LOS DERECHOS HUMANOS: UN PARADIGMA PARA LA ATENCIÓN EN SALUD DE LOS PRIVADOS DE LIBERTAD Doris Ma. Arias Madrigal Circuito Segundo Judicial, Goicoechea, San José, Costa Rica ______________________________________________________________________ RESUMEN La función de los derechos humanos es establecer normas jurídicas que traten por igual a todos los seres humanos, equilibrando así las desventajas que puedan tener una persona por su situación psíquica, social o física. El privado de libertad tiene una limitante en cuanto a su libre circulación lo cual afecta el acceso a tratamiento médico. Para garantizar que los servicios de salud de las personas sean humanos es necesario ver los derechos humanos desde una perspectiva tutelar. Palabras clave: prisión, derechos humanos, tratamiento médico. ABSTRACT The function of human rights declarations is to establish legal means to treat all humans equally, avoiding disadvantages associated with any psychic. Social or psychinc, social or physical condition. Prison inmates have a limited mobility that affects their capacity to seek medical attention. To guarantee humanitarian health services in prisons, human rigths must be considered from a tutelary pespective. Key words: prison, human rights, medical treatment. En el ejercicio de la medicina es posible que en algún momento nos corresponda en el servicio atender a un sujeto privado de libertad perteneciente al Sistema Penitenciario Nacional. Tal vez algunas de nuestras primeras reacciones se asemejen a las del ciudadano común y muy influenciados por las informaciones sensacionalistas consideremos que “los privados de libertad” no deberían tener derechos y consecuentemente centremos la atención mas en cuidar nuestra seguridad personal que en la realización del acto médico en sí. Otros por el contrario, dejarían a un lado los prejuicios y atenderían al ser humano frente al cual se encuentran, sin embargo a veces resulta difícil deslindar lo subjetivo, de los deberes que conlleva el ejercicio de la profesión. Algunos pensarán que ese problema les es ajeno, pero desde el punto de vista empírico la realidad es sensiblemente diferente y a manera de ejemplo podría citarse el caso de un hospital privado que se niega rotundamente a aceptar privados de libertad en su servicio. Reproduciéndose el proceso de etiquetamiento (1) que hoy día podemos observar en nuestros hospitales estatales, tanto cuando signamos a los privados de libertad con un nombre especial para diferen- ciarlos de la población común, o cuando denominamos de determinada forma a los pacientes privados de libertad, disfrazando estereotipos bajo el apelativo, tal es el caso de llamados “casos forenses” del Hospital Psiquiátrico. También se discrimina cuando la asignación de cupos o espacios en el Hospital depende de la procedencia de los sujetos y casualmente hay una reducción en ese número y una ubicación en un área especial cuando se trata de privados de libertad. En otros casos hemos discriminado cuando a pesar de las dolencias físicas que experimenta el paciente lo mantenemos esposado a la cama cuando en igualdad de condiciones a otro paciente no privado de libertad le autorizamos otro tipo de trato. El tema propuesto para la ponencia no es pacífico, genera una contratransferencia importante ya que conjuga los aspectos médicos, jurídicos y éticos en punto a la atención médica de un ser humano, que además se encuentra privado de su libertad. Quisiera abordar el tema comentándoles algunos aspectos de la normativa internacional, de la nacional y la jurisprudencia constitucional en cuanto al derecho a la salud de los privados de libertad. Luego me referiré a los incidentes por enfermedad que nuestra legislación contempla. Rev.Latinoam.Der.Méd. Medic. Leg. 1(2) / 2(1): 43-50, 1996/1997 Revista Latinoamericana de Derecho Médico y Medicina Legal Los Derechos Humanos en la privación de libertad internacionales, sino de instrumentos internacionales, como es el caso de la Reglas Mínimas de Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (6). Con lo cual toda la normativa internacional del derecho a la salud, adquiere el carácter de norma de derecho interno, se integra plenamente al ordenamiento jurídico y por ende de obligatoriedad erga homnes, lo que significa que la normativa es aplicable tanto a los trabajadores de la salud, como a los trabajadores de la cárcel. El ingreso a la prisión de un sujeto significa ni mas ni menos que la restricción de su libertad ambulatoria y de algunos otros derechos conexos, pero conserva la mayoría de los derechos del ciudadano común (2). Llegar a la conclusión antecedente pero sobretodo ponerla en ejecución ha tomado un largo proceso de concientización en derechos humanos en los operadores del sistema de justicia penal, principalmente de quienes administran la pena, éste apenas se asoma a la realidad y la mayoría desconocemos cuán amplia puede ser esa conclusión. 