~1~ ~2~ Índice Prologo -------------------------------------------------3 ¿Cómo empezó? Con cervezas y un vampiro---------19 Mi nombre es…---------------------------------------38 Cuidado con las lindas--------------------------------52 Acostumbrándome al dolor y agonía ----------------78 ¿Para qué luchar?------------------------------------108 Epilogo------------------------------------------------114 ~3~ Prologo ~4~ Hoy empiezan las vacaciones y debo prepararme, me parece que habrá una fiesta y tengo que ir, ya quiero ver a mi mejor amigo su nombre no lo recuerdo en este momento, me parece que era… mmmm Harry. Demonios tengo que darme prisa, también tengo que pasar por ella, si no lo hacía o llegaba por mínima diferencia tarde se molestaría, pero ¿por quién debía de pasar?, nuevamente no recuerdo, me parece que Yudi, solo tal vez ese era su nombre, no recuerdo muy bien siendo honestos. No importa era alguien mas quien me importaba, ¿o así era?, el punto es que ella era hermosa, tenía que verla, después de lo que paso, yo… ¿Por qué era importante verla? Empiezo a preocuparme, ¿estoy perdiendo la memoria acaso? No recuerdo quien soy con exactitud ni sabría definirme pero mi nombre es Miguel, ~5~ tengo 17 años, soy de piel un poco morena y cabello castaño corto, mis ojos color grises y soy una persona según mis conocidos simpático y un tanto atractivo, eh ido al gimnasio y desde chico entreno artes marciales mixtas así que se podría decir que mi físico es delgado y con los músculos muy notorios. Traigo ropa que a mí me parece cómoda, camisa color negra, jeans obscuros y unas botas color café claro. En mi espalda descubro que tengo una funda, pareciera que ahí puede o debe de ir una gran estada. ¿Por qué razón tengo esto atado a mi espalda? Y ¿para que la necesito? Al parecer fue una gran fiesta o algo así, parecía que tuviera una resaca terrible, ojala pudiera recordar algo Repentinamente empiezo a escuchar un sonido muy agudo que punza en mi cabeza ¿qué sucede? ¿Ya ~6~ era hora de despertarme?, y para empezar ¿que día es? Hoy empezaban vacaciones de verano, ¿no? Me sentía más desorientado que de costumbre y parecía que la cabeza podía estallarme en cualquier momento. A lo lejos se escucha el sonido de una pelea. Parece ser que deje el televisor encendido. Poco a poco me fui incorporado, me pesaba todo el cuerpo y tuve que apoyarme en una espada, ¿Qué hacia una espada en mi mano? ¿Realmente estaba usando una espada como bastón? La empuñadura se ajustaba a mi mano perfectamente, se sentía muy liviana y de doble filo, se veía amenazadora y mortal con pequeñas manchas rojas en el filo, tal vez era sangre. Una espada realmente impresionante Termine unos dispuesto a minutos examinar en el incorporarme arma cuando escuche a alguien decirme tan alto hasta el punto casi de lastimar mis oídos: ~7~ -¡Agáchate chico! Inmediatamente me agache y justo cuando mi rodilla toco la tierra del suelo un hacha de gran tamaño paso por encima de mí, casi como si hubieran lanzado con intención dicha cosa. Regrese la mirada al punto de donde parecía haber provenido el hacha y lo que vi era una enorme bestia, con pezuñas y muy peludo, manchado de sangre que tal vez eran recuerdos de las muertes que momentos había provocado, lo más impresionante era su cabeza como un toro muy enfadado. Por alguna razón no sentía miedo en enfrentarlo así que empuñe mi espada y se la clave en el pecho, justo donde creí que tenía el corazón. Tarde un momento en asimilar lo sucedido pero antes de llegar a una conclusión escuche la misma voz ~8~ que me había advertido de lo que pudo haber sido mi funeral: -Hombre creí que te había perdido- con una voz cálida, a mi espalda. Al voltear la vista era totalmente indescriptible, no podía creer lo que se desarrollaba frente a mis ojos. Eran más de esas criaturas semi humanas, de distintos tamaños y formas y totalmente aterradoras. Lo que alcance a percibir eran personas peludas que parecían lobos con la capacidad de pararse en dos patas y osos gigantes, hombre gigantes con cabeza de toro y pezuñas que podrían reventar mi cabeza de un pisotón, un grupo de personas con capuchas que los cubrían completamente, alcance a distinguir sus dientes donde varios de ellos parecían terminar en punta. Y mezclada entre la toda esa multitud parecía haber personas normales, todos ellos con espadas, lanzas, arcos y uno que otro con algún bastón. ~9~ El paisaje era desolado y cambiante, como si el mismo caos hubiera tomado forma. Parecía un bosque muy ardido hasta el punto de parecer desierto que supuse que hace tiempo estaba lleno de vida. Era difícil de describir. Parecía adoptar todas las formas de muerte y vacio con nubes oscuras en el cielo y a pesar de eso se lograba distinguir todo. Lo que tarde un poco más en descubrir era que no se sentía ninguna brisa, no había viento, era un lugar sin vida totalmente, apestaba a sangre y solo se escuchaban sonidos de batallas. -Si bien has sobrevivido Edwin ¡felicidades por ti!, sigue peleando que dudo que tengas la misma suerte dos veces-. Esa voz… me sonaba muy familiar -Que alegría de que estés vivo animal- y esa voz también eran muy familiares y lo más raro es que al parecer se dirigía a mi esta ultima voz, las dos voces parecían provenir ~ 10 ~ de dos distintas mujeres y me llego un sentimiento de nostalgia, al parecer eran importantes para mí. Me volví, allí estaban los tres. Edwin, alto, piel cobriza y pelo corto, delgado pero musculoso, su rostro arabesco y lampiño con unos chispeantes ojos verdes. Sostenía una vara de metal, casi tan alta como él, que utilizaba como arma. A pesar de que lo giraba a una velocidad inimaginable contra las creaturas que lo atacaban pude notar que en las puntas del bastón brillaban dos gemas verde esmeralda, al cinto, pude notar una funda de una daga curvada en la punta hacia atrás. La lucha continuaba desarrollándose, Edwin saltaba de un lado a otro, golpeando y venciendo enemigos sin darles oportunidad de recuperarse, manejando a tres a un tiempo, de un golpe a cada uno. ~ 11 ~ A su lado una chica preciosa, de aspecto fiero peleaba contra más de aquellos seres. Rubia con unos cabellos largos y rizados que le llegaba por arriba de la cintura y una piel clara y perfecta. Tenía unos ojos grises lindísimos, pero al mismo tiempo, intimidantes, como un ciclón miniatura en su mirada. Su cuerpo era increíble y no podía describirlo de otra manera. Verla pelear era sorprendente, sus contrincantes nunca tuvieron una oportunidad de acercársele siquiera. Solo tenía un par de espadas cortas en sus manos como único accesorio para pelear. Por último, la chica que me llamo horrible, podría decir que era increíblemente linda y me quedaría corto. Tenía cabello castaño, más bien oscuro, por debajo de los hombros y unos brillantes ojos color miel. Tenía un cuerpo increíble y bien proporcionado. Su aspecto contrastaba con la ballesta que descansaba en su cintura y una espada larga en la mano. No tan larga como la mía, pero ~ 12 ~ perfecta para ella, como demostraba al usarla con un único enemigo que tenia contra ella. Cada golpe de su atacante era inútil, se perdía en el aire, sin embargo tuve una inquietante sensación de que debía ayudarla. Pero antes de poder mover un musculo, el arma resplandeció al cortar profundamente a su adversario. Pude ver la espada más claramente en ese momento. -Yara- dijo Edwin en ese momento a la chica rubia.- ¿De verdad estas lista para…?Era obvio que estaba preocupado por ella, por lago, y que no tenía nada que ver con las criaturas, pero Yara no le hizo el menor caso. -Laila- Dijo interrumpiéndolo- si tu y Edwin terminaron de felicitar a estar muerto, ¿podemos Ismerai por no continuar con esto?Solo hasta que se me quedaron viendo note que se refería a mí ~ 13 ~ ¿Ismerai? Espera, mi nombre es Miguel lindura, y exactamente ¿Qué esa “esto”? -Aquí viene, prepárense- dijo Laila con su voz tranquila, y todos empuñaron sus armas. Me di vuelta y lo vi Un solo hombre, armado con una espada solamente se abría camino entre la zona de guerra, barriendo con cualquier enemigo que se interpusiera. Destripo a un lobo con un mandoble de la espada y le incrusto el puño en la mandíbula a otro monstro. Solo habían pasado unos minutos desde el momento en que recobre el sentido hasta que ese chico estuvo frente a mí. Era tan alto como yo. Tenía el cabello totalmente blanco, y su piel no era muy bronceada, pero sin llegar a ser pálida. Su rostro era suave y terso, unos labios finos formaban una media sonrisa pero sus ojos dorados miraban gélidos y crueles. Parecía un ángel caído, lo ~ 14 ~ que más logro sorprenderme es que su espada era... idéntica a la mía. Pueden decirme loco si quieren, pero ese tipo me asustaba más que cualquier otra criatura que había visto hasta ahora, casi tanto como el lugar donde me encontraba. Su arma estaba manchada de sangre y sospechaba que no era precisamente solo de los demonios alrededor; cuando Laila, Yara y yo los cortamos, nuestras espadas no tenían una sola mancha de sangre. -Es hora supongo- Su voz era amable, pero sin emoción... y curiosamente familiar Note como Yara, Edwin y Laila levantaba sus armas. No podía culparlos, yo también me ponía nervioso de solo verlo pero, ¿Qué no también era humano?, ¿Qué quería decir con eso? ¿Hora de qué? -Sera rápido, lo lamento- hablo de nuevo – pero fue su elección- ~ 15 ~ Miro a todos, deteniéndose un momento un poco más largo en Yara -No, no lo lamentas Alain- le dijo, sonaba quebrada, sentí dolor en su voz pero el chico llamado Alain no se inmuto. Por último me miro. –Puede que lo hayas olvidado. Luchaste bien- Levanto la espada. “¿De qué habla? ¿Dónde estoy? ¿Quiénes son esas personas? ¡¿Qué demonios está pasando aquí?