3143/2015 - Suprema Corte de Justicia de la Nación

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN
3143/2015.
QUEJOSO: **********.
VISTO BUENO
SR. MINISTRO
MINISTRO PONENTE: JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO.
SECRETARIO: HÉCTOR VARGAS BECERRA.
Ciudad de México. Acuerdo de la Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, correspondiente a la sesión del día
V I S T O S, para resolver los autos relativos al Amparo Directo
en Revisión 3143/2015, interpuesto contra la sentencia que dictó el
Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, el
catorce de mayo de dos mil quince, al resolver el Juicio de Amparo
Directo **********; y,
R E S U L T A N D O:
P R I M E R O. ANTECEDENTES:1
1). Se atribuye a **********, **********, **********,
********** y **********, que el catorce de diciembre de dos mil
once, ingresaron al Hospital General de México, organismo
descentralizado del Gobierno del entonces Distrito Federal, hoy
Ciudad de México; en concreto, a la oficina donde se resguardaban
los valores de la institución, y se apoderaron de **********, en
1
Información extraída de la causa penal ********** y su acumulada **********.
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“vales de despensa”, que serían pagados a los empleados del
nosocomio.
2). Hechos por los que el apoderado legal del Hospital,
presentó denuncia ante el Ministerio Público, que dio inicio a la
averiguación previa correspondiente.
El quince de diciembre siguiente, el Representante Social,
solicitó al Coordinador de la Policía de Investigación, en la
Coordinación Territorial de Seguridad Pública y Procuración de
Justicia Cuauhtémoc Ocho, que designara elementos para que se
avocaran a la investigación exhaustiva de los hechos, localización y
presentación de los probables responsables y testigos de lo sucedido.
En la misma fecha, el apoderado del Hospital puso a
disposición del Ministerio Público, el video de la cámara que
monitoreó el acceso de los probables responsables del delito al lugar
de los hechos. Videograbación de la que se apreció, entre otras
cuestiones, el ingresó de un taxi con placas de circulación
********** del Distrito Federal.
Derivado de ello, el agente de la Policía de Investigación
**********, en la misma data, informó que el taxi no tenía reporte de
robo, y que continuaría las investigaciones.
El dieciséis de diciembre de dos mil once, el Ministerio Público
ordenó la presentación de **********, quien aparecía como
propietario del vehículo. Al realizar la búsqueda de esa persona, el
elemento de policía **********, el diecisiete de diciembre siguiente,
logró localizar a su representante legal, quien le informó de un
contrato de arrendamiento entre el propietario del vehículo y
**********; dato con el que se logró su aseguramiento y el
**********.
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
**********, ante el Ministerio Público, proporcionó
información sobre otros de los sujetos que participaron en
el robo; entre ellos, dio la media filiación **********, y el
lugar donde podía ser localizado.
El dieciocho de diciembre de dos mil once, los policías
********** y **********, al continuar con la investigación, y con
base en el oficio girado por el Ministerio Público, en el que solicitó la
localización y presentación de otros indiciados, arribaron a la calle
**********, en la colonia Iztapalapa de la ahora Ciudad de México,
donde observaron a dos sujetos que corrieron al percatarse de su
presencia; lograron interceptarlos, pero intentaron evadirse de nueva
cuenta, en el caso de **********, lanzándoles golpes, por lo que se
hizo uso de la fuerza necesaria y técnicas de “manos vacías” para
evitar que los lesionara; al revisarlo, le encontraron tres fajillas de la
vales de despensa, por lo que lo trasladaron ante el Representante
Social.
En la misma fecha, el Ministerio Publico, con fundamento en el
artículo 282 del Código de Procedimientos Penales para el Distrito
Federal, dictó acuerdo de detención por caso urgente, en contra de
********** y el resto de los imputados, como probables
responsables del delito de Robo agravado calificado en pandilla; y al
estar reunidos los requisitos del artículo 268 del ordenamiento
adjetivo de referencia, les decretó su formal detención, por tratarse de
un delito grave, y porque existía riesgo fundado de que pudieran
sustraerse a la acción de la justicia, además de que no podía acudir
ante la autoridad judicial en razón de la hora.
Para integrar debidamente la indagatoria, el Ministerio Público
solicitó orden de arraigo, que fue concedida por el Juez Trigésimo
Octavo Penal del Distrito Federal, por el término de treinta días
naturales, a partir de las cuatro horas del diecinueve de diciembre de
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
dos mil once, a las tres horas con cincuenta y nueve minutos del
diecisiete de enero del dos mil doce.
2). El dos de enero de dos mil doce, se consignó la
averiguación previa sin detenido, en la que se ejerció acción penal en
contra ********** y otros, por considerarlos probables responsable
del delito de Robo calificado en pandilla, previsto y sancionado en los
artículos 220, párrafo inicial, fracción IV, 224, fracción II, 225, fracción
I y 252, del Código Penal para el Distrito Federal; por lo que se solicitó
el respectivo mandato de captura.
3). El dieciséis de enero de dos mil doce, el Juez Trigésimo
Octavo Penal del Distrito Federal, radicó el asunto bajo la partida
penal **********; y en la misma fecha, libró la orden de aprehensión
solicitada. El diecisiete de enero siguiente, ********** rindió su
declaración preparatoria; y dos días después, se dictó auto de plazo
constitucional, en el que se le decretó formal prisión como probable
responsable del delito de Robo calificado.
4). El nueve de marzo de dos mil doce, con motivo de diversa
indagatoria relacionada con los hechos, en la que se logró asegurar a
otro inculpado, se radicó en el mismo juzgado la causa penal
**********; y el dieciséis de marzo siguiente, se decretó
oficiosamente su acumulación a la causa penal **********.
5). El veintiuno de noviembre de dos mil doce, el Juez
Trigésimo Octavo Penal en el Distrito Federal, dictó sentencia en la
que consideró a ********** y otros, como penalmente responsables
del delito de Robo calificado, por el que se les impuso **********
años ********** días de prisión; además, los condenó a la
reparación del daño material, y les negó los sustitutivos penales.
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6). Inconformes con lo resuelto, el defensor
particular de **********, así como otros de los
sentenciados, por sí mismos o por conducto de sus defensores,
interpusieron recurso de apelación, del que conoció la Primera Sala
Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, donde se
registró como toca penal **********; y en sentencia de trece de
mayo de dos mil trece, se modificó la sentencia impugnada, para el
efecto de que se precisara que se absolvía a los sentenciados de la
reparación del daño moral y de los perjuicios ocasionados.
S E G U N D O. DEMANDA DE AMPARO. En desacuerdo con lo
resuelto, **********, en escrito que se presentó ante la citada Sala
Penal, el diez de noviembre de dos mil catorce,2 promovió demanda
de amparo directo, en la que señaló como Derechos Humanos
vulnerados en su perjuicio, los establecidos en los artículos 1º, 11, 14,
17, y 20, apartado B, fracciones IV, VI y VIII; y párrafo tercero, del
artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, así como en diversos numerales convencionales;3 narró
los antecedentes del acto reclamado, y precisó los conceptos de
violación que estimó pertinentes.
Conoció del asunto el Noveno Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Primer Circuito, cuyo Presidente, por auto de diecinueve de
enero de dos mil quince, admitió a trámite la demanda de amparo, la
registró con el número **********, reconoció el carácter de tercero
interesado al Hospital General de México, por conducto de su
representante, y dio intervención al Ministerio Público Federal.4 Luego,
Juicio de Amparo Directo **********. Foja 5.
Asimismo, señaló que se vulneraron los artículos 2º, 1.2.3; 3º, incisos a), b), y c); 4º, 1.2.3; 5º, 1.2;
9º, 1.4; 14, 1.2.3, incisos a), b) c), d) y e), .5; 15, 1.2; y 26 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos; 1º, 1.2; 7º, 1.2.4.4.56; 8º, 1.2, incisos a), b), c), d), e), f), g), y h); 9º, 24, 25, y 29
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación con los artículos 1º, 14, 16, 18,
20, 102, y 133 constitucionales.
2
3
4
Juicio de Amparo Directo **********. Foja 290.
5
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en sesión de catorce de mayo de dos mil quince, se dictó sentencia en
la que, por unanimidad de votos, se negó al quejoso el amparo y
protección de la Justicia Federal que solicitó.5
T E R C E R O. RECURSO DE REVISIÓN. Inconforme con la
resolución, el quejoso, en escrito que se presentó ante el Tribunal
Colegiado el cuatro de junio de dos mil quince, interpuso recurso de
revisión; el cual, por auto de Presidencia de la misma fecha, se tuvo
por interpuesto y ordenó remitir el asunto a esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación, lo que hizo a través del oficio respectivo, que se
recibió en la Oficina de Certificación Judicial y Correspondencia de
este Alto Tribunal, el nueve de junio de dos mil quince.
El Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, en auto de dieciocho de junio siguiente, ordenó formar y
registrar el recurso con el número 3143/2015, con reserva del estudio
de los motivos de importancia y trascendencia que se realizara, lo
turnó para su estudio al Señor Ministro José Ramón Cossío Díaz, y lo
radicó en la Primera Sala de este Alto Tribunal, ya que la materia del
asunto era penal, y por tanto, correspondía a su especialidad.
El Ministro Presidente de la Primera Sala, por auto de ocho de
julio de dos mil quince, ordenó avocarse al conocimiento del recurso, y
envió los autos a la Ponencia designada para la elaboración del
proyecto de resolución respectivo.
Elaborado el proyecto de resolución, fue desechado en sesión de
diez de febrero de dos mil dieciséis, y luego returnado al Señor
Ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo, para la elaboración de un
nuevo proyecto de resolución.
5
Ibídem. 314-417.
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
C O N S I D E R A N D O:
P R I M E R O. COMPETENCIA. Esta Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, es legalmente competente
para conocer del recurso de revisión, en términos de lo dispuesto por
los artículos 107, fracción IX, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos; 81, fracción II, de la Ley de Amparo; y, 21, fracción
III, inciso a), de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación;
así como en los Puntos Primero y Tercero del Acuerdo General 5/2013
emitido por el Pleno de este Alto Tribunal, publicado en el Diario Oficial
de la Federación de veintiuno de mayo de dos mil trece; toda vez que
se interpuso contra una sentencia pronunciada por un Tribunal
Colegiado dentro de un proceso de amparo tramitado en la vía directa,
cuya resolución no requiere la intervención del Tribunal Pleno.
S E G U N D O. OPORTUNIDAD. El medio de impugnación se
interpuso en tiempo y forma, de conformidad con lo dispuesto por el
artículo 86 de la Ley de Amparo, ya que de autos se advierte que la
sentencia dictada por el Tribunal Colegiado, se notificó personalmente
a la parte quejosa, el veintidós de mayo de dos mil quince; por lo cual,
surtió efectos el veinticinco siguiente, de conformidad con la fracción II
del artículo 31 de la Ley de Amparo.
Así, el plazo de diez días que establece el primero de los
numerales para la interposición del recurso, transcurrió del veintiséis
de mayo al ocho de junio de dos mil quince, sin contar los días treinta
y treinta y uno de mayo, así como el seis y siete de junio de dos mil
quince, por haber sido inhábiles –sábados y domingos–, conforme al
artículo 19 de la Ley de Amparo y 163 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación.
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
En tales condiciones, si de autos se desprende que el recurso de
revisión se presentó el cuatro de junio de dos mil quince, ante la
Oficialía de Partes del Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal
del Primer Circuito; entonces, su interposición fue oportuna.
T E R C E R O. CUESTIONES NECESARIAS PARA
RESOLVER EL ASUNTO. Para su comprensión, se sintetizan los
conceptos de violación; las consideraciones de la resolución recurrida;
y los agravios que expresó el recurrente.
I). CONCEPTOS DE VIOLACIÓN: El quejoso expresó, en
síntesis, los argumentos siguientes:
1.
La autoridad responsable vulneró el contenido de los artículos 1º, 14,
16, 17, 102, 103 y 133, constitucionales; 2º, 3º, 4º, 5º, 9º, 14, 15 y
26, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; 1º, 2º, 8º,
9º, 24, 25 y 29, de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos; 1º, 2º, 3º y 4º, del Protocolo adicional a la Convención
Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales “Protocolo de San Salvador”; y,
1º, 2º, 7º y 8º, de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos.
2.
Se vulneró el párrafo tercero, del artículo 14 constitucional, al aplicar
inexactamente la ley sustantiva penal, al tener por acreditado el
delito de robo mediante pruebas que no cumplieron con lo dispuesto
en el artículo 72, del Código de Procedimientos Penales para el
Distrito Federal; y en consecuencia, se vulneró el derecho
fundamental de seguridad jurídica previsto en el artículo 16
constitucional.
3.
Lo que de igual forma aconteció respecto del Código Penal para el
Distrito Federal; por tanto, no debió tenerse por acreditado el delito
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
de robo y su responsabilidad penal; ello, ante la falta de
elementos de convicción idóneos
y suficientes,
y
conforme a la facultad que se le confiere al juzgador, en
términos de los artículos 246 y 255 del Código de Procedimientos
Penales para el Distrito Federal, a efecto de valorar debidamente los
medios de prueba.
4.
De los deposados de los testigos de hechos, se advirtió que no
existió imputación directa en su contra; ello, porque no participó en el
evento antijurídico.
5.
No se acreditó el elemento subjetivo especifico del delito de robo; es
decir, el ánimo de domino.
6.
De las declaraciones ministeriales y judiciales de los inculpados
********** y **********, se observó que se tuvieron como
confesiones, y se señaló que reunieron los requisitos de los artículos
249 y 136 del Código de Procedimientos Penales para el Distrito
Federal; no
obstante, les correspondía el valor de indicio en
términos del artículo 261, de la legislación procesal en cita. Atestes
de los que se desprendió que no existió imputación en su contra.
7.
El acto reclamado no está debidamente fundado ni motivado.
8.
Se vulneró el principio de presunción de inocencia, ya que el
Representante Social debió aportar pruebas idóneas con las que
demostrara que participó en el delito que se le imputó.
9.
El acto reclamado carece de certeza, ya que de los medios de
prueba se observó que no participó en los hechos, pues no realizó
conducta alguna de acción positiva y de obrar doloso.
10.
Ante la existencia de duda absolutoria, se debió atender a los
principios in dubio pro reo, pro homine, y de presunción de
inocencia.
9
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
11.
Por la insuficiencia probatoria, sería cuestionable si en la especie se
podría formular el juicio de reproche o de tipicidad.
12.
Su negativa en la participación de los hechos que manifestó ante el
Representante Social y el Juez de la causa, se robustece con las
testimoniales de descargo; sin embargo, fueron desestimadas bajo
el argumento de que existió relación de parentesco, al igual que las
diversas documentales que ofertó.
13.
Su detención fue arbitraria; en consecuencia, se originó el efecto
corruptor del proceso penal.
Conforme a los deposados de los coinculpados, fue que se logró el
aseguramiento del quejoso por parte de los policías remitentes.
A los policías que participaron en su aseguramiento y el de sus
coinculpados, no les constaron los hechos; sin embargo, a sus
deposados se les concedió valor probatorio. Así, su detención fue
ilegal e inconstitucional.
14.
En atención al parte informativo de los elementos de investigación
********** y **********, que aseguraron a **********; éste les
proporcionó datos para la localización del quejoso, por ello, “es
evidente que no se obtiene en la legalidad y mandato constitucional
en estricto derecho”. Mismo que careció de congruencia y legalidad, y
del que se observó que dicho inculpado fue puesto a disposición de la
Representación Social con demora, lo que denota la posibilidad de
sufrir maltrato; y en consecuencia, implicar al quejoso en la comisión
del delito que se les atribuyó. Ante la ilegalidad de la detención de
dicho inculpado, se daría el efecto corruptor.
