Insight : Resilience

Anuncio
INSIGHT
The global infrastructure magazine / Issue No. 5 / 2013
Resilience
With a special feature on
Latin America’s
infrastructure
market
Se requiere
algo de fuerza:
Cómo ganará América
Latina en el escenario
mundial
2 | INSIGHT | Resilience
SPOTLIGHT
Por Mauricio Endo,
KPMG en Brasil
A
primera vista, todo indica que
América Latina está por explotar
en un frenesí de actividad en
infraestructura. Sólo se necesita
ojear las páginas de este informe especial
sobre América Latina para encontrar ejemplos
alentadores de países, gobiernos e inversionistas
en infraestructura haciendo compromisos
masivos y catalizando cambios importantes
dentro de los mercados de infraestructura
de la región.
Mucho dinero, grandes planes
Tome como ejemplo el nuevo Programa de
Inversión en Logística de Brasil, el cual concibe
el gasto de 66 mil millones de dólares en
ferrocarriles y carreteras, 30 mil millones de
dólares en puertos y casi 18 mil millones de
dólares en aeropuertos. O considere los 112 mil
millones de dólares de Colombia en inversiones
en infraestructura planeadas entre 2012 y 2020.
Y México tiene una lista de alrededor de 1,100
proyectos que suman un total de 400 mil millones
de dólares que necesitan completarse dentro
de los próximos cinco años.
La acción en el campo de la política también
ha sido igualmente alentadora, con muchos
gobiernos que en el pasado se habían opuesto
vehementemente a la participación privada
en el sector de infraestructura, y ahora se
ocupan de redactar y promulgar nuevas leyes
con la intención de alentar las Asociaciones
Público-Privadas (APP) y la inversión privada. La
promulgación de nuevas leyes APP de Colombia
y México en 2013 son evidencia clara del cambio,
como así también los recientes esfuerzos de
Brasil para mejorar la ley APP existente.
Haciendo que funcione
Pero mientras que todo esto puede parecer
buenas noticias para la región, la desafortunada
realidad es que los planes de inversión masiva
y la legislación que los apoya simplemente
no alcanzan para catalizar el tipo de cambio
transformador que nuestra región necesita
tan desesperadamente. Existen tres áreas en
las que los gobiernos latinoamericanos deben
concentrarse antes que estos ambiciosos
y tan necesitados planes de inversión en
infraestructura puedan verdaderamente
comenzar a ser abordados.
Primero, los gobiernos deben comenzar a
desviar su atención de las medidas puramente
populares para, en cambio, priorizar e implementar
un entorno sostenible para los planes económicos
a largo plazo. La realidad es que algunos (pero
no todos, por cierto) países latinoamericanos
están perdiendo competitividad y deprimiendo
la productividad al poner a la opinión popular
por delante de las decisiones (a veces duras)
que deben ser tomadas por el bien de sus
economías. Venezuela y Argentina han sufrido
un deterioro económico importante desde que
se estableció una agenda populista; Chile y
México han disfrutado de lo opuesto.
Segundo, los países latinoamericanos
necesitarán mejorar el profesionalismo y la
capacidad de sus programas de infraestructura
dramáticamente. La realidad es que los
inversionistas internacionales están buscando
programas claros, transparentes y bien
gestionados en los cuales invertir. El problema
es que pocos países latinoamericanos tienen
actualmente la habilidad o la capacidad de
gestionar el tamaño y el alcance de los programas
que hay en juego. Esto significa que los programas
están con frecuencia mal planeados, pobremente
estructurados o presentados con riesgos sin
mitigar y, como resultado provocan, más la
disuasión que la persuasión de los inversionistas,
tanto locales como internacionales. Lo que
necesitamos es mejorar con urgencia el
profesionalismo de nuestros programas, en
el corto plazo a través del apoyo por parte de
consultores externos experimentados y, en el
largo plazo, a través de un programa continuo de
contratación, capacitación y desarrollo internos.
La tercera área que requiere atención
inmediata de los líderes latinoamericanos son
los mercados financieros. Pocos (con la notable
excepción de Chile) han desarrollado algunos
mercados reales de financiamiento privado de
infraestructura de los cuales hablar, y la mayoría
están esforzándose por desarrollar los vehículos
apropiados para apoyar la inversión privada.
Como resultado, la mayoría de la actividad
en América Latina ha sido financiada a través
de bancos de desarrollo nacional (tales como
BNDES en Brasil) o de apoyo multilateral. Pero,
dados los objetivos de inversión masiva y los
agresivos cronogramas articulados por los
líderes a través de nuestra región, parece claro
que el financiamiento privado de proyectos, así
como los mercados de bonos y los vehículos de
inversión efectivos, necesitarán ser desarrollados
rápidamente si queremos alcanzar nuestros
elevados objetivos.
Es hora de actuar
Afortunadamente, hay fuertes ejemplos
de países latinoamericanos que, habiendo
ya reconocido esas realidades, han estado
poniéndose en acción agresivamente durante
los últimos años. El primero entre éstos fue
Chile que, casi dos décadas atrás, revisó
completamente su programa y mercado
de infraestructura. La legislación APP ahora
está bien definida, probada y entendida, los
programas de inversión están preparados
profesionalmente y son bien recibidos por los
actores internacionales; además, los bancos
comerciales han estado activos con los
programas de financiamiento. Colombia también
ha tenido mucho éxito al crear mercados de
infraestructura y vehículos de inversión y,
durante los años recientes, rara vez se ha
quedado corta de inversión.
Otros, sin embargo (Brasil como principal
entre ellos), se encuentran ahora al borde
de un precipicio. La elección es clara: tomar
acción positiva hoy y cosechar los beneficios
por generaciones, o mantener el statu quo y
permitir que el país y la economía flaqueen y,
por consecuencia, fallen.
El hecho es que los inversionistas y operadores
de infraestructura operan en una economía global
donde los programas nacionales son comparados
unos contra otros y la competencia es feroz.
