. Un ejemplo es muy elocuente. En la tramitación de primas ganaderas, los controles administrativos tienen casillas en los que se pide la firma del veterinario, confirmando que la documentación aportada es correcta. Es decir, la administración considera que un veterinario está para comprobar que el solicitante de una subvención ha aportado todos los documentos necesarios. Es decir algo así como si en una delegación de hacienda, los Inspectores de Hacienda repasaran la documentación de los contribuyentes, para asegurarse de que está completa. Una cosa es participar en aquéllas fases de la tramitación administrativa que son propias del Grupo A, como los informes o las inspecciones, y otra es hacer de administrativo. Otras funciones altamente especializadas que se hacen en los mataderos, por ejemplo, es meter la documentación de traslado de animales en ordenadores, descuidando las funciones veterinarias, lógicamente. En fin, así podríamos estar enumerando tareas absurdas, que no son más que el resultado de muchos años de desidia y desinterés por nuestra profesión. Otro de los problemas básicos de las funciones de los veterinarios es la inspección. Como la función principal de los veterinarios es la inspección sanitaria, tanto de establecimientos relacionados con sus competencias, como de sanidad animal y control de zoonosis, hay que señalar que le hemos dicho a la administración que no estamos de acuerdo en absoluto con la condición que nos adjudica de meros funcionarios, sin más condición de autoridad pública. Ello es así, puesto que el levantamiento de actas, de las que se debe de seguir inexcusablemente un expediente sancionador, caso de haber infracciones sanitarias, requiere por la Ley de Procedimiento Administrativo, artículo 137, el tener la condición de autoridad, para que las actas tengan valor probatorio y el procedimiento sancionador sea legal. Si no es así, los afectados por las sanciones o las medidas cautelares, podrían decir que los hechos que se constatan en acta no son ciertos, y la administración no podría actuar contra las infracciones sanitarias. Esta condición de autoridad no puede ser otra que la de Inspector. En las actas y en la documentación en general, se nos denomina inspectores, pero luego esa condición no se quiere plasmar en las relaciones de puestos de trabajo. Este hecho ya está planteado en recurso Contencioso Administrativo, junto con otros hechos C/ Miguel Servet, nº 3 – bajo 50002 Zaragoza Teléfono: 976 594 300 Fax: 976 419 314 E-mail: [email protected] Afiliada a Confederación Mundial del Trabajo Confederación Europea de Sindicatos relacionados con la inspección. El más importante de ellos es que la administración no se siente obligada a tramitar todas las actas en las que se constaten infracciones sanitarias. Tanto es así, que tiene circulares en las que se ordena dar plazos para corregir las deficiencias y que no se mande el acta para su tramitación. Este proceder incumple claramente la Ley General de Sanidad, que en su artículo 32 dice claramente que las infracciones sanitarias serán objeto de las sanciones administrativas correspondientes, previa instrucción del oportuno expediente. Sobre este tema estamos a la espera del pronunciamiento de los Tribunales de lo Contencioso, pero en todo caso, la negativa rotunda a que los veterinarios sean Inspectores, es muy reveladora del interés que demuestra nuestra administración por el cumplimiento de las normativas sanitarias. Con respecto a la normativa europea, el Reglamento CE 882/2004 sobre controles oficiales, establece en su artículo 4, que el personal que efectúe los controles oficiales, debe de poseer la capacidad jurídica necesaria para efectuar los controles y tomar las medidas establecidas el dicho Reglamento. Otro punto muy importante de nuestro trabajo, es que el ejercicio de nuestras funciones descansa sobre la base de que los veterinarios conduzcamos coches, bien nuestros, bien de la administración. Son ya varias las Sentencias firmes del Tribunal Superior de Justicia de Aragón y de otras comunidades autónomas que dicen que los veterinarios de la D.G.A. no tienen obligación de conducir ni el coche oficial, ni el particular puesto al servicio de la Administración, puesto que no era obligatorio para acceder a la condición de funcionario, ni aparecía en las bases de oposiciones ni está recogido en el Decreto regulador de las funciones de los Veterinarios. Dado el endurecimiento de la normativa al respecto, es comprensible