6CFE01-520 2/12 El aprovechamiento de biomasa residual (ramas y copas) en cortas a hecho de coníferas en Soria (España) TOLOSANA ESTEBAN, E.1, LAINA RELAÑO, R.1, MARTINEZ FERRARI, R.1 AMBROSIO TORRIJOS, Y. 1 1 y Departamento de Economía y Gestión Forestal. Universidad Politécnica de Madrid. Resumen Con objeto de estimar los rendimientos y costes unitarios de la extracción de biomasa forestal en cortas finales de coníferas en España se estudiaron dos cortas de regeneración “a hecho”, una mecanizada – con cosechadora y autocargador - sobre pino resinero (Pinus pinaster Ait.) en terreno llano (Quintana Redonda, Soria), y otra semi-mecanizada sobre pino albar (Pinus sylvestris L.) en terreno de pendiente moderada – con motosierra y tractor de arrastre o skidder - en Pinar Grande (Soria). En cada sitio, se ejecutaron distintos esquemas de trabajo de extracción y astillado de la biomasa bruta. Se ejecutó astillado fijo (en cargadero), astillado móvil (en monte, sobre biomasa previamente acordonada – con tractor auxiliar en el caso semi-mecanizado y con la propia cosechadora en el mecanizado –) y con la biomasa dispersa. El astillado fijo resultó siempre preferible al móvil, y el aprovechamiento integrado (biomasa acordonada) resultó preferible al de biomasa dispersa, especialmente si además estaba seca. El análisis económico muestra que, tanto por tonelada como por hectárea, la mayor rentabilidad en condiciones actuales de mercado corresponde a producir biomasa astillada en cargadero (incluyendo en la fracción astillada ramas, copas y madera delgada destinada normalmente a trituración) frente al resto de alternativas (obtención sólo de madera de industria o de ambos productos de forma integrada). Se analizaron también las características energéticas de la astilla obtenida. Palabras clave Biomasa forestal, estudio de tiempos, astillado, mecanización, costes. 1. Introducción Las cortas a hecho suponen una intervención selvícola que se realiza al final de un turno de ordenación, y cuya función es retirar la masa arbórea madura para permitir el desarrollo del regenerado. El temperamento de la especie y otras consideraciones técnicas y sociales permiten en determinados casos la aplicación de este tratamiento, que suele conllevar un aprovechamiento menos costoso que las cortas parciales, como las llamadas “entresacas” (claras y clareos) o las cortas selectivas de regeneración conocidas como por “aclareo sucesivo” o las cortas sanitarias o “de policía”. Esta intervención selvícola puede ser el aprovechamiento maderero que obtiene productos de mayor valor económico, y por tanto proporciona más ingresos a la propiedad, a la empresa rematante y a la administración forestal (en el caso de montes públicos) desde el comienzo del ciclo de una masa regular. Se han estudiado cortas a hecho sobre masas de Pinus sylvestris L. y Pinus pinaster Ait en la provincia de Soria. Las masas de pino silvestre ocupan en Castilla y Leon 356.000 ha, de las cuales 194.000 son naturales. Esto supone el 18% de la masa forestal arbolada. Según el 3er IFN (JCYL,2005), estas cifras se traducen en 41 millones de metros cúbicos de madera 3/12 con un crecimiento anual de casi 2 millones. En los primeros años del siglo XXI, la extracción de su madera se ha mantenido constante en torno a los 400.000 metros cúbicos con corteza y la tendencia es creciente (TOLOSANA et al., 2008) Esto se debe a que su madera es una de las de más calidad de las que se ofrecen en España, por la rectitud de los fustes, que además suelen estar limpios de ramas al menos en la parte basal, porque apenas presenta madera juvenil ni es frecuente encontrar madera de reacción…(TOLOSANA et al., 2004). Este aprovechamiento de madera está generando restos de corta que pueden ser empleados con fines energéticos. La especie Pinus pinaster Ait, representa un 14 % de la superficie forestal arbolada de Castilla y León, con un total de 412.000 ha. En volumen, 39 millones de m3 de existencias, es la segunda especie, por detrás del Pinus sylvestris