1. La normativa internacional vigente A. Reglas Mínimas de Naciones Unidas. Cuando tratamos el tema de los derechos humanos tendremos que decir que se trata de un corpus iuris que ha cobrado fisonomía propia de su propósito de proteger la dignidad humana. Algunos se refieren hoy día al bloque de derechos fundamentales entendidos como aquellas situaciones jurídicas activas de las que son titulares los seres humanos (3). Las principales características del derecho internacional de los derechos humanos nos dicen que se trata de un derecho ideológico que parte de la superioridad de los valores inherentes a la dignidad de la persona humana, cuya inviolabilidad debe ser respetada en todo momento por el Estado. Es un derecho complementario del derecho interno, en tanto le sirven de fuente cuando a nivel interno se presentan abusos del poder y se ofenden valores superiores a la dignidad humana y se trata de una garantía adicional por sobre la que debe ofrecer el derecho interno. Es importante destacar que desde la perspectiva de los derechos humanos se ofrece una garantía mínima, sin pretender agotar el ámbito de los derechos que merecen protección. Finalmente es un derecho protector cuyo objeto y fin es la protección de la integridad de tales derechos, de la orientación de esta regla surge la máxima de interpretación “interpretatio pro homine” destinada a determinar el alcance de los tratados en la forma mas adecuada a su propósito protector.(4). Las Reglas Mínimas de Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos, son un conjunto de reglas universales concebidas en el seno de la Comisión Internacional Penal y Penitenciaria, que fueron adoptadas por el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas el 31 de julio de 1957. En ella se especifican los principios y prácticas generales aceptadas y constituyen las condiciones mínimas para proteger a los reclusos. En los artículos 22 a 26 se regula la organización de los servicios médicos de los establecimientos penitenciarios. Se describe en detalle el servicio médico distinguiendo las siguientes categorías de atención: 1. la atención médica en general en la prisión 2. la enfermedad física y mental 3. los tratamientos que requieran cuidados especiales la atención de las mujeres. En punto al primer apartado diremos que todo establecimiento penitenciario debe contar por lo menos con los servicios de un médico calificado que debe poseer algunos conocimientos psiquiátricos. La organización médica de la cárcel tiene que establecer una relación estrecha tanto con la administración del centro penitenciario, cuanto con el servicio sanitario de la comunidad o de la nación. El establecimiento de esta plataforma cobra importancia y vigencia cuando afirmamos tal y como lo señala la Sala Constitucional el derecho internacional de protección de derechos humanos integra el derecho constitucional en caso de no existir norma que tutele el caso concreto y tiene valor supraconstitucional si establece mayores garantías de respeto de derechos humanos. (5). Lo anterior no solamente tratándose de convenciones En el primer caso el médico hará inspecciones regulares y asesorará al Director del establecimiento penitenciario respecto a: 44 Doris Arias Madrigal / Los Derechos Humanos: Un Paradigma para la Atención en Salud de los Privados de Libertad a. cantidad, calidad, preparación y distribución de los alimentos. b. la higiene y el aseo de los establecimientos y de los reclusos. c. las condiciones sanitarias, la calefacción, el alumbrado y la ventilación del establecimiento. d. la calidad y el aseo de las ropas y de la cama de los reclusos. e. la observancia de las reglas relativas a la educación física y deportiva cuando ésta sea organizada por un personal no especializado. El Pacto