En esta guerra global por la inversión, otras
regiones se están moviendo o más rápido, o
con más compromiso. De hecho, si las cosas
permanecen como en la actualidad, no sería
una sorpresa si África o el sudeste asiático
eclipsaran a América Latina como destino de
inversión dentro de la próxima década.
La conclusión es que nuestros gobiernos
regionales deben tomar acción inmediata, tanto
individualmente como en grupo, si esperan
elevar a nuestros países a un nivel de clase
mundial. Y no hay tiempo que perder: las
acciones que se tomen hoy repercutirán por
décadas. Esperemos que sean las acciones
correctas y no sólo las más fáciles.
Resilience | INSIGHT | 3
México
continúa abriendo terreno
4 | INSIGHT | Resilience
SPOTLIGHT
Por Leonardo Estévez,
KPMG en México
N
o se puede negar que la reputación
de México ha sido golpeada en los
últimos años. El país ha estado trabado
en una feroz batalla contra poderosos
carteles de la droga, desde que lanzó una ofensiva
en el 2006 y los titulares de las noticias afuera
del país han tenido una tendencia a enfocarse
en lo negativo.
Lo que con frecuencia se pasa por alto, sin
embargo, son las ventajas y fortalezas únicas de
México. Por ejemplo, la economía mexicana es
fundamentalmente estable. En el centro hay una
fuerte base manufacturera y renombradas fábricas
textiles que importan materia prima, al tiempo
que producen bienes para el consumo interno y
para la exportación. Un fuerte sector industrial,
especialmente el de manufactura de automóviles
y el de electrónicos, está complementado por
grandes reservas de petróleo y abundantes
yacimientos de plata, plomo y zinc.
De acuerdo con el Reporte de Competitividad
Global 2012-2013 publicado por el Foro Económico
Mundial, el Producto Interno Bruto (PIB) de
México continúa sobrepasando al resto de la
región latinoamericana y caribeña. Goldman Sachs
ha predicho que la economía de México será la
quinta en el mundo en el 2050.
Nuevo siglo, nuevo enfoque
La historia de la infraestructura en México se
puede describir como un edredón de parches.
Hasta que el Partido de Acción Nacional (PAN)
rompió el acaparamiento del poder del Partido
Revolucionario Institucional (PRI) a principios del
2000, el liderazgo de México invertía la mayoría de
sus esfuerzos de infraestructura en un área a la vez.
A principios del siglo XX, eso significaba
ferrocarriles. Los gobiernos subsiguientes
invirtieron en petróleo y gas, y luego en
carreteras. Eso creó una columna comercial y
social desbalanceada y pobremente integrada
para el vasto país.
El enfoque de infraestructura de México para
el siglo XXI, comenzando con la administración
del presidente Vicente Fox del 2000 al 2006, ha
sido decididamente más holístico.
Cuando el presidente Fox tomó el poder en
el 2000, el gobierno comenzó a abordar las
oportunidades de infraestructura y desarrollo en
una manera más integrada. Su administración
lanzó un programa de infraestructura que incluiría
a cada uno de los sectores. Cuando el gobierno
vio la montaña que México debía escalar luego de
décadas de método de un solo carril, reconocieron
la necesidad de adoptar una estrategia de APP
para el desarrollo de la infraestructura.
El sucesor de Fox, Felipe Calderón, continuó
la evolución. Cuando asumió la presidencia en
2006, el Foro Económico Mundial calificó a la
infraestructura de México como la número 64
en el mundo. En la región latinoamericana, el
país venía rezagado detrás de Barbados, Chile,
Panamá, Jamaica, El Salvador y Uruguay. El gasto
en infraestructura permaneció en sólo el 3.2% del
PIB, comparado con el 5.8% de Chile.
El Plan Nacional de Infraestructura de México
fue lanzado en 2007, junto con una enérgica
declaración por parte de Calderón de que, “México
no puede y no debería quedar retrasado”. El gasto
en infraestructura durante su mandato se elevó
a 5% del PIB y atrajo importantes inversiones
privadas tanto locales como del exterior.
Resilience | INSIGHT | 5
En total, unos 188 mil millones de dólares
en inversiones fueron asignados al plan de
300 proyectos, alrededor de 75% de los
cuales habían sido completados al final del
término de la presidencia de Calderón. Los
proyectos abarcaban desde la pavimentación
de rutas rurales hasta la construcción del
Puente Baluarte, el puente colgante más alto
del mundo. Hacia el final de 2012 se habían
construido cerca de 21,000 kilómetros de
carreteras. Una de las joyas de la corona, la
autopista Durango-Mazatlán, de 1600 millones
de dólares, será completada en el verano de
2013, conectando al Golfo de México con el
Océano Pacífico.
El PRI regresa al poder
En diciembre de 2012, Enrique Peña Nieto
recuperó la presidencia mexicana para el PRI.
El cambio en el liderazgo político, sin embargo,
no presagia un cambio en las ambiciones de
infraestructura de México.
KPMG ha pasado una cantidad de tiempo
importante con personas de la nueva
administración, quienes claramente reconocen
que la infraestructura debe ser una de las
prioridades más importantes de México si es
que el país aspira a competir en el escenario
mundial.
Unos de los primeros actos de gobierno de
la administración de Peña fue la promulgación
de una nueva y ambiciosa ley de APP en
6 | INSIGHT | Resilience
enero de 2013. Anteriormente, los proyectos
eran gobernados por una serie de leyes y
reglamentaciones fragmentadas, las que
con frecuencia causaron demoras en el
desarrollo y modelos de asignación de riesgos
imperfectos que ponían nerviosos a los posibles
inversionistas. La Secretaría de Hacienda y
Crédito Público de México (SHCP) estima
que la reestructuración de los procesos de
desarrollo y licitación bajo la nueva ley verá
proyectos arrancar hasta seis meses antes
que los promedios actuales.
