un paradigma para la atención en salud de los privados de libertad

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LOS DERECHOS HUMANOS: UN PARADIGMA
PARA LA ATENCIÓN EN SALUD DE LOS
PRIVADOS DE LIBERTAD
Doris Ma. Arias Madrigal
Circuito Segundo Judicial, Goicoechea, San José, Costa Rica
______________________________________________________________________
RESUMEN
La función de los derechos humanos es establecer normas jurídicas que traten por igual a todos los seres
humanos, equilibrando así las desventajas que puedan tener una persona por su situación psíquica,
social o física. El privado de libertad tiene una limitante en cuanto a su libre circulación lo cual afecta el
acceso a tratamiento médico. Para garantizar que los servicios de salud de las personas sean humanos
es necesario ver los derechos humanos desde una perspectiva tutelar.
Palabras clave: prisión, derechos humanos, tratamiento médico.
ABSTRACT
The function of human rights declarations is to establish legal means to treat all humans equally, avoiding
disadvantages associated with any psychic. Social or psychinc, social or physical condition. Prison
inmates have a limited mobility that affects their capacity to seek medical attention. To guarantee
humanitarian health services in prisons, human rigths must be considered from a tutelary pespective.
Key words: prison, human rights, medical treatment.
En el ejercicio de la medicina es posible que
en algún momento nos corresponda en el
servicio atender a un sujeto privado de libertad
perteneciente al Sistema Penitenciario Nacional.
Tal vez algunas de nuestras primeras
reacciones se asemejen a las del ciudadano
común y
muy influenciados por las
informaciones sensacionalistas consideremos
que “los privados de libertad” no deberían tener
derechos y consecuentemente centremos la
atención mas en cuidar nuestra seguridad
personal que en la realización del acto médico
en sí.
Otros por el contrario, dejarían a un lado los
prejuicios y atenderían al ser humano frente al
cual se encuentran, sin embargo a veces resulta
difícil deslindar lo subjetivo, de los deberes que
conlleva el ejercicio de la profesión. Algunos
pensarán que ese problema les es ajeno, pero
desde el punto de vista empírico la realidad es
sensiblemente diferente y a manera de ejemplo
podría citarse el caso de un hospital privado
que se niega rotundamente a aceptar privados
de libertad en su servicio. Reproduciéndose el
proceso de etiquetamiento (1) que hoy día
podemos observar
en nuestros hospitales
estatales, tanto cuando signamos a los privados
de libertad con un nombre especial para diferen-
ciarlos de la población común, o cuando
denominamos de determinada forma a los
pacientes privados de libertad,
disfrazando
estereotipos bajo el apelativo, tal es el caso de
llamados “casos forenses” del Hospital
Psiquiátrico. También se discrimina cuando la
asignación de cupos o espacios en el Hospital
depende de la procedencia de los sujetos y
casualmente hay una reducción en ese número
y una ubicación en un área especial cuando se
trata de privados de libertad. En otros casos
hemos discriminado cuando a pesar de las
dolencias físicas que experimenta el paciente lo
mantenemos esposado a la cama cuando en
igualdad de condiciones a otro paciente no
privado de libertad le autorizamos otro tipo de
trato. El tema propuesto para la ponencia no
es pacífico, genera una contratransferencia
importante ya que conjuga los aspectos
médicos, jurídicos y éticos en punto a la
atención médica de un ser humano, que
además se encuentra privado de su libertad.
Quisiera abordar el tema comentándoles
algunos aspectos de la normativa internacional,
de la
nacional
y
la jurisprudencia
constitucional en cuanto al derecho a la salud
de los privados de libertad. Luego me referiré a
los incidentes por enfermedad que nuestra
legislación contempla.
Rev.Latinoam.Der.Méd. Medic. Leg. 1(2) / 2(1): 43-50, 1996/1997
Revista Latinoamericana de Derecho Médico y Medicina Legal
Los Derechos Humanos en la privación de
libertad
internacionales,
sino
de
instrumentos
internacionales, como es el caso de la Reglas
Mínimas de Naciones Unidas
para el
Tratamiento de los Reclusos (6). Con lo cual
toda la normativa internacional del derecho a la
salud, adquiere el carácter de norma de derecho
interno, se integra plenamente al ordenamiento
jurídico y por ende de obligatoriedad erga
homnes, lo que significa que la normativa es
aplicable tanto a los trabajadores de la salud,
como a los trabajadores de la cárcel.
