Alteraciones Posturales

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ALTERACIONES
POSTURALES
OBJETIVOS
Una vez que usted haya estudiado el modulo será capaz de:
- Conocer el concepto de gimnasia correctiva y aplicar las técnicas
actuales de ésta en un individuo considerado en su integridad biopsico-social.
- Ser parte activa de un equipo interdisciplinario de prevención y
rehabilitación de alteraciones posturales.
- Comprender los mecanismos de regulación postural y como a partir
de éstos mejorar dichas posturas.
- Reconocer y tratar desviaciones raquídeas, de rodilla y de pie.
INTRODUCCION
La concepción actual de la gimnasia correctiva, entiende por ésta,
a aquel tipo de gimnasia que tiene por objetivo la corrección postural
del individuo modificando y/o adoptando todos los mecanismos que
hacen que esta sea posible.
Veinte años atrás, el concepto de “reeducación” era esencialmente
mecanicista. El cuerpo humano se concebía como un conjunto de
palancas articuladas a las que había que reequilibrar desarrollando
de manera apropiada el sistema muscular.
Esta concepción estrecha, replegada en si misma y en su “verdad”,
de una lógica eminentemente cartesiana, la consideramos hoy como
simplista. La evolución de los conocimientos en la esfera de las
ciencias humanas nos ha impuesto poco a poco una visión muy
diferente e infinitamente más compleja del cuerpo humano.
Sucedió, en principio, que tras la acción músculo-articular, la única
aparentemente, se escondía todo un sistema de regulaciones neuromotrices, la mayoría de las veces inconscientes, que ponían en juego
la reactividad neurofisiológica en los diferentes tipos de sensibilidad:
exteroceptiva, propioceptiva, etc., todo surtido de sistemas de
“feedback”, que permiten en todo momento la regulación automática
de cualquier acto motor.
Esto era llevar al terreno de la discusión el principio del movimiento
voluntario, preciso y localizado, que solo puede tener una acción
transitoria sobre los elementos músculo-articulares, en tanto que no
se modifiquen losautomatismos neuromotores de los que dependen
estrechamente.
Desde hace algunos años se ha superado una nueva etapa ya que ese
mismo sistema neuromotor aparece ahora como sometido e
integrado en un sistema aún más complejo que hace intervenir los
mecanismos psicofisiológicos. La neuromotricidad cede sitio a la
psicomotricidad.
La dificultad estriba en que esas diversas concepciones no se anulan,
sino que se complementan entre si, no se superponen sino que se
interpretan y se jerarquizan.
De aquí que, el reeducador no puede reducirse a un conjunto de
procedimientos o de técnicas. Debe tener, ante todo, un
conocimiento profundo del ser humano en tanto que ser biológico y
psicosomático, un conocimiento lo más perfecto posible del
movimiento y de sus efectos biológicos y psicomotores. Lo que
importa no es el gesto sino su significación. Esta significación es la
que permite la elección y la adaptación.
Cuantos más conocimientos posea el reeducador, más rica y
matizada será esta idea y más valor terapéutico tendrá el gesto que la
concretiza.
REEDUCACIÓN, REHABILITACIÓN E
INTERDISCIPLINARIEDAD
Cierto número de factores exigen que el trabajo de los equipos sea
mas eficiente en nuestra disciplina: la necesidad en rehabilitación de
tener una visión común y de actuar en redes organizadas de atención
continua para los damnificados; los múltiples aspectos de la
gimnasia correctiva y rehabilitación, y una de sus consecuencias, la
amplia y variada gama de especialistas que intervienen; la rápida
evolución de los conocimientos científicamente comprobados y de la
organización de las conductas terapéuticas.
Es fundamental formular, a partir de una visión holística del
entrenado, objetivos claros, mensurables, realistas y motivadores.
Todo ello exige al equipo actitudes y aprendizajes de comunicación
que se pueden denominar trabajo interdisciplinario.
La interdisciplinariedad en rehabilitación es fundamental para
mejorar la eficacia y la calidad de vida de los entrenados,
entrenadores, terapeutas, educadores e investigadores. Bien
afianzado el proceso conduce a una transformación favorable en el
seno del sistema sanitario, que mejora entonces en coordinación y
eficiencia, tiende ala excelencia, amplia la creatividad y mejora la
salud y el bienestar del entrenado.
POSTURA Y EQUILIBRIO. BASES TEORICAS DE LA
REHABILITACION
Regulación biológica
El ser humano, a lo largo de su proceso evolutivo, adquiere
progresivamente los diferentes estadios posturales que culminan en
la bipedestación (Figura 1).
Figura 1.
Las diferentes actitudes corporales, llamadas también posturas, se definen por las relaciones que
mantienen entre si el tronco y los miembros.
Su estabilidad depende de la capacidad del sujeto para mantener la proyección del centro de
gravedad en el polígono de sustentación (Figura 2).
Figura 2. Polígono de sustentación y proyección de la línea de gravedad sobre
Para que una actitud sea equilibrada, ha de existir un ajuste exacto entre las fuerzas que se oponen,
como:
- La gravedad.
- Las presiones y empujes provenientes del entorno que padece el sujeto
- Las modificaciones que se producen en la posición del apoyo sobre el que se mantiene.
Y las fuerzas que tienden a mantenerla, como:
- La organización arquitectónica del esqueleto óseo.
- La resistencia viscoelástica del tejido músculo ligamentoso.
- Los ajustes tónicos posturales correctores que pertenecen a la actividad muscular automática.
Todo ello sucede como si existiera una referencia interna de la postura inicial. Los factores que
tienden a modificarla encuentran, inmediatamente, una actividad muscular que los anula. Sin
embargo, las actitudes que adopta el cuerpo pueden presentar variaciones tanto de un sujeto a otro
como en un mismo sujeto, y varían en función:
- De la carga emocional: la alegría o laxitud influyen en la forma de estar de pie.
- De la actividad social: la posición de firmes en el ámbito militar no se parece a la postura del
operario ante su banco de trabajo.
- Del momento de la acción: una actitud es solo una fase temporal de una actividad que puede estar
comenzando o terminando. En un salto, el impulso no se parece a la caída, y sin embargo se trata de
dos formas de bipedestación.
La estabilidad de la postura esta asegurada mediante la función del equilibrio. El centro de gravedad
es objeto de incesantes oscilaciones en los diferentes planos del espacio.
La coordinación de los movimientos esta regulada, de forma inconciente, por una serie de centros
situados escalonadamente a lo largo de todo el neuroeje. Son múltiples los sistemas que entran en
juego en este proceso de armonización de los movimientos (Figura 3):
- El sistema sensitivo, que graba y transmite permanentemente toda una gama de influjos cuya
intervención es una condición indispensable para la realización del movimiento.
- El cerebelo, que juega un papel de primer orden en el mecanismo de la coordinación.
- El laberinto, que interviene en la estática y en el equilibrio ajustando movimientos y actitudes de
los diferentes segmentos del cuerpo;
- La visión, que permite el ajuste postural en función de las necesidades de adaptación del mundo
exterior (Figura 4).
A las aferencias periféricas, debemos agregar a la acción muscular en lo que se refiere al control
postural.
Efectores musculares
Están repartidos en el conjunto de la musculatura tanto axial como periférica. Con el fin de asegurar
la parte activa del control postural deben oponerse a la acción de la gravedad sobre los segmentos
de extremidad superpuestos.
Su distribución se explica fácilmente a partir de la noción de proyección del centro de gravedad y
de cinemática articular. Desde un punto de vista biomecánico, se oponen a nivel de cada
articulación, al momento del centro de gravedad de los segmentos corporales subyacentes. Ejercen
de este modo estas fuerzas, ya sea de forma pasiva por la intervención de su componente
viscoelástico, o de forma activa mediante su reclutamiento automático.
A nivel axial, los músculos extensores del raquis poseen una actividad antigravitatoria
predominante en los niveles cervical y dorsal.
A nivel del raquis lumbar y de la cadera, el centro de gravedad se proyecta por detrás de la
coxofemoral y cerca de las vértebras lumbares. La actividad antigravitatoria se pone en juego
gracias a los músculos del plano anterior, en particular, del psoasiliaco.
En el caso de las extremidades inferiores, la proyección del centro de gravedad por delante del
centro de rotación de las rodillas permite el mantenimiento de la posición de pie sin activación,
mediante la sola puesta en tensión de los elementos capsuloligamentosos posteriores. La activación
del cuadriceps permite asegurar el bloqueo de la rodilla a partir del momento en que esta se aparta
de la posición de extensión.
A nivel del tobillo, la proyección del centro de gravedad pasa un poco por delante del eje de la
tibiotarsiana, haciendo intervenir una activación predominante del tríceps sural en el control del
bloqueo del pie en el suelo.
Sistema de referencia
Cualquier acción de regulación en el ámbito del control de la postura, supone la existencia de un
sistema de referencia hacia el que tienden las reacciones de compensación. El organismo supone de
varios tipos de sistemas de referencia (Figura 5):
- El sistema de referencia egocentrado da prioridad al posicionamiento de los segmentos de las
extremidades, unos en relación con los otros, es decir de los segmentos entre sí.