Un aspecto particularmente interesante
de la nueva ley es la provisión para
propuestas no solicitadas. Anteriormente,
el gobierno desarrollaba todos los proyectos
de infraestructura para ser licitados, pero
ahora una compañía privada puede proponer
un proyecto. Para hacer las cosas aún
más competitivas, todas las propuestas
no solicitadas serán abiertas a licitación
pública. Esperamos que esto fomente a un
sector privado mucho más proactivo, a la vez
que aumente la competencia y acelere los
cronogramas de los proyectos.
Nueva administración, nuevas
oportunidades
Reconociendo que México debe continuar
pensando de forma alternativa acerca de su
infraestructura, la nueva administración se
está encargando de identificar todo el rango
de necesidades. Esperamos que un 60% de
la inversión durante esta legislatura se haga
en el sector de energía, que ha estado en
recesión por varios años. También anticipamos
inversiones importantes en transporte, tales
como carreteras, ferrocarriles, puertos y
aeropuertos; en plantas de tratamiento y
desalinización de agua para consumo humano
y agricultura; así como en infraestructura
social y turismo.
En total, hay más de 1,100 proyectos
posibles, sumando unos 400 mil millones
de dólares. Incluso al índice de inversión
pública actual de 5% del PIB, eso deja una
brecha de alrededor de 250 mil millones de
dólares en financiamiento que deben provenir
del sector privado.
Ese cuarto de billón de dólares abre un
mundo de oportunidades para los actores
locales e internacionales.
Vemos mucho potencial para las compañías
de ingeniería, contratistas y operadores
internacionales y esperamos ver una estrategia
verdaderamente global. México está mirando
al Reino Unido en particular porque fue nuestro
modelo pionero de los planes APP. España está
mostrando interés debido a nuestros idiomas
y cultura en común. Pero para asegurar que los
proyectos sean de la más alta calidad, también
esperamos la participación de los franceses,
estadounidenses, canadienses, portugueses,
brasileños y muchos otros.
SPOTLIGHT
Hacer amigos
Para las compañías internacionales que están
observando a México, sugerimos que trabajen
en colaboración con un socio local para ayudar
a reducir el riesgo de trabajar en un nuevo país
por primera vez.
Las compañías extranjeras pueden aprender
acerca del mercado local y cómo trabaja, para
luego construir una presencia más significativa
con una oficina local o una subsidiaria. Ahora
que México tiene abundante experiencia con
los planes APP, hay abundantes compañías
locales con buenas calificaciones.
El gobierno de México está forjando un
ambicioso camino a la prosperidad económica.
Para los actores internacionales que buscan
un trozo de esa torta, el desafío más grande
ahora es suministrar las credenciales correctas
al precio correcto.
El 2013 está por terminar
Pasaron ocho meses y todavía no había
claridad sobre la fecha de publicación del nuevo
Programa de Infraestructura Nacional. Eso fue
hasta el 15 de julio cuando el presidente Peña
Nieto anunció oficialmente el lanzamiento
del Programa de Inversión en Transporte y
Comunicaciones 2013-2018, incluyendo 130 mil
millones de dólares de inversión solamente en
este sector (ver la tabla 1). Seguramente esto
marca el primer indicador de que el Programa
de Infraestructura Nacional está en camino.
Tabla 1. Programa de Inversión en Transporte y Comunicaciones de México 2013-2018
Sector
Autopistas
Proyectos
Inversión
149
30.900
Súper autopistas
34
8.106
Carreteras
49
3.645
Carreteras de circunvalación
33
4.028
Cruces y puentes
22
926
Calles
9
338
Mantenimiento
1
8.240
Calles rurales
Puertos
Puertos nuevos
Extensiones
1
5.616
20
5.230
3
2.382
5
1.440
Terminales especializadas
12
1.409
Ferrocarriles y transporte masivo
19
7.848
Trenes de pasajeros
3
3.932
Transporte masivo
6
8
Terminales de autobuses
1
2.494
Trenes de carga
8
1.253
Señalizaciones de ferrocarril
1
160
Aeropuertos
20
2.803
Modernizaciones
19
1.812
Capacidad de conexión
1
975
En construcción
1
16
Telecomunicaciones
56.000
* Millones de dólares
Resilience | INSIGHT | 7
La vista desde
Santiago
A
Por Santiago Barba,
KPMG en Chile
8 | INSIGHT | Resilience
mérica Latina ha sido una de las
luces económicas más brillantes
del mundo durante el último cuarto
de siglo, pero una ha brillado más
que todas: Chile. Pose su mirada sobre la silueta
de su capital Santiago, llamada “Sanhattan”
por muchos, y está claro que este es un país
de trayectoria ascendente.
La afluencia creciente de Chile se debe
mayormente a su riqueza mineral. El país
produce un tercio del cobre del mundo, lo
que aporta alrededor del 14% del PIB y la
mitad de sus exportaciones. Sigue habiendo
una alta demanda por el metal rojo alrededor
del mundo, especialmente en China. No es
de extrañar, por lo tanto, que la compañía del
Estado chileno Codelco se encuentre entre
los productores de cobre más grandes del
mundo y todos sus ingresos, más de 7 mil
millones de dólares en el 2012, regresen al
tesoro del país.
Satisfaciendo la demanda
El Ministerio de Obras Públicas del país tiene
la responsabilidad de definir prioridades de
inversión en infraestructura para la nación.
“Nuestro país ha hecho avances importantes
en infraestructura pública en las décadas
recientes y hemos establecido políticas
claras que se enfocan en las necesidades de
infraestructura de Chile”, dice Carlos Plass,
director de Concesiones del Ministerio de
Obras Públicas de Chile (MOP). “Sabemos
que la inversión en esta área es vital para que
cualquier país alcance el desarrollo económico”.
La solidez económica de Chile ha creado
una clase media creciente que espera que su
gobierno desarrolle una infraestructura pública
eficiente. Combinada con la constante demanda de
mantener las mercancías fluyendo sin problemas
hacia dentro y fuera del país, los gobiernos de Chile
han instaurado políticas robustas para asegurarse
de que su infraestructura mantenga el ritmo.
La inversión extranjera ha sido central para
el desarrollo de la infraestructura pública de
nuestro país, y la industria de las concesiones
es un buen ejemplo de ello.”