No obstante que se asentó que ********** confesó los hechos sin
violación al artículo 22 constitucional, existió dilación en su puesta a
disposición. Además, fue colocado en un estado de vulnerabilidad
física y psicológica; si bien al confesar los hechos no le imputó
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
participación
alguna
al
quejoso,
al
momento
del
reconocimiento de los partícipes, sí lo reconoció como
una de las personas que intervino en el evento delictivo.
El parte informativo de los elementos de investigación ********** y
**********, careció de legalidad al vulnerar lo dispuesto en el
artículo 134 en relación con el 269 del Código de Procedimientos
Penales para el Distrito Federal. Así como del principio de buena fe
ministerial, previsto en el artículo 21 constitucional. Lo que repercutió
en su proceso penal.
15.
Del parte informativo suscrito por los policías remitentes **********
y **********, se observó que el quejoso fue puesto a disposición de
la autoridad ministerial con demora de diez horas después de su
detención, sin que existiera causa legal para ello, ni fundamento
constitucional.
Además, existen diversos certificados médicos que se le practicaron
al quejoso, en los que se observó que presentó diversas lesiones
traumáticas externas.
Si bien a los remitentes no les constaron los hechos; a través de sus
investigaciones se logró la localización y aseguramiento del quejoso.
16.
La dilación injustificada arroja la sospecha de que el quejoso sufrió
actos de los prohibidos por el artículo 22 constitucional.
17.
No se cumplieron las formalidades esenciales del procedimiento.
18.
La autoridad responsable no contestó los agravios que se expresaron;
sólo hizo alusión a los mismos, pero no atendió la verdadera causa de
pedir.
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
19.
La autoridad responsable trasgredió sus derechos, toda vez que con
las pruebas que obran en autos no se acreditó el delito, calificativas y
la plena responsabilidad penal del quejos en el delito que se le
imputó.
20.
La orden de arraigo que se decretó en su contra, se emitió sin tomar
en cuenta que las probanzas en que se apoyó fueron ilegales.
II). CONSIDERACIONES DE LA SENTENCIA RECURRIDA. El
Tribunal Colegiado declaró infundados los conceptos de violación, en
razón de lo siguiente:
I). En principio, atendió a los conceptos de violación en los que
el quejoso expresó que su detención fue ilegal, y destacó:
12

En términos de los artículos 7.2 y 7.5 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, nadie podía ser privado de su libertad
física, salvo por las causas y condiciones fijadas en las
Constituciones de los Estados Partes o por las leyes dictadas
conforme a ellas; y la persona detenida o retenida debía ser llevada,
sin demora, ante un juez u otro funcionario que por ley ejerza
funciones judiciales.

El citado instrumento internacional protege toda interferencia ilegal o
arbitraria de la libertad física, en consecuencia, el numeral 7º
preserva de manera general el derecho a la libertad y la seguridad
personal; cualquier privación de libertad por la supuesta comisión de
un delito u otro motivo, debía realizarse con estricto cumplimiento de
una serie de garantías que aseguraran la protección de ese derecho
fundamental. Precisó dos casos en que la Corte Interamericana
determinó temas relativos a detención arbitraria, así como a los
supuestos para calificar una privación de la libertad como ilegal.

Así, lo que se resguardaba es que la detención se produzca por
mandamiento escrito y motivado de autoridad judicial, o mediante
flagrancia o caso urgente. De modo que, el artículo 7.2 de la
Convención remitía automáticamente a la normatividad interna. A
continuación, destacó las condiciones para librar una orden de
aprehensión; en términos del artículo 16, párrafo cuarto,
constitucional, y a la puesta a disposición del imputado de la
autoridad ministerial, sin demora.

Así como a los requisitos para determinar la validez de una detención
de conformidad con el artículo 9º del Pacto Internacional de
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
Derechos Civiles y Políticos y 7º de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos.
 De acuerdo al criterio de la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuando se alegaba
flagrancia, debía acreditarse que había elementos objetivos y
razonables para justificar válidamente la afectación a la libertad y
seguridad personal; de ahí que la consecuencia de una detención
arbitraria, sería su invalidez legal y de los datos de prueba obtenidos
en forma directa e inmediata con motivos de la misma.

Lo anterior implica que los agentes de la policía no podrán retener a
una persona por más tiempo del estrictamente necesario para
trasladarlo al Ministerio Público, a fin de ponerlo a disposición. En
ese sentido, el órgano judicial de control debía hacer un examen
estricto de las circunstancias del caso y eliminar cualquier
justificación basada en “la búsqueda de la verdad” o en “la debida
integración del material probatorio” y más aún la tortura o la
alteración de la realidad.

Así, se refirió al criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
en lo relativo al tema de la orden de búsqueda, localización y
presentación del indiciado, contenida en la tesis de jurisprudencia de
rubro:
“ORDEN
DE
BÚSQUEDA,
LOCALIZACIÓN
Y
PRESENTACIÓN DEL INDICIADO PARA DECLARAR DENTRO DE
LA AVERIGUACIÓN PREVIA. SI BIEN NO TIENEN LOS
ALCANCES DE UNA ORDEN DE DETENCIÓN, AFECTA
TEMPORALMENTE LA LIBERTAD DEAMBULATORIA”.6

En ese contexto, y en términos del artículo 21 constitucional, la
autoridad ministerial se encuentra facultada a realizar todas aquellas
diligencias dirigidas a la investigación del ilícito; y al ejercicio de la
acción penal, ya que la autoridad tiene la posibilidad de hacer
indagaciones bajo el marco jurídico y conforme a las atribuciones
que legalmente justifiquen su proceder, bajo un estándar de
necesidad, razonabilidad y proporcionalidad de la medida empleada.

De acuerdo con el estudio de los autos, se observó que la
averiguación previa **********, sin detenido, se inició el catorce
de diciembre de dos mil once, por el delito de Robo en agravio del
Hospital General de México, con motivo de la denuncia que realizó
una de las empleadas de seguridad.

Con motivo de las investigaciones, se logró saber que el Hospital
tenía cámaras de circuito cerrado; con lo cual, una vez que fueron
6
Texto: La comparecencia ante el agente del Ministerio Público, obtenida a través del
cumplimiento de la orden de localización, búsqueda y presentación del indiciado para que declare
dentro de la averiguación previa, si así lo estima conveniente, si bien es verdad no tiene como
propósito lograr su detención, no menos cierto es que, dados sus efectos restrictivos del espacio al
cual habrá de sujetarse al indiciado, se limita temporalmente su derecho a la libertad, ya que una
vez cumplida, ésta finaliza al instante que el Ministerio Público desahoga la diligencia que motiva
su presencia, y es hasta ese momento en que -de no existir alguna causa legal que lo impida-,
podrá retirarse del lugar para regresar a sus actividades cotidianas y, por tanto, es evidente que sí
se afecta la libertad deambulatoria de la persona involucrada.
13
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
recabadas las videograbaciones, el Ministerio Público dio fe de que
se apreció que los activos arribaron al lugar en diversos vehículos,
entre ellos un taxi, por lo que al buscar al dueño del vehículo, los
elementos de la Policía de Investigación, ubicaron que el propietario
era **********, de quien el Ministerio Público ordenó su
presentación.

No

De acuerdo con la información que les proporcionó la citada persona,
se trasladaron a la Colonia **********, Delegación **********,
donde observaron a bordo de un vehículo a un sujeto cuyas
características físicas coincidían con la información recabada, se
dirigieron a sus ocupantes, uno de ellos, se identificó como
********** y el otro como **********, a quienes les informaron
la causa de su detención. Así, contrario a lo alegado por el quejoso,
no existió dilación indebida.

Con motivo de la detención de **********, se obtuvo que
**********, y un diverso coinculpado, intervinieron en la comisión
del hecho ilícito, y proporcionó a los agentes de la autoridad los
rasgos físicos y domicilio donde podían ser localizados.

Por tanto, los elementos aprehensores ********** y **********,
el mismo diecisiete de diciembre, montaron vigilancia en el lugar
indicado, donde ubicaron a dos personas que correspondían con las
características que se les proporcionaron, quienes al percatarse de
su presencia, comenzaron a correr, por lo que los persiguieron y
metros más adelante lograron asegurarlos, resistiéndose, y trataron
de correr de nueva cuenta, por lo que, quien dijo llamarse
**********, se tropezó con una baqueta, y se golpeó en la pierna,
en tanto quien respondió al nombre de **********, al tratar de
evadirse, comenzó a soltar golpes con los puños de ambas manos,
motivo por el cual, fue necesario hacer uso de la fuerza necesaria y
técnicas a manos vacías para evitar que los lesionara; al efectuarse
una revisión a éste último, le encontraron en la bolsa derecha de su
pantalón tres fajillas de vales de despensa.
obstante, los Policías de Investigación ********** y
**********, el diecisiete de diciembre de dos mil once, señalaron
que al continuar con la investigación del robo, a efecto de localizar al
propietario, se entrevistaron con quien dijo ser su representante
quien les informó que las placas fueron arrendadas a **********.
 Motivos por los que se concluyó que la detención del quejoso no fue
arbitraria o ilegal por parte de los policías aprehensores, respecto del
lapso que tardaron en detenerlo materialmente hasta su puesta a
disposición, a las veintiún horas con cinco minutos, del día en
cuestión; “…pues, como se ha hecho patente, si bien el parte
informativo de los aprehensores efectivamente no especificaba la
hora exacta en que lograron su detención; también lo es que, ello se
logró gracias a la detención de **********, el cual como se
desprende de autos fue asegurado aproximadamente a las diecisiete
horas; por lo que si éste ya estaba en la agencia ministerial a las
14
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
diecinueve horas con quince minutos, de ello se advierte que
la detención posterior y puesta a disposición del quejoso a las
veintiuna horas con cinco minutos, no se verificó con dilación
indebida que sostiene el quejoso de casi diez horas sino a lo
sumo de dos horas”.
 La indebida dilación que hizo valer el quejoso, se hizo depender de la
versión de sus coinculpados y testigos de descargo, por lo que no
procedía la exclusión del parte informativo de los remitentes, así
como de los vales de despensa que le fueron asegurados –efecto
corruptor-. En apoyo de sus consideraciones, citó la tesis de rubro:
“EFECTO CORRUPTOR DEL PROCESO PENAL, CONDICIONES
PARA SU ACTUALIZACIÓN Y ALCANCES.”, emitida por la Primera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
 Por otra parte, no existió indicio de que la actuación de los
agentes fuera carente de los principios de legalidad,
objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a
derechos humanos, ya que no existieron datos de prueba que
permitieran inferir que los aprehensores retuvieron al quejoso
por más tiempo del estrictamente necesario para su traslado al
Ministerio Público, con la finalidad de obtener información o su
confesión; o que se ejerciera presión física o psicológica,
coacción, amenazas y malos tratos para que aceptara su
responsabilidad penal.
 Máxime que del certificado médico del quejoso, de dieciocho de
diciembre de dos mil once, suscrito por el médico adscrito a la
Secretaría de Salud del Gobierno del Distrito Federal, se
observó que presentó lesiones que tardan en sanar menos de
quien días, incompatibles con una violación al artículo 22
constitucional, o con aplicar tratos crueles o inhumanos que
atentaran contra su dignidad.
 El artículo 22 constitucional, proscribe la tortura, entendida
como aquéllos actos de violencia física o psicológica contra las
personas; los tratos inhumanos y degradantes; el tormento de
cualquier especie, la marca los azotes, los palos, etcétera.
 En el caso concreto, el quejoso presentó lesiones externas
recientes consistentes en tres hematomas en el costal derecho
izquierdo, lesiones incompatibles con penas o sufrimientos
físicos o mentales, con fines de investigación criminal, como
medio intimidatorio, como castigo personal, o para su
personalidad o a disminuir su capacidad física o mental, para
afirmar que “la confesión rendida ante la autoridad ministerial
fue obtenida mediante tortura”.
15
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
II). Contrario a lo que alegó el quejoso en el sentido de que
existió evidencia de que la Policía Federal intervino en su detención,
además de que la dilación en su puesta a disposición de la autoridad
ministerial supondría actos prohibidos por el artículo 22 constitucional,
en relación con el artículo 16 del mismo cuerpo normativo; obran en
autos los oficios de veinticinco y veintiocho de febrero de dos mil
doce, suscritos por el Inspector General de la Policía Federal, División
Antidrogas, Dirección de Enlace Jurídico Antidrogas, mediante el cual,
atento a la solicitud efectuada por dicha Secretaría y en particular, la
División de Fuerzas y/o apoyo de la Policía Federal, respecto a si
tuvieron
conocimiento
y/o
intervinieron
o
participaron
en
el
aseguramiento o hechos ocurridos el diecisiete de diciembre de dos
mil once, en calle ********** en el Distrito Federal, así como
quiénes eran los elementos que en la última fecha tenían asignada la
unidad o patrulla ********** de la Policía Federal; se informó que de
acuerdo al registro obtenido de las áreas operativas que conforman
esa División, no existía antecedente o registro alguno de participación
de integrantes en los hechos que se refirieron; asimismo, se destacó
que con relación a la patrulla de mérito, dentro de la plantilla vehicular
no se contaba con registro de esa unidad.
III). En estricto cumplimiento a las jurisprudencias P./J 31/2014
(10a) y P./J 34/2014 (10a), sustentadas por el Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, de rubros: “ARRAIGO EN MATERIA
PENAL. A PARTIR DE LA REFORMA A LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, PUBLICADA
EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 18 DE JUNIO DE
2008,
LAS
LEGISLATURAS
LOCALES
CARECEN
DE
COMPETENCIA PARA LEGISLAR SOBRE AQUELLA FIGURA, AL
SER FACULTAD EXCLUSIVA DEL CONGRESO DE LA UNIÓN” y
“ARRAIGO
EN
MATERIA
PENAL.
EFECTOS
QUE
DEBEN
ASIGNARSE A LA DECLARATORIA DE INVALIDEZ DECRETADA
CONTRA UNA NORMA LOCAL, QUE REGULE AQUELLA FIGURA”,
16
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
así como las tesis 1a. CCXLVII/2014 (10a) y 1a.
CCXLVIII/2014 (10a), emitidas por la Primera Sala del
Alto Tribunal, de rubros: “ARRAIGO LOCAL. LA MEDIDA
EMITIDA POR EL JUEZ ES INCONSTITUCIONAL” y “ARRAIGO
LOCAL. EFECTOS DE LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LA
MEDIDA EMITIDA POR EL JUEZ. EXCLUSIÓN DE PRUEBAS
DIRECTA E INMEDIATAMENTE RELACIONADAS”; declaró la
nulidad de diversas pruebas, relacionadas directa e inmediatamente
vinculadas con la medida cautelar de arraigo, a la cual había estado
sujeto el quejoso; en concreto:
- La declaración ministerial de ********** y **********;
- La declaración ministerial del coinculpado **********, quien estuvo
asistido en diligencia de diecinueve de diciembre de dos mil once,
por persona de confianza;
- Las ampliaciones de declaración del quejoso **********; de sus
coinculpados ********** y **********, de diecinueve de
diciembre de dos mil once; y,
- Las ampliaciones de declaración de veinte de diciembre de dos mil
once, rendidas por los elementos de seguridad **********,
**********, ********** y **********.
No obstante, se estimó que no era procedente anular todos los
medios de prueba obtenidos durante la investigación; ello, de
conformidad con la tesis de la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, de rubro: “EFECTO CORRUPTOR DEL
PROCESO PENAL. SUS DIFERENCIAS CON LA REGLA DE
EXCLUSIÓN DE LA PRUEBA ILÍCITAMENTE OBTENIDA”.
