04 Dom 7294 trastornos 80 22/1/08 15:44 Página 1 En el domicilio Trastornos del equilibrio en el anciano Jesús Roca Chillidaa y M. Dolores San Román Bachillerb Medicina Familiar y Comunitaria. aCentro de Salud Villalba. Madrid. España.bCentro de Salud Espronceda. Madrid. España. Los trastornos del equilibrio pueden ser origen de lesiones, incapacidad e incluso la muerte. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son fundamentales para mejorar la calidad de vida en estos pacientes. Generalmente, la sensación de mareo implica una pérdida de percepción espacial normal. En los ancianos, se describe como sensación de vaivén o movimiento rotatorio y, para otros, como inestabilidad en la marcha, visión borrosa, náuseas y sensación de aturdimiento o de pérdida inminente de la conciencia. La orientación espacial se obtiene por un proceso de percepción sensorial continuo que depende de varias modalidades de percepción: visión, sensación vestibular, sentido postural de las articulaciones, sensación de tacto, presión y audición. Cualquier alteración en cualquiera de estos sistemas puede producir sensación de mareo o vértigo. La diferencia entre mareo o vértigo está en el tipo de movimiento giratorio que percibe el paciente, ya sea que siente que es él quien gira o que lo que da vueltas es el ambiente. Esto último define el vértigo que nos indicará la lesión vestibular como su etiología. Etiología La etiología de los trastornos del equilibrio es multifactorial (tabla I), aunque los más frecuentes son los trastornos vestibulares periféricos, las alteraciones cervicales, los trastornos cerebrovasculares, la hipersensibilidad carotídea y los trastornos psiquiátricos, en especial la depresión y la ansiedad. La sensación de equilibrio requiere la integración de los estímulos procedentes de redes complejas de los sistemas neurológicos sensitivos, motores y centrales. Estos sistemas están influidos, de hecho, por factores cardiovasculares, respiratorios, metabólicos y psicológicos. Puede producirse una alteración del equilibrio cuando hay una disfunción importante en uno de los sistemas, o probablemente, con mayor frecuencia, cuando se produce un deterioro o una alteración en varios de ellos. Los sistemas visual, auditivo, vestibular y propioceptivo son los encargados de la orientación de la persona en el espacio. Los cambios visuales relacionados con la edad consisten en la disminución de la agudeza, de la adaptación a la oscuridad, de la sensibilidad al contraste y de la acomodación; además son frecuentes los trastornos oculares, como la degeneración macular, el glaucoma o las cataratas. La audición contribuye directamente a la estabilidad mediante la detección y la interpretación de los estímulos auditivos, que ayudan a la persona a localizar y orientarse en el espacio, sobre todo cuando otros sentidos están alterados. El sistema vestibular contribuye a la orientación espacial en reposo y durante la aceleración y la desaceleración, y es el encargado de la fijación visual durante los movimientos de cabeza y cuello. El nervio vestibular es especialmente sensible a la hipoglucemia, así como a los medicamentos y las drogas (aminoglucósidos, aspirina, furosemida, quinina, quinidina, tabaco, alcohol, etc.). Los traumatismos craneales, la cirugía del oído y las infecciones pueden lesionar el nervio vestibular. El sistema propioceptivo orienta a la persona en el espacio durante los cambios de posición. Las anomalías en cualquier componente de este sistema (nervios periféricos, mecanorreceptores, médula y sistema nervioso central [SNC]) pueden provocar o empeorar el desequilibrio. Las enfermedades sistémicas pueden contribuir a la inestabilidad y al vértigo al afectar a los componentes sensitivo y central. Además, estos trastornos pueden acompañarse de reducción de la perfusión cerebral o de la liberación de oxígeno, fatiga, confusión o acortamiento de la respiración, que a veces produce sensación de inestabilidad. Ejemplos frecuentes son las alteraciones hidroelectrolíticas, la anemia, el hipotiroidismo