que haya funcionarios que se nieguen a ejercer funciones que no les son exigibles. No es la actitud general, pero está claro que si una parte niega todos los derechos, no está en condiciones de recriminar que no le den lo que no le deben. Por tanto, dada la situación, está por ver cuál será la actitud del colectivo con este tema, si como se ha visto con el acuerdo de desarrollo profesional del personal del SAS, la administración derrocha el dinero con funcionarios, cuyo derecho a ese desarrollo, por el momento no existe, en el caso de todo el personal del SAS que no tiene profesión sanitaria, y a la vez le niega ese derecho a los profesionales que sí lo tenemos. Además tenemos que tener presente que las tres Sentencias firmes del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, la D.G.A. no las ha ejecutado ni cumplido. SE ha burlado de los Tribunales de Justicia. Con fecha 6 de Febrero de 2.008, sacó una orden por la que modificaba la relación de puestos de trabajo de los veterinarios y farmacéuticos en las que C/ Miguel Servet, nº 3 – bajo 50002 Zaragoza Teléfono: 976 594 300 Fax: 976 419 314 E-mail: [email protected] Afiliada a Confederación Mundial del Trabajo Confederación Europea de Sindicatos incluía como requisito estar en posesión del Carnet de Conducir, todo ello con efectos retroactivo que, como sabemos, va en contra de la CE. Es decir, en vez de cumplir con lo que los magistrados ordenan, ellos burlan las sentencias poniendo un requisito claramente inconstitucional y nos siguen obligando a conducir a los colectivos de veterinarios y farmacéuticos. Esta orden de 6 de Febrero de 2.008, está recurrida por vía de Derechos Fundamentales. Estamos a la espera del pronunciamiento de los Tribunales. El tema de los mataderos es muy importante también. Son unos establecimientos en los que se da una problemática específica, por ser establecimientos en los que hay funcionarios, pero cuyas instalaciones y personal auxiliar son de la empresa sujeta a la inspección de los mismos. En estos establecimientos, que sepamos nosotros, no se están pagando tasas de inspección veterinaria, como establece la Ley de Tasas de Aragón, y los Reglamentos Europeos. Esta responsabilidad, no sabemos de quién es, pero los veterinarios están ahí y no hay más personal funcionario. No podemos admitir que se nos adjudique la función de recaudarlas, pero la Ley de Tasas establece que se tiene que haber pagado, para solicitar la inspección. Se establece igualmente en la legislación de tasas la prohibición de exenciones totales, salvo la deducción de gastos de personal aportados, cuyos porcentajes de descuento están establecidos. Estas tasas son obligatorias también por el Reglamento CE 882/2004. En su Anexo VI establece los criterios que se deben de seguir para establecer la cuantía de las mismas. El primero es el coste del personal que efectúe los controles. El resto de los costes también se deben de tener en cuenta. Por tanto hay que ir pensando que los controles oficiales derivados del Reglamento CE 882/2004, se deben de cobrar a los sujetos afectados, calculando los costes salariales del controlador y otros, y que por tanto, la falta de presupuestos, no es ningún obstáculo para pagar a los inspectores lo que se debe, pues dichos costes se deben de repercutir en las tasas de los controles. No hemos oído nada de que esto se piense hacer y sí vemos negativas a las reivindicaciones retributivas más elementales, como es el nivel adecuado, la carrera profesional etc. Este tema afecta a los mataderos y a todos los controles oficiales. A este respecto hay que citar una actividad que ya se ha empezado a hacer, como es las auditorías de establecimientos alimentarios, sujetos a las competencias veterinarias. Por lo que se ha hecho hasta ahora, estas auditorías, en la parte de auditoría de los planes de autocontrol, se ha planteado como un servicio gratis a los operadores económicos. Esto es contrario al Reglamento 882/2004 y al sentido común. Pues los operadores se limitan a C/ Miguel Servet, nº 3 – bajo 50002 Zaragoza Teléfono: 976 594 300 Fax: 976 419 314 E-mail: [email protected] Afiliada a Confederación Mundial del Trabajo Confederación Europea de Sindicatos hacer un plan y a esperar que le llegue el turno de que la administración venga a corregírselo gratis. Con esto no se consigue seguridad alimentaria, puesto que como lo previsto en principio por los reglamentos europeos es que se audite cada industria o establecimiento