IV). Estimó que se respetó su derecho a un debido proceso;
que la autoridad responsable dio contestación a todos los agravios
expresados; se determinó que el acto reclamado estaba fundado y
motivado; y, que se observaron las reglas relativas a la valoración de
pruebas.
17
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
V). Contrario a lo alegado por el quejoso en el sentido de que
de las declaraciones de los testigos no se advirtió imputación en su
contra; algunos de éstos constituyeron indicios en cuanto a que el día
de los hechos varios sujetos se apoderaron de los “vales de
despensa”, los que se robustecieron con diversos elementos de
prueba.
VI). Por otro lado, si bien a los elementos de la policía que
detuvieron a **********, no les constaron los hechos materia del
apoderamiento; con motivo de esa detención, se logró la de otras tres
personas, entre ellos, el quejoso, a quien le encontraron vales de
despensa, a lo cual, al concatenarse con otros medios de convicción,
fue legal que se le otorgara valor probatorio al parte informativo que
rindieron.
VII). La autoridad responsable valoró con apego a legalidad las
declaraciones ministeriales que emitió el quejoso, asistido por su
defensor particular. En tanto que a las testimoniales de descargo,
correctamente, no se les concedió valor probatorio, ya que se
advirtieron contradicciones sustanciales respecto de la detención del
quejoso.
VIII). En cuanto a que fue golpeado varias horas por elementos
de la Policía Federal; ello es contrario al referido certificado médico de
dieciocho de diciembre de dos mil once. Además, como se informó,
no existió constancia de que dicha policía participara en su detención.
IX). De forma correcta, la autoridad responsable le otorgó valor
probatorio a los testimonios de descargo ofrecidos por el quejoso;
asimismo, que se acreditara la participación del quejoso en el hecho
imputado, en su carácter de coautor y las circunstancias agravantes
de cometerse el robo en una oficina que conserve valores, con
violencia física y moral, y la calificativa de pandilla.
18
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
X).
Sin
que
se
observara
insuficiencia
probatoria para acreditar su responsabilidad penal, y en
consecuencia
que
se
vulnerara
la
presunción
de
inocencia, ya que los medidos de convicción fueron debidamente
analizados y valorados, con lo que se enervó el estadio de inocencia
que mantuvo el quejoso durante toda la secuela procesal.
XI). En cuanto a la individualización de la pena, de conformidad
con los artículos 70 y 72 del Código de Procedimientos Penales para
el Distrito Federal, se determinó el grado de culpabilidad, y fue
correcto que se le impusiera la pena de prisión de ********** años y
********** días, por el delito de robo calificado; que se le absolviera
de la reparación del daño moral y perjuicios ocasionados; la negativa
a la concesión de sustitutivos de la pena de prisión y de los beneficios
de la suspensión condicional de la ejecución de la pena; la
suspensión de sus derechos políticos; y la devolución de diversos
objetos ya que no fueron instrumentos, objetos o producto del delito; y
la destrucción de los elementos que se encontraron en el lugar de los
hechos.
III). AGRAVIOS: Frente a la determinación constitucional, el
quejoso y recurrente expresó como argumentos de agravio los que a
continuación se sintetizan:
1.
Su detención fue arbitraria, ya que se omitió valorar la
declaración de ********** y **********, de cuyo relato se
desprende la demora en la puesta a disposición es de entre
seis y ocho horas; por lo que se violaron los derechos humanos
de debido proceso, legalidad y presunción de inocencia.
En apoyo a su argumento, invocó la tesis de rubro:
“DETENCIÓN PROLONGADA. EL HECHO DE QUE LOS
AGENTES CAPTORES RETENGAN AL INDICIADO POR MÁS
19
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
TIEMPO
DEL
QUE
RESULTA
RACIONALMENTE
NECESARIO, EN ATENCIÓN A LAS CIRCUNSTANCIAS
PROPIAS DE LA DISTANCIA Y LA DISPONIBILIDAD DEL
TRASLADO
GENERA
INCOMUNICACIÓN
Y
PRESUNCIÓN
AFECTACIÓN
FUNDADA
PSÍQUICA
DE
DEL
INCULPADO Y, POR ENDE, SU CONFESIÓN MINISTERIAL
CARECE DE VALIDEZ”.
2.
El Tribunal Colegiado, estimó infundado el concepto de
violación relativo a que se actualizan los presupuestos del
efecto corruptor del proceso que afecta al parte informativo
suscrito por los elementos aprehensores ********** y
**********, mismo que se desvirtúa con siete testimoniales de
descargo que se omitieron valorar, de las que se desprende la
dilación indebida de casi diez horas.
3.
La autoridad recurrida no aplicó las reglas de valoración de las
prueba, mismas que son insuficientes para acreditar el ilícito y
plena responsabilidad penal; máxime que de las testimoniales
no se advierte imputación en contra el sentenciado y para
condenarlo únicamente se apoyó en la prueba indiciaria.
En todo caso, sólo se le debió juzgar por el delito de
encubrimiento por receptación. Al respecto citó las tesis
aisladas con los
rubros: “ORDEN
CUERPO
DELITO
DEL
DE APREHENSIÓN,
TRATÁNDOSE
DE
LA.
INTERPRETACIÓN DE LA JURISPRUDENCIA 208, DEL
APÉNDICE 1917-1975” y “PRINCIPIO PRO HOMINE. SU
APLICACIÓN ES OBLIGATORIA”.
4.
Se valoró de forma indebida el parte informativo suscrito por
********** y **********, así como el de ********** y
**********.
20
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
5.
De las confesiones rendidas por **********
y **********, no se desprende imputación en su contra,
ni se le ubicó como su coparticipe.
6.
Existió insuficiencia probatoria a efecto de acreditar su
responsabilidad penal. Por ello, se viola el principio de
presunción de inocencia contenido en el artículo 14.2 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ya que existe
duda absolutoria e insuficiencia probatoria, sin que se apliquen
los principios pro homine e in dubio pro reo. Además, en todo
caso, su conducta encuadra en el delito de encubrimiento por
receptación, previsto y sancionado en el artículo 243 del Código
Penal del Distrito Federal. Invocó las tesis de rubros:
“PRESUNCIÓN IN DUBIO PRO REO. ESTÁ PREVISTO
IMPLÍCITAMENTE EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS” y “PRESUNCIÓN DE
INOCENCIA. EL PRINCIPIO RELATIVO SE CONTIENE DE
MANERA IMPLÍCITA EN LA CONSTITUCIÓN FEDERAL”.
C U A R T O. PROCEDENCIA DEL ASUNTO. Debe analizarse
si es o no procedente el recurso de revisión, y si se acreditan los
requisitos de importancia y trascendencia a que hace alusión el
artículo 107, fracción IX, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, así como los Puntos Primero y Segundo del
Acuerdo General Plenario 9/2015, publicado en el Diario Oficial de la
Federación el doce de junio de dos mil quince.
Así, la fracción IX, del artículo 107 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, establece:
“Las controversias de que habla el artículo 103 de esta
Constitución, con excepción de aquellas en materia electoral, se
21
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
sujetarán a los procedimientos que determine la ley
reglamentaria, de acuerdo con las bases siguientes:
[…]
IX. En materia de amparo directo procede el recurso de revisión
en contra de las sentencias que resuelvan sobre la
constitucionalidad de normas generales, establezcan la
interpretación directa de un precepto de esta Constitución u
omitan decidir sobre tales cuestiones cuando hubieren sido
planteadas, siempre que fijen un criterio de importancia y
trascendencia, según lo disponga la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en cumplimiento de los acuerdos generales del
Pleno. La materia del recurso se limitará a la decisión de las
cuestiones propiamente constitucionales, sin poder comprender
otras; […]”.
Conforme a la exposición de motivos de la reforma constitucional
a dicho numeral, publicada en el Diario Oficial de la Federación el
once de junio de mil novecientos noventa y nueve, se advierte que las
facultades discrecionales otorgadas a la Suprema Corte de Justicia de
la Nación para resolver sobre la procedencia del recurso de revisión
interpuesto contra sentencias dictadas por los Tribunales Colegiados
de Circuito, tienen por objeto que este Alto Tribunal deje de conocer
de aquellos asuntos en los que no deba entrar al fondo para fijar un
criterio de importancia y trascendencia; por lo cual, el precepto legal
pretende fortalecer el carácter de máximo órgano jurisdiccional de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, en congruencia con el
carácter uni-instancial del amparo directo, a fin de que sólo por
excepción, pueda ser tramitada y resuelta la segunda instancia, pero
acotada sólo a aquellos casos que resulte imprescindible la
intervención de este Alto Tribunal.
En otras palabras, tratándose de juicios de amparo directo, por
regla general, no procede el recurso de revisión y sólo por excepción
será procedente.
Con base en lo anterior, el Tribunal Pleno de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación emitió el Acuerdo 9/2015, publicado en el
22
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
Diario Oficial de la Federación el doce de junio de dos
mil quince, cuyo punto Primero establece que el
recurso de revisión contra las sentencias que en materia de amparo
directo
pronuncien
los
Tribunales
Colegiados
de
Circuito
es
procedente, en términos de lo previsto en los artículos 107, fracción IX,
constitucional, y 81, fracción II, de la Ley de Amparo, si se reúnen los
supuestos siguientes:
“a) Si en ellas se decide sobre la constitucionalidad o
inconstitucionalidad de una norma general, o se establece la
interpretación directa de un precepto constitucional o de los
derechos humanos establecidos en los tratados internacionales
de los que el Estado Mexicano sea parte, o bien si en dichas
sentencias se omite el estudio de las cuestiones antes
mencionadas, cuando se hubieren planteado en la demanda de
amparo, y
b) Si el problema de constitucionalidad referido en el inciso
anterior entraña la fijación de un criterio de importancia y
trascendencia.”
Luego, en ningún otro caso procederá el recurso de revisión en
contra de una sentencia dictada por un Tribunal Colegiado de Circuito
en amparo directo.
En lo relativo a los requisitos de “importancia y trascendencia”, el
punto Segundo del citado Acuerdo Plenario, señala:
“SEGUNDO. Se entenderá que la resolución de un amparo
directo en revisión permite fijar un criterio de importancia y
trascendencia, cuando habiéndose surtido los requisitos del
inciso a) del Punto inmediato anterior, se advierta que aquélla
dará lugar a un pronunciamiento novedoso o de relevancia para
el orden jurídico nacional.
También se considerará que la resolución de un amparo directo
en revisión permite fijar un criterio de importancia y
trascendencia, cuando lo decidido en la sentencia recurrida
pueda implicar el desconocimiento de un criterio sostenido por la
Suprema Corte de Justicia de la Nación relacionado con alguna
cuestión propiamente constitucional, por haberse resuelto en
contra de dicho criterio o se hubiere omitido su aplicación.”
23
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
En ese orden de ideas, se surten los requisitos para la
procedencia del recurso de revisión, al observarse de la reseña que se
hizo del asunto, que en la demanda de amparo, en la resolución
recurrida y en los agravios expresados, existen planteamientos,
argumentos e interpretaciones constitucionales con relación a temas
como la legalidad en la detención del quejoso, el derecho fundamental
a no ser objeto de tortura, y en torno a la medida cautelar del arraigo.
Además, el asunto reúne las condiciones de importancia y
trascendencia, pues con relación al tema de la detención del quejoso,
el
Tribunal
Colegiado
desconoció
la
correspondiente
doctrina
constitucional desarrollada por esta Primera Sala de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación; y respecto del tema de tortura, permite
reiterar el criterio de esta Sala, relacionado con el impacto que tiene
una denuncia de tortura en el proceso penal, tal como se resolvió en el
amparo directo en revisión **********, en sesión de dieciocho de mayo
de dos mil dieciséis.
Sin soslayar que en la demanda de amparo, el quejoso planteó
que hubo dilación en su puesta a disposición ante el Ministerio
Público; y al respecto, en la resolución recurrida se dio respuesta al
planteamiento, y la misma fue impugnada en la revisión.
Q U I N T O. ESTUDIO DE FONDO. Por razones de orden y
prelación, primero se abordará el tema de la detención del quejoso; a
continuación, la demora en su puesta a disposición ante el Ministerio
Público; en tercer orden, el planteamiento sobre la vulneración al
derecho fundamental a no ser objeto de tortura; en cuarto lugar, se
verificará si los argumentos del Tribunal Colegiado, con relación a la
medida cautelar de arraigo, son o no compatibles con los lineamientos
24
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
que al efecto ha emitido este Máximo Tribunal; y
finalmente, se dará respuesta al resto de los motivos
de agravio que formuló el recurrente.
Lo anterior, en el entendido de opera la suplencia de la
deficiencia de la queja, en términos de lo dispuesto en el numeral 79,
fracción III, inciso a), de la Ley de Amparo.7
I. Con relación a la detención del quejoso, de acuerdo con los
antecedentes narrados, se observa que se logró como parte de los
actos de investigación relacionados con la averiguación previa
**********, que se instruyó por el delito de Robo, en agravio del Hospital
General de México, perpetrado en la Ciudad de México.
Durante la indagatoria, el Ministerio Público, a través de diversos
oficios dirigidos al Coordinador de la Policía de Investigación, en la
Coordinación Territorial de Seguridad Pública y Procuración de
Justicia Cuauhtémoc Ocho, le solicitó que designara elementos de
Policía de Investigación, a efecto de que se avocaran a la
investigación exhaustiva de los hechos, localización y presentación de
los probables responsables del delito.
Así,
elementos
de
Policía
de
Investigación
lograron
el
aseguramiento de **********, quien proporcionó información para
localizar a otras personas involucradas con los hechos; de acuerdo
con esos datos, se continuó la investigación, a efecto de cumplimentar
la petición del Representante Social sobre la búsqueda, localización y
presentación de los probables responsables. De esta manera, la los
“Artículo 79. La autoridad que conozca del juicio de amparo deberá suplir la deficiencia de los
conceptos de violación o agravios, en los casos siguientes:
[…]
III. En materia penal:
a) En favor del inculpado o sentenciado; y…”.
7
25
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
elementos de policía de investigación ********** y **********, se
trasladaron al lugar que les indicó **********, donde aseguraron a
********** con otro inculpado, a quienes pusieron a disposición del
Ministerio Público.
Consecuentemente,
resultan
fundados
los
argumentos
expresados por el quejoso en su demanda de amparo, en el sentido
que su detención fue ilegal; pues queda de manifiesto que se realizó
en
cumplimiento
a
una
orden
de
búsqueda,
localización
y
presentación, y por tanto, resultó violatoria de los derechos
fundamentales a un debido proceso y la libertad personal.
En efecto, con relación al tema, esta Primera Sala ha sostenido
que el reconocimiento constitucional y convencional de los derechos
fundamentales persigue crear y mantener las condiciones básicas
para asegurar el desarrollo de la vida de las personas en condiciones
compatibles con su dignidad.8
En ese sentido, la libertad personal representa uno de ellos y
comprende la posibilidad y el ejercicio positivo de todas las acciones
dirigidas a desarrollar las aptitudes y elecciones individuales que no
pugnen con los derechos de los demás, ni entrañen abuso de los
propios.
Como otros, el derecho a la libertad personal no es absoluto,
pero su acotamiento debe partir de la existencia de una cuestión que
8
De ahí que tales derechos se aprecien como potenciales instrumentos de paz, igualdad y
protección de las personas y no sólo de los “ciudadanos”. Concluida la Segunda Gran Guerra y
después del nacimiento de la ONU, los llamados derechos “fundamentales” ya no sólo lo son
dentro de los Estados en cuyas constituciones se encuentran formulados, sino que adquirieron un
carácter “supra-estatal” quedando los Estados vinculados a su observancia, por lo que ya no son
derechos de “ciudadanía” como se les solía llamar, sino de las personas, con independencia de
sus diversas ciudadanías. Cfr. Luigi Ferrajoli, Los Fundamentos de los Derechos Fundamentales,
editorial Trotta, segunda edición, Madrid, 2005, página 40.
