19 Conversiones verdaderas y falsas.

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19 ­ Conversiones verdaderas y falsas.
George Whitefield: "Esta es la razón por la que tenemos tantos convertidos parásitos, porque sus tierras de pedregales no ha sido arada; ellos no tienen convicción de la Ley; son oyentes de tierra pedregosa." Kirk Cameron: “Yo pensaba que el apartarse era un hecho común y normal en el cristianismo hasta que entendí la realidad de las falsas conversiones y su predominio en nuestras iglesias hoy. Esta lección es un verdadero abreojos.”
"En una oportunidad yo fui un creyente nacido de nuevo. ¡Ahora pienso que todo eso es basura!"
Cuando alguien dice que una vez fue cristiano pero que volvió en sí, está diciendo que conoció al Señor una vez (Jn.17.3). Pregúntale: "¿conociste al Señor?". Si él responde que sí, entonces, gentilmente dile "entonces admites que Él es real y que estás en abierta rebeldía a Su voluntad". Si él dice "¡yo pensaba así!"; esto te da licencia para que le digas: "si tú no le conoces ahora lo mas probable es que no lo hayas conocido antes". Y si él no conoció al Señor, él nunca fue un cristiano (1Jn.5:11­13.20). Explícale que la Biblia habla de la falsa conversión, en la cual un oyente de tierra con pedregales recibe la Palabra con gozo y alegría, y al venir el tiempo de la tribulación, tentación y persecución, se aparta. Si está abierto a razonar, llévale a través de los Diez Mandamientos, introdúcelo al mensaje de la cruz, y a la necesidad de arrepentimiento y fe en el Salvador.
Tal vez uno de los conceptos más dejados de lado en el cuerpo de Cristo contemporáneo es el de la falsa y verdadera conversión. El por qué se ha dejado de lado este concepto es un misterio pues el Nuevo Testamento está lleno de enseñanzas acerca de ello y da ejemplos de falsos convertidos. Las Escrituras hablan de falsos profetas, falsos maestros, falsos apóstoles y falsos hermanos. Un claro entendimiento del tema nos ayudará a no ser culpables de predicar un evangelio que cosecha falsos convertidos.
Cuando Jesús enseñó a los discípulos la Parábola del Sembrador, parecía que ellos no entendían su significado. "Les dijo: ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas?" (Mc.4:13) En otras palabras, la parábola del sembrador es la llave para entender los misterios de todas las otras parábolas. El mensaje de esta parábola es que cuando el evangelio es predicado hay verdaderos y falsos convertidos. Esta parábola habla los oyentes del suelo espinoso, del suelo pedregoso y del buen suelo, es decir de los falsos y verdaderos convertidos.
Una vez que la premisa ha sido establecida, la luz de la percepción comienza a amanecer en las otras parábolas de Jesús acerca del reino de Dios. Si uno entiende el principio de lo verdadero y lo falso uno al lado de lo otro, entonces las enseñanzas de las parábolas adquieren sentido: el trigo y la cizaña, lo verdadero y lo falso, (Mt.13:24­30); el pez bueno y el pez malo, lo verdadero y lo falso,
(Mt.13:47­50); las vírgenes sabias y las insensatas, lo verdadero y lo falso, (Mt.25:1­13); las ovejas y las cabras, lo verdadero y lo falso, (Mt.25:31­46).
Después de hablar de la parábola del trigo y la cizaña, Jesús dio la parábola de la red: “Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera. Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. (Mt.13:47­50)
Note que el buen pez y el malo estaban juntos en la red. El mundo no es atrapado en la red del reino de los cielos; ellos permanecen en el mundo. Los peces atrapados son los que responden al evangelio, esta es la pesca evangelística. Ellos permanecen juntos hasta el Día del Juicio.
