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~1~
~2~
Índice
Prologo -------------------------------------------------3
¿Cómo empezó? Con cervezas y un vampiro---------19
Mi nombre es…---------------------------------------38
Cuidado con las lindas--------------------------------52
Acostumbrándome al dolor y agonía ----------------78
¿Para qué luchar?------------------------------------108
Epilogo------------------------------------------------114
~3~
Prologo
~4~
Hoy
empiezan
las
vacaciones
y
debo
prepararme, me parece que habrá una fiesta
y tengo que ir, ya quiero ver a mi mejor
amigo su nombre no lo recuerdo en este
momento, me parece que era… mmmm Harry.
Demonios tengo que darme prisa, también
tengo que pasar por ella, si no lo hacía o
llegaba por mínima diferencia tarde se
molestaría, pero ¿por quién debía de pasar?,
nuevamente no recuerdo, me parece que
Yudi, solo tal vez ese era su nombre, no
recuerdo muy bien siendo honestos.
No importa era alguien mas quien me
importaba, ¿o así era?, el punto es que ella
era hermosa, tenía que verla, después de lo
que paso, yo… ¿Por qué era importante
verla?
Empiezo a preocuparme, ¿estoy perdiendo la
memoria acaso?
No recuerdo quien soy con exactitud ni
sabría definirme pero mi nombre es Miguel,
~5~
tengo 17 años, soy de piel un poco morena y
cabello castaño corto, mis ojos color grises
y soy una persona según mis conocidos
simpático y un tanto atractivo, eh ido al
gimnasio
y
desde
chico
entreno
artes
marciales mixtas así que se podría decir que
mi físico es delgado y con los músculos muy
notorios.
Traigo ropa que a mí me parece cómoda,
camisa color negra, jeans obscuros y unas
botas color café claro. En mi espalda
descubro que tengo una funda, pareciera que
ahí puede o debe de ir una gran estada. ¿Por qué razón tengo esto atado a mi
espalda? Y ¿para que la necesito?
Al parecer fue una gran fiesta o algo así,
parecía que tuviera una resaca terrible,
ojala pudiera recordar algo
Repentinamente empiezo a escuchar un
sonido muy agudo que punza en mi cabeza ¿qué
sucede?
¿Ya
~6~
era
hora
de
despertarme?, y para empezar ¿que día es?
Hoy empezaban vacaciones de verano, ¿no?
Me
sentía
más
desorientado
que
de
costumbre y parecía que la cabeza podía
estallarme en cualquier momento. A lo lejos
se escucha el sonido de una pelea. Parece
ser que deje el televisor encendido. Poco a
poco me fui incorporado, me pesaba todo el
cuerpo y tuve que apoyarme en una espada,
¿Qué
hacia
una
espada
en
mi
mano?
¿Realmente estaba usando una espada como
bastón?
La empuñadura se ajustaba a mi mano
perfectamente, se sentía muy liviana y de
doble filo, se veía amenazadora y mortal con
pequeñas manchas rojas en el filo, tal vez
era
sangre.
Una
espada
realmente
impresionante
Termine
unos
dispuesto
a
minutos
examinar
en
el
incorporarme
arma
cuando
escuche a alguien decirme tan alto hasta el
punto casi de lastimar mis oídos:
~7~
-¡Agáchate chico!
Inmediatamente me agache y justo cuando
mi rodilla toco la tierra del suelo un hacha
de gran tamaño paso por encima de mí, casi
como si hubieran lanzado con intención dicha
cosa.
Regrese la mirada al punto de donde parecía
haber provenido el hacha y lo que vi era una
enorme bestia, con pezuñas y muy peludo,
manchado de sangre que tal vez eran
recuerdos de las muertes que momentos
había provocado, lo más impresionante era
su cabeza como un toro muy enfadado.
Por
alguna
razón
no
sentía
miedo
en
enfrentarlo así que empuñe mi espada y se la
clave en el pecho, justo donde creí que tenía
el corazón.
Tarde un momento en asimilar lo sucedido
pero antes de llegar a una conclusión
escuche
la
misma
voz
~8~
que
me
había
advertido de lo que pudo haber sido mi
funeral:
-Hombre creí que te había perdido- con una
voz cálida, a mi espalda. Al voltear la vista
era totalmente indescriptible, no podía
creer lo que se desarrollaba frente a mis
ojos. Eran más de esas criaturas semi
humanas, de distintos tamaños y formas y
totalmente aterradoras. Lo que alcance a
percibir eran personas peludas que parecían
lobos con la capacidad de pararse en dos
patas y osos gigantes, hombre gigantes con
cabeza de toro y pezuñas que podrían
reventar mi cabeza de un pisotón, un grupo
de personas con capuchas que los cubrían
completamente, alcance a distinguir sus
dientes donde varios de ellos parecían
terminar en punta. Y mezclada entre la toda
esa
multitud
parecía
haber
personas
normales, todos ellos con espadas, lanzas,
arcos y uno que otro con algún bastón.
~9~
El paisaje era desolado y cambiante, como si
el
mismo
caos
hubiera
tomado
forma.
Parecía un bosque muy ardido hasta el punto
de parecer desierto que supuse que hace
tiempo estaba lleno de vida. Era difícil de
describir. Parecía adoptar todas las formas
de muerte y vacio con nubes oscuras en el
cielo y a pesar de eso se lograba distinguir
todo.
Lo que tarde un poco más en descubrir era
que no se sentía ninguna brisa, no había
viento, era un lugar sin vida totalmente,
apestaba a sangre y solo se escuchaban
sonidos de batallas.
-Si bien has sobrevivido Edwin ¡felicidades
por ti!, sigue peleando que dudo que tengas
la misma suerte dos veces-. Esa voz… me
sonaba muy familiar
-Que alegría de que estés vivo animal- y esa
voz también eran muy familiares y lo más
raro es que al parecer se dirigía a mi esta
ultima voz, las dos voces parecían provenir
~ 10 ~
de dos distintas mujeres y me llego un
sentimiento de nostalgia, al parecer eran
importantes para mí.
Me volví, allí estaban los tres. Edwin, alto,
piel cobriza y pelo corto, delgado pero
musculoso, su rostro arabesco y lampiño con
unos chispeantes ojos verdes.
Sostenía una vara de metal, casi tan alta
como él, que utilizaba como arma. A pesar de
que lo giraba a una velocidad inimaginable
contra las creaturas que lo atacaban pude
notar que en las puntas del bastón brillaban
dos gemas verde esmeralda, al cinto, pude
notar una funda de una daga curvada en la
punta hacia atrás.
La lucha continuaba desarrollándose, Edwin
saltaba de un lado a otro, golpeando y
venciendo enemigos sin darles oportunidad
de recuperarse, manejando a tres a un
tiempo, de un golpe a cada uno.
~ 11 ~
A su lado una chica preciosa, de aspecto
fiero peleaba contra más de aquellos seres.
Rubia con unos cabellos largos y rizados que
le llegaba por arriba de la cintura y una piel
clara y perfecta. Tenía unos ojos grises
lindísimos,
pero
al
mismo
tiempo,
intimidantes, como un ciclón miniatura en su
mirada. Su cuerpo era increíble y no podía
describirlo de otra manera. Verla pelear era
sorprendente,
sus
contrincantes
nunca
tuvieron una oportunidad de acercársele
siquiera. Solo tenía un par de espadas cortas
en sus manos como único accesorio para
pelear.
Por último, la chica que me llamo horrible,
podría decir que era increíblemente linda y
me quedaría corto. Tenía cabello castaño,
más bien oscuro, por debajo de los hombros
y unos brillantes ojos color miel. Tenía un
cuerpo increíble y bien proporcionado. Su
aspecto contrastaba con la ballesta que
descansaba en su cintura y una espada larga
en la mano. No tan larga como la mía, pero
~ 12 ~
perfecta para ella, como demostraba al
usarla con un único enemigo que tenia contra
ella. Cada golpe de su atacante era inútil, se
perdía en el aire, sin embargo tuve una
inquietante sensación de que debía ayudarla.
Pero antes de poder mover un musculo, el
arma resplandeció al cortar profundamente
a su adversario. Pude ver la espada más
claramente en ese momento.
-Yara- dijo Edwin en ese momento a la chica
rubia.- ¿De verdad estas lista para…?Era obvio que estaba preocupado por ella,
por lago, y que no tenía nada que ver con las
criaturas, pero Yara no le hizo el menor
caso.
-Laila- Dijo interrumpiéndolo- si tu y Edwin
terminaron de felicitar a
estar
muerto,
¿podemos
Ismerai por no
continuar
con
esto?Solo hasta que se me quedaron viendo note
que se refería a mí
~ 13 ~
¿Ismerai? Espera, mi nombre es Miguel
lindura, y exactamente ¿Qué esa “esto”?
-Aquí viene, prepárense- dijo Laila con su
voz tranquila, y todos empuñaron sus armas.
Me di vuelta y lo vi
Un solo hombre, armado con una espada
solamente se abría camino entre la zona de
guerra, barriendo con cualquier enemigo que
se interpusiera. Destripo a un lobo con un
mandoble de la espada y le incrusto el puño
en la mandíbula a otro monstro. Solo habían
pasado unos minutos desde el momento en
que recobre el sentido hasta que ese chico
estuvo frente a mí.
Era tan alto como yo. Tenía el cabello
totalmente blanco, y su piel no era muy
bronceada, pero sin llegar a ser pálida. Su
rostro era suave y terso, unos labios finos
formaban una media sonrisa pero sus ojos
dorados miraban gélidos y crueles. Parecía
un
ángel
caído,
lo
~ 14 ~
que
más
logro
sorprenderme
es
que
su
espada
era...
idéntica a la mía.
Pueden decirme loco si quieren, pero ese
tipo me asustaba más que cualquier otra
criatura que había visto hasta ahora, casi
tanto como el lugar donde me encontraba.
Su arma estaba manchada de sangre y
sospechaba que no era precisamente solo de
los demonios alrededor; cuando Laila, Yara y
yo los cortamos, nuestras espadas no tenían
una sola mancha de sangre.
-Es hora supongo- Su voz era amable, pero
sin emoción... y curiosamente familiar
Note como Yara, Edwin y Laila levantaba sus
armas. No podía culparlos, yo también me
ponía nervioso de solo verlo pero, ¿Qué no
también era humano?, ¿Qué quería decir con
eso? ¿Hora de qué?
-Sera rápido, lo lamento- hablo de nuevo –
pero fue su elección-
~ 15 ~
Miro a todos, deteniéndose un momento un
poco más largo en Yara
-No, no lo lamentas Alain- le dijo, sonaba
quebrada, sentí dolor en su voz pero el chico
llamado Alain no se inmuto.
Por último me miro. –Puede que lo hayas
olvidado. Luchaste bien- Levanto la espada.
“¿De qué habla? ¿Dónde estoy? ¿Quiénes
son esas personas? ¡¿Qué demonios está
pasando aquí?¡”
Laila detuvo el ataque con su espada antes
que me golpeara el hombro, se escucho el
choque de los metales, Alain tiro una patada
a sus costillas y la envió bastante lejos. Pude
oír claramente el grito de dolor que salió de
su garganta.
Soltó un revés a mi cara con su puño. Una
espada detuvo el ataque a apenas unos
centímetros de mi rostro, pude sentir la
vibración y el poder del golpe en mi mejilla.
~ 16 ~
Edwin se lanzo hacia él con su espada,
buscando un corte limpio en el cuello.
Alain lo esquivo a una velocidad increíble
haciendo hacia atrás su cabeza, dejando que
Edwin
pasara
de
largo
y
contraataco
golpeando a un tiempo la nuca de Edwin con
la empuñadura de su espada y asentando un
rodillazo con la pierna izquierda a su frente,
apartándolo después de su camino con un
revés derecho. Edwin no tuvo tiempo ni para
poner los pies en el suelo tras arrojarse
contra Alain.
“¡Maldición!, ¿Qué está sucediendo?”
Yara cayo de algún punto por encima de mi
cabeza cortando el aire, hacia la cabeza de
Alain, pero el atrapo su arma con la mano sin
hacerle daño alguno, y antes de que Yara
llegase a tocar la tierra con los pies, utiliza
el puño en el que sostenía la espada para
golpearla en el estomago.