26
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
razonablemente lo justifique, como lo es preservar
otros bienes constitucionalmente protegidos.
En efecto, al resolver el amparo en revisión **********9, esta
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, concluyó
que el citado derecho humano es de “primer rango” y que “sólo puede
ser limitado bajo determinados supuestos de excepcionalidad, en
armonía con la Constitución Federal y los instrumentos internacionales
en la materia”.
Sobre el particular, el artículo 9.1 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos10 dispone que todo individuo tiene derecho
a la libertad personal, por lo que nadie puede ser privado de la misma,
salvo por causas fijadas por la ley y con arreglo al procedimiento
establecido por ésta.
A su vez, el numeral 7º de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos indica que toda persona tiene derecho a la
libertad personal y que nadie podrá ser privado de su libertad física,
salvo por las causas y en las condiciones fijadas de antemano por las
Constituciones Políticas de los Estados Partes o por las leyes dictadas
conforme a ellas.
Este último precepto, textualmente prevé:
9
Sesión de 6 de noviembre de 2013. Cinco votos por la concesión del amparo de los Ministros
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga
Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Mayoría de tres votos por el
amparo liso y llano de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y
Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Disidentes: José Ramón Cossío Díaz y Jorge Mario
Pardo Rebolledo. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Encargado del engrose: Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena. Secretario: José Alberto Mosqueda Velázquez.
“Artículo 9.
1. Todo individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad personale. Nadie podrá ser sometido
a detención o prisión arbitrarias. Nadie podrá ser privado de su libertad, salvo por las causas
fijadas por ley y con arreglo al procedimiento establecido en ésta”.
10
27
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
“Artículo 7. Derecho a la Libertad Personal.
1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad
personales.
2. Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las
causas y en las condiciones fijadas de antemano por las
Constituciones Políticas de los Estados Partes o por las leyes
dictadas conforme a ellas.
3. Nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento
arbitrarios.
4. Toda persona detenida o retenida debe ser informada de las
razones de su detención y notificada, sin demora, del cargo o
cargos formulados contra ella.
5. Toda persona detenida o retenida debe ser llevada sin
demora, ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley
para ejercer funciones judiciales, y tendrá derecho a ser juzgada
dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad, sin
perjuicio de que continúe el proceso. Su libertad podrá estar
condicionada a garantías que aseguren su comparecencia en el
juicio.
6. Toda persona privada de libertad tiene derecho a recurrir ante
un juez o tribunal competente, a fin de que éste decida, sin
demora, sobre la legalidad de su arresto o detención y ordene su
libertad si el arresto o la detención fueran ilegales. En los
Estados Partes cuyas leyes prevén que toda persona que se
viera amenazada de ser privada de su libertad tiene derecho a
recurrir a un juez o tribunal competente a fin de que éste decida
sobre la legalidad de tal amenaza, dicho recurso no puede ser
restringido ni abolido. Los recursos podrán interponerse por sí o
por otra persona.
7. Nadie será detenido por deudas. Este principio no limita los
mandatos de autoridad judicial competente dictados por
incumplimientos de deberes alimentarios”.
En atención a ello, la privación de la libertad personal sólo puede
efectuarse bajo los supuestos excepcionales establecidos por el propio
orden jurídico, a partir del estricto cumplimiento de determinados
requisitos y garantías; de lo contrario, se estará ante una detención o
privación ilegal de la libertad, prohibida tanto a nivel nacional como
internacional.
Lo anterior quedó plasmado en la tesis aislada de esta Primera
Sala, consultable en la Gaceta del Semanario Judicial de la
28
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
Federación, Libro 6, mayo de dos mil catorce, Tomo I,
número 1a. CXCIX/2014 (10a.), página quinientos
cuarenta y siete, de rubro: “LIBERTAD PERSONAL. LA AFECTACIÓN A
ESE DERECHO HUMANO ÚNICAMENTE PUEDE EFECTUARSE BAJO
LAS
DELIMITACIONES
EXCEPCIONALES
DEL
MARCO
CONSTITUCIONAL Y CONVENCIONAL”.11
Por otra parte, es necesario señalar que nuestra Constitución
General, en sus artículos 14, 16, 18, 19, 20 y 21 –texto anterior a la
reforma de dieciocho de junio de dos mil ocho–12, establece la
posibilidad expresa de limitar o en su caso privar de la libertad
personal a los gobernados, en los supuestos siguientes:
i.
Detención por cualquier persona, en caso de delito flagrante (artículo
16, cuarto párrafo).13
ii.
Orden de detención, librada en casos urgentes por el Ministerio
Público (artículo 16, quinto párrafo).14
Texto: “La libertad personal se reconoce y protege como derecho humano de primer rango tanto en la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (artículos 1o., 14 y 16), como en el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos (artículo 9) y en la Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículo
7); de ahí que su tutela debe ser la más amplia posible, conforme a la fuente jurídica que mejor la garantice y
sólo puede limitarse bajo determinados supuestos de excepcionalidad, en concordancia con los sistemas
constitucional y convencional, es decir, a partir del estricto cumplimiento de requisitos y garantías de forma
mínima a favor de la persona; de lo contrario, se estará ante una detención o privación de la libertad personal
prohibida tanto a nivel nacional como internacional”.
11
12
En la actualidad, con motivo de la citada reforma constitucional, en el párrafo octavo del artículo
16 de nuestra Carta Magna se contempla la posibilidad de decretar el arraigo en materia de
delincuencia organizada. Dicho precepto, en lo conducente, establece:
“La autoridad judicial, a petición del Ministerio Público y tratándose de delitos de delincuencia
organizada, podrá decretar el arraigo de una persona, con las modalidades de lugar y tiempo que
la ley señale, sin que pueda exceder de cuarenta días, siempre que sea necesario para el éxito de
la investigación, la protección de personas o bienes jurídicos, o cuando exista riesgo fundado de
que el inculpado se sustraiga a la acción de la justicia. Este plazo podrá prorrogarse, siempre y
cuando el Ministerio Público acredite que subsisten las causas que le dieron origen. En todo caso,
la duración total del arraigo no podrá exceder los ochenta días”.
“En los casos de delito flagrante, cualquier persona puede detener al indiciado poniéndolo sin
demora a disposición de la autoridad inmediata y ésta, con la misma prontitud, a la del Ministerio
Público”.
13
29
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
iii.
Mandamiento de retención dictado por la autoridad ministerial,
pudiendo durar dicha afectación hasta cuarenta y ocho horas, plazo
en el que el indiciado deberá ser puesto en libertad o a disposición
de la autoridad judicial; lapso que sólo podrá duplicarse en aquellos
casos que la ley prevea como delincuencia organizada (artículo 16,
séptimo párrafo)15.
Este mandamiento se ha conceptuado como aquel que dicta el
Ministerio Público respecto a los indiciados que son presentados con
motivo de delito flagrante, pues como ya se explicó, el ciudadano
que detiene al sujeto activo del delito en el momento de su comisión
o en uno inmediato a éste, lo debe poner sin demora a disposición
de la autoridad y ésta a su vez con la misma prontitud, presentarlo a
la representación social, quien al recibirlo dictara, de ser procedente,
el citado mandamiento de retención.
iv.
Orden de aprehensión librada por autoridad judicial (artículo 16,
segundo párrafo).16
v.
Arresto administrativo hasta por treinta y seis horas (artículo 21,
primer párrafo)17.
“Sólo en casos urgentes, cuando se trate de delito grave así calificado por la ley y ante el riesgo
fundado de que el indiciado pueda sustraerse a la acción de la justicia, siempre y cuando no se
pueda ocurrir ante la autoridad judicial por razón de la hora, lugar o circunstancia, el Ministerio
Público podrá, bajo su responsabilidad, ordenar su detención, fundando y expresando los indicios
que motiven su proceder”.
14
“Ningún indiciado podrá ser retenido por el Ministerio Público por más de cuarenta y ocho horas,
plazo en que deberá ordenarse su libertad o ponérsele a disposición de la autoridad judicial; este
plazo podrá duplicarse en aquellos casos que la ley prevea como delincuencia organizada. Todo
abuso a lo anteriormente dispuesto será sancionado por la ley penal”.
15
“No podrá librarse orden de aprehensión sino por la autoridad judicial y sin que preceda denuncia
o querella de un hecho que la ley señale como delito, sancionado cuando menos con pena
privativa de libertad y existan datos que acrediten el cuerpo del delito y que hagan probable la
responsabilidad del indiciado”.
16
“La imposición de las penas es propia y exclusiva de la autoridad judicial. La investigación y
persecución de los delitos incumbe al Ministerio Público, el cual se auxiliará con una policía que
estará bajo su autoridad y mando inmediato. Compete a la autoridad administrativa la aplicación de
sanciones por las infracciones de los reglamentos gubernativos y de policía, las que únicamente
consistirán en multa o arresto hasta por treinta y seis horas; pero si el infractor no pagare la multa
que se le hubiese impuesto, se permutará ésta por el arresto correspondiente, que no excederá en
ningún caso de treinta y seis horas”.
17
30
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
vi.
Prisión preventiva por delito que merezca pena
corporal, la cual se debe justificar por un auto de formal
prisión (artículos 18, primer párrafo18, 19, primer párrafo19, y 20,
apartado A, fracción X, segundo párrafo20).
vii.
Sentencia dictada en un proceso del orden penal, en el que se
cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a
las leyes expedidas con anterioridad al hecho (artículo 14, segundo
párrafo21).
A las anteriores figuras se agregan otras que deben cumplir
ciertos parámetros para que se valide su constitucionalidad.
Como ejemplo de ello, esta Primera Sala determinó que existen
situaciones en las que es constitucionalmente válido restringir
provisionalmente la libertad de tránsito de los gobernados, sin que sea
viable confundirlas esas acciones con una detención propiamente
dicha, ya que aquéllas no implican una privación de la libertad
personal por sí misma.
“Sólo por delito que merezca pena corporal habrá lugar a prisión preventiva. El sitio de ésta será
distinto del que se destinare para la extinción de las penas y estarán completamente separados”.
18
“Ninguna detención ante autoridad judicial podrá exceder del plazo de setenta y dos horas, a
partir de que el indiciado sea puesto a su disposición, sin que se justifique con un auto de formal
prisión en el que se expresarán: el delito que se impute al acusado; el lugar, tiempo y
circunstancias de ejecución, así como los datos que arroje la averiguación previa, los que deberán
ser bastantes para comprobar el cuerpo del delito y hacer probable la responsabilidad del
indiciado”.
Dicho lapso podrá ampliarse únicamente a petición del indiciado.
19
“En ningún caso podrá prolongarse la prisión o detención, por falta de pago de honorarios de
defensores o por cualquiera otra prestación de dinero, por causa de responsabilidad civil o algún
otro motivo análogo.
Tampoco podrá prolongarse la prisión preventiva por más tiempo del que como máximo fije la ley al
delito que motivare el proceso”.
20
“Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino
mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las
formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al
hecho”.
21
31
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
En efecto, al resolver el amparo directo en revisión **********,22 se
concluyó que las mencionadas restricciones provisionales son
afectaciones momentáneas al ejercicio de un derecho que no es
absoluto y, por tanto, aun cuando no se encuentren previstas
expresamente en la Constitución, resultan legítimas si derivan de
dicho cuerpo normativo, verbigracia, cuando se sustentan en lo
dispuesto por el artículo 21 de nuestra Ley Fundamental, siempre y
cuando cumplan determinadas exigencias de razonabilidad.23
Otras restricciones a la libertad personal, constitucionalmente
válidas, son las siguientes:
- Orden de reaprehensión. De acuerdo con la doctrina
jurisprudencial sostenida por esta Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, este mandamiento constituye
una determinación judicial distinta a la orden de aprehensión, la
cual se emite para que una persona, que ya se encuentra sujeta
a un proceso penal, cumpla con una obligación procesal que
dejó de hacer, o bien, compurgue la sanción que le ha sido
impuesta.
Al respecto, este Máximo Tribunal resolvió que su libramiento no
requiere que en ella se haga un pronunciamiento sobre el
22
Amparo directo en revisión 1596/2014, resuelto en sesión de 3 de septiembre de 2014. Por
mayoría de tres votos de los Magistrados Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena (ponente) y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Siendo disidentes: José Ramón
Cossío Díaz, quien formuló voto particular, y Jorge Mario Pardo Rebolledo.
23
Del citado amparo directo en revisión 1596/2014, derivaron las tesis del siguiente rubro:
“LIBERTAD
PERSONAL.
ESTATUS
CONSTITUCIONAL
DE
SU
RESTRICCIÓN
PROVISIONAL”.
Tesis 1ª. XCII/2015 (10a), Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Primera Sala, Libro 16,
Marzo de 2015, Tomo II, Décima Época, página 1101. “DETENCIÓN Y RESTRICCIÓN
PROVISIONAL DE LA LIBERTAD PERSONAL. SU INTERRELACIÓN Y DIFERENCIAS
CONCEPTUALES”. Tesis 1ª. XCIV/2015 (10a), Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,
Primera Sala, Libro 16, Marzo de 2015, Tomo II, Décima Época, página 1097.
32
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
cuerpo del delito y la probable responsabilidad24, por
lo que su contenido material es diverso al de la orden
de aprehensión a que alude el artículo 16 constitucional.
- Orden de comparecencia. Para esta Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, dicha orden también
afecta la libertad personal y debe ser dictada por un juez a fin de
que el inculpado –contra el cual no procede su aprehensión,
verbigracia, cuando se encuentra en libertad provisional bajo
caución,
obtenida
durante
la
averiguación
previa–,
sea
presentado a rendir su declaración preparatoria.
En este caso, a diferencia de la orden de reaprehensión, la de
comparecencia sí requiere la acreditación del cuerpo del delito y
la probable responsabilidad del imputado25.
24
Véase tesis aislada 1a. CC/2012 (10a.), de rubro y texto:
“ÓRDENES DE APREHENSIÓN Y REAPREHENSIÓN. SUS DIFERENCIAS.- Esta Primera Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia 1a./J. 34/2001, de rubro:
‘ORDEN DE REAPREHENSIÓN. NO DEBE SOBRESEERSE EN EL JUICIO, POR INEXISTENCIA
DEL ACTO RECLAMADO, CUANDO EL QUEJOSO AL INTERPONER SU DEMANDA DE
AMPARO LA DESIGNE ERRÓNEAMENTE COMO ORDEN DE APREHENSIÓN.’, sostuvo que las
órdenes de aprehensión y reaprehensión, si bien tienen como finalidad privar de la libertad a una
persona, técnicamente son diferentes. Así, la aprehensión es una resolución judicial en la que, con
base en la solicitud del agente del Ministerio Público y una vez satisfechos los requisitos del
artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se ordena capturar a una
persona, para ponerla a disposición de la autoridad que la reclama, a fin de que conozca la
conducta ilícita que se le atribuye; mientras que la orden de reaprehensión constituye una
determinación judicial emitida para que la persona que ya se encuentra sujeta a un proceso penal,
cumpla con una obligación procesal que dejó de hacer, o bien, con la sanción impuesta, en su
caso; de ahí que para la emisión de este tipo de resoluciones no se requiere que la autoridad
judicial emisora se pronuncie en torno al acreditamiento del cuerpo del delito y la probable
responsabilidad del indiciado, a diferencia de una orden de aprehensión, en la que se estima
indispensable el análisis de ambas categorías procesales”.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, libro XIII, octubre de 2012, tomo
2, página 1206.