Los falsos convertidos pierden la genuina contrición por el pecado, hacen una profesión de fe pero no se arrepienten bíblicamente: "Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra." (Tito1:16) Un verdadero convertido, por el contrario, tiene conocimiento de pecado y una tristeza santa, muestra verdadero arrepentimiento y produce las "cosas mejores que pertenecen a la salvación" (He.6:9). Esto es evidente por el fruto del Espíritu, el fruto de justicia, etc.
Judas era un falso convertido. Parecería ser un ejemplo del suelo espinoso. La Biblia dice acerca del oyente de suelo espinoso: "los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa".(Mc.4:19). Algunos de estos cristianos profesantes permanecen dentro de la iglesia, y ellos son los que a menudo desacreditan el nombre de Jesucristo.
Aunque los falsos convertidos fallan en arrepentirse de sus pecados, tienen una medida de espiritualidad, Judas la tenía, él convenció a algunos de los discípulos de que verdaderamente se interesaba por los pobres, parecía tan digno de confianza que fue quien velaba por las finanzas. Cuando Jesús dijo: "uno de ustedes me traicionará" los discípulos no señalaron al fiel tesorero, sino sospecharon de ellos mismos: "¿soy yo Señor?". Por ello no es sorprendente que algunos dentro del cuerpo de Cristo jamás sospecharían que están rodeados de aquellos que caen dentro de la categoría de "Judas". Sin embargo, la alarma está sonando pues la iglesia, que debería ser de influencia masiva en la sociedad, tristemente está fracasando cuando surge la necesidad de hacer un impacto. Como William Iverson escribió en Christianity Today: "una libra de carne sería afectada por un cuarto de libra de sal. Si el cristianismo real es la ‘sal de la tierra’, ¿dónde está el efecto del que habló Jesús?"
Dios conoce lo genuino y lo falso, y Él los separará en el Día de Juicio.
Preguntas
1. ¿Qué les dijo Jesús a sus discípulos cuando ellos le preguntaron acerca de la Parábola del Sembrador?
2. Nombra algunas de las parábolas que contó Jesús que nos hablan de conversiones verdaderas y falsas.
3. ¿Cuándo serán expuestos los falsos convertidos?
4. ¿Qué daño puede ser hecho por un cristiano que no entiende que hay tal cosa como una falsa conversión?
5. ¿Cómo podemos asegurarnos que no somos responsables de introducir falsos convertidos a la iglesia?
Plumas para flechas
La Biblia nos dice en Lc.22:47 que Judas llevó "una multitud" a Jesús. Su motivo no era traerlos al Salvador para salvación. El evangelismo moderno también trae multitudes a Jesús. Su motivación puede ser diferente que la de Judas pero el resultado final es el mismo: tal como las multitudes que Judas dirigió a Cristo se apartaron del hijo de Dios, las estadísticas nos muestran que mas del 90 % de quienes vienen a Cristo con los métodos del evangelismo moderno se apartan de su fe. Su estado posterior llega a ser peor que el primero. Ellos abiertamente crucifican al Hijo de Dios nuevamente.
En su celo sin conocimiento, los que prefieren la comodidad del evangelio moderno en lugar del evangelismo bíblico traicionan la causa del evangelio con un beso. Lo que puede parecer amor por el bienestar del pecador es en verdad eternamente perjudicial para él.
Como Pedro (Lc.22:51), nuestro celo sin conocimiento actualmente está cortando las orejas de los pecadores. Aquellos que erróneamente llamamos "apartados" no escucharán nuestro razonamiento. En lo que a ellos concierne, lo han probado una vez y no funcionó. ¡Qué victoria para el príncipe de las tinieblas, y qué inexplicable tragedia para la iglesia!
Las últimas palabras
William McKinley (1843­1901) vigésimo quinto Presidente de los Estados Unidos, fue asesinado seis meses después de su ascensión al cargo, baleado por un anarquista en la Exposición de Búfalo, Nueva York, estuvo moribundo por 8 días. Sus últimas palabras fueron: "Cerca mas cerca, oh Dios de Ti. Este es el camino del Señor.¡Adios a todos!"
Versículo para memorizar
"A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos." (Mt.10:32­33)
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