L., y tiene un crecimiento de 2 millones de m3/año. El monte de Pinus sylvestris L. se encontraba en Pinar Grande, M.U.P. del ayuntamiento de Soria y Mancomunidad de los 150 pueblos. Con una superficie de 8 ha, ordenado y en un tramo de regeneración. El monte de Pinus pinaster Ait. Se encontraba en Quintana Redonda (Soria), en un monte propiedad del Ayuntamiento, con una superficie de 4 ha, que había sido resinado en el pasado y presentaba ejemplares de Quercus pyrenaica Willd. con altura en torno a los 2,5 m. 2. Objetivos El principal objetivo es valorar el coste de extracción de biomasa (ramas y puntas de árbol) como complemento a un aprovechamiento maderero en cortas finales según tipo de masa y sistema de trabajo. Los objetivos secundarios pero necesarios para alcanzar el objetivo principal son: · Determinar la proporción de biomasa frente al fuste en operaciones de estas características. · Determinar la extracción de biomasa por unidad de superficie. · Analizar la influencia de algunas variables en el coste unitario de extracción de biomasa. 3. Metodología El estudio de tiempos y rendimientos se aplicó sobre dos aprovechamientos distintos. Una corta de regeneración de Pinus sylvestris L., con apeo manual y saca de fuste entero con skidder, con una posterior saca de biomasa en autocargador (S1). El segundo aprovechamiento fue una corta de regeneración de Pinus pinaster Ait., con apeo y procesado mecanizado y saca de madera y biomasa con autocargador (S2). Tabla 1. Sistemas de trabajo y medios. FASE Apeo y procesado Saca madera Saca biomasa Astillado (y en su caso saca) Transporte S1 P. sylvestris S2 P. pinaster Cosechadora Ponsse Ergo 205 Motosierra kW. Skidder, fuste entero. Timberjack Autocargador. Madera corta.John 240 A, 88 kW Deere 1410 D, 129 kW Autocargador Dingo 109 kW Autocargador John Deere 1410D Astilladora de tambor con cuchillas Ejo, motor propio 405 kW montada sobre John Deere 1410D Camión articulado fuste entero Clasificación, madera corta y 4/12 astilla. En S1 se empleó un equipo de trabajo formado por 3 motoserristas que apearon, despuntaron y desramaron los pies. Dejando el fuste entero en monte para ser arrastrado posteriormente por un skidder Timberjack. Emplearon dos modelos, uno de 100 CV y otro de 160 CV. El apeo fue dirigido para optimizar el trabajo del motoserrista. En el proceso de arrastre, las ramas y puntas fueron pisadas por la maquinaria. Se fragmentaron y “ensuciaron” con el suelo. Posteriormente se ensayaron dos modalidades de extracción de biomasa. La saca de biomasa bruta con autocargador con remolque maderero a cargadero y el astillado móvil en monte (autocargador con contenedor de astillas que porta astilladora con motor propio, grúa y pinza). En S2 se empleó una máquina cosechadora para el apeo, desramado, tronzado y clasificación de madera y biomasa. El trabajo estuvo apoyado por un motoserrista auxiliar, para apeo de pies resinados y para desramado de piezas muy gruesas. Posteriormente y para la saca de madera se empleó un autocargador. La biomasa fue producida mediante dos sistemas de trabajo: a.- Separación en cordones de ramas y puntas con un aprovechamiento de 12-18 cm en punta delgada (p.d.). De esta forma se mantiene el material más limpio y entero, facilitando la fase posterior. b.- Sin separar en cordones ramas y puntas con un aprovechamiento de hasta 12 en p.d. y siendo este material pisado por la máquina cosechadora, fragmentándolo y dificultando la fase posterior. Después, se hizo la saca de madera mediante autocargador. Para las ramas y puntas se emplearon dos alternativas: · Extracción mediante autocargador, con remolque maderero, apilado y posterior astillado en cargadero. · Astillado en monte con astilladora móvil montada sobre autocargador. Todas estas alternativas estudiadas se ilustran en el esquema de la Figura 1. El astillado en monte o en cargadero es una opción de sistema de trabajo que busca reducir el coste de transporte y dar un valor añadido al producto. El empacado es otro sistema