25
Tal y como se determinó en las siguientes jurisprudencias 1a./J. 6/96 y 1a./J. 5/2007, del tenor
siguiente:
“ORDEN DE COMPARECENCIA. DEBE ESTUDIARSE SU CONSTITUCIONALIDAD AUN
CUANDO EL QUEJOSO LA DESIGNE ERRÓNEAMENTE COMO ORDEN DE APREHENSIÓN.El hecho de que el peticionario de garantías haya señalado como acto reclamado una orden de
aprehensión y del informe justificado se desprenda la existencia de una orden de comparecencia,
no es obstáculo para examinar la constitucionalidad de esta última bajo el argumento de que el
acto impugnado no es cierto en la forma expuesta por el quejoso, ello en atención de que aun
cuando la orden de aprehensión y la de comparecencia técnicamente tienen sus diferencias, de
hecho son actos de idéntico contenido sustancial si se tiene en cuenta que: a).- Ambas son
solicitadas por el Ministerio Público, b).- Las dos son libradas por un Juez, c).- Para su emisión es
33
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
- Orden de presentación. Al resolver la solicitud de modificación
de jurisprudencia 4/2011,26 presentada por los Magistrados
integrantes del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal
del Primer Circuito, esta Primera Sala del Máximo Tribunal del
país determinó que las órdenes de búsqueda, localización y
presentación de los indiciados para que declaren dentro de una
averiguación previa, si bien no tienen como propósito lograr su
detención, sí limitan temporalmente su libertad deambulatoria.
En dicho asunto, textualmente se resolvió:
“(…) es fundada la solicitud de modificación de jurisprudencia
1a./J. 54/2004, en la medida que fue sustentada principalmente
en dos aspectos torales:
necesario que existan datos que acrediten los elementos que integran el tipo penal y la probable
responsabilidad del indiciado, d).- Tienen como objetivo hacer comparecer al acusado ante la
autoridad judicial a fin de que le sea tomada su declaración preparatoria; y si bien en la orden de
aprehensión existe una total privación de la libertad y en la de comparecencia tan sólo cierta
limitación, no menos cierto es que en menor o mayor grado, ambos actos restringen la libertad
personal, lo cual puede conducir al error en la denominación exacta del acto reclamado. Por ello, el
juzgador, debe analizar todos los datos que se desprendan del juicio de amparo y que sirvan para
obtener una completa interpretación de la voluntad del quejoso y examinar la constitucionalidad del
acto que aparezca probado, sin sujetarse al rigorismo de que precisa y solamente sea tomando
como acto reclamado el que como tal se haya expresado en el capítulo especial de la demanda. Lo
anterior en modo alguno significa suplir la deficiencia de la queja o integrar la acción que intente el
gobernado; sino únicamente concatenar la información con que se cuenta, a fin de resolver la
cuestión efectivamente planteada”.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, tomo III, febrero de 1996, página
196.
“ORDEN DE COMPARECENCIA. ES UN ACTO QUE AFECTA LA LIBERTAD PERSONAL, POR
LO QUE PARA LA PROCEDENCIA DE LA SUSPENSIÓN DEBE ESTARSE A LAS REGLAS
ESTABLECIDAS EN LOS ARTÍCULOS 124 BIS Y 138 SEGUNDO PÁRRAFO DE LA LEY DE
AMPARO.- La orden de comparecencia dictada por un Juez, se emite en todos aquellos casos en
que el delito no dé lugar a aprehensión, sino que, a pedimento del Ministerio Público se librará
dicha orden en contra del inculpado, a fin de que rinda su declaración preparatoria, siempre que
estén acreditados el cuerpo del delito y su probable responsabilidad. En este sentido, esta Primera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, considera que la orden de comparecencia, es
un acto que afecta la libertad personal para efectos de la suspensión solicitada en la demanda de
amparo, ello a partir de los "efectos" que provoca en el proceso penal, esto es, de sujetar al
indiciado a la jurisdicción del Juez penal que lleva el proceso correspondiente. En consecuencia,
para la procedencia de la suspensión del acto reclamado, consistente en la orden de
comparecencia, debe estarse a las reglas aplicables que establecen los artículos 124 bis, y 138 de
la Ley de Amparo, correspondientes a cuando el acto reclamado afecte la libertad personal del
quejoso”.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, tomo XXV, marzo de 2007,
página 151.
26 Resuelta en sesión de diez de agosto de dos mil once, por unanimidad de cinco votos. Ponente:
Jorge Mario Pardo Rebolledo.
34
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
i) La orden de localización, búsqueda y
presentación, forma parte de las actuaciones propias
a la función investigadora del Ministerio Público, la
cual no constituye una orden de detención, ya que no tiene por
objetivo la privación de la libertad.
ii) Pensar de otro modo, anularía la posibilidad de cualquier
autoridad (jurisdiccional, administrativa) para llamar a juicio a
terceros; en tal caso, el legislador no hubiera previsto la
facultad del juzgador para citar a personas a declarar, porque
todas estas órdenes constituirían una orden de detención.
Al respecto, el último de los motivos que dio lugar al criterio en
cuestión, fue matizado al resolver la contradicción de tesis
104/2006-PS, reflejada en la jurisprudencia 1a./J. 35/2007,
donde se precisa que las órdenes de comparecencia emitidas
por los juzgadores aunque no constituyen una orden de
detención, implican una privación temporal de la libertad
deambulatoria.
Por ende, se estima oportuno que en una nueva reflexión,
atendiendo a una interpretación más amplia -a fin de armonizar
los criterios respectivos-, se definan los alcances restrictivos de
la libertad deambulatoria que reviste la orden de búsqueda,
localización y presentación del investigado.
Así, como es aceptado en la contradicción de tesis de la cual
se desprende la jurisprudencia a modificar, la citada orden
ministerial, en tanto forma parte de las actuaciones con que
cuenta la autoridad encargada de la persecución de los delitos
a fin de recabar los datos que le permitan resolver sobre la
probable existencia de conductas sancionadas por la norma
penal, significan una limitación para la libertad personal del
indiciado, pues de ser cumplida, inicia desde el momento en
que es conducido ante la presencia del órgano ministerial y
hasta que finaliza la diligencia para la cual fue solicitado. Ello,
con independencia del resultado que arroje su comparecencia
ante el titular constitucional de la persecución de los delitos;
luego, es innegable que durante ese espacio temporal, su
libertad deambulatoria se encuentra restringida a los fines del
mandato de relación.
Entonces, tenemos que esta Primera Sala ha reiterado que la
libertad personal es un derecho fundamental que sólo puede
ser restringido en determinados supuestos regulados
constitucionalmente, esto, bajo la exigencia a que la propia
Norma Fundamental contrae. Circunstancia que además ha
sido materia contractual para nuestro Estado Mexicano,
conforme se pondera en la supra invocada contradicción de
35
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
tesis 105/2006-PS, lo cual obliga a todas las autoridades a
respetar su observancia.
Por ende, la comparecencia ante el agente del Ministerio
Público, obtenida a través del cumplimiento de la orden de
localización, búsqueda y presentación del indiciado para que
declare dentro la averiguación previa, si así lo estima
conveniente, si bien es verdad, de suyo no tiene como
propósito lograr su detención, no menos cierto es que dados
sus efectos restrictivos del espacio al cual habrá de sujetarse al
indiciado, se limita temporalmente su derecho a la libertad, ya
que una vez cumplida, ésta finaliza al momento que el
Ministerio Público desahoga la diligencia que motiva su
presencia, y es hasta ese momento en que -de no existir
alguna causa legal que lo impida- puede retirarse del lugar para
regresar a sus actividades cotidianas y, por tanto, es evidente
que sí se afecta la libertad deambulatoria del sujeto
involucrado”.
Las anteriores consideraciones dieron lugar a la jurisprudencia,
consultable en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Libro I, octubre de dos mil once, Tomo 2, número 1a./J. 109/2011
(9a.), página mil cincuenta y nueve, de rubro “ORDEN DE BÚSQUEDA,
LOCALIZACIÓN Y PRESENTACIÓN DEL INDICIADO PARA DECLARAR
DENTRO DE LA AVERIGUACIÓN PREVIA. SI BIEN NO TIENE LOS
ALCANCES
DE
TEMPORALMENTE
UNA
ORDEN
LA
LIBERTAD
DE
DETENCIÓN,
DEAMBULATORIA
AFECTA
DE
LA
PERSONA”.27
Como se aprecia, esta Suprema Corte de Justicia de la Nación
estableció que entre los supuestos en los que es factible limitar la
libertad deambulatoria de los gobernados se encuentran las órdenes
de búsqueda, localización y presentación de los indiciados, a efecto de
Texto: “La comparecencia ante el agente del Ministerio Público, obtenida a través del
cumplimiento de la orden de localización, búsqueda y presentación del indiciado para que declare
dentro de la averiguación previa, si así lo estima conveniente, si bien es verdad no tiene como
propósito lograr su detención, no menos cierto es que, dados sus efectos restrictivos del espacio al
cual habrá de sujetarse al indiciado, se limita temporalmente su derecho a la libertad, ya que una
vez cumplida, ésta finaliza al instante que el Ministerio Público desahoga la diligencia que motiva
su presencia, y es hasta ese momento en que -de no existir alguna causa legal que lo impida,
podrá retirarse del lugar para regresar a sus actividades cotidianas y, por tanto, es evidente que sí
se afecta la libertad deambulatoria de la persona involucrada.”
27
36
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
que si lo estiman conveniente, declaren dentro de una
averiguación previa.
Al respecto, tras una nueva reflexión, esta Primera Sala, al
resolver el amparo directo en revisión **********,28 precisó que esas
órdenes de presentación de ninguna manera deben ser usadas
para justificar la detención material de los indiciados, ya que no se
encuentran previstas en nuestra Constitución Federal entre las
hipótesis en las que es viable detener a alguien.
Sobre el particular, en dicho asunto se estableció que el artículo
16 constitucional, de manera limitativa, señala que sólo se puede
detener a una persona en tres supuestos: 1) flagrancia; 2) caso
urgente; y, 3) orden de aprehensión.
Consecuentemente, se señaló que era necesario proscribir la
práctica deleznable de que, so pretexto de “presentar” a un probable
indiciado ante el Ministerio Público, materialmente se le detenga, sin
cumplir los requisitos constitucionalmente aplicables.
Sin embargo, como dichas órdenes de búsqueda, localización y
presentación, emitidas dentro de una averiguación previa, pueden
estar dirigidas a terceros, se precisa que para ser constitucionalmente
válidas, deben satisfacer ciertos requisitos:
i)
Su emisión forma parte de las actuaciones propias a la función
investigadora del representante social, conforme a lo dispuesto
por el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos
28
Fallado en sesión de veintiséis de agosto de dos mil quince, por mayoría de tres votos, siendo
disidente el Ministro José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Ministro: Arturo Zaldívar Lelo de la Larrea.
Secretario: Arturo Bárcena Zubieta. Formuló voto concurrente el Ministro Jorge Mario Pardo
Rebolledo.
37
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
Mexicanos, conforme se resolvió al aprobarse la jurisprudencia
1a./J. 109/2011 (9a.), transcrita en párrafos precedentes.
ii) Al constituir un acto de molestia que incide temporalmente en la
libertad deambulatoria de los gobernados, necesariamente debe
constar por escrito, en el que se funde y motive la causa legal del
procedimiento, en términos de lo previsto en el primer párrafo del
ordinal 16 de nuestra Ley Fundamental.
iii) Sus efectos, en cuanto a la mencionada restricción temporal de la
libertad deambulatoria, inician a partir de que los buscados son
restringidos del mencionado derecho humano para ser conducidos
ante el órgano ministerial y concluyen cuando finalmente son
presentados ante dicha autoridad.
Lo expuesto evidencia la necesidad de que los órganos de
control constitucional, cuando analicen esa clase de actos, los
sometan a un escrutinio riguroso, en el que además de verificar la
satisfacción de tales requisitos, vinculados a la legalidad de la medida,
revisen su razonabilidad en cada caso concreto, a fin de evitar que so
pretexto de “recabar datos” para la investigación, se restrinja
injustificadamente la libertad deambulatoria de los gobernados, así sea
por un lapso corto de tiempo, en el entendido de que no podrán
reputarse terceros, quienes tengan la condición de indiciados.
En cuanto a la necesidad de someter los actos de autoridad
restrictivos de la libertad a dicho escrutinio de razonabilidad, se
destaca que la Corte Interamericana de Derechos Humanos, al
resolver el caso *********,y **********29 precisó que no bastaba que la
afectación a la libertad personal estuviera prevista en el ordenamiento
jurídico aplicable, sino era menester acreditar que la misma sea
acorde con los propósitos de la Convención Americana sobre
29
Sentencia de 21 de noviembre de 2007. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
38
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
Derechos Humanos, amén de que esa medida resulte
idónea, necesaria y proporcional.
En la sentencia respectiva, la citada Corte Interamericana
señaló:
“56. Este numeral del artículo 7 reconoce la garantía primaria del
derecho a la libertad física: la reserva de ley, según la cual,
únicamente a través de una ley puede afectarse el derecho a la
libertad personal. Valga reiterar que para esta Corte “ley" es una
norma jurídica de carácter general, ceñida al bien común,
emanada de los órganos legislativos constitucionalmente
previstos y democráticamente elegidos, y elaborada según el
procedimiento establecido por las constituciones de los Estados
Partes para la formación de las leyes.
93. En suma, no es suficiente que toda causa de privación o
restricción al derecho a la libertad esté consagrada en la ley,
sino que es necesario que esa ley y su aplicación respeten los
requisitos que a continuación se detallan, a efectos de que dicha
medida no sea arbitraria: i) que la finalidad de las medidas que
priven o restrinjan la libertad sea compatible con la Convención.
Valga señalar que este Tribunal ha reconocido como fines
legítimos el asegurar que el acusado no impedirá el desarrollo
del procedimiento ni eludirá la acción de la justicia; ii) que las
medidas adoptadas sean las idóneas para cumplir con el fin
perseguido; iii) que sean necesarias, en el sentido de que sean
absolutamente indispensables para conseguir el fin deseado y
que no exista una medida menos gravosa respecto al derecho
intervenido entre todas aquellas que cuentan con la misma
idoneidad para alcanzar el objetivo propuesto. Por esta razón el
Tribunal ha señalado que el derecho a la libertad personal
supone que toda limitación a éste deba ser excepcional, y iv)
que sean medidas que resulten estrictamente proporcionales, de
tal forma que el sacrificio inherente a la restricción del derecho a
la libertad no resulte exagerado o desmedido frente a las
ventajas que se obtienen mediante tal restricción y el
cumplimiento de la finalidad perseguida. Cualquier restricción a
la libertad que no contenga una motivación suficiente que
permita evaluar si se ajusta a las condiciones señaladas será
arbitraria y, por tanto, violará el artículo 7.3 de la Convención”.
39
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
De ahí que no baste afirmar que un acto restrictivo de la libertad
está previsto legalmente para colegir que no existe violación al citado
derecho humano, sino que es menester que encuentre una específica
justificación.
En ese contexto, si bien en términos del artículo 21 de nuestra
Constitución General, el Ministerio Público puede requerir la presencia
de terceros en aras de realizar la investigación de hechos que podrían
ser penalmente relevantes, la presentación de aquéllos, mediante el
uso de la fuerza pública –como podría ser a través de los policías
encargados de la ejecución de dicha orden–, sólo será válida cuando
esa restricción temporal de la libertad deambulatoria sea necesaria por
ser absolutamente indispensable para conseguir el fin propuesto y no
exista una medida menos gravosa para su consecución, como pudiera
ser la previa citación de aquéllos para que acudan ante la autoridad
ministerial por sus propios medios –siempre que ello no ponga en
riesgo el éxito de la investigación de manera irreparable–.