- El sistema de referencia geocentrado da prioridad al posicionamiento de todo el cuerpo o parte de
él (por ej. la cabeza solamente).
- El sistema de referencia alocentrado da prioridad a las relaciones del individuo respecto de un
objeto.
EDUCACIÓN Y REEDUCACION DE LA ACTITUD
Concepción neuropsicomotríz de la postura
De lo narrado anteriormente se desprende que “la actitud natural no es ni consciente ni voluntaria”;
es una forma de reacción personal ante un estimulo constante, la gravedad.
El punto de partida de las contracciones equilibradoras tónicas es, en efecto, siempre sensitivo;
estiramiento muscular, tensión ligamentosa, sensación de flexión articular, sensación de prensión
plantar, etc. Sensaciones todas inducidas por la fuerza de gravedad
Si partimos de este concepto, veremos que la educación de la actitud es mas un problema de
educación de las sensaciones que de las contracciones.
La postura corporal es inherente al ser humano, puesto que le acompaña las 24 horas del día y
durante toda su vida. Kendall (1985), define la postura como “la composición de las posiciones de
todas las articulaciones del cuerpo humano en todo momento”.
Andújar y Santonja (1996), hacen referencia a los conceptos de postura.
• Postura correcta: toda aquella que no sobrecarga la columna ni a ningún otro elemento del aparato
locomotor.
Postura viciosa: la que sobrecarga a las estructuras óseas, tendinosas, musculares, vasculares,
etc., desgastando el organismo de manera permanente, en uno o varios de sus elementos, afectando
sobre todo a la columna vertebral.
Postura armónica: la postura más cercana a la postura correcta que cada persona puede conseguir,
según sus posibilidades individuales en cada momento y etapa de su vida.
Según Aguado (1995), cuando una determinada postura se automatiza por su repetición constante se
instauran los llamados hábitos posturales.
La correcta adopción de las posturas a lo largo de todo el día y durante el crecimiento prácticamente
asegura el correcto desarrollo de la columna vertebral.
Del párrafo anterior, extraemos otra premisa importante a tener en cuenta: el concepto de postura es
dinámico.
La actitud postural es un conjunto de gestos o posiciones que hacen que las posturas sean correctas
o viciosas, dándonos una visión del individuo armónica o disarmónica, pero siempre dinámica. Su
adquisición se inicia desde el momento del nacimiento de una manera dinámica, pudiendo variar a
lo largo de la vida.
Características generales de la buena actitud
La actitud “normal”, como el hombre “normal”, son pura abstracción.
En sentido lateral, el plano de simetría del cuerpo nos da una referencia fácil; la actitud normal es
una actitud sensiblemente simétrica.
Sin embargo, en el plano anteroposterior, las normas están bastantes mal definidas, por ejemplo: ¿A
partir de que angulación se convierte una lordosis lumbar fisiológica en una hiperlordosis?
Al no estar los individuos conformados con elementos anatómicos idénticos, difícilmente podrá
haber dos actitudes “normales” morfológicamente idénticas.
Más allá de estas apreciaciones,podríamos definir como una actitud normal a aquella en la que
cada segmento ocupe una posición próxima a su posición de equilibrio
mecánico. Este equilibrio es frágil, ya que las contracciones equilibradoras son de poca intensidad y
a menudo de corta duración ya que el centro de gravedad varia y con ello el ajuste de diferentes
músculos. Este equilibrio es mecánicamente económico porque requiere un esfuerzo mínimo para
ser conservado y restablecido.
Pero por el contrario es un equilibrio que necesita de una modulación muy fina y precisa del tono de
postura, y una gran sensibilidad de los receptores propioceptivos, que deben ser capaces de
reaccionar inmediatamente a estímulos muy débiles tanto en intensidad como en duración.
Un equilibrio que requiere una vigilancia neuromotriz permanente, es un equilibrio
neurológicamente fatigante. La fatiga perturbara las relaciones sinápticas y esto tendera a destruir
este equilibrio, adoptando el sujeto un estado de equilibrio menos preciso y rápido.
Características generales de una mala actitud
Si bien, para un sujeto dado, no hay más que una sola actitud “normal”, las malas actitudes posibles
son infinitas.
Estas actitudes tienen en su diversidad, un denominador común; son “actitudes estabilizadas”; los
segmentos en lugar de oscilar en las proximidades de su posición de equilibrio, han acentuado su
oblicuidad y se han estabilizado utilizando una tensión ligamentosa, o bien una tensión muscular
tónica permanente y de intensidad prácticamente constante. Esta estabilidad adquirida requiere de
un mínimo de regulación neuromotriz, y el umbral de reacción de los receptores propioceptivos está
considerablemente aumentado.
Postura en los escolares
Desgraciadamente, es muy frecuente que los escolares adopten posturas incorrectas a lo largo del
día.
Diversos trabajos experimentales demuestran que la repetición y mantenimiento de determinadas
posturas producen cambios degenerativos en los tejidos articulares encargados de estabilizar la
columna vertebral y la rodilla, siendo preocupante en gran medida la proliferación de la posición
sedente en la sociedad actual (Rodríguez y cols., 2001).
En un reciente estudio (McGill, 2007), con alumnos de educación primaria, de edades
comprendidas entre los 6 y 10 años de edad, en el cual se pasaba a los padres de losalumnos,
previamente instruidos, una encuesta en la que tenían que describir distintas posturas adoptadas
habitualmente por sus hijos en sus casas, se obtuvieron los siguientes resultados:
Sentado viendo la televisión: El 70,7% adopta una postura incorrecta, el 17,07% lo hace
correctamente, el 9,7% a veces y el 2,43% no sabe o no contesta. La posición más utilizada, de
forma incorrecta, es la de apoyo isquiosacro, con total pérdida de curvatura lumbar y acentuación de
curvatura dorsal (Figura 6).
• Sentado y estudiando: El 53,6% se sienta incorrectamente o no dispone de mobiliario adecuado, el
29,2% utiliza la postura adecuada, el 9,7% a veces y el 7,3% no sabe o no contesta (Figura 7).
• Posición acostada: Durante el sueño, el 17,07% duerme boca arriba, el 9,7% boca abajo, la más
nociva de todas; el 51,2% de lado y el 21,9% cambia de postura varias veces.
Casimiro (1999), comprobó que del final de primaria (12 años) al final de secundaria (17
años) se produce una involución estadísticamente significativa en la postura delos escolares,
sin diferencias entre géneros, de modo que en el paso de un nivel educativo a otro, hay más
escolares que llevan el material escolar colgado sobre un hombro o en una mano, duermen en
posición supina o prona, se sientan en clase en posición cifótica y toman el material pesado del
suelo con las piernas extendidas.
Es notable en estos estudios y en la literatura revisada, que las alteraciones posturales difieren en su
aparición, esto puede ser debido a las múltiples posiciones que adoptan los niños al realizar sus
labores escolares y actividades recreativas, entre otras, encaminando a la utilización de
determinados músculos, que inciden directamente en la conformación anatómica del hueso y
articulación, hasta adoptar una postura viciosa difícil de modificar, pero no imposible de realinear
para estas edades; al comparar con los estudios de Gómez-Conesa (2002), se puede afirmar que la
mayoría de la población escolar presenta alteraciones musculoesqueléticas resultando una alarma
para la salud y la necesidad de implementar medidas especiales como el ejercicio y estiramientos
con fines terapéuticos, que mejoren estas alteraciones y otras medidas que prevengan la aparición e
instauración de las mismas. Como lo presenta Muñoz-Tamarit (2001), "la deformidad no se localiza
sólo en un segmento, sino que repercute desfavorablemente sobre el resto de la anatomía".
Implicancias del desarrollo del adolescente en la postura
Existen factores que acontecen en la adolescencia que pueden inducir desajustes posturales:
Las propias características fisiológicas del crecimiento a nivel del aparato locomotor:
Durante la adolescencia se producen una serie de cambios muy bruscos a nivel fisiológico que
pueden terminar desencadenando una serie de desajustes posturales. En las chicas, el máximo
crecimiento en longitud de la columna ocurre entre los 11 y 13 años y en los chicos entre los 13 y
15 años. Las desalineaciones raquídeas pueden progresar a la vez que lo hace el crecimiento del
chico/a, hasta que alcance la madurez esquelética.
Además, el adolescente aún no ha finalizado su crecimiento vertebral óseo, ya que los
núcleos de osificación secundarios, situados en la parte anterior de los platillos vertebrales,
aún no se han cerrado. Éstos pueden verse afectados si son sometidos a una gran
compresión de forma mantenida y en virtud de la ley de Delpech se puede producir una
inhibición del crecimiento óseo en altura en la parte anterior de la vértebra, mientras que
por detrás éste continúa, desencadenando un acuñamiento vertebral anterior que puede estructurar
una desalineación.
Desajuste en la conciencia del esquema corporal:
A consecuencia del crecimiento óseo en longitud del adolescente se produce un desajuste en su
esquema corporal. En consecuencia, puede adoptar determinadas posturas, que terminen
conduciendo a hábitos posturales erróneos, y finalmente a problemas estructurales consolidados.