de procesado de la biomasa en monte que mejora la compactación y conservación del material, pero no dota a la biomasa de mayor valor añadido. En estos estudios se ha optado por un astillado con astilladora de cuchillas Erjo montada sobre autocargador John Deere 1410, que incluye también una grúa con pinza maderera y un contenedor de 22 m 3. Las cuchillas astillan el material que es propulsado por unas paletas a través de un cañón al contenedor. Esta máquina puede trabajar tanto en el cargadero como en el monte, aunque debido a su elevado peso, 27 t, se dificulta su movilidad en suelos forestales en época de lluvias. El transporte de biomasa se hizo con camiones de piso móvil de 88 m3 de capacidad. Estos camiones fueron cargados desde el contenedor basculante de la astilladora móvil descrita. 5/12 Aprovechamiento de madera y biomasa (ramas y puntas) Apeo mecanizado con cosechadora y autocargador en Pinus pinaster Ait.(S2) Saca de madera con autocargador Saca de biomasa con autocargador Astilladora móvil en monte y saca de astillas Apeo con motosierra, saca de madera con skidder en fustes en largo y biomasa con autocargador sobre Pinus sylvestris L.(S1) Saca de fustes con skidder Astillado en cargadero Madera corta clasificada Saca de biomasa con autocargador Astilladora móvil en monte y saca de astillas Astillado en cargadero Madera en largo Biomasa/ astillas Biomasa/ astillas Figura 1 Esquemas de trabajo en los sistemas estudiados, S1 y S2 Para alcanzar los objetivos definidos se ejecutó un inventario forestal previo del recurso. Consistió en la ejecución de un muestreo sistemático de 15 parcelas circulares en cada aprovechamiento de 12,5 m de radio. En cada parcela se hizo un conteo de pies y se midieron las alturas y diámetros. Para estimar la biomasa de cada pie, y complementar el anterior inventario, se eligieron aleatoriamente 15 árboles muestra cubriendo el rango diamétrico presente en cada aprovechamiento, para ser apeados, separadas sus partes y pesadas. Para la elección de árboles a muestrear se marcó un itinerario con rumbo aleatorio que atravesara la masa y se establecieron paradas separadas entre sí una distancia fija definida a priori. En cada parada se eligió el árbol más próximo, y conforme se fueron muestreando las clases diamétricas marcadas, se eligió el árbol más próximo a la parada que perteneciera a una clase diamétrica no muestreada. En este inventario se excluyeron los árboles que no fueran representativos: malformaciones del fuste, moribundos, secos,… Para cada árbol seleccionado de la muestra, la secuencia del proceso de apeo y medición en el campo era la siguiente: 1.-Medición del diámetro normal y diámetro del tocón con forcípula. 2.-Medición la altura del tocón, altura del árbol y altura de fuste (hasta 7 cm en punta delgada) con cinta métrica. 3.-Separación y pesada de la biomasa en fracciones del árbol siguiendo la metodología del INIA para la caracterización de las principales especies (MONTERO et al., 2005). 4.- Toma de muestras de cada fracción y de cada árbol de entre 500 y 1.000 g para posterior secado en laboratorio y determinación de la humedad. 6/12 De esta forma quedó estimado el recurso total de biomasa total en ambos aprovechamientos. El estudio de tiempos en los trabajos forestales en España no ha sido muy frecuente. Los trabajos forestales están sujetos a muchas variables. La metodología requiere planificación específica, cierta instrumentación y dedicación de personal cualificado para su desarrollo. Tan sólo empresas como TRAGSA, Universidades como la Escuela de Ingenieros de Montes de la Universidad Politécnica de Madrid (TOLOSANA, 2009), la de Vigo en colaboración con CIS Madeira (SANZ et al., 2003) o más recientemente centros de investigación como CETEMAS en Asturias (CANGAS et al., 2009a y b) han realizado estudios de tiempo de trabajos forestales. La recopilación internacional más reciente para estandarizar el estudio de tiempos en el sector forestal se debe a la Action Cost FP0902 (MAGAGNOTTI & SPINELLI