de San José, plantea un reconocimiento indirecto al derecho a la salud que se deduce de sus artículos 4 y 5 en donde se reconoce el derecho a la vida y a la integridad personal. en relación con la privación de libertad indica: “toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano”. B. La Enfermedad Física y Mental El servicio médico deberá velar por la salud física y mental de los reclusos. Visitará diariamente a los reclusos enfermos a los que se quejen de estarlo y a todos aquellos sobre los cuales se llame su atención 2. El Derecho Interno La Constitución Política y la Jurisprudencia de la Sala Constitucional El artículo 21 de la Carta Fundamental establece el derecho a la vida y constituye la razón de ser y la ultima ratio del derecho a la salud. Lo cual quiere decir que el derecho a la salud tiene como propósito fundamental hacer efectivo el derecho a la vida, protegiendo no solo la existencia biológica de la persona sino también los demás aspectos que de ella se deriven. En reiteradas oportunidades la Sala Constitucional se ha referido al derecho a la salud de los privados de libertad e innovó las interpretaciones administrativas y judiciales existentes, tiñéndolos del sentido humanitario que requería la atención a la salud en la cárcel, a la vez que enfatizó la tutela de la integridad física, lo cual era importante a fin de limitar el poder disciplinario y el uso de la fuerza física contra los presos. El médico deberá examinar a cada recluso tan pronto como sea posible después de su ingreso y ulteriormente tan a menudo como sea necesario en particular para determinar la existencia de una enfermedad física o mental. Los enfermos que requieran cuidados especiales: deben ser trasladados a establecimientos penitenciarios especializados o a hospitales civiles. Si existen servicios internos de hospital, éstos estarán provistos del material, del instrumental y de los productos farmacéuticos necesarios para proporcionar a los reclusos enfermos los cuidados y el tratamiento adecuados. La atención de las mujeres: contempla la construcción de instalaciones especiales para el tratamiento de las reclusas embarazadas, de las que acaban de dar a luz y de las convalecientes. Se perfila en la jurisprudencia constitucional la responsabilidad en que incurren los funcionarios estatales, dada la preponderancia de los bienes jurídicos tutelados, de esta forma la Sala Constitucional en relación con la salud y la privación de libertad ha indicado en el uno de sus votos lo siguiente: “Bien sabemos que el derecho a la vida es la proyección de un valor superior del ordenamiento jurídico constitucional -la vida humana- y constituye el derecho fundamental esencial y troncal en cuanto es el supuesto ontológico sin el que los restantes derechos no tendrían existencia posible. Los argumentos aducidos por el recurrido no pueden estimarse por esta Sala como justificantes para tener por establecido que no ha existido amenaza a la integridad corporal, y por consiguiente amenaza a la vida, pues junto al valor de la vida humana, nuestro sistema constitucional ha elevado a valor jurídico fundamental la dignidad de la persona, que, sin perjuicio de los derechos que le son inherentes, se halla íntimamente vinculada con el libre desarrollo de su personalidad y los derechos a la integridad física y moral”. (7). Igualmente C. Otras Normas Internacionales Encontramos algunas referencias al derecho a la salud con aplicación para lo que nos interesa en el Código de Conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, artículo seis. El instrumento internacional señala que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley asegurarán la plena protección a la salud de las personas bajo su custodia y en particular, tomarán medidas inmediatas para proporcionar atención médica cuando se precise. Cuando se señala atención médica, en el artículo anterior se refiere a los servicios que presta cualquier tipo de personal médico, incluidos los médicos en ejercicio inscritos en el colegio respectivo y el personal paramédico. 