SPOTLIGHT
Carlos Plass, director de Concesiones del Ministerio de Obras
Públicas de Chile (MOP)
“Hacia el final de la administración actual,
habremos invertido unos 14 mil millones de
dólares en proyectos de infraestructura pública”,
explica el director. “Esto se traduce en mayor y
mejor conectividad para la gente y los recursos
del país, no sólo a través de nuevas carreteras,
autopistas, puertos y aeropuertos, sino con
inversiones importantes en rutas básicas,
mejora de aeropuertos más pequeños y otros
proyectos de conectividad que tienen un gran
impacto social”.
El agua es uno de los desafíos principales
de Chile, particularmente en el norte, donde
el vasto desierto de Atacama se considera el
lugar más seco del planeta. La desalinización de
agua de mar del Pacífico es una opción viable
para la minería y otros usos industriales, pero
no para el consumo humano y la agricultura,
Chile necesita mover agua limpia hacia áreas
del país que tienen déficit.
“Hemos abordado el tema del agua con un
vigor renovado”, dice el director Plass. “Hemos
delineado la Estrategia nacional de recursos
acuíferos 2010-2025, un plan a través del
cual se dará prioridad a la construcción de 16
nuevas represas dentro de la próxima década.
Esperamos que esto nos permita aumentar
nuestra capacidad de almacenamiento de
agua en un 30%”.
La recuperación
Estas inversiones, no sólo están posicionando
al país para el éxito futuro, sino que están
ayudando a superar los desafíos de una geografía
vulnerable. La línea costera de 2,700 millas
(4,345 KM) de Chile se encuentra ubicada
encima del “Anillo de Fuego”, una banda de
terremotos frecuentes y erupciones volcánicas
que circunda la Cuenca del Pacífico.
En febrero de 2010 Chile fue sacudido por
un terremoto de magnitud 8.8 y el maremoto
resultante arrasó con las ciudades costeras de
la región sur-central de Chile y dañó el puerto de
Talcahuano, hogar de la principal base militar de
Chile. Mientras que la cantidad de muertes fue
relativamente baja con tan sólo 525 muertos,
los observadores expertos están de acuerdo
en que los esfuerzos de recuperación fueron
obstaculizados por las limitadas autopistas
del país. Y el terremoto causó más de 30 mil
millones de dólares en daños, casi un quinto
del PIB anual de Chile.
Luego del terremoto, el gobierno anunció
una inversión de 2,500 millones de dólares para
reconstruir 300,000 casas, así como hospitales,
escuelas y carreteras. En la municipalidad de
Licantén, la cual sufrió gran daño por el maremoto,
el gobierno federal y la Universidad Mayor
colaboraron con una compañía de ingeniería
global para diseñar una nueva infraestructura
-incluyendo corredores de evacuación, plantas
de procesamiento de aguas residuales, basura y
un nuevo centro cívico- que fuera más segura en
caso de impacto de un maremoto en el futuro.
Las oportunidades abundan
Esta clase de participación privada ha sido central
para el desarrollo de la infraestructura pública en
Chile. No hay nada donde se haga más evidente
que en la industria de las concesiones del país.
El sistema de concesiones de Chile fue
lanzado a principios de 1990, cuando las APP
convirtieron a la Autopista 5, la columna vertebral
norte-sur del sistema de carreteras de Chile, en
una autopista de cuatro carriles. Más de 120
empresas, incluyendo inversionistas extranjeros
de al menos ocho países, han participado en las
licitaciones de concesión para proyectos que
van de los 8 a los 850 millones de dólares. En
total, el programa ha inyectado 570 millones
por año dentro de la infraestructura de Chile.
“Está claro para nosotros que luego de casi
veinte años de la implementación del sistema
de concesiones en Chile, esta industria continúa
siendo cada vez más valorada tanto por los
usuarios como por el sector privado”, dice el
director Plass. “En 2013 daremos a licitación
más de 3 mil millones de dólares en nuevos
proyectos, incluyendo el nuevo proyecto de
autopista urbana Vespucio Oriente, la nueva
licitación del Aeropuerto Internacional de Santiago,
varios hospitales nuevos, un nuevo puente que
cruzará el Río Biobío y la represa de Punilla”.
Un puerto relativamente
seguro
En lo que concierne a las APP, Chile es un punto
de referencia en la región, uno en el que los
compañeros latinoamericanos deberían buscar
la inspiración.
“La inversión extranjera ha sido central para
el desarrollo de la infraestructura pública de
nuestro país, y la industria de las concesiones
es un buen ejemplo de ello”, dice. “Una gran
cantidad de consorcios internacionales vieron
oportunidades cuando nuestro sistema de
concesiones locales estaba todavía en sus
inicios, y ahora están entre los inversionistas
más importantes de la economía nacional”.
“Una de las fortalezas de la economía
abierta de Chile es el desarrollo de un conjunto
de herramientas y garantías financieras
que tienen el propósito de atraer nuevos
inversionistas en el área de la construcción y de
la infraestructura”, explica el director. “El sistema
de concesiones ha proporcionado señales
claras de diversificación y se ha desarrollado
de forma acorde a través del tiempo. A su vez,
la incorporación de nuevas áreas ha sido parte
de la evolución natural del sistema”.
El sistema de Garantías de Ingresos Mínimos
(GIM) y el Mecanismo de Distribución del Ingreso
(MDI) permite a los concesionarios en Chile
estabilizar sus expectativas de ingreso a cambio
de la participación en proyectos del gobierno
adicionales. El GIM fue diseñado para ayudar
a reducir el riesgo para los prestamistas y para
reducir los costos financieros de los proyectos,
y ha sido utilizado en casi todos los proyectos
de concesión de autopistas. El MDI, mientras
tanto, garantiza que una cantidad de ingresos
prefijada, medida a valor actual, será recibida
por el concesionario. Otro elemento importante
es el Bono de Infraestructura, el cual facilita la
participación de agentes financieros privados
a largo plazo.