El ingreso a la prisión de un sujeto significa
ni mas ni menos que la restricción de su
libertad ambulatoria y
de algunos otros
derechos conexos, pero conserva la mayoría de
los derechos del ciudadano común (2). Llegar
a la conclusión antecedente pero sobretodo
ponerla en ejecución ha tomado un largo
proceso de concientización en derechos
humanos en los operadores del sistema de
justicia penal,
principalmente de quienes
administran la pena, éste apenas se asoma a
la realidad y la mayoría desconocemos cuán
amplia puede ser esa conclusión.
1. La normativa internacional vigente
A. Reglas Mínimas de Naciones Unidas.
Cuando tratamos el tema de los derechos
humanos tendremos que decir que se trata de
un corpus iuris que ha cobrado fisonomía
propia de su propósito de proteger la dignidad
humana. Algunos se refieren hoy día al bloque
de derechos fundamentales entendidos como
aquellas situaciones jurídicas activas de las que
son titulares
los seres humanos (3). Las
principales
características
del
derecho
internacional de los derechos humanos nos
dicen que se trata de un derecho ideológico que
parte de la superioridad
de los valores
inherentes a la dignidad de la persona humana,
cuya inviolabilidad debe ser respetada en todo
momento por el Estado.
Es un derecho
complementario del derecho interno, en tanto le
sirven de fuente cuando a nivel interno se
presentan abusos del poder y se ofenden
valores superiores a la dignidad humana y se
trata de una garantía adicional por sobre la que
debe ofrecer el derecho interno. Es importante
destacar que desde la perspectiva de los
derechos humanos se ofrece una garantía
mínima, sin pretender agotar el ámbito de los
derechos que merecen protección. Finalmente
es un derecho protector cuyo objeto y fin es la
protección de la integridad de tales derechos,
de la orientación de esta regla surge la máxima
de interpretación “interpretatio pro homine”
destinada a
determinar el alcance de los
tratados en la forma mas adecuada a su
propósito protector.(4).
Las Reglas Mínimas de Naciones Unidas
para el Tratamiento de los Reclusos, son un
conjunto de reglas universales concebidas en el
seno de la Comisión Internacional Penal y
Penitenciaria, que fueron adoptadas por el
Consejo Económico y Social de las Naciones
Unidas el 31 de julio de 1957.
En ella se
especifican los principios y prácticas generales
aceptadas y constituyen las condiciones
mínimas para proteger a los reclusos. En los
artículos 22 a 26 se regula la organización de
los servicios médicos de los establecimientos
penitenciarios. Se describe en detalle el servicio
médico distinguiendo las siguientes categorías
de atención:
1.
la atención médica en general en la
prisión
2.
la enfermedad física y mental
3.
los
tratamientos
que
requieran
cuidados especiales la atención de las
mujeres.
En punto al primer apartado diremos que
todo establecimiento penitenciario debe contar
por lo menos con los servicios de un médico
calificado que debe poseer
algunos
conocimientos psiquiátricos. La organización
médica de la cárcel tiene que establecer una
relación estrecha tanto con la administración del
centro penitenciario, cuanto con el servicio
sanitario de la comunidad o de la nación.
El establecimiento de esta plataforma cobra
importancia y vigencia cuando afirmamos tal y
como lo señala
la Sala Constitucional el
derecho internacional
de protección de
derechos humanos
integra el
derecho
constitucional en caso de no existir norma que
tutele el caso concreto y tiene valor supraconstitucional si establece mayores garantías de
respeto de derechos humanos. (5). Lo anterior
no solamente tratándose de convenciones
En el primer caso el médico hará
inspecciones regulares y asesorará al Director
del establecimiento penitenciario respecto a:
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Doris Arias Madrigal / Los Derechos Humanos: Un Paradigma para la Atención en Salud
de los Privados de Libertad
a. cantidad, calidad, preparación y distribución
de los alimentos. b. la higiene y el aseo de los
establecimientos y de los reclusos.
c. las
condiciones sanitarias, la calefacción, el
alumbrado y la ventilación del establecimiento.
d. la calidad y el aseo de las ropas y de la cama
de los reclusos. e. la observancia de las reglas
relativas a la educación física y deportiva
cuando ésta sea organizada por un personal no
especializado.