afectado, al menos una vez cada cinco años, en el periodo que pasa hasta que llega el auditor, puede ocurrir que dicho plan sea inservible, pero como no han venido los auditores todavía, el operador no tiene ninguna responsabilidad, pues tiene un plan de autocontrol que es lo que dice la legislación. Como quiera que la administración sanitaria no ha previsto nada en este terreno que sepamos, está en el aire si los incumplimientos que se deriven de informes de auditoría, son sancionables. Este tema está también en los tribunales Contenciosos. En todo caso, creemos que hacer auditorías gratis a los establecimientos alimentarios es contrario al Reglamento 882/2003, y además da lugar a que no se pueda retribuir al personal que efectúa los controles, con esas tasas, tal como establece el Reglamento. Otros problemas que se dan en los mataderos se derivan de que en ellos y en las Zonas Veterinarias, hay personal Coordinador, elegido por una norma derogada y que, una vez agotado el plazo para el que fueron designados, siguen actuando y cobrando por ese concepto. Ya se ha comunicado a la Administración que creemos que esos coordinadores están actuando como si tuvieran una jefatura sobre el resto de los compañeros, lo cual nos parece grave, pues puede dar pie a que pongan y quiten a los veterinarios de determinadas funciones dentro del establecimiento, sin tener que justificar esas medidas. No nos extendemos más sobre este tema que ya está planteado en el recurso citado anteriormente. Otro problema endémico de la administración es el uso de comisiones de servicio no justificadas y por encima de los plazos autorizados. Es tal el problema, que habitualmente no las propone la administración al funcionario, sino que directamente se la pide el funcionario por intereses particulares, llegándose al extremo de estar la plaza de origen del comisionado en reserva, después de años y sin salir en los escasos concursos de méritos que salen. Es un uso lamentable, pues no es, en muchos casos más que una forma de retribución encubierta de favores y de fomentar la pasividad ante tantos problemas no resueltos. Este tema está también en vía Contenciosa. Sobre las actuaciones de Sirasa ya hemos hablado y hay varias recomendaciones del Justicia de Aragón, que versan sobre ejercicio de funciones públicas, por parte de veterinarios de la empresa, como por ejemplo las guardias que efectúa para el Departamento de Agricultura. El justicia de Aragón nos da la razón en el expediente DI-391/2005-4, en el que recomienda que esa no es forma admisible de ejercer las competencias de la administración. El tema también está en los tribunales. C/ Miguel Servet, nº 3 – bajo 50002 Zaragoza Teléfono: 976 594 300 Fax: 976 419 314 E-mail: [email protected] Afiliada a Confederación Mundial del Trabajo Confederación Europea de Sindicatos El cobro de complementos elementales como el de peligrosidad, tan evidente en la actividad de los veterinarios, es otra reivindicación inatendida por nuestra administración. Es una discriminación con respecto al personal laboral que no entendemos. En su momento tendrá que ir a los tribunales. Otro tema muy importante es la organización periférica del Departamento de Agricultura. Esta se establece por Decreto 188/2004 y en ella se establecen jefaturas en las oficinas comarcales. Como es fundamental para esta administración tener a jefes designados por libre designación (a dedo), y este sindicato cree que esto no sólo no es necesario, sino que pretende extender dicho sistema a todos los puestos que pueda. Esta cuestión fue recurrida ante los Tribunales, la cual ha sido resuelta a favor de los recurrentes (AVOA). Naturalmente, dicha sentencia ha sido apelada por la DGA. La organización periférica de los servicios veterinarios de sanidad, parece que va en el mismo sentido. No entendemos dicha actitud, pero está claro que no va en la línea precisamente de profesionalizar dichas estructuras. Pero es que, además, en el caso de las oficinas comarcales de agricultura, se ha efectuado una auténtica pirueta legal, para crear los puestos de jefatura. Se han amortizado 18 plazas de veterinario y unas cuantas más de ingeniero técnico, para dárselas a los afectados, antes del procedimiento selectivo de libre designación. Es inaudito, tanto el sistema de amortización, como la forma de efectuarlo, pero da una idea de la creatividad de ciertos gestores públicos, creatividad que no usan por cierto para la solución de los problemas expuestos de nuestra