~ 17 ~
-Aunque no lo creas, lo lamento Yaradijo.Ella soltó la espada y cayó de rodillas al
suelo, el golpe había sacado todo el aire de
sus
pulmones
sin
embargo
Alain
ya
preparaba su siguiente ataque.
“MALDITA SEA ¿QUE PASAQUI?”
-Adiós….-levanto la espada, a la altura de su
hombro izquierdo preparándose a golpear,
me cortaría la cabeza de un simple tajo
“¿QUE PASA? ¿QUIEN ERES? ¿Quién SOY
YO? MALDICIÓN ¿Qué SUCEDE AQUÍ?”…hermano-.
“…hermano” “hermano” “hermano”
Levante el brazo izquierdo, con el que
sostenía mi espada hasta que el antebrazo
cubrió mis ojos, la empuñadura de mi arma
apuntaba al oscuro cielo, la punta, al suelo.
Solo ese simple movimiento para detener su
ataque. Puede sentir como mi brazo absorbía
la fuerza del golpe, habría bastado para
cercenarme el pescuezo aunque mi espada ni
~ 18 ~
siquiera tembló. El impacto del metal resonó
a pesar del ruido a mí alrededor.
-¿Adiós?- dije –Hermano, pero si recién
vamos empezando, ¿ya te quieres ir?-. Él
estaba sorprendido, retrocedió.
Ahora sonreía, de nuevo, una sonrisa vacía,
gélida.
Un aullido se oyó a mis espaldas. Un lobo
gigante cayó justo en medio de nosotros dos
y me miro con sus ojos feroces. Prepare mi
espada para la pelea. El lobo ataco
“ya recuerdo, ha pasado todo un año desde
entonces. Yo soy Ismerai, soy el guardián;
Edwin, yara, laila son mis amigos; estoy en el
infierno. Alain, es mi hermano, tengo que
matarlo… bueno hay que empezar, ¡hora de
evitar el maldito fin del mundo!”
~ 19 ~
¿Cómo empezó? Con cervezas y un vampiro
~ 20 ~
Bien se preguntaran como termine en esta
situación. Es una larga historia, pero empezó
hace un año, en el verdadero primer día de
vacaciones.
Las clases habían terminado y no tendríamos
que preocuparnos de ellas por todo el
verano. El primer día de vacaciones. ¡Genial!.
Recuerdo
la
ceremonia,
siempre,
donde
reconocimientos
los
a
los
aburrida
diplomas
mocosos,
como
y
a
los
los
deportistas cerebro de avestruz y a alguno
que otro que no tenía nada que hacer más
que llegar cinco minutos antes a la escuela...
Creo que me quede dormido un momento
pero les aseguró que no me perdí de nada
interesante.
Después la directora dijo unas palabras, ya
saben, ese “pequeño y corto” discurso que
suele durar más de media hora, para
invitarnos a seguir nuestras metas, nuestros
~ 21 ~
sueños y bla bla bla. Me sentí liberado de
salir de ahí...
Despedías,
abrazos,
fotos.
La
clásica
cursilería de fin de curso, aunque no me
negué a las fotos con el equipo de porristas.
Encontré
a
Alex
con
las
porristas,
invitándolas a la fiesta de fin de año. No era
de sorprenderse, todos los años había una,
era una especie de tradición. Este año seria
en la zona residencial, a las afueras de la
ciudad, como en cada fin de periodo.
Si tomabas la carretera hacia el norte, tras
unos kilómetros podías notar un camino sin
pavimentar y un poco más adelante llegabas
a una construcción abandonada. Al parecer
iba
a
ser
un
edificio
pequeño,
un
supermercado o tal vez una escuela, nadie lo
sabía con exactitud, la construcción había
sido olvidada, dejando solo la estructura, los
cimientos y un bosque de hormigón y vigas.
En
algún
momento,
los
~ 22 ~
constructores
pusieron una carpa gigante a modo de techo
y, aun que no lo crean, allí continuaba.
Las
fiestas
allí
eran
frecuentes,
solo
necesitabas algunos autos con un buen
sistema de sonido, algo de alcohol y botanas
y listo. Además estaba lo suficientemente
cerca de la civilización como para nuestros
padres lo permitieran, y lo suficientemente
lejos
para
molestar
a
algún
vecino
cascarrabias por el ruido.
Quedamos de vernos al día siguiente en su
casa, a las seis de la tarde. Pasaríamos por
unas cervezas y recogeríamos a algunos
amigos.
Después
de
eso
¡a
divertirse!
Arreglado el asunto,
Me fui con mi familia quienes me esperaban
para ir a comer. Mi padre, Julián, era aún
más alto que yo. Tenía el cabello negro con
algunas canas aquí y allá. A sus cincuenta
años se veía bastante más joven y en buena
forma, musculoso de hecho, aunque ya una
~ 23 ~
barriga se dejaba ver producto de sus
regulares bocadillos nocturnos.
A pesar de su carácter bromista, su rostro
era
severo.
Incluso
sus
ojos
verdes
resultaban muchas veces intimidantes.
Mi madre también se veía joven y su cabello
no tenía una sola cana. Su nombre era
Isabel. Era tres años menor que mi papá y
casi treinta centímetros más baja. Su rostro
ya tenía arrugas propias de su edad, pero
dudo que hubiera otro rostro que se viera
tan amable. Tenía los ojos cafés, igual a los
míos, que miraban con dulzura. Solía ser muy
nerviosa y se preocupaba por todos. Cuando
sonreía sus ojos se entrecerraban con
alegría. Y claro, mis pequeñas hermanas,
Laura y Belén. Dolor de cabeza uno y dos.
Ambas eran morenas y altas para su edad. La
mayor era lacia, delgada y como mi papá
tenía un rostro serio, aunque en realidad era
muy tranquila y divertida. A sus quince años,
era la prudencia y obediencia personificadas.
~ 24 ~
Responsable y una gran confidente. Tenía el
cabello largo y negro. Era quien me regañaba
por desordenado, flojo y demás. Mi otra
hermana tenía el mismo rostro, afilado y
atractivo
pero
allí
terminaba
todo
el
parecido. Trece años y podía hacer que la
Madre Teresa perdiera la paciencia. Nunca
escuchaba y era un completo desorden.
Tenía un cabello rizado, casi chino hasta la
mitad de la espalda. De trece años se
empezaba a adivinar la mujer que sería, pero
aun conservaba detalles infantiles en sus
facciones. Era desesperante. Fue la primera
en irme a abrazar cuando termino la
ceremonia. -¿Por qué a ti no te dan ningún
reconocimiento? Eres el primer chimpancé
que sale de una escuela- Se los dije.
Desesperante.
Aunque el comentario fue una broma, si note
el rostro de mis padres cambiar de una
sonrisa a una mueca de decepción, aunque
solo fuese por un segundo. Odiaba eso, así
que hice lo más normal del mundo: me
~ 25 ~
desquite cargando a mi hermanita como
costal de papas.
-Bájame, ¡Bájame!- gritaba y se reía -¡Aaaah
bájame!- el mal humor se fue de inmediato.
De allí salimos a mi restaurante favorito.
Esa fue nuestra última comida juntos.
La comida se extendió hasta la noche, así
que cuando volví a casa fue prácticamente
para dormir. A la mañana siguiente mis
padres y mis hermanas se habían ido. ¿A
dónde? A sí, creo que olvide mencionarlo.
Habíamos
planeado
unas
vacaciones
familiares a la playa, pero ya que quería
quedarme para la fiesta, y después de rogar
casi un mes, logre que me dieran permiso de
ir. Ellos se irían esa mañana temprano y yo
tenía un boleto de autobús que me llevaría el
día siguiente, por la noche. La vida era bella.
Estuve jugando videojuegos un rato, después
me di un baño y tome el subterráneo a casa
de Alex. La estación me dejaría a un par de
~ 26 ~
calles. Saliendo camine hasta su casa,
ignorando en el camino todos los postes de
gente desaparecida, así como había ignorado
las noticias y los periódicos. Supongo que
debo explicarlo también.
Hacia
cosa
oscurecía,
de
unas
habían
semanas,
ocurrido
cuando
misteriosas
desapariciones, a la fecha ya sumaban la
docena. Lo extraño del asunto, es que
desaparecían sin dejar rastro, a lo largo de
toda la ciudad. No había cuerpos tampoco.
Era como si los tragase la noche. Era otro de
los motivos por los que tuve que rogar mucho
a mis padres pero ¡hey!, solo hay una fiesta
como esa al año. Tenía que ir. Además de las
miles de personas en la ciudad que había,
¿Qué posibilidades había de que fuera yo?
La gente estaba paranoica. Y por último, las
desapariciones ocurrían en la ciudad, y la
fiesta era en las afueras. ¿De qué me
preocupaba?
~ 27 ~
Llegue con Alex a tiempo, demoramos un
poco por las advertencias de su mamá, pero
al fin salimos. De allí fuimos a un almacén
para comprar las bebidas. No podíamos
comprarlas
en
cualquier
lugar,
siendo
menores de edad, pero siempre existía
gente buena dispuesta a ayudar a unos
pobres chicos que solo querían algo de
diversión. Bajamos del auto y Alex fue a
hablar con el encargado, entonces.... La vi.
Ese fue el segundo en que mi vida perfecta
se fue al carajo.
Fue la primera vez que vi a Laila. Creo que
deje de respirar un minuto entero, deje de
escuchar, de pensar... Un pantalón negro
ajustado y una blusa blanca. La mire caminar
hasta que desapareció de mi vista en una
esquina, yo me quede idiotizado mirando el
lugar donde había desaparecido, pensando
que era la esquina más sexy que hubiera
visto jamás; allí apareció el otro sujeto. La
primera cosa que llamaba la atención es que
~ 28 ~
en pleno junio, vistiera totalmente de negro:
Sus botas, su pantalón, su camisa, su abrigo,
es decir, está bien que fuera noche y ya
oscuro, pero ¿abrigo? De ser yo estaría
cocinándome vivo con eso.
Lo segundo fue que el tipo era.... ¿Cómo
decirlo sin sonar mal?... era bien parecido,
más que eso, realmente hermoso "Ok, suena
mal".
De toda su ropa solo se notaba la piel de su
rostro, blanca, como si nunca hubiera visto
el sol, pero era un rostro anguloso, fino,
parecía un maniquí o una estatua, un modelo
prácticamente. La tercera cosa que note es
que parecía seguir a la muchacha.
Nunca sabré porque, pero decidí seguirlo. Él
o no me escucho o no le importo. Me mantuve
alejado
pero
sin
perderlos
de
vista.
Caminamos cerca de cinco calles, entre
edificios y autos, antes de ver como la chica
se metía por un callejón entre dos edificios
pequeños. La zona ya no estaba tan animada
~ 29 ~
como lo parecía cerca del almacén, es más,
parecía casi abandonada. La única fuente de
luz eran tres faros que apenas iluminaban y
las
únicas
señales
de
vida
eran
dos
camionetas desvalijadas a lo largo de la
calle. Olía a humedad y podredumbre. Tal
vez
fue
en
ese
momento
que
debí
retroceder, detenerme y pensar. "Las chicas
lindas no entran en callejones sin razón"
pero como siempre, ignore mi sentido común
y me escondí tras una camioneta. Mi buen y
blanco amigo parecía receloso, miraba de un
lado a otro sin decidirse a entrar en el
callejón, entonces hizo algo que debió
terminar de convencerme para largarme de
allí. Dio un salto que hasta Jackie Chan
envidiaría. Salto al poste de luz que había
frente al lugar donde desapareció la joven,
se impulsó hacia la pared del edificio,
alcanzando con las manos el marco de una
ventana, y salto hasta la ventana superior.
¡Había quedado a dos pisos del suelo! Parecía
estar pegado a la pared, porque no notaba
~ 30 ~
de donde se sostenía. Lo más sorprenderte
fue cuando empezó a deslizarse por la pared
como una araña, entrando al callejón. Aún
sorprendido por lo que acababa de ver,
movido más que nada por la curiosidad, me
acerque hasta el callejón sin ser visto,
deteniéndome en la esquina.