Características psicológicas:
La actitud postural es psico-fisiológica y se verá influenciada por el estado emocional del alumno.
Así, es frecuente observar actitudes cifóticas en chicos/as deprimidos/as.
Además, una actitud postural inadecuada puede traer consigo una imagen negativa, y en
consecuencia una autoestima más baja. Así la deformidad estética que provocan las hipercifosis y
escoliosis graves pueden generar “complejos” que agudizan esta situación.
También las alteraciones en la postura pueden deberse a determinadas inhibiciones generadas por
cambios morfológicos durante el crecimiento, como es el caso de la "cifosis púdica" en la joven que
presenta un desarrollo de los senos que se adelanta al de sus compañeras, o como la cifosis del
chico que crece longitudinalmente a un ritmo más rápido que sus compañeros.
Tendencia progresiva hacia el sedentarismo:
La falta de ejercicio físico, característica común del adolescente, sobre todo en las chicas (Casimiro,
1999; ECERS, 1994), conlleva una menor resistencia muscular de los grupos encargados de
mantener una adecuada postura corporal (musculatura paravertebral dorso-lumbar, abdominales,
cuadrado lumbar, erector espinal), una tendencia al acortamiento de ciertos grupos musculares
(isquiosurales, pectoral mayor, psoas, tríceps sural) que desencadena cambios en las palancas óseas
que alteran la adecuada postura corporal. Además, la falta de ejercicio físico desencadena un menor
bagaje de experiencias motrices que desemboca en una falta de concienciación de estructuras claves
en la postura corporal.
Condiciones propias de la escolarización:
A los escolares, desde los primeros cursos, se les someten a largas estancias en posición
sedente o de inactividad y a cargar pesadas mochilas en sus desplazamientos. Esta situación va a
provocar la adaptación de su organismo a los requerimientos a los que se somete. La musculatura
más implicada se desarrollará en mayor medida que aquella que no es solicitada para las distintas
funciones cotidianas del escolar.
Así por ejemplo, el permanecer sentados durante largas horas en el centro escolar en rígidas sillas
construidas para provocar un estado de atención va a suponer el acortamiento de determinados
grupos musculares y el agotamiento y finalmente distensión de otros. Este acortamiento va a ser
provocado en la musculatura flexora de determinadas articulaciones implicadas y la distensión es
ocasionada en aquellos grupos musculares antagonistas a los primeros.
Defectos de visión y su incidencia en la postura:
Ciertos problemas posturales pueden ser debidos a una visión inadecuada, ya que la vista participa
en la adopción y mantenimiento de una postura correcta. Así, los alumnos que utilizan lentes
incorrectas, con miopía o con estrabismo, buscan una postura compensatoria de la cabeza que
modifique las distancias y/o ángulos de visión, lo que puede desembocar en alteraciones
posturales.
No hay duda de que el mejor método para tratar un problema es evitando que éste se
produzca (Blanco, F. y Jara, F., 1997).
Desde esta actitud preventiva, en la cual se entiende la actividad física y la salud como parte
fundamental de la Educación Física, el profesor debe impartir una actividad física saludable,
equilibrada y adecuada a la población escolar y que necesariamente debe iniciarse desde
edades tempranas.
Mecanismos de equilibración
En la equilibración de las malas actitudes, se considera que el equilibrio general se organiza a partir
de las articulaciones coxofemorales. Un equilibrio que busca la estabilidad debe pues organizarse en
principio, en función de la estabilización de la pelvis sobre las caderas
Pelvis
La estabilización de la cadera resulta, en general, de la asociación de dos desequilibrios
- Un desequilibrio en ante o retroversión.
- Un desequilibrio en ante o retropulsión, es decir en traslación hacia delante o hacia atrás.
Esto nos da cuatro tipos posibles de equilibración:
- anteversión más antepulsión.
- anteversión más retropulsión.
- retroversión más antepulsión.
- retroversión más retropulsión.
Estando la pelvis estabilizada en una de estas posiciones los segmentos supra y subyacentes se
estabilizan en función de este equilibrio y de la posición que el les impone en relación a la línea de
gravedad (Figura 8).
Rodilla
En sentido sagital, tenderá a situarse en flexión si la línea de gravedad de los segmentos superiores
pasa por detrás de las mesetas tibiales, y en recurvatum, si dicha línea pasa por delante. En el primer
caso queda estabilizada por la contracción tónica permanente del cuadriceps, y en el segundo, por la
tensión de los ligamentos laterales (Figura 9).
Figura 9. Equilibración de la rodilla en flexum y recurvatum.
En sentido frontal: es suficiente una ligera flexión de la rodilla para distender los ligamentos
laterales, en este caso la rodilla ya no queda estabilizada. La estabilidad que encuentra entonces es
por medio de la rotación interna del fémur (o la rotación externa de la tibia), esta rotación es la que
genera el valgo de rodilla. El recurvatum, por el contrario, tiende al varo (Figura 10).
Pie
En sentido sagital, el tobillo se flexiona cada vez que el equilibrio suprayacente exige una
oblicuidad de la tibia hacia delante, es decir, cuando la rodilla esta flexionada o cuando la pelvis
esta en traslación anterior. En este caso el tobillo queda equilibrado por la tensión tónica
permanente del tríceps sural (Figura 11).
En sentido frontal, el pie tiende a estabilizarse basculando hacia adentro, para quedar sostenido
por los ligamentos internos del tobillo. El eje de la tibia se desplaza entonces hacia adentro,
quedando el pie en valgo con lo que se abre el camino para el hundimiento de la bóveda
Evidentemente este proceso viene predeterminado por el valgo de la rodilla (Figura 12).
Raquis
En su modo de estabilización deben tenerse en cuenta dos factores determinantes: la posición
pélvica y el tipo raquídeo.
En cuanto a la posición de la pelvis, se analiza lo siguiente (Figura 13):
- La anteversión impone una hiperlordosis lumbar.
- La retroversión impone una cifosis lumbar o al menos una disminución de la lordosis.
- La antepulsión, al proyectar la pelvis por delante del eje de apoyo, obliga al tronco a una
orientación general hacia atrás para poder llevar el centro de gravedad dentro del polígono de
sustentación.
- La retropulsión, por razones inversas, obliga al tronco a una oblicuidad general hacia delante.
Por otro lado, el tipo raquídeo analiza que partiendo de una misma posición pélvica, los raquis se
equilibraran y estabilizaran de manera diferente de acuerdo a su tipo genético.
Abdomen
Su peso juega un papel de equilibración, aunque se trata de un papel pasivo, soportando más que
provocando la equilibración. Cae y se distiende cada vez el peso de las vísceras báscula hacia
delante, es decir, en la anteversión (Figura 14).
Caja torácica
Siente también los efectos de la equilibración. Tiende a aplanarse en los casos de columna dorsal
cifosada y a bloquearse en elevación cuando el dorso se equilibra en inversión. Queda retenida por
los abdominales cada vez que estos son utilizados en tensión permanente por la actitud (Fig.15).
Figura 15. Rx perfil columna dorsal. Véase el aplanamiento del diafragma y la escasa capacidad pulmonar.
Cintura escapular
Queda equilibrada por la posición de hombros y brazos, situados naturalmente por su propio peso,
pero en función de la equilibración y orientación del dorso (Figura 16):
- Si el dorso esta redondeado o caído hacia delante, la escápula tiende a alejarse hacia delante y, al
no reposar ya la pinza homoclavicular sobre el tórax, viene a quedar suspendida por la tensión
tónica del trapecio superior.
- Si el dorso es plano o caído hacia atrás, los omoplatos tienden a aproximarse al eje raquídeo.
Figura 16. Dorso plano, las escápulas se aproximan a la línea media.
Técnica general de los ejercicios
Posiciones de partida
De la gimnasia correctiva conservamos la técnica de las posiciones fundamentales y derivadas, ya
que estas posiciones tienen la ventaja de proporcionar etapas cómodas en el gradiente progresivo de
las dificultades del equilibrio. Desde la posición acostada a la posición de pie, los segmentos se
ajustan progresivamente, al ir disminuyendo la base de sustentación, requerimos mas trabajo de
sinergistas y estabilizadores.
A continuación detallamos estas posiciones, sin dejar de remarcar que, si bien son posiciones
extraídas de la concepción clásica de la gimnasia correctiva, extraemos de éstas las rigideces y
fijaciones voluntarias que la caracterizaban.
• Posición de decúbito dorsal
El cuerpo queda completamente liberado de las necesidades del equilibrio; es la posición más fácil;
la de mayor libertad a la percepción del esquema corporal.
Variantes:
- Decúbito dorsal, piernas flexionadas o semiflexionadas, pies apoyados en el suelo.
- La misma posición, con los pies ligeramente separados y las rodillas apoyándose una contra otra.
- Decúbito dorsal, piernas flexionadas, pantorrillas apoyadas en banco, pelota, etc.
- Decúbito dorsal, apoyando los talones en banco, pelota o profesor (Figura 17).
- Los decúbitos prono y lateral son pocos utilizados
• Posiciones sedentes
Al hacer reposar la pelvis directamente sobre el suelo, permiten educar aisladamente la movilidad y
el equilibrio de los segmentos del tronco.