Además, si la presentación del buscado conlleva una afectación
a su libertad deambulatoria, es inconcuso que se debe verificar que no
haya existido demora en su traslado ante la autoridad ministerial, pues
si bien no se trata de una detención, lo cierto es que no se advierte
motivo legal alguno para sostener que la persona a presentar no
merezca ser conducida de inmediato ante el representante social que
solicitó su presencia.
En consecuencia, esta Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación determina que las razones que dieron lugar a la
tesis 1a. CLXXV/2013 (10a.), de rubro: “DERECHO FUNDAMENTAL
40
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
DEL DETENIDO A SER PUESTO A DISPOSICIÓN
INMEDIATA
ELEMENTOS
ANTE
QUE
EL
MINISTERIO
DEBEN
SER
PÚBLICO.
TOMADOS
EN
CUENTA POR EL JUZGADOR A FIN DE DETERMINAR UNA DILACIÓN
INDEBIDA EN LA PUESTA A DISPOSICIÓN”,30 también son aplicables
en lo conducente a las órdenes de búsqueda, localización y
presentación de terceros mediante el uso de la fuerza pública, de tal
modo que la persona de que se trate debe ser conducida sin demora
ante el Ministerio Público que la requirió y, ante la imposibilidad de
establecer reglas temporales específicas para ello, resulta necesario
analizar, caso por caso, si se ha producido una dilación indebida, en el
entendido de que la tardanza únicamente podrá tener como origen
impedimentos fácticos reales, comprobables y lícitos.
Texto: “El derecho fundamental del detenido a ser puesto a disposición inmediata ante el
Ministerio Público, se encuentra consagrado en el artículo 16, quinto párrafo, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, al momento en que señala que cualquier persona puede
detener al indiciado en el momento en que esté cometiendo un delito o inmediatamente después
de haberlo cometido, poniéndolo sin demora a disposición de la autoridad más cercana y ésta con
la misma prontitud, a la del Ministerio Público. Asimismo, dicha disposición señala que debe existir
un registro inmediato de la detención. A juicio de esta Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación es necesario señalar, en primer término, que el análisis en esta materia debe
partir de la imposibilidad de establecer reglas temporales específicas. Por el contrario, resulta
necesario determinar, caso por caso, si se ha producido o no una vulneración del derecho
reconocido a la persona detenida. Así las cosas, se está ante una dilación indebida en la puesta a
disposición inmediata del detenido ante el Ministerio Público cuando, no existiendo motivos
razonables que imposibiliten la puesta a disposición inmediata, la persona continúe a disposición
de sus aprehensores y no sea entregada a la autoridad que sea competente para definir su
situación jurídica. Tales motivos razonables únicamente pueden tener como origen impedimentos
fácticos reales, comprobables y lícitos. Además, estos motivos deben ser compatibles con las
facultades estrictamente concedidas a las autoridades. Lo anterior implica que los agentes de
policía no pueden retener a una persona por más tiempo del estrictamente necesario para
trasladarla ante el Ministerio Público, a fin de ponerlo a disposición, donde deben desarrollarse las
diligencias de investigación pertinentes e inmediatas, que permitan definir su situación jurídica -de
la cual depende su restricción temporal de la libertad personal-. La policía no puede simplemente
retener a un individuo con la finalidad de obtener su confesión o información relacionada con la
investigación que realiza, para inculparlo a él o a otras personas. Este mandato es la mayor
garantía de los individuos en contra de aquellas acciones de la policía que se encuentran fuera de
los cauces legales y que están destinadas a presionar o a influir en el detenido, en un contexto que
le resulta totalmente adverso. En esta lógica, el órgano judicial de control deberá realizar un
examen estricto de las circunstancias que acompañan al caso, desechando cualquier justificación
que pueda estar basada en una supuesta búsqueda de la verdad o en la debida integración del
material probatorio y, más aún, aquellas que resultan inadmisibles a los valores subyacentes en un
sistema democrático, como serían la presión física o psicológica al detenido a fin de que acepte su
responsabilidad o la manipulación de las circunstancias y hechos objeto de la investigación, entre
otras”.
Publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, libro XX, mayo
de 2013, tomo 1, página 535.
30
41
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
Lo anterior implica que en esos casos los agentes encargados
de cumplimentar esas órdenes no puedan retener a una persona por
más tiempo del estrictamente necesario para trasladarla ante el
Ministerio Público.
Fijados los lineamientos de regularidad constitucional, de los que
se desprende que es inviable ordenar la “presentación” de los
indiciados, resulta que en el caso concreto, se advierte, de inicio, que
el Tribunal Colegiado soslayó los efectos restrictivos a la libertad
deambulatoria que conlleva una orden de búsqueda, localización y
presentación, so pretexto de justificar que la detención del quejoso no
fue arbitraria; ello, bajo el amparo de las facultades con que cuenta la
autoridad ministerial para efectuar sus investigaciones, en términos del
artículo 21 constitucional.
Criterio que no se comparte, al ser evidente que con dicha
postura no se tomó en consideración la naturaleza del citado acto de
molestia, ni su inviabilidad de que se aplique a los probables
indiciados.
Además, la interpretación contenida en la sentencia recurrida
soslaya los estándares a que se debe someter la citada restricción de
la libertad, al no sujetarla a un criterio de inmediatez.
Esto es, de las constancias de autos se desprende, en lo
conducente, que el catorce de diciembre de dos mil once, se inició la
averiguación previa **********, instruida en contra de quien o quienes
resultaran probablemente responsables en la comisión el delito de
42
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
Robo calificado, en donde, fue localizado **********,
a quien se le vinculó con **********, por lo que,
continuando con la indagatoria, y a fin de dar cumplimiento a lo
ordenado por el Representante Social, quien ordenó la localización y
presentación de los probables responsables, fue que se detuvo al
citado quejoso.
Dicha determinación, que pudiera haber tenido sustento en lo
previsto en el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, se tergiversó, toda vez que al ejecutarse, los
policías de investigación indebidamente pusieron a disposición del
Ministerio Público Federal al quejoso, en calidad de retenido hasta en
tanto se resolviera su situación jurídica.
En consecuencia, es incorrecta la determinación del Tribunal
Colegiado, al estimar que la detención del quejoso no era arbitraria,
por tener apoyo en la citada orden de búsqueda localización y
presentación; pues del análisis del caso, es inconcuso que fue
detenido fuera del marco constitucional y legal aplicable.
No obstante lo fundado de los argumentos del quejoso con
relación a la ilegalidad de su detención; los mismos se tornan
inoperantes, en atención a que la concesión del amparo que llegara a
otorgarse, tendría como efecto que se analizara nuevamente la
legalidad del acto reclamado, específicamente, lo relativo a la
detención del quejoso derivada del cumplimiento de una orden de
búsqueda, localización y presentación; y por ende, que se procediera
a la exclusión del material probatorio directamente relacionado con la
correspondiente violación de derechos fundamentales.
43
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
Sin embargo, como no existió confesión del quejoso respecto de
los hechos delictivos que le atribuyeron, pues en su declaración
ministerial negó la imputación en su contra, y en declaración
preparatoria ratificó su deposado anterior; entonces, a nada práctico
conduciría conceder la tutela constitucional, pues la exclusión
probatoria que traería como consecuencia, ya no tendría mayor
impacto en el proceso, toda vez que con motivo de la detención del
quejoso, no se obtuvieron elementos probatorios, y con los existentes
en autos se tuvo por acreditada su responsabilidad penal.
II. Por lo que hace a la dilación injustificada en la puesta a
disposición ante el Ministerio Público; el quejoso planteó, tanto en sus
conceptos de violación como en sus agravios, que se violaron sus
derechos fundamentales, ya que a partir del momento en que fue
detenido y hasta que fue puesto a disposición de dicha autoridad,
transcurrió un lapso de casi diez horas.
Por su parte, el Tribunal Colegiado señaló que no se actualizó la
dilación alegada, en razón de que si bien el parte informativo de los
aprehensores no especificaba la hora exacta en que logró su
detención; también era cierto que ello fue gracias a la detención de
**********, quien como se desprendía de autos, fue asegurado
aproximadamente a las diecisiete horas, del diecisiete de diciembre de
dos mil once; por lo que si éste ya estaba en la agencia ministerial a
las diecinueve horas con quince minutos, de ello se desprendía que la
detención posterior y puesta a disposición del quejoso a las veintiún
horas con cinco minutos, no se verificó con la dilación indebida que
argumentó el quejoso, de casi diez horas, sino a lo sumo de dos
horas.
44
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
En ese orden de ideas, se pone de manifiesto
que el Tribunal Colegiado ya se pronunció sobre el
tema propuesto por el quejoso, y estableció, con base de las pruebas
que destacó, que no existió la demora en la puesta a disposición del
Ministerio Público que se alegó.
Lo que torna el tema como un aspecto de mera legalidad, pues
la respuesta que se dio en la resolución recurrida no sólo es acorde
con el criterio que esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación ha sustentado al respecto, en el sentido de que caso por
caso se debe verificar si existió o no dilación en la puesta a disposición
de un inculpado ante el Ministerio Público;31 sino además, el pretender
31
Tesis aislada de rubro y texto:
DERECHO FUNDAMENTAL DEL DETENIDO A SER PUESTO A DISPOSICIÓN INMEDIATA
ANTE EL MINISTERIO PÚBLICO. ELEMENTOS QUE DEBEN SER TOMADOS EN CUENTA
POR EL JUZGADOR A FIN DE DETERMINAR UNA DILACIÓN INDEBIDA EN LA PUESTA A
DISPOSICIÓN. El derecho fundamental del detenido a ser puesto a disposición inmediata ante el
Ministerio Público, se encuentra consagrado en el artículo 16, quinto párrafo, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, al momento en que señala que cualquier persona puede
detener al indiciado en el momento en que esté cometiendo un delito o inmediatamente después
de haberlo cometido, poniéndolo sin demora a disposición de la autoridad más cercana y ésta con
la misma prontitud, a la del Ministerio Público. Asimismo, dicha disposición señala que debe existir
un registro inmediato de la detención. A juicio de esta Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación es necesario señalar, en primer término, que el análisis en esta materia debe
partir de la imposibilidad de establecer reglas temporales específicas. Por el contrario, resulta
necesario determinar, caso por caso, si se ha producido o no una vulneración del derecho
reconocido a la persona detenida. Así las cosas, se está ante una dilación indebida en la puesta a
disposición inmediata del detenido ante el Ministerio Público cuando, no existiendo motivos
razonables que imposibiliten la puesta a disposición inmediata, la persona continúe a disposición
de sus aprehensores y no sea entregada a la autoridad que sea competente para definir su
situación jurídica. Tales motivos razonables únicamente pueden tener como origen impedimentos
fácticos reales, comprobables y lícitos. Además, estos motivos deben ser compatibles con las
facultades estrictamente concedidas a las autoridades. Lo anterior implica que los agentes de
policía no pueden retener a una persona por más tiempo del estrictamente necesario para
trasladarla ante el Ministerio Público, a fin de ponerlo a disposición, donde deben desarrollarse las
diligencias de investigación pertinentes e inmediatas, que permitan definir su situación jurídica -de
la cual depende su restricción temporal de la libertad personal-. La policía no puede simplemente
retener a un individuo con la finalidad de obtener su confesión o información relacionada con la
investigación que realiza, para inculparlo a él o a otras personas. Este mandato es la mayor
garantía de los individuos en contra de aquellas acciones de la policía que se encuentran fuera de
los cauces legales y que están destinadas a presionar o a influir en el detenido, en un contexto que
le resulta totalmente adverso. En esta lógica, el órgano judicial de control deberá realizar un
examen estricto de las circunstancias que acompañan al caso, desechando cualquier justificación
que pueda estar basada en una supuesta búsqueda de la verdad o en la debida integración del
material probatorio y, más aún, aquellas que resultan inadmisibles a los valores subyacentes en un
sistema democrático, como serían la presión física o psicológica al detenido a fin de que acepte su
responsabilidad o la manipulación de las circunstancias y hechos objeto de la investigación, entre
otras.
Amparo directo en revisión 517/2011. 23 de enero de 2013. Mayoría de tres votos. Disidentes: José
Ramón Cossío Díaz, quien formuló voto particular y Jorge Mario Pardo Rebolledo; Arturo Zaldívar
45
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
calificar lo correcto o incorrecto de sus argumentos, llevaría a esta
Suprema Corte a la necesidad de analizar directamente los medios de
prueba, lo que en su caso implicaría un estudio que no corresponde al
recurso extraordinario de la revisión en amparo directo.
En ese orden de ideas, lo procedente es dejar firme la sentencia
recurrida con relación a lo resuelto respecto del tema analizado.
III. Respecto del derecho fundamental a no ser objeto de tortura;
el quejoso señaló como concepto de violación, que existen diversos
certificados médicos que se le practicaron, en los que se destacó que
presentó diversas lesiones traumáticas externas; así, la dilación
injustificada en su puesta a disposición, arroja la sospecha de que
sufrió actos de los prohibidos por el artículo 22 constitucional.
Para dar contestación al planteamiento, el Tribunal Colegiado
destacó que contrario al argumento del quejoso en el sentido de que
fue golpeado por varias horas por elementos de la policía Federal; no
había constancia de que dicha corporación participara en su
detención, además, no se podía inferir que los aprehensores hubieran
retenido al quejoso por más tiempo del necesario para su traslado ante
el Ministerio Público, con la finalidad de obtener información o su
confesión, o que se ejerciera presión física o psicológica, coacción,
amenazas y malos tratos para que aceptara su responsabilidad, pues
del certificado médico que se le practicó el dieciocho de diciembre de
dos mil once, se destaca que presentó lesiones que tardan en sanar
menos de quince días, por lo que son incompatibles con una violación
al artículo 22 constitucional o con la aplicación de tratos crueles o
inhumanos que atentaran contra su dignidad, ya que los tres
Lelo de Larrea formuló voto concurrente. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Secretarios: Javier Mijangos y González y Beatriz J. Jaimes Ramos.
46
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
hematomas que presentó en el costal derecho, son
incompatibles con penas o sufrimientos físicos o
mentales,
con
fines
de
investigación
criminal,
como
medio
intimidatorio, como castigo personal o para disminuir su capacidad
física o mental, o para “afirmar que la confesión rendida ante la
autoridad ministerial fue obtenida mediante tortura”.
Así, se procede a verificar si el actuar del Tribunal Colegiado es
acorde al parámetro de regularidad constitucional establecido por esta
Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Para tal efecto, se esquematiza la doctrina constitucional que
hasta el momento se ha desarrollado, como premisa básica y
necesaria para establecer los parámetros que deben observarse por
las autoridades del Estado, a efecto de dar cumplimiento al imperativo
establecido en el artículo 1º de la Constitución Federal, respecto a las
obligaciones
de
prevenir,
investigar,
sancionar
y
reparar
las
violaciones a derechos humanos, entre las que se encuentran los
actos de tortura.32
32
El contenido de norma constitucional es el siguiente:
Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos
humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado
Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá
restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución
establece.
Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta
Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las
personas la protección más amplia.
Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover,
respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá
prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos
que establezca la ley.
Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del extranjero que
entren al territorio nacional alcanzarán, por este solo hecho, su libertad y la protección de las leyes.
Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las
discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las
preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga
por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.
47
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
Esta Primera Sala, ha sustentado que los actos de tortura que se
dice ha sufrido una persona sometida a un proceso penal, actualizan
una categoría especial y de mayor gravedad que impone hacer un
análisis cuidadoso bajo los estándares nacionales e internacionales;
en tanto que impactan en dos vertientes: la violación a derechos
humanos con trascendencia en el proceso, y la configuración del delito
de tortura.