45 Revista Latinoamericana de Derecho Médico y Medicina Legal interesante resulta el voto No. 6801 de las 17:54 hs. del 22 de diciembre de 1993, al afirmar que la carencia de medios materiales que pueden alegar las autoridades administrativas, no relevan al Estado de su responsabilidad de procurar que las personas bajo su custodia , reciban en forma oportuna la atención que necesitan, tal es el caso de transporte administrativo. Indicándose lo siguiente: “De manera alguna se puede admitir una lesión al derecho fundamental a la salud con el argumento de que hay carencia de medios materiales, especialmente: cuando ello se ha convertido en una excusa generalizada de los entes públicos, para la inacción en los campos de su competencia” (sic). Finaliza la Sala su planteamiento indicando que las autoridades de Adaptación Social tienen el deber, derivado de la función de custodios que les asigna la ley, de procurar al enfermo el tratamiento requerido. Estos votos si bien señalan la responsabilidad del Estado en cuanto a la tutela del derecho fundamental, contrastan con la efectiva carencia de medios con que cuenta Adaptación Social, por el limitado presupuesto anual asignado. medicamento y no existiendo obstáculo legal o médico para despacharlo sea negado a un paciente, pues dicha función obliga a la farmacia a prestar el servicio igual que una clínica privada no puede discriminar a un paciente -esto por razones legales o médicas válidas- obligándolo a ir a otra para el tratamiento…los derechos públicos subjetivos se ejercitan no solo frente al Estado, sino también frente a los sujetos de derecho privado cuando estos se encuentren en posibilidad de afectar derechos fundamentales”.(9). La importancia del precedente radica en la responsabilidad que se hace recaer sobre los sujetos de derecho privado cuando realizan actividades que tienen relación con la salud, las limitaciones que se pueden oponer tienen que ser válidas, fundamentadas, lo que significa que podría el Tribunal Constitucional revisar la validez de las oposiciones y que no basta con la negativa a recibir al paciente o a expender la receta médica. Los Reglamentos Penitenciarios La jurisprudencia ha señalado que el derecho a la salud debe privar sobre las otras tareas de la administración y a ésta le corresponde gestionar de nuevo una cita médica que se perdio por ausencia de vehículo.(8). Particular importancia revisten los casos de pacientes cuyo tratamiento requiere de terapia de rehabilitación, recientemente en el voto 227496, se declaró con lugar un recurso de Habeas Corpus que condenó al Estado al pago de los daños y perjuicios causados porque el recurrente faltó a diez sesiones de terapia que tenía fijadas en un centro de rehabilitación. La inasistencia fue imputable a la entidad recurrida en este caso el centro penitenciario. Los primeros trabajos de la creación de una área o departamento de salud datan de 1980 cuando se firmó el primer convenio de prestación de servicios Médicos al sistema Penitenciario Nacional.(10). El reglamento de Derechos y Deberes de los Privados y las Privadas de Libertad (11), en su artículo 8 pone de manifiesto el interés por tutelar el derecho a la salud de los internos del sistema penitenciario nacional y señala que además de recibir atención a la salud, tendrán derecho a que se les traslade al centro de salud en donde deba recibirla. De igual forma en el Reglamento Orgánico y Operativo de la Dirección General de Adaptación Social (12) se establece el área de salud como una de las áreas de atención. Pretendiendo adecuar la normativa interna a los tratados internacionales y brindar una respuesta de la institución penitenciaria a la demanda en salud de los privados de libertad. En los supuestos de atención a la salud por particulares la Sala Constitucional esTableció un precedente cimentado en la función social de quienes realizan actividades privadas con potestades públicas al resolver el caso de una farmacia particular que se negó a despachar una receta, señaló: “ La función social que cumplen las farmacias del país y los regentes farmacéuticos que las controlan -cuando el servicio es privado-, necesariamente nos obliga a tener a los segundos como sujetos de derecho privado con potestades públicas…no se le rehusa la venta de un medicamento necesario para garantizar la salud , si de conformidad con la ley y el criterio médico éste puede ser despachado…Debe quedar claro que esta función social no permite que teniendo el 3. Características de la atención en salud A. Dentro de la prisión Hoy día cuando nos referimos al derecho a la salud hablamos de preservar la calidad de vida, de