En todas las posiciones el tronco debe ser mantenido vertical, pero suelto, sin rigideces, los
hombros cayendo naturalmente y la mirada horizontal.
Variantes:
- En banco: sentado, rodillas flexionadas, piernas verticales, pies apoyados en el suelo o bien a
través del banco, esta posición asegura muy buena movilidad pélvica (Figura 18).
- En suelo: es una posición que bloquea en general la anteversión pélvica, lo que permite, al
principio de la progresión, una percepción más fácil de la extensión dorsal.
- Las posiciones siguientes las iremos usando a medida que la laxitud coxofemoral lo vaya
permitiendo: sentado, rodillas flexionadas, pies apoyados; sentados, piernas extendidas y juntas;
sentado, piernas extendidas y separadas.
Figura 18. Trabajo en posición sedente en banco.
Posiciones de rodilla
De rodillas, sentado sobre los talones: posición muy interesante que permite una gran movilidad
pélvica, evitar que el entrenado ubique los pies en inclinación lateral evitando de esa forma la
tensión en los tobillos.
Variantes:
- De rodillas sentado sobre los talones, manos en el suelo o ambos lados de las rodillas.
- Cuadrupedia, sobre las rodillas, tronco horizontal
- de rodillas, cuerpo erguido y sus variantes: rodillas juntas, separadas, piernas paralelas pies juntos.
- Semiarrodillado, una rodilla en flexión anterior (Figura 19).
- Semiarrodillado lateral, una pierna extendida
- Las posiciones siguientes las iremos usando a medida que la laxitud coxofemoral lo vaya
permitiendo: sentado, rodillas flexionadas, pies apoyados; sentados, piernas extendidas y juntas;
sentado, piernas extendidas y separadas.
• Posiciones de rodilla
De rodillas, sentado sobre los talones: posición muy interesante que permite una gran movilidad
pélvica, evitar que el entrenado ubique los pies en inclinación lateral evitando de esa forma la
tensión en los tobillos.
Variantes:
- De rodillas sentado sobre los talones, manos en el suelo o ambos lados de las rodillas.
- Cuadrupedia, sobre las rodillas, tronco horizontal
- de rodillas, cuerpo erguido y sus variantes: rodillas juntas, separadas, piernas paralelas pies juntos.
- Semiarrodillado, una rodilla en flexión anterior (Figura 19).
- Semiarrodillado lateral, una pierna extendida lateralmente.
En estas posiciones, la retroversión pélvica queda limitada por la tensión del cuadriceps (por la
flexión de rodilla), con lo que el equilibrio de la pelvis no puede ser percibido, pero sin embargo, se
prestan muy bien para los movimientos de torsión o lateralidad suprapélvicos.
• Posición de pie
La bipedestación debe ser natural y suelta, pies ligeramente separados, brazos cayendo naturalmente
al igual que los hombros, mirada horizontal. A medida que el entrenamiento progrese, tenderá hacia
el equilibrio mecánico de los segmentos: equilibrio percibido, ya no impuesto. En relación a esto,
vale la pena aclarar que el entrenado no debe solamente recibir, sino participar; que no aprenda a
mantenerse derecho, sino que busque por si mismo una posición de equilibrio (Figura 20).
METODOS GIMNASTICOS DE REHABILITACION VERTEBRAL
Concepción actual
Inicialmente la gimnasia significaba movimiento. Para lograrlo se debía mejorar la amplitud, flexibilidad y fuerza
muscular; la acción gimnástica respondía a un acto voluntario del individuo. Apareció después la gimnasia postural,
desarrollada sobre todo por la escuela sueca, cuya finalidad principal era llegar a un mantenimiento correcto de la posición
de pie corregida con la finalidad de luchar permanentemente contra la acción de la gravedad. Esta técnica recomendaba la
progresión de los ejercicios codificados y limitados, dirigidos siempre por el individuo.
Actualmente, el movimiento y el trabajo postural no deben olvidarse, pero no son una finalidad en si mismos. Solo son
etapas para obtener la integración de la persona y su cuerpo, teniendo en cuenta los condicionantes internos relacionados
con su morfología, fisiología y patología; como también con su entorno, que impone diferentes resistencias externas, entre
las cuales se encuentra la acción de la gravedad.
El ser humano no debe corregirse, debe adaptarse efectuando buenas contracciones musculares en el momento adecuado;
de ahí la noción de “reeducación del movimiento” de Dolto (1978). La integración corporal necesita un perfecto
funcionamiento anatomofisiológico a todo nivel, que permita una programación sensoriomotriz, sabiendo que cuando
existe una patología, aparecen una o varias compensaciones.
El cuerpo debe ser considerado como un todo, con segmentos rígidos, ejes que permiten los movimientos, cadenas
musculares que aportan motricidad al conjunto como consecuencia de las diversas informaciones que recogen todos los
receptores, y que llegan a destino gracias al sistema nervioso.
El conjunto debe ser completado por elementos pasivos, aunque importantes como los sistemas capsuloligamentosos y las
fascias.
Se debe insistir también en que la respiración actúa sobre el individuo a varios niveles, y genera los siguientes beneficios:
- Favorece los intercambios gaseosos.
- Ayuda o dificulta los diferentes movimientos.
- Permite tomar conciencia de que existe un compartimiento automático, pero también voluntario.
- Ayuda a controlar el diafragma y el conjunto de la caja abdominal como soporte activo de la
columna.
Esta integración corporal requiere un trabajo de concienciación muy desarrollado.
Percepción
La percepción debe permitir el descubrimiento o redescubrimiento de las diferentes sensaciones
corporales y su utilización con vistas a una progresión de la estática vertebral.
Cualquiera que sea la región con la que se ha de trabajar, hay tres fases básicas que deben ser
respetadas:
- Asegurarse de la buena comprensión de las informaciones.
- Asegurarse de que el análisis mental se pueda llevar a cabo.
- Asegurarse de que la respuesta sea correcta en función del objetivo perseguido.
Flexibilizaciones
En una desviación simple de la actitud, en la que ningún obstáculo mecánico se opone a su
normalización y en la que las angulaciones segmentarias, pueden ser reducidas espontáneamente
por una movilización activa o pasiva apropiada, es inútil la flexibilización.
Así sucede en la mayoría de los niños, incluso en los que grandes angulaciones segmentarias
provocan deformaciones importantes.
Sin embargo, cuando la desviación esta ya fijada, es decir, cuando un obstáculo mecánico,
anatómico, etc., se opone a la reducción de una o varias angulaciones, es evidente que la
reeducación queda subordinada a la desaparición del obstáculo. Efectivamente, es imposible
percibir un equilibrio segmentario normal si el segmento en cuestión no puede situarse en una
posición de equilibrio mecánico.
Y es también evidente que una vez hecha la flexibilización previa y ya con el segmento
mecánicamente liberado, habrá que empezar la reeducación propiamente dicha, iniciando la
integración en los mecanismos neuromotores y esquema corporal de las nuevas posibilidades
articulares.
Causas de las limitaciones articulares:
- Musculares: retracción de pectorales, etc.
- Ligamentosas: retracción del ligamento de Bertín limitando la retroversión, retracción de los
ligamentos intervertebrales o glenohumerales, etc.
- Óseas: cuneiformación de cuerpos vertebrales en las verdaderas escoliosis o en ciertas cifosis
rígidas, coxa vara, genu valgo patológico, etc.
Las flexibilizaciones actúan sobre los elementos articulares, periarticulares y músculotendinosos. El
objetivo de las técnicas de flexibilización consiste en recobrar la fisiología sin excederse ni
provocar lesiones.
Existen reglas que debemos respetar:
- Flexibilizar en sentido corrector y antálgico.
- Localizar su acción flexibilizadora, sabiendo que siempre existen compensaciones cercanas o a
distancia que debe impedir o al menos limitar.
- Fijar lo que se acaba de flexibilizar para no volver al nivel patológico ni crear tampoco una
hipercorrección, que también es nociva.
- Limitar las resistencias internas, como la hiperpresión articular o la tensión muscular de defensa.
- Asociar la respiración, que deberá adaptarse en función de la finalidad perseguida y técnica
aplicada.
Reforzamiento muscular
Nos realizamos la siguiente pregunta: ¿Debe reforzarse la musculatura?
Si la musculación bastara para curar, ya se hubiese aplicado desde hace tiempo; por otra parte, los
deportistas nunca tendrían problemas, lo que realmente no es cierto.
El entrenador debe equilibrar o reequilibrar la acción de los diferentes grupos musculares en
función de la patología y la actividad de cada entrenado.
Para que haya equilibrio se necesitan buenas fundaciones, representadas por la cintura pélvica. En el
marco de la gimnasia, se deberá efectuar un trabajo muscular asociando la cadera a la columna
vertebral; los ejercicios analíticos se reducirán al máximo. Es preferible plantear un trabajo por
grupos o cadenas musculares que después se pueda descomponer en cadenas anteriores, posteriores,
laterales, verticales u oblicuas, y después automatizar estas contracciones mediante técnicas de
reprogramación
neuromotriz, que se adaptaran en función de las actividades habituales, profesionales y deportivas
de cada entrenado.
