Sección: E SECCIÓN SEGUNDA DE LA AUDIENCIA Proc.: APELACIÓ N AUTOS Planta Pamplona/Iruña Nº: 0000116/2016 Teléfono: 848.42.41.06 NIG: 3120143220150002416 Fax.: 848.42.41.56 Resolución: Auto 000183/2016 APE92 Diligencias Previas 0000580/2015 -00 Jdo. Instrucción Nº 2 de Pamplona/Iruña PROVINCIAL DE NAVARRA INSTRUCCIÓN c/ San Roque, 4 -2ª A U T O Nº 000183/2016 DIlmos/a. Sres/a. Presidente D. …..... Magistrados D. …....... (Ponente) Dª. …. En Pamplona/Iruña, a 17 de junio del 2016. Visto por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra, constituida por los Ilmos. Sres. Magistrados que al margen se expresan, en grado de apelación el Rollo Penal nº 116/2016, derivado de Diligencias Previas nº 580/2015 del Jdo. Instrucción Nº 2 de Pamplona/Iruña: siendo parte apelante: D …....., representado por la Procuradora Dª Mª ….... y parte apelada: D ….........., representados por el Procurador D. …....... y asistido del Letrado D......... y el Ministerio Fiscal Siendo Ponente el Ilmo. Sr. Magistrado D. …....... I.-ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO.-El Juzgado de Instrucción Nº 2 de Pamplona/Iruña, en los autos de Diligencias Previas nº 580/2015 dictó Auto con fecha 19 de enero de 2016, cuya parte dispositiva es del siguiente tenor literal: << PARTE DISPOSITIVA Se acuerda el SOBRESEIMIENTO LIBRE y el ARCHIVO de la presente causa, imponiendo las costas del procedimiento a la acusación particular, por su temeridad. Notifíquese a las partes, a quienes pueda causar perjuicio y al Mº Fiscal, haciéndoles saber que contra el auto cabe interponer, ante este Órgano Judicial, RECURSO DE REFORMA en el plazo de los TRES DÍAS siguientes a su notificación y/o RECURSO DE APELACIÓN, subsidiariamente con el de reforma o por separado, apelación por la Procuradora de los Tribunales DÑA. …..., en nombre y representación procesal de D. …....., habiendo sido impugnado por el Ministerio Fiscal y el Procurador de los Tribunales D. …..., en nombre y representación de D. …..... TERCERO.-Remitidas las actuaciones a esta Audiencia Provincial el conocimiento del recurso correspondió, previo reparto, a esta Sección en donde se incoó el Rollo Penal de Sala nº 116/2016, en el que se designó ponente al Ilmo. Sr. Magistrado D. …...., señalándose día para su deliberación y resolución. II.-RAZONAMIENTOSJURÍDICOS PRIMERO.-Incoadas diligencias previas en virtud de denuncia y posterior querella por un delito de uso de documento falso tipificado en el artículo 396 del Código Penal, por el Juzgado de Instrucción se dictó Auto de fecha 19 de enero de 2016 acordando el sobreseimiento libre y archivo de la causa en virtud de los siguientes razonamientos jurídicos, expresados en el fundamento de derecho primero de dicha resolución: <<Las diligencias de instrucción practicadas, singularmente la declaración del propio denunciante y del testigo Sr. …..., así como la documental obrante en la causa, y las declaraciones de los querellados, no han permitido concluir que existan, siquiera, indicios racionales de la existencia del delito que se imputa en la denuncia y, posteriormente, en la querella. En efecto, el artículo 396 del Código Penal castiga al que, a sabiendas de su falsedad, presentare en juicio o, para perjudicar a otro, hiciere uso de un documento privado falso. Para la existencia del delito es necesario que quien hace uso del documento falso no haya cometido la falsedad y haya hecho uso de ese documento con conocimiento aquella. De las diligencias practicadas se desprende que quienes interpusieron la demanda ante la jurisdicción social contra el denunciante no eran directivos del Club Atlético Osasuna en el momento en que se firmó el contrato con aquel y no existe el más mínimo, no ya prueba sino indicio, de que tuvieran conocimiento de esa presunta falsedad cuando ejercieron las acciones legales ante la jurisdicción social. En este sentido, las explicaciones que han dado en el día de hoy los investigados son plenamente coherentes, creíbles y verosímiles y, además, vienen corroboradas por el resto de las diligencias practicadas en este procedimiento. De hecho, ni en la denuncia ni en la querella se indican cuáles son los indicios que considera existentes el denunciante para afirmar que los denunciados tenían conocimiento de la falsedad del contrato y, a pesar de ello, hicieron uso del mismo para interponer contra él una demanda, más allá