Manteniendo el liderazgo de
Chile
Para que continúe su prosperidad, Chile debe
adelantarse con las APP para satisfacer las
necesidades de sus compañías y ciudadanos
por igual. En KPMG, esperamos que el futuro
de la infraestructura de Chile muestre una
mayor diversificación en el negocio de las
concesiones, con contratos que se relacionarán
a proyectos tales como prisiones, represas,
hospitales, puentes y túneles.
“El objetivo es invertir y confiar en nuestro
sistema de concesiones de obras públicas, en
la fortaleza de nuestras instituciones y en la
estabilidad legal de nuestro país”, concluye el
director. “Debemos continuar nuestro liderazgo
conjunto en este sistema exitoso que ha
contribuido tanto al desarrollo del país como
a mejorar la calidad de vida de los chilenos”.
Resilience | INSIGHT | 9
Un nuevo plan para
Brasil
H
Por Mauricio Endo,
KPMG en Brasil
10 | INSIGHT | Resilience
acia el final del 2010, la economía
de Brasil brillaba como un día de
diciembre en Copacabana. El PIB
creció un 7.5% ese año, el mejor
rendimiento del país en más de dos décadas.
El sector de recursos estaba vibrando y los
brasileños todavía estaban celebrando la
licitación ganada por Río de Janeiro para ser
el anfitrión de los Juegos Olímpicos de verano
de 2016.
Pero mientras que la recuperación mundial
se volvía más lenta y los precios de las
mercancías se nivelaban, también lo hizo la
trayectoria de crecimiento de Brasil.
Aun así, los fundamentos del país todavía están
fuertes. Brasil permanece rico en recursos y se
jacta de una clase media en crecimiento, un nivel
de desempleo relativamente bajo y una inflación
controlada. Sin embargo, la desaceleración ha
obligado a la presidenta Dilma Rousseff y a su
gobierno a buscar nuevas maneras de mantener
a Brasil moviéndose hacia adelante.
En la cabeza de la lista: mejorar la
infraestructura del país
Poner a Brasil nuevamente en
movimiento
La infraestructura de Brasil ha sido un área
de preocupación por un largo tiempo. “Brasil
sufre de altos costos logísticos debido a la
pobre cobertura de infraestructura”, señaló
el sr. Bernardo Figueiredo, presidente de
la Empresa de Planeamiento y Logística
(EPL), una compañía pública creada por
SPOTLIGHT
el gobierno para apoyar el desarrollo de la
infraestructura en el país. “Necesitamos
expandir nuestra infraestructura hacia las
regiones interiores del país y ayudar a reducir
los costos logísticos como una forma de
volvernos más competitivos en el escenario
mundial.”
El transporte ha sido un desafío especial.
Los 20 mejores aeropuertos del país operaban
a un déficit de capacidad estimado en 73
millones de pasajeros en 2011. Y en las mismas
afueras de São Paulo más temprano este
año, un embotellamiento de tránsito de 64
kilómetros causado por camiones (esperando
descargar una cosecha récord de cultivos de
soja) ahogaron el acceso al puerto más grande
de América Latina.
Ahora, a medida que se avecinan la Copa
Mundial FIFA 2014 y los Juegos Olímpicos de
2016, el asunto se ha puesto bajo el microscopio
tanto en casa como en el extranjero. “Durante los
últimos tres años, hemos estado muy enfocados
en ayudar a aquellas ciudades involucradas en
estos eventos a preparar no sólo los estadios
sino también toda la infraestructura que será
necesaria para llevar a cabo eventos globales
de tan alto perfil en forma eficiente y apropiada”,
señaló el sr. Benedicto B. da Silva Junior,
presidente de Odebrecht Infrastructure, una
de las firmas de infraestructura, construcción
y operación líderes de Brasil (y del mundo). La
compañía es parte de la Odebrecht Organization,
también presente en los sectores petroquímico,
de etanol, petróleo y gas, e inmobiliario.
Al mismo tiempo, la presidenta Rousseff
planea enormes inversiones en generación
de energía y agua y el Programa de Inversión
en Logística (PIL) recientemente anunciado
por el gobierno parece estar establecido para
transformar la infraestructura económica
del país.
“El PIL cambiará radicalmente la capacidad
del país para generar infraestructura que ha sido
tradicionalmente obstaculizada por los bajos
niveles de inversión, una falta de profesionales
capacitados y escasa disponibilidad de
materiales”, agregó el sr. Figueiredo. “Creemos
que el PIL no sólo ayudará a catalizar la mejora
de la capacidad de entrega de Brasil sino que
también atraerá a profesionales capacitados e
inversionistas de alrededor del mundo”.
Resilience | INSIGHT | 11
El PIL cambiará radicalmente la capacidad del país para
generar infraestructura que ha sido tradicionalmente
obstaculizada por los bajos niveles de inversión, una falta
de profesionales capacitados y escasa disponibilidad de
materiales.”
sr. Bernardo Figueiredo, Presidente de la Empresa de Planeamiento y Logística (EPL)
Un nuevo plan basado en
principios probados
Hay una buena razón para el optimismo
hacia el plan de Rousseff. Mientras que
su Partido Obrero alguna vez fue opositor
de la privatización, ahora ha adoptado el
concepto de concesiones no subsidiadas y
subsidiadas, y las APP respectivamente, un
movimiento que debería revitalizar el sector
de la infraestructura de Brasil.
Mientras que este puede parecer un
desarrollo relativamente nuevo, en realidad Brasil
tiene un historial más bien largo de concesiones
exitosas que comenzaron cuando el gobierno
federal promulgó por primera vez la legislación
que gobierna las concesiones a mediados de
1996 (la Ley de Concesiones). Desde entonces,
tanto el gobierno federal como los gobiernos
provinciales han firmado numerosos contratos
de concesión, particularmente en los sectores
de carreteras, energía y telecomunicaciones.
El modelo luego fue reforzado en 2004 con
la promulgación de la Ley APP, que permitió
que el gobierno firme varios contratos de
concesión subsidiada en los sectores de agua,
infraestructura social y transporte.