profesión. De esta forma, cuando se cese a un jefe, se le deberá crear otra vez una plaza en la misma localidad. Además se sitúa en igualdad de categoría a los funcionarios del Grupo Superior, con los del Grupo Técnico. Pero lo más grave no son estos detalles, sino que nadie puede creer en una organización, en la que los veterinarios que tienen funciones de inspección, estén a las órdenes de un jefe de oficina rural elegido a dedo, como se suele decir. Este no es serio, sencillamente, y va en contra del citado Reglamento 882/2004, pues el veterinario que efectúa controles oficiales, puede no tener capacidad jurídica para efectuarlos. No queremos decir con esto que consideremos que no debemos tener jefe, pero es evidente que la estructura de las oficinas comarcales no tiene la prioridad del control y de la inspección, sino que se ha hecho para dar servicio a agricultores y ganaderos y es absurdo reunir el control y el servicio en la misma estructura. Sí se puede en la misma estructura física, pero no jerárquica y menos bajo el mando de un jefe de rango inferior y de otra formación técnica, elegido por libre designación. Es intención de este sindicato, el promover con esta exposición la solución a un problema inmediato, como es la aplicación de los mismos derechos que se han aprobado para el C/ Miguel Servet, nº 3 – bajo 50002 Zaragoza Teléfono: 976 594 300 Fax: 976 419 314 E-mail: [email protected] Afiliada a Confederación Mundial del Trabajo Confederación Europea de Sindicatos personal médico del Servicio Aragonés de Salud, en el año 2008, como es nuestro derecho por Ley 44/2003. Hemos expuesto de forma extensa, pero que podría serlo mucho más, la problemática de esta profesión veterinaria, básica para la sanidad según la Ley General de Sanidad, con la finalidad de transmitir claramente la idea de que esto es una última apelación a la razón y de denuncia de una discriminación histórica que tiene que acabar. Queremos que las Cortes de Aragón y los Grupos Parlamentarios sean conscientes de lo que está en juego ante el futuro, si se permite que esto siga así, pues va a ser precisa mucha buena voluntad, de la que ya nos queda poca, para afrontar los problemas que se avecinan en la salud pública y animal. Por otra parte, siempre se pone el inconveniente del coste que este sistema de desarrollo profesional tiene para la Comunidad Autónoma. Por un lado, no se ha escatimado el dinero para darle este sistema a miles de trabajadores del SAS, no incluidos en la Ley 44/2003. Por otro ya hemos citado que los controles oficiales derivados del Reglamento CE 882/2004 se tienen que financiar cobrando las tasas obligatorias desde el 1 de enero de 2007, de las secciones A, de los Anexos IV y V y con tasas y gravámenes del tipo que sea, en el resto de los controles, hasta cubrir el coste de los mismos. El Anexo VI del mismo establece el criterio para establecer la cuantía de las tasas, y el primero es el salario del personal que efectúa los controles. En el Capítulo VI de dicho Reglamento, sobre financiación de los controles oficiales, artículo 26 del principio general, establece que los estados miembros velarán por que existan los recursos económicos adecuados para facilitar los recursos personales y de otro tipo necesarios para efectuar los controles oficiales por cualesquiera medios que se consideren oportunos, incluida la imposición general o el establecimiento de tasas o gravámenes. Nos preguntamos si existen estas previsiones de ingresos en los Presupuestos de 2008, y caso de no ser así, si no será ésta la razón por la que no hay recursos para retribuir adecuadamente a los veterinarios. Por tanto y al ser un tema que afecta al Estado Español, este sindicato se va a poner en contacto con los Ministerios de Sanidad y Agricultura, para plantear el tema y si no se consigue nada, nos pondremos en contacto con la Unión Europea, para informar del tema de la financiación de los controles oficiales veterinarios en España. Si se permite que miles de funcionarios, que no tienen derecho de momento, y hasta que no se desarrolle el Estatuto de la Función Pública, a ese sistema de desarrollo profesional de profesionales sanitarios (Ley 44/2003), mientras se le niega a los protagonistas de dichas profesiones sanitarias como los veterinarios, farmacéuticos y otro personal del IASS, etc. entenderemos que la vía del diálogo y la razón no sirven y por tanto sólo cuenta la capacidad de presión. C/ Miguel Servet, nº 3 – bajo 50002 Zaragoza