DESVIACIONES ANTEROPOSTERIORES DEL RAQUIS
Las desviaciones anteroposteriores del raquis se denominan habitualmente cifosis y lordosis (Figura
21).
El termino cifosis deriva del griego, significa espalda encorvada y se aplica a las desviaciones
vertebrales de convexidad posterior, generalmente torácicas.
El termino lordosis significa curvado y se aplica a las desviaciones de convexidad anterior,
generalmente lumbares.
La anteversión de la pelvis provoca una lordosis lumbar y el centrado de la cabeza en la línea de
gravedad una lordosis cervical.
Clasificación
Se distinguen:
a-Las posturas cifóticas o lordóticas, relacionadas con una hiperlaxitud ligamentosa o una hipotonía
muscular. Estas desviaciones son reductibles en la prueba de hiperextensión y mejoran con una
rehabilitación específica.
b-Las cifosis o lordosis constitucionales, que corresponden a un tipo morfológico familiar,
generalmente estables.
c-Las cifosis o lordosis de adaptación, las miopías importantes hacen que se adopte una postura
cifótica que puede volverse rígida durante el crecimiento.
d-Las deformidades estructurales que generalmente justifican un tratamiento específico.
Evaluación
Estudio estático
La posición en que se realiza el estudio debe ser reproducible.
Los pies deben estar juntos a nivel de los maleolos y el hallux en rotación cero. Los miembros
inferiores están extendidos, limitando un recurvatum excesivo. El tronco y los miembros superiores
están relajados, con las palmas de las manos colocadas sobre la cara externa de los muslos. La
mirada en la horizontal.
-De pie, de espaldas
Se coloca una plomada sobre el eje de la columna, con la punta situada en la parte superior del
pliegue ínterglúteo (S2). La mano que sujeta al hilo se sitúa a nivel del occipucio. Generalmente el
hilo es tangente al ápex de la cifosis en D7 (corresponde a la punta del omoplato).
La flecha torácica alta se mide en C7 (la apófisis espinosa más saliente a nivel cervicotorácico:
vértebra prominente. La flecha de la lordosis lumbar se mide en el hueco de la lordosis en L2 (la
vértebra L3 corresponde a una horizontal que pasa por las dos crestas ilíacas).
La flecha de la cifosis corresponde a la suma de la flecha torácica alta y la flecha de la lordosis
lumbar (Figura 22).
-De pie, de perfil
En esta posición se aprecia la armonía global del raquis. La plomada debe superponerse en una
misma vertical sobre el trago, el acromion, el trocánter y los maléolos (Figura 23).
-En decúbito supino
Se aprecia la rigidez de las cinturas. Los isquiotibiales suelen estar retraídos por debajo de la pelvis.
Se mide el ángulo poplíteo, es decir, el ángulo formado por el muslo en posición vertical y la pierna
cuando se intenta extender el conjunto del miembro inferior (Figura 24).
Para valorar la retracción de los planos anteriores, especialmente del psoas ilíaco, se pide al
entrenado que flexione el miembro inferior opuesto sujetando su rodilla; partiendo de la vertical se
baja el miembro inferior opuesto extendido, solicitando al entrenado su relajación. Al final del
movimiento se puede observar la vasculación de la pelvis y se mide la distancia talón-camilla, que
corresponde al comienzo de la vasculación (Figura 25).
A nivel escapular, se pide al entrenado que realice una máxima flexión de hombros con el codo en
extensión. La retracción de los pectorales se mide por la distancia codo-camilla, comprobando que
el raquis este bien pegado a la camilla, sin hiperlordosis.
-En decúbito prono
Se realiza una exploración programada del raquis.
Con la palpación cutánea se busca una fibromialgia, puntos o zonas dolorosas, contracturas, etc.
La rigidez raquídea se aprecia en la siguiente posición: se pide al entrenado que realice un
movimiento de hiperextensión del raquis con los miembros superiores colocados hacia atrás a lo
largo del cuerpo. Se mide la distancia manubrio-camilla, se valora la reductibilidad de la cifosis en
esta posición y se anota la localización de la zona de rigidez (ápex de la cifosis o charnela
toracolumbar) (Fig. 26).
Tratamiento libre
Cualquier ejercicio de kinesiterapia debe realizarse con bloqueo lumbar, sobre todo cuando existe
rigidez a nivel de la cifosis. Los ejercicios se repiten diariamente y se integran en el marco de una
actividad deportiva complementaria y una higiene raquídea cotidiana, que afecta desde la posición
sentada hasta el uso de una mochila.
A continuación describimos las principales cifosis, lordosis y sus tratamientos particulares.
Cifosis hipotónica
La hipotonía muscular es fisiológica durante el periodo de crecimiento puberal. Generalmente la
práctica de una actividad deportiva regular logra compensarla.
En la rehabilitación se insiste en ejercicios de musculación estática en autoelongación axial activa.
Esta musculación debe completarse siempre con ejercicios respiratorios, insistiendo en la
respiración profunda.
El segundo ejercicio se ocupa del control propioceptivo.
Ejemplo: en decúbito prono sobre una pelota suiza, movimientos de extensión de tronco con las
manos en la nuca y los miembros inferiores sujetos por el entrenador (Figura 27).
Cifosis inarmónica
Puede estar asociada a la cifosis hipotónica: miembros inferiores flexionados, tronco inclinado hacia atrás y cabeza
inclinada hacia delante. Se puede observar: flexión de cadera, lordosis normal o ligeramente disminuida, alejamiento del
cuerpo vertebral apical respecto de la línea de gravedad, aumento del ángulo de la cifosis.
La rehabilitación incluye:
- Corrección postural: el entrenado debe tomar conciencia de su espalda y adquirir una mejor representación de su forma,
posición y dinámica del espacio. Se debe enseñar a corregir las disarmonías observadas, primero en forma segmentaria, de
abajo hacia arriba; y después globalmente, en estática y durante el movimiento. Especialmente durante la marcha.
- Recuperación de la extensión femoral mediante técnicas de flexibilización del psoas (Figura 28).
- Recuperación de la lordosis fisiológica.
- Corrección de la hipercifosis gracias a la musculación de los extensores del raquis.
Cifosis rígida directa
Suele aparecer como consecuencia de una distrofia raquídea de crecimiento que provoca un
pinzamiento del disco con limitación de la movilidad segmentaria.
En la rehabilitación se insiste en la flexibilización del raquis en extensión:
- Posturas pasivas en decúbito prono o en posición cuadrúpeda.
- Estiramientos del ligamento intervertebral posterior en decúbito supino.
- Movilizaciones articulares posteriores en los tres planos del espacio, que combinen inclinación
lateral activa e hiperextensión y rotación activa e hiperextensión. La flexibilización general debe ser
tridimensional (Figura 29).
- La rigidez segmentaria a nivel de la cifosis favorece la limitación de la capacidad torácica durante
la inspiración profunda. Las costillas se movilizan con ejercicios respiratorios de inspiraciones y
espiraciones profundas.
Un cierto grado de cifosis es fisiológico, en especial en niños que presentan una lordosis
lumbar un poco aumentada por insuficiencia muscular de la faja abdominal.
Con el crecimiento, tanto la lordosis como la cifosis disminuyen progresivamente.
Lordosis
Se indica fundamentalmente en caso de lordosis dolorosas, asociadas a espondilosis, o cuando el
ángulo es superior a 65º.
La rehabilitación consiste en:
- Flexibilización del psoas y de toda la cadena anterior.
- Refuerzo de la musculatura abdominal.
- Flexibilización de los músculos paravertebrales lumbares e isquiotibioperoneos (Figura 30).
- Control de la inclinación pélvica.
Desviaciones anteroposteriores y deporte
Como se dijo anteriormente, el deporte es un complemento indispensable de la rehabilitación. Se ha
podido constatar que los deportistas tienen menos problemas raquídeos que las personas sedentarias
y que muchos deportistas de ato rendimiento que presentan una patología raquídea, han podido
proseguir su deporte de competición sin dolor ni acentuación de esta.
Cifosis
Podríamos hacer una clasificación según el riesgo de la disciplina:
- Sin riesgo: natación (evitando el estilo mariposa que favorece la acentuación de las curvaturas en
el plano sagital). Deportes de extensión del raquis (básquetbol, voleibol, danza clásica, etc.).
- Con riesgo: ciclismo (es importante regular la altura del manubrio y del asiento), equitación
(provoca microtraumatismos repetidos).
- Contraindicados: rugby y deportes de combate.
En el caso de un deportista, antes de tomar la decisión de suspender definitivamente la competición
es habitual hacer una prueba de tres meses; si los signos clínicos mejoran, se vuelve a la
competición.
Lordosis
Los deportes que musculan la cadena anterior son los más convenientes. En el caso que la alteración
sea a partir de una mala representación del esquema corporal, las destrezas rítmicas van a facilitar el
control postural.