“Ya hemos estado utilizando los modelos de
APP satisfactoriamente en distintas ciudades
por varios años y esto debería ayudar al gobierno
federal a tomar el ritmo rápidamente sobre la
mejor manera de estructurar, abrir a licitación
y asociarse con el sector para la entrega de
infraestructura”, agregó el sr. Silva Junior.
Por ejemplo, el gobierno federal lanzó
recientemente una iniciativa para extender el
tratamiento de agua potable y aguas residuales
12 | INSIGHT | Resilience
a más del 90% de la población urbana del país,
lo que ha inspirado un programa de inversión de
200 mil millones de dólares en infraestructura
de tratamiento de agua y de aguas residuales
que se esperan implantar durante los últimos 20
años. Esto tuvo efectos de derrama económica
en las provincias. Por ejemplo, KPMG trabajó
recientemente con el gobierno de la provincia de
Pernambuco para desarrollar y abrir a licitación
un proyecto APP de tratamiento de aguas
residuales de dos mil millones de dólares en
la región metropolitana de Recife, el que fue
satisfactoriamente otorgado a un consorcio
privado en febrero de este año.
La promulgación de la Ley APP en 2004
fue más allá al alentar la participación privada
e inspiró a los gobiernos provinciales tales
como Minas Gerais, São Paulo, Pernambuco
y Bahía a comenzar a implementar proyectos
APP piloto. En sólo los primeros seis años
de emitida la ley, Brasil ha visto un tremendo
progreso en una amplia variedad de sectores
tales como carreteras, subterráneos, prisiones,
instalaciones de tratamiento de aguas
residuales, hospitales y hasta estadios de
futbol antes de la Copa Mundial de 2014.
“Mediante la clarificación y la codificación de
medidas que alientan la participación privada
en el mercado brasileño, el gobierno realmente
ha dado la señal de que hay un lugar para la
empresa privada, tanto como socio del gobierno
como compañías individuales”,agregó el sr. Silva
Junior, de Odebrecht. “Reconocimos a tiempo
la creciente influencia de las APP y nos hemos
enfocado en mejorar nuestro entendimiento
y utilización de los mecanismos, contratos y
procesos APP. Como resultado, hemos sido
extremadamente exitosos al trabajar con las
provincias y las ciudades en desarrollos APP”.
Las oportunidades abundan
Los planes de infraestructura de Brasil abren
un mundo de potencial para los inversionistas
a través de una amplia variedad de sectores.
Por ejemplo, Brasil está invirtiendo 66 mil
millones de dólares para reacondicionar sus
redes de ferrocarriles y carreteras. El PIL
apunta a duplicar la capacidad de las rutas y
ferrocarriles principales dentro de los próximos
cinco años, noticias bienvenidas por la industria,
la cual actualmente transporta alrededor de dos
tercios de las mercancías del país a través de
un sistema decadente de carreteras.
El gobierno está preparando el camino para
que los contratistas privados construyan nueve
rutas de peaje totalizando alrededor de 7,500
kilómetros, sumadas a las carreteras de peaje
existentes gestionadas por concesionarios
y respaldadas por un marco regulatorio
establecido a mediados de 1990. También se
han planeado subastas de ferrocarriles. Este
año se espera abrir a licitación un tren bala que
una Río de Janeiro con São Paulo, con inicio
de operaciones esperado para 2020.
Sin embargo, el enfoque primordial del
programa es el desarrollo de líneas de transporte
de carga no sólo para aliviar la presión de las
carreteras sino para también ayudar a disminuir
los costos de transporte (particularmente para
mercancías tales como los cultivos de soya
y productos mineros, los que se consideran
estar entre las exportaciones más fuertes
SPOTLIGHT
Mediante la clarificación y la codificación de medidas que
alientan la participación privada en el mercado brasileño,
el gobierno realmente ha dado la señal de que hay un lugar
para la empresa privada, tanto como socio del gobierno como
compañías individuales”
sr. Benedicto B. da Silva Junior, Presidente de Odebrecht Infrastructure
de Brasil). “Los inversionistas y participantes
extranjeros son propensos a entender las
reglas exactas y el modelo que está siendo
utilizado en el sector de ferrocarriles”, agregó
el sr. Figueiredo. “El modelo que se sugiere
en el PIL toma elementos prestados de varios
modelos de concesiones diferentes e incluye
un componente de mitigación de riesgos muy
innovador, y por lo tanto ha sido objeto de
mucho interés de la comunidad internacional”.
El sector portuario también está vibrando.
Con 7,500 kilómetros de costa y una gran
dependencia en las exportaciones, el Banco
Nacional para el Desarrollo de Brasil (BNDES)
espera que se viertan 30 mil millones de dólares
en infraestructura portuaria para el 2017. Un
proyecto de ley que ahora está abriéndose
camino a través del proceso legislativo permitirá
que los puertos privados manipulen cualquier
tipo de carga, abrirá contratos de terminales
públicas a licitadores privados y permitirá que
los operadores portuarios privados manipulen
más carga de terceros. Hay una propuesta
abierta a debate para permitir contratos de 50
años en la forma de períodos renovables de
concesión de 25 años.
Los aeropuertos atestados del país también
verán un aumento en la actividad. Inmediatamente
detrás de los contratos de concesión de febrero
para mejorar tres aeropuertos importantes
(los aeropuertos internacionales de São Paulo,
Brasilia y Viracopos) por más de 14 mil millones
de dólares, el gobierno anunció que invertiría
cerca de 3,700 millones de dólares en 270
aeropuertos regionales a lo largo del país, y
lanzaría nuevos llamados a licitación para la
mejora de los aeropuertos internacionales de
Río de Janeiro y Belo Horizonte durante el tercer
trimestre del 2013.
Pero el PIL es sólo la punta del iceberg. El
programa actual sólo representa alrededor de
un tercio de la cantidad que el país necesita
para competir apropiadamente”, admitió el sr.
Figueiredo. “Ese es el motivo por el cual se creó
EPL: para traer esta oportunidad de inversión
a largo plazo al mercado y demostrar que
las inversiones en Brasil no sólo tienen altos
dividendos sino que también son muy seguras”.