de la mera manifestación relativa a que así se les indicó al contestar la conciliación administrativa previa, lo que, evidentemente, no es un indicio de la existencia del delito imputado. Por otro lado, es más que dudoso que el contrato que el denunciante afirma ser falso lo sea en realidad, pues dicha falsedad se contradice con la valoración conjunta de los datos obrante en las actuaciones. El jugador niega haber firmado el contrato pero reconoce que hubo conversaciones con Osasuna, está acreditado que el documento (una copia escaneada) se remitió desde su propio correo electrónico y también se remitieron desde esa cuenta mensajes que acreditan la existencia de negociaciones para la contratación del Juzgador. Consta, igualmente, que era público y notorio, al menos para los medios de comunicación deportivos, la existencia de esas negociaciones e, incluso, la contratación del jugador por parte del Osasuna. El propio representante del jugador ha declarado como testigo en las estas diligencias y ha afirmado que el contrato firmado le fue remitido por el denunciante como consecuencia de haber concluido las negociaciones para cerrar su contratación y consta que, efectivamente, se produjeron dichas negociaciones y que el propio jugador indicó en un correo electrónico a su representante las condiciones que consideraba necesario exigir. Constan, igualmente, las advertencias que, una vez cerrado el acuerdo, le hizo su representante ante la incomparecencia del denunciante, el silencio del jugador ante dichas advertencias y, lo que es más importante, que en momento alguno indicó a quien le interpelaba para que cumpliera el contrato (su propio representante) que dicho contrato no existía y que alguien le había falsificado la firma, cosa que resulta inexplicable de ser ciertos los hechos que se afirman en la querella. Todo lo anterior ha de poner en relación con un dato que podría justificar el presunto incumplimiento contractual por parte del denunciante (presunto porque no corresponde a esta jurisdicción penal decidir sobre dicha cuestión): que Osasuna terminó esa temporada descendiendo de categoría y, en consecuencia, ya no tenía interés para el denunciante venir a jugar con el Club Atlético Osasuna. Las alegaciones del denunciante acerca de que alguien de la empresa que le representaba pudo mandar ese contrato desde su cuenta de correo electrónico no se compadece con las reglas de la lógica y la experiencia y, desde luego, están completamente huérfanas de prueba. La valoración conjunta de todos esos datos permite concluir que, al menos indiciariamente, el contrato existió o, en sentido contrario, que no existen indicios racionales de que el documento que el denunciante reputa falso, por haberse plasmado en él una firma que él no puso, lo sea realmente. A mayor abundamiento, no resulta técnicamente posible practicar una pericial caligráfica para determinar la autenticidad de la firma que el denunciante reputa falsa puesto que no contamos con la firma original, lo que impide que los peritos puedan realizar un informe sobre dicho particular, pues para ello es necesario examinar el original del documento presuntamente falsificado, algo que es notorio en la jurisdicción penal En definitiva y conforme a lo razonado, de lo actuado no se desprenden indicios racionales de que haya ocurrido el hecho que dio lugar a la formación de la causa y no existen más diligencias que puedan practicarse obtener dichos indicios, por lo que, de acuerdo con lo dispuesto en el art. 641.1º de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, procede decretar el sobreseimiento libre de las actuaciones y, conforme al art. 634 del mismo texto legal, no existiendo diligencias pendientes de ejecutar, el archivo de la causa.