¡” Laila detuvo el ataque con su espada antes que me golpeara el hombro, se escucho el choque de los metales, Alain tiro una patada a sus costillas y la envió bastante lejos. Pude oír claramente el grito de dolor que salió de su garganta. Soltó un revés a mi cara con su puño. Una espada detuvo el ataque a apenas unos centímetros de mi rostro, pude sentir la vibración y el poder del golpe en mi mejilla. ~ 16 ~ Edwin se lanzo hacia él con su espada, buscando un corte limpio en el cuello. Alain lo esquivo a una velocidad increíble haciendo hacia atrás su cabeza, dejando que Edwin pasara de largo y contraataco golpeando a un tiempo la nuca de Edwin con la empuñadura de su espada y asentando un rodillazo con la pierna izquierda a su frente, apartándolo después de su camino con un revés derecho. Edwin no tuvo tiempo ni para poner los pies en el suelo tras arrojarse contra Alain. “¡Maldición!, ¿Qué está sucediendo?” Yara cayo de algún punto por encima de mi cabeza cortando el aire, hacia la cabeza de Alain, pero el atrapo su arma con la mano sin hacerle daño alguno, y antes de que Yara llegase a tocar la tierra con los pies, utiliza el puño en el que sostenía la espada para golpearla en el estomago. ~ 17 ~ -Aunque no lo creas, lo lamento Yaradijo.Ella soltó la espada y cayó de rodillas al suelo, el golpe había sacado todo el aire de sus pulmones sin embargo Alain ya preparaba su siguiente ataque. “MALDITA SEA ¿QUE PASAQUI?” -Adiós….-levanto la espada, a la altura de su hombro izquierdo preparándose a golpear, me cortaría la cabeza de un simple tajo “¿QUE PASA? ¿QUIEN ERES? ¿Quién SOY YO? MALDICIÓN ¿Qué SUCEDE AQUÍ?”…hermano-. “…hermano” “hermano” “hermano” Levante el brazo izquierdo, con el que sostenía mi espada hasta que el antebrazo cubrió mis ojos, la empuñadura de mi arma apuntaba al oscuro cielo, la punta, al suelo. Solo ese simple movimiento para detener su ataque. Puede sentir como mi brazo absorbía la fuerza del golpe, habría bastado para cercenarme el pescuezo aunque mi espada ni ~ 18 ~ siquiera tembló. El impacto del metal resonó a pesar del ruido a mí alrededor. -¿Adiós?- dije –Hermano, pero si recién vamos empezando, ¿ya te quieres ir?-. Él estaba sorprendido, retrocedió. Ahora sonreía, de nuevo, una sonrisa vacía, gélida. Un aullido se oyó a mis espaldas. Un lobo gigante cayó justo en medio de nosotros dos y me miro con sus ojos feroces. Prepare mi espada para la pelea. El lobo ataco “ya recuerdo, ha pasado todo un año desde entonces. Yo soy Ismerai, soy el guardián; Edwin, yara, laila son mis amigos; estoy en el infierno. Alain, es mi hermano, tengo que matarlo… bueno hay que empezar, ¡hora de evitar el maldito fin del mundo!” ~ 19 ~ ¿Cómo empezó? Con cervezas y un vampiro ~ 20 ~ Bien se preguntaran como termine en esta situación. Es una larga historia, pero empezó hace un año, en el verdadero primer día de vacaciones. Las clases habían terminado y no tendríamos que preocuparnos de ellas por todo el verano. El primer día de vacaciones. ¡Genial!. Recuerdo la ceremonia, siempre, donde reconocimientos los a los aburrida diplomas mocosos, como y a los los deportistas cerebro de avestruz y a alguno que otro que no tenía nada que hacer más que llegar cinco minutos antes a la escuela... Creo que me quede dormido un momento pero les aseguró que no me perdí de nada interesante. Después la directora dijo unas palabras, ya saben, ese “pequeño y corto” discurso que suele durar más de media hora, para invitarnos a seguir nuestras metas, nuestros ~ 21 ~ sueños y bla bla bla. Me sentí liberado de salir de ahí... Despedías, abrazos, fotos. La clásica cursilería de fin de curso, aunque no me negué a las fotos con el equipo de porristas. Encontré a Alex con las porristas, invitándolas a la fiesta de fin de año. No era de sorprenderse, todos los años había una, era una especie de tradición. Este año seria en la zona residencial, a las afueras de la ciudad, como en cada fin de periodo. Si tomabas la carretera hacia el norte, tras unos kilómetros podías notar un camino sin pavimentar y un poco más adelante llegabas a una construcción abandonada. Al parecer iba a ser un edificio pequeño, un supermercado o tal vez una escuela, nadie lo sabía con exactitud, la construcción había sido olvidada, dejando solo la estructura, los cimientos y un bosque de hormigón y vigas. En algún momento, los ~ 22 ~ constructores pusieron una carpa gigante a modo de techo y, aun que no lo crean, allí continuaba. Las fiestas allí eran frecuentes, solo necesitabas algunos autos con un buen sistema de sonido, algo de alcohol y botanas y listo. Además estaba lo suficientemente cerca de la civilización como para nuestros padres lo permitieran, y lo suficientemente lejos para molestar a algún vecino cascarrabias por el ruido. Quedamos de vernos al día siguiente en su casa, a las seis de la tarde. Pasaríamos por unas cervezas y recogeríamos a algunos amigos. Después de eso ¡a divertirse! Arreglado el asunto, Me fui con mi familia quienes me esperaban para ir a comer. Mi padre, Julián, era aún más alto que yo. Tenía el cabello negro con algunas canas aquí y allá. A sus cincuenta años se veía bastante más joven y en buena forma, musculoso de hecho, aunque ya una ~ 23 ~ barriga se dejaba ver producto de sus regulares bocadillos nocturnos. A pesar de su carácter bromista, su rostro era severo. Incluso sus ojos verdes resultaban muchas veces intimidantes. Mi madre también se veía joven y su cabello no tenía una sola cana. Su nombre era Isabel. Era tres años menor que mi papá y casi treinta centímetros más baja. Su rostro ya tenía arrugas propias de su edad, pero dudo que hubiera otro rostro que se viera tan amable. Tenía los ojos cafés, igual a los míos, que miraban con dulzura. Solía ser muy nerviosa y se preocupaba por todos. Cuando sonreía sus ojos se entrecerraban con alegría. Y claro, mis pequeñas hermanas, Laura y Belén. Dolor de cabeza uno y dos. Ambas eran morenas y altas para su edad. La mayor era lacia, delgada y como mi papá tenía un rostro serio, aunque en realidad era muy tranquila y divertida. A sus quince años, era la prudencia y obediencia personificadas. ~ 24 ~ Responsable y una gran confidente. Tenía el cabello largo y negro. Era quien me regañaba por desordenado, flojo y demás. Mi otra hermana tenía el mismo rostro, afilado y atractivo pero allí terminaba todo el parecido. Trece años y podía hacer que la Madre Teresa perdiera la paciencia. Nunca escuchaba y era un completo desorden. Tenía un cabello rizado, casi chino hasta la mitad de la espalda. De trece años se empezaba a adivinar la mujer que sería, pero aun conservaba detalles infantiles en sus facciones. Era desesperante. Fue la primera en irme a abrazar cuando termino la ceremonia. -¿Por qué a ti no te dan ningún reconocimiento? Eres el primer chimpancé que sale de una escuela- Se los dije. Desesperante. Aunque el comentario fue una broma, si note el rostro de mis padres cambiar de una sonrisa a una mueca de decepción, aunque solo fuese por un segundo. Odiaba eso, así que hice lo más normal del mundo: me ~ 25 ~ desquite cargando a mi hermanita como costal de papas. -Bájame, ¡Bájame!- gritaba y se reía -¡Aaaah bájame!- el mal humor se fue de inmediato. De allí salimos a mi restaurante favorito. Esa fue nuestra última comida juntos. La comida se extendió hasta la noche, así que cuando volví a casa fue prácticamente para dormir. A la mañana siguiente mis padres y mis hermanas se habían ido. ¿A dónde? A sí, creo que olvide mencionarlo. Habíamos planeado unas vacaciones familiares a la playa, pero ya que quería quedarme para la fiesta, y después de rogar casi un mes, logre que me dieran permiso de ir. Ellos se irían esa mañana temprano y yo tenía un boleto de autobús que me llevaría el día siguiente, por la noche. La vida era bella. Estuve jugando videojuegos un rato, después me di un baño y tome el subterráneo a casa de Alex. La estación me dejaría a un par de ~ 26 ~ calles. Saliendo camine hasta su casa, ignorando en el camino todos los postes de gente desaparecida, así como había ignorado las noticias y los periódicos. Supongo que debo explicarlo también. Hacia cosa oscurecía, de unas habían semanas, ocurrido cuando misteriosas desapariciones, a la fecha ya sumaban la docena. Lo extraño del asunto, es que desaparecían sin dejar rastro, a lo largo de toda la ciudad. No había cuerpos tampoco. Era como si los tragase la noche. Era otro de los motivos por los que tuve que rogar mucho a mis padres pero ¡hey!, solo hay una fiesta como esa al año. Tenía que ir. Además de las miles de personas en la ciudad que había, ¿Qué posibilidades había de que fuera yo? La gente estaba paranoica. Y por último, las desapariciones ocurrían en la ciudad, y la fiesta era en las afueras. ¿De qué me preocupaba? ~ 27 ~ Llegue con Alex a tiempo, demoramos un poco por las advertencias de su mamá, pero al fin salimos. De allí fuimos a un almacén para comprar las bebidas. No podíamos comprarlas en cualquier lugar, siendo menores de edad, pero siempre existía gente buena dispuesta a ayudar a unos pobres chicos que solo querían algo de diversión. Bajamos del auto y Alex fue a hablar con el encargado, entonces.... La vi. Ese fue el segundo en que mi vida perfecta se fue al carajo. Fue la primera vez que vi a Laila. Creo que deje de respirar un minuto entero, deje de escuchar, de pensar... Un pantalón negro ajustado y una blusa blanca. La mire caminar hasta que desapareció de mi vista en una esquina, yo me quede idiotizado mirando el lugar donde había desaparecido, pensando que era la esquina más sexy que hubiera visto jamás; allí apareció el otro sujeto. La primera cosa que llamaba la atención es que ~ 28 ~ en pleno junio, vistiera totalmente de negro: Sus botas, su pantalón, su camisa, su abrigo, es decir, está bien que fuera noche y ya oscuro, pero ¿abrigo? De ser yo estaría cocinándome vivo con eso. Lo segundo fue que el tipo era.... ¿Cómo decirlo sin sonar mal?... era bien parecido, más que eso, realmente hermoso "Ok, suena mal". De toda su ropa solo se notaba la piel de su rostro, blanca, como si nunca hubiera visto el sol, pero era un rostro anguloso, fino, parecía un maniquí o una estatua, un modelo prácticamente. La tercera cosa que note es que parecía seguir a la muchacha. Nunca sabré porque, pero decidí seguirlo. Él o no me escucho o no le importo. Me mantuve alejado pero sin perderlos de vista. Caminamos cerca de cinco calles, entre edificios y autos, antes de ver como la chica se metía por un callejón entre dos edificios pequeños. La zona ya no estaba tan animada ~ 29 ~ como lo parecía cerca del almacén, es más, parecía casi abandonada. La única fuente de luz eran tres faros que apenas iluminaban y las únicas señales de vida eran dos camionetas desvalijadas a lo largo de la calle. Olía a humedad y podredumbre. Tal vez fue en ese momento que debí retroceder, detenerme y pensar. "Las chicas lindas no entran en callejones sin razón" pero como siempre, ignore mi sentido común y me escondí tras una camioneta. Mi buen y blanco amigo parecía receloso, miraba de un lado a otro sin