Un segundo después se escuchó un lamento
que ponía los cabellos de punta, ese grito
aterrador salía desde el callejón. Un grito
muy poco humano, agudo como si arañaran
una pizarra. Algo se clavó en el suelo. Era
una...
¿flecha?
Y
esa
fue
la
última
oportunidad que tuve de largarme. En su
lugar, lo que hice fue mirar.
El maniquí saltaba entre las paredes de los
edificios a una velocidad increíble mientras,
justo en el centro del callejón, aquella joven
tenía una ballesta de repetición cargada,
disparando flecha tras flecha, rápida como
el rayo, en todas direcciones. Parecía que al
~ 31 ~
menos un tiro había alcanzado al acróbata en
el hombro.
De más está decir que no tenía la más
remota
idea
de
qué
hacer,
no
era
precisamente la idea que me había cruzado
en la cabeza al seguirlos (en realidad no
tenía idea de por qué los había seguido).
Cuando por fin disparo la última flecha bajo
su ballesta, la puso en su cinturón y quedo
mirando a su objetivo, dándome la espalda.
El chico se dejó caer con ligereza desde casi
la punta del edificio (unos buenos 5 pisos) y
aterrizo sin problemas, suavemente y sin
ruido, puede que él estuviera de frente a mí
pero ni siquiera me noto, no apartaba la vista
de la muchacha.
-La sangre de un protector, hace siglos que
no pruebo nada como eso-. Dijo, su voz era
suave y clara.
Ella no respondió, se limitó a sacar una
navaja de su cinturón.
~ 32 ~
-JAJAJAJAJA Vas a defenderte de mí,
usando juguetes tan patéticos- No sabré
decirlo de cierto, pero había algo maligno en
esa risa, desquiciado y psicótico.
-Bien- dijo con suavidad -Grita si quieres.
Así sabe mejor la comida-. Y se abalanzó de
un salto hacia ella. Hay que decirlo, casi
mojo el pantalón del miedo que sentí
después. La quijada se le desencajó hasta
parecer más un agujero negro que una boca,
toda ella llena de colmillos en forma de
sierra. Sus ojos se volvieron rojos y sus
dedos
terminaron
en
unas
garras
que
podrían ser de una bestia. La muchacha se
lanzó al suelo girando en una pirueta,
incorporándose y respondiendo con una
patada giratoria. Ella había tardado dos
segundos en levantarse y patear, el solo uno.
No bien apenas aterrizo esquivo la patada a
su nuca sin apenas moverse, en un parpadeo
la sujeto del cuello y la estampó contra la
pared, haciéndola soltar un gemido de dolor.
~ 33 ~
-Que tal ese grito, preciosa- Su voz, antes
aterciopelada, sonaba ahora gutural. Ella
encajo
la
navaja
en
el
brazo
que
la
aprisionaba. Él, eso, lo que sea, lanzo un
grito, igual al anterior, pero no soltó su
presa.
-Bien, entre más pelees, más doloroso será-.
Se burló. Apretó el brazo y ella soltó un
quejido. Eso me despertó. Hay tres tipos de
mierda en este mundo: Los hombres que
golpean a las mujeres, las mujeres que no se
respetan a sí mismas y los inútiles que no
hacen nada al respecto. Tome la flecha que
estaba en el suelo y me lancé corriendo
hacia él. ¿En qué pensaba? Fácil. No pensé
en absoluto. Si lo hubiera hecho, ni siquiera
estaría allí para empezar. Por suerte el
factor sorpresa hizo todo el trabajo, para
cuando el tipo entendió que estaba pasando,
yo ya clavaba la flecha por debajo de la
axila. Rápidamente gire la flecha en su carne
para que no cerrara y jale hacia abajo para
quebrarla y que no pudiera sacarla.
~ 34 ~
"Sabía que fue buena idea ver aquella
película de acción"
Pude sentir su sangre fluir por mi puño,
cálida y asquerosa. Si mi idea era hacer que
la soltara funciono, le tire un puñetazo a la
nariz con todas mis fuerzas y sentí como se
partía el tabique. Eso tenía que bastar.
-Vámonos- dije y tome del brazo a una chica
que me miraba como si de repente hubiera
empezado a hablar un perro. -CORRE-.
Casi arrastrándola llegamos casi al final del
callejón, pero el monstruo ya nos bloqueaba
el paso. "¿Cómo es posible, hace un segundo
estaba retorciéndose de dolor detrás de
nosotros? ¿Qué demonios es este sujeto?"
-TE MATARE- siseo -TE ARREPENTIRÁS
HUMANO-Bastara si le digo que ya estoy muy pero
muy arrepentido- dije en un hilo de voz.
Cargo hacia nosotros "Eso es un no, supongo"
~ 35 ~
Mi compañera pareció recobrarse de la
sorpresa y antes de que nos callera encima,
conecto una patada en la quijada. Logro
desorientarlo, y aprovecho para lanzarlo por
encima del hombro con un movimiento de
jiujitsu. No sirvió de nada, el cayo de pie sin
ningún esfuerzo, girando en el aire como un
gato. Quise reaccionar y correr, pero ni ella
ni mis mis piernas parecían querer moverse.
-... una flecha- murmuro. Acariciando, como
sin querer, su ballesta. -No tienes esperanza
protectora- escuche que el tipo decía -no
pueden escaparPor toda respuesta solo recibió algo que
sonó como un "Tsk".
"¿Que hago? va a matarla y a mí también,
¿Qué hago?" Me gire a verla, vi como
sostenía con tanta fuerza su pequeña navaja
que sus nudillos estaban blancos, pero su
otra mano hacia un ademan como si quisiera
tomar la ballesta, y enfrente de mi un
monstro de pesadilla parecía a punto de
~ 36 ~
lanzarse por su cena, conmigo como platillo
principal. Dios, verlo daba miedo, su cara, su
boca sus garras, sangrando de la nariz, de la
herida en su costado y... ¡allí estaba, mi
salvación!
-¡Oye feo!- Dije adelantándome unos pasos,
lejos de la chica.
-¿Por qué no lo intentas? Estoy aquí pedazo
hijo de...- solo un parpadeo y ya tenía su
mano alrededor de mi cuello. Sus garras
presionaban mi piel como pequeños cuchillos.
-Humano estúpido, ni siquiera sabes lo que
pasa, no me importas, para un vampiro, tú no
eres más que almuerzo- ignorando su aliento
fétido, alargue mis manos, como si fuera a
tomar su cuello también. -Te matare a ti y
luego a esa mocosa- Por fin la alcance, era lo
que buscaba desde el principio.
Sujete con las dos manos la flecha que el
vampiro tenía clavada en el hombro y la jale
con toda la fuerza que pude. El ruido de
~ 37 ~
succión que hiso fue asqueroso, pero al
menos logre que me soltara. Ahora ya tenía
la flecha en la mano.
-TOMA- le lancé la flecha a la chica.
-ME LA VAS A PAGAR- Una patada me
levanto del suelo, arrojándome bruscamente
a la pared. Todo el aire de mis pulmones se
me escapo.
-AQUÍ TÚ MUERES- Una mano llena de
garras parecía dispuesta a desgarrarme
cuando un zumbido se escuchó y un instante
después en el lugar del vampiro, había un
cadáver con una flecha en la cabeza.
~ 38 ~
Mi nombre es…
~ 39 ~
Me gustaría decirles que después de eso, me
levante
con
tranquilidad
como
en
las
películas, con alguna frase increíble. Que
después de mi valentía e ingenio la chica se
derretía
solo
conformado
al
si
verme.
tan
Me
hubiera
le
hubiera
solo
preguntado "¿Estás bien?"
La
verdad,
me
aparte
pataleando
del
cadáver, arrastrándome hacia atrás hasta
pegarme con la pared del edificio, con tanta
pataleta
parecía
que
quería
mover
la
construcción yo solo. Se los juro, si esa cosa
se hubiera movido, lo habría hecho.
El pánico casi me hiso olvidar que estaban
observándome, pero ¡oigan!, acababa de
descubrir que los vampiros eran reales, uno
había intentado hacerme su cena y por
último una sexy chica salida de quien sabe
donde utilizo una maldita ballesta para
atravesarle el cerebro a ese mismo vampiro,
¡A tan solo dos centímetros de mi cara!
~ 40 ~
Creo que tenía todo el derecho para estar un
poco desquiciado.
Tarde como unos minutos en darme cuenta
que me estaba mirando, y algunos más en
recobrar (un poco) la compostura. Cuando
por fin me calme, tanto como se puede
calmar alguien que ha estado a nada de morir
convertido en "lunch" de vampiro, me volví
para mirarla.
-Eeeee...
señalándola
aaaaa....
a
Vam....eee....-
ella
y
al
Dije
muerto
alternativamente.
Soy brillante. Ella sonrió. Me pareció que su
sonrisa era la más linda del planeta. Más
linda que la del chupasangre, eso seguro.
Sinceramente fue esa sonrisa, y no otra
cosa, lo que logro que me tranquilizara.
-Tranquilo- dijo ella, aunque ya no hacía
falta. -¿Estas herido?
-¿Qué demonios era eso?- Bueno, era obvio
lo que era, el mismo lo habían dicho, ya
~ 41 ~
saben, cuando todavía respiraba, intentando
matarnos, pero quería que me lo confirmara
alguien que no me viera como un refrigerio
nocturno.
-Vampiro-
dijo
hematófagas,
muy
seria
necesitan
-criaturas
sangre
para
sobrevivir, sangre humana. Cazan solos o en
parejas. Peligrosos.-Siiii.... Creo que la última parte me queda
clara- dije.
-Eres
afortunado,
pocos
humanos
sobreviven- dijo sin cambiar su expresión
-Claro, ser atacado por un psicópata que
quiere beberse mi sangre, mi día de suerte
¡Hurra!
- Ahora si sonrió.
-Jajajaja, bueno supongo que tienes razón-.
-Casi siempre- dije sonriendo para mi propio
asombro.
~ 42 ~
Gire para mirarla, cuando sentí un dolor
agudo en el cuello. Un quejido escapo de mis
labios y me lleve la mano a la garganta, una
sensación liquida y cálida me llego a los
dedos. Tenía un corte bastante grueso en el
cuello, al parecer la sanguijuela me había
hundido
una de
sus
garras
cuando le
arranque la flecha del hombro.
-Mierda-¡Quédate quieto!- me dijo. De su bolsillo
saco una pequeña botellita transparente, tan
pequeña como las muestras de perfume que
regalan en algunos lugares, parecía estar
llena de agua. Destapo el pequeño recipiente,
y vacío el contenido en su mano, cuidando
que ni una gota se derramara, luego hiso algo
increíble.
Dirán que después de pelear con un vampiro
ya nada podría sorprenderme. Se equivocan.
Cuando ella termino de verter el líquido
arrojo la botella y lentamente levanto la
mano con el agua. Pero el líquido no estaba
~ 43 ~
cayendo, se extendía por toda su palma,
tomando la forma exacta de su mano, tan
gruesa como una hoja de papel. Con su otra
mano, aparto la mía de la herida, con suma
gentileza. Su tacto era suave.
-Ardera un poco- advirtió.
Acerco la mano de agua a mi cuello, al lugar
de donde brotaba la sangre. Hasta el
momento, la había observado hipnotizado,
era un espectáculo sublime. Una chica
controlando el agua. Asombroso. Parecía una
bella hechicera a punto de lanzar algún
encantamiento.
Es
más
parecía
una..."QUEMAAAAA"
¿En alguna ocasión han limpiado alguna
herida
con
alcohol?,
¿recuerdan
esa
sensación de ardor? Bueno, esto fue mil
veces peor, sentía como si me estuvieran
rociando acido dentro de la garganta. Aun no
sé cómo me las arreglar para no gritar,
simplemente apreté la mandíbula y espere a
que terminara. Dolía horrores. Ya no parecía
~ 44 ~
la bella hechicera de unos segundos antes,
se los garantizo. En cuanto toco mi herida,
me escoció de forma tormentosa, todo mi
cuerpo se puso tenso, cerré los puños y
apreté los dientes. Cinco segundos o cinco
minutos, no tengo idea de cuánto tiempo
duro. Yo empezaba a tener serias dudas si
eso servía para algo, aparte de torturarme,
cuando retiro la mano del cuello.