El Pacto de San José,
plantea un
reconocimiento indirecto al derecho a la salud
que se deduce de sus artículos 4 y 5 en donde
se reconoce el derecho a la vida y a la
integridad personal. en relación con la privación
de libertad indica: “toda persona privada de
libertad será tratada con el respeto debido a la
dignidad inherente al ser humano”.
B. La Enfermedad Física y Mental
El servicio médico deberá velar por la salud
física y mental de los reclusos.
Visitará
diariamente a los reclusos enfermos a los que
se quejen de estarlo y a todos aquellos sobre
los cuales se llame su atención
2. El Derecho Interno
La Constitución Política y la
Jurisprudencia de la Sala Constitucional
El artículo 21 de la Carta Fundamental
establece el derecho a la vida y constituye la
razón de ser y la ultima ratio del derecho a la
salud. Lo cual quiere decir que el derecho a la
salud tiene como propósito fundamental hacer
efectivo el derecho a la vida, protegiendo no
solo la existencia biológica de la persona sino
también los demás aspectos que de ella se
deriven. En reiteradas oportunidades la Sala
Constitucional se ha referido al derecho a la
salud de los privados de libertad e innovó las
interpretaciones administrativas y judiciales
existentes, tiñéndolos del sentido humanitario
que requería la atención a la salud en la cárcel,
a la vez que enfatizó la tutela de la integridad
física, lo cual era importante a fin de limitar el
poder disciplinario y el uso de la fuerza física
contra los presos.
El médico deberá examinar a cada recluso
tan pronto como sea posible después de su
ingreso y ulteriormente tan a menudo como sea
necesario en particular para determinar la
existencia de una enfermedad física o mental.
Los enfermos que requieran cuidados
especiales:
deben
ser
trasladados
a
establecimientos penitenciarios especializados
o a hospitales civiles. Si existen servicios
internos de hospital, éstos estarán provistos del
material, del instrumental y de los productos
farmacéuticos necesarios para proporcionar a
los reclusos enfermos los cuidados y el
tratamiento adecuados.
La atención de las mujeres: contempla la
construcción de instalaciones especiales para el
tratamiento de las reclusas embarazadas, de las
que acaban de dar a luz y de las convalecientes.
Se perfila en la jurisprudencia constitucional
la responsabilidad en que incurren los
funcionarios estatales, dada la preponderancia
de los bienes jurídicos tutelados, de esta forma
la Sala Constitucional en relación con la salud y
la privación de libertad ha indicado en el uno de
sus votos lo siguiente: “Bien sabemos que el
derecho a la vida es la proyección de un valor
superior del ordenamiento jurídico constitucional
-la vida humana- y constituye el derecho
fundamental esencial y troncal en cuanto es el
supuesto ontológico sin el que los restantes
derechos no tendrían existencia posible. Los
argumentos aducidos por el recurrido no pueden
estimarse por esta Sala como justificantes para
tener por establecido que no ha existido
amenaza a la integridad corporal, y por
consiguiente amenaza a la vida, pues junto al
valor de la vida humana, nuestro sistema
constitucional ha elevado a valor jurídico
fundamental la dignidad de la persona, que, sin
perjuicio de los derechos que le son inherentes,
se halla íntimamente vinculada con el libre
desarrollo de su personalidad y los derechos a
la integridad física y moral”. (7). Igualmente
C. Otras Normas Internacionales
Encontramos algunas referencias al derecho
a la salud con aplicación para lo que nos
interesa en el Código de Conducta para
funcionarios encargados de hacer cumplir la ley,
artículo seis. El instrumento internacional señala
que los funcionarios encargados de hacer
cumplir la ley asegurarán la plena protección a
la salud de las personas bajo su custodia y en
particular, tomarán medidas inmediatas para
proporcionar atención médica cuando se
precise.
Cuando se señala atención médica, en el
artículo anterior se refiere a los servicios que
presta cualquier tipo de personal
médico,
incluidos los médicos en ejercicio inscritos en el
colegio respectivo y el personal paramédico.
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Revista Latinoamericana de Derecho Médico y Medicina Legal
interesante resulta el voto No. 6801 de las
17:54 hs. del 22 de diciembre de 1993, al
afirmar que la carencia de medios materiales
que
pueden
alegar
las
autoridades
administrativas, no relevan al Estado de su
responsabilidad de procurar que las personas
bajo su custodia , reciban en forma oportuna la
atención que necesitan, tal es el caso de
transporte administrativo.