El deporte es un complemento indispensable de la rehabilitación. Se ha podido constatar que los
deportistas tienen menos problemas raquídeos que las personas sedentarias y que muchos
deportistas de alto rendimiento que presentan una patología raquídea, han podido proseguir su
deporte de competición sin dolor ni acentuación de esta.
DESVIACIONES LATERALES DEL RAQUIS
Dentro del plano frontal, la columna puede desviarse permanentemente, lo que llamamos escoliosis
o si es reductible se conoce como actitud escoliótica.
Escoliosis es un término proveniente de la antigüedad: Escolios, usado por Hipócrates, significa
“tortuoso”.
Tenemos que hablar por un lado de actitud escoliótica, si se corrige activamente o con el decúbito,
no llega a constituir una enfermedad. Predomina en niños y adolescentes. Una vez instalada la
patología hablamos de escoliosis, que es la curvatura anormal o desviación lateral de la columna en
el plano frontal, con rotación y acuñamiento vertebral de forma permanente.
Examen físico
Practicar un minucioso examen físico nos va a permitir deducir si se trata de una actitud escoliótica,
de una escoliosis incipiente, o de un raquis normal. Está de más aclarar, que existen métodos
diagnósticos complejos que certifican la existencia de la patología (Figura 31).
Los pasos a seguir son:
- Observar la marcha: en la actitud escoliótica, el eje occipital suele estar equilibrado, a diferencia
de las escoliosis. El diagnostico de una actitud escoliótica es muy probable cuando al final del
examen clínico, el único defecto observado es una desviación del eje occipital en situación estática
o durante la marcha (Figura 32).
- Descartar una desigualdad en la longitud de los miembros inferiores: en caso de que exista,
equilibrar la pelvis mediante alzas de altura adecuada bajo la extremidad inferior más corta.
- Descartar una parálisis muscular o una retracción músculo-tendinosa importante a nivel de las
cinturas escapular y pélvica.
- Observar el tórax de frente, en bipedestación: si se examina el tórax de frente y es simétrico y
armonioso, sin prominencia mamaria de un lado respecto al otro, es poco probable que exista una
escoliosis.
- Observación posterior en bipedestación, con la pelvis equilibrada: se intenta localizar una
asimetría de los pliegues de la cintura que suele ser sinónimo de escoliosis lumbar verdadera, pero
también puede encontrarse en las sinuosidades lumbares sin rotación (Figura 33).
- Observación posterior en bipedestación, inclinado hacia delante: existe una tensión muscular
toracolumbar, no se trata de una giba.
- Cuando no se puede poner de manifiesto una desviación de las apófisis espinosas con respecto a la
vertical trazada por una plomada, desde C7 al pliegue ínter glúteo, no existe sinuosidad vertebral
Figura 33. Alteración del triangulo de la talla y maniobra de Adams donde se denota la alteración estructural.
En ausencia de una gibosidad, cuando se observa asimetría de los hombros (por ejemplo, uno más
alto que el otro), esta asimetría suele ser más de origen muscular que secundaria a una escoliosis
torácica alta. Si se observa una asimetría de los pliegues de la cintura, se trata más de una anomalía
pélvica o subpélvica que de una escoliosis lumbar (Figura 34)
Al contrario, la deformación tridimensional de las escoliosis opone siempre una curva principal a
una o dos curvas secundarias compensatorias, que se verifican con las gibas situadas a ambos
lados de la vertical C7-pligue ínter glúteo (Figura 35).
La comparación de los hallazgos realizados en bipedestación, con lo que ocurre al estar el cuerpo
en decúbito ventral, en donde existe una relajación completa de la cadena muscular posterior y en
donde se extraen los trastornos de la estática de los miembros inferiores, señala la desaparición
completa o casi completa de cualquier deformación.
Por una cuestión didáctica abordaremos el tema por separado.
Actitud escoliótica
La actitud escoliótica es una afección raquídea cuyo diagnostico es difícil. Pueden descubrirla los
padres o el medico escolar puede detectarla sistemáticamente, a partir de los signos funcionales y
físicos que tiene el alumno.
Debemos tener en cuenta que:
- Es una deformación no fija, ni estructural del raquis.
- El diagnostico se establece sobre todo en el niño o en el adolescente en crecimiento, aunque
también puede observarse en el adulto.
- No existe rotación vertebral en a radiografía anteroposterior del raquis en bipedestación.
- El tratamiento se basa en kinesiterapia y reeducación postural. La orientación del exámen clínico
se realiza para efectuar la reeducación a fin de que cada elemento anormal observado pueda ser
corregido.
Tratamiento
Objetivos
- Controlar la evolución morfológica durante el crecimiento.
- Ejercer un efecto antálgico en caso de dolores vertebrales.
- Si se han interrumpido los deportes, poder retomarlos progresiva y totalmente todas las
actividades deportivas a fin de desarrollar la musculatura, disminuir el tiempo de reacción postural
y modificar las estrategias posturales
• Principios del tratamiento
- Evitar el dolor.
- Respetar las leyes del crecimiento óseo y ligamentario.
- Elección de los ejercicios en función de la edad y del objetivo.
- Estudios comparativos periódicos que se comunican al medico y al entrenado.
- Compensar la desigualdad verdadera de la longitud de los miembros inferiores.
Medios
Existen dos grandes tipos de rehabilitación:
- De concepción global: poco adaptada para la edad puesto que las posturas deben mantenerse
durante bastante tiempo. Además, el crecimiento no permite fijar los beneficios adquiridos.
- De concepción clásica: la variedad de ejercicios permite realizar sesiones lúdicas y variadas.
Etapas de una sesión típica
- Toma de conciencia de los “defectos” y determinación de la autocorrección inicialmente
segmentaria, y con el tiempo cada vez más global.
El trabajo de autocorrección se realiza con la ayuda de un espejo para corregir el desalineamiento
del eje occipital, recobrar el equilibrio de la cintura escapular, establecer la simetría de los arcos
costales y equilibrar la pelvis en el plano frontal. Estas correcciones se suman unas a las otras y se
llevan a cabo en autoestiramiento y espiración regulada. Progresivamente se pasa de la posición
sentada a la bipedestación con los pies paralelos y las rodillas liberadas (Figura 36).
Figura 36. Trabajo de autocorrección frente al espejo.
- Estiramientos:
Debe respetarse el crecimiento óseo y tendinoso. Se prefieren los ejercicios activos inspirados en
el estiramiento muscular (stretching), a las prácticas pasivas que intentan mejorar la extensión con
tensiones mal reguladas.
Las retracciones usuales afectan a los isquitiobiales, al tríceps sural y al recto anterior, siempre
hablando de miembros inferiores, mientras que los estiramientos de miembros superiores están
abocados a corregir el enrollamiento de los hombros hacia delante debido a retracciones de los
pectorales. La colocación de los miembros superiores con el hombro en extensión, abducción y
rotación externa son suficientes.
Todo metodología de trabajo de elongación – flexibilidad se desarrolla más ampliamente en el
modulo del Lic. Marcelo Bolognese, cualquiera de esas técnicas activas son recomendables.
- Ejercicios de equilibrio y propiocepción:
Las estabilizaciones alternadas de la cintura escapular en plano estable, y luego en plano inestable,
con los ojos abiertos y luego cerrados, permiten un ajuste postural. Las diferentes posiciones y la
utilización del trampolín o de la pelota sueca facilitan la combinación de los encadenamientos
(Figura 37).
- Trabajo muscular
En función del estudio previo y según cada caso en particular, el fortalecimiento muscular de los
diferentes grupos es muy útil (Figura 38).
Escoliosis idiopática durante el periodo de crecimiento
Es de las escoliosis la de mayor incidencia, cerca del 80% de los casos.
Siguiendo una cuestión didáctica en la presentación de las desviaciones del raquis en el plano
frontal, hacemos alusión a esta que se da en el periodo de crecimiento y que mas allá que es
reducible en algunos casos, en otros es la anterior antes de una escoliosis definitiva en el adulto.
La osificación de las vértebras progresa en el seno de su molde cartilaginoso hasta alrededor de los
20 años. Cuanto mayor es el componente cartilaginoso, menos resistente es la estructura y mayor es
el riesgo de la deformación. Así también, cuanto mayor es la capacidad residual de crecimiento,
mayor es la probabilidad de agravación. Los desarrollos óseo, articular, muscular, tendinoso y
ligamentario se relacionan con las tensiones y con los movimientos recíprocos de estos elementos.
En este equilibrio precario, cualquier disfunción puede alterar el establecimiento de estructuras
anatómicas normales, es importante entonces, armonizar lo más tempranamente posible las
tensiones y el movimiento, para optimizar el desarrollo y la función.
Particularidades del tratamiento
La rehabilitación debe llevarse a cabo con la mayor tranquilidad posible, la idea de deformidad crea
temor en el individuo como en su entorno. La plasticidad de las estructuras en crecimiento
contraindica cualquier maniobra forzada.
El esquema general de rehabilitación no presenta ninguna especificidad:
- Se estiran las concavidades, en particular el ángulo iliolumbar para rearmonizar los músculos y
desencajar las estructuras vertebrales sometidas a tensiones. Estos estiramientos se realizan en
posición de antilordosis, sobre todo para la región lumbosacra, para asegurar una mejor movilidad
interarticular. Rápidamente, deben conducir a la sensación de movilidad específica para automatizar
la autocorrección (Figura 39).