-Listo, ya no debería molestarte más-.
Toque el corte con mis dedos, ¡solo que ya no
había corte! Es más, ni siquiera había sangre.
Gire un poco la cabeza esperando que
empezara a sangrar en cualquier momento.
No pasó nada.
-¿Has pensado en dedicarte a la medicina?,
eres buena- Sonrió de nuevo, eso empezaba
a gustarme.
-Lo digo en serio, podrías enseñarles un par
de cosas. ¿Qué fue eso?-
~ 45 ~
-Agua divina- comento -¿Agua divina? ¿Cómo
las que ponen en las iglesias?
-No, eso es "agua bendita" esto es "agua
divina"- dijo como si fuera un chiquillo tonto
que no viera la diferencia
-Claroooooooooo-Tengo que irme- dijo antes de soltarme.
Hasta ese momento no había notado que no
había dejado de tomar mi muñeca desde el
momento que me quito la mano para curarme.
-Espera-
dije,
sonando
un
poco
más
desesperado de lo que pretendía.
-Tengo muchas preguntas- la detuve por el
hombro y la hice girarse hacia mí, tal vez
solo un poco más bruscamente de lo que
pretendía- ¿Qué es el agua divina?, ¿todos
los monstruos como los vampiros son reales?,
¿y los hombres lobo?, ¿los duendes?, ¿todos
son malos?...
~ 46 ~
No había sido mi intención, pero habíamos
terminado muy cerca uno del otro, a tan solo
unos
centímetros
de
distancia
-¿Quién
eres?- Pregunte mirándola a los ojos. Su
perfume... olía delicioso.
-Mi nombre es Laila- dijo sosteniéndome la
mirada, penetrante y un tanto asombrada.
-Me salvaste- dije
Podía escuchar mis latidos
Uno, Dos…
Negó con la cabeza -Si no fuera por ti...
Tres, Cuatro…
-... me habría matado
Cinco, Seis, Siete...
-Lo vi seguirte, pero terminaste salvándome
Ocho, Nueve…
-Gracias- dijimos a la vez en un susurro
~ 47 ~
Diez.
La bese, solo por un segundo, en los labios.
Me aparte como si de repente un resorte
me impulsara hacia atrás, ella se llevó la
mano a su ballesta
-Lo lamento- dije…
No me respondió.
Avance un paso -Perdona-.
Quito la mano del arma, avance un paso más.
Otra vez estaba frente a ella.
-Discúlpame Laila- dije en voz baja
-¿Cómo te llamas?- murmuro
-Miguel- la tome de la cintura.
-No te disculpes- dijo
Y volví a besarla. Sus labios eran suaves y
seguros. Me envolvió el cuello con sus brazos
y la atraje más hacia mí. Toque la punta de
~ 48 ~
su lengua con la mía, respondió en seguida,
primero tímidamente y poco después más
arrojada. No me importaba el lugar, no
recordaba donde estaba. Es más, ni siquiera
recordaba
mi
nombre,
Eso
no
era
importante, lo importante era Laila, su boca
bajo la mía, aquella lengua que se enredaba
en la mía, su perfume que llegaba a mi nariz.
Su sabor... era dulce, quería devorarla. Podía
notar como acercaba su cadera hacia mí,
mientras rozaba mi pecho a los suyos.
¿Cuánto duro? Puede que unos minutos, cinco
o seis. Los mejores de mi vida pero...
Me
aparto
de
ella
súbitamente,
quise
protestar, pero a una velocidad increíble,
ella se había ido. Para cuando intente
seguirla, ella había desaparecido.
Ayude a matar a un vampiro, vi a una chica
volarle los sesos, ella hiso algún tipo de
magia de curación en mí, seguía vivo cuando
debería estar muerto. Eso serían algunas
~ 49 ~
cosas que alguien normal pensaría después
de lo que yo acababa de pasar.
Yo por otro lado estaba en un callejón
escondido, con un cadáver en una zona
totalmente abandonada pensando en que
había besado a una desconocida.... Que sabía
magia curativa, controlaba el agua, y podía
asesinarme en cualquier segundo, bueno
nadie es perfecto. Pero ese beso había
mandado
mi
cerebro
a
Júpiter.
Salí
caminando del callejón, tan centrado en mis
momentos que choque contra el poste de luz
en la esquina. De repente el lugar no me
parecia tan oscuro y siniestro como al
principio. Podía decir que incluso deje de
notar el mal olor. Sonriendo como idiota
seguí mi camino.
No sé cómo me las arregle para regresar al
almacén, pero encontré a un Alex pálido, a
un lado de su auto. Cuando me miro, su
rostro recupero el color, de hecho ahora
~ 50 ~
estaba totalmente rojo. Se fue hacia mi
hecho un basilisco
-PEDAZO
DE
IMBÉCIL,
¿DONDE
ESTABAS?, LLEVO TODA UNA MALDITA
HORA BUSCÁNDOTE, PENSÉ QUE IBAS A
SER
EL
SIGUIENTE
MALDITO
DESAPARECIDO, ¿DÓNDE NARICES TE
HABÍAS METÍ...?- Se detuvo en seco- ¿Eso
es sangre?- dijo nervioso.
De nuevo estaba pálido, mire mi mano, la
sangre que había salido de mi cuello puede
que haya desaparecido, pero la que quedaba
en mi mano y mi ropa ya se había secado.
Me miro asustado- ¿qué ocurrió?-Conocí a una chica- dije
-¿Qué?- dijo totalmente desorientado
-Conocí a una chica-¿Qué estás diciendo?- dijo ahora muy
preocupado.- ¿te golpeaste la cabeza?
~ 51 ~
-Estoy bien- dije -solo que conocí a...-Una chica sí, ya entendí- dijo -¿y qué?-Por eso tarde viejo-¿Eh?....- tardo todavía unos segundos en
comprender.
-MALDITA
SEA,
ASNO
INÚTIL, AL MENOS PODÍAS MANDARME
UN MENSAJE-. Otra vez rojo de furia.
Cielos, este chico parecía un camaleón o lago
así.
-Para ya, me recuerdas a mi madre-.
-Idiota- y se largó de regreso al auto.
Una vez subimos y se puso en marcha, dijo
-¿Y bien? ¿Qué paso? ¿Cómo era ella?
Sonreí
–su nombre es Laila…
~ 52 ~
Cuidado con las lindas
~ 53 ~
¿Y cómo era ella?-.
-¿Y te lanzaste así, sin más?-.
-¿Cuál era su nombre?-.
-¿Y el otro tipo?-¿No la seguiste tú?-.
Mis
amigos
lanzaban
las
preguntas
atropelladamente, sin ningún orden y antes
que fuera capaz de contestar cualquiera de
ellas.
Cuando Alex y yo por fin llegamos a
recogerlos, ya era bastante más tarde de lo
acordado, y no estaban precisamente muy
contentos de ello. Después de algunos
insultos y especulaciones de cómo habíamos
pasado Alex y yo el tiempo muy juntitos,
subieron al auto y nos dirigimos al lugar. Ya
una vez que se calmaron un poco y pude
contarles mi historia, todo el enojo se
transformó en molesta curiosidad. Los tres
~ 54 ~
no dejaban de pedirme detalles, daban ganas
de arrojarlos del auto, sin bajar la velocidad.
-¿...y entonces Lila...-Laila-...Laila, se fue así, sin más?- dijo Gab, su
verdadero nombre era Gabriel, era más bien
bajo y de rostro bobalicón. Pero solo
apariencia, en realidad era muy avispado.
Tenía el cuerpo de aquel que pasa 24 hrs
frente a un computador, navegando en la
red.
-Si-¿No intentaste seguirla?- pregunto Rubén,
alto y desgarbado, era un poco más alto que
yo. Era una persona amable, de la clase de
gente que es agradable de tener al lado,
siempre y cuando no estén haciendo tantas
benditas preguntas.
-Ya te dije, salió corriendo antes que
pudiera seguirla-
~ 55 ~
-Pues vaya que eres idiota, mira que dejar
que se te escapara una chica así, ¡Pedazo de
inútil!- John demostrando su tan conocida
amabilidad. El clásico defensa del equipo de
futbol americano. Con una cara de matón y
una manera de hablar igual. Pero era solo
exterior. Costaría descubrir a una persona
más solidaria. Eso fue, en parte, una de las
razones por las que no le respondí. En parte
también porque creía que tenía razón.
-Déjame entenderlo entonces- Dijo Gab, primero viste a una mujer guapísima seguida
de cerca por un tipo vestido al estilo matrix
y lo seguiste hasta un callejón solitario.
Segundo,
viste
que
el
sujeto
intento
atacarla, te arrojaste sobre él y salieron
corriendo del lugar. Tercero, se detuvieron,
hablaron unos segundos y se besaron, justo
antes de que saliera corriendo y no fueras
de capaz de seguirla. Entendí bien.¿Qué esperaban?, no iba a decirles que un
asqueroso
monstruo
chupasangre
~ 56 ~
había
intentado matarnos, ni que este había
terminado muerto, ni que fue la misma chica
que salve la que lo había matado, ni que era
una especie de bruja, maga, hechicera quien
cerró una herida de mi cuello con agua
bendita. ¡Me toman por loco seguro!
-Si, por veinteava vez-. Respondí ya de malos
modos. Escuchen, no me molestaba mucho
hablar de Laila, recordarla era agradable.
Pero recordar cualquier otra cosa aparte de
ello, me aterraba, ¡maldita sea!, me bastaba
acordarme para empezar a temblar. La
primera vez que lo cuentas, vaya que es
genial... Al menos hasta el momento que,
bueno ya saben, descubres que el mundo no
es como creías que era.
Se hizo silencio en el auto. Lo agradecía
enormemente, de verdad, era muy muy muy
agradable dejar el tema de lado. Solo quería
olvidarme de todo ello, maldición quería
olvidar todo lo que tuviera que ver con
vampiros,
monstruos
o
~ 57 ~
cualquier
cosa
parecida. Debí saber que eso no iba a pasar,
ni en ese viaje, ni en el resto de mi vida.
Alex fue quien rompió el silencio. Siendo a
él, el primero a quien le había contado la
historia, se mantuvo relativamente callado
hasta ahora. Pero hizo la peor pregunta que
se me hubiera ocurrido.
-¿Y qué crees que haya pasado con ese
tipo?-No lo sé-.
-Es extraño no crees, se tomó la molestia de
seguirla hasta un lugar apartado, pero
cuando apareces no intenta perseguirlos
cuando escapan; logran tumbarlo de un golpe,
pero tampoco responde el ataque. Regresas
solo, pero el ya no está por ninguna parte,
aun cuando nadie lo vio salir del callejón. No
sé.... Algo no cuadra.
Guarde silencio.
~ 58 ~
-Tienes razón,- dijo Gab -alguien violento
que intenta hacer daño a una mujer, no es
normal que reciba un golpe y se quede de
brazos cruzados. Además está el hecho del
callejón. Es decir solo había un solo lugar por
el cual salir, en la esquina había un faro, por
lo tanto la entrada del callejón debió estar
bien iluminada, a la vista. Sin embargo nadie
lo vio salir, no intento perseguirte, ni
lograste verlo. Aun cuando para regresar
tuviste que volver a pasar frente a ese
lugar. Es muy extraño-.
-Tal vez el golpe lo dejo inconscientepropuso John -O tal vez decidió que le sería
más difícil escapar si eran dos sus víctimas.
No parecía un lugar muy animado, puede que
efectivamente nadie le viera salir-.
-Mmmmm o puede que los siguiera sin que
ustedes lo notaran, ¿no Miguel?- dijo Rubén
-Puede
ser-
respondí
comenzaba a doler la cabeza.
~ 59 ~
cortante.
Me
-Si ese es el caso- contesto Alex -¿Por qué
no los ataco?-.