Indicándose lo
siguiente: “De manera alguna se puede admitir
una lesión al derecho fundamental a la salud
con el argumento de que hay carencia de
medios materiales, especialmente: cuando ello
se ha convertido en una excusa generalizada de
los entes públicos, para la inacción en los
campos de su competencia” (sic). Finaliza la
Sala su planteamiento indicando que
las
autoridades de Adaptación Social tienen el
deber, derivado de la función de custodios que
les asigna la ley, de procurar al enfermo el
tratamiento requerido. Estos votos si bien
señalan la responsabilidad del Estado en cuanto
a la tutela del derecho fundamental, contrastan
con la efectiva carencia de medios con que
cuenta Adaptación Social, por el limitado
presupuesto anual asignado.
medicamento y no existiendo obstáculo legal o
médico para despacharlo sea negado a un
paciente, pues dicha función obliga a la farmacia
a prestar el servicio igual que una clínica privada
no puede discriminar a un paciente -esto por
razones legales o médicas válidas- obligándolo
a ir a otra para el tratamiento…los derechos
públicos subjetivos se ejercitan no solo frente al
Estado, sino también frente a los sujetos de
derecho privado cuando estos se encuentren
en
posibilidad
de
afectar
derechos
fundamentales”.(9).
La importancia del precedente radica en la
responsabilidad que se hace recaer sobre los
sujetos de derecho privado cuando realizan
actividades que tienen relación con la salud, las
limitaciones que se pueden oponer tienen que
ser válidas, fundamentadas, lo que significa que
podría el Tribunal Constitucional revisar la
validez de las oposiciones y que no basta con la
negativa a recibir al paciente o a expender la
receta médica.
Los Reglamentos Penitenciarios
La jurisprudencia ha señalado
que el
derecho a la salud debe privar sobre las otras
tareas de la administración y a ésta le
corresponde gestionar de nuevo una cita médica
que se perdio por ausencia de vehículo.(8).
Particular importancia revisten los casos de
pacientes cuyo tratamiento requiere de terapia
de rehabilitación, recientemente en el voto 227496, se declaró con lugar un recurso de Habeas
Corpus que condenó al Estado al pago de los
daños y perjuicios causados porque el
recurrente faltó a diez sesiones de terapia que
tenía fijadas en un centro de rehabilitación. La
inasistencia fue imputable a la entidad recurrida
en este caso el centro penitenciario.
Los primeros trabajos de la creación de
una área o departamento de salud datan de
1980 cuando se firmó el primer convenio de
prestación de servicios Médicos al sistema
Penitenciario Nacional.(10). El reglamento de
Derechos y Deberes de los Privados y las
Privadas de Libertad (11), en su artículo 8 pone
de manifiesto el interés por tutelar el derecho a
la salud de los internos del sistema penitenciario
nacional y señala
que además de recibir
atención a la salud, tendrán derecho a que se
les traslade al centro de salud en donde deba
recibirla. De igual forma en el Reglamento
Orgánico y Operativo de la Dirección General
de Adaptación Social (12) se establece el área
de salud como una de las áreas de atención.
Pretendiendo adecuar la normativa interna a los
tratados internacionales y brindar una respuesta
de la institución penitenciaria a la demanda en
salud de los privados de libertad.
En los supuestos de atención a la salud por
particulares la Sala Constitucional esTableció
un precedente cimentado en la función social de
quienes realizan actividades privadas con
potestades públicas al resolver el caso de una
farmacia particular que se negó a despachar
una receta, señaló: “ La función social que
cumplen las farmacias del país y los regentes
farmacéuticos que las controlan -cuando el
servicio es privado-, necesariamente nos obliga
a tener a los segundos como sujetos de derecho
privado con potestades públicas…no se le
rehusa la venta de un medicamento necesario
para garantizar la salud , si de conformidad con
la ley y el criterio médico éste puede ser
despachado…Debe quedar claro que esta
función social no permite que teniendo el
3. Características de la atención en salud
A. Dentro de la prisión
Hoy día cuando nos referimos al derecho a
la salud hablamos de preservar la calidad de
vida, de atención integral en medicina
preventiva
y curativa, de salud física y
emocional, de equidad como acceso a la
cobertura, todos ellos como elementos de un
sistema de salud, difícilmente podríamos lograr
que la población con la cual trabajamos alcance
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Doris Arias Madrigal / Los Derechos Humanos: Un Paradigma para la Atención en Salud
de los Privados de Libertad
al máximo esos standards, se impone un reto a
los operadores y usuarios del sistema de salud
carcelero que permite en la cotidianidad y con la
escasez de recursos se salir avante.
