informe sobre carga de trabajo enero 2009

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INFORME SOBRE CARGA DE TRABAJO
Desde la elaboración del Libro Blanco se ha venido desarrollando la idea de la
necesidad de medir la carga de trabajo, que debe asumir cada órgano
jurisdiccional y cada titular, juez o magistrado en el desempeño de la función
de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado.
Para el Libro Blanco el objetivo de esta medición era conocer la planta judicial
constatando que gran numero de órganos superaban el modulo de entrada de
asuntos, así como la medición de la actividad de jueces y magistrados.
La ley de Retribuciones completó la idea de la medición de carga de trabajo,
en relación a la retribución variable que cada titular podía percibir por asumir
mayor volumen de trabajo que el establecido para el órgano, en el que ejercía
sus funciones.
Los módulos aprobados por el CGPJ en mayo del 2001 no gozaron de un
amplio consenso y con algunas modificaciones fueron utilizados para el calculo
de las retribuciones variables de jueces y magistrados, actividad inspectora y
sancionadora y otorgar o denegar compatibilidades, siendo de obligado
cumplimiento la autodeclaración de los titulares de los órganos, hasta la
Sentencia del TS , que los anuló momento a partir del cual la declaración pasó
a ser voluntaria mediante diversos acuerdos del CGPJ, hasta el año 2007
incluido .
El anterior CGPJ pretendió, a lo largo de su no mas largo mandato, elaborar
una nueva medición de carga de trabajo mediante la denominada Valoración
del desempeño de la función Jurisdiccional (en la practica una nueva medición
de la carga de trabajo), que no tuvo ningún efecto al no ser finalmente
aprobada.
La cuestión de medición de carga de trabajo razonable para la función
jurisdiccional de jueces y magistrados, ha estado siempre rodeada de una gran
polémica habida cuenta de la dificultad de medición objetiva de nuestra
función, de los resultados contradictorios y no queridos que producía esta
medición y de su vinculación a las retribuciones variables.
A fecha de hoy existe un amplio consenso en la desvinculación de la medición
de carga de trabajo de los efectos retributivos variables y en la necesidad de la
elaboración de unos métodos de medición de carga de trabajo, vinculados a la
carga asumible para llevar a cabo la función jurisdiccional, a la medición de
entrada de asuntos por órgano judicial, por titular de órgano y por carga
razonable de resolución de asuntos, con el fin de tener un conocimiento
objetivo de la carga de trabajo exigible y de la necesidad de creación de
órganos judiciales o plazas de juez y/o magistrado en función de la entrada de
asuntos .
Se trata por tanto y como principal objetivo de adecuar la planta judicial a la
carga de trabajo y al número de jueces y magistrados necesarios para asumir
la función jurisdiccional, con respeto de las garantías de los ciudadanos y del
derecho constitucional a la tutela judicial efectiva.
Para la elaboración de nuevos parámetros sobre la carga de trabajo a fecha de
hoy, parece, que según los acuerdos de la primera reunión de la Comisión
Nacional de Estadística Judicial, instrumento de coordinación de los sistemas
estadísticos creado el pasado año y en el que participan, además del Ministerio
de Justicia, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la Fiscalía General
del Estado, las Comunidades Autónomas -representadas por País Vasco,
Cataluña, Canarias y Madrid- y el Instituto Nacional de Estadística, para
elaborar un nuevo sistema de medición, hay que introducir no solo datos
puramente numéricos, sino otros relativos a la complejidad de los asuntos, la
penosidad y otras circunstancias de los que hoy no se dispone y que son
necesarios para determinar la planta judicial y para prever las necesidades del
propio sistema judicial. La comisión mixta CGPJ-Ministerio de Justicia
encomendó a la Comisión Nacional de Estadística el diseño de este nuevo
modelo de medición, y pretende estandarizar las aportaciones que jueces y
secretarios judiciales hacen a la elaboración de los datos estadísticos. Se trata
de conocer en tiempo real cuál es la situación de todos los órganos
jurisdiccionales, ya que hoy se carecen de datos para saber de forma
automática cuál es la carga de trabajo, pendencia y el tiempo de respuesta de
un determinado órgano jurisdiccional.
Se pretende que a través de la integración de los sistemas estadísticos que se
esté en condiciones de adoptar de forma inmediata cualquier tipo de medidas
de refuerzo o reaccionar ante cualquier disfunción y se pretende la
interconexión de los sistemas informáticos de las Comunidades Autónomas,
Ministerio y CGPJ para que a finales de 2009 “toda la Administración de
Justicia en España esté en red, de tal forma que desde cualquier puesto se
pueda acceder y solicitar información a cualquier unidad judicial".