>> Asimismo, en el auto mencionado, se acuerda imponer las costas del procedimiento a la acusación particular, de conformidad con lo previsto en los artículos 239 y 240.3º) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, al apreciarse que ha obrado con temeridad, lo que se justifica en el fundamento de derecho segundo, tras exponer la doctrina del Tribunal Supremo recogida en Sentencia de 9 de junio de 2014, en los siguientes términos: <<Pues bien, a la vista de lo ya indicado en el anterior fundamento jurídico, este Instructor considera, en conciencia, que la actuación del denunciante/querellante debe reputarse, sin lugar a dudas, cuando menos como temeraria, pues no de otra manera ha de calificarse la actuación de quien, reclamado por la vía jurisdiccional oportuna por un presunto incumplimiento contractual, reacciona frente a dicha reclamación interponiendo una querella imputando la comisión de un delito del que no tiene, no ya pruebas, sino el más mínimo indicio de su realidad, siendo que, por el contrario, conoce que existen otros indicios y aún pruebas de la falta de verdad de los hechos en los que sustenta la querella. Se dice esto porque, a la vista de la documental obrante en las actuaciones, las noticias periodísticas aportadas (que revelan lo que era, prácticamente, un hecho público y notorio), los mensajes intercambiados entre el jugador y su representante, la declaración testifical de éste, y las inverosímiles y, en ocasiones, absurdas explicaciones que ofreció el querellante cuando prestó declaración ante este Instructor, unido al hecho cierto del evidente interés que tiene quien, como letrado del querellante, ha actuado en el presente procedimiento (el Sr. ….., actual presidente del Real Racing Club de Santander, también demandado por el Club Atlético Osasuna, como es de ver en las copias de la demanda que obran en el procedimiento), ha de concluirse que la presente querella estuvo presidida por la exclusiva intención de contrarrestar, a cualquier precio, la demanda que se había interpuesto contra él por el Club Atlético Osasuna, a sabiendas de que no existía el más mínimo indicios de la comisión del delito que se imputaba a los querellados, pues no puede reputarse tal la mera comunicación a estos de la inexistencia del contrato en la previa conciliación administrativa celebrada. De admitirse ello, bastaría indicar a quien pretende ejercitar acciones civiles contra una persona que se le indique que los documentos en los que funda su pretensión son falsos para justificar la interposición de una querella criminal por falsedad de uso, lo que es de todo punto inaceptable. En definitiva, procede imponer las costas del presente procedimiento al querellante, por su temeridad en el planteamiento de la denuncia, primero, y la querella después. >> SEGUNDO.-Frente a dicha resolución se interpone recurso de apelación por la representación procesal del denunciante y querellante. D. ........, solicitando de esta Audiencia Provincial dicte resolución “mediante la que se estime dicho recurso, revocándose íntegramente el auto recurrido y ordenándose al Instructor continúe con la tramitación de la causa.” El recurso interpuesto se fundamenta en las siguientes consideraciones: PRIMERA.-Este éste el segundo auto de archivo de la causa dictado por el Sr. Instructor, aun cuando en este ocasión invoca, por error, el art. 64.1º de la LECrim para fundamentar un sobreseimiento libre que debiera haber encajado, siguiendo su mismo razonamiento, en el art. 637.2º de igual Ley de enjuiciar. Ello sin embargo, no tiene mayor trascendencia , a diferencia, claro ésta , de la sazones que han llevado a SSª a negar exista el más mínimo indicio de la comisión del delito de falsedad de uso del art. 396 del CP imputado a los denunciados querellados, o lo que es igual , que ambos investigados tuvieran conocimiento de la falsedad del contrato de trabajo litigioso cuando, en representación del Club Atlético Osasuna, ejercitaron la reclamación laboral contra el denunciante , D. ........ y el Real Racing Club de Santander SAD. En concreto, y en el caso de D. ….., cuando el mismo presentó el 27-11-2015 la papeleta de demanda de conciliación administrativa ante el Departamento de Economía, Hacienda, Industria y Empleo del Gobierno de Navarra, que dio lugar al expte. Nº 2880/14 y en el caso de D. …...., cuando formuló la correspondiente demanda ante la jurisdicción social en fecha 19-1-2015, con iguales pretensiones resarcitorias y frente a los mismos demandados. Craso error. En efecto, conforme a lo argumentado por esta acusación el recurso de reforma interpuesto en su día contra el primero de los autos de archivo citados, el de 29-1-2015, “En cuanto que se trata de un delito formal que se consuma con la sola presentación del documento falso, a sabiendas de su falsead, la utilización que se viene haciendo en nuestro caso del contrato de trabajo de jugador profesional, fechado el día 7-1-2014 y supuestamente firmado por el denunciante, pero cuya firma no es en realidad