Eds., 2012). Cuyo objetivo es armonizar y clasificar los protocolos de medición, las unidades y la clasificación de tiempos productivos. Esta publicación de alguna forma es la continuación de iniciativas anteriores como la de BJÖHERDEN & THOMPSON (2000) para IUFRO. Este trabajo es un estudio de tiempos a nivel de ciclo de trabajo, que provee de información de detalle de la distribución de tiempos de cada tarea elemental que desarrolla cada una de las máquinas empleadas en el aprovechamiento. Este estudio de tiempos se basa en un cronometraje continuo con libreta electrónica para cada operario-máquina y la medición en continuo de la producción asociada a cada operación, mediante el conteo de árboles (motosierra y cosechadora), viajes y distancias (autocargador y astilladora), fustes y trozas (autocargador y skidder). En la fase de análisis de la información, los tiempos se correlacionaron con las producciones y las variables. En los resultados se especifica el tiempo productivo, que excluye todas las interrupciones, y el tiempo de trabajo, que excluye sólo las interrupciones de más de 15 minutos debido a grandes averías o paradas de comida o almuerzo. Los costes horarios de las distintas máquinas se estiman empleando la metodología descrita por MIYATA (1980), desarrollada por TOLOSANA et al. (2004) y asumida en la publicación de ACKERMAN et al., (2011). Los datos fueron aportados por las empresas que participaron en el estudio, y contrastados con referencias bibliográficas (ARNO y MASIP, 2003). 4. Resultados La experiencia estudiada en monte Pinus sylvestris L.(S1) resultó con más biomasa por ha que Pinus pinaster Ait., a pesar de que esta masa tenía mayor diámetro medio y mayor densidad de pies. Sin embargo la cantidad de biomasa por pie es menor en P. pinaster Ait. (S2), a igualdad de diámetro. Las características dasométricas de ambos sitios estudiados se muestran en la Tabla 2. 7/12 Tabla 2. Características dasonómicas y dasométricas de los sitios estudiados S1 (P.sylvestris) S2 (P. pinaster) Densidad pies (pies/ha) 499 535 Diámetro medio (cm) 27,9 29,7 Altura dominante (m) Proporción peso biomasa/fuste 21 26% 17,7 22% Proporción kg biomasa/volumen m3 167 162 Biomasa por superficie (t/ha) Restos sin recoger postaprovechamiento (t/ha) 75,2 64,1 11-22 8 Los restos que quedaron sin recogerse después del aprovechamiento en el monte de pino resinero fueron de 8 t/ha, frente a los 11 t/ha que quedaron en la zona donde la saca de ramas se hizo con autocargador (astillado fijo en cargadero) o los 22 t/ha donde la astilladora sobre autocargador trabajó en el monte (astillado móvil). Los rendimientos estimados para las distintas fases del aprovechamiento maderero son los que refleja la Tabla 3. Tabla 3. Rendimiento por hora productiva S1 Productividades (m3/h) S2 T. trabajo T. productivo T. trabajo T. productivo Apeo y desramado 7,2 9,6 9,6 15,2 Desembosque de madera 6,2-11,4 8,7-17,4 14,2 17,3 El apeo manual no se vio influido por el aprovechamiento de biomasa. Mantuvieron el mismo diámetro en punta delgada y el mismo sistema de trabajo. En cambio, en el apeo mecanizado se modificó la secuencia de trabajo. El acordonado de restos incrementó en un 20% el tiempo productivo por árbol. Esta mayor inversión de tiempo, sin embargo, facilita las posteriores fases, como se verá. La saca de biomasa se hizo en ambos casos con autocargadores. El autocargador escandinavo Timberjack 1410 llevó una media de 4,3 t verdes por viaje en restos acordonados de S2. Una carga ligeramente superior a las 4,0 t llevados por el autocargador Dingo con pino silvestre. En ambos casos esta carga está muy por debajo de la capacidad de transporte de la máquina, siendo el factor limitante el volumen. La densidad de este tipo de material osciló entre 195-250 kg m-3. El autocargador timberjack trabajando en restos acordonados obtuvo 10,2 t verdes de biomasa cada hora de trabajo productivo, siendo muy inferior la productividad del autocargador Dingo, que sacó 3,2 t verde de biomasa por hora de trabajo productivo. Los cordones suponen una mejor agrupación de la biomasa, en este caso se acumularon 50 kg de biomasa por cada m2 de cordón. 