atención integral en medicina preventiva y curativa, de salud física y emocional, de equidad como acceso a la cobertura, todos ellos como elementos de un sistema de salud, difícilmente podríamos lograr que la población con la cual trabajamos alcance 46 Doris Arias Madrigal / Los Derechos Humanos: Un Paradigma para la Atención en Salud de los Privados de Libertad al máximo esos standards, se impone un reto a los operadores y usuarios del sistema de salud carcelero que permite en la cotidianidad y con la escasez de recursos se salir avante. Las relaciones médico-paciente (preso) se estructuran a través de las relaciones de la institución penitenciaria con los sistemas sanitarios estatales, esto como cobertura obligatoria. (13). El acceso a la medicina privada no está prohibido, sin embargo depende de múltiples factores algunos de ellos desestimulantes de la atención, como la obtención del permiso del director del centro, que el personal de seguridad acompañe al preso, o en el peor de los casos que el médico acepte acercarse a la prisión, finalmente el factor económico, ya que los costos deben ser asumidos por el paciente, quien al interior de la cárcel no genera mayores ingresos. Lo que hace una diferencia en las condiciones de acceso a los servicios de salud, entre quienes disfrutan de libertad ambulatoria y quienes la tienen restringida. conocido que la cárcel es un lugar desestabilizante per se. Hasta ahora no se ha integrado a los médicos ni psiquiatras a los Consejos de Valoración, que constituyen una de las instancias decisivas en la determinación del plan de atención individual de cada privado de libertad. También se justifica la creación de un departamento de salud mental a fin de atender los programas o áreas de atención a la violencia doméstica y sexual, drogadependencia, sociopatía, psicopatía y la atención en crisis desde una perspectiva general y que agrupe el área de psicología y psiquiatría. Un segundo plano de análisis sería el relativo al elemento seguridad en su triple dimensión. El personal de seguridad es el encargado de custodia de los internos a ellos corresponde en primera instancia determinar quien tiene un quebranto de salud. Se documenta un caso en una de las etapas de mas seguridad del centro La Reforma (16) un privado de libertad se quejaba de un fuerte dolor, pidio al oficial de seguridad un traslado hospitalario, se lo negaron aduciendo manipulación de la enfermedad, luego de insistir lo trasladan al hospital y al regresar el personal de seguridad lo golpea, alegando que la enfermedad fue simulada. Los abusos de poder, pueden presentarse, de hechos se han investigado algunos casos, nótese que la relación del preso con la administración es de sujeción. Además de incertidumbre pues un lego es quien valora el caso, los fines de semana, feriados y después de las diez de la noche no existe personal médico en el centro de internamiento más grande del país cuya población al 27 de setiembre de 1996 era de 1981 personas. También corresponde al vigilante apuntar y gestionar las citas y coordinar lo relativo a los traslados médicos a especialistas, y aunque la lista que reporta el médico tratante para los traslados puede ser extensa, si no se cuenta con suficientes encargados de custodia no se realizará el traslado al especialista. Finalmente en algunos centros de internamiento en los cuales no hay enfermera el personal de seguridad es el encargado de suministrar los medicamentos, con el consecuente riesgo de automedicación o intoxicaciones culposas. Para observar el problema de atención a la salud se hace necesario visualizar cuatro aspectos fundamentales, sin que ello implique que uno sea más importante que otro o que se puedan reducir. En primer lugar la atención que se debe proporcionar es integral, lo cual quiere decir que no solo debe abarcar la medicina curativa sino también la preventiva. El último estudio descriptivo efectuado por la dirección técnica de servicios de salud de la C.C.S.S., en el Centro Penal El Buen Pastor de noviembre de 1995 señala que las acciones preventivas, de seguimiento y evaluación del estado de salud de la población son incipientes y cubren únicamente alrededor de un tercio de la población estudiada. (14). Conclusión que es aplicable también a la totalidad de los servicios de salud, pese a los esfuerzos que se han realizado