de su puño y letra , es decir, no es original de él, colma plenamente las exigencias de este tipo penal, que no requiere ningún dolo específico pues una de las conductas previstas en este artículo consiste simplemente en hacer uso de un documento privado falso”. Pues bien, al respecto no hay duda: 1º-Que es susodicho contrato ha sido manipulado. Solo basta comparar el llamado por ello contrato original que se presenta por el Club Atlético Osasuna en la Liga Nacional de futbol Profesional (LNFP) con cualquier de los dos supuestos contratos supuestamente enviados a través de la cuenta de correo electrónico del jugador al representante de éste, el Sr. …..., que se aportan con el sello de la Notaría (resulta curioso que este hecho no llame la atención de SSª, pese a tratarse de documentos con fechas distintas; 2-12-2013 y 7-2-2014). De un simple análisis comparativo de mencionados documentos son de apreciar claramente las diferencias existentes en la última página de ambos, lo que denota una evidente manipulación del referido contrato. 2º-Que ambos investigados conocieron tal manipulación y, en consecuencia, su falsedad, con anterioridad al ejercicio por su parte de las correspondientes acciones legales ante la jurisdicción social El Sr. ….., porque supo del expediente de la LNFP, donde el jugador había ya negado que fuera su firma la estampada en el lugar de “Por el jugador”,Y el Sr. Sabalza , porque, además de conocer, para entones, esto es cuando interpone la demanda laboral, dicho expediente federativo en su integridad y lo en él resuelto, supo también de la advertencia efectuada por el Letrado del jugador en el acto de conciliación acerca de la falsedad de tan repetido contrato . Esto, que es negado por ambos investigados en su declaración judicial del pasado día 29-1-2016, se desprende del propio acuerdo adoptado por la Liga (cuya copia se adjunta al presente escrito de recurso) y del acta de conciliación administrativa previa (cuya copia, asimismo se acompaña en este acto). En consecuencia, los indicios acerca del conocimiento por parte de los investigados de esa presunta falsedad de tan repetido contrato de trabajo son más que evidentes; y en todo caso, suficientes como para proseguir con la tramitación de las presentes Diligencias Previas por los trámites del Procedimiento Abreviado por ser los hechos denunciados constitutivos de un delito de falsedad de uso, previsto y penado en el art. 396 del CP, no sin antes practicar las pruebas periciales caligráficas y sobre equipos informáticos interesadas por el Mº Fiscal en su escrito de 16-12 2015, de estimarse necesarias o indispensables para formula acusación en esta causa. SEGUNDA.-Para finalizar no podemos esta más en desacuerdo con el pronunciamiento sobre costas que se contiene en el auto recurrido por varias razones: 1ª)Primera, y principal, porque reputar la actuación del denunciante-querellante de temeraria por el simple hecho de defenderse de la utilización fraudulenta por parte del Club atlético Osasuna de un contrato supuestamente firmado por él, pretendiendo, primero, inscribirle en la LNFP como jugador suyo, y después , resarcirse de unos hipotéticos daños y perjuicios sobre la base de un incumplimiento contractual inexistente, es cuando menos, excesiva y, en todo caso, constituye una interpretación del resultado de las diligencia practicadas en la causa total y absolutamente infundada. 2ª) Porque, elevar a la categoría de hecho público y notorio las noticias publicadas en los periódicos sobre este particular dotar a los mensajes de correo electrónico mencionados de una validez que evidentemente no tiene, ni tan siquiera como documentos ni como otro medio de prueba; santificar la declaración de un representante del jugado con intereses mas que evidente en el caso a juzgar por el contrato paralelo que tenía suscrito con el Club Atlético Osasuna; y todo ello hacerlo en detrimento de de la declaración del querellante, muy limitado en la expresión de sus ideas por el escaso conocimiento del idioma y muy confundido también por la actitud vehemente por momentos del Instructor durante su declaración, resulta, cuando menos, procesalmente incorrecto, en el plano estrictamente jurídico y poco respetuoso, en lo personal, para con la persona del querellante y de su Letrado, quien, dicho sea de paso, no alcanza a entender las insinuaciones que se deslizan en dicho Auto a propósito de su interés en la causa, cuando en todo momento ha actuado aquí como profesional, pues no en vano ha sido Letrado del Sr. ….... dese el mes de julio de 2014, actuando en esa condición ante la LNFP, antes por tanto de la interposición de la denuncia incoadora del presente procedimiento , fechada el 12-12-2014, y mucho antes, por supuesto, de ser nombrado para el cargo de Presidente del Real Racing Club de Santander , en fecha 14-6-2015, tal y como resulta de la nota simple del Registro Mercantil de Santander , que igualmente se aporta.