8/12 Tabla 4 Rendimientos del desembosque de biomasa sobre tiempo productivo Dingo sobre restos dispersos (S1) m3 aparentes de biomasa bruta / hora 14,3 Timberjack sobre restos acordonados (S2) 19 t/hora 3,2 10,2 Un análisis más detallado de cómo afecta el material de trabajo se obtiene si se considera exclusivamente el tiempo que invierte el autocargador en cargar el remolque, sin incluir los desplazamientos hasta y desde el cargadero, entonces el rendimiento obtenido es el que refleja la Tabla 5, mostrando la eficacia del trabajo de acordonado por la cosechadora, a pesar de su propia perdida de rendimiento en el apeo y procesado de la madera. Tabla 5. Operación elemental de carga, rendimiento en m3/h tiempo productivo Dingo Timberjack 31,2 86,7 Rendimiento de la operación de carga El rendimiento en el astillado estuvo también muy condicionado por la disposición de los restos, siendo siempre superior el astillado en cargadero (“fijo”) al astillado en que la astilladora se desplazaba por el monte (astillado “móvil”). Los peores resultados se encontraron donde la biomasa no había sido acordonada, especialmente si, como en el caso del pinar de silvestre, estaba muy seca (Tabla 6). Tabla 6: Rendimiento por hora productiva del astillado Sistema mecanizado-integrado (S2) Sistema no mecanizado ni integrado (S1) t/h m3/h t/h m3/h Astillado fijo en cargadero 12,6 44,2 6,1 27,1 Astillado sobre cordones 8,3 29,1 2,3 10,2 4 14 2,3 10,2 Astillado sobre material disperso En el astillado móvil se invierte parte del tiempo productivo en el desplazamiento en vacío y cargado fuera del monte. Esto supuso un 15% del tiempo productivo. En relación al astillado móvil, se pusieron en prácticas 2 modalidades de trabajo, colocando la máquina (su eje mayor) paralelamente al cordón, o bien perpendicularmente. Esta última disposición aumentó un 7% el rendimiento de trabajo. En el astillado en cargadero, el factor limitante fue la bandeja de alimentación. La grúa debía estar a la espera de astillado. Este tipo de material hubiera precisado una bandeja de mayor superficie con cinta de alimentación móvil. La disponibilidad de un espacio para cargadero se revela como una característica muy importante para las operaciones de cargadero, el apilado y el astillado, así como la evacuación del material en camiones. En este caso se necesitaron alrededor de 3 m2 por cada tonelada de 9/12 material fresco acopiado con autocargador y, además, por cada tonelada de astilla se necesitarían 0,36 m2 de superficie. Se conoce también los m3 de astilla que se obtienen por cada m3 de cordón, una ratio de 0,23. La estimación de costes unitarios permite analizar la trascendencia económica de cada operación y su contribución al coste total. En el apeo mecanizado se ha considerado sólo un 20% del tiempo total, en el apeo manual se ha considerado que no aporta al coste de la biomasa, por no modificarse su técnica de trabajo. El transporte se ha considerado en las tres variantes generales, para estimar así un coste unitario en fábrica o centro de consumo. El objetivo del cuadro de costes de la Tabla 7 es la comparación de los costes por unidad de producto en el aprovechamiento combinado de madera y biomasa, comparado con los costes de un aprovechamiento exclusivo de madera en las mismas condiciones. El apeo y procesado, según esté condicionado por la inclusión de la extracción de biomasa, se considera o no en los costes. Se ven por tanto los sistemas que tienen costes unitarios relativos más reducidos. La rentabilidad de cada uno dependerá también de otros parámetros no incluidos en este estudio: tamaño de aprovechamiento, distancia de transporte, precios de venta de madera en pie y precios de compra de madera y biomasa. Tabla 7. Costes unitarios por fase y sistema de trabajo(€/t verde) Costes unitarios €/t Apeo Saca Astillado Transporte Total Astillado en cargadero 5,3 4,9 