- Debe aplicarse el mismo rigor al trabajo de la curva compensatoria cervical en la escoliosis
cervicotorácica o torácica alta.
- Se desarrolla la musculatura en la posición corregida. Una vez que se dominan los ejercicios,
pueden diversificarse.
• Deportes en la escoliosis idiopática
No se desaconseja la practica deportiva cuando la técnica es buena y el esfuerzo bien dosificado.
Las amplitudes del tronco de un niño o de un adolescente escoliótico, son normales y el rendimiento
de sus músculos es globalmente bueno.
El tenis, como otros deportes, puede practicarse con la condición de entrenar bien al niño en los
desplazamientos de los miembros inferiores y en la preparación del miembro superior para
propulsar la pelota, deslizando el omoplato sobre el tórax.
La equitación exige una buena adaptación del tronco y de la pelvis determinada por el ajuste de los
estribos.
El deporte contribuye a fomentar la atención frente a un objetivo, y a conservar la flexibilidad y la
musculatura en un contexto lúdico de auto superación en el marco del encuentro con otros
compañeros.
En la actitud escoliótica hay sólo desviación de la columna en el plano frontal, con ausencia de
gibosidad y de rotación vertebral.
La escoliosis consta de desviación de la columna en el plano frontal acompañado de rotación y
gibosidad.
En la actitud escoliótica hay sólo desviación de la columna en el plano frontal, con ausencia de
gibosidad y de rotación vertebral.
La escoliosis consta de desviación de la columna en el plano frontal acompañado de rotación y
gibosida
Escoliosis
Como vimos anteriormente, la escoliosis consiste en una desviación tridimensional de un segmento
de la columna vertebral, el cual suele abarcar de 5 a 7 vértebras, dibujando un arco de
circunferencia.
La vértebra más distante del eje teórico se conoce con el nombre de vértebra apical. Siempre es la
misma para una escoliosis dada.
Esta vértebra gira en torno a si misma y presenta la máxima rotación, manteniéndose horizontal. Su
topografía determina la localización anatomorradiologica de la enfermedad.
En cada extremo de la curvatura, la vértebra más inclinada en relación con la horizontal se
denomina vértebra límite. También se denomina vértebra neutra cuando carece de rotación.
Este defecto es permanente y no puede reducirse por completo, cualquiera fuera el método
empleado para ello. Dicha anomalía en el apilamiento de las vértebras se sitúa en un plano del
espacio que varia de una escoliosis a otra, modificándose con el paso del tiempo. Por encima y por
debajo de esta curvatura se forman curvaturas compensatorias o secundarias (Figura 40).
La verticalidad del tronco queda preservada. De este modo, la cabeza y sus mecanismos de
regulación del equilibrio y la postura (ojos, oídos, laberintos, etc.) conservan una disposición
espacial normal.
La curvatura compensadora es una media curva, de menor importancia que la principal. Su rotación
es mínima. Su magnitud depende de la curvatura original y del número de vértebras incluidas.
Cuanto más acentuada sea la curvatura principal y menor cantidad de vértebras formen la de
compensación, mas exagerada será esta, y viceversa.
El plano que ocupa viene impuesto por el de la curvatura principal, la pelvis y la cabeza; así pues,
también se sitúa en un plano del espacio inherente a cada escoliosis. En la medida que se acople a la
curvatura principal y conserve una correcta capacidad funcional, ejercerá su papel de
compensación; si se excede, la inadaptación generara nuevas y nefastas cargas, perjudicando a la
pelvis e incluso a la cintura escapular. Cuando esta capacidad de acomodación se sobrepasa, se
produce una dislocación rotatoria, acaso varias, en el punto de unión de las curvaturas. La
progresión de la curvatura secundaria puede entonces inducir nuevos condicionantes sobre la
principal.
Los factores que provocan la estructuración van acumulándose paulatinamente. Las curvaturas
patológicas alteran el reparto de las fuerzas que recorren la concavidad, y pueden llegar a deformar
el armazón cartilaginoso de las vértebras en personas muy jóvenes y, por consiguiente mas adelante
las propias vertebras. (Fig. 41).
Estos trastornos influyen más sobre la calidad que sobre el movimiento global del tronco. Las zonas
“hipomóviles” disponen de una regulación perturbada, ya que existe un defectuoso reparto de los
diferentes tipos de fibras musculares y una escasa proporción de haces neuromusculares.
Formas de escoliosis
Hay 6 formas, de acuerdo a la curvatura principal (Figura 42). Cuanta más alta es la curva primaria,
más grave es la escoliosis:
1- Lumbar (ápice L2 o L3): Es la más benigna, ya que tiene poca tendencia a evolucionar. Suelen
determinar lumbalgias en la adultez.
2- Dorsolumbar (ápice en D12): Es intermedia entre en todo sentido.
3- Dorsal (con centro en D8 y con vértebra límite superior D4, 5 y 6; y límite inferior D11-D12): De
mayor tendencia a evolucionar progresivamente. Es torácica y es la forma mas frecuente.
4- Cervicodorsal (con centro sobre D2): Es la más grave, infrecuente (2%).
5- Curvas primarias dorsal y lumbar asociadas.
6- Curva total única (en C).
Para simplificar la exposición designaremos siempre, por convención, a una escoliosis por el lado
de su convexidad. Así, “escoliosis dorsal derecha” significara escoliosis con convexidad derecha en
la región dorsal.
Objetivos terapéuticos
Todo defecto nocivo ha de ser detectado precozmente para que el tratamiento sea el adecuado. La
evaluación de los parámetros, repetida a lo largo del tiempo, conduce a un pronóstico que sigue
siendo difícil de establecer.
Curar una escoliosis, es decir, tener como objetivo el grado cero, es ilusorio, con excepción de
algunas formas de escoliosis infantil; si bien no deja de ser un objetivo al que debe tenderse.
La práctica de la gimnasia correctiva, de la rehabilitación, ergoterapia, etc. en estos casos esta
destinada a aliviar las fuerzas deletéreas, evitando así, en la medida de lo posible, la estructuración
de las curvaturas y los factores agravantes. Al reducir las curvaturas merced a un trabajo de
flexibilización y a un buen patrimonio muscular, es posible distribuir óptimamente la transmisión de
fuerzas entre los pilares anteriores y los posteriores, por un lado, y sobre ambas columnas
interapofisiarias, por otro.
Un empresa de semejante calibre obliga a un enfoque propioceptivo, condición
indispensable para una adecuada reprogramación neuromotriz. Así, de no poder actuar
sobre el compartimiento estructural en un momento dado, la mejoría del ingrediente
postural evita aquellos factores agravantes que le son atribuidos.
Propósitos de la rehabilitación
Movilidad
La movilidad esta condicionada por las articulaciones interapofisiarias, cuyo engranaje depende del
comportamiento del disco intervertebral. Cualquier lesión de una porción del segmento
intervertebral repercute en las otras estructuras adyacentes. Al igual que en las otras articulaciones,
el trabajo de rehabilitación se centra en el “rodaje”. Obliga a la descoaptación, y tiene lugar
únicamente siguiendo una óptica de armonía del movimiento bajo control propioceptivo.
Musculatura
La musculatura es absolutamente necesaria para ejecutar un gesto coordinado y mantener una
postura apropiada. Por consiguiente ha de ser correcta.
Una vez relajados, los músculos pueden contraerse eficazmente para llevar a cabo un movimiento;
en alerta, se adaptan a variaciones que imponen las circunstancias, no siempre previsibles; bien
equilibrados, gestionan sobriamente la postura gracias a la coordinación entre agonistas y
antagonistas.
Movimiento
El movimiento es el resultado de la suma del desplazamiento de los diferentes segmentos
intervertebrales. Dicho movimiento ha de ser armonioso.
Son dos las categorías en que pueden dividirse los movimientos que deben ser logrados para llegar a
ser ejecutables de manera voluntaria:
- El movimiento global del tronco, que garantiza un desplazamiento relativo entre ambas cinturas.
- El movimiento especifico de una u otra zona. Esta movilidad intrínseca es indispensable para la
correcta adaptación de cada uno de los segmentos intervertebrales.
Técnicas de trabajo
Lo visto anteriormente se pone en práctica, entre otros, por estos procedimientos:
Estiramiento longitudinal
Estirar es distorsionar y enderezar. De esta manera actuamos a la vez sobre dos de los elementos de
la escoliosis: la rotación y la desviación lateral.
El estiramiento puede ser realizado pasivamente bajo la acción del peso del cuerpo, o bien por una
presión mecánica actuando simultáneamente y en sentido inverso sobre la cabeza y la pelvis o,
sino, activamente por un esfuerzo activo de autoestiramiento (Figura 43).
• Desrotación
Como vimos anteriormente en la escoliosis, la cara anterior de las vértebras gira hacia la
convexidad. Se operará pues, teóricamente, una desrotación haciéndolas girar en sentido inverso,
por la rotación del tronco hacia la concavidad.