Las
relaciones
médico-paciente
(preso)
se
estructuran a través de las relaciones de la
institución penitenciaria con los sistemas
sanitarios estatales, esto como cobertura
obligatoria. (13). El acceso a la medicina privada
no está prohibido, sin embargo depende de
múltiples
factores
algunos
de
ellos
desestimulantes de la atención, como la
obtención del permiso del director del centro,
que el personal de seguridad acompañe al
preso, o en el peor de los casos que el médico
acepte acercarse a la prisión, finalmente el
factor económico, ya que los costos deben ser
asumidos por el paciente, quien al interior de la
cárcel no genera mayores ingresos. Lo que
hace una diferencia en las condiciones de
acceso a los servicios de salud, entre quienes
disfrutan de libertad ambulatoria y quienes la
tienen restringida.
conocido que la cárcel es un lugar
desestabilizante per se. Hasta ahora no se ha
integrado a los médicos ni psiquiatras a los
Consejos de Valoración, que constituyen una de
las instancias decisivas en la determinación del
plan de atención individual de cada privado de
libertad.
También se justifica la creación de un
departamento de salud mental a fin de atender
los programas o áreas de atención a la
violencia
doméstica
y
sexual,
drogadependencia, sociopatía, psicopatía y la
atención en crisis desde una perspectiva
general y que agrupe el área de psicología y
psiquiatría.
Un segundo plano de análisis sería el
relativo al elemento seguridad en su triple
dimensión. El personal de seguridad
es el
encargado de custodia de los internos a ellos
corresponde en primera instancia determinar
quien tiene un quebranto de salud.
Se
documenta un caso en una de las etapas de
mas seguridad del centro La Reforma (16) un
privado de libertad se quejaba de un fuerte
dolor, pidio al oficial de seguridad un traslado
hospitalario,
se
lo
negaron
aduciendo
manipulación
de la enfermedad, luego de
insistir lo trasladan al hospital y al regresar el
personal de seguridad lo golpea, alegando que
la enfermedad fue simulada. Los abusos de
poder, pueden presentarse, de hechos se han
investigado algunos casos,
nótese que la
relación del preso con la administración es de
sujeción. Además de incertidumbre pues un
lego es quien valora el caso, los fines de
semana, feriados y después de las diez de la
noche no existe personal médico en el centro de
internamiento más grande del país cuya
población al 27 de setiembre de 1996 era de
1981 personas.
También corresponde al
vigilante apuntar y gestionar las citas y coordinar
lo relativo a los traslados médicos a
especialistas, y aunque la lista que reporta el
médico tratante para los traslados puede ser
extensa, si no se cuenta con suficientes
encargados de custodia no se realizará
el
traslado al especialista. Finalmente en algunos
centros de internamiento en los cuales no hay
enfermera el personal de seguridad es el
encargado de suministrar los medicamentos,
con el consecuente riesgo de automedicación o
intoxicaciones culposas.
Para observar el problema de atención a la
salud se hace necesario visualizar cuatro
aspectos fundamentales, sin que ello implique
que uno sea más importante que otro o que se
puedan reducir.
En primer lugar la atención que se debe
proporcionar es integral, lo cual quiere decir
que no solo debe abarcar la medicina curativa
sino también la preventiva. El último estudio
descriptivo efectuado por la dirección técnica de
servicios de salud de la C.C.S.S., en el Centro
Penal El Buen Pastor de noviembre de 1995
señala que las acciones preventivas, de
seguimiento y evaluación del estado de salud de
la población son incipientes y cubren
únicamente alrededor de un tercio de la
población estudiada. (14). Conclusión que es
aplicable también a la totalidad de los servicios
de salud, pese a los esfuerzos que se han
realizado en los últimos años por aumentar la
calidad y cantidad de servicios desde la
perspectiva administrativa. Continúa poniéndose
el énfasis a las acciones curativas y no a las
preventivas. (15).
Esta atención asimismo debe integrar tanto
la salud física como la mental. Hasta ahora,
esta integración no ha sido posible por la
carencia de recursos humanos, solo existen
dos psiquiatras para atención de la totalidad
de población, que alcanzó el número de 5402
privados de libertad al setiembre de 1996.