16,7 6 41,8 Astillado móvil sobre cordones 5,3 0 22,5 6 42,9 Astillado móvil sobre restos dispersos 0 0 40,6 6 59,2 Astillado en cargadero 19 23,2 23,2 6 61,2 Astillado móvil sobre cordones 0 61,4 61,4 6 85,6 Astillado móvil sobre restos dispersos 0 61,4 61,4 6 85,6 S2 S1 Es importante destacar que el rendimiento de astillado aumenta cuando se incluyen entre las ramas las trozas de sección menor, destinadas a la trituración para papel o tablero. Este incremento puede provocar una reducción de costes de hasta 2,5 €/t. El análisis de astillas posterior arrojó que el poder calorífico inferior en seco y a presión constante es de 4,609 kcal en P. pinaster Ait. y 4,570 en P. sylvestris L. La astilla de P. pinaster Ait. se produjo inmediatamente posterior a la corta y tenía una humedad del 48%. En cambio la astilla de Pinus sylvestris L. se produjo al cabo de 4 meses, incluidos los de verano y tenía una humedad del 38% sobre peso fresco. El residuo después de la combustión (cenizas) es bajo, entre 1,8 y 1,2% sobre peso seco. 5. Discusión El apeo mecanizado adaptado a un aprovechamiento integrado de biomasa supone una mayor inversión de tiempo. Pero es esencial que esta operación se realice adecuadamente para mantener la biomasa lo más limpia posible, sin perder calidad por incorporar cantidades de suelo y disminuyendo así el coste de las fases posteriores. En los países nórdicos se recomiendan los sistemas de “un lado de calle” o dos lados de calle”, que hacen mención a un 10/12 acordonamiento de ramas en el mismo lado y madera en un único lado, o bien en los dos. En cualquiera de los casos, es práctica frecuente en estos países, que las empresas compensen a la ejecutora del aprovechamiento maderero si incorporan la agrupación de biomasa en su técnica de trabajo. Esta compensación puede alcanzar los 0,8 €/m3 (VÄÄTÄINEN, 2007). El rendimiento del autocargador Timberjack es casi tres veces mayor que el Dingo, esto se explica por el mayor grado de amontonamiento de los restos en la experiencia de apeo mecanizado. La diferencia de rendimiento se debe fundamentalmente a la operación de carga, es decir el tiempo que invierte la grúa en llevar biomasa del suelo al remolque. Para el primer caso, con 24 viajes de la grúa se llenaba un remolque, en el segundo eran necesarios 58, lo que en tiempo supuso un aumento del 90% del tiempo productivo. Por último, el autocargador nórdico tenía mayor capacidad volumétrica de carga, esto mejora el rendimiento general al disminuir el coste de tiempo necesario para los desplazamientos en vacío y con carga al cargadero. No obstante, esta capacidad es similar a la registrada en Escandinavia (5 t verdes/viaje). No obstante, una maquinaria más adaptada a este trabajo, con remolque de ramas compresible y pinza sin travesaño maderero, mejoraría los rendimientos considerablemente. El astillado alcanzó productividades 14 t/h sobre ramas y puntas amontonados en cargadero como máximo, disminuyendo cuando se acababa el material del montón hasta las 10 t/h. Esta productividad es similar al astillado de biomasa acordonada (8,3 t/h). La productividad más baja fue de 2,3 t/h en los restos dispersos y fragmentados de la experiencia de Pinus sylvestris L. La colocación de la máquina en relación al montón influye en menor grado. Los costes extras de aprovechamiento complementario de biomasa son menores en los sistemas mecanizados. Estos permiten un grado de agrupamiento de la biomasa que aumenta el rendimiento de las fases posteriores. En concreto el coste de astillado puede alcanzar los 61 €/t en restos dispersos tras corta manual. Muy elevado y fuera de los márgenes de mercado. Se puede deducir que si no se consigue cierto agrupamiento de ramas y puntas, el astillado móvil no alcanzará unos costes interesantes. Por tanto, habría que emplear sistemas de agrupamiento más baratos que la propia grúa de la astilladora. Es importante reflexionar sobre el despiece del fuste de un árbol de grandes dimensiones. Las trozas de menor diámetro con aprovechamiento son las que corresponden a la fracción que actualmente va destinada a la industria de trituración. Esta fracción también podría ir destinada, junto con ramas y raberón, al aprovechamiento energético, aumentando la productividad y disminuyendo los costes. 