y los trastornos del equilibrio ácido-básico. Las arritmias o la insuficiencia cardíaca pueden afectar el flujo sanguíneo cerebral. Ciertos medicamentos pueden producir vértigo por diferentes mecanismos, como la hipotensión postural, la fatiga, la deshidratación, los desequilibrios electrolíticos y la alteración de la función del SNC. Diagnóstico El diagnóstico debe basarse inicialmente en una historia clínica detallada. Se debe interrogar al paciente sobre los antecedentes personales y realizar una anamnesis dirigida, para delimitar perfectamente las características del cuadro (fig. 1). Se JANO 1-7 DE FEBRERO 2008. N.º 1.680 . www.jano.es 31 04 Dom 7294 trastornos 80 22/1/08 En el domicilio Tabla I. 15:44 Página 2 Trastornos del equilibrio en el anciano. J. Roca Chillida y M.D. San Román Bachiller Factores implicados en la inestabilidad crónica Tabla II. Test de Tinetti. Evaluación del equilibrio Visión Cataratas, glaucoma, degeneración macular Equilibrio sentado Se inclina o se desliza en la silla 0 Audición Presbiacusia, otoesclerosis Firme y seguro 1 Sistema vestíbulo-coclear Toxicidad medicamentosa, infección, tumor (neurinoma del acústico), cirugía previa, alteraciones vasculares (infarto del tronco cerebral), vértigo posicional benigno, enfermedad de Menière. Levantarse Incapaz sin ayuda 0 Capaz utilizando los brazos como ayuda 1 Capaz sin utilizar los brazos 2 Intentos de levantarse Incapaz sin ayuda 0 Capaz, pero necesita más de un intento 1 Capaz de levantarse en un intento 2 Equilibrio inmediato (5’) al levantarse Inestable 0 Nervios periféricos Diabetes mellitus, déficit de vitamina B12, hipotiroidismo, sífilis Columna cervical Espondilosis, artritis degenerativa o inflamatoria Hipoperfusión cerebral Síncopes de origen cardíaco, cerebrovascular, medicamentoso y vasovagal Hipotensión posprandial Hipotensión postural Medicación antihipertensiva, depleción de sal y volumen, enfermedad de Parkinson, diabetes mellitus, disfunción autonómica Estable, pero usa andador, bastón, muletas u otros objetos 1 Estable sin usar bastón u otros soportes 2 Disfunción cardíaca Arritmias, valvulopatías, isquemia miocardíaca, mixoma, miocardiopatía hipertrófica Equilibrio en bipedestación Inestable 0 Tronco cerebral Accidente isquémico transitorio, infarto cerebral, insuficiencia vertebrobasilar Estable con aumento del área de sustentación o usa ayudas técnicas 1 Base de sustentación estrecha sin ningún soporte 2 Trastornos metabólicos y respiratorios Enfermedad pulmonar obstructiva crónica, trastornos tiroideos, diabetes, insuficiencia renal, anemia Empujón (sobre el esternón) Tiende a caerse 0 Se tambalea, se sujeta, pero se mantiene solo 1 Depresión y ansiedad Firme 2 Medicamentos Tratamientos que alteran el sistema vestíbulo-coclear, antidepresivos, antipsicóticos, anticolinérgicos, depresores vestibulares, benzodiacepinas Ojos cerrados (en la posición anterior) Inestable 0 Estable 1 Giro de 360º Pasos discontinuos 0 Pasos continuos 1 ha de incidir sobre aspectos tan fundamentales como manifestaciones clínicas, duración, desencadenantes, síntomas acompañantes y revisar todos los medicamentos, incluidos los de venta libre. La exploración física nos permitirá realizar un diagnóstico topográfico. Las pruebas básicas que se han de realizar son las siguientes: evaluación del nistagmo, detección de asimetrías, valoración de la marcha, evaluación neurológica y exploración de las limitaciones musculoesqueléticas, tanto mecánicas como dolorosas. Hay 5 pruebas sencillas y rápidas que permiten examinar el estado del equilibrio del paciente de edad avanzada. Test de Romberg: el paciente se coloca en ortostatismo y bipedestación, con los ojos cerrados. La duración máxima de la prueba es de 30 s y se valora la caída rápida o lenta hacia un lado, hacia ambos de manera variable o hacia atrás. Evaluación cronometrada de la estación unipodal: se mide la duración máxima del equilibrio manteniéndose sobre un solo pie, sin ningún apoyo y sin separar los brazos. Se permiten hasta 5 ensayos, y la duración máxima de la prueba es de 30 s. A partir de los 60 años, debe permanecer como mínimo 5 s con los ojos cerrados. Test de Tinetti (tabla II): es muy completo. Evalúa 13 pruebas y permite valorar el equilibrio estático y dinámico. Puntúa según 3 valores: normal, adaptado y anormal. 