en los últimos años por aumentar la calidad y cantidad de servicios desde la perspectiva administrativa. Continúa poniéndose el énfasis a las acciones curativas y no a las preventivas. (15). Esta atención asimismo debe integrar tanto la salud física como la mental. Hasta ahora, esta integración no ha sido posible por la carencia de recursos humanos, solo existen dos psiquiatras para atención de la totalidad de población, que alcanzó el número de 5402 privados de libertad al setiembre de 1996. Debiendo atender no solo población en crisis sino también valoraciones para concesión de beneficios. Se carece de un departamento de salud mental que emita las políticas generales de atención a la población. De todos es El tercer aspecto se refiere al aspecto convivencial, no es igual estar enfermo en la cárcel que fuera de ella. Algunos de los pacientes deben soportar además del internamiento carcelario las consecuencias del hacinamiento tal fue el caso de un paciente con una otitis media bilateral al cual el ruido le provocaba problemas, sin embargo sus 47 Revista Latinoamericana de Derecho Médico y Medicina Legal compañeros de dormitorio ponían el radio con volumen alto. quien le aquejaban dolores fortísimos y que evidentemente no se evadiría, por disposiciones médicas y de seguridad se le mantenía esposado a los barrotes de la cama. En algunos otros casos cuyo tratamiento podría ser la utilización de amarras especiales, me refiero a los casos de crisis psicóticas de pacientes privados de libertad en el hospital psiquiátrico, los pacientes son obligados a permanecer con esposas, con el consecuente daño físico. Finalmente contamos con una realidad insoslayable, la ausencia de medios materiales. Ausencia de ambulancias para traslados, no existe personal para la atención en salud en horas de la noche, ni días sábados, domingos ni feriados. El hecho de limitar la libertad de circulación o libertad ambulatoria y la ubicación en un centro carcelario implica una limitación a la libertad de elección médica con que contamos quienes estamos en libertad. En algunos casos los expedientes de los pacientes tienen una etiqueta adicional, se les llama o denomina “casos forenses” con una significación ideológica importante, pues son los casos forenses los que molestan, los que cometen delitos, los que trafican droga, lo cual en algunos casos es cierto pero no en todos y ello a la postre implica un trato discriminatorio. En relación con las mujeres podemos decir que en su caso y dadas las características especiales de su abordaje en salud hay dos momentos uno antes del año 1992 y otro después de que el sesgo de género inundó la prisión costarricense. Se creó un modelo de atención en salud para mujeres privadas de libertad, que integró a los servicios un ginecólogo, un pediatra, odontología y médicos generales con lo cual la respuesta a la demanda llegó, pero no del todo, todavía hacen falta medios materiales como por ejemplo suficientes pruebas citológicas. Finalmente algunas clínicas u hospitales privados se han negado a recibir pacientes privados de libertad, alegando en forma no válida que se les pueden evadir y que no quieren tener esa imagen a nivel de información pública. 4. Los Incidentes por Enfermedad Hasta el año 1989, no se reporta en las estadísticas del Juzgado de Ejecución de la Pena, intervenciones jurisdiccionales en aplicación del artículo 506 del Código de Procedimientos Penales. Fue a través de la comunicación que el Juzgado estableció con los privados de libertad, que se llega a conocer de la existencia de tal incidente y consecuentemente se comienzan a presentar en el año 1990 los primeros incidentes por enfermedad. La normativa, consistente en un solo articulo, con algunos conceptos jurídicos indeterminados fue llenado de contenido a través de la casuística resuelta y de los diferentes pronunciamientos de la Sala Constitucional principalmente los votos Nos. 2061-91 de las 9:55 hs del 11-10-91 y Nº.191592 de las 14:12 hs. del 22 de julio de 1992. B. Fuera de la prisión A lo externo de la prisión los privados de libertad reciben atención tanto en clínicas y hospitales estatales cuanto en la medicina privada. La caracterización de la atención está centrada en la existencia de cupos para los internamientos. “Existen decenas de privados de libertad con órdenes de internamiento para