>> TERCERO.-El recurso de apelación planteado en los términos que acabamos de transcribir debe ser desestimado de conformidad con los razonamientos jurídicos del auto impugnado que esta Sala no puede sino compartir, asumiéndolos como propios y parte integrante de la presente resolución, por cuanto el Juez instructor ha justificado sobradamente y de forma ampliamente motivada la inexistencia de indicio delictivo alguno que permita continuar las diligencias contra los querellados; esto es, como señala en su resolución, “indicios racionales de que haya ocurrido el hecho que dio lugar a la formación de la causa ”; antes al contrario, el conjunto probatorio, si se quiere también indiciariamente, apuntan a la existencia del contrato que se reputa falso por el querellante. En todo caso, y lo que es más relevante para resolver, incluso aunque concediésemos dialécticamente que dicho contrato es falso por suplantación de la firma escaneada del jugador, lo que resulta incuestionable es la falta del más mínimo indicio de que alguno cualquiera de los dos querellados tuviere conocimiento de su falsedad pues, como se razona a este respecto en el auto recurrido, la mera afirmación en tal sentido de quien ha sido demandado en la jurisdicción laboral resulta completamente insuficiente no ya para proporcionar dicho conocimiento, que constituye requisito ineludible del delito tipificado en el artículo 396 del Código Penal, sino, siquiera, para sembrar una sospecha mínimamente fundada sobre su autenticidad, siendo acertadas las consideraciones del Ministerio Fiscal (escrito de oposición al recurso de apelación) cuando señala que “las personas a las que el recurrente imputa el uso del falso documento no tuvieron ninguna participación en las negociaciones con el querellante ni en la celebración o no de dicho contrato. No hay prueba alguna de que en el momento en que lo utilizaron para hacer las reclamaciones que estimaron pertinentes tuvieran conocimiento de la “presunta falsedad del contrato”, tampoco el denunciante aporta prueba alguna ni indicio de este conocimiento.” Frente a ello, la circunstancia de que, tal y como se recoge en el antecedente de hecho tercero de la Resolución de fecha 31 de julio de 2014 de la Liga Nacional de Fútbol Profesional (aportada por fotocopia con el escrito de interposición del recurso de apelación) el Real Racing Club dejase constancia de que “el Contrato inscrito por Osasuna en la LFP carece jurídicamente de validez, al tratarse de un documento no original, con firma escaneada e impugnada expresamente por el Jugador”, o el contenido (fundamento de derecho tercero apartado 2) de dicha resolución) de la carta remitida por el Jugador el 21 de julio de 2014 a la LFP manifestando expresamente que nunca ha firmado contrato alguno con Osasuna y que el contrato presentado el día 31 de enero de 2014 carece de toda validez, no invalida las acertadas consideraciones del auto recurrido. Cabe añadir que aun en el supuesto de que el propio jugador no hubiera plasmado personalmente su firma escaneada en el contrato cuestionado, sino otra persona, tal circunstancia, por si sola, tampoco acreditaría su falsedad pues no es infrecuente que, en virtud de relaciones las personales o profesionales existentes entre ellas, una firme por otra con su autorización, lo que conforme a la jurisprudencia del Tribunal Supremo resultaría atípico penalmente (así, SSTS núm. 1561/2001, de 14 de septiembre y núm. 651/2007, de 13 de julio), pues “la imitación de la firma de otro con autorización de éste para surtir efectos en un contrato del imitado no constituye una suplantación punible (art. 290-3 CP) y por tanto no supone la comisión de un delito de falsedad documental al existir sólo una falsedad formal, pero no una falsedad material”. Y en el mismo sentido, para un caso de firma