Debiendo atender no solo población en crisis
sino también valoraciones para concesión de
beneficios. Se carece de un departamento de
salud mental que emita las políticas generales
de atención a la población. De todos es
El tercer aspecto se refiere al aspecto
convivencial, no es igual estar enfermo en la
cárcel que fuera de ella. Algunos de los
pacientes
deben
soportar
además
del
internamiento carcelario las consecuencias del
hacinamiento tal fue el caso de un paciente
con una otitis media bilateral al cual el
ruido le provocaba problemas, sin embargo sus
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Revista Latinoamericana de Derecho Médico y Medicina Legal
compañeros de dormitorio ponían el radio con
volumen alto.
quien le aquejaban dolores fortísimos y que
evidentemente no se evadiría, por disposiciones
médicas y de seguridad se le mantenía
esposado a los barrotes de la cama.
En
algunos otros casos cuyo tratamiento podría ser
la utilización de amarras especiales, me refiero
a los casos de crisis psicóticas de pacientes
privados de libertad en el hospital psiquiátrico,
los pacientes son obligados a permanecer con
esposas, con el consecuente daño físico.
Finalmente contamos con una realidad
insoslayable, la ausencia de medios materiales.
Ausencia de ambulancias para traslados, no
existe personal para la atención en salud en
horas de la noche, ni días sábados, domingos
ni feriados. El hecho de limitar la libertad de
circulación o libertad ambulatoria y la ubicación
en un centro carcelario implica una limitación a
la libertad de elección médica con que contamos
quienes estamos en libertad.
En algunos casos los expedientes de los
pacientes tienen una etiqueta adicional, se les
llama o denomina “casos forenses” con una
significación ideológica importante, pues son los
casos forenses los que molestan, los que
cometen delitos, los que trafican droga, lo cual
en algunos casos es cierto pero no en todos y
ello a la postre implica un trato discriminatorio.
En relación con las mujeres podemos decir
que en su caso y dadas las características
especiales de su abordaje en salud hay dos
momentos uno antes del año 1992 y otro
después de que el sesgo de género inundó la
prisión costarricense. Se creó un modelo de
atención en salud para mujeres privadas de
libertad, que integró a los servicios un
ginecólogo, un pediatra, odontología y médicos
generales con lo cual la respuesta a la demanda
llegó, pero no del todo, todavía hacen falta
medios materiales como por ejemplo suficientes
pruebas citológicas.
Finalmente algunas clínicas u hospitales
privados se han negado a recibir pacientes
privados de libertad, alegando en forma no
válida que se les pueden evadir y que no
quieren tener esa imagen a nivel de información
pública.
4. Los Incidentes por Enfermedad
Hasta el año 1989, no se reporta en las
estadísticas del Juzgado de Ejecución de la
Pena,
intervenciones
jurisdiccionales
en
aplicación del artículo 506 del Código de
Procedimientos Penales. Fue a través de la
comunicación que el Juzgado estableció con los
privados de libertad, que se llega a conocer de
la
existencia
de
tal
incidente
y
consecuentemente se comienzan a presentar en
el año 1990 los primeros incidentes por
enfermedad. La normativa, consistente en un
solo articulo, con algunos conceptos jurídicos
indeterminados fue llenado de contenido a
través de la casuística resuelta y de los
diferentes pronunciamientos de la Sala
Constitucional principalmente los votos Nos.
2061-91 de las 9:55 hs del 11-10-91 y Nº.191592 de las 14:12 hs. del 22 de julio de 1992.
B. Fuera de la prisión
A lo externo de la prisión los privados de
libertad reciben atención tanto en clínicas y
hospitales estatales cuanto en la medicina
privada.
La caracterización de la atención está
centrada en la existencia de cupos para los
internamientos. “Existen decenas de privados
de libertad con órdenes de internamiento para
cirugías electivas y que en su gran mayoría no
han sido intervenidas, por falta de cupo en el
Hospital de Alajuela”. (17) lo cual reproduce lo
que esta sucediendo en el resto del país pero
con la diferencia antes apuntada de la privación
de libertad.
Para cada hospitalización de un preso se
requiere de un rol de tres custodios, lo que
significa que el costo del paciente privado de
libertad es mucho mas alto que del paciente
común,
pues el custodio se integra a la
dinámica hospitalaria.