-Porque puede que esperara a que se
separaran y poder ir tras uno de ellos a la
vez-¿Qué tal si fue tras tu amiga?-No- dije sin pensar
-¿Por qué estás tan seguro?- dijo Alex,
suspicaz. "Mierda"
-Bueno es obvio ¿no?, soy yo el que lo golpeo.
Además, el parecía saber a dónde se dirigía
la chica, lo que quiere decir que ya llevaba un
tiempo estudiándola, pero si yo escapaba
puede que lo reconociera después, y el no
sabe
nada
de
mí.
Sería
más
sensato
deshacerse de mí que era más peligroso-.
Parecía algo rebuscado, pero fue lo primero
que se me ocurrió. Gab, Alex no parecían
muy convencidos, incluso Rubén se veía
receloso. John fue mi salvación. Antes de
~ 60 ~
que cualquiera de ellos pudiera replicar,
soltó una carcajada.
-Desde cuando un inútil como tu es peligroso
jajajajajaja. Seguro le dio tanta pena que un
retrasado como tu lograrla pegarle, si
hubiera estado en su lugar, no tendría valor
de mostrar mi cara en la ciudad nunca más-.
Gracias a Dios por los brutos idiotas como
John.
-Imbécil- conteste sonriendo a medias.-Tiene razón- dijo Gab muy serio, por un
segundo temí que continuara con el tema,
pero
lo
que
dijo
fue-
si
este
tonto
descerebrado es capaz de dejarlo fuera de
combate,
no
podía
ser
un
asesino
despiadado-.
-Jajajajajaja probablemente salvo a la chica
de un humilde vendedor ambulante-Sí, y probablemente ya fuera muy viejo....-Y no viera bien-
~ 61 ~
-Bola de idiotas
Pasamos
un
buen
rato
bromeando
al
respecto, casi había logrado olvidarme de
todo el asunto (por fin), es decir, el sujeto
ya no podía hacerle daño a nadie. Ya podía
ver el descampado a lo lejos, a esa hora
mañana
estaría
en
la
playa.
Mi
única
preocupación era en si podría verla de nuevo,
¿Quién sabe? Tal vez Laila se iría de
vacaciones
también.
Puede
que
nos
encontráramos en alguna playa. Una imagen
de Laila en traje de baño, bronceada con el
sol y el océano al fondo me vino a la cabeza.
Era una imagen preciosa, en especial la parte
de "en traje de baño". Un golpe en la cabeza
me saco de mis ensoñaciones.
-¡Auch! ¿Qué pasa con ustedes?-Te estoy haciendo una pregunta, ponle
atención a la gente maldición- dijo Gab.
-¿Qué demonios quieres?-
~ 62 ~
-¿Crees que ese tipo tenga algo que ver con
las desapariciones de los últimos días?No me había detenido a pensar en ello en
realidad. Ahora que lo mencionaba me
parecía muy probable, es más, estaba seguro
de que así era. ¡Pues claro! ¿Quién más, si no
un vampiro podía desaparecer a la gente
como si se la tragara la tierra? Seguro ese
maldito
quería
desaparecer
a
Laila.
Seguramente...
-¡MIGUEL!- gritaron
-NO LO SE- "maldición que bien joden" - No
lo sé- repetí -Te conté toda la maldita
historia, no sé nada aparte de eso- replique
molesto.
-Hey tranquilo, solo era una pregunta viejo-No preguntes estupideces-¿Cuál es tu problema?-Tú eres mi problema, tú y tus es...-
~ 63 ~
-BASTA- dijo Jhon -Ya llegamos señoritas,
así que compórtense-.
La
fiesta
ya
había
comenzado.
Prácticamente toda la escuela estaba allí.
Las luces de los carros iluminaban la
construcción.
En
el
centro
ya
habían
encendido una fogata y la música sonaba
rítmicamente.
Casi
todos
charlaban
animadamente y algunos más ya empezaban a
moverse al compás de la música, achispados
por las bebidas. El ambiente era alegre,
relajado. Todo lo contrario a mi estado de
animo actual. Salí del auto sintiéndome
totalmente liberado y me encamine a la
fiesta sin esperar a mis amigos. La verdad
es que me mosqueaba que hablaran del tema,
es decir, ellos no habían estado en ese lugar,
sus
especulaciones
eran
totalmente
absurdas, si supieran lo que yo tuve que
pasar
no
estarían
haciendo
preguntas
babosas. Sabrían que solo quería olvidarme
de todo. Pero bueno, nadie podía entender
como me sentía al respecto, no era justo por
~ 64 ~
mi parte tratarlos de esa manera, al fin de
cuentas ellos no conocían toda la verdad.
¡Maldita sea! Tenía que resistir el impulso de
correr y contarle a alguien la verdad. Me
obligue a pensar en Laila, ese recuerdo
agradable de tan solo unas horas atrás era
lo único que me mantenía cuerdo. El único
rayo de luz en medio de mi ingrata locura.
"Necesito un trago, AHORA". Me encamine
al centro de la construcción, pasando entre
la gente, hasta donde habían puesto todas
las botellas. La mayoría era cerveza, varios
cartones, pero había también refrescos y
algunas botellas de ron, tequila o whisky. No
me entretuve con una bebida preparada,
tome una cerveza y me la bebí sin respirar.
La gente alrededor aplaudió.
-OTRA, OTRA, OTRA- vitoreaban
"Bien, ¿Por qué no?" Seguí tomando como si
se tratara de agua en lugar de una bebida
alcohólica.
Por
la
cuarta
empezaba
a
sentirme mareado y aun así logre terminarla.
~ 65 ~
En la quinta ya me encontraba de mucho
mejor humor.
-¡Al diablo con todo!- exclame -Al diablo la
escuela, al diablo las reglas, al diablo los
malditos vampiros jajajajaja HOY INICIAN
LAS VACACIONES- Más aplausos. Continúe
caminando acercándome a la fogata.
-¿A quién le interesan las reglas?- continúe Al diablo con ellas, al diablo las estúpidas
reglas, y al diablo las preocupaciones y los
vampiros...
¡QUE
LE
DEN
A
LOS
MALDITOS VAMPIROS!- Risas y aplausos.
En ese momento podía sentir el calor del
fuego cerca. Estaba justo a lado de la
hoguera y ya era el centro de atención de
todos. Incluso bajaron el volumen para
oírme. Nada es mejor que el espectáculo de
un ebrio.
-AL DIABLO TODO- grite- AL DIABLO TÚ
Y TÚ Y TÚ Y TÚ- dije señalando a varias
personas, algunas que ni siquiera conocía.
Ellos seguían riendo y aplaudiendo- AL
~ 66 ~
DIABLO LAILA- grite. Ya estaba harto,
¿Quién se creía como para aparecer en mi
vida, toda bella y asombrosa, y robarme mi
realidad?- AL DIABLO CON LAILA grite de
nuevo y arroje la cerveza al fuego, creando
una llamarada. Mi público estaba extasiado.
-¡¡¡¡¿¿¿NO VINIERON A DIVERTIRSE???!!-SIIIIIII-ENTONCES QUE ESPERAN, ¡¡A BAILAR!!no bien lo dije, subieron de nuevo el volumen
de la música, tome de la mano a las dos
chicas más cercanas y empezamos a bailar al
ritmo de la melodía. No recuerdo que
canción era, recuerdo que las chicas bailaban
a mi alrededor, apretándome entre ellas,
moviendo las caderas sensualmente muy
junto de las mías, acerque de la cadera a la
más cercana, para tenerla aún más junto de
mí. Estaba por besarla cuando una ruda mano
me tomo del hombro y me aparto de ellas.
~ 67 ~
Un chico alto y bronceado, con pinta de esos
raperos de tv, me miraba fijamente con unos
ojos verdes bañados en furia.
-¿Dónde exactamente conociste a Laila?-.
-¿Qué?-¿Dónde conociste a Laila? Contéstame
mierda inútil, antes de...-SUÉLTAME- lo aparte de mí de un empujón,
lo que causo que diera unos pasos hacia
atrás, pisara una botella vacía, y cayera de
culo al suelo.
-Déjame en paz- me gire para volver con las
chicas, pero una joven rubia, hermosa y de
ojos grises me bloqueaba el paso.
-Disculpa- dijo con voz fría- pero hasta que
no nos digas lo que queremos saber, no
puedes irte-No conozco a ninguna Laila- conteste
~ 68 ~
-¿Qué hay con tu discurso de hace un
momento?,- dijo con voz calmada y una
máscara de amabilidad- yo digo que mientes
y te digo algo- se acercó hacia mí, puso una
mano en mi hombro derecho sonriendo, y
apretó con fuerza.
AAAAAAAGGGH el dolor se extendió por
toda mi clavícula, provocando que entre el
dolor y el alcohol, perdiera el poco equilibrio
que conservaba. Cayendo con una rodilla en
el suelo. Sin dejar de presionar, se inclinó a
mi oído izquierdo y susurro suavemente Odio a los mentirosos-.
-¿Quiénes mierda son ustedes?-No importa- dijo el muchacho de ojos
verdes, ya levantado y mirándome de nuevo a
los ojos. -Lo que importa es que si no nos
respondes
pronto,
no
creo
que
pueda
contener a mi amiga mucho tiempo... ya
sabes, evitar que te rompa el brazo, ella no
es tan amable como yo-.
~ 69 ~
-Jeje- respondí con la mandíbula apretada ¿Acaso es un pequeño show del policía bueno
y del malo? Eso ya está muy usado ¿no
creen?- Bendito alcohol, sobrio no creo
haberme portado tan gallito.
-Policía bueno y malo dices- respondía la
chica con voz tranquila- no lo entiendes, aquí
no hay buenos ni malos, solo queremos saber
cómo
conociste
hermanita,
del
a
nuestra
tiempo
que
pequeña
tardes
en
responder, depende el dolor que sentirás- la
mano oprimió con más fuerza. Ahogue un
grito.
-No sé quién es Laila- repetí obstinado. Más
presión "Joder cuanto poder tenía esa
chica"
La muchacha no cambiaba su expresión, pero
el chico era otra historia.
-Mira se me agota la paciencia viejo, o me
dices como conociste a mi hermanita ahora,
o comenzaras a sentir dolor de verdad-
~ 70 ~
Dentro de mi borrachera, una palabra se
abrió camino "¿Hermanita?" No es que se
parecieran mucho. Pero sus ojos mostraban
la misma expresión que la mía si alguien
quería hacerles algo a mis propias hermanas,
solo un hermano mayor reconocería ese tipo
de mirada. Ya estaba por mandarlo de nuevo
al demonio, cuando sonreí. Querían saber de
Laila, bueno, les daría gusto:
-Jajaja de acuerdo, si quieren saberloconteste sorprendiéndolos- bese a Laila
justo después de que ella matara a un
vampiro que estuvo a punto de usarnos de
aperitivo. ¿Satisfechos?- termine burlón.
Esperaba una nueva descarga de dolor, en
lugar de eso, se apartaron lentamente
completamente anonadados. Por supuesto
debían pensar que estaba loco.
-Vámonos- dijeron y se perdieron en la
multitud.
~ 71 ~
Tarde
todavía
unos
segundos
en
recuperarme de la sorpresa, y recordar que
estaba hincado en medio de la multitud.
Creía que todo mundo estaría viendo que
sucedía, pero cada quien parecía estar
metido
en
sus
asuntos.
Raro.
Raro
y
ofensivo, hace un momento parecía ser yo el
centro de atención.
-Necesitas ayuda- dijo una voz suave a mi
lado.
Una chica en un vestido corto de talle bien
definido, totalmente blanco, me ofrecía una
mano para incorporarme. La rechacé y me
incorporé. Solo cuando estuve de pie la mire,
y mi mente se puso en blanco. Su pelo negro
caía en cascada por debajo de su espalda.
Muy blanca y de ojos oscuros, tenía unos
labios rojos brillantes. Su vestido era tipo
straple dejando al descubierto sus hombros.
Sus
piernas,
largas
y
bien
torneadas
enfundadas en unas elegantes zapatillas. Era
~ 72 ~
una de esas mujeres que podían hacer que
una sala entera se quedara sin aliento.