decidirse a entrar en el callejón, entonces hizo algo que debió terminar de convencerme para largarme de allí. Dio un salto que hasta Jackie Chan envidiaría. Salto al poste de luz que había frente al lugar donde desapareció la joven, se impulsó hacia la pared del edificio, alcanzando con las manos el marco de una ventana, y salto hasta la ventana superior. ¡Había quedado a dos pisos del suelo! Parecía estar pegado a la pared, porque no notaba ~ 30 ~ de donde se sostenía. Lo más sorprenderte fue cuando empezó a deslizarse por la pared como una araña, entrando al callejón. Aún sorprendido por lo que acababa de ver, movido más que nada por la curiosidad, me acerque hasta el callejón sin ser visto, deteniéndome en la esquina. Un segundo después se escuchó un lamento que ponía los cabellos de punta, ese grito aterrador salía desde el callejón. Un grito muy poco humano, agudo como si arañaran una pizarra. Algo se clavó en el suelo. Era una... ¿flecha? Y esa fue la última oportunidad que tuve de largarme. En su lugar, lo que hice fue mirar. El maniquí saltaba entre las paredes de los edificios a una velocidad increíble mientras, justo en el centro del callejón, aquella joven tenía una ballesta de repetición cargada, disparando flecha tras flecha, rápida como el rayo, en todas direcciones. Parecía que al ~ 31 ~ menos un tiro había alcanzado al acróbata en el hombro. De más está decir que no tenía la más remota idea de qué hacer, no era precisamente la idea que me había cruzado en la cabeza al seguirlos (en realidad no tenía idea de por qué los había seguido). Cuando por fin disparo la última flecha bajo su ballesta, la puso en su cinturón y quedo mirando a su objetivo, dándome la espalda. El chico se dejó caer con ligereza desde casi la punta del edificio (unos buenos 5 pisos) y aterrizo sin problemas, suavemente y sin ruido, puede que él estuviera de frente a mí pero ni siquiera me noto, no apartaba la vista de la muchacha. -La sangre de un protector, hace siglos que no pruebo nada como eso-. Dijo, su voz era suave y clara. Ella no respondió, se limitó a sacar una navaja de su cinturón. ~ 32 ~ -JAJAJAJAJA Vas a defenderte de mí, usando juguetes tan patéticos- No sabré decirlo de cierto, pero había algo maligno en esa risa, desquiciado y psicótico. -Bien- dijo con suavidad -Grita si quieres. Así sabe mejor la comida-. Y se abalanzó de un salto hacia ella. Hay que decirlo, casi mojo el pantalón del miedo que sentí después. La quijada se le desencajó hasta parecer más un agujero negro que una boca, toda ella llena de colmillos en forma de sierra. Sus ojos se volvieron rojos y sus dedos terminaron en unas garras que podrían ser de una bestia. La muchacha se lanzó al suelo girando en una pirueta, incorporándose y respondiendo con una patada giratoria. Ella había tardado dos segundos en levantarse y patear, el solo uno. No bien apenas aterrizo esquivo la patada a su nuca sin apenas moverse, en un parpadeo la sujeto del cuello y la estampó contra la pared, haciéndola soltar un gemido de dolor. ~ 33 ~ -Que tal ese grito, preciosa- Su voz, antes aterciopelada, sonaba ahora gutural. Ella encajo la navaja en el brazo que la aprisionaba. Él, eso, lo que sea, lanzo un grito, igual al anterior, pero no soltó su presa. -Bien, entre más pelees, más doloroso será-. Se burló. Apretó el brazo y ella soltó un quejido. Eso me despertó. Hay tres tipos de mierda en este mundo: Los hombres que golpean a las mujeres, las mujeres que no se respetan a sí mismas y los inútiles que no hacen nada al respecto. Tome la flecha que estaba en el suelo y me lancé corriendo hacia él. ¿En qué pensaba? Fácil. No pensé en absoluto. Si lo hubiera hecho, ni siquiera estaría allí para empezar. Por suerte el factor sorpresa hizo todo el trabajo, para cuando el tipo entendió que estaba pasando, yo ya clavaba la flecha por debajo de la axila. Rápidamente gire la flecha en su carne para que no cerrara y jale hacia abajo para quebrarla y que no pudiera sacarla. ~ 34 ~ "Sabía que fue buena idea ver aquella película de acción" Pude sentir su sangre fluir por mi puño, cálida y asquerosa. Si mi idea era hacer que la soltara funciono, le tire un puñetazo a la nariz con todas mis fuerzas y sentí como se partía el tabique. Eso tenía que bastar. -Vámonos- dije y tome del brazo a una chica que me miraba como si de repente hubiera empezado a hablar un perro. -CORRE-. Casi arrastrándola llegamos casi al final del callejón, pero el monstruo ya nos bloqueaba el paso. "¿Cómo es posible, hace un segundo estaba retorciéndose de dolor detrás de nosotros? ¿Qué demonios es este sujeto?" -TE MATARE- siseo -TE ARREPENTIRÁS HUMANO-Bastara si le digo que ya estoy muy pero muy arrepentido- dije en un hilo de voz. Cargo hacia nosotros "Eso es un no, supongo" ~ 35 ~ Mi compañera pareció recobrarse de la sorpresa y antes de que nos callera encima, conecto una patada en la quijada. Logro desorientarlo, y aprovecho para lanzarlo por encima del hombro con un movimiento de jiujitsu. No sirvió de nada, el cayo de pie sin ningún esfuerzo, girando en el aire como un gato. Quise reaccionar y correr, pero ni ella ni mis mis piernas parecían querer moverse. -... una flecha- murmuro. Acariciando, como sin querer, su ballesta. -No tienes esperanza protectora- escuche que el tipo decía -no pueden escaparPor toda respuesta solo recibió algo que sonó como un "Tsk". "¿Que hago? va a matarla y a mí también, ¿Qué hago?" Me gire a verla, vi como sostenía con tanta fuerza su pequeña navaja que sus nudillos estaban blancos, pero su otra mano hacia un ademan como si quisiera tomar la ballesta, y enfrente de mi un monstro de pesadilla parecía a punto de ~ 36 ~ lanzarse por su cena, conmigo como platillo principal. Dios, verlo daba miedo, su cara, su boca sus garras, sangrando de la nariz, de la herida en su costado y... ¡allí estaba, mi salvación! -¡Oye feo!- Dije adelantándome unos pasos, lejos de la chica. -¿Por qué no lo intentas? Estoy aquí pedazo hijo de...- solo un parpadeo y ya tenía su mano alrededor de mi cuello. Sus garras presionaban mi piel como pequeños cuchillos. -Humano estúpido, ni siquiera sabes lo que pasa, no me importas, para un vampiro, tú no eres más que almuerzo- ignorando su aliento fétido, alargue mis manos, como si fuera a tomar su cuello también. -Te matare a ti y luego a esa mocosa- Por fin la alcance, era lo que buscaba desde el principio. Sujete con las dos manos la flecha que el vampiro tenía clavada en el hombro y la jale con toda la fuerza que pude. El ruido de ~ 37 ~ succión que hiso fue asqueroso, pero al menos logre que me soltara. Ahora ya tenía la flecha en la mano. -TOMA- le lancé la flecha a la chica. -ME LA VAS A PAGAR- Una patada me levanto del suelo, arrojándome bruscamente a la pared. Todo el aire de mis pulmones se me escapo. -AQUÍ TÚ MUERES- Una mano llena de garras parecía dispuesta a desgarrarme cuando un zumbido se escuchó y un instante después en el lugar del vampiro, había un cadáver con una flecha en la cabeza. ~ 38 ~ Mi nombre es… ~ 39 ~ Me gustaría decirles que después de eso, me levante con tranquilidad como en las películas, con alguna frase increíble. Que después de mi valentía e ingenio la chica se derretía solo conformado al si verme. tan Me hubiera le hubiera solo preguntado "¿Estás bien?" La verdad, me aparte pataleando del cadáver, arrastrándome hacia atrás hasta pegarme con la pared del edificio, con tanta pataleta parecía que quería mover la construcción yo solo. Se los juro, si esa cosa se hubiera movido, lo habría hecho. El pánico casi me hiso olvidar que estaban observándome, pero ¡oigan!, acababa de descubrir que los vampiros eran reales, uno había intentado hacerme su cena y por último una sexy chica salida de quien sabe donde utilizo una maldita ballesta para atravesarle el cerebro a ese mismo vampiro, ¡A tan solo dos centímetros de mi cara! ~ 40 ~ Creo que tenía todo el derecho para estar un poco desquiciado. Tarde como unos minutos en darme cuenta que me estaba mirando, y algunos más en recobrar (un poco) la compostura. Cuando por fin me calme, tanto como se puede calmar alguien que ha estado a nada de morir convertido en "lunch" de vampiro, me volví para mirarla. -Eeeee... señalándola aaaaa.... a Vam....eee....- ella y al Dije muerto alternativamente. Soy brillante. Ella sonrió. Me pareció que su sonrisa era la más linda del planeta. Más linda que la del chupasangre, eso seguro. Sinceramente fue esa sonrisa, y no otra cosa, lo que logro que me tranquilizara. -Tranquilo- dijo ella, aunque ya no hacía falta. -¿Estas herido? -¿Qué demonios era eso?- Bueno, era obvio lo que era, el mismo lo habían dicho, ya ~ 41 ~ saben, cuando todavía respiraba, intentando matarnos, pero quería que me lo confirmara alguien que no me viera como un refrigerio nocturno. -Vampiro- dijo hematófagas, muy seria necesitan -criaturas sangre para sobrevivir, sangre humana. Cazan solos o en parejas. Peligrosos.-Siiii.... Creo que la última parte me queda clara- dije. -Eres afortunado, pocos humanos sobreviven- dijo sin cambiar su expresión -Claro, ser atacado por un psicópata que quiere beberse mi sangre, mi día de suerte ¡Hurra! - Ahora si sonrió. -Jajajaja, bueno supongo que tienes razón-. -Casi siempre- dije sonriendo para mi propio asombro. ~ 42 ~ Gire para mirarla, cuando sentí un dolor agudo en el cuello. Un quejido escapo de mis labios y me lleve la mano a la garganta, una sensación liquida y cálida me llego a los dedos. Tenía un corte bastante grueso en el cuello, al parecer la sanguijuela me había hundido una de sus garras cuando le arranque la flecha del hombro. -Mierda-¡Quédate quieto!