Podemos tomar como ejemplos los siguientes ejercicios:
- Para escoliosis total izquierda:
Decúbito dorsal, brazo izquierdo extendido lateralmente, brazo derecho extendido en la
prolongación del cuerpo, rodillas replegadas sobre el vientre, torsión pélvica que lleve las rodillas
hasta el suelo a la izquierda, volver a la posición de partida (Figura 44 A).
Suspensión dorsal activa en la escalera, mano derecha tomada a un barrote más alto que la
izquierda, piernas flexionadas sobre el vientre, torsión de la pelvis a la izquierda (Figura 44 B).
El trabajo de desrotación es muy delicado, no se aconseja más que para escoliosis de una sola
curvatura, o con dos, siendo una de ellas cervical.
Extensión
Destinada a actuar sobre la curvatura lateral del raquis, debe ejecutarse en inclinación hacia
el lado de la convexidad de la curva.
Es un ejercicio relativamente fácil, sin embargo hay que vigilar las compensaciones antero
posteriores que pueden falsear por completo el movimiento y acentuar las torsiones. Se emplean
ejercicios clásicos ejecutados unilateralmente.
Para acentuar su acción sobre la región lumbar se podrán ejecutar con elevación de la pelvis en el
lado de la convexidad escoliótica.
- Para escoliosis total izquierda
Sentado sobre un banco. Nalga izquierda elevada, mano derecha al hombro, la izquierda apoyando
sobre el tórax lateralmente y atrás.
Tracción lateral en espaldera. Situarse lateralmente a la espaldera, con el brazo izquierdo flexionado
se agarra a un barrote. Con el brazo derecho extendido y la mano en supinación se agarra a otro
barrote. Con la pierna derecha tratar de tocar el punto más lejano posible al suelo, inspirando y
manteniendo el cuerpo en plano frontal (Figura 45).
Decúbito lateral izquierdo, con un cojín semiduro bajo el tórax y extensión del brazo izquierdo;
inspiración profunda, extendiendo el brazo derecho por encima de la cabeza buscando el tocar con
la mano el punto más lejano (Figura 46).
En el caso de las escoliosis en S la extensión lateral es más difícil, ya que
además de las compensaciones antero posteriores, la inclinación lateral, tanto
de un lado como del otro, corre el peligro de acentuar una de las curvas en lugar de corregir la
otra. Es necesario entonces modificar el ejercicio de manera que: actué simultáneamente y en
sentido inverso sobre las dos curvas, y, que actué selectivamente sobre una de ellas manteniendo la
otra en posición de corrección.
Podemos fijar o corregir la curvatura dorsal:
- Por tracción (activa o pasiva) sobre el brazo homologo de la concavidad.
- Por presión directa sobre el lado del tórax correspondiente a la convexidad dorsal.
Podemos fijar o corregir la curvatura lumbar:
- Por tracción (activa o pasiva) sobre la pierna homologa de la concavidad.
- Por elevación de la nalga del lado convexo.
- Por flexión sobre la pelvis del muslo del lado convexo.
- Por elevación de la pelvis (con cojín por ejemplo) del lado de la concavidad en las posiciones de
decúbito prono.
Son aplicables a estos diferentes procedimientos, los siguientes ejercicios:
- Para escoliosis dorsal derecha, lumbar izquierda:
Decúbito dorsal, extender el brazo izquierdo en la prolongación del cuerpo mientras que con la
mano derecha ejerce presión lateral sobre el tórax, se extiende la pierna derecha a ras del suelo
(Figura 47).
Sentado sobre banco, nalga izquierda elevada, mano izquierda al hombro, la derecha sobre el
tórax presionando lateralmente y atrás, elevación y estiramiento del brazo izquierdo (Figura 48).
Recomendaciones para el trabajo en el marco escolar
Para desarrollar un trabajo preventivo de las desalineaciones raquídeas dentro de las clases de
educación física, se deben seguir las siguientes pautas de actuación:
• Las actitudes escolióticas no presentan ninguna contraindicación para la práctica de la educación
física.
• La columna vertebral escoliótica no es una columna frágil y será un error desaconsejar la práctica
total de la educación física, sin embargo, será el médico el que decidirá la posibilidad o no de
realizar con normalidad las clases de Educación Física.
• Se debe conocer que la escoliosis producirá una disminución de la flexibilidad de la columna
vertebral y un cambio en la función de la musculatura de la espalda, por lo que el alumno tendrá
limitados ciertos movimientos de la columna vertebral. En las escoliosis dorsales graves, existe
cierta restricción de la capacidad cardiorespiratoria y una disminución del consumo máximo de O2.
• Cuando un alumno precise llevar corsé y no pueda retirárselo durante las clases de educación
física, podrá realizar ciertas tareas programadas para el resto de los alumnos, así como ejercicios de
estiramiento y elongaciones axiales, ejercicios para desarrollar su tono muscular y para mejorar la
capacidad respiratoria, que deberán realizarlos en sustitución de ejercicios intensos, trabajo de
saltos, levantamiento de cargas elevadas y deportes de contacto.
• La gran mayoría de las desalineaciones sagitales del raquis y la falta de extensibilidad de
los grupos musculares no suelen ser diagnosticadas, por lo que el profesor de educación física
debe conocer los signos que indican su posible existencia.
• Debido a la alta prevalencia de las desalineaciones sagitales del raquis, se deben incluir ejercicios
de flexibilización de la columna dorsal, ejercicios de potenciación de los extensores de la columna
vertebral y de la musculatura abdominal.
• Es preciso concienciar al escolar de la importancia de la correcta flexión del tronco y de la
sedentación, al ser posturas utilizadas tanto en las tareas de la vida cotidiana, como en numerosos
gestos deportivos, por lo que el trabajo de Higiene postural debe ser introducido como tema
transversal o planteado en una Unidad Didáctica específica.
GLOSARIO
Arco longitudinal interno del pie: Concavidad en la parte interna del pie. Se inicia en el calcáneo,
sigue en el astrágalo, escafoides y termina en el primer metatarsiano.
Antálgico: actitud que toma un movimiento ejecutado con el fin de minimizar o evitar un dolor.
Cadenas musculares: representan circuitos en continuidad de dirección y de plano a través de las
cuales se propagan las fuerzas organizadoras de los movimientos del cuerpo.
Contraposición axial: Compresión a lo largo del eje.
Cuneiformación: Deformación vertebral en forma de cuña.
Curva compensatoria: una curva de secundaria situado por encima o por debajo de la curvatura
estructural, que se desarrolla con el fin de mantener la alineación normal del cuerpo.
Descoaptación: Aumento de la distancia entre dos superficies articulares
Disinergia: Imposibilidad para ejecutar movimientos coordinados, debida a la falta de la acción
sinérgica normal entre los grupos de músculos agonistas y antagonistas.
Escoliosis congénita: escoliosis debido a anomalías óseas de la columna vertebral presente en el
momento del nacimiento. Estas anomalías se clasifican como fracaso vertebral de la formación y / o
el fracaso de la segmentación.
Escoliosis del adolescente: curvatura lateral de la columna vertebral que aparece antes de la
aparición de la pubertad y antes de la madurez esquelética.
Ejercicios analíticos: Conjunto de movimientos para una articulación o un segmento corporal.
Espondilolistesis: desplazamiento anterior de una vértebra sobre la vértebra inferior adyacente.
Estiramiento axial: Estiramiento a lo largo del eje
Fibromialgia: Cuadro de dolor crónico musculoesquelético generalizado de más de tres meses de
duración, benigno de origen no articular y causa desconocida. Sensibilidad dolorosa aumentada en
unos puntos específicos a la presión.
Hallux: primer dedo del pie, dedo gordo vulgarmente.
Hemivertebra: anomalía congénita de la columna vertebral causada por el desarrollo incompleto
de una de las partes de una vértebra resultando en una cuña de forma.
Laberinto: Parte del oído interno que consiste en una cavidad hueca de estructura compleja.
Lúdico: Perteneciente o relativo al juego.
Maléolos: Cada una de las apófisis distales de los huesos de la pierna (tibia y peroné).
Medial: Termino de relación, hace alusión al lado interno.
Neuroeje: Conjunto de órganos que constituyen el sistema nervioso central: el encéfalo y la médula
espinal forman parte del neuroeje.
Recurvatum: Angulación hacia atrás de la rodilla.
Relaciones sinápticas: Proceso esencial en la comunicación neuronal, constituye el lenguaje básico del
sistema nervioso.
Reprogramación neuromotríz: método de reeducación que se basa en procesos
fisiológicos complejos y consiste en estimular las terminaciones nerviosas (propioceptores), para
excitar el bucle perceptivo-sensitivo-motriz y así obtener de forma automática o refleja la
contracción muscular, a fin de aumentar su fuerza, desencadenar la reacción o el movimiento
deseado.
Sistema de referencia: Conjunto de órganos encargados de informar sobre algo y sus relaciones.
Vértebra apical: Vértebra situada en el vértice de la curva escoliótica.
Visión holística: visión global del paciente, una completa perspectiva de sus estados físicos,
emocionales, mentales, así como también de su entorno y de su historia completa.
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