-En realidad parecía que tenías problemasdijo. Su voz era dulce y suave, aunque me
resultaba vagamente familiar, pero no podía
identificarlo exactamente.
-No era nada- conteste- no te conozco,
¿Eres del colegio?-.
-No, estoy solo de paso-Ah, vaya-Es
triste verdad, me
iré pronto
en
realidad-.
-Oh...- bueno... eh... buen viaje- (si brillante)
-Gracias, eres muy amable-Mmmm y ¿qué te pareció la ciudad?-Es algo similar a todas las ciudades en que
he estado en realidad- dijo- los tiempos
cambian, las ciudades crecen, pero las
~ 73 ~
personas siguen siendo iguales- "Esteeee...
¿Qué?"
-Lo siento, no hay que hablar de ello- dijo
sonriéndome coquetamente -por ahora, solo
quiero bailar con el alma de la fiesta-.
-¿Y ese quién es?- dije
-jajajaja vamos
Me condujo a un lugar un poco apartado de
la multitud, donde comenzamos a bailar. Se
movía
sensual
y
segura,
meneando
las
caderas al ritmo de la música, levantando los
brazos y meneando la cintura. Tras un
minuto
giro
dándome
la
espalda,
casi
totalmente descubierta y pegándose a mí,
mis manos tomaron su cintura, acariciando
lentamente hasta su cadera y se detuvieron
a unos centímetros por debajo de su
ombligo. Meneaba sus caderas chocando
contra mí. Mi mente se quedo en blanco. Se
giró, me rodeo el cuello con los brazos y
continúo moviéndose, prácticamente pegada
~ 74 ~
a mí. Se levantó un poco y me beso, no fue
suave ni lento. Invadió mi boca sin pensarlo,
su lengua se abrió paso a la mía hasta que
comenzaron a juguetear en mi boca. Se
separó de mí solo para murmurar al oído Vamos a un lugar más privado
Sin esperar respuesta me arrastro fuera de
la construcción, hasta la esquina más alejada
del
complejo,
a
lado
de
unos
carros
aparcados. Desde aquel lugar podía ver toda
la fiesta, pero era difícil que nos vieran a
nosotros en medio de la oscuridad. Para
mayor seguridad decidí recargarme en el
auto aparcado justo detrás de la columna de
la esquina. Me recargue en el capo, y ella
monto sobre mí, y continuo besando y
acariciando mi espalda.
Yo continuaba acariciándola, su piel suave,
esos ojos...
-Laila...- murmure
Ella dejo de besarme y aparto su rostro
~ 75 ~
-¿Quién es Laila?- dijo molesta
-¿Quién...? Yo... perdona, creo que debería
irme- "Seré imbécil"
-Tranquilo- dijo de nuevo con esa voz
aterciopelada, solo que esta vez, había un
tono peligroso en su voz- yo también perdí a
alguien recientemente, me lo arrebataron,
para ser sincera-Lo... lo lamento, no quería aprovecharme ni
nada, sé que es algo triste....
- -Sabes... es muy triste en realidad- me
interrumpió - llevamos ya muchos años
juntos, siglos en realidad. Y ahora por culpa
de una zorra ya no está conmigo
Era un tema muy incómodo para hablar con
un desconocido, y más incómodo porque ella
seguía encima de mí.
-Esa malnacida me las pagara, ella y su
compañero- dijo con suavidad venenosa.
~ 76 ~
-Oye, sé que es difícil confiar en alguien que
te fallo, pero si hay cariño, habrá otra
oportunidad, ya lo veras- "Espero que no
haya sonado tan tonto como creo que sonó"
-No lo creo, él está muerto, mejor dicho lo
asesinaron- dijo como si comentara el clima.
"Y tú ya buscando un sustituto, sí que lo
extrañas" Pero bueno, a veces la tristeza te
hace tomar decisiones malas, para superar el
dolor y la soledad, supongo que no podía
culparla. Creo.
-Oh... lo siento mucho-Deberías, fue culpa tuya también después
de todo. No lo lamentas en realidad. Pero lo
harás. Tú y esa maldita protectora-.
Sus pupilas se convirtieron en dos círculos
negros y su boca se abrió dejando al
descubierto
un
agujero
bordeado
de
colmillos en forma de sierra, y el olor a
podrido me llego. Abrí los ojos como platos.
~ 77 ~
"Me lleva la..." pensé. Luego los colmillos se
hundieron en mi carne.
~ 78 ~
Acostumbrándome al dolor y agonía
~ 79 ~
Se
escuchó
un
golpe
sordo,
como
si
golpearan un balón de futbol con un bate de
metal, la mordida de mi hombro se aflojo.
Gracias al cielo estaba ebrio, si en ese
estado me dolía horrores, posiblemente me
habría desmayado si el alcohol en mi sistema
no hubiera funcionado como anestésico. De
todos modos incorporarme me resulto muy
difícil, y no digamos moverme.
-Hey viejo, ¿Cómo lo llevas? A que es
preciosa- era aquel chico de ojos verdes. Y
al parecer estaba disfrutando de lo lindo el
que me faltara un buen trozo de cuello.
-Encan...tadora- rezongué
Ahora que me detenía a mirarlo vestía con
unos pantalones harem verdes y una playera
sin mangas. Parecía un bailarín de hip hop.
Sostenía en sus manos un báculo tan alto
como él. Me llamo la atención que, pese a su
diseño simple y liso, en la punta parecían
brillar dos piedras preciosas de color verde.
~ 80 ~
-Edwin, atento.- Se escuchó una voz, a unos
pasos de donde estaba Edwin, la chica rubia
estaba de pie, su actitud era relajada, no
parecía
que
fuera
a
pelear,
se
había
recargado en una columna con los brazos
cruzados.
-Tranquila Yara, lo tengo bajo controlrespondió volviéndose hacía ella- Mala idea.
Un borrón blanco y negro lo acababa de
embestir y mandar volando unos cuantos
metros.
-Si claro, bajo control- se burló la chica. No
sé si fue la bebida, que me acababan de
salvar
la
vida
desangrando,
o
pero
que
había
me
estuviera
olvidado
lo
aterradora que podía ser. En ese momento
parecía un ángel. Tenía una blusa amarilla
con un escote en "V" que dejaba ver un top
gris combinada con unos shorts blancos. Se
veía preciosa. Aun a la distancia logre notar
un par de brazaletes en sus muñecas
adornados a franjas blancas y plateadas.
~ 81 ~
-Querido, no sabes que es de mala educación
interrumpir a alguien mientras come- dijo la
vampiresa. Se volvió hacia mí. -Quédate allí
guapo, regreso contigo en un momento
Una piedra, del tamaño de un ladrillo paso
zumbando y le acertó justo en el hombro, lo
que la hiso volverse al lugar de donde vino el
proyectil... solo para ser alcanzada por tres
más en el estómago y en el pecho. Pude
escuchar los golpes, incluso sentí un par de
guijarros que caían a mis pies.
-Tomate... tu tiempo.- Dije jadeando. La
mordida me dolía horrores y la cabeza me
daba vueltas.
Un relámpago plateado, salido de quien sabe
dónde
la
golpeo.
Estaba
empezando
a
desvanecerme, luche por seguir la pelea. Lo
que había tomado por un relámpago era el
chico rapero, Edwin. Se movía rápidamente,
asestando furiosos golpes con el bastón y
dando
volteretas.
Sabía
que
la
mujer
vampiro debía ser mucho más rápida, no
~ 82 ~
entendía como no podía esquivarlos. "Pon
atención" me dije. Entonces lo note, cuando
ella intentaba dar un paso, el sitio que pisaba
se hundía o se levantaba, afectando su
equilibrio. Cerré los ojos fuertemente y los
abrí de nuevo, estaba claro que tenía
alucinaciones...era como si el piso bajo sus
pies ayudara a Edwin, si ella intentaba
impulsarse para saltar, el suelo se hundía,
dejándola momentáneamente sin apoyo; si
intentaba desplazarse hacia los lados, de la
nada ya había una roca que la hacía tropezar.
A Edwin, por el contrario parecía pasarle lo
opuesto. Cuando saltaba era como si el piso
lo impulsara, justo donde apoyaba su pie un
segundo
antes,
una
porción
del
mismo
tamaño que su pie parecía levantarse para
empujarlo, y cuando daba un golpe, el suelo
formaba una pequeño borde en el pie que
apoyaba en el suelo, para darle la mayor
efectividad. También otra cosa rara que
sucedía, eran los golpes del Bo. (Su bastón),
cada vez que lo giraba parecía que una coleta
~ 83 ~
de guijarros seguía el movimiento de las
puntas, y cuando un golpe asestaba en la
vampiresa, estos hacían rasguños y cortes, y
en un par de ocasiones se incrustaba en su
blanca piel.
Las garras del monstruo parecían ineficaces
en contra de Edwin, este parecía un Bruce
Lee árabe. Si un director de cine lo hubiese
visto en aquel momento, lo contrataba para
una película de Kung-Fu. Sin dejar de mover
el bastón, parecía imparable. Se agachaba,
pateaba, brincaba sobre ella, para aterrizar
y darle un furioso revés en la cara cuando se
volvía.
-Vamos princesa, sé que lo puedes hacer
mejor- dijo esquivando un zarpazo
-Quédate quieto para sacarte las entrañascontesto furiosa. Su voz era cavernosa,
-Mmmm creo que no primor, me encantan mis
tripas donde están-
~ 84 ~
-Tu... maldito chiquillo. Deja que te pon...POW el bastón le había dado de lleno en la
barbilla.
Bajo
el
bo
con
fuerza
descargándolo sobre el hombro izquierdo.
Con un giro, golpeo el mismo brazo a la
altura del codo. Riendo salto hacia atrás
-Oh vaya, disculpa mis malos modales- se
burló el chico, deteniendo por fin su
implacable ataque-¿Decías muñeca?La verdad es que ahora parecía toda, menos
una muñeca, su cara parecía quebrada y llena
de rasguños. Aunque no había moratones, se
notaban los lugares donde el bo había
golpeado, un hilo de sangre escurría por su
ceja y su brazo izquierdo adoptaba una
forma anormal, si tenía que adivinar, estaba
roto. Escupió algunos colmillos y la sangre
escurrió en una fina línea en su boca. Me
parecía increíble que después de esa paliza
sangrara tan poco.
La vampiresa aprovecho el respiro que le
daban, salto hacia la columna, varios metros
~ 85 ~
por encima de la chica, tomo impulso, y se
lanzó de cabeza contra el ojiverde. Tenía la
mandíbula abierta los colmillos que perdió
crecieron de nuevo en segundos, brotando
de las encías. Su brazo derecho estaba
retraído,
como
estirarlo
en
si
el
se
último
preparara
para
momento
para
arrancarle el cráneo, no me equivoque.
En tan solo unos segundos el rapero había
perdido la ventaja, y en unos más, perdería
también la cabeza. En eso sí me equivoque.
Aun con su rostro burlón, utilizo su vara
para
desviar
la
garra
a
un
lado,
aprovechando ese movimiento, se agacho
dando un medio giro, evitando que aquel
monstruo lo mordiera (bastante inteligente
de su parte), apoyando las manos en el suelo,
entre sus piernas, lanzó una potente patada
lateral hacia arriba, completndo asi el giro,
usando sus dos manos y un pie como apoyo.
¡Era una Meia Lua de Compasso[1] perfecta!,
nunca lo había visto en un combate real, solo
en algunas rodas [2] en mis entrenamientos
~ 86 ~
de capoeira. La patada dio justo en el
costado de la mujer, la fuerza de la patada
más la velocidad de su impulso, bueno, eso
era igual a salir disparada con algunas
costillas rotas.
-¡Y Edwin conecta!, es un Home Run, el
público enloquece, ahora el bateador estrella
va a...-Para de jugar idiota- Dijo Yara
-Amargada- refunfuño por lo bajo
-¿Dijiste algo?-Nada, nada. Bueno, lo que hay que hacerDijo. Giro un poco, la parte baja de su bo y
pareció que una punta salía de él, como si lo
hubieran afilado con un sacapuntas.