- me dijo. De su bolsillo saco una pequeña botellita transparente, tan pequeña como las muestras de perfume que regalan en algunos lugares, parecía estar llena de agua. Destapo el pequeño recipiente, y vacío el contenido en su mano, cuidando que ni una gota se derramara, luego hiso algo increíble. Dirán que después de pelear con un vampiro ya nada podría sorprenderme. Se equivocan. Cuando ella termino de verter el líquido arrojo la botella y lentamente levanto la mano con el agua. Pero el líquido no estaba ~ 43 ~ cayendo, se extendía por toda su palma, tomando la forma exacta de su mano, tan gruesa como una hoja de papel. Con su otra mano, aparto la mía de la herida, con suma gentileza. Su tacto era suave. -Ardera un poco- advirtió. Acerco la mano de agua a mi cuello, al lugar de donde brotaba la sangre. Hasta el momento, la había observado hipnotizado, era un espectáculo sublime. Una chica controlando el agua. Asombroso. Parecía una bella hechicera a punto de lanzar algún encantamiento. Es más parecía una..."QUEMAAAAA" ¿En alguna ocasión han limpiado alguna herida con alcohol?, ¿recuerdan esa sensación de ardor? Bueno, esto fue mil veces peor, sentía como si me estuvieran rociando acido dentro de la garganta. Aun no sé cómo me las arreglar para no gritar, simplemente apreté la mandíbula y espere a que terminara. Dolía horrores. Ya no parecía ~ 44 ~ la bella hechicera de unos segundos antes, se los garantizo. En cuanto toco mi herida, me escoció de forma tormentosa, todo mi cuerpo se puso tenso, cerré los puños y apreté los dientes. Cinco segundos o cinco minutos, no tengo idea de cuánto tiempo duro. Yo empezaba a tener serias dudas si eso servía para algo, aparte de torturarme, cuando retiro la mano del cuello. -Listo, ya no debería molestarte más-. Toque el corte con mis dedos, ¡solo que ya no había corte! Es más, ni siquiera había sangre. Gire un poco la cabeza esperando que empezara a sangrar en cualquier momento. No pasó nada. -¿Has pensado en dedicarte a la medicina?, eres buena- Sonrió de nuevo, eso empezaba a gustarme. -Lo digo en serio, podrías enseñarles un par de cosas. ¿Qué fue eso?- ~ 45 ~ -Agua divina- comento -¿Agua divina? ¿Cómo las que ponen en las iglesias? -No, eso es "agua bendita" esto es "agua divina"- dijo como si fuera un chiquillo tonto que no viera la diferencia -Claroooooooooo-Tengo que irme- dijo antes de soltarme. Hasta ese momento no había notado que no había dejado de tomar mi muñeca desde el momento que me quito la mano para curarme. -Espera- dije, sonando un poco más desesperado de lo que pretendía. -Tengo muchas preguntas- la detuve por el hombro y la hice girarse hacia mí, tal vez solo un poco más bruscamente de lo que pretendía- ¿Qué es el agua divina?, ¿todos los monstruos como los vampiros son reales?, ¿y los hombres lobo?, ¿los duendes?, ¿todos son malos?... ~ 46 ~ No había sido mi intención, pero habíamos terminado muy cerca uno del otro, a tan solo unos centímetros de distancia -¿Quién eres?- Pregunte mirándola a los ojos. Su perfume... olía delicioso. -Mi nombre es Laila- dijo sosteniéndome la mirada, penetrante y un tanto asombrada. -Me salvaste- dije Podía escuchar mis latidos Uno, Dos… Negó con la cabeza -Si no fuera por ti... Tres, Cuatro… -... me habría matado Cinco, Seis, Siete... -Lo vi seguirte, pero terminaste salvándome Ocho, Nueve… -Gracias- dijimos a la vez en un susurro ~ 47 ~ Diez. La bese, solo por un segundo, en los labios. Me aparte como si de repente un resorte me impulsara hacia atrás, ella se llevó la mano a su ballesta -Lo lamento- dije… No me respondió. Avance un paso -Perdona-. Quito la mano del arma, avance un paso más. Otra vez estaba frente a ella. -Discúlpame Laila- dije en voz baja -¿Cómo te llamas?- murmuro -Miguel- la tome de la cintura. -No te disculpes- dijo Y volví a besarla. Sus labios eran suaves y seguros. Me envolvió el cuello con sus brazos y la atraje más hacia mí. Toque la punta de ~ 48 ~ su lengua con la mía, respondió en seguida, primero tímidamente y poco después más arrojada. No me importaba el lugar, no recordaba donde estaba. Es más, ni siquiera recordaba mi nombre, Eso no era importante, lo importante era Laila, su boca bajo la mía, aquella lengua que se enredaba en la mía, su perfume que llegaba a mi nariz. Su sabor... era dulce, quería devorarla. Podía notar como acercaba su cadera hacia mí, mientras rozaba mi pecho a los suyos. ¿Cuánto duro? Puede que unos minutos, cinco o seis. Los mejores de mi vida pero... Me aparto de ella súbitamente, quise protestar, pero a una velocidad increíble, ella se había ido. Para cuando intente seguirla, ella había desaparecido. Ayude a matar a un vampiro, vi a una chica volarle los sesos, ella hiso algún tipo de magia de curación en mí, seguía vivo cuando debería estar muerto. Eso serían algunas ~ 49 ~ cosas que alguien normal pensaría después de lo que yo acababa de pasar. Yo por otro lado estaba en un callejón escondido, con un cadáver en una zona totalmente abandonada pensando en que había besado a una desconocida.... Que sabía magia curativa, controlaba el agua, y podía asesinarme en cualquier segundo, bueno nadie es perfecto. Pero ese beso había mandado mi cerebro a Júpiter. Salí caminando del callejón, tan centrado en mis momentos que choque contra el poste de luz en la esquina. De repente el lugar no me parecia tan oscuro y siniestro como al principio. Podía decir que incluso deje de notar el mal olor. Sonriendo como idiota seguí mi camino. No sé cómo me las arregle para regresar al almacén, pero encontré a un Alex pálido, a un lado de su auto. Cuando me miro, su rostro recupero el color, de hecho ahora ~ 50 ~ estaba totalmente rojo. Se fue hacia mi hecho un basilisco -PEDAZO DE IMBÉCIL, ¿DONDE ESTABAS?, LLEVO TODA UNA MALDITA HORA BUSCÁNDOTE, PENSÉ QUE IBAS A SER EL SIGUIENTE MALDITO DESAPARECIDO, ¿DÓNDE NARICES TE HABÍAS METÍ...?- Se detuvo en seco- ¿Eso es sangre?- dijo nervioso. De nuevo estaba pálido, mire mi mano, la sangre que había salido de mi cuello puede que haya desaparecido, pero la que quedaba en mi mano y mi ropa ya se había secado. Me miro asustado- ¿qué ocurrió?-Conocí a una chica- dije -¿Qué?- dijo totalmente desorientado -Conocí a una chica-¿Qué estás diciendo?- dijo ahora muy preocupado.- ¿te golpeaste la cabeza? ~ 51 ~ -Estoy bien- dije -solo que conocí a...-Una chica sí, ya entendí- dijo -¿y qué?-Por eso tarde viejo-¿Eh?....- tardo todavía unos segundos en comprender. -MALDITA SEA, ASNO INÚTIL, AL MENOS PODÍAS MANDARME UN MENSAJE-. Otra vez rojo de furia. Cielos, este chico parecía un camaleón o lago así. -Para ya, me recuerdas a mi madre-. -Idiota- y se largó de regreso al auto. Una vez subimos y se puso en marcha, dijo -¿Y bien? ¿Qué paso? ¿Cómo era ella? Sonreí –su nombre es Laila… ~ 52 ~ Cuidado con las lindas ~ 53 ~ ¿Y cómo era ella?-. -¿Y te lanzaste así, sin más?-. -¿Cuál era su nombre?-. -¿Y el otro tipo?-¿No la seguiste tú?-. Mis amigos lanzaban las preguntas atropelladamente, sin ningún orden y antes que fuera capaz de contestar cualquiera de ellas. Cuando Alex y yo por fin llegamos a recogerlos, ya era bastante más tarde de lo acordado, y no estaban precisamente muy contentos de ello. Después de algunos insultos y especulaciones de cómo habíamos pasado Alex y yo el tiempo muy juntitos, subieron al auto y nos dirigimos al lugar. Ya una vez que se calmaron un poco y pude contarles mi historia, todo el enojo se transformó en molesta curiosidad. Los tres ~ 54 ~ no dejaban de pedirme detalles, daban ganas de arrojarlos del auto, sin bajar la velocidad. -¿...y entonces Lila...-Laila-...Laila, se fue así, sin más?- dijo Gab, su verdadero nombre era Gabriel, era más bien bajo y de rostro bobalicón. Pero solo apariencia, en realidad era muy avispado. Tenía el cuerpo de aquel que pasa 24 hrs frente a un computador, navegando en la red. -Si-¿No intentaste seguirla?- pregunto Rubén, alto y desgarbado, era un poco más alto que yo. Era una persona amable, de la clase de gente que es agradable de tener al lado, siempre y cuando no estén haciendo tantas benditas preguntas. -Ya te dije, salió corriendo antes que pudiera seguirla- ~ 55 ~ -Pues vaya que eres idiota, mira que dejar que se te escapara una chica así, ¡Pedazo de inútil!- John demostrando su tan conocida amabilidad. El clásico defensa del equipo de futbol americano. Con una cara de matón y una manera de hablar igual. Pero era solo exterior. Costaría descubrir a una persona más solidaria. Eso fue, en parte, una de las razones por las que no le respondí. En parte también porque creía que tenía razón. -Déjame entenderlo entonces- Dijo Gab, primero viste a una mujer guapísima seguida de cerca por un tipo vestido al estilo matrix y lo seguiste hasta un callejón solitario. Segundo, viste que el sujeto intento atacarla, te arrojaste sobre él y salieron corriendo del lugar. Tercero, se detuvieron, hablaron unos segundos y se besaron, justo antes de que saliera corriendo y no fueras de capaz de seguirla. Entendí bien.¿Qué esperaban?, no iba a decirles que un asqueroso monstruo chupasangre ~ 56 ~ había intentado matarnos, ni que este había terminado muerto, ni que fue la misma chica que salve la que lo había matado, ni que era una especie de bruja, maga, hechicera quien cerró una herida de mi cuello con agua bendita. ¡Me toman por loco seguro! -Si, por veinteava vez-. Respondí ya de malos modos. Escuchen, no me molestaba mucho hablar de Laila, recordarla era agradable. Pero recordar cualquier otra cosa aparte de ello, me aterraba, ¡maldita sea!, me bastaba acordarme para empezar a temblar. La primera vez que lo cuentas, vaya que es genial... Al menos hasta el momento que, bueno ya saben, descubres que el mundo no es como creías que era. Se hizo silencio en el auto. Lo agradecía enormemente, de verdad, era muy muy muy agradable dejar el tema de lado. Solo quería olvidarme de todo ello, maldición quería olvidar todo lo que tuviera que ver con vampiros, monstruos o ~ 57 ~ cualquier cosa parecida. Debí saber que eso no iba a pasar, ni en ese viaje, ni en el resto de mi vida. Alex fue quien rompió el silencio. Siendo a él, el primero a quien le había contado la historia, se mantuvo relativamente callado hasta ahora. Pero hizo la peor pregunta que se me hubiera ocurrido. -¿Y qué crees que haya pasado con ese tipo?-No lo sé-. -Es extraño no crees, se tomó la molestia de seguirla hasta un lugar apartado, pero cuando apareces no intenta perseguirlos cuando escapan; logran tumbarlo de un golpe, pero tampoco responde el ataque. Regresas solo, pero el ya no está por ninguna parte, aun cuando nadie lo vio salir del callejón. No sé.... Algo no cuadra. Guarde silencio. ~ 58 ~ -Tienes razón,- dijo Gab -alguien violento que intenta hacer daño a una mujer, no es normal que reciba un golpe y se quede de brazos cruzados. Además está el hecho del callejón. Es decir solo había un solo lugar por el cual salir, en la esquina había un faro, por lo tanto la entrada del callejón debió estar bien iluminada, a la vista. Sin embargo nadie lo vio salir, no intento perseguirte, ni lograste verlo. Aun cuando para regresar tuviste que volver a pasar frente a ese lugar. Es muy extraño-. -Tal vez el golpe lo dejo inconscientepropuso John -O tal vez decidió que le sería más difícil escapar si eran dos sus víctimas. No parecía un lugar muy animado, puede que efectivamente nadie le viera salir-. -Mmmmm o puede que los siguiera sin que ustedes lo notaran, ¿no Miguel?