cirugías electivas y que en su gran mayoría no han sido intervenidas, por falta de cupo en el Hospital de Alajuela”. (17) lo cual reproduce lo que esta sucediendo en el resto del país pero con la diferencia antes apuntada de la privación de libertad. Para cada hospitalización de un preso se requiere de un rol de tres custodios, lo que significa que el costo del paciente privado de libertad es mucho mas alto que del paciente común, pues el custodio se integra a la dinámica hospitalaria. De forma tal que es facultad del Juez de Ejecución de la Pena decidir sobre el internamiento del recluso en una institución medica, cuando el tratamiento no se le pueda brindar en la cárcel, pero si el caso no encuadra dentro de los presupuestos, corresponde al Instituto Nacional de Criminología definir en cual de los centros se ubica al interno para darle la debida atención. Todo ello en virtud de que no se modifica la responsabilidad del estado de Generalmente se mantiene a los pacientes esposados a la cama o al propio custodio, lo cual ha generado importantes quejas una de ellas fue declarada con lugar por la Sala Constitucional: se trata del caso de un paciente privado de libertad con un cáncer Terminal a 48 Doris Arias Madrigal / Los Derechos Humanos: Un Paradigma para la Atención en Salud de los Privados de Libertad asumir la custodia del condenado. También se distingue las competencias del Juzgado de Ejecución de la Pena en cuanto a los incidentes de pena diferida y los incidentes de enfermedad, correspondiéndole solo el conocimiento de los incidentes de enfermedad y reservando la competencia del incidente de pena diferida para el Tribunal que sentenció. (18). reproducir el fenómeno del etiquetamiento. El Estado costarricense cuenta con múltiples instrumentos jurídicos llámesele normativa interna, internacional, jurisprudencia o precedentes constitucionales para garantizar la atención a la salud de los privados de libertad, los cuales se constituyen en garantías mínimas no máximas. El Juez de Ejecución de la Pena es un juez garante de la legalidad en la ejecución de la sanción, a él le esta reservada la competencia para resolver tanto los incidentes por enfermedad, cuanto los incidentes de queja de los privados de libertad . Tanto tiene facultad para decidir sobre el internamiento hospitalario, con base en pruebas periciales, como puede conocer de las violaciones al derecho a la salud de los privados de libertad, esto es que conoce de los casos en que pese a declararse con lugar el incidente no son atendidos de acuerdo a su dignidad humana mediante el recurso de queja. Los particulares también están en posición de garantes del bien salud cuando les corresponde realizar actividades privadas con funciones públicas como es la atención al derecho a la salud. La oposición de razones legales o médicas es revisable a través de la jurisdicción ordinaria o constitucional. Solo desde una perspectiva de tutela de los derechos humanos fundamentales podremos garantizar una humanización de los servicios de salud en nuestras prisiones. Literatura citada y notas 1. Este proceso harto conocido en la criminología de la reacción social se denomina la doctrina del etiquetamiento o labelling approach que consiste entre otros planos en “... los efectos que la aplicación de una definición de criminal a ciertos individuos -esto es, la atribución a ellos de la calificación de criminal y de un status social correspondiente- tiene sobre el comportamiento posterior de los mismos (eventual consolidación y asunción de un papel criminal ; desarrollo de su carrera criminal). Baratta, Alessandro. Criminología Crítica y Crítica del Derecho Penal, siglo XXI, México, primera edición, 1986, p.111. 2. En igual sentido González Alvarez, Daniel. La Libertad Vigilada en el Sistema Penitenciario Costarricense. Revista Judicial,, Costa Rica Año IX, No. 31, diciembre de 1984, pag. 48. 3. Piza Rocafort, Rodolfo E. Conferencia El bloque de los Derechos Fundamentales, Escuela Judicial, 5 de agosto de 1996. 