-ME VENGARE DE USTEDES, MALDITOS
PROTECTORES- grito.
En este punto me pregunte qué pasaría si los
demás chicos se acercaran a ver qué pasaba.
~ 87 ~
-Los... demás... hay que... sacarlos... de
aquí...- Cada palabra me costaba horrores.
Intente dar un paso pero mis piernas no me
sostuvieron, caí a cuatro patas sobre el
suelo.
Intente
incorporarme,
pero
solo
termine sentado en el suelo, y eso gracias a
que el auto en el que había estado con Blanca
nieves me servía para apoyar la espalda.
Lo
intente
nuevamente,
pero
no
tenía
fuerza. "¡Tengo que hacer algo, maldición!".
-Oye... tú.- Intente gritar, pero apenas logre
escuchar mi propia voz. Por fortuna Yara me
estaba mirando desde que oyó como caía al
suelo. Por señas le pedí que se acercara. Lo
hiso de mala gana.
-Descuida idiota- así que no había olvidado
mi escenita de ebrio frente a la fogata,
genial. -Te curaremos en un momento,
aunque
no
creo
que
después de que...-
~ 88 ~
debamos
hacerlo
-Ca...llate- mi replica sonó como un quejido,
pero estaba seguro que me había entendido.
La mueca de asco y profundo desagrado me
lo indicaban. Como alguien tan desagradable
podía oler tan bien. -¿Qué dices? Mira si
quieres que te dejemos morir, por mi bien,
no me interesa. Todavía que te salvamos el
trasero, así agradeces, seguramente...-.
-Cállate- repetí. Me miro con odio.
-Bien, si eso quieres-. Intento alejarse, pero
la tome del tobillo. No podía hacer fuerza,
pero el contacto con mi mano la hiso
detenerse.
-Oooh, así que ahora vas a rogar, pues fíjate
que...-Que te.... Calles- Estaba jadeando- levante
la mano y señale la fiesta.
-Mis... amigos... ayude...- se me quebró la voz,
empezaba a desvanecerme, ya no sentía
dolor y sabía que eso era malo. Se giró a ver
lo que señalaba y entendió.
~ 89 ~
-Parece ser que no eres tan mierda como
pensaba- dijo un poco sorprendida. "¿Mierda
yo? ¿Quien me intento arrancar el brazo
hace un rato?"
-Ayud....los...
por....
avor-.
Me
estaba
fallando la voz. Aunque fuera desagradable,
esa chica, Yara, era mi única esperanza.
-Tranquilízate. La música es muy fuerte,
además ellos no pueden ver a las creaturas
de la noche, el velo se los impide- dijoAdemás, Laila está allí por si acaso-.
Al oír el nombre de Laila, abrí los ojos e
intente incorporarme. El dolor del hombro
me lo impidió. "Bueno, al menos sentí eso"
pensé amargamente. Ella estaba allí. Tenía
que verla. Y tenía que alertar a los demás.
No sabía cuál de las dos cosas me importaba
más.
-Quédate quieto- dijo- Ya perdiste mucha
sangre-.
~ 90 ~
Era verdad, toda mi camisa desde el cuello
hasta mis pies, estaban cubiertos de un
líquido rojo. Y el sitio donde me hallaba
sentado era un charco de sangre. MI sangre.
Podía notar ahora el liquido en mis manos.
-Ese idiota. Le encanta lucirse.- añadió
mirando hacia donde Edwin se había ido.
Pero antes de que me volteara escuche un
grito aterrador, y tristemente familiar.
-Eso... seguro que... lo... escucho... alguien-.
Al parecer el último lamento de Blanca
nieves me regreso la capacidad del habla,
más o menos. ¿O fue la mención de Laila?
-Bueno, ya está listo- Edwin regresaba, con
un bulto blanco sobre el hombro. - Esto
desaparecerá en unos minutos, mejor me doy
prisa-. Y entonces hiso algo que me hiso
querer desmayarme.
Tumbo el cadáver en el suelo y le abrió la
boca,
con
dientes.
mucho
Intente
cuidado,
arranco
ponerme
en
~ 91 ~
pie
los
y
detenerlo, pero solo se escuchó un pobre
quejido.
-Usamos los dientes en algunas armasexplico Yara cuando vio mi mueca de horror.
-A los vampiros no les importa, siempre y
cuando la batalla sea durante una cacería, en
un duelo sería de muy mal gusto- "Claro,
porque ahora se consideraba algo normal y
refinado, en cualquier otra situación no se
vería tan bien"
-Los dientes de los vampiros son tan duros
como el acero, más incluso que sus garras.
Aunque las tomamos si da tiempo.- "¿Si da
tiempo?, no creo que ella se vaya ir a ninguna
parte" Al instante de pensarlo me quede
boquiabierto. La chica se estaba volviendo
polvo, literalmente.
-Eso pasa cuando un vampiro o cualquier
otra creatura mágica o diabólica muere por
nuestras armas.- "¿Solo con sus armas? ¿Por
~ 92 ~
qué? A mí me parece un palo metálico
cualquiera"
Intente preguntar cuando escuchamos un
grito ahogado. Uno de los chicos de la fiesta
se había acercado a mirar. No podía culparlo
por la cara de horror que puso, lo que él veía
era
al
borracho
de
hace
un
rato
desangrándose y a la chica con la que había
salido
haciéndose
polvo,
a
un
rapero
arrancándole los dientes y a una rubia que
hablando como si nada. Mierda.
El chico ya iba a dar un grito, esta vez a
todo pulmón, cuando se escuchó un golpe
sordo, puso los ojos en blanco y se desmayó.
Laila estaba detrás de el con su ballesta en
alto, al parecer lo había noqueado. Sus ojos
me miraron, preocupados por un segundo,
antes de volverse fríos.
-Hora de irnos- dijo
-Laila...- me miro como a una porquería en el
zapato. Levanto la vista al chico del bastón.
~ 93 ~
-Cúrenlo, ya debería estar inconsciente,
perdió demasiada sangre. Edwin cierra su
herida y déjalo aquí, creerán que algo lo
ataco o que se desmayó por tomar. En un
hospital le pueden hacer una transfusión,
estará bien- dijo. -Me voy-.
-Espera, eres la mejor curandera del equipo,
no sería mejor que tú lo.... Hey Laila,
regresa- Se incorporo y fue tras ella- ¿A
dónde vas?- Dijo deteniéndola por el hombro
Le lanzo una mirada fulminante antes de
verme a mí de nuevo, prefería mil veces
enfrentarme a la vampira que a Laila
viéndome de esa forma, era aterrador.
Edwin la soltó.
-Me voy.... Al diablo-. "Mierda. Juro no
beber más en mi vida, carajo".
Yara le bloqueo el paso.
-A menos que quieras que muera, necesita
atención médica. El veneno ya contamino su
sangre.-
~ 94 ~
"Mierda,
como
había
dejado
que
me
controlara así el alcohol, carajo soy un
idiota. Laila perdo...espera ¿veneno? ¡Oh
Genial!, no bastaba con que en ese día un
vampiro intentara comerme, luego su novia
intentara lo mismo y me arrancara la mitad
del
cuello,
ahora
también
estaba
envenenado. ¿Algo más? ¿Qué tal si me
golpeaban con esa vara gigante hasta morir
eh?"
-Sabes lo que pasara si no lo tratamos,
podrás dar gracias si muere- "Wow, si claro,
es algo que deba agradecer". Laila se mordió
el labio.
-Aun tienes esa botella de agua divina,
puedes
curarlo
con
ella.
Borramos
su
memoria y listo.- sugirió Edwin- Despertaras
creyendo que todo fue una agradable y linda
pesadilla"Eso suena bastante bien"
~ 95 ~
-No puedo, dijo Laila bajando la mirada. Yo....
Eh... no tengo más agua"
-¿Quéeee?- dijo Yara - pero tenías un
frasco esta mañana. ¿Qué hiciste con él?"El agua bendita" pensé "¿Por qué tanto
alboroto? A unos minutos de aquí hay una
pequeña capilla, si vamos en algún auto
podríamos ir por más, que haga su magia y
listo. Si no les molesta el hospital esta
cerca, agradeceria un aventón..."
-Cerca...
de
aquí....
Hay
unaaaaaaAAAAAHHHHH- La mordida de
repente me estaba quemando.
Laila se veía preocupada y Yara entre el
enfado y la impotencia. Edwin dijo entonces
lo más inteligente hasta ese momento ¡Hagan algo!- "Puede que haya intentado
romperme la cara hace un rato, pero ahora
creo que empezaba a agradarme"
El dolor se calmó un poco.
~ 96 ~
-Me preguntaba porque tardaban tanto- dijo
una voz tranquila. Era amable y controlada.
-¡Alain!- exclamo Yara.- ¿Qué haces aquí?
¡Te ordene que te quedaras en el auto!Un chico alto, de cabello largo y negro
caminaba hacia ellos. Llegaba del extremo
opuesto a la fiesta, así que supuse que era su
compañero. Por sus ropas pensé que era otro
vampiro, pero cuando se acercó más vi que
su tez, aunque clara, no era tan pálida como
la de las sanguijuelas
-Lo lamento-contesto, aunque no parecía el
caso- Yara, ¿qué le pasa?-Lo
mordió
un
vampiro-
dijo
Edwin
preocupado. -Y Laila ya no tiene el agua
divina para curarlo-Pero Laila, ¿No habías preparado un frasco
antes de venir?- pregunto curioso
~ 97 ~
-Si... yo... este- Laila estaba nerviosa, me
miro
preocupada un segundo
antes
de
apartar la vista lejos de mí.
No fui el único en notarlo. Al parecer Alain
se dio cuenta.
-Parece ser que la olvidaste en tu cuarto,
Laila, debes ser más cuidadosa-Si tienes razón- dijo, aunque note alivio de
su parte por tener una excusa. "Tan malo
era curarme"
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
AAHHHHHH!!!!
De nuevo el dolor. Mi mente se quedó en
blanco un momento, solo notaba el ardor,
maldición, como quemaba.
Para cuando remitió, un sudor frio perlaba
mi frente y jadeaba como si hubiera corrido
un maratón.
~ 98 ~
-Laila toma, saca el veneno- dijo Edwin y le
arrojo una... creo que, una botella de agua
simple. "Que, me van a curar con agua
embotellada. Bueno, después de todo lo que
me ha pasado hoy, ¿Por qué no?" Laila se
acercó a mí.
-Laila...-
Hablar
dolía-
...perdón...
yo...
loaaaaAAAH- había puesto su mano en mi
herida (espero que haya sido un accidente),
y se apoyó en ella para hincarse frente a mí,
sobre sus rodillas, como los japoneses, en
modo seiza[3].
-Perdona, te va a doler- dijo. Estaba
preocupada, pero creo que no se olvidaba de
mi discurso en la fogata. Destapo la botella
y la dejo en el suelo. Puso ambas manos por
encima de la botella y comenzó a elevarlas y
bajarlas lentamente, como si quisiera que el
agua saliera por si sola. Eso fue lo que
sucedió. Movía las manos, controlando el
agua hasta que toda estuvo fuera, haciendo
un pequeño balón. Su concentración era
~ 99 ~
total, no apartaba la vista de la esfera de
agua en ningún momento, ni dejaba de mover
las manos alrededor, como si fuese a perder
su forma en cualquier instante.
Alain se arrodillo a mi lado y me dijo en voz
baja. -Disculpa esto, pero va a doler
bastante. Por favor intenta soportarlo.-Puso
un pequeño trozo de tela en mi boca. Muerde esto- "Tengo veneno, me desangro y
por poco me separan la cabeza del cuerpo de
un mordisco. Creo que soportare un poco de
agua." Fue mi último pensamiento coherente.
Laila, dejo de mover la pelota de agua y la
acerco a mi herida mientras Alain hablaba.