De forma tal que es facultad del Juez de
Ejecución de la Pena decidir sobre el
internamiento del recluso en una institución
medica, cuando el tratamiento no se le pueda
brindar en la cárcel, pero si el caso no encuadra
dentro de los presupuestos, corresponde al
Instituto Nacional de Criminología definir en
cual de los centros se ubica al interno para darle
la debida atención. Todo ello en virtud de que
no se modifica la responsabilidad del estado de
Generalmente se mantiene a los pacientes
esposados a la cama o al propio custodio, lo
cual ha generado importantes quejas una de
ellas fue declarada con lugar por la Sala
Constitucional: se trata del caso de un paciente
privado de libertad con un cáncer Terminal a
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Doris Arias Madrigal / Los Derechos Humanos: Un Paradigma para la Atención en Salud
de los Privados de Libertad
asumir la custodia del condenado. También se
distingue las competencias del Juzgado de
Ejecución de la Pena en cuanto a los incidentes
de pena diferida y los incidentes de enfermedad,
correspondiéndole solo el conocimiento de los
incidentes de enfermedad y reservando la
competencia del incidente de pena diferida para
el Tribunal que sentenció. (18).
reproducir el fenómeno del etiquetamiento.
El Estado costarricense cuenta con
múltiples instrumentos jurídicos llámesele
normativa interna, internacional, jurisprudencia o
precedentes constitucionales para garantizar la
atención a la salud de los privados de libertad,
los cuales se constituyen en garantías mínimas
no máximas.
El Juez de Ejecución de la Pena es un juez
garante de la legalidad en la ejecución de la
sanción, a él le esta reservada la competencia
para resolver tanto los incidentes por
enfermedad, cuanto los incidentes de queja de
los privados de libertad . Tanto tiene facultad
para decidir sobre el internamiento hospitalario,
con base en pruebas periciales, como puede
conocer de las violaciones al derecho a la salud
de los privados de libertad, esto es que conoce
de los casos en que pese a declararse con lugar
el incidente no son atendidos de acuerdo a su
dignidad humana mediante el recurso de queja.
Los particulares también están en posición
de garantes del bien salud cuando les
corresponde realizar actividades privadas con
funciones públicas como es la atención al
derecho a la salud. La oposición de razones
legales o médicas es revisable a través de la
jurisdicción ordinaria o constitucional.
Solo desde una perspectiva de tutela de los
derechos humanos fundamentales podremos
garantizar una humanización de los servicios de
salud en nuestras prisiones.
Literatura citada y notas
1.
Este proceso harto conocido en la
criminología de la reacción social se
denomina
la
doctrina
del
etiquetamiento o labelling approach
que consiste entre otros planos en “...
los efectos que la aplicación de una
definición de criminal
a ciertos
individuos -esto es, la atribución a
ellos de la calificación de criminal y de
un status social correspondiente- tiene
sobre el comportamiento posterior de
los mismos (eventual consolidación y
asunción de un papel criminal ;
desarrollo de su carrera criminal).
Baratta, Alessandro.
Criminología
Crítica y Crítica del Derecho Penal,
siglo XXI, México, primera edición,
1986, p.111.
2.
En igual sentido González Alvarez,
Daniel.
La Libertad Vigilada en el
Sistema Penitenciario Costarricense.
Revista Judicial,, Costa Rica Año IX,
No. 31, diciembre de 1984, pag. 48.
3.
Piza Rocafort, Rodolfo E. Conferencia
El
bloque
de
los
Derechos
Fundamentales, Escuela Judicial, 5 de
agosto de 1996.
4.
Burgenthal, Thomas y otros. Manual
Internacional de Derechos Humanos.
Caracas: 1989 Instituto Interamericano
de Derechos Humanos. Editorial
Jurídica Venezolana. Cap. 9 prf.II.
5.
“En consecuencia, podemos afirmar que
Conclusiones
Los derechos
humanos
o derechos
fundamentales son
normas jurídicas cuyos
principales titulares son los seres humanos,
pretenden equilibrar a aquellas personas que
por sus condiciones físicas, psíquicas o sociales
requieren un trato diferenciado que compense
las desventajas socialmente construidas.
El derecho a la salud es una derivación del
derecho a la vida, por ende se trata de un
derecho fundamental.