4. Burgenthal, Thomas y otros. Manual Internacional de Derechos Humanos. Caracas: 1989 Instituto Interamericano de Derechos Humanos. Editorial Jurídica Venezolana. Cap. 9 prf.II. 5. “En consecuencia, podemos afirmar que Conclusiones Los derechos humanos o derechos fundamentales son normas jurídicas cuyos principales titulares son los seres humanos, pretenden equilibrar a aquellas personas que por sus condiciones físicas, psíquicas o sociales requieren un trato diferenciado que compense las desventajas socialmente construidas. El derecho a la salud es una derivación del derecho a la vida, por ende se trata de un derecho fundamental. El privado de libertad es un sujeto de derechos, cuya limitación principal con la sanción penal se refiere a la libertad de circulación. Esta limitación le pone en condición objetiva de desventaja, por lo que el sistema equilibra su condición proporcionándole un remedio judicial ante la desigualdad, en este caso a través de incidentes por enfermedad, de queja y habeas corpus. La condición de privación de libertad constituye una limitación al libre acceso a la atención médica física y mental, la cual depende de múltiples factores, ajenos a la voluntad del paciente. Cuando se logra el acceso a los servicios de salud no se está exento de 49 Revista Latinoamericana de Derecho Médico y Medicina Legal tratándose de instrumentos internacionales de Derechos Humanos vigentes en el país, no se aplica lo dispuesto por el artículo 7 de la Constitución Política , por que el artículo 48 citado es especial para los que se refieren a derechos humanos, otorgándoles una fuerza normativa de nivel constitucional y hasta supra constitucional cuando impliquen mejoras para la persona en protección de sus derechos humanos. En su jurisprudencia la Sala Constitucional ha reconocido expresamente un valor supra constitucional a los instrumentos de Derechos Humanos vigentes en Costa Rica, señalando que no solamente tienen un valor similar a la Constitución Política, sino que en la medida que otorgue mayores derechos o garantías a las personas, priman por sobre la Constitución. (Vid. Sentencia No. 3435-92 y su aclaración, No. 5759-93). Mora Mora, Luis Paulino y Hernandez Nancy. El Derecho Internacional y su Influencia en la Jurisdicción Constitucional Costarricense. 1era Edición. San José, C.R.: EUNED, 1996. En igual sentido Voto Sala Constitucional No. 2313-95 del 9 de mayo de 1995. En sentido contrario se ha indicado: “ Los derechos reconocidos por las normas y principios derivados de la Constitución Política son del grado superior, en tanto los contemplados en instrumentos internacionales si bien es cierto tienen una jerarquía superior a las leyes, no son de rango constitucional, como parece entender alguna jurisprudencia de la Sala Constitucional”. Saborio Valverde, Rodolfo. El bloque de las libertades públicas. Ensayo de clasificación. Ibid. p.149 6. Reclusos, caso en el cual aplicó un instrumento internacional. 7. Sala Constitucional, voto Nº. 972-90 de las 14:10 hs. del 22-8-90. 8. Sala Constitucional, Voto 4278-93. 9. Sala Constitucional, voto 1915-92 . 10. Mejía-Arias, Luis Edo. Proyecto Sala de Recuperación Quirúrgica. Clínica La Reforma. Documento de mayo de 1996, p.2. 11. Decreto Ejecutivo No. 22139-J del 31 de mayo de199312. Decreto Ejecutivo No. 22198-J del 1 de junio de 1993. 13. Para regular la relación privado de libertad- acceso a los servicios de salud, existe un convenio Ministerio de Justicia y Caja Costarricense del Seguro Social, el último data del 10 de febrero de 1993. 14. Montero Barquero, Francisco y otros. Demanda de servicios de Atención Médica en el Centro Penal el Buen Pastor. Estudio Descrpitivo. Documento mimeografiado. Noviembre de 1995. 15. En igual sentido el jefe médico nacional de Adaptación Social Dr. Campos González en entrevista efectuada el 3 de octubre de 1996, coincide en señalar que la atención que se presta en el Centro penitenciario la Reforma bajo el acuerdo con la C.C.S.S. cada equipo atiende consulta externa pero no hace prevención. La Sala Constitucional en voto No. 1032-96 al resolver un Habeas Corpus planteado por un indiciado preso en la cárcel “Centro Institucional de San José, analizando el exceso de población penitenciaria obligó al Poder Ejecutivo en el plazo de un año a poner el centro en condiciones de respeto a las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los 16. La Reforma es el mayor centro de detención de sentenciados varones adultos. Alberga un total 1981 privados de libertad al 27 de setiembre de 1996. 17. Mejia Arias. Op.cit.p.1 18. En igual sentido voto Sala Constitucional 519-92 de las 16:25 horas del 26 de febrero de 1992 50