escaneada, Auto núm. 501/2008, de 13 de junio de la Sección 5ª de la Audiencia Provincial de Barcelona (JUR 2009/43962). Sería preciso, para apreciar la falsedad documental, que se hubiera actuado sin autorización o consentimiento del jugador y en tal caso, que constituye la hipótesis apuntada por el querellante, la falsedad cometida provendría de alguna persona de su círculo personal o profesional más próximo, resultando llamativo, como se expone por la representación procesal de los querellados en su escrito de oposición al recurso, que “sabiendo que existía un contrato firmado por el con Osasuna, nunca ha ejercido ni ejerció acción alguna contra sus representantes, como consecuencia de la existencia de ese contrato, lo que es del todo punto ilógico, no ejercer acción alguna ni verbalmente ni por correo u otro medio escrito, cuando se tiene conocimiento, como así lo afirma de que han “firmado” o usado su firma en un contrato de esa naturaleza, con emolumentos anuales superiores a 300.000 €, sin su consentimiento”; contrato de cuya existencia, en tal hipótesis, tenía pleno conocimiento con mucha antelación a la de presentación de la denuncia el 12 de diciembre de 2014. En conclusión, por todo lo anteriormente expuesto y razonado, procede la desestimación del recurso en cuanto a la pretensión del apelante de revocar el sobreseimiento y continuar con la tramitación de la causa. CUARTO.-Igual suerte desestimatoria debe correr el recurso en cuanto a la impugnación del pronunciamiento por el que se le imponen las costas del procedimiento pues las razones dadas por el Juez instructor y por las que ha apreciado que el querellante ha actuado, al menos, con temeridad, se ajustan a la doctrina del Tribunal Supremo que se compendia en la Sentencia del Tribunal Supremo de 9 de junio de 2014, ampliamente reproducida en el fundamento derecho segundo del auto que se recurre. En efecto, de temeraria, por carecer de una mínima consistencia, cabe catalogar la acción penal ejercitada por el querellante contra los dos querellados cuando éstos, que ninguna participación tuvieron en la formalización del contrato supuestamente falso, incluso en caso de haberse producido tal falsedad, no podían tener conocimiento de ella por razón de sus respectivos cargos en el Club, viniendo, por el contrario, en cumplimiento de sus respectivas funciones, a ejercitar las acciones en defensa de su interés, no siendo razonable pretender hacerles responsables criminales de un delito de uso de documento falso cuando ni la falsedad del contrato de trabajo en cuestión se atisba, ni siquiera indiciariamente, ni se ejercitan acciones por la comisión de un supuesto delito de falsedad en documento privado del artículo 395 del Código Penal; siendo por lo demás innegable que la presentación de la denuncia y posterior querella tienen lugar como reacción a la reclamación formulada contra el querellante ante la jurisdicción laboral por un posible incumplimiento contractual; de ahí que resulte razonable la vinculación que a este respecto se hace en el auto recurrido entre ambos procedimientos (vid. STS núm. 970/2013, de 18 de diciembre, sobre imposición de costas al querellante “al quedar acreditado que éste ha utilizado el proceso penal al servicio de fines distintos a aquellos que justifican su exigencia intentando paralizar el cobro de las deudas generadas para el citado acusado absuelto y determinando su estado de insolvencia.”). QUINTO.-Dada la desestimación del recurso de apelación interpuesto, procede imponer a la parte apelante el pago de las costas ocasionadas en esta apelación, de conformidad con lo previsto en los artículos 240 y 901 de la LECrim, aplicable este último por razón de analogía. Vistos los preceptos legales citados y demás de general y pertinente aplicación. III.-PARTE DISPOSITIVA LA SALA ACUERDA: Que, desestimando el recurso de apelación interpuesto por la Procuradora de los Tribunales DÑA. ….., en nombre y representación procesal de D. ........, contra el Auto de fecha 19 de enero de 2016, dictado en el Procedimiento de Diligencias Previas Nº 580/2015 del Juzgado de Instrucción Nº 2 de Pamplona/Iruña, debemos confirmar y confirmamos íntegramente dicha resolución, con expresa imposición a la parte apelante de las costas ocasionadas en la presente apelación. Así por este nuestro Auto, que es firme, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.