- dijo Rubén -Puede ser- respondí comenzaba a doler la cabeza. ~ 59 ~ cortante. Me -Si ese es el caso- contesto Alex -¿Por qué no los ataco?-. -Porque puede que esperara a que se separaran y poder ir tras uno de ellos a la vez-¿Qué tal si fue tras tu amiga?-No- dije sin pensar -¿Por qué estás tan seguro?- dijo Alex, suspicaz. "Mierda" -Bueno es obvio ¿no?, soy yo el que lo golpeo. Además, el parecía saber a dónde se dirigía la chica, lo que quiere decir que ya llevaba un tiempo estudiándola, pero si yo escapaba puede que lo reconociera después, y el no sabe nada de mí. Sería más sensato deshacerse de mí que era más peligroso-. Parecía algo rebuscado, pero fue lo primero que se me ocurrió. Gab, Alex no parecían muy convencidos, incluso Rubén se veía receloso. John fue mi salvación. Antes de ~ 60 ~ que cualquiera de ellos pudiera replicar, soltó una carcajada. -Desde cuando un inútil como tu es peligroso jajajajajaja. Seguro le dio tanta pena que un retrasado como tu lograrla pegarle, si hubiera estado en su lugar, no tendría valor de mostrar mi cara en la ciudad nunca más-. Gracias a Dios por los brutos idiotas como John. -Imbécil- conteste sonriendo a medias.-Tiene razón- dijo Gab muy serio, por un segundo temí que continuara con el tema, pero lo que dijo fue- si este tonto descerebrado es capaz de dejarlo fuera de combate, no podía ser un asesino despiadado-. -Jajajajajaja probablemente salvo a la chica de un humilde vendedor ambulante-Sí, y probablemente ya fuera muy viejo....-Y no viera bien- ~ 61 ~ -Bola de idiotas Pasamos un buen rato bromeando al respecto, casi había logrado olvidarme de todo el asunto (por fin), es decir, el sujeto ya no podía hacerle daño a nadie. Ya podía ver el descampado a lo lejos, a esa hora mañana estaría en la playa. Mi única preocupación era en si podría verla de nuevo, ¿Quién sabe? Tal vez Laila se iría de vacaciones también. Puede que nos encontráramos en alguna playa. Una imagen de Laila en traje de baño, bronceada con el sol y el océano al fondo me vino a la cabeza. Era una imagen preciosa, en especial la parte de "en traje de baño". Un golpe en la cabeza me saco de mis ensoñaciones. -¡Auch! ¿Qué pasa con ustedes?-Te estoy haciendo una pregunta, ponle atención a la gente maldición- dijo Gab. -¿Qué demonios quieres?- ~ 62 ~ -¿Crees que ese tipo tenga algo que ver con las desapariciones de los últimos días?No me había detenido a pensar en ello en realidad. Ahora que lo mencionaba me parecía muy probable, es más, estaba seguro de que así era. ¡Pues claro! ¿Quién más, si no un vampiro podía desaparecer a la gente como si se la tragara la tierra? Seguro ese maldito quería desaparecer a Laila. Seguramente... -¡MIGUEL!- gritaron -NO LO SE- "maldición que bien joden" - No lo sé- repetí -Te conté toda la maldita historia, no sé nada aparte de eso- replique molesto. -Hey tranquilo, solo era una pregunta viejo-No preguntes estupideces-¿Cuál es tu problema?-Tú eres mi problema, tú y tus es...- ~ 63 ~ -BASTA- dijo Jhon -Ya llegamos señoritas, así que compórtense-. La fiesta ya había comenzado. Prácticamente toda la escuela estaba allí. Las luces de los carros iluminaban la construcción. En el centro ya habían encendido una fogata y la música sonaba rítmicamente. Casi todos charlaban animadamente y algunos más ya empezaban a moverse al compás de la música, achispados por las bebidas. El ambiente era alegre, relajado. Todo lo contrario a mi estado de animo actual. Salí del auto sintiéndome totalmente liberado y me encamine a la fiesta sin esperar a mis amigos. La verdad es que me mosqueaba que hablaran del tema, es decir, ellos no habían estado en ese lugar, sus especulaciones eran totalmente absurdas, si supieran lo que yo tuve que pasar no estarían haciendo preguntas babosas. Sabrían que solo quería olvidarme de todo. Pero bueno, nadie podía entender como me sentía al respecto, no era justo por ~ 64 ~ mi parte tratarlos de esa manera, al fin de cuentas ellos no conocían toda la verdad. ¡Maldita sea! Tenía que resistir el impulso de correr y contarle a alguien la verdad. Me obligue a pensar en Laila, ese recuerdo agradable de tan solo unas horas atrás era lo único que me mantenía cuerdo. El único rayo de luz en medio de mi ingrata locura. "Necesito un trago, AHORA". Me encamine al centro de la construcción, pasando entre la gente, hasta donde habían puesto todas las botellas. La mayoría era cerveza, varios cartones, pero había también refrescos y algunas botellas de ron, tequila o whisky. No me entretuve con una bebida preparada, tome una cerveza y me la bebí sin respirar. La gente alrededor aplaudió. -OTRA, OTRA, OTRA- vitoreaban "Bien, ¿Por qué no?" Seguí tomando como si se tratara de agua en lugar de una bebida alcohólica. Por la cuarta empezaba a sentirme mareado y aun así logre terminarla. ~ 65 ~ En la quinta ya me encontraba de mucho mejor humor. -¡Al diablo con todo!- exclame -Al diablo la escuela, al diablo las reglas, al diablo los malditos vampiros jajajajaja HOY INICIAN LAS VACACIONES- Más aplausos. Continúe caminando acercándome a la fogata. -¿A quién le interesan las reglas?- continúe Al diablo con ellas, al diablo las estúpidas reglas, y al diablo las preocupaciones y los vampiros... ¡QUE LE DEN A LOS MALDITOS VAMPIROS!- Risas y aplausos. En ese momento podía sentir el calor del fuego cerca. Estaba justo a lado de la hoguera y ya era el centro de atención de todos. Incluso bajaron el volumen para oírme. Nada es mejor que el espectáculo de un ebrio. -AL DIABLO TODO- grite- AL DIABLO TÚ Y TÚ Y TÚ Y TÚ- dije señalando a varias personas, algunas que ni siquiera conocía. Ellos seguían riendo y aplaudiendo- AL ~ 66 ~ DIABLO LAILA- grite. Ya estaba harto, ¿Quién se creía como para aparecer en mi vida, toda bella y asombrosa, y robarme mi realidad?- AL DIABLO CON LAILA grite de nuevo y arroje la cerveza al fuego, creando una llamarada. Mi público estaba extasiado. -¡¡¡¡¿¿¿NO VINIERON A DIVERTIRSE???!!-SIIIIIII-ENTONCES QUE ESPERAN, ¡¡A BAILAR!!no bien lo dije, subieron de nuevo el volumen de la música, tome de la mano a las dos chicas más cercanas y empezamos a bailar al ritmo de la melodía. No recuerdo que canción era, recuerdo que las chicas bailaban a mi alrededor, apretándome entre ellas, moviendo las caderas sensualmente muy junto de las mías, acerque de la cadera a la más cercana, para tenerla aún más junto de mí. Estaba por besarla cuando una ruda mano me tomo del hombro y me aparto de ellas. ~ 67 ~ Un chico alto y bronceado, con pinta de esos raperos de tv, me miraba fijamente con unos ojos verdes bañados en furia. -¿Dónde exactamente conociste a Laila?-. -¿Qué?-¿Dónde conociste a Laila? Contéstame mierda inútil, antes de...-SUÉLTAME- lo aparte de mí de un empujón, lo que causo que diera unos pasos hacia atrás, pisara una botella vacía, y cayera de culo al suelo. -Déjame en paz- me gire para volver con las chicas, pero una joven rubia, hermosa y de ojos grises me bloqueaba el paso. -Disculpa- dijo con voz fría- pero hasta que no nos digas lo que queremos saber, no puedes irte-No conozco a ninguna Laila- conteste ~ 68 ~ -¿Qué hay con tu discurso de hace un momento?,- dijo con voz calmada y una máscara de amabilidad- yo digo que mientes y te digo algo- se acercó hacia mí, puso una mano en mi hombro derecho sonriendo, y apretó con fuerza. AAAAAAAGGGH el dolor se extendió por toda mi clavícula, provocando que entre el dolor y el alcohol, perdiera el poco equilibrio que conservaba. Cayendo con una rodilla en el suelo. Sin dejar de presionar, se inclinó a mi oído izquierdo y susurro suavemente Odio a los mentirosos-. -¿Quiénes mierda son ustedes?-No importa- dijo el muchacho de ojos verdes, ya levantado y mirándome de nuevo a los ojos. -Lo que importa es que si no nos respondes pronto, no creo que pueda contener a mi amiga mucho tiempo... ya sabes, evitar que te rompa el brazo, ella no es tan amable como yo-. ~ 69 ~ -Jeje- respondí con la mandíbula apretada ¿Acaso es un pequeño show del policía bueno y del malo? Eso ya está muy usado ¿no creen?- Bendito alcohol, sobrio no creo haberme portado tan gallito. -Policía bueno y malo dices- respondía la chica con voz tranquila- no lo entiendes, aquí no hay buenos ni malos, solo queremos saber cómo conociste hermanita, del a nuestra tiempo que pequeña tardes en responder, depende el dolor que sentirás- la mano oprimió con más fuerza. Ahogue un grito. -No sé quién es Laila- repetí obstinado. Más presión "Joder cuanto poder tenía esa chica" La muchacha no cambiaba su expresión, pero el chico era otra historia. -Mira se me agota la paciencia viejo, o me dices como conociste a mi hermanita ahora, o comenzaras a sentir dolor de verdad- ~ 70 ~ Dentro de mi borrachera, una palabra se abrió camino "¿Hermanita?" No es que se parecieran mucho. Pero sus ojos mostraban la misma expresión que la mía si alguien quería hacerles algo a mis propias hermanas, solo un hermano mayor reconocería ese tipo de mirada. Ya estaba por mandarlo de nuevo al demonio, cuando sonreí. Querían saber de Laila, bueno, les daría gusto: -Jajaja de acuerdo, si quieren saberloconteste sorprendiéndolos- bese a Laila justo después de que ella matara a un vampiro que estuvo a punto de usarnos de aperitivo. ¿Satisfechos?- termine burlón. Esperaba una nueva descarga de dolor, en lugar de eso, se apartaron lentamente completamente anonadados. Por supuesto debían pensar que estaba loco. -Vámonos- dijeron y se perdieron en la multitud. ~ 71 ~ Tarde todavía unos segundos en recuperarme de la sorpresa, y recordar que estaba hincado en medio de la multitud. Creía que todo mundo estaría viendo que sucedía, pero cada quien parecía estar metido en sus asuntos. Raro. Raro y ofensivo, hace un momento parecía ser yo el centro de atención. -Necesitas ayuda- dijo una voz suave a mi lado. Una chica en un vestido corto de talle bien definido, totalmente blanco, me ofrecía una mano para incorporarme. La rechacé y me incorporé. Solo cuando estuve de pie la mire, y mi mente se puso en blanco. Su pelo negro caía en cascada por debajo de su espalda. Muy blanca y de ojos oscuros, tenía unos labios rojos brillantes. Su vestido era tipo straple dejando al descubierto sus hombros. Sus piernas, largas y bien torneadas enfundadas en unas elegantes zapatillas. Era ~ 72 ~ una de esas mujeres que podían hacer que una sala entera se quedara sin aliento. -En realidad parecía que tenías problemasdijo. Su voz era dulce y suave, aunque me resultaba vagamente familiar, pero no podía identificarlo exactamente. -No era nada- conteste- no te conozco, ¿Eres del colegio?