El privado de libertad es un sujeto de
derechos, cuya limitación principal con la
sanción penal se refiere a la libertad de
circulación. Esta limitación le pone en condición
objetiva de desventaja, por lo que el sistema
equilibra su condición proporcionándole un
remedio judicial ante la desigualdad, en este
caso a través de incidentes por enfermedad,
de queja y habeas corpus.
La condición de privación de libertad
constituye una limitación al libre acceso a la
atención médica física y mental, la cual depende
de múltiples factores, ajenos a la voluntad
del paciente. Cuando se logra el acceso a
los servicios de salud no se está exento de
49
Revista Latinoamericana de Derecho Médico y Medicina Legal
tratándose de instrumentos internacionales
de Derechos Humanos vigentes en el país,
no se aplica lo dispuesto por el artículo 7 de
la Constitución Política , por que el artículo
48 citado es especial para los que se
refieren a derechos humanos, otorgándoles
una
fuerza
normativa
de
nivel
constitucional y hasta supra constitucional
cuando impliquen mejoras para la persona
en protección de sus derechos humanos.
En su jurisprudencia la Sala Constitucional
ha reconocido expresamente un valor supra
constitucional a los instrumentos de
Derechos Humanos vigentes en Costa
Rica, señalando que no solamente tienen
un valor similar a la Constitución Política,
sino que en la medida que otorgue
mayores derechos o garantías a las
personas, priman por sobre la Constitución.
(Vid. Sentencia No. 3435-92 y su
aclaración, No. 5759-93). Mora Mora, Luis
Paulino y Hernandez Nancy. El Derecho
Internacional y su Influencia en la
Jurisdicción Constitucional Costarricense.
1era Edición. San José, C.R.: EUNED,
1996. En igual sentido Voto Sala
Constitucional No. 2313-95 del 9 de mayo
de 1995. En sentido contrario se ha
indicado: “ Los derechos reconocidos por
las normas y principios derivados de la
Constitución Política son del grado superior,
en tanto los contemplados en instrumentos
internacionales si bien es cierto tienen una
jerarquía superior a las leyes, no son de
rango constitucional, como parece entender
alguna
jurisprudencia
de
la
Sala
Constitucional”. Saborio Valverde, Rodolfo.
El bloque de las libertades públicas. Ensayo
de clasificación. Ibid. p.149
6.
Reclusos, caso en el cual aplicó un
instrumento internacional.
7.
Sala Constitucional, voto Nº. 972-90 de
las 14:10 hs. del 22-8-90.
8.
Sala Constitucional, Voto 4278-93.
9.
Sala Constitucional, voto 1915-92 .
10. Mejía-Arias, Luis Edo. Proyecto Sala
de Recuperación Quirúrgica. Clínica La
Reforma. Documento de mayo de
1996, p.2.
11. Decreto Ejecutivo No. 22139-J del 31
de mayo de199312. Decreto Ejecutivo No. 22198-J del 1 de
junio de 1993.
13. Para regular la relación privado de
libertad- acceso a los servicios de
salud, existe un convenio Ministerio
de Justicia y Caja Costarricense del
Seguro Social, el último data del 10 de
febrero de 1993.
14. Montero Barquero, Francisco y otros.
Demanda de servicios de Atención
Médica en el Centro Penal el Buen
Pastor.
Estudio
Descrpitivo.
Documento mimeografiado. Noviembre
de 1995.
15. En igual sentido el jefe médico nacional
de Adaptación Social Dr. Campos
González en entrevista efectuada el 3
de octubre de 1996,
coincide en
señalar que la atención que se presta
en el Centro penitenciario la Reforma
bajo el acuerdo con la C.C.S.S. cada
equipo atiende consulta externa pero
no hace prevención.
La Sala Constitucional en voto No.
1032-96 al
resolver un Habeas
Corpus planteado por un indiciado
preso
en la
cárcel
“Centro
Institucional de San José, analizando el
exceso de población penitenciaria
obligó al Poder Ejecutivo en el plazo
de un año a poner el centro en
condiciones de respeto a las Reglas
Mínimas para el Tratamiento de los
16. La Reforma es el mayor centro de
detención de sentenciados varones
adultos. Alberga un total 1981 privados
de libertad al 27 de setiembre de 1996.
17. Mejia Arias. Op.cit.p.1
18. En
igual
sentido
voto
Sala
Constitucional 519-92 de las 16:25
horas del 26 de febrero de 1992
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