¿Feliz aterrizaje?
En un movimiento sin precedentes para fomentar
el apoyo de los inversionistas en infraestructura
internacionales, los ministros del gobierno y
otros tecnócratas han surcado las capitales
financieras del mundo para vender la estrategia
de infraestructura de Brasil a los inversionistas.
En total, los programas sumarán más de 500
mil millones de dólares.
“He participado personalmente en estos
viajes y he descubierto que los inversionistas y
los actores extranjeros de infraestructura están
extremadamente interesados en el programa
y están procurando asociarse con compañías
brasileñas y con el gobierno como una forma
de comenzar a involucrarse en el mercado,
agregó el sr. Figueiredo.
Las compañías brasileras están informando
tendencias similares; “A lo largo de los últimos
dos años, hemos sido abordados por una
amplia variedad de actores internacionales,
inversionistas, contratistas, proveedores, etc.,
que quieren asociarse con Odebrecht para
facilitar sus entradas a los diferentes sectores”,
agregó el sr. Silva Junior.
“La mayoría de los inversionistas y actores
extranjeros con los que hablo han dicho que
su preocupación principal es la necesidad de
identificar compañías y socios locales que
entiendan los mercados en los que quieren
operar”,agregó el sr. Figueiredo. “Esa es la razón
por la cual nos enfocamos en crear escenarios
para ayudar a juntar a estas partes”. Por ejemplo,
en agosto, el EPL se asoció con la Federación
de Industrias de la Provincia de São Paulo
para recibir a inversionistas internacionales y
actores interesados en construir relaciones con
potenciales socios locales.
La tan esperada llegada de la Copa Mundial
y los Juegos Olímpicos de verano también ha
creado una importante capacidad a largo plazo
dentro del sector de infraestructura de Brasil. “La
satisfacción de altos estándares y cronogramas
agresivos establecidos por los comités de
los juegos ha forzado a los proveedores de
infraestructura de Brasil a mejorar para dar
un nuevo nivel de eficiencia y calidad a sus
proyectos”, agregó el sr. Silva Junior. “Estas
mejoras en la capacidad no desaparecerán una
vez que los juegos terminen; las lecciones que
estamos aprendiendo nos ayudarán a mejorar
la entrega de infraestructura a través de todo
el país durante mucho tiempo”.
Con un pensamiento renovado sobre las APP
y una fuerte dosis de inversión, creemos que el
rumbo actual de Brasil debería ayudar a que el
país se mueva más eficientemente. Todo será
muy útil para ayudar a que la séptima economía
mundial desarrolle todo su potencial.
Resilience | INSIGHT | 13
Colombia
mira
hacia el
futuro
C
Por Camilo González,
KPMG en Colombia
El gobierno de Colombia
cree que el éxito de
la infraestructura
depende de la
implementación de la
calidad, un balance
justo de riesgo y
recompensa para los
participantes y una
legislación razonable,
todo apuntando a una
fuerte asociación con el
sector privado.
14 | INSIGHT | Resilience
uando el reino de Pablo Escobar
como el traficante de drogas más
infame del mundo terminó con el
tiroteo en un techo en Medellín en
1993, fue un hito simbólico de la rehabilitación
de Colombia en el escenario mundial. Mientras
que el país había logrado expandir su economía
de forma constante, con un promedio por
encima del 4% de crecimiento anual entre 1970
y 1998, el negocio de la droga y su violencia
e inestabilidad política resultantes habían
impedido la inversión extranjera.
Adelantándonos al presente, esta nación
de 46 millones de habitantes ha establecido
firmemente su afirmación de ser la economía
menos volátil en América Latina. Mientras
que el resto del mundo estaba enredado
en una profunda recesión en el 2009, el PIB
de Colombia creció 1.5%, en 2013 el Fondo
Monetario Internacional (FMI) predijo que
Colombia alcanzaría un crecimiento en su PIB
de un 4.4%, el doble del promedio mundial.
De acuerdo con el Departamento de
Planeamiento Nacional de Colombia (DNP),
el catalizador de crecimiento clave ha sido un
incremento en la inversión privada. En el 2000,
el índice de inversión en Colombia era de un
14.9 del PIB y el índice de inversión privada
estaba en solamente un 7.6%, números que
el DNP dice que no habrían permitido que la
economía creciera más de 3% por año.
La recuperación desde entonces ha sido
destacable. A fines del 2012 el índice de
inversión se había disparado hasta 28%,
con la inversión privada llegando a 22% del
PIB. Las inversiones directas extranjeras
se sextuplicaron hasta alcanzar los 15 mil
millones de dólares en el mismo período.
El caso de la infraestructura
Colombia es hogar de una riqueza en recursos
naturales. Hace alarde de las reservas de carbón
más grandes de América Latina, la tercera
reserva de petróleo más grande del continente
y depósitos importantes de oro, níquel y otros
minerales. Combinados con la estabilidad política
y social mejorada, se vislumbra claramente
que los bloques de construcción para un futuro
económico brillante están en su lugar.
Pero el PIB es el primer testigo de la inmensa
brecha de infraestructura de Colombia con
respecto a sus principales aliados comerciales.
El Reporte de competitividad global 2012-2013,
publicado por el Foro Económico Mundial,
identificó a la infraestructura inadecuada como
la tercera barrera más importante para el éxito
del negocio del país.
Se había identificado una amplia gama de
proyectos de infraestructura como críticos para la
prosperidad futura de Colombia. Sin embargo, no
todos están enfocados en facilitar el comercio.
El gobierno reconoce que debe balancear las
necesidades sociales de infraestructura de sus
ciudadanos para mantener la estabilidad con
su deseo de volverse un actor fundamental
en la economía mundial.