-. -No, estoy solo de paso-Ah, vaya-Es triste verdad, me iré pronto en realidad-. -Oh...- bueno... eh... buen viaje- (si brillante) -Gracias, eres muy amable-Mmmm y ¿qué te pareció la ciudad?-Es algo similar a todas las ciudades en que he estado en realidad- dijo- los tiempos cambian, las ciudades crecen, pero las ~ 73 ~ personas siguen siendo iguales- "Esteeee... ¿Qué?" -Lo siento, no hay que hablar de ello- dijo sonriéndome coquetamente -por ahora, solo quiero bailar con el alma de la fiesta-. -¿Y ese quién es?- dije -jajajaja vamos Me condujo a un lugar un poco apartado de la multitud, donde comenzamos a bailar. Se movía sensual y segura, meneando las caderas al ritmo de la música, levantando los brazos y meneando la cintura. Tras un minuto giro dándome la espalda, casi totalmente descubierta y pegándose a mí, mis manos tomaron su cintura, acariciando lentamente hasta su cadera y se detuvieron a unos centímetros por debajo de su ombligo. Meneaba sus caderas chocando contra mí. Mi mente se quedo en blanco. Se giró, me rodeo el cuello con los brazos y continúo moviéndose, prácticamente pegada ~ 74 ~ a mí. Se levantó un poco y me beso, no fue suave ni lento. Invadió mi boca sin pensarlo, su lengua se abrió paso a la mía hasta que comenzaron a juguetear en mi boca. Se separó de mí solo para murmurar al oído Vamos a un lugar más privado Sin esperar respuesta me arrastro fuera de la construcción, hasta la esquina más alejada del complejo, a lado de unos carros aparcados. Desde aquel lugar podía ver toda la fiesta, pero era difícil que nos vieran a nosotros en medio de la oscuridad. Para mayor seguridad decidí recargarme en el auto aparcado justo detrás de la columna de la esquina. Me recargue en el capo, y ella monto sobre mí, y continuo besando y acariciando mi espalda. Yo continuaba acariciándola, su piel suave, esos ojos... -Laila...- murmure Ella dejo de besarme y aparto su rostro ~ 75 ~ -¿Quién es Laila?- dijo molesta -¿Quién...? Yo... perdona, creo que debería irme- "Seré imbécil" -Tranquilo- dijo de nuevo con esa voz aterciopelada, solo que esta vez, había un tono peligroso en su voz- yo también perdí a alguien recientemente, me lo arrebataron, para ser sincera-Lo... lo lamento, no quería aprovecharme ni nada, sé que es algo triste.... - -Sabes... es muy triste en realidad- me interrumpió - llevamos ya muchos años juntos, siglos en realidad. Y ahora por culpa de una zorra ya no está conmigo Era un tema muy incómodo para hablar con un desconocido, y más incómodo porque ella seguía encima de mí. -Esa malnacida me las pagara, ella y su compañero- dijo con suavidad venenosa. ~ 76 ~ -Oye, sé que es difícil confiar en alguien que te fallo, pero si hay cariño, habrá otra oportunidad, ya lo veras- "Espero que no haya sonado tan tonto como creo que sonó" -No lo creo, él está muerto, mejor dicho lo asesinaron- dijo como si comentara el clima. "Y tú ya buscando un sustituto, sí que lo extrañas" Pero bueno, a veces la tristeza te hace tomar decisiones malas, para superar el dolor y la soledad, supongo que no podía culparla. Creo. -Oh... lo siento mucho-Deberías, fue culpa tuya también después de todo. No lo lamentas en realidad. Pero lo harás. Tú y esa maldita protectora-. Sus pupilas se convirtieron en dos círculos negros y su boca se abrió dejando al descubierto un agujero bordeado de colmillos en forma de sierra, y el olor a podrido me llego. Abrí los ojos como platos. ~ 77 ~ "Me lleva la..." pensé. Luego los colmillos se hundieron en mi carne. ~ 78 ~ Acostumbrándome al dolor y agonía ~ 79 ~ Se escuchó un golpe sordo, como si golpearan un balón de futbol con un bate de metal, la mordida de mi hombro se aflojo. Gracias al cielo estaba ebrio, si en ese estado me dolía horrores, posiblemente me habría desmayado si el alcohol en mi sistema no hubiera funcionado como anestésico. De todos modos incorporarme me resulto muy difícil, y no digamos moverme. -Hey viejo, ¿Cómo lo llevas? A que es preciosa- era aquel chico de ojos verdes. Y al parecer estaba disfrutando de lo lindo el que me faltara un buen trozo de cuello. -Encan...tadora- rezongué Ahora que me detenía a mirarlo vestía con unos pantalones harem verdes y una playera sin mangas. Parecía un bailarín de hip hop. Sostenía en sus manos un báculo tan alto como él. Me llamo la atención que, pese a su diseño simple y liso, en la punta parecían brillar dos piedras preciosas de color verde. ~ 80 ~ -Edwin, atento.- Se escuchó una voz, a unos pasos de donde estaba Edwin, la chica rubia estaba de pie, su actitud era relajada, no parecía que fuera a pelear, se había recargado en una columna con los brazos cruzados. -Tranquila Yara, lo tengo bajo controlrespondió volviéndose hacía ella- Mala idea. Un borrón blanco y negro lo acababa de embestir y mandar volando unos cuantos metros. -Si claro, bajo control- se burló la chica. No sé si fue la bebida, que me acababan de salvar la vida desangrando, o pero que había me estuviera olvidado lo aterradora que podía ser. En ese momento parecía un ángel. Tenía una blusa amarilla con un escote en "V" que dejaba ver un top gris combinada con unos shorts blancos. Se veía preciosa. Aun a la distancia logre notar un par de brazaletes en sus muñecas adornados a franjas blancas y plateadas. ~ 81 ~ -Querido, no sabes que es de mala educación interrumpir a alguien mientras come- dijo la vampiresa. Se volvió hacia mí. -Quédate allí guapo, regreso contigo en un momento Una piedra, del tamaño de un ladrillo paso zumbando y le acertó justo en el hombro, lo que la hiso volverse al lugar de donde vino el proyectil... solo para ser alcanzada por tres más en el estómago y en el pecho. Pude escuchar los golpes, incluso sentí un par de guijarros que caían a mis pies. -Tomate... tu tiempo.- Dije jadeando. La mordida me dolía horrores y la cabeza me daba vueltas. Un relámpago plateado, salido de quien sabe dónde la golpeo. Estaba empezando a desvanecerme, luche por seguir la pelea. Lo que había tomado por un relámpago era el chico rapero, Edwin. Se movía rápidamente, asestando furiosos golpes con el bastón y dando volteretas. Sabía que la mujer vampiro debía ser mucho más rápida, no ~ 82 ~ entendía como no podía esquivarlos. "Pon atención" me dije. Entonces lo note, cuando ella intentaba dar un paso, el sitio que pisaba se hundía o se levantaba, afectando su equilibrio. Cerré los ojos fuertemente y los abrí de nuevo, estaba claro que tenía alucinaciones...era como si el piso bajo sus pies ayudara a Edwin, si ella intentaba impulsarse para saltar, el suelo se hundía, dejándola momentáneamente sin apoyo; si intentaba desplazarse hacia los lados, de la nada ya había una roca que la hacía tropezar. A Edwin, por el contrario parecía pasarle lo opuesto. Cuando saltaba era como si el piso lo impulsara, justo donde apoyaba su pie un segundo antes, una porción del mismo tamaño que su pie parecía levantarse para empujarlo, y cuando daba un golpe, el suelo formaba una pequeño borde en el pie que apoyaba en el suelo, para darle la mayor efectividad. También otra cosa rara que sucedía, eran los golpes del Bo. (Su bastón), cada vez que lo giraba parecía que una coleta ~ 83 ~ de guijarros seguía el movimiento de las puntas, y cuando un golpe asestaba en la vampiresa, estos hacían rasguños y cortes, y en un par de ocasiones se incrustaba en su blanca piel. Las garras del monstruo parecían ineficaces en contra de Edwin, este parecía un Bruce Lee árabe. Si un director de cine lo hubiese visto en aquel momento, lo contrataba para una película de Kung-Fu. Sin dejar de mover el bastón, parecía imparable. Se agachaba, pateaba, brincaba sobre ella, para aterrizar y darle un furioso revés en la cara cuando se volvía. -Vamos princesa, sé que lo puedes hacer mejor- dijo esquivando un zarpazo -Quédate quieto para sacarte las entrañascontesto furiosa. Su voz era cavernosa, -Mmmm creo que no primor, me encantan mis tripas donde están- ~ 84 ~ -Tu... maldito chiquillo. Deja que te pon...POW el bastón le había dado de lleno en la barbilla. Bajo el bo con fuerza descargándolo sobre el hombro izquierdo. Con un giro, golpeo el mismo brazo a la altura del codo. Riendo salto hacia atrás -Oh vaya, disculpa mis malos modales- se burló el chico, deteniendo por fin su implacable ataque-¿Decías muñeca?La verdad es que ahora parecía toda, menos una muñeca, su cara parecía quebrada y llena de rasguños. Aunque no había moratones, se notaban los lugares donde el bo había golpeado, un hilo de sangre escurría por su ceja y su brazo izquierdo adoptaba una forma anormal, si tenía que adivinar, estaba roto. Escupió algunos colmillos y la sangre escurrió en una fina línea en su boca. Me parecía increíble que después de esa paliza sangrara tan poco. La vampiresa aprovecho el respiro que le daban, salto hacia la columna, varios metros ~ 85 ~ por encima de la chica, tomo impulso, y se lanzó de cabeza contra el ojiverde. Tenía la mandíbula abierta los colmillos que perdió crecieron de nuevo en segundos, brotando de las encías. Su brazo derecho estaba retraído, como estirarlo en si el se último preparara para momento para arrancarle el cráneo, no me equivoque. En tan solo unos segundos el rapero había perdido la ventaja, y en unos más, perdería también la cabeza. En eso sí me equivoque. Aun con su rostro burlón, utilizo su vara para desviar la garra a un lado, aprovechando ese movimiento, se agacho dando un medio giro, evitando que aquel monstruo lo mordiera (bastante inteligente de su parte), apoyando las manos en el suelo, entre sus piernas, lanzó una potente patada lateral hacia arriba, completndo asi el giro, usando sus dos manos y un pie como apoyo. ¡Era una Meia Lua de Compasso[1] perfecta!, nunca lo había visto en un combate real, solo en algunas rodas [2] en mis entrenamientos ~ 86 ~ de capoeira. La patada dio justo en el costado de la mujer, la fuerza de la patada más la velocidad de su impulso, bueno, eso era igual a salir disparada con algunas costillas rotas. -¡Y Edwin conecta!, es un Home Run, el público enloquece, ahora el bateador estrella va a...