32 JANO 1-7 DE FEBRERO 2008. N.º 1.680 . www.jano.es Inestable 0 Estable 1 Sentarse Inseguro 0 Usa los brazos o no tiene un movimiento suave 1 Seguro, movimiento suave 2 Test get up and go: consiste en observar al individuo mientras se levanta de una silla, camina 3 m y vuelve a ella. Puntúa de 1-5, según la percepción del examinador sobre el riesgo de caídas del paciente, considerando 1 como normal y 5 como alterado. Hay una modificación de esta prueba denominada Test Timed Up and Go, en la que se cuantifica en segundos el tiempo que el paciente tarda en realizar esta prueba. Prueba de alcance funcional: mide la distancia que un individuo puede alcanzar con su brazo extendido hacia delante mientras permanezca de pie, manteniendo una base de sustentación fija. Los individuos que no son capaces de superar 10 cm son muy frágiles y limitados en sus actividades de la vida diaria, y presentan mayores riesgos de caídas. Este test se ha validado como predictor de caídas de repetición. Al establecer las posibles causas y al identificar la topografía, podremos realizar un enfoque certero del trastorno del equilibrio. Llegados a este punto, seremos capaces de valorar 04 Dom 7294 trastornos 80 22/1/08 15:44 Página 3 otras pruebas complementarias dirigidas, como la analítica, incluidos las hormonas tiroideas y la vitamina B12, el electrocardiograma, el Holter, el masaje del seno carotídeo, la electronictagmografía (test vestibulares), la posturografía (valoración integral de sistemas visual, vestibular y propioceptivo) y la audiometría. La tomografía computarizada y la resonancia magnética cerebral sólo se deben realizar cuando los antecedentes hacen sospechar lesión cerebral. Pronóstico y tratamiento Tras realizar una valoración completa, las anomalías detectadas en el paciente deben tratarse o modificarse al máximo. Aunque los trastornos del equilibrio pueden ser un síntoma de una enfermedad importante, no incrementa por sí mismo el riesgo de muerte. No obstante, se acompaña de un conjunto de consecuencias físicas, psicológicas y sociales adversas. Aumenta el riesgo a caerse, y el miedo a caer reduce la capacidad para las actividades cotidianas, así como la participación en actividades sociales. El primer objetivo terapéutico consiste en mejorar la inestabilidad lo suficiente como para limitar al mínimo la morbilidad física, psicológica y social. El tratamiento debe dirigirse a una causa concreta; sin embargo, dado que la etiología suele ser multifactorial, el tratamiento más eficaz suele ser la que mejora uno o más factores Figura 1. predisponentes, e incluso la mejora parcial del vértigo. Dado que los efectos adversos medicamentosos pueden estar involucrados en muchos casos de trastornos del equilibrio, hay que intentar retirar el mayor número posible de fármacos o sustituirlos por otros con menos efectos adversos, o al menos reducir las dosis. Los depresores vestibulares tienen poca utilidad, sobre todo porque incluso pueden empeorar el estado del paciente debido a sus efectos en el SNC y porque pueden suprimir la adaptación central. Sin embargo, los pacientes con disfunción vestibular periférica unilateral pueden beneficiarse de una benzodiacepina. La rehabilitación vestibular incluye ejercicios que implican movimientos de la cabeza y de los ojos en posición sentada y de pie. También comprenden ejercicios de equilibrio dinámico, así como ejercicios para mejorar la estabilidad al caminar. Los ejercicios pueden empeorar el vértigo al principio, pero con el tiempo se produce un mecanismo de adaptación central y hay mejoría. Se ha comprobado que la rehabilitación vestibular es eficaz en la mayoría de los trastornos vestibulares de origen central y periférico. Los ejercicios cervicales pueden ser eficaces para los pacientes