El suministro de
infraestructura de Colombia
Durante el 2012, el gobierno del presidente Juan
Manuel Santos anunció que su inversión prevista
en infraestructura alcanzaría los 112 mil millones
SPOTLIGHT
de dólares para 2020. Aproximadamente 57%
de esa inversión estaría enfocada en suministrar
nexos de transporte nacionales, mientras
que otras áreas de concentración incluirían el
desarrollo de ciudades y regiones, recursos
de minería y energía, tecnología, transporte
urbano y viviendas.
Como resultado, la Agencia Nacional de
Infraestructura (ANI) ha programado concesiones
para proyectos planeados y potenciales que
alcanzan los 42 mil millones de dólares entre
2013 y 2019. Nueve grupos de carreteras han
sido abiertas a licitación recientemente, sumando
1,231 kilómetros para una inversión estimada
de 6 mil millones de dólares, parte de una
inversión total en infraestructura de carreteras
de 22 mil millones de dólares. En ferrocarriles,
hay siete propuestas para rehabilitar las rutas
férreas entre las regiones sur y norte del país.
Otro proyecto innovador es el esfuerzo de 600
millones de dólares para posibilitar la navegación
comercial a lo largo del Río Magdalena. El río
sólo es navegable por alrededor de la mitad
de sus 1,500 kilómetros, pero su cuenca
hidrográfica genera 86% del PIB de Colombia.
La mejora de la navegación en el Río Magdalena
reduciría los costos de fletes entre las regiones
centrales de Colombia y los puertos del Caribe,
a la vez que aliviaría la carga de los sistemas
de carreteras y ferrocarriles.
El papel de las APP
El gobierno de Colombia cree que el éxito de la
infraestructura depende de la implementación
de la calidad, un balance justo de riesgo y
recompensa para los participantes y una
legislación razonable, todo apuntando a una fuerte
asociación con el sector privado. Comenzando
en 1993, el país fue el primero en América
Latina en adoptar el enfoque de las APP, con
sus puertos en Cartagena y Santa Marta.
En 2012 Colombia introdujo un nuevo marco
político para promover las APP y atraer actores
tanto locales como extranjeros. La nueva ley
está diseñada para estimular la participación del
sector privado en la construcción, financiamiento,
mantenimiento y operación de activos de
infraestructura a la vez que balancea el riesgo
y la recompensa para los participantes.
Antes de que comiencen las excavaciones o
que las licitaciones se pongan sobre la mesa, la ley
requiere que se hagan estudios exhaustivos para
estimar los costos de construcción y los riesgos
geológicos, medioambientales y financieros de
los activos. También define los términos de las
inversiones financieras y de las concesiones y
asigna el reparto del riesgo desde el principio
entre los participantes públicos y privados.
Desde un punto de vista comercial, la nueva
ley requiere que los flujos de caja del proyecto
sean manejados por un fideicomiso para
asegurar el control sobre cada recurso financiero
del proyecto, a la vez que suministra una
garantía para los prestamistas del proyecto en
caso de bancarrota. Por último, los términos
y condiciones de pago para las terminaciones
prematuras de una concesión están definidos por
una fórmula preestablecida, y los prestamistas
pueden ejercer sus derechos de intervención
en caso de incumplimiento de un contratista.
Las compañías han dado la bienvenida a
la nueva ley de APP. En gran medida porque
establece claramente los términos y condiciones
de cada inversión, reduciendo los riesgos tanto
para los inversionistas como para los participantes.
Para los usuarios finales (las personas y compañías
de Colombia) se espera que reduzca las demoras
en las entregas y los proyectos incompletos.
Un país de oportunidades
No hay duda de que Colombia es un país que
crece. Ha triplicado el índice de inversión privada
en los últimos 10 años y ha recuperado su índice
de rango de inversión desde el 2000, todo a la vez
que redujo el crimen, la pobreza y la desigualdad.
La infraestructura del país también está
encaminada en la dirección correcta. Los
inversionistas ven a Colombia como el país
que combina la oportunidad y la estabilidad
económica con un marco legal transparente. El
país tiene una seguidilla de proyectos extensa
y atractiva en muchos sectores que tienen el
potencial de generar rendimientos interesantes
para los inversionistas.
Los inversionistas extranjeros tienen una
oportunidad importante en el negocio de la
infraestructura en gran medida gracias a la nueva
ley, que requiere que la fase de construcción de
un proyecto se financie completamente mediante
recursos privados. Para mitigar el riesgo, le
aconsejamos a las compañías internacionales,
especialmente aquellas que hagan sus primeras
incursiones en Colombia, que se asocien con
actores locales experimentados.
Al final, esta combinación de experiencia
local e internacional dará proyectos mejores y
más redituables que beneficiarán tanto a los
inversionistas como a la gente de Colombia.
Resilience | INSIGHT | 15
To read the rest of Insight: Resilience please visit:
kpmg.com/insightmagazine
Contact us
Laura Jablonski
Sr. Marketing Manager
Global Infrastructure
KPMG International
T: +1 416 777 8849
E: [email protected]
Dane Wolfe
Marketing Manager,
Global Infrastructure
KPMG International
T: +1 416 777 3740
E: [email protected]
kpmg.com
La información aquí contenida es de naturaleza general y no tiene el propósito de abordar las circunstancias de ningún individuo o
entidad en particular. Aunque procuramos proveer información correcta y oportuna, no puede haber garantía de que dicha información
sea correcta en la fecha que se reciba o que continuará siendo correcta en el futuro. Nadie debe tomar medidas basado en dicha
información sin la debida asesoría profesional después de un estudio detallado de la situación en particular.
© 2013 KPMG International Cooperative (“KPMG International”), una entidad suiza. Las firmas miembro de la red de firmas
independientes de KPMG están afiliadas a KPMG International. KPMG International no provee servicios a clientes. Ninguna firma
miembro tiene autoridad para obligar o comprometer a KPMG International ni a ninguna otra firma miembro frente a terceros, ni
KPMG International tiene autoridad alguna para obligar o comprometer a ninguna firma miembro. Derechos reservados.
Designed by Evalueserve.
Publication name: Insight: Resilience.
Editors: Peter Schram, Laura Jablonski and Dane Wolfe.
Publication number: 130421-B
Publication date: September 2013
Descargar