-Para de jugar idiota- Dijo Yara -Amargada- refunfuño por lo bajo -¿Dijiste algo?-Nada, nada. Bueno, lo que hay que hacerDijo. Giro un poco, la parte baja de su bo y pareció que una punta salía de él, como si lo hubieran afilado con un sacapuntas. -ME VENGARE DE USTEDES, MALDITOS PROTECTORES- grito. En este punto me pregunte qué pasaría si los demás chicos se acercaran a ver qué pasaba. ~ 87 ~ -Los... demás... hay que... sacarlos... de aquí...- Cada palabra me costaba horrores. Intente dar un paso pero mis piernas no me sostuvieron, caí a cuatro patas sobre el suelo. Intente incorporarme, pero solo termine sentado en el suelo, y eso gracias a que el auto en el que había estado con Blanca nieves me servía para apoyar la espalda. Lo intente nuevamente, pero no tenía fuerza. "¡Tengo que hacer algo, maldición!". -Oye... tú.- Intente gritar, pero apenas logre escuchar mi propia voz. Por fortuna Yara me estaba mirando desde que oyó como caía al suelo. Por señas le pedí que se acercara. Lo hiso de mala gana. -Descuida idiota- así que no había olvidado mi escenita de ebrio frente a la fogata, genial. -Te curaremos en un momento, aunque no creo que después de que...- ~ 88 ~ debamos hacerlo -Ca...llate- mi replica sonó como un quejido, pero estaba seguro que me había entendido. La mueca de asco y profundo desagrado me lo indicaban. Como alguien tan desagradable podía oler tan bien. -¿Qué dices? Mira si quieres que te dejemos morir, por mi bien, no me interesa. Todavía que te salvamos el trasero, así agradeces, seguramente...-. -Cállate- repetí. Me miro con odio. -Bien, si eso quieres-. Intento alejarse, pero la tome del tobillo. No podía hacer fuerza, pero el contacto con mi mano la hiso detenerse. -Oooh, así que ahora vas a rogar, pues fíjate que...-Que te.... Calles- Estaba jadeando- levante la mano y señale la fiesta. -Mis... amigos... ayude...- se me quebró la voz, empezaba a desvanecerme, ya no sentía dolor y sabía que eso era malo. Se giró a ver lo que señalaba y entendió. ~ 89 ~ -Parece ser que no eres tan mierda como pensaba- dijo un poco sorprendida. "¿Mierda yo? ¿Quien me intento arrancar el brazo hace un rato?" -Ayud....los... por.... avor-. Me estaba fallando la voz. Aunque fuera desagradable, esa chica, Yara, era mi única esperanza. -Tranquilízate. La música es muy fuerte, además ellos no pueden ver a las creaturas de la noche, el velo se los impide- dijoAdemás, Laila está allí por si acaso-. Al oír el nombre de Laila, abrí los ojos e intente incorporarme. El dolor del hombro me lo impidió. "Bueno, al menos sentí eso" pensé amargamente. Ella estaba allí. Tenía que verla. Y tenía que alertar a los demás. No sabía cuál de las dos cosas me importaba más. -Quédate quieto- dijo- Ya perdiste mucha sangre-. ~ 90 ~ Era verdad, toda mi camisa desde el cuello hasta mis pies, estaban cubiertos de un líquido rojo. Y el sitio donde me hallaba sentado era un charco de sangre. MI sangre. Podía notar ahora el liquido en mis manos. -Ese idiota. Le encanta lucirse.- añadió mirando hacia donde Edwin se había ido. Pero antes de que me volteara escuche un grito aterrador, y tristemente familiar. -Eso... seguro que... lo... escucho... alguien-. Al parecer el último lamento de Blanca nieves me regreso la capacidad del habla, más o menos. ¿O fue la mención de Laila? -Bueno, ya está listo- Edwin regresaba, con un bulto blanco sobre el hombro. - Esto desaparecerá en unos minutos, mejor me doy prisa-. Y entonces hiso algo que me hiso querer desmayarme. Tumbo el cadáver en el suelo y le abrió la boca, con dientes. mucho Intente cuidado, arranco ponerme en ~ 91 ~ pie los y detenerlo, pero solo se escuchó un pobre quejido. -Usamos los dientes en algunas armasexplico Yara cuando vio mi mueca de horror. -A los vampiros no les importa, siempre y cuando la batalla sea durante una cacería, en un duelo sería de muy mal gusto- "Claro, porque ahora se consideraba algo normal y refinado, en cualquier otra situación no se vería tan bien" -Los dientes de los vampiros son tan duros como el acero, más incluso que sus garras. Aunque las tomamos si da tiempo.- "¿Si da tiempo?, no creo que ella se vaya ir a ninguna parte" Al instante de pensarlo me quede boquiabierto. La chica se estaba volviendo polvo, literalmente. -Eso pasa cuando un vampiro o cualquier otra creatura mágica o diabólica muere por nuestras armas.- "¿Solo con sus armas? ¿Por ~ 92 ~ qué? A mí me parece un palo metálico cualquiera" Intente preguntar cuando escuchamos un grito ahogado. Uno de los chicos de la fiesta se había acercado a mirar. No podía culparlo por la cara de horror que puso, lo que él veía era al borracho de hace un rato desangrándose y a la chica con la que había salido haciéndose polvo, a un rapero arrancándole los dientes y a una rubia que hablando como si nada. Mierda. El chico ya iba a dar un grito, esta vez a todo pulmón, cuando se escuchó un golpe sordo, puso los ojos en blanco y se desmayó. Laila estaba detrás de el con su ballesta en alto, al parecer lo había noqueado. Sus ojos me miraron, preocupados por un segundo, antes de volverse fríos. -Hora de irnos- dijo -Laila...- me miro como a una porquería en el zapato. Levanto la vista al chico del bastón. ~ 93 ~ -Cúrenlo, ya debería estar inconsciente, perdió demasiada sangre. Edwin cierra su herida y déjalo aquí, creerán que algo lo ataco o que se desmayó por tomar. En un hospital le pueden hacer una transfusión, estará bien- dijo. -Me voy-. -Espera, eres la mejor curandera del equipo, no sería mejor que tú lo.... Hey Laila, regresa- Se incorporo y fue tras ella- ¿A dónde vas?- Dijo deteniéndola por el hombro Le lanzo una mirada fulminante antes de verme a mí de nuevo, prefería mil veces enfrentarme a la vampira que a Laila viéndome de esa forma, era aterrador. Edwin la soltó. -Me voy.... Al diablo-. "Mierda. Juro no beber más en mi vida, carajo". Yara le bloqueo el paso. -A menos que quieras que muera, necesita atención médica. El veneno ya contamino su sangre.- ~ 94 ~ "Mierda, como había dejado que me controlara así el alcohol, carajo soy un idiota. Laila perdo...espera ¿veneno? ¡Oh Genial!, no bastaba con que en ese día un vampiro intentara comerme, luego su novia intentara lo mismo y me arrancara la mitad del cuello, ahora también estaba envenenado. ¿Algo más? ¿Qué tal si me golpeaban con esa vara gigante hasta morir eh?" -Sabes lo que pasara si no lo tratamos, podrás dar gracias si muere- "Wow, si claro, es algo que deba agradecer". Laila se mordió el labio. -Aun tienes esa botella de agua divina, puedes curarlo con ella. Borramos su memoria y listo.- sugirió Edwin- Despertaras creyendo que todo fue una agradable y linda pesadilla"Eso suena bastante bien" ~ 95 ~ -No puedo, dijo Laila bajando la mirada. Yo.... Eh... no tengo más agua" -¿Quéeee?- dijo Yara - pero tenías un frasco esta mañana. ¿Qué hiciste con él?"El agua bendita" pensé "¿Por qué tanto alboroto? A unos minutos de aquí hay una pequeña capilla, si vamos en algún auto podríamos ir por más, que haga su magia y listo. Si no les molesta el hospital esta cerca, agradeceria un aventón..." -Cerca... de aquí.... Hay unaaaaaaAAAAAHHHHH- La mordida de repente me estaba quemando. Laila se veía preocupada y Yara entre el enfado y la impotencia. Edwin dijo entonces lo más inteligente hasta ese momento ¡Hagan algo!- "Puede que haya intentado romperme la cara hace un rato, pero ahora creo que empezaba a agradarme" El dolor se calmó un poco. ~ 96 ~ -Me preguntaba porque tardaban tanto- dijo una voz tranquila. Era amable y controlada. -¡Alain!- exclamo Yara.- ¿Qué haces aquí? ¡Te ordene que te quedaras en el auto!Un chico alto, de cabello largo y negro caminaba hacia ellos. Llegaba del extremo opuesto a la fiesta, así que supuse que era su compañero. Por sus ropas pensé que era otro vampiro, pero cuando se acercó más vi que su tez, aunque clara, no era tan pálida como la de las sanguijuelas -Lo lamento-contesto, aunque no parecía el caso- Yara, ¿qué le pasa?-Lo mordió un vampiro- dijo Edwin preocupado. -Y Laila ya no tiene el agua divina para curarlo-Pero Laila, ¿No habías preparado un frasco antes de venir?- pregunto curioso ~ 97 ~ -Si... yo... este- Laila estaba nerviosa, me miro preocupada un segundo antes de apartar la vista lejos de mí. No fui el único en notarlo. Al parecer Alain se dio cuenta. -Parece ser que la olvidaste en tu cuarto, Laila, debes ser más cuidadosa-Si tienes razón- dijo, aunque note alivio de su parte por tener una excusa. "Tan malo era curarme" AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA AAHHHHHH!!!! De nuevo el dolor. Mi mente se quedó en blanco un momento, solo notaba el ardor, maldición, como quemaba. Para cuando remitió, un sudor frio perlaba mi frente y jadeaba como si hubiera corrido un maratón. ~ 98 ~ -Laila toma, saca el veneno- dijo Edwin y le arrojo una... creo que, una botella de agua simple. "Que, me van a curar con agua embotellada. Bueno, después de todo lo que me ha pasado hoy, ¿Por qué no?" Laila se acercó a mí. -Laila...- Hablar dolía- ...perdón... yo... loaaaaAAAH- había puesto su mano en mi herida (espero que haya sido un accidente), y se apoyó en ella para hincarse frente a mí, sobre sus rodillas, como los japoneses, en modo seiza[3]. -Perdona, te va a doler- dijo. Estaba preocupada, pero creo que no se olvidaba de mi discurso en la fogata. Destapo la botella y la dejo en el suelo. Puso ambas manos por encima de la botella y comenzó a elevarlas y bajarlas lentamente, como si quisiera que el agua saliera por si sola. Eso fue lo que sucedió. Movía las manos, controlando el agua hasta que toda estuvo fuera, haciendo un pequeño balón. Su concentración era ~ 99 ~ total, no apartaba la vista de la esfera de agua en ningún momento, ni dejaba de mover las manos alrededor, como si fuese a perder su forma en cualquier instante. Alain se arrodillo a mi lado y me dijo en voz baja. -Disculpa esto, pero va a doler bastante. Por favor intenta soportarlo.