Teléfono: 976 594 300 Fax: 976 419 314 E-mail: [email protected] Afiliada a Confederación Mundial del Trabajo Confederación Europea de Sindicatos En definitiva solo pedimos que se cumpla la Ley 44/2003 de Ordenación de la profesiones sanitarias, porque la Ley está para cumplirse, y cuando el Gobierno de Aragón no cumple dicha Ley las Cortes en su labor de control al Gobierno deben de tomar las medidas oportunas para que lo haga. Por concluir, comentar que llevamos más de tres años esperando la reestructuración de los servicios de Salud Pública de la Comunidad Autónoma de Aragón. Dichos servicios han funcionado y funcionan bien, siendo garantes en todo momento de la salud pública. Ahora bien, si queremos mejorar nos parece perfecto, pero no a costa de proyectos oscuros que no conoce nadie y por lo que se va sabiendo, pudiera conculcar los derechos de lo veterinarios, farmacéuticos, médicos, etc., que como titulares con destino definitivo tienen, es decir, nada sabemos de si se van a llevar a cabo traslados forzosos de una comarca a otra, de una zona veterinaria a otra, a ningún colectivo que ha sido reestructurado se le ha obligado a traslados forzosos traumáticos, siempre ha mediado el consentimiento por parte del personal afectado, solicitamos a las Cortes de Aragón que hagan los trámites oportunos para que la DGA informe puntualmente a todo el personal afectado para que en su caso puedan presentar las alegaciones que consideren oportunas, y así si fuera necesario oponerse al proceso así planteado. En estos momentos no sabemos en que va a quedar todo esto, por todo ello solicitar amparo a las Cortes de Aragón, para que el Gobierno de Aragón no conculque los derechos de los citados trabajadores. Por todo ello, este Sindicato SOLICITA: 1-Se acuerde, presentar por los Grupos Parlamentarios una Proposición de Ley, para que con efectos de 23 de Noviembre de 2007, los Veterinarios, Médicos, Farmacéuticos y ATS de Administración Sanitaria de la DGA; así como a Médicos y Diplomados en Enfermería del Instituto Aragonés de Servicios Sociales tengan los mismos derechos al Desarrollo Profesional, que se conceden al personal Licenciado y Diplomado Sanitario en los Acuerdos de 13 de noviembre de 2007, entre el Servicio Aragonés de Salud y los sindicatos integrantes de la mesa sectorial de sanidad, para el personal del SAS. C/ Miguel Servet, nº 3 – bajo 50002 Zaragoza Teléfono: 976 594 300 Fax: 976 419 314 E-mail: [email protected] Afiliada a Confederación Mundial del Trabajo Confederación Europea de Sindicatos 2- Se introduzcan las modificaciones presupuestarias necesarias para que los efectos económicos de dicha implantación en el personal antes citado, sean factibles. Si ello no fuera posible, se introduzcan en la Ley de Presupuestos de 2009, las previsiones de ingresos derivadas del cumplimiento del Reglamento CE 882/2004, anteriormente expuestas, para financiar la carrera profesional de los Veterinarios de Administración Sanitaria de la DGA. 3-Se elabore una enmienda a la Ley 6/2002 de Salud de Aragón, de tal forma que en su artículo 39 de la inspección, se sustituya la calificación de “agente de la autoridad” de los inspectores, por la de “autoridad sanitaria”, tal y como hemos razonado anteriormente. 4-Solicitamos una iniciativa legislativa que asegure el cumplimento de las Sentencias firmes dictadas por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón en relación a la no obligación de conducir que tienen los Veterinarios de Administración Sanitaria del Gobierno de Aragón. 5- Solicitamos una iniciativa legislativa que asegure que no se van a conculcar los derechos adquiridos de los veterinarios titulares en destino definitivo con traslados forzosos en la próxima reestructuración de los Servicios de Salud Pública de Aragón. 6- Una iniciativa legislativa que obligue al Gobierno de Aragón a que convoque el preceptivo concurso de traslados, con todas las vacantes, para Veterinarios de Administración Sanitaria, dado que ya han transcurrido más de dos años del último convocado estándose conculcando ya la normativa al respecto, cubriéndose las vacantes producidas por comisiones de servicio que se eternizan en el tiempo y se dan a dedo. Zaragoza, a 10 de Abril de 2.008 Fdo: Francisco Bayo Rodríguez Responsable de la Sección de Sanidad SINDICATO USO-ARAGÓN A LOS GRUPOS PARLAMENTARIOS DE LAS CORTES DE ARAGÓN C/ Miguel Servet, nº 3 – bajo 50002 Zaragoza Teléfono: 976 594 300 Fax: 976 419 314 E-mail: [email protected]