Bajo esa premisa, se ha considerado que las personas
inculpadas que denuncien actos de tortura, tienen el derecho a que las
autoridades intervengan de forma expedita para que su acusación sea
investigada, y en su caso, examinada a través de un juicio penal; en
ese sentido, se ha sostenido que existe la obligación a las autoridades
de investigar la acusación de tortura para que de darse el supuesto, se
esclarezca como delito, habiéndose señalando también que las
autoridades tienen la obligación de realizar y proseguir de modo
diligente
las
investigaciones
necesarias
para
deslindar
responsabilidades por su comisión.
Asimismo, se ha determinado que la obligación de salvaguardar
el derecho fundamental que se traduce en la prohibición de la tortura,
recae en todas las autoridades del país y no solo en aquellas que
deban investigar y juzgar el caso; y atento al principio interpretativo pro
persona, debe considerarse como denuncia de un acto de tortura, a
todo tipo de noticia o aviso que sobre ese hecho se formule ante
cualquier autoridad con motivo de sus funciones.
De igual modo, sobresale en el criterio que cuando una persona
ha sido sometida a tortura para quebrantar la expresión espontánea de
su voluntad, deben excluirse las pruebas obtenidas mediante esa
coacción.
48
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
Aunado a que la omisión del juez de investigar
oficiosamente sobre actos de tortura alegados por los
inculpados, constituye una violación al procedimiento penal que
trasciende al resultado del fallo, porque de resultar positiva la
investigación, la sentencia condenatoria se basará, entre otras
probanzas, en una confesión obtenida mediante coacción.
Lo que encuentra sustento en el texto de las tesis 1ª. CCV/2014
(10ª.) y 1ª. CCVI/2014 (10ª.), emitidas por este órgano de control
constitucional, que establecen:
“TORTURA. CONSTITUYE UNA CATEGORÍA ESPECIAL Y
DE MAYOR GRAVEDAD QUE IMPONE LA OBLIGACIÓN DE
UN ESCRUTINIO ESTRICTO BAJO LOS ESTÁNDARES
NACIONALES E INTERNACIONALES. La prohibición de la
tortura como derecho absoluto se reconoce y protege como jus
cogens en armonía con el sistema constitucional y convencional.
En ese sentido, el artículo 22, primer párrafo, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, proscribe la tortura,
mientras que el artículo 29 de la propia Constitución Federal
enfatiza que la prohibición de tortura y la protección a la
integridad personal son derechos que no pueden suspenderse ni
restringirse en ninguna situación, incluyendo los casos de
invasión, perturbación grave de la paz pública, o cualquier otro
que ponga a la sociedad en grave peligro o conflicto. Además, la
integridad personal es el bien jurídico cuya protección constituye
el fin y objetivo principal para prohibir la tortura, así como otros
tratos y penas crueles, inhumanas o degradantes, lo cual
también se prevé en los artículos 5 de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, así como 7 del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos. Además, las obligaciones
adquiridas por México, en la Convención Interamericana para
Prevenir y Sancionar la Tortura, incluyen tipificarla como delito,
investigar toda denuncia o presunto caso de ella, así como de
excluir toda prueba obtenida por la misma. En ese orden, la
tortura actualiza una categoría especial y de mayor gravedad
que impone hacer un análisis cuidadoso bajo los estándares
nacionales e internacionales, tanto en su impacto de violación de
derechos humanos como de delito.”
49
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
“TORTURA. LA OMISIÓN DEL JUEZ DE INVESTIGARLA
OFICIOSAMENTE CUANDO LA ALEGUE EL PROCESADO,
CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN AL PROCEDIMIENTO QUE
TRASCIENDE AL RESULTADO DEL FALLO. El artículo 173,
fracción VIII, de la Ley de Amparo, al establecer que en los
juicios del orden penal se considerarán violadas las leyes del
procedimiento, de manera que su infracción afecte a las
defensas del quejoso, cuando, entre otros supuestos, no se
respete al imputado el derecho a declarar o guardar silencio, la
declaración del imputado se obtenga mediante incomunicación,
intimidación, tortura o sin presencia de su defensor, o cuando el
ejercicio del derecho a guardar silencio se utilice en su perjuicio;
así, la omisión del juez de investigar oficiosamente sobre actos
de tortura alegados por los procesados constituye una violación
al procedimiento que trasciende al resultado del fallo, porque de
resultar positiva la investigación, la sentencia condenatoria se
basará, entre otras probanzas, en una confesión obtenida
mediante coacción”.
También se pone de relieve el criterio jurisprudencial 10/2016
(10ª.), emitido por esta Primera Sala al resolver la contradicción de
tesis 315/2014, en el que se establece que el inculpado en un proceso
penal, por disposición constitucional y convencional, ante la denuncia
de haber sido víctima de tortura, cuenta con el derecho fundamental
de que la autoridad judicial investigue los actos denunciados.
Criterio en el que se establece que esa obligación de
investigación constituye una formalidad esencial del procedimiento, al
incidir sobre las efectivas posibilidades de defensa del inculpado
previo al correspondiente acto de autoridad privativo de sus derechos.
Es decir, que al ser la tortura una violación a derechos humanos
de la que es posible que se puedan obtener datos o elementos de
prueba que con posterioridad se utilicen para sustentar una imputación
de carácter penal contra la persona identificada como presunta víctima
50
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
de la tortura, resulta evidente que existe una clara
relación entre la violación a derechos humanos con el
debido proceso.
Lo cual implica que, luego de realizarse la investigación que es
necesaria para determinar si se actualizó o no la tortura, de obtenerse
un resultado positivo, entonces la autoridad que tenga a cargo resolver
la situación jurídica de la víctima de violación a derechos humanos,
estará obligada a realizar un estudio escrupuloso de los elementos en
que se sustenta la imputación al tenor de los parámetros
constitucionales fijados en relación con las reglas de exclusión de las
pruebas ilícitas.
Por tanto, se estableció que soslayar una denuncia de tortura,
sin
que
se
realice
la
investigación
correspondiente,
ubica
necesariamente en estado de indefensión a quien la alega, ya que al
no verificar su dicho, se deja de analizar una eventual ilicitud de las
pruebas con las que se dictará sentencia.
Ante ese panorama, se llegó a la convicción en esos criterios
que si bien la autoridad jurisdiccional debe realizar la investigación
oficiosa de los alegados actos de tortura a fin de establecer si la
referida denuncia actualiza violación a derechos fundamentales dentro
del proceso penal, lo que conllevó a precisar que toda omisión de la
autoridad judicial de realizar la señalada investigación de manera
oficiosa, constituye una violación a las
leyes
que rigen el
procedimiento, con trascendencia a las defensas de los quejosos; y,
consecuentemente, debe ordenarse la reposición del procedimiento de
primera instancia para realizar la investigación correspondiente y
51
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
analizar la denuncia de actos de tortura, únicamente desde el punto de
vista de violación a derechos humanos dentro del proceso penal, a fin
de corroborar si existió o no dicha transgresión para los efectos
probatorios al momento de dictar la sentencia; es decir, previo a la
afectación de derechos del inculpado.
Lo
que
encuentra
sustento
en
el
mencionado
criterio
jurisprudencial 10/2016 (10ª.), emitido por esta Primera Sala, que se
identifica con el rubro y texto siguientes:
“ACTOS DE TORTURA. LA OMISIÓN DEL JUEZ PENAL DE
INSTANCIA DE INVESTIGAR LOS DENUNCIADOS POR EL
IMPUTADO, CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN A LAS LEYES
DEL PROCEDIMIENTO QUE TRASCIENDE A SU DEFENSA Y
AMERITA LA REPOSICIÓN DE ÉSTE. Si los gobernados,
constitucional y convencionalmente tienen el derecho
fundamental a que el Estado investigue las violaciones a sus
derechos humanos, en específico, el derecho a no ser objeto de
tortura, la autoridad judicial, como parte integral del Estado
Mexicano, ante la denuncia de que un gobernado ha sido
víctima de aquélla, tiene la obligación de investigarla; lo que se
constituye en una formalidad esencial del procedimiento, al
incidir sobre las efectivas posibilidades de defensa de los
gobernados previo al correspondiente acto de autoridad privativo
de sus derechos. Ello, porque al ser la tortura una violación a los
derechos humanos de la que pueden obtenerse datos o
elementos de prueba que con posterioridad se utilicen para
sustentar una imputación de carácter penal contra la presunta
víctima de la tortura, se advierte una relación entre la violación a
derechos humanos y el debido proceso; lo cual implica que,
luego de realizarse la investigación necesaria para determinar si
se actualizó o no la tortura, de obtenerse un resultado positivo,
la autoridad que tenga a cargo resolver la situación jurídica de la
víctima de violación a derechos humanos, estará obligada a
realizar un estudio escrupuloso de los elementos en que se
sustenta la imputación al tenor de los parámetros
constitucionales fijados en relación con las reglas de exclusión
de las pruebas ilícitas. Por tanto, soslayar una denuncia de
tortura, sin realizar la investigación correspondiente, coloca en
estado de indefensión a quien la alega, ya que la circunstancia
de no verificar su dicho implica dejar de analizar una eventual
52
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
ilicitud de las pruebas con las que se dictará la
sentencia. Así, la omisión de la autoridad judicial de
investigar una denuncia de tortura como violación a
derechos fundamentales dentro del proceso penal,
constituye una violación a las leyes que rigen el procedimiento,
que trasciende a las defensas del quejoso, en términos de los
artículos 173, fracción XXII, de la Ley de Amparo, 1o., párrafo
tercero, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, así como 1, 6, 8 y 10 de la Convención
Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura y,
consecuentemente, debe ordenarse la reposición del
procedimiento de primera instancia para realizar la investigación
correspondiente y analizar la denuncia de tortura, únicamente
desde el punto de vista de violación de derechos humanos
dentro del proceso penal, a efecto de corroborar si existió o no
dicha transgresión para los efectos probatorios correspondientes
al dictar la sentencia.”
Resultó oportuno en esos criterios, precisar que la reposición del
procedimiento con motivo de la violación a las leyes que lo rigen por la
omisión de la autoridad judicial de realizar la investigación de los actos
de tortura denunciados por el inculpado, debe ordenarse a partir de la
diligencia anterior al auto de cierre de instrucción, pues se estima que
la reposición tiene como justificación que se investiguen los actos de
tortura alegados para verificar su existencia y no la actualización de
alguna otra violación concreta y constatada al derecho de defensa del
imputado.
Además, porque no existía razón para que se afectara todo lo
desahogado en el proceso, pues en caso de que la existencia de actos
de tortura no se constate con la investigación, las correspondientes
actuaciones y diligencias subsistirán íntegramente en sus términos; y,
para el caso de que se acredite su existencia, los efectos únicamente
trascenderán con relación al material probatorio que en su caso será
objeto de exclusión al dictar la sentencia; de ahí que la reposición del
procedimiento deberá realizarse hasta la diligencia inmediata anterior
53
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
al auto de cierre de instrucción, tratándose del sistema penal
tradicional.
Lo que se ha establecido, se apoya en el criterio jurisprudencial
11/2016 (10ª.), emitido por esta Primera Sala, en la resolución de la
citada contradicción de tesis 315/2014, que se identifica con el rubro y
texto siguientes:
“ACTOS
DE
TORTURA.
LA
REPOSICIÓN
DEL
PROCEDIMIENTO, CON MOTIVO DE LA VIOLACIÓN A LAS
LEYES QUE LO RIGEN POR LA OMISIÓN DE INVESTIGAR
LOS
DENUNCIADOS
POR
EL
IMPUTADO,
DEBE
ORDENARSE A PARTIR DE LA DILIGENCIA INMEDIATA
ANTERIOR AL AUTO DE CIERRE DE INSTRUCCIÓN. La
violación al debido proceso, derivada de la omisión de investigar
la existencia de actos de tortura, con motivo de una denuncia o
la existencia de indicios concordantes para suponer bajo un
parámetro de probabilidad razonable de que la violación a
derechos humanos aconteció, da lugar a que la vía de
reparación óptima sea ordenar la reposición del procedimiento
con la finalidad de realizar la investigación respectiva. Lo
anterior, porque sólo será posible determinar el impacto de la
tortura en el proceso penal, una vez que ésta se acredite, como
resultado de una investigación exhaustiva y diligente. Así, la
reposición del procedimiento tiene como justificación que se
investiguen los actos de tortura alegados para verificar su
existencia, y no por la actualización de alguna otra violación
concreta y constatada al derecho de defensa del imputado; por
tanto, no existe razón para que se afecte todo lo desahogado en
el proceso, pues en caso de que la existencia de actos de tortura
no se constate con la investigación, las correspondientes
actuaciones y diligencias subsistirán íntegramente en sus
términos; y para el caso de que se acredite su existencia, los
efectos únicamente trascenderán en relación con el material
probatorio que en su caso será objeto de exclusión al dictar la
sentencia; de ahí que la reposición del procedimiento deberá
realizarse hasta la diligencia inmediata anterior al auto de cierre
de instrucción, tratándose del sistema penal tradicional.”
54
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
En atención a todo lo anterior, se concluye que
el Tribunal Colegiado no observó los lineamientos a
que se contraen los criterios aislados y jurisprudenciales que se han
destacado, donde se establece la obligación de la autoridad
jurisdiccional de primera instancia de obtener pruebas de forma
oficiosa respecto de los actos de tortura que denuncie el inculpado
haber sufrido -o cuando de ellos tenga noticia de alguna otra formadesde la perspectiva de violación a derechos humanos con
trascendencia en el proceso penal.
Sin embargo, se considera que la postura del Tribunal
Colegiado, finalmente resulta compatible con la reciente doctrina
constitucional desarrollada por esta Primera Sala respecto al derecho
humano de no ser objeto de tortura, reconocido en el artículo 22 de la
Constitución Federal, porque en esencia refirió que no existía razón
fundada para creer que se había cometido un acto de esa naturaleza
en perjuicio del quejoso, ya que no se tenían datos razonables de la
misma.
Máxime que no existió confesión del quejoso respecto de los
hechos delictivos que le atribuyeron; pues en su declaración ministerial
negó la imputación que existe en su contra, y en declaración
preparatoria, luego de ratificar su deposado anterior, hizo la denuncia
de tortura en su contra.
En ese sentido, si la declaración del imputado no fue
incriminatoria, no se obtuvieron pruebas con violación a sus derechos
fundamentales.
55
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
En efecto, tratándose de la tortura, esta Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha redireccionado su criterio
en el sentido de que la violación al derecho fundamental a no ser
objeto de tortura, única y exclusivamente impacta en el proceso
penal cuando el inculpado ha emitido confesión lisa y llana de los
hechos; y, por tanto, cuando esta confesión no existe, a ningún
sentido práctico conduce ordenar la reposición del procedimiento para
que se investigue la denuncia de tortura; pues al no generar
consecuencias procesales, por no haber confesión que excluir, con la
reposición del procedimiento sólo se incidirá en perjuicio del derecho
fundamental de pronta y expedita impartición de justicia que se
consagra en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos.
Efectivamente, la reposición del procedimiento solamente debe
acontecer cuando exista un posible impacto en el proceso seguido en
su contra, es decir, si como consecuencia de la tortura denunciada
existieran declaraciones, confesiones o alguna otra clase de
información autoincriminatoria, porque sólo de esa forma tendrá
trascendencia en el proceso, en tanto que no la habrá si los
inculpados, a pesar de aducir que fueron objeto de dicha violación, no
reconocen los hechos imputados o se abstienen de declarar, dado que
no existirá repercusiones en su contra.