con espondilosis cervical. Cuando la propiocepción está alterada, se debe utilizar un bastón para mejorar la estabilidad. La educación del paciente es fundamental. Hay que recordar a los pacientes que eviten los medicamentos de venta libre Evaluación de los trastornos del equilibrio Si se sospecha enfermedad aguada precipitante Tratar Existe factor del entorno precipitante Corregir Explorar hipotensión ortostática y la frecuencia cardíaca Revisar fármacos, retirar o disminuir dosis Si hay alteraciones Revisar fármacos Revisar causas hipotensión Revisar arritmias y tratarlas Explorar el equilibrio y la marcha (Test de Tinetti o Test de Timed Get up and go) Si hay alteraciones Explorar vista y oído Explorar aparato locomotor Exploración neurológica Si hay alteraciones, corregir Si hay alteraciones, corregir Descartar: Demencia ACV Neuropatías Mielopatías Enfermedad de Parkinson Degeneración cerebelosa Enfermedad vestibular ACV: accidente cerebrovascular. JANO 1-7 DE FEBRERO 2008. N.º 1.680 . www.jano.es 33 04 Dom 7294 trastornos 80 22/1/08 15:44 Página 4 Trastornos del equilibrio en el anciano. J. Roca Chillida y M.D. San Román Bachiller En el domicilio que puedan exacerbar el vértigo. Si se detecta hipotensión postural, deben aprender a levantarse despacio. Asimismo, hay que indicarles que eviten las duchas y baños demasiado calientes y que limiten la restricción de sal en situaciones que puedan conducir a la deshidratación. Hay que instruir a los pacientes sobre las actividades que deben evitar y los movimientos a eludir, como mirar hacia arriba, estirarse o inclinarse hacia abajo, lo que se puede conseguir ubicando los artículos en casa de un modo estratégico. No obstante, hay que recordarles que no conviene evitar habitualmente determinados movimientos, como girar la cabeza hacia los lados, pues al limitar este movimiento puede afectarse la adaptación central, con el riesgo de que el vértigo se exacerbe. J Bibliografía recomendada González Montalvo JL, Alarcón T, editores. Valoración geriátrica integral. Barcelona: Glosa; 2001. Kay AD, Tideiksaar R. Caídas y trastornos de la marcha. En: Abrams WB, Berkow R. El Manual Merck de Geriatría. Edición española. Barcelona: Ediciones Doyma; 1992. A tener en cuenta • Los trastornos del equilibrio alteran la capacidad de movilización, que es un indicador del grado de salud del anciano y de su calidad de vida, ya que determina el grado de independencia. • Los trastornos del equilibrio producen un aumento muy significativo de caídas y fracturas en el anciano, con los problemas que de ellas se derivan, lo que supone un importante problema tanto médico como social. • El control de los síntomas, el tratamiento de las enfermedades de base y asociadas, la rehabilitación de la marcha, la normalización de los defectos sensoriales, el apoyo psicológico, la seguridad en el hogar y fuera de éste y la intervención social son fundamentales para el tratamiento integral de los trastornos del equilibrio. Ribera JM, Gil P, editores. Prevención en geriatría. Madrid: Edimsa; 2003. Salgado A, Guillén F, editores. Manual de Geriatría. Barcelona: Salvat; 1990. Tinetti ME, Speechly M, Ginter SF. Risk factors for falls among elderly persons living in the community. N Eng J Med. 1988;319:1701-7. J 34 JANO.es: NUESTRA EDICIÓN EN INTERNET Tome el pulso a la actualidad diaria con JANO.es, nuestra edición en Internet. Un servicio de información que le ofrece las noticias biomédicas más relevantes actualizadas a tiempo real y todos los contenidos de las distintas secciones de nuestro semanario. Además, tendrá acceso al archivo de noticias y al buscador documental de ElsevierDoyma, grupo líder mundial en conocimiento biomédico en español. Acceda a través de www.jano.es o, si lo desea, suscríbase gratuitamente a nuestro newsletter, que le permitirá conocer a través de su correo electrónico, de forma personalizada y con la frecuencia que prefiera, la actualidad biomédica más candente. Más de 100.000 médicos ya lo han hecho. JANO 1-7 DE FEBRERO 2008. N.º 1.680 . www.jano.es