-Puso un pequeño trozo de tela en mi boca. Muerde esto- "Tengo veneno, me desangro y por poco me separan la cabeza del cuerpo de un mordisco. Creo que soportare un poco de agua." Fue mi último pensamiento coherente. Laila, dejo de mover la pelota de agua y la acerco a mi herida mientras Alain hablaba. Cuando mordí el pedazo de tela que me ofrecía, la empujo hacia adentro. El grito murió en mi garganta. Edwin y Alain me tomaron de los brazos, forzándome a quedarme tumbado. Yara hiso otro tanto sentándose en mis piernas. Laila continuo hasta que toda el agua entro en mi herida, poco a poco, fue recorriendo con sus manos ~ 100 ~ mi cuerpo, sin tocarlo, solo las pasaba despacio, por encima del cuerpo. En cada lugar en que sus manos pasaban, un dolor intenso se presentaba, era peor que cualquier cosa que hubiera sentido. El dolor recorría mi torrente sanguíneo. Bajo de mi herida por todo mi brazo y de regreso, luego por mi costado, mi abdomen, mis piernas, para luego subir por el costado y brazo opuestos. Luego dijo algo, pero no escuche, el dolor era lo único que importaba. Nunca había sufrido nada igual. Puso sus manos en mi pecho y lo que siguió a continuación fue un dolor agudísimo en mi pecho. La mente se me puso en blanco. Quería morir, era mejor que eso. Sentía como si mi corazón hubiera sido estrujado y atravesado con mil cuchillos. Me retorcí con tal violencia, que Edwin y Alain tuvieron que usar todo su peso, para prácticamente mantenerme abrazo a mis raya, piernas. Yara Mi cabeza debió estrellarse unas cuantas veces con el auto, pero ni siquiera lo note, ~ 101 ~ comparado con el dolor del pecho, podrían golpearme con un martillo y no lo sentiría. La vista se me nublo, pero el dolor me mantenía despierto. Laila se quedó lo que me parecieron siglos con sus brazos a la altura de mi corazón. Cuando cualquiera hubiera pensado que moriría de dolor, movió despacio sus manos de nueva cuenta a la herida. Y ya en ella, alzo las manos hacia ella. De nueva cuenta el corte sangro, pero aparte de la sangre salían gotitas de agua. Poco a poco y muy dolorosamente terminaron de salir de mi cuerpo. Parecían ser la esfera de agua que había introducido en mi interior en un principio, pero cuando mi visión se aclaró un poco, note que la pelota ahora era mucho más grande, y no era solo agua. Otro líquido color verde esmeralda flotaba en su interior. Laila dejo de hacer esos movimientos raros con las manos, ye agua cayó al suelo. Estaba ~ 102 ~ pálida y sudorosa, aunque tenía mejor pinta que yo. Yo parecía un cadáver, puede que estuviera jodidamente cerca de ser uno. Todos me soltaron y yo quede tendido, sin fuerzas. Yara ayudo a Laila a levantarse, pero esta apenas podía tenerse en pie. Parecía muy agotada. -La..i..a- Edwin y Yara se me quedaron viendo como si les hablara un muerto. Puede que efectivamente pensaran eso. -Es...as... ien...dije entre jadeos. La conciencia se me iba. es..as... ien...- repetí. Alain se inclinó y respondió. -Está agotada, utilizo su poder para sacar todo el veneno de tu cuerpo. Se encuentra débil, pero estará bien. No te preocupes.Se volvió a Yara. -Podrías cerrar su herida, no creo que sobreviva si pierde más sangre-. -Increíble...- susurro, Edwin -incluso esta consiente-. ~ 103 ~ -No por mucho-. Dijo Yara "¿Que quería decir con ello?" Se inclinó sobre mí y empezó a hacer algo extraño: con las uñas de los dedos índice y medio de su mano derecha frotaba rápidamente las cuatro uñas de su mano izquierda, hasta que saltaron algunas chispas, entonces extendió sus dedos y vi como ahora sus uñas tenían una pequeña chispa azulada en su punta. -Electro cauterización- dijo Alain. - Calentara el tejido con electricidad para detener la hemorragia¡¿Iban a electrocutarme?! Intente detenerla, pero no tenía fuerza para mover un solo musculo. No grite siquiera. Y Yara solo tardo unos segundos. Utilizo sus dedos como una pequeña sonda y pronto el sangrado se había detenido. Dolió. -Bien, es todo.- Dijo Alain.- Ahora Edwin, borra su memoria, lo dejaremos en un hospital de paso al portal. Los doctores ~ 104 ~ podrán realizar la transfusión y estará bien… "Suena...bien" perdía la conciencia. -No lo creo-. Dijo una voz salvaje. Desde mi posición vi a un hombre barbudo y peludo, vestido solo con un pants negro y descalzo acercándose flanqueado por dos monstruosos lobos. Y digo monstruosos porque en realidad lo eran, no eran lobos normales. Alcanzaban fácilmente los dos metros de pie. Sus patas traseras eran como las de un lobo, sí, pero a esa escala me recordaban el pie de un tiranosaurio. Su torso era grueso y musculoso. En lugar de patas delanteras tenía dos brazos largos terminados en potentes garras. Su cabeza era lobuna, pero sus ojos, amarillos y feroces, mosteaban inteligencia. Uno era de un azul muy oscuro, casi negro. El otro era gris, aunque oscuro, más claro que su compañero. Aunque estaba a punto de car desmayado, me llego su olor, como a perro mojado. ~ 105 ~ La vista se me nublaba. -No sé cuál era el interés de la chupasangre con ese humano. Pero intento convertirlo, y eso no nos agrada. Ya rompieron el tratado, no dejaremos que lo hagan de nuevo.- Ni siquiera me esforcé en comprender sus palabras -No habrá conversión. Sacamos casi todo el veneno de su cuerpo-. Dijo Yara. -No podemos arriesgarnos, verdad muchachos.- Los lobos soltaron ladridos de conformidad. -O se van, o se mueren-. -Porque no lo intentas Fido- Edwin estaba furioso, no creía que fuera por mí así que, ¿por qué sería? -Te moverás protector- dijo amenazante. -Tranquilos- pidió Alain- escúchanos primero, sucede que...-. -Pierdes tu tiempo Al- interrumpió Edwinlas bestias estúpidas no saben español-. ~ 106 ~ -Maldito, protector...- Parecía ser que el hombre se enojaba fácilmente. -Edwin, no esta ayudaaaandoooo- dijo Yara con un falsete en su voz. -Muévanse- ladro el sujeto -No- replico Edwin, de pie y con el bo preparado -Entonces.... MUERE-. Lo último que pude ver antes de desmayarme fue a tres hombres lobo, liderados por una enorme bestia de color negro, abalanzarse al ataque. ~ 107 ~ 1. Movimiento de capoeira angola que consiste en apoyar un pie y ambas manos en el suelo mientras giras, lanzando una poderosa patada al aire con el otro pie al momento en que las manos tocan el suelo, cuando se terminando completa el nuevamente medio de pie, giro, al efectuarse el giro completo. 2. Forma de practicar capoeira, donde los capoeristas forman un círculo en el que se integran luchadores y músicos, que llevan el ritmo e intensidad del combate. Durante la roda, los capoeristas que observan cantan y tocan las palmas para dar mayor energía a la misma. Puede ser una lucha amistosa sin contacto o un verdadero combate. 3.- Forma tradicional japonesa para sentarse, tanto para hombres como para mujeres. Consiste prácticamente sentarse sobre las rodillas ~ 108 ~ en ¿Para que luchar? ~ 109 ~ Soñé con mis amigos. Todos ellos se encontraban en la cafetería del instituto sentados en una sola mesa. Escuche las risas y supe que estaban hablando de algo divertido, aunque no sabía exactamente de qué. Todos ellos bebían lo que parece ser jugo de uva, en vasos de vidrio. Gab me miró y por señas pidió que me acercara, con gusto lo hice. Me dejé caer en uno de los asientos. Disfrutaba del bullicio escolar que me rodeaba, las risas tranquilas de los chicos del instituto, La paz me invadía. Este era mi mundo, era a donde pertenecía. Jhon me ofreció un vaso de jugo. Lo acepte con una sonrisa. Un olor dulzón llegó a mi nariz, aunque no era precisamente jugo de uva lo que olía... era algo diferente. Tenía un olor familiar, pero no sabia exactamente a qué. Bebí un poco, y escupí enseguida el contenido... efectivamente no era jugo, era.... SANGRE. ~ 110 ~ Mis amigos seguían hablando como si nada, sin notar mi reacción ni el creciente horror que se reflejaba en mi cara. Ya no escuchaba el bullicio de hace unos momento, solo había silencio, la estancia se oscurecía, el único lugar que poseía algo de luz es la mesa en donde estábamos. Mis amigos charlaban y bebían. Tenían colmillos, como en las películas de vampiros en el cine, con la sangre escurriendo por la comisura de sus bocas. El olor me golpeo de nuevo. Normalmente no soy muy sensible a la sangre, pero aun así me mareé. Me levanté bruscamente, tirando la silla al suelo, y me alejé corriendo. No llegué muy lejos. En el suelo vi a Laila, pálida como cadáver. "No, no, no". Laila esta muerta pero... El cadáver volteaba a verme, me gire para correr, pero allí estaban ellos dos. El cadáver de Edwin y Yara me impidieron seguir adelante, literalmente, me sostuvieron por los brazos y me empujaron hacia atrás. Me solté de algún modo y salí ~ 111 ~ corriendo a toda pasta. Vi a mi familia. Corrí hacia ellos. Me miraron, "Ellos están bien, están a salvo". Me saludaban con la mano. Traían ropa de playa. Estaba ya muy cerca. "Si, es allí donde debo ir. Con ellos. Allí seguro estaré a salvo." Sus miradas cambiaron, de pronto todos ellos empiezan a sonreír pero su sonrisa se sigue ensanchando, mostrando una larga fila de colmillos. Su boca se alarga hasta parecer un hocico. Sus cuerpos crecen y.... "¡¡MAMA, PAPA, HERMANAS!!" No...por favor... no. Solo es una pesadilla, solo es una pesadilla" Cadáveres, licántropos y vampiros me caen encima. Desperté. Mi garganta estaba seca, no podía mover un solo musculo. Estaba envuelto en un abrigo de varias mantas, y pese a todo moría de frio. Notaba el rugido del motor. Al parecer me encontraba recostado en el asiento de un auto, tan agotado que ni siquiera grite por el mal sueño. La pesadilla ~ 112 ~ me había aterrorizado, no lo niego, pero no tenía fuerzas ni para moverme ni para emitir cualquier sonido más alto que un leve quejido. Mi respiración es agitada, pero las mantas, o lo que sea que me cubra, no permite que se note. Sentía la brisa en mi rostro. Escuché el viento en mis oídos. sensación y el Juzgando por la sonido, íbamos a gran velocidad. No quería abrir los ojos. No tenía idea de donde estaba, pero no importaba. Poco a poco el recuerdo de la pesadilla se difuminaba, dejando el terror en segundo plano, sustituido por el cansancio. Un aroma dulce invadió mis sentidos. Aún en mi estado de debilidad reconocía ese perfume, "Laila." Sonreí imperceptiblemente. No quise abrir los ojos, si ese aroma era un sueño, quería seguir dormido. Me empezaba a relajar nuevamente, sumiéndome en la inconsciencia. Decidí no despertar para siempre… ~ 113 ~ ~ 114 ~ Epilogo Mi muerte es tan borrosa que cada vez que la intento contar mi imaginación revolotea y explota, siempre es la misma historia, quisiera suponer que mi historia fue tan cruel que prefiero contarla como una historia llena de fantasías o tan patética que mostrándola así ya no suena tanto, al fin y al cabo, lo dejo a su veredicto… (Yo pienso que fue absurda y por algo que no lo valió) ~ 115 ~