Cuando mordí el pedazo de tela que me
ofrecía, la empujo hacia adentro. El grito
murió en mi garganta. Edwin y Alain me
tomaron
de
los
brazos,
forzándome
a
quedarme tumbado. Yara hiso otro tanto
sentándose en mis piernas. Laila continuo
hasta que toda el agua entro en mi herida,
poco a poco, fue recorriendo con sus manos
~ 100 ~
mi cuerpo, sin tocarlo, solo las pasaba
despacio, por encima del cuerpo. En cada
lugar en que sus manos pasaban, un dolor
intenso
se
presentaba,
era
peor
que
cualquier cosa que hubiera sentido. El dolor
recorría mi torrente sanguíneo. Bajo de mi
herida por todo mi brazo y de regreso, luego
por mi costado, mi abdomen, mis piernas,
para luego subir por el costado y brazo
opuestos. Luego dijo algo, pero no escuche,
el dolor era lo único que importaba. Nunca
había sufrido nada igual. Puso sus manos en
mi pecho y lo que siguió a continuación fue
un dolor agudísimo en mi pecho. La mente se
me puso en blanco. Quería morir, era mejor
que eso. Sentía como si mi corazón hubiera
sido
estrujado
y
atravesado
con
mil
cuchillos. Me retorcí con tal violencia, que
Edwin y Alain tuvieron que usar todo su
peso,
para
prácticamente
mantenerme
abrazo
a
mis
raya,
piernas.
Yara
Mi
cabeza debió estrellarse unas cuantas veces
con el auto, pero ni siquiera lo note,
~ 101 ~
comparado con el dolor del pecho, podrían
golpearme con un martillo y no lo sentiría. La
vista se me nublo, pero el dolor me mantenía
despierto.
Laila se quedó lo que me parecieron siglos
con sus brazos a la altura de mi corazón.
Cuando
cualquiera hubiera
pensado
que
moriría de dolor, movió despacio sus manos
de nueva cuenta a la herida. Y ya en ella,
alzo las manos hacia ella. De nueva cuenta el
corte sangro, pero aparte de la sangre salían
gotitas
de
agua. Poco
a poco
y muy
dolorosamente terminaron de salir de mi
cuerpo. Parecían ser la esfera de agua que
había introducido en mi interior en un
principio, pero cuando mi visión se aclaró un
poco, note que la pelota ahora era mucho
más grande, y no era solo agua. Otro líquido
color
verde
esmeralda
flotaba
en
su
interior.
Laila dejo de hacer esos movimientos raros
con las manos, ye agua cayó al suelo. Estaba
~ 102 ~
pálida y sudorosa, aunque tenía mejor pinta
que yo. Yo parecía un cadáver, puede que
estuviera jodidamente cerca de ser uno.
Todos me soltaron y yo quede tendido, sin
fuerzas. Yara ayudo a Laila a levantarse,
pero esta apenas podía tenerse en pie.
Parecía muy agotada.
-La..i..a- Edwin y Yara se me quedaron viendo
como si les hablara un muerto. Puede que
efectivamente pensaran eso. -Es...as... ien...dije entre jadeos. La conciencia se me iba. es..as... ien...- repetí. Alain se inclinó y
respondió.
-Está agotada, utilizo su poder para sacar
todo el veneno de tu cuerpo. Se encuentra
débil, pero estará bien. No te preocupes.Se volvió a Yara. -Podrías cerrar su herida,
no creo que sobreviva si pierde más sangre-.
-Increíble...- susurro, Edwin -incluso esta
consiente-.
~ 103 ~
-No por mucho-. Dijo Yara "¿Que quería
decir con ello?" Se inclinó sobre mí y empezó
a hacer algo extraño: con las uñas de los
dedos índice y medio de su mano derecha
frotaba rápidamente las cuatro uñas de su
mano izquierda, hasta que saltaron algunas
chispas, entonces extendió sus dedos y vi
como ahora sus uñas tenían una pequeña
chispa azulada en su punta.
-Electro
cauterización-
dijo
Alain.
-
Calentara el tejido con electricidad para
detener la hemorragia¡¿Iban
a
electrocutarme?!
Intente
detenerla, pero no tenía fuerza para mover
un solo musculo. No grite siquiera. Y Yara
solo tardo unos segundos. Utilizo sus dedos
como
una
pequeña
sonda
y
pronto
el
sangrado se había detenido. Dolió.
-Bien, es todo.- Dijo Alain.- Ahora Edwin,
borra su memoria, lo dejaremos en un
hospital de paso al portal. Los doctores
~ 104 ~
podrán realizar la transfusión y estará
bien…
"Suena...bien" perdía la conciencia. -No lo
creo-. Dijo una voz salvaje. Desde mi
posición vi a un hombre barbudo y peludo,
vestido solo con un pants negro y descalzo
acercándose
flanqueado
por
dos
monstruosos lobos. Y digo monstruosos
porque en realidad lo eran, no eran lobos
normales. Alcanzaban fácilmente los dos
metros de pie. Sus patas traseras eran como
las de un lobo, sí, pero a esa escala me
recordaban el pie de un tiranosaurio. Su
torso era grueso y musculoso. En lugar de
patas delanteras tenía dos brazos largos
terminados en potentes garras. Su cabeza
era lobuna, pero sus ojos, amarillos y
feroces, mosteaban inteligencia. Uno era de
un azul muy oscuro, casi negro. El otro era
gris, aunque oscuro, más claro que su
compañero. Aunque estaba a punto de car
desmayado, me llego su olor, como a perro
mojado.
~ 105 ~
La vista se me nublaba.
-No sé cuál era el interés de la chupasangre
con ese humano. Pero intento convertirlo, y
eso no nos agrada. Ya rompieron el tratado,
no dejaremos que lo hagan de nuevo.- Ni
siquiera me esforcé en comprender sus
palabras
-No habrá conversión. Sacamos casi todo el
veneno de su cuerpo-. Dijo Yara.
-No
podemos
arriesgarnos,
verdad
muchachos.- Los lobos soltaron ladridos de
conformidad. -O se van, o se mueren-.
-Porque no lo intentas Fido- Edwin estaba
furioso, no creía que fuera por mí así que,
¿por qué sería?
-Te moverás protector- dijo amenazante.
-Tranquilos-
pidió
Alain-
escúchanos
primero, sucede que...-.
-Pierdes tu tiempo Al- interrumpió Edwinlas bestias estúpidas no saben español-.
~ 106 ~
-Maldito, protector...- Parecía ser que el
hombre se enojaba fácilmente.
-Edwin, no esta ayudaaaandoooo- dijo Yara
con un falsete en su voz.
-Muévanse- ladro el sujeto
-No- replico Edwin, de pie y con el bo
preparado
-Entonces.... MUERE-.
Lo último que pude ver antes de desmayarme
fue a tres hombres lobo, liderados por una
enorme bestia de color negro, abalanzarse al
ataque.
~ 107 ~
1.
Movimiento
de
capoeira
angola
que
consiste en apoyar un pie y ambas manos en
el
suelo
mientras
giras,
lanzando
una
poderosa patada al aire con el otro pie al
momento en que las manos tocan el suelo,
cuando
se
terminando
completa
el
nuevamente
medio
de
pie,
giro,
al
efectuarse el giro completo.
2. Forma de practicar capoeira, donde los
capoeristas forman un círculo en el que se
integran luchadores y músicos, que llevan el
ritmo e intensidad del combate. Durante la
roda, los capoeristas que observan cantan y
tocan las palmas para dar mayor energía a la
misma. Puede ser una lucha amistosa sin
contacto o un verdadero combate.
3.-
Forma
tradicional
japonesa
para
sentarse, tanto para hombres como para
mujeres.
Consiste
prácticamente
sentarse sobre las rodillas
~ 108 ~
en
¿Para que luchar?
~ 109 ~
Soñé
con
mis
amigos.
Todos
ellos
se
encontraban en la cafetería del instituto
sentados en una sola mesa. Escuche las risas
y supe que estaban hablando de algo
divertido, aunque no sabía exactamente de
qué.
Todos ellos bebían lo que parece ser jugo de
uva, en vasos de vidrio. Gab me miró y por
señas pidió que me acercara, con gusto lo
hice. Me dejé caer en uno de los asientos.
Disfrutaba del bullicio escolar que me
rodeaba, las risas tranquilas de los chicos
del instituto, La paz me invadía. Este era mi
mundo, era a donde pertenecía. Jhon me
ofreció un vaso de jugo. Lo acepte con una
sonrisa. Un olor dulzón llegó a mi nariz,
aunque no era precisamente jugo de uva lo
que olía... era algo diferente. Tenía un olor
familiar, pero no sabia exactamente a qué.
Bebí
un
poco,
y
escupí
enseguida
el
contenido... efectivamente no era jugo,
era.... SANGRE.
~ 110 ~
Mis amigos seguían hablando como si nada,
sin notar mi reacción ni el creciente horror
que se reflejaba en mi cara. Ya no escuchaba
el bullicio de hace unos momento, solo había
silencio, la estancia se oscurecía, el único
lugar que poseía algo de luz es la mesa en
donde estábamos. Mis amigos charlaban y
bebían.
Tenían
colmillos,
como
en
las
películas de vampiros en el cine, con la
sangre escurriendo por la comisura de sus
bocas.
El
olor
me
golpeo
de
nuevo.
Normalmente no soy muy sensible a la
sangre, pero aun así me mareé. Me levanté
bruscamente, tirando la silla al suelo, y me
alejé corriendo. No llegué muy lejos. En el
suelo vi a Laila, pálida como cadáver. "No, no,
no". Laila esta muerta pero...
El cadáver volteaba a verme, me gire para
correr, pero allí estaban ellos dos. El
cadáver de Edwin y Yara me impidieron
seguir
adelante,
literalmente,
me
sostuvieron por los brazos y me empujaron
hacia atrás. Me solté de algún modo y salí
~ 111 ~
corriendo a toda pasta. Vi a mi familia. Corrí
hacia ellos.
Me miraron, "Ellos están bien, están a salvo".
Me saludaban con la mano. Traían ropa de
playa. Estaba ya muy cerca. "Si, es allí donde
debo ir. Con ellos. Allí seguro estaré a
salvo." Sus miradas cambiaron, de pronto
todos ellos empiezan a sonreír pero su
sonrisa se sigue ensanchando, mostrando una
larga fila de colmillos. Su boca se alarga
hasta parecer un hocico. Sus cuerpos crecen
y.... "¡¡MAMA, PAPA, HERMANAS!!" No...por
favor... no. Solo es una pesadilla, solo es una
pesadilla" Cadáveres, licántropos y vampiros
me caen encima. Desperté.
Mi garganta estaba seca, no podía mover un
solo musculo. Estaba envuelto en un abrigo
de varias mantas, y pese a todo moría de
frio. Notaba el rugido del motor. Al parecer
me encontraba recostado en el asiento de un
auto, tan agotado que ni siquiera grite por el
mal
sueño.
La
pesadilla
~ 112 ~
me
había
aterrorizado, no lo niego, pero no tenía
fuerzas ni para moverme ni para emitir
cualquier sonido más alto que un leve
quejido. Mi respiración es agitada, pero las
mantas, o lo que sea que me cubra, no
permite que se note.
Sentía la brisa en mi rostro. Escuché el
viento en mis oídos.
sensación
y
el
Juzgando por la
sonido,
íbamos
a
gran
velocidad. No quería abrir los ojos. No tenía
idea de donde estaba, pero no importaba.
Poco a poco el recuerdo de la pesadilla se
difuminaba, dejando el terror en segundo
plano, sustituido por el cansancio. Un aroma
dulce invadió mis sentidos. Aún en mi estado
de debilidad reconocía ese perfume, "Laila."
Sonreí imperceptiblemente. No quise abrir
los ojos, si ese aroma era un sueño, quería
seguir dormido.
Me
empezaba
a
relajar
nuevamente,
sumiéndome en la inconsciencia.
Decidí no despertar para siempre…
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~ 114 ~
Epilogo
Mi muerte es tan borrosa que cada vez que
la intento contar mi imaginación revolotea y
explota, siempre es la misma historia,
quisiera suponer que mi historia fue tan
cruel
que
prefiero
contarla
como
una
historia llena de fantasías o tan patética que
mostrándola así ya no suena tanto, al fin y al
cabo, lo dejo a su veredicto…
(Yo pienso que fue absurda y por algo que no
lo valió)
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