Lo expuesto se robustece con la doctrina constitucional
desarrollada en relación con las reglas de exclusión probatoria ante la
demostración de la correspondiente violación de derechos humanos
con impacto en el proceso penal seguido en contra de la víctima de la
tortura, en la que esta Primera Sala ha sido firme en sostener, que si
56
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
se pretende el respeto al derecho de ser juzgado por
tribunales imparciales y el derecho a una defensa
adecuada, una prueba obtenida de forma irregular, ya sea por
contravenir el orden constitucional o el legal, debía ser considerada
como inválida; por tanto, ninguna prueba que fuera en contra del
derecho debía ser admitida y, si pese a ello ya se había desahogado,
debía restársele todo valor probatorio.
Sobre esa premisa, se estableció que tratándose de la tortura, en
el supuesto de haberse determinado su existencia como violación al
derecho humano de debido proceso, se debe excluir todo medio de
convicción que se hubiera obtenido o que derivara directamente de la
misma. Lo que comprende declaraciones, confesiones y toda clase de
información incriminatoria resultado de éstas.
Al respecto, se dijo que se debe atender la jurisprudencia que
emitió la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso
Cabrera García y Montiel Flores Vs. México, donde determinó:
“167. Por otra parte, este Tribunal considera que las
declaraciones obtenidas mediante coacción no suelen ser
veraces, ya que la persona intenta aseverar lo necesario para
lograr que los tratos crueles o la tortura cesen. Por lo anterior,
para el Tribunal, aceptar o dar valor probatorio a declaraciones o
confesiones obtenidas mediante coacción, que afecten a la
persona o a un tercero, constituye a su vez una infracción a un
juicio justo. Asimismo, el carácter absoluto de la regla de
exclusión se ve reflejado en la prohibición de otorgarle valor
probatorio no sólo a la prueba obtenida directamente mediante
coacción, sino también a la evidencia que se desprende de
dicha acción. En consecuencia, la Corte considera que excluir la
prueba que haya sido encontrada o derivada de la información
obtenida mediante coacción, garantiza de manera adecuada la
regla de exclusión”.
57
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
Al tenor de esos lineamientos, se aprecia que la reposición del
procedimiento que en su caso se ordene con motivo de una denuncia
de tortura, tiene por objeto que se verifique, a través de los medios de
prueba correspondientes, si se acredita o no la respectiva violación de
derechos fundamentales; y, de ser así, debe analizarse la forma en
que impacta en el proceso penal, a fin de proceder a la exclusión de
las
declaraciones,
confesiones
y
toda
clase
de
información
incriminatoria que resulten de la aludida violación.
No obstante, según se dijo, en el ámbito del proceso penal, la
violación al derecho fundamental a no ser objeto de tortura, impacta
única y exclusivamente sobre la confesión que en su caso hubiera
rendido el inculpado o cualquier elemento probatorio que tenga como
fuente directa la tortura; y, por tanto, cuando no existe el
reconocimiento de los hechos que se imputan a los inculpados por
negativa o abstención, a ningún sentido práctico conduce ordenar la
reposición
del
procedimiento
para
que
se
investigue
la
correspondiente denuncia de tortura, al no tener consecuencias
procesales, precisamente, por no haber prueba que excluir.
En lo conducente, resulta ilustrativa la tesis aislada 1a.
CCCXXVI/2015 (10a.), sustentada por esta Primera Sala, de rubro y
texto siguientes:
“PRUEBA ILÍCITA. LÍMITES DE SU EXCLUSIÓN. La exclusión
de la prueba ilícita aplica tanto a la prueba obtenida como
resultado directo de una violación constitucional, como a la
prueba indirectamente derivada de dicha violación; sin embargo,
existen límites sobre hasta cuándo se sigue la ilicitud de las
pruebas de conformidad con la cadena de eventos de la
violación inicial que harían posible que no se excluyera la
58
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
prueba. Dichos supuestos son, en principio, y de
manera enunciativa y no limitativa, los siguientes: a)
si la contaminación de la prueba se atenúa; b) si hay
una fuente independiente para la prueba; y c) si la
prueba hubiera sido descubierta inevitablemente. Sobre el
primer supuesto, a saber, la atenuación de la contaminación de
la prueba, se podrían tomar, entre otros, los siguientes factores
para determinar si el vicio surgido de una violación constitucional
ha sido difuminado: a) cuanto más deliberada y flagrante sea la
violación constitucional, mayor razón para que el juzgador
suprima toda evidencia que pueda ser vinculada con la
ilegalidad. Así, si la violación es no intencionada y menor, la
necesidad de disuadir futuras faltas es menos irresistible; b)
entre más vínculos (o peculiaridades) existan en la cadena entre
la ilegalidad inicial y la prueba secundaria, más atenuada la
conexión; y c) entre más distancia temporal exista entre la
ilegalidad inicial y la adquisición de una prueba secundaria, es
decir, que entre más tiempo pase, es más probable la
atenuación de la prueba. En relación con el segundo supuesto
es necesario determinar si hay una fuente independiente para la
prueba. Finalmente, el tercer punto para no excluir la prueba
consistiría en determinar si ésta hubiera sido descubierta
inevitablemente en el proceso. Dicho supuesto se refiere, en
general, a elementos que constituyan prueba del delito que
hubieran sido encontrados independientemente de la violación
inicial. La aplicación del anterior estándar debe hacerse en cada
caso concreto”.
Por tanto, si lo determinado por el Tribunal Colegiado es
compatible con la reciente doctrina constitucional de esta Primera
Sala, derivado de que no existió un impacto en el proceso penal
instruido en contra del quejoso, ya que no se generaron pruebas en su
perjuicio como la autoincriminación, porque al rendir su declaración en
la averiguación previa negó los cargos que le fueron imputados, y esa
postura fue ratificada en declaración preparatoria. Por tanto, deben
declararse infundados los agravios relativos.
En estos términos, lo procedente es dejar firme la sentencia
recurrida con relación a lo resuelto respecto del tema de tortura.
59
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
Similar criterio sostuvo esta Primera Sala de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, al resolver el amparo directo en revisión
6564/2015, en sesión de dieciocho de mayo de dos mil dieciséis, por
mayoría de votos de los Señores Ministros Arturo Zaldívar Lelo de
Larrea, José Ramón Cossío Díaz y Jorge Mario Pardo Rebolledo
(Ponente), en contra de los votos emitidos por la Ministra Norma Lucía
Piña Hernández y del Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.
Al margen de lo anterior, esta Primera Sala advierte que en la
declaración preparatoria, el quejoso manifestó que fue objeto de
tortura; sin embargo, el Tribunal Colegiado inobservó que durante el
proceso penal no se dio vista al Ministerio Público correspondiente,
con ese alegato de tortura, para que se iniciara la investigación
respectiva.
Alegato que se estima suficiente para que esta instancia ordene
dicha vista, a fin de que el Ministerio Público que intervino en el
proceso penal, inicie una investigación y verifique tal denuncia,
conforme a los estándares nacionales e internacionales, a efecto de
deslindar responsabilidades y, en su caso, esclarecer la denuncia
sobre el delito de tortura.
Pues no debe soslayarse que esta Suprema Corte de Justicia de
la Nación, reiteradamente ha señalado que corresponde al Estado la
investigación de los hechos posiblemente constitutivos del delito de
tortura ejercida en contra de una persona que está sujeta a un proceso
penal.
60
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
Lo anterior, es sumamente relevante por la
importancia que tiene una denuncia de tortura para
efecto de cumplir con las obligaciones impuestas a todas las
autoridades del Estado de prevenir, investigar, sancionar y reparar las
violaciones a los derechos humanos; entre las que se encuentra
cualquier práctica de tortura, que atenta contra la integridad de las
personas, con independencia de que no tenga impacto en un juicio
penal instruido contra las presuntas víctimas de tortura.
Ello, en términos de lo ordenado en los artículos 1°, 21, 22 y 29
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 7° del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; 5° de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, 1°, 2°, 3°, 6° y 8°
de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura;
así como en lo establecido en la Ley Federal para Prevenir y
Sancionar la Tortura, en las directrices del deber de actuación por
parte de las autoridades del Estado, y en las tesis aisladas emitidas
por esta Primera Sala, de rubros: “TORTURA. SU SENTIDO Y ALCANCE
COMO
PROHIBICIÓN
CONSTITUYE
UN
DERECHO
ABSOLUTO,
MIENTRAS QUE SUS CONSECUENCIAS Y EFECTOS SE PRODUCEN
TANTO EN SU IMPACTO DE VIOLACIÓN DE DERECHOS HUMANOS
COMO DE DELITO”33, y “TORTURA. OBLIGACIONES DE LA AUTORIDAD
Texto: “Conforme al marco constitucional y convencional, la prohibición de la tortura se reconoce
y protege como derecho absoluto que pertenece al dominio del jus cogens internacional, mientras
que sus consecuencias y efectos impactan en dos vertientes: tanto de violación de derechos
humanos como de delito. En ese orden, esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación ha sostenido que: 1. Las personas que denuncien actos de tortura tienen el derecho a que
las autoridades intervengan de forma expedita para que su acusación sea investigada y, en su
caso, examinada a través de un juicio penal; en ese sentido, las autoridades tienen la obligación de
investigar la tortura para, en su caso, esclarecerla como delito, así como de realizar y proseguir de
modo diligente las investigaciones necesarias para deslindar responsabilidades por su comisión. 2.
La obligación de proteger ese derecho recae en todas las autoridades del país y no sólo en
aquellas que deban investigar o juzgar el caso. 3. Atento al principio interpretativo pro persona,
para efectos del mencionado derecho, debe considerarse como denuncia de un acto de tortura a
todo tipo de noticia o aviso que sobre ese hecho se formule ante cualquier autoridad con motivo de
sus funciones. 4. Cuando una persona ha sido sometida a coacción para quebrantar la expresión
espontánea de su voluntad, deben excluirse las pruebas obtenidas mediante la misma”.
Con datos de localización: [TA]; 10a. Época; 1a. Sala; Gaceta S.J.F.; Libro 6, mayo de 2014; Tomo
I; Página 562.1a. CCVI/2014 (10a).
33
61
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
CUANDO UNA PERSONA MANIFIESTA HABERLA SUFRIDO O SE
TENGAN DATOS DE LA MISMA”.34
Cabe señalar que la investigación ministerial deberá realizarse
de manera independiente, imparcial y meticulosa, con la finalidad de
determinar el origen y naturaleza de la alegada afectación a la
integridad personal, así como identificar y procesar a las personas
responsables de su comisión.
IV. Ahora bien, en torno a la medida cautelar de arraigo, se
observa que el Tribunal Colegiado, al tenor de los criterios
jurisprudenciales sustentados por el Tribunal Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, y conforme a las tesis aisladas de esta
Primera Sala, cuyos rubros, son respectivamente: “ARRAIGO EN
MATERIA PENAL. A PARTIR DE LA REFORMA A LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, PUBLICADA EN EL
DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 18 DE JUNIO DE 2008, LAS
LEGISLATURAS
LOCALES
CARECEN
DE
COMPETENCIA
PARA
LEGISLAR SOBRE AQUELLA FIGURA, AL SER FACULTAD EXCLUSIVA
DEL CONGRESO DE LA UNIÓN” y “ARRAIGO EN MATERIA PENAL.
Texto: “Cuando la autoridad tenga conocimiento de la manifestación de que una persona ha
sufrido tortura o cuando tenga datos de la misma, deberá, inmediatamente y de oficio, dar vista al
ministerio público para que inicie una investigación de manera independiente, imparcial y
meticulosa. Dicha investigación tiene como finalidad determinar el origen y naturaleza de la
afectación a la integridad personal de quien alega la tortura, e identificar y procesar a las personas
responsables. Cuando, dentro de un proceso, una persona alegue que su declaración fue obtenida
mediante coacción, las autoridades deben verificar la veracidad de dicha denuncia a través de una
investigación diligente. Asimismo, el hecho que no se hayan realizado oportunamente los
exámenes pertinentes para determinar la existencia de tortura no exime a las autoridades de la
obligación de realizarlos e iniciar la investigación respectiva; tales exámenes deben hacerse
independientemente del tiempo transcurrido desde la comisión de la tortura. Por tanto, esta
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación considera relevante destacar que, con
independencia de la obligación de los órganos de legalidad o control constitucional, en torno al
reconocimiento y protección del derecho humano de integridad personal y la prohibición de la
tortura como derecho absoluto, subsistirá en todo momento la obligación de instruir su
investigación conforme a los estándares nacionales e internacionales para deslindar
responsabilidades y, en su caso, esclarecerla como delito, con fundamento en los artículos 21 de la
Constitución Federal, 1, 3, 6 y 8, de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la
Tortura, así como 1o., 3o. y 11o. de la Ley Federal para Prevenir y Sancionar la Tortura”.
Con datos de localización: [TA]; 10a. Época; 1a. Sala; Gaceta S.J.F.; Libro 6, mayo de 2014; Tomo
I; Página 561.1a. CCVII/2014 (10a).
34
62
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
EFECTOS
QUE
DEBEN
ASIGNARSE
A
LA
DECLARATORIA DE INVALIDEZ DECRETADA CONTRA
UNA
NORMA
LOCAL,
QUE
REGULE
AQUELLA
FIGURA”, “ARRAIGO LOCAL. LA MEDIDA EMITIDA POR EL JUEZ ES
INCONSTITUCIONAL”
y
“ARRAIGO
LOCAL.
EFECTOS
DE
LA
INCONSTITUCIONALIDAD DE LA MEDIDA EMITIDA POR EL JUEZ.
EXCLUSIÓN
DE
PRUEBAS
DIRECTA
E
INMEDIATAMENTE
RELACIONADAS”; declaró la nulidad de diversas pruebas relacionadas
directa o indirectamente con el arraigo. Lo que ubica el tema como de
mera legalidad, al ceñirse a la sola aplicación del criterio de esta
Suprema Corte.
V. Finalmente, resultan inoperantes el resto de los argumentos
de agravio que expresó el recurrente, ya que tienden a combatir
aspectos de mera legalidad; relacionados esencialmente con la
valoración de pruebas y con el tema de exacta aplicación de la ley en
materia penal, al pretender que se le encuadre la conducta que
cometió en el delito de encubrimiento por receptación, previsto en el
artículo 243 del Código Penal para el Distrito Federal.
Lo anterior, conforme a la jurisprudencia sustentada por esta
Primera Sala, en materia común, visible en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Tomo XXV, Mayo de dos mil siete, número
1a./J. 56/2007, página setecientos treinta, de rubro: “REVISIÓN EN
AMPARO
DIRECTO.
SON
INOPERANTES
LOS
AGRAVIOS
QUE
ADUZCAN CUESTIONES DE MERA LEGALIDAD”.35
Por lo antes expuesto y fundado, se
Texto: “Conforme a los artículos 107, fracción IX, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y 83, fracción V, de la Ley de Amparo, relativos al recurso de revisión en
amparo directo, es competencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en esta instancia el
estudio de cuestiones propiamente constitucionales. Por tanto, si se plantean tanto agravios sobre
constitucionalidad de normas generales o de interpretación directa de preceptos de la Constitución,
como argumentos de mera legalidad, éstos deben desestimarse por inoperantes”.
35
63
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3143/2015
RESUELVE:
P R I M E R O. En la materia del recurso de revisión,
competencia de esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, se confirma la sentencia recurrida.
S E G U N D O. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a
**********, en contra del acto y autoridad precisados en el resultando
primero de la presente ejecutoria.
T E R C E R O. Dese vista al Agente del Ministerio Público en
términos de la parte considerativa de la presente resolución.
N o t i f í q u e s e; con testimonio de esta ejecutoria,
devuélvanse los autos relativos al lugar de su origen; y, en su
oportunidad archívese el toca como asunto concluido.
En términos de lo previsto en los artículos 3° fracción II, 13, 14 y 18,
fracción II, de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la
Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se
suprime la información considerada legalmente como reservada o
confidencial que encuadran en esos supuestos normativos.
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