6. Conclusiones El uso de las ramas y puntas de árboles que se aprovechan en cortas de regeneración “a hecho” en pinares maduros de coníferas con fines energéticos puede llegar a movilizar en las cortas a hecho alrededor de un 25% más de material forestal. Esto puede generar más ingresos a todos los actores del proceso. Sin embargo, no todos los sistemas de trabajo ofrecen costes unitarios ajustados a los precios de mercado de esta biomasa. Los sistemas mecanizados (apeo y elaboración con cosechadora forestal) permiten integrar el aprovechamiento de biomasa con el de madera: la cosechadora puede dejar la 11/12 biomasa acordonada a borde de calle. Aunque esto supone un 20% de pérdida de productividad en el apeo y procesado de la madera, facilita todas las operaciones posteriores con la biomasa, mejorando la rentabilidad conjunta. Los sistemas mecanizados se pueden adaptar así con facilidad a conseguir costes de 41,8 €/t verde de astilla puesta en planta, un valor con posible rentabilidad en las condiciones actuales de mercado. Este coste, en cambio, se dispara cuando el apeo y elaboración son manuales. El principal factor que explica la oscilación de costes es el grado de amontonamiento de ramas y puntas durante el proceso. Es este factor lo que hay que controlar a lo largo de las fases del aprovechamiento, para aumentar el rendimiento del astillado, que se lleva a cabo con una máquina de elevado coste horario. La mayor productividad del astillado fijo, en cargadero, hace que esta opción resulte preferible al astillado móvil, sobre los cordones o, más aun, sobre la biomasa dispersa. El desembosque de biomasa puede mejorar su productividad y reducir los costes de extracción. Esta operación debe adaptarse al material que se moviliza, de baja densidad y fragmentado. Los autocargadores madereros son una opción para disminuir la inversión de las empresas en nueva maquinaria, su rendimiento es bajo pero mejora sensiblemente cuando las ramas y puntas están acordonadas, operación más factible, como se ha indicado, en sistemas de aprovechamiento mecanizados e integrados. Un factor que mejora también la rentabilidad del aprovechamiento de biomasa, tanto en el astillado como en el desembosque, es extraer junto con las ramas y puntas, y astillar también junto a ellas, la madera de pequeñas dimensiones destinada habitualmente a la industria de trituración. Los precios de mercado de la madera de trituración y de las astillas para uso energético marcarían si la rentabilidad conjunta de la operación mejora o no astillando esa madera de dimensiones inferiores. 7. Agradecimientos Agradecemos a Cesefor (Fundación Centro para la Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León), que financió y coordinó las experiencias de campo. La Administración Forestal de la C.A. de Castilla y León también apoyó estos trabajos. Debemos agradecer su activa colaboración a las empresas Maderas de María, Estyant y Garnica Plywood, y agradecer su cooperación y desear lo mejor en su vida profesional a los jóvenes ingenieros forestales que participaron en el trabajo de campo: Raquel Cuesta, Marina Martín y Manuel Venta. 8. Bibliografía ACKERMAN P., LYONS J., ELIASSON L., GEORGE H., GRULOIS S.G., JONG A. 2011. Equipment costing model. A businees model. Informe de la Cost Action FP0902: 1-24 (disponible en www.forestenergy.org). ARNO, J., MASIP, J., 2003. Cost horari de la maquinària forestal. Edició i producció: Institut d’Edicions de la Diputació de Barcelona. Diputació de Barcelona, Xarxa de Municipis. Àrea d’Infraestructures, Urbanisme i Habitatge. Oficina Tècnica de Prevenció Municipal d’Incendis ForestalsQuaderns d’Informació Tècnica 7. 95 pág. 12/12 BJÖHERDEN R.; THOMPSON J. 2000. 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