Lo cierto es que el CGPJ no dispone de método, ni de instrumento fiable de
medición de la carga de trabajo razonable en cada órgano y para cada titular ,
y que aun, sin conocer datos exactos puede presumirse que mas del 50 % de
los Jueces y Magistrados, soportan una sobrecarga de trabajo superior al
numero de asuntos de entrada , en función del cual se creó un órgano judicial,
que esta situación es extensible a órgano judiciales mixtos ,violencia de
genero, menores, primera instancia, contencioso administrativo, penal
(especialmente ejecutorias), mercantil, social, Audiencias y Salas de Social y
Contencioso de los TSJ y que se ha creado un malestar profundo en la carrera
judicial por las condiciones laborales de sobrecarga de trabajo en la que se
desempeña nuestra función, que conllevan un sobre esfuerzo permanente y un
retraso intolerable en un estado de derecho, en la resolución de conflictos, así
como distorsiones en el ejercicio jurisdiccional de juzgar y de ejecutar lo
juzgado, de las que se responsabiliza a los jueces y magistrados .
Para ello resulta urgente el compromiso del CGPJ y del Ministerio de Justicia
en llevar a cabo la ejecución integral y sin dilaciones de tres pilares básicos de
la administración de justicia:
1.- La puesta en funcionamiento de la nueva Oficina Judicial en la que Jueces
y Magistrados ejerzan sus funciones jurisdiccionales y se les libere de tareas
que no son propias de esta función.
2.- La informatización integral de la administración de justicia que permita la
interconexión de los órganos judiciales, el conocimiento puntual del número de
asuntos, tramitación, estado, etc… así como la máxima agilización de los
trámites procesales.
3.- El diseño y ejecución de la estadística judicial, rigurosa y fiable, que permita
conocer con exactitud el número de asuntos que juzga y ejecuta cada juez o
magistrado y cada órgano judicial y los plazos de tramitación y de resolución
de los litigios. La estadística judicial debe permitir el conocimiento exacto de la
carga de trabajo el número de asuntos de entrada, el tiempo de tramitación y
resolución y el número de asuntos resueltos.
Por ultimo es necesario que un grupo de expertos designados por el CGPJ
diseñe, atendiendo a cada jurisdicción y a las leyes procesales, la carga de
trabajo razonable para cada juez o magistrado, objetivando al máximo las
circunstancias subjetivas que todo litigio contiene.
Así mismo para fijar los parámetros de la carga de trabajo hay que considerar
circunstancias externas a la estricta función jurisdiccional, como el desempeño
de cargos gubernativos, tareas asociativas y tiempos de formación, valoradas
individualmente.
La carga de trabajo de cada titular de un órgano jurisdiccional deberá tener un
mecanismo de revisión periódica, dados los cambios legislativos que pueden
producirse, que deberán establecer para el caso de que supongan un previsible
incremento de litigios, un incremento de planta judicial y de numero de jueces
y suponer en el caso de superarse significativamente, en mas de un 25 %, de
forma automática, la creación de la misma manera de nuevos órganos y plazas
judiciales.
La medición de carga de trabajo debe tener como principal objetivo el
desempeño de la función jurisdiccional con pleno respeto de los derechos de
los ciudadanos a una justicia de calidad, eficaz, ágil, sin dilaciones indebidas , y
que haga cumplir lo juzgado, en justo equilibrio con el derecho de jueces y
magistrados al desempeño de su función en condiciones laborales dignas y
adecuadas, sin sobreesfuerzos personales y voluntaristas y con el deber del
desempeño de esta función de acuerdo con las garantías constitucionales que
nos son exigibles.
No se trata de fomentar el productivismo de jueces y magistrados como
instrumento para atajar el retraso en la resolución de asuntos, sino de
acomodar el numero de órganos judiciales y de jueces y magistrados a la carga
de trabajo, es decir al numero de litigios que en los distintos ordenes
jurisdiccionales se producen, incrementando estos últimos (órganos judiciales y
plazas de juez y/o magistrado) en la medida en que la carga de trabajo supere
lo razonable o se incremente por factores de reformas legislativos o económico
sociales, teniendo siempre presente de un lado que la función jurisdiccional
debe ser desempeñada con sosiego y que los litigios deben ser estudiados con
profundidad, así como que es exigible a los jueces y magistrados en el
ejercicio de su potestad